Avenida de las Casas Carnívoras
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- Rocavarancolia Rol
Avenida de las Casas Carnívoras
02/08/11, 06:45 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Las casas de esta avenida están en bastantes buenas condiciones, o esa es la imagen que dan. Son capaces de crear ilusiones para tentarte e invitarte a entrar en ellas, para así poder devorarte. Antiguamente no había más que una, pero dado su éxito pudo reproducirse.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
26/09/15, 03:32 am
Cuando Sekk detuvo su carrera en las inmediaciones de la avenida no parecía exahusto: si acaso estaba visiblemente más emocionado. Solo le quedaba encontrar la casa en cuyo sótano aguardaba su cita, pero antes de que pudiera dar con ella algo que no acertaba a ver empezó a frenar su avance. Un sonido desagradable, como de cientos de insectos deslizándose unos encima de los otros le rodeo. Podía sentir como numerosas criaturas invisibles trepaban por su ropa para morir abrasadas al tocar su piel, pero si aquello llegó a preocuparle de alguna manera dejó de interesarle en cuanto vio una figura al final de la calle.
«Sigrún», pensó iracundo.
El islandés le observaba con las manos en los bolsillos desde la distancia y había algo en su postura que repugnaba sobremanera al intara. No saber que era sólo contribuía a aumentar su cabreo.
—Tu y yo vamos a bailar, desteñido —le gruño, dedicándole una mueca taimada antes de cargar hacia él con el hacha preparada. Nunca le había gustado el humano y aquel parecía un buen momento para aclarar sus diferencias—. ¡VOY A BORRARTE ESA PUTA SONRISA DE LA CARA! —bramó furioso, ignorando por completo la marabunta de arañas que le rodeaba. Lo único que le importaba era ver la cabeza del albino reducida a pulpa.
«Sigrún», pensó iracundo.
El islandés le observaba con las manos en los bolsillos desde la distancia y había algo en su postura que repugnaba sobremanera al intara. No saber que era sólo contribuía a aumentar su cabreo.
—Tu y yo vamos a bailar, desteñido —le gruño, dedicándole una mueca taimada antes de cargar hacia él con el hacha preparada. Nunca le había gustado el humano y aquel parecía un buen momento para aclarar sus diferencias—. ¡VOY A BORRARTE ESA PUTA SONRISA DE LA CARA! —bramó furioso, ignorando por completo la marabunta de arañas que le rodeaba. Lo único que le importaba era ver la cabeza del albino reducida a pulpa.
- GiniroryuGM
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Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
27/09/15, 09:26 pm
La idrina parecía en trance mientras caminaba a paso apresurado a través de la niebla. Partículas de color rojo brillante se colaban atravesando la espesura, como si fuese el modo en que la Luna repartía su bendición. Pues Irianna en aquellos momentos se sentía como si estuviese recibiendo una. El recuerdo reciente del sufrimiento de sus compañeros le hizo darse cuenta de que lo que sentía no se correspondía con lo que se suponía que debería. Se sentía pletórica y desde que había comenzado a caminar a través de la niebla, tranquila, a salvo.
Aun así avanzaba inexorablemente hacia el lugar donde sabía que se encontraban Sekkeh, Sigrún y aquellos seres que tanto la inquietaban. No tardó mucho en tener la certeza de hacia donde la estaba guiando aquella percepción extrasensorial que de pronto parecía haber adquirido y que de no ser por el estado en el que se encontraba le habría hecho dudar de sí misma. Ya faltaba poco, cada vez los sentía más cerca… Un grito en la distancia. La voz del intara sin lugar a dudas. Ante eso, la idrina echó a correr en su dirección, siguiendo la percepción más que el origen del sonido, justo a tiempo para escuchar lo que le estaba gritando a Sigrún. La niebla era demasiado espesa, por lo que tuvo que acercarse bastante hasta poder verlos y que ellos la viesen a ella. Las presencias menores pero numerosas que había detectado se encontraban apelotonadas muy cerca de Sekkeh o sobre él… Pero allí no había nada.
—¿Qué está ocurriendo? ¿Tienes tú algo que ver con… lo que sea que haya ahí? —señaló en dirección al intara con el rostro girado hacia el humano, en actitud defensiva. Ahora que había recuperado la entereza, la idrina ya preparaba mentalmente los hechizos que pudiera necesitar.
Aun así avanzaba inexorablemente hacia el lugar donde sabía que se encontraban Sekkeh, Sigrún y aquellos seres que tanto la inquietaban. No tardó mucho en tener la certeza de hacia donde la estaba guiando aquella percepción extrasensorial que de pronto parecía haber adquirido y que de no ser por el estado en el que se encontraba le habría hecho dudar de sí misma. Ya faltaba poco, cada vez los sentía más cerca… Un grito en la distancia. La voz del intara sin lugar a dudas. Ante eso, la idrina echó a correr en su dirección, siguiendo la percepción más que el origen del sonido, justo a tiempo para escuchar lo que le estaba gritando a Sigrún. La niebla era demasiado espesa, por lo que tuvo que acercarse bastante hasta poder verlos y que ellos la viesen a ella. Las presencias menores pero numerosas que había detectado se encontraban apelotonadas muy cerca de Sekkeh o sobre él… Pero allí no había nada.
—¿Qué está ocurriendo? ¿Tienes tú algo que ver con… lo que sea que haya ahí? —señaló en dirección al intara con el rostro girado hacia el humano, en actitud defensiva. Ahora que había recuperado la entereza, la idrina ya preparaba mentalmente los hechizos que pudiera necesitar.
- Naeryan
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Re: Avenida de las Casas Carnívoras
27/09/15, 10:14 pm
"Que muera. Que mueran", repetía Sigrún en su cabeza como un mantra. Las mismas instrucciones vagas que había usado en su momento, al empezar a tomar conciencia de su don. Ahora empezaba a comprender que eran órdenes.
Las arañas se cernieron sobre la idrina también, huyendo gratamente de la presencia hirviente del berserker. Irianna podría notar su tacto repulsivo sobre la piel, también buscando asfixiarla.
Levitó fuera del alcance del intara con despreocupación, como quien torea a un animal, hasta sentarse en lo alto de una estatua cercana. Su magia se recargaba a borbotones y apenas acusó el gasto de energía.
—¿Qué? —su tono era burlón, teñido del éxtasis de la luna—. Me estoy ocupando de una amenaza, como pedisteis. Mis niñas se encargarán. No es la primera vez que lo hacen.
Las arañas se cernieron sobre la idrina también, huyendo gratamente de la presencia hirviente del berserker. Irianna podría notar su tacto repulsivo sobre la piel, también buscando asfixiarla.
Levitó fuera del alcance del intara con despreocupación, como quien torea a un animal, hasta sentarse en lo alto de una estatua cercana. Su magia se recargaba a borbotones y apenas acusó el gasto de energía.
—¿Qué? —su tono era burlón, teñido del éxtasis de la luna—. Me estoy ocupando de una amenaza, como pedisteis. Mis niñas se encargarán. No es la primera vez que lo hacen.
- Red
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Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
29/09/15, 01:57 pm
A Sekk no le importaban ni la niebla que había surgido de la nada ni la aparición de Irianna en escena, lo único importante para él era aplastar a aquel desgraciado que había osado interponerse en su camino. Los motivos tampoco eran relevantes, solo alimentaban aquella vorágine de ira que le consumía, y si lo habían sido alguna vez lo había olvidado.
—No deberías estar aquí. —le gruñó a la idrina con su última chispa de raciocino.
El intara cargó rabioso contra el humano, pero Sigrún le esquivó con una facilidad ofensiva en el último momento, e incapaz de frenar a tiempo se estampó contra la pared de una casucha ruinosa que se le vino encima. Segundos después, cuando aun no habían cesado los sonidos del derrumbe, el ulterano se alzó con violencia de entre los escombros, expulsando vapor por su piel y por su boca. Le manaba sangre humeante de una docena de cortes y su brazo derecho estaba dislocado en un ángulo imposible, pero el muchacho no sentía dolor y lo recolocó sin miramientos con un sonoro chasquido. Él no lo sabía, pero su temperatura corporal ya había superado los cien grados y continuaba aumentando a una velocidad alarmante.
