Página 2 de 2. • 1, 2
- Rocavarancolia Rol
Biblioteca
02/09/12, 08:38 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La biblioteca del castillo contiene ante todo tomos históricos y algunos libros sentimentalmente valiosos para antiguos reyes. Se ha mantenido libre de la recolección llevada a cabo para llenar las estanterías de la Biblioteca Mágica, y aunque no resulta muy práctica para hechiceros, consiste una interesante rareza. Además es un lugar muy cómodo para leer.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Biblioteca
11/03/13, 07:35 pm
Llegué pronto al Castillo, edificio que sólo había visto desde lejos pero que ahora, a unos metros de la entrada, imponía un poco. Informé a los guardias del motivo de la visita -tierras y esclavos de mundos vinculados- y me condujeron a una amplia biblioteca, en la que me entretuve curioseando los títulos sin coger ninguno ya que eran todos o casi todos sobre historia, nada mágico.
Me senté a esperar en un cómodo sillón, pensativo. Me había lanzado al proyecto de la bodega sin tener varios factores arreglados, como los esclavos que necesitaría, mensualmente, para hacerla funcionar. Cómo los traería a la ciudad sin dejar ni rastro en su lugar de origen es lo básico. <<Pero si tuviera tierras en sus mundos, se solucionaría el problema en parte. Por otro lado, la situación en Varmania me favorece y bastante, pudiendo capturar esclavos sin necesidad de devolverlos vivos luego... Pero aunque la idea de tener parcelas de terreno en otros mundos es atractiva, ¿cómo se relacionarían estas con los nativos? ¿Cómo demonios funciona esto? ¿Saben los nativos que hay rocavarancoleses con tierras en sus mundos? Basta. A ver si viene el encargado de esto, sea quien sea, y lo hablamos...>>
Me senté a esperar en un cómodo sillón, pensativo. Me había lanzado al proyecto de la bodega sin tener varios factores arreglados, como los esclavos que necesitaría, mensualmente, para hacerla funcionar. Cómo los traería a la ciudad sin dejar ni rastro en su lugar de origen es lo básico. <<Pero si tuviera tierras en sus mundos, se solucionaría el problema en parte. Por otro lado, la situación en Varmania me favorece y bastante, pudiendo capturar esclavos sin necesidad de devolverlos vivos luego... Pero aunque la idea de tener parcelas de terreno en otros mundos es atractiva, ¿cómo se relacionarían estas con los nativos? ¿Cómo demonios funciona esto? ¿Saben los nativos que hay rocavarancoleses con tierras en sus mundos? Basta. A ver si viene el encargado de esto, sea quien sea, y lo hablamos...>>
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Biblioteca
12/03/13, 02:25 am
El cuerpo sin vida de Garoni no tardó mucho en aparecer. Lo seguía un siervo viejy vestido con ropa marrón holgada y que llevaba entre sus manos una pila de papeles.
-Bueno, estoy empezando a preguntarme por qué no hicimos unos... -Garoni torció la mano para indicar que pensaba- ...folletos -el cadáver carraspeó-. Antiguamente, la ciudad daba títulos nobiliarios, a los cuales correspondían tierras en mundos vinculados, a cualquier bendecido por la Luna que hiciera méritos en la guerra... Preferentemente, las tierras eran de los mundos en los que ocurrían estas guerras. Aunque otros méritos por la ciudad como el trabajo de cosechar pueden tener también recompensas o se pueden tener en cuenta a la hora de entregar las tierras en cuestión. Aparte de lo de Nubla. Sí, no podemos olvidar lo de Nubla...
El anciano recaudador se giró hacia su siervo bruscamente, con lo que el viejy dio un respingo y casi soltó la pila de papeles. La imagen del miembro del consejo, con el granate de su toga haciendo juego con los desperfectos de su piel muerta, no era algo armonioso a la vista que digamos.
-La pila. En la mesa -dijo el cadáver señalando el mueble.
Con todos los papeles extendidos sobre la superficie de madera, Garoni pudo ponerse a rebuscar hasta dar con un texto impreso en un pergamino gris que bien habría podido ser piel de elefante.
-Esto es un documento en el que la reina Irina entregaba un archipiélago de Mabir a Frumbugümbin el deshilachado. Es muy viejo pero, como se puede ver, en aquel momento simplemente dependía de la voluntad de la reina a pesar de que en estos párrafos se citen las razones por las que se otorga el título. Por el momento, el rey actual no ha cambiado el método, aunque se haya planteado el tema. Pero tened por seguro que el consejo recuerda todos los méritos y desméritos por Rocavarancolia de todos los bendecidos por la Luna.
