Plaza de la Fuente
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Rocavarancolia Rol
74 participantes
- Rocavarancolia Rol
Plaza de la Fuente
02/08/11, 06:49 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Es una plaza amplia y rectangular con un monumento en el centro, una fuente formada por serpientes entrelazadas de cuyas bocas sale el chorro que llenaba la pila.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 01:13 pm
Paseaba la mirada entre los distintos integrantes del grupo, a medias aburrido y a medias desanimado. Su cara tan sólo mostraba el primer sentimiento, quedando el segundo presente únicamente en el hecho de que las comisuras de sus labios tiraban un poco hacia abajo. A veces también examinaba los pocos animales que había allí, que parecían bastante pacíficos. Lo que en otra ocasión sería un anhelo casi irresistible de saber más de ellos se veía aplacado por su humor sombrío, así que se limitaba a mirarlos. Lo que hizo el reptil volador no lo esperaba y provocó que diese un respingo, además de haber estado a punto de sacarle una minúscula sonrisa.
Un... Ser, cuyo casco de permitía distinguir su sexo, se acercó a hacerle señas para que bebiera de la fuente. Su desánimo hizo que, en vez de analizarlo de forma concienzuda con cuidadoso disimulo su veredicto mental se limitase a un "casco que no parece servir de nada, estilo bastante extravagante y único. Puestos altos. Dominante". Tuvo que reprimir un bufido de fastidio, pero decidió seguir su consejo. No tenía ganas de lidiar con alguien que parecía un tipo A con el que no podía ni hablar, así que cuanto antes se quitase aquello de en medio mejor.
En el mismo momento en el que comenzó a tragar sintió el chispazo de magia actuando en su cuerpo. Al instante escupió la poca agua que le quedaba en la boca y se alejó un par de pasos de la fuente, pero sabía que de nada servía aquello. Sentía sus pensamientos en un idioma distinto al suyo, y este estímulo fue suficiente como para arrancarle algo más en su monótona expresión. Giró la boca, con algo parecido al desagrado. «Aquí tienes la magia logomántica que pedías». Habría agradecido que aquello se lo hubiesen explicado previamente, o mejor todavía, que se lo hubiese dado un rocavarancolés. Naturalmente entendía que si distintos chicos de distintos mundos acababan allí lo más fácil era meterles a todos la lengua de Rocavarancolia en la cabeza, pero no terminaba de ver por qué tenían que quitarle también sus idiomas anteriores.
«un momento, si has perdido... Mierda, a ver...». Probablemente cualquiera que se fijase en la expresión de Hal en aquellos momentos se encontrase con más variaciones. Perdida la lengua carabesa, el joven intentaba recordar todos los hechizos que conocía. Comenzó a repasar su lista mental concienzudamente, aumentando la desesperación cada vez que comprobaba que había perdido uno más. Con cada resultado negativo sus ojos se agrandaban un poco, su boca se entreabía algo más y su respiración se volvía más agitada. Realmente era una pérdida de tiempo intentar encontrar uno que aquel agua hechizada no hubiese eliminado, pero necesitaba agotar todas las opciones.
No llegó a terminar su repaso mental. El enfado había subido progresivamente y había acabo cortando su diatriba de hechizos. Tenía los puños cerrados con fuerza, y los brazos también revelaban su tensión interior. Curiosamente él mismo no era el principal objetivo de su enojo, sino Rocavarancolia. Ahora entendía por qué habían borrado su idioma, y no le gustaba ni un pelo. Lo que no estaba nada claro era qué debían hacer ahora. Hal habría agradecido algo de comida, porque comenzaba a sentir hambre, aunque prefería que se lo aclarasen todo.
—Me llamo Hal.
Esa fue su respuesta a la tal Vorela. No la miró directamente por estar semidesnuda, cosa que provocó un levísimo color más oscuro en la cara de Hal a causa de la vergüenza. El detalle de que conociese a su madre hizo que frunciera un poco el ceño. Esperaba con sinceridad que aquella chica no fuera una mimada, pero siempre cabía que simplemente sus padres fueran unos excéntricos y habían dejado que los conociera cuando había crecido. En cualquier caso no entendía a que venía lo de usar el nombre de la madre tras el suyo.
Un... Ser, cuyo casco de permitía distinguir su sexo, se acercó a hacerle señas para que bebiera de la fuente. Su desánimo hizo que, en vez de analizarlo de forma concienzuda con cuidadoso disimulo su veredicto mental se limitase a un "casco que no parece servir de nada, estilo bastante extravagante y único. Puestos altos. Dominante". Tuvo que reprimir un bufido de fastidio, pero decidió seguir su consejo. No tenía ganas de lidiar con alguien que parecía un tipo A con el que no podía ni hablar, así que cuanto antes se quitase aquello de en medio mejor.
En el mismo momento en el que comenzó a tragar sintió el chispazo de magia actuando en su cuerpo. Al instante escupió la poca agua que le quedaba en la boca y se alejó un par de pasos de la fuente, pero sabía que de nada servía aquello. Sentía sus pensamientos en un idioma distinto al suyo, y este estímulo fue suficiente como para arrancarle algo más en su monótona expresión. Giró la boca, con algo parecido al desagrado. «Aquí tienes la magia logomántica que pedías». Habría agradecido que aquello se lo hubiesen explicado previamente, o mejor todavía, que se lo hubiese dado un rocavarancolés. Naturalmente entendía que si distintos chicos de distintos mundos acababan allí lo más fácil era meterles a todos la lengua de Rocavarancolia en la cabeza, pero no terminaba de ver por qué tenían que quitarle también sus idiomas anteriores.
«un momento, si has perdido... Mierda, a ver...». Probablemente cualquiera que se fijase en la expresión de Hal en aquellos momentos se encontrase con más variaciones. Perdida la lengua carabesa, el joven intentaba recordar todos los hechizos que conocía. Comenzó a repasar su lista mental concienzudamente, aumentando la desesperación cada vez que comprobaba que había perdido uno más. Con cada resultado negativo sus ojos se agrandaban un poco, su boca se entreabía algo más y su respiración se volvía más agitada. Realmente era una pérdida de tiempo intentar encontrar uno que aquel agua hechizada no hubiese eliminado, pero necesitaba agotar todas las opciones.
No llegó a terminar su repaso mental. El enfado había subido progresivamente y había acabo cortando su diatriba de hechizos. Tenía los puños cerrados con fuerza, y los brazos también revelaban su tensión interior. Curiosamente él mismo no era el principal objetivo de su enojo, sino Rocavarancolia. Ahora entendía por qué habían borrado su idioma, y no le gustaba ni un pelo. Lo que no estaba nada claro era qué debían hacer ahora. Hal habría agradecido algo de comida, porque comenzaba a sentir hambre, aunque prefería que se lo aclarasen todo.
—Me llamo Hal.
Esa fue su respuesta a la tal Vorela. No la miró directamente por estar semidesnuda, cosa que provocó un levísimo color más oscuro en la cara de Hal a causa de la vergüenza. El detalle de que conociese a su madre hizo que frunciera un poco el ceño. Esperaba con sinceridad que aquella chica no fuera una mimada, pero siempre cabía que simplemente sus padres fueran unos excéntricos y habían dejado que los conociera cuando había crecido. En cualquier caso no entendía a que venía lo de usar el nombre de la madre tras el suyo.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 02:03 pm
Han salido corriendo tan rápido que ni siquiera se han dado cuenta de que les estoy persiguiendo. Llegan a una especia de Plaza con una fuente en medio. Todo es exageradamente extraño, un montón de gente con disfraces deambulan alrededor de la fuente, hablan un idioma extraño que no parece ser de la Tierra y parecen estar tan confundidos como yo. >>Vale, entiendo que haya gente como yo que esté aquí, pero ¿Por que van así vestidos?<<. Me quedo agachada al acecho de cualquier movimiento amenazante de cualquiera, esto es un caos. Miro hacia atrás, no veo al rubio pero no me extrañaría que llegara en cualquier momento.
De pronto un bicho muy raro con alas se posa en la fuente, imitando a una estatua al hechar agua, a pesar de mi pánico la escena es cómica, no puedo evitar sonreírme por un momento. >>Pero ¿Si eso es un disfraz, el humano que lo viste, mide menos de medio metro? deber de ser un robot o algo así, aunque por otra parte parece muy real<<. Con desesperación busco a la chica del bastón, pero todas mis esperanzas se me caen a los pies cuando la veo también dialogar en esa lengua odiosa.
En el centro hay un tipo extraño de morado. >>Ese sí que es raro<<. Al parecer hace señas para que todos beban de la fuente. Me he fijado en que no es venenosa porque de hecho veo como algunos le hacen caso y no les ocurre nada raro, solo se ponen a hablar. >>Definitivamente voy a matar a Doce<<.
Reflexiono en el suelo sentada, >>¿Qué debería hacer?, tampoco quiero quedarme aquí en el suelo, pero tampoco me atrevo a moverme<<. Al cabo de un rato me decanto por la segunda opción, por lo menos tengo que saber que está ocurriendo y por qué estamos todos aquí. Así que me infiltro entre ellos sin llamar mucho la atención, me acerco a la fuente con cuidado y le doy grandes sorbos, cada vez con más frecuencia, de tal manera que incluso me zambullo la cabeza entera. >>No sabía que tenía tanta sed<<.
Me quedo mareada por instantes, el dolor de cabeza de mi despertar aumenta muchísimo, incluyendo ahora una fatiga enorme y una confusión total, intento pensar con claridad, pero no puedo. Mi cerebro ahora es una lavadora a toda pastilla. Ha pasado justo lo que me suponía, ya no sé castellano, ahora entiendo a estos tíos al hablar, cosa que no hacía antes. >>¿Pero qué es esto? ¿Droga?.<<.
Cojo aires de chula y empiezo a caminar hacia la chica del bastón >>Tengo que dejar de llamarla así<<, está de espaldas, así que le zarandeo un poco el hombro para que me mire.
-Oye tú, ¿Sabes por qué estamos aquí?- digo levantando la cabeza con vacilación, pero con verdadera curiosidad.
De pronto un bicho muy raro con alas se posa en la fuente, imitando a una estatua al hechar agua, a pesar de mi pánico la escena es cómica, no puedo evitar sonreírme por un momento. >>Pero ¿Si eso es un disfraz, el humano que lo viste, mide menos de medio metro? deber de ser un robot o algo así, aunque por otra parte parece muy real<<. Con desesperación busco a la chica del bastón, pero todas mis esperanzas se me caen a los pies cuando la veo también dialogar en esa lengua odiosa.
En el centro hay un tipo extraño de morado. >>Ese sí que es raro<<. Al parecer hace señas para que todos beban de la fuente. Me he fijado en que no es venenosa porque de hecho veo como algunos le hacen caso y no les ocurre nada raro, solo se ponen a hablar. >>Definitivamente voy a matar a Doce<<.
