Límites (inciso en el castillo)

04/10/11, 08:46 pm

Anteriormente en el entrenamiento de magia:

Gahna alcanzó a Freejey de dos largas zancadas.
—Espera. Toma esto.
En la mano tenía un papel arrugado sobre el que escribía algo. primero hizo un círculo con una estrella de cinco puntas en su interior, una letra en cada punta. El círculo estaba rodeado por una serie de runas. Después, clavó la pluma con la que escribía en su muñeca (se oyó un sonido extraño, como de succión) y escribió algo en el centro con una letra roja y puntiaguda. Se lo dió. Freejey lo leyó. Y desapareció.
La pluma desapareció igualmente y el papel, en que se podía leer (en el interior de la estrella) "vete al castillo ya" se fue convirtiendo en polvo.
Ella regresó con el grupo.

04/10/11, 09:08 pm

"—Largo. No puedo darte más explicaciones, solo que no es decisión mia."
Supongo que las explicaciones llegarán ahora, no creo que den papelitos teletransportadores escritos con sangre a la gente para cualquier cosa...

Ahora me encuentro de pie, con la mano aun en alto, sujetando un papel que ya no está allí, delante de un montón de gente de lo mas variado...

No parece que estén sorprendidos por mi llegada, así que deduzco que me estaban esperando.

-Buenas tardes...

Me doy cuenta de que me he olvidado de bajar la mano, y lo hago lentamente, igual me atacan si hago movimientos bruscos...

No parecen precisamente un grupo de amigos tomando el té, así que mantengo la seriedad, intuyo que van a decirme algo importante, y tengo la extraña sensación de que no me va a gustar.

04/10/11, 11:17 pm

Una mujer de poca estatura vestida con una vaporosa túnica blanca cruzó la puerta flotando.
-Vaya, parece que se os han acabado los sustitutos y por fin os veis obligados a nombrar a la verdadera alquimista mayor del Reino -dijo ella. Se dirigió hacia el asiento de Sepalian Xila con la cinta kilométrica que mantenía su complicado peinado arrastrándose tras de ella. Algunos de sus largos cabellos negros ondeaban libremente en una imagen ya calculada.
Dama Liviana, toda ella sedas ondeantes, se sentó con solemnidad en el sitio correspondiente al alquimista mayor del Reino.
-Mucho mejor yo que ese creído brujo polifacético.
-No te emociones tanto -advirtió Gapicio Garoni-. Tu puesto es temporal, hasta que Sir Windstone se recupere.
La bruja miró con asco al recaudador.
-Lo que tú digas, cáscara. Pero tarde o temprano me tendréis que aceptar. Al fin y al cabo no hay alquimista mejor que yo, ¿verdad?
El resto de miembros del consejo la observaron con la desconfianza de quien mira a un insecto particularmente feo posado sobre su piel.

____________

En aquel momento, escoltado por dos guardias entró Freejey.
-Señores, el brujo nocturno de los habitantes de la Tierra –anunció uno de los hombres tras su yelmo de dragón.
Freejey entró en la sala y los ojos de todos los presentes se clavaron en él.
Una mujer rubia sentada en la mesa fue la que le dirigió la palabra:
-Estamos seguros de tu gran utilidad en el futuro, pero en el presente puedes ser muy molesto. Así que cuídate de tratar de dominar a ciertos habitantes de esta ciudad. Si atacas a alguien importante, tomaremos represalias. Durante el día. Ah, y cuídate de abarcar más de lo que nos conviene. Por el momento puedes tener a un máximo de cuatro habitantes de esta ciudad lo suficientemente débiles como para sucumbir a ti de tal forma que te conserven la lealtad durante el día. Cuando vayas a la Tierra ya hablaremos. Pero nada de raptar a familiares de nadie. El consejo te vigila, brujo –concluyó la Señora de los asesinos. Y, para rematar la frase, el custodio de Altabajatorre hizo un gesto para ordenar a una lagartija metálica de grandes ojos y cuerpo sinuoso que vigilara a Freejey.

05/10/11, 03:02 pm

Levanto una ceja.

¿Solo eso?

Esperaba que me recubriesen con dolorosos tatuajes mágicos para que mi poder solo funcionase cuando ellos quisieran, o que me obligaran a vivir lejos del mundo... Y lo unico que hacen es decirme que no sea un cafre y ponerme una especie de lagarto brillante para vigilarme... Bueno, no me voy a quejar.

Me inclino ligeramente, para hacerles ver que acepto sus exigencias.

-Como ustedes deseen, me comprometo a no abusar de mis dones, de todas formas no tengo constancia de ningún humano que merezca la pena controlar...

Alto ahi so listo, vas a ofender a alguien

-Que no haya sido transformado, quiero decir... Por el momento me limitaré a entrenar, ya buscaré ejemplar... personas... dignas de traer a Rocavarancolia cuando se abra el portal a la tierra.

No me gusta ser el centro de atención, pero no creo que tenga la oportunidad de volver a hablar con el consejo en muucho tiempo, asi que tengo que aprovechar.

-Además, si no es mucho pedir, me gustaría poder participar en el entrenamiento de magia... En un futuro necesitaré algo mas que controlar a unos cuantos humanos para ser de utilidad a nuestra gran ciudad, y hasta que llegue ese momento, prometo ser lo menos... "molesto", que pueda.

Sigo en la misma posición que tenía antes, veamos si me conceden la oportunidad de estudiar magia o me dan la patada como estoy...

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