A lo largo del discurso, Garoni había mantenido un tono neutro y estrictamente profesional, pero en esta última frase le había imprimido un cierto énfasis, como una suerte de acento meticuloso, como si le ofendiera que alguien cuestionara la memoria del consejo.
-Dar títulos en esta ciudad emergente supone muchos riesgos a largo plazo. Aunque ahora mismo parezca fácil, es de vital importancia mantener unas reglas para que no ocurran cosas como una desvalorización de títulos o tierras. Crear una economía de la nada es muy complicado -explicó Garoni con suma gravedad.
-Bueno, estoy empezando a preguntarme por qué no hicimos unos... -Garoni torció la mano para indicar que pensaba- ...folletos -el cadáver carraspeó-. Antiguamente, la ciudad daba títulos nobiliarios, a los cuales correspondían tierras en mundos vinculados, a cualquier bendecido por la Luna que hiciera méritos en la guerra... Preferentemente, las tierras eran de los mundos en los que ocurrían estas guerras. Aunque otros méritos por la ciudad como el trabajo de cosechar pueden tener también recompensas o se pueden tener en cuenta a la hora de entregar las tierras en cuestión. Aparte de lo de Nubla. Sí, no podemos olvidar lo de Nubla...
El anciano recaudador se giró hacia su siervo bruscamente, con lo que el viejy dio un respingo y casi soltó la pila de papeles. La imagen del miembro del consejo, con el granate de su toga haciendo juego con los desperfectos de su piel muerta, no era algo armonioso a la vista que digamos.
-La pila. En la mesa -dijo el cadáver señalando el mueble.
Con todos los papeles extendidos sobre la superficie de madera, Garoni pudo ponerse a rebuscar hasta dar con un texto impreso en un pergamino gris que bien habría podido ser piel de elefante.
-Esto es un documento en el que la reina Irina entregaba un archipiélago de Mabir a Frumbugümbin el deshilachado. Es muy viejo pero, como se puede ver, en aquel momento simplemente dependía de la voluntad de la reina a pesar de que en estos párrafos se citen las razones por las que se otorga el título. Por el momento, el rey actual no ha cambiado el método, aunque se haya planteado el tema. Pero tened por seguro que el consejo recuerda todos los méritos y desméritos por Rocavarancolia de todos los bendecidos por la Luna.
A lo largo del discurso, Garoni había mantenido un tono neutro y estrictamente profesional, pero en esta última frase le había imprimido un cierto énfasis, como una suerte de acento meticuloso, como si le ofendiera que alguien cuestionara la memoria del consejo.
-Dar títulos en esta ciudad emergente supone muchos riesgos a largo plazo. Aunque ahora mismo parezca fácil, es de vital importancia mantener unas reglas para que no ocurran cosas como una desvalorización de títulos o tierras. Crear una economía de la nada es muy complicado -explicó Garoni con suma gravedad.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Biblioteca
17/03/13, 12:10 am
Me dejó estupefacto la forma en que apareció Garoni. Sin avisar ni saludar, como si ya nos hubiésemos presentado y aclarado para qué había venido. <<A los guardias les dije lo mínimo, diablos, ¿qué es esto?>> Me levanté del sillón para saludar, pero lo de los folletos me dejó sin habla <<¿Qué?>> En varias ocasiones intenté decir algo para intentar que detuviese su monólogo, pero el otro no callaba. <<Joder...>> Volví a sentarme, cansado, girando el sillón hacia él cada vez que se movía.
Para distraerme miraba de vez en cuando al viejy, preguntándome si sabría diferente de un espécimen más joven o qué variantes en su vida podrían cambiar las propiedades de su sangre o si esto siquiera influye. <<La alimentación influirá, sin duda... Pero el experimento tiene cierto tamaño considerable... Y este no calla su perorata... ¿Pero hay posibilidad de montar mi bodega, tener tierras o no? ¿Tan difícil es decir sí o no o quizás?>> Lo mejor es que al final parece casi ofendido, cosa que me hace levantarme por si tuviera que argumentar alguna defensa, pero sigue hablando y me doy la vuelta, matando mil veces al viejy con la mirada. Cuando por fin se calla, vuelvo a ponerme frente a él y tomo aire.
