Biblioteca Mágica

No respondió a su pregunta, no hace falta lo averiguaría mismo a lo que si le presto atención fue ala pregunta que le hizo sobre su nueva transformación. Le resultaba peculiar que preguntara eso siendo que era evidente.

-Reptiliano y en cuanto a la cola, se siente como si tuviera una extremidad que puedo mover como un tercer brazo- respondió  lentamente tomando un nuevo libro con la cola ya que sus manos estaban ocupadas para echarle un vistazo antes de devolverlo a su lugar. Su explicación no era exactamente esa, pero era complicado de explicar sino lo habías sentido nunca, el tener cola para el ya no resultaba raro igual que no le era raro cuando movía uno de sus brazos. Escuchando como Enredo iba eliminando criaturas que no le interesaban, llegando a ver por encima de su ojo aquella cosita peluda que aprecia haber atraído su atención. Le miro interrogativamente cuando dijo que el también tendría que lidiar con el animal y sonrió en respuesta.

-En FONERA no existen animales que no quieran comerte o matarte, que tampoco es que haya demasiados, tampoco vi ninguno en esta ciudad que no sea así, así que por mi esta bien- respondió con calma mirando al pequeño animal mostrado en el libro. Le gustaban los animales pero hasta ahora no había visto ninguno que no intentara atacarle- Tendrías que cuidar su alimentación o podrías tener problemas con las plantas de tu cuarto. Aunque, ¿Donde piensas conseguir este animal?-  pregunto entregándole de vuelta el libro y mirándolo con obvia curiosidad, no parecía que fuera a ser fácil si lo que decía el libro era cierto y estaba en peligro en el mundo del que provenía- Esta ciudad no tiene mucha vegetación, si te consigues uno, mejor que lo hechices o algo para que pueda defenderse de necesitarlo- añadió  con objetividad una animal que no fuera capaz de defenderse, o no tuviera alguna habilidad no sobreviviría en la ciudad, menos si como imaginaba Enredo pretendía tenerlo con el la mayoría del tiempo.

-F.O.N.E.R.A. debe ser triste si todos los animales quieren matarte, en la tierra tenemos muchos como mascotas, y la gran mayoría no suelen atacar sin motivo, ya sea que les molestes o algo así. Los animales de aquí son.... excepciones, guardan mucho parecido con los terrestres y sin embargo se nota que han sufrido cambios mágicos.- respondí al cambiante.- Su alimentación no será problema, en Serpentaria hay mucha verdura y mira, dice aquí que si crecen en cautividad pueden comer algo de carne, de todas formas me viene bien que sea así ya que no creo que se meta con Sombra. Pienso comprarlo, a Giz, de los cuchitrileros, parece que se dedica a la genemagia así que intentare pedirle uno.- hice una pausa mientras pensaba en lo ultimo que dijo DL.- No creo que el animal vaya a salir mucho de Serpentaria, de todas formas tienes razón, seguramente le encante un collar que le proteja.

Seguí hojeando el libro por si acaso me había saltado un animal que me gustase mas pero no pareció ser el caso. Con todo la afirmación del foner sobre su mundo me hizo darme cuenta de lo poco que sabía de él, así que decidí preguntarle.

-DL, ¿cómo es tu mundo? ¿que hacías antes de venir?, es que acabo de darme cuenta de que apenas se nada de tu mundo ni de como funciona.

La explicación de Enredo de conseguiría al bichillo peludo lo dejo satisfecho, ya que conseguía a os del cuchitril y había sido Giz si no recordaba mal el que lo ayudo cuando se transformo colocándole un espejo. No lo había vuelto a ver desde ese día así que el sabe que estudiaba genemagia era un dato nuevo bastante interesante.

-Cuando vayas a ver a Giz me gustaría acompañarte, a ser posible- comento mientras miraba algún os libros con interés y distracción, de ellos había sacado muchas ideas para sus cambios, era una gran fuente de información e imágenes. No se espero que Enredo comenzara a preguntarle sobre F.O.N.E.R.A en aquellos momentos, recordaba haber mencionado diversas cosas de su mundo antes pero igualmente satisfizo la curiosidad del brujo mientras seguía ojeando un libro con criaturas mitad aves mitad reptil.

-Donde yo vivía una cúpula cubría lo que aquí es el cielo, se trataba de una gigantesca ciudad del tamaño de un continente, dividida en sectores dependiendo de las castas y muy avanzada tecnológicamente. No podías dar mas de dos pasos sin que te grabaran, si que un alarma saltara, sin que tuvieras que meter algún código...seguridad y vigilancia sobre todo. - continuo explicándole un poco sobre las otras razas de la ciudad y a que criaturas se parecían que fueran del conocimiento del brujo. Así como de la peligrosidad que significa esa zona debido a lo túneles que formaban el alcantarillado, contándole resumidamente lo que el sabia o había visto, nada mas- En cuanto a mi, estudiaba informática, aunque también por mi cuenta estudie un poco de libros de biología y medicina por simple curiosidad. En F.O.N.E.R.A, tienes un trabajo asignado desde el momento en el que abres lo ojos y estudias para ello, no puedes escoger- añadió mientras cerraba el libro y realizaba el hechizo de levitación sobre si mismo para comenzar a ojear los libros de las estanterías mas altas sin mencionar mucho mas de su mundo. Dudaba que fuera importante añadir lo de que todos eran estériles y que eran creados artificialmente. Aquello ya no es que importase mucho en su realidad actual.

-Oh, a mi no me importa que vengas, es mas, no me importaría tener algo de compañía. Es que hay que entrar en el castillo, y me da un poco de.... respeto,- me reí un poco mientras lo explicaba,- Sé que suena tonto, pero el castillo de cerca tiene que imponer. Iré esta tarde, si quieres te puedes quedar a comer en Serpentaria y luego me acompañas, ¿qué te parece?

Escuché la explicación del foner sobre su mundo y me quedé un poco sorprendido.

-Suena agobiante, quiero decir, ¿para que tanto control? Deberían dejar elegir a la gente lo qe quieren hacer. Y oye, por curiosidad ¿como funciona eso de la clonación? Quiero decir, ya me pareció raro cuando no te vi el ombligo en la playa y recabé un poco de información. La verdad es que estuve un rato en shock. Oh, ¿y cómo eligen quién debe hacer qué?-pregunté con un brillo curioso en los ojos.- Lo cierto es que informático no parece una mala profesión, pero por lo demás no me gustaría vivir allí.-afirmé mientras negaba con la cabeza.

Acepto lo de ir a comer a Serpentaria de paso  sin mucho problema, hacia algún tiempo que no comía allí debido a los entrenamientos. La curiosidad de Enredo por otra parte, no estaba saciada aun y DL lo observo desde lo alto bajando lentamente hasta su altura con un libro que había cogido.

-Por eso existe un grupo de rebeldes, que no están de acuerdos con la división por castas y el excesivo control, entre otras cosas. Yo pertenecía a este - añadió pasando las paginas del libro que había cogido, observando las criaturas que allí aparecían con interés. Aunque este se sustituyo al escuchar las palabras de Enredo levantando la vista del libro para verlo- Supongo que algo similar debe existir en tu mundo si sabes lo que es un clon -aquello de algún modo facilitaba la explicación- Los foner somos todos estériles, hombres y mujeres, somos creados dependiendo de lo que falte en la sociedad. Si necesitan mas gente para lo trabajos sucios, forman rojos y negros, si es para trabajos de un rango medio con cierta importancia, entonces son los amarillos y verdes. Los blancos son la casta superior, son muy pocos y forman el consejo de F.ON.E.R.A y justo debajo de estos esta la casta azul.- la curiosidad de Enredo sobre su mundo era bastante entretenida, peor no es como si tuviera grandes cosas buenas que decir de este, por algo había querido huir de el.

