Torreón Maciel (Archivo VII)
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- Rocavarancolia Rol
Torreón Maciel (Archivo VII)
05/08/13, 03:48 am
Recuerdo del primer mensaje :
Torreón de cuatro plantas de piedra azulada, cuya azotea y última planta fueron destrozadas por una ballena, de la que ya solo queda el esqueleto. Allí anidan las estirges. Se accede por un puende levadizo y un portón. El corredor de la entrada está plagado de pintadas y mensajes y termina en una reja llena de púas. El patio, donde se reparten algunas vértebras del animal del techo, está rodeado de un muro coronado con cristales, y en el centro de éste hay una estatua de gran pájaro negro con el pico serrado en cuya base está apoyado el reloj robado del torreón Margalar.
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- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
26/02/15, 09:09 pm
Ergot entró en el caldero con agua y chapoteo en el mientras escuchaba las palabras de Eara, sus ojos perdidos en cualquier parte menos en ella. “Hay casos en que los gusanos se ceban con los vivos.” La frase resonaba en su mente y aun reflexionando en ella contesto:
-Entonces has tenido más suerte que yo, nunca había leído o escuchado hablar de nadie que pudiese curarse de semejante enfermedad…- y añadió con una sonrisa sin humor: -aunque tal vez eso se deba que yo no he leído en mi vida. Hay tantas cosas que no se… es imposible hacer un juicio correcto en esta ciudad, nada es como debería ser,… Todo está mal.
Se zambullo varias veces bajo el agua y se froto con insistencia todo el cuerpo, como si acabase de despertar de un sueño y ahora se diese cuenta de lo sucio que estaba. Se limpió a fondo, con fuerza y cuando termino, varios minutos después, su piel latía y hormigueaba. Pero a pesar de estar ya limpio continuo lavándose toda superficie roja del cuerpo, clavando la mirada en sus manos. Al salir acepto el trapo de tela en el cual se escondió. Volvió a hablar desde el batiburrillo de tela en el que se había convertido:
-No me gusta la muerte, por eso no me gusta ni el rojo ni el blanco, colores de la sangre… Cuando le grite a Tesón que se apartase y propuse que matásemos a Armonía, tenía miedo. Miedo de que os pasase lo mismo al resto… Elegí la vida del grupo por encima de la de un individuo pero creo que me olvide de que los grupos están formados por individuos… Esto es muy difícil, voy a disculparme con Tesón pero no voy a retirar mis palabras y puede que tú aun guardes esperanzas sobre Armonía, yo no las tengo, el ave en mi opinión tiene una pata bajo tierra. A veces miro mis manos que siempre están rojas y pienso que si la matase no vería su sangre cubriéndomelas, siempre y cuando sea roja (se le escapo una risa que sonaba vacía y lejana.)… te prometo que no le haré daño y espero sinceramente estar equivocado. - Sacó la cabeza del revoltijo, la miró y cambio su tono de voz a uno más jovial y desenfadado, el momento de seriedad ya había concluido para el repoblador: -¡Muchas gracias Eara! Has sido muy amable conmigo a pesar de que ambos sabemos que no me lo merezco. Si quieres ayuda en lo que sea, aquí estoy. Eres una criatura amable, me gustaría disfrutar de tu compañía el resto de la tarde, sé que es egoísta pero en estos momentos no me importa serlo.-
-Entonces has tenido más suerte que yo, nunca había leído o escuchado hablar de nadie que pudiese curarse de semejante enfermedad…- y añadió con una sonrisa sin humor: -aunque tal vez eso se deba que yo no he leído en mi vida. Hay tantas cosas que no se… es imposible hacer un juicio correcto en esta ciudad, nada es como debería ser,… Todo está mal.
Se zambullo varias veces bajo el agua y se froto con insistencia todo el cuerpo, como si acabase de despertar de un sueño y ahora se diese cuenta de lo sucio que estaba. Se limpió a fondo, con fuerza y cuando termino, varios minutos después, su piel latía y hormigueaba. Pero a pesar de estar ya limpio continuo lavándose toda superficie roja del cuerpo, clavando la mirada en sus manos. Al salir acepto el trapo de tela en el cual se escondió. Volvió a hablar desde el batiburrillo de tela en el que se había convertido:
-No me gusta la muerte, por eso no me gusta ni el rojo ni el blanco, colores de la sangre… Cuando le grite a Tesón que se apartase y propuse que matásemos a Armonía, tenía miedo. Miedo de que os pasase lo mismo al resto… Elegí la vida del grupo por encima de la de un individuo pero creo que me olvide de que los grupos están formados por individuos… Esto es muy difícil, voy a disculparme con Tesón pero no voy a retirar mis palabras y puede que tú aun guardes esperanzas sobre Armonía, yo no las tengo, el ave en mi opinión tiene una pata bajo tierra. A veces miro mis manos que siempre están rojas y pienso que si la matase no vería su sangre cubriéndomelas, siempre y cuando sea roja (se le escapo una risa que sonaba vacía y lejana.)… te prometo que no le haré daño y espero sinceramente estar equivocado. - Sacó la cabeza del revoltijo, la miró y cambio su tono de voz a uno más jovial y desenfadado, el momento de seriedad ya había concluido para el repoblador: -¡Muchas gracias Eara! Has sido muy amable conmigo a pesar de que ambos sabemos que no me lo merezco. Si quieres ayuda en lo que sea, aquí estoy. Eres una criatura amable, me gustaría disfrutar de tu compañía el resto de la tarde, sé que es egoísta pero en estos momentos no me importa serlo.-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
28/02/15, 04:00 am
Dejó que el pequeño se limpiase mientras guardaba silencio, tras haber asentido sin saber qué más podía decir. Claro que todo estaba mal en aquella ciudad, pero ¿qué podían hacer al respecto? No hacía falta responder.
De no ser porque la conversación no acompañaba, Eara habría disfrutado, de alguna manera, de ver al repoblador secándose con la servilleta. Sus movimientos siempre le resultaban graciosos, y envuelto en un simple paño se veía adorable. Sus palabras serias, sin embargo, la hicieron pensar. Ella, quizás, tampoco tenía mucha esperanza para Armonía, pero no quería decirlo en voz alta. Rendirse era el primer paso para perderla. No sabía qué responderle al repoblador.
—Me alegraré si cumples tu palabra. No me gustaría tener un asesino en el torreón, desde luego no así… —«Prefiero…». Decidió terminar su pensamiento en voz alta—. Prefiero que seamos un grupo que se entienda a pesar de las diferencias entre nosotros. Si siguen así las cosas... No quiero pensarlo. —Suspiró y decidió que era hora de cambiar de tema. El propio Ergot estaba más animado, y tenía un montón de trabajo por delante en la cocina—. Ven conmigo. Puedes acompañarme siempre que quieras; vivimos bajo el mismo techo, ¿no? —Vació el barreño de agua sucia y se dirigió de nuevo al interior del torreón. Tenía que encender el fogón, hervir los trapos, y después preparar la comida para todos.
De no ser porque la conversación no acompañaba, Eara habría disfrutado, de alguna manera, de ver al repoblador secándose con la servilleta. Sus movimientos siempre le resultaban graciosos, y envuelto en un simple paño se veía adorable. Sus palabras serias, sin embargo, la hicieron pensar. Ella, quizás, tampoco tenía mucha esperanza para Armonía, pero no quería decirlo en voz alta. Rendirse era el primer paso para perderla. No sabía qué responderle al repoblador.
—Me alegraré si cumples tu palabra. No me gustaría tener un asesino en el torreón, desde luego no así… —«Prefiero…». Decidió terminar su pensamiento en voz alta—. Prefiero que seamos un grupo que se entienda a pesar de las diferencias entre nosotros. Si siguen así las cosas... No quiero pensarlo. —Suspiró y decidió que era hora de cambiar de tema. El propio Ergot estaba más animado, y tenía un montón de trabajo por delante en la cocina—. Ven conmigo. Puedes acompañarme siempre que quieras; vivimos bajo el mismo techo, ¿no? —Vació el barreño de agua sucia y se dirigió de nuevo al interior del torreón. Tenía que encender el fogón, hervir los trapos, y después preparar la comida para todos.
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
01/03/15, 05:37 pm
Después de que Eara le dijese “Ven conmigo.” Ergot no se separó de ella en ningún momento, es cierto que cuando encendió el fogón el repoblador se colocó a una distancia de seguridad, en la otra punta de la habitación, pero el resto del tiempo simplemente se sentó en la mesa de la cocina intentando ayudarla en lo que podía, pasándole alguna cosa o recordándolo que el fuego es malo y que no debe de acercarse tanto a él.
Hubo momentos confusos para el bicho-planta, como cuando Eara se dedicó a bañar los trapos en un agua extremadamente caliente y posiblemente mortal “Menos mal que no ha intentado bañarme en eso…” pero tampoco se atrevió a preguntar la utilidad de esa práctica. A pesar del ambiente relajado que se había instalado entre ellos, esto solo le trajo tiempo para reflexionar y con ello más preguntas, preguntas surgidas del encuentro del día anterior. Y aunque se lo había hecho prometer a Emmit, no vio nada de malo en quitarle parte de la carga peguntándole un par de cosas a la sinhadre mientras esta comenzaba a ordenar los ingredientes para la comida.
-Eara, no te ofendas, es simplemente que de esto no entiendo… puedo preguntar… ¿cuál es tu sexo?-
Hubo momentos confusos para el bicho-planta, como cuando Eara se dedicó a bañar los trapos en un agua extremadamente caliente y posiblemente mortal “Menos mal que no ha intentado bañarme en eso…” pero tampoco se atrevió a preguntar la utilidad de esa práctica. A pesar del ambiente relajado que se había instalado entre ellos, esto solo le trajo tiempo para reflexionar y con ello más preguntas, preguntas surgidas del encuentro del día anterior. Y aunque se lo había hecho prometer a Emmit, no vio nada de malo en quitarle parte de la carga peguntándole un par de cosas a la sinhadre mientras esta comenzaba a ordenar los ingredientes para la comida.