-Le entiendo perfectamente.-y casi digo algo sobre lo de cuestionar al consejo pero mejor pasarlo por alto. Luego empiezo a caminar mientras hablo, relajado.-Creo que no le han informado debidamente de mis... motivos para estar aquí. El motivo primordial es mejorar la economía de la ciudad. Si logro el proyecto de la bodega, podría dar trabajo a cierto número de ciudadanos aptos además de trabajar con socios.-remarco "socios", recordando a Outhal y quizá Garoni se interese así.-También, si fuera necesario, compraría esclavos a quien los tenga en venta. Y además, la bodega tendrá su clientela, lo que resulta en más capital. Si el proyecto se expande a otros mundos, los fondos recaudados serán aún mayores.
Hago una pausa para planificar lo siguiente a decir mientras le doy tiempo a pensar y sigo:
-Ese era el principal, la base. Para ello necesito saber dos cosas. La primera, sin pensar en propiedades externas, necesitaría tomar nativos humanoides de ciertos mundos, de los cuales luego volvería cierto porcentaje mayor al de los que se quedarían, por supuesto. Hablamos de cifras mayores a los... veinte. La segunda cuestión es que teniendo al menos una propiedad se podría reducir considerablemente el posible trauma de aquellos nativos que volviesen a sus hogares, además de mejorar la producción.-por fin acabo, creo que ya es suficiente, y me cruzo de brazos, sin dejar de mirarle.-Entiendo que ambos tenemos asuntos que atender, así que gracias por su tiempo. ¿Qué le parece?-remato, enfatizando en la primera frase. <<Con suerte entenderá que no quiero otro rollo como antes>>
Interiormente estoy orgulloso de lo dicho y de cómo lo he dicho. <<Todo un vampiro de negocios, sí señor. Que no vuelva a soltar un monólogo, ¡por favor!>>
Para distraerme miraba de vez en cuando al viejy, preguntándome si sabría diferente de un espécimen más joven o qué variantes en su vida podrían cambiar las propiedades de su sangre o si esto siquiera influye. <<La alimentación influirá, sin duda... Pero el experimento tiene cierto tamaño considerable... Y este no calla su perorata... ¿Pero hay posibilidad de montar mi bodega, tener tierras o no? ¿Tan difícil es decir sí o no o quizás?>> Lo mejor es que al final parece casi ofendido, cosa que me hace levantarme por si tuviera que argumentar alguna defensa, pero sigue hablando y me doy la vuelta, matando mil veces al viejy con la mirada. Cuando por fin se calla, vuelvo a ponerme frente a él y tomo aire.
-Le entiendo perfectamente.-y casi digo algo sobre lo de cuestionar al consejo pero mejor pasarlo por alto. Luego empiezo a caminar mientras hablo, relajado.-Creo que no le han informado debidamente de mis... motivos para estar aquí. El motivo primordial es mejorar la economía de la ciudad. Si logro el proyecto de la bodega, podría dar trabajo a cierto número de ciudadanos aptos además de trabajar con socios.-remarco "socios", recordando a Outhal y quizá Garoni se interese así.-También, si fuera necesario, compraría esclavos a quien los tenga en venta. Y además, la bodega tendrá su clientela, lo que resulta en más capital. Si el proyecto se expande a otros mundos, los fondos recaudados serán aún mayores.
Hago una pausa para planificar lo siguiente a decir mientras le doy tiempo a pensar y sigo:
-Ese era el principal, la base. Para ello necesito saber dos cosas. La primera, sin pensar en propiedades externas, necesitaría tomar nativos humanoides de ciertos mundos, de los cuales luego volvería cierto porcentaje mayor al de los que se quedarían, por supuesto. Hablamos de cifras mayores a los... veinte. La segunda cuestión es que teniendo al menos una propiedad se podría reducir considerablemente el posible trauma de aquellos nativos que volviesen a sus hogares, además de mejorar la producción.-por fin acabo, creo que ya es suficiente, y me cruzo de brazos, sin dejar de mirarle.-Entiendo que ambos tenemos asuntos que atender, así que gracias por su tiempo. ¿Qué le parece?-remato, enfatizando en la primera frase. <<Con suerte entenderá que no quiero otro rollo como antes>>
Interiormente estoy orgulloso de lo dicho y de cómo lo he dicho. <<Todo un vampiro de negocios, sí señor. Que no vuelva a soltar un monólogo, ¡por favor!>>
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Biblioteca
23/03/13, 06:54 pm
Garoni alzó las cejas al observar la impaciencia del vampiro.
