Avenida de las Casas Carnívoras
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- Rocavarancolia Rol
Avenida de las Casas Carnívoras
02/08/11, 06:45 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Las casas de esta avenida están en bastantes buenas condiciones, o esa es la imagen que dan. Son capaces de crear ilusiones para tentarte e invitarte a entrar en ellas, para así poder devorarte. Antiguamente no había más que una, pero dado su éxito pudo reproducirse.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
26/10/12, 01:01 am
Por fin todos cogieron los libros de su elección y volvimos a salir, esta vez hacia las casas ilusionistas, por así llamarlas. A paso ligero y luego corriendo, intentando no mirar a los espejismos, llegamos a las cestas ya descargadas. Yrio carga con una y yo cojo rápidamente otra, llenándola y quitando peso de las demás.
Pero al reiniciar la marcha, empiezan a salir unas moscas y un olor nauseabundo de las cestas, lo cual me hace detenerme y dejarla en el suelo.
-Joder! ¡Fuera bichos!-exclamo lanzándoles manotazos y esperando destrozos en la comida, pero esta sigue intacta.-¿Qué demonios... ¿Qué es eso que huele?-digo de pronto, mirando a mi alrededor.
Un nuevo olor llega a mi vera, entremezclando fragancias familiares y llamativas. Olfateo el aire buscando el origen y veo algo brevemente iluminado en una callejuela perpendicular. Incluso logro reconocer el olor a tinta, extraño pero casi palpable. ¿Acaso hay algo para escribir o un libro ahí delante?
-Huele a tinta y pan recién hecho... ¿Lo oléis? Si no, será cosa de las malditas casas...-murmuro desconfiado a mis compañeros, mirando alternativamente a las casas y la callejuela, curioso pero precavido. Pero no pienso dar un paso más, no después de conocer a las casitas estas.-Y que nadie se mueva de aquí, quietos pero listos para correr.-añado rápidamente al recordar alguna ilustración monstruosa del bestiario.
Pero al reiniciar la marcha, empiezan a salir unas moscas y un olor nauseabundo de las cestas, lo cual me hace detenerme y dejarla en el suelo.
-Joder! ¡Fuera bichos!-exclamo lanzándoles manotazos y esperando destrozos en la comida, pero esta sigue intacta.-¿Qué demonios... ¿Qué es eso que huele?-digo de pronto, mirando a mi alrededor.
Un nuevo olor llega a mi vera, entremezclando fragancias familiares y llamativas. Olfateo el aire buscando el origen y veo algo brevemente iluminado en una callejuela perpendicular. Incluso logro reconocer el olor a tinta, extraño pero casi palpable. ¿Acaso hay algo para escribir o un libro ahí delante?
-Huele a tinta y pan recién hecho... ¿Lo oléis? Si no, será cosa de las malditas casas...-murmuro desconfiado a mis compañeros, mirando alternativamente a las casas y la callejuela, curioso pero precavido. Pero no pienso dar un paso más, no después de conocer a las casitas estas.-Y que nadie se mueva de aquí, quietos pero listos para correr.-añado rápidamente al recordar alguna ilustración monstruosa del bestiario.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
27/10/12, 11:06 pm
En la biblioteca no había sido capaz de encontrar ningún libro de utilidad y eso me había puesto de mal humor, y el hecho que los demás sí hubieran encontrado libros solo servía para que me sintiera más inútil.
Ahora nos encontrábamos en la avenida donde deberían estar las cestas, y esas malditas casas. Igual que la última vez, avancé toda esa parte del recorrido con la mirada fija en el suelo hasta llegar a las cestas y cogí una. Apenas la había levantado cuando noto un olor asqueroso que viene del interior. "¿Pero qué?" Alrededor de las cestas habían aparecido un montón de moscas, o al menos eso parecían. Sin soltar la cesta retrocedo intentando poner distancia entre los bichos y yo, a la vez que Atol trata de apartarlas a manotazos. Mientras reviso el interior de la cesta, donde la comida está en perfecto estado. "¿Serán las moscas las que desprenden ese olor?".
-No lo sé, pero apesta- Respondo a la pregunta de Atol. Entonces lo noto. Hay otro olor, mucho más agradable que viene de algún lugar entre las casas. Atol vuelve a hablar.
-Si, lo huelo. Pero... no creo que sean las casas. Hasta ahora nos han mostrado a cada uno una ilusión diferente, en cambio este olor era el mismo para todos ¿No?.- De todas formas ese olor no me gustaba nada. "Primero un olor repulsivo en la comida, y ahora uno agradable en otro lugar que no vemos. Seguramente es alguna clase de trampa".
-Yo creo que lo mejor sería que nos marcháramos. Sea lo que sea no creo que se quede ahí parado mucho rato.-
Ahora nos encontrábamos en la avenida donde deberían estar las cestas, y esas malditas casas. Igual que la última vez, avancé toda esa parte del recorrido con la mirada fija en el suelo hasta llegar a las cestas y cogí una. Apenas la había levantado cuando noto un olor asqueroso que viene del interior. "¿Pero qué?" Alrededor de las cestas habían aparecido un montón de moscas, o al menos eso parecían. Sin soltar la cesta retrocedo intentando poner distancia entre los bichos y yo, a la vez que Atol trata de apartarlas a manotazos. Mientras reviso el interior de la cesta, donde la comida está en perfecto estado. "¿Serán las moscas las que desprenden ese olor?".
-No lo sé, pero apesta- Respondo a la pregunta de Atol. Entonces lo noto. Hay otro olor, mucho más agradable que viene de algún lugar entre las casas. Atol vuelve a hablar.
