Página 1 de 3. • 1, 2, 3
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Entre sedas y tules
06/09/23, 12:58 pm
—Y por eso Anna es mi princesa Disney favorita —remató con ilusión. El niño cambió de postura, moviendo sin querer un poco el colchón donde se encontraban todos y quedando ahora hacia arriba, con un cielo de mentira haciendo de cabaña. Se encontraba apretujado entre Ethan y Damian, pero eso no le impedía mantener una conversación también con Nohlem, que yacía un poco más allá. Acababa de relatarles todo un monólogo de por qué Anna era mucho más valiente y mejor princesa que su hermana mayor, ya que aunque carecía de poderes eso nunca fue excusa para tratar mal a sus seres queridos. Incluso demostró tener gran coraje al adentrarse en el bosque nevado para hacer que Elsa regresara a Arendelle—. Bueno y porque… Kristoff es tan tan… guapo… —susurró con un tono meloso. Aquel hombretón rubio y tonto hacía que se derritiera como una tarta de sirope olvidada al sol.
Sonrió, arropado por la compañía. No era la primera vez que dormían juntos, pero quizá sí la primera que hablaban tanto pues las primeras noches cayeron rendidos a penas sus mejillas rozaron la almohada. Pronto descubrió que ese refugio parecía tener luz propia, alumbraba sin la necesidad de antorchas. La oscuridad y el silencio era total en la ciudad, pero en ese momento el temor estaba guardado bajo llave.
Apretó con suavidad uno de los brazos del medio japonés mientras sus ojos imaginaban estrellas relucir entre las cortinas.
—Seguro que por aquí debe estar mi príncipe azul, esperando en alguna parte… —dijo con tono soñador. En cambio, la melancolía fingida le duró poco y pronto una parte de él que solo mostraba a las personas que le apreciaban salió a flote. Una risita tenue emigró de su boca en forma de susurro. Estaba emocionado, pero no deseaba despertar a nadie—. ¡Aunque la princesa destinada para Ethan está entre mis hermanas! Seguro segurísimo, algunas de ellas caerían rendidas si les regalas una rosa de papel —no hacía especial frío aquella madrugada, pero la brisa que entraba por las troneras fue suficiente para que Aniol se tapara con la sábana hasta el cuello, y luego subiera para ocultar su boca, casi como si quisiera disimular que aquel tema le divertía demasiado—. A menos… claro… —se regodeó, incorporándose hasta quedar sentando y buscando la complicidad de Nohlem y Damian—. Que… Ethan ya tenga novia en casa. ¡O esté enamorado de una de las chicas del torreón! ¿Te gusta Kalnaaaaa a que sí? He visto que te preocupas mucho por sus heridas...
Sonrió, arropado por la compañía. No era la primera vez que dormían juntos, pero quizá sí la primera que hablaban tanto pues las primeras noches cayeron rendidos a penas sus mejillas rozaron la almohada. Pronto descubrió que ese refugio parecía tener luz propia, alumbraba sin la necesidad de antorchas. La oscuridad y el silencio era total en la ciudad, pero en ese momento el temor estaba guardado bajo llave.
Apretó con suavidad uno de los brazos del medio japonés mientras sus ojos imaginaban estrellas relucir entre las cortinas.
—Seguro que por aquí debe estar mi príncipe azul, esperando en alguna parte… —dijo con tono soñador. En cambio, la melancolía fingida le duró poco y pronto una parte de él que solo mostraba a las personas que le apreciaban salió a flote. Una risita tenue emigró de su boca en forma de susurro. Estaba emocionado, pero no deseaba despertar a nadie—. ¡Aunque la princesa destinada para Ethan está entre mis hermanas! Seguro segurísimo, algunas de ellas caerían rendidas si les regalas una rosa de papel —no hacía especial frío aquella madrugada, pero la brisa que entraba por las troneras fue suficiente para que Aniol se tapara con la sábana hasta el cuello, y luego subiera para ocultar su boca, casi como si quisiera disimular que aquel tema le divertía demasiado—. A menos… claro… —se regodeó, incorporándose hasta quedar sentando y buscando la complicidad de Nohlem y Damian—. Que… Ethan ya tenga novia en casa. ¡O esté enamorado de una de las chicas del torreón! ¿Te gusta Kalnaaaaa a que sí? He visto que te preocupas mucho por sus heridas...
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Entre sedas y tules
06/09/23, 01:53 pm
La cara del italiano no era solo un poema, era un verdadero libro completo con portada y todo. No entendía ni media de lo que Aniol estaba contando y lo dejó hablar sobre ello, teniendo esperanzas de entender un poquito. Pero… ¿Princesa Disney? Sabía que era una princesa pero, ¿hablar de princesas favoritas? No se conocía ninguna, esperó que esa tal Anna fuese guapa al menos.
Lo que sí que le hizo girar la cabeza en confusión fue la mención de Kristoff y lo, ¿lo guapo que era? Se echó en el hombro de Nohlem, pensativo con ello y aun más confundido con lo del príncipe azul ya que tuvo en su cabeza una visión exageradamente literal de un príncipe con su corona, su vestimenta y tal pero con la tez azul chillón.
—¡Oh! ¡¿Tienes hermanas?! ¡Que guay, yo no tengo de eso! —al fin algo que entendía, emocionado por imaginar el escenario. Solo conocía de ejemplo a los hermanos trapecistas del circo, se llevaban genial y su sincronía en las funciones era magistral. Sin embargo se buscaban las cosquillas de vez en cuando cosa que llegaban a peleas que con el tiempo perdonaban y ahí seguían de vuelta a su buena relación—. ¡Si alguna es guapa puede que Ethan la conquiste! ¡O-o Nohlem también se lleve otra! —alzó las cejas con un tinte sugerente y los párpados bajos a ambos, divertido con el tema de conversación.
Cuando Aniol insertó a Kalna en la ecuación, Damián abrió mucho la boca sorprendido y se llevó las manos a la cabeza.
—¡Jajajsjaja! ¡Le molaaa Kalnaa! ¡Le molaaa Kalnaa! La verdad es que es una pedazo de tía, no te despistes que al final otro se la camela y te la van a robar soldado… —se terminó uniendo a Aniol de rebote, agarrando el humor picantón con mucho gusto y dando ligeras palmaditas al hombro de Ethan.
Lo que sí que le hizo girar la cabeza en confusión fue la mención de Kristoff y lo, ¿lo guapo que era? Se echó en el hombro de Nohlem, pensativo con ello y aun más confundido con lo del príncipe azul ya que tuvo en su cabeza una visión exageradamente literal de un príncipe con su corona, su vestimenta y tal pero con la tez azul chillón.
—¡Oh! ¡¿Tienes hermanas?! ¡Que guay, yo no tengo de eso! —al fin algo que entendía, emocionado por imaginar el escenario. Solo conocía de ejemplo a los hermanos trapecistas del circo, se llevaban genial y su sincronía en las funciones era magistral. Sin embargo se buscaban las cosquillas de vez en cuando cosa que llegaban a peleas que con el tiempo perdonaban y ahí seguían de vuelta a su buena relación—. ¡Si alguna es guapa puede que Ethan la conquiste! ¡O-o Nohlem también se lleve otra! —alzó las cejas con un tinte sugerente y los párpados bajos a ambos, divertido con el tema de conversación.
Cuando Aniol insertó a Kalna en la ecuación, Damián abrió mucho la boca sorprendido y se llevó las manos a la cabeza.
—¡Jajajsjaja! ¡Le molaaa Kalnaa! ¡Le molaaa Kalnaa! La verdad es que es una pedazo de tía, no te despistes que al final otro se la camela y te la van a robar soldado… —se terminó uniendo a Aniol de rebote, agarrando el humor picantón con mucho gusto y dando ligeras palmaditas al hombro de Ethan.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Entre sedas y tules
06/09/23, 06:04 pm
Disney tenía que ser una nación antiquísima para tener semejante cantidad de princesas, una súper importante para que alguien tan joven las conociera a todas por su nombre. O eso pensaba hasta que Aniol habló de castillos de hielo y poderes mágicos, momento en el que comprendió que quizás eran cuentos y no hechos históricos a los que se refería. A lo mejor por eso le gustaban tantísimo.
—Vaya. Bueno, pero claro, por lo que dices Elsa es reina, no princesa, ¿no? Si sus padres ya no están… —¿por qué estaba tan metido en la conversación?—. A mi esa tal Jazmín me ha gustado.
Aún con tres humanos al lado e imaginando con los ojos abiertos, no podía evitar que a ninguno de los personajes que Aniol había descrito les faltasen rasgos varmanos. Elsa y Anna eran baleras, por supuesto. Jazmín granta, y Rapunzel… ¿okae o-? La conversación viró más rápido que sus cavilaciones, y es que entre los dos pequeños vieron óptimo arrinconar a Ethan ofreciéndole no solo a las hermanas de Aniol como pareja, sino a la mismísima Kalna. Nohlem se mordió un moflete por dentro para no reírse ahí mismo, e inclinó la cabeza en una breve reverencia cuando Damian le sumó en el juego.