-Bueno, si es solamente eso, no creo que haya ningún problema. Tendré que contrastarlo con el resto del Consejo y se te informará por carta. Pero yo le daría un período de prueba a esto porque antes solía salir rentable. Bueno, espero que esté ya todo planificado y tengas objetivos y los medios mágicos para la discreción allí donde hace falta. Suerte con el negocio -dijo con tono monótono.
Luego ordenó a su ayudante recoger los papeles y salió de la habitación.
-Bueno, si es solamente eso, no creo que haya ningún problema. Tendré que contrastarlo con el resto del Consejo y se te informará por carta. Pero yo le daría un período de prueba a esto porque antes solía salir rentable. Bueno, espero que esté ya todo planificado y tengas objetivos y los medios mágicos para la discreción allí donde hace falta. Suerte con el negocio -dijo con tono monótono.
Luego ordenó a su ayudante recoger los papeles y salió de la habitación.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Biblioteca
26/03/13, 12:11 am
Escucho atentamente, quieto en el sitio y sin cambiar el semblante serio aunque interiormente estaba sonriendo. <<No es un sí pero tampoco un no. Tengo que ponerme en marcha cuanto antes y aprovechar lo de Varmania>>
Antes de hablar hago una ligera inclinación de cabeza.
-Gracias. Esperaré su respuesta.
Y cuando salió, le seguí pero en dirección a la salida y, desde allí, al barrio del Burdel para adecentar un refugio para los primeros voluntarios de Varmania. <<¿Una casa abandonada con perímetro mágico? Vamos>>
Sigue en La Bodega.
Antes de hablar hago una ligera inclinación de cabeza.
-Gracias. Esperaré su respuesta.
Y cuando salió, le seguí pero en dirección a la salida y, desde allí, al barrio del Burdel para adecentar un refugio para los primeros voluntarios de Varmania. <<¿Una casa abandonada con perímetro mágico? Vamos>>
Sigue en La Bodega.
- InvitadoInvitado
Re: Biblioteca
05/07/13, 09:41 pm
Yrio despertó cuando los rayos del sol entraron por los altos ventanales de la biblioteca del castillo y le dieron directamente a la cara. Había pasado la noche allí, después de una larga y terrorífica bronca, cortesía de la hechicera mayor del reino, y una mala mirada de rey que había dado incluso más miedo que la regañina de Gahna. Le dolía todo el cuerpo, tenía los pies amoratados de los escombros y las piedras de la ciudad, unas horribles ojeras y una jaqueca cortesía del subidón de energía que le había provocado la Luna Roja. El astro podía verse a través de la ventana, incluso de día. Yrio le hizo una mueca y trató de levantarse del sillón donde había estado durmiendo. Se estiró, haciendo crujir sus huesos, y dio una vuelta entre las estanterías para despejarse, mientras esperaba a que alguien le hiciese caso.
La biblioteca del castillo era considerablemente más pequeña, pero más señorial. Los volúmenes estaban en mejor estado y las encuadernaciones eran de mejor calidad. Apenas había títulos que Yrio pudiese leer, o que pudiese entender. El joven piromante llevaba ropa prestada que los consejeros le había hecho ponerse antes de presentarlo ante el rey. Se trataba de unos pantalones oscuros y botas de piel que le iban grandes, además de una túnica tambien grande de color granate que tuvieron que ajustarle con un cinturón. No era nada del otro mundo pero tapaba lo que tenía que tapar.
El Consejo, así como el rey, le habían explicado de forma muy clara en qué consistía su transformación, lo estúpido que había sido al dejarse llevar así y que tendría que pagar por la destrucción que había formado. Concretamente que tendría que trabajar para el reino, ayudando a reconstruir los edificios arruinados por su incendio. Yrio no se quejó, ni siquiera se planteó pronunciar una sola queja al respecto, y casi dio las gracias de que no lo fuesen a encerrar o matar por su crimen. Además no sería el único castigado, varios de sus compañeros correrían la misma suerte, y la condena implicaba también que no podían usar magia en la reforma.
