Página 2 de 3. • 1, 2, 3
- Rocavarancolia Rol
Psicología Surcamentes
04/07/23, 11:43 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Casa de dos plantas con buhardilla, de piedra, protegida por varios hechizos. La piedra es de tipo irregular de un tono gris poco destacable y el tejado es de pizarra teñida de un azul suave. Las puertas son de madera de abedul reforzada, siendo la delantera doble con forma arqueada y unos tiradores metálicos con forma de cubo. Sobre la puerta hay un cartel rectangular de madera rojiza con el nombre del negocio, escrito en una fuente agradable y fácil de leer, con trazos hechos a mano. La puerta trasera es sencilla, de la misma madera, y da a un jardín interior cubierto por una estructura acristalada con hechizos ilusorios anclados: a veces parece que lo que rodee al jardín sea agua corriendo, en ocasiones se puede ver un cielo nuboso con el sol asomando y otras un cielo nocturno estrellado. El techo puede abrirse mediante un mecanismo que se controla por una runa cuando se desee.
En una esquina hay un pequeño huerto del que se ocupa principalmente Lulú, donde además cuenta con varias jardineras llenas de todo tipo de plantas con flor y espacio para echar sus raíces en ellas. También hay un pozo de piedra con un tejadillo de paja y una pequeña caseta donde se guardan utensilios de jardinería y trastos.
En la otra esquina hay dos divanes alcohados, una mesita y sillas, además de un pequeño banco al lado de la puerta. Todos estos muebles son de madera teñida de blanco con una ornamentación simple. Aunque en ocasiones lo utiliza la dueña de la casa para tomar el aire, este es el espacio reservado para los clientes que prefieren que la terapia se realice en el exterior.
Hay además algunos pequeños árboles, entre los que destacan cerezos y manzanos, y algún que otro arbusto decorativo.
En una esquina hay un pequeño huerto del que se ocupa principalmente Lulú, donde además cuenta con varias jardineras llenas de todo tipo de plantas con flor y espacio para echar sus raíces en ellas. También hay un pozo de piedra con un tejadillo de paja y una pequeña caseta donde se guardan utensilios de jardinería y trastos.
En la otra esquina hay dos divanes alcohados, una mesita y sillas, además de un pequeño banco al lado de la puerta. Todos estos muebles son de madera teñida de blanco con una ornamentación simple. Aunque en ocasiones lo utiliza la dueña de la casa para tomar el aire, este es el espacio reservado para los clientes que prefieren que la terapia se realice en el exterior.
Hay además algunos pequeños árboles, entre los que destacan cerezos y manzanos, y algún que otro arbusto decorativo.
- Interior:
- La planta baja consta de la cocina, un lavabo simple y dos cuartos: uno es una salita privada, donde hay un tresillo, una mesa de café y varias estanterías llenas de grimorios, muchos especializados en mentalismo, libros de piscología y otros tema relacionados. Hay plantas de interior y cuadros decorando las paredes, siendo uno de ellos una pintura surrealista que hizo el propio Lulú. La otra habitación es el despacho principal donde se llevan a cabo las sesiones de terapia: cuenta con un escritorio robusto de madera y una silla de oficina tras él, así como dos sillones cómodos frente a ella. Tras el escritorio hay más estanterías con libros. Hay un sofá bastante grande de terciopelo, de color morado suave, y dos divanes similares a los del exterior. Un candelabro que emite una luz agradable empleando velas mágicas cuyo color se puede modificar fácilmente, cuelga del techo.
La planta de arriba cuenta con un baño bien equipado, de azulejos azul y negros, otro despacho más personal, en el que hay una mesita de ajedrez con piezas hechas con hielo, y dos dormitorios. En uno de ellos hay una única cama grande donde duerme Naeleth, un armario, una mesita de noche y una cómoda. Las paredes, techos y suelo del cuarto simulan un paisaje nevado y suele haber escarcha real encima de los objetos decorativos. El otro es un cuarto de invitados, más convencional en el que hay dos camas de menor tamaño y con los muebles pertinentes.
La buhardilla cuenta con vigas y suelo de madera y está acondicionada como sala de prácticas tanto para magia como para armas. Tiene algunas dianas y muñecos de entrenamiento.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Psicología Surcamentes
23/10/23, 09:16 pm
No había podido evitar asentir y dejar escapar una risa cuando Kaila le aseguró que conocía a los brujos. No lo dijo explícitamente, pero cualquiera que hubiese tratado con algún brujo o simplemente leído un poco sobre ellos estaría más que familiarizado con las diversas excentricidades de estos. Lo suyo, en realidad, no calificaba ni siquiera entre las tendencias más extrañas que estos podían llegar a tener, pero todavía le costaba evitar preocuparse por cómo se le veía desde fuera. En el fondo sabía que la diversidad de Rocavarancolia hacía que los únicos habitantes que podían tener algún prejuicio realmente eran los que llevaban poco tiempo allí, pero a la nublina todavía le costaba dejar atrás el ser tan auto consciente.
De igual manera no pudo contener una suave palmada de alegría cuando la maga le confirmó que compartía su gusto por los duelos mágicos.
—¡Tengo que prepararme bien y quedar un día para llevar uno a cabo! —le dijo con entusiasmo—. Pero, por ahora tenemos otro tipo de duelo pendiente —se rio—. Ya toca nuestra última parada.
Con un gesto de la mano le invitó a seguirle de vuelta a la planta baja, realizando una rápida parada en la cocina para recoger la bandeja con el té y salir, finalmente, al jardín.
La criomante apoyó la bandeja junto a otra donde estaban las pastas y otros dulces para acompañar la bebida sobre la mesa junto a los divanes. La mesita de ajedrez también estaba allí, pues aquel era el divertimento principal que habían planeado para acompañar la agradable merienda: una partida en el jardín. Naeleth se apresuró para activar la runa que abría el techo, pues ese día incluso hacía algo más de sol de lo habitual en la ciudad y, por mucho que a ella le encantase el clima entre templado y frío, un poco de luz solar y, sobre todo, aire fresco no les vendría mal.
—Podemos cerrarlo en cualquier momento si lo prefieres.
Las sillas las había movido para que estuvieran a cada lado de la mesita de ajedrez y le indicó a la maga que podría sentarse cuando quisiera, una vez hubiese examinado todo lo que le apeteciese su pequeño pero acogedor jardín. Aunque normalmente había piezas hechas de hielo sobre el tablero, había colocado unas que compró en el mercado que le habían gustado, porque tal vez a otras personas no les gustaría tener que desplazar piezas con tacto tan frío.
>>¿Prefieres rojas o negras?
A pesar de que sabía cuáles eran los colores tradicionales de aquel juego, estas eran temáticas de la ciudad. Había teñido también de rojo las casillas blancas del tablero mediante el hechizo de cambio de color.
De igual manera no pudo contener una suave palmada de alegría cuando la maga le confirmó que compartía su gusto por los duelos mágicos.
—¡Tengo que prepararme bien y quedar un día para llevar uno a cabo! —le dijo con entusiasmo—. Pero, por ahora tenemos otro tipo de duelo pendiente —se rio—. Ya toca nuestra última parada.
Con un gesto de la mano le invitó a seguirle de vuelta a la planta baja, realizando una rápida parada en la cocina para recoger la bandeja con el té y salir, finalmente, al jardín.
La criomante apoyó la bandeja junto a otra donde estaban las pastas y otros dulces para acompañar la bebida sobre la mesa junto a los divanes. La mesita de ajedrez también estaba allí, pues aquel era el divertimento principal que habían planeado para acompañar la agradable merienda: una partida en el jardín. Naeleth se apresuró para activar la runa que abría el techo, pues ese día incluso hacía algo más de sol de lo habitual en la ciudad y, por mucho que a ella le encantase el clima entre templado y frío, un poco de luz solar y, sobre todo, aire fresco no les vendría mal.
—Podemos cerrarlo en cualquier momento si lo prefieres.
Las sillas las había movido para que estuvieran a cada lado de la mesita de ajedrez y le indicó a la maga que podría sentarse cuando quisiera, una vez hubiese examinado todo lo que le apeteciese su pequeño pero acogedor jardín. Aunque normalmente había piezas hechas de hielo sobre el tablero, había colocado unas que compró en el mercado que le habían gustado, porque tal vez a otras personas no les gustaría tener que desplazar piezas con tacto tan frío.
>>¿Prefieres rojas o negras?
A pesar de que sabía cuáles eran los colores tradicionales de aquel juego, estas eran temáticas de la ciudad. Había teñido también de rojo las casillas blancas del tablero mediante el hechizo de cambio de color.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Psicología Surcamentes
02/11/23, 04:55 pm
Aceptó con gusto el quedar más adelante para un duelo mágico, encantada de tener alguien con quién practicar, y además alguien con quien tenía confianza. Era distinto practicar hechizos nuevos como entrenamiento a hacerlo en un contexto de duelo, por muy amistoso que fuera, y mentalmente pensó algunos que le gustaría probar cuando volviesen a verse.
La vuelta a la planta baja no tuvo mucho misterio, aunque dama Puente aprovecharía de vuelta para hacer más cumplidos a la bruja sobre su hogar. Seguro que más adelante tenía tiempo de terminar de decorar todo, y es que al fin y al cabo se acababa de mudar.
El jardín era tan o incluso más bonito que el resto de la casa, con unos muebles blancos preciosos y un techo encantado que Naeleth no tardó en abrir.