-No me gustaba vivir así, con un vida limitada y condicionada por otros, por eso no fue difícil que me cosecharan. Quería irme de allí -añadió mirando a Enredo sonrió tranquilamente- Si me dieran a elegir entre volver a mi mundo y quedarme, preferiría quedarme mil veces, prefiero los monstruos de este sitio que el vivir en una prisión.- respondió tranquilamente dejando el libro donde estaba y estirándose un poco mirando al brujo atentamente-Y deberíamos irnos ya, si ya obtuviste lo que necesitabas, ¿no crees?

-¿Pertenecías a la resistencia? Guau, eras peleón ya de joven,- dije riéndome en voz baja no fuera a echarnos el bibliotecario.- Sí, la clonación es posible en la Tierra, pero no es ética ni moral por lo que no se usa.- le expliqué.- No me extraña que te quisieras ir, menuda forma de etiquetar a la sociedad.

Asentí cuando el foner dijo de marcharnos ya, me llevé el libro conmigo para indicarle al genemago el animal que quería, saliendo por la puerta me surgio otra duda.

-Y oye, ¿si sois estériles como es que se puede crear mas? ¿simplemente con células sueltas vale?,- sentía curiosidad por algo que en mi mundo no se hacía y por sus efectos.

Sigue en la Torre Serpentaria.

Resultaba curioso ver como Enredo parecía emocionarse con su explicación, pero estuvo de acuerdo en ponerse en camino a Serpentaria, aunque una de sus fracs le hizo mirarlo distraidamente.

-En realidad en años de fonera tendría mucho menos años de lo que crees- añadió sonriendo con cierto tono de burla-Y sobre lo otro, nunca me interese mucho en el tema, así que no sabría explciartelo con exactitud. No creo que sea algo que los científicos vayan publicando por ahí, si cualquiera supiera como crearnos, no habría castas diferentes ¿no crees?- añado saliendo de la biblioteca con el libro que Enredo había cogido.

Sigue en la Torre Serpentaria.

Caminamos hacia la biblioteca intercambiando palabras con los chicos de Sendar. Gart y Manaminioso krunchy son mas dicharacheros que Nara y Naeleth. La chica de pelo gris no da mucho tema de conversacón por lo que me mantengo en medio del grupo intentando captar lo que ocurre a mi alrededor.

La cara de concentración de Nara me hace sonreir y aminorar mi paso para que el chico grande me alcance comenzamdo a hablarle sin mirarlo. -Deberias relajarte señor hombre serio. Hemos hecho este camino muchas veces.- Digo sonriendo dulcemente aunque de manera firme. -¿Que venis buscando? ¿Sabeis algo de la cosa esa que llaman luna roja?- Al terminar la frase carraspeo y señalo enfrente nuestra. -¿Ves? La biblioteca no esta lejos de nuestra casa. Sonrie hombre que ya estamos lle..- Un repentino gallo sale de las profundidades de mi garganta por lo que dejo la frase a medias y suelto un pequeña risa negando con la cabeza rascandome la garganta mientras que le doy un pequeño golpe en el hombro al chico y señalo con la cabeza el edificio.

Antes de salir, Krunchy dijo algo curioso: magia de portales. ¿Qué sabía él que no sabíamos nosotros? <<¿Y quién me asegura que los míos no mientan o guarden datos?>> Pero a nadie más pareció sorprenderle, al menos no de los sendarios, así que decidí "asaltarle" en la biblioteca o al acabar allí.

El camino fue tranquilo, al menos. Aunque casi al final de este escuché a la daeliciana decir algo totalmente incoherente. Me acerqué a la chica, que parecía intentar convencer de lo que decía a Nara. <<¡Será tonta!>>

—¡Kora! ¿En serio? ¿Te has olvidado ya de las trampas o de lo que nos atacó en la casa de los espejos? ¿O del invisible que se nos coló y que podría estar cerca? No estamos tan locos como ella, Nara, te lo aseguro.—resoplé.

