Bahía de los Naufragios
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Bahía de los Naufragios
02/08/11, 06:21 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Esta playa no es de arena, sino que está hecha de diminutos trozos de concha y cristal pulido que brillan cuando les da la luz, algo que no pasa muy a menudo, pues la playa está a la sombra de los acantilados, y solo se puede llegar a ella a través de un estrecho pasaje entre la roca. Una ingente cantidad de barcos naufragados y maderos descansan allí.
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
25/03/19, 02:02 pm
-Eh, yo no pienso nada, eres tú el que preguntaba que qué pretendía hacerte -se quejó Zmey.
El piromante notó cómo Evelhan se tensaba ligeramente y su boca se curvó en una sonrisa torcida que se aseguró de ocultar. Provocar ese tipo de reacciones le alimentaban el ego, era algo que había aprendido en Libo, con las atenciones de Nai. Se abrazó más a la cintura del otro chico.
-Sé que eres fuerte, pero en esta ciudad nunca se sabe -dijo, ladeando la cabeza para mirar a Evelhan a los ojos -Ya has visto que ha muerto hasta gente del Consejo.
No quería pensar más en ello, aún tenía que comprobar la seguridad de algunos conocidos y le daba bastante miedo. La muerte de personas cercanas le desconcertaba, no sabía cómo debía reaccionar, sus sentimientos no cuadraban o simplemente no llegaban, y cuando no llegaban era cuando más se sentía como un monstruo.
Zmey se dejó mimar por Evelhan, con la mirada centrada en el movimiento de su boca, en cómo el viento le movía el pelo. Atrapó uno de los dulces que había elegido y se metió un trozo en la boca de manera distraída.
-Yo no tengo dragones. Aún -dijo con una media sonrisa -¿Qué ideas son esas que tienes?
**
-Meh, no es horrible, supongo -respondió Rena con una media sonrisa al comentario sobre Milo, probando a picar al humano. -Y sí, por lo que llevo visto en esta ciudad no creo que me sea muy difícil encontrar mi tipo.
Lo cierto es que ya había conocido a alguien que era justo su tipo, pero echarse un noviete no estaba entre sus prioridades en ese momento, antes tenía que acostumbrarse a ser un oso a ratos, dejar de ser manca, conseguir trabajo… Demasiadas cosas que requerían su atención, y pensar en ello solo le daba ganas de dar otro trago pero Rox estaba disponiendo de la botella y cuando acabó la clavó en la arena. Hizo un mohín. Una vez se había acostumbrado al sabor raro no estaba tan mal ese alcohol, sentía un hormigueo agradable, como una calidez que se le reflejaba en la cara y que hacía que de pronto todo fuera muy gracioso.
-Bueno, ahora no hay nadie intentando asesinarnos, no estamos a punto de morir, Milo se ha vestido de manera decente desde que lo conoces... Bien pensado no es tan mal momento para coscarse.
Habían tenido un respiro real por primera vez en mucho, mucho tiempo, las cosas estaban empezando a asentarse y tenía cierto sentido que fuese el momento de darse cuenta que podían sentir algo aparte de miedo. Rena soltó un largo suspiro, al que siguió un ataque de risa cuando vio a Rox con hocico irrense.
-¡No me lo puedo creer! ¿A ver? -Entre carcajadas le levantó a camiseta a su amigo -No, aún no tienes bastantes pezones, inténtalo otra vez. -Intentó recomponerse pero parecía que la risa no paraba. Tomó aire varias veces para calmarse -Vale, ahora en serio, dudo que Milo le de mucha importancia. De todas formas una vez conocí a un pavo en Irraria que veía porno de escarabajos y algo me dice que nuestro querido empanado tiene un lado friki, ten cuidado con él.
Volvió a darle la risa, tanto que no vio a Zobriel acercarse hasta que lo tuvieron prácticamente encima. A Rena se le cortó de pronto el ataque. ¿En serio? ¿Es que ese niño no era capaz de leer el ambiente?
-Perdona Zob pero estamos teniendo una conversación privada y esta botella es nuestra, pero por allí hay como chorrocientas botellas de lo mismo, sírvete.
No iba a andarse con muchos rodeos, si el basilisco no se daba por enterado Rena sería más explícita si cabe y si hacía falta lo patearía de vuelta con el resto del grupo.
El piromante notó cómo Evelhan se tensaba ligeramente y su boca se curvó en una sonrisa torcida que se aseguró de ocultar. Provocar ese tipo de reacciones le alimentaban el ego, era algo que había aprendido en Libo, con las atenciones de Nai. Se abrazó más a la cintura del otro chico.
-Sé que eres fuerte, pero en esta ciudad nunca se sabe -dijo, ladeando la cabeza para mirar a Evelhan a los ojos -Ya has visto que ha muerto hasta gente del Consejo.
No quería pensar más en ello, aún tenía que comprobar la seguridad de algunos conocidos y le daba bastante miedo. La muerte de personas cercanas le desconcertaba, no sabía cómo debía reaccionar, sus sentimientos no cuadraban o simplemente no llegaban, y cuando no llegaban era cuando más se sentía como un monstruo.
Zmey se dejó mimar por Evelhan, con la mirada centrada en el movimiento de su boca, en cómo el viento le movía el pelo. Atrapó uno de los dulces que había elegido y se metió un trozo en la boca de manera distraída.
-Yo no tengo dragones. Aún -dijo con una media sonrisa -¿Qué ideas son esas que tienes?
**
-Meh, no es horrible, supongo -respondió Rena con una media sonrisa al comentario sobre Milo, probando a picar al humano. -Y sí, por lo que llevo visto en esta ciudad no creo que me sea muy difícil encontrar mi tipo.
Lo cierto es que ya había conocido a alguien que era justo su tipo, pero echarse un noviete no estaba entre sus prioridades en ese momento, antes tenía que acostumbrarse a ser un oso a ratos, dejar de ser manca, conseguir trabajo… Demasiadas cosas que requerían su atención, y pensar en ello solo le daba ganas de dar otro trago pero Rox estaba disponiendo de la botella y cuando acabó la clavó en la arena. Hizo un mohín. Una vez se había acostumbrado al sabor raro no estaba tan mal ese alcohol, sentía un hormigueo agradable, como una calidez que se le reflejaba en la cara y que hacía que de pronto todo fuera muy gracioso.
-Bueno, ahora no hay nadie intentando asesinarnos, no estamos a punto de morir, Milo se ha vestido de manera decente desde que lo conoces... Bien pensado no es tan mal momento para coscarse.
Habían tenido un respiro real por primera vez en mucho, mucho tiempo, las cosas estaban empezando a asentarse y tenía cierto sentido que fuese el momento de darse cuenta que podían sentir algo aparte de miedo. Rena soltó un largo suspiro, al que siguió un ataque de risa cuando vio a Rox con hocico irrense.
-¡No me lo puedo creer! ¿A ver? -Entre carcajadas le levantó a camiseta a su amigo -No, aún no tienes bastantes pezones, inténtalo otra vez. -Intentó recomponerse pero parecía que la risa no paraba. Tomó aire varias veces para calmarse -Vale, ahora en serio, dudo que Milo le de mucha importancia. De todas formas una vez conocí a un pavo en Irraria que veía porno de escarabajos y algo me dice que nuestro querido empanado tiene un lado friki, ten cuidado con él.
Volvió a darle la risa, tanto que no vio a Zobriel acercarse hasta que lo tuvieron prácticamente encima. A Rena se le cortó de pronto el ataque. ¿En serio? ¿Es que ese niño no era capaz de leer el ambiente?
-Perdona Zob pero estamos teniendo una conversación privada y esta botella es nuestra, pero por allí hay como chorrocientas botellas de lo mismo, sírvete.
No iba a andarse con muchos rodeos, si el basilisco no se daba por enterado Rena sería más explícita si cabe y si hacía falta lo patearía de vuelta con el resto del grupo.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Bahía de los Naufragios
25/03/19, 06:31 pm
PELUSA
Como imaginó a Etne le llamó la atención el pájaro que iba junto a unos de los veteranos que les hablaban y que no tardaron en presentarse, aunque de oír que el pájaro no era precisamente un ave normal le produzco a Pelusa una cierta precaución. Aun así imaginaba que sino lo era Eitne no podría usar su habilidad con el. La disculpa de Nime también llego en un buen momento haciendo que la spriggan se relajase un poco mas y intentara dejar estar en tensión por un rato. Realmente el airecillo de la bahía la mantenía tensa todo el tiempo y afectaba a su comportamiento que no paraba de estar en alerta, era agotador.
Pronto el chico llamado Wheem los presento a ambos y Pelusa le miró con curiosidad. Por un instante miro a su alrededor intentando ver si su dominio rondaba alrededor suya como pasaba con la bola de cobre de Milo, pero no vio nada sospechosos a simple vista. La niña se pregunto de que seria brujo. Pero definitivamente lo que las llamo su atención fue escuchar que Vanyme no era un bendecido o lo que era igual no era un transformado como todos ellos. <<¿Eh? Puedes ser cosechado y acabar no transformándote en algo? >> la expresión confundida de Pelusa era mas que evidente, mas se le hacia demasiado directo preguntar por si tocaba una mina que no debía. No existía tanta confianza.
Aun así aunque no pregunto si expreso su confusión de forma ligera.
-No sabía que había habitantes en la ciudad que no fuesen los bendecidos por la Luna– en su tono no había malicia alguna sino sincera y genuina confusión y curiosidad, mas no quiso indagar mas en ello por evitar la mina en si misma y prefirió responder a Wheen tras mirar a sus amigos- No podemos quejarnos...vivimos todo en el mismo refugio, así que al menos estamos juntos en todo esto. Aunque perdimos un par de personas en la pesadilla- susurró Pelusa no queriendo revivirlo demasiado para no entristecer especialmente a Nime y Eitne. Miro a Wheem por un momento ante su preocupación- ¿Los de maciel? Se encuentran todos en la sede con nosotros, la mayoría ha venido así que están ahora mismo por la bahía, creo recordar.- explico Pelusa buscándolo vagamente con la mirada pero siendo ella baja y habiendo tantas piernas y colas varias de por medio se hacía difícil. Al que si vio acercarse a ellos fue a Zobriel que pareció no darse cuenta de que tenia a Wheem y Vanyme delante, Pelusa miro de reojo a ambos ante eso.
Pelusa no tuvo tiempo de decirle nada a Zobriel, que le informