Bahía de los Naufragios
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Leonart
Rocavarancolia Rol
31 participantes
- Rocavarancolia Rol
Bahía de los Naufragios
02/08/11, 06:21 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Esta playa no es de arena, sino que está hecha de diminutos trozos de concha y cristal pulido que brillan cuando les da la luz, algo que no pasa muy a menudo, pues la playa está a la sombra de los acantilados, y solo se puede llegar a ella a través de un estrecho pasaje entre la roca. Una ingente cantidad de barcos naufragados y maderos descansan allí.
- Reisha
Ficha de cosechado
Nombre: Charlotte V. Daniels
Especie: Humana
Habilidades: Memoria, agilidad mental, reflejos
Re: Bahía de los Naufragios
14/11/11, 11:12 pm
No me entero de mucho,pero tampoco me apetece quedarme a averiguarlo,además es una buena manera de practicar mi deporte favorito: la huída libre. Me echo la capucha y tras comprobar el estado de los niños me despido de éllos.
-Vaya,¿siempre pasan cosas raras cuando conozco a alguien? Bueno,nos vemos,cuidaros bien el uno al otro.
Refuerzo mis piernas con toda mi aura y salgo disparado en una carrera veloz y ágil. Voy saltando sobre todas las rocas del camino y corriendo por las paredes,como te echaba de menos parkour.
Sede de los Taumaturgos.[/b]
-Vaya,¿siempre pasan cosas raras cuando conozco a alguien? Bueno,nos vemos,cuidaros bien el uno al otro.
Refuerzo mis piernas con toda mi aura y salgo disparado en una carrera veloz y ágil. Voy saltando sobre todas las rocas del camino y corriendo por las paredes,como te echaba de menos parkour.
Sede de los Taumaturgos.[/b]
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Bahía de los Naufragios
14/11/11, 11:52 pm
Nia continua explicándole a Gael solo que va tan rápido que se va trabando mientras habla, sin aclarar mucho las cosas.
-Verasesque la-la-la diosa esta queriademostrarosqueexistia porquemehabiaisdicho quenoexistia yporeso sehaenfadado yhamandado laolacontravosotrospor noconsiderarlaunadiosa onegarsuexistencia.-Nia toma aire.-Vamos que ha sido todo culpa mía...-dice Nia apenada y por otra parte alegre de ver que el chico se había recuperado.-¿de verdad te encuentras mejor?-No podía dejar de culparse. Todos los demás se van y vuelven a sus residencias. Nia mira el cielo que se había puesto muy oscuro.
-Será mejor que volvamos.-dijo entonces y abrió la marcha, olvidando por completo lo de la demostración divina.
(Sigue en la torre serpentaria)
-Verasesque la-la-la diosa esta queriademostrarosqueexistia porquemehabiaisdicho quenoexistia yporeso sehaenfadado yhamandado laolacontravosotrospor noconsiderarlaunadiosa onegarsuexistencia.-Nia toma aire.-Vamos que ha sido todo culpa mía...-dice Nia apenada y por otra parte alegre de ver que el chico se había recuperado.-¿de verdad te encuentras mejor?-No podía dejar de culparse. Todos los demás se van y vuelven a sus residencias. Nia mira el cielo que se había puesto muy oscuro.
-Será mejor que volvamos.-dijo entonces y abrió la marcha, olvidando por completo lo de la demostración divina.
(Sigue en la torre serpentaria)
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Bahía de los Naufragios
21/11/11, 09:08 pm
Tras llegar al acantilado bajo a la playa aún en forma de humo para aterrizar ya con mi forma normal. Esperaba otro tipo de material, como arena, bajo mis pies, pero en su lugar parece que esté pisando cristales y fragmentos de moluscos, <<<Conchas mejor dicho>>> pienso tras recoger un trozo y echar a andar con este en la mano. Lo suelto al rato y me acerco a la orilla, pero antes me quito las deportivas y me las cuelgo, atadas entre sí, al cuello. Les quito su funda de piel y me la pongo para evitar arañarme con el cristal de la playa. No me importa que se moje la piel, tengo más en el burdel. Pero no me fío de lo que pueda vivir en el mar este así que solo me acerco lo mínimo al agua, sintiéndola refrescante sobre mi ya de por sí fría piel. Voy caminando paralelo al horizonte mientras miro la infinidad de barcos naufragados, apelotonados contra las rocas, guiados a este lugar gracias, o por desgracia, del único faro que aún queda en pie. ¿Seguirán llegando navegantes de otras ciudades a este lugar? ¿Se habrá ahogado alguien mientras nosotros luchábamos por sobrevivir, o mientras dormimos plácidamente en nuestros hogares? No puedo saberlo. Y creo que tampoco quiero saberlo, ni lo necesito. Necesitar... hay mucha madera flotando, meciéndose sobre las olas y aún ensamblada dando forma a los destrozados navíos... Y aunque no hay cuerpos, lo cual implica que hay criaturas que los habrán devorado, quizá en los barcos haya algo útil, ya sean herramientas, armas, piezas de armadura, quién sabe. Pero ni me atrevo a meterme en el agua, ¿cómo voy a llegar a los barcos y a siquiera entrar en ellos? Ay... No, mejor no, no hasta que no sepa qué vive bajo estas turbulentas aguas. Y tanto andar he acabado al pie del faro, ya debo haber pasado al otro lado de la cicatriz y no me he dado cuenta...¿De veras habrá más ciudades al otro lado del mar? <<<Sería una locura izarse a la mar con un pequeño barco reparado... ¿Sangre de pescado? Beej>>> pienso riendo, pero sin quitarle ojo al desconocido y agitado horizonte, intrigado. Pero no, nada de eso, aquí tengo mi hogar, a Erika y mis amigos. Quizá en un futuro reconsidere la idea. Mas ahora... Lanzo un par de miradas furtivas a mi alrededor y me desnudo a toda velocidad, dejando la ropa semi enterrada, para después zambullirme rápidamente en el agua, bastante fría pero que me saca una sonrisa. Y tras dar dos brazazadas largas vuelvo a salir a la orilla <<<Qué inteligente, ¿ahora con qué me seco? Más me vale que los nuevos no vengan por aquí>>> pienso riendo de nuevo, pero cuando me muevo hacia la ropa compruebo que ya estoy seco, pelo incluido, a pesar de que aún siento la sensación de frescura. <<<Nunca dejaré de aprender algo sobre mi transformación>>> y vuelvo a vestirme tras sacudir la ropa. Ante mí se erige el enorme acantilado, repleto de aristas y listo para ser escalado por el mero gusto de moverme un poco. Llego sin problema al borde y luego me elevo en el aire transformado en humo, para divisar la ciudad: al norte una zona que aún no he explorado, al sur varias torres tampoco exploradas y creo...¿los jardines? Eso parece. Y todo recto, la zona "prohibida", con el río en el centro. ¿Norte o sur? Sur. La zona norte me queda cerca del Burdel y del refugio de caza. Y si me pilla el amanecer, ¿qué? Pues me ocultaré en algún edificio de Luna Alta, aquel barrio. Vamos allá.
Sigue en la Torre Leprosa.
Sigue en la Torre Leprosa.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Bahía de los Naufragios
27/02/12, 07:07 pm
Por un instante se habia olvidado de donde estaba.
Con el mar asi de revuelto, seguramente muchos peces, atontados por la actividad maremotriz, estaban frenéticos allí abajo, lo cual era ideal para la pesca submarina. Pero si algo sabia Toima del mar, es que habia algunos peces muy grandes en los abismos profundos y, lo más seguro era que esos tambien estuvieran en movimiento. Toima se quitó las botas. Notó los bordes cortantes de las conchas de la playa pero no dijo nada. Poco a poco, se fue introduciendo en el agua, hasta que le llegó por las pantorrillas y entonces metio la mano en el agua y abrió los ojos de las palmas, escaneando el fondo mariono.
Movimientos, muchos de ellos, luces y sombras, destellos. Un ejercito de señales que su ojo no acostumbrado captó de pronto. Las piernas de Toima le fallaron y se vio callendo aparatosamente al agua. Quizas deberia limitar el alcance de su visión. Una ola le golpeo en la cara. Se levantó entonces, con algo de desanimo y procedio a escanear poco a poco, las zonas adyacentes a él. Moluscos y otras especies de la fauna y flora local se movian a esas pocas alturas. Escarabajos marinos, peces pequeños. No era lo que buscaba. Toima entonces suspiró. Tendira que meterse más adentro si queria pillar peces más gordos.
Gruñó cuando sintio el mordisco del agua fría. Aun estaba oscuro y era de noche asi que si se quedaba mucho dentro, podria resfriarse. El agua le llegaba por el ombligo. Sus ojos se asguraban que nada demasiado grande se le acercara. Agarró un cuchillo militar en cada mano y otro en la boca, con los dientes y se zambulló. Aquello estaba terriblemente oscuro y terriblemente agitado. Los peces iban y venian. Otras cosas que no eran peces tambien. Algas arrancadas por todos lados, fruto de la fuerza de las mareas. Toima no podia cacer ninguno con sus cuchillos, al menos no mientras estuviera en agua. Se plantó en el fondo, conteniendo la respiración y quedandose muy quieto. Un par de peces curiosos se acercaron a él y sus tentáculos dieron buena cuenta de ellos cuando fueron empalados a una velocidad del relámpago. Así poco a poco, atrapó a todos los que pudo y salio al aire a respirar.
Sus ojos entonces notaron el movimiento de algo más grande que los peces que habia visto. Se sumergio y notó como unas luces se acercaban a su posición a gran velocidad. El Ulterano se fue acercando a la costa, por precaución y se puso en una postura defensiva. Las luces aceleraron hasta su posición. Le recordaba a la bioluminiscencia que tenian algunos animales. Pero, al contrario que estos, esta era una luz amable, tenue y cálida que no cegaba con tan solo mirarla. Toima se quedó barajando posibilidades mientras que las luces se acercaban a él. Aquello ya era poco profundo para cualquier pez abisal. No, en ese caso debia ser...
-¿...Nia...?-dijo atónito.
En ese instante, algo saltó del agua y cogio a Toima del cuello y derribándole al instante contra donde rompian las olas en la playa. Por instinto Toima cogio un cuchillo e intentó clavarselo en el cráneo a la criatura que se le habia echado encima. Su hoja se paró a escasos centímetros de la cabeza de Nia. Tan solo era un cría.
Nia comenzó a hablar rápidamente. El ulterano chapurreado (a oidos de Toima, era una especie de chirridos de delfín) se entremezclaba con el rocavarancolés.
-Potys nostara Lucius wa, kokijuii.-y se abrazó fuertemente a Toima.-¡Qué alegria!-
Toima no supo como reaccionar tras guardar el cuchillo. El ulterano le era extrañisimo, como si nunca lo hubiera escuchado, pero, sin embargo, podia notar la emoción de las palabras de la pequeña.
-No te entiendo...-dijo apartandola de él.-¿Eres Nia?-dijo
La chica sacó fuerza de donde no habia y se quedó abrazada al brazo del chico, con un puchero en la cara.
- Spoiler:
-Lo siento yo no...-empezó contestando Toima.
-Ah es verdad...-dijo la chica, cortándole.- Si estás aquí se te habrá ulterano olvidado como mi a...-su rocavarancolés era muy bruto y lleno de faltas de gramática pero aún así entendible, al contrario que el ulterano.-Rocavarancolés entiendasme hablaré.-Nia se abrazó a la cintura y entonces se fijó en los ojos que recorrian su cuerpo y fue a meter el dedo en uno. Toima le agarró la mano como un relámpago cuando vio el índice acercarse peligrosamente hacia su cuenca.
-¡No!-la regañó.-¡Qué mania con tocarme los ojos que tiene todo el mundo, joder!-
-¿Todo el mundo?-Nia ladeó la cabeza.-Ah! Si! Wier, Lucius, ¿que transformar tú?-
Al parecer le estba confundiendo con alguien que conocia, por su tono de voz, su hermano mayor.
-No soy Luci-empezó pero acontinuación Nia siguio haciendo preguntas.
-¿Cómo ser la cosecha, Lucius?-parecia muy contenta de encontrarse con su hermano.
-Que te estoy diciendo-le volvio a interrumpir.
-¿Madre, Padre como están?-
-...-Aquella niña, estaba hiperactiva de felicidad. Era como si su hermano le hubiera faltado durante años y no solo los últimos. Toima no iba a estropear la felicidad de la cría. De todas formas estaba ignorandole todo lo que no fueran respuestas a sus preguntas. Se puso la sudadera, pues empezó a coger algo de frío y contestó a Nia con una radiante sonrisa, impropia de él mientras le acariciaba la cabeza.
- Spoiler:
-Mamá y Papá están bien, Nia.-dijo. La niña le miró suspicazmente pero no dijo nada al respecto, tan solo, sonrío a Toima.
-¿Y cual ser tu transformación? ¿Dolio mucho?-su rocavarancoles iba mejorando a medida que hablaba Toima.
-¿Esto?-dijo mostrandole como el ojo de la palma se abria y cerraba.-Solo un poco. Pero las ventajas son enormes.-
Toima no sabia que pretendia fingiendo ser su hermano, ya que eso tan solo le complicaba lo que buscaba de la niña, el idioma, ya que otra cosa no le podria interesar, porque su capacidad de combate era casi escasa. Solo no queria verla llorar.
-Nia ha estado muy sola todo este tiempo...Nadie vino a visitar. Todos los días me acercaba a la playa para ver si alguien venia...-enterró la cabeza en la sudedera de Toima, con lagrimones en los ojos.
-Vamos, vamos Yo he venido a visitarte ¿no?-habia llorado al final. Era imposible que él consiguiera hacer feliz a nadie. Acaricio su cabeza, ya que sabia como era sentirse solo.
-¡Gael!-dijo, de pronto, levantando la cabeza y chocando contra la mandíbula de Toima.
-Au.-gruñó Toima. Nia se llevó las manos a la coronilla, dolorida.-¿Estás bien?-preguntó el chico.
-¡Gael! ¿Preguntó por mi?-dijo la niña.
-¿Quién es Gael?-Nia se sonrojó y se llevó las manos a los carrillos, aplastándoselos.
-Es...es...un amigo...-Nia se acordó que tambien usaba el nombre de Koval Ember.-¿Koval? ¿Has escuchado algo de Koval?-
Toima habia escuchado ese nombre antes.
-Si, nos vino a visitar junto a otros ayer...-
Nia suspiró y se llevó una mano al pecho, aliviada.
-Si está con los demás significa que Siloco no le ha hecho nada raro...-
-¿Es Koval tu novio?-preguntó Toima sin delicadeza alguna. Nia se sonrojó y gesticulando intentó explicarse.
-¡NO! Quiero decir si...es una historia muy larga de cuando eramos aún cosechados y...-Nia sigui hablando. Toima miraba como la chica hablaba con cariño del chico. Asi que hasta un monstruo como ella habia encontrado el amor. Entonces, no debia perder la esperanza y dar muerte a su pasado para poder avanzar en la vida.-p-por eso se puede decir que somos novios y no lo somos...-
-Ahm...-dijo Toima asintiendo ensimismado.
-¿Me estás escuchando?-dijo ofendida mientras le tiraba de la nariz.
-¡Me la vas a arrancar!-dijo Toima quejandose.
-¡Hermano estupido!-dijo girandose ofendida y sentándose en la arena, de brazos cruzados.
-Venga, venga no te enfades. ¿Te apetece comer?-Encendio un fuego con unas ramas. Nia observó fascinada como el chico encendia fuego de unas ramas. Ella habria usado un hechizo para ello.
-¿Has pescado algo?-preguntó Nia, acercándose a saltitos al fuego.
-Unas minucias, pero bastarán...-Puso el pescado al fuego.
-Ahora te toca a ti, contar una historia. ¡Cuentame sobre tus compañeros! ¡Sobre tu cosecha!-
Toima sonrío. Gracias a como se comportaba la niña, se sentia como si de verdad fuera su hermano. Ser necesitado y apreciado por alguien era un sentimiento que Toima nunca habia sentido. No necesitaba mentir.
-Vamos a ver...Empezamos unos cuantos. Al principio muchos no confiaban en mi. Uno incluso me disparó con una ballesta.-dijo Toima riendo. Nia se llevó las manos a la boca, sorprendida y sus ojos rogaron que Toima continuara la historia.-Por suerte, pude ser ayuda para el grupo muchas veces. Nos juntabamos ocasionalmente con el otro grupo de chicos que se habian agrupado en otro torreón. Tambien murieron muchos de los nuestros...-comentó con la mirada sombria, recordando a Mark.
-Se lo que se siente. Harm murío cuando llegó la luna.-Nia esondio la cara entre las manos. Toima tenia la ligera impresión de que su hermano sabia quien era ese tal Harm asi que no preguntó por quien era. Limpio una de las lágrimas que se resbalaban por el rostro.
-Animate Nia. ¿Sabes que? Tus compañeros te echan de menos. Koval sobretodo. Deberias visitarles algún día.-
Nia se limpio con el dorso de la mano.
-Si...creo que tienes razón. Pronto les visitaré. Tengo muchso regalos para ellos.-sonrio y Toima tambien. Toima no perdio el rumbo de la conversación y se lanzó directo a por lo que le interesaba.
-Nia, ¿como aprendiste Ulterano? De nuevo, quiero decir.-
Nia ladeó la cabeza.
-¿Cómo? Con libros...-dijo como si fuera lo más natural del mundo.-Espera un momento aqui ¿vale?-se escurrio hacia una zona seca de la playa. Hizo un hechizo que pasó desapercibido a ojos de Toima y volvio un libro de cuentos infantiles en ulterano y en rocavarancolés a modo de diccionario.-Ten. Te ayudará para la base, pero para poder expresarte bien en el idioma tendrás que recurrir a libros más avanzados.-
Toima lo cogio con agradecimiento.
-Bien y ahora...-se giró hacia el fuego.-El pescado ya está listo...dijo sacandolo de las brasas y pasandole su parte a Nia.
-¡Nsharia!-exclamó Nia y comenzó a comer. Toima repitio las palabras de "Que aproveche" en ulterano y volvio a usar, para su sorpresa, el aparato resonador en su garganta. Estaba un paso más cerca de su objetivo. Además, habia conocido a Nia, que, al contrario de lo que pensaba al principio, fue una buena visita. La niña habia agradecido la visita del ulterano. Siguieron charlando hasta la tarde, de temas variados. Nia se sorprendio con la cantidad de conocimientos militares de Toima y Toima pudo apreciar que la niña tambien sabia hacer magia y que su transformacion la hacia casi indestrucctible. Como estaban distraidos con la conversación, no se dieron cuenta de que se habian comido todo el pescado que habia conseguido Toima.
-No te preocupes. Ya volveré otro día.-
-¡Claro que me preocupo! Espera, ahora te lo remplazo.-Nia se levantó. Pronuncio un hechizo y un rape enorme emergio de la superficie y aterrizó en la playa, aleteando hasta morir.
-Wow...-fue lo único que dijo Toima.-Eres alucinante ¿sabias?-
Nia río alegremente.
-No es para tanto. Los hay muchos mejores que yo.-
Toima cargó el pez a su espalda.
-No mezcleis los organos oscuros con los claros y no tendreis una indigestion.-comentó Nia.
Toima se acercó a Nia y le revolvio el pelo.
-Muchas gracias por todo Nia.-
-No hay porque darlas, Sr. Ulterano sin nombre.-dijo Nia, a la vez que sonreia.
Toima soltó el pez, perprejo. Habia sido pillado.
-¿Desde cuando te diste cuenta?-preguntó.
-Lucius no llamaria a Papá, "Papá"-dijo mientras le sacaba la lengua, traviesa.-Además, mi hermano tiene el pelo verde...-
-Debes de pensar que soy un cabronazo por intentar hacerme pasar por tu hermano...-dijo Toima, cabizbajo.
-A decir verdad, no tanto. Has sido muy amable conmigo. No importa las intenciones que tuvieras a venir a verme y hacerte pasar por mi hermano.-Nia se frotó el brazo izquierdo con el contrario, como abrazándose.-Además, me he sentido como si estuviera con mi hermano otra vez, y eso me ha hecho muy feliz.-sonrío.-Patético ¿verdad?
-Para nada. Todo el mundo tiene derecho a sentirse solo. Entonces, empecemo de nuevo: Me llamo Toima.-dijo ofreciendola la mano.
-Y yo me llamo Nia.-dijo estrechándosela. Entonecs los dos estallaron en carcajadas.-Toima es un nombre muy bonito.-Lanzó un hechizo de levitación para llegar hasta el agua. Nia comenzo a sumergirse mientras se despedia con la mano derecha.
-¿Qué significa?-preguntó Toima entonces.
-"Vida"-dijo Nia con una sonrisa y se perdio en el mar.
Toima reafirmó el pez en su espalda y decidio volver al torreón letargo. Aquella visita habia sido, cuanto menos, postiva. Aún habia esperanza para él.
(Continua en el Torreón Letargo)
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Bahía de los Naufragios
21/04/12, 11:58 pm
Por fin, sin mayores problemas que un par de... parecían zorros, pero del tamaño de lobos y con los cuartos traseros equinos, llegamos a la bahía. La táctica con las bestias fue la de siempre que iba con Elunin: hechizo de oscuridad alrededor de ellas, hechizo de ceguera con otro de aturdimiento y luego acabar con ambas a golpe de espada. La sangre olía rara y cuando la probé de mi espada no me gustó nada, bej. El nublino se quedaba aparte y no veía la matanza, pero también iba protegido con un escudo mágico que luego le quitaba, una vez acabado el peligro...
Ah, sí, la bahía en todo su esplendor nocturno, el mar avalanzándose embravecido contra el rocaje y el aroma salino del aire. Pero ni rastro de los demás todavía. Bueno, hemos llegado temprano, vamos a empezar mientras llegan.
-Bueno, empezaremos solos. Desenvaina, Elunin.-digo de pronto, envainando mi espada y armándome solo con el escudo.
El nublino me mira sorprendido pero sé que prefiere entrenar conmigo que con los demás, así que saca su espada corta y se coloca la rodela en el otro brazo, se afianza en la arena como puede y espera a que yo le haga el gesto de cargar contra mí. Al contrario que en los primeros entrenamientos ya no se cansa tan pronto después de la primera estocada, aunque se estampe con el escudo. La sucesión de estocadas y tajos fue disminuyendo de velocidad, sin dificultad de bloqueo y sin necesidad de usar la velocidad propia de la transformación.
-Basta. Descansa. Vas mejorando, pero céntrate en la resistencia propia. Mantén siempre un ritmo constante y varíalo cuando te convenga. No sirve empezar a lo loco y acabar cansado y resollando.-le explico, inclinándome y apoyando los brazos sobre el escudo, apoyado en vertical sobre el suelo.
-De acuerdo, mi Señor.-sin quitarme ojo de encima, pero al poco vuelve la mirada a nuestro alrededor y susurra.-No vienen...
-Ya, cierto, ya deberían haber llegado...-me incorporo de un golpe y doy un salto con el suficiente impulso hacia arriba, pero nada, no los veo acercarse desde lejos...De nuevo en el suelo.-Recojamos. Vamos a la Sede, quizá los encontremos por el camino o hayan cambiado de planes. Paso ligero.
-Sí, Señor.
Y en menos de dos minutos ya estamos siguiendo la línea de la costa, para ahorrarnos entrar en la ciudad, hacia nuestro destino. Eso sí, por el camino seguimos practicando: pasando velozmente a mi forma de humo y de esta a la sólida, voy acosando al nublino con la espada, envainada, para mejorar sus reflejos y su capacidad de parada con el escudo...
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
Ah, sí, la bahía en todo su esplendor nocturno, el mar avalanzándose embravecido contra el rocaje y el aroma salino del aire. Pero ni rastro de los demás todavía. Bueno, hemos llegado temprano, vamos a empezar mientras llegan.
-Bueno, empezaremos solos. Desenvaina, Elunin.-digo de pronto, envainando mi espada y armándome solo con el escudo.
El nublino me mira sorprendido pero sé que prefiere entrenar conmigo que con los demás, así que saca su espada corta y se coloca la rodela en el otro brazo, se afianza en la arena como puede y espera a que yo le haga el gesto de cargar contra mí. Al contrario que en los primeros entrenamientos ya no se cansa tan pronto después de la primera estocada, aunque se estampe con el escudo. La sucesión de estocadas y tajos fue disminuyendo de velocidad, sin dificultad de bloqueo y sin necesidad de usar la velocidad propia de la transformación.
-Basta. Descansa. Vas mejorando, pero céntrate en la resistencia propia. Mantén siempre un ritmo constante y varíalo cuando te convenga. No sirve empezar a lo loco y acabar cansado y resollando.-le explico, inclinándome y apoyando los brazos sobre el escudo, apoyado en vertical sobre el suelo.
-De acuerdo, mi Señor.-sin quitarme ojo de encima, pero al poco vuelve la mirada a nuestro alrededor y susurra.-No vienen...
-Ya, cierto, ya deberían haber llegado...-me incorporo de un golpe y doy un salto con el suficiente impulso hacia arriba, pero nada, no los veo acercarse desde lejos...De nuevo en el suelo.-Recojamos. Vamos a la Sede, quizá los encontremos por el camino o hayan cambiado de planes. Paso ligero.
-Sí, Señor.
Y en menos de dos minutos ya estamos siguiendo la línea de la costa, para ahorrarnos entrar en la ciudad, hacia nuestro destino. Eso sí, por el camino seguimos practicando: pasando velozmente a mi forma de humo y de esta a la sólida, voy acosando al nublino con la espada, envainada, para mejorar sus reflejos y su capacidad de parada con el escudo...
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- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Bahía de los Naufragios
04/05/12, 01:01 am
Nos reunimos en los entrenamientos el día siguiente al incidente en los subterráneos. Realmente no tengo nada en especial planeado para hoy, quería esperar a ver cómo están y decidir.
Me encuentro más o menos lo que me esperaba: a Noel se le nota cabizbajo, aunque se nota que ha hablado con sus compañeros del torreón; a Alicia se la ve algo nerviosa y pensativa; y Giz parece algo molesto. Gael parece que no está molesto por nada, aunque sí se le nota preocupado por los demás.
Visto esto, decido coger aparte al primero, que sé de dónde le viene lo que sucede y puedo entenderle bien. A los demás les dejo que enseñen por libre, aunque en secreto le digo al fuego fatuo y al káiser que los tengan distraídos, que no les dejen pensar en otras cosas.
-Hoy toca practicar el combate desarmado -digo al draco. Espero a que se posicione donde le indico y le insto a atacarme con todo lo que tenga.
El chico hace una tentativa dubitativa. Sé que no es ningún combatiente experimentado, pero el puñetazo que me manda parece propio de un novato que no tiene claro si da bien el golpe. No me muevo del lugar, sencillamente permanezco en guardia y noto como su puño impacta casi sin fuerza en mi abdomen. Empiezo a entender.
-He dicho que me ataques, pero yo no he visto puño que detener. -Noel hace otra tentativa, más fuerte pero más inestable-. ¿Te tengo que enseñar otra vez a golpear? ¡Patada! -Por cómo alza la pierna, se nota que empieza a estar nervioso. Nada, esto no es nada-. ¡He dicho que me golpees! -Esta vez le respondo yo apuntando mi puño a su cara, que detiene-. Si sabes defenderte, sabes golpear. -Me da con un pie más fuerte y seguro-. Sigue pegándome, ¿a qué esperas? -Ahora el golpe con su mano es más suave. Le respondo veloz con una finta que remato con una patada directa a su estómago. Tal como preveía, no logra detenerlo-. Ayer eras fuerte, ayer les hiciste sufrir, ayer querías estar vivo. ¡No me creo que sobrevivieras a los subterráneos con esta fuerza! ¡Dame, golpéame! -Para aumentar la presión, afilo las alas y lanzo un ataque con la derecha. La esquiva por poco, aunque yo tampoco quería darle-. ¡Si no me haces daño tú, te lo haré yo a ti! ¡Soy tu enemiga y te voy a matar! -Le golpeo de nuevo con el pie y esta vez él se rebota, con furia y violencia-. Mucho mejor, ¿pero dónde están los golpes que has aprendido?
Dicho esto, él empieza a dar más preciso, pero con fuerza igual. Cuando lo veo metido en el combate, bajo mi guardia y dejo que me de fuerte en el rostro, que me obliga a retroceder algo y protestar con un pequeño grito, casi un quejido. Pero él lo ha notado, sabe que la magia ha entrado en él. Se detiene de repente; por su cara, es evidente qué le ha detenido. Hora de hablar.
-Bien hecho, veo que aún no has olvidado cómo te enseñé a pelear. -Después de felicitarle, voy directa al tema-. Tus instintos te asustan, ¿no? -He dado en el clavo, eso me confirma tanto su cara como su respuesta-. Eres tú o ellos, lo sabes. También sabes que necesitas la magia, que ella te permitirá sobrevivir a la ciudad. No quiero repetirte todas estas cosas que ya sabes, pero sí te diré una evidencia: eres Noel, el draco de estínfalo. Eres fuerte, puedes volar, lanzar plumas y tu poder mágico se nivelará al mío en cuanto sepas sacarle partido; pero con estos cambios también han venido otros que se contradicen con tu moral humana. Asimílalos, el rechazo sólo hará que te vuelvas loco. Toma control de ellos y sácales partido cuando realmente lo necesites.
>>En el frenesí de la batalla y la muerte, que es mi fuente de magia, yo soy Adara, la que lucha y mata sin pensar en nada más. A la vez, soy aquí la chica de piel pálida, estoica y reflexiva que llegó de la tierra. Todo tu eres Noel, y mientras controles lo que eres no serás un monstruo: serás un milagro.
Me encuentro más o menos lo que me esperaba: a Noel se le nota cabizbajo, aunque se nota que ha hablado con sus compañeros del torreón; a Alicia se la ve algo nerviosa y pensativa; y Giz parece algo molesto. Gael parece que no está molesto por nada, aunque sí se le nota preocupado por los demás.
Visto esto, decido coger aparte al primero, que sé de dónde le viene lo que sucede y puedo entenderle bien. A los demás les dejo que enseñen por libre, aunque en secreto le digo al fuego fatuo y al káiser que los tengan distraídos, que no les dejen pensar en otras cosas.
-Hoy toca practicar el combate desarmado -digo al draco. Espero a que se posicione donde le indico y le insto a atacarme con todo lo que tenga.
El chico hace una tentativa dubitativa. Sé que no es ningún combatiente experimentado, pero el puñetazo que me manda parece propio de un novato que no tiene claro si da bien el golpe. No me muevo del lugar, sencillamente permanezco en guardia y noto como su puño impacta casi sin fuerza en mi abdomen. Empiezo a entender.
-He dicho que me ataques, pero yo no he visto puño que detener. -Noel hace otra tentativa, más fuerte pero más inestable-. ¿Te tengo que enseñar otra vez a golpear? ¡Patada! -Por cómo alza la pierna, se nota que empieza a estar nervioso. Nada, esto no es nada-. ¡He dicho que me golpees! -Esta vez le respondo yo apuntando mi puño a su cara, que detiene-. Si sabes defenderte, sabes golpear. -Me da con un pie más fuerte y seguro-. Sigue pegándome, ¿a qué esperas? -Ahora el golpe con su mano es más suave. Le respondo veloz con una finta que remato con una patada directa a su estómago. Tal como preveía, no logra detenerlo-. Ayer eras fuerte, ayer les hiciste sufrir, ayer querías estar vivo. ¡No me creo que sobrevivieras a los subterráneos con esta fuerza! ¡Dame, golpéame! -Para aumentar la presión, afilo las alas y lanzo un ataque con la derecha. La esquiva por poco, aunque yo tampoco quería darle-. ¡Si no me haces daño tú, te lo haré yo a ti! ¡Soy tu enemiga y te voy a matar! -Le golpeo de nuevo con el pie y esta vez él se rebota, con furia y violencia-. Mucho mejor, ¿pero dónde están los golpes que has aprendido?
Dicho esto, él empieza a dar más preciso, pero con fuerza igual. Cuando lo veo metido en el combate, bajo mi guardia y dejo que me de fuerte en el rostro, que me obliga a retroceder algo y protestar con un pequeño grito, casi un quejido. Pero él lo ha notado, sabe que la magia ha entrado en él. Se detiene de repente; por su cara, es evidente qué le ha detenido. Hora de hablar.