Sekk buscó ansioso al aracnomante con la mirada, sus ojos completamente inyectados en sangre, y cuando dio con su presa una sonrisa terrible se extendió por su rostro. Con una celeridad y una fuerza antinatural el berserker alzó el hacha sobre su cabeza y la lanzó como un obús hacía el prepotente brujo, echando a correr hacia la estatua inmediatamente después. Si el arma no le partía por la mitad el ulterano subiría de un salto a por él.
—No deberías estar aquí. —le gruñó a la idrina con su última chispa de raciocino.
El intara cargó rabioso contra el humano, pero Sigrún le esquivó con una facilidad ofensiva en el último momento, e incapaz de frenar a tiempo se estampó contra la pared de una casucha ruinosa que se le vino encima. Segundos después, cuando aun no habían cesado los sonidos del derrumbe, el ulterano se alzó con violencia de entre los escombros, expulsando vapor por su piel y por su boca. Le manaba sangre humeante de una docena de cortes y su brazo derecho estaba dislocado en un ángulo imposible, pero el muchacho no sentía dolor y lo recolocó sin miramientos con un sonoro chasquido. Él no lo sabía, pero su temperatura corporal ya había superado los cien grados y continuaba aumentando a una velocidad alarmante.
Sekk buscó ansioso al aracnomante con la mirada, sus ojos completamente inyectados en sangre, y cuando dio con su presa una sonrisa terrible se extendió por su rostro. Con una celeridad y una fuerza antinatural el berserker alzó el hacha sobre su cabeza y la lanzó como un obús hacía el prepotente brujo, echando a correr hacia la estatua inmediatamente después. Si el arma no le partía por la mitad el ulterano subiría de un salto a por él.
- GiniroryuGM
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Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
29/09/15, 02:33 pm
La idrina clavó su mirada en Sigrún. Ya no tenía duda alguna: el albino era un peligro. Pero no era el único que lo era. En aquel momento, Sekkeh irradiaba una agresividad que jamás había visto en nadie y mucho menos en el intara. La lacustre tenía miedo, cada uno de ellos le transmitía una sensación distinta, pero se traducía en miedo, al fin y al cabo.
—¿De qué estás hablando, Sigrún? —Trató de sonar firme, sin vacilar en una sola sílaba—. Nadie te pidió eso, se suponía que venías a ayudar a Sekkeh. La Luna Roja lo ha descontrolado de alguna forma… Pero veo que a ti también.
Iranna dio un paso atrás cuando sintió aquellas presencias indeterminadas acercándose a ella. No pudo evitar dejar escapar un grito cuando sintió aquellas cosas sobre su piel, recordándole a los repulsivos sapos del extraño sueño que había tenido hacía meses. Por suerte para ella, el ulterano no se volvió en su contra y la idrina simplemente ignoró la frase que le había dirigido. De todos modos su mente en aquellos momentos buscaba frenéticamente la forma de librarse de aquellas cosas invisibles. Cuando el humano se elevó, Irianna lanzó el mismo hechizo sin pensar, olvidando que durante los últimos meses no había logrado volver a hacerse levitar a sí misma. Se sentía tan llena de energía en aquellos instantes que no se le pasó por la cabeza que no fuese a funcionar.
Y no lo hizo, la idrina se elevó sin problemas en el aire, aunque tampoco se dio cuenta en ese momento de lo que ello conllevaba. Desde las alturas, a una distancia prudencial de Sigrún, trató de sacudirse y de colocarse cabeza abajo para tratar de desembarazarse de los seres que reptaba por su cuerpo. Detuvo sus movimientos para conjurar otro hechizo rápido y se aplicó una protección básica sobre sí misma.
Antes de que pudiese hacer nada más, captó los movimientos del intara allí abajo, incluso antes de dirigir la vista hacia él pudo intuir de alguna forma lo que estaba haciendo, además de notar que había comenzado a emanar algo de su cuerpo. Sin pararse a pensar en nada más, la idrina se apartó aún más de Sigrún, que era evidentemente el objetivo del arma arrojadiza. Irianna no sabía qué hacer: tenía miedo de que si intentaba ayudar a Sekkeh con magia, este se volviese contra ella. Pero las heridas del intara humeaban copiosamente por algún motivo y también tenía aquellas cosas de Sigrún sobre él.
Aquellas cosas… “Sus niñas”. Así las había llamado. Y también había dicho que “no era la primera vez”. La idrina abrió mucho los ojos mientras llegaba a una conclusión que si resultaba ser cierta no estaba segura de cómo iba a encajarlo. Lo único que tenía claro en aquel momento, es que incluso a pesar del aura agresiva que manaba de Sekkeh de forma tan obvia como lo hacía el vapor, Sigrún era la verdadera amenaza.
—¿De qué estás hablando, Sigrún? —Trató de sonar firme, sin vacilar en una sola sílaba—. Nadie te pidió eso, se suponía que venías a ayudar a Sekkeh. La Luna Roja lo ha descontrolado de alguna forma… Pero veo que a ti también.
Iranna dio un paso atrás cuando sintió aquellas presencias indeterminadas acercándose a ella. No pudo evitar dejar escapar un grito cuando sintió aquellas cosas sobre su piel, recordándole a los repulsivos sapos del extraño sueño que había tenido hacía meses. Por suerte para ella, el ulterano no se volvió en su contra y la idrina simplemente ignoró la frase que le había dirigido. De todos modos su mente en aquellos momentos buscaba frenéticamente la forma de librarse de aquellas cosas invisibles. Cuando el humano se elevó, Irianna lanzó el mismo hechizo sin pensar, olvidando que durante los últimos meses no había logrado volver a hacerse levitar a sí misma. Se sentía tan llena de energía en aquellos instantes que no se le pasó por la cabeza que no fuese a funcionar.
Y no lo hizo, la idrina se elevó sin problemas en el aire, aunque tampoco se dio cuenta en ese momento de lo que ello conllevaba. Desde las alturas, a una distancia prudencial de Sigrún, trató de sacudirse y de colocarse cabeza abajo para tratar de desembarazarse de los seres que reptaba por su cuerpo. Detuvo sus movimientos para conjurar otro hechizo rápido y se aplicó una protección básica sobre sí misma.
Antes de que pudiese hacer nada más, captó los movimientos del intara allí abajo, incluso antes de dirigir la vista hacia él pudo intuir de alguna forma lo que estaba haciendo, además de notar que había comenzado a emanar algo de su cuerpo. Sin pararse a pensar en nada más, la idrina se apartó aún más de Sigrún, que era evidentemente el objetivo del arma arrojadiza. Irianna no sabía qué hacer: tenía miedo de que si intentaba ayudar a Sekkeh con magia, este se volviese contra ella. Pero las heridas del intara humeaban copiosamente por algún motivo y también tenía aquellas cosas de Sigrún sobre él.
Aquellas cosas… “Sus niñas”. Así las había llamado. Y también había dicho que “no era la primera vez”. La idrina abrió mucho los ojos mientras llegaba a una conclusión que si resultaba ser cierta no estaba segura de cómo iba a encajarlo. Lo único que tenía claro en aquel momento, es que incluso a pesar del aura agresiva que manaba de Sekkeh de forma tan obvia como lo hacía el vapor, Sigrún era la verdadera amenaza.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
29/09/15, 05:00 pm
Sigrún rió histéricamente cuando vio a Sekkeh estamparse contra la pared de enfrente. Su risa se cortó en seco al verle reaparecer de entre los escombros, no ileso pero desde luego tampoco derrotado. Esquivó el hacha más por acto reflejo que por otra cosa, y el equilibrio que ya había perdido con ese movimiento se desbarató por completo ante la embestida del ulterano.
Arrojado al suelo por la pierna, un sonido pegajoso se hizo oír bajo la cabeza del brujo al caer con dureza de espaldas al suelo. Más de sus niñas acababan de perder la vida por salvarle de una fisura en el cráneo.