-Si, lo huelo. Pero... no creo que sean las casas. Hasta ahora nos han mostrado a cada uno una ilusión diferente, en cambio este olor era el mismo para todos ¿No?.- De todas formas ese olor no me gustaba nada. "Primero un olor repulsivo en la comida, y ahora uno agradable en otro lugar que no vemos. Seguramente es alguna clase de trampa".
-Yo creo que lo mejor sería que nos marcháramos. Sea lo que sea no creo que se quede ahí parado mucho rato.-
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
28/10/12, 11:56 am
Ninguna de las dos había notado nada hasta que Atol habló y entonces llegó el olor a su nariz. Soltaron las cestas con sobresalto y miraron a sus compañeros, comprobando que todas las cestas estaban en mal estado.
El olor agradable, llegó al poco a la nariz de ambas. Alder cerró los ojos disfrutandolo por unos segundos, pero cuando los abrió, Seon había empezado a caminar hacia su origen.
Pablo tenía razón, no eran las casas de aquella avenida. Ninguno de los dos se fiaba de aquel olor. Alder alcanzó en dos zancadas a su aurva y la detuvo, alarmada.
Por dentro, dos voces combatían en la mente de Alder. Una la instaba a comprobar de donde venia el olor, y comer y disfrutar. La otra era su sentido comun, su desconfianza, mermada porque realmente quería creer que algo bueno estaba cerca, en vez de algun disgusto.
Seon parecía que no tenía nada de esto último.
- Alder, Pablo lo ha dicho, no son las casas. La comida de las cestas está arruinada. Vayamos.
La edeel se llevó las manos al puente de la nariz, intentando no escuchar a Seon. Había algo más, algo que su sentido común intentaba decirle.
- ...Pero y por qué tinta?- dijo confundida a la vez que llegaba a ese pensamiento- ¿por qué tinta entre todos los demás olores, junto al de la comida que necesitamos? ¿y por que no notamos esto la primera vez que pasamos por aquí?
Vayamonos de aquí.
- Alder, y si fuera cierto? Estas dispuesta a perder... pan y miel y..?
- ¡Sí, lo estoy! Deja ya de ser tan tierna y tan despreocupada y de fiarte de todo lo que parece cierto!- Dijo bruscamente. Intentó suavizarlo con un- Si te pasase algo no lo soportaría.
El silencio de su parte clara era más que significativo.
- Nos vamos.- dijo con sequedad y desviando la vista.
El olor agradable, llegó al poco a la nariz de ambas. Alder cerró los ojos disfrutandolo por unos segundos, pero cuando los abrió, Seon había empezado a caminar hacia su origen.
Pablo tenía razón, no eran las casas de aquella avenida. Ninguno de los dos se fiaba de aquel olor. Alder alcanzó en dos zancadas a su aurva y la detuvo, alarmada.
Por dentro, dos voces combatían en la mente de Alder. Una la instaba a comprobar de donde venia el olor, y comer y disfrutar. La otra era su sentido comun, su desconfianza, mermada porque realmente quería creer que algo bueno estaba cerca, en vez de algun disgusto.
Seon parecía que no tenía nada de esto último.
- Alder, Pablo lo ha dicho, no son las casas. La comida de las cestas está arruinada. Vayamos.
La edeel se llevó las manos al puente de la nariz, intentando no escuchar a Seon. Había algo más, algo que su sentido común intentaba decirle.
- ...Pero y por qué tinta?- dijo confundida a la vez que llegaba a ese pensamiento- ¿por qué tinta entre todos los demás olores, junto al de la comida que necesitamos? ¿y por que no notamos esto la primera vez que pasamos por aquí?
Vayamonos de aquí.
- Alder, y si fuera cierto? Estas dispuesta a perder... pan y miel y..?
- ¡Sí, lo estoy! Deja ya de ser tan tierna y tan despreocupada y de fiarte de todo lo que parece cierto!- Dijo bruscamente. Intentó suavizarlo con un- Si te pasase algo no lo soportaría.
El silencio de su parte clara era más que significativo.
- Nos vamos.- dijo con sequedad y desviando la vista.
- InvitadoInvitado
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
28/10/12, 01:23 pm
-¡Puaj! ¡Que asco!- exclamó Yrio soltando su cesta. El contenido se desparramó por el suelo y algunas frutas se chafaron, pero él se las ingenio para recuperar el libro sin que se manchase.
El olor era tal que le dieron arcadas, y las moscas no ayudaban tampoco. Era imposible que la comida hubiese estado tanto tiempo allí como para estropearse. << A menos que esto sea la comida de ayer y la bañera no haya llegado aun...>> Podrían quedarse a esperar un poco a ver si llegaba pero había algo en todo aquello que no le gustaba un pelo.
Un olor dulce y delicioso les llegó desde un callejón. Olía como su casa, y no era solo él, todos sus compañeros lo olían también. No podía ser una ilusión, sin embargo... << Se arruina nuestra comida y ahora huele rico>>
Seon iba hacia el olor y todas las alarmas de Yrio se dispararon. Fue hacia ella y la tomó de la mano tratando de retenerla con suavidad, dándole tironcitos para llevarla de nuevo al grupo.
-Alder tiene razón, todo esto es muy raro. Salgamos de aquí antes de que ocurra algo malo- dijo recordando de pronto al chico envenenado del otro torreón.
El olor era tal que le dieron arcadas, y las moscas no ayudaban tampoco. Era imposible que la comida hubiese estado tanto tiempo allí como para estropearse. << A menos que esto sea la comida de ayer y la bañera no haya llegado aun...>> Podrían quedarse a esperar un poco a ver si llegaba pero había algo en todo aquello que no le gustaba un pelo.