—Así está bien, se agradece el sol —medio bromeó, y es que este era bastante raro en la ciudad, y aún así seguía sin hacer demasiado calor. Rocavarancolia era monótona en cuanto al clima, y cualquier mínima variedad en este era de agradecer.
Se sentó en una de las sillas, admirando el tablero rojo y las piezas, mucho más rocavarancolesas que su propio juego, que se había traído de la Tierra.
—Negras —en realidad le daba igual con qué jugar, pero no le parecía mal dejar que la criomante moviese primero —¿Aprendiste a jugar aquí o en tu mundo teníais ajedrez?
Tenía curiosidad por ello, y es que aunque había visitado varios mundos, no se había parado a fijarse en todos esos detalles culturales en muchos ellos, o a hablar tanto con los locales como para que el tema saliera de manera orgánica.
La vuelta a la planta baja no tuvo mucho misterio, aunque dama Puente aprovecharía de vuelta para hacer más cumplidos a la bruja sobre su hogar. Seguro que más adelante tenía tiempo de terminar de decorar todo, y es que al fin y al cabo se acababa de mudar.
El jardín era tan o incluso más bonito que el resto de la casa, con unos muebles blancos preciosos y un techo encantado que Naeleth no tardó en abrir.
—Así está bien, se agradece el sol —medio bromeó, y es que este era bastante raro en la ciudad, y aún así seguía sin hacer demasiado calor. Rocavarancolia era monótona en cuanto al clima, y cualquier mínima variedad en este era de agradecer.
Se sentó en una de las sillas, admirando el tablero rojo y las piezas, mucho más rocavarancolesas que su propio juego, que se había traído de la Tierra.
—Negras —en realidad le daba igual con qué jugar, pero no le parecía mal dejar que la criomante moviese primero —¿Aprendiste a jugar aquí o en tu mundo teníais ajedrez?
Tenía curiosidad por ello, y es que aunque había visitado varios mundos, no se había parado a fijarse en todos esos detalles culturales en muchos ellos, o a hablar tanto con los locales como para que el tema saliera de manera orgánica.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Psicología Surcamentes
14/11/23, 01:27 pm
La criomante asintió y se sentó en el lugar correspondiente a las rojas. Una parte de ella hubiera querido insistir a su amiga si de verdad era que prefería las negras o simplemente estaba tratando de dejarle empezar, cosa que no era necesaria. Pero lo dejó pasar. La Naeleth asustadiza sin experiencia seguro que lo había hecho y se hubiera sentido incómoda sobre analizando la situación, pero su elección de carrera profesional no solo le servía para ayudar a otras personas sino también a sí misma. Cualquiera que la conociese desde hacía algunos años y echase la vista atrás, podría ver a una nublina casi irreconocible en varios aspectos. La bruja estaba bastante satisfecha con este hecho cuando se paraba a pensarlo, incluso si en esta ocasión había sido algo tan nimio el que le había recordado su progreso.
—Oh, pues existe un juego bastante parecido aunque con menos reglas en Nubla —le explicó a Kaila—. Ya me gustaba jugar con mi familia y solía ser yo quien ganaba… Era la que ponía más interés en ello —se apresuró a aclarar al sentir un pequeño ramalazo de vergüenza por si su anterior comentario podía haber sonado soberbio. Aquella parte aún la tenía que trabajar un poco, decididamente—. Pero cuando supe acerca del ajedrez de tu mundo de origen llamó poderosamente mi atención. La verdad es que hay muchos juegos similares en casi todos los mundos, pero, por ahora, me gustó la complejidad del vuestro. También he leído acerca de otros juegos procedentes de la región asiática de la Tierra que han llamado mi atención. Quizás aprenda a las reglas de uno de ellos pronto.
Mientras hablaba, Naeleth presionó en un punto de la tetera y esta comenzaría a servir el té por sí misma, activándose mediante un pequeño circuito rúnico que lo llevaba a cabo. Ya que por el ángulo en el que se encontraban respecto a sus bebidas resultaba más cómodo si no tenían que hacerlo a mano, había pensado en aquella chuchería mágica que, sin duda, no sería la última vez que emplearía.
>>Oh, pero disculpa, que me enrollo hablando de estas cosas —añadió con una risa—. Veamos, mi primer movimiento…
Centró su atención en el tablero que tenía ante sí, mostrándose pensativa unos instantes. ¿Con qué tipo de jugada debería iniciar? ¿Debería hacer algo más básico o intentar alguna apertura más arriesgada? Tenía claro que quería tratar de realizar un enroque lo antes posible si podía, así que posiblemente lo menos arriesgado era simplemente no complicarse. Así pues, movió uno de los peones que le permitiría llevar a cabo dicha jugada en algunos turnos.
—Oh, pues existe un juego bastante parecido aunque con menos reglas en Nubla —le explicó a Kaila—. Ya me gustaba jugar con mi familia y solía ser yo quien ganaba… Era la que ponía más interés en ello —se apresuró a aclarar al sentir un pequeño ramalazo de vergüenza por si su anterior comentario podía haber sonado soberbio. Aquella parte aún la tenía que trabajar un poco, decididamente—. Pero cuando supe acerca del ajedrez de tu mundo de origen llamó poderosamente mi atención. La verdad es que hay muchos juegos similares en casi todos los mundos, pero, por ahora, me gustó la complejidad del vuestro. También he leído acerca de otros juegos procedentes de la región asiática de la Tierra que han llamado mi atención. Quizás aprenda a las reglas de uno de ellos pronto.
Mientras hablaba, Naeleth presionó en un punto de la tetera y esta comenzaría a servir el té por sí misma, activándose mediante un pequeño circuito rúnico que lo llevaba a cabo. Ya que por el ángulo en el que se encontraban respecto a sus bebidas resultaba más cómodo si no tenían que hacerlo a mano, había pensado en aquella chuchería mágica que, sin duda, no sería la última vez que emplearía.
>>Oh, pero disculpa, que me enrollo hablando de estas cosas —añadió con una risa—. Veamos, mi primer movimiento…
Centró su atención en el tablero que tenía ante sí, mostrándose pensativa unos instantes. ¿Con qué tipo de jugada debería iniciar? ¿Debería hacer algo más básico o intentar alguna apertura más arriesgada? Tenía claro que quería tratar de realizar un enroque lo antes posible si podía, así que posiblemente lo menos arriesgado era simplemente no complicarse. Así pues, movió uno de los peones que le permitiría llevar a cabo dicha jugada en algunos turnos.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Psicología Surcamentes
15/11/23, 05:14 pm
A veces Naeleth era como verse en un espejo, uno que reflejaba un pasado de novata en la ciudad. La modestia, las aclaraciones tontas que rebajaban las capacidades de una. No se consideraba egocéntrica, pero años en Rocavarancolia le habían enseñado que no era necesario ser tan modesta, y que conocer el propio valor de una era algo útil, especialmente en los negocios. Y allí nadie iba a juzgarte por no ser lo bastante humilde, si acaso lo contrario, a lo mejor intentaban aprovecharse de tu debilidad o pensaban que era algún truco y te esquivaban.
—No hace falta que seas tan modesta —sonrió. Sabía que era cuestión de acostumbrarse a ello —. A mi me enseñó a jugar mi hermano, se le daba muy bien.
Le había costado aprender, pero poco a poco habían ido equilibrando las partidas ganadas. Era una lástima que Rocavarancolia hubiera borrado todo, porque le hubiera gustado recuperar la libreta en la que iban anotando quién ganaba y que tenía bastantes páginas llenas. Sin embargo, las capacidades mentales que le había otorgado su transformación eran lo que había hecho que verdaderamente se le diera bien y disfrutase del juego.
La mención a otros juegos le hizo sonreír un poco, y aunque su favorito era el ajedrez, en parte por nostalgia, había probado algunos otros.
»¿Has oído hablar del Go? Creo que te gustaría. Tengo un juego en casa, si alguna vez quieres probar.
La tetera mágica fue un detalle agradable, una tontería que hacía la vida un poquito más fácil y que recordaba que no todo tenían que ser grandes hechizos. A veces lo más simple era lo más útil. Tenía ganas de probar el té, pero era probable que estuviera ardiendo, así que decidió esperar un poco mientras esperaba al primer movimiento de la bruja.
No es que fuera una apertura fuera de las convencionales, pero era de esperar, y es que ella tampoco pensaba salirse de unos primeros movimientos conservadores para enrocar cuanto antes.
—Oh, no te preocupes, siempre es divertido hablar. No es que sea una partida competitiva ni nada —se rio.
No tardó demasiado en mover su primer peón, con curiosidad de cómo iba a desarrollarse la partida.
—No hace falta que seas tan modesta —sonrió. Sabía que era cuestión de acostumbrarse a ello —. A mi me enseñó a jugar mi hermano, se le daba muy bien.
Le había costado aprender, pero poco a poco habían ido equilibrando las partidas ganadas. Era una lástima que Rocavarancolia hubiera borrado todo, porque le hubiera gustado recuperar la libreta en la que iban anotando quién ganaba y que tenía bastantes páginas llenas. Sin embargo, las capacidades mentales que le había otorgado su transformación eran lo que había hecho que verdaderamente se le diera bien y disfrutase del juego.
La mención a otros juegos le hizo sonreír un poco, y aunque su favorito era el ajedrez, en parte por nostalgia, había probado algunos otros.
»¿Has oído hablar del Go? Creo que te gustaría. Tengo un juego en casa, si alguna vez quieres probar.