Me callé porque vi la Biblioteca al final de la calle. Por eso mismo me apresuré a entrar. <<Hechizos para bloquear poltergueists y otras criaturas, de paso. Algo que les impida entrar en nuestro torreón>> pensaba repetidas veces mientras esperaba a que entrasen los demás. Una vez ambos grupos estuvieron dentro, me dirigí a estos:
—Yo voy a buscar algo para impedir que nos entren poltergueists al torreón. O cualquier bicho que quiera hacernos algo. Llevo mi bloc de notas para apuntar lo que encuentre. Suerte con lo vuestro.

Y ya que había hecho referencia a Tolkien, qué mejor que pensar <<vamos, Gandalf, hay que investigar sobre el misterioso anillo de Bilbo>> Me dirigí hacia donde recordaba que encontramos el libro de magia y allí empecé a leer títulos y títulos... <<¿No podría haber un ordenador mágico que te busque las palabras clave?>> Pensaba, pues estaba claro que mi búsqueda era demasiado amplia. <<¿Hechizos que impidan acceso a lugares?>> Más vueltas y vueltas. <<No puedo buscar hechizos a secas... ¿Hechizos relacionados con lugares, sin más?>>

—Bingo.
Fui encontrando varios tomos, ligeros y pesados, en rocavarancolés o en otros dialectos. Algunos se movían y otros no, pero eso era lo de menos. Cogí los más prometedores y me agencié una mesa de trabajo. <<A ver...>> En varias ocasiones tuve que releer entre susurros un fragmento por no creérmelo, como:

—"Convierta su guarida en infranqueable con esta suerte de encantamientos sangrientos que reducirán a cenizas cualquier rastro de vida que intente pasar... Blablabla... Necesitará veinte hechiceros centenarios y dibujar un círculo en torno a su guarida con sangre de sus peores enemigos..." ¿En serio? Algo menos... imposible y cafre, por favor.

Pero al fin di con uno mucho más sencillo y sin tanto trabajo.
—"Establece un perímetro alrededor de una zona, y avisa al mago al instante si alguien lo traspasa." Es facilito, ¿no? A ver las instrucciones... Mira, al menos no me pide que traiga a nadie en sacrificio a nadie o algo así.

Mi idea era hacerlo alrededor de la misma mesa de trabajo que había usado y probarlo trayendo a alguno del grupo. Pero o bien no seguía bien las instrucciones o bien era de esos que sencillamente no podía. La pega era que Dhelian y yo éramos quienes hacíamos más hechizos, porque Álvaro había probado algunos nuestros y no podía... Pues nada, habrá que buscar a los veinte vampiros esos...>> pensé, olvidándome de cierto detalle. <<"Establece un perímetro"... ¿Y si estos son con varios magos para hacer el perímetro? ¿Podríamos probar los tres? A saber>> Por eso, lo apunté en la libreta, y luego seguí buscando, por si encontraba otro.

Tras aceptar el colocar las hechizo de protección en todos antes de salir, recordándose de paso en mostrarse mas tarde a Ozzchreanos se pusieron en camino, no sin antes tomar sus dagas, sus cristales y tener a buen recaudo su cuaderno en su riñonera. Al parecer le había caído bastante bien al chico de habla curiosa y cabellos oro, pues estuvo tironeando e el todo el camino casi logrando en alguna ocasión que Dhelian se fuera de cara contra el suelo y salvándose por los pelos. Dhelian no se quejo le resultaba un personaje curioso y divertido, no muy acostumbrado a que alguien pareciera tan feliz de verle.

Finalmente tras ajetreo y vigilancia para posibles ataques fortuitos llegaron ala Biblioteca y comenzaron a perderse por las estanterías. Alice se tomo su parte del trabajo para buscar formas de que los poltergeist no se colaran en el torreón así que Dhelian se tomo como principal el buscar sobre esa Luna Roja.