-Bien hecho, veo que aún no has olvidado cómo te enseñé a pelear. -Después de felicitarle, voy directa al tema-. Tus instintos te asustan, ¿no? -He dado en el clavo, eso me confirma tanto su cara como su respuesta-. Eres tú o ellos, lo sabes. También sabes que necesitas la magia, que ella te permitirá sobrevivir a la ciudad. No quiero repetirte todas estas cosas que ya sabes, pero sí te diré una evidencia: eres Noel, el draco de estínfalo. Eres fuerte, puedes volar, lanzar plumas y tu poder mágico se nivelará al mío en cuanto sepas sacarle partido; pero con estos cambios también han venido otros que se contradicen con tu moral humana. Asimílalos, el rechazo sólo hará que te vuelvas loco. Toma control de ellos y sácales partido cuando realmente lo necesites.
>>En el frenesí de la batalla y la muerte, que es mi fuente de magia, yo soy Adara, la que lucha y mata sin pensar en nada más. A la vez, soy aquí la chica de piel pálida, estoica y reflexiva que llegó de la tierra. Todo tu eres Noel, y mientras controles lo que eres no serás un monstruo: serás un milagro.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Bahía de los Naufragios
04/05/12, 03:25 am
El entramiento comenzó de forma tensa. Ya me sentía bastante a gusto alrededor de mis compañeros de Serpentaria después de lo que habíamos hablado, pero Adara y el señor káiser eran otro asunto...
Adara me llevó a parte para entrenar solos. Combate sin armas. Traté de centrarme en lo que íbamos a hacer, pero cuando empezamos a combatir el recuerdo me sobrevino. Otra vez. Sentí miedo nuevamente. No había contado con esto antes de venir, pues estaba bastante más animado que el día anterior. Pero tan pronto empezamos a combatir me sobrevivineron las dudas. Una vez más el recuerdo de la tarde anterior apareció claro y vívido en mi mente. Tenía miedo. Por ello mis intentos de puñetazos y patadas parecían una triste parodia de lo que deberían ser. Adara no tardó en expresar su descontento y me insta a atacarla como es debido. Trato de hacer lo que me pide, pero yo mismo soy consciente de que no estoy precisamente dándolo todo en nuestro combate. Tenía miedo de hacerle daño a Adara y disfrutar con ello. Y ella lo nota, no tengo ninguna duda. Hago lo posible por concentrarme, olvidando todo lo demás y tan sólo prestando atención a sus puyas de motivación. Consigo concentrarme por fin en el combate por primera vez. De pronto, un directo entra limpiamente en la cara de Adara, pues había bajado su guardia. Y ella grita de dolor. Noto como su grito sirve para alimentar mi magia, exactamente igual que ayer. Este tipo de accidentes ya habían ocurrido otras veces, pero esta vez era diferente. Me detengo inmediatamente con cara de preocupación. Adara no sigue con el entrenamiento y se detiene para hablar conmigo. La primera pregunta que me hace me pone muy nervioso.
-Lo siento... -comienzo a decir mientras aparto la mirada-. Tienes razón. Estoy asustado.
Escucho atentamente el discurso de Adara. Sus palabras producen una fuerte impresión en mí. Después de lo ocurrido el día anterior, después de las palabras dichas en la sede que malinterpretamos... Me sentí conmovido por sus palabras. Asentí cuando finalizó su discurso, sonriendo. Y la abracé.
-Eres la tercera persona que abrazo hoy, ¿sabes, maestra? -dije sonriente-. A este pasó tendré que hacerme un cartel como esos que llevaba alguna gente en la tiera que dicen "abrazos gratis" -bromeo-. Tienes razón, en todo. Te prometo... te prometo que no me volverá a pasar lo mismo que hoy.
Lo que dije lo sentía de verdad, Especialmente por algo muy concreto: no había sentido ninguna satisfacción haciendo daño a Adara. Es cierto que su grito había sonado bien en mi oído. También fue satisfactorio sentir como obtenía un retazo de magia de ello. Pero hacerle daño no me había gustado nada. Porque la quería. Ese pensamiento, sumado a todo lo que me habían dicho tanto ella como el resto de mis amigos, me reconfortó. Volví a sentirme el mismo de siempre y sonreí abiertamente.
Antes de irnos del entrenamiento, entre todos decidimos que esta noche iríamos a la taberna. Aprobé entusiasmado la idea. No habíamos vuelto desde aquella vez... Y me vendría bien para olvidar mis preocupaciones.
Después del entrenamiento volvimos a Serpentaria para cenar. Después pasamos por la sede para buscar a Adara y el señor Káiser y todos juntos nos dirigimos hacia la taberna.
Sigue en la Taberna.
Adara me llevó a parte para entrenar solos. Combate sin armas. Traté de centrarme en lo que íbamos a hacer, pero cuando empezamos a combatir el recuerdo me sobrevino. Otra vez. Sentí miedo nuevamente. No había contado con esto antes de venir, pues estaba bastante más animado que el día anterior. Pero tan pronto empezamos a combatir me sobrevivineron las dudas. Una vez más el recuerdo de la tarde anterior apareció claro y vívido en mi mente. Tenía miedo. Por ello mis intentos de puñetazos y patadas parecían una triste parodia de lo que deberían ser. Adara no tardó en expresar su descontento y me insta a atacarla como es debido. Trato de hacer lo que me pide, pero yo mismo soy consciente de que no estoy precisamente dándolo todo en nuestro combate. Tenía miedo de hacerle daño a Adara y disfrutar con ello. Y ella lo nota, no tengo ninguna duda. Hago lo posible por concentrarme, olvidando todo lo demás y tan sólo prestando atención a sus puyas de motivación. Consigo concentrarme por fin en el combate por primera vez. De pronto, un directo entra limpiamente en la cara de Adara, pues había bajado su guardia. Y ella grita de dolor. Noto como su grito sirve para alimentar mi magia, exactamente igual que ayer. Este tipo de accidentes ya habían ocurrido otras veces, pero esta vez era diferente. Me detengo inmediatamente con cara de preocupación. Adara no sigue con el entrenamiento y se detiene para hablar conmigo. La primera pregunta que me hace me pone muy nervioso.
-Lo siento... -comienzo a decir mientras aparto la mirada-. Tienes razón. Estoy asustado.
Escucho atentamente el discurso de Adara. Sus palabras producen una fuerte impresión en mí. Después de lo ocurrido el día anterior, después de las palabras dichas en la sede que malinterpretamos... Me sentí conmovido por sus palabras. Asentí cuando finalizó su discurso, sonriendo. Y la abracé.
-Eres la tercera persona que abrazo hoy, ¿sabes, maestra? -dije sonriente-. A este pasó tendré que hacerme un cartel como esos que llevaba alguna gente en la tiera que dicen "abrazos gratis" -bromeo-. Tienes razón, en todo. Te prometo... te prometo que no me volverá a pasar lo mismo que hoy.
Lo que dije lo sentía de verdad, Especialmente por algo muy concreto: no había sentido ninguna satisfacción haciendo daño a Adara. Es cierto que su grito había sonado bien en mi oído. También fue satisfactorio sentir como obtenía un retazo de magia de ello. Pero hacerle daño no me había gustado nada. Porque la quería. Ese pensamiento, sumado a todo lo que me habían dicho tanto ella como el resto de mis amigos, me reconfortó. Volví a sentirme el mismo de siempre y sonreí abiertamente.
Antes de irnos del entrenamiento, entre todos decidimos que esta noche iríamos a la taberna. Aprobé entusiasmado la idea. No habíamos vuelto desde aquella vez... Y me vendría bien para olvidar mis preocupaciones.
Después del entrenamiento volvimos a Serpentaria para cenar. Después pasamos por la sede para buscar a Adara y el señor Káiser y todos juntos nos dirigimos hacia la taberna.
Sigue en la Taberna.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Bahía de los Naufragios
13/05/12, 06:37 pm
Vac llegó a la bahía un rato después, tras pasar por el único paso, de estrecha piedra, que había hacia la playa. Sus botas resonaron en la noche, deslizando los guijarros y las conchas pulidas unas sobre otras mientras inspiraba el aire marino con fuerza, tratando de sentirse un poco mejor aunque sin muchos resultados. Feliks aterrizó cerca y se asentó sobre la grava, esperando. El hado se encaminó hacia el agua, tras realizar un hechizo sencillo para impermeabilizar las alas, y se metió en el agua con cuidado. Se desvistió por completo, lavando la ropa llena de mugre y sangre, y se limpió con el agua salada, eliminando el polvo de su propio cuerpo. Las sirenas no se acercaron, pero durante todo el proceso Vac no quitó ojo de las negras aguas, listo para defenderse de cualquiera de esos seres.
Cuando estuvo limpio, salió del agua, poniéndose los pantalones mojados y fue donde Feliks. Buscó unos troncos secos por la playa, encontrando un par bastante grandes y unas cuantas tablas de los barcos naufragados. La madera estaba seca, pero tenía algo de salitre, y cuando encendió el fuego para poner a secar la ropa, las llamas tomaron un tinte verdoso. Se sentó en el suelo, apoyado en Feliks, a esperar a Cain y Elliot, aunque no sabía al cien por cien si irían. Cuando dejo de tener las manos ocupadas, el chico empezó a darle vueltas a todo de nuevo, se sentía mal, se arrepentía de lo que había hecho y quería arreglarlo, pero no iba a ser tan fácil.
Observó el agujero de su ala y trató de curarlo, pero no funcionaba, los bordes desgarrados del ala no se juntaban, no se recomponían, y el agujero seguía ahí, atándole al suelo. El hado agitó nervioso la articulación y lo intentó de nuevo, con magia de curación más potente, pero con el mismo resultado… tendría que preguntarles a Cain y a Elliot, y si no podían ayudarle tendría que ir a la biblioteca, o buscar algún curandero experimentado. El chico paso el dedo por el borde irregular del agujero sintiendo un pequeño escalofrió.
Cuando estuvo limpio, salió del agua, poniéndose los pantalones mojados y fue donde Feliks. Buscó unos troncos secos por la playa, encontrando un par bastante grandes y unas cuantas tablas de los barcos naufragados. La madera estaba seca, pero tenía algo de salitre, y cuando encendió el fuego para poner a secar la ropa, las llamas tomaron un tinte verdoso. Se sentó en el suelo, apoyado en Feliks, a esperar a Cain y Elliot, aunque no sabía al cien por cien si irían. Cuando dejo de tener las manos ocupadas, el chico empezó a darle vueltas a todo de nuevo, se sentía mal, se arrepentía de lo que había hecho y quería arreglarlo, pero no iba a ser tan fácil.
Observó el agujero de su ala y trató de curarlo, pero no funcionaba, los bordes desgarrados del ala no se juntaban, no se recomponían, y el agujero seguía ahí, atándole al suelo. El hado agitó nervioso la articulación y lo intentó de nuevo, con magia de curación más potente, pero con el mismo resultado… tendría que preguntarles a Cain y a Elliot, y si no podían ayudarle tendría que ir a la biblioteca, o buscar algún curandero experimentado. El chico paso el dedo por el borde irregular del agujero sintiendo un pequeño escalofrió.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Bahía de los Naufragios
13/05/12, 09:43 pm
Elliot había podido ver la oscuridad llenando los ojos de Vacuum, de la misma forma en la que ella estaba consumida por el fuego. Notaba su enfado, y en cierta parte, éste alimentaba su odio, sus ganas de luchar. Así debia ser... ella estaba entrenada para que la rabia ajena activase la suya propia.