Un olor dulce y delicioso les llegó desde un callejón. Olía como su casa, y no era solo él, todos sus compañeros lo olían también. No podía ser una ilusión, sin embargo... << Se arruina nuestra comida y ahora huele rico>>
Seon iba hacia el olor y todas las alarmas de Yrio se dispararon. Fue hacia ella y la tomó de la mano tratando de retenerla con suavidad, dándole tironcitos para llevarla de nuevo al grupo.
-Alder tiene razón, todo esto es muy raro. Salgamos de aquí antes de que ocurra algo malo- dijo recordando de pronto al chico envenenado del otro torreón.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
28/10/12, 02:09 pm
Mientras los letarguinos discutían la tenue luminiscencia se había ido acercando desde el fondo de la calleja. A cada metro que la luz avanzaba era más posible distinguir que no se debía a un único foco, sino que estaba distribuida en una red de diminutos puntos de luz que parecían cambiar de color al azar.
Cuando por fin llegó a la boca de la callejuela el origen de la fosforescencia por fin quedó claro.
Una miríada de frágiles y delicadas luciérnagas se dispersaron en bandada. De ellas emanaba la luz, cambiando tenuemente de un color a otro. De un color blanquecino cuando se las miraba de cerca, los pequeños insectos desprendían reflejos luminosos y volaban dibujando patrones erráticos en el aire, en un espectáculo de indudable belleza.
La fragancia a tinta y a delicias se intensificó cuando llegaron a la altura de los cosechados, revoloteando a su alrededor con curiosidad y hostigando a las moscas que rondaban las cestas. Ambos olores parecieron luchar un momento en el aire, pero finalmente las moscas emprendieron la retirada, llevándose el nauseabundo olor de antes consigo.
El aroma a tinta se intensificó sobre los demás cuando algunas de las luciérnagas se posaron sobre paredes y cascotes sueltos. Al dar unos tentativos pasos con sus patitas, éstas dejaban huellas de colores mutables, presumiblemente la misma sustancia que les hacía cambiar de color.
Las rezagadas aún remoloneaban por la callejuela, formando una especie de hilo luminoso hacia el fondo de donde habían salido, como indicando un camino a seguir, y otras aún rondaban en torno a los cosechados, juguetonas.
Cuando por fin llegó a la boca de la callejuela el origen de la fosforescencia por fin quedó claro.
Una miríada de frágiles y delicadas luciérnagas se dispersaron en bandada. De ellas emanaba la luz, cambiando tenuemente de un color a otro. De un color blanquecino cuando se las miraba de cerca, los pequeños insectos desprendían reflejos luminosos y volaban dibujando patrones erráticos en el aire, en un espectáculo de indudable belleza.
La fragancia a tinta y a delicias se intensificó cuando llegaron a la altura de los cosechados, revoloteando a su alrededor con curiosidad y hostigando a las moscas que rondaban las cestas. Ambos olores parecieron luchar un momento en el aire, pero finalmente las moscas emprendieron la retirada, llevándose el nauseabundo olor de antes consigo.
El aroma a tinta se intensificó sobre los demás cuando algunas de las luciérnagas se posaron sobre paredes y cascotes sueltos. Al dar unos tentativos pasos con sus patitas, éstas dejaban huellas de colores mutables, presumiblemente la misma sustancia que les hacía cambiar de color.
Las rezagadas aún remoloneaban por la callejuela, formando una especie de hilo luminoso hacia el fondo de donde habían salido, como indicando un camino a seguir, y otras aún rondaban en torno a los cosechados, juguetonas.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
28/10/12, 08:19 pm
Confirmado, todos olemos la extraña mezcla de fragancias que sale de la callejuela, pero también queda confirmado que puede ser algo peligroso y que mejor irnos. Aunque la curiosidad me corroe y me gustaría ver qué es... Pero con el sentido común por delante, cojo la cesta procurando respirar por la boca por el mal olor y echo a andar de vuelta a casa << Casa... -suspiro mental-¿Ya es nuestra casa, mi casa, ese torreón? No, no lo es, es sólo una residencia temporal. En cuanto esto acabe, volveré a Libo >> Y con este pensamiento decidido, aprieto el paso.
Mas por azar o por culpa nuestra, la mezcla de olores se nos acerca y de pronto una bandada de luciérnagas nos rodea, entremezclando su fragancia con la nauseabunda, para acabar venciendo a las moscas y largarse estas. Lo raro es que el asqueroso olor desaparece al momento. Vuelvo a dejar la cesta en el suelo y me las quedo mirando, maravillado por semejante espectáculo. Entre el olor a tinta que desprenden y las luces, me recuerdan a Libo, a la visión de la Capital desde lejos y a mis horas entre libros. Y encima, el olor tiene su por qué: desprenden también tinta multicolor, bueno, cambiante. Lo cual me da una genial idea... Idea carente de medios para lograrla, a no ser que nos sigan al torreón.
-Parecen inofensivas... -murmuro, poniendo el plan en marcha.
Acto seguido me quedo rígido, mirando a una que tengo parada en el brazo derecho y, lentamente, muevo la mano contraria hasta lograr capturarla en el hueco de la palma. Ahora solo queda abrir la mano y ver si manchó o no de tinta mi piel. Si lo ha hecho, ya puedo recuperar mi maquillaje. Y los demás también, si quieren. Y si no, pues a no ser que alguien tenga otra idea, nos vamos...