-Creo que yo buscare...sobre la luna roja, nos vemos luego aquí- anuncio el daeliciano perdiéndose entre las altas estanterías. Comenzó a mirar por las estanterías mas a su alcance, buscar sobre algo especifico entre libros con idiomas inentendibles o que intentaban morderte al cogerlos era un dolor. Otra cosa era encontrarse títulos tan bizarros e inútiles como el mencionado <<Como hacer brillar tu lunar en la oscuridad>>. Quien iba a necesitar algo tan estúpido era incomprensible, igual que lo era el buscar sobre la Luna roja tal cual. Ojeo libros tras libros encontrándose cosas raras a mansalva peor nada que dijera algo sobre la luna roja que le interesaba "A ver, otro punto de vista...la Luna roja es algo de este mundo... a juzgar por lo dicho por Tap ocurrió hace un tiempo y dio por supuesto que ocurrirá de nuevo...así que es algo que pasa a menudo. Tal vez en algún libro de historia de la ciudad" pensó rascándose la barbilla cambiando la zona de las estanterías buscando la zona de historia. Tochos casi igual de gruesos que el le dieron la bienvenida y Dhelian gimió por lo bajo sufriendo solo al verlos, pero se armo de valor y comenzó a buscar en aquellos que fueran legibles muy pocos en realidad. Encontró cosas extrañas, sobre guerras con menciones a seres extraños.

Estaba ya perdiendo la fe en encontrar algo tras haberse mirado una buena cantidad de libros cuando encontró un manuscrito bastante deshecho, tenia algunas cosas inentendible so borradas pero lo que le interesaba venia. Se mencionaba la Luna Roja, algo que ocurría anualmente en la ciudad, que producía una gran aumento de la magia y que proporcionaba cambios en sus habitantes.

-Vale...cambio...eso es muy poco especifico- murmuro Dhelian con cierta desilucion, había mas escrito pero era prácticamente ilegible. Su búsqueda no le había dado mucho salvo que esa luna era anual y que provocaba algo en los que vivían en la ciudad, el que, no tenia ni idea. "Si unimos esta escasa información con lo dicho por Tap, eso de los cambios de los habitantes...¿solo es para los cosechados?" pensó confundido ya que según Tap la luna roja vendría y ellos se tranformarian. ¿Transformarse en que? ¿Aquello era posible de todos modos? Leer sobre el tema solo daba mas preguntas que respuestas y empezaban a darle dolor de cabeza, aun así busco un poco obteniendo apenas algo mas de información. Terminando con eso, fue en busca de Alice a ayudarle con su parte, encontrándola concentrada en los libros.

-¿Tuviste suerte en tu busqueda?- murmuro llamando su atención viendo con curiosidad el libro que la humana estaba ojeando, leyendo muy por encima sobre ese hechizo llamado cordón algo, no podía verlo bien a esa distancia- ¿Crees que podríamos...mm ya sabes...realizarlo?- pregunto con duda, ya que tanto el como ella se habían topado con hechizos que no podían realizar.

Recibo con desanimo la noticia de que tan solo Keiriarei y yo somos las únicas ulteranas de los torreones. El grupo decide ir a la biblioteca y en un principio me planteo el no ir ya que son un grupo bastante nutrido sin embargo acabo yendo ya que no me fío del todo del otro grupo. Parecían buena gente pero también lo parecían Xalkoth o Yrfy en su momento. Así que sólo por precaución.

Apenas hablo en el camino y solo a lo que me preguntan, escucho las conversaciones y voy mas atenta a los potenciales peligros que a mis compañeros en sí. Por suerte nada nos sale al paso ni hay ningún tipo de trampa.