—¡Hombre!, si me lo propongo yo las conquisto a todas —dijo con fanfarronería—. Eso si les gustan los chicos muy exóticos, claro.
Miró de refilón a Ethan, preguntándose con sorna como de mucho querría que la tierra se lo tragase en ese instante. Cuando el rubio dejó de estar apoyado sobre él el granta aprovechó para girarse y tener mejor perspectiva. Podía echarle un cable o divertirse a su costa. ¿Por qué no los dos?
—Hmmm, no sé, no séeee… —echó la vista arriba, rascándose la barbilla de modo pensativo—. Yo creo que Kalna es mucha mujer para Ethan.
Pero vamos, por poca que fuera ya con ser mujer era suficiente. Cuando sus miradas se cruzaron alzó las cejas rápidamente con una sonrisa de medio lado.
—No lo termino yo de ver, eh.
—Vaya. Bueno, pero claro, por lo que dices Elsa es reina, no princesa, ¿no? Si sus padres ya no están… —¿por qué estaba tan metido en la conversación?—. A mi esa tal Jazmín me ha gustado.
Aún con tres humanos al lado e imaginando con los ojos abiertos, no podía evitar que a ninguno de los personajes que Aniol había descrito les faltasen rasgos varmanos. Elsa y Anna eran baleras, por supuesto. Jazmín granta, y Rapunzel… ¿okae o-? La conversación viró más rápido que sus cavilaciones, y es que entre los dos pequeños vieron óptimo arrinconar a Ethan ofreciéndole no solo a las hermanas de Aniol como pareja, sino a la mismísima Kalna. Nohlem se mordió un moflete por dentro para no reírse ahí mismo, e inclinó la cabeza en una breve reverencia cuando Damian le sumó en el juego.
—¡Hombre!, si me lo propongo yo las conquisto a todas —dijo con fanfarronería—. Eso si les gustan los chicos muy exóticos, claro.
Miró de refilón a Ethan, preguntándose con sorna como de mucho querría que la tierra se lo tragase en ese instante. Cuando el rubio dejó de estar apoyado sobre él el granta aprovechó para girarse y tener mejor perspectiva. Podía echarle un cable o divertirse a su costa. ¿Por qué no los dos?
—Hmmm, no sé, no séeee… —echó la vista arriba, rascándose la barbilla de modo pensativo—. Yo creo que Kalna es mucha mujer para Ethan.
Pero vamos, por poca que fuera ya con ser mujer era suficiente. Cuando sus miradas se cruzaron alzó las cejas rápidamente con una sonrisa de medio lado.
—No lo termino yo de ver, eh.
- ♪♫♬:
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Entre sedas y tules
06/09/23, 06:39 pm
-Ah, pues mi favorita era Mulán. Anna y Elsa me pillaron ya demasiado mayor aunque sus canciones son temazos.
Ethan estaba ladeado, apoyado sobre uno de sus codos y con la mano reposando en forma de puño medio abierto sobre su mejilla. Escuchaba entretenido hablar de princesas a pesar de que nunca había sido específicamente fan. Mulan le gustaba por la acción y porque para qué engañarnos, tanto ella haciéndose pasar por hombre como su pareja habían formado un papel protagonista en su despertar. Era de envidiar lo claro que tenía sus gustos Aniol para tan corta edad, le traía añoranzas a cuando en su infancia les contó con extrema ilusión a sus padres que Jake Long era su novio, sí, eso había sido una salida de armario bastante temprana.
Un armario en el que con los años se acostumbró a quedarse en el marco, no es que escondiera su sexualidad pero tampoco era capaz de hacer alarde de ella. En Londres no era tan común como en otras partes de Europa y si bien no había sufrido ninguna situación que le hiciera ser precavido, simplemente lo era por naturaleza, valoraba esa intimidad. Ahora bien, en momentos así donde su timidez, educación y una imagen bastante heteronormativa eran una completa contra se veía atrapado en una tesitura de la que no sabía salir.
-N- no, no tengo novia.- Intento aclarar apurado nada más el tema salió a la luz. Una frase que se sintió como una hoja intentando parar un huracán, pues tan rápido le estaban buscando novia como ahora le asignaban directamente una, ¡Y no cualquiera, Kalna ni más ni menos! Quería morirse.
Se reajustó en el sitio, elevando la cabeza para ver las reacciones de todos a medida que un color rojo intenso le envolvía el rostro sin saber qué decir. Al balbuceo inicial le siguieron varios ¨No¨ inconexos, atropellados a cada nueva leña que tiraban al fuego. Hasta Nohlem se había unido con una sonrisa picaresca en el rostro, un complot que conseguía sacarle todos los colores a relucir.
-¡Nonono, no me gusta Kalna! -El titubeo en su voz ante la alarma no le dejaba en mejor lugar, mucho menos que al ser incapaz de soportar la oleada de vergüenza había vuelto a recostarse sobre la cama, buscando huir de cualquier mirada. -Vale que sea fuerte y no digo que no sea guapa pero no…. no. No. ¿No que Nohlem las conquista a todas? Pues ale, tiene 3 perfectas a las que engatusar.
Ethan estaba ladeado, apoyado sobre uno de sus codos y con la mano reposando en forma de puño medio abierto sobre su mejilla. Escuchaba entretenido hablar de princesas a pesar de que nunca había sido específicamente fan. Mulan le gustaba por la acción y porque para qué engañarnos, tanto ella haciéndose pasar por hombre como su pareja habían formado un papel protagonista en su despertar. Era de envidiar lo claro que tenía sus gustos Aniol para tan corta edad, le traía añoranzas a cuando en su infancia les contó con extrema ilusión a sus padres que Jake Long era su novio, sí, eso había sido una salida de armario bastante temprana.
Un armario en el que con los años se acostumbró a quedarse en el marco, no es que escondiera su sexualidad pero tampoco era capaz de hacer alarde de ella. En Londres no era tan común como en otras partes de Europa y si bien no había sufrido ninguna situación que le hiciera ser precavido, simplemente lo era por naturaleza, valoraba esa intimidad. Ahora bien, en momentos así donde su timidez, educación y una imagen bastante heteronormativa eran una completa contra se veía atrapado en una tesitura de la que no sabía salir.
-N- no, no tengo novia.- Intento aclarar apurado nada más el tema salió a la luz. Una frase que se sintió como una hoja intentando parar un huracán, pues tan rápido le estaban buscando novia como ahora le asignaban directamente una, ¡Y no cualquiera, Kalna ni más ni menos! Quería morirse.
Se reajustó en el sitio, elevando la cabeza para ver las reacciones de todos a medida que un color rojo intenso le envolvía el rostro sin saber qué decir. Al balbuceo inicial le siguieron varios ¨No¨ inconexos, atropellados a cada nueva leña que tiraban al fuego. Hasta Nohlem se había unido con una sonrisa picaresca en el rostro, un complot que conseguía sacarle todos los colores a relucir.
-¡Nonono, no me gusta Kalna! -El titubeo en su voz ante la alarma no le dejaba en mejor lugar, mucho menos que al ser incapaz de soportar la oleada de vergüenza había vuelto a recostarse sobre la cama, buscando huir de cualquier mirada. -Vale que sea fuerte y no digo que no sea guapa pero no…. no. No. ¿No que Nohlem las conquista a todas? Pues ale, tiene 3 perfectas a las que engatusar.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Entre sedas y tules
07/09/23, 05:34 pm
Puede que aquella sábana blanca tapara su cuerpo de la brisa que entraba tímida hacia el torreón, pero no ocultaba sus intenciones que, lejos de incomodar a alguno de los presentes, pretendía divertirse jugando a los casamientos cruzados como una velada cualquiera de Los Bridgerton.
El pequeño reía y reía. Notaba como su barriga se encogía presa de la gracia que le hacía ver a Damian repartir a sus hermanas entre los dos jóvenes como si fueran frutas en oferta de un supermercado. Aunque no es que él no hubiera hecho lo mismo momentos antes, todo había que decirlo.
No le llamó tanto la atención que el medio japonés se decantara por Mulán como princesa favorita, pero sí que Nohlem escogiera a Jasmín sobre todo porque ésta ya poseía un felino enorme en su poder. ¿Sería la primera vez que veía al muchacho con más parecido a un gatito que a un elfo? Posiblemente.
—Ya —comentó, no queriendo darle mucha bola al tema de que Elsa en realidad era reina—. Pasa lo mismo con Esmeralda, es gitana como yo, de no ser porque no la cuentan como princesa… sería mi favorita.
