Las olas de Veriel. Fleur y Nery´s tras su muerte.

Después de la comida todo el mundo se había dispersado. Nadie parecía tener muchas ganas de nada o al menos de conversar y Nery´s el primero. Estaba más descansado eso sí, se había tumbado un rato con la sopa caliente en el vientre y se mantuvo despierto porque no podía quitarse de la cabeza lo que había pasado. También le preocupaban Maila y Fleur, la primera porque pareció la más afectada de todos y la segunda porque claramente aunque asintió cuando habló con ella no estaba de acuerdo con él para nada por su forma de reaccionar.

Bajó al baño, estaba empezando a notar que él iba más a menudo que el resto y se empezaba a preguntar si se estaban hidratando bien. Fleur estaba por allí haciendo alguna tarea sola y de la que fue la saludó e intentó no mirarla mucho pero cuando estaba en el baño se mentalizó en que debía hablar con ella.

A la vuelta se acercó un poco más a ella pero según la tuvo cerca no pudo evitar volver a quedarse helado contemplándola. Al final pestañeó por fin y con un suspiro empezó a hablarle.

-Fleur. Yo... lo siento. -Miró al suelo, no encontraba buena forma de decir aquello. -Es frustrante, es... horrible. Pero quiero que lo entiendas. No pienses en ninguno de nosotros que nos acabas de conocer, piensa que si vamos Maila podría ser la siguiente. -Tenía que ser duro. Podría enfadarse con él o lo que quisiera pero no se podía permitir que ella hiciera alguna tontería, ni siquiera que intentara convencer al resto. -No se me ocurre ninguna forma de afrontar esto así que... lo siento. -Sonaba frustrado. Agachó la cabeza ante ella como modo de disculpa.

Todos se dispersaron y la mente de Fleur divagó el resto de la tarde, sin una ocupación real se dispuso a poder sentirse  útil, sus compañeros estaban cansados pero ella no, y debía hacer algo que mantuviera su cabeza ocupada. En aquellos instantes buscaba por los recovecos del torreón más utensilios que pudieran ser de ayuda, aunque evitó la armería logró encontrar un par de cucharillas con toda seguridad extravíadas en algunos cajones y mirando a ambos lados se agachó bajo algún mueble. Pero no había nada más, parecía que habían realizado un muy buen trabajo y se sentía orgullosa de que sus compañeros fueran igual de pulcros que ella. Si tuviera que echar de menos algo del convento... sin duda sería el trabajo en equipo, al final quienes lavaban los platos siempre eran las mismas y aunque en Rocavarancolia todos tenían su rol, sentía que las tareas no estaban asignadas a una única persona.

Aún con el ceño fruncido se hizo un moño algo imperfecto, de hecho, hasta algún mechón rubio se salía del conjunto pero bastaba para que no cayeran pelos sobre la comida, pues ahora que parecía encontrarse sola era  el momento de contar los alimentos, había esperado pacientemente porque no quería que su preocupación  se extendiese más allá. A medida que contemplaba las cestas su expresión se ensombreció, tendrían que salir pronto, quizás hasta el próximo día. ¿Quién querría hacerlo con semejante peligro allá fuera?.

Pero un movimiento a su alrededor la distrajo y con eficiencia guardó las pieza de frutas que sostenían sus manos a su lugar, Nery´s rondaba cerca. Y en efecto, tras salir del baño se dispuso a reunirse con ella.
Nuevamente advirtió algo en él, la manera en que se quedaba congelado como si viera algo en su interior que ella no era capaz. >>¿Qué te ocurre Nery´s? Ojalá pudiera preguntártelo directamente<<. Parecía tener especial cuidado al hablar con ella, un cuidado que ni siquiera se permitía con Kiki, pues con la chica mantenía bromas  y otros códigos que no le interesaban, no tenía un alma curiosa para esas cosas. Pero sí para lo que la incumbía,y el frivy hasta disimulaba su acento para hablarle, acto que no había visto con el resto. Si maquillaba su forma de ser por algo en especial... estaba equivocado, las diferencias culturales solo le resultaban fascinantes más que otra cosa, para Fleur no era un motivo de división, al menos por lo que conocía de momento.

Nery´s empezó con  una disculpa y Fleur no pudo evitar mostrar sorpresa al alzar sus cejas claras. El tema que la francesa esperaba no era tal, en su lugar el frivy expresó en voz alta otro de sus temores, y en el fondo se alegró de importarle de tal manera que hubiera querido aclarar lo que fuese. Pocas personas podían decir en la Tierra haber tenido tal intención con ella. Pero lo que menos sentía en ese momento era que mereciera una disculpa, y Fleur se apiadó al instante de su mirada al suelo. >>¿Qué les estoy pidiendo? ¿La posibilidad de morir por otra persona?<<. Sí, y aunque sentía que lo correcto era aquello, su moralidad se desdibujaba en varios tonos de grises. ¿Qué diferencia existía entre la prueba que Dios impuso a Abraham de matar a su hijo Isaac para demostrar su fe... y lo que ella pedía?. No permitiría que sus dudas hicieran sentir mal a otros.
-Nery´s no... yo...- se trabó un poco, para después tras sentarse ofrecerle una silla cercana. No pensaba tocar el tema de Maila, por mucho que no consiguiera disimular que sentía debilidad al escuchar su nombre en boca de otro- tú... no tienes que sentir nada- intentó parecer determinante por primera vez, era importante que su idea llegara de la manera adecuada- ... no me gusta pensar que a alguien le ocurra un desastre si ha estado en nuestra mano evitarlo pero... lo entiendo. Cada vez que todos salís- hizo incampié en el todos, no solo se preocupaba por Maila- hacéis precisamente eso, podríais ser los siguientes en lugar de los que nos quedamos- hablaba demasiado y el el color rojo subía a sus mejillas pero se sobrepuso- no he tenido oportunidad de agradecértelo. También me siento frustrada... oh, Nery´s- su voz se quebró un poco- estoy muerta de miedo- ¿por qué era más facil admitirlo ante alguien más desconocido que su mejor amiga?- pero tú no tienes la culpa de nada.

Aceptó de buena gana la silla que le tendió y al sentarse el cansancio se colaba por sus movimientos haciéndolo lento y pesado.

-¿No lo estamos todos? -Levantó la cabeza ofreciéndole una sonrisa amarga. Él mismo sabía que mañana se obligaría a salir por mera responsabilidad pues por ganas lo único que quería hacer ahora mismo era tumbarse a dormir y dejar que todo pasase sin hacer nada. -Es imposible no tenerlo... -Movido por la voz quebrada de Fleur extendió uno de los brazos para intentar atraerla y sentarla en su pierna pero se cortó al instante al ver como se tensaba al acercarse. Se había dejado llevar por su apariencia y había pagado, aunque por lo menos había parado muy pronto.

Juntó sus manos acariciándose las vendas volviendo a agachar la mirada por el arrepentimiento de lo que acababa de hacer. -Sí que tengo culpa. -Confesó. -No sé ni a cuanta gente hemos mandado aquí yo y los otros gobernantes, probablemente yo mismo hubiera tenido un fichero con los de esta vez para hacer el seguimiento y ocultarlo todo en la reunión si no hubiese sido llamado. -Sus manos tomaron fuerza la una contra la otra. -Estoy metido hasta el fondo... -Hubo el comienzo de algo, quizás una risa desesperada o un llanto pero nunca llegaría a formarse perdiéndose en el aire con sus palabras. -Al menos me toca protegerles, pensé. Una pequeña redención egoísta que quizás te suene estúpida, pero para mí es parte de la responsabilidad que llevo conmigo como gobernador seáis o no de Frivowaldanny. -La sensación de que podía contárselo todo a ella le resultaba terriblemente estúpida pero ahí estaba, constante y sin ningún atisbo de desparecer. -Y lo máximo que puedo hacer es desearnos buena suerte y pediros que no hagáis locuras. -Dejó que su cabeza cayera hasta sus manos arqueando la espalda recordando la inutilidad e impotencia de tener a Veriel frente a él sin que pudiera hacer más que correr. Sus siguientes palabras salieron algo más bajas, arrastrándose con la salida de su aliento en las pocas fuerzas que le quedaban ya hoy al frivy.

-Hiperespero que Maila este bien...

-Sí... supongo que sí - tan focalizada en su propio mundo no se percataba de que todos estaban en el mismo lío, y que podían estar muertos de miedo como ella. Lo veía en su sonrisa amarga, aunque como siempre se dijo que había un motivo subyacente.

Sencillamente se tensó, aunque Nery´s cortó el movimiento a tiempo no pudo evitarlo, no estaba acostumbrada al contacto físico de por sí... ni imaginar estrechar tanto su relación de esa forma. No era una niña pequeña para sentarse en las piernas de nadie, su voz y aspecto menudo podía recortarle unos años pero lo achacó a la diferencia cultural sin duda. Intentó no darle más importancia algo confusa.

El siguiente discurso en cambio la dejó clavada en el sitio, con los dedos tamborileando en su rodilla como único acto de que permanecía viva. Aunque si el chico pudiera sentir el latido de su corazón vería que se encontraba al borde de estallar. Sabía que era alguien importante en su mundo pero... “Estoy metido hasta el fondo”. Permaneció congelada, y después miró a los lados. Ojalá nadie lo hubiera escuchado, nadie como Tony, Iemai o Rua, personas que sí saltarían con tal información. Pero por eso se lo había contado a ella, a menos que lo hubiera hecho en otro momento, pero de ser así... se lo había perdido.
Dudó, pensativa, mientras le miraba a los ojos desconcertada. Cómo era posible que un chico tan loco.. sí, pero indudablemente también amable fuera capaz de estar al tanto de lo que pasaba en la ciudad y mandara a su propia especie a Rocavarancolia. Pensó en Akeyo ¿Cómo se sentirían al ver morir a alguien?. Quizás no estaban al tanto de todo lo que ocurría quiso pensar... pero no. Nery´s era un pez gordo, que había quedado atrapado en la red como uno más. ¿Estaba en su mano juzgarle de más?. >>Ya está siendo juzgado<<.

-Yo... - >>No le digas que no tiene la culpa, sé sincera<<. Le puso una mano en el hombro y su expresión cambió a una de honestidad y comprensión- redención o no Nery´s... ya estás pagando por ello- dijo con unas palabras más duras de lo que pretendía en contraposición con su hilillo de voz, apoyó las manos en el regazo mientras desviaba la mirada al suelo- creo que lo estás haciendo bien... pero debes concentrarte en que estás aquí, es la-la manera de asumir lo que hayas hecho- y sus ojos la delataron, si había algo más que cargara en su espalda, Fleur no quería saberlo. Sencillamente porque no lo necesitaba. Aún así le dedicó una sonrisa, no estaba tan decepcionada como debería. Tratarle como al resto.. es lo que merecía si la ciudad hacía precisamente eso. No es que los monstruos fueran a rendirle pleitesía al verla pasar.

-Yo también lo espero- confesó en referencia a Maila, siendo sobrecogida otra vez- últimamente está muy rara... -dijo, sin darse cuenta que evidenciaba que se conocían de antes. Aunque era un secreto a voces.

Notó la su mano en el hombro y se estremeció bajo ella. Para él era demasiado extraño, como si un fantasma del pasado estuviera derrepente ahí apoyandolo. Y sería reconfortante, mucho. Si no fuera por la cruda realidad de la que era plenamente consciente. -Solo estoy pagando lo de una persona Fleur. No es ni de cerca suficiente... Y eso intento. Estar aquí. Seguir... Seguir caminando, pero ya he sentido una eternidad pasar... -Suspiró cansado, demasiado cansado y ni siquiera solo de ese día. ¿Cuantos días llevaba ya forzándose a seguir antes de aquello en frivo? La única respuesta a la que podía llegar era que demasiados.

-Salir ahí fuera no es fácil. Es demasiado estresante y lo de hoy... Simplemente estate ahí con ella. Abrázala y bésala hasta que se duerma tranquila contigo. Y si empeora algo cuéntamelo, pensaremos algo entre los dos. ¿Vale?

Fleur se notó claramente perdida, desconocía por completo quién podía ser esa persona por la que tanto estaba pagando y tanta tristeza parecía sentir. La francesa guardó silencio mientras le miraba a los ojos como una estatua. No preguntaría más, no pertenecía a su naturaleza y desde luego no quería perturbar más aún sus emociones y pensamientos.
-Sigue... intentándolo -le animó con extrañeza en la voz, es lo único que se le ocurrió decir.

Asíntió luego, con vergüenza y todo su lenguaje corporal indicando que deseaba recluírse en sí misma. >>¿Cómo que besarla?<< Nunca se habían besado. ¿Y por qué iba a hacerlo?. Maila era solo su amiga... ¿no?.
-Vale pero...¿Be-besarla? Intentaré apoyarla... como pueda -si la tierra la tragaba en ese momento, es que alguien había escuchado sus plegarias. A menos que quisiera decir un beso en la frente por ejemplo, pero eso Fleur, nerviosa y desconcertada lo pensaría tarde.

-Si... -Le respondió sin muchas fuerzas. Cuando notó como sus ojos se cruzaban volvió a congelarse pero no soltó su mirada y extrañándote cuando ella parecía querer irse derrepente.

-Em, claro. Besarla.... -No entendía cual era el problema y no estaba en su momento más lúcido. -Ya sabes... tus labios con los de ella o por otras partes.... Porque los humanis sabéis lo que es besar. ¿No? -Estaba extrañado y confuso.

Fleur contempló a Nery´s con una mirada cargada de tanta intensidad que cualquiera podría decir que observaba los orígenes del universo a través de sus ojos, o que un cerdito volador danzaba tras él. En cualquier caso enmudeció. >>¿No estará pensando que yo...? ¿No creerá qué...?<<
Recordó aquel beso que le costó su retirada de la academia de baile, su internamiento en el convento de Hawaii... y las criadas con las que había intimado. Al final ninguna pudieron hacer nada para evitar que su madre la despechara bien lejos, como si de una enfermedad se tratase. Se negaba a volver a sentir algo parecido a aquel abandono. Incluso aunque ahora recordara perfectamente aquel beso en los baños con el olor de los productos de limpieza picándole la nariz se negaba, aunque hubiera sido algo inocente y casi celestial.

-No soy ese tipo de persona -replicó con frialdad. No era lesbiana, bollera, enferma. Aunque esas palabras las gritaba otra voz mucho más madura, la de su madre, quizá. Luego reculó con los puños cerrados... Maila suponía un punto de inflexión en todo, se maldijo, no debería costarle tanto no pensar en ella cuando deseaba con todas sus fuerzas borrarla de su mente- nosotras... no hacemos eso... o al menos yo no lo hago. ¿Es que tú... te has besado con algún... con ya sabes?- un chico, quería decir- con una persona que sea de tu mismo... - pero eso fue lo que le salió.

Tener que lidiar con varias personas diferentes  cada día no era tarea fácil, nunca sabía cómo iban a comportarse, a tomarse lo que les dijeras o que les gustaba y que no así que empezó a fijarse en los pequeños detalles. Breves desviaciones de miradas, el cuerpo tensándose, distinguir una sonrisa falsa de una genuina... Al final se había formado, por pura supervivencia en su trabajo, un cierto instinto sobre cómo iba a reaccionar alguien o que tenían en la cabeza mientras hablaba u hacía otras cosas con ellos.

Ahora mismo ese instinto le estaba chillando que algo terriblemente malo estaba sucediendo delante suya.

-Ah... si claro. -Había clavado sus ojos en los de ella y pese que intentaba mantener la calma aquel día con estar delante suya se mezclaban para dejar salir en su expresión cierta alarma. -Ya os lo dije, es mi día a día por las noches hacer todo tipo de cosas... Pero... Fleur. ¿Por qué suenas como si lo odiases? -Seguía con sus ojos clavados en ella en alerta y no solo eso, empezaba a vérsele preocupado.

-Yo no...- no lo odiaba, ciertamente. Y entendía que él se dedicara a ello por las noches, no la cogía por sorpresa. Aunque sí sus insinuaciones y su preocupación. Fleur sacudió la cabeza algo confundida, no quería estar allí ni hablar de eso, y mucho menos con Nery´s, a quién no conocía de nada. Puede que en su mundo todos los temas se tocaran con mayor libertad pero ella no funcionaba así, y eso debía haberlo visto antes de presuponer cosas. Le restó toda la importancia que pudo en su cabeza- somos amigas- dijo rápidamente- gracias por haber aclarado... lo de antes... pero tengo que seguir haciendo cosas... -dijo intentando que no sonara a excusa. Luego se marcharía y en los dias siguientes le daría algo de vueltas a la cabeza pero... era Nery´s y a veces decía cosas sin sentido. No debía trascender más de lo necesario.