Mas por azar o por culpa nuestra, la mezcla de olores se nos acerca y de pronto una bandada de luciérnagas nos rodea, entremezclando su fragancia con la nauseabunda, para acabar venciendo a las moscas y largarse estas. Lo raro es que el asqueroso olor desaparece al momento. Vuelvo a dejar la cesta en el suelo y me las quedo mirando, maravillado por semejante espectáculo. Entre el olor a tinta que desprenden y las luces, me recuerdan a Libo, a la visión de la Capital desde lejos y a mis horas entre libros. Y encima, el olor tiene su por qué: desprenden también tinta multicolor, bueno, cambiante. Lo cual me da una genial idea... Idea carente de medios para lograrla, a no ser que nos sigan al torreón.
-Parecen inofensivas... -murmuro, poniendo el plan en marcha.
Acto seguido me quedo rígido, mirando a una que tengo parada en el brazo derecho y, lentamente, muevo la mano contraria hasta lograr capturarla en el hueco de la palma. Ahora solo queda abrir la mano y ver si manchó o no de tinta mi piel. Si lo ha hecho, ya puedo recuperar mi maquillaje. Y los demás también, si quieren. Y si no, pues a no ser que alguien tenga otra idea, nos vamos...
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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Re: Avenida de las Casas Carnívoras
28/10/12, 09:18 pm
Al final nadie se había movido. Al parecer todos nos debatíamos entre irnos, lo más seguro, y averiguar el origen del olor. Para cuando me dí cuenta estábamos rodeados de luciérnagas.
Nunca había visto una luciérnaga, pero que yo supiera su luz no cambiaba de color. Por unos instantes tanto las luciérnagas como las moscas se hostigaron en el aire. Finalmente las moscas se batieron en retirada y la fragancia de las luciérnagas invadió el ambiente.
Sin duda se trataba de un espectáculo hermoso e hipnótico. Me quedé maravillado mirando, a veces a todas en general y otras seguía con la mirada a alguna por separado. Fue así como me fijé en las huellas que dejaban. -Mejor no las toquéis, por muy tentador que sea no creo que llenarnos de pintadas brillantes sea lo mejor.-
Casi sin darme cuenta empecé a caminar, siguiendo el hilo luminoso que formaban hacia el callejón por el que habían salido, y habría seguido hasta el final si no hubiera visto de reojo, y por casualidad, las ilusiones que seguían formando las casas.
Me paré en seco. Casi había olvidado como se cazaba en este lugar, atrayendo a las presas con cosas agradables o con cualquier cebo que te haga acercarte. Quizás esto no fuera obra de las casas, pero podía tratarse perfectamente de cualquier otra cosa igual de peligrosa "o incluso peor"
-Escuchad, tal vez sean inofensivas, pero yo no se si deberíamos fiarnos, y menos si tenemos en cuenta lo que hacen las casas. ¿Por qué no nos vamos? La comida parece estar bien y no hace falta que nos quedemos aquí por más tiempo-
Nunca había visto una luciérnaga, pero que yo supiera su luz no cambiaba de color. Por unos instantes tanto las luciérnagas como las moscas se hostigaron en el aire. Finalmente las moscas se batieron en retirada y la fragancia de las luciérnagas invadió el ambiente.
Sin duda se trataba de un espectáculo hermoso e hipnótico. Me quedé maravillado mirando, a veces a todas en general y otras seguía con la mirada a alguna por separado. Fue así como me fijé en las huellas que dejaban. -Mejor no las toquéis, por muy tentador que sea no creo que llenarnos de pintadas brillantes sea lo mejor.-
Casi sin darme cuenta empecé a caminar, siguiendo el hilo luminoso que formaban hacia el callejón por el que habían salido, y habría seguido hasta el final si no hubiera visto de reojo, y por casualidad, las ilusiones que seguían formando las casas.
Me paré en seco. Casi había olvidado como se cazaba en este lugar, atrayendo a las presas con cosas agradables o con cualquier cebo que te haga acercarte. Quizás esto no fuera obra de las casas, pero podía tratarse perfectamente de cualquier otra cosa igual de peligrosa "o incluso peor"
-Escuchad, tal vez sean inofensivas, pero yo no se si deberíamos fiarnos, y menos si tenemos en cuenta lo que hacen las casas. ¿Por qué no nos vamos? La comida parece estar bien y no hace falta que nos quedemos aquí por más tiempo-
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
29/10/12, 11:27 pm
Ciertamente, la luciérnaga que Atol había apresado entre sus manos destiló una pequeña cantidad de tinta roja, suficiente para llenar un dedal.
Sin embargo, dicha tinta también era corrosiva y le dejó una quemadura en la palma de las manos.
Mientras, calleja abajo, el sendero luminoso ya había cumplido su función. Se habían quedado demasiado tiempo, y entre la distracción de las luciérnagas los cosechados no se habían percatado de un detalle importante.
Aquél no era un rastro para que ellos lo siguieran. Era un rastro dejado para que otros lo siguieran hasta ellos.
Un molesto zumbido, semejante al de un moscardón pero a mucho mayor volumen, fue la única advertencia que tuvo Pablo antes de que un ser del tamaño de la palma de una mano se le incrustara dolorosamente en el hombro izquierdo.
Se trataba de una criatura hecha de queratina dura, completamente negra y con anatomía semejante a la de una araña. Como una garrapata clavó las garras en la carne del muchacho, hundiéndolas cada vez más hondo hasta que se hizo imposible separarla de un tirón. La sangre corrió y la criatura la sorbió con avidez. Excavaba cada vez más hondo a cada una de las sacudidas de su víctima, dispuesta a llegar hasta el hueso.
Un zumbido no muy lejano indicó que había más en camino.
[A aquellos que no habéis posteado en dicho interludio se da por supuesto que entre el empanamiento y el susto habéis dejado que os toquen unas pocas antes de daros cuenta de que su líquido quema. Repartíos unas pocas bonitas ampollas por las manos y la cara, las partes del cuerpo que a buen seguro tendréis descubiertas.]