El ulterano lo estampó contra una pared a continuación. Sus protecciones aguantaron el envite, aunque un golpe más bastaría para hacerlas pedazos.
—Pregúntale a Vorela —habló con voz estrangulada a Irianna pero se estaba claramente regodeando en el pequeño placer que estaba logrando obtener—. Seguro que ella se acuerda.
Arrojado al suelo por la pierna, un sonido pegajoso se hizo oír bajo la cabeza del brujo al caer con dureza de espaldas al suelo. Más de sus niñas acababan de perder la vida por salvarle de una fisura en el cráneo.
El ulterano lo estampó contra una pared a continuación. Sus protecciones aguantaron el envite, aunque un golpe más bastaría para hacerlas pedazos.
—Pregúntale a Vorela —habló con voz estrangulada a Irianna pero se estaba claramente regodeando en el pequeño placer que estaba logrando obtener—. Seguro que ella se acuerda.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
29/09/15, 06:12 pm
???
Jadeando, el ulterano habia alcanzado la avenida. Realmente esperaba que lo que le habia dicho aquel retaco en una alfombra de cuervos no fuera mentira, pues sino, lo pagaria caro. Pero, sin embargo, dio con ellos. Sumergida como estaba la avenida en niebla, tuvo que andar casi a ciegas un rato para divisar los contornos de tres figuras.
Sigrún, por supuesto, era el tercero que habia mencionado. Sekk estaba muy malherido, pero parecia estar dispuesto a continuar, porque estaba combatiendo, como era predecible, con Sigrun. Irianna tan solo era una espectadora más, levitando en el aire, contemplando. La preocupación de Irianna, o quizás su miedo, era tangible para el, y curiosamente, sentia una caricia por ello. Suspiró y, entonces, entonó el hechizo de levitación, aunque, a falta de practica levitandose a si mismo, no fue tan limpio como seguramente le habia salido a Irianna y, andando por el aire, se puso a su lado, sin decir nada, mientras contemplaba el combate.
-¿Acaso ese es Sekkeh?-preguntó haciendose el tonto.-Vaya, ahí va toda su carismatica serenidad, entonces.-
Su único ojo entonces apuntó a Irianna, examinandola. No podia ver mucho más cambiado a la chica, sin embargo, pues era algo decepcionante, tenia curiosidad y le parecia un tanto injusto que la chica no hubiera cambiado su apariencia, aunque, por otra parte...
-Se te han aclarado los ojos.-le informó. Un detalle, nada más. Lo creia cortes el mencionarlo, ya que estaba seguro que ella no lo habia hecho aun. Percibir detalles es lo que le habian entrenado a hacer.
¿Nada más? Tan solo eso. Nada más.
Respiró hondamente antes de volver a hablar.
-Creo que deberiamos pararlos. Para variar. Sabe quien cual de los dos va a matar al otro. Mi dinero esta en Sekkeh, sin embargo.-comento algo fatidicamente.
Jadeando, el ulterano habia alcanzado la avenida. Realmente esperaba que lo que le habia dicho aquel retaco en una alfombra de cuervos no fuera mentira, pues sino, lo pagaria caro. Pero, sin embargo, dio con ellos. Sumergida como estaba la avenida en niebla, tuvo que andar casi a ciegas un rato para divisar los contornos de tres figuras.
Sigrún, por supuesto, era el tercero que habia mencionado. Sekk estaba muy malherido, pero parecia estar dispuesto a continuar, porque estaba combatiendo, como era predecible, con Sigrun. Irianna tan solo era una espectadora más, levitando en el aire, contemplando. La preocupación de Irianna, o quizás su miedo, era tangible para el, y curiosamente, sentia una caricia por ello. Suspiró y, entonces, entonó el hechizo de levitación, aunque, a falta de practica levitandose a si mismo, no fue tan limpio como seguramente le habia salido a Irianna y, andando por el aire, se puso a su lado, sin decir nada, mientras contemplaba el combate.
-¿Acaso ese es Sekkeh?-preguntó haciendose el tonto.-Vaya, ahí va toda su carismatica serenidad, entonces.-
Su único ojo entonces apuntó a Irianna, examinandola. No podia ver mucho más cambiado a la chica, sin embargo, pues era algo decepcionante, tenia curiosidad y le parecia un tanto injusto que la chica no hubiera cambiado su apariencia, aunque, por otra parte...
-Se te han aclarado los ojos.-le informó. Un detalle, nada más. Lo creia cortes el mencionarlo, ya que estaba seguro que ella no lo habia hecho aun. Percibir detalles es lo que le habian entrenado a hacer.
¿Nada más? Tan solo eso. Nada más.
Respiró hondamente antes de volver a hablar.
-Creo que deberiamos pararlos. Para variar. Sabe quien cual de los dos va a matar al otro. Mi dinero esta en Sekkeh, sin embargo.-comento algo fatidicamente.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
29/09/15, 09:34 pm
El islándes apenas logró esquivar el hacha por acto reflejo, y aquella pequeña vacilación en su equilibrio fue mas que suficiente para que el intara la diera alcance. De un potente salto Sekk recortó distancias con Sigrún y le asió con fuerza por la pierna, lanzándole violentamente contra el suelo sin ningún tipo de miramiento. El brujo cayó de espaldas produciendo un desagradable sonido pegajoso, pero por algún motivo su cráneo permaneció ileso, quizás debido a aquella marabunta de criaturas invisibles que les rodeaba. El berserker, impasible mas allá de su expresión furiosa, le alzó por el cuello de su camisa y lo estampó con fuerza contra la pared mas cercana, propinándole un potente cabezazo que terminó de desmoronar sus protecciones cuando menciono a la libense.
Los dorados ojos inyectados en sangre del ulterano taladraron los del brujo durante un instante interminable, como si buscaran algo en su interior. Luego su mano se cerró sobre el cuello del humano y lo quebró sin vacilar, como si se tratara de una ramita. El chasquido resonó por toda la avenida. Su mirada, desorbitada, se apagó como una vela encendida junto a una ventana abierta.
Sekk sostuvo en alto el cuerpo sin vida de Sigrún durante unos segundos, completamente inmóvil, y al final lo arrojó a un lado sin ni siquiera parpadear. Ahora que estaba muerto no le servía de nada. El intara liberó el hacha de la pared donde se había clavado con un brusco tirón y, a continuación, escaló la fachada del edificio a una velocidad endiablada. La furia que le consumía las entrañas no se había apagado al terminar con la existencia del aracnomante, solo se había avivado, y ahora exigía mas combustible.
El berserker, totalmente fuera de si, alcanzó la azotea en un parpadeo y se alzó sobre ella cubierto de sangre, con su iracunda mirada clavada en Irianna y Roaxen. Su cuerpo emitía una cantidad ingente de vapor, pues había alcanzado los ciento cincuenta grados, y si algún estúpido se hubiera acercado en ese momento habría terminado abrasado. Solo le quedaban unos segundos de gasolina, aunque eso él no lo sabía, y se disponía a saltar, completamente seguro de que los alcanzaría a pesar de la distancia.
Los dorados ojos inyectados en sangre del ulterano taladraron los del brujo durante un instante interminable, como si buscaran algo en su interior. Luego su mano se cerró sobre el cuello del humano y lo quebró sin vacilar, como si se tratara de una ramita. El chasquido resonó por toda la avenida. Su mirada, desorbitada, se apagó como una vela encendida junto a una ventana abierta.
Sekk sostuvo en alto el cuerpo sin vida de Sigrún durante unos segundos, completamente inmóvil, y al final lo arrojó a un lado sin ni siquiera parpadear. Ahora que estaba muerto no le servía de nada. El intara liberó el hacha de la pared donde se había clavado con un brusco tirón y, a continuación, escaló la fachada del edificio a una velocidad endiablada. La furia que le consumía las entrañas no se había apagado al terminar con la existencia del aracnomante, solo se había avivado, y ahora exigía mas combustible.
