Guía básica: crear y rolear personajes

ÍNDICE DE PREGUNTAS:

-¿Debe actuar mi personaje como lo haría yo?

No. No se trata de hacer lo que harías tú ni de hacer lo más conveniente en esa situación. En el primer caso se incumple el concepto base de rolear (que es interpretar un papel), y en el segundo directamente se hace trampa.

Se trata de que concibas a un personaje, alguien independiente por completo de ti, y que escribas qué haría él en esa situación: sea adecuado o no, coincida con tu visión del asunto o no, te parezca estupendo u horrible. Si estás acostumbrado a relatar en general esto debería resultarte si no fácil, al menos familiar. Si es tu primera experiencia es posible que te cueste algo más de trabajo, pero se automatiza muy rápido.

Conoce a tu personaje. Tómate tiempo para pensar en qué haría en tal o cual situación, métete en su piel. Rolear, en muchos aspectos, se basa en escuchar lo que el personaje te dicta y ponerte a redactarlo.



-¿Qué es un mal personaje?
Hay tantas formas de crear uno que constituyen casi un género en sí mismo. He aquí algunos ejemplos:

-Ser una Mary Sue o un Gary Stu. Han corrido ríos de tinta sobre esto en internet y hay muchos subtipos: se puede resumir en que es un personaje que chirría por múltiples razones, pero la principal por estar idealizado o ser demasiado perfecto para ser realista.

-Ser dramático de más. Pasados rocambolescos, personalidades mal llevadas (las enfermedades mentales suelen sufrir mucho este síndrome), incoherencias y falta de realismo en las reacciones que solo son posibles dentro de un anime, poderes de más, desgracias acumuladas unas sobre otras de forma que parece casi un fetiche...

-Ser el reflejo mejorado del autor. Ésta canta mucho. Si eres primerizo (o no) y te sientes más seguro así no hay problema con crear un PJ muy parecido a ti (es posible que hasta sea mejor para que puedas cogerle el tranquillo), pero se corre el riesgo de identificarse demasiado con el personaje y por tanto tomarse de forma muy personal o a la defensiva todo lo que le pase. El personaje en sí no tiene por qué ser malo, pero se corre el riesgo de glorificarlo de más.

-Ser el ojito derecho del autor. Éste no admite que nadie le insulte ni off ni inrol, protesta cada vez que le pasa algo, minimiza al máximo las heridas que pueda sufrir. Se siente, pero esto es Rocavarancolia, majos. Vuestros personajes van a sufrir fijo.

-El que busca salseo: aquel personaje que se ha concebido única y exclusivamente con el objetivo de tener sexo con otros personajes. Ojo: un personaje promiscuo ni de lejos significa uno malo. Pero uno cuya única faceta conocida sea esa termina quedando muy cojo.

-El atrapado en el tiempo: suele ser un error que curiosamente cometen más veteranos que novatos. Sucede cuando un personaje no evoluciona y se mantiene, en términos de personalidad, exactamente igual a cuando se concibió o a cuando el autor consideró que "así está bien". Suele ser por cuestión de comodidad.

-El cambiante: más típico de novatos. A cada situación su personalidad cambia drásticamente. Un síntoma muy significativo es cuando a otro personaje o usuario le toca describirle y tras pensarlo cae en la cuenta de que no sabe cómo es porque no tiene ningún aspecto psicológico fijo.

Por descontado hay muchos más ejemplos y matices, pero estos son los más comunes.



-¿Qué es un buen personaje?
Aquél que evita los errores anteriores y que además logra tener voz propia, tener profundidad, evolucionar con el paso del tiempo y resultar interesante. Dicho así suena difícil, pero estas cuatro condiciones suelen ir de la mano y lograrse con el tiempo.



-Voz propia... ¿eso cómo se logra?
Según en qué persona escribas hay trucos diferentes. En la primera es mucho más fácil ser subjetivo, pero la tercera, a pesar de ser más neutra, es admirablemente versátil.