Reflexiono en el suelo sentada, >>¿Qué debería hacer?, tampoco quiero quedarme aquí en el suelo, pero tampoco me atrevo a moverme<<. Al cabo de un rato me decanto por la segunda opción, por lo menos tengo que saber que está ocurriendo y por qué estamos todos aquí. Así que me infiltro entre ellos sin llamar mucho la atención, me acerco a la fuente con cuidado y le doy grandes sorbos, cada vez con más frecuencia, de tal manera que incluso me zambullo la cabeza entera. >>No sabía que tenía tanta sed<<.
Me quedo mareada por instantes, el dolor de cabeza de mi despertar aumenta muchísimo, incluyendo ahora una fatiga enorme y una confusión total, intento pensar con claridad, pero no puedo. Mi cerebro ahora es una lavadora a toda pastilla. Ha pasado justo lo que me suponía, ya no sé castellano, ahora entiendo a estos tíos al hablar, cosa que no hacía antes. >>¿Pero qué es esto? ¿Droga?.<<.
Cojo aires de chula y empiezo a caminar hacia la chica del bastón >>Tengo que dejar de llamarla así<<, está de espaldas, así que le zarandeo un poco el hombro para que me mire.
-Oye tú, ¿Sabes por qué estamos aquí?- digo levantando la cabeza con vacilación, pero con verdadera curiosidad.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 02:29 pm
Estoy recorriendo los pasillos siguiendo a esa chica cuando por fin, encuentro la salida. Esta ciudad es más fea de lo que parecía por la ventana, veo a la marroquí a lo lejos tocándole el hombro a una muchacha que tiene un bastón ¿Es ciega? ¿Para que ha venido a este sitio? Bueno el caso es que lo que observo a continuación me deja sin habla: ¡Es un maldito circo!
Toda la plaza está llena de un montón de gente super rara de narices, desde un dragoncito hasta un tío con un casco parecido a Star War, ni que fuera el lugar ni el momento para disfrazarse, aunque ahora que lo pienso a lo mejor ya venían así de donde sea que vengan. El tío del casco se acerca a mí y hace gestos para que beba de una fuente con serpientes de piedra talladas.
Me da un poco de desconfianza beber de ahí pero me arriesgo y ando con paso vacilante hacia la fuente. Mientras me acerco vigilo a todos con los que me cruzo, hasta que finalmente llego a la fuente y bebo de ella.
-¡Que mierda es esto!- Ahora me doy cuenta de porque todo el mundo está hablando entre ellos, mi idioma ha cambiado, el holandés que me ha acompañado toda mi vida se ha esfumando, como si nunca hubiera estado ahí. Después de este hallazgo empiezo hasta a entender las conversaciones que mantienen mis compañeros de fuente.
Ya que los entiendo y ellos seguramente a mí digo:- Hola a todos, mi nombre es Devoss, de Holanda (Amsterdam).
Toda la plaza está llena de un montón de gente super rara de narices, desde un dragoncito hasta un tío con un casco parecido a Star War, ni que fuera el lugar ni el momento para disfrazarse, aunque ahora que lo pienso a lo mejor ya venían así de donde sea que vengan. El tío del casco se acerca a mí y hace gestos para que beba de una fuente con serpientes de piedra talladas.
Me da un poco de desconfianza beber de ahí pero me arriesgo y ando con paso vacilante hacia la fuente. Mientras me acerco vigilo a todos con los que me cruzo, hasta que finalmente llego a la fuente y bebo de ella.
-¡Que mierda es esto!- Ahora me doy cuenta de porque todo el mundo está hablando entre ellos, mi idioma ha cambiado, el holandés que me ha acompañado toda mi vida se ha esfumando, como si nunca hubiera estado ahí. Después de este hallazgo empiezo hasta a entender las conversaciones que mantienen mis compañeros de fuente.
Ya que los entiendo y ellos seguramente a mí digo:- Hola a todos, mi nombre es Devoss, de Holanda (Amsterdam).
- InvitadoInvitado
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 02:53 pm
Twixy's se sentó en el borde de la fuente viendo que todos se acercaban, y mientras la de las orejas de murciélago bebía, ella se esmeró en limparse la herida de la rodilla. Pensar en toda la mugre que había tocado su sangre le revolvía el estómago. La niña murciélago les indicó que bebieran, y visto que todo el mundo acababa por hacer lo mismo Twixy's los imitó casi por inercia. Incluso el agua de allí era insulsa, pero por el sabor no parecía tener nada raro. << Por lo menos no me hiperva a echar a perder la piel...>> pensó aliviada, hasta que una sensación de succión le hizo llevarse las manos a la boca y levantarse de un salto que casi la hace caerse de nuevo. De pronto todos los bichos raros a su alrededor parecían hablar el mismo idioma. Los que la habían acompañado desde las mazmorras por fin decían algo entendible, y Twixy's estaba al borde de un ataque de pánico por ser consciente de que había experimentado uno de esos trucos de los que hablaban en las teleseries; habia probado la magia. Se quedó sin habla un rato, confundida y asustada, pero tenía que reponerse pronto. Respiró hondo varias veces y recuperó la compostura, volviendo a su postura altiva y elegante.
-Soy Twixy's- dijo a cualquiera que le preguntara por su nombre. Los lugares de los que hablaban los demás no le sonaban ni remotamente, así que no iba a gastar saliva tratando de explicarles donde estaba su ciudad, pues si no la conocían ya es que no la tenían es su mundo o lo que fuera.
El tipo raro del pelo divino y el casco soltó un discurso que Twixy's escuchó a medias. Parecía estar acostumbrado a dar órdenes, y tenía cierta falsedad en su tono a la que la frivy estaba tan acostumbrada que ni se percató de ella. No tenía demasiadas ganas de que la mangoneasen, por lo que decidió ignorar en esencia lo que decía... en parte por eso y en parte porque no quería reconocer que el atractivo desconocido que la había convencido para ir a esa ciudad la había engañado. Mostró más interés por lo que decía el niño adorable de los aritos en el labio. Parecía saber más que los demás, por lo que se acercó un poco a él.
-¿Engaño? A mi me superprometieron poder. ¿ Me megapuedes decir qué significa eso de que no te lo superdan sin más? - su sonrisa pretendía ser agradable, pero tenía cierta tensión que podría denotar su desagrado, y un enfado creciente. Ahora iba a resultar que tendría que entrar en una nueva cueva de alimañas, como había sido la escuela de diseño y su examen de ingreso para Total-Diseñadora. Pronto empezó a pasear una mirada depredadora por el grupo, evaluando a los que a lo mejor serían sus competidores. << La gordy's va a caer, me hiperda igual de la total si tengo que aplastar a todos estos rary's...>>
-Soy Twixy's- dijo a cualquiera que le preguntara por su nombre. Los lugares de los que hablaban los demás no le sonaban ni remotamente, así que no iba a gastar saliva tratando de explicarles donde estaba su ciudad, pues si no la conocían ya es que no la tenían es su mundo o lo que fuera.
El tipo raro del pelo divino y el casco soltó un discurso que Twixy's escuchó a medias. Parecía estar acostumbrado a dar órdenes, y tenía cierta falsedad en su tono a la que la frivy estaba tan acostumbrada que ni se percató de ella. No tenía demasiadas ganas de que la mangoneasen, por lo que decidió ignorar en esencia lo que decía... en parte por eso y en parte porque no quería reconocer que el atractivo desconocido que la había convencido para ir a esa ciudad la había engañado. Mostró más interés por lo que decía el niño adorable de los aritos en el labio. Parecía saber más que los demás, por lo que se acercó un poco a él.
-¿Engaño? A mi me superprometieron poder. ¿ Me megapuedes decir qué significa eso de que no te lo superdan sin más? - su sonrisa pretendía ser agradable, pero tenía cierta tensión que podría denotar su desagrado, y un enfado creciente. Ahora iba a resultar que tendría que entrar en una nueva cueva de alimañas, como había sido la escuela de diseño y su examen de ingreso para Total-Diseñadora. Pronto empezó a pasear una mirada depredadora por el grupo, evaluando a los que a lo mejor serían sus competidores. << La gordy's va a caer, me hiperda igual de la total si tengo que aplastar a todos estos rary's...>>
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 03:09 pm
Cuando a la niña la increpó el parqio se quedó soprendida, cosa que se notó en cómo abría los ojos desmesuradamente. <<Habla, ¿entonces no es una mascota? ¿es posible que sea como el resto de nosotros?>> pensó un poco desconcertada. Se acercó al ser y se agachó frente a él, sacó su cuadernito que la humana le había devuelto y escribió en una página en blanco:
"No, no puedo hablar, nací muda.
Me llamo Varsai y ¿tú?
¿Me dejas tocarte?"
La niña sentía mucha curiosidad sobre cómo se sentirían las escamas de Rasqa, y se veía a leguas que tenía ganas de comprobarlo. Los ojos le hacían chiribitas.
A medias oyó a un tipo muy raro dar un discurso al que apenas prestó atención, estaba concentrada en recordar los rasgos del parqio para dibujarlo.
"No, no puedo hablar, nací muda.
Me llamo Varsai y ¿tú?
¿Me dejas tocarte?"
La niña sentía mucha curiosidad sobre cómo se sentirían las escamas de Rasqa, y se veía a leguas que tenía ganas de comprobarlo. Los ojos le hacían chiribitas.
A medias oyó a un tipo muy raro dar un discurso al que apenas prestó atención, estaba concentrada en recordar los rasgos del parqio para dibujarlo.
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valor
Personajes : Norou, Wintelgy y Lemus
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 04:33 pm
¿Otros mundos? ¿Estaban diciendo que venían de otros planetas?¿Qué eran alienígenas? No podía ser, simplemente no podía creérselo. Recordó todo aquello con el chico de la mansión; Quizás ocurriera de verdad y realmente había hecho un trato para ir a otro mundo. La cara de enfado de Lemus se tornó a una marcada cara de incertidumbre y preocupación…
“Yo me llamo Lemus y soy del planeta Tierra-se presentó- Allí pocos creen en la vida en otros planeta -le explicó al pirata extraterrestre-¿Quién diablos es Cordia? Yo sólo recuerdo a tu tío que dijo llamarse Doce… -dijo como si lo hubiera recordado en el mismo momento-… Rocavarancolia ciudad de milagros y portentos…-termino recordando al escuchar las palabras reveladoras del pirata-“
Llegaban más y más a la fuente, entre ellos pareció ver humanos. Se fijó en la que iba vestida con ropa de india andaba con dificultad y llevaba un bastón de esos de ciegos. No pudo evitar fijarse en la chica de al lado que bien podría ser humana de no ser por los colores de su piel y ojos <<¡ Menudas tetas!- Pensó Lemus totalmente fuera de lugar al ver los pechos de Twixy´s contonearse a cada paso que daba hacia la fuente->> Le costó apartar la mirada de la pechugona y lo hizo con un leve movimiento de cabeza para ponerse a atender al que parecía haber salido de un videojuego, el tal Roaxen no sé qué, que también parecía casi humano. El comportamiento de Roaxen era completamente militar o esa fue la impresión de Lemus.