Sin embargo, dicha tinta también era corrosiva y le dejó una quemadura en la palma de las manos.
Mientras, calleja abajo, el sendero luminoso ya había cumplido su función. Se habían quedado demasiado tiempo, y entre la distracción de las luciérnagas los cosechados no se habían percatado de un detalle importante.
Aquél no era un rastro para que ellos lo siguieran. Era un rastro dejado para que otros lo siguieran hasta ellos.
Un molesto zumbido, semejante al de un moscardón pero a mucho mayor volumen, fue la única advertencia que tuvo Pablo antes de que un ser del tamaño de la palma de una mano se le incrustara dolorosamente en el hombro izquierdo.
Se trataba de una criatura hecha de queratina dura, completamente negra y con anatomía semejante a la de una araña. Como una garrapata clavó las garras en la carne del muchacho, hundiéndolas cada vez más hondo hasta que se hizo imposible separarla de un tirón. La sangre corrió y la criatura la sorbió con avidez. Excavaba cada vez más hondo a cada una de las sacudidas de su víctima, dispuesta a llegar hasta el hueso.
Un zumbido no muy lejano indicó que había más en camino.
[A aquellos que no habéis posteado en dicho interludio se da por supuesto que entre el empanamiento y el susto habéis dejado que os toquen unas pocas antes de daros cuenta de que su líquido quema. Repartíos unas pocas bonitas ampollas por las manos y la cara, las partes del cuerpo que a buen seguro tendréis descubiertas.]
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- InvitadoInvitado
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
29/10/12, 11:51 pm
Yrio miró las luciérnagas con admiración, eran todas tan bonitas y coloridas, daban un aspecto tan mágico a la lúgubre y macabra avenida que lograron que el chico se olvidase de su miedo y desconfianza. El miedo volvió, junto con un horrible dolor. Había dejado que algunas luciérnagas se posasen en sus manso y ahora la piel le ardía allí donde habían dejado aquel líquido rojo. Las espantó a manotazos y se escupió sobre las quemaduras para calmar el dolor.
El mosntruoso zumbido le hizo ponerse blanco como el papel. Un proyectil negro se clavó en el hombro de Pablo, a apenas unos pasos de distancia. Yrio vio con horror como el insecto le succionaba la sangre y se hundía cada vez mas en su carne. Sin apenas pensar sacó su pluma y la clavó en la herida de Pablo de forma que separaba un poco la cabeza del bicho, lo justo para hacer palanca y arrancarlo, dejando sin embargo sus patas dentro. Luego tendrían tiempo de sacarlas antes de que se desinfectaran, ahora tenían otra prioridad.
-¡¡Corred!!
Yrio empujó a Pablo para que se moviera y echó a correr él mismo por la avenida, hacia el torreón, dejando atrás las cestas con la comida que no valían mas que su propia vida. Ni siquiera pensó en elló, tan solo corrió.
El mosntruoso zumbido le hizo ponerse blanco como el papel. Un proyectil negro se clavó en el hombro de Pablo, a apenas unos pasos de distancia. Yrio vio con horror como el insecto le succionaba la sangre y se hundía cada vez mas en su carne. Sin apenas pensar sacó su pluma y la clavó en la herida de Pablo de forma que separaba un poco la cabeza del bicho, lo justo para hacer palanca y arrancarlo, dejando sin embargo sus patas dentro. Luego tendrían tiempo de sacarlas antes de que se desinfectaran, ahora tenían otra prioridad.
-¡¡Corred!!
Yrio empujó a Pablo para que se moviera y echó a correr él mismo por la avenida, hacia el torreón, dejando atrás las cestas con la comida que no valían mas que su propia vida. Ni siquiera pensó en elló, tan solo corrió.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
30/10/12, 01:10 pm
Sin embargo, cuando abrí los dedos noté un cosquilleo por toda la palma y pude ver una quemadura en todo el interior de la mano, allá donde la tinta había manchado. La luciérnaga se escapó y atando cabos me giré a los demás, para avisarles, pero Yrio ya lo había comprobado en su propia piel, aunque al parecer esta era más sensible que la mía << Otra diferencia racial >>
-La maldita tinta os quemará, ¡cuidado!
Pero de pronto el ligero silencio se rompe con un zumbido enorme. Busco su origen y lo encuentro en un grito de Pablo, a quien algo del tamaño de una mano se le ha clavado en su hombro. El insecto, por la apariencia externa, le está clavando sus patas y ¡se bebe su sangre! ¡No hemos traído mecheros, la próxima expedición alguien se los tiene que traer! Me acerco al joven pero Yrio se me adelanta y logra arrancar la mayor parte del cuerpo del bicho, para luego echar a correr. << Tinta inútil, tenemos un herido, dejamos la comida y mañana hay que volver... Genial >>
-¡Vámonos!
Luego echo a correr, cimitarra en la diestra, cuidándome de que todo el grupo vaya delante de mí, hacia el torreón.
-La maldita tinta os quemará, ¡cuidado!
Pero de pronto el ligero silencio se rompe con un zumbido enorme. Busco su origen y lo encuentro en un grito de Pablo, a quien algo del tamaño de una mano se le ha clavado en su hombro. El insecto, por la apariencia externa, le está clavando sus patas y ¡se bebe su sangre! ¡No hemos traído mecheros, la próxima expedición alguien se los tiene que traer! Me acerco al joven pero Yrio se me adelanta y logra arrancar la mayor parte del cuerpo del bicho, para luego echar a correr. << Tinta inútil, tenemos un herido, dejamos la comida y mañana hay que volver... Genial >>
-¡Vámonos!