La tetera mágica fue un detalle agradable, una tontería que hacía la vida un poquito más fácil y que recordaba que no todo tenían que ser grandes hechizos. A veces lo más simple era lo más útil. Tenía ganas de probar el té, pero era probable que estuviera ardiendo, así que decidió esperar un poco mientras esperaba al primer movimiento de la bruja.
No es que fuera una apertura fuera de las convencionales, pero era de esperar, y es que ella tampoco pensaba salirse de unos primeros movimientos conservadores para enrocar cuanto antes.
—Oh, no te preocupes, siempre es divertido hablar. No es que sea una partida competitiva ni nada —se rio.
No tardó demasiado en mover su primer peón, con curiosidad de cómo iba a desarrollarse la partida.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Psicología Surcamentes
18/11/23, 03:04 pm
Dejó escapar una leve risa nerviosa cuando Kaila le dijo que no hacía falta que fuese tan modesta y asintió, componiendo una sonrisa mayor cuando le explicó que su hermano le había enseñado a jugar al ajedrez.
—En mi caso fue mi padre el que nos enseñó a todos… Obviamente no al ajedrez, si no al raible, que así es como se llama el juego nublino —le explicó brevemente—. Sin duda era el contrincante más difícil de toda la familia —rio.
Hizo su siguiente movimiento, moviendo esta vez en su particular patrón en L a uno de sus caballeros. Por como había respondido la maga a su apertura, tenía bastante claro que ambas iban por el mismo camino. Era bastante lógico si no querían entrar en complicadas jugadas que no tenían posibilidad de salir bien. No eran malas jugadoras, pero desde luego distaban mucho de poder considerarse “profesionales”. Por lo menos Naeleth tenía claro que, aunque le resultaba muy divertido e interesante, su ambición respecto a ello no iba a llegar tan lejos. Aunque no pensaba dejar de practicar para mejorar, eso sí, y tal vez en alguna ocasión tratase de arriesgarse más aun con las probabilidades en su contra.
—¡Sí! Ese es uno de los juegos que llamó mi atención —confirmó a la humana cuando mencionó el go—. Y también el mahjong. Aunque parezca ser un poco menos estratégico y dependa más de la suerte, parecía divertido… Eso sí, necesitaré un buen tiempo para entender todas las reglas, parece —rio recordando la cantidad de términos y la longitud de los manuales de reglamento de cada juego.
Por supuesto, la maga tenía razón y ella misma tampoco había pretendido que fuese una partida completamente silenciosa. Tal vez viniese bien concentrarse un poco al decidir una jugada, pero charlar mientras tanto no solo era bienvenido, si no que no lo hubiera querido de otra forma.
—Por supuesto, es solo que me estaba hasta olvidando de empezar a mover… Oh, y a veces parezco olvidar también que soy una bruja del hielo —dijo con algo de sarcasmo mientras observaba las tazas humeantes. Enseguida enfrió un poco la suya para que estuviese a una temperatura agradable para beberla, que en su caso era muy tibia—. ¿Quieres que enfríe un poco la tuya?
—En mi caso fue mi padre el que nos enseñó a todos… Obviamente no al ajedrez, si no al raible, que así es como se llama el juego nublino —le explicó brevemente—. Sin duda era el contrincante más difícil de toda la familia —rio.
Hizo su siguiente movimiento, moviendo esta vez en su particular patrón en L a uno de sus caballeros. Por como había respondido la maga a su apertura, tenía bastante claro que ambas iban por el mismo camino. Era bastante lógico si no querían entrar en complicadas jugadas que no tenían posibilidad de salir bien. No eran malas jugadoras, pero desde luego distaban mucho de poder considerarse “profesionales”. Por lo menos Naeleth tenía claro que, aunque le resultaba muy divertido e interesante, su ambición respecto a ello no iba a llegar tan lejos. Aunque no pensaba dejar de practicar para mejorar, eso sí, y tal vez en alguna ocasión tratase de arriesgarse más aun con las probabilidades en su contra.
—¡Sí! Ese es uno de los juegos que llamó mi atención —confirmó a la humana cuando mencionó el go—. Y también el mahjong. Aunque parezca ser un poco menos estratégico y dependa más de la suerte, parecía divertido… Eso sí, necesitaré un buen tiempo para entender todas las reglas, parece —rio recordando la cantidad de términos y la longitud de los manuales de reglamento de cada juego.
Por supuesto, la maga tenía razón y ella misma tampoco había pretendido que fuese una partida completamente silenciosa. Tal vez viniese bien concentrarse un poco al decidir una jugada, pero charlar mientras tanto no solo era bienvenido, si no que no lo hubiera querido de otra forma.
—Por supuesto, es solo que me estaba hasta olvidando de empezar a mover… Oh, y a veces parezco olvidar también que soy una bruja del hielo —dijo con algo de sarcasmo mientras observaba las tazas humeantes. Enseguida enfrió un poco la suya para que estuviese a una temperatura agradable para beberla, que en su caso era muy tibia—. ¿Quieres que enfríe un poco la tuya?
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Psicología Surcamentes
09/01/24, 03:59 pm
Sonrió ante su historia. En Rocavarancolia las relaciones familiares de la gente eran un tema confuso. En algunos mundos, como en el suyo propio, solo las recordaba el que había ido, pero en casos como Nubla incluso podían mantenerse después de la Luna si se quería. Por eso prefirió no entrar más en el tema, sin saber cómo llevaría Naeleth el hecho de vivir en otro mundo. Que fuera nublina no implicaba que estuviera contenta con dejar todo atrás.
Observó su movimiento, sabiendo lo que la criomante buscaba, y es que era un inicio sencillo, sin florituras ni jugadas complicadas. No es que le hiciera ascos a probar cosas nuevas, pero dama Puente veía mucho más cómodo hacer jugadas sencillas mientras mantenían una conversación distendida a enfrascarse en el juego y hablar menos con su amiga. Su siguiente movimiento también buscó el encontrar el enroque cuanto antes.
Rió suavemente con los comentarios sobre el go y el mahjong. Especialmente este último tenía unas reglas mucho más extensas que el ajedrez, y aunque sabía que se podían jugar a otros juegos con esas fichas (recordaba el solitario aquel que traían los ordenadores casi con cariño), el juego al que se refería Naeleth era uno que no dominaba del todo.
—No te preocupes, yo tampoco controlo mucho el mahjong. Y el go… bueno, incluso a los ordenadores terrestres les ha costado mucho más ganar a los profesionales de lo que les costó ganarles al ajedrez, no es fácil —se rió. Parecían reglas simples, pero la complejidad que alcanzaba era muy alta.
—Por favor —le pidió cuando la bruja se ofreció a enfriarle la taza, para luego dar un sorbo. Lo mucho que facilitaba la vida de uno la magia, y más cuando era un simple uso de dominio—. Esta muy rico.
Siempre le había gustado el té, y la amplitud de sabores nuevos que había ido conociendo según se vinculaban más mundos era algo que le calentaba (de manera literal y figurada) el cuerpo. A años luz de distancia, había cosas que seguían siendo parecidas en todos lados.
Observó su movimiento, sabiendo lo que la criomante buscaba, y es que era un inicio sencillo, sin florituras ni jugadas complicadas. No es que le hiciera ascos a probar cosas nuevas, pero dama Puente veía mucho más cómodo hacer jugadas sencillas mientras mantenían una conversación distendida a enfrascarse en el juego y hablar menos con su amiga. Su siguiente movimiento también buscó el encontrar el enroque cuanto antes.
Rió suavemente con los comentarios sobre el go y el mahjong. Especialmente este último tenía unas reglas mucho más extensas que el ajedrez, y aunque sabía que se podían jugar a otros juegos con esas fichas (recordaba el solitario aquel que traían los ordenadores casi con cariño), el juego al que se refería Naeleth era uno que no dominaba del todo.
—No te preocupes, yo tampoco controlo mucho el mahjong. Y el go… bueno, incluso a los ordenadores terrestres les ha costado mucho más ganar a los profesionales de lo que les costó ganarles al ajedrez, no es fácil —se rió. Parecían reglas simples, pero la complejidad que alcanzaba era muy alta.
—Por favor —le pidió cuando la bruja se ofreció a enfriarle la taza, para luego dar un sorbo. Lo mucho que facilitaba la vida de uno la magia, y más cuando era un simple uso de dominio—. Esta muy rico.
Siempre le había gustado el té, y la amplitud de sabores nuevos que había ido conociendo según se vinculaban más mundos era algo que le calentaba (de manera literal y figurada) el cuerpo. A años luz de distancia, había cosas que seguían siendo parecidas en todos lados.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Psicología Surcamentes
10/01/24, 06:36 pm
La nublina atendió con mucha curiosidad a la explicación de Kaila sobre “los ordenadores”. Al tratar con la cabeza de tantas personas, varias que provenían de mundos mucho más tecnológicamente avanzados que el suyo, había empezado a comprender alguna que otra cosa, aunque lo cierto era que no estaba segura del todo de a qué se refería la maga.
—Un… ordenador es una máquina que hace cálculos matemáticos muy complejos, o algo así, ¿me equivoco? —Hasta ahí había llegado y era lo único que se le ocurría que podía tener relación con resolver una partida de juegos como el ajedrez—. Entonces… ¿esas máquinas pueden jugar a juegos como el ajedrez o el go, como si fuesen una persona? ¿Supongo que incluso mejor o más rápido que la mayoría? Perdona, es que con esto de la tecnología humana y de otros mundos avanzados estoy bastante perdida todavía, pero siento que debo aprender para mi trabajo —le explicó con una risa y algo ruborizada.
Con más entusiasmo le dedicó un asentimiento amable cuando aceptó su propuesta y le enfrió la bebida hasta una temperatura agradable para beber, sin que enfriase por completo. Al principio había sido un reto, pero a aquellas alturas ya sabía calcular bastante bien cuánto tiempo y potencia debía aplicar para algo como aquello.
—¡Lo está! —Coincidió con la humana tras probar un trago de su propia taza—. Después tenemos que probar otro.
Realizó su siguiente jugada. No podía saberlo porque no pretendía utilizar su mentalismo con su amiga, pero pensaban igual respecto a aquel encuentro y la partida de ajedrez: si perdía por no estar totalmente centrada y buscando jugadas arriesgadas no le podía importar menos. Tal vez en otra ocasión podían quedar específicamente para eso, pero era el primer día que Kaila la visitaba desde su mudanza y prefería aquel ambiente más distendido, coronado por un agradable día en la ciudad que les permitía estar muy a gusto en su jardín. La criomante había albergado dudas al mudarse de Serpentaria, pues era de naturaleza dubitativa y ansiosa, pero estaba verdaderamente contenta con como estaba resultando su casa y poco a poco sentía que podría llegar a tener la misma consideración de hogar que el que había tenido la casa donde nació y creció en Nubla.
>>¿Tú estás interesada en algo en concreto ahora mismo? Aparte de materias relacionadas con el trabajo, quiero decir; no necesariamente ningún juego, pero también si es el caso… Aunque la verdad es que yo no soy el mejor ejemplo porque casi todo lo empiezo enfocándolo a mi empleo —rio—. Creo que juegos como el ajedrez son una excepción… Bueno, y supongo que los duelos de magia.
—Un… ordenador es una máquina que hace cálculos matemáticos muy complejos, o algo así, ¿me equivoco? —Hasta ahí había llegado y era lo único que se le ocurría que podía tener relación con resolver una partida de juegos como el ajedrez—. Entonces… ¿esas máquinas pueden jugar a juegos como el ajedrez o el go, como si fuesen una persona? ¿Supongo que incluso mejor o más rápido que la mayoría? Perdona, es que con esto de la tecnología humana y de otros mundos avanzados estoy bastante perdida todavía, pero siento que debo aprender para mi trabajo —le explicó con una risa y algo ruborizada.
Con más entusiasmo le dedicó un asentimiento amable cuando aceptó su propuesta y le enfrió la bebida hasta una temperatura agradable para beber, sin que enfriase por completo. Al principio había sido un reto, pero a aquellas alturas ya sabía calcular bastante bien cuánto tiempo y potencia debía aplicar para algo como aquello.
—¡Lo está! —Coincidió con la humana tras probar un trago de su propia taza—. Después tenemos que probar otro.
Realizó su siguiente jugada. No podía saberlo porque no pretendía utilizar su mentalismo con su amiga, pero pensaban igual respecto a aquel encuentro y la partida de ajedrez: si perdía por no estar totalmente centrada y buscando jugadas arriesgadas no le podía importar menos. Tal vez en otra ocasión podían quedar específicamente para eso, pero era el primer día que Kaila la visitaba desde su mudanza y prefería aquel ambiente más distendido, coronado por un agradable día en la ciudad que les permitía estar muy a gusto en su jardín. La criomante había albergado dudas al mudarse de Serpentaria, pues era de naturaleza dubitativa y ansiosa, pero estaba verdaderamente contenta con como estaba resultando su casa y poco a poco sentía que podría llegar a tener la misma consideración de hogar que el que había tenido la casa donde nació y creció en Nubla.
>>¿Tú estás interesada en algo en concreto ahora mismo? Aparte de materias relacionadas con el trabajo, quiero decir; no necesariamente ningún juego, pero también si es el caso… Aunque la verdad es que yo no soy el mejor ejemplo porque casi todo lo empiezo enfocándolo a mi empleo —rio—. Creo que juegos como el ajedrez son una excepción… Bueno, y supongo que los duelos de magia.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Psicología Surcamentes
02/02/24, 08:25 pm
La cara de Naeleth ya le decía que no estaba segura del todo de lo que era un ordenador, y es que a veces se le olvidaba la diversidad tecnológica que había entre mundos, y que aunque ella hubiera conseguido un portátil no todo el mundo en Rocavarancolia podía acceder a uno.
—Sí, justo eso. Calculan cuál es la manera de ganar en base a posibilidades matemáticas, y generalmente incluyen jugadas que una persona normal no vería porque son sacrificios “raros” a primera vista —sonrió levemente—. En realidad los ordenadores sirven para mucho más, incluyendo ocio y avances científicos en muchos campos.
¿Cómo explicarle a alguien de otro mundo todo lo que podía hacer esa tecnología? Ya sin entrar en lo que era internet y lo que implicaba que cualquiera tuviera acceso a una gran parte del conocimiento humano. Si le preguntaban cómo funcionaban exactamente, eso sí, dama Puente se quedaba corta. Unos y ceros, matemáticas y poco más era lo que sabría decir en aquel momento.
Agradecía el té y el juego, así como la conversación agradable. Siempre había sido alguien más bien solitario, enfrascada en sus libros y sus idiomas, a quien su timidez natural no había ayudado. Eran cosas que habían cambiado en Rocavarancolia, aunque a veces seguía demasiado centrada en su trabajo, así que la pregunta de Naeleth le hizo desviar la mirada al té, como si hubiera encontrado de repente algo extremadamente interesante en la taza, mientras sus mejillas se tornaban rosadas.
—No es que yo sea el mejor ejemplo tampoco —una risita nerviosa—. Me gusta jugar y los duelos, pero siempre acabo volviendo a las traducciones, aunque sean de libros de ficción.
Pensó unos segundos antes de mover la siguiente pieza, aunque más que pensar en la jugada lo estaba haciendo en el tema del que hablaban.
»Igual deberíamos buscarnos un hobby.
—Sí, justo eso. Calculan cuál es la manera de ganar en base a posibilidades matemáticas, y generalmente incluyen jugadas que una persona normal no vería porque son sacrificios “raros” a primera vista —sonrió levemente—. En realidad los ordenadores sirven para mucho más, incluyendo ocio y avances científicos en muchos campos.
¿Cómo explicarle a alguien de otro mundo todo lo que podía hacer esa tecnología? Ya sin entrar en lo que era internet y lo que implicaba que cualquiera tuviera acceso a una gran parte del conocimiento humano. Si le preguntaban cómo funcionaban exactamente, eso sí, dama Puente se quedaba corta. Unos y ceros, matemáticas y poco más era lo que sabría decir en aquel momento.
Agradecía el té y el juego, así como la conversación agradable. Siempre había sido alguien más bien solitario, enfrascada en sus libros y sus idiomas, a quien su timidez natural no había ayudado. Eran cosas que habían cambiado en Rocavarancolia, aunque a veces seguía demasiado centrada en su trabajo, así que la pregunta de Naeleth le hizo desviar la mirada al té, como si hubiera encontrado de repente algo extremadamente interesante en la taza, mientras sus mejillas se tornaban rosadas.
—No es que yo sea el mejor ejemplo tampoco —una risita nerviosa—. Me gusta jugar y los duelos, pero siempre acabo volviendo a las traducciones, aunque sean de libros de ficción.
Pensó unos segundos antes de mover la siguiente pieza, aunque más que pensar en la jugada lo estaba haciendo en el tema del que hablaban.
»Igual deberíamos buscarnos un hobby.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Psicología Surcamentes
05/02/24, 06:51 am
La nublina asintió con interés en su mirada a la explicación que Kaila le dio acerca de cómo podían los ordenadores calcular algo como una partida de ajedrez con tanta eficiencia.
—Tiene mucho sentido: si es una máquina que puede hacer cálculos mucho más eficientes que una persona en base a lógica pura… —se detuvo unos instantes, perdida en un tren de pensamiento demasiado rápido para sí misma. Volvió a la realidad con una pequeña risa—. No voy a fingir que entiendo más de lo que entiendo. Pero la verdad es que sí que ya he oído hablar de tecnología como esa y similar a varios de mis pacientes. Parece que algunas personas echan mucho de menos ese tipo de ocio en concreto y estoy interesada en aprender más a fondo sobre ello.
Ni pudo evitar reír al ver que la maga se había sentido reflejada en su forma de ser, y viceversa. Estaba bastante claro por qué había sido capaz de entablar una amistad con Kaila tan rápido para sus estándares: eran muy similares en varios aspectos.
>>Mi amigo Kin va a abrir un negocio relacionado con la adquisición de tecnología y planeo pasarme por allí para aprender… —continuó tras terminar su té—. Y bueno, también podría encontrar un nuevo hobby, quién sabe —añadió con una sonrisa divertida tras la apreciación final de la logomante.
Con su siguiente movimiento, el de un peón que había logrado convertir en reina, empezaba a intuirse el final de la partida. Se ofreció a dejar que su invitada pensase su siguiente jugada mientras se ausentaba a preparar uno de los tés que le había regalado, tras preguntarle cuál de ellos le apetecía más probar.
—Tiene mucho sentido: si es una máquina que puede hacer cálculos mucho más eficientes que una persona en base a lógica pura… —se detuvo unos instantes, perdida en un tren de pensamiento demasiado rápido para sí misma. Volvió a la realidad con una pequeña risa—. No voy a fingir que entiendo más de lo que entiendo. Pero la verdad es que sí que ya he oído hablar de tecnología como esa y similar a varios de mis pacientes. Parece que algunas personas echan mucho de menos ese tipo de ocio en concreto y estoy interesada en aprender más a fondo sobre ello.
Ni pudo evitar reír al ver que la maga se había sentido reflejada en su forma de ser, y viceversa. Estaba bastante claro por qué había sido capaz de entablar una amistad con Kaila tan rápido para sus estándares: eran muy similares en varios aspectos.
>>Mi amigo Kin va a abrir un negocio relacionado con la adquisición de tecnología y planeo pasarme por allí para aprender… —continuó tras terminar su té—. Y bueno, también podría encontrar un nuevo hobby, quién sabe —añadió con una sonrisa divertida tras la apreciación final de la logomante.
Con su siguiente movimiento, el de un peón que había logrado convertir en reina, empezaba a intuirse el final de la partida. Se ofreció a dejar que su invitada pensase su siguiente jugada mientras se ausentaba a preparar uno de los tés que le había regalado, tras preguntarle cuál de ellos le apetecía más probar.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Psicología Surcamentes
10/02/24, 10:06 pm
Asintió levemente a las palabras de Naeleth, en silencio. Se esperaba de la mayoría de humanos que echasen de menos la tecnología. A no ser que vivieran en regiones muy aisladas, o en comunidades donde la tecnología no era tan importante como en gran parte del mundo, casi todos habrían crecido con al menos ordenadores en casa. Era difícil que no echasen de menos algo que era parte de la vida cotidiana, y que permitía tantas cosas
—Puedes hacer casi de todo con un ordenador en la Tierra. Aquí hay más limitaciones —pensaba en el Internet y a todo lo que permitía acceder, pero ya era bastante complejo el tema sin entrar en la red.
Se rió ante la idea de encontrar un hobby nuevo en la tecnología, y es que para la gente que venía de muchos mundos vinculados aquello debía ser muy novedoso.
—Oh, que interesante. Yo conseguí un ordenador portátil hace un tiempo, pero me gustaría ver si trae cosas de otros mundos.
Los últimos compases de la partida se intuían ya, y dama Puente tenía bastante claro cómo iba a jugarlos, aunque dependía de los movimientos de su amiga. Naeleth jugaba bien, y si algún día jugaban más en serio estaría encantada de enfrentarse a ella. Le sugirió uno de los tés, aunque verdaderamente no tenía preferencia, y esperó a que volviese para continuar con la partida.
No tardó mucho en acabar, con un movimiento de una torre para lograr el final.
—Jaque mate —dijo, tendiéndole la mano de manera deportiva. Podía no ser una partida formal, pero hacerlo le salía natural —. Has jugado muy bien, tenemos que repetirlo.
La tarde continuaría algo más, ente conversaciones agradables y té. Para lo introvertida que podía ser muchas veces, dama Puente había encontrado en Naeleth una amiga de manera rápida, y agradecía pasar tiempo con ella. Se despidió cuando acabó la tarde, prometiendo que volverían a verse pronto.
—Puedes hacer casi de todo con un ordenador en la Tierra. Aquí hay más limitaciones —pensaba en el Internet y a todo lo que permitía acceder, pero ya era bastante complejo el tema sin entrar en la red.
Se rió ante la idea de encontrar un hobby nuevo en la tecnología, y es que para la gente que venía de muchos mundos vinculados aquello debía ser muy novedoso.
—Oh, que interesante. Yo conseguí un ordenador portátil hace un tiempo, pero me gustaría ver si trae cosas de otros mundos.
Los últimos compases de la partida se intuían ya, y dama Puente tenía bastante claro cómo iba a jugarlos, aunque dependía de los movimientos de su amiga. Naeleth jugaba bien, y si algún día jugaban más en serio estaría encantada de enfrentarse a ella. Le sugirió uno de los tés, aunque verdaderamente no tenía preferencia, y esperó a que volviese para continuar con la partida.
No tardó mucho en acabar, con un movimiento de una torre para lograr el final.
—Jaque mate —dijo, tendiéndole la mano de manera deportiva. Podía no ser una partida formal, pero hacerlo le salía natural —. Has jugado muy bien, tenemos que repetirlo.
La tarde continuaría algo más, ente conversaciones agradables y té. Para lo introvertida que podía ser muchas veces, dama Puente había encontrado en Naeleth una amiga de manera rápida, y agradecía pasar tiempo con ella. Se despidió cuando acabó la tarde, prometiendo que volverían a verse pronto.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Psicología Surcamentes
10/02/24, 11:54 pm
—Oh, sí, Kin es irrense así que tendrá tecnología de su propio mundo, de la Tierra y de otros mundos avanzados en ese sentido como Frivowaldanny o Ulterania —le había respondido justo antes de desaparecer por completo del jardín para preparar el té: con suerte Kaila también se convertía en clienta del demonio raigaurum si estaba interesada en aquel asunto.
Regresó y sirvió el té que le había recomendado la maga, enfriando esta vez enseguida ambas tazas hasta un nivel aceptable para beber, aunque la suya un poco más de que la de la humana. Observó fijamente la siguiente jugada, concentrándose un poco más en ese momento, ya que el fin de la partida se acercaba. <<Tomé una decisión demasiado arriesgada>> predijo según se sucedían los últimos movimientos, que ya consistieron en la criomante aguantando todo lo que pudo en jaque hasta quedarse sin posibilidades.
Aunque no es que no quisiese ganar, Naeleth no era mala perdedora en absoluto y sonrió con franqueza devolviéndole el apretón de manos a Kaila.
—Gracias, pero tú lo has hecho mejor esta vez —le devolvió el cumplido con una risilla—. Estaré encantada de aceptar la revancha cuando sea posible.
El resto de la reunión transcurrió con una charla ligera mientas seguían disfrutando del té y la agradable brisa del jardín. La bruja del hielo se despediría de la maga con las energías renovadas y más que dispuesta a cumplir la promesa de volver a verse pronto. Una vez sola de vuelta en el interior de su casa, decidió que por ese día podía permitirse tomárselo de descanso entero y el libro que elegiría para pasar la tarde sería de ocio y no un complejo ensayo sobre la psique de las personas.
Regresó y sirvió el té que le había recomendado la maga, enfriando esta vez enseguida ambas tazas hasta un nivel aceptable para beber, aunque la suya un poco más de que la de la humana. Observó fijamente la siguiente jugada, concentrándose un poco más en ese momento, ya que el fin de la partida se acercaba. <<Tomé una decisión demasiado arriesgada>> predijo según se sucedían los últimos movimientos, que ya consistieron en la criomante aguantando todo lo que pudo en jaque hasta quedarse sin posibilidades.
Aunque no es que no quisiese ganar, Naeleth no era mala perdedora en absoluto y sonrió con franqueza devolviéndole el apretón de manos a Kaila.
—Gracias, pero tú lo has hecho mejor esta vez —le devolvió el cumplido con una risilla—. Estaré encantada de aceptar la revancha cuando sea posible.
El resto de la reunión transcurrió con una charla ligera mientas seguían disfrutando del té y la agradable brisa del jardín. La bruja del hielo se despediría de la maga con las energías renovadas y más que dispuesta a cumplir la promesa de volver a verse pronto. Una vez sola de vuelta en el interior de su casa, decidió que por ese día podía permitirse tomárselo de descanso entero y el libro que elegiría para pasar la tarde sería de ocio y no un complejo ensayo sobre la psique de las personas.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Psicología Surcamentes
26/02/24, 12:11 pm
Esa mañana Chromsa había salido a pasear por la ciudad. Siempre le había gustado estar al aire libre, aunque desde que había pasado por los cambios de la Luna Roja le apetecía aún más. Le venía bien para relajarse y en aquellos momentos lo necesitaba. Ya había pasado algo de tiempo desde que apareció el grupo de Maciel y con ellos las malas noticias del resto de desaparecidos. Gracias al apoyo de sus amigos ya estaba en paz con el temor de que tuviera algo que ver liberando a Ataulfo, aunque las muertes no dejaban de doler por ello. Solo quedaba seguir adelante por difícil que fuera.
Dentro de todos los lugares que conocía, aquella zona de la ciudad solía ser tranquila y, aunque le gustaban un poco más los Jardines de la Memoria, resultaba bastante agradable recorrer un barrio en tan buen estado. Cada casa tenía un atractivo distinto aún manteniendo una armonía con el resto y con lo bien cuidadas que estaban la mayoría le daban un aire aún más acogedor. -(Tal vez me mude aquí cuando tenga el dinero suficiente)- pensó con gusto mirando las fachadas. Por supuesto era un plan muy a futuro, no llevaba demasiado trabajando en El Macetero y todavía tenía otras cosas que pagar antes de empezar a ahorrar.
El fauno fue callejeando con tranquilidad seguido de sus hojas hasta que en cierto momento vio una casa que le llamó la atención a cierta distancia. Se acercó con curiosidad a lo que suponía que era la parte trasera de una casa y, antes de llegar a estar al lado del cristal, ya estaba abriendo la boca del asombro. Frente a él se abría un jardín bien cuidado y bonito, le daba la sensación que más grande que el de Edén. Desde esa distancia no podía apreciar todos los detalles y, aunque le tentaba, no iba a pegarse al cristal a riesgo de molestar al dueño. Los árboles y la hierba era preciosa y parecía que tenía un par de muebles para pasar el rato allí fuera. -Vaya- exclamó para sí mismo mientras miraba de un lado a otro mientras sus hojas danzaban contagiadas por su entusiasmo, hasta que cayó en una de las esquinas. -¡Anda! ¿Es un huerto lo de allí?- se preguntó en voz alta fijándose en el terreno y la caseta que había cerca. Hasta parecía que tenía un pozo y todo.
Todavía no tenía claro cómo sería su casa ideal, pero Chromsa tenía claro que tendría un jardín tan apañado como aquel y el del atlante. Le encantaría charlar con quien fuera el propietario para saber cómo cuidaba el sitio. La agricultura siempre le había encantado y ahora también le empezaba a gustar la jardinería.
Dentro de todos los lugares que conocía, aquella zona de la ciudad solía ser tranquila y, aunque le gustaban un poco más los Jardines de la Memoria, resultaba bastante agradable recorrer un barrio en tan buen estado. Cada casa tenía un atractivo distinto aún manteniendo una armonía con el resto y con lo bien cuidadas que estaban la mayoría le daban un aire aún más acogedor. -(Tal vez me mude aquí cuando tenga el dinero suficiente)- pensó con gusto mirando las fachadas. Por supuesto era un plan muy a futuro, no llevaba demasiado trabajando en El Macetero y todavía tenía otras cosas que pagar antes de empezar a ahorrar.
El fauno fue callejeando con tranquilidad seguido de sus hojas hasta que en cierto momento vio una casa que le llamó la atención a cierta distancia. Se acercó con curiosidad a lo que suponía que era la parte trasera de una casa y, antes de llegar a estar al lado del cristal, ya estaba abriendo la boca del asombro. Frente a él se abría un jardín bien cuidado y bonito, le daba la sensación que más grande que el de Edén. Desde esa distancia no podía apreciar todos los detalles y, aunque le tentaba, no iba a pegarse al cristal a riesgo de molestar al dueño. Los árboles y la hierba era preciosa y parecía que tenía un par de muebles para pasar el rato allí fuera. -Vaya- exclamó para sí mismo mientras miraba de un lado a otro mientras sus hojas danzaban contagiadas por su entusiasmo, hasta que cayó en una de las esquinas. -¡Anda! ¿Es un huerto lo de allí?- se preguntó en voz alta fijándose en el terreno y la caseta que había cerca. Hasta parecía que tenía un pozo y todo.
Todavía no tenía claro cómo sería su casa ideal, pero Chromsa tenía claro que tendría un jardín tan apañado como aquel y el del atlante. Le encantaría charlar con quien fuera el propietario para saber cómo cuidaba el sitio. La agricultura siempre le había encantado y ahora también le empezaba a gustar la jardinería.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Psicología Surcamentes
29/02/24, 12:45 am
La criomante acababa de desayunar y limpiar sus platos con un hechizo antes de empezar el día. Daba gracias a la magia por permitirle mantener su hogar completamente limpio incluso en los días más ocupados o los que se sintiese más perezosa, aunque aquel no entraba en ninguna de las dos categorías. No tenía citas con clientes hasta entrada la tarde, por lo que su idea era estudiar un poco y después repasar las anotaciones de los pacientes que acudirían, en principio, ese día para preparar bien las sesiones.
Iba a salir al jardín cuando creyó ver una silueta desde una ventana. Por instinto, se apartó de la misma y empleó la niebla mágica para observar de quién se trataba. No le conocía: era un ochrorio que parecía un fauno o quizás alguna otra transformación similar. Sabía que, aunque su trabajo le llevaba a oír hablar de muchísima gente a la que nunca había visto, no era la persona que conocía precisamente a más habitantes de la ciudad. Pero aquel chico parecía lo suficientemente joven como para que fuese extraño no haber coincidido con él mientras vivía en los refugios, lo que le llevó a concluir que era muy probable que se tratase de un neotransformado.
Si estaba en lo cierto, las posibilidades de que se tratase de alguien peligroso eran bajas, y además si era un fauno tampoco era extraño que sintiese curiosidad ante la vista de un jardín. ¿Quizás era un potencial cliente que había oído hablar de sus servicios pero que había encontrado primero la parte trasera de la casa? Sin duda tenía que averiguarlo.
Abrió la puerta evitando hacer mucho ruido, justo a tiempo para escuchar vagamente la pregunta que no parecía dirigida a nadie, porque no la había visto, ¿no?
—Buenos días —saludó desde cierta distancia, alzando la voz para que la pudiese oír claramente a través del cristal.
Se acercó a la puerta trasera del jardín, abrazándose el pecho con el libro por puro instinto. Solía hacerlo cuando tenía uno en las manos y tenía que atender a alguien, un atisbo de la timidez contra la que todavía luchaba por contener, que no era de ninguna ayuda en la carrera profesional que había elegido. Una runa solo visible desde el interior activó la puerta oculta, que se podría describir como simplemente un agujero en el cristal lo suficientemente amplio como para que pudiese pasar incluso un trasgo.
—Soy Naeleth, bruja del hielo, mentalista y psicóloga —se presentó mientras se acercaba al ochrorio—. No he podido evitar escucharte antes, así que respondiendo a tu pregunta: sí, es un huerto. Mi socio suele encargarse de él y por eso tiene tan buen aspecto —explicó con una sonrisa. Probablemente no sabía quién era Lulú ni que se trataba de un repoblador, pero tampoco pretendía inundarle con información que no había pedido—. ¿Qué te trae por aquí?
Iba a salir al jardín cuando creyó ver una silueta desde una ventana. Por instinto, se apartó de la misma y empleó la niebla mágica para observar de quién se trataba. No le conocía: era un ochrorio que parecía un fauno o quizás alguna otra transformación similar. Sabía que, aunque su trabajo le llevaba a oír hablar de muchísima gente a la que nunca había visto, no era la persona que conocía precisamente a más habitantes de la ciudad. Pero aquel chico parecía lo suficientemente joven como para que fuese extraño no haber coincidido con él mientras vivía en los refugios, lo que le llevó a concluir que era muy probable que se tratase de un neotransformado.
Si estaba en lo cierto, las posibilidades de que se tratase de alguien peligroso eran bajas, y además si era un fauno tampoco era extraño que sintiese curiosidad ante la vista de un jardín. ¿Quizás era un potencial cliente que había oído hablar de sus servicios pero que había encontrado primero la parte trasera de la casa? Sin duda tenía que averiguarlo.
Abrió la puerta evitando hacer mucho ruido, justo a tiempo para escuchar vagamente la pregunta que no parecía dirigida a nadie, porque no la había visto, ¿no?
—Buenos días —saludó desde cierta distancia, alzando la voz para que la pudiese oír claramente a través del cristal.
Se acercó a la puerta trasera del jardín, abrazándose el pecho con el libro por puro instinto. Solía hacerlo cuando tenía uno en las manos y tenía que atender a alguien, un atisbo de la timidez contra la que todavía luchaba por contener, que no era de ninguna ayuda en la carrera profesional que había elegido. Una runa solo visible desde el interior activó la puerta oculta, que se podría describir como simplemente un agujero en el cristal lo suficientemente amplio como para que pudiese pasar incluso un trasgo.
—Soy Naeleth, bruja del hielo, mentalista y psicóloga —se presentó mientras se acercaba al ochrorio—. No he podido evitar escucharte antes, así que respondiendo a tu pregunta: sí, es un huerto. Mi socio suele encargarse de él y por eso tiene tan buen aspecto —explicó con una sonrisa. Probablemente no sabía quién era Lulú ni que se trataba de un repoblador, pero tampoco pretendía inundarle con información que no había pedido—. ¿Qué te trae por aquí?
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Psicología Surcamentes
04/03/24, 06:41 pm
De no estar el cristal por medio, tal vez el ochrorio hubiera escuchado la puerta de la casa abrirse aún con el poco ruido que había hecho, pero además de esa separación el fauno estaba muy concentrado fijándose en los árboles más cercanos con claro interés. En cuanto escuchó la primera palabra, sin embargo, dio un respingo hacia atrás acompañado de sus hojas, mirando apresuradamente a la persona que había aparecido al otro lado del jardín. -Oh, buenos días- respondió tímidamente y temiendo haber molestado al quedarse allí, cosa que se reflejaba en el flotar agitado de su dominio cerca de él.
A medida que se iba acercando, Chromsa comprobó que se trataba de una nublina de más o menos su edad (salvando la diferencia de altura), con una ropa que le parecía bonita y un "algo" que no alcanzaba a precisar pero le llamaba mucho la atención. No parecía enfadada porque hubiera estado husmeando por allí, al menos eso lo tranquilizaba un poco. Observó curioso como una parte del cristal se abría por arte de magia de alguna forma que desconocía y se acercó despacio para encontrarse con la dueña de la casa.
La cara del chico se iluminó un poco al escuchar la presentación de Naeleth. Ahora que la tenía delante se daba cuenta de que el "aura" que le había llamado la atención no era otra cosa que el dominio de la bruja, una capa de aire frío y congelación que la seguía de cerca igual que sus hojas. Le encantaba conocer a más gente con la que compartía transformación, pero además su profesión le parecía curiosa. Alguna vez Adam y algunos de sus compañeros terrestres habían mencionado de qué iba eso de la "psicología" y la idea de un médico de la mente era tan interesante como útil a sus ojos. -(No me esperaba conocer a uno en persona)- pensó.