“El militar tiene razón –arrancó diciendo cuando Roaxen ofrecía agua a los que no habían bebido- A mi me drogaron para que aceptara el trato con una especie de humo verde, una putada- se quejó- No sé si en vuestros mundos teniais conciencia de la existencia de otra clase de vida inteligente en otros planetas, pero los Terricolas- se sintió estúpido al decirlo- A lo que nos tienen acostumbrado son a unos putos bichos que te ponen sus crías dentro y te devoren las entrañas, o enanos cabezones que te leen la mente y se cargan tu planeta con su tecnología superior- gesticulaba con la cara y las manos- Nunca habría pensado que los alienígenas fueran tan parecido a nosotros o incluso superior a nosotros en algunos aspectos- dijo mirando a Twixy´s para luego señalarla- ¿Pero joder, habéis visto a esa tía? Ni en los sueños de los adolecentes más calenturientos sería posible encontrar tal monumento –hizo una pausa sonriendo mostrando todos sus dientes- A lo que me refiero señor militar es que no pienso organizarme ni colaborar a menos que se me asegure que ninguno de vosotros vais a intentar comerme las jodidas entrañas, ponerme huevos en mi puto cerebro o contagiarme cualquier guarreria bacteriologica chunga de vuestro planeta –Termino cruzándose de brazos-“
Dicho esto se acercó a los humanos que habían hecho un grupo alrededor de la India ciega. Todos
parecian menor que Lemus <<Perfecto.. me toca ser niñera...>>
“Hey niños, no os conozco pero será mejor que permanezcamos juntos…-dijo mirando desconfiando a los que veía mas diferente a ellos y a los que llegaban nuevos- Bueno Twixy´s puede quedarse…- dijo divertido recordando que se llamaba igual que unas chocolatinas-”
“Yo me llamo Lemus y soy del planeta Tierra-se presentó- Allí pocos creen en la vida en otros planeta -le explicó al pirata extraterrestre-¿Quién diablos es Cordia? Yo sólo recuerdo a tu tío que dijo llamarse Doce… -dijo como si lo hubiera recordado en el mismo momento-… Rocavarancolia ciudad de milagros y portentos…-termino recordando al escuchar las palabras reveladoras del pirata-“
Llegaban más y más a la fuente, entre ellos pareció ver humanos. Se fijó en la que iba vestida con ropa de india andaba con dificultad y llevaba un bastón de esos de ciegos. No pudo evitar fijarse en la chica de al lado que bien podría ser humana de no ser por los colores de su piel y ojos <<¡ Menudas tetas!- Pensó Lemus totalmente fuera de lugar al ver los pechos de Twixy´s contonearse a cada paso que daba hacia la fuente->> Le costó apartar la mirada de la pechugona y lo hizo con un leve movimiento de cabeza para ponerse a atender al que parecía haber salido de un videojuego, el tal Roaxen no sé qué, que también parecía casi humano. El comportamiento de Roaxen era completamente militar o esa fue la impresión de Lemus.
“El militar tiene razón –arrancó diciendo cuando Roaxen ofrecía agua a los que no habían bebido- A mi me drogaron para que aceptara el trato con una especie de humo verde, una putada- se quejó- No sé si en vuestros mundos teniais conciencia de la existencia de otra clase de vida inteligente en otros planetas, pero los Terricolas- se sintió estúpido al decirlo- A lo que nos tienen acostumbrado son a unos putos bichos que te ponen sus crías dentro y te devoren las entrañas, o enanos cabezones que te leen la mente y se cargan tu planeta con su tecnología superior- gesticulaba con la cara y las manos- Nunca habría pensado que los alienígenas fueran tan parecido a nosotros o incluso superior a nosotros en algunos aspectos- dijo mirando a Twixy´s para luego señalarla- ¿Pero joder, habéis visto a esa tía? Ni en los sueños de los adolecentes más calenturientos sería posible encontrar tal monumento –hizo una pausa sonriendo mostrando todos sus dientes- A lo que me refiero señor militar es que no pienso organizarme ni colaborar a menos que se me asegure que ninguno de vosotros vais a intentar comerme las jodidas entrañas, ponerme huevos en mi puto cerebro o contagiarme cualquier guarreria bacteriologica chunga de vuestro planeta –Termino cruzándose de brazos-“
Dicho esto se acercó a los humanos que habían hecho un grupo alrededor de la India ciega. Todos
parecian menor que Lemus <<Perfecto.. me toca ser niñera...>>
“Hey niños, no os conozco pero será mejor que permanezcamos juntos…-dijo mirando desconfiando a los que veía mas diferente a ellos y a los que llegaban nuevos- Bueno Twixy´s puede quedarse…- dijo divertido recordando que se llamaba igual que unas chocolatinas-”
-Tsuki Tsuki Tsuki♥♫♪-
- Aliera W
Ficha de cosechado
Nombre: Sigrún
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, orientación y resistenciaPersonajes : Sigrún
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 06:26 pm
El albino siguió al futbolero fuera del castillo. En un principio se cuidó mucho de que la gruesa suela de sus botas sonase, alejándose del joven, hasta que se dio cuenta de que el crío estaba demasiado abstraído mirando a su alrededor o avivando el paso para seguir a la otra chica, por lo que acortó la distancia con él.
Tal y como esperaba, la ciudad se planteaba en ruinas y deprimente, como el interior del castillo. Y, por la cara de pánico que presentaba el otro chaval, dedujo que era uno de los estúpidos que había picado. ¿Cuándo aprenderían?
En cierto momento el futbolero llamitas se detuvo y Sigrún se tentó. Siempre se había jactado de tener buena puntería, tal vez el cambio a otra tierra lo había afectado… ¿o no? Se pasó la lengua por los labios resecos. Sin duda, lo mejor sería comprobarlo y la espalda del chico de delante tenía un gracioso nueve en el que probar… acarició uno de sus puñales en el interior del bolsillo, calculando posibilidades y distancia, pero el chaval aceleró de improviso, quitándole la oportunidad.
El rubio llegó a una fuente donde había más gente, una fuente al fondo y… ¿eso eran pájaros? ¿Gigantes? Se escondió tras una esquina para observar mejor cómo actuaba el rubio… alguien vestido de morado, presumiblemente una tía, le indicó con gestos la fuente, y el chaval bebió. Cuando terminó, pareció sorprenderse, miró a los demás y se puso a hablar en un idioma desconocido… Sigrún esperó unos minutos prudenciales, pero el chico no parecía sentirse mal ni que un posible veneno le hubiese hecho efecto… maldijo en voz baja su miopía y entrecerró los ojos para intentar ver mejor, pero tuvo que quitarse las gafas y ponerse un mano de visera. Definitivamente, se encontraba bien.
El joven de origen islandés suspiró y se encaminó a la fuente. Al verlo acercarse, los demás se separaron para dejarle sitio hasta la fuente… y se paró en seco. No eran humanos. No todos, al menos. Había un ser… una hembra, presumió, de rasgos gatunos y orejas puntiagudas… <<al final sí que hay gatita>> se dijo, divertido. Pero los demás ya no le hicieron tanta gracia. Había un tío con trenzas, una mezcla entre vikingo y surfero que le recordó inmediatamente a Ragnar, aunque no era tan corpulento ni tan alto como su hermano, pero no pudo evitar la comparación y le cayó mal de inmediato. <<Sólo le falta la camisa hawaiana>>. Además, tenía al lado a su mascota, una especie de dragón enano… ¿se podían llevar mascotas? Porque además había dos pájaros, uno de ellos aparentemente tras estresado que el dueño debería darle una pastillita o algo. No descartaba que fuera agresivo. Las mascotas constituirían una ventaja para sus propietarios, pero no le importó. Nunca le habían gustado mucho los animales… <<aunque eso puede cambiar>> pensó, mirando a la gatita.
Otro, que parecía un motorista sacado de un catálogo de la revista Barbie en exclusiva, le hizo señas. ¿Era un o una…? Él jamás se vestiría así, de morado, tan cursi, pero su voz era más o menos grave y no tenía pechos, por lo que dedujo que se trataba de un tío estrafalario. El corazoncito le volvió a indicarle que bebiera de la fuente con menos paciencia que la vez anterior, por lo que entendió que además tenía mal humor… perfecto. Sencillamente perfecto.
Estuvo tentado de hacerse el loco y no obedecer por ver la reacción del corazoncito malhumorado, pero no quería ganarse un enemigo el primer día; se acercó a la fuente y, tras un titubeo, bebió. Al rubiales no le había pasado nada… ¿por qué tenía que pasarle a él? La mala suerte ya se había cebado con él antes de su nacimiento. Al tragar comprendió que no se trataba de agua normal y no la escupió a duras penas.
― ¿Pero qué demonios es esto? ― refunfuñó, y se alejó de la fuente espantado al comprobar que no había hablado en alemán, ni siquiera en islandés… y comprendía a la mascota del vikingo surfero.
¿Hablaba? ¿Una mascota parlante? Se mordió el interior de las mejillas para no alejarse de eso con asco. Era otro competidor, sin duda. Incluso los pajarracos lo eran. Mientras intentaba recuperar la calma intentó pensar en alemán, en inglés, islandés… pero nada. Y con su lengua materna se iba su madre. Podía recordarla hablándole, pero no lo que decía. Se imaginó los ojos con nigmatismo y apretó la mandíbula. En ese momento oyó que le preguntaban su nombre.
―Sigrún―respondió, modulando la voz―me llamo Sigrún.
Tal y como esperaba, la ciudad se planteaba en ruinas y deprimente, como el interior del castillo. Y, por la cara de pánico que presentaba el otro chaval, dedujo que era uno de los estúpidos que había picado. ¿Cuándo aprenderían?
En cierto momento el futbolero llamitas se detuvo y Sigrún se tentó. Siempre se había jactado de tener buena puntería, tal vez el cambio a otra tierra lo había afectado… ¿o no? Se pasó la lengua por los labios resecos. Sin duda, lo mejor sería comprobarlo y la espalda del chico de delante tenía un gracioso nueve en el que probar… acarició uno de sus puñales en el interior del bolsillo, calculando posibilidades y distancia, pero el chaval aceleró de improviso, quitándole la oportunidad.