Cain había parado a Elliot, aunque la chica no tenía realmente intencion de hacerle verdadero daño a Vacuum. El chico se puso de pie, sacudiendose los pantalones como si nada y comenzó a andar, soltando una disculpa mientras se alejaba. "Si con eso crees que vas a tener suficiente..." pensó la niña, pero igualmente comenzó a andar acompañada por Cain. Iba a paso lento, sin demasiadas ganas de llegar.
- Me va a costar olvidar esto... podre perdonarle y comportarme con el como si nada... pero me va a costar olvidarlo... - susurró en la mente de Cain.
Cuando llegaron, Vacuum ya estaba sentado, cerca de un fuego verdoso, con los pantalones y el pelo empapados mientras se miraba el ala, pasando un dedo por el desgarrón que había en ella... La chica se preguntaba como se habría hecho esa herida, pero se lo dijo, ni hizo intencion de curarle, sobre todo porque no sabía como hacerlo.
Elliot se dejó caer en la arena, y se quedó mirando las llamas en silencio, sin apenas moverse. No estaba de humor para iniciar una conversacion, y menos una agradable. Tampoco le apetecia ceder e irse a abrazar a Vacuum, por lo que todo lo que podía hacer era esperar a que alguno de los otros dos tomase la iniciativa en algo.
Cain había parado a Elliot, aunque la chica no tenía realmente intencion de hacerle verdadero daño a Vacuum. El chico se puso de pie, sacudiendose los pantalones como si nada y comenzó a andar, soltando una disculpa mientras se alejaba. "Si con eso crees que vas a tener suficiente..." pensó la niña, pero igualmente comenzó a andar acompañada por Cain. Iba a paso lento, sin demasiadas ganas de llegar.
- Me va a costar olvidar esto... podre perdonarle y comportarme con el como si nada... pero me va a costar olvidarlo... - susurró en la mente de Cain.
Cuando llegaron, Vacuum ya estaba sentado, cerca de un fuego verdoso, con los pantalones y el pelo empapados mientras se miraba el ala, pasando un dedo por el desgarrón que había en ella... La chica se preguntaba como se habría hecho esa herida, pero se lo dijo, ni hizo intencion de curarle, sobre todo porque no sabía como hacerlo.
Elliot se dejó caer en la arena, y se quedó mirando las llamas en silencio, sin apenas moverse. No estaba de humor para iniciar una conversacion, y menos una agradable. Tampoco le apetecia ceder e irse a abrazar a Vacuum, por lo que todo lo que podía hacer era esperar a que alguno de los otros dos tomase la iniciativa en algo.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
13/05/12, 10:10 pm
-Olvidar, perdonar... ¿qué cojones importa?- murmuró Cain entre dientes.
Siguió a Elliot, ajustándose a su paso y con la mente absolutamente en blanco. Había decidido no darle más vueltas al asunto, no comerse el coco. No merecía la pena pasar un mal rato por eso, no iba a dedicarle ni un pensamiento más, ya decidiría más tarde si iba a perdonarles o no, o si era algo que debía guardar en su memoria o eliminarlo como si nunca hubiese pasado.
Llegaron a la playa y Cain se sentó en la arena con las piernas cruzadas. Ziel apareció rozándose contra su cuerpo y se hizo un ovillo en el regazo de su amo, pidiendo mimos. Otro diablillo, con alas de mosca, trajo una botella alargada de tono cobrizo y tres copas anchas. ofreció una a cada uno y las llenó a la mitad. Cain la alzó como en un brindis y dio el primer sorbo, llevando su mirada al cielo.
-Llevo días sin salir de casa... Y si lo hago es por negocios. Está claro que necesito unas buenas vacaciones...-comentó, como quien no quiere la cosa.
Bien pensado podría hacer algo de turismo por la ciudad... Dar paseos a diario o irse de camping a la montaña. Estalló en una carcajada silenciosa al pensar en un inocente camping en una ciudad como Rovacarancolia, y jugó a imaginarse cómo serían las agencias de turismo allí... << Seguro que pagan un dineral de seguro...>> Dio varios sorbos, absorto en sus pensamientos y acariciando a Ziel. Pronto el gato fue hacia Elliot, atraído por su tensión y se frotó con su brazo, absorviendo la negatividad de su esencia. Luego haría lo propio con Vacuum.
Siguió a Elliot, ajustándose a su paso y con la mente absolutamente en blanco. Había decidido no darle más vueltas al asunto, no comerse el coco. No merecía la pena pasar un mal rato por eso, no iba a dedicarle ni un pensamiento más, ya decidiría más tarde si iba a perdonarles o no, o si era algo que debía guardar en su memoria o eliminarlo como si nunca hubiese pasado.
Llegaron a la playa y Cain se sentó en la arena con las piernas cruzadas. Ziel apareció rozándose contra su cuerpo y se hizo un ovillo en el regazo de su amo, pidiendo mimos. Otro diablillo, con alas de mosca, trajo una botella alargada de tono cobrizo y tres copas anchas. ofreció una a cada uno y las llenó a la mitad. Cain la alzó como en un brindis y dio el primer sorbo, llevando su mirada al cielo.
-Llevo días sin salir de casa... Y si lo hago es por negocios. Está claro que necesito unas buenas vacaciones...-comentó, como quien no quiere la cosa.
Bien pensado podría hacer algo de turismo por la ciudad... Dar paseos a diario o irse de camping a la montaña. Estalló en una carcajada silenciosa al pensar en un inocente camping en una ciudad como Rovacarancolia, y jugó a imaginarse cómo serían las agencias de turismo allí... << Seguro que pagan un dineral de seguro...>> Dio varios sorbos, absorto en sus pensamientos y acariciando a Ziel. Pronto el gato fue hacia Elliot, atraído por su tensión y se frotó con su brazo, absorviendo la negatividad de su esencia. Luego haría lo propio con Vacuum.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Bahía de los Naufragios
14/05/12, 02:51 am
Nia
La ulterana miraba su reflejo en el espejo. Una cajita de música sonaba en la habitación de la chica que era el camarote del capitan que habia liderado alguna vez aquel bargo estancado en el fondo de la bahia. La musica resonaba por el fondo marino mientras las criaturas evitaban aquel lugar, las sirenas, por ejemplo, habian aprendido la lección tras un par de incursiones, que la pequeña nayade devolvia los golpes muy fuerte y no moria nunca. Eso hacia que le evitaran y Nia podia dormir tranquila por las noches.
La ulterana canturreaba, mientras probaba a recogerse el pelo de diferentes maneras. Habia estado todo el mes excitada por ese día. Era el día en el que, finalmente, volveria a la tierra firme, tras su escapada al mar. ¿Cuánto tiempo habia sido? ¿Meses? ¿Años? La ulterana habia perdido la cuenta, pero estaba muy feliz. Su canción era algo así:
¿Puedes ver el dorado ante tus ojos?
¿Puedes ignorar este resplandor?
Tantos animales a mi alrededor~
Aquel mundo solo triste, lleno de despojos
Todo verde, todo vida.
Tiene vida, tiene alma, es un ser~
El mar está vivo; respira
Más de lo que ningun ojo pueda ver~
Animales a mi alrededor
Vienen a pedirme ayuda~
Nayade soy, bruja con fervor
Brujita buena; Brujita marina
Pelos dorados~
Faros rosados; azules~
Sonrisa~
Mejor medicina no existe
Que la verdadera felicidad
Por eso viniste
Brujita Nia
Sin maldad. Sin rencor
Ahora te pondrás bien.
¿Traes odio y venganza a mi caldera?
Vete fuera, vete fuera
Dañar mi intención no es.
No pienso curarte si tienes pies.
Soy buena, muy buena
Una brujita buena
Pero, no me pilles de malas
Tambien soy bruja malvada
Soy grande, soy pequeña
Soy terrible, soy amable
Me llamo Dama Urticaria.
Dolor y cura. Todo en uno.
Nia vaciló. Se hizo un moño con dos palillos. Su canto, por muy dulce e hilado que fuera, le fallaba. No sabia el que. Nia habia creado esa canción con los sonidos que oia en el mar: el oleaje, los animales, las corrientes. Le ponia todo su sentimiento, pero no era suficiente, quizás Vacuum o Gael podrian ayudarla. Nunca habia escuchado música de no ser por la ciuadad. Desde las olas, la chica podia ver las luces de la ciudad. Nunca se habia aventurado afuera de sus aguas mucho tiempo. Y, para las pocas oportunidades que podria haber saludado a sus amigos, nunca se habia atrevido. Con el tiempo, se quedaba mirandoles, como entrenaban, felices. La nayade hacia aquellas visitas a la costa con tanta frecuencia que habia trasladado parte de sus cosas al que fue su primer refugio en aquellas aguas. Si bien Nia se sentia bastante triste, idiota y miserable al verles tan cerca y no ir a saludarles si quiera, dejó de llorar a las semanas. Se habia prometido un mes. Un solo mes para reunir valor y habia fijado su objetivo en aquel día, tanto que apenas habia dormido aquella noche.
Abrio su vestuario, compuesto de ropa muy variada, desde ropa que habia garrapiñado de algún lugar hasta ropa que habia confeccionado ella misma, cosiendo con huso y fibras de alga que, si no se secaban, eran muy resistentes. En ese momento, por el ojo de buey, entraron dos criaturas sinuosas y escurridizas. Nia habia aprendido de sus experiencias de alta mar que primero debia disparar y luego preguntar, pero no iba a ser el caso con esas dos criaturas.
-Fletfred, Jetfred...-dijo cariñosamente mientras las morenas se recorrian todo su cuerpo, serpentenadno hasta anillarla casi por completo. Las morenas no emitian apenas ningun sonido y su mordedura era bastante ponzoñosa, sin contar que tenian unos reflejos increibles y eran muy resbaladizas. Nia las habia criado porque les gustaba sus manchas, a juego con las de ella. Anilladas entorno a la Nayade, parecian una sola y fantasmagórica criatura. Nia les hizo carantoñas a ambas, susurrandoles palabras bonitas en ulterano y juntando las cabezas. Las morenas no hablaban, es más, lo unico que hacian con su cara era morder, pestañear y dejar abierta la boca. Para Nia era como esas veces que alguien cuenta un chiste y espera una reacción. Pues identica. Quizás por eso las habia adoptado como amigas. Habian sido sus compañeras estos dos años.
La chica comenzó a probarse diferentes vestidos. Los habia con más volantes, con relleno, con imitaciones de corset. La ulterana era muy coqueta y no terminaba de decantarse. Las morenas dormian plácidamente, una en su hombro y otra en su pecho. Las desenrolló gentilmente y las metio debajo de la cama, pues las morenas, al igual que ella, disfrutaban de los lugares oscuros y de la paz que estos conferian. Cogio un sencillo vestido. Tres pisos de volantes caian por todos lados tapando la piel de la Nayade por completo. La pomposidad de aquel vestido, con más volantes en las mangas y un cuello complejo era tan solo rematado por un enorme lazo que habia cosido ella misma con un hilo de alga blancuzco. Aunque no era muy refinado, seguia quedando algo mono y Nia no pretendia ir muy sobrecargada.
-E-espero que le guste...-dijo recordando a cierta persona. Sus pálidas mejillas cogieron algo de color. -¡No debo entretenerme! Ya pronto aparecerán en la playa...-Nia recogio lo que quedaba de su mochila (hecha tambien con una variante más resistente de algas marrones) y envolvio a las morenas en una burbuja de agua, con suficiente oxigeno para una hora. Se iban a trasladar.
Salieron a la superficie, con las burbujas de las morenas flotando tras ella. A lo lejos divisó un grupo de gente. Cuando afinó los ojos, podia afirmar que se trataba de nada más y nada menos que del trio Vacuum-Elliot-Cain. Nia iba a pegarles una voz y a salir despedida contra ellos a abrazarles y a preguntar que tal pero su voz murio al ver que estaban discutiendo y parecia bastante serio. Seguramente se habian reunido ahi para estar a solas y lo peor que podia hacer Nia ahora era ir y presentarse ante ellos. Ya habira tiempo de visitar el burdel como era debido y saludar a todos.
Nia alteró la luz que impactaba sobre ella y las dos burbujas para que no pudieran distinguirse e invisibles se alejaran del lugar. Lanzó para rematar un hechizo de levitacion sobre ella y las bolas. El abuso de magia iba a ser necesario. Ultimó su preparacion con hechizos a su ropa y mochila para que no perdieran la humedad y, finalmente, Nia salio del agua, con las dos esferas invisibles siguiendola. Pasó a unos metros del grupo. ¿Porque estarian tan tristes? ¿No se querian entre ellos? Nia no comprendia todo lo que significaba una relación. Parecian tan tristes que le dieron ganas de aparecer delante de ellos y abrazar a cada uno diciendo que todo iba a salir bien, pero su parte más madura salio a relucir y continuo su camino.
(Continua en la torre serpentaria)
La ulterana miraba su reflejo en el espejo. Una cajita de música sonaba en la habitación de la chica que era el camarote del capitan que habia liderado alguna vez aquel bargo estancado en el fondo de la bahia. La musica resonaba por el fondo marino mientras las criaturas evitaban aquel lugar, las sirenas, por ejemplo, habian aprendido la lección tras un par de incursiones, que la pequeña nayade devolvia los golpes muy fuerte y no moria nunca. Eso hacia que le evitaran y Nia podia dormir tranquila por las noches.
La ulterana canturreaba, mientras probaba a recogerse el pelo de diferentes maneras. Habia estado todo el mes excitada por ese día. Era el día en el que, finalmente, volveria a la tierra firme, tras su escapada al mar. ¿Cuánto tiempo habia sido? ¿Meses? ¿Años? La ulterana habia perdido la cuenta, pero estaba muy feliz. Su canción era algo así:
¿Puedes ver el dorado ante tus ojos?
¿Puedes ignorar este resplandor?
Tantos animales a mi alrededor~
Aquel mundo solo triste, lleno de despojos
Todo verde, todo vida.
Tiene vida, tiene alma, es un ser~
El mar está vivo; respira
Más de lo que ningun ojo pueda ver~
Animales a mi alrededor
Vienen a pedirme ayuda~
Nayade soy, bruja con fervor
Brujita buena; Brujita marina
Pelos dorados~
Faros rosados; azules~
Sonrisa~
Mejor medicina no existe
Que la verdadera felicidad
Por eso viniste
Brujita Nia
Sin maldad. Sin rencor
Ahora te pondrás bien.
¿Traes odio y venganza a mi caldera?
Vete fuera, vete fuera
Dañar mi intención no es.
No pienso curarte si tienes pies.
Soy buena, muy buena
Una brujita buena
Pero, no me pilles de malas
Tambien soy bruja malvada
Soy grande, soy pequeña
Soy terrible, soy amable
Me llamo Dama Urticaria.
Dolor y cura. Todo en uno.
Nia vaciló. Se hizo un moño con dos palillos. Su canto, por muy dulce e hilado que fuera, le fallaba. No sabia el que. Nia habia creado esa canción con los sonidos que oia en el mar: el oleaje, los animales, las corrientes. Le ponia todo su sentimiento, pero no era suficiente, quizás Vacuum o Gael podrian ayudarla. Nunca habia escuchado música de no ser por la ciuadad. Desde las olas, la chica podia ver las luces de la ciudad. Nunca se habia aventurado afuera de sus aguas mucho tiempo. Y, para las pocas oportunidades que podria haber saludado a sus amigos, nunca se habia atrevido. Con el tiempo, se quedaba mirandoles, como entrenaban, felices. La nayade hacia aquellas visitas a la costa con tanta frecuencia que habia trasladado parte de sus cosas al que fue su primer refugio en aquellas aguas. Si bien Nia se sentia bastante triste, idiota y miserable al verles tan cerca y no ir a saludarles si quiera, dejó de llorar a las semanas. Se habia prometido un mes. Un solo mes para reunir valor y habia fijado su objetivo en aquel día, tanto que apenas habia dormido aquella noche.
Abrio su vestuario, compuesto de ropa muy variada, desde ropa que habia garrapiñado de algún lugar hasta ropa que habia confeccionado ella misma, cosiendo con huso y fibras de alga que, si no se secaban, eran muy resistentes. En ese momento, por el ojo de buey, entraron dos criaturas sinuosas y escurridizas. Nia habia aprendido de sus experiencias de alta mar que primero debia disparar y luego preguntar, pero no iba a ser el caso con esas dos criaturas.
-Fletfred, Jetfred...-dijo cariñosamente mientras las morenas se recorrian todo su cuerpo, serpentenadno hasta anillarla casi por completo. Las morenas no emitian apenas ningun sonido y su mordedura era bastante ponzoñosa, sin contar que tenian unos reflejos increibles y eran muy resbaladizas. Nia las habia criado porque les gustaba sus manchas, a juego con las de ella. Anilladas entorno a la Nayade, parecian una sola y fantasmagórica criatura. Nia les hizo carantoñas a ambas, susurrandoles palabras bonitas en ulterano y juntando las cabezas. Las morenas no hablaban, es más, lo unico que hacian con su cara era morder, pestañear y dejar abierta la boca. Para Nia era como esas veces que alguien cuenta un chiste y espera una reacción. Pues identica. Quizás por eso las habia adoptado como amigas. Habian sido sus compañeras estos dos años.
La chica comenzó a probarse diferentes vestidos. Los habia con más volantes, con relleno, con imitaciones de corset. La ulterana era muy coqueta y no terminaba de decantarse. Las morenas dormian plácidamente, una en su hombro y otra en su pecho. Las desenrolló gentilmente y las metio debajo de la cama, pues las morenas, al igual que ella, disfrutaban de los lugares oscuros y de la paz que estos conferian. Cogio un sencillo vestido. Tres pisos de volantes caian por todos lados tapando la piel de la Nayade por completo. La pomposidad de aquel vestido, con más volantes en las mangas y un cuello complejo era tan solo rematado por un enorme lazo que habia cosido ella misma con un hilo de alga blancuzco. Aunque no era muy refinado, seguia quedando algo mono y Nia no pretendia ir muy sobrecargada.
-E-espero que le guste...-dijo recordando a cierta persona. Sus pálidas mejillas cogieron algo de color. -¡No debo entretenerme! Ya pronto aparecerán en la playa...-Nia recogio lo que quedaba de su mochila (hecha tambien con una variante más resistente de algas marrones) y envolvio a las morenas en una burbuja de agua, con suficiente oxigeno para una hora. Se iban a trasladar.
Salieron a la superficie, con las burbujas de las morenas flotando tras ella. A lo lejos divisó un grupo de gente. Cuando afinó los ojos, podia afirmar que se trataba de nada más y nada menos que del trio Vacuum-Elliot-Cain. Nia iba a pegarles una voz y a salir despedida contra ellos a abrazarles y a preguntar que tal pero su voz murio al ver que estaban discutiendo y parecia bastante serio. Seguramente se habian reunido ahi para estar a solas y lo peor que podia hacer Nia ahora era ir y presentarse ante ellos. Ya habira tiempo de visitar el burdel como era debido y saludar a todos.
Nia alteró la luz que impactaba sobre ella y las dos burbujas para que no pudieran distinguirse e invisibles se alejaran del lugar. Lanzó para rematar un hechizo de levitacion sobre ella y las bolas. El abuso de magia iba a ser necesario. Ultimó su preparacion con hechizos a su ropa y mochila para que no perdieran la humedad y, finalmente, Nia salio del agua, con las dos esferas invisibles siguiendola. Pasó a unos metros del grupo. ¿Porque estarian tan tristes? ¿No se querian entre ellos? Nia no comprendia todo lo que significaba una relación. Parecian tan tristes que le dieron ganas de aparecer delante de ellos y abrazar a cada uno diciendo que todo iba a salir bien, pero su parte más madura salio a relucir y continuo su camino.
(Continua en la torre serpentaria)
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Bahía de los Naufragios
14/05/12, 08:27 pm
Elliot y Cain llegaron poco después, sin decir nada se sentaron en torno al fuego, Elliot seguía mosqueada, se le notaba en la postura del cuerpo, y en como se mantenía callada. Cerca de Cain apareció Ziel, que se subió al regazo del italiano reclamando mimos. Un diablillo le tendió al invocador una botella y tres vasos que repartió entre los presentes. Vac miró el fondo del suyo a través del líquido que le había servido el italiano, tras lo cual alzó la copa en respuesta al brindis y dio un largo trago, embriagándose del ardor del alcohol.
El italiano dijo algo casi con tono distraído, como intentando romper el silencio. Si que necesitaba unas vacaciones, tantas invocaciones y contratos con demonios le habían consumido, estaba agotado física y mentalmente, y lo que debía hacer era descansar. Vac dio otro trago largo y su mirada se perdió en las llamas de la hoguera. El fuego verde brillaba en sus ojos, contrastando con el verde propio de estos, y dándole un aire extraño. Sin darse apenas cuenta comenzó a hablar.
-Deberíais viajar a Daelicia, uno de los mundos vinculados –empezó a contar.
Su voz resonó profunda en la noche, como la de un narrador que cuenta una historia. Les habló de las extrañas gentes que allí habitaban, de los paisajes de colores en los que imperaban los tonos rosas, de las enormes ciudades de colores y su increíble arquitectura. Les contó sobre los deliciosos olores que inundaban las calles, la comida que tan buena pinta tenía, y que, por desgracia, no se podía comer. Era un mundo que merecía la pena visitar, pero al que convenía llevarse buenas provisiones. Vac salió de su trance y se disculpó por la perorata. Dio otro trago al vaso algo incómodo, quizás había hablado demasiado. Ziel se acercó a sus piernas desde el regazo de Elliot y el hado le acarició distraído, rascándole entre las orejas.
El italiano dijo algo casi con tono distraído, como intentando romper el silencio. Si que necesitaba unas vacaciones, tantas invocaciones y contratos con demonios le habían consumido, estaba agotado física y mentalmente, y lo que debía hacer era descansar. Vac dio otro trago largo y su mirada se perdió en las llamas de la hoguera. El fuego verde brillaba en sus ojos, contrastando con el verde propio de estos, y dándole un aire extraño. Sin darse apenas cuenta comenzó a hablar.
