Ordesta
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Ordesta
23/07/13, 04:49 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ordesta
Portal situado sobre pleno oceáno, a medio camino entre los Alrededores y Cardantea.
Portal situado sobre pleno oceáno, a medio camino entre los Alrededores y Cardantea.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Ordesta
17/08/20, 09:07 pm
—Sí —respondió a Kin—. Pero no conozco las variantes más potentes y desconozco si alguna de ellas permite rastrear sin poseer nada del ser al que se busca. No tuve en cuenta poder necesitarlas en alguna ocasión. Es evidente que me equivoqué.
Dejó que sus amigos hablasen un rato más sobre aquel pescado y lo que quisieran y se puso manos a la obra para iniciar el rastreo. Tal y como sospechaba no obtuvo nada, por lo que el grupo tuvo que averiguar un poco más acerca de aquellos rumores. Xalkoth no era, desde luego, un pájaro, pero se preguntó si tal vez alguien lo había confundido con uno al verlo volar desde la distancia.
Siguieron a Saria Omen en dirección al lugar que habían mencionado los pueblerinos y estuvieron durante un tiempo sobrevolando hectáreas y hectáreas de cultivos mientras el kairós seguía tratando de rastrear al clinger. No tardó demasiado en encontrar, por fin, un rastro y se lo hizo saber a los demás. Siguiendo dicho rastro empezaron a notar el sello personal del plaga en el planeta: patrones extraños de plantas echadas a perder en medio de los terrenos agrícolas.
—Está muy cerca.
El hechizo le condujo a un solitario árbol cerca de uno de aquellos cultivos de curiosos patrones. Lo primero que vio el biomecánico fue una larga cola de un animal emplumado y se dirigió hacia ella extrañado. No había duda de que el rastreo terminaba allí mismo.
—¿Xalkoth? —probó a pronunciar.
Dejó que sus amigos hablasen un rato más sobre aquel pescado y lo que quisieran y se puso manos a la obra para iniciar el rastreo. Tal y como sospechaba no obtuvo nada, por lo que el grupo tuvo que averiguar un poco más acerca de aquellos rumores. Xalkoth no era, desde luego, un pájaro, pero se preguntó si tal vez alguien lo había confundido con uno al verlo volar desde la distancia.
Siguieron a Saria Omen en dirección al lugar que habían mencionado los pueblerinos y estuvieron durante un tiempo sobrevolando hectáreas y hectáreas de cultivos mientras el kairós seguía tratando de rastrear al clinger. No tardó demasiado en encontrar, por fin, un rastro y se lo hizo saber a los demás. Siguiendo dicho rastro empezaron a notar el sello personal del plaga en el planeta: patrones extraños de plantas echadas a perder en medio de los terrenos agrícolas.
—Está muy cerca.
El hechizo le condujo a un solitario árbol cerca de uno de aquellos cultivos de curiosos patrones. Lo primero que vio el biomecánico fue una larga cola de un animal emplumado y se dirigió hacia ella extrañado. No había duda de que el rastreo terminaba allí mismo.
—¿Xalkoth? —probó a pronunciar.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Ordesta
18/08/20, 06:25 pm
En el instante en que Krono Rádem pronunció su nombre, la cola emplumada que el Kairós había visto desapareció tras el árbol a toda velocidad fruto de un sobresalto. Apenas un segundo después, dos alas enormes con apariencia de ojos surgieron a ambos lados del tronco del árbol y al mismo tiempo…
–¿...Krono? –La voz de Xalkoth surgió del mismo punto que las alas, bajito, como si el dueño de la misma no estuviera seguro de que debiera hablar, de que debiera creerse la presencia que quien le observaba… bueno, quien intentaba observarle porque el árbol seguía en medio. Oh cierto, el árbol estaba en medio.
Una cabeza familiar para todos los presentes se asomó por un lateral del tronco. Sus antenas se erizaron y sus ojos, los seis, se iluminaron inmediatamente mientras el insecto asimilaba la presencia de los que se encontraban allí.
–¡KROOOONOOOOOO! –Chilló inmediatamente al reconocerlo, mientras se tiraba sobre él en un abrazo de… ¿de insecto?
No se soltó, se quedó abrazando al Kairós tanto como le dejaran mientras gemía con ilusión y pena a partes iguales, en la versión clinger que podría considerarse el llanto para los de su especie.
–N-no… No estaba seguro de que fuera capaz de volver a veros… – Logró decir entre sollozos, mirando al resto mientras seguía sin soltar a Krono.
En el árbol, las alas-ojo desaparecieron tras el tronco, y a los pocos segundos se acabaría asomándose la cabeza curiosa de Metro, pero no se acercaría más.
–¿...Krono? –La voz de Xalkoth surgió del mismo punto que las alas, bajito, como si el dueño de la misma no estuviera seguro de que debiera hablar, de que debiera creerse la presencia que quien le observaba… bueno, quien intentaba observarle porque el árbol seguía en medio. Oh cierto, el árbol estaba en medio.
Una cabeza familiar para todos los presentes se asomó por un lateral del tronco. Sus antenas se erizaron y sus ojos, los seis, se iluminaron inmediatamente mientras el insecto asimilaba la presencia de los que se encontraban allí.
–¡KROOOONOOOOOO! –Chilló inmediatamente al reconocerlo, mientras se tiraba sobre él en un abrazo de… ¿de insecto?
No se soltó, se quedó abrazando al Kairós tanto como le dejaran mientras gemía con ilusión y pena a partes iguales, en la versión clinger que podría considerarse el llanto para los de su especie.
–N-no… No estaba seguro de que fuera capaz de volver a veros… – Logró decir entre sollozos, mirando al resto mientras seguía sin soltar a Krono.
En el árbol, las alas-ojo desaparecieron tras el tronco, y a los pocos segundos se acabaría asomándose la cabeza curiosa de Metro, pero no se acercaría más.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Ordesta
19/08/20, 02:16 pm
Archi confirmó que tampoco tenía acceso a las variantes más potentes de rastreo, por lo que los interrogatorios continuaron. La información parecía prometedora, aunque contradictoria, pero pronto tuvieron la confirmación de que el rastro del clinger podía seguirse desde allí, y el irrense realmente se quedó sin palabras. No podían haber recibido mejores noticias pero, a la vez que había sentido alegría y un alivio inmenso, también crecían en él las ganas de darle tal colleja a Xalk que le hiciese mudar el exoesqueleto de un golpe.
Los patrones por los que pasaron mientras le buscaban, cuanto más los miraba, más parecían señales de un clinger cabezahueca queriendo llamar la atención. Daba gracias que las supersticiones de los ordeses le hubiesen salvado de tener un juicio al volver a Rocavarancolia.