Lo que sin duda captó toda su atención fue el enrojecimiento progresivo de la cara de Ethan. Aniol esbozó una sonrisa de oreja a oreja algo más siniestra de lo normal cuando Damian se unió a su juego jaleando. Para más inri Nohlem no se mostró en desacuerdo e intercambió una mirada con el otro chico que aunque significara cualquier otra cosa… para el niño fue una confirmación absoluta.
—¡Dices que no te gusta pero te nos has puesto como un tomate de colorao! —le acusó, girándose hacia él y quedando de espaldas hacia los otros dos. En última instancia se tapó la boca, siendo consciente de que había hablado demasiado alto—. Ups… perdún… —volvió a la carga—. Ethan es muy bueno con nosotros, siempre está ayudando y cocinando así que no creo que Kalna sea mucha mujer para él… si acaso… ¡Sería Kalna la que le lleve en volandas hacia un altar! Y sería ella quien se arrodille… —dijo, viendo claramente cómo podían intercambiarse los roles en esa pareja tan dispar—. Pero si no te gusta… Serena es muy hermosa, un poco desagradable eso sí… quizá te guste más Aria… a lo mejor su enfermedad solo se cura con un beso de amor verdadero… aunque es un poco pequeña… —se lamentó.
El destino quiso que su siguiente víctima fuera Nohlem, por haber abierto la boca. El churumbel se giró de nuevo, envuelto entre fascinaciones e imaginando al granta haciendo un anillo de oro para su nuevo marido. Seguro que un traje de pingüino le quedaba que ni pintado.
—A él le pega más alguien como Rick… así como elegante —sabía que le gustaban también los príncipes y lo soltó a bocajarro quizá para impresionar a Ethan con poseer una información que él no tenía. Aniol estaba desatado, y se sentía tejiendo como una araña alcahueta. Ninguna gallina se escaparía de su corral.
—¿Y tú, Damian? ¿Cómo sería tu princesa ideal? —luego canturreó en voz muy baja mientras esperaba respuesta—. A Ethan le gusta Kalna... a Ethan le gusta Kalna...
El pequeño reía y reía. Notaba como su barriga se encogía presa de la gracia que le hacía ver a Damian repartir a sus hermanas entre los dos jóvenes como si fueran frutas en oferta de un supermercado. Aunque no es que él no hubiera hecho lo mismo momentos antes, todo había que decirlo.
No le llamó tanto la atención que el medio japonés se decantara por Mulán como princesa favorita, pero sí que Nohlem escogiera a Jasmín sobre todo porque ésta ya poseía un felino enorme en su poder. ¿Sería la primera vez que veía al muchacho con más parecido a un gatito que a un elfo? Posiblemente.
—Ya —comentó, no queriendo darle mucha bola al tema de que Elsa en realidad era reina—. Pasa lo mismo con Esmeralda, es gitana como yo, de no ser porque no la cuentan como princesa… sería mi favorita.
Lo que sin duda captó toda su atención fue el enrojecimiento progresivo de la cara de Ethan. Aniol esbozó una sonrisa de oreja a oreja algo más siniestra de lo normal cuando Damian se unió a su juego jaleando. Para más inri Nohlem no se mostró en desacuerdo e intercambió una mirada con el otro chico que aunque significara cualquier otra cosa… para el niño fue una confirmación absoluta.
—¡Dices que no te gusta pero te nos has puesto como un tomate de colorao! —le acusó, girándose hacia él y quedando de espaldas hacia los otros dos. En última instancia se tapó la boca, siendo consciente de que había hablado demasiado alto—. Ups… perdún… —volvió a la carga—. Ethan es muy bueno con nosotros, siempre está ayudando y cocinando así que no creo que Kalna sea mucha mujer para él… si acaso… ¡Sería Kalna la que le lleve en volandas hacia un altar! Y sería ella quien se arrodille… —dijo, viendo claramente cómo podían intercambiarse los roles en esa pareja tan dispar—. Pero si no te gusta… Serena es muy hermosa, un poco desagradable eso sí… quizá te guste más Aria… a lo mejor su enfermedad solo se cura con un beso de amor verdadero… aunque es un poco pequeña… —se lamentó.
El destino quiso que su siguiente víctima fuera Nohlem, por haber abierto la boca. El churumbel se giró de nuevo, envuelto entre fascinaciones e imaginando al granta haciendo un anillo de oro para su nuevo marido. Seguro que un traje de pingüino le quedaba que ni pintado.
—A él le pega más alguien como Rick… así como elegante —sabía que le gustaban también los príncipes y lo soltó a bocajarro quizá para impresionar a Ethan con poseer una información que él no tenía. Aniol estaba desatado, y se sentía tejiendo como una araña alcahueta. Ninguna gallina se escaparía de su corral.
—¿Y tú, Damian? ¿Cómo sería tu princesa ideal? —luego canturreó en voz muy baja mientras esperaba respuesta—. A Ethan le gusta Kalna... a Ethan le gusta Kalna...
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Entre sedas y tules
07/09/23, 06:28 pm
Vale, ya habían llegado a un punto de no retorno en el que le andaban buscando las cosquillas a Ethan. La esperanza de juntar a uno con otro se convirtió para Damian en un juguetón intento de chinchar de buenas al de ojos rasgados con un amor que, con la tontería, podría cuajar. Eso le generó al niño una risa constante y picarona que se alargaría en toda la conversación opacando por completo todos los silencios.
—¡Uhhhh! ¡Yo no me quedo atrás, que tengo mi encanto! —respondió al pelinaranja con un gesto bien presumido.
Imitó como pudo los gestos pensativos de Nohlem mientras lo escuchaba, teniendo una sonrisa de oreja a oreja.
—Si Ethan mete pecho, si saca el macho que lleva dentro… no lo descarto, ¿eh, Nohlem? Ojito —levantó un dedo, alzando una ceja—. Pero que tenga cuidado, ¿eh? Que Kalna es capaz de dejarlo reventado si se emocionan, te coge y te funde que esa hija de puta es como un gorila. Vaya bicho de tía —más de uno en el circo se echaría las manos a la cabeza si oyesen a Damian repitiendo como un loro todo lo que escuchaba de ellos. Veía en Kalna a una mujer que no le hacía demasiada gracia para sus gustos pero con esos brazos medio inflados a puro músculo, no le debe costar tener cogido por los pelos a los tíos a la mínima.
»¡Si, si, seguro! ¡Alguna has tenido que a ti te llueven, joder! —respondió a la respuesta de no tener novia de Ethan con unos aspavientos de negación, riendo mucho con mala leche. Lo que si le hizo explotar de risa fue la repentina acusación de Aniol bien alta—. ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! —se quebró por completo—. ¡Jajajaja! ¡Si, ella te tiene que levantar por favor, por favor, por favor! ¡Sería la polla!
Pero cuando Aniol mencionó a Serena, Damian hizo un gesto de puro asco revolviéndose en el sitio.
—¡EEWWWWWWWWW! ¡Serena no! Que puto asco de tía. Y mira que no es fea, ¿eh? Si le cosemos la boca seria guapa y ya estaría, no le sale mierda de ese bocón al menos.
Otra vez Aniol de nuevo se refirió a otro hombre de una manera… rara. No, que raro era para Damian que dijese esas cosas su mejor amigo.
—¡No! No, no —frunció el ceño un poco, conservando la expresión de asco de antes—. Con tíos no, no le pega hombre. Rick no, no, ni de coña —negaba con la cabeza, muy convencido de que esa decisión le parecía genuinamente asquerosa.
»Emmmm… La verdad es que una nena así, con ojazos claaaros, un pelo largo suaaaave que pueda acariciarlo y que tenga una carita mooona. ¡Buah! A mi me pirraría una novia así y que tenga muuuy buenas caderas —añadió con una risa por lo bajo y muy colorado esos detalles de su novia perfecta increíblemente idealizada.
—¡Uhhhh! ¡Yo no me quedo atrás, que tengo mi encanto! —respondió al pelinaranja con un gesto bien presumido.
Imitó como pudo los gestos pensativos de Nohlem mientras lo escuchaba, teniendo una sonrisa de oreja a oreja.
—Si Ethan mete pecho, si saca el macho que lleva dentro… no lo descarto, ¿eh, Nohlem? Ojito —levantó un dedo, alzando una ceja—. Pero que tenga cuidado, ¿eh? Que Kalna es capaz de dejarlo reventado si se emocionan, te coge y te funde que esa hija de puta es como un gorila. Vaya bicho de tía —más de uno en el circo se echaría las manos a la cabeza si oyesen a Damian repitiendo como un loro todo lo que escuchaba de ellos. Veía en Kalna a una mujer que no le hacía demasiada gracia para sus gustos pero con esos brazos medio inflados a puro músculo, no le debe costar tener cogido por los pelos a los tíos a la mínima.