Si usas la primera, ten en cuenta que el personaje nos habla con su voz. Cada uno de nosotros tiene manierismos propios, ciertas coletillas o estructuras que usa más a menudo, insultos o palabrotas recurrentes, patrones de pensamiento semejantes, un sentido del humor determinado. El uso de exclamaciones, expresiones concretas, el fijarse en tal o cual detalle de forma recurrente al encontrarse en una situación nueva... todo eso plasmado en un post puede lograr que cuando uno lo lea éste sea inconfundible con el de cualquier otro. Se trata de reflejar cómo tu personaje ve el mundo, como si éste lo estuviese viviendo. Las emociones narradas así quedan mucho más viscerales.

En la tercera persona también pueden reflejarse todas estas cosas, pero por lo general suele adoptar un tono más neutral. Si crees que estás pecando mucho de usar la tercera persona como una cámara de vídeo, además de intentar implementar de forma más suave todo lo anterior, aprovéchate de que tienes mucha más información disponible que en primera. Puedes decir claramente que tu personaje es demasiado infantil para darse cuenta de tal cosa, que no se ha percatado de esto o aquello que ha sucedido en su rango de visión, puedes seguir paso por paso el curso de su tren de pensamiento porque ahora no tienes que narrarlo de forma que la propia confusión emocional del personaje se interponga.
Describiéndole desde fuera, irónicamente, se le puede dar voz para que sepamos, de una forma distinta, cómo es por dentro.



-¿Profundidad?
A la hora de escribir su hoja de PJ tendrás la mayor parte de los rasgos de tu personaje definidos, pero es al enfrentarse a situaciones cuando realmente lo verás desarrollarse y te verás forzado a pensar nuevas facetas de él. Y tiene sentido: solo has pensado en él a partir de los apartados que te hemos dado. Difícilmente se pueden resumir todas las caras de una persona en una hoja de word.

Se dice que un personaje tiene profundidad, y que has tenido éxito al transmitirla, cuando los que le leemos podemos entender cómo piensa, por qué hace una cosa determinada cuando podría tomar cualquier curso de acción diferente. Cuando no se reduce a una serie de rasgos básicos sino que se nota que es una persona con la amalgama de pensamientos, deseos, dudas y miedos que le hacen a uno quien es. Un personaje es sólido, en resumen, cuando le conoces bien y sabes contarnos a los demás cómo es.




-¿Evolucionar?
No hace falta una situación extrema como Rocavarancolia para que las personas cambiemos. Encuentros continuos con otras personas y experiencias nuevas hacen que constantemente corrijamos nuestra forma de pensar y actuar. Un personaje debe ser capaz de hacerlo: aunque su personalidad no termine por variar mucho globalmente, sí debe notarse la huella que eventos pasados han dejado en él. No puede estar igual que al principio de empezar a rolearlo.
Llevar estos cambios exige delicadeza y mano sutil en muchas ocasiones, y se refina con la práctica: sabes que está apareciendo el instinto cuando al leer un post ajeno sabes intuitivamente qué va a pensar o hacer tu personaje. En el fondo se reduce en integrar las reacciones del personaje a lo que va viviendo, y decidiendo cómo le cambia.
En este sentido los personajes muchas veces nos sorprenden. Crecen emocionalmente, o al contrario. Igual que al rolearlo, diviértete descubriendo lo que te van dictando.

Evolucionar no es madurar, y tu personaje no está obligado a hacerlo. Solamente cambiar.



-¿Estoy siendo realista?
Tiene dos variantes: "¿estoy siguiendo al sentido común?" y "¿me he informado lo suficiente sobre este tema?"

La primera hace referencia a algo en lo que en este rol hacemos mucho hincapié: la coherencia. El saber en qué ambiente te estás moviendo, y no hacer ningún imposible o altamente improbable dentro de él. En resumen, que la acción sea creíble.

La segunda se basa en tener conocimiento sobre lo que estás narrando. Si tu personaje está ido de la cabeza, asegúrate de haberte informado sobre cómo funciona ese desarreglo mental y no te lo inventes. Si sabe de técnicas de espada o cuerpo a cuerpo, busca por ahí cualquier cosa que te pueda ayudar a narrarlo bien: vídeos, páginas web, pregunta a fuentes que sepas que son fiables.