El berserker, totalmente fuera de si, alcanzó la azotea en un parpadeo y se alzó sobre ella cubierto de sangre, con su iracunda mirada clavada en Irianna y Roaxen. Su cuerpo emitía una cantidad ingente de vapor, pues había alcanzado los ciento cincuenta grados, y si algún estúpido se hubiera acercado en ese momento habría terminado abrasado. Solo le quedaban unos segundos de gasolina, aunque eso él no lo sabía, y se disponía a saltar, completamente seguro de que los alcanzaría a pesar de la distancia.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
29/09/15, 11:12 pm
<<Vorela…>> repitió para sí la lacustre cuando el islandés la mencionó. No podía ser. Tan solo había sido un mal presentimiento suyo, no podía ser cierto. Si lo era…ella cargaba con la responsabilidad de no haber advertido a nadie sobre lo que había notado en Sigrún. ¿Pero cómo podía acusar a alguien sin más pruebas que una remota posibilidad? <<¿Por qué?>> fue todo lo que fue capaz de pensar en aquellos instantes mientras su interior se agitaba con un sentimiento de remordimiento y rabia. La niebla se hizo eco de su agitación, respondió a su deseo de detener la locura de Sigrún y se espesó a su alrededor. Pero solo era niebla y la lacustre ni siquiera sabía que ella misma había causado aquella reacción en la condensación a su alrededor.
Supo que Roaxen se aproximaba mucho antes de que llegase, por lo que su, de otro modo, repentina aparición no le cogió por sorpresa. Mientras el xolnita levitaba torpemente hacia ella, la idrina apretaba los dientes observando la escena con impotencia, sin girarse hacia el capellán. Tan solo pudo negar con la cabeza ante el primer comentario de Roaxen, aunque lo siguiente que dijo captó lo suficiente su atención como para desviar su mirada, más clara incluso que antes si creía sus palabras, hacia él. Quiso comentar algo al respecto, pero no era el momento.
—Sigrún tiene alguna clase de criaturas invisibles de pequeño tamaño bajo su control. Puedo sentirlas —le informó al xolinita—. Él… él mató a Vorela. Acaba de confesarlo. —La idrina se detuvo, desviando su mirada hacia una dirección. Notaba tres presencias conocidas… aunque de algún modo había algo que no terminaba de encajar en todas ellas, pero no hubiese sabido decir el qué—. Varsai, Jace y Devoss vienen de camino.
No le dio tiempo a añadir nada más, pues en ese instante la escena que nunca habría creído posible ver ante sus ojos. Observó con horror como Sekkeh se abalanzaba sobre el albino, partiéndole el cuello instantáneamente. Irianna supo que había muerto, pues ya no podía sentir a Sigrún, solo a un objeto inidentificable, a pesar de que veía su cuerpo inmóvil en el suelo. En ese mismo instante sucedió algo más. Las incontables presencias que hasta aquel momento se habían congregado alrededor de ella y el intara comenzaron a desplazarse.
—Se van… —comentó en tono bajo más para sí misma que para Roaxen.
Tampoco tuvo tiempo de profundizar en nada de lo que había sucedido en menos de un minuto, pues las acciones que emprendió Sekkeh a partir de ese momento la obligaron a tomar una decisión rápida. La masa humeante que era el intara se impulsó hacia ellos justo cuando la idrina lanzó el hechizo de parálisis. Una vez más sin tiempo. En esta ocasión a horrirzarse porque, a pesar de haberlo ejecutado correctamente y haber visto como salía disparado hacia su objetivo, no había funcionado. El ulterano cayó en medio de su salto, sin alcanzar su objetivo. Pronto se convirtió en otra masa inmóvil en el suelo… A diferencia de que a él sí seguía sintiéndolo.
—Está vivo —afirmó rotundamente mientras ya descendía y cancelaba el hechizo de levitación, en dirección al cuerpo humeante del intara.
Contempló durante largos segundos a Sekkeh y el lamentable estado en el que se encontraba hasta que las fuerzas le fallaron. Todo lo sucedido se derrumbó sobre ella en unos instantes y tuvo que dejarse caer al suelo. La niebla se concentró a su alrededor, compactándose cada vez más de modo que hubiese sido imposible ver a los que todavía se encontraban en su interior sin acercarse por completo. Irianna permaneció envuelta en la niebla con la cabeza enterrada en las rodillas. Quería permanecer allí por siempre. La niebla la tranquilizaba, se sentía segura rodeada de ella.
Supo que Roaxen se aproximaba mucho antes de que llegase, por lo que su, de otro modo, repentina aparición no le cogió por sorpresa. Mientras el xolnita levitaba torpemente hacia ella, la idrina apretaba los dientes observando la escena con impotencia, sin girarse hacia el capellán. Tan solo pudo negar con la cabeza ante el primer comentario de Roaxen, aunque lo siguiente que dijo captó lo suficiente su atención como para desviar su mirada, más clara incluso que antes si creía sus palabras, hacia él. Quiso comentar algo al respecto, pero no era el momento.
—Sigrún tiene alguna clase de criaturas invisibles de pequeño tamaño bajo su control. Puedo sentirlas —le informó al xolinita—. Él… él mató a Vorela. Acaba de confesarlo. —La idrina se detuvo, desviando su mirada hacia una dirección. Notaba tres presencias conocidas… aunque de algún modo había algo que no terminaba de encajar en todas ellas, pero no hubiese sabido decir el qué—. Varsai, Jace y Devoss vienen de camino.
No le dio tiempo a añadir nada más, pues en ese instante la escena que nunca habría creído posible ver ante sus ojos. Observó con horror como Sekkeh se abalanzaba sobre el albino, partiéndole el cuello instantáneamente. Irianna supo que había muerto, pues ya no podía sentir a Sigrún, solo a un objeto inidentificable, a pesar de que veía su cuerpo inmóvil en el suelo. En ese mismo instante sucedió algo más. Las incontables presencias que hasta aquel momento se habían congregado alrededor de ella y el intara comenzaron a desplazarse.
—Se van… —comentó en tono bajo más para sí misma que para Roaxen.
Tampoco tuvo tiempo de profundizar en nada de lo que había sucedido en menos de un minuto, pues las acciones que emprendió Sekkeh a partir de ese momento la obligaron a tomar una decisión rápida. La masa humeante que era el intara se impulsó hacia ellos justo cuando la idrina lanzó el hechizo de parálisis. Una vez más sin tiempo. En esta ocasión a horrirzarse porque, a pesar de haberlo ejecutado correctamente y haber visto como salía disparado hacia su objetivo, no había funcionado. El ulterano cayó en medio de su salto, sin alcanzar su objetivo. Pronto se convirtió en otra masa inmóvil en el suelo… A diferencia de que a él sí seguía sintiéndolo.
—Está vivo —afirmó rotundamente mientras ya descendía y cancelaba el hechizo de levitación, en dirección al cuerpo humeante del intara.
Contempló durante largos segundos a Sekkeh y el lamentable estado en el que se encontraba hasta que las fuerzas le fallaron. Todo lo sucedido se derrumbó sobre ella en unos instantes y tuvo que dejarse caer al suelo. La niebla se concentró a su alrededor, compactándose cada vez más de modo que hubiese sido imposible ver a los que todavía se encontraban en su interior sin acercarse por completo. Irianna permaneció envuelta en la niebla con la cabeza enterrada en las rodillas. Quería permanecer allí por siempre. La niebla la tranquilizaba, se sentía segura rodeada de ella.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
30/09/15, 12:19 am
???
-Lo supuse así desde un principio.-alegó, con el ojo entrecerrado. La confirmación de que Sigrun habia matado a Vorela era algo minusculo dentro del orden de planes para el xolnita.
Cuando el sonido del cuello de Sigrún hizo eco en los oidos del ulterano, este supo que ya habia acabado todo. Con algo de morbo siniestro, el ulterano creyo preciso comentar.