»¡Si, si, seguro! ¡Alguna has tenido que a ti te llueven, joder! —respondió a la respuesta de no tener novia de Ethan con unos aspavientos de negación, riendo mucho con mala leche. Lo que si le hizo explotar de risa fue la repentina acusación de Aniol bien alta—. ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! —se quebró por completo—. ¡Jajajaja! ¡Si, ella te tiene que levantar por favor, por favor, por favor! ¡Sería la polla!
Pero cuando Aniol mencionó a Serena, Damian hizo un gesto de puro asco revolviéndose en el sitio.
—¡EEWWWWWWWWW! ¡Serena no! Que puto asco de tía. Y mira que no es fea, ¿eh? Si le cosemos la boca seria guapa y ya estaría, no le sale mierda de ese bocón al menos.
Otra vez Aniol de nuevo se refirió a otro hombre de una manera… rara. No, que raro era para Damian que dijese esas cosas su mejor amigo.
—¡No! No, no —frunció el ceño un poco, conservando la expresión de asco de antes—. Con tíos no, no le pega hombre. Rick no, no, ni de coña —negaba con la cabeza, muy convencido de que esa decisión le parecía genuinamente asquerosa.
»Emmmm… La verdad es que una nena así, con ojazos claaaros, un pelo largo suaaaave que pueda acariciarlo y que tenga una carita mooona. ¡Buah! A mi me pirraría una novia así y que tenga muuuy buenas caderas —añadió con una risa por lo bajo y muy colorado esos detalles de su novia perfecta increíblemente idealizada.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Entre sedas y tules
07/09/23, 11:11 pm
Su sonrisa ladina no cambió cuando Ethan intentó devolverle el golpe, y es que podían ir a por él tanto como quisieran que Nohlem no esquivaba; él aceptaba lo que le cayera.
—Sí, bueno, no te digo que no —no. Ni de coña se acercaba a la loca y la encamada—. Serena y Aria no sé, pero Kalna es guapísima, incluso si...
Tenía las orejas tan lamidas por un osogrifo que se le habían quedado redondas, la piel tan fría y sin esencia como los sureños o la nariz como si le hubieran picado dos avispones a cada lado. Claro queeeee... era maleducado hacer lista de lo que no le gustaba cuando 3 de los 4 allí presentes presentaban los mismos rasgos.
>> intimida.
Mejor.
No obstante todo su esfuerzo por ser educado se vio eclipsado por Damian, un niño que era la viva imagen de la infancia, concretamente esa de la que no se habla tanto. Aniol y él eran las dos caras de una misma moneda: por un lado la dulce inocencia y por otro la crueldad sin filtros. Una empatía aún no aprendida que se acentuaba cuando venía acompañada del lenguaje duro de un adulto.
—Esa boca —advirtió con el tono que usaban los hombres en el establo, suave y firme, como si fuera un animal inquieto al que había que frenar.
Llamar eso a Kalna estaba de más, mucho, y no sabía lo que era un gorila pero estaba seguro de que tampoco era nada bueno. No era el padre de nadie ni quería serlo, así que la reprimenda no iría a más… por ahora. Le dedicó una mirada de compromiso a Ethan, una sonrisa en línea recta manchada por la culpabilidad de ser partícipe en semejante emboscada. Entonces Damian arremetió una vez más contra Serena y su alarma volvió a él. Le hacía gracia, lo peor es que le hacía gracia, era indiscutiblemente horrible pero estaba tan de acuerdo que era hipócrita regañarle. Menos mal que Aniol fue a por él y le sacó la pata del barro. De no estar tan desencantado con Rick habría respondido ipso facto sobre lo guapo que era, pero… de nuevo Damian saltó. Sus orejas bajaron ligeramente al oír una negativa que se le antojó tan tajante como alienígena, y no porque fuera Rick, sino porque fuera hombre. Que se demostrase rechazo por gente de bajos fondos era algo a lo que estaba habituado, pero el caso del italiano, aún a tan tierna edad, venía de algo mucho más grande e incontrolable que el poder económico. Recordó la charla que había tenido con los chicos noches atrás, los prejuicios humanos que aquellos como Connor e Ethan en mayor o menor medida sufrían… y le alivió no haber vendido a su compañero, haber retenido el tiempo suficiente un comentario tan tonto como que Connor pegaba muchísimo más como novio del londinense.
Su mirada adoptó un tono diferente, coronada con un ceño fruncido que no le hacía verse molesto, solo preocupado. Mientras Damian seguía explicándose miró a Ethan y, de forma mucho más discreta, a Aniol. A fin de cuentas el pequeño también había demostrado interés por los chicos y… Bien. Se reacomodó en su sitio y se relajó. Él era un extranjero, ese tipo de rechazo rebotaba en el escudo de un mundo “comprensivo”, uno en el que esa problemática no existía bajo esos tintes. Podía normalizarlo porque, bueno, para él lo era.
—¿Y por qué no? Rick es muy atractivo. Si no demostrase tanto interés por Serena me encantaría que se fijase en mi —sonrió con calidez y se encogió de hombros como buen felino sin preocupaciones. Podía aparcar su molestia con el neoyorko por el bien de su punto—. Es una pena que solo le gusten las chicas. ¡Ah!, peeeero… más que Rick mi príncipe azul seríaaa… —bingo, tenía la imagen perfecta—. Ya sé. Se llamaría Olván. Sería más alto que yo, fuerte pero súper tímido. Un poco bobo, pero bobo en el buen sentido, inocente. Tendría melenita como la de Damian pero con rizos, y los ojos cálidos, porque fríos no me gustan. Así con puntitos dorados… y sonreiría bonito. ¡Con hoyuelos! Sería muy buen cocinero y casi siempre olería a pan y perejil.
Asintió con una sonrisa bien fija, conforme consigo mismo. Ah, como echaba de menos al chico de cocina.
—Sí, bueno, no te digo que no —no. Ni de coña se acercaba a la loca y la encamada—. Serena y Aria no sé, pero Kalna es guapísima, incluso si...
Tenía las orejas tan lamidas por un osogrifo que se le habían quedado redondas, la piel tan fría y sin esencia como los sureños o la nariz como si le hubieran picado dos avispones a cada lado. Claro queeeee... era maleducado hacer lista de lo que no le gustaba cuando 3 de los 4 allí presentes presentaban los mismos rasgos.
>> intimida.
Mejor.
No obstante todo su esfuerzo por ser educado se vio eclipsado por Damian, un niño que era la viva imagen de la infancia, concretamente esa de la que no se habla tanto. Aniol y él eran las dos caras de una misma moneda: por un lado la dulce inocencia y por otro la crueldad sin filtros. Una empatía aún no aprendida que se acentuaba cuando venía acompañada del lenguaje duro de un adulto.
—Esa boca —advirtió con el tono que usaban los hombres en el establo, suave y firme, como si fuera un animal inquieto al que había que frenar.
Llamar eso a Kalna estaba de más, mucho, y no sabía lo que era un gorila pero estaba seguro de que tampoco era nada bueno. No era el padre de nadie ni quería serlo, así que la reprimenda no iría a más… por ahora. Le dedicó una mirada de compromiso a Ethan, una sonrisa en línea recta manchada por la culpabilidad de ser partícipe en semejante emboscada. Entonces Damian arremetió una vez más contra Serena y su alarma volvió a él. Le hacía gracia, lo peor es que le hacía gracia, era indiscutiblemente horrible pero estaba tan de acuerdo que era hipócrita regañarle. Menos mal que Aniol fue a por él y le sacó la pata del barro. De no estar tan desencantado con Rick habría respondido ipso facto sobre lo guapo que era, pero… de nuevo Damian saltó. Sus orejas bajaron ligeramente al oír una negativa que se le antojó tan tajante como alienígena, y no porque fuera Rick, sino porque fuera hombre. Que se demostrase rechazo por gente de bajos fondos era algo a lo que estaba habituado, pero el caso del italiano, aún a tan tierna edad, venía de algo mucho más grande e incontrolable que el poder económico. Recordó la charla que había tenido con los chicos noches atrás, los prejuicios humanos que aquellos como Connor e Ethan en mayor o menor medida sufrían… y le alivió no haber vendido a su compañero, haber retenido el tiempo suficiente un comentario tan tonto como que Connor pegaba muchísimo más como novio del londinense.
Su mirada adoptó un tono diferente, coronada con un ceño fruncido que no le hacía verse molesto, solo preocupado. Mientras Damian seguía explicándose miró a Ethan y, de forma mucho más discreta, a Aniol. A fin de cuentas el pequeño también había demostrado interés por los chicos y… Bien. Se reacomodó en su sitio y se relajó. Él era un extranjero, ese tipo de rechazo rebotaba en el escudo de un mundo “comprensivo”, uno en el que esa problemática no existía bajo esos tintes. Podía normalizarlo porque, bueno, para él lo era.
—¿Y por qué no? Rick es muy atractivo. Si no demostrase tanto interés por Serena me encantaría que se fijase en mi —sonrió con calidez y se encogió de hombros como buen felino sin preocupaciones. Podía aparcar su molestia con el neoyorko por el bien de su punto—. Es una pena que solo le gusten las chicas. ¡Ah!, peeeero… más que Rick mi príncipe azul seríaaa… —bingo, tenía la imagen perfecta—. Ya sé. Se llamaría Olván. Sería más alto que yo, fuerte pero súper tímido. Un poco bobo, pero bobo en el buen sentido, inocente. Tendría melenita como la de Damian pero con rizos, y los ojos cálidos, porque fríos no me gustan. Así con puntitos dorados… y sonreiría bonito. ¡Con hoyuelos! Sería muy buen cocinero y casi siempre olería a pan y perejil.
Asintió con una sonrisa bien fija, conforme consigo mismo. Ah, como echaba de menos al chico de cocina.
- ♪♫♬:
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Entre sedas y tules
09/09/23, 12:03 pm
La vergüenza se convirtió en una sonrisa contenida pues el ambiente era propenso a esa alegría tonta e inocente. Que Aniol le sostuviera la mirada solo consiguió arrebatarle unos suspiros rotos en forma de suaves risas, ¿Que iba a decir? Si Kalna fuera Kalno cumpliría perfectamente varios de sus sueños. Ojala un chico guerrero, con la tez clara y los músculos esculpidos le llevara en brazos a un altar a confesarle lo mucho que le quería.
Cuando la pelota pasó a Nohlem una envidia juguetona le hizo mostrarse momentáneamente indignado ¿Por que a él le habían asignado un chico? Si le preguntaban a Ethan le veía igual de heteronormativo que su persona, quizá ganaba puntos por las sonrisillas burlescas que a veces compartía o la multitud de joyas de las que hacía gala pero… no tuvo más tiempo para regodearse en aquel calido ambiente.
La reconfortante fogata ahora le había quemado y todo por las palabras tan desacertadas que Damian decidió tener. Los comentarios a ambas muchachas estaban fuera de lugar, rozando una misoginia impropia de un pequeño que aún era tan maleable, pero es que lejos de quedarse ahí de golpe se sentía pequeño, regresando al interior de un armario donde no podría ser juzgado, donde pudiera abrazar su sexualidad en el confort que le regalaba esa privacidad.
Las respuesta de Nohlem logró ablandarlo como cuando veía desde la televisión el ambiente festivo que se generaba en las cabalgatas LGTB de su país. Una felicidad que compartía con aquellos que carecían de pudor a la hora de expresarse y que vivían con una libertad envidiable lo que eran, pero que a él le gustaba apreciar desde la comodidad de su sofá. Era esa parte silenciosa del colectivo, que apoyaba desde un anonimato en el que se sentía resguardado. Por ello aunque apreciaba la normalidad con la que el felino trataba el tema y la seguridad con la que Aniol hablaba tanto de princesas como de príncipes él tuvo que quedarse al margen.
En su rostro se vio cierto estupor y lo que era una sonrisa sincera se convirtió en una incómoda, sostenida por la presión de ambas comisuras. La calidez que transmitía Nohlem hablando de su pareja lograba compensar parte del desliz de Damian, pero ni con esas lograba limpiarse la amargura que se le había quedado.
-¿Damian, a ti te gustaría que te dijéramos cosas feas? Serena fue mala persona con vosotros porque fue muy desagradable pero si tu ahora eres desagradable con ambas chicas, ¿no crees que estás haciendo lo mismo? Hay que saber respetar a la gente, una cosa es que hagan actos malos y otra que te puedas meter con su cuerpo. Está feo.
Lo dijo al aire para quedarse con la conciencia tranquila, entendía de dónde venía el odio pero habían sido palabras muy fuertes de alguien que claramente no sabía que era tener conciencia igualmente dado el toque intentó recuperar el foco por animarse a sí mismo.
-Olván parece alguien muy lindo, seguro que hacéis una pareja muy bonita.
Cuando la pelota pasó a Nohlem una envidia juguetona le hizo mostrarse momentáneamente indignado ¿Por que a él le habían asignado un chico? Si le preguntaban a Ethan le veía igual de heteronormativo que su persona, quizá ganaba puntos por las sonrisillas burlescas que a veces compartía o la multitud de joyas de las que hacía gala pero… no tuvo más tiempo para regodearse en aquel calido ambiente.
La reconfortante fogata ahora le había quemado y todo por las palabras tan desacertadas que Damian decidió tener. Los comentarios a ambas muchachas estaban fuera de lugar, rozando una misoginia impropia de un pequeño que aún era tan maleable, pero es que lejos de quedarse ahí de golpe se sentía pequeño, regresando al interior de un armario donde no podría ser juzgado, donde pudiera abrazar su sexualidad en el confort que le regalaba esa privacidad.
Las respuesta de Nohlem logró ablandarlo como cuando veía desde la televisión el ambiente festivo que se generaba en las cabalgatas LGTB de su país. Una felicidad que compartía con aquellos que carecían de pudor a la hora de expresarse y que vivían con una libertad envidiable lo que eran, pero que a él le gustaba apreciar desde la comodidad de su sofá. Era esa parte silenciosa del colectivo, que apoyaba desde un anonimato en el que se sentía resguardado. Por ello aunque apreciaba la normalidad con la que el felino trataba el tema y la seguridad con la que Aniol hablaba tanto de princesas como de príncipes él tuvo que quedarse al margen.
En su rostro se vio cierto estupor y lo que era una sonrisa sincera se convirtió en una incómoda, sostenida por la presión de ambas comisuras. La calidez que transmitía Nohlem hablando de su pareja lograba compensar parte del desliz de Damian, pero ni con esas lograba limpiarse la amargura que se le había quedado.
-¿Damian, a ti te gustaría que te dijéramos cosas feas? Serena fue mala persona con vosotros porque fue muy desagradable pero si tu ahora eres desagradable con ambas chicas, ¿no crees que estás haciendo lo mismo? Hay que saber respetar a la gente, una cosa es que hagan actos malos y otra que te puedas meter con su cuerpo. Está feo.
Lo dijo al aire para quedarse con la conciencia tranquila, entendía de dónde venía el odio pero habían sido palabras muy fuertes de alguien que claramente no sabía que era tener conciencia igualmente dado el toque intentó recuperar el foco por animarse a sí mismo.
-Olván parece alguien muy lindo, seguro que hacéis una pareja muy bonita.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Entre sedas y tules
14/09/23, 10:12 am
La tontería que adornaba las mejillas y la risita de Aniol sería palpable para cualquiera entre aquella amalgama de sedas y tules. Solo un tema en concreto le apasionaba con el mismo ímpetu que hablar del Señor Santa; El cotilleo puro y duro.
A veces su hermana Nelka le decía que se había equivocado al nacer en aquella época, y que más bien provenía de una corte en la que la comidilla era hablar de las relaciones fuera del matrimonio que la princesa de la torre mantenía con el mozo de cuadra.
Para el pequeño, aquel juego silencioso y cómplice de intentar emparentar al británico con aquella mujer fuerte e independiente era algo parecido. Solo que la vergüenza y los suspiros rotos en forma de suaves sonrisas por parte del medio japonés alimentaban aún más si cabía sus propias conjeturas.
Al principio que Damian fuera afín a su actitud hizo que se sintiera en armonía con él. Pero pronto sus palabras fueron agriando la expresión del churumbel como si hubiera probado un batido de vinagre con una pajita de cartón. Aniol se incorporó, dejando reposar su cabeza sobre una de sus manos y sorprendido por lo burro que era el italiano. Serena no le caía bien y Kalna le infundía respeto. Pero eso no significaba que le agradara los términos en los que Damián se refería a ellas. Le seguía impactando lo cruel que podía llegar a ser cuando se lo proponía.
No comentó nada en absoluto. Si acaso subió un poco la sábana y dio un respingo cuando la voz de Nohlem llegó con un tinte seco para decirle que tuviera cuidado con esa boca. Nunca había escuchado una advertencia tan firme por parte del varmano, pero no fue el único, pues Ethan también se sumó, aunque explayándose mucho más que su compañero de refugio.
Guardó silencio con la mirada un poco perdida en el techo falso de la cabaña improvisada. Un sentimiento feo se había apoderado de su estómago y lo retorcía de manera parecida a si un puño aferrara sus intestinos. Estaba molesto. Si era sincero lo que más le chirriaba era su negativa a que Nohlem pudiera estar con un chico como Rick solo porque era... eso... pues un chico. Ni la sonrisa cálida del elfito al aceptar su proposición impidió que el polaco interviniera, eso sí, sin el menor ápice de querer empezar una discusión.