Luego echo a correr, cimitarra en la diestra, cuidándome de que todo el grupo vaya delante de mí, hacia el torreón.
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Re: Avenida de las Casas Carnívoras
30/10/12, 09:19 pm
La tinta que desprendían las luciérnagas resultó ser corrosiva y les provocó quemaduras a la mayoría. "Cuanto me alegro de no haber dejado que me tocaran"
Escuché un zumbido muy intenso, pero no tuve tiempo para preguntarme por su origen. De repente noté que algo chocaba contra mi hombro, un dolor insoportable me asaltó en la zona del impacto y no pude evitar soltar un grito. Me tambaleé varios pasos hacia atrás y dejé caer la cesta que llevaba. Me llevé la mano derecha hacia el hombro instintivamente, pero no fue una herida lo que noté, sino otra cosa, algo vivo. Observé con horror lo que parecía ser una araña completamente negra. Había clavado sus patas en mi carne y estaba bebiéndose mi sangre. Intenté buscar una forma de sacármela, pero el dolor me impedía pensar con claridad.
Antes de que me diera cuenta Yrio se había plantado junto a mí y me había clavado una pluma en la herida, lo que desencadenó otro ataque de dolor, y otro grito por mi parte. Haciendo palanca logró arrancar la mayor parte del cuerpo de lo que fuera esa cosa. Acto seguido me dio un empujón para que corriera y echó a correr hacia el torreón. Con la mano derecha agarrándome el hombro herido traté de hacer lo mismo, pero cada paso que daba era una verdadera tortura. No fui capaz de echar a correr, y acabé moviéndome a zancadas torpes tan rápido como la herida me lo permitía.
Escuché un zumbido muy intenso, pero no tuve tiempo para preguntarme por su origen. De repente noté que algo chocaba contra mi hombro, un dolor insoportable me asaltó en la zona del impacto y no pude evitar soltar un grito. Me tambaleé varios pasos hacia atrás y dejé caer la cesta que llevaba. Me llevé la mano derecha hacia el hombro instintivamente, pero no fue una herida lo que noté, sino otra cosa, algo vivo. Observé con horror lo que parecía ser una araña completamente negra. Había clavado sus patas en mi carne y estaba bebiéndose mi sangre. Intenté buscar una forma de sacármela, pero el dolor me impedía pensar con claridad.
Antes de que me diera cuenta Yrio se había plantado junto a mí y me había clavado una pluma en la herida, lo que desencadenó otro ataque de dolor, y otro grito por mi parte. Haciendo palanca logró arrancar la mayor parte del cuerpo de lo que fuera esa cosa. Acto seguido me dio un empujón para que corriera y echó a correr hacia el torreón. Con la mano derecha agarrándome el hombro herido traté de hacer lo mismo, pero cada paso que daba era una verdadera tortura. No fui capaz de echar a correr, y acabé moviéndome a zancadas torpes tan rápido como la herida me lo permitía.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
31/10/12, 08:37 pm
Las luciérnagas descendieron con elegancia al suelo y se arremolinaron en torno al charquito de sangre que había dejado la herida de Pablo; con la misma parsimonia con la que habían revoloteado juguetonamente en torno a los cosechados empezaron a lamerla.
Dos arácnidos más se acercaron zumbando desde la callejuela y procedieron a devorar el cadáver de su compañero; el ruido de sus quelíceros mordisqueando su caparazón duro era lo bastante fuerte como para llegar a los oídos de los letarguinos que huían.
De la anterior tranquilidad de la callejuela por la que discurrían las luciérnagas salió ahora un rumor frenético, a tal volumen que semejaba un terremoto: el sonido que debía producir un panal entero de aquellas cosas tratando de emerger a la avenida todas a la vez.
[Yo de vosotros me daría prisa... jusjusjus ~]
Dos arácnidos más se acercaron zumbando desde la callejuela y procedieron a devorar el cadáver de su compañero; el ruido de sus quelíceros mordisqueando su caparazón duro era lo bastante fuerte como para llegar a los oídos de los letarguinos que huían.
De la anterior tranquilidad de la callejuela por la que discurrían las luciérnagas salió ahora un rumor frenético, a tal volumen que semejaba un terremoto: el sonido que debía producir un panal entero de aquellas cosas tratando de emerger a la avenida todas a la vez.
[Yo de vosotros me daría prisa... jusjusjus ~]
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
31/10/12, 09:42 pm
Cierto que había esperado a que las chicas y Thras se pusieran en marcha, pero Pablo había perdido mucha sangre al parecer y no avanzaba apenas, así que retrocedí.
Ahora estamos los dos rezagados y más bichos de los chupasangre vienen a devorar a su congénere, a la vez que las luciérnagas lamen la sangre que mancha el suelo. Rápidamente cojo al chaval del hombro y soportando su peso, le doy una de mis cimitarras para que la use si fuese necesario. Así pues, hombro con hombro, un arma a cada lado, reinicio la marcha intentando ir lo más rápido posible, aunque para ello tenga que arrastrar a Pablo.
Vamos alcanzando al grupo, rezagado por si necesitábamos ayuda, pero les urjo a que sigan corriendo con gestos de la espada, sin gritar ni decir palabra alguna para que las criaturas no nos sigan. Y si nos siguen, pues... ¿Qué diablos? El ruido que montan parece como si se acercase.
-Agárrate, chaval.
Hago una rápida parada, enfundo su cimitarra y luego lo cojo echándomelo sobre los hombros, de forma que él mismo pueda coger sin problemas mis armas. ¿Después? A correr. A alcanzar a los demás camino del torreón. Sin más preocupación que esa. Y si le duele la herida, que se baje y se cure si quiere, pero no pienso esperarle.
Sigue en el Torreón Letargo.