-Eara, no te ofendas, es simplemente que de esto no entiendo… puedo preguntar… ¿cuál es tu sexo?-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
02/03/15, 11:12 pm
El trabajo de la cocina se hacía más ameno si veía entre tanto las reacciones de Ergot, o escuchaba sus comentarios. El miedo que tenía al fuego era tan evidente como podía serlo su color de piel, así que Eara no lo contradijo demasiado y esperó a que, poco a poco, se fuese acostumbrando. Seguramente su experiencia de ese día no ayudase en nada a su fobia.
Tras tender los trapos y asegurarse de que no quedaba ningún resto de aquella tarea en la cocina, se dispuso a empezar con la comida. Fue ahí donde le llegó una pregunta del repoblador que ella creía ya aclarada. «Ah, el día que se dijo a las claras Ergot todavía no esaba aquí. Supongo que tampoco ha prestado atención». Pero no le importaba responderla, y además le daba pie a plantear otra que tenía desde hacía tiempo.
—Soy una hembra, y aunque no creo que sea demasiado relevante, te puedo enseñar a diferenciarnos… al menos entre los que somos parecidos, los que se parecen a mí. —Hizo una pausa breve, dudaba sobre cómo enfocar su propia cuestión—. ¿Y qué hay de tu especie? Tal vez es una pregunta algo inapropiada pero, ¿cómo tenéis hijos?
Tras tender los trapos y asegurarse de que no quedaba ningún resto de aquella tarea en la cocina, se dispuso a empezar con la comida. Fue ahí donde le llegó una pregunta del repoblador que ella creía ya aclarada. «Ah, el día que se dijo a las claras Ergot todavía no esaba aquí. Supongo que tampoco ha prestado atención». Pero no le importaba responderla, y además le daba pie a plantear otra que tenía desde hacía tiempo.
—Soy una hembra, y aunque no creo que sea demasiado relevante, te puedo enseñar a diferenciarnos… al menos entre los que somos parecidos, los que se parecen a mí. —Hizo una pausa breve, dudaba sobre cómo enfocar su propia cuestión—. ¿Y qué hay de tu especie? Tal vez es una pregunta algo inapropiada pero, ¿cómo tenéis hijos?
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
04/03/15, 11:25 pm
Las preguntas de Eara desestabilizaron al repoblador que no pudo evitar que el desconcierto pasease por su cara. “¿Hijos? ¿Tener hijos? ¿Mi especie?... hijos, hijos, hijos,hijos-hijos-hijoshijoshijoshijoshijos…” Ergot intentaba averiguar el significado de la palabra hijo buscando dentro del contexto de la conversación “A ver,… piensa,… hembras y machos,… hembras y machos, fauna,… hembras, machos e hijos,… hembras y machos se diferencian para sexo, reproducción,… resultado: Cachorros… ¡Cachorros! ¡Los hijos son cachorros! ¡Los hijos son los brotes! ¡Pequeños repobladores!” todo este proceso mental le llevo más de medio minuto pero una vez llegado a la conclusión pudo suspirar de alivio, de los “hijos de puta” ya solo tenía que averiguar quién era esa madre llamada puta, una pregunta menos para Emmit. En cuanto pudo poner en orden sus pensamientos respondió a ambas preguntas:
-No, nosotros, los repobladores, no somos ni hembras ni machos… somos plantas y bueno como todas las plantas, nos formamos en la tierra, en semillas formadas por esporas… no es nada del otro mundo… luego simplemente salimos, en realidad nos desenterramos nosotros solos y el grupo de repobladores más cercano nos acoge, y ya está… en realidad es bastante simple en comparación a lo que hacéis vosotros, los animales… ya sabes, todo eso de copular y tal parece realmente complejo… ahora que lo pienso se parece muchísimo a las actividades de Twixy’s y Lemus… un momento…- Es cierto que el repoblador nunca le había prestado mucha atención a las actividades de sus compañeros de Torreón y si bien no era un experto en reproducción animal sí que era capaz de identificarla, simplemente no había reflexionado sobre ello hasta ese momento, en el cual la realidad le golpeo con una bola de demolición a lo Miley Cyrus y su cara se contorsiono por la incredulidad. “¿Qué significa esto? ¿Están en celo o algo así?” Su pequeño cerebro volvió a poner manos a la obra a las turbinas de asociación de ideas “Primero ¿Quién es la hembra y quien el macho? Muchas veces el macho es más llamativo para atraer a la hembra y para que los depredadores le vean a él primero… aunque no siempre es así… entonces será… bueno, digamos que es él… y tal vez, por eso ella se ha quedado en la colmena de piedra… después de todo solo hay una razón para copular en los animales y esa es la reproducción… solo la reproducción.” Y la bola de demolición con el movimiento de péndulo le volvió a golpear al tiempo que gritaba con espanto:
-¡POR TODAS LAS FLORES SAGRADAS DE LA NATURLEZA DE LA DIOSA! ¿¡LEMUS VA A TENER CACHORROS!?-
-No, nosotros, los repobladores, no somos ni hembras ni machos… somos plantas y bueno como todas las plantas, nos formamos en la tierra, en semillas formadas por esporas… no es nada del otro mundo… luego simplemente salimos, en realidad nos desenterramos nosotros solos y el grupo de repobladores más cercano nos acoge, y ya está… en realidad es bastante simple en comparación a lo que hacéis vosotros, los animales… ya sabes, todo eso de copular y tal parece realmente complejo… ahora que lo pienso se parece muchísimo a las actividades de Twixy’s y Lemus… un momento…- Es cierto que el repoblador nunca le había prestado mucha atención a las actividades de sus compañeros de Torreón y si bien no era un experto en reproducción animal sí que era capaz de identificarla, simplemente no había reflexionado sobre ello hasta ese momento, en el cual la realidad le golpeo con una bola de demolición a lo Miley Cyrus y su cara se contorsiono por la incredulidad. “¿Qué significa esto? ¿Están en celo o algo así?” Su pequeño cerebro volvió a poner manos a la obra a las turbinas de asociación de ideas “Primero ¿Quién es la hembra y quien el macho? Muchas veces el macho es más llamativo para atraer a la hembra y para que los depredadores le vean a él primero… aunque no siempre es así… entonces será… bueno, digamos que es él… y tal vez, por eso ella se ha quedado en la colmena de piedra… después de todo solo hay una razón para copular en los animales y esa es la reproducción… solo la reproducción.” Y la bola de demolición con el movimiento de péndulo le volvió a golpear al tiempo que gritaba con espanto:
-¡POR TODAS LAS FLORES SAGRADAS DE LA NATURLEZA DE LA DIOSA! ¿¡LEMUS VA A TENER CACHORROS!?-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
05/03/15, 07:24 pm
No podía adivinar en qué podía estar pensando el repoblador. Estaba tardando demasiado en responder, pero tampoco parecía querer eludir hacerlo. Más bien parecía confuso, pero no preguntaba nada a pesar de que normalmente no se cortaba en hacerlo. Eara no dejó de limpiar verduras entre tanto.
Cuando por fin habló, la sinhadre se volvió hacia Ergot para escuchar. No había tenido muchas pistas acerca del sexo del repoblador, pero al ser una especie tan diferente intuía que se podía llevar más de una sorpresa, y se había decantado primero por averiguar si se reproducían como los animales. Claramente lo veía como un animal, pero no podía negar cuantísimo parecía una planta. Y, aun así, su respuesta la sorprendió. La idea de que se reprodujesen como si fuesen hongos le pareció un imposible, ¿pero no había descubierto acaso un montón de imposibles en los últimos tiempos? Tenía ganas de hacerle más preguntas, pero cuando el tema comenzó a desviarse hacia la reproducción sexual, Ergot hizo una mención a Twix y Lemus que le indicó a la chica que probablemente tendría que dar primero algunas explicaciones, pero el repoblador se quedó callado de nuevo, sin acabar la frase. «¿En qué estará pensando ahora?».
La salida que tuvo entonces consiguió hacer reír a Eara. Se le escapó una carcajada que debió ahogar para intentar darle explicaciones a Ergot.
—No, no… —atinó a decir al principio—. Lemus es un macho. Y Twixy’s es una hembra. ¿Te das cuenta? Twixy’s se parece más a mí, ¿verdad? Y no, no creo que… en estas circunstancias… —No sabía muy bien por dónde empezar—. Para ti muchos debemos ser bastante parecidos, pero no somos del mismo mundo, ni de las mismas especies… No sé, Ergot. Tal vez sea posible, pero no lo tengo claro. Además, hay formas de evitar… ¿los has espiado, acaso? —Preguntó de repente, sorprendida al darse cuenta de lo que implicaba su exclamación.
Cuando por fin habló, la sinhadre se volvió hacia Ergot para escuchar. No había tenido muchas pistas acerca del sexo del repoblador, pero al ser una especie tan diferente intuía que se podía llevar más de una sorpresa, y se había decantado primero por averiguar si se reproducían como los animales. Claramente lo veía como un animal, pero no podía negar cuantísimo parecía una planta. Y, aun así, su respuesta la sorprendió. La idea de que se reprodujesen como si fuesen hongos le pareció un imposible, ¿pero no había descubierto acaso un montón de imposibles en los últimos tiempos? Tenía ganas de hacerle más preguntas, pero cuando el tema comenzó a desviarse hacia la reproducción sexual, Ergot hizo una mención a Twix y Lemus que le indicó a la chica que probablemente tendría que dar primero algunas explicaciones, pero el repoblador se quedó callado de nuevo, sin acabar la frase. «¿En qué estará pensando ahora?».
La salida que tuvo entonces consiguió hacer reír a Eara. Se le escapó una carcajada que debió ahogar para intentar darle explicaciones a Ergot.
—No, no… —atinó a decir al principio—. Lemus es un macho. Y Twixy’s es una hembra. ¿Te das cuenta? Twixy’s se parece más a mí, ¿verdad? Y no, no creo que… en estas circunstancias… —No sabía muy bien por dónde empezar—. Para ti muchos debemos ser bastante parecidos, pero no somos del mismo mundo, ni de las mismas especies… No sé, Ergot. Tal vez sea posible, pero no lo tengo claro. Además, hay formas de evitar… ¿los has espiado, acaso? —Preguntó de repente, sorprendida al darse cuenta de lo que implicaba su exclamación.
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.Personajes :- ● Ergot: -Véspido Soldado Repobladoril-
● Nadzieja: -Escoria Cosechada HomoSapiens-
Status : Las dudas son como los muertos, siempre acaban saliendo a flote.