—A mí también me da asquito que hables de buenas caderas para tu novia imaginaria —le dijo, dedicándole una mirada de ceño fruncido. Se obligó a suavizar su tono en los segundos siguientes—. Pero lo disimulo —si eran amigos y el italiano no entendía que algunas personas también quisieran un príncipe en su vida... ¿Podían seguir siendo amigos? Esperaba que sí, y que hiciera oídos sordos a esa parte suya tanto como él lo hacía con la grima que Damian daba la mayor parte del tiempo.
Por suerte para él las ensoñaciones del príncipe azul que esgrimía Nohlem le rescataron a tiempo para que no cayera sumido en una tristeza repentina. Aniol escuchó con atención la descripción del tal Olván, e incluso cerró los ojos imaginando su rostro con hoyuelos y permitiendo que la ansiedad abandonara poco a poco su pecho.
—Anda... Ethan... ¡Tú también eres muy buen cocinero! —comentó, dejando que sus pies enfundados en sendos calcetines se rozaran con los del muchacho—. Seguro que también te llevarías bien con Olván. Aunque Kalna no parece haber tocado un plato en su vida... —susurró, volviendo a la carga en voz más baja y recuperando parte de su ánimo. Además el proceder de Damian no conseguiría que se avergonzara de ser quien era—. A mí también me gustan los príncipes que sonríen bonito, aunque prefiero que tengan la melena oscura como la mía y la piel morena. Sí no... nuestros hijitos nacerían un poco raros... ¿No? —miró a Nohlem un segundo, pero tuvo que desviar la mirada hacia otra parte para que no le pillara en su intento de parecer ingenuo con la biología humana. Solo trataba de ponerles en un aprieto para restaurar el ambiente simple y cotidiano que mantenían hacía poco.
Después de todo que creyera en Santa Claus no significaba que tuviera que hacerlo en la cigüeña.
A veces su hermana Nelka le decía que se había equivocado al nacer en aquella época, y que más bien provenía de una corte en la que la comidilla era hablar de las relaciones fuera del matrimonio que la princesa de la torre mantenía con el mozo de cuadra.
Para el pequeño, aquel juego silencioso y cómplice de intentar emparentar al británico con aquella mujer fuerte e independiente era algo parecido. Solo que la vergüenza y los suspiros rotos en forma de suaves sonrisas por parte del medio japonés alimentaban aún más si cabía sus propias conjeturas.
Al principio que Damian fuera afín a su actitud hizo que se sintiera en armonía con él. Pero pronto sus palabras fueron agriando la expresión del churumbel como si hubiera probado un batido de vinagre con una pajita de cartón. Aniol se incorporó, dejando reposar su cabeza sobre una de sus manos y sorprendido por lo burro que era el italiano. Serena no le caía bien y Kalna le infundía respeto. Pero eso no significaba que le agradara los términos en los que Damián se refería a ellas. Le seguía impactando lo cruel que podía llegar a ser cuando se lo proponía.
No comentó nada en absoluto. Si acaso subió un poco la sábana y dio un respingo cuando la voz de Nohlem llegó con un tinte seco para decirle que tuviera cuidado con esa boca. Nunca había escuchado una advertencia tan firme por parte del varmano, pero no fue el único, pues Ethan también se sumó, aunque explayándose mucho más que su compañero de refugio.
Guardó silencio con la mirada un poco perdida en el techo falso de la cabaña improvisada. Un sentimiento feo se había apoderado de su estómago y lo retorcía de manera parecida a si un puño aferrara sus intestinos. Estaba molesto. Si era sincero lo que más le chirriaba era su negativa a que Nohlem pudiera estar con un chico como Rick solo porque era... eso... pues un chico. Ni la sonrisa cálida del elfito al aceptar su proposición impidió que el polaco interviniera, eso sí, sin el menor ápice de querer empezar una discusión.
—A mí también me da asquito que hables de buenas caderas para tu novia imaginaria —le dijo, dedicándole una mirada de ceño fruncido. Se obligó a suavizar su tono en los segundos siguientes—. Pero lo disimulo —si eran amigos y el italiano no entendía que algunas personas también quisieran un príncipe en su vida... ¿Podían seguir siendo amigos? Esperaba que sí, y que hiciera oídos sordos a esa parte suya tanto como él lo hacía con la grima que Damian daba la mayor parte del tiempo.
Por suerte para él las ensoñaciones del príncipe azul que esgrimía Nohlem le rescataron a tiempo para que no cayera sumido en una tristeza repentina. Aniol escuchó con atención la descripción del tal Olván, e incluso cerró los ojos imaginando su rostro con hoyuelos y permitiendo que la ansiedad abandonara poco a poco su pecho.
—Anda... Ethan... ¡Tú también eres muy buen cocinero! —comentó, dejando que sus pies enfundados en sendos calcetines se rozaran con los del muchacho—. Seguro que también te llevarías bien con Olván. Aunque Kalna no parece haber tocado un plato en su vida... —susurró, volviendo a la carga en voz más baja y recuperando parte de su ánimo. Además el proceder de Damian no conseguiría que se avergonzara de ser quien era—. A mí también me gustan los príncipes que sonríen bonito, aunque prefiero que tengan la melena oscura como la mía y la piel morena. Sí no... nuestros hijitos nacerían un poco raros... ¿No? —miró a Nohlem un segundo, pero tuvo que desviar la mirada hacia otra parte para que no le pillara en su intento de parecer ingenuo con la biología humana. Solo trataba de ponerles en un aprieto para restaurar el ambiente simple y cotidiano que mantenían hacía poco.
Después de todo que creyera en Santa Claus no significaba que tuviera que hacerlo en la cigüeña.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Entre sedas y tules
14/09/23, 02:20 pm
Damian poco a poco se andaba empapando, embriagando de la sensación de hablar de un tema adulto como lo era el amor. Lo veía desde un punto de vista incluso prohibido el tema de las relaciones románticas, como si tuviesen el peso de cierto morbo a tocar el asunto por primera vez, una cuestión de la que había oído hablar por parte de los hermanos del circo. Cuando los escuchaba hablar hacían usos de palabras y términos que, cuando usaba enfrente de su madre y el resto del circo, le caía una regañina.
Y otra vez estaba pasando. Nohlem en un principio lo advirtió con suavidad y Damian solo lo dejó pasar, sin dar mucha bola al asunto. Solo bastaba con callar hasta que se pasase el tiempo de advertencia, como siempre hacía con las supuestas liadas. Sin embargo dejó escapar un bufido, llegarlo a oír de otra persona ajena al circo, ajena a su confort, fue muy raro para el niño. Tampoco conocía demasiado a nadie y se le pasó por la cabeza que, quizás, había molestado a su amigo con su aparente comentario inofensivo.
En su inocencia cristalina de verdad creía que eran comentarios sin importancia. No pasaría nada si decía palabras de adulto, ¿no? Incluso lo abordaba con cierto punto de vista hipócrita, Connor decía más de una vez esas cosas y vaya como le gritó a Serena, un buen par de cosas bien dichas con un par de huevos.
Por eso, las palabras que dijo Ethan no las pudo asimilar con dos dedos de frente. Era una impulsividad mental generada por lo que pensó antes. ¿A Connor acaso le dicen nada? ¿Y por qué a él sí? No quería pensar que le tenían manía así que se puso a escuchar al de ojos rasgados con un semblante más serio. Una cara de póker que ocultaba cierta frustración, exactamente eso porque era indefendible llevado a la lógica simple.
—Ya, pero… —dijo por lo bajo, intentando refutar con lo primero que se le venía a la cabeza. Ella se lo dijo a él directamente pero Ethan no pudo tener mayor razón. Vale que a Damian le dolió mucho que Serena señalase su inutilidad y aun la tenía en su lista negra pero… Al final calló.
Pero nada servía discutirlo, la había cagado y ya estaba hecho. Tal y como Rag y Airi dijeron, el chico debía portarse para ser más amistoso con quienes quería. Le podía la angustia a veces porque era un terreno minado, no conocía cosas aparentemente básicas para otros y eso lo llenaba de impotencia.
—Vale. ¡Vaaale, lo siento! —dijo echando su cabeza hacia atrás, frustradillo con eso—. A Connor no lo regañáis, coj-… —dijo para sí, callando la última palabra como quien se pone un bozal.
Y Aniol, la última persona que faltaba, también dijo lo que pensaba de Damian. El chico infló sus mofletes, teniendo un breve duelo de ceños fruncidos con el moreno para luego relajar su frente un poco. Si fuese cualquier otro, Damian habría manifestado y afirmado con cabezonería que le daba igual lo que dijese pero tenía debilidad, miedo a contestar a Aniol en parte por el pavor a perderlo.
—«Yo también disimulo que habláis como si fueseis maricones» —pensó primero, mirando al polaco pero esquivando al rato, colocando ambas manos en su nuca para apoyar mejor su cabeza—. Va, perdona Aniol. Ughh… —en su disculpa forzada no pudo evitar gruñir por lo bajo, se sentía fuera de lugar.
Y así se sentiría en el resto de la conversación, hablando de príncipes azules, de ese tal Olván que no tenía ni puñetera idea y se supone que tiene una melena parecida a la suya. ¿Por qué ellos hablan de chicos y él cuando habla de chicas se molesta Aniol? Quería participar en la conversación, incluso de temas culinarios que algo entendía, pero no comprendía como a un chico le podía gustar otro chico de esa forma, entre chicos hay colegueo y amistad eso pensó siempre el italiano. Damian no podía presumir de tener una buena base para considerar siquiera las relaciones sociales, sin embargo los comentarios de los del circo resonaban en su cabeza, generando un rechazo en Damian acerca de siquiera tener hijos con, ¿otro tío?
—Aja... Si... Que guayyy... —intentó "aportar" a la conversación sacando un interés que no existía realmente, pero se esforzaría por tal de encajar.
Y otra vez estaba pasando. Nohlem en un principio lo advirtió con suavidad y Damian solo lo dejó pasar, sin dar mucha bola al asunto. Solo bastaba con callar hasta que se pasase el tiempo de advertencia, como siempre hacía con las supuestas liadas. Sin embargo dejó escapar un bufido, llegarlo a oír de otra persona ajena al circo, ajena a su confort, fue muy raro para el niño. Tampoco conocía demasiado a nadie y se le pasó por la cabeza que, quizás, había molestado a su amigo con su aparente comentario inofensivo.
En su inocencia cristalina de verdad creía que eran comentarios sin importancia. No pasaría nada si decía palabras de adulto, ¿no? Incluso lo abordaba con cierto punto de vista hipócrita, Connor decía más de una vez esas cosas y vaya como le gritó a Serena, un buen par de cosas bien dichas con un par de huevos.
Por eso, las palabras que dijo Ethan no las pudo asimilar con dos dedos de frente. Era una impulsividad mental generada por lo que pensó antes. ¿A Connor acaso le dicen nada? ¿Y por qué a él sí? No quería pensar que le tenían manía así que se puso a escuchar al de ojos rasgados con un semblante más serio. Una cara de póker que ocultaba cierta frustración, exactamente eso porque era indefendible llevado a la lógica simple.
—Ya, pero… —dijo por lo bajo, intentando refutar con lo primero que se le venía a la cabeza. Ella se lo dijo a él directamente pero Ethan no pudo tener mayor razón. Vale que a Damian le dolió mucho que Serena señalase su inutilidad y aun la tenía en su lista negra pero… Al final calló.
Pero nada servía discutirlo, la había cagado y ya estaba hecho. Tal y como Rag y Airi dijeron, el chico debía portarse para ser más amistoso con quienes quería. Le podía la angustia a veces porque era un terreno minado, no conocía cosas aparentemente básicas para otros y eso lo llenaba de impotencia.
—Vale. ¡Vaaale, lo siento! —dijo echando su cabeza hacia atrás, frustradillo con eso—. A Connor no lo regañáis, coj-… —dijo para sí, callando la última palabra como quien se pone un bozal.
Y Aniol, la última persona que faltaba, también dijo lo que pensaba de Damian. El chico infló sus mofletes, teniendo un breve duelo de ceños fruncidos con el moreno para luego relajar su frente un poco. Si fuese cualquier otro, Damian habría manifestado y afirmado con cabezonería que le daba igual lo que dijese pero tenía debilidad, miedo a contestar a Aniol en parte por el pavor a perderlo.
—«Yo también disimulo que habláis como si fueseis maricones» —pensó primero, mirando al polaco pero esquivando al rato, colocando ambas manos en su nuca para apoyar mejor su cabeza—. Va, perdona Aniol. Ughh… —en su disculpa forzada no pudo evitar gruñir por lo bajo, se sentía fuera de lugar.
Y así se sentiría en el resto de la conversación, hablando de príncipes azules, de ese tal Olván que no tenía ni puñetera idea y se supone que tiene una melena parecida a la suya. ¿Por qué ellos hablan de chicos y él cuando habla de chicas se molesta Aniol? Quería participar en la conversación, incluso de temas culinarios que algo entendía, pero no comprendía como a un chico le podía gustar otro chico de esa forma, entre chicos hay colegueo y amistad eso pensó siempre el italiano. Damian no podía presumir de tener una buena base para considerar siquiera las relaciones sociales, sin embargo los comentarios de los del circo resonaban en su cabeza, generando un rechazo en Damian acerca de siquiera tener hijos con, ¿otro tío?
—Aja... Si... Que guayyy... —intentó "aportar" a la conversación sacando un interés que no existía realmente, pero se esforzaría por tal de encajar.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Entre sedas y tules
15/09/23, 10:11 pm
Nohlem frunció ligeramente el ceño ante las palabras de Aniol a Damian, y es que aunque entendiese el rencor del que provenían o que las descripciones femeninas del rubio eran poco elegantes, no compartía el “asco” a ninguna dirección. Profirió un suspiro suave.
—Que otra persona haga algo no significa que esté bien, Damian —respondió con la misma suavidad que usó Ethan—. Connor ya está muy crecidito para regañarlo, y precisamente por lo que hizo y cómo lo hizo no me verás hablando con él hasta que mejore. Ni con él ni con Serena —también influía que a penas rozaba el 1’70m y ni de coña iba a plantarle cara a tremenda secuoya como era Connor, pero por supuesto eso era omitible. Le puso una mano en la cabeza a Damian y revolvió su pelo suavemente, echándole parte del flequillo sobre los ojos de manera amistosa—. No pasa nada.
No estaba seguro de que lo dicho hubiera calado en él, pero que menos que recompensar su capacidad de pedir perdón. Ahora, que si ya le parecían innecesariamente complicados los humanos la situación no mejoró en su dirección. Cuando Ethan habló de Olván como “pareja” la sonrisa del varmano se encasquilló como un motor poco engrasado y sus orejas bajaron como freno de emergencia. Una cosa era visibilizar algo tan normal como que te atrayese un chico siendo chico y otra MUY diferente el soñar con llamarlo pareja. Si estabas soltero y muy enamorado, vaaale, ¿podía pasarte, supuso? Pero… Él sabía que era ficción y no lo confundía con la realidad. No solo porque Olván fuera un varón y no pudieran casarse, es que -¡es que era de clase media! ¿Cómo iban a tener nada formal? Y aún pudiendo, estaba seguro de que ninguno de los dos querría. El pensamiento le arrancó una pequeña risa de circunstancias que gritaba “Necrolimbo trágame” por todos lados.
—Oh no, no, no somos… ¡Sí, seguro! —secundó rápidamente tras Aniol—. ¡Yo creo que os podríais llevar bien! El príncipe chef y eh- eeeh… —y tan pronto encontró estabilidad en el pequeño se la arrancó con aquellas afirmaciones. ¿Acaso…? No, ¿no?—. Claro, ¿sí, no? Es decir- Bueno, no sé, en mi mundo hay pocos mestizos porque vivimos muy lejos unos de otros y nunca he visto… —de repente abrió bien los ojos—. ¡Oye, Ethan es mestizo y ha salido muy guapo! —y con una sonrisa amplia señaló al susodicho con la mano abierta—. ¿Verdad? ¡Anda que no!
El terror a piropearlo de más era palpable.
Ahora… ¿De qué color salía un okae mezclado con un granta? ¿Había sido una ensoñación ingenua y desconocimiento del pequeño el tener hijos con otro varón o podían los humanos…? ¿Por eso podían casarse? Pero- no tenía sentido. ¿Por qué se estaba preguntando tantísimas cosas que no quería saber delante de dos críos?
—Que otra persona haga algo no significa que esté bien, Damian —respondió con la misma suavidad que usó Ethan—. Connor ya está muy crecidito para regañarlo, y precisamente por lo que hizo y cómo lo hizo no me verás hablando con él hasta que mejore. Ni con él ni con Serena —también influía que a penas rozaba el 1’70m y ni de coña iba a plantarle cara a tremenda secuoya como era Connor, pero por supuesto eso era omitible. Le puso una mano en la cabeza a Damian y revolvió su pelo suavemente, echándole parte del flequillo sobre los ojos de manera amistosa—. No pasa nada.