El rubio llegó a una fuente donde había más gente, una fuente al fondo y… ¿eso eran pájaros? ¿Gigantes? Se escondió tras una esquina para observar mejor cómo actuaba el rubio… alguien vestido de morado, presumiblemente una tía, le indicó con gestos la fuente, y el chaval bebió. Cuando terminó, pareció sorprenderse, miró a los demás y se puso a hablar en un idioma desconocido… Sigrún esperó unos minutos prudenciales, pero el chico no parecía sentirse mal ni que un posible veneno le hubiese hecho efecto… maldijo en voz baja su miopía y entrecerró los ojos para intentar ver mejor, pero tuvo que quitarse las gafas y ponerse un mano de visera. Definitivamente, se encontraba bien.
El joven de origen islandés suspiró y se encaminó a la fuente. Al verlo acercarse, los demás se separaron para dejarle sitio hasta la fuente… y se paró en seco. No eran humanos. No todos, al menos. Había un ser… una hembra, presumió, de rasgos gatunos y orejas puntiagudas… <<al final sí que hay gatita>> se dijo, divertido. Pero los demás ya no le hicieron tanta gracia. Había un tío con trenzas, una mezcla entre vikingo y surfero que le recordó inmediatamente a Ragnar, aunque no era tan corpulento ni tan alto como su hermano, pero no pudo evitar la comparación y le cayó mal de inmediato. <<Sólo le falta la camisa hawaiana>>. Además, tenía al lado a su mascota, una especie de dragón enano… ¿se podían llevar mascotas? Porque además había dos pájaros, uno de ellos aparentemente tras estresado que el dueño debería darle una pastillita o algo. No descartaba que fuera agresivo. Las mascotas constituirían una ventaja para sus propietarios, pero no le importó. Nunca le habían gustado mucho los animales… <<aunque eso puede cambiar>> pensó, mirando a la gatita.
Otro, que parecía un motorista sacado de un catálogo de la revista Barbie en exclusiva, le hizo señas. ¿Era un o una…? Él jamás se vestiría así, de morado, tan cursi, pero su voz era más o menos grave y no tenía pechos, por lo que dedujo que se trataba de un tío estrafalario. El corazoncito le volvió a indicarle que bebiera de la fuente con menos paciencia que la vez anterior, por lo que entendió que además tenía mal humor… perfecto. Sencillamente perfecto.
Estuvo tentado de hacerse el loco y no obedecer por ver la reacción del corazoncito malhumorado, pero no quería ganarse un enemigo el primer día; se acercó a la fuente y, tras un titubeo, bebió. Al rubiales no le había pasado nada… ¿por qué tenía que pasarle a él? La mala suerte ya se había cebado con él antes de su nacimiento. Al tragar comprendió que no se trataba de agua normal y no la escupió a duras penas.
― ¿Pero qué demonios es esto? ― refunfuñó, y se alejó de la fuente espantado al comprobar que no había hablado en alemán, ni siquiera en islandés… y comprendía a la mascota del vikingo surfero.
¿Hablaba? ¿Una mascota parlante? Se mordió el interior de las mejillas para no alejarse de eso con asco. Era otro competidor, sin duda. Incluso los pajarracos lo eran. Mientras intentaba recuperar la calma intentó pensar en alemán, en inglés, islandés… pero nada. Y con su lengua materna se iba su madre. Podía recordarla hablándole, pero no lo que decía. Se imaginó los ojos con nigmatismo y apretó la mandíbula. En ese momento oyó que le preguntaban su nombre.
―Sigrún―respondió, modulando la voz―me llamo Sigrún.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 07:52 pm
Rasqa retrocedió levemente serpiente atrás, al ver que el animal al que le había hablado hacía ademán de sacar algo, y a punto estuvo de enseñar los dientes por tercera o cuarta vez. Sin embargo no parecía que sacara nada peligroso. PRimero fue un rectángulo, luego una especie de palo y se dedicó a arrastrar el segundo sobre el primero con cuidado. El instinto de Rasqa se convirtió en curiosidad y saltó hasta la punta de la fuente para ver que clase de artimaña urdía aquel ser. Y se quedó anonadado con lo que descubrió.
―¿Qué es eso? ¿Un palo de tinta sólida? ―con lentitud, pues apenas sabía leer, consiguió entender lo que decía. <<¿Por qué quiere tocarme?>>. Aquello era especialmente extraño. O lo estaba tratando igual que los parqios trataban a las crías de ganado, o.... <<No. No. No>>. El dragoncillo tenía alguna experiencia que otra chupando sapos y no quería repetir―. Yo soy Rasqa y... ¿No serás venenoso, no? ―le preguntó con el ceño fruncido.
E parqio ignoraba a propósito al resto. Aquella congregación de bipedos erguidos no le dedicaban buenas miradas y se sentía incómodo.
―¿Qué es eso? ¿Un palo de tinta sólida? ―con lentitud, pues apenas sabía leer, consiguió entender lo que decía. <<¿Por qué quiere tocarme?>>. Aquello era especialmente extraño. O lo estaba tratando igual que los parqios trataban a las crías de ganado, o.... <<No. No. No>>. El dragoncillo tenía alguna experiencia que otra chupando sapos y no quería repetir―. Yo soy Rasqa y... ¿No serás venenoso, no? ―le preguntó con el ceño fruncido.
E parqio ignoraba a propósito al resto. Aquella congregación de bipedos erguidos no le dedicaban buenas miradas y se sentía incómodo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 08:57 pm
las voces y conversaciones de alrededor se entremezclaban de tal modo que seguirlas para Samika era una odisea, intentar separar lo que decían unas de otra empezaba a provocarle migraña. Consiguió apenas prestar atención a lo que Twixy's, simplemente por que su forma de hablar era muy característica y mas facil de diferenciar en la amalgama de voces, preguntaba a alguien que estaba fuera de su campo de visión, algo que le intereso. "Si alguien puede dar una explicación sería de agradecer"
Debido a sus pensamientos y a las conversaciones, no escucho como alguien se le acercaba por detrás, por ello cuando sintió la suave sacudida en su hombro reacciono a la defensiva y con el vello de punta, no acostumbrada a ser cogida desprevenida con su sentido auditivo siempre atento. Su reacción fue inmediata, girándose y moviendo su bastón para golpear a quien fuese que se le acercase a hurtadillas, por suerte para la chica que entro en su campo de visión, fue lo suficientemente rápida al hablar y Samika consiguió apenas frenarse en seco lo suficiente para que el golpe en su cintura no fuese tan bestia, pero no para frenarlo totalmente. Si ella lo llega a parar no lo vio "¡Oh dios mio!...¡he matado a alguien!" pensó histérica al ver a la chica, tropezándose un poco consigo misma para estabilizarse tras el giró repentino, bajando rápidamente el bastón de nuevo al suelo avergonzada.
-Lo siento...perdona, de verdad, no te había oído, no estoy acostumbrada a que se me acerquen sin que pueda oírles antes, me has asustado. ¿Estas bien? ¿Te golpee muy fuerte? ¿Estas viva?- pregunto Samika con los nervios de punta y preocupada de no haber frenado el golpe a tiempo, mas sabiendo cuanto dolía un mamporro de su bastón, pudiéndose fijar un poco mejor en ella dada la cercanía. No podía ver sus rasgos con exactitud pero al menos podía dejar constancia de que era humana.
No le dio tiempo a recibir una respuesta cuando a la amalgama de voces se oyó una característica, otro humano a juzgar por sus propias palabras, que pareció corroborar algunas de las cosas que el llamado Roaxen había mencionado un poco antes en sus discurso. "Recuerdo firmar un contrato...un contrato que aunque hubiese querido no habría podido leer porque Doce no tuvo la amabilidad de ponerlo en braille. Maldito embustero engañoso"
El terrícola que había hablado y que parecía echarle todos los trastos a Twixy's se acerco a ellas y Samika por fin pudo ver de él algo mas que su sombra, parpadeando lentamente escudriñándolo a pesar de saber que eso no mejoraría su visión, simplemente era una costumbre. Ante lo de niños alzo una ceja pues no podía estar segura pero no se veía mucho mayor que ella misma o que la joven a su lado, ala que aun miro preocupada. Nuevas sombras entraron dentro del circulo alrededor de la fuente y Samika suspiró.
-¿Cuanta mas gente piensa venir? Y seguimos sin saber que hay que hacer ahora...¿tendremos que hacer camping aquí o algo mientras esperamos que se digne a aparecer alguien a informar?- pregunto sus dudas en voz alta tan desinformada como el resto. Fuese como fuese empezaba a tener hambre y quería una explicación, no mas gente viniendo tan perdida como ella.
Debido a sus pensamientos y a las conversaciones, no escucho como alguien se le acercaba por detrás, por ello cuando sintió la suave sacudida en su hombro reacciono a la defensiva y con el vello de punta, no acostumbrada a ser cogida desprevenida con su sentido auditivo siempre atento. Su reacción fue inmediata, girándose y moviendo su bastón para golpear a quien fuese que se le acercase a hurtadillas, por suerte para la chica que entro en su campo de visión, fue lo suficientemente rápida al hablar y Samika consiguió apenas frenarse en seco lo suficiente para que el golpe en su cintura no fuese tan bestia, pero no para frenarlo totalmente. Si ella lo llega a parar no lo vio "¡Oh dios mio!...¡he matado a alguien!" pensó histérica al ver a la chica, tropezándose un poco consigo misma para estabilizarse tras el giró repentino, bajando rápidamente el bastón de nuevo al suelo avergonzada.
-Lo siento...perdona, de verdad, no te había oído, no estoy acostumbrada a que se me acerquen sin que pueda oírles antes, me has asustado. ¿Estas bien? ¿Te golpee muy fuerte? ¿Estas viva?- pregunto Samika con los nervios de punta y preocupada de no haber frenado el golpe a tiempo, mas sabiendo cuanto dolía un mamporro de su bastón, pudiéndose fijar un poco mejor en ella dada la cercanía. No podía ver sus rasgos con exactitud pero al menos podía dejar constancia de que era humana.
No le dio tiempo a recibir una respuesta cuando a la amalgama de voces se oyó una característica, otro humano a juzgar por sus propias palabras, que pareció corroborar algunas de las cosas que el llamado Roaxen había mencionado un poco antes en sus discurso. "Recuerdo firmar un contrato...un contrato que aunque hubiese querido no habría podido leer porque Doce no tuvo la amabilidad de ponerlo en braille. Maldito embustero engañoso"
El terrícola que había hablado y que parecía echarle todos los trastos a Twixy's se acerco a ellas y Samika por fin pudo ver de él algo mas que su sombra, parpadeando lentamente escudriñándolo a pesar de saber que eso no mejoraría su visión, simplemente era una costumbre. Ante lo de niños alzo una ceja pues no podía estar segura pero no se veía mucho mayor que ella misma o que la joven a su lado, ala que aun miro preocupada. Nuevas sombras entraron dentro del circulo alrededor de la fuente y Samika suspiró.