Quien sabía la distancia restante hasta el destino que marcaba el hechizo era Archi. Kin se limitaba a seguirlo, observando distraídamente aquel nuevo mundo a su alrededor, hasta que escuchó la voz del biomecánico llamar al clinger. Se giró, no viéndolo por ningún lado, o al menos no viendo lo que esperaba ver.
Xalk emergió de detrás de un tronco donde parecía haber un ave y se abalanzó sobre Archi, estrujándolo y aferrándose a él como si fuese a desaparecer de un momento a otro. Sus sollozos y su alegría vaciaron la mente del raigaurum mientras se acercaba a ellos dos. Ya no se acordaba si iba a partirle el caparazón o echarle la reprimenda de su vida cuando se cernió sobre el plaga. Para sorpresa del propio Kin, acabó echando el brazo sobre el hombro del clinger, uniéndose también al abrazo.
—No vuelvas a hacer una gilipollez así, bicho de las pelotas.
Probablemente era demasiado pedir.
Los patrones por los que pasaron mientras le buscaban, cuanto más los miraba, más parecían señales de un clinger cabezahueca queriendo llamar la atención. Daba gracias que las supersticiones de los ordeses le hubiesen salvado de tener un juicio al volver a Rocavarancolia.
Quien sabía la distancia restante hasta el destino que marcaba el hechizo era Archi. Kin se limitaba a seguirlo, observando distraídamente aquel nuevo mundo a su alrededor, hasta que escuchó la voz del biomecánico llamar al clinger. Se giró, no viéndolo por ningún lado, o al menos no viendo lo que esperaba ver.
Xalk emergió de detrás de un tronco donde parecía haber un ave y se abalanzó sobre Archi, estrujándolo y aferrándose a él como si fuese a desaparecer de un momento a otro. Sus sollozos y su alegría vaciaron la mente del raigaurum mientras se acercaba a ellos dos. Ya no se acordaba si iba a partirle el caparazón o echarle la reprimenda de su vida cuando se cernió sobre el plaga. Para sorpresa del propio Kin, acabó echando el brazo sobre el hombro del clinger, uniéndose también al abrazo.
—No vuelvas a hacer una gilipollez así, bicho de las pelotas.
Probablemente era demasiado pedir.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Ordesta
23/08/20, 03:30 am
Como Archi no tenía acceso a hechizos de rastreo de alto nivel el grupo se vió obligado a entrar al pueblo costero a la caza de historias que les ayudaran con la búsqueda del clinger, pero por suerte fue una incursión productiva y al rato Saria ya había averiguado algunas cosas que no tardaron en ponerles sobre la pista de Xalk. La malasombra incluso había tenido tiempo de reunir algunos ingredientes para el almuerzo, algo que la kitsune agradeció apropiadamente antes de ponerse en marcha de nuevo.
Tardaron un rato en llegar hasta el punto que les habían indicado en Nuevo Puerto 4 y aún un poco más en que el kairós rastreara con éxito a su amigo, pero en cierto momento empezaron a avistar señales de la presencia del clinger en la zona: extrañas señales en los cultivos que se parecían sospechosamente a los círculos alienígenas que los visitantes espaciales dejaban en la Tierra según Kud.
—¿De verdad? —preguntó la pelirroja cuando el biomecánico anunció la proximidad del insecto, observando nerviosa los alrededores hasta que dieron con aquel solitario árbol y su emplumado ocupante.
Cuando Archi lo llamó la kitsune dió un respingo mientras lo buscaba con la mirada, pero a pesar de estar preparada no pudo evitar sobresaltarse cuando Xalkoth salió de detrás del árbol para abalanzarse sobre el irrense, declarando entre sollozos que no sabía si volvería a verlos. Kin no tardó en sumarse al abrazo grupal con un comentario muy oportuno y Keiria, no queriendo ser menos, los rodeó a los tres con los brazos y los estrujó con fuerza, preparada para hacer hueco a Saria si ésta decidía unirse.
—¿Pensabas que no removeríamos cielo y tierra para buscarte? —le preguntó sin soltarles, riendo aliviada por haber encontrado a su amigo de una pieza.
Tardaron un rato en llegar hasta el punto que les habían indicado en Nuevo Puerto 4 y aún un poco más en que el kairós rastreara con éxito a su amigo, pero en cierto momento empezaron a avistar señales de la presencia del clinger en la zona: extrañas señales en los cultivos que se parecían sospechosamente a los círculos alienígenas que los visitantes espaciales dejaban en la Tierra según Kud.
—¿De verdad? —preguntó la pelirroja cuando el biomecánico anunció la proximidad del insecto, observando nerviosa los alrededores hasta que dieron con aquel solitario árbol y su emplumado ocupante.
Cuando Archi lo llamó la kitsune dió un respingo mientras lo buscaba con la mirada, pero a pesar de estar preparada no pudo evitar sobresaltarse cuando Xalkoth salió de detrás del árbol para abalanzarse sobre el irrense, declarando entre sollozos que no sabía si volvería a verlos. Kin no tardó en sumarse al abrazo grupal con un comentario muy oportuno y Keiria, no queriendo ser menos, los rodeó a los tres con los brazos y los estrujó con fuerza, preparada para hacer hueco a Saria si ésta decidía unirse.
—¿Pensabas que no removeríamos cielo y tierra para buscarte? —le preguntó sin soltarles, riendo aliviada por haber encontrado a su amigo de una pieza.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Ordesta
24/08/20, 11:30 pm
Saria dio un bote de la emoción cuando Archi les confirmó que había dado con él.
—¡No me lo creo! —exclamó entusiasmada—. Bueno, por toda la Suerte del mundo, ¡sí que me lo creo!
Solo había una cosa más gratificante para la mala sombra que cuando sus corazonadas se cumplían: cuando se cumplían y además traían a la plaga de vuelta. Voló nerviosa pero concentrada en todo lo que le diría a Xalk sobre el susto que les había dado y la imprudencia que había cometido y…. Sin embargo, en cuanto lo vieron, se le humedecieron los ojos y lo único que fue capaz de hacer fue unirse al abrazo que se había iniciado en la pierna de Krono, para decirle, con mucho cariño:
—¡Puta plaga, te quiero mucho! —no fue hasta que se separó, porque le molestaban las alas nuevas, que añadió—: No vuelvas a dejar en manos de la Suerte tu vida, que ya le debes un favor muy gordo.
>>¡Pero bueno! ¡Cuéntanos! ¿Cómo has sobrevivido? ¿Qué has comido? ¿Qué has hecho todo este tiempo? ¿No habrás… —cayó en ese instante en el pájaro que asomó brevemente—. ¿Esa ave rasa no será tuya? —y se echó a reír a carcajadas.
—¡No me lo creo! —exclamó entusiasmada—. Bueno, por toda la Suerte del mundo, ¡sí que me lo creo!