-Deberíais viajar a Daelicia, uno de los mundos vinculados –empezó a contar.
Su voz resonó profunda en la noche, como la de un narrador que cuenta una historia. Les habló de las extrañas gentes que allí habitaban, de los paisajes de colores en los que imperaban los tonos rosas, de las enormes ciudades de colores y su increíble arquitectura. Les contó sobre los deliciosos olores que inundaban las calles, la comida que tan buena pinta tenía, y que, por desgracia, no se podía comer. Era un mundo que merecía la pena visitar, pero al que convenía llevarse buenas provisiones. Vac salió de su trance y se disculpó por la perorata. Dio otro trago al vaso algo incómodo, quizás había hablado demasiado. Ziel se acercó a sus piernas desde el regazo de Elliot y el hado le acarició distraído, rascándole entre las orejas.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Bahía de los Naufragios
15/05/12, 01:13 pm
Cain se sentó al lado de la chica, que continuaba sin moverse, como si no fuese mas que una estatua. Elliot agradeció que nadie pudiese adivinar hacia a donde miraba en ese momento, pues su vista iba de la cara analizaba la de Vacuum, buscando hasta el mas minimo cambio que pudiese haberse producido en aquel tiempo.
Uno de los diablillos de Cain trajo una botella y varias copas que se encargó de llenar. Elliot dejó la suya a un lado, enterrandola un poco en la arena para que no se cayese mientras veia a los dos chicos beber. La vision del alcohol hizo que un eco lejano se revolviese en su memoria, trayendo a sus oidos el sonido de botellas rompiendose, y del llanto de una niña. De haber podido suspirar, en ese momento lo habría hecho.
Ziel se acercó a la niña, pero esta no le hizo demasiado caso. Ella escuchaba hablar a Vacuum y, aunque se hacía la distraia, bebía de sus palabras, de cada una de ellas, como si no las fuese a escuchar mas.
-Ya veo que te lo has pasado muy bien. - dijo Elliot cortante, incapaz de contenerse y despues de eso, se levantó del sitio, encaminandose hacia el agua. Necesitaba despejarse, alejarse un poco y pensar tranquila o acabaria volviendose loca. Mas loca de lo que ya estaba. El agua fría besó sus pies, retrocediendo de nuevo. La niña sintió como si con ese contacto frío y rápido, parte de su tensión se la llevase el mar.
Entró al agua despacio, sin preocuparse por la ropa... ¿Que mas daba? Era solo humo. No tardó en verse cubierta por las aguas negras, en dejarse flotar sobre ellas como si no fuese mas que otra tabla como las de los barcos que allí habian perecido. Había algo incomodo en todo eso, y no podía saber si era por las decenas de ojos que la observaban desde la distancia, camuflados entre las olas, esperando un descuido para obtener su alimento. "No tendreis tanta suerte, pirañitas..." pensó Elliot con una sonrisa amarga; También podía ser por otros ojos, otros dos pares de ojos que desde la arena reflejaban el fuego verdoso que los iluminaba. Respiró profundamente un par de veces, dejando que el mar borrase lentamente las preocupaciones.
Salió del mar, sin saber si habian pasado cinco minutos o una hora, pero sin duda sintiendose mas tranquila. El frío de las aguas parecía haber apagado las brasas que le habían consumido un rato antes y ahora, aunque las quemaduras aun dolían, se sentía mejor. Volvió a sentarse en la arena, con un suspiro contenido, pero esta vez algo mas cerca de los chicos. El cambio era fácilmente apreciable hasta en la postura de la niña, menos tensa, con las piernas cruzadas y los brazos sosteniendo su cuerpo tras ella, pero aun así, Elliot seguía sin decir nada. Su rabia se había ido, pero el enfado y sobre todo su orgullo, seguían latentes.
Uno de los diablillos de Cain trajo una botella y varias copas que se encargó de llenar. Elliot dejó la suya a un lado, enterrandola un poco en la arena para que no se cayese mientras veia a los dos chicos beber. La vision del alcohol hizo que un eco lejano se revolviese en su memoria, trayendo a sus oidos el sonido de botellas rompiendose, y del llanto de una niña. De haber podido suspirar, en ese momento lo habría hecho.
Ziel se acercó a la niña, pero esta no le hizo demasiado caso. Ella escuchaba hablar a Vacuum y, aunque se hacía la distraia, bebía de sus palabras, de cada una de ellas, como si no las fuese a escuchar mas.
-Ya veo que te lo has pasado muy bien. - dijo Elliot cortante, incapaz de contenerse y despues de eso, se levantó del sitio, encaminandose hacia el agua. Necesitaba despejarse, alejarse un poco y pensar tranquila o acabaria volviendose loca. Mas loca de lo que ya estaba. El agua fría besó sus pies, retrocediendo de nuevo. La niña sintió como si con ese contacto frío y rápido, parte de su tensión se la llevase el mar.
Entró al agua despacio, sin preocuparse por la ropa... ¿Que mas daba? Era solo humo. No tardó en verse cubierta por las aguas negras, en dejarse flotar sobre ellas como si no fuese mas que otra tabla como las de los barcos que allí habian perecido. Había algo incomodo en todo eso, y no podía saber si era por las decenas de ojos que la observaban desde la distancia, camuflados entre las olas, esperando un descuido para obtener su alimento. "No tendreis tanta suerte, pirañitas..." pensó Elliot con una sonrisa amarga; También podía ser por otros ojos, otros dos pares de ojos que desde la arena reflejaban el fuego verdoso que los iluminaba. Respiró profundamente un par de veces, dejando que el mar borrase lentamente las preocupaciones.
Salió del mar, sin saber si habian pasado cinco minutos o una hora, pero sin duda sintiendose mas tranquila. El frío de las aguas parecía haber apagado las brasas que le habían consumido un rato antes y ahora, aunque las quemaduras aun dolían, se sentía mejor. Volvió a sentarse en la arena, con un suspiro contenido, pero esta vez algo mas cerca de los chicos. El cambio era fácilmente apreciable hasta en la postura de la niña, menos tensa, con las piernas cruzadas y los brazos sosteniendo su cuerpo tras ella, pero aun así, Elliot seguía sin decir nada. Su rabia se había ido, pero el enfado y sobre todo su orgullo, seguían latentes.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
18/05/12, 08:33 pm
-¡Qué cursi!- rió Cain escuchando el relato de Vacuum sobre Daelicia.
Un mundo escaparate... La comida no vale nada si no puede comerse, por muy vistosa o apetecible que fuese. Descartó ese mundo de su lista de posibles destinos turísticos y continuó prestándole atención a Vacuum, atrayendo a Ziel de vuelta a su regazo y haciéndole carantoñas. El gato fue absorbiendo su energía negativa y pronto Cain se sintió más relajado, ni siquiera prestó demasiada atención a la postura rígida y tensa de Elliot. Sin embargo no pudo ignorar el comentario venenoso que dio cuando Vacuum acabó de hablar, ni cuando la chica se puso en pie sin decir palabra y se metió en el agua. Cain soltó un profundo suspiro. Era incapaz de saber lo que a la chica le pasaba por la cabeza, sin embargo sus emociones eran tan sencillas de reconocer... las paseaba ante las narices de los demás y era imposible ignorar su ira... Esa ira, esa rabia infantil y obstinada, ese egoísmo combinado absurdamente con un gusto por sufrir y estar siempre de mal humor. La rabia de Elliot era tóxica. Lo sabía, había vivido con ella largo tiempo y lo sabía y aunque reconocía que la alegría de la chica también se contagiaba fácilmente, lo cual era agradable llegado el momento, llevaba tanto tiempo sin verla feliz que casi temió que se hubiese convertido en una amargada... Todo lo que percibía en ella era rabia, fuera del cabreo lógico que pudiese haberle provocado la actitud de Vacuum toda Elliot era rabia; rabia contenida y a punto de explotar.
Cain cogió la copa de la dullahan y la vació en el fuego, haciéndolo subir de forma repentina.
-¡Boom!- dijo el invocador sin demasiado sentimiento. Se puso en pie con el gato en el hombro, apuró su copa y la hizo desaparecer.- Creo que me largo a cualquier parte... No sé, a despejar la cabeza, a pensar o a drogarme y así apagar las malditas voces- rió- Estaría bien que escribieses tus viajes... ¡Escribe un libro!- le propuso a Vacuum- Nos vemos... No se cuando volveré en realidad, pero mis demonios siguen en el burdel, y ya sabeis que todos están conectados conmigo- dijo, despidiéndose con la mano y estirándose. Alejándose lentamente.
Un mundo escaparate... La comida no vale nada si no puede comerse, por muy vistosa o apetecible que fuese. Descartó ese mundo de su lista de posibles destinos turísticos y continuó prestándole atención a Vacuum, atrayendo a Ziel de vuelta a su regazo y haciéndole carantoñas. El gato fue absorbiendo su energía negativa y pronto Cain se sintió más relajado, ni siquiera prestó demasiada atención a la postura rígida y tensa de Elliot. Sin embargo no pudo ignorar el comentario venenoso que dio cuando Vacuum acabó de hablar, ni cuando la chica se puso en pie sin decir palabra y se metió en el agua. Cain soltó un profundo suspiro. Era incapaz de saber lo que a la chica le pasaba por la cabeza, sin embargo sus emociones eran tan sencillas de reconocer... las paseaba ante las narices de los demás y era imposible ignorar su ira... Esa ira, esa rabia infantil y obstinada, ese egoísmo combinado absurdamente con un gusto por sufrir y estar siempre de mal humor. La rabia de Elliot era tóxica. Lo sabía, había vivido con ella largo tiempo y lo sabía y aunque reconocía que la alegría de la chica también se contagiaba fácilmente, lo cual era agradable llegado el momento, llevaba tanto tiempo sin verla feliz que casi temió que se hubiese convertido en una amargada... Todo lo que percibía en ella era rabia, fuera del cabreo lógico que pudiese haberle provocado la actitud de Vacuum toda Elliot era rabia; rabia contenida y a punto de explotar.
Cain cogió la copa de la dullahan y la vació en el fuego, haciéndolo subir de forma repentina.
-¡Boom!- dijo el invocador sin demasiado sentimiento. Se puso en pie con el gato en el hombro, apuró su copa y la hizo desaparecer.- Creo que me largo a cualquier parte... No sé, a despejar la cabeza, a pensar o a drogarme y así apagar las malditas voces- rió- Estaría bien que escribieses tus viajes... ¡Escribe un libro!- le propuso a Vacuum- Nos vemos... No se cuando volveré en realidad, pero mis demonios siguen en el burdel, y ya sabeis que todos están conectados conmigo- dijo, despidiéndose con la mano y estirándose. Alejándose lentamente.