-¿Cuanta mas gente piensa venir? Y seguimos sin saber que hay que hacer ahora...¿tendremos que hacer camping aquí o algo mientras esperamos que se digne a aparecer alguien a informar?- pregunto sus dudas en voz alta tan desinformada como el resto. Fuese como fuese empezaba a tener hambre y quería una explicación, no mas gente viniendo tan perdida como ella.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 11:24 pm
Sekk empezaba a agobiarse y el incipiente dolor de cabeza que venía arrastrando desde que se había despertado no ayudaba en absoluto. La amalgama de voces que le rodeaban era sumamente confusa y apenas si podía entender nada de lo que decían. Un molesto pitido le taladraba el tímpano izquierdo, dificultandole la tarea de prestar atención, y su visión se tornaba borrosa a intervalos, agravando su mareo. El intara aún estaba experimentando el síndrome de desembarco y, tras toda una vida en el mar, le iba a durar bastante tiempo.
Se apoyó en el borde de la fuente y se deslizó hasta el suelo, asegurando su espalda contra la piedra. <<Odio la tierra firme>> refunfuño mentalmente con tono infantil, maldiciendo su suerte mientras se acomodaba. Con un suspiró de resignación, el ulterano dio un trago a su odre y se humedeció un poco las manos antes de pasarselas por el rostro, tratando de enfriar su cabeza. Era una solución poco efectiva, pero su migraña remitió ligeramente y logró deshilachar algunas de las voces que le rodeaban en frases comprensibles.
—El palo con tinta sólida se llama lapicero, Rasqa —comentó con una sonrisa cansada, sin apenas moverse de su posición—, y llámame iluso, pero dudo que sea venenosa. Es una chica —aclaró. No se le había pasado por alto el género con el que el parqio se había dirigido a la varmana.
El intara le seguía dando vueltas a la idea de ponerse en marcha, de buscar algún tipo de refugio antes de que cayera la noche. Tendría que esperar, sin embargo, pues dudaba de que fuera capaz de dar más de dos pasos en línea recta en aquel momento y, siendo sinceros, tenía curiosidad por saber si el discurso que había augurado el xolnita se producía. Se podían permitir remolonear un poco mas, aun quedaban unas cuantas horas de luz.
Se apoyó en el borde de la fuente y se deslizó hasta el suelo, asegurando su espalda contra la piedra. <<Odio la tierra firme>> refunfuño mentalmente con tono infantil, maldiciendo su suerte mientras se acomodaba. Con un suspiró de resignación, el ulterano dio un trago a su odre y se humedeció un poco las manos antes de pasarselas por el rostro, tratando de enfriar su cabeza. Era una solución poco efectiva, pero su migraña remitió ligeramente y logró deshilachar algunas de las voces que le rodeaban en frases comprensibles.
—El palo con tinta sólida se llama lapicero, Rasqa —comentó con una sonrisa cansada, sin apenas moverse de su posición—, y llámame iluso, pero dudo que sea venenosa. Es una chica —aclaró. No se le había pasado por alto el género con el que el parqio se había dirigido a la varmana.
El intara le seguía dando vueltas a la idea de ponerse en marcha, de buscar algún tipo de refugio antes de que cayera la noche. Tendría que esperar, sin embargo, pues dudaba de que fuera capaz de dar más de dos pasos en línea recta en aquel momento y, siendo sinceros, tenía curiosidad por saber si el discurso que había augurado el xolnita se producía. Se podían permitir remolonear un poco mas, aun quedaban unas cuantas horas de luz.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 11:43 pm
El extraño grupo que formaban los cuatro se dirigió hacia aquella concurrida plaza. Irianna tuvo que recordarse que no estaba bien quedarse mirando fijamente a la gente y tuvo que hacer un esfuerzo considerable por apartar la vista de algunas de las ¿personas? que se encontraban allí reunidas. Pues oírlos hablar a todos en un idioma que al menos sonaba parecido, incluidos a aquellos pájaros y reptil extraños, solo podía significar que se trataba de seres inteligentes.
Si bien había estado demasiado ocupada sintiéndose aliviada de haber abandonado su ciudad y por tanto no se había parado a pensar en el peligro que pudiesen haber entrañado los dos chicos de pelo llamativo y la chica marioneta, la realización le llegó en ese momento como un jarro de agua fría. Había demasiada gente allí, algunos con características completamente diferentes a las de un idrino. Sin duda tenían que venir de otros mundos, aunque algunos contaban con una apariencia más próxima a la de Miseria Nombre que sus tres acompañantes, pues no era posible que existiese tanta disparidad en la misma ciudad, o al menos a Irianna no se lo parecía.
Se había mantenido todo lo cerca que había podido de la pareja, quienes había constatado que se conocían porque los había visto cogerse de la mano en varias ocasiones, y la chica de piel extraña, bastante cohibida, además de con un cierto miedo que se guardaba de dejar traslucir en su lenguaje corporal, al encontrarse de pronto en medio de tal cantidad de gente desconocida. Algunos parecían provenir del mismo planeta o al menos sus características eran muy similares, pero no había nadie en aquel lugar que se asemejase a un idrino. Casi todos tenían orejas extrañas, algunas incluso le recordaban a las de algún animal, o pieles de los más diversos colores… ¿Aquella chica iba prácticamente desnuda? Desvió la vista de ella con cierta incredulidad que también contuvo en sus gestos, pues no le parecía que hubiese nada más estúpido que pudiese hacer en aquel momento que ofender a un alienígena al cual no podía ni entender. De todas formas, la chica con pésimo gusto para la vestimenta no era desde luego lo más extraño de aquella suerte de convención interplanetaria. Probablemente sacaría una buena fuente de inspiración de todo aquello.
Antes de que pudiera reprenderse por haberse olvidado tan pronto de que podría hallarse en considerable peligro, no obstante, tuvo que prestar atención a la fuente física que allí se encontraba ya que uno de los extraños les señalaba de forma casi mecánica pero insistente que bebiesen de ella. A Irianna le costaba más de lo normal interpretar los gestos de aquellas personas, pero estaba segura de haber notado aquellos matices en lo que gesticulaba aquel enmascarado. La máscara le recordó de nuevo a Miseria Nombre, aunque desde luego no se parecía mucho al ominario. Era probable que viniese del mismo mundo que la pareja con la que se había encontrado primero, a juzgar por su tono de piel y su cabello de un color tan llamativo y es por eso que dedicó una mirada fugaz a los dos chicos, por si mostraban algún signo de reconocimiento o intentaban comunicarse con él.
La idrina se acercó a la fuente la primera, observando ahora que se encontraba más cerca las numerosas serpientes talladas que conformaban su estructura. Tras dudar un instante, decidió quitarse su guante izquierdo utilizando tirando de la tela del dedo corazón empleando sus dientes y colocó su mano desnuda sobre el chorro para dar un trago al agua que, aunque no comprendía el motivo por el que le instaban a beber con aquella premura, desde luego le vendría bien para hidratarse.
Fue instantáneo. Irianna casi deja caer el guante que sujetaba en su mano derecha de la impresión. De pronto podía comprender todo lo que se decía. Aquella agua debía de contener alguna clase de magia muy poderosa, pues, tal y como se dio cuenta enseguida, no solo le había enseñado un idioma en un instante, sino que había eliminado por completo el suyo. En su expresión se había traslucido cierta expresión de pasmo que enseguida se apresuró en corregir por una más neutral mientras se apartaba de la fuente para que pudiesen beber los demás, a quienes les hizo un gesto de asentimiento con la cabeza. El olvidar por completo su idioma podría ser una faena enorme, pero estaba claro que en una situación así primaba el poder comunicarse…
¿Y escribir? De pronto se sobresaltó. Se guardó torpemente el guante en uno de los bolsillos de la chaqueta, sobresaliendo este por completo debido a su longitud y sacó su cuaderno y su pluma, para después apresurarse a escribir en la cara contraria a la hoja donde había hecho aquel torpe dibujo.
>>Todas las caras, visibles o no, pertenecían, sin duda, a lugares muy lejanos.
Suspiró aliviada al comprobar que había adquirido también la capacidad de escribir en aquel idioma y permaneció unos instantes observando aquel alfabeto que conocía por “magia infusa” pero que era la primera vez que veía mientras devolvía la pluma al bolsillo.
La idrina alzó la cabeza al darse cuenta de que se había ensimismado rodeada de un montón de extraños y se dispuso a guardar también el cuaderno para después recolocarse el guante.
—Ah… Disculpad. Me llamo Irianna —dijo por fin mientras se ajustaba la prenda, dirigiéndose específicamente hacia los tres que había conocido primero y al de la máscara, ya que eran los únicos con los que había interactuado hasta ese momento.
La chica volvió a apartarse el pelo con nerviosismo mientras alzaba la vista hacia los edificios circundantes, sin saber hacia dónde más dirigirla. No había visto más que ruinas en su trayecto hasta allí, y el edificio más entero hasta el momento parecía aquel en el que se había despertado. Eso no decía nada bueno del aspecto general que presentaba aquel lugar ni lo que se intuía de él.
Si bien había estado demasiado ocupada sintiéndose aliviada de haber abandonado su ciudad y por tanto no se había parado a pensar en el peligro que pudiesen haber entrañado los dos chicos de pelo llamativo y la chica marioneta, la realización le llegó en ese momento como un jarro de agua fría. Había demasiada gente allí, algunos con características completamente diferentes a las de un idrino. Sin duda tenían que venir de otros mundos, aunque algunos contaban con una apariencia más próxima a la de Miseria Nombre que sus tres acompañantes, pues no era posible que existiese tanta disparidad en la misma ciudad, o al menos a Irianna no se lo parecía.
Se había mantenido todo lo cerca que había podido de la pareja, quienes había constatado que se conocían porque los había visto cogerse de la mano en varias ocasiones, y la chica de piel extraña, bastante cohibida, además de con un cierto miedo que se guardaba de dejar traslucir en su lenguaje corporal, al encontrarse de pronto en medio de tal cantidad de gente desconocida. Algunos parecían provenir del mismo planeta o al menos sus características eran muy similares, pero no había nadie en aquel lugar que se asemejase a un idrino. Casi todos tenían orejas extrañas, algunas incluso le recordaban a las de algún animal, o pieles de los más diversos colores… ¿Aquella chica iba prácticamente desnuda? Desvió la vista de ella con cierta incredulidad que también contuvo en sus gestos, pues no le parecía que hubiese nada más estúpido que pudiese hacer en aquel momento que ofender a un alienígena al cual no podía ni entender. De todas formas, la chica con pésimo gusto para la vestimenta no era desde luego lo más extraño de aquella suerte de convención interplanetaria. Probablemente sacaría una buena fuente de inspiración de todo aquello.