-Y así es como tu historia acaba, Sigrun. Fuiste un malnacido y moriste como tal.-
Aquellas criaturas que controlaba Sigrun gracias a los poderes que la luna le habia conferido se marchaban. Tan leales como dignas de aquella ciudad de ruinas y polvo. Sin embargo, el ulterano se sorprendio cuando el intara se giró en redondo dispuesto a atacarles ahora a ellos. Se puso un poco tenso ante la inminente sensación de peligro. Pero la logica le decia que era imposible, que no les alcanzaria.
Hasta el ultimo segundo, el ulterano se asustó, pero cuando el intara se dio de morros contra el suelo volvio a su estado normal.
Los nuevos poderes de Irianna, fueran cuales fueran, le parecian confiables, pues podia ver bastantes cosas desde una posicion segura. Asegurandole que aun estaba vivo, los dos levitantes se deslizaron hacia abajo, hacia lo que era el inconsciente intara. Con la punta de la bota, el xolnita le dio dos toques en la frente, para asegurase que estaba inconsciente.
-Parecia como que se habia quedado sin fuelle.-declaró, contemplando el maltrecho cuerpo del rubio.-Por supuesto, yo no estaba asustado, ya que era imposible que nos alcan...-
Las palabras del xolnita murieron. Irianna se habia tirado al suelo, justo al lado de Sekk, como paralizada y, al parecer, la niebla habia comenzado a juntarse entorno a ella y, por fin el xolnita entendio su transformación. Podia saber si alguien seguia vivo, si se acercaban o movian por la niebla.
-Niebla.-murmuró.
No sabia como recomfortar a la idrina en aquel momento. Para el, aquello no era motivo de quedarse parado. Sekk necesitaba ayuda. Dio un corto paseo hacia el cadaver de Sigrun y, de una patada, le puso boca arriba. Acuclillandose enfrente de su rostro, se acercó a unos pocos centímetros de su cara y, entonces, vomitó ácido sobre el. Todas las reservas que le quedaban en la boca, lo suficiente como para que al cabo de unos segundos, lo que quedase de la cara del humano fuera una calavera humeante.
-Nadie se merece si quiera saber quien eras.-soltó, tras lo cual volvió con los otros dos.
Irianna, sumergida en su niebla parecia bloqueada.
-¿Irianna?-la llamó.-Necesito tu ayuda para cargar con Sekk de vuelta. Aunque bien podriamos levitar el cuerpo de vuelta, pero, en su estado, no me atrevo a encantarlo yo mismo.-
No podian malgastar mucho tiempo. Hundio su mano en el banco de niebla y la agarro suavemente del hombro.
-No es momento para derribarse ahora, eso viene más tarde. Ahora mismo alguien nos necesita, te necesita, y nos va a necesitar y a mucha más gente cuando se despierte.-le intentó animar con palabras alentadoras.-Lo último que necesitamos es que te derrumbes, visto lo visto, eres la unica persona sensata que nos queda en el grupo que aun no haya tenido un acceso de locura o una ruptura psicotica.-el xolnita se permitio sonreir con aquel comentario y le tendió una mano.-¿Puedes?-
-Lo supuse así desde un principio.-alegó, con el ojo entrecerrado. La confirmación de que Sigrun habia matado a Vorela era algo minusculo dentro del orden de planes para el xolnita.
Cuando el sonido del cuello de Sigrún hizo eco en los oidos del ulterano, este supo que ya habia acabado todo. Con algo de morbo siniestro, el ulterano creyo preciso comentar.
-Y así es como tu historia acaba, Sigrun. Fuiste un malnacido y moriste como tal.-
Aquellas criaturas que controlaba Sigrun gracias a los poderes que la luna le habia conferido se marchaban. Tan leales como dignas de aquella ciudad de ruinas y polvo. Sin embargo, el ulterano se sorprendio cuando el intara se giró en redondo dispuesto a atacarles ahora a ellos. Se puso un poco tenso ante la inminente sensación de peligro. Pero la logica le decia que era imposible, que no les alcanzaria.
Hasta el ultimo segundo, el ulterano se asustó, pero cuando el intara se dio de morros contra el suelo volvio a su estado normal.
Los nuevos poderes de Irianna, fueran cuales fueran, le parecian confiables, pues podia ver bastantes cosas desde una posicion segura. Asegurandole que aun estaba vivo, los dos levitantes se deslizaron hacia abajo, hacia lo que era el inconsciente intara. Con la punta de la bota, el xolnita le dio dos toques en la frente, para asegurase que estaba inconsciente.
-Parecia como que se habia quedado sin fuelle.-declaró, contemplando el maltrecho cuerpo del rubio.-Por supuesto, yo no estaba asustado, ya que era imposible que nos alcan...-
Las palabras del xolnita murieron. Irianna se habia tirado al suelo, justo al lado de Sekk, como paralizada y, al parecer, la niebla habia comenzado a juntarse entorno a ella y, por fin el xolnita entendio su transformación. Podia saber si alguien seguia vivo, si se acercaban o movian por la niebla.
-Niebla.-murmuró.
No sabia como recomfortar a la idrina en aquel momento. Para el, aquello no era motivo de quedarse parado. Sekk necesitaba ayuda. Dio un corto paseo hacia el cadaver de Sigrun y, de una patada, le puso boca arriba. Acuclillandose enfrente de su rostro, se acercó a unos pocos centímetros de su cara y, entonces, vomitó ácido sobre el. Todas las reservas que le quedaban en la boca, lo suficiente como para que al cabo de unos segundos, lo que quedase de la cara del humano fuera una calavera humeante.
-Nadie se merece si quiera saber quien eras.-soltó, tras lo cual volvió con los otros dos.
Irianna, sumergida en su niebla parecia bloqueada.
-¿Irianna?-la llamó.-Necesito tu ayuda para cargar con Sekk de vuelta. Aunque bien podriamos levitar el cuerpo de vuelta, pero, en su estado, no me atrevo a encantarlo yo mismo.-
No podian malgastar mucho tiempo. Hundio su mano en el banco de niebla y la agarro suavemente del hombro.
-No es momento para derribarse ahora, eso viene más tarde. Ahora mismo alguien nos necesita, te necesita, y nos va a necesitar y a mucha más gente cuando se despierte.-le intentó animar con palabras alentadoras.-Lo último que necesitamos es que te derrumbes, visto lo visto, eres la unica persona sensata que nos queda en el grupo que aun no haya tenido un acceso de locura o una ruptura psicotica.-el xolnita se permitio sonreir con aquel comentario y le tendió una mano.-¿Puedes?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
30/09/15, 01:20 am
En cuanto comprobó que Rasqa se encontraba bien y se hubo despedido de él (un nuevo lamentón) salió corriendo tras Devoss y Jace. No tardó en pillarlos a ambos tan sólo acelerando un poco más. Tener cuatro patas y un cuerpo hecho para eso le daban ventaja frente al dullahan.
Con siseos y bufidos le indicó a Devoss que llevase a Jace para ir más rápido, sus amigos podían necesitarlos. Varsai aceleró y llegó al límite de sus capacidades, veía los edificios pasar y por un sólo momento disfrutó. Disfrutó de verdad de lo que le había pasado con la Luna, estaba sintiendo una libertad al correr como nunca antes.
Pronto se encontraron con la niebla y Varsai pasó de guiarse con la vista a guiarse con el olfato, había olido a Irianna muchas veces y tenía muy buena memoria sumada a un instinto que en esos momentos consideraba infalible.
No tardaron en dar con el lugar y la licántropa se acercó a Irianna, la rodeó con la cola y se puso frente a ella. Si por el pelaje no sabía quién era desde luego se daría cuenta cuando la mirase a los ojos. Con un ronroneo la leopardo juntó su cara a la de la chica y pensando que sería divertido le dio un lametón en la cara, luego se tumbó junto a ella.
Con siseos y bufidos le indicó a Devoss que llevase a Jace para ir más rápido, sus amigos podían necesitarlos. Varsai aceleró y llegó al límite de sus capacidades, veía los edificios pasar y por un sólo momento disfrutó. Disfrutó de verdad de lo que le había pasado con la Luna, estaba sintiendo una libertad al correr como nunca antes.