Solo había una cosa más gratificante para la mala sombra que cuando sus corazonadas se cumplían: cuando se cumplían y además traían a la plaga de vuelta. Voló nerviosa pero concentrada en todo lo que le diría a Xalk sobre el susto que les había dado y la imprudencia que había cometido y…. Sin embargo, en cuanto lo vieron, se le humedecieron los ojos y lo único que fue capaz de hacer fue unirse al abrazo que se había iniciado en la pierna de Krono, para decirle, con mucho cariño:
—¡Puta plaga, te quiero mucho! —no fue hasta que se separó, porque le molestaban las alas nuevas, que añadió—: No vuelvas a dejar en manos de la Suerte tu vida, que ya le debes un favor muy gordo.
>>¡Pero bueno! ¡Cuéntanos! ¿Cómo has sobrevivido? ¿Qué has comido? ¿Qué has hecho todo este tiempo? ¿No habrás… —cayó en ese instante en el pájaro que asomó brevemente—. ¿Esa ave rasa no será tuya? —y se echó a reír a carcajadas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Ordesta
24/08/20, 11:42 pm
Aunque sabía que Xalkoth se encontraba muy cerca no estaba preparado para aquel repentino asalto insectoide. Abrió mucho los ojos expresando lo más cercano a la sorpresa que su neutro rostro permitía. El clinger lo abrazó, por suerte sin urticaria de por medio, y el irrense permaneció estático, tieso cual palo, durante unos segundos en los que giró la cabeza para dedicar una parpadeante mirada al resto de sus amigos. Después, lentamente, rodeó también al plaga con sus brazos.
Poco a poco todos se acercaron y comenzaron a sumarse a aquel aparatoso abrazo. El kairós se preguntaba si no debería apartarse ya porque creía que tal vez ya había superado el tiempo común de un intercambio amistoso de aquel tipo, pero no estaba muy seguro porque nadie pareció mirarle con extrañeza así que se quedó como estaba, un tanto incómodo.
—Me alegro de verte, Xalkoth —dijo únicamente.
Y aunque su tono no lo transmitiese, lo sentía de verdad.
Poco a poco todos se acercaron y comenzaron a sumarse a aquel aparatoso abrazo. El kairós se preguntaba si no debería apartarse ya porque creía que tal vez ya había superado el tiempo común de un intercambio amistoso de aquel tipo, pero no estaba muy seguro porque nadie pareció mirarle con extrañeza así que se quedó como estaba, un tanto incómodo.
—Me alegro de verte, Xalkoth —dijo únicamente.
Y aunque su tono no lo transmitiese, lo sentía de verdad.
Re: Ordesta
25/08/20, 12:36 pm
Xalkoth sabía que, a pesar del tono poco convincente, las palabras de Krono eran genuinas. Conocía al Kairós bastante mejor de lo que normalmente daba a entender y hacía tiempo que había aprendido que, aunque lo que decía y lo que parecía que estaba diciendo no coincidían, no era alguien dado a mentir. El clinger creía en él.
Todos se habían unido para darle un abrazo grupal, y el clinger se lo había devuelto con todo su empeño mientras intentaba dejar de llorar.
–Os quiero a todos un montón. Quiero que lo sepáis.
En cuanto pudo recuperar un poco de compostura deshizo el abrazo,se separó un poco del grupo y reemplazó sus sollozos con pura energía, listo para narrarles toda su aventura de aquellos meses.
–Oh pues… ¡Frutas sobre todo! La mayor parte de los seres vivos de aquí son muuuuuy raros. Así que no tenía forma de saber cuales se podían comer y cuáles no. –Empezó a contar, a toda velocidad y gesticulando exageradamente con cada palabra. –Las frutas también, la verdad, pero eso lo solucioné comiendo las mismas que comía él. –Señaló a su compañero que Saria acababa de mencionar. –Oh ¡Es verdad, no os he presentado! –Se metió rápidamente tras el tronco y tiró del ave hasta que la sacó de detrás para que la pudieran ver.
–Este es Metro, lo conocí hace ya un tiempo, pero me dio pena que no pudiera volar así que lo paseo de vez en cuando por el cielo.
El ave gruñó molesta de que la hubieran arrastrado a la vista, le pegó un picotazo en venganza al clinger (que ni se inmutó) y luego, ignorando al grupo, volvió al tronco arrastrando a Xalkoth del mismo modo que el insecto había hecho con el animal segundos antes, para luego picotear el tronco del árbol varias veces mirando a la plaga.
>>¿Eh? Ah, cierto, tu comida. –Dedujo correctamente.
Colocó su garra en el tronco y comenzó a liberar toxinas de forma controlada y precisa, probablemente para sorpresa de todo el grupo, de forma que solo se extendieron apenas un palmo por el diámetro del tronco del árbol, marchitando solo la madera necesaria para que el tronco cediera por su propio peso y cayera a un lado, dejando el resto del tronco y la copa completamente intactos (sin contar la caída). Había pasado mucho más tiempo del que claramente era necesario pero por fin había aprendido a controlar sus toxinas.
Satisfecho con que hubieran cumplido con su petición, Metro se desplazó orgulloso hacia la copa caída y empezó a devorar los frutos.
Entre tanto Xalk volvió con el grupo para retomar su conversación cuando por fin se dio cuenta de que algo no tendría que encajar en la vista que tenía en ese momento al mirar a sus compañeros:
–Ehmmm ¿Saria? –Comenzó, dudoso. –Una pregunta: ¿Siempre has tenido alas y nunca me había fijado o es algo nuevo?
Leyendo las miradas tanto de la mala sombra como del resto dedujo que, efectivamente las alas eran algo nuevo.
–¡ME ENCANTAAAAN! –Se acercó a toda velocidad y se arrodilló delante de la mala sombra listo para trastear con ellas. –¡¿Puedo tocarlas? ¡¿Puedo?! Y, ehmm, si te las han puesto… ¿podrías decirme cómo para ponerme unas yo? Ah no espera, que yo ya tengo. –Dijo, al darse cuenta él solito, de que ya tenía alas. Menos mal.
–¿Qué hay del resto? –Se giró al resto del grupo, todavía de rodillas. –¿Tenéis planes para poneros alas alguno?
Todos se habían unido para darle un abrazo grupal, y el clinger se lo había devuelto con todo su empeño mientras intentaba dejar de llorar.
–Os quiero a todos un montón. Quiero que lo sepáis.
En cuanto pudo recuperar un poco de compostura deshizo el abrazo,se separó un poco del grupo y reemplazó sus sollozos con pura energía, listo para narrarles toda su aventura de aquellos meses.
–Oh pues… ¡Frutas sobre todo! La mayor parte de los seres vivos de aquí son muuuuuy raros. Así que no tenía forma de saber cuales se podían comer y cuáles no. –Empezó a contar, a toda velocidad y gesticulando exageradamente con cada palabra. –Las frutas también, la verdad, pero eso lo solucioné comiendo las mismas que comía él. –Señaló a su compañero que Saria acababa de mencionar. –Oh ¡Es verdad, no os he presentado! –Se metió rápidamente tras el tronco y tiró del ave hasta que la sacó de detrás para que la pudieran ver.