Ahora estamos los dos rezagados y más bichos de los chupasangre vienen a devorar a su congénere, a la vez que las luciérnagas lamen la sangre que mancha el suelo. Rápidamente cojo al chaval del hombro y soportando su peso, le doy una de mis cimitarras para que la use si fuese necesario. Así pues, hombro con hombro, un arma a cada lado, reinicio la marcha intentando ir lo más rápido posible, aunque para ello tenga que arrastrar a Pablo.
Vamos alcanzando al grupo, rezagado por si necesitábamos ayuda, pero les urjo a que sigan corriendo con gestos de la espada, sin gritar ni decir palabra alguna para que las criaturas no nos sigan. Y si nos siguen, pues... ¿Qué diablos? El ruido que montan parece como si se acercase.
-Agárrate, chaval.
Hago una rápida parada, enfundo su cimitarra y luego lo cojo echándomelo sobre los hombros, de forma que él mismo pueda coger sin problemas mis armas. ¿Después? A correr. A alcanzar a los demás camino del torreón. Sin más preocupación que esa. Y si le duele la herida, que se baje y se cure si quiere, pero no pienso esperarle.
Sigue en el Torreón Letargo.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
01/11/12, 01:14 pm
Seon
El espectaculo de las luciernagas era precioso. Y se había llevado el mal olor de las cestas, con lo que Seon sonrió encantada y con cierto tinte de "Te dije que no podía ser nada malo" cuando miró a Alder. Atol capturó una. Y ella misma alargó la mano para tocar alguna, o dejar que se posaran en el brazo. El contacto le produjo una quemazón dolorosa, y apartó con un chillido la mano, y en el barrido que hizo chocó con dos más. A su lado, Alder también pego un pequeño grito cuando chocó por descuido con una.
Pablo, que se las había ingeniado para no tocar ninguna, fue atacado por una especie de garrapata gigante que se le incrustó en el hombro. Seon retrocedió horrorizada, intento apartarse de las luciernagas, a cuyo núcleo se había acercado tanto que entre eso y la torpeza cada vez mayor provocada por el miedo, le fue no imposible seguir chocando con ellas. Yrio le arrancó con la pluma mas de medio cuerpo al parasito, pero pronto comenzaron a llegar más.
Alder y Seon corrieron con todas sus fuerzas cuando comenzó el zumbido que anunciaba a cientos de ellos.
Sigue en el Torreón Letargo
El espectaculo de las luciernagas era precioso. Y se había llevado el mal olor de las cestas, con lo que Seon sonrió encantada y con cierto tinte de "Te dije que no podía ser nada malo" cuando miró a Alder. Atol capturó una. Y ella misma alargó la mano para tocar alguna, o dejar que se posaran en el brazo. El contacto le produjo una quemazón dolorosa, y apartó con un chillido la mano, y en el barrido que hizo chocó con dos más. A su lado, Alder también pego un pequeño grito cuando chocó por descuido con una.
Pablo, que se las había ingeniado para no tocar ninguna, fue atacado por una especie de garrapata gigante que se le incrustó en el hombro. Seon retrocedió horrorizada, intento apartarse de las luciernagas, a cuyo núcleo se había acercado tanto que entre eso y la torpeza cada vez mayor provocada por el miedo, le fue no imposible seguir chocando con ellas. Yrio le arrancó con la pluma mas de medio cuerpo al parasito, pero pronto comenzaron a llegar más.
Alder y Seon corrieron con todas sus fuerzas cuando comenzó el zumbido que anunciaba a cientos de ellos.
Sigue en el Torreón Letargo
-
- InvitadoInvitado
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
23/11/12, 10:56 am
El chico estaba tirado en el suelo, inerte. Llevaba allí varios días, en aquel sótano oscuro, y la cadena de runas alrededor de su pie le quitaba la vida lentamente. Había caído en la trampa de aquella horrible casa, atraído por bonitos recuerdos, y un cepo se había cerrado alrededor de su pie y lo había arrastrado hacia la oscuridad. Se mantenía a duras penas, sediento, hambriento, consumido, a la espera de algun milagro, un sonido esperanzador que no tardaría en llegar a sus oídos, anunciando su salvación.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
23/11/12, 03:08 pm
<<¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Seis, siete días?>>. El chico ya había perdido la noción del tiempo, en un principio había intentando mantenerla, pero en aquel húmedo y oscuro sótano se le fue rápidamente.
Los recuerdos iban y venían mientras la vida se le escapaba, lo sentía, sentía cada vez mas cerca el final, pero estaba dispuesto a resistir, no iba a rendirse por que una casa hubiera decidido que ese era su final, !!UNA CASA¡¡, que locura, ni en sus peores pesadillas podría haberse le ocurrido la idea de una casa que comiera gente, la sola idea era ridícula, pero allí estaba, tirado en el suelo de aquel sótano, sintiendo como se consumía lentamente, tratando de recordar por que estaba allí.
Recordaba haberse despertado en un sótano parecido, sediento pero sin ningún tipo de ataduras, recordaba haber salido de aquella casa en la que estaba y ver en frente suya una fuente,-Que oportuno-había murmurado, bebió hasta saciarse y luego se encamino solo por una avenida, no había gente y la calle estaba desierta, camino confiado al no ver ningún tipo de peligro, pero cuando miro hacia una de las casas vio algo que reconoció, allí estaba su gato esperándole en el portal de su casa como siempre, fue hasta el para como hacia todos los días darle de comer, cuando se quiso dar cuenta tenia una lengua enrollada alrededor del cuerpo que tiraba de el hacia la casa que ya no era la suya, trato de zafarse y casi lo consiguió pero cuando por fin se estaba soltando sintió un agudo dolor en la pierna, al bajar la vista se fijo en que había algo parecido a un cepo atrapándolo y llevándolo cada vez mas adentro. La perdida de fuerzas había sido gradual, al principio trato de resistirse, de arrancar el cepo o de soltarse, pero no pudo.