Dentro de la biblioteca cada uno va a sus cosas y yo también. De hecho tenía que buscar una cosa relacionada con aquel ser. Necesitaba saber si realmente era invulnerable o no. En libros relacionados con fantasmas del mundo de Alice encuentro el término y lo que puede hacer. <<Realmente sí es un fantasma, ¿y como coño lo combato? Quizá hay alguna forma mágica, mal que me pese esa parece ser la única forma de poder defenderse de él y si no la hay..... no sé cómo voy a protegerlos si vuelve a aparecer. A ver, la sección mágica.....>>.

Me paseo entre las estanterías repletas de libros en busca de algo mágico. Más tarde que pronto entro en un pasillo donde hay un libro que dice: "Runas, la magia escrita". Runas, he escuchado eso antes por lo que cojo el libro y busco a la humana.

-Alice,- digo sentándome a su lado,- mira esto. ¿Podría sernos útil algo de lo que pone aquí?

Al poco rato Dhelian me sobresaltó con una pregunta. Di un respingo y me giré en la silla.
—Más o menos... Encontré uno para proteger el torreón, pero a mí no me sale. Mira, es este.

Cerré el tomo que tenía entre manos y cogí el del hechizo de alarma. Sura también había encontrado algo, pero al no ser, aparentemente, tan necesario como lo que buscaba, le pedí que esperase un momento.

—Este es. Creo que...—pero me corté al ver aparecer a Naeleth. La chica dijo algo sumamente valioso, además de darnos otro nombre de algún compañero.—¿Gres? Entonces un solo mago es suficiente...—<<O bien necesito más práctica o bien definitivamente va por niveles la cosa.¿Si quieres? Claro que quiero, chiquilla>>—¡Claro! Uy, perdón, estamos en una biblioteca... Shh más bajito. Sí, claro, si tu compañero (o compañera) accede, nos vendría bien. Gracias.—le dije.

<<A ver lo de Sura... ¿Runas? Así inscribían hechizos en algunos juegos...>>
—Su turno, señorita. Si esto sigue así, exijo una pipa y un gorro de punta al estilo mago.—bromeé procurando no alzar mucho la voz.—A ver... en mi tierra, los libros y juegos de magia mencionan las runas. Normalmente servían para inscribir un hechizo y activarlos a voluntad cumpliendo alguna condición...

Fui bajando la voz gradualmente según pasaba las páginas. Sabía que algunas de las cosas que mostraba no podríamos hacerlas, pero la posibilidad de expandir los límites de la magia de que disponíamos me bastaba. Al poco levanté la mirada hacia la ulterana y asentí con fuerza varias veces.
—Sí que sirve, sí. Y mucho. La pega... ¿De nuestro torreón todos teníamos libro ya?

Las palabras de  Krunchy's resultaron curiosas para Dhelian pues no había pensado en eso, en el hecho de que con la luna roja se volvería mas poderosos, era una buena noticia dentro de lo que cabía. Ya con Alice ella le mostró el hechizo que había encontrado llegando a su vez a tiempo de oír a Naeleth mencionar a aun nuevo compañero capaz de hacer ese hechizo. Dhelian tomo el libro mirándolo atentamente leyéndolo y escribiéndolo en su cuaderno para tenerlo en casa de que no pudieran llevarse el libro. Menos ahora que Surasara había encontrado un libro sobre runas, algo desconocido para el daeliciano pero cuya explicación de Alice atrajo su atención.

-Las runas...¿son dibujos con letras, no?- pregunto Dhelian curioso y un poco extrañado observando por encima del hombro de la ulterana el mencionado libro de runas con autentico interés. Un interés que parecía llegar al mismo nivel que el que tenia Alice. Por ello no dudo en responder cuando esta menciono si quedaba alguien que no tuviera libro.

-Ozzchreanos no cogió libro -toco el hombro de la humana para atraer su atención tras decir aquello Tomando en un momento el libro prestado para observar mas de cerca alguna de las runas y el significado de cada unos de ese curiosos símbolos-Deberíamos pedirle a Ozzchreanos que lo saque, podría sernos muy útil- susurro de vuelta mirándolas incomodo aunque deseando poder ver que cosas hacían esas runas. Dicho eso busco al ochrorio por la biblioteca llevando el libro de runas para enseñárselo, el hechizo de protección que Alice encontró lo tenia escrito en su cuaderno y Naeleth había dicho de preguntarle a su compañero para que les contara, a sí que en esa parte estaban cubiertos.