–Este es Metro, lo conocí hace ya un tiempo, pero me dio pena que no pudiera volar así que lo paseo de vez en cuando por el cielo.
El ave gruñó molesta de que la hubieran arrastrado a la vista, le pegó un picotazo en venganza al clinger (que ni se inmutó) y luego, ignorando al grupo, volvió al tronco arrastrando a Xalkoth del mismo modo que el insecto había hecho con el animal segundos antes, para luego picotear el tronco del árbol varias veces mirando a la plaga.
>>¿Eh? Ah, cierto, tu comida. –Dedujo correctamente.
Colocó su garra en el tronco y comenzó a liberar toxinas de forma controlada y precisa, probablemente para sorpresa de todo el grupo, de forma que solo se extendieron apenas un palmo por el diámetro del tronco del árbol, marchitando solo la madera necesaria para que el tronco cediera por su propio peso y cayera a un lado, dejando el resto del tronco y la copa completamente intactos (sin contar la caída). Había pasado mucho más tiempo del que claramente era necesario pero por fin había aprendido a controlar sus toxinas.
Satisfecho con que hubieran cumplido con su petición, Metro se desplazó orgulloso hacia la copa caída y empezó a devorar los frutos.
Entre tanto Xalk volvió con el grupo para retomar su conversación cuando por fin se dio cuenta de que algo no tendría que encajar en la vista que tenía en ese momento al mirar a sus compañeros:
–Ehmmm ¿Saria? –Comenzó, dudoso. –Una pregunta: ¿Siempre has tenido alas y nunca me había fijado o es algo nuevo?
Leyendo las miradas tanto de la mala sombra como del resto dedujo que, efectivamente las alas eran algo nuevo.
–¡ME ENCANTAAAAN! –Se acercó a toda velocidad y se arrodilló delante de la mala sombra listo para trastear con ellas. –¡¿Puedo tocarlas? ¡¿Puedo?! Y, ehmm, si te las han puesto… ¿podrías decirme cómo para ponerme unas yo? Ah no espera, que yo ya tengo. –Dijo, al darse cuenta él solito, de que ya tenía alas. Menos mal.
–¿Qué hay del resto? –Se giró al resto del grupo, todavía de rodillas. –¿Tenéis planes para poneros alas alguno?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Ordesta
26/08/20, 01:18 pm
En un instante acabaron todos apelotonados en torno al plaga, más apretujados de lo que había planeado el irrense en un principio, pero pronto empezó a darle igual. Aquella era su nueva familia, después de todo.
El abrazo duró lo que tardó Xalk en calmarse, convirtiéndose enseguida en el clinger que conocían y recordaban bien: pura energía caótica. Al parecer había vivido todo ese tiempo en compañía de una mascota, ayudándose mutuamente, si es que hacerla volar en contra de su voluntad contaba como favor para el ave.
Cuando el clinger decidió alimentar a Metro, Kin se sorprendió de que pudiese dominar de aquella manera sus toxinas, pero no pudo evitar hacer un comentario con tono sarcástico.
—No hace falta matar el árbol para recoger la fruta, tío.
No sabía si le habría oído o no con el ruido de la caída del árbol, porque de todos modos el clinger parecía mucho más interesado en las alas de Saria, algo perfectamente comprensible. Lo que no era tan comprensible fue la pregunta que les hizo al resto acto seguido.
»¿Crees que nos quedarían bien? —le preguntó de vuelta, a punto de echarse a reír.
El abrazo duró lo que tardó Xalk en calmarse, convirtiéndose enseguida en el clinger que conocían y recordaban bien: pura energía caótica. Al parecer había vivido todo ese tiempo en compañía de una mascota, ayudándose mutuamente, si es que hacerla volar en contra de su voluntad contaba como favor para el ave.
Cuando el clinger decidió alimentar a Metro, Kin se sorprendió de que pudiese dominar de aquella manera sus toxinas, pero no pudo evitar hacer un comentario con tono sarcástico.
—No hace falta matar el árbol para recoger la fruta, tío.
No sabía si le habría oído o no con el ruido de la caída del árbol, porque de todos modos el clinger parecía mucho más interesado en las alas de Saria, algo perfectamente comprensible. Lo que no era tan comprensible fue la pregunta que les hizo al resto acto seguido.
»¿Crees que nos quedarían bien? —le preguntó de vuelta, a punto de echarse a reír.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Ordesta
13/09/20, 02:24 pm
El abrazo se prolongó hasta que Xalk lo deshizo, volviendo en un santiamén a su ser habitual, y mientras la kitsune se atusaba las colas en un gesto distraído el clinger empezó a ponerles al día a su manera particular. Les resumió cómo había sobrevivido durante todos aquellos meses en unas pocas frases concisas y aprovechó para presentarles a su nuevo “amigo” Metro, un enorme ave que sacó a rastras de detrás del árbol tras el que se escondía y que aparentemente no podía volar.
—Parece simpático. —comentó la pelirroja con una sonrisa, perfectamente consciente de lo resignado que parecía el animal con las atenciones del plaga.
Para sorpresa del grupo su amigo perdido les hizo una demostración involuntaria de lo mucho que había aprendido sobre sus habilidades con las toxinas durante el exilio, talando uno de aquellos troncos con un toque preciso de su mano. Keiria estaba con Kin en lo de que derribar el árbol era un método demasiado drástico para recolectar fruta, pero había que reconocer que la habilidad del clinger había mejorado muchísimo.
Inevitablemente Xalk acabó percatándose de las nuevas alas de Saria y, como no, se lanzó a inspeccionarlas con su entusiasmo habitual. Keiria no pudo contener un bufido divertido que se convirtió en una risa con todas las de la ley en cuanto su amigo les lanzó aquella pregunta.
—Yo puedo ponérmelas cuando quiera. —declaró, haciendo que a su espalda aparecieran tres pares de alas distintos: unas blancas emplumadas, unas muy parecidas a las de Xalk y unas que recordaban a las de un ángel negro algo pocho. Aún le resultaba un poco complicado improvisar muchas ilusiones a la vez.
—Parece simpático. —comentó la pelirroja con una sonrisa, perfectamente consciente de lo resignado que parecía el animal con las atenciones del plaga.
Para sorpresa del grupo su amigo perdido les hizo una demostración involuntaria de lo mucho que había aprendido sobre sus habilidades con las toxinas durante el exilio, talando uno de aquellos troncos con un toque preciso de su mano. Keiria estaba con Kin en lo de que derribar el árbol era un método demasiado drástico para recolectar fruta, pero había que reconocer que la habilidad del clinger había mejorado muchísimo.