>>-Yo soy Padre Foresta, fauno y brujo de las hojas marchitas. Agricultor- se presentó de igual manera con un pequeño asentimiento a modo de reverencia, todavía algo nervioso. Que lo hubiera escuchado antes le dio un pelín de vergüenza, aunque con lo simpática que estaba siendo la nublina consiguió ir calmando tanto a él como a sus hojas, que ya flotaban con total tranquilidad. -Oh, entiendo. Se le da muy bien, seguro que tendrá una buena cosecha- alabó con sinceridad y una sonrisa que rompía su tensión inicial. La siguiente pregunta le hizo llevarse una mano a la nuca, mientras respondía con un poquito de corte: -Bueno, en realidad ha sido casualidad. Simplemente estaba dando un paseo por la zona y vi tu jardín... Aparte de los Jardines de la Memoria y el de un amigo no es que haya muchos sitios con vegetación en la ciudad, y estaba tan bien cuidado que me tuve que parar a verlo.- Ganando la curiosidad, Chromsa aventuró una pregunta: -¿También se encarga tu socio de él?- Fuera él o la propia Naeleth, lo cierto era que le estaban entrando ganas de saber cómo podía mantenerlos en tan buen estado con lo complicado que era el suelo de la ciudad. A él le había costado mantener el huerto en Silente, pero sin embargo algunos encontraban formas de traer el verdor al monótono gris del lugar.
A medida que se iba acercando, Chromsa comprobó que se trataba de una nublina de más o menos su edad (salvando la diferencia de altura), con una ropa que le parecía bonita y un "algo" que no alcanzaba a precisar pero le llamaba mucho la atención. No parecía enfadada porque hubiera estado husmeando por allí, al menos eso lo tranquilizaba un poco. Observó curioso como una parte del cristal se abría por arte de magia de alguna forma que desconocía y se acercó despacio para encontrarse con la dueña de la casa.
La cara del chico se iluminó un poco al escuchar la presentación de Naeleth. Ahora que la tenía delante se daba cuenta de que el "aura" que le había llamado la atención no era otra cosa que el dominio de la bruja, una capa de aire frío y congelación que la seguía de cerca igual que sus hojas. Le encantaba conocer a más gente con la que compartía transformación, pero además su profesión le parecía curiosa. Alguna vez Adam y algunos de sus compañeros terrestres habían mencionado de qué iba eso de la "psicología" y la idea de un médico de la mente era tan interesante como útil a sus ojos. -(No me esperaba conocer a uno en persona)- pensó.
>>-Yo soy Padre Foresta, fauno y brujo de las hojas marchitas. Agricultor- se presentó de igual manera con un pequeño asentimiento a modo de reverencia, todavía algo nervioso. Que lo hubiera escuchado antes le dio un pelín de vergüenza, aunque con lo simpática que estaba siendo la nublina consiguió ir calmando tanto a él como a sus hojas, que ya flotaban con total tranquilidad. -Oh, entiendo. Se le da muy bien, seguro que tendrá una buena cosecha- alabó con sinceridad y una sonrisa que rompía su tensión inicial. La siguiente pregunta le hizo llevarse una mano a la nuca, mientras respondía con un poquito de corte: -Bueno, en realidad ha sido casualidad. Simplemente estaba dando un paseo por la zona y vi tu jardín... Aparte de los Jardines de la Memoria y el de un amigo no es que haya muchos sitios con vegetación en la ciudad, y estaba tan bien cuidado que me tuve que parar a verlo.- Ganando la curiosidad, Chromsa aventuró una pregunta: -¿También se encarga tu socio de él?- Fuera él o la propia Naeleth, lo cierto era que le estaban entrando ganas de saber cómo podía mantenerlos en tan buen estado con lo complicado que era el suelo de la ciudad. A él le había costado mantener el huerto en Silente, pero sin embargo algunos encontraban formas de traer el verdor al monótono gris del lugar.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Psicología Surcamentes
06/03/24, 07:45 am
El comportamiento de las hojas alrededor del fauno ya le habían hecho suponer que se trataba de un dominio, pero hasta que el propio ochrorio no lo confirmó no estaba segura, porque las transformaciones dobles no eran algo muy común. Sonrió ante su presentación, aunque le quedó claro que no se trataba de un nuevo cliente sino que había sido únicamente su jardín lo que le había hecho parar junto a su casa. Tratándose de un medio fauno, con un dominio vegetal y además diciendo ser agricultor… No era algo extraño en absoluto. Padre Foresta parecía agradable, al menos esa estaba siendo su primera impresión, por lo que no le importó en absoluto que resultase ser simplemente alguien curioseando.
—Oh, ya veo. Presupongo que eres uno de los transformados en la última Luna, ¿no es así? Porque en realidad hay unas cuantas casas con buenos jardines y no solo en este barrio, aunque es cierto que a simple vista la ciudad parece carente de zonas verdes —le explicó sonriendo—. La verdad es que el mío sí que lo cuida mi socio en gran parte, aunque como no vive aquí yo también me aseguro de que se mantenga en condiciones. Menuda bronca me echaría si no: es que es un repoblador, por eso puedo tener el jardín tan bonito —añadió con una risa mientras se giraba para echar un vistazo a su propio jardín mientras hablaba del mismo—. En realidad, hasta puede que le hayas visto: se llama Lulú y aún vive en la Torre Serpentaria.
Aunque si nunca se hubiese cruzado con el surcamentes tampoco le extrañaría incluso si compartían refugio, lo cual le parecía bastante probable: el repoblador se relacionaba más con otra gente cuando trabajaba con ella que en ninguna otra circunstancia, siempre acompañando a Baste el resto del tiempo. Lo que sí le extrañó un poco más fue que el brujo se hubiese denominado como agricultor pero al mismo tiempo había afirmado no haber visto casi ningún jardín, ni había mencionado el granero.
—A propósito, ¿dónde ejerces tu profesión? Imagino que en algún mundo vinculado, ¿me equivoco?
Era la única explicación que se le venía a la mente para que encajasen las piezas de información, las cuales juntas resultaban poco convencionales, que le había dado.
—Oh, ya veo. Presupongo que eres uno de los transformados en la última Luna, ¿no es así? Porque en realidad hay unas cuantas casas con buenos jardines y no solo en este barrio, aunque es cierto que a simple vista la ciudad parece carente de zonas verdes —le explicó sonriendo—. La verdad es que el mío sí que lo cuida mi socio en gran parte, aunque como no vive aquí yo también me aseguro de que se mantenga en condiciones. Menuda bronca me echaría si no: es que es un repoblador, por eso puedo tener el jardín tan bonito —añadió con una risa mientras se giraba para echar un vistazo a su propio jardín mientras hablaba del mismo—. En realidad, hasta puede que le hayas visto: se llama Lulú y aún vive en la Torre Serpentaria.
Aunque si nunca se hubiese cruzado con el surcamentes tampoco le extrañaría incluso si compartían refugio, lo cual le parecía bastante probable: el repoblador se relacionaba más con otra gente cuando trabajaba con ella que en ninguna otra circunstancia, siempre acompañando a Baste el resto del tiempo. Lo que sí le extrañó un poco más fue que el brujo se hubiese denominado como agricultor pero al mismo tiempo había afirmado no haber visto casi ningún jardín, ni había mencionado el granero.
—A propósito, ¿dónde ejerces tu profesión? Imagino que en algún mundo vinculado, ¿me equivoco?
Era la única explicación que se le venía a la mente para que encajasen las piezas de información, las cuales juntas resultaban poco convencionales, que le había dado.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Psicología Surcamentes
08/03/24, 05:23 pm
-Ah, es bueno saberlo. Y sí, soy uno de los nuevos- asintió sonriente. Antes de que llegara la Luna estuve manteniendo un pequeño huerto en el torreón y ya me temía que la tierra fuera demasiado complicada como para que creciera algo así- terminó de explicar echando un fugaz vistazo al jardín de Naeleth. Su experiencia de toda la vida cultivando en Ochroria le había ayudado mucho a sacarlo adelante. Su propio mundo tenía dificultades similares en cuanto te alejabas de los ríos, así que conocía algún que otro truco para cuando el suelo no era tan bueno. Claro que el ochrorio nunca había probado con tanta vegetación, pero era un alivio saber que era posible.
El fauno se sumó con una risilla a la de la bruja, diciendo luego: -Ya veo. Te felicito también entonces- No había hablado demasiado con Jara, pero ya se había encontrado a unos cuantos y conocía los detalles justos de su sociedad para entender la broma. Con lo último se sorprendió para bien con la coincidencia. -¡Justo vivo allí con mis compañeros! No hemos coincidido apenas, pero me suena haber visto un repoblador alguna vez por Serpentaria- comentó animadamente. Quitando a sus amigos de Silente y Sendar, no había hablado demasiado con el resto de habitantes del refugio. Las pocas veces que coincidía con alguien solía quedarse la mayoría de veces en un saludo cordial antes de volver a lo que estaba haciendo. Tal vez aquello podía ser un primer paso para cambiarlo. Viendo el buen trabajo que hacían en conjunto, podría felicitar a Lulú la próxima vez que coincidieran.
-Exacto,- asintió mientras continuaba respondiendo a la nublina -hace poco empecé a trabajar en unos viñedos en El Macetero. Es algo distinto a la granja que teníamos en casa, pero me está sirviendo para aprender un poco más con todos los cultivos que hay.- El puesto no estaba nada mal para empezar y probablemente siguiera por un tiempo allí, pero no podía decir que estuviera completamente cómodo con algunas decisiones sobre cómo funcionaba la plantación.