Ahora después de lo que parecía una eternidad se encontraba tirado en suelo, con las gafas puestas y sabiendo que no pasaría de ese día cuando oyó ruido, un ruido que parecía provenir de fuera, ruido de conversaciones, se incorporo como pudo a sabiendas de que era una agonía, y con todas las fuerzas que le quedaban grito -¡¡AYUDAAAAAAAAAA!!¡¡SOCORRO!!, sabiendo que quizás no le oirían y que podía ser en vano, pero le daba igual, podía ser una bestia que supiera lenguaje humano o quizás habitantes de ese lugar con instintos asesinos, pero no le importo, lo único que quería en ese momento ,y aunque se fuera a morir, era que no le matase aquella casa que se había hecho pasar por su querido gato.
Los recuerdos iban y venían mientras la vida se le escapaba, lo sentía, sentía cada vez mas cerca el final, pero estaba dispuesto a resistir, no iba a rendirse por que una casa hubiera decidido que ese era su final, !!UNA CASA¡¡, que locura, ni en sus peores pesadillas podría haberse le ocurrido la idea de una casa que comiera gente, la sola idea era ridícula, pero allí estaba, tirado en el suelo de aquel sótano, sintiendo como se consumía lentamente, tratando de recordar por que estaba allí.
Recordaba haberse despertado en un sótano parecido, sediento pero sin ningún tipo de ataduras, recordaba haber salido de aquella casa en la que estaba y ver en frente suya una fuente,-Que oportuno-había murmurado, bebió hasta saciarse y luego se encamino solo por una avenida, no había gente y la calle estaba desierta, camino confiado al no ver ningún tipo de peligro, pero cuando miro hacia una de las casas vio algo que reconoció, allí estaba su gato esperándole en el portal de su casa como siempre, fue hasta el para como hacia todos los días darle de comer, cuando se quiso dar cuenta tenia una lengua enrollada alrededor del cuerpo que tiraba de el hacia la casa que ya no era la suya, trato de zafarse y casi lo consiguió pero cuando por fin se estaba soltando sintió un agudo dolor en la pierna, al bajar la vista se fijo en que había algo parecido a un cepo atrapándolo y llevándolo cada vez mas adentro. La perdida de fuerzas había sido gradual, al principio trato de resistirse, de arrancar el cepo o de soltarse, pero no pudo.
Ahora después de lo que parecía una eternidad se encontraba tirado en suelo, con las gafas puestas y sabiendo que no pasaría de ese día cuando oyó ruido, un ruido que parecía provenir de fuera, ruido de conversaciones, se incorporo como pudo a sabiendas de que era una agonía, y con todas las fuerzas que le quedaban grito -¡¡AYUDAAAAAAAAAA!!¡¡SOCORRO!!, sabiendo que quizás no le oirían y que podía ser en vano, pero le daba igual, podía ser una bestia que supiera lenguaje humano o quizás habitantes de ese lugar con instintos asesinos, pero no le importo, lo único que quería en ese momento ,y aunque se fuera a morir, era que no le matase aquella casa que se había hecho pasar por su querido gato.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
25/11/12, 11:46 pm
El grupo de Letargo había vuelto a cruzar el río de huesos sin incidentes y se había redirigido para pasar a la vuelta por el barrio de los panales malignos y los bichos que quemaban. A Tap le preocupaban bastante más los insectos, pues una vez conoces el truco de los panales, solo tienes que autoconcienciarte de que no hay nada tuyo en ellos. Los bichos ya debían de ser otro cantar. Al igual que a la ida, Tap iba volando alrededor del grupo, colándose entre la gente y zigzagueando de puro aburrimiento. Su humor había mejorado con la visita al panal Maciel y el sueño de la araña quedaba ya más lejano, que no tanto como le gustaría al repoblador.
Cuando llegaron al lugar dónde, según sus compañeros, se depositaba la comida, Tap hizo que su avispa acelerara y se adelantó al grupo para comprobar que no había nada de lo que tuvieran que salir huyendo. Lejos de encontrarse ningún peligro, lo que percibió fueron unos gritos. Se giró en busca de su origen y acabó encarando una casa. Una normal y corriente, tan corriente que no le gustó y zumbó de vuelta.
-Creo que alguien ha tenido mala suerte-advirtió al resto del grupo sobre los gritos de auxilio-. Deberíamos aprovechar que la casa está pendiente de su presa para correr a por la comida y desaparecer de aquí-no le podía dar pena un incauto al que ni conocía y, para el repoblador, arriesgarse por alguien cuyo futuro pintaba tan muerto, no era una buena idea en absoluto.
Cuando llegaron al lugar dónde, según sus compañeros, se depositaba la comida, Tap hizo que su avispa acelerara y se adelantó al grupo para comprobar que no había nada de lo que tuvieran que salir huyendo. Lejos de encontrarse ningún peligro, lo que percibió fueron unos gritos. Se giró en busca de su origen y acabó encarando una casa. Una normal y corriente, tan corriente que no le gustó y zumbó de vuelta.
-Creo que alguien ha tenido mala suerte-advirtió al resto del grupo sobre los gritos de auxilio-. Deberíamos aprovechar que la casa está pendiente de su presa para correr a por la comida y desaparecer de aquí-no le podía dar pena un incauto al que ni conocía y, para el repoblador, arriesgarse por alguien cuyo futuro pintaba tan muerto, no era una buena idea en absoluto.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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