El Río

Comienzo a buscar más cangrejos para llevármelos. Encuentro algunos cerca de la orilla y los cojo. No son demasiado grandes así que me los meto en el bolsillo.

-Creo que escaparán si no los mato primero... les arrancaré una pinza- digo recordando un desafortunado accidente que había tenido de pequeño con un cangrejo en la playa.

Procedo a la tarea con lástima, no me gusta matar animales pero era por necesidad. Me meto en total cuatro cangrejos bastante pequeños en los bolsillos.

Después de beber, me senté y continué mi mapa, dibuje el rio y un torreon que se veia a lo lejos, tambien dibuje los puentes que llegué a ver que cruzaban el rio. Vacuum me comento una cosa.
-Si... tienes razón. ¿Yo lider? Aqui no mando a nadie. -dije.
Me levanté y me guarde el mapa en el bolsillo del vaquero y el carboncillo en el otro.
-Quizás podamos usar el makuto para guardar los cangrejos esos- sugerí- pero no quiero que me lo rompan, antes les matamos a golpes o con la lanza esta -dije sacando la lanza del makuto.

"Espero que no tenga el tifus" pienso cuando me sacio.
Miro el cangrejo que ha traido Nia.
-Vaya, parece que esta noche cenaremos marisco... Cuánta clase tenemos.
"Qué pena que lo odie" pienso. Qué le vamos a hacer, me muero de hambre.
-¿Puedes conseguir más, Nia? -le pregunto a la niña.

Nia se vuelve a sumergir. Al rato vuelve a emergir con dos peces sujetos. Lo curioso es que no los está sujetando con las manos sino con sus dos mechones oscuros que usaba al parecer, tenian vida propia y le servian como apendices. Con una sonrisa llama la atencion al grupo.
-¡¡PECES!!-

Me fijo en que casi todos están reunidos alrededor de Vacuum, por lo que decido acercarme también.

Estaba tan concentrado en observar a Nia que no me había dado cuenta hasta ese momento de lo que hacían los demás. Gael estaba todavía apartado del grupo.

-¿Vamos con ellos?-le digo para que se de cuenta.

-¡Caray, Nia! -me sorprendo con su hazaña.
Entonces Ulises me indica donde están los mayores. Estamos algo alejados de ellos. Parece que están hablando de cosas importantes y le sigo.
-¡Voy!

Saqué las cosas que pudieran estropearse por los animalitos del makuto y me las guardé en los bolsillos.
-¡Venid! ¡Vamos a coger unos cuantos cangrejos, y peces si podemos y los llevaremos aqui! -grito enseñando el makuto.
-Rápido, va a oscurecer y hay que llegar a donde el resto del grupo.

Nia se sumerje una vez mas y sale del agua con dos cangrejos y dos peces en los tentaculos.
-Aqui hay cena...-dice relamiendose.
Se acerca al grupo y les muestra la productividad que ha tenido el baño.

-Yo tengo cuatro cangrejos pequeños en el bolsillo- digo al escuchar a Alec.- Voy a intentar coger alguno más.

Me acerco a Alec y busco cangrejos para meter en su bolsa junto con el resto.

Escucho a Alec y me pongo manos a la obra. Por desgracia los cangrejos son más escurridizos de lo que creía. Persigo a uno entre las rocas hasta que se mete en un pequeño hueco. Desisto con ese y busco otro con la mirada. Camino de un lado para otro, atento. Parece que se asoma una pinza entre las rocas... pero solo es hierba.
Desesperado ya, me siento en las rocas con expresión de frustración, y mientras ignoro el moviminto de mis compañeros alrededor, de reojo me parece ver como un cangrejo sale de su escondite.
"Esta es la mia" pienso. Me muevo lentamente para acercar la mano al animal, no quiero asustarlo. Pero... ¿por dónde debo cogerlo? No tengo ni la menor idea, siempre me he alejado de sus pinzas en la playa. Decido intentar cogerlo por la concha, a ver si así sirve.
Cuando intento meter rápidamente la mano bajo sus patas, se asusta y avanza. Desesperado lo agarro de cualquier manera y me llevo un pellizco que duele a rabiar.
-¡Ay ay ay ay! -grito. Pero decido no soltarlo. Lo agarro mejor con la otra mano, y espero a que alguien me ayude-. ¡Que me suelte! ¡Que me suelte, duele!

-De acuerdo - me giro hacia Nia - ... Nia, tu que puedes, coge algún pez mas y mételo en el makuto ... los demás cangrejos en las orillas ... y no te alejes Nia - añado - ...
Me acerco a la orilla y recojo algún cangrejo, consigo seis cangrejos de río bastante grandes que deposito en el makuto abierto ...
Luego miro en las orillas del río, y encuentro un poco de menta y perejil, que guardo en un bolsillo para condimentar la comida ...

De proto Gael comienza a gritar y miro hacia él, asustado. Me tranqulizo al ver que sólo se trata de un cangrejo, pero sé que eso duele...

-Cálmate, Gael, ahora te ayudo.- agarro su mano y el cangrejo y le arranco la pinza.- Cogía bastantes cangrejos en la playa hace unos años y los metía en el cubo. Una vez vi como un cangrejo le cortaba la pinza al otro, así que decidí cortársela a él también, para castigarlo. Desafortunadamente al hacerlo el cangrejo murió porque no corté la pinza por donde debía. Me quedó mal sabor de boca, pero mira tú por dónde una cosa tan tonta como esa me es útil ahora.- le expliqué a Gael.

A ver si volvíamos pronto a la sede, ya estaba anocheciendo y no tenía muchas ganas de quedarme fuera por la noche...

-Gracias -le digo a Ulises. Casi me dan ganas de abrazarlo-. Me duele horrores el dedo que me agarró.
Mientras hablo con Ulises, veo algo a su espalda...
-¡¿Qué demon...?!
Agarro a Ulises de la mano y retrocedo varios pasos tirando de él.
-A... ¡Alec! ¡Chicos! -señalo al río.

Veo que algo se mueve en el río ...
-Salid del río - les aviso medio gritando - ... alejaos de la orilla ¡YAAA! - les insto - ...
Me alejo de la orilla y les llamo a un punto alejado del río ...
Tenemos que volver la Sede de los Taumaturgos - les digo, esperando que se reúnan todos - ...

(Continua en la Sede de los Taumaturgos)

Nia.
-Ya no me apetece meterme en el agua...-dice con miedo.
Su pelo se eriza. Se pega al grupo y se prepara para lo que viene.

Sigo a Vacuum al lugar donde los llama a todos.
-¡Vamonos, vamonos! -le suplico, tirándole de la manga-. Quiero irme de aquí. ¡Por favor!

(Continua en la Sede de los Taumaturgos).