- Red
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Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
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● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
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Re: Bahía de los Naufragios
20/05/12, 03:31 am
Vac observó como Elliot se metía en el mar tras el comentario sarcástico, El hado la observo si decir nada, mientras sonreía ante la risa de Cain, no creía que el italiano fuera a ir allí de vacaciones sin motivo especial, no era su estilo. El griego dio par de sorbos mas a la copa, dejándola luego en el suelo y acariciando distraído el plumaje de Feliks.
Elliot tardó un rato en volver, tiempo que ambos chicos invirtieron solo en pensar, cada uno sumido en sus propias cavilaciones. La dullahan volvió y se sentó otra vez en la arena, esta vez algo más cerca de ambos muchachos, se notaba en su postura que estaba ,as relajada, pero aun se percibía el enfado en ella, y que no dijera nada era una señal clara de ello.
El italiano, después de vaciar la copa de Elliot con desgana, se puso en pie, apurando la suya propia y haciendo desaparecer el vaso. Tras esto, anunció que se iba a dar un “paseo”, a hacer algo, y que ya volvería. Antes de irse dijo que sus demonios le localizarían con facilidad si le necesitaban. El italiano se esfumó y VAc suspiro, algo casnado, los viajes, las discusiones, incluso la bebida, le habían agotado casi del todo. Su ropa prácticamente se había secado, y el hado terminó de vaciar la copa de un largo trago, suspirando después y guardando el vaso en las alforjas del fénix negro.
Elliot no había dicho nada aun, y Vac no se veía con fuerzas de romper el silencio, asi que calló, echando la cabeza hacia atrás y observando la noche ausente. La tranquila oscuridad nocturna envolvía la mirada del chico, y un leve brillo verde, medio apagado, se percibía en sus ojos. De vez en cuando una bandada de murciélagos flamígeros surcaba el cielo, y cuando Vac los seguía con la mirada, el fuego destellaba reflejado en sus ojos. Su respiración era pausada y profunda y pausada, y de no haber sido por el brillo ocasional de los ojos abiertos, habría parecido dormido… estaba agotado.
Elliot tardó un rato en volver, tiempo que ambos chicos invirtieron solo en pensar, cada uno sumido en sus propias cavilaciones. La dullahan volvió y se sentó otra vez en la arena, esta vez algo más cerca de ambos muchachos, se notaba en su postura que estaba ,as relajada, pero aun se percibía el enfado en ella, y que no dijera nada era una señal clara de ello.
El italiano, después de vaciar la copa de Elliot con desgana, se puso en pie, apurando la suya propia y haciendo desaparecer el vaso. Tras esto, anunció que se iba a dar un “paseo”, a hacer algo, y que ya volvería. Antes de irse dijo que sus demonios le localizarían con facilidad si le necesitaban. El italiano se esfumó y VAc suspiro, algo casnado, los viajes, las discusiones, incluso la bebida, le habían agotado casi del todo. Su ropa prácticamente se había secado, y el hado terminó de vaciar la copa de un largo trago, suspirando después y guardando el vaso en las alforjas del fénix negro.
Elliot no había dicho nada aun, y Vac no se veía con fuerzas de romper el silencio, asi que calló, echando la cabeza hacia atrás y observando la noche ausente. La tranquila oscuridad nocturna envolvía la mirada del chico, y un leve brillo verde, medio apagado, se percibía en sus ojos. De vez en cuando una bandada de murciélagos flamígeros surcaba el cielo, y cuando Vac los seguía con la mirada, el fuego destellaba reflejado en sus ojos. Su respiración era pausada y profunda y pausada, y de no haber sido por el brillo ocasional de los ojos abiertos, habría parecido dormido… estaba agotado.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Bahía de los Naufragios
23/05/12, 10:30 am
Cain tiró el contenido de la copa de la chica dentro del fuego, que se alzó consumiendolo en una pequeña explosión, imitada sin demasiadas ganas por el chico. Elliot se quedó mirando las llamas, para pasear despues su mirada por el rubio, que se había levantado y acabado su bebida, haciendo desaparecer la copa despues.
Cuando el rubio se alejó, alegando que se iba a dar un paseo, el silencio, unicamente roto por el vaivén de las aguas y el repiqueteo del fuego, inundó la bahia. La chica observó a Vacuum, aun en silencio, mientras este se acababa su bebida tambien y se ponia a mirar el cielo. Ciertamente Elliot no sabía que decir en ese momento; seguramente, cualquier cosa que pudiera decirle solo acarrearia mas problemas. Pero no le gustaba ese silencio... A la chica le daba la sensacion de que esa quietud estaba construyendo un muro entre ambos, y que si dejaba que trabajase demasiado tiempo, ni ella misma podría derribarlo.
Un suspiro quedó ahogado en sus pensamientos mientras miraba fijamente al griego, paseando su vista por cada centimetro de piel al descubierto mientras, sin quererlo, se imaginaba acariciandola, notando su calor. Ella no quería pensar en eso, ella quería estar enfadada, debía estarlo, ¿no? Se supone que así era, asi lo mandaba su caracter... pero inevitablemente, tras la fachada de dureza y cabezonería, Elliot no era la misma Elliot cuando alguno de los dos chicos andaba cerca, y simplemente en esos sentimientos, en esos pensamientos acerca de Vacuum, incluso aunque debia estar furiosa con él, podia verse reflejado.
Había un conflicto interno en la chica, entre el amor de una pequeña niña pelirroja hacia el griego, y el orgullo de una Dullahan ofendida; y en su interior, ambas luchaban por obtener el sentimiento predominante, pero, para su asombro, los sentimientos de la indefensa niña ganaban de forma aplastante a la ira del monstruo.No podía evitar quererle y, sorprendentemente para ella, no podía evitar perdornarle... pero aun asi era complicado. La niña gritaba desde su interior que se acurrucase entre sus brazos y le dijese que no pasaba nada, que todo estaba bien y que no importaba nada mas... otra parte de ella se negaba a ceder, quería irse y quemar toda la tension que le consumía a base de sangre y poder.
-¿Es que no piensas volver a acercarte a mi? - dijo la chica, tratando de ser suave, pero incluso moderando su voz, en la pregunta podían verse reflejos de enfado y anhelo a partes iguales - ¿No piensas volver a hablarme o a abrazarme? - continuó hablando mientras miraba la arena. - Llevas dos meses sin verme y aun no me has dado ni un misero abrazo... - se quejó. Quería que el chico le abrazase. Lo quería de verdad, pero quería que fuese él el que lo hiciese. Quería que él se acercase, que él le abrazase, que él cediese. Lentamente, levantó la mirada hacia el griego para ver que hacía, cruzando los dedos interiormente para que no fuese demasiado tarde...
Cuando el rubio se alejó, alegando que se iba a dar un paseo, el silencio, unicamente roto por el vaivén de las aguas y el repiqueteo del fuego, inundó la bahia. La chica observó a Vacuum, aun en silencio, mientras este se acababa su bebida tambien y se ponia a mirar el cielo. Ciertamente Elliot no sabía que decir en ese momento; seguramente, cualquier cosa que pudiera decirle solo acarrearia mas problemas. Pero no le gustaba ese silencio... A la chica le daba la sensacion de que esa quietud estaba construyendo un muro entre ambos, y que si dejaba que trabajase demasiado tiempo, ni ella misma podría derribarlo.
Un suspiro quedó ahogado en sus pensamientos mientras miraba fijamente al griego, paseando su vista por cada centimetro de piel al descubierto mientras, sin quererlo, se imaginaba acariciandola, notando su calor. Ella no quería pensar en eso, ella quería estar enfadada, debía estarlo, ¿no? Se supone que así era, asi lo mandaba su caracter... pero inevitablemente, tras la fachada de dureza y cabezonería, Elliot no era la misma Elliot cuando alguno de los dos chicos andaba cerca, y simplemente en esos sentimientos, en esos pensamientos acerca de Vacuum, incluso aunque debia estar furiosa con él, podia verse reflejado.
Había un conflicto interno en la chica, entre el amor de una pequeña niña pelirroja hacia el griego, y el orgullo de una Dullahan ofendida; y en su interior, ambas luchaban por obtener el sentimiento predominante, pero, para su asombro, los sentimientos de la indefensa niña ganaban de forma aplastante a la ira del monstruo.No podía evitar quererle y, sorprendentemente para ella, no podía evitar perdornarle... pero aun asi era complicado. La niña gritaba desde su interior que se acurrucase entre sus brazos y le dijese que no pasaba nada, que todo estaba bien y que no importaba nada mas... otra parte de ella se negaba a ceder, quería irse y quemar toda la tension que le consumía a base de sangre y poder.
-¿Es que no piensas volver a acercarte a mi? - dijo la chica, tratando de ser suave, pero incluso moderando su voz, en la pregunta podían verse reflejos de enfado y anhelo a partes iguales - ¿No piensas volver a hablarme o a abrazarme? - continuó hablando mientras miraba la arena. - Llevas dos meses sin verme y aun no me has dado ni un misero abrazo... - se quejó. Quería que el chico le abrazase. Lo quería de verdad, pero quería que fuese él el que lo hiciese. Quería que él se acercase, que él le abrazase, que él cediese. Lentamente, levantó la mirada hacia el griego para ver que hacía, cruzando los dedos interiormente para que no fuese demasiado tarde...
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
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- Spoiler:
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Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Bahía de los Naufragios
23/05/12, 09:15 pm
El silencio entre la dullahan y el hado infernal se prolongo un rato. Vac no sabia que decir, seguía indeciso, debatiéndose entre abrazarla o esperar a que ella se lo pidiera. La brisa nocturna era fresca, y un escalofrío recorrió la espalda del hado. El chico alcanzó la ropa, seca gracias al calor de la hoguera verdosa, y se puso la camisa, abrigándose con ella.
Vac miraba distraído el cielo, esperando algo, pero cada vez estaba mas nervioso. Notaba en la postura de Elliot que ya no estaba tan enfadada como antes, pero aun estaba molesta, y algo en su postura taciturna impedía que Vac se decidiese a hablar, y romper con ello el incómodo silencio.
Cuando ya parecía que nadie iba a decir nada, Elliot empezó a hablar. El hado la observó, escuchando en silencio, atendiendo a lo que decía. Vac no sabía que decir, asi que cuando la chica termino se levantó y se acercó, dejándose caer de rodillas frente a ella. La miro fijamente y alzó los brazos, rodeándola y abrazándola con fuerza. El hado no sabía como se lo tomaría, pero difrutó del contacto, sin pensar cuanto duraría.
Vac miraba distraído el cielo, esperando algo, pero cada vez estaba mas nervioso. Notaba en la postura de Elliot que ya no estaba tan enfadada como antes, pero aun estaba molesta, y algo en su postura taciturna impedía que Vac se decidiese a hablar, y romper con ello el incómodo silencio.
Cuando ya parecía que nadie iba a decir nada, Elliot empezó a hablar. El hado la observó, escuchando en silencio, atendiendo a lo que decía. Vac no sabía que decir, asi que cuando la chica termino se levantó y se acercó, dejándose caer de rodillas frente a ella. La miro fijamente y alzó los brazos, rodeándola y abrazándola con fuerza. El hado no sabía como se lo tomaría, pero difrutó del contacto, sin pensar cuanto duraría.
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