Yrio miró el grueso tomo, uno de los pocos que podía leer, y que de hecho le habían recomendado. Estaba encuadernado en piel roja como el fuego, ignífuga, formada por miles de diminutas escamas brillantes. Hablaba sobre los piromantes y la magia del fuego. Yrio había sentido miedo y repulsión hacia sí mismo. Había perdido totalmente el control, podria haber herido a alguien (y muy probablemente lo habría hecho, pero no se acordaba), podría haber matado a alguno de sus compañeros, o que lo hubiesen matado a él. Lo único que recordaba aparte del olor a quemado, el crepitar de las llamas y la luz roja que lo inundaba todo era aquel otro chico, el Sendario. Lo habían traído mucho más tarde que a él y no había podido oir lo que le dijeron, pues ya lo habían mandado a la biblioteca, pero supuso que también tendría que ayudar a la reconstrucción de la ciudad. El varmano estaba al otro lado de la biblioteca, y al acercarse a echarle un vistado dedujo que no había dormido en toda la noche, por las ojeras qye tenía y los libros apilados a ambos lados del sillón que había elegido.
Las puertas se abrieron y por ellas entraron una gran loba caminando a dos patas llena de cicatrices y con ricas ropas de terciopelo y un mayordomo con una bandeja. El mayordomo le tendió a Yrio un plato con pan y queso y una taza de syv caliente. Comida de cosechado, tal vez un poco mejor presentada. Luego fue a llevarle un desayuno similar a Hyter.
-Comed rápido. Ahora vamos a ver a vuestros compañeros.- ordenó, y nadie se atrevió a llevarle la contraria.
La biblioteca del castillo era considerablemente más pequeña, pero más señorial. Los volúmenes estaban en mejor estado y las encuadernaciones eran de mejor calidad. Apenas había títulos que Yrio pudiese leer, o que pudiese entender. El joven piromante llevaba ropa prestada que los consejeros le había hecho ponerse antes de presentarlo ante el rey. Se trataba de unos pantalones oscuros y botas de piel que le iban grandes, además de una túnica tambien grande de color granate que tuvieron que ajustarle con un cinturón. No era nada del otro mundo pero tapaba lo que tenía que tapar.
El Consejo, así como el rey, le habían explicado de forma muy clara en qué consistía su transformación, lo estúpido que había sido al dejarse llevar así y que tendría que pagar por la destrucción que había formado. Concretamente que tendría que trabajar para el reino, ayudando a reconstruir los edificios arruinados por su incendio. Yrio no se quejó, ni siquiera se planteó pronunciar una sola queja al respecto, y casi dio las gracias de que no lo fuesen a encerrar o matar por su crimen. Además no sería el único castigado, varios de sus compañeros correrían la misma suerte, y la condena implicaba también que no podían usar magia en la reforma.
Yrio miró el grueso tomo, uno de los pocos que podía leer, y que de hecho le habían recomendado. Estaba encuadernado en piel roja como el fuego, ignífuga, formada por miles de diminutas escamas brillantes. Hablaba sobre los piromantes y la magia del fuego. Yrio había sentido miedo y repulsión hacia sí mismo. Había perdido totalmente el control, podria haber herido a alguien (y muy probablemente lo habría hecho, pero no se acordaba), podría haber matado a alguno de sus compañeros, o que lo hubiesen matado a él. Lo único que recordaba aparte del olor a quemado, el crepitar de las llamas y la luz roja que lo inundaba todo era aquel otro chico, el Sendario. Lo habían traído mucho más tarde que a él y no había podido oir lo que le dijeron, pues ya lo habían mandado a la biblioteca, pero supuso que también tendría que ayudar a la reconstrucción de la ciudad. El varmano estaba al otro lado de la biblioteca, y al acercarse a echarle un vistado dedujo que no había dormido en toda la noche, por las ojeras qye tenía y los libros apilados a ambos lados del sillón que había elegido.
Las puertas se abrieron y por ellas entraron una gran loba caminando a dos patas llena de cicatrices y con ricas ropas de terciopelo y un mayordomo con una bandeja. El mayordomo le tendió a Yrio un plato con pan y queso y una taza de syv caliente. Comida de cosechado, tal vez un poco mejor presentada. Luego fue a llevarle un desayuno similar a Hyter.
-Comed rápido. Ahora vamos a ver a vuestros compañeros.- ordenó, y nadie se atrevió a llevarle la contraria.
Página 2 de 2. • 1, 2
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.