Pronto se encontraron con la niebla y Varsai pasó de guiarse con la vista a guiarse con el olfato, había olido a Irianna muchas veces y tenía muy buena memoria sumada a un instinto que en esos momentos consideraba infalible.
No tardaron en dar con el lugar y la licántropa se acercó a Irianna, la rodeó con la cola y se puso frente a ella. Si por el pelaje no sabía quién era desde luego se daría cuenta cuando la mirase a los ojos. Con un ronroneo la leopardo juntó su cara a la de la chica y pensando que sería divertido le dio un lametón en la cara, luego se tumbó junto a ella.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
30/09/15, 07:10 pm
El licántropo estaba de acuerdo con Jace, tenían que buscar a Sekk y a Irianna. Sigrún le importaba más bien poco, aún no se podía sacar de la cabeza esa fría mirada ante el cadáver de la libense.
Salieron del torreón, por primera vez desde que había salido la Luna Roja. La ciudad ahora era más peligrosa, debía estar rebosante de monstruos... pero sobre todo de magia. El gran astro por fin había llegado. Toda Rocavarancolia era un caos, con gritos y lamentos en ambos torreones.
La varmana se había atrasado, pero debido a su constitución no tardó en alcanzarles. Puede que la chica no lo supiera, pero su cuerpo era el de uno de los grandes felinos de la Tierra. Se habían transformado en dos imponentes bestias, con potentes garras y colmillos. Devoss sabía que eran dos armas letales...sus cuerpos estaban hechos para cazar y despedazar. Con razón en la antigüedad algunas culturas idolatraban a los felinos. Y lo cierto es que le estaba llegando a gustar su transformación, se sentía fuerte en esa forma.
Aún así tenía un pero, no quería quedarse en forma de tigre para siempre...Aunque en ese momento daba igual, tenían una misión encomendada... Al principio se negó a la propuesta de la leopardo de las nieves. <<¿Por qué tiene que montarse encima mía? Puede correr sabes, se habrá quedado sin cabeza pero no sin piernas...>>Le dijo bufando. Sin embargo entendió pronto que estaba equivocado. Los dos licántropos estaban dotados de unas fortísimas patas, perfectas para correr y en el caso de Varsai aparte para trepar. Asintió a regañadientes y le hizo los gestos necesarios con la cabeza para que el dullahan entendiera lo que le decía.
Cuando se subió se acostumbró pronto al peso extra. Emprendieron la marcha para buscar a sus compañeros, el tigre unos metros por detrás de la leopardo. Finalmente llegaron a su destino...uno que estaba cubierto de niebla, los dos felinos tuvieron que guiarse por el olfato. Sabían perfectamente cual era el olor de Irianna. Aún así era un fastidio tal ceguera. En cuanto llegaron Jace se bajó, y Devoss lo agradeció en silencio. <<Por fin libertad para moverse mejor>>.
Siguió a la leopardo y se puso a su lado. Sus ojos miraban fijamente a la bruja. Estaba buscando algún cambio en su cuerpo...sin resultado. Era extraño, pues todos eran diferentes. <<<Oh, si, si que es diferente...sus ojos...>>. Acto seguido se sentó en el suelo, ansioso por ver la reacción de la idrina.
Salieron del torreón, por primera vez desde que había salido la Luna Roja. La ciudad ahora era más peligrosa, debía estar rebosante de monstruos... pero sobre todo de magia. El gran astro por fin había llegado. Toda Rocavarancolia era un caos, con gritos y lamentos en ambos torreones.
La varmana se había atrasado, pero debido a su constitución no tardó en alcanzarles. Puede que la chica no lo supiera, pero su cuerpo era el de uno de los grandes felinos de la Tierra. Se habían transformado en dos imponentes bestias, con potentes garras y colmillos. Devoss sabía que eran dos armas letales...sus cuerpos estaban hechos para cazar y despedazar. Con razón en la antigüedad algunas culturas idolatraban a los felinos. Y lo cierto es que le estaba llegando a gustar su transformación, se sentía fuerte en esa forma.
Aún así tenía un pero, no quería quedarse en forma de tigre para siempre...Aunque en ese momento daba igual, tenían una misión encomendada... Al principio se negó a la propuesta de la leopardo de las nieves. <<¿Por qué tiene que montarse encima mía? Puede correr sabes, se habrá quedado sin cabeza pero no sin piernas...>>Le dijo bufando. Sin embargo entendió pronto que estaba equivocado. Los dos licántropos estaban dotados de unas fortísimas patas, perfectas para correr y en el caso de Varsai aparte para trepar. Asintió a regañadientes y le hizo los gestos necesarios con la cabeza para que el dullahan entendiera lo que le decía.
Cuando se subió se acostumbró pronto al peso extra. Emprendieron la marcha para buscar a sus compañeros, el tigre unos metros por detrás de la leopardo. Finalmente llegaron a su destino...uno que estaba cubierto de niebla, los dos felinos tuvieron que guiarse por el olfato. Sabían perfectamente cual era el olor de Irianna. Aún así era un fastidio tal ceguera. En cuanto llegaron Jace se bajó, y Devoss lo agradeció en silencio. <<Por fin libertad para moverse mejor>>.
Siguió a la leopardo y se puso a su lado. Sus ojos miraban fijamente a la bruja. Estaba buscando algún cambio en su cuerpo...sin resultado. Era extraño, pues todos eran diferentes. <<<Oh, si, si que es diferente...sus ojos...>>. Acto seguido se sentó en el suelo, ansioso por ver la reacción de la idrina.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
30/09/15, 10:31 pm
Le había preguntado a dama Estribo si iba a conseguir una montura chula, aunque no era "eso" a lo que se refería.
Subirse encima de uno de sus compañeros de torreón era raro. Más raro cuando recordaba que el día anterior era un humano normal y corriente (dentro de las posibilidades de todos) y no un tigre. Le costó sujetarse mientras tenía las manos ocupadas por cosas, y aunque trató de pensar en él como en una moto, la cosa simplemente no cuajó. Agazapó el cuerpo contra el licántropo para evitar desgracias hasta que el felino aminoró la marcha, en lo que decidió bajarse por cuenta propia y continuar a pie.
La niebla, al igual que a cualquier ser con los ojos regulares de un humano, le impedía ver con claridad. Sumado a los mareos que le producía su nuevo ángulo de visión, tuvo que guiarse por Devoss y Varsai en lugar de fiarse de sus propios sentidos.
Cuando por fin volvió a ver, se alivió. La silueta de Roaxen estaba muy próxima a la de Irianna, no había rastros de Sigrún (o al menos eso creyó de un primer vistazo), pero Sekkeh...
«Decidme que no llegamos tarde, por favor.»
Echó a correr hasta el cuerpo del rubio, haciendo un gesto que bien podía significar "hola" y "tiempo muerto" a los demás al llegar a su lado. Le sorprendió la amabilidad de Roaxen con la idrina, la cual a simple vista se mantenía igual a excepción de la extraña niebla que se condensaba a su alrededor, y aunque la curiosidad le picase de forma brutal por saber que había pasado, tenía que ocuparse del rubio primero. El intara parecía inconsciente, y ¿había estado echando humo? Después de observar a Rasqa y a Ruth, supuso de forma errónea que su transformación consistiese en algo por el estilo. La cantidad de sangre que había a su alrededor, sumado a las grietas que se habían formado en torno a su cuerpo le hicieron un terrible nudo en la garganta. Se agachó junto a él, esperando no poner nerviosa a Irianna por su reciente pérdida de cabeza, reconsiderando el pinchar el cuerpo de su amigo con un palo por si acaso quemaba, sudaba ácido o similares: por lo visto el xolnita había tenido la misma idea que él segundos atrás.
«¿Qué es lo que ha pasado?» —dejó la libreta en el suelo para poder pinchar un costado de Sekkeh con el bolígrafo, tratando de ocultar la angustia de sus pensamientos.— «¿Y Sigrún?»