Inevitablemente Xalk acabó percatándose de las nuevas alas de Saria y, como no, se lanzó a inspeccionarlas con su entusiasmo habitual. Keiria no pudo contener un bufido divertido que se convirtió en una risa con todas las de la ley en cuanto su amigo les lanzó aquella pregunta.
—Yo puedo ponérmelas cuando quiera. —declaró, haciendo que a su espalda aparecieran tres pares de alas distintos: unas blancas emplumadas, unas muy parecidas a las de Xalk y unas que recordaban a las de un ángel negro algo pocho. Aún le resultaba un poco complicado improvisar muchas ilusiones a la vez.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Ordesta
14/09/20, 02:23 am
Saria estaba contentísima. No cabía en sí de gozo por haber encontrado a Xalkoth, pero es que el bicho aun así había conseguido sorprenderlos apadrinando a un ave rasa que, probablemente, vivía aterrorizada por el bicho. ¡Que la ayudaba a volar! No pudo evitar partirse de risa al ver que derribaba el árbol, risa que aún le duró cuando la plaga notó sus alas nuevas y se le acercó.
—¿Has visto? Están to guapas, ¿eh? —Las abrió para que se vieran bien, una de las pocas cosas que aún sabía hacer con ellas—. Me operó el genemante. Que tengas dos alas no quiere decir que no te puedan poner otras dos, a todo el mundo le quedan bien más alas—añadió tras Kin, de broma, aunque a saber cómo se lo tomaba el clinger. Entonces Keiria hizo gala de sus habilidades y la ordesa soltó una expresión de admiración antes de añadir—. ¿Has visto? Los siguientes sois vosotros tres. Lo mismo Giz os hace una rebaja y opera también a Metro.
Entonces cayó en una pregunta importante:
—¿Te lo traerás con nosotros?
—¿Has visto? Están to guapas, ¿eh? —Las abrió para que se vieran bien, una de las pocas cosas que aún sabía hacer con ellas—. Me operó el genemante. Que tengas dos alas no quiere decir que no te puedan poner otras dos, a todo el mundo le quedan bien más alas—añadió tras Kin, de broma, aunque a saber cómo se lo tomaba el clinger. Entonces Keiria hizo gala de sus habilidades y la ordesa soltó una expresión de admiración antes de añadir—. ¿Has visto? Los siguientes sois vosotros tres. Lo mismo Giz os hace una rebaja y opera también a Metro.
Entonces cayó en una pregunta importante:
—¿Te lo traerás con nosotros?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Ordesta
14/09/20, 12:55 pm
Para Archi fue un alivio que pudiesen deshacerse del abrazo porque cuanto más tiempo pasaban en aquella postura más incómodo se sentía. No había querido ser él quien rompiese el gesto porque no sabía cuándo era adecuado hacerlo. Tampoco supo cómo responder al mensaje afectuoso de Xalkoth, pero el clinger probablemente sabría que el sentimiento era mutuo.
A continuación el plaga pasó a relatarles cómo había sobrevivido durante aquel tiempo en Ordesta. Las decisiones que había tomado respecto a la comida eran bastante lógicas y al parecer aquella ave que Xalkoth llamaba Metro había sido importante durante aquel proceso.
Observó sin decir nada lo que ocurrió a continuación, no comprendiendo en un principio las intenciones del clinger. Parpadeó varias veces de forma rítmica mientras observaba a Metro picotear de aquel árbol que el plaga había derribado con facilidad. Xalkoth nunca había demostrado un control de sus toxinas tan excelente como aquel.
—Te felicito por tus progresos… Aunque Kin tiene razón —añadió, dándose cuenta de que no debería incentivar al plaga para que matase árboles cuando no era necesario.
El interés del clinger viró hacia las nuevas alas de Saria y el kairós observó las ilusiones de Keiria, quien también había avanzado considerablemente en el uso de sus dones desde la última vez que los había contemplado. Estaba razonablemente seguro de que el comentario de la mala sombra era una broma, pero por si acaso respondió.
—Yo puedo volar con magia, no creo necesitar unas alas.
Después dirigió su vista hacia Xalkoth de nuevo, queriendo conocer también la respuesta a la pregunta de Saria, por mera curiosidad.
A continuación el plaga pasó a relatarles cómo había sobrevivido durante aquel tiempo en Ordesta. Las decisiones que había tomado respecto a la comida eran bastante lógicas y al parecer aquella ave que Xalkoth llamaba Metro había sido importante durante aquel proceso.
Observó sin decir nada lo que ocurrió a continuación, no comprendiendo en un principio las intenciones del clinger. Parpadeó varias veces de forma rítmica mientras observaba a Metro picotear de aquel árbol que el plaga había derribado con facilidad. Xalkoth nunca había demostrado un control de sus toxinas tan excelente como aquel.
—Te felicito por tus progresos… Aunque Kin tiene razón —añadió, dándose cuenta de que no debería incentivar al plaga para que matase árboles cuando no era necesario.
El interés del clinger viró hacia las nuevas alas de Saria y el kairós observó las ilusiones de Keiria, quien también había avanzado considerablemente en el uso de sus dones desde la última vez que los había contemplado. Estaba razonablemente seguro de que el comentario de la mala sombra era una broma, pero por si acaso respondió.
—Yo puedo volar con magia, no creo necesitar unas alas.
Después dirigió su vista hacia Xalkoth de nuevo, queriendo conocer también la respuesta a la pregunta de Saria, por mera curiosidad.
Re: Ordesta
14/09/20, 02:40 pm
No hacía falta ser un genio para saber que a Xalkoth le iba a ENCANTAR el truco de las alas de Keiria. Sus ojos se iluminaron como cabría esperar, y antes de que terminaran de formarse todos los pares el insecto ya se encontraba dando vueltas a su alrededor, admirando la obra ilusoria de la Kitsune.
En ningún momento le pareció que las alas de angel negro estuvieran “pochas” o mal formadas de ninguna forma pero sí que reaccionaría a las suyas, deteniéndose por la espalda de la ulterana mientras las observaba inclinando ligeramente la cabeza.
–¿Así es como se ven mis alas desde atrás? Curioso.
Hubo varios comentarios acerca de lo que le acababa de hacer al árbol, pero le restó importancia como si se tratara de un despiste cualquiera. –Pues también tenéis razón, a veces se me sigue olvidando que puedo volar.
Todo era, sin embargo, una verdad a medias porque el clinger en realidad lo había hecho a propósito para lucirse con su recién lograda precisión con las toxinas.
La plaga era muy dada al contacto físico, abrazos principalmente, y le había entristecido que tras la luna la gente se hubiera vuelto más cautelosa a su alrededor por miedo a que pudiera hacerles daño. Aquel era, de hecho, el motivo principal por el que había decidido poner esfuerzo en controlarlas mientras estaba perdido en Ordesta: que si algún día volvía a ver a sus amigos podría abrazarlos sin preocuparse de hacer daño.