Humor : Epístola de San Pablo a los adefesios: "Sois feos de cojones."
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
11/03/15, 12:59 am
El repoblador se sorprendió ante la acusación de la sinhadre. “Yo no he espiado, yo solo he observado.” Y aunque consideraba de mayor importancia tratar el problemilla de posibles cachorros, eligió contestar a la incriminación:
-No es que se estuviesen escondiendo o algo. Bueno y yo tengo mucho tiempo libre, muchos escondrijos donde estar tranquilo y nada más que hacer que observaros. Sois criaturas rutinarias en vuestra mayoría pero es lo mejor que uno puede hacer para distraerse cuando ya no hay nada más que hacer.- Las relaciones sociales se vuelven interesantísimas cuando uno está prácticamente encerrado con el mismo grupo de personas las 24 horas del día, la prueba viviente de ello es Gran Hermano, y el repoblador no era una excepción a este fenómeno. Y hablando como el propio Félix Rodríguez de la Fuente en un documental de la dos, enumero sus observaciones favoritas: -Pero no solo he visto a Lemus y a Twixy’s reproduciéndose, también te he observado a ti bañándote, a Tesón tallando, a Emmit entrenando, la verdad es que miro mucho a Emmit, a Samika andar por la casa, siempre tengo la impresión de que se va a dar contra un muro, a Kires moverse, a Ayne a tu alrededor, a veces os he observado dormir,… La verdad es que hay poco cosa que no me gusta mirar, aunque suelo intentar evitar acercarme al jorno-infernal-atrapa-inocentes-repobladores… y ahora con más razón.- Se sacudió la cabeza para sacar de su mente las cavilaciones sobre entrañas de fuego y volvió al problema que le interesaba:
-Pero, no te distraigas, tenemos un problema entre patas… aunque me encantaría estar rodeado de cachorros, son siempre más adorables y florales que vosotros los animales adultos, no es el momento idóneo… no se pueden criar en este entorno, necesitamos un nido más grande que lo que tengo hecho debajo del sofá, necesitaríamos cientos de pelusas… y necesitan demasiados cuidados…-empezó a poner muecas mientras murmuraba sin sentidos cuando una de sus brillantes ideas volvió a florecer: -Sé que no se da muchas veces entre los animales pero si necesitáis mantener relaciones sexuales… ¿no os habéis planteado lo de hacer con los del mismo sexo? Sé que eso no da cachorros… ¡Eso es! ¡En Maciel solo permitiremos las relaciones homosexuales! ¡Podrías emparejarte con Twixy’s!
-No es que se estuviesen escondiendo o algo. Bueno y yo tengo mucho tiempo libre, muchos escondrijos donde estar tranquilo y nada más que hacer que observaros. Sois criaturas rutinarias en vuestra mayoría pero es lo mejor que uno puede hacer para distraerse cuando ya no hay nada más que hacer.- Las relaciones sociales se vuelven interesantísimas cuando uno está prácticamente encerrado con el mismo grupo de personas las 24 horas del día, la prueba viviente de ello es Gran Hermano, y el repoblador no era una excepción a este fenómeno. Y hablando como el propio Félix Rodríguez de la Fuente en un documental de la dos, enumero sus observaciones favoritas: -Pero no solo he visto a Lemus y a Twixy’s reproduciéndose, también te he observado a ti bañándote, a Tesón tallando, a Emmit entrenando, la verdad es que miro mucho a Emmit, a Samika andar por la casa, siempre tengo la impresión de que se va a dar contra un muro, a Kires moverse, a Ayne a tu alrededor, a veces os he observado dormir,… La verdad es que hay poco cosa que no me gusta mirar, aunque suelo intentar evitar acercarme al jorno-infernal-atrapa-inocentes-repobladores… y ahora con más razón.- Se sacudió la cabeza para sacar de su mente las cavilaciones sobre entrañas de fuego y volvió al problema que le interesaba:
-Pero, no te distraigas, tenemos un problema entre patas… aunque me encantaría estar rodeado de cachorros, son siempre más adorables y florales que vosotros los animales adultos, no es el momento idóneo… no se pueden criar en este entorno, necesitamos un nido más grande que lo que tengo hecho debajo del sofá, necesitaríamos cientos de pelusas… y necesitan demasiados cuidados…-empezó a poner muecas mientras murmuraba sin sentidos cuando una de sus brillantes ideas volvió a florecer: -Sé que no se da muchas veces entre los animales pero si necesitáis mantener relaciones sexuales… ¿no os habéis planteado lo de hacer con los del mismo sexo? Sé que eso no da cachorros… ¡Eso es! ¡En Maciel solo permitiremos las relaciones homosexuales! ¡Podrías emparejarte con Twixy’s!
"Mientras no tengan conciencia de su fuerza no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado no serán conscientes. Éste es el problema." G.O.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
12/03/15, 06:38 pm
Eara comenzó a escandalizarse con las primeras palabras de Ergot, e incluso fue a peor si cabía al continuar explicándose. Por suerte, lo que tenía delante no era más que un pequeño bicho-planta que poco entendía de criaturas como ellos. No podía enfadarse particularmente por haberla espiado en el baño porque poco significaba para el repoblador que, en el fondo, solo era curioso. Espiar a Twix y Lemus, sin embargo, iba un paso más allá, ¿qué pensarían si supieran que habían sido observados? «Tal vez deba intentar convencerle para que no vuelva a admitirlo delante de nadie».
Claro que Ergot tenía un asunto más importante que atender, ya que seguía convencido de que habría cachorros en el torreón a pesar de sus explicaciones. Le sonreía cuando contestó, no dejaba de ser divertida la ingenuidad del pequeño.
—No, no, no va a haber cachorros, Ergot. Y no tienes que preocuparte por ninguno de nosotros, porque todos deben saber lo que se hacen. Si no me equivoco, quienes menos querrían embarazos en estas circunstancias son ellos mismos. Solo mira donde estamos. Es normal que no lo termines de comprender, pero no hace falta que le des demasiadas vueltas. —E intentó sonar seria ahora—: ¿Podrías no volver a espiarlos? Y, por favor, no le digas a nadie que lo has hecho, ¿de acuerdo?
Claro que Ergot tenía un asunto más importante que atender, ya que seguía convencido de que habría cachorros en el torreón a pesar de sus explicaciones. Le sonreía cuando contestó, no dejaba de ser divertida la ingenuidad del pequeño.
—No, no, no va a haber cachorros, Ergot. Y no tienes que preocuparte por ninguno de nosotros, porque todos deben saber lo que se hacen. Si no me equivoco, quienes menos querrían embarazos en estas circunstancias son ellos mismos. Solo mira donde estamos. Es normal que no lo termines de comprender, pero no hace falta que le des demasiadas vueltas. —E intentó sonar seria ahora—: ¿Podrías no volver a espiarlos? Y, por favor, no le digas a nadie que lo has hecho, ¿de acuerdo?
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.Personajes :- ● Ergot: -Véspido Soldado Repobladoril-
● Nadzieja: -Escoria Cosechada HomoSapiens-
Status : Las dudas son como los muertos, siempre acaban saliendo a flote.
Humor : Epístola de San Pablo a los adefesios: "Sois feos de cojones."
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
13/03/15, 03:17 am
Ergot no pudo evitar ladear la cabeza expresando su confusión ante la petición de Eara. Y no solo porque esta parecía estar convencida de que todo había sido una misión de espionaje sino porque quería que no se lo dijese a nadie, sus palabras lo desorientaban “¿Se puede saber para quien musgos estoy espiando yo? ¿Estoy buscando información para dársela al demonio floral?… No entiendo cómo funciona la mente de esta hembra pero lo mejor será no insistir… y bueno ha dicho que dejase de hacerlo y mantuviese el secreto….” Ergot le dedico una sonrisa servicial al tiempo que se recomponía y contestaba:
-Muy bien, de mi boca no escapara ninguna palabra al respecto, no hablare de ello con nadie.-“Ni si quiera contigo, mientras no lo sepas puedo seguir observando lo que me apetezca. Digamos que he accedido a la mitad del trato… Y tampoco le he dicho que vaya dejar de mirar, si ella malinterpreta mis palabras es otra historia…” La sonrisa murió para dejar paso a una mueca, el repoblador se daba cuenta de que el tiempo pasaba y quería solucionar una cosa antes de la vuelta de los exploradores:
-Eara, creo que es un buen momento para ir a disculparme con Tesón, no tardare mucho y cuando regrese por favor explícame como diferenciar a las hembras de los machos o al menos decirme quien es que en este lugar. Vuelvo enseguida.- se dio la vuelta dispuesto a subir cuando giro la cabeza para volver a hablar: -Espero que tengas razón sobre lo de los cachorros… aun así creo que es una buena idea lo de las parejas de mismo sexo, la verdad es que evitaría muchos problemas… tú piénsalo…-
El repoblador subió a saltos la escalera-de-los-mil-horrores-vegetales y enseguida se encontró enfrente de la puerta de Tesón al igual que dos días atrás, antes de que los gusanos saliesen por los ojos de Armonía destrozando la extraña amistad que había entre ellos. El repoblador tenía la impresión de que habían pasado meses desde aquella estúpida canción en vez de unas cuantas horas. “Hace dos noches dormí aquí atado en una cacerola y ahora ahí se está muriendo el plumífero gris mientras el muy estúpido se expone a infectarse estando a su lado, cuando está claro que él es el que corre más riesgo… es, es,… es un estúpido follacardos.” Ergot no solía decir insultos tan graves, dio un pisotón contra el suelo de rabia sin saber si estaba enfadado consigo mismo o con el estúpido follacardos. Mirando la sólida puerta de madera se sentía extraño e incómodo, la planta decorativa del torreón se había sorprendido al ver la puerta cerrada, había intentado atravesar ese umbral muchas veces aquel día sin éxito y el verlo cerrado le recordaba sus múltiples fracasos. Tampoco ayudaba que su orgullo jugaba en su contra, no quería disculparse, entendía que había actuado mal con Tesón pero no se arrepentía de sus palabras ni de su opinión: Armonía debería morir. Por lo que llamo sin estar del todo convencido.
-Tesón… yo… yo creo que deberíamos implantar la regla de solo mantener relaciones homosexuales aquí dentro, después de todo no queremos tener que cuidar cachorros ¿o sí?...- Ergot se tapó el rostro con las 4 patas al tiempo que soltaba todo el aire de su cuerpo “Felicidades Ergot, además de planta inservible eres otro estúpido follacardos” pero siguió hablando: - Y también venía a decirte que losientomuchonoquieroquetepasenadaperoactuemal… … lo que quiero decir es que, sigo pensando que lo mejor es que Armonía muera pero no pensé en como reaccionarias ante ello, no pensé que fuese a provocarte dolor… yo lo siento y aunque no voy a cambiar de parecer créeme cuando te digo que a ti no quería hacerte daño…- “Por el amor de toda la Diosa que alguien me mate por lo que acabo de decir.” Comenzó a alejarse de la puerta a pesar de que seguía soltando palabras a tropel: - Y eso, que si eres macho ten relaciones con Lemus y si eres hembra con Eara o Twixy’s o… ¡yo que sé, pero nada de cachorritos! Y…- llegando a la cima de la escalera lo último lo grito para que le oyese con más claridad a través de la puerta cerrada: -¡Y ni se te ocurra contagiarte de esos gusanitos, estúpido follacardos!-
El bicho-planta bajó lo más rápido que pudo a la planta baja. Se sentó en la mesa de la cocina intentando actuar con naturalidad y con un tono afable retomo la conversación:
-Lo ves, ha sido rápido y sencillo. Bueno y dime quienes son hembras y cuales mach- un ruido en el exterior le interrumpió y le hizo girar el rostro hacia el portón, no tardó mucho en darse cuenta del origen del sonido: -Oh, parece ser que ya han vuelto, habrá que recibirles como es debido…- terminó dedicándole a Eara una sonrisa que no tenía nada de alegre ni de triste.
-Muy bien, de mi boca no escapara ninguna palabra al respecto, no hablare de ello con nadie.-“Ni si quiera contigo, mientras no lo sepas puedo seguir observando lo que me apetezca. Digamos que he accedido a la mitad del trato… Y tampoco le he dicho que vaya dejar de mirar, si ella malinterpreta mis palabras es otra historia…” La sonrisa murió para dejar paso a una mueca, el repoblador se daba cuenta de que el tiempo pasaba y quería solucionar una cosa antes de la vuelta de los exploradores:
-Eara, creo que es un buen momento para ir a disculparme con Tesón, no tardare mucho y cuando regrese por favor explícame como diferenciar a las hembras de los machos o al menos decirme quien es que en este lugar. Vuelvo enseguida.- se dio la vuelta dispuesto a subir cuando giro la cabeza para volver a hablar: -Espero que tengas razón sobre lo de los cachorros… aun así creo que es una buena idea lo de las parejas de mismo sexo, la verdad es que evitaría muchos problemas… tú piénsalo…-
El repoblador subió a saltos la escalera-de-los-mil-horrores-vegetales y enseguida se encontró enfrente de la puerta de Tesón al igual que dos días atrás, antes de que los gusanos saliesen por los ojos de Armonía destrozando la extraña amistad que había entre ellos. El repoblador tenía la impresión de que habían pasado meses desde aquella estúpida canción en vez de unas cuantas horas. “Hace dos noches dormí aquí atado en una cacerola y ahora ahí se está muriendo el plumífero gris mientras el muy estúpido se expone a infectarse estando a su lado, cuando está claro que él es el que corre más riesgo… es, es,… es un estúpido follacardos.” Ergot no solía decir insultos tan graves, dio un pisotón contra el suelo de rabia sin saber si estaba enfadado consigo mismo o con el estúpido follacardos. Mirando la sólida puerta de madera se sentía extraño e incómodo, la planta decorativa del torreón se había sorprendido al ver la puerta cerrada, había intentado atravesar ese umbral muchas veces aquel día sin éxito y el verlo cerrado le recordaba sus múltiples fracasos. Tampoco ayudaba que su orgullo jugaba en su contra, no quería disculparse, entendía que había actuado mal con Tesón pero no se arrepentía de sus palabras ni de su opinión: Armonía debería morir. Por lo que llamo sin estar del todo convencido.
-Tesón… yo… yo creo que deberíamos implantar la regla de solo mantener relaciones homosexuales aquí dentro, después de todo no queremos tener que cuidar cachorros ¿o sí?...- Ergot se tapó el rostro con las 4 patas al tiempo que soltaba todo el aire de su cuerpo “Felicidades Ergot, además de planta inservible eres otro estúpido follacardos” pero siguió hablando: - Y también venía a decirte que losientomuchonoquieroquetepasenadaperoactuemal… … lo que quiero decir es que, sigo pensando que lo mejor es que Armonía muera pero no pensé en como reaccionarias ante ello, no pensé que fuese a provocarte dolor… yo lo siento y aunque no voy a cambiar de parecer créeme cuando te digo que a ti no quería hacerte daño…- “Por el amor de toda la Diosa que alguien me mate por lo que acabo de decir.” Comenzó a alejarse de la puerta a pesar de que seguía soltando palabras a tropel: - Y eso, que si eres macho ten relaciones con Lemus y si eres hembra con Eara o Twixy’s o… ¡yo que sé, pero nada de cachorritos! Y…- llegando a la cima de la escalera lo último lo grito para que le oyese con más claridad a través de la puerta cerrada: -¡Y ni se te ocurra contagiarte de esos gusanitos, estúpido follacardos!-
El bicho-planta bajó lo más rápido que pudo a la planta baja. Se sentó en la mesa de la cocina intentando actuar con naturalidad y con un tono afable retomo la conversación:
-Lo ves, ha sido rápido y sencillo. Bueno y dime quienes son hembras y cuales mach- un ruido en el exterior le interrumpió y le hizo girar el rostro hacia el portón, no tardó mucho en darse cuenta del origen del sonido: -Oh, parece ser que ya han vuelto, habrá que recibirles como es debido…- terminó dedicándole a Eara una sonrisa que no tenía nada de alegre ni de triste.
"Mientras no tengan conciencia de su fuerza no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado no serán conscientes. Éste es el problema." G.O.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
13/03/15, 03:04 pm
La visita fue breve, ni siquiera tuvo tiempo a lucirse debidamente, y eso a Twixy's le molestó especialmente. Al menos Sekk se fijó en ella, pero aún no había podido llamar la atención del tal Jace. Que alguien no le prestase atención le enfadaba, y mucho.
Todas las conversaciones fueron aburridas pero necesarias. Los poco que prestó atención fue suficiente para llegar a la conclusión de que la muñeca sabía lo que hacía. Ojalá les sirviera para curar a la pajarraca. No le caía bien... era fea y desagradable, pero de ahí a desearle la muerte había un trecho largo.
Kimbra se volvió con ellos. El camino de vuelta fue tan tranquilo como el de ida, pero en esta ocasión la frivy no vio necesario describirle todo el paisaje a Samika. Se limitó a servirle de guía, y ayudarla a cruzar el puente sobre la grieta cuando llegaron a ella. Los nervios la consumían. En cuanto llegasen al torreón podrían comprobar su la magia era real, si estaba a su alcance, y si así era... Oh, como iban a cambiar las cosas. Lanzaba miradas ambiciosas a Hal de cuando en cuando, mordiéndose el labio inferior y sonriendo para sí.
En cuanto llegaron a Maciel, apenas saludó a nadie. Entró la primera, anunciando a los compañeros que quedaban que se habían traido a Kimbra para ver si podía hacer algo con Armonía. Muy de pasada. Dejó su libro en el salón. El patio era su objetivo, el pozo. Tenía muy claro qué hechizo quería probar primero.
-Haz magia- ordenó a Hal poniéndole delante un cubo lleno de agua.- El hechizo térmico. Está en mi libro. Necesito un baño caliente... y puede servir para atender mejor a la pájara.- añadió, por si la tachaban de egoísta.
Todas las conversaciones fueron aburridas pero necesarias. Los poco que prestó atención fue suficiente para llegar a la conclusión de que la muñeca sabía lo que hacía. Ojalá les sirviera para curar a la pajarraca. No le caía bien... era fea y desagradable, pero de ahí a desearle la muerte había un trecho largo.
Kimbra se volvió con ellos. El camino de vuelta fue tan tranquilo como el de ida, pero en esta ocasión la frivy no vio necesario describirle todo el paisaje a Samika. Se limitó a servirle de guía, y ayudarla a cruzar el puente sobre la grieta cuando llegaron a ella. Los nervios la consumían. En cuanto llegasen al torreón podrían comprobar su la magia era real, si estaba a su alcance, y si así era... Oh, como iban a cambiar las cosas. Lanzaba miradas ambiciosas a Hal de cuando en cuando, mordiéndose el labio inferior y sonriendo para sí.
En cuanto llegaron a Maciel, apenas saludó a nadie. Entró la primera, anunciando a los compañeros que quedaban que se habían traido a Kimbra para ver si podía hacer algo con Armonía. Muy de pasada. Dejó su libro en el salón. El patio era su objetivo, el pozo. Tenía muy claro qué hechizo quería probar primero.
-Haz magia- ordenó a Hal poniéndole delante un cubo lleno de agua.- El hechizo térmico. Está en mi libro. Necesito un baño caliente... y puede servir para atender mejor a la pájara.- añadió, por si la tachaban de egoísta.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
13/03/15, 04:37 pm
Todo el camino, de la biblioteca a Letargo, de Letargo a Maciel, y la propia estancia en el torreón de las enredaderas estuvo conteniéndose para no abrir el libro y comenzar a curiosear. Durante el camino no pudo hacerlo porque sabía que estar distraído en las calles de Rocavarancolia suponía estar muerto (aun cuando se siguiese caminando y respirando temporalmente). Y en el torreón amigo suponía que no era precisamente el mejor sello de educación, además de que sospechaba que cuando comenzase a leer no podría parar.
No sólo quería aprender magia, que además sólo le atraía a nivel práctico. También deseaba sumergirse en el libro de historia, ver qué contaba del devenir de la ciudad. Estaba seguro de que el relato estaría sesgado (la historia era de las disciplinas que más fácilmente se manipulaban), pero deseaba saciar su curiosidad. Además, cualquier conocimiento (incluidos los hechizos que portaba bajo el brazo, motivo por el cual estaba deseando probar la magia) amentaría considerablemente sus posibilidades de sobrevivir. Y Hal necesitaba eso. No soportaba siquiera la idea de morir él y de soportar muertes a su alrededor. Y para no tener que sufrir aquello necesitaban la magia. Estaba convencido de ello.
La llegada al torreón le pilló comenzando a estar ya físicamente cansado. Estaba bastante seguro de que al día siguiente tendría agujetas, productos de la pésima cantidad de ejercicio que hacía a Carabás. Tampoco le importaba mucho: estaba casi emocionado. No se le escapaba que (si seguía teniendo magia, no del todo seguro teniendo en cuenta sus fluctuaciones) aquello bien podría auparle a puestos más altos del ránking. Un pensamiento incómodo sobre ello se le escapó, pero lo aplastó contra el fondo de su mente. No tenía ganas de pesimismos cuando parecía que iba a convertirse en alguien un poco más útil.
La imperiosidad de Twix le amedrentó algo, haciendo que se sintiera un poco incómodo. Dándose cuenta de que varios compañeros estaban a su alrededor se revolvió, algo inquieto. Súbitamente volvía a aparecerle su sempiterna vergüenza a la hora de cumplir para con las expectativas del resto, pero intentó ignorarla. Su cara se había vuelto un poco más tensa, si bien ni se había dado cuenta. Cogió el libro que le tendía Twix y se puso a buscar el hechizo.
La parte más difícil fue saber exactamente qué ponía en aquel trozo de pergamino, especialmente porque, según notaba, aquello estaba al revés. También tenía que ver el caos organizativo general que parecían sufrir los libros de Rocavarancolia. Las palabras y frases estaban agolpadas y descentradas de los dibujos, así que a veces no era fácil descubrir cuándo había que hacer tal o cual gesto. Para variar el diccionario sólo estaba más o menos ordenado de forma racional, por lo que pronto descubrió que el proceso era lento.
Por suerte aquel hechizo era sencillo y corto, así que en poco tiempo estuvo bastante seguro de qué era lo que ponía y qué gestos estaban asociados a los distintos sonidos. Una vez descifrado aquel caos la dificultad, para él, prácticamente desapareció. Recordaba a la perfección la mayoría de reglas nemotécnicas para memorizar hechizos, y podía aplicarlas junto a la muchos consejos que le habían dado en su vida.
Con nervios, sintiendo la mirada del resto, se metió las manos en el bolsillo, sacando el par de cirstales cargados que se había llevado a la salida. Echó un último vistazo al libro y se giró hacia el cubo de agua, conteniendo el aliento. «¡Dejad de mirarme!» quería gritar, pero prefirió no hacerlo. Tras aclararse la garganta comenzó a recitar las palabras y reproducir los gestos, haciéndolo de forma tan mecánica y rígida que casi parecía un robot. El líquido comenzó a humear mientras terminaba, y una amplia sonrisa se extendió por su rostro. Fue a meter la mano en el mismo, lamentándolo al instante.
—AHHHHHH —el grito no fue de un volumen exagerado, pero sí molestaría a cualquiera que estuviese justo a su lado. Sacó la mano por reflejo, sacudiéndola y llevándosela a la boca—. Mierda, mierda, mierda —se chupó los dedos, lo único que había estado en contacto con el agua. Los ojos le lagrimeaban, más por la impresión que de verdadero dolor—. Se me ha descontrolado y está hirviendo del todo.
No eran sus dedos lo único que estaba más caliente. La vergüenza estaba provocando que la sangre se le agolpase en la cara como nunca antes.
No sólo quería aprender magia, que además sólo le atraía a nivel práctico. También deseaba sumergirse en el libro de historia, ver qué contaba del devenir de la ciudad. Estaba seguro de que el relato estaría sesgado (la historia era de las disciplinas que más fácilmente se manipulaban), pero deseaba saciar su curiosidad. Además, cualquier conocimiento (incluidos los hechizos que portaba bajo el brazo, motivo por el cual estaba deseando probar la magia) amentaría considerablemente sus posibilidades de sobrevivir. Y Hal necesitaba eso. No soportaba siquiera la idea de morir él y de soportar muertes a su alrededor. Y para no tener que sufrir aquello necesitaban la magia. Estaba convencido de ello.
La llegada al torreón le pilló comenzando a estar ya físicamente cansado. Estaba bastante seguro de que al día siguiente tendría agujetas, productos de la pésima cantidad de ejercicio que hacía a Carabás. Tampoco le importaba mucho: estaba casi emocionado. No se le escapaba que (si seguía teniendo magia, no del todo seguro teniendo en cuenta sus fluctuaciones) aquello bien podría auparle a puestos más altos del ránking. Un pensamiento incómodo sobre ello se le escapó, pero lo aplastó contra el fondo de su mente. No tenía ganas de pesimismos cuando parecía que iba a convertirse en alguien un poco más útil.
La imperiosidad de Twix le amedrentó algo, haciendo que se sintiera un poco incómodo. Dándose cuenta de que varios compañeros estaban a su alrededor se revolvió, algo inquieto. Súbitamente volvía a aparecerle su sempiterna vergüenza a la hora de cumplir para con las expectativas del resto, pero intentó ignorarla. Su cara se había vuelto un poco más tensa, si bien ni se había dado cuenta. Cogió el libro que le tendía Twix y se puso a buscar el hechizo.
La parte más difícil fue saber exactamente qué ponía en aquel trozo de pergamino, especialmente porque, según notaba, aquello estaba al revés. También tenía que ver el caos organizativo general que parecían sufrir los libros de Rocavarancolia. Las palabras y frases estaban agolpadas y descentradas de los dibujos, así que a veces no era fácil descubrir cuándo había que hacer tal o cual gesto. Para variar el diccionario sólo estaba más o menos ordenado de forma racional, por lo que pronto descubrió que el proceso era lento.
Por suerte aquel hechizo era sencillo y corto, así que en poco tiempo estuvo bastante seguro de qué era lo que ponía y qué gestos estaban asociados a los distintos sonidos. Una vez descifrado aquel caos la dificultad, para él, prácticamente desapareció. Recordaba a la perfección la mayoría de reglas nemotécnicas para memorizar hechizos, y podía aplicarlas junto a la muchos consejos que le habían dado en su vida.
Con nervios, sintiendo la mirada del resto, se metió las manos en el bolsillo, sacando el par de cirstales cargados que se había llevado a la salida. Echó un último vistazo al libro y se giró hacia el cubo de agua, conteniendo el aliento. «¡Dejad de mirarme!» quería gritar, pero prefirió no hacerlo. Tras aclararse la garganta comenzó a recitar las palabras y reproducir los gestos, haciéndolo de forma tan mecánica y rígida que casi parecía un robot. El líquido comenzó a humear mientras terminaba, y una amplia sonrisa se extendió por su rostro. Fue a meter la mano en el mismo, lamentándolo al instante.
—AHHHHHH —el grito no fue de un volumen exagerado, pero sí molestaría a cualquiera que estuviese justo a su lado. Sacó la mano por reflejo, sacudiéndola y llevándosela a la boca—. Mierda, mierda, mierda —se chupó los dedos, lo único que había estado en contacto con el agua. Los ojos le lagrimeaban, más por la impresión que de verdadero dolor—. Se me ha descontrolado y está hirviendo del todo.
No eran sus dedos lo único que estaba más caliente. La vergüenza estaba provocando que la sangre se le agolpase en la cara como nunca antes.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
13/03/15, 10:48 pm
Kirés sabía que sus compañeros habían notado su comportamiento irregular en letargo y no creía estar en el mejor estado mental para responder a preguntas durante el trayecto de vuelta, por suerte nadie lo hizo, algo que el enderth agradeció profundamente.
Al llegar a Maciel podría decirse que el grupo se dividió en dos: los que fueron directamente a experimentar con la magia, o simplemente a mirar, y los que no. Kirés se encontraba en este último grupo y decidió ser él quien guiase a su invitada hasta la habitación donde tenían a Armonía. Llevaba ya un día que destacaba con sucesos inesperados: el ciudadano de la biblioteca, la aparición de otro miembro de su especie en Letargo… De modo que al abrir la puerta y encontrarse a Tesón enarbolando una silla en posición defensiva no le pillo excesivamente por sorpresa, o al menos no más de lo habitual.
Miró a tesón, a la silla, luego cerró los ojos e inspiró profundamente. Al terminar volvió a abrirlos y los clavó en los del roquense en una expresión completamente neutra pero que dejaba claro que su paciencia rozaba los límites. –En nombre de la escasa cordura que queda en este lugar… ¿Se puede saber qué haces?
Tras hablar con Tesón en informarse más o menos de lo sucedido ahora el ave bajaba las escaleras de vuelta a donde estaba el resto, pero a pesar de su curiosidad por el tema de la magia debería dejarlo para más tarde. Su objetivo no era otro que Ergot, a quien encontró en la cocina. Fue directo:
–Creía que se acordó no matar a nadie de momento. ¿Me explicas qué es lo que te ha llevado a no respetar esa decisión?
Al llegar a Maciel podría decirse que el grupo se dividió en dos: los que fueron directamente a experimentar con la magia, o simplemente a mirar, y los que no. Kirés se encontraba en este último grupo y decidió ser él quien guiase a su invitada hasta la habitación donde tenían a Armonía. Llevaba ya un día que destacaba con sucesos inesperados: el ciudadano de la biblioteca, la aparición de otro miembro de su especie en Letargo… De modo que al abrir la puerta y encontrarse a Tesón enarbolando una silla en posición defensiva no le pillo excesivamente por sorpresa, o al menos no más de lo habitual.
Miró a tesón, a la silla, luego cerró los ojos e inspiró profundamente. Al terminar volvió a abrirlos y los clavó en los del roquense en una expresión completamente neutra pero que dejaba claro que su paciencia rozaba los límites. –En nombre de la escasa cordura que queda en este lugar… ¿Se puede saber qué haces?
..…..
Tras hablar con Tesón en informarse más o menos de lo sucedido ahora el ave bajaba las escaleras de vuelta a donde estaba el resto, pero a pesar de su curiosidad por el tema de la magia debería dejarlo para más tarde. Su objetivo no era otro que Ergot, a quien encontró en la cocina. Fue directo:
–Creía que se acordó no matar a nadie de momento. ¿Me explicas qué es lo que te ha llevado a no respetar esa decisión?
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
13/03/15, 11:38 pm
Tras llegar finalmente al torreón y que les bajaran el puente, busco con la mirada a sus compañeros sintiendo el olor a comida provenir de la cocina indicándole que ya sea Eara o Tesón se encontraban cocinando, siendo al fin de cuentas los únicos que lo hacían aparte de ella. Kires fue el que termino acompañando a Kimbra a donde estaba Armonía.
Si necesitaban algo esperaba que les avisaran, no queriendo subir por el momento para que no hubiese tanta gente reunida entorno a la enferma. Con ese pensamiento se asomo ala cocina, para ver que era Eara la que cocinaba, acompañada extrañamente de Ergot. No dijo nada tan solo les mostró el libro que llevaba indicándole que había ido a la biblioteca, no pudo hacer mucho mas pues desde la sala la voz de Twixy's atrajo su atención, al mencionar la palabra "magia" y "térmico" en una misma oración.
Por lo que, curiosa y siendo invocada como si fuese un pájaro a una montaña de granos, se acerco al grupito de sombras (no sin antes dejar su libro sobre el sofá para ojearlo luego) que empezó a tomar formar, colocándose cerca de Hal para observar atentamente como haría la magia. Dada la cercanía pudo ver los gestos que realizaba con sus manos así como escucho atentamente las palabras de lo que suponía seria el hechizo, sintiéndose impaciente y ansiosa por ver el resultado.
No hubo chispazo de luz ni nada similar, por lo que en inició pensó que nada había pasado, hasta que vio a Hal estirando la mano hacia el agua y un escucho un grito que le reboto tras los ojos. Sorprendida se acerco aun mas, viendo como se metía el dedo en la boca, así como todo su rostro pálido para ella alcanzaba una tonalidad oscura que mas se parecía al gris, o al morado mas bien. "Oh...no puede ser...¡funciono!¡magia! ¡agua caliente! ¡de verdad hay magia!" exclamo con euforia en su mente temblando de emoción ante la perspectiva de no tener que bañarse nunca mas con agua fría. Se podía hacer mas cosas con la magia pero ahora mismo, esa simple pequeñez era el paraíso para ella .Samika no pudo evitar reírse, totalmente feliz por primera vez en días, se dejo llevar por la emoción dándole un abrazo repentino a Hal estrujándolo contra ella.
-¡Te estas sonrojando!¡Eres adorable!¡De verdad podemos hacer magia, es increíble¡ No es que no te creyera, pero verlo incluso con mis propios ojos es...- se mordió el labio inferior sin saber como expresar lo que sentía, sintiéndose por un momento como una niña pequeñita a la que le mostraban un truco de magia en su fiesta de cumpleaños. No solo era la perspectiva de tener por fin agua caliente, bueno hirviendo, sino que la magia les facilitaría mucho la cosa "Y tal vez sea verdad esa de que puedo curar mis ojos" pensó sonriendo sintiendo un poco de esperanza. Con toda la emoción de ver el agua calentadose se había olvidado de un detalle que recordó al ver como el carabes tratada sus dedos, agarrándole el brazo con cuidado para que dejara de hacerlo- No te lamas los dedos, debes mojarlos en agua muy fría o te saldrán ampollas y no tenemos cremas para tratar las quemaduras. Dolera menos si lo haces-añadió intentando convencerlo para que dejara de hacerlo, pues eso no le quitaría el ardor. Estaba deseosa de poder aprender pronto a realizar aquella magia.
Si necesitaban algo esperaba que les avisaran, no queriendo subir por el momento para que no hubiese tanta gente reunida entorno a la enferma. Con ese pensamiento se asomo ala cocina, para ver que era Eara la que cocinaba, acompañada extrañamente de Ergot. No dijo nada tan solo les mostró el libro que llevaba indicándole que había ido a la biblioteca, no pudo hacer mucho mas pues desde la sala la voz de Twixy's atrajo su atención, al mencionar la palabra "magia" y "térmico" en una misma oración.
Por lo que, curiosa y siendo invocada como si fuese un pájaro a una montaña de granos, se acerco al grupito de sombras (no sin antes dejar su libro sobre el sofá para ojearlo luego) que empezó a tomar formar, colocándose cerca de Hal para observar atentamente como haría la magia. Dada la cercanía pudo ver los gestos que realizaba con sus manos así como escucho atentamente las palabras de lo que suponía seria el hechizo, sintiéndose impaciente y ansiosa por ver el resultado.
No hubo chispazo de luz ni nada similar, por lo que en inició pensó que nada había pasado, hasta que vio a Hal estirando la mano hacia el agua y un escucho un grito que le reboto tras los ojos. Sorprendida se acerco aun mas, viendo como se metía el dedo en la boca, así como todo su rostro pálido para ella alcanzaba una tonalidad oscura que mas se parecía al gris, o al morado mas bien. "Oh...no puede ser...¡funciono!¡magia! ¡agua caliente! ¡de verdad hay magia!" exclamo con euforia en su mente temblando de emoción ante la perspectiva de no tener que bañarse nunca mas con agua fría. Se podía hacer mas cosas con la magia pero ahora mismo, esa simple pequeñez era el paraíso para ella .Samika no pudo evitar reírse, totalmente feliz por primera vez en días, se dejo llevar por la emoción dándole un abrazo repentino a Hal estrujándolo contra ella.
-¡Te estas sonrojando!¡Eres adorable!¡De verdad podemos hacer magia, es increíble¡ No es que no te creyera, pero verlo incluso con mis propios ojos es...- se mordió el labio inferior sin saber como expresar lo que sentía, sintiéndose por un momento como una niña pequeñita a la que le mostraban un truco de magia en su fiesta de cumpleaños. No solo era la perspectiva de tener por fin agua caliente, bueno hirviendo, sino que la magia les facilitaría mucho la cosa "Y tal vez sea verdad esa de que puedo curar mis ojos" pensó sonriendo sintiendo un poco de esperanza. Con toda la emoción de ver el agua calentadose se había olvidado de un detalle que recordó al ver como el carabes tratada sus dedos, agarrándole el brazo con cuidado para que dejara de hacerlo- No te lamas los dedos, debes mojarlos en agua muy fría o te saldrán ampollas y no tenemos cremas para tratar las quemaduras. Dolera menos si lo haces-añadió intentando convencerlo para que dejara de hacerlo, pues eso no le quitaría el ardor. Estaba deseosa de poder aprender pronto a realizar aquella magia.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Personajes :- ● Ergot: -Véspido Soldado Repobladoril-
● Nadzieja: -Escoria Cosechada HomoSapiens-
Status : Las dudas son como los muertos, siempre acaban saliendo a flote.
Humor : Epístola de San Pablo a los adefesios: "Sois feos de cojones."
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
14/03/15, 04:45 pm
El repoblador no tuvo tiempo ni de saludar pues antes de poder articular palabra ya estaba Twixy’s moviéndose por toda la planta baja. La frivy para el bicho-planta era como un soplo de aire fresco que sin previo aviso se convertía en un vendaval. Pero no era la única que se movía como un rabo de lagartija, Kires estaba llevando al ser que le daba yuyu a la planta de arriba, mientras Hal jugaba con un cubo de agua y algunos observaban. El propio Ergot miraba la escena de reojo, la estruendosa llegada de sus compañeros le había cohibido un poco, en su momento había pensado “¡Vaya! parece que están todos muy animados, no veía semejante actividad desde que las aves se volvieron locas…” así que como es natural buscó una localización más alta, resultado: Estaba sobre los hombros de Eara al tiempo que a esta le hacia trencitas en el pelo. Hubo un momento en el que de la sorpresa estuvo a punto de tirarle del pelo al escuchar el grito de Hal, pero continuo con su tarea de hacer la sexta trenza observando con más atención a la situación “¡¡Ha calentado el agua moviendo las manos y diciendo palabrejas!! Sin fuego… ¡No más fuego!... Oh, por la Diosa… tal vez, si, tal vez… puede que Hal sea un Ángel floral… a partir de ahora habrá que observarlo con más atención…” pero enseguida volvió a desconcentrase de su labor tras la exclamación de Samika “¿Sonrojo? ¿Su cara roja? ¿Pero no está ciega? Pensaba que apenas veía tres setas sobre un girasol… ¿y si nos está engañando? ¿Sera por esto por lo que Eara hablaba de espías? Sabe que hay un enemigo infiltrado… ¿pero qué enemigo es ese?...” Volvió a centrar su atención en la descompuesta sexta trenza mientras cavilaba sobre teorías conspiratorias.
Cuando oyó llegar a Kires, aunque no lo demostró sí que se sorprendió cuando le dirigió la palabra a él. El tono de enfado en la voz del enderth, le disgusto mucho, bastante, demasiado. Sin apartar la vista del pelo rosa contesto con un tono de voz bien modulado y cortante:
-No he matado a nadie (“Por desgracia.”)… Ni si quiera he llegado a estar cerca de Armonía (“Por muy patético que sea…”). Es cierto que sigo pensando que muerta estará mejor pero le he prometido a Eara que no le haría daño ¿Verdad?- se inclinó sobre la susodicha para hacerle frente y regalarle una sonrisa, después continuo trenzando la séptima trenza, esta vez mirando a su interlocutor: -Además llevo con ella casi toda la mañana. Es cierto que justo antes de que llegaseis me he acercado a la puerta pero estaba cerrada y solo ha sido para disculparme con Tesón y para hablarle sobre un posible problema de cachorros y la solución de una homosexualidad colectiva en esta colmena de piedra. No sé qué te habrá contado pero te aseguro que he estado bastante lejos de llegar a matarla (“Patético, muy patético,…), casi me muero yo en su lugar (“Eso es más patético aun.”).- volvió a enfocarse en el pelo de Eara: - Y Hola, yo también me alegro de verte sano y salvo, ha sido una conversación muy agradable que espero que no se vuelva repetir. Gracias y Adiós.
Se movió al hombro contrario para dar la conversación como terminada y comenzó a hacer una trenza grande al otro lado del rostro de la sinhadre.