-Ozzchreanos mmm...¿podrías coger este sobre runas mágicas?- pregunto inseguro mostrandole el libro al  ochrorio para que lo viera y ver si accedía a que pudiera llevárselo- Solo podemos...tomar un libro por persona y aquí solo tu no tienes. - sus palabras parecieron convencer al ochrorio pues acepto el sacar el libro, Dhelian le sonrió ya dirigiéndose a la salida de la biblioteca. Tenia el hechizo para protegerse el torreón, un libro de runas y la escasa información sobre la luna roja, no quedaba mucho mas que hacer allí. Espero a que todos hubiera tomado o leído lo que necesitaran antes de ponerse en camino hacia el torreón.

Sigue en el Torreón Letargo.

Espero a que la humana acabe lo que está haciendo y le muestro el libro. Lo mira y remira y finalmente dice que nos servirá.

-Me alegro de haber encontrado algo útil.- respondo con una sonrisa.- Ya sabes que no se me dan bien estas cosas mágicas.- <<En parte porque no me interesan y en parte porque no las entiendo>>.- Pues de los que estamos aquí solo Ozz, sí. En el torreón hay más gente sin él, pero como no obliguemos a Talento a venir a por uno... Y de Yrfy ya ni hablemos, porque a ese del sótano no lo sacamos ni con agua caliente.- respondo sonriente.

Ozzchreanos acepta sacar el libro y pronto llega Gart diciéndole a la chica que se tienen que ir.

-De hecho también deberíamos irnos.

Nos ponemos en marcha y nos despedimos de los sendarios.

-Seguro que nos volvemos a ver,- le respondo al chico.- Es posible que la próxima vez os visitemos nosotros a vosotros.

Sigue en el Torreón Letargo.

—Yo no diría dibujos con letras... Creo que son letras en sí, es como otro idioma. Por ejemplo, en libros de fantasía puede haber razas que se comunique con runas.—respondí a Dhelian sin mirarle.

Naeleth me corrigió, como hiciera Gart antes con otros compañeros. <<Gres: compañera. ¿La otra vez? Eran... Arza, Gart y Gres, claro. ¡Un fallo lo tiene cualquiera!>> En consecuencia, dejé caer la cabeza y la sacudí a un lado y a otro, negando. Luego miré a la chica y sonreí a medias.

—Ay, perdón, perdón... Gres, Gres, Gres.—y entonces me di un palmetazo en la frente, recordando cómo era.—Ay, claro, Gres, la de las escamas irisadas. Por todos los dioses, qué tonta. Al próximo que se me olvide, haré eso: ponerle algo al nombre para recordarle. Por ejemplo... Dhelian, el andrógino. No suena nada épico pero como ejemplo sirve.—bromeé.

Pero el chico no estaba prestando atención en ese momento. En su lugar, estaba hablando con Oz para que se llevara el libro.

—Yrfy, el fanático. Talento, el nazi.—fui diciendo según Sura los mencionaba.

El daeliciano acabó y el otro accedió así que asunto zanjado lo del libro <<¡Bien!>> De la nada apareció Gart a toda velocidad hasta que se estampó con Naeleth.
—Gart, el draconiano. Naeleth, la del bello nombre. Sí, mejor nos vamos también.—respondí a Sura.

Nos juntamos todos y, tras impedir que Krunchy se llevara un libro un tanto inservible, Nara se despidió finalmente.
—Nara, el capitán obvio. No os libraréis de nosotros tan fácilmente, ya nos veremos.—me despedí con una sonrisa y un gesto de la mano.—A casa, grumetillos.

Sigue en el Torreón Letargo.