Manual de Kiki: De como dormir con el enemigo (??)

Sus cejas bajaron en lo que era una cara de a la vez molesto y avergonzado aunque disfrutara de sus manos. Aguantaba el chaparrón como podía cada vez más avergonzado y picándose por como ella jugueteaba con él. Cuando sacó la lengua tuvo ganas de ira a lamérsela con la suya en venganza, pero había sido solo un momento antes de que se girara.

Tierno. «¿Desde cuándo él CoMo de la belleza fría e inalcanzable megaresultaba ser tierno?» Pensaba para sí en su vergüenza. Sin embargo muy en el fondo le gustaba que ella le llamase así.

-Superlo has dicho bien. -Declaró por lo bajo entre dientes como no queriendo admitirlo. Iba a hasta agradecerle pese al claro tono de burla pero en cuanto ella estalló a reír el también saltó. -¡Oh vamos! Yo aquí todo el día hiperpreocuandome de si superibas a volver o no y tú ultracachondeandote de la total. -No había ni rastro de molestía en su voz prácticamente y una sonrisa se medio colaba en su cara. -Ahora superverás. -Se abalanzó encima de ella y apartándole la ropa empezó a hacerle una pedorreta en la barriga. Sus manos empezaron a recorrer su piel hasta que dieran con unas cosquillas y no pararía por mucho que se quejara hasta pasado un rato pequeño. Finalmente se quedó allí, con la cabeza debajo de su ropa y apoyado en aquella barriga suave sin abdominales que le estaba resultando no solo terriblemente cómoda si no preciosa a su manera. Sacó sus manos de su ropa y la abrazó un poco desde esa posición.

Parecía que se fuese a dormir así.

Se resistió un poco a irse porque se encontraba demasiado cómodo y no fue si no la mención a resfriarse que le devolvió un poco a la realidad. No quería que pasara frío.

Se apartó no sin darle un pequeño beso a la barriga antes de taparla. Era extraño, ¿cómo podía ella tener más frio que él estando más acostumbrada a este? ¿Y porque se sentía tan relajado con ella? Quizás la respuesta era obvia, pero no tanto para alguien que nunca se había sentido así ni remotamente y cuya única experiencia con el cariño había quedado sepultada años atrás. La miró a los ojos con una sonrisa y sin contestar le quitó lo que llevase de calzado y empezó a mover las mantas y a levantarla a ella con facilidad para dejarlos a ambos tapados.

-¿Megatienes frío? -Le preguntó al tiempo que la abrazaba y pegaba su cuerpo al suyo para pasarle el calor. -Bien, como disculpa hoy superpuedes preguntarme lo que quieras. Por personal que sea. Aunque creo que hiperme ibas a contar algo de humalilandia... ¿que era? -Había una sonrisa imborrable en su rostro y sus ojos la contemplaban con calma casi sin pestañear. Su voz también se había vuelto más amable y cariñosa. -No te preocupes por los dolores, mañana haremos ejercicios para quitarlos.

-Ultrano es destruirte. -Replicó. -Ultraes encaminar el cuerpis a supertenerlo como tú quieras y aprender a controlarlo. Además, hiperno puedo saberlo bien porque siempre vas con mucha ropa. Pero tienes mucho pecho, ¿verdad? Si no megacuidas tu espalda te empezará a doler mucho. Superes más. Megame apuesto a que ya te ha dolido alguna vez por culpa de ello. Si ultrano fuera tan peligroso hiperte pondría a nadar en el mar. -Parecía genuinamente preocupado por aquello pues fruncía el ceño con sus palabras y no parecía admitir réplica sobre el tema.

También empezaba a preocuparse por el mundo de la humana a la que abrazaba cariñosamente. Mencionaba los temas no como cosas de antaño si no como sucesos bien recientes, puede que incluso presentes... Puede que tuviera más trabajo con Andras que realizar del que pensaba.

Notaba como intentaba tranquilizarle con aquella sonrisa y lo cierto es que el bebía de ella sin apartar la vista y devolviendole la suya propia. Pero entre las aparentes crisis existenciales de Toni cuando veía su miembro, la extrañeza y rechazo del tono de Fleur al declararse hetera y todo lo que mencionaba ahora, el frivy empezaba a tomarse aquel aprendizaje con mucha más seriedad que al inicio. Sobre todo porque empezaba a temerse en qué clase de condiciones había podido estar aquella humana estrafalaria que le sonreía e intentaba no molestarlo al moverse. -Más o menos sé dónde anda vuestro avance gracias a ayer. -Ella podría percatarse de cómo su voz se había vuelto algo más sería, aunque lo más cantoso era la falta repentina de su acento tan particular. -Y la moda es tentador pero... quiero que me cuentes todo lo peor. -Necesitaba saberlo todo para hacerse una buena idea de cómo tendrían que actuar para corregir, aunque sobre todo quería saber si a ella le había afectado algo. Sus pies buscaron los de ella y como ya era costumbre comenzo a acariciar su espalda y su cabeza con las manos, dejandole espacio a ella para moverse sin problemas.

Alzó la ceja divertido. No recordaba pedirle que se las pusiera pero solo lo hacía más hilarante. Estuvo a punto de soltar un "¿Acaso ultraquerías que me fijara en otra cosa de ellas?" pero ya estaba suficientemente avergonzada. No sabía si intentaba que no se le notaran o encogerse hasta que cogiera solo en aquella ropa tan ancha como una pequeña bolita. Sea lo que fuera el solo tenía más y más ganas de acariciarla cuanto más la veía.

Y ahí llegaba todo lo que le preocupaba. Escuchaba atentamente mientras no cesaba los mimos que le daba. Todo aquello le resultaba horrible al punto de que era difícil de dirigir para él. La cantidad de problemas eran, básicamente, todos. Y con la mención de cambios en el mundo más las guerras por el petróleo sacó que la atmosfera debía estar dañándose por los gases nocivos. Ellos carecían de ese problema por la cantidad de población pero era un tema muy presente en las reuniones dado la no tan futura expansión planeada.

Cuando ella le sujetó la mano él la sostuvo con firmeza hasta soltarla para abrazarla con fuerza, intentando que cualquier atisbo de soledad se fuera.

Estaba preocupado y no podía evitar que su mirada le delatase. Incluso cuando sus manos lo tocaron no solo rodeándole de estas si no de una sensación tierna que le parecía imposible... no pudo cambiar su expresión. Su tono serio solo acrecentaba sus miedos. Quería pararla para decirle que no la odiaba, y seguramente que nunca podría odiarla, pero quería aún más dejarla acabar. Dejarla expresarse del todo y que soltara todo lo que tuviera dentro hasta quedarse tranquila.

La envolvió en sus brazos y se arrimó lo más que pudo a ella haciendo que estuviera lo más cómoda posible. Aquello tenía que ser duro. -Idiota... ¿Cómo quieres que me ponga a bromear con esto? -Y entonces no solo la mimó con sus manos si no que besó su cabeza con tranquilidad y cariño. No solo una, si no varias veces, enterrando sus labios en aquel pelo despeinado que traía hoy y que le había gustado más de lo que quería reconocer y leyendo cómo reaccionaba hasta notarla un poco más calmada.

-No te voy a odiar. -Quiso aclararlo de primeras y así lo hizo con voz firme y contundente. Sonaba completamente en serio al igual que ella. -Es todo... horrible. Y no. Hay pocas cosas que dos personas solas puedan lograr a una escala tan grande, yo mismo soy muy consciente de que todo lo que puedo hacer se lo debo a mi apellido, y por tanto, a todos mis antecesores que han ido legándolo y manteniéndolo. -Paró un momento para volver a mimarla, besándole de nuevo la cabeza y llevando una de sus manos a acariciarle el pelo y otra a rascarle la espalda, pasando por debajo de lo que llevaba de jersey con suavidad para que ella no se alarmase. -Pero... no es como si dos personas no pudiesen empezar algo. -Puso un poco de ánimo en su voz para intentar que ella empezara a sentirse mejor. -Y bueno, creo que lo de los superpoderes ayudará bastante. Definitivamente. No será fácil, ni seguramente algo tan bonito e idílico como para ser heroico pero hay... formas. Necesitaremos gente. Algunos dispuestos a ayudar de verdad, otros simplemente comprables... pero es lo que hay. Creo que la parte más difícil será convencer a Andras y ahora que lo pienso él y el consejo deben tener planeado algo para la tierra también. Supongo. Habrá que hablar con ellos. -Sacó la mano de su ropa y se separó mínimamente de ella, lo justo para poder levantarle la barbilla con su mano y hacer que le mirara a los ojos. Tenía una sonrisa cálida, dulce y, para sorpresa de él mismo, sincera. Sus ojos transmitían calma. -Empezaremos. Yo pondré recursos y tú, esta impresionante cabeza tuya. -Le revolvió el pelo jugueteando. -Luego encontraremos más gente, estoy seguro de que habrá más humanis que quieran proteger la belleza de su mundo, e incluso gente de otras razas que quieran ayudar. Y tendremos magia y superpoderes para apoyarnos. Cosas que en tu mundo no se podrán esperar. -Esta vez fue él quien puso su mano en la mejilla de ella empezó a acariciarla. En el fondo esperaba que todo aquello sirviese más para animarla, pero ayudar a otros mundos para tener establecer una gran red de comercio e intercambio de información era algo que deseaba desde el bombazo de la noticia más grande de la historia de Frivo. No estaban solos en el universo. -Y sí, Frivowaldanny da trabajo pero allí todo está bastante bien. La gestión no me dará problemas. Así que aquí me tienes. ¿Vaya suerte de la total eh?

Cogió una de sus manos y la subió hasta su boca, besándola con cariño y agarrándosela. Dejando ambas manos juntas entre ellos dos mientras que con la otra seguía acariciándole el pelo.

La miraba pensativo ante tal respuesta... pero el tampoco era ningún ser de luz que quisiera salvar a todo el mundo. Quería lo mejor para frivo, sin más.

-Está bien, ya me lo comentarás. -No tenía ninguna prisa, aunque tenía más curiosidad por su vida como tal.

Sonrió. -¿No? Yo hiperestaba esperando resfriarme precisamente para poder estar sin hacer nada mientras ultradisfruto de tus cuidados y tus mimos~ -Cuando ella le dio la espalda en vez de abrazarla de nuevo metió su mano en su ropa para seguir rascándola.

Se dejaba llevar por su forma de hablar y aunque sintió el pinchazo familiar con la mención de Aery´s, estaba mucho más tranquilo y cómodo que la última vez un par de días atrás. Seguía algo extrañado por como lo atrapaba la humana y lo que le hacía sentir, pero tras saber que después de su intento involuntario ella volvía incluso bromeando el frivi se sentía completamente calmado.

-Sí, sí. Déjame empezar y seguir con mis tácticas pervertidas y no pervertidas. -Y volvió a besarle la cabeza, llevando su mano de su espalda a su barriga para acariciarla y juguetear con su ombligo de vez en cuando. -Hmmmm, bueno, no tengo ni la más mínima idea de que es un ángel pero espero que algo bueno. Además de que no me digas que no te tienta gobernar un mundo eeeeeh. Ejem. Empezaré por el tema místico religioso porque es más corto. Básicamente algunos Rary´s en mi mundo creen en la naturaleza como un ente de bien, o creador de vida, o no sé qué fumadas. Y ven a la ciudad como un producto de un mal superior, que corrompe todo lo que toca y lo pervierte. Sus foros con explicaciones son bastante... ¿curiosos? Si, algo así. -Se acercó a ella al oído con tono de broma. -Por cierto, como soy el frivy más rico y más deseado muchos me consideran una especie de ser maligno cúspide de toda la perversión que ha venido a arrasar con la naturaleza o cosas del palo. -Se echó a reír un poco, aquello siempre le hacía gracia. -Lo que sea, no es como si alguien les tomase en serio. La naturaleza es como un animalillo idiota al que hay que controlar, cuidar y guiar en mi opinión. -Ella notaría como su barriga quedaba calentita por culpa de aquella mano tan cálida suya, en general el cuerpo del frivy siempre soltaba bastante calor desde que había venido aquí, intentando contrarrestar el frío otoñal perpetuo de la ciudad. Se apegó un más a ella y su voz paso a ser más calmada.

-Aery´s y yo... siempre estuvimos muy unidos. Nuestro padre nunca solía acercarse a nosotros. Más tarde supe que era porque nos culpaba de la muerte de mama... -Pasó a abrazarla de nuevo. -Vivíamos en una de las viejas mansiones de las familias en las afueras, rodeados de criadas y cocineros. No es como si estuviéramos en malas condiciones precisamente. Jugábamos juntos desde pequeño y ella cada vez se volvió más mandona y dura, si no le daban lo que querían montaba una rabieta enorme y yo me comía gran parte de sus quejas e intentaba calmarla... o me unía finalmente a ella. Le encantaba jugar a las pasarelas y a mi tambien. Hacíamos que nos trajeran un monton de ropas diferentes y lo conjuntábamos como queríamos fingiendo ser Totaldiseñadores o CoMos de primera. Y el Nimury´x a la parrilla, hubo una época en que en todas sus comidas uno de los platos debía llevarlo, y me robaba el que me tocaba a mí siempre. Es un pescado grande de carne jugosa y sabor muy fresco. Siempre tuvo mucho carácter, era muy difícil llevarle la contraria en nada, y si acababa por no tener razón en algo se enfadaba ella sola, aunque se disculpara o admitiera la derrota. Había más niños de nuestra edad pero la mayor parte del tiempo éramos nosotros dos, y todos acababan acatando sus órdenes. Incluso de pequeña sabía cómo imponerse y mandar, como manipularnos a todos para que hiciéramos lo que ella quisiera o para salirse con la suya. -Suspiró de manera larga y algo abatida. -Ella hubiera sido mucho mejor que yo como cabeza de familia, yo simplemente la tomé como referencia para ser más duro e inflexible en las negociaciones... -Después de aquella mini pausa en la historia empezó a moverse y guió a Kiki para ponerla bocabajo. -Necesito distraer las manos. No te preocupes, sabes que no haré nada que no me pidas. -Se colocó encima de ella y empezó a masajearle la espalda desde los lumbares, con las manos directamente en su piel. Era una sensación muy placentera pues él tenía práctica de sobra y no era un masaje terapéutico si no simplemente de relajación y disfrute. Él procuró que siguieran tapados en la medida de lo posible, aunque sus rodillas desnudas sobresalían. Se posó más arriba de su trasero para que no empezara a chillar y repartió el peso en sus rodillas para que no tuviera que cargarle.

Así que sí, él estaba abierto de piernas sin pantalones encima de ella mientras le hacía un masaje.

-Poco a poco nos hicimos algo más mayores y aunque calmo bastante seguía siendo dura como ella sola, los juegos se hicieron más exigentes, me hacía esforzarme al máximo en cada cosa llevándome a aprender a dibujar y a diseñar, a moverme al ritmo perfecto de las coreografías y desfilar como un profesional en una exhibición de nueva moda... Pero nunca me riñó por no hacerlo bien, simplemente me decía, "venga, megapuedes hacerlo mejor y los sabes" y me animaba a repetirlo todo hasta que saliera bien. Incluso cuando estaba peor de vuelta con médicos o directamente al hospital era igual de animada e incontenible. Creo que por eso Seallhy´s me cae tan bien, tiene ese mismo espíritu indomable e inagotable. -Sus manos bailaban por la espalda de Kiki esquivando su sujetador con habilidad, no quería incomodarla más. -Y bueno como teníamos la misma edad pues empezamos a experimentar el uno con el otro las cosas que veíamos por la tele o que contaban las canciones. Pero creo que me ahorrare esos detalles, no vaya a ser que huyas... -Quería sonar divertido pero no le salió. -No te vayas hoy. -Le pidió de corazón sin detener sus manos, que contrastaban su calor con el aire frío del lugar. -A ella sí que le gustaban las pezoneras y los tatuajes falsos, nos pasábamos horas pintándonos y maquillándonos el uno al otro, probando estilos nuevos y viejos... -Finalmente se apartó, echándose bocarriba y extendiendo uno de los brazos para que ella acomodase su cabeza en el. -Y ya sabes como acaba. Al año y tres meses empezó a empeorar y aunque yo quería consolarla a ella, siempre era ella la que tenía que consolarme a mí. Le prometí que cumpliría nuestros sueños por ambos y aquí estoy. -Se calló un momento antes de decir lo último.

-Daría lo que fuese por que estuviera aquí... -Su mente vagaba por los recuerdos y miraba con nostalgia y pena a ninguna parte, perdiendo la vista oscuridad del techo.

El peso de Kiki en su brazo lo reconfortaba. Se sentía aliviado de hablar de aquello con alguien lo cual le sorprendía bastante. Aunque pensaba que quizás se sentía aliviado porque lo hablaba con ella. Fuera como fuera en esos momentos más que nunca sentía que venir a aquel lugar no solo no había sido malo, si no que empezaba a ser más feliz allí.

-Ah, ultrano es nada. Ojalá megatener algún aceite para que te sintieras mejor... -Dobló el brazo para seguir acariciándole la espalda según se giró y escuchó atentamente lo que decía aunque no giró la cabeza.

Ser feliz... no creía merecérselo, pero ahora que lo decía estaba seguro de que Aery´s no hubiera parado hasta hacerle sentirse bien siempre. Iba a responder, pero aquellos labios fríos rozaron los suyos haciéndole querer mucho más que aquel pequeño contacto. Pero aparte del anhelo por más sentía mucho miedo por hacer algo y que ella se fuera. Así que simplemente se giró para mirarla. Verla avergonzada, con ese tono rojizo sobre aquella piel tan blanca, tan nuevos para él, solo hizo que quisiera besarla aún más.

-Kiki... -Su mirada prácticamente delataba lo que quería, intensa y ardiente aunque algo dudosa. -Yo... Agh... -Se le atascaban las palabras. A lo que aprovecho para llevar su mano a su mejilla y posarla allí con cariño. -Esto debería ser como que muy normal para mi... pero no. Nunca he... querido esto así. -Era lo mejor que podía explicarse en ese momento. -Siento que quiero hacer más cosas contigo y que no serán como siempre pero estoy muy a gusto y no quiero que te asustes pero entonces me respondes así y yo... me pierdo... Lo único que sé es que no quiero que te vayas. Nunca he sentido nada así y mi cuerpo me pide ir con todo pero no tengo ni idea de cómo va la cosa en vuestro mundo y tengo miedo de estar yendo demasiado rápido porque solo llevamos como una semana y estoy tan cómodo contigo que quiero que todo salga natural y... creo que me estoy perdiendo ya de tanto hablar así. -Estaba claramente nervioso pero hablando más bajo le preguntó con la voz cargada.

-¿Quieres que nos besemos?

Aquellos momentos que Kiki se tomó para pensar antes de  responderle hicieron a Nery´s sentirse, por primera vez, inseguro sobre cómo tratar a alguien. Nunca sabía que esperarse de ella y aquello hacía que la quisiese más a su lado y a la vez le causaba nervios incontrolables. Se avergonzaba de su propio estado y confusión, habiendo entrenado tanto tiempo para ser perfecto y actuar siempre seguro ahora estaba flaqueando por tan solo un beso.

Finalmente ella lo miró, haciendo que se le parara el corazón por unos segundos. Nervios, miedo, confusión, vergüenza y aquel tirón extraño que lo impulsaba a abrazarla aquellas noches se arremolinaron en él de golpe como si lo fueran a despedazar por dentro.

Un sí y un no. Sus ojos se abrieron sorprendidos y sin duda temerosos de lo que pudiese decir aquella extraña humana. Pero no podía hacer más que escucharla sin moverse, atento a cada palabra. No pudo evitar sonreír escuchándola pues, de alguna manera, la entendía. En parte a él tampoco le convencía empezar nada ahí, prefería dejarse llevar por lo que estaba pasando entre ellos y que todo surgiera naturalmente. Sin prisas, sin forzar nada, tan solo ellos dos siendo ellos dos.

Disfruto de aquel pequeño beso más de lo que había disfrutado en ninguna de sus noches. Observando con cariño como ella se ponía nerviosa y a la defensiva dándole la espalda.

Y se echó a reír, no porque le resultara gracioso todo aquello si no simplemente porque de alguna manera se sentía feliz y se sentía con ganas de ello. No era demasiado fuerte pero la voz del frivy hizo que llenase toda la habitación.

Procedió a abrazar a aquella bolita con todo el cariño con el que se puede abrazar a alguien notando aún los nervios pero mucho más relajado. -Aaaah~ -Suspiro alegre recuperando el aliento de su risa. -Sí, así hiperes como debería ser de la total... -Un beso largo en aquel caos de pelos que llevaba esa noche precedió que apagara la luz del candil de nuevo, solo para volver rápidamente a abrazarla. A aquel calor, aquella calma y confort que la humana le regalaba cada noche. Pero la notaba nerviosa y no quería que durmiera así.

Buscó su mano, como empezaba a ser costumbre. -¿Sabes? Cuando megavine aquí y utracorrí de aquella cosa ni siquiera superiba en vuestra dirección, ultraestaba yendo detrás de unos de esos pequeños grises que superme habían indicado como seguir y parecían confiados. El caso es que megame desvié por Fleur. Nop, esto no es una historia trillada de la total que te tronchy´s sobre venir por verte. -Rio de nuevo. -Hiperme recuerda a mi hermana. Mucho más de lo que querría... Ultraeché a correr tras ella en cuanto la vi, disculpándome con los pequeños. Espero que les haya ido bien. -Tomó un pequeño descanso solo para besarla en la cabeza de nuevo. -Quien me iba a decir que acabaría pidiéndole a aquella humanis que llevé en mis brazos hasta aquí que me protegiera de mi miedo por las noches... Una de esos seres ultratan parecidos a los míos pero con una clara falta de ejercicio y sin sangre negra, que le tienen miedo a la simple desnudez. -Empezó a bromear. -Por suerte para ti, este noble pecaminoso y de moral liviana no moverá un dedo, u otras partes de su cuerpo, con fines perversos hasta que la extraña criatura se lo pida. Como ha remarcado en sendas ocasiones. -Acabada la broma se echó a reír de nuevo. Mientras no podía evitar pensar en solo un deseo.

Que aquella sensación de felicidad nunca acabase.

------------Primera noche del salto-------------------------

Después de aquella mañana había pasado la tarde entrenando y luego preparándose un baño caliente para él y para quien más quisiese. Necesitaba relajarse tanto mental como físicamente y lo consiguió en el calor del agua.

Hacía nada que había salido del baño y cenado y se encontraba bastante somnoliento. Sus parpados le pesaban bastante y su cuerpo le pedía tirarse en la cama. Sonrió al verla allí, iba a abrazarla y besarla y seguramente caer en coma durante unas horas hasta que alguien pudiera volver a despertarle. Que le dijera esas cosas solo lo paralizó y avivó con creces su cansancio. Más la mención de su hermana.

-Aery´s megahubiera hecho que Toni ultrase pusiese a llorar. -Rio. No pudo evitar fijarse en como guardaba la risa, como sus dedos denotaban nerviosismo, como intentaba ponerse cómoda para mantener la seriedad y no podía evitar fijase en su busto ahora algo más marcado. La humana llevaba siempre tanta ropa encima que la forma y talla de ellos se había vuelto un misterio, y eso solo le daba aún más ganas de resolverlo...

Pero ella quería una explicación, y él se la daría.

-"Yo no he hecho casi nada, pero perdonadme y seamos amigos." Es básicamente como Toni superpropuso la paz. -Chasqueó con la lengua molesto. -Hiperhay pocas cosas que más me jodan que alguien quitándose la responsabilidad como quien no quiere la cosa, ¿y encima hacerlo mientras pedía paz? ¿Después de ultragritarnos de la nada por la mañana? Agh... -Suspiró tratando de serenarse de nuevo pues se había ido alterando. -Pero ni siquiera parecía consciente de lo que decía. -Dijo sin acento. -A saber  lo que tiene en la cabeza.

Nery´s había andado hasta su cajón y ahora estaba quitándose los pantalones y doblándolos, procediendo a quitarse la parte superior y ponerse algo cómodo de pijama como de costumbre.

-A parte ultraes importante que megasoltemos todos lo que pensamos, si simplemente hiperguardamos mierda vamos a acabar muy mal.

«Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah hiperquiero dormir tranquilis que te inchy´s»