Cuando oyó llegar a Kires, aunque no lo demostró sí que se sorprendió cuando le dirigió la palabra a él. El tono de enfado en la voz del enderth, le disgusto mucho, bastante, demasiado. Sin apartar la vista del pelo rosa contesto con un tono de voz bien modulado y cortante:
-No he matado a nadie (“Por desgracia.”)… Ni si quiera he llegado a estar cerca de Armonía (“Por muy patético que sea…”). Es cierto que sigo pensando que muerta estará mejor pero le he prometido a Eara que no le haría daño ¿Verdad?- se inclinó sobre la susodicha para hacerle frente y regalarle una sonrisa, después continuo trenzando la séptima trenza, esta vez mirando a su interlocutor: -Además llevo con ella casi toda la mañana. Es cierto que justo antes de que llegaseis me he acercado a la puerta pero estaba cerrada y solo ha sido para disculparme con Tesón y para hablarle sobre un posible problema de cachorros y la solución de una homosexualidad colectiva en esta colmena de piedra. No sé qué te habrá contado pero te aseguro que he estado bastante lejos de llegar a matarla (“Patético, muy patético,…), casi me muero yo en su lugar (“Eso es más patético aun.”).- volvió a enfocarse en el pelo de Eara: - Y Hola, yo también me alegro de verte sano y salvo, ha sido una conversación muy agradable que espero que no se vuelva repetir. Gracias y Adiós.
Se movió al hombro contrario para dar la conversación como terminada y comenzó a hacer una trenza grande al otro lado del rostro de la sinhadre.
"Mientras no tengan conciencia de su fuerza no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado no serán conscientes. Éste es el problema." G.O.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
15/03/15, 07:37 pm
No lo obligó a insistir en su promesa, creyendo que la había entendido, pero mayormente lo que distrajo a Eara de decir nada más al respecto fue la afirmación de Ergot de que se disculparía con Tesón. Ese era un gran comienzo para devolver la tranquilidad al torreón, y lo animó a ello con una sonrisa. Durante su breve ausencia estaba decidida a pensar en cómo explicarle la diferencia entre machos y hembras, pero entre tanto le pareció oír la voz de Ergot alzada, sin distinguir qué decía. La de Tesón no la oyó. Y, después, enseguida lo tuvo en la cocina de nuevo. Lo miró incrédula, «¿realmente se ha disculpado?».
Los excursionistas eligieron ese mismo momento para llegar, y Eara miró a la olla, en la que aún comenzaban a dorarse pedazos de carne crudos. Había tenido que atender varios asuntos que habían retrasado la comida, porque los demás no habían vuelto precisamente temprano, y le molestaba un poco. Salió a toda prisa hacia el sótano para bajar el puente y subió al momento para recibir las noticias que trajesen, nerviosa como siempre que alguien regresaba de una salida. Sin embargo estaban todos allí, todos e incluso más, porque Kimbra los acompañaba, y no había nada parecido a caras largas. Todos traían libros. Sonrió y, en un momento, ya tenía a Ayne a su lado, cogiéndola del brazo.
—¿Lo ves? Todos los objetivos cumplidos, y ni un incidente —afirmó él con efusividad—. Bueno, no todos, porque no encontré ningún libro que nos sirva ahora. Emmit tiene uno que podrías mirar si quieres, pero que no nos va a ayudar con Armonía.
Ella asintió quedamente, y su edeel fue a dejar el libro que traía a cargo de Hal. Ya había gente deseando probar la magia, y Eara tenía tantas ganas de verla como los demás, pero tenía la comida entre manos. Y después estaban Armonía y Kimbra. Ayne no volvió a aparecer a su lado, pero no era raro, porque parecían haberse agolpado todos lejos de la cocina. «Ya veré más tarde lo que haya que ver». Al fin y al cabo, el deber siempre iba primero, y tenía la comida al fuego.
El edeel observó con expectación a Hal, deseando que lo consiguiera, que les trajera el agua caliente… y todo lo demás. Con la magia todo podría ser muy dierente. «Tú puedes, chaval». Y pudo… pero no de la forma que esperaba. Lo que al sinhadre no le importó demasiado, porque, a fin de cuentas, había calentado el agua. Ya aprendería a regularlo con práctica.
—Hazle caso, rápido —observó después de Samika. Parecía haberse llevado una buena quemadura—. Y enhorabuena —añadió con una sonrisa. No podía esperar a que les enseñase a hacerlo también. Pero ya no sería en ese mismo momento, así que fue en busca de Eara para contarle lo que había pasado, si no se lo imaginaba ya.
Se la encontró removiendo la olla con una cuchara de palo. Ergot la acompañaba o, mejor dicho, se dedicaba a juguetear con su pelo. Él sonrió, entre divertido y molesto por sentir celos de un monstruito verde.
—Ha funcionado —le dijo jovialmente.
Ella se volvió y mostró alivio. Aunque, por supuesto, ya se había enterado, así como escuchado el grito de Hal.
—¿Está bien, verdad? —preguntó.
—Ah, sí. ¿Y la pájara?
Eara dudó un par de segundos.
—No —confirmó, finalmente, echando un vistazo a las escaleras.
Entonces apareció Kirés por ellas. A Ayne no le cabía duda de que su aurva prefería estar arriba antes que en la cocina. Luego, el enderth se dirigió hacia allí, y esperaron a ver qué venía a decir. Pero la cosa iba con Ergot. Ayne se sorprendió por todo lo que dijo, y Eara abrió los ojos al escuchar las partes que desconocía. ¿Qué le había hecho exactamente a Tesón? ¿Y qué era lo que había hecho esa mañana antes de hablar con ella? A pesar de eso, confirmó que le había dado su palabra, porque a pesar de todo había estado con él desde entonces, salvo en un único momento. Aparte de aquello, no supo qué más decir. Solo desviaba la mirada a las escaleras una y otra vez.
Ayne se dio cuenta de sus gestos, y aunque Ergot quería dar el tema por zanjado, tal vez aún quedaba una larga conversación por delante. No entendía la mitad de lo que estaba pasando, pero podía intentar sustituirla por una vez. Le puso la mano en la espalda y se acercó más a ella para hablarle.
—Sube, anda —le dijo—. Kimbra ya está arriba, y sola con Tesón. —Ella lo miró, agradecida. No hacía ofrecimientos así todos los días. El sinhadre cogió a Ergot y se lo puso en su propio hombro, soltándole una pulla—. Confórmate conmigo, pequeño desvergonzado. —No pensaba dejarlo escaparse de la conversación pendiente con Kirés. Removió las verduras y cogió la jarra de agua en la mano, a punto de verterla en la olla.
Eara se asomó por la puerta de la habitación de Armonía.
—Hola. Soy Eara —saludó, sin saber si Kimbra la recordaba—. He estado cuidando de ella desde ayer, y quería saber si necesitas ayuda.
Tal vez Tesón ya le hubiera dicho que tenía fiebre. Él, por cierto, parecía bastante tranquilo en presencia de la desconocida. Y era mejor así, porque su ayuda acabaría siendo necesaria. Eara procedería a describirle en qué estado había estado la roquense, tanto en el último día como en los anteriores, dispuesta a responder también cualquier pregunta.
Los excursionistas eligieron ese mismo momento para llegar, y Eara miró a la olla, en la que aún comenzaban a dorarse pedazos de carne crudos. Había tenido que atender varios asuntos que habían retrasado la comida, porque los demás no habían vuelto precisamente temprano, y le molestaba un poco. Salió a toda prisa hacia el sótano para bajar el puente y subió al momento para recibir las noticias que trajesen, nerviosa como siempre que alguien regresaba de una salida. Sin embargo estaban todos allí, todos e incluso más, porque Kimbra los acompañaba, y no había nada parecido a caras largas. Todos traían libros. Sonrió y, en un momento, ya tenía a Ayne a su lado, cogiéndola del brazo.
—¿Lo ves? Todos los objetivos cumplidos, y ni un incidente —afirmó él con efusividad—. Bueno, no todos, porque no encontré ningún libro que nos sirva ahora. Emmit tiene uno que podrías mirar si quieres, pero que no nos va a ayudar con Armonía.
Ella asintió quedamente, y su edeel fue a dejar el libro que traía a cargo de Hal. Ya había gente deseando probar la magia, y Eara tenía tantas ganas de verla como los demás, pero tenía la comida entre manos. Y después estaban Armonía y Kimbra. Ayne no volvió a aparecer a su lado, pero no era raro, porque parecían haberse agolpado todos lejos de la cocina. «Ya veré más tarde lo que haya que ver». Al fin y al cabo, el deber siempre iba primero, y tenía la comida al fuego.
El edeel observó con expectación a Hal, deseando que lo consiguiera, que les trajera el agua caliente… y todo lo demás. Con la magia todo podría ser muy dierente. «Tú puedes, chaval». Y pudo… pero no de la forma que esperaba. Lo que al sinhadre no le importó demasiado, porque, a fin de cuentas, había calentado el agua. Ya aprendería a regularlo con práctica.
—Hazle caso, rápido —observó después de Samika. Parecía haberse llevado una buena quemadura—. Y enhorabuena —añadió con una sonrisa. No podía esperar a que les enseñase a hacerlo también. Pero ya no sería en ese mismo momento, así que fue en busca de Eara para contarle lo que había pasado, si no se lo imaginaba ya.
Se la encontró removiendo la olla con una cuchara de palo. Ergot la acompañaba o, mejor dicho, se dedicaba a juguetear con su pelo. Él sonrió, entre divertido y molesto por sentir celos de un monstruito verde.
—Ha funcionado —le dijo jovialmente.
Ella se volvió y mostró alivio. Aunque, por supuesto, ya se había enterado, así como escuchado el grito de Hal.
—¿Está bien, verdad? —preguntó.
—Ah, sí. ¿Y la pájara?
Eara dudó un par de segundos.
—No —confirmó, finalmente, echando un vistazo a las escaleras.
Entonces apareció Kirés por ellas. A Ayne no le cabía duda de que su aurva prefería estar arriba antes que en la cocina. Luego, el enderth se dirigió hacia allí, y esperaron a ver qué venía a decir. Pero la cosa iba con Ergot. Ayne se sorprendió por todo lo que dijo, y Eara abrió los ojos al escuchar las partes que desconocía. ¿Qué le había hecho exactamente a Tesón? ¿Y qué era lo que había hecho esa mañana antes de hablar con ella? A pesar de eso, confirmó que le había dado su palabra, porque a pesar de todo había estado con él desde entonces, salvo en un único momento. Aparte de aquello, no supo qué más decir. Solo desviaba la mirada a las escaleras una y otra vez.
Ayne se dio cuenta de sus gestos, y aunque Ergot quería dar el tema por zanjado, tal vez aún quedaba una larga conversación por delante. No entendía la mitad de lo que estaba pasando, pero podía intentar sustituirla por una vez. Le puso la mano en la espalda y se acercó más a ella para hablarle.
—Sube, anda —le dijo—. Kimbra ya está arriba, y sola con Tesón. —Ella lo miró, agradecida. No hacía ofrecimientos así todos los días. El sinhadre cogió a Ergot y se lo puso en su propio hombro, soltándole una pulla—. Confórmate conmigo, pequeño desvergonzado. —No pensaba dejarlo escaparse de la conversación pendiente con Kirés. Removió las verduras y cogió la jarra de agua en la mano, a punto de verterla en la olla.
Eara se asomó por la puerta de la habitación de Armonía.
—Hola. Soy Eara —saludó, sin saber si Kimbra la recordaba—. He estado cuidando de ella desde ayer, y quería saber si necesitas ayuda.
Tal vez Tesón ya le hubiera dicho que tenía fiebre. Él, por cierto, parecía bastante tranquilo en presencia de la desconocida. Y era mejor así, porque su ayuda acabaría siendo necesaria. Eara procedería a describirle en qué estado había estado la roquense, tanto en el último día como en los anteriores, dispuesta a responder también cualquier pregunta.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
16/03/15, 07:47 pm
Twixy's observó expectante los movimientos de Hal, ignorando si el chico podía o no sentirse nervioso con su atención. A ella qué más le daba, quería ver cómo lo hacía, quería ver si ella también sería capaz de hacerlo. Siguió el movimiento de los labios del carabés, hasta que el vapor que emanaba del cubo los emborronó. Había funcionado. Tenían magia, y agua caliente.
-Si... ¡SI, SI SI! ¡Superha funcionado!- gritó extasiada dando saltos en el sitio.
Samika se le adelantó para abrazar a Hal, pero en cuanto estuvo libre prácticamente lo levantó del suelo y le plantó un beso en los labios. Siguió dando salitos de emoción despues de soltarlo, corriendo a abrazar a Samika tambien y a cualquiera que tuviera cerca. ¿Que importaba que el agua saliese demasiado caliente? Ya la rebajarían con agua fría. Pero tenían magia, y el método para conjurarla parecía estar a su alcance. Palabras y gestos, cosas que podían memorizarse, y una persona que podía enseñarles.
-Hal, si nos calientas más agua oara el baño te dejaré bañarte conmigo- le dijo, en un tono más confidencial, guiñándole un ojo.
-Si... ¡SI, SI SI! ¡Superha funcionado!- gritó extasiada dando saltos en el sitio.
Samika se le adelantó para abrazar a Hal, pero en cuanto estuvo libre prácticamente lo levantó del suelo y le plantó un beso en los labios. Siguió dando salitos de emoción despues de soltarlo, corriendo a abrazar a Samika tambien y a cualquiera que tuviera cerca. ¿Que importaba que el agua saliese demasiado caliente? Ya la rebajarían con agua fría. Pero tenían magia, y el método para conjurarla parecía estar a su alcance. Palabras y gestos, cosas que podían memorizarse, y una persona que podía enseñarles.
-Hal, si nos calientas más agua oara el baño te dejaré bañarte conmigo- le dijo, en un tono más confidencial, guiñándole un ojo.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
16/03/15, 07:51 pm
La engendro siguió en silencio al zedim de plumaje blanco cuando este la guió hasta la habitación donde supuestamente se encontraba el infectado. Al entrar, encontraron al otro ser de su especie blandiendo un objeto llamado silla como si de un escudo se tratara, lo que confundió algo a la Hija de Lunas. “Debe ser algún tipo de armamento de su mundo, ¿pero de quién se intenta proteger?” Gracias a la conversación que siguió al acto, Kimbra pudo deducir que había habido un intento de asesinato por parte del ser herbáceo teniendo como victima el ser infectado. La engendro podía entender el modo de proceder del ser herbáceo, puesto que una infección podía transformarse fácilmente en una epidemia si no eran tomadas las debidas precauciones. Lo que no entendía era como aquel ser pretendía defenderlos a ambos con una silla y más aun si la puerta se encontraba cerrada. “¿Querría llevar a cabo algún tipo de técnica que implicara el ataque sorpresa?” Se preguntó, pero no el encontró el sentido, pues el ser herbáceo conocería de antemano su presencia en aquella habitación y, por lo tanto, su posible disposición al ataque.
Cuando el zedim de plumas blancas dejó la habitación, Kimbra miró durante unos segundos al otro ser, ya que este le estaba hablando. El zedim de la misma especie que el infectado le informó de que el enfermo sufría fiebres y ofreció su ayuda.
- Necesito información sobre sus intervalos de defecación y forma de la misma; rutina de actividades, y una lista de seres inteligentes, bestias, vegetación u objetos inertes con los que ha podido estar en contacto- explicó, al igual que había hecho con anterioridad en su propio torreón, excluyendo las cuestiones que, en su opinión, habían sido resueltas satisfactoriamente por sus compañeros durante su primer interrogatorio.
Kimbra procedió a llevar a cabo su trabajo mientras el zedim le transmitía la información requerida. Lo primero que hizo fue lavarse las manos, su cuenco y su mortero con el agua que encontró en un cubo cercano, para luego recoger uno de los gusanos que asomaba por el lacrimal del ojo del infectado con cuidado y colocarlo en el cuenco donde lo machacó efusivamente. Lo mezcló con agua, sal y varios tipos de hojas y cortezas observando detenidamente el resultado de cada uno de sus experimentos ante de pasar al siguiente. Se encontraba observando la pasta ya negruzca que se había formado en su cuenco cuando Eara, que así era como se había presentado, apareció.
- Necesito información sobre sus intervalos de defecación y forma de la misma; rutina de actividades, y una lista de seres inteligentes, bestias, vegetación u objetos inertes con los que ha podido estar en contacto- dijo de nuevo, por si aquella chica contaba con más información que el zedim, aunque lo dudaba dadas las circunstancias. Al ser de la misma especie, el zedim debía conocer mejor la rutina típica y el modo de vida al que el infectado estaba acostumbrado-. Además, requiero de más agua y cuencos, así como de algunas posibles hierbas con las que puede que contéis entre vuestros recursos. Me sería de gran utilidad que me informaras de dónde se encuentran dichos recursos- añadió, al percatarse de su reciente necesidad de utensilios y materiales con los que trabajar. La intención de Kimbra era, una vez informada, desplazarse ella misma donde fuera necesario para hacerse con los objetos requeridos.
Kimbra, al principio, se había mostrado algo extrañada por la intención de participación por parte del zedim, y más tarde de Eara; pues, teniendo en cuenta que era la primera vez que trataba una enfermedad en un ser inteligente, era consciente de que requeriría de algunas modificaciones y que algunas cuestiones serían diferentes, pero había olvidado el factor social en el que dicha situación estaba englobado. Los habitantes de aquel torreón o, al menos, una parte de ellos, tendrían algún tipo de vinculo con el ser infectado, por lo que el proceso influiría también, y posiblemente se viera influido, en los y por los sentimientos del resto de sus compañeros. Por mucho que la engendro no comprendiera ninguna de estas situaciones.
Cuando el zedim de plumas blancas dejó la habitación, Kimbra miró durante unos segundos al otro ser, ya que este le estaba hablando. El zedim de la misma especie que el infectado le informó de que el enfermo sufría fiebres y ofreció su ayuda.
- Necesito información sobre sus intervalos de defecación y forma de la misma; rutina de actividades, y una lista de seres inteligentes, bestias, vegetación u objetos inertes con los que ha podido estar en contacto- explicó, al igual que había hecho con anterioridad en su propio torreón, excluyendo las cuestiones que, en su opinión, habían sido resueltas satisfactoriamente por sus compañeros durante su primer interrogatorio.
Kimbra procedió a llevar a cabo su trabajo mientras el zedim le transmitía la información requerida. Lo primero que hizo fue lavarse las manos, su cuenco y su mortero con el agua que encontró en un cubo cercano, para luego recoger uno de los gusanos que asomaba por el lacrimal del ojo del infectado con cuidado y colocarlo en el cuenco donde lo machacó efusivamente. Lo mezcló con agua, sal y varios tipos de hojas y cortezas observando detenidamente el resultado de cada uno de sus experimentos ante de pasar al siguiente. Se encontraba observando la pasta ya negruzca que se había formado en su cuenco cuando Eara, que así era como se había presentado, apareció.
- Necesito información sobre sus intervalos de defecación y forma de la misma; rutina de actividades, y una lista de seres inteligentes, bestias, vegetación u objetos inertes con los que ha podido estar en contacto- dijo de nuevo, por si aquella chica contaba con más información que el zedim, aunque lo dudaba dadas las circunstancias. Al ser de la misma especie, el zedim debía conocer mejor la rutina típica y el modo de vida al que el infectado estaba acostumbrado-. Además, requiero de más agua y cuencos, así como de algunas posibles hierbas con las que puede que contéis entre vuestros recursos. Me sería de gran utilidad que me informaras de dónde se encuentran dichos recursos- añadió, al percatarse de su reciente necesidad de utensilios y materiales con los que trabajar. La intención de Kimbra era, una vez informada, desplazarse ella misma donde fuera necesario para hacerse con los objetos requeridos.
Kimbra, al principio, se había mostrado algo extrañada por la intención de participación por parte del zedim, y más tarde de Eara; pues, teniendo en cuenta que era la primera vez que trataba una enfermedad en un ser inteligente, era consciente de que requeriría de algunas modificaciones y que algunas cuestiones serían diferentes, pero había olvidado el factor social en el que dicha situación estaba englobado. Los habitantes de aquel torreón o, al menos, una parte de ellos, tendrían algún tipo de vinculo con el ser infectado, por lo que el proceso influiría también, y posiblemente se viera influido, en los y por los sentimientos del resto de sus compañeros. Por mucho que la engendro no comprendiera ninguna de estas situaciones.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
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