No estaba seguro de que lo dicho hubiera calado en él, pero que menos que recompensar su capacidad de pedir perdón. Ahora, que si ya le parecían innecesariamente complicados los humanos la situación no mejoró en su dirección. Cuando Ethan habló de Olván como “pareja” la sonrisa del varmano se encasquilló como un motor poco engrasado y sus orejas bajaron como freno de emergencia. Una cosa era visibilizar algo tan normal como que te atrayese un chico siendo chico y otra MUY diferente el soñar con llamarlo pareja. Si estabas soltero y muy enamorado, vaaale, ¿podía pasarte, supuso? Pero… Él sabía que era ficción y no lo confundía con la realidad. No solo porque Olván fuera un varón y no pudieran casarse, es que -¡es que era de clase media! ¿Cómo iban a tener nada formal? Y aún pudiendo, estaba seguro de que ninguno de los dos querría. El pensamiento le arrancó una pequeña risa de circunstancias que gritaba “Necrolimbo trágame” por todos lados.
—Oh no, no, no somos… ¡Sí, seguro! —secundó rápidamente tras Aniol—. ¡Yo creo que os podríais llevar bien! El príncipe chef y eh- eeeh… —y tan pronto encontró estabilidad en el pequeño se la arrancó con aquellas afirmaciones. ¿Acaso…? No, ¿no?—. Claro, ¿sí, no? Es decir- Bueno, no sé, en mi mundo hay pocos mestizos porque vivimos muy lejos unos de otros y nunca he visto… —de repente abrió bien los ojos—. ¡Oye, Ethan es mestizo y ha salido muy guapo! —y con una sonrisa amplia señaló al susodicho con la mano abierta—. ¿Verdad? ¡Anda que no!
El terror a piropearlo de más era palpable.
Ahora… ¿De qué color salía un okae mezclado con un granta? ¿Había sido una ensoñación ingenua y desconocimiento del pequeño el tener hijos con otro varón o podían los humanos…? ¿Por eso podían casarse? Pero- no tenía sentido. ¿Por qué se estaba preguntando tantísimas cosas que no quería saber delante de dos críos?
- ♪♫♬:
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Entre sedas y tules
17/09/23, 10:59 am
Con una regañina tenía suficiente para toda la noche, Nohlem se había explicado perfectamente como para insistir en el tema y Damian mostraba un enfado resultado de las mismas. Era pequeño e inculto, le daba cierto margen por ello aunque su edad no justificaba los agravios, ni lograba hacerlos menos dolorosos. Fuera cual fuera su familia claramente eran un caso perdido y lo que les había llegado a ellos no era más que el resultado de una crianza nefasta, por eso Ethan no se lo tenía en cuenta, no iba a enfadarse con un pequeño que al fin de cuentas no dejaba de ser una víctima de sus propios padres. Ahora bien, si alguna vez tuvo la puerta del armario abierta, ahora estaba cerrada y con candado. No iba a ser quien alimentará las llamas de una conversación en la que solo él parecía salir quemado.
El comentario inicial de Aniol no fue agradable, un intercambio de una moneda sucia entre pequeños y otro argumento en el que esta vez se iba a mantener al margen, simplemente quería cambiar de tema, desentenderse en cualquier conversación banal antes de que las sábanas les reclamase por el sueño acumulado.
Y la encontró, solo que irónicamente volvió a ser el foco de la misma.
-Bueno no sé, no sé, yo cocino bastante normalito, seguro que ese tal Olván me da mil y una vueltas, aunque parece muy simpático así que no descarto nada, quizá hasta podría enseñarme otras recetas. -Sonrió tímido en la pequeña privacidad que le estaba estar tumbado y tapado tras Aniol, prefería ese espacio seguro hasta que se volviera a sentir confiado como para asomar la cabeza. A como Nohlem respondió se imaginó que era una relación simplemente complicada, ya habían hablado sobre matrimonios concertados la otra noche, lo que dejaba en su cabeza una telenovela guionizada con diferentes temporadas, cada cual más dramática que la anterior. Sí, mejor no meterse en aquel jardín no fueran a clavarse alguna espina.
-Ah, eh si. -Respondió esta vez con un ligero rubor en sus mejillas, ambas coloradas por el sorpresivo piropo. Si antes tocaba clase de ética ahora tocaba una de biología y genética. No es que fuera buen profesor en esa materia, pero al menos quitaba la vergüenza o el miedo de la ecuación, que ya era un punto a favor. -Yo eh, soy mestizo dicho mal y pronto.
Ahí sí que se incorporó de nuevo, apoyado sobre sus codos para intentar ser la viva imagen de ejemplo que un libro de colegio podría contener entre sus páginas. No era el mejor caso pues el capricho de su padre se había de alguna manera extrapolado a sus cualidades pero si se le notaba en algunos detalles, detalles claro, que dos niños sin familiaridad con los asiáticos no tendrían margen de razonar.
>>Bueno eehh, no soy el mejor caso de mi familia, mi hermano sí parece más europeo pero tiene los ojos un poquito afilados por la cosa de los párpados, yo eh… Mi madre es inglesa y mi padre... - En verdad también lo es, pero decirlo ahora era bastante bajón. -Japonés, medio japonés técnicamente, como yo. Aunque en verdad eso me dejaría a mi como un cuarto de japonés hmmm -Dios, estaba siendo un desastre de explicación. -Vaya, que no tendría por que ser raro, no todos los rasgos se mezclan para dar lugar a nuevos… A veces tu madre es rubia, tu padre moreno y tú sales como uno o como otro, no tienes por qué ser castaño.
Desconocía si había aclarado lo que fuese así que simplemente le dedicó una sonrisa apurada al pequeño Aniol, rezando porque la lección se hubiera entendido un mínimo.
-Y eh, en general si no hay ningún papa trans en la relación no pueden tener hijos… -¿Sabrían que era eso? Con Airi siendo nb no había problemas, tenía que confiar en ello. -Aunque pueden seguir adoptando un pequeñín para quererlo igual de bien.
El comentario inicial de Aniol no fue agradable, un intercambio de una moneda sucia entre pequeños y otro argumento en el que esta vez se iba a mantener al margen, simplemente quería cambiar de tema, desentenderse en cualquier conversación banal antes de que las sábanas les reclamase por el sueño acumulado.
Y la encontró, solo que irónicamente volvió a ser el foco de la misma.
-Bueno no sé, no sé, yo cocino bastante normalito, seguro que ese tal Olván me da mil y una vueltas, aunque parece muy simpático así que no descarto nada, quizá hasta podría enseñarme otras recetas. -Sonrió tímido en la pequeña privacidad que le estaba estar tumbado y tapado tras Aniol, prefería ese espacio seguro hasta que se volviera a sentir confiado como para asomar la cabeza. A como Nohlem respondió se imaginó que era una relación simplemente complicada, ya habían hablado sobre matrimonios concertados la otra noche, lo que dejaba en su cabeza una telenovela guionizada con diferentes temporadas, cada cual más dramática que la anterior. Sí, mejor no meterse en aquel jardín no fueran a clavarse alguna espina.
-Ah, eh si. -Respondió esta vez con un ligero rubor en sus mejillas, ambas coloradas por el sorpresivo piropo. Si antes tocaba clase de ética ahora tocaba una de biología y genética. No es que fuera buen profesor en esa materia, pero al menos quitaba la vergüenza o el miedo de la ecuación, que ya era un punto a favor. -Yo eh, soy mestizo dicho mal y pronto.
Ahí sí que se incorporó de nuevo, apoyado sobre sus codos para intentar ser la viva imagen de ejemplo que un libro de colegio podría contener entre sus páginas. No era el mejor caso pues el capricho de su padre se había de alguna manera extrapolado a sus cualidades pero si se le notaba en algunos detalles, detalles claro, que dos niños sin familiaridad con los asiáticos no tendrían margen de razonar.
>>Bueno eehh, no soy el mejor caso de mi familia, mi hermano sí parece más europeo pero tiene los ojos un poquito afilados por la cosa de los párpados, yo eh… Mi madre es inglesa y mi padre... - En verdad también lo es, pero decirlo ahora era bastante bajón. -Japonés, medio japonés técnicamente, como yo. Aunque en verdad eso me dejaría a mi como un cuarto de japonés hmmm -Dios, estaba siendo un desastre de explicación. -Vaya, que no tendría por que ser raro, no todos los rasgos se mezclan para dar lugar a nuevos… A veces tu madre es rubia, tu padre moreno y tú sales como uno o como otro, no tienes por qué ser castaño.
Desconocía si había aclarado lo que fuese así que simplemente le dedicó una sonrisa apurada al pequeño Aniol, rezando porque la lección se hubiera entendido un mínimo.
-Y eh, en general si no hay ningún papa trans en la relación no pueden tener hijos… -¿Sabrían que era eso? Con Airi siendo nb no había problemas, tenía que confiar en ello. -Aunque pueden seguir adoptando un pequeñín para quererlo igual de bien.
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.