Y ya que ella había preguntado, la curiosidad del brujo hizo que se la devolviera. -Entonces... ¿ésta es también tú... clínica?- comenzó, aunque por si no era evidente que se había trabado, sus hojas pararon por un momento. Le habían explicado alguna vez que hacía un psicólogo, pero se le había escapado cómo se llamaba el sitio dónde ejercía. -Bueno, supongo que la de ambos. Si Lulú es tu socio imagino que también es psicólogo, ¿no?-
El fauno se sumó con una risilla a la de la bruja, diciendo luego: -Ya veo. Te felicito también entonces- No había hablado demasiado con Jara, pero ya se había encontrado a unos cuantos y conocía los detalles justos de su sociedad para entender la broma. Con lo último se sorprendió para bien con la coincidencia. -¡Justo vivo allí con mis compañeros! No hemos coincidido apenas, pero me suena haber visto un repoblador alguna vez por Serpentaria- comentó animadamente. Quitando a sus amigos de Silente y Sendar, no había hablado demasiado con el resto de habitantes del refugio. Las pocas veces que coincidía con alguien solía quedarse la mayoría de veces en un saludo cordial antes de volver a lo que estaba haciendo. Tal vez aquello podía ser un primer paso para cambiarlo. Viendo el buen trabajo que hacían en conjunto, podría felicitar a Lulú la próxima vez que coincidieran.
-Exacto,- asintió mientras continuaba respondiendo a la nublina -hace poco empecé a trabajar en unos viñedos en El Macetero. Es algo distinto a la granja que teníamos en casa, pero me está sirviendo para aprender un poco más con todos los cultivos que hay.- El puesto no estaba nada mal para empezar y probablemente siguiera por un tiempo allí, pero no podía decir que estuviera completamente cómodo con algunas decisiones sobre cómo funcionaba la plantación.
Y ya que ella había preguntado, la curiosidad del brujo hizo que se la devolviera. -Entonces... ¿ésta es también tú... clínica?- comenzó, aunque por si no era evidente que se había trabado, sus hojas pararon por un momento. Le habían explicado alguna vez que hacía un psicólogo, pero se le había escapado cómo se llamaba el sitio dónde ejercía. -Bueno, supongo que la de ambos. Si Lulú es tu socio imagino que también es psicólogo, ¿no?-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Psicología Surcamentes
08/03/24, 09:31 pm
La nublina se sintió satisfecha al comprobar que había acertado en las suposiciones que había hecho, y con la nueva información todo lo que había mencionado el fauno empezaba a cobrar sentido. Se distrajo momentáneamente observando las hojas secas que conformaban el dominio del otro brujo: ¿tendrían que ser hojas en estado decadente en específico? Era muy probable, debido a que no había de ningún otro tipo. El dominio de su interlocutor no es que tuviese muchas posibilidades ofensivas, pero era como si el otoño siempre le acompañase, al igual que a ella lo hacía el invierno. Además, bien sabía que los brujos podían ser verdaderamente imaginativos con su dominio y seguro que sabía sacarle partido también para situaciones de peligro.
Aún mientras pensaba en ello, no dejó de escuchar lo que Padre Foresta le estaba explicando, bastante acostumbrada a escuchar mientras tomaba notas o empezaba a penar en algo relacionado con lo que le contaban sus clientes. Cuando mencionó que había cuidado de un huerto en el torreón se preguntó si habría pasado su criba en Letargo: recordaba bastante bien que a diferencia de Sendar, el torreón cubierto de enredaderas tenía un espacio para cultivar algunas cosas, y ella misma había ayudado alguna vez con el pequeño huerto.
—Gracias, aunque lo cierto es que es sobre todo mérito de Lulú —rio ante la felicitación—. La verdad es que los patios de torreón con huerto son una distracción bastante relajante… Yo pasé mis últimos meses de criba en el Torreón Letargo —le dijo, dando a entender que le era familiar lo que contaba. Cuando mencionó que había visto un repoblador en Serpentaria, asintió—. Sí, seguramente era Lulú... se deja ver más cuando viene a trabajar que en el refugio —explicó sin entrar en detalles.
Creía saber a qué viñedos se refería. La bodega de Jack no era un negocio que ella frecuentase, pero debido a la diversa cantidad de personas que pasaban por su consulta conocía bastantes cosas. Además, el vampiro llevaba varios años establecido en la ciudad y no era extraño haber oído hablar de su negocio.
—Entiendo entonces que ya tenías experiencia cuidando de cultivos en Ochroria —supuso al mencionar Padre Foresta una granja—. Mi familia también tenía un pequeño huerto, aunque a mí me gustaba más cuidar de los animales… Pero, bueno, era muy joven y asustadiza así que solo solía ocuparme de esas tareas para ayudar a mis padres o abuelos— sonrió, recordando aquellos tiempos tan sencillos.
Era nostálgico porque seguía recordando a sus familiares con cariño, pero a la vez sentía que era una época a la que no quería volver. La Naeleth que era una bruja del hielo, ciudadana de Rocavarancolia, era una persona que nunca hubiese sido si su vida en Nubla hubiese continuado con normalidad. Y no cambiaría eso por nada del mundo.
En algún momento durante la conversación, el libro que antes cubría todo su torso ahora descansaba bajo uno de sus brazos en un lateral, completamente relajada con la situación.
>>Así es, imagino que llegaste aquí directamente y no has visto el cartel de la fachada: esta es la consulta de Psicología Surcamentes —anunció haciendo un gesto hacia el edificio con su mano libre—. Y también mi casa. Lulú no vive aquí habitualmente, pero sí, él también es psicólogo. Es un surcamentes, de ahí el nombre. No sé si estás familiarizado con esa transformación, pero es realmente útil en este campo. Aunque no a todo el mundo le gusta que se le metan de forma tan literal en la cabeza, ni siquiera con mentalismo y mucho menos de la forma en la que lo hace Lulú; así que los clientes no siempre requieren su presencia.
Probablemente aquella era la parte más complicada de su trabajo: cuando no podía recurrir a la magia o las habilidades de Lulú. Aún no llevaba tantos años estudiando psicología a fin de cuentas, y cosas que podían solucionarse mucho más rápido mediante el uso del mentalismo tenían que ir más despacio. Entendía por qué algunas personas preferían simplemente hablar de sus problemas y recibir consejos, pero en algunos casos se tenía que contener para no acceder al interior de sus mentes para saber si estaban mintiendo o cuál era exactamente el problema para poder ayudarles mejor.
Aún mientras pensaba en ello, no dejó de escuchar lo que Padre Foresta le estaba explicando, bastante acostumbrada a escuchar mientras tomaba notas o empezaba a penar en algo relacionado con lo que le contaban sus clientes. Cuando mencionó que había cuidado de un huerto en el torreón se preguntó si habría pasado su criba en Letargo: recordaba bastante bien que a diferencia de Sendar, el torreón cubierto de enredaderas tenía un espacio para cultivar algunas cosas, y ella misma había ayudado alguna vez con el pequeño huerto.
—Gracias, aunque lo cierto es que es sobre todo mérito de Lulú —rio ante la felicitación—. La verdad es que los patios de torreón con huerto son una distracción bastante relajante… Yo pasé mis últimos meses de criba en el Torreón Letargo —le dijo, dando a entender que le era familiar lo que contaba. Cuando mencionó que había visto un repoblador en Serpentaria, asintió—. Sí, seguramente era Lulú... se deja ver más cuando viene a trabajar que en el refugio —explicó sin entrar en detalles.
Creía saber a qué viñedos se refería. La bodega de Jack no era un negocio que ella frecuentase, pero debido a la diversa cantidad de personas que pasaban por su consulta conocía bastantes cosas. Además, el vampiro llevaba varios años establecido en la ciudad y no era extraño haber oído hablar de su negocio.
—Entiendo entonces que ya tenías experiencia cuidando de cultivos en Ochroria —supuso al mencionar Padre Foresta una granja—. Mi familia también tenía un pequeño huerto, aunque a mí me gustaba más cuidar de los animales… Pero, bueno, era muy joven y asustadiza así que solo solía ocuparme de esas tareas para ayudar a mis padres o abuelos— sonrió, recordando aquellos tiempos tan sencillos.
Era nostálgico porque seguía recordando a sus familiares con cariño, pero a la vez sentía que era una época a la que no quería volver. La Naeleth que era una bruja del hielo, ciudadana de Rocavarancolia, era una persona que nunca hubiese sido si su vida en Nubla hubiese continuado con normalidad. Y no cambiaría eso por nada del mundo.
En algún momento durante la conversación, el libro que antes cubría todo su torso ahora descansaba bajo uno de sus brazos en un lateral, completamente relajada con la situación.
>>Así es, imagino que llegaste aquí directamente y no has visto el cartel de la fachada: esta es la consulta de Psicología Surcamentes —anunció haciendo un gesto hacia el edificio con su mano libre—. Y también mi casa. Lulú no vive aquí habitualmente, pero sí, él también es psicólogo. Es un surcamentes, de ahí el nombre. No sé si estás familiarizado con esa transformación, pero es realmente útil en este campo. Aunque no a todo el mundo le gusta que se le metan de forma tan literal en la cabeza, ni siquiera con mentalismo y mucho menos de la forma en la que lo hace Lulú; así que los clientes no siempre requieren su presencia.
Probablemente aquella era la parte más complicada de su trabajo: cuando no podía recurrir a la magia o las habilidades de Lulú. Aún no llevaba tantos años estudiando psicología a fin de cuentas, y cosas que podían solucionarse mucho más rápido mediante el uso del mentalismo tenían que ir más despacio. Entendía por qué algunas personas preferían simplemente hablar de sus problemas y recibir consejos, pero en algunos casos se tenía que contener para no acceder al interior de sus mentes para saber si estaban mintiendo o cuál era exactamente el problema para poder ayudarles mejor.
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.