Antes de que pudiera reprenderse por haberse olvidado tan pronto de que podría hallarse en considerable peligro, no obstante, tuvo que prestar atención a la fuente física que allí se encontraba ya que uno de los extraños les señalaba de forma casi mecánica pero insistente que bebiesen de ella. A Irianna le costaba más de lo normal interpretar los gestos de aquellas personas, pero estaba segura de haber notado aquellos matices en lo que gesticulaba aquel enmascarado. La máscara le recordó de nuevo a Miseria Nombre, aunque desde luego no se parecía mucho al ominario. Era probable que viniese del mismo mundo que la pareja con la que se había encontrado primero, a juzgar por su tono de piel y su cabello de un color tan llamativo y es por eso que dedicó una mirada fugaz a los dos chicos, por si mostraban algún signo de reconocimiento o intentaban comunicarse con él.
La idrina se acercó a la fuente la primera, observando ahora que se encontraba más cerca las numerosas serpientes talladas que conformaban su estructura. Tras dudar un instante, decidió quitarse su guante izquierdo utilizando tirando de la tela del dedo corazón empleando sus dientes y colocó su mano desnuda sobre el chorro para dar un trago al agua que, aunque no comprendía el motivo por el que le instaban a beber con aquella premura, desde luego le vendría bien para hidratarse.
Fue instantáneo. Irianna casi deja caer el guante que sujetaba en su mano derecha de la impresión. De pronto podía comprender todo lo que se decía. Aquella agua debía de contener alguna clase de magia muy poderosa, pues, tal y como se dio cuenta enseguida, no solo le había enseñado un idioma en un instante, sino que había eliminado por completo el suyo. En su expresión se había traslucido cierta expresión de pasmo que enseguida se apresuró en corregir por una más neutral mientras se apartaba de la fuente para que pudiesen beber los demás, a quienes les hizo un gesto de asentimiento con la cabeza. El olvidar por completo su idioma podría ser una faena enorme, pero estaba claro que en una situación así primaba el poder comunicarse…
¿Y escribir? De pronto se sobresaltó. Se guardó torpemente el guante en uno de los bolsillos de la chaqueta, sobresaliendo este por completo debido a su longitud y sacó su cuaderno y su pluma, para después apresurarse a escribir en la cara contraria a la hoja donde había hecho aquel torpe dibujo.
>>Todas las caras, visibles o no, pertenecían, sin duda, a lugares muy lejanos.
Suspiró aliviada al comprobar que había adquirido también la capacidad de escribir en aquel idioma y permaneció unos instantes observando aquel alfabeto que conocía por “magia infusa” pero que era la primera vez que veía mientras devolvía la pluma al bolsillo.
La idrina alzó la cabeza al darse cuenta de que se había ensimismado rodeada de un montón de extraños y se dispuso a guardar también el cuaderno para después recolocarse el guante.
—Ah… Disculpad. Me llamo Irianna —dijo por fin mientras se ajustaba la prenda, dirigiéndose específicamente hacia los tres que había conocido primero y al de la máscara, ya que eran los únicos con los que había interactuado hasta ese momento.
La chica volvió a apartarse el pelo con nerviosismo mientras alzaba la vista hacia los edificios circundantes, sin saber hacia dónde más dirigirla. No había visto más que ruinas en su trayecto hasta allí, y el edificio más entero hasta el momento parecía aquel en el que se había despertado. Eso no decía nada bueno del aspecto general que presentaba aquel lugar ni lo que se intuía de él.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Plaza de la Fuente
16/08/14, 11:45 pm
La plaza cada vez se divisaba más cerca, así como las figuras que la ocupaban. Se podía decir que era un caos de seres que, aparentemente, también se encontraban por primera vez. Se habían rezagado, pero no eran solo cuatro, eran muchos más. Entre lo que los sinhadres pudieron atisbar había más de una criatura muy diferente a los de su especie, mucho más. Otros no lo eran tanto. Ayne buscaba a Jack entre los presentes, sin encontrar rastro de él. Se volvió hacia su aurva con una pregunta.
―¿Cómo podemos preguntar por Jack aquí? ―no esperaba que le respondiera siquiera, pero ella le devolvió la mirada. ¿Cómo podía estar tan calmada?
―Improvisaremos.
Cuando estuvieron muy cerca del grupo los sinhadres se volvieron a pegar el uno al otro, desconfiando de todo lo que veían a su alrededor. No encontraron hostilidad, pero tardaron en reaccionar debido a la sobrecarga de información que recibían.
―Dime que no me he vuelto loco. Luces, ¿ves a todos esos? ―susurró el edeel.
―Los veo ―respondió igualmente en susurros.
Ambos miraban en ese momento al que gesticulaba para que todos bebiesen. Llevaba una ropa extraña que incluía una protección, o tal vez adorno, demasiado sólido en la cabeza. Resultaba un poco aterrador con ese atuendo, pero la chica plateada al parecer confiaba en su criterio y se acercó a beber de la fuente de las serpientes.
La pareja también se acercó al borde con recelo. Ayne cogió un poco de líquido haciendo un cuenco con la mano para cerciorarse, pero era evidente que tan solo era syv defectuoso. Miró a Eara, dubitativo.
―A lo mejor es un rito obligatorio ―comentó esta. Los ojos se le desviaron hacia la plateada, que acababa de beber. Dañino no debía de ser, la mayoría allí lo debían haber consumido. El edeel asintió y fue el primero en probar, seguido por Eara. Cuando quiso detenerla ya era demasiado tarde. El cambio en sus pensamientos fue tan repentino que lo dejó paralizado. Cuando logró moverse su aurva ya lo miraba con los ojos muy abiertos, bajando la mano empapada. La misma sensación la había dejado sin habla.
Podían entender a todos a su alrededor, de repente. Era una magia increíble, pero había arrasado con todo lo que había antes ahí, y eso no les gustó un pelo. La primera conversación a la que atendieron de verdad fue a la presentación de la plateada. Parecía que hasta la chica articulada había bebido ya, y dentro de lo malo al menos podían entenderse.
―Nosotros venimos de Sinhdro… Yo soy Ayne ―dijo señalándose, y luego a su aurva―. Y ella es Eara. Un tal Jack nos trajo aquí, ¿qué sabéis de este lugar?
―¿Cómo podemos preguntar por Jack aquí? ―no esperaba que le respondiera siquiera, pero ella le devolvió la mirada. ¿Cómo podía estar tan calmada?
―Improvisaremos.
Cuando estuvieron muy cerca del grupo los sinhadres se volvieron a pegar el uno al otro, desconfiando de todo lo que veían a su alrededor. No encontraron hostilidad, pero tardaron en reaccionar debido a la sobrecarga de información que recibían.
―Dime que no me he vuelto loco. Luces, ¿ves a todos esos? ―susurró el edeel.
―Los veo ―respondió igualmente en susurros.
Ambos miraban en ese momento al que gesticulaba para que todos bebiesen. Llevaba una ropa extraña que incluía una protección, o tal vez adorno, demasiado sólido en la cabeza. Resultaba un poco aterrador con ese atuendo, pero la chica plateada al parecer confiaba en su criterio y se acercó a beber de la fuente de las serpientes.
La pareja también se acercó al borde con recelo. Ayne cogió un poco de líquido haciendo un cuenco con la mano para cerciorarse, pero era evidente que tan solo era syv defectuoso. Miró a Eara, dubitativo.
―A lo mejor es un rito obligatorio ―comentó esta. Los ojos se le desviaron hacia la plateada, que acababa de beber. Dañino no debía de ser, la mayoría allí lo debían haber consumido. El edeel asintió y fue el primero en probar, seguido por Eara. Cuando quiso detenerla ya era demasiado tarde. El cambio en sus pensamientos fue tan repentino que lo dejó paralizado. Cuando logró moverse su aurva ya lo miraba con los ojos muy abiertos, bajando la mano empapada. La misma sensación la había dejado sin habla.
Podían entender a todos a su alrededor, de repente. Era una magia increíble, pero había arrasado con todo lo que había antes ahí, y eso no les gustó un pelo. La primera conversación a la que atendieron de verdad fue a la presentación de la plateada. Parecía que hasta la chica articulada había bebido ya, y dentro de lo malo al menos podían entenderse.
―Nosotros venimos de Sinhdro… Yo soy Ayne ―dijo señalándose, y luego a su aurva―. Y ella es Eara. Un tal Jack nos trajo aquí, ¿qué sabéis de este lugar?
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Plaza de la Fuente
17/08/14, 01:07 am
Me quedo alucinada con su velocidad, no me da tiempo a pestañear si quiera cuando me da el golpe con el bastón, afortunadamente frena un poco, pero me lo llevo de lleno en el brazo derecho e incluso casi pierdo el equilibrio. Gimo un poco de dolor y me llevo el brazo izquierdo hacia el golpeado, justo en la zona dolorida, no es nada pero en el momento ha dolido. Habla muy rápido y apenas puedo seguir lo que dice, pero capto su nerviosismo y respondo con sequedad que estoy bien, aunque esto último no sé si lo ha oído, ya que se gira aún con preocupación hacia otra persona no disfrazada que no para de mirar a la casi-desnuda.
Parece hablar de...de...>>¿¡Alienígenas?¡ ¿Pero este está chalado o qué?, desde luego el agua de esa extraña fuente te droga, pero bien drogado..<<.
Para confirmar su teoría observo de nuevo y con más seguridad sus vestimentas, hay dos vestidos de pájaros, otro con trenzas de color de piel muy extravagante, también está el bicho ese de la fuente y el tipejo morado que parece hacer de azafata. Justo detrás del rubiasco, llegan cuatro más, pero la que atrae mi mirada es una chica de tez plateada, >>Es increíble los maquillajes que usan<<, >>¿Qué Rocavarancolia o como se llame me va a cambiar la vida?, no lo dudo, como esto no sea una película...<<.
Sigo sin querer admitir que son alienígenas, es cierto que esto no parece ser la Tierra, es un lugar diferente a lo que he conocido siempre, pero aun así...>>¿No estaría yo entonces en otro planeta?, ¿O es que los “aliens” han venido al mío?,>>. En fin, que no salgo de dudas ni a la de tres, lo más irritante es que todos parecen estar iguales, presentándose y preguntando.
Una vez salido de mi trance, también opto por la idea del chico que se fuma un cigarrilo, no sería mala idea juntarnos un poco los que vamos con vestimenta normal, aunque puede parecer despectivo pero eso a mí me da igual. Me acerco un poco más a él y a la del bastón, solo permanezco a la escucha, a la escucha de que alguien nos informe.
Me fijo un poco más detenidamente en ella, va vestida con un traje de india de color azul, >>Poco apropiado para este lugar, igual que el mío>>, pero me gusta, es original, aun así sus ojos son preciosos, de un color llamativo, parece que no suelen fijarse en un punto fijo. Entre esto, el palo que usa de apoyo y el reflejo de antes, deduzco que es ciega, o al menos que no tiene toda la visión necesaria. Tampoco respondo a su pregunta, principalmente porque yo me formulo la misma en mi cabeza. Solo suspiro, impaciente, hasta que me llegue la oportunidad de salir de este caos de voces y gente. >>Al menos ahora puedo entenderlos<<.
Parece hablar de...de...>>¿¡Alienígenas?¡ ¿Pero este está chalado o qué?, desde luego el agua de esa extraña fuente te droga, pero bien drogado..<<.
Para confirmar su teoría observo de nuevo y con más seguridad sus vestimentas, hay dos vestidos de pájaros, otro con trenzas de color de piel muy extravagante, también está el bicho ese de la fuente y el tipejo morado que parece hacer de azafata. Justo detrás del rubiasco, llegan cuatro más, pero la que atrae mi mirada es una chica de tez plateada, >>Es increíble los maquillajes que usan<<, >>¿Qué Rocavarancolia o como se llame me va a cambiar la vida?, no lo dudo, como esto no sea una película...<<.
Sigo sin querer admitir que son alienígenas, es cierto que esto no parece ser la Tierra, es un lugar diferente a lo que he conocido siempre, pero aun así...>>¿No estaría yo entonces en otro planeta?, ¿O es que los “aliens” han venido al mío?,>>. En fin, que no salgo de dudas ni a la de tres, lo más irritante es que todos parecen estar iguales, presentándose y preguntando.
Una vez salido de mi trance, también opto por la idea del chico que se fuma un cigarrilo, no sería mala idea juntarnos un poco los que vamos con vestimenta normal, aunque puede parecer despectivo pero eso a mí me da igual. Me acerco un poco más a él y a la del bastón, solo permanezco a la escucha, a la escucha de que alguien nos informe.
Me fijo un poco más detenidamente en ella, va vestida con un traje de india de color azul, >>Poco apropiado para este lugar, igual que el mío>>, pero me gusta, es original, aun así sus ojos son preciosos, de un color llamativo, parece que no suelen fijarse en un punto fijo. Entre esto, el palo que usa de apoyo y el reflejo de antes, deduzco que es ciega, o al menos que no tiene toda la visión necesaria. Tampoco respondo a su pregunta, principalmente porque yo me formulo la misma en mi cabeza. Solo suspiro, impaciente, hasta que me llegue la oportunidad de salir de este caos de voces y gente. >>Al menos ahora puedo entenderlos<<.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Plaza de la Fuente
17/08/14, 01:37 am
Después de haberme presentado me dedico a acechar a mis compañeros de fuente e incluso estoy unos segundos observando a la semidesnuda y preguntandome porque va así. Como me aburro de observar me voy con el grupito de gente que me interesa, la gente normal. Por lo visto la chica supuestamente ciega le ha dado un bastonazo a mi perseguida.-¡Ja!- Eso es lo que pasa cuando tomas a una persona armada por sorpresa-. Decido acercarme al grupo y les digo en general:
-Hola, me llamo Devoss, ¿sabeis porque esa gente de ahí viste de forma tan rara? O de verdad son aliens...-Digo casi para mi mismo.
La ciega va vestida como por así decirlo con una toga azul, de repente aparece un chico de más edad y altura , nos habla de que deberíamos permanecer juntos y también de alienígenas por lo que se confirma mi duda , sobre nuestra unión de humanos me parece genial teniendo en cuenta la de bichos raros que hay a nuestro alrededor. Sinceramente estoy muy confuso, no llego a entender del todo bien esto, primero, me engaña un tío muy raro para que vaya a una tierra que me dará emoción y aventuras, segundo, despierto en un lugar de mierda que he de suponer que es la gran Rocavarancolia y tercero estoy rodeado de un montón de aliens que hablan de la misma manera que yo.
Todo esto es muy raro así que me limito a observar al último humano, un chico que va vestido con un chaquetón negro que le hace parecer otro bicho más, como me llama mucho la atención de este chaval por su atuendo, le pregunto su nombre a lo que responde: Sigrún.
Hecha la pregunta me dispongo a preguntarles a todo el grupo a lo que ellos me responden con sus nombres: Ethan, Ruth y Samika. Cuando ya no sé que tema de conversación sacar aparecen otras cuatro personas más, en las que ni me digno a mirarles solo por el hecho de que estoy cansado de ver tanta gente in-humana.
-Hola, me llamo Devoss, ¿sabeis porque esa gente de ahí viste de forma tan rara? O de verdad son aliens...-Digo casi para mi mismo.
La ciega va vestida como por así decirlo con una toga azul, de repente aparece un chico de más edad y altura , nos habla de que deberíamos permanecer juntos y también de alienígenas por lo que se confirma mi duda , sobre nuestra unión de humanos me parece genial teniendo en cuenta la de bichos raros que hay a nuestro alrededor. Sinceramente estoy muy confuso, no llego a entender del todo bien esto, primero, me engaña un tío muy raro para que vaya a una tierra que me dará emoción y aventuras, segundo, despierto en un lugar de mierda que he de suponer que es la gran Rocavarancolia y tercero estoy rodeado de un montón de aliens que hablan de la misma manera que yo.
Todo esto es muy raro así que me limito a observar al último humano, un chico que va vestido con un chaquetón negro que le hace parecer otro bicho más, como me llama mucho la atención de este chaval por su atuendo, le pregunto su nombre a lo que responde: Sigrún.
Hecha la pregunta me dispongo a preguntarles a todo el grupo a lo que ellos me responden con sus nombres: Ethan, Ruth y Samika. Cuando ya no sé que tema de conversación sacar aparecen otras cuatro personas más, en las que ni me digno a mirarles solo por el hecho de que estoy cansado de ver tanta gente in-humana.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Plaza de la Fuente
17/08/14, 01:58 am
Roaxen Tenvrai
No logró gran cosa con los xenos. Estaban demasiado relajados, pero, ¿Que se les podia pedir a aquellos que no conocian del arte de la guerra? Eran vagos, estúpidos y pacifistas. El capellán se preguntó cuantos estarian muertos para el final de la semana. O, a lo mejor, del día. Salió un último grupo y, detrás de este, nadie más. Del grupo, le llamó la atención tres cosas, la piel plateada de la mujer de pelo blanco, cuyo destello cautivó la atención del xolnita más de lo que era politicametne correcto y, por otra parte, los otros dos. Su lenguaje corporal y, más tarde, que hablasen por ambos, le indicaba a pensar que eran una suerte de pareja o matrimonio xeno. No logró ver ningun colgante significativo que delatase su compromiso, así como ningun anillo de boda. Pero aquello no le disuajo de su teoria. Por última parte, no pudo obviar la presencia de la criatura que parecia hecha a partes, con colores no simetricos y caoticos, representaba a todo aquello que la eclesiarquia denominaba como "Mutante o Abominación". No le dedicó una segunda mirada a tal criatura con tal de no lanzarse a su cuello a estrangularla. Dio un par de minutos antes de volver a la fuente, cuando vio que no parecia que apreciese nadie más.
Nada más volver, se dirigió al grupo de tres (pues no contaba a la abominación entre ellos aunque estaba relativamente cerca), al cual les habia señalado la dirección de la fuente. Como un educado militar que era, se acercó para saludarles e informarles de, lo que habia sacado en claro. Quizás motivado porque aquellos tres se pareciesen, aunque fuese ligeramente, a lo que seria el concepto del xeno idilico para un Ulterano. Parecido pero diferente a la vez.
-Saludos en son de paz.-dijo, alzando la mano izquierda al lado de su cabeza.-Mi nombre es Roaxen Tenvrai de la familia Viil Ordante. Represento a mi nación de Xol Noth, Ulterania, en esta ultranza cometida contra gente inocente de la galaxia por los despotas rocavarancoleses.-cruzó sus brazos por detrás, con una postura mucho más firme y militar, siguió hablando.-No parece que tengais compatriotas entre los aqui reunidos. Somos de mundos muy dispersos todos.-se hundió de hombros, dando por terminada, algo apresuradamente, el charloteo que consideraba sin sentido.-En fin... Mi teoria, bien fundamentada, es que pronto vendrán autoridades Rocavarancolesas a darnos instrucciones. No sabemos para que, pero nos necesitan. Una vez lleguen, podremos sacar más cosas en claro pero, hasta entonces, os recomendaria que os aprovisionarais, si podeis, con el agua transparente de la fuente. No sabremos cuando volveremos a tener agua, después de todo.-tosió, dando el informe por acabado.
Esta vez se cruzó de brazos y guardó silencio durante unos segundos que les tuvo en vela, algo ensimismado con las orejas de unos como de otros.
-¿Teneis alguna duda?-
No logró gran cosa con los xenos. Estaban demasiado relajados, pero, ¿Que se les podia pedir a aquellos que no conocian del arte de la guerra? Eran vagos, estúpidos y pacifistas. El capellán se preguntó cuantos estarian muertos para el final de la semana. O, a lo mejor, del día. Salió un último grupo y, detrás de este, nadie más. Del grupo, le llamó la atención tres cosas, la piel plateada de la mujer de pelo blanco, cuyo destello cautivó la atención del xolnita más de lo que era politicametne correcto y, por otra parte, los otros dos. Su lenguaje corporal y, más tarde, que hablasen por ambos, le indicaba a pensar que eran una suerte de pareja o matrimonio xeno. No logró ver ningun colgante significativo que delatase su compromiso, así como ningun anillo de boda. Pero aquello no le disuajo de su teoria. Por última parte, no pudo obviar la presencia de la criatura que parecia hecha a partes, con colores no simetricos y caoticos, representaba a todo aquello que la eclesiarquia denominaba como "Mutante o Abominación". No le dedicó una segunda mirada a tal criatura con tal de no lanzarse a su cuello a estrangularla. Dio un par de minutos antes de volver a la fuente, cuando vio que no parecia que apreciese nadie más.
Nada más volver, se dirigió al grupo de tres (pues no contaba a la abominación entre ellos aunque estaba relativamente cerca), al cual les habia señalado la dirección de la fuente. Como un educado militar que era, se acercó para saludarles e informarles de, lo que habia sacado en claro. Quizás motivado porque aquellos tres se pareciesen, aunque fuese ligeramente, a lo que seria el concepto del xeno idilico para un Ulterano. Parecido pero diferente a la vez.
-Saludos en son de paz.-dijo, alzando la mano izquierda al lado de su cabeza.-Mi nombre es Roaxen Tenvrai de la familia Viil Ordante. Represento a mi nación de Xol Noth, Ulterania, en esta ultranza cometida contra gente inocente de la galaxia por los despotas rocavarancoleses.-cruzó sus brazos por detrás, con una postura mucho más firme y militar, siguió hablando.-No parece que tengais compatriotas entre los aqui reunidos. Somos de mundos muy dispersos todos.-se hundió de hombros, dando por terminada, algo apresuradamente, el charloteo que consideraba sin sentido.-En fin... Mi teoria, bien fundamentada, es que pronto vendrán autoridades Rocavarancolesas a darnos instrucciones. No sabemos para que, pero nos necesitan. Una vez lleguen, podremos sacar más cosas en claro pero, hasta entonces, os recomendaria que os aprovisionarais, si podeis, con el agua transparente de la fuente. No sabremos cuando volveremos a tener agua, después de todo.-tosió, dando el informe por acabado.
Esta vez se cruzó de brazos y guardó silencio durante unos segundos que les tuvo en vela, algo ensimismado con las orejas de unos como de otros.
-¿Teneis alguna duda?-
Cogito Ergo Sum escribió:♚ Sinceramente, espero que no las tengais, porque hasta yo podria pecar de ser indiscreto con las miradas que levantais, inferiores xenos. Espera, ese folio... libro... ¿cuaderno? ¿Puede que sea una escritora? Hah. Me gustaria saber sobre que escribe un xeno, ¿Que preocupación o dudas corroen la pluma de un escritor alienigena? Cosas estúpidas probablemente.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- InvitadoInvitado
Re: Plaza de la Fuente
17/08/14, 02:26 am
Uno de los bollitos se fijó en ella, y los labios de Twixy's se curvaron en una sonrisa traviesa. Le gustaban los cumplidos y le gustaban las atenciones, y sobretodo le gustaba el hecho de sobresalir en apariencia por encima de todos los presentes en la plaza. Durante un instante pensó que tal vez la ciudad no estaba tan mal, a pesar de la suciedad y el mal gusto. Se acercó al grupido donde estaban el bollito Lemus y Samika, con cierto paso alegre que ponía en movimiento sus mayores orgullos, y se inclinó para oir lo que el chico decía, tal vez demasiado cerca de él. No sabía nada de alienígenas que comían gente ni monstruos ni ninguna de esas cosas desagradables, así que lo ignoró todo.
También ignoró, aunque mayormente solo en apariencia, el segundo discursito del tipo del pelo divino, cuyo nombre era demasiado largo como para que se molestase en recordarlo. Realmente no decía ninguna tontería, y dado que estaba tan seguro de que vendrían a darles explicaciones, ni siquiera había razones para inquietarse siquiera, tan solo tendrían que esperar.
Llegó más gente, un grupo reducido del que destacaban lo que parecía ser un maniquí, y la niña más bonita que había visto en el día. Tenía la piel plateada, y reflejaba los rayos del sol de una forma preciosa. Twixy's se preguntó si no había maquillaje capaz de hacer ese efecto. Cuando la chica se apartó el pelo de las orejas, Twixy's ahogó un chillido de emoción, tapándose la boca con las manos. Tenía ante ella a una niña pez, y la frivy creia estar a punto de sufrir un ataque al corazón.
-¡Super eres la cosa mas cuqui'zz que he visto en mi vida, pero de la flaye de la total!- exclamó encantada corriendo como pudo hacia ella.- ¿Hipertambién eres un alien de esos? ¿Son todos así en tu mundy's? Tu piel es megadivina de la flonchy's, te comería entera.
También ignoró, aunque mayormente solo en apariencia, el segundo discursito del tipo del pelo divino, cuyo nombre era demasiado largo como para que se molestase en recordarlo. Realmente no decía ninguna tontería, y dado que estaba tan seguro de que vendrían a darles explicaciones, ni siquiera había razones para inquietarse siquiera, tan solo tendrían que esperar.
Llegó más gente, un grupo reducido del que destacaban lo que parecía ser un maniquí, y la niña más bonita que había visto en el día. Tenía la piel plateada, y reflejaba los rayos del sol de una forma preciosa. Twixy's se preguntó si no había maquillaje capaz de hacer ese efecto. Cuando la chica se apartó el pelo de las orejas, Twixy's ahogó un chillido de emoción, tapándose la boca con las manos. Tenía ante ella a una niña pez, y la frivy creia estar a punto de sufrir un ataque al corazón.
-¡Super eres la cosa mas cuqui'zz que he visto en mi vida, pero de la flaye de la total!- exclamó encantada corriendo como pudo hacia ella.- ¿Hipertambién eres un alien de esos? ¿Son todos así en tu mundy's? Tu piel es megadivina de la flonchy's, te comería entera.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Plaza de la Fuente
17/08/14, 02:33 am
Más y más monstruos llegaban a la fuente. Más y más voces hablando de forma caótica hasta que bebían y ¡se hacía el milagro! Pero no solucionaba nada ya que seguían hablando de cosas sin sentido. ¿Organizarse? ¿Poder? ¿Aliens? ¿Yo soy de...? Creía haber entendido que se presentaban... ¡pero los deseos que usaban no tenían sentido alguno! Era de locos. El joven roquense se estaba agobiando. No comprendía nada por mucho que entendiera el lenguaje. No entendía qué sucedía. No sabía qué iba a suceder, ni podía saberlo siquiera. Y, lo peor, empezaba a pensar que le habían engañado. ¡No era posible! Pero a todas esas criaturas las habían traído... y con motivos distintos del suyo. ¿Pero por qué?
Lo único que tenía claro era que tenía que hacer algo. Encontrar a quien le trajo debía ser su primera prioridad para aclarar todo el embrollo, pero... Por lo visto algunos de los otros también pensaban lo mismo y... menudo fiasco se llevó al enterarse de que tampoco les había traído la misma criatura...
Tesón nunca se había sentido así. Ni siquiera cuando suspendió el examen de Voz. En aquel momento se le vino el mundo encima, sí, pero aun entonces sabía qué alternativas tenía. ¿Pero ahora? Estaba en un mundo desconocido, en completas ruinas, con monstruos a cada cual más dispares —aunque por alguna razón algunos venían a pares—, acababa de experimentar un hechizo idiomático y, por si fuera poco, no sabía qué hacer. Y no conseguía encontrar la respuesta a esa pregunta. ¡Ni a ninguna que le surgiera en el momento!
Su misión religiosa había parecido tan sencilla ayer... ¿Pero ahora? Esas criaturas no parecían tener ni desplumada idea sobre la Voz o Roca-Sagrada... Tendría que observarles, aprender de ellos, sondearles, y ver cómo atraerlos. No obstante, sospechaba también que esas mismas criaturas le supondrían un obstáculo bastante mayor a lo esperado. Sencillamente porque hablaban de cosas muy raras y de forma extraña... ¡Quieto ahí! Alguien había sacado una especie de cuaderno... ¿Acaso estaba dibujando? ¿O, por la más sagrada Voz, escribiendo? ¡Tenía que ser eso, se lo había enseñado al escamoso aquel! Tesón resoplaba y resoplaba, impotente. ¿Qué iba a hacer con tantos herejes? Tenía claro que si intentaba algún acercamiento de ese tipo ahora... lo despedazarían seguramente. Parecían inofensivos, pero algunos tenían unas dentaduras muy peligrosas llegado el caso, por ejemplo. Así pues, esperaría.
En todo esto pensó y pensó el roquense, sentado en el borde de la fuente, con rostro serio y que dejaba bien claro que no quería tratar con nadie. ¡Ni siquiera sabía quiénes serían jóvenes y quiénes mayores! ¿Y por qué había quien venía con algún compañero nativo? ¿Y por qué había quienes venían solos? Demasiadas. Preguntas.
En un momento indeterminado, harto, el roquense se echó agua en la cara para despejarse, y luego volvió a su postura pensativa mientras intentaba tranquilizarse y pensar con claridad. Estaba hecho un lío. Quizá cuando los demás dejasen de montar tanto escándalo podría serenarse y pensar un plan de acción. Pero estaba claro que tendría que hacer algo antes de que anocheciera... ¡Basta! Ni siquiera sabía si anochecería en ese mundo. ¡Basta! Se relajaría y luego pensaría... ¿En qué? ¿Dónde buscar, comer, dormir...? ¡BASTA!
Lo único que tenía claro era que tenía que hacer algo. Encontrar a quien le trajo debía ser su primera prioridad para aclarar todo el embrollo, pero... Por lo visto algunos de los otros también pensaban lo mismo y... menudo fiasco se llevó al enterarse de que tampoco les había traído la misma criatura...
Tesón nunca se había sentido así. Ni siquiera cuando suspendió el examen de Voz. En aquel momento se le vino el mundo encima, sí, pero aun entonces sabía qué alternativas tenía. ¿Pero ahora? Estaba en un mundo desconocido, en completas ruinas, con monstruos a cada cual más dispares —aunque por alguna razón algunos venían a pares—, acababa de experimentar un hechizo idiomático y, por si fuera poco, no sabía qué hacer. Y no conseguía encontrar la respuesta a esa pregunta. ¡Ni a ninguna que le surgiera en el momento!
Su misión religiosa había parecido tan sencilla ayer... ¿Pero ahora? Esas criaturas no parecían tener ni desplumada idea sobre la Voz o Roca-Sagrada... Tendría que observarles, aprender de ellos, sondearles, y ver cómo atraerlos. No obstante, sospechaba también que esas mismas criaturas le supondrían un obstáculo bastante mayor a lo esperado. Sencillamente porque hablaban de cosas muy raras y de forma extraña... ¡Quieto ahí! Alguien había sacado una especie de cuaderno... ¿Acaso estaba dibujando? ¿O, por la más sagrada Voz, escribiendo? ¡Tenía que ser eso, se lo había enseñado al escamoso aquel! Tesón resoplaba y resoplaba, impotente. ¿Qué iba a hacer con tantos herejes? Tenía claro que si intentaba algún acercamiento de ese tipo ahora... lo despedazarían seguramente. Parecían inofensivos, pero algunos tenían unas dentaduras muy peligrosas llegado el caso, por ejemplo. Así pues, esperaría.
En todo esto pensó y pensó el roquense, sentado en el borde de la fuente, con rostro serio y que dejaba bien claro que no quería tratar con nadie. ¡Ni siquiera sabía quiénes serían jóvenes y quiénes mayores! ¿Y por qué había quien venía con algún compañero nativo? ¿Y por qué había quienes venían solos? Demasiadas. Preguntas.
En un momento indeterminado, harto, el roquense se echó agua en la cara para despejarse, y luego volvió a su postura pensativa mientras intentaba tranquilizarse y pensar con claridad. Estaba hecho un lío. Quizá cuando los demás dejasen de montar tanto escándalo podría serenarse y pensar un plan de acción. Pero estaba claro que tendría que hacer algo antes de que anocheciera... ¡Basta! Ni siquiera sabía si anochecería en ese mundo. ¡Basta! Se relajaría y luego pensaría... ¿En qué? ¿Dónde buscar, comer, dormir...? ¡BASTA!
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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