–HMMMMMMMM…
Cambiando de tema a algo más peligroso: Xalkoth estaba considerando seriamente las sugerencias de su amiga Saria, y por suerte llegó a la conclusión correcta… más o menos.
–Nah. Las mías son suficientes para volar. No necesito más. Y… –miró a Kin. –Pues no lo se, pero supongo que sería cosa de encontrar unas que hagan juego con vuestra apariencia ¿no?.
Se quedó parado unos segundos sorprendido por la última pregunta que le hizo Saria.
–La verdad no lo había pensado, ni siquiera se me ocurrió que pudiera volver conmigo ¿sabéis?. Lo nuestro siempre fue un encuentro casual que luego perduró por interés mutuo. –Miró al animal involucrado, que acababa de terminar de roer una fruta y estaba juntando las semillas. –¿Verdad, Metro?
Como respuesta, el ave rasa se metió una semilla en la boca y se la escupió como un proyectil a Xalk, rebotando inofensivamente sobre su exoesqueleto. Continuaría cogiendo y disparando las semillas que había reunido, de una en una, usando al clinger como diana para algún juego de tiro al blanco cuyas reglas sólo conocía el animal mientras, que Xalk ignoraba los golpes.
En ningún momento le pareció que las alas de angel negro estuvieran “pochas” o mal formadas de ninguna forma pero sí que reaccionaría a las suyas, deteniéndose por la espalda de la ulterana mientras las observaba inclinando ligeramente la cabeza.
–¿Así es como se ven mis alas desde atrás? Curioso.
Hubo varios comentarios acerca de lo que le acababa de hacer al árbol, pero le restó importancia como si se tratara de un despiste cualquiera. –Pues también tenéis razón, a veces se me sigue olvidando que puedo volar.
Todo era, sin embargo, una verdad a medias porque el clinger en realidad lo había hecho a propósito para lucirse con su recién lograda precisión con las toxinas.
La plaga era muy dada al contacto físico, abrazos principalmente, y le había entristecido que tras la luna la gente se hubiera vuelto más cautelosa a su alrededor por miedo a que pudiera hacerles daño. Aquel era, de hecho, el motivo principal por el que había decidido poner esfuerzo en controlarlas mientras estaba perdido en Ordesta: que si algún día volvía a ver a sus amigos podría abrazarlos sin preocuparse de hacer daño.
–HMMMMMMMM…
Cambiando de tema a algo más peligroso: Xalkoth estaba considerando seriamente las sugerencias de su amiga Saria, y por suerte llegó a la conclusión correcta… más o menos.
–Nah. Las mías son suficientes para volar. No necesito más. Y… –miró a Kin. –Pues no lo se, pero supongo que sería cosa de encontrar unas que hagan juego con vuestra apariencia ¿no?.
Se quedó parado unos segundos sorprendido por la última pregunta que le hizo Saria.
–La verdad no lo había pensado, ni siquiera se me ocurrió que pudiera volver conmigo ¿sabéis?. Lo nuestro siempre fue un encuentro casual que luego perduró por interés mutuo. –Miró al animal involucrado, que acababa de terminar de roer una fruta y estaba juntando las semillas. –¿Verdad, Metro?
Como respuesta, el ave rasa se metió una semilla en la boca y se la escupió como un proyectil a Xalk, rebotando inofensivamente sobre su exoesqueleto. Continuaría cogiendo y disparando las semillas que había reunido, de una en una, usando al clinger como diana para algún juego de tiro al blanco cuyas reglas sólo conocía el animal mientras, que Xalk ignoraba los golpes.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Ordesta
14/09/20, 09:19 pm
Kin observó la competición de alas divertido. Las de Keiria le hicieron reír, la que parecía haber salido de una ilustración de personaje flipado de algún crío en internet. Por otro lado, a veces se preguntaba si a Saria le haría ilusión de verdad que alguno más siguiese sus pasos, por no ser la única en añadir una parte tan grande a su propio cuerpo.
—Yo no me apunto a la operación, lo siento, podéis quedaros mi par de alas como repuesto —dijo, siguiéndole la broma a Saria.
No se había imaginado nunca al clinger teniendo una mascota, pero lo cierto era que había convivido demasiado tiempo con aquel pájaro como para dejarlo atrás ahora. Por otro lado, su hábitat estaba allí y no en una ciudad de monstruos. Si Metro aún no se había ganado la simpatía de Kin, empezó a hacerlo en cuanto mostró su dedicación a escupir pepitas contra Xalk.
—Supongo que Rocavarancolia no es el mejor sitio para mascotas salvajes. Piénsatelo bien, de todos modos. A lo mejor te arrepientes de dejarlo atrás.
Al raigaurum le costaba creer que estuviese defendiendo la idea de llevárselo con ellos. Tenían bastante con Xalk por sí mismo como para que este tuviese, a su vez, una mascota. Definitivamente reencontrarse con su amigo perdido le estaba nublando el juicio.
—Yo no me apunto a la operación, lo siento, podéis quedaros mi par de alas como repuesto —dijo, siguiéndole la broma a Saria.
No se había imaginado nunca al clinger teniendo una mascota, pero lo cierto era que había convivido demasiado tiempo con aquel pájaro como para dejarlo atrás ahora. Por otro lado, su hábitat estaba allí y no en una ciudad de monstruos. Si Metro aún no se había ganado la simpatía de Kin, empezó a hacerlo en cuanto mostró su dedicación a escupir pepitas contra Xalk.
—Supongo que Rocavarancolia no es el mejor sitio para mascotas salvajes. Piénsatelo bien, de todos modos. A lo mejor te arrepientes de dejarlo atrás.
Al raigaurum le costaba creer que estuviese defendiendo la idea de llevárselo con ellos. Tenían bastante con Xalk por sí mismo como para que este tuviese, a su vez, una mascota. Definitivamente reencontrarse con su amigo perdido le estaba nublando el juicio.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Ordesta
20/09/20, 06:52 pm
Su demostración ilusoria había gustado mucho y la kitsune se apresuró a agradecer los cumplidos con una media sonrisa, pero cuando Saria comentó que debían ser los siguientes en pasar por la mesa de operaciones la pelirroja negó con la cabeza con quizás demasiada vehemencia.
—Me aterra la idea de dormirme en una mesa de metal para despertar más tarde con extremidades extra, la verdad —reconoció cuando sus compañeros terminaron de hablar, algo avergonzada al haber confesado tan a la ligera la verdadera razón detrás de su negativa—. Los quirófanos no son lo mío, lo siento… —murmuró, dirigiendo la disculpa hacia el kairós especialmente por si se sentía ofendido de alguna forma
El comentario de Xalk, por otro lado, le hizo reír, pues no esperaba una reacción así por parte del clinger. ¿Acaso no había buscado nunca un espejo para echar un vistazo a su nuevo cuerpo desde distintos ángulos? Era de las primeras cosas que Keiria había hecho tras la aparición de sus nueve colas.