Subirse encima de uno de sus compañeros de torreón era raro. Más raro cuando recordaba que el día anterior era un humano normal y corriente (dentro de las posibilidades de todos) y no un tigre. Le costó sujetarse mientras tenía las manos ocupadas por cosas, y aunque trató de pensar en él como en una moto, la cosa simplemente no cuajó. Agazapó el cuerpo contra el licántropo para evitar desgracias hasta que el felino aminoró la marcha, en lo que decidió bajarse por cuenta propia y continuar a pie.
La niebla, al igual que a cualquier ser con los ojos regulares de un humano, le impedía ver con claridad. Sumado a los mareos que le producía su nuevo ángulo de visión, tuvo que guiarse por Devoss y Varsai en lugar de fiarse de sus propios sentidos.
Cuando por fin volvió a ver, se alivió. La silueta de Roaxen estaba muy próxima a la de Irianna, no había rastros de Sigrún (o al menos eso creyó de un primer vistazo), pero Sekkeh...
«Decidme que no llegamos tarde, por favor.»
Echó a correr hasta el cuerpo del rubio, haciendo un gesto que bien podía significar "hola" y "tiempo muerto" a los demás al llegar a su lado. Le sorprendió la amabilidad de Roaxen con la idrina, la cual a simple vista se mantenía igual a excepción de la extraña niebla que se condensaba a su alrededor, y aunque la curiosidad le picase de forma brutal por saber que había pasado, tenía que ocuparse del rubio primero. El intara parecía inconsciente, y ¿había estado echando humo? Después de observar a Rasqa y a Ruth, supuso de forma errónea que su transformación consistiese en algo por el estilo. La cantidad de sangre que había a su alrededor, sumado a las grietas que se habían formado en torno a su cuerpo le hicieron un terrible nudo en la garganta. Se agachó junto a él, esperando no poner nerviosa a Irianna por su reciente pérdida de cabeza, reconsiderando el pinchar el cuerpo de su amigo con un palo por si acaso quemaba, sudaba ácido o similares: por lo visto el xolnita había tenido la misma idea que él segundos atrás.
«¿Qué es lo que ha pasado?» —dejó la libreta en el suelo para poder pinchar un costado de Sekkeh con el bolígrafo, tratando de ocultar la angustia de sus pensamientos.— «¿Y Sigrún?»
- ♪♫♬:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
30/09/15, 11:17 pm
Al principio apenas fue consciente de que Roaxen estaba hablándole, pero el contacto de su mano en el hombro le hizo sobresaltarse, provocando que la niebla se dispersase un poco. Levantó la cabeza de sus rodillas, aunque su mirada se clavó en el cuerpo humeante, aunque cada vez menos, de Sekkeh y permaneció rígida en aquella postura, sin mirar hacia el xolnita. Mientras escuchaba al capellán tratando de infundirle ánimo, ella tan solo temblaba ligeramente. No tenía muy claro por qué lo hacía; no sabía si era el contacto de la mano en su hombro o si había empezado a asimilar todo lo que estaba pasando y ello se manifestaba de aquella forma. Probablemente ambas cosas. Tan solo se giró hacia Roaxen cuando le tendió una mano. Una de las suyas comenzó a moverse por inercia, dubitativa. Pero sabía que el xolnita tenía razón. Ella era la única en buenas condiciones y los demás le necesitaban. En aquel instante, mientras observaba los el vacío infinito que eran ahora los ojos del capellán, se sintió terriblemente egoísta. Pero no podía permitir mortificarse por ello en aquel instante.
Dejó caer su mano antes de llegar a tocar la de Roaxen, no obstante, cuando sintió a Varsai lanzarse hacia ella a una velocidad imposible. Fue entonces cuando vio por primera vez los cambios que habían sufrido ella y Devoss… Apenas podía creérselo. El lametón de la varmana no consiguió reacción alguna en ella, pues todavía estaba asimilando que se habían transformado en felinos. No sabía que decir, e inconscientemente colocó una de sus manos sobre la cabeza peluda del leopardo que era Varsai mientras observaba como el tigre que antes había sido humano se sentaba cerca.
—¿Por qué os ha sucedido esto y yo…? ¡Jace!
La voz en su mente le hizo mirar en dirección al estadounidense y, aunque ya había captado algo imposible en él con anterioridad, no fue hasta que lo vio con sus propios ojos que se dio cuenta de que era lo que había sucedido con él. Nadie mejor que ella podía saber en aquel momento con toda certeza, estando en el interior de la niebla, que seguía vivo, pero parecía que aquella noche iba a necesitar deshacerse de la lógica para prevenir intentar despertar de alguna clase de pesadilla que incluía una buena dosis de imaginación. La impresión inicial le había hecho levantarse de golpe, no obstante, y el banco de niebla había vuelto a expandirse, haciéndose el elemento alrededor del grupo menos espeso y por tanto permitiendo mejor visibilidad.
—Sekkeh está vivo, puedo sentirlo —le aseguró al humano sin ser capaz de despegar la mirada del lugar que antes había ocupado su cabeza.
El humo que surgía de su cuello se entremezclaba con la niebla, aunque ella de alguna manera era capaz de notar de forma definida donde empezaba y terminaba cada uno, como si alguien hubiese marcado con tinta el contorno del humo que emanaba de Jace.
>>Tal vez sea una pregunta estúpida pero… ¿estás bien, Jace? Quiero decir… Ya sabes… —Sacudió la cabeza, tratando de ordenar sus pensamientos—. Sigrún está muerto, su cuerpo está ahí —se apresuró a responder a su pregunta, señalando en la dirección debida—. Él… intentó atacarnos a Sekkeh y a mí, controlaba alguna clase de seres invisibles.
Quiso seguir explicándose y aclarar lo que había ocurrido, pero un nudo en su garganta la previno de continuar mientras se fijaba en qué era lo que había hecho Roaxen sobre el cadáver del albino. Se vio obligada a desterrar los recuerdos que tenía en común con el difunto, de cuando practicaban magia juntos. Necesitaba endurecerse. Al fin y al cabo él había matado a Vorela y sentir alguna clase de compasión por un asesino no iba a ayudarla en nada. Pero no era tan sencillo, especialmente cuando había existido una posibilidad de que ella hubiese podido evitar la muerte de la libense.
Dejó caer su mano antes de llegar a tocar la de Roaxen, no obstante, cuando sintió a Varsai lanzarse hacia ella a una velocidad imposible. Fue entonces cuando vio por primera vez los cambios que habían sufrido ella y Devoss… Apenas podía creérselo. El lametón de la varmana no consiguió reacción alguna en ella, pues todavía estaba asimilando que se habían transformado en felinos. No sabía que decir, e inconscientemente colocó una de sus manos sobre la cabeza peluda del leopardo que era Varsai mientras observaba como el tigre que antes había sido humano se sentaba cerca.
—¿Por qué os ha sucedido esto y yo…? ¡Jace!
La voz en su mente le hizo mirar en dirección al estadounidense y, aunque ya había captado algo imposible en él con anterioridad, no fue hasta que lo vio con sus propios ojos que se dio cuenta de que era lo que había sucedido con él. Nadie mejor que ella podía saber en aquel momento con toda certeza, estando en el interior de la niebla, que seguía vivo, pero parecía que aquella noche iba a necesitar deshacerse de la lógica para prevenir intentar despertar de alguna clase de pesadilla que incluía una buena dosis de imaginación. La impresión inicial le había hecho levantarse de golpe, no obstante, y el banco de niebla había vuelto a expandirse, haciéndose el elemento alrededor del grupo menos espeso y por tanto permitiendo mejor visibilidad.
—Sekkeh está vivo, puedo sentirlo —le aseguró al humano sin ser capaz de despegar la mirada del lugar que antes había ocupado su cabeza.
El humo que surgía de su cuello se entremezclaba con la niebla, aunque ella de alguna manera era capaz de notar de forma definida donde empezaba y terminaba cada uno, como si alguien hubiese marcado con tinta el contorno del humo que emanaba de Jace.
>>Tal vez sea una pregunta estúpida pero… ¿estás bien, Jace? Quiero decir… Ya sabes… —Sacudió la cabeza, tratando de ordenar sus pensamientos—. Sigrún está muerto, su cuerpo está ahí —se apresuró a responder a su pregunta, señalando en la dirección debida—. Él… intentó atacarnos a Sekkeh y a mí, controlaba alguna clase de seres invisibles.
Quiso seguir explicándose y aclarar lo que había ocurrido, pero un nudo en su garganta la previno de continuar mientras se fijaba en qué era lo que había hecho Roaxen sobre el cadáver del albino. Se vio obligada a desterrar los recuerdos que tenía en común con el difunto, de cuando practicaban magia juntos. Necesitaba endurecerse. Al fin y al cabo él había matado a Vorela y sentir alguna clase de compasión por un asesino no iba a ayudarla en nada. Pero no era tan sencillo, especialmente cuando había existido una posibilidad de que ella hubiese podido evitar la muerte de la libense.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
02/10/15, 07:11 am
???
Algo herido en el orgullo, el ulterano retiró su mano, como si le hubieran quemado. Sentia que la idrina no terminaba de fiarse de el, aun a pesar que no hubiera creado ningun altercado en los últimos meses y, si acaso, habia estado trabajando dentro de lo que podia por la armonia en aquel zoo de alienigenas. O quizás era su nuevo y horrible aspecto. Si algo sabia, era que el mismo no se fiaria de alguien con su porte.
Y en seguida llegó el circo para descubrir la situación, el xolnita entonces habia optado por lentamente desfasarse en el colectivo de aquel pequeño grupo, pero manteniendo ciertas distancias.
No era más que ruido de fondo, pero el ulterano comenzó a sentir ganas de vomitar y, si algo sabia el por experiencia, era que este último vómito no era de bilis sino de palabras y el mantenerse callado le resultó un suplicio.
-Jace y todos los demás están bien. Salvo el reptil, que tenia mala pinta, pero un "medico" y un sequito de monstruos se ha quedado con el. Si me preguntasen a mi, yo le hubiera pedido la licencia antes de dejarle a dos metros de nadie.-respondió distraidamente.-Y, ¡Ah! ya que es cierto. Los "ciudadanos" de esta ciudad ya nos pueden saludar y comentar, jocosamente, lo mucho que sufrieron durante sus cosechas con nostalgia brillando en sus nuevos y multiples monstruosos ojos.-dijo con una voz ridicula, para luego volver a sonar serio y amargado.-Una parodia de civilización, eso es lo que esta ciudad es.-
Algo herido en el orgullo, el ulterano retiró su mano, como si le hubieran quemado. Sentia que la idrina no terminaba de fiarse de el, aun a pesar que no hubiera creado ningun altercado en los últimos meses y, si acaso, habia estado trabajando dentro de lo que podia por la armonia en aquel zoo de alienigenas. O quizás era su nuevo y horrible aspecto. Si algo sabia, era que el mismo no se fiaria de alguien con su porte.
Y en seguida llegó el circo para descubrir la situación, el xolnita entonces habia optado por lentamente desfasarse en el colectivo de aquel pequeño grupo, pero manteniendo ciertas distancias.
No era más que ruido de fondo, pero el ulterano comenzó a sentir ganas de vomitar y, si algo sabia el por experiencia, era que este último vómito no era de bilis sino de palabras y el mantenerse callado le resultó un suplicio.
-Jace y todos los demás están bien. Salvo el reptil, que tenia mala pinta, pero un "medico" y un sequito de monstruos se ha quedado con el. Si me preguntasen a mi, yo le hubiera pedido la licencia antes de dejarle a dos metros de nadie.-respondió distraidamente.-Y, ¡Ah! ya que es cierto. Los "ciudadanos" de esta ciudad ya nos pueden saludar y comentar, jocosamente, lo mucho que sufrieron durante sus cosechas con nostalgia brillando en sus nuevos y multiples monstruosos ojos.-dijo con una voz ridicula, para luego volver a sonar serio y amargado.-Una parodia de civilización, eso es lo que esta ciudad es.-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
02/10/15, 10:18 pm
Varsai siguió tumbada junto a Irianna y ronroneó más fuerte cuando ésta le acarició la cabeza.
Ignoró la pregunta hacia Jace ya que evidentemente el humano estaba bien, descabezado quizá pero bien al fin y al cabo. Lo que le molestó mucho fue el comentario de Roaxen, él había ido en contra del grupo durante meses, aún seguía siendo desagradable con bastante gente y para colmo ni siquiera sabía el nombre de Rasqa. Echaba pestes del humano que les había ayudado cuando todo lo que había hecho él era quejarse.
Poniendo los ojos en blanco la leopardo se levantó y le soltó un bufido que básicamente sonaba a "Cállate". Le hizo gestos a Irianna para que se levantase y luego fue a comprobar el cuerpo de Sekkeh que aún humeaba levemente.
Sería mejor que fuesen regresando al torreón antes de que alguna bestia decidiese ir tras ellos.
Ignoró la pregunta hacia Jace ya que evidentemente el humano estaba bien, descabezado quizá pero bien al fin y al cabo. Lo que le molestó mucho fue el comentario de Roaxen, él había ido en contra del grupo durante meses, aún seguía siendo desagradable con bastante gente y para colmo ni siquiera sabía el nombre de Rasqa. Echaba pestes del humano que les había ayudado cuando todo lo que había hecho él era quejarse.
Poniendo los ojos en blanco la leopardo se levantó y le soltó un bufido que básicamente sonaba a "Cállate". Le hizo gestos a Irianna para que se levantase y luego fue a comprobar el cuerpo de Sekkeh que aún humeaba levemente.
Sería mejor que fuesen regresando al torreón antes de que alguna bestia decidiese ir tras ellos.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Avenida de las Casas Carnívoras
03/10/15, 01:49 pm
Como era de esperar la idrina se quedó pasmada. Incluso a él le resultaba raro,hace nada era un humano con miedo al astro rojo. Y ahora era un felino sentado en el suelo de una ciudad asesina. Estaba muy preocupado por Sekk, no sabía lo que le había pasado para que estuviera tirado de esa manera. Miró el cuerpo muerto de Sigrún sin dolor, había intentado matar a sus compañeros. <<Que se joda, demasiado teníamos que aguantar para que este también fuera un problema>>
El comentario del ulterano lo sacó de quicio, como siempre hacía. Ya le era al holandés difícil controlar sus instintos, más aún si venía un mono a repartir folletos en un día apocalíptico y Roaxen diciendo gilipolleces. Le habría contestado un “Si, esto es una parodia de civilización. Lo sabemos desde que llegamos a este mundo. ¡Pero claro! ¿Cómo ibas a saberlo tú si has estado todo el rato metido en esa habitación y sólo salías para molestarnos?” Pero por desgracia no estaba capacitado para hablar bajo esa forma.
Hizo un gruñido dando a entender al igual que Varsai su desacuerdo. Ese humano había hecho más por ellos que la cizaña en todo un año. Se levantó y esperó a que los demás estuvieran listos para irse. <<Espero que Sekk despierte para que le pegue a Roaxen otro puñetazo>>
El comentario del ulterano lo sacó de quicio, como siempre hacía. Ya le era al holandés difícil controlar sus instintos, más aún si venía un mono a repartir folletos en un día apocalíptico y Roaxen diciendo gilipolleces. Le habría contestado un “Si, esto es una parodia de civilización. Lo sabemos desde que llegamos a este mundo. ¡Pero claro! ¿Cómo ibas a saberlo tú si has estado todo el rato metido en esa habitación y sólo salías para molestarnos?” Pero por desgracia no estaba capacitado para hablar bajo esa forma.
Hizo un gruñido dando a entender al igual que Varsai su desacuerdo. Ese humano había hecho más por ellos que la cizaña en todo un año. Se levantó y esperó a que los demás estuvieran listos para irse. <<Espero que Sekk despierte para que le pegue a Roaxen otro puñetazo>>
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