—Estoy bastante segura de que se ven como las tuyas, si señor. Tu eres el modelo original después de todo. —explicó, aclarando ese punto aunque no era realmente necesario. No tenía el placer de conocer a otras plagas en Rocavarancolia.
El tema de conversación entonces pasó a ser el nuevo amigo del clinger y el destino que le esperaba, pues era imposible olvidarse del enorme ave y la extraña relacción que mantenía con Xalk.
—En Rocavarancolia hay espacio de sobra para cualquier criatura. —comentó por casualidad, señalando las ventajas de vivir en una ciudad ruinosa que no tenía problemas de sobrepoblación. Era consciente de que podía ser muy mala idea que su amigo alado se hiciera cargo de otro ser vivo, pero llevaban muchos meses juntos y a la ulterana le parecía cruel dejarlo atrás.
—Me aterra la idea de dormirme en una mesa de metal para despertar más tarde con extremidades extra, la verdad —reconoció cuando sus compañeros terminaron de hablar, algo avergonzada al haber confesado tan a la ligera la verdadera razón detrás de su negativa—. Los quirófanos no son lo mío, lo siento… —murmuró, dirigiendo la disculpa hacia el kairós especialmente por si se sentía ofendido de alguna forma
El comentario de Xalk, por otro lado, le hizo reír, pues no esperaba una reacción así por parte del clinger. ¿Acaso no había buscado nunca un espejo para echar un vistazo a su nuevo cuerpo desde distintos ángulos? Era de las primeras cosas que Keiria había hecho tras la aparición de sus nueve colas.
—Estoy bastante segura de que se ven como las tuyas, si señor. Tu eres el modelo original después de todo. —explicó, aclarando ese punto aunque no era realmente necesario. No tenía el placer de conocer a otras plagas en Rocavarancolia.
El tema de conversación entonces pasó a ser el nuevo amigo del clinger y el destino que le esperaba, pues era imposible olvidarse del enorme ave y la extraña relacción que mantenía con Xalk.
—En Rocavarancolia hay espacio de sobra para cualquier criatura. —comentó por casualidad, señalando las ventajas de vivir en una ciudad ruinosa que no tenía problemas de sobrepoblación. Era consciente de que podía ser muy mala idea que su amigo alado se hiciera cargo de otro ser vivo, pero llevaban muchos meses juntos y a la ulterana le parecía cruel dejarlo atrás.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Ordesta
22/09/20, 03:23 pm
Saria sonreía ante las respuestas de sus compañeros, mientras se los imaginaba, tal y como dijo el clinger, con alas que les pegasen a ellos. Sin embargo, no quiso insistir con la broma para que no se fuera de madre ni nadie se sintiera mal, como señaló Keiria cuando habló de quirófanos. Le habría gustado responder que era verdaderamente una sensación extraña. Como cuando hacías mucho ejercicio y luego afirmabas que te dolían músculos nuevos, pero de verdad.
Sobre Metro, le sorprendió que Keiria y Kin defendieran traerlo tan rápido, pero en el fondo ella se sentía igual. Decidió que era buena idea echarle más leña al fuego:
—Además, imagina lo triste que se va a quedar después de haber volado contigo. Cuando vea que te vas y no podrá volver a separarse del suelo durante más de un segundo que dura un salto…
Xalk era impredecible, Saria se esperaba cualquier cosa.
Sobre Metro, le sorprendió que Keiria y Kin defendieran traerlo tan rápido, pero en el fondo ella se sentía igual. Decidió que era buena idea echarle más leña al fuego:
—Además, imagina lo triste que se va a quedar después de haber volado contigo. Cuando vea que te vas y no podrá volver a separarse del suelo durante más de un segundo que dura un salto…
Xalk era impredecible, Saria se esperaba cualquier cosa.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Re: Ordesta
22/09/20, 04:38 pm
Las palabras de Saria hicieron que Metro la mirara fijamente unos instantes y la ordesa, como mala sombra que era, probablemente pudo interpretar que era casi como si alguien estuviera intentando echarle un mal de ojo, o tirarle a la suerte encima. Naturalmente la suerte verdadera permaneció impasible, pero las intenciones del ave estaban ahí y si alguien podía interpretarlas sería la propia Saria.
No había forma de que el ave rasa pudiera entender lo que habían dicho, por supuesto, pero el ave había tenido la sensación de que era necesario sentirse ofendida por los sonidos extraños que habían salido de la boca de la mala sombra, y eso era exactamente lo que estaba haciendo.
En cuanto a Xalkoth: el clinger permanecía indeciso. Ahora que se había puesto a pensar en ello le daba pena dejar al ave atrás, pero la ciudad no era el más amistoso de los lugares, pero al mismo tiempo su vida sin nadie a la intemperie también podía calificarse como peligrosa y en la ciudad podría disponer de cierta protección aunque solo fuera la del insecto...
No solo eso: ¿Qué iba a pasar con su modo de vida? ¿Le sentaría mal vivir en ruinas? ¿Podría solucionarse sacándola a pasear por otros mundos vinculados? ¿Podrían usar magia para enseñar al ave a volar de verdad? ¿Podrían…
Si no fuera porque era bastante imposible, habría empezado a surgir humo de la cabeza de Xalk mientras pensaba DEMASIADO en todas las posibles variables hasta que definitivamente terminó de quemarse los sesos y se llevó las manos a la cabeza.
–¡AHHHHH! ¡NO SÉ, NO SÉ! –empezó a gritar a nadie en particular. Ser responsable no era su fuerte y ahora que se encontraba con que tenía que serlo… por un lado era casi adorable que estuviera dispuesto a tomarse aquello en serio pero ¿De verdad sería capaz de hacerlo?
Un par de picotazos en la cabeza lo sacaron de sus sobredosis de pensamientos. Con los ojos de detrás vio que era Metro el que estaba intentando atraer su atención. –¿Eh? ¿Qué pasa?
El ave, en cuanto vio que su compañero dejaba de chillar, procedió a mirar a su alrededor, seleccionar un objetivo, en este caso Krono que era el que parecía más estático, y procedió a empujar a la plaga sobre el Kairós. El impacto no tuvo mucha fuerza pero fue así porque el propio clinger se resistió al final y no porque el ave no estuviera poniendo su empeño.
–¡Metro, para! ¿Por qué te enfadas con ellos? –Bastó una mirada al resto para comprender que necesitaban una explicación. –Creo que se ha enfadado con vosotros por algo. Después de que descubriera cómo funcionaban mis toxinas le cogió afición a empujarme contra los depredadores que nos encontrábamos a sabiendas de que al chocar les haría daño. Le gusta usarme como proyectil.
Lo que acababan de presenciar era el modo del ave de “regañar” a los presentes. Sabía que eran aquellos sonidos que emitían los que habían llevado al clinger a chillar y pasarlo mal y quería dejar claro que no le gustaba. Que esto fuera por genuina preocupación o porque no permitía a nadie que no fuera a sí mismo lo de molestar a Xalkoth era algo que solo el ave sabía.
>>¡Es verdad! –gritó Xalkoth llegando a sus propias conclusiones que no tenían nada que ver. –Siempre podemos llevarlo unos días y devolverlo si no funciona. ¿Verdad?
No había forma de que el ave rasa pudiera entender lo que habían dicho, por supuesto, pero el ave había tenido la sensación de que era necesario sentirse ofendida por los sonidos extraños que habían salido de la boca de la mala sombra, y eso era exactamente lo que estaba haciendo.
En cuanto a Xalkoth: el clinger permanecía indeciso. Ahora que se había puesto a pensar en ello le daba pena dejar al ave atrás, pero la ciudad no era el más amistoso de los lugares, pero al mismo tiempo su vida sin nadie a la intemperie también podía calificarse como peligrosa y en la ciudad podría disponer de cierta protección aunque solo fuera la del insecto...
No solo eso: ¿Qué iba a pasar con su modo de vida? ¿Le sentaría mal vivir en ruinas? ¿Podría solucionarse sacándola a pasear por otros mundos vinculados? ¿Podrían usar magia para enseñar al ave a volar de verdad? ¿Podrían…
Si no fuera porque era bastante imposible, habría empezado a surgir humo de la cabeza de Xalk mientras pensaba DEMASIADO en todas las posibles variables hasta que definitivamente terminó de quemarse los sesos y se llevó las manos a la cabeza.
–¡AHHHHH! ¡NO SÉ, NO SÉ! –empezó a gritar a nadie en particular. Ser responsable no era su fuerte y ahora que se encontraba con que tenía que serlo… por un lado era casi adorable que estuviera dispuesto a tomarse aquello en serio pero ¿De verdad sería capaz de hacerlo?
Un par de picotazos en la cabeza lo sacaron de sus sobredosis de pensamientos. Con los ojos de detrás vio que era Metro el que estaba intentando atraer su atención. –¿Eh? ¿Qué pasa?
El ave, en cuanto vio que su compañero dejaba de chillar, procedió a mirar a su alrededor, seleccionar un objetivo, en este caso Krono que era el que parecía más estático, y procedió a empujar a la plaga sobre el Kairós. El impacto no tuvo mucha fuerza pero fue así porque el propio clinger se resistió al final y no porque el ave no estuviera poniendo su empeño.
–¡Metro, para! ¿Por qué te enfadas con ellos? –Bastó una mirada al resto para comprender que necesitaban una explicación. –Creo que se ha enfadado con vosotros por algo. Después de que descubriera cómo funcionaban mis toxinas le cogió afición a empujarme contra los depredadores que nos encontrábamos a sabiendas de que al chocar les haría daño. Le gusta usarme como proyectil.
Lo que acababan de presenciar era el modo del ave de “regañar” a los presentes. Sabía que eran aquellos sonidos que emitían los que habían llevado al clinger a chillar y pasarlo mal y quería dejar claro que no le gustaba. Que esto fuera por genuina preocupación o porque no permitía a nadie que no fuera a sí mismo lo de molestar a Xalkoth era algo que solo el ave sabía.
>>¡Es verdad! –gritó Xalkoth llegando a sus propias conclusiones que no tenían nada que ver. –Siempre podemos llevarlo unos días y devolverlo si no funciona. ¿Verdad?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Ordesta
22/09/20, 07:59 pm
Al parecer Xalkoth no sabía qué hacer respecto al ave llamado Metro y el kairós no se sentía en posición de opinar al respecto. Él era muy malo cuidando mascotas, se le olvidaba con frecuencia que debía estar pendiente de sus necesidades y por eso no se había vuelto a plantear tener ninguna. Atendió a las opiniones del resto pero siguió sin hacerse una idea de qué sería lo mejor.
—No me ofende —le aseguró a Keiria al notar que le miraba cuando habló de su disgusto por los quirófanos. Sabía perfectamente que no gustaban a mucha gente, y de todas formas estaba bastante claro que la propuesta de Saria no era más que una broma.
Había pros y contras de que Xalkoth se llevase a Metro consigo y mientras continuaban debatiendo aquello de pronto el ave los sorprendió empujando al clinger. En un principio no sabía si interpretarlo como hostilidad del animal hacia el plaga pero pronto tuvo que preocuparse más por el hecho de que, al parecer, le estaba tirando al clinger encima. Por suerte el ingeniero siempre llevaba algún talismán con defensas y lo utilizó para evitar el golpe. No le preocupaba Xalkoth porque sabía lo duro que era, pero le miró parpadeando con confusión una vez se hubo apartado.
No se trataba de que el irrense tuviese una hipótesis al respecto de lo que acababa de ocurrir, no sabía nada del comportamiento de animales como aquel, pero no creía haberse esperado lo que les explicó el clinger. Miró de nuevo al ave con cierto recelo: no habían hecho nada malo al animal así que no entendía el porqué de sus acciones. Aunque tal vez solo estuviese asustado por ver a muchas personas desconocidas. Creía que eso era algo propio de los animales.
—Supongo que sí —opinó al respecto de la conclusión a la que terminó llegando Xalkoth.
—No me ofende —le aseguró a Keiria al notar que le miraba cuando habló de su disgusto por los quirófanos. Sabía perfectamente que no gustaban a mucha gente, y de todas formas estaba bastante claro que la propuesta de Saria no era más que una broma.
Había pros y contras de que Xalkoth se llevase a Metro consigo y mientras continuaban debatiendo aquello de pronto el ave los sorprendió empujando al clinger. En un principio no sabía si interpretarlo como hostilidad del animal hacia el plaga pero pronto tuvo que preocuparse más por el hecho de que, al parecer, le estaba tirando al clinger encima. Por suerte el ingeniero siempre llevaba algún talismán con defensas y lo utilizó para evitar el golpe. No le preocupaba Xalkoth porque sabía lo duro que era, pero le miró parpadeando con confusión una vez se hubo apartado.
No se trataba de que el irrense tuviese una hipótesis al respecto de lo que acababa de ocurrir, no sabía nada del comportamiento de animales como aquel, pero no creía haberse esperado lo que les explicó el clinger. Miró de nuevo al ave con cierto recelo: no habían hecho nada malo al animal así que no entendía el porqué de sus acciones. Aunque tal vez solo estuviese asustado por ver a muchas personas desconocidas. Creía que eso era algo propio de los animales.
—Supongo que sí —opinó al respecto de la conclusión a la que terminó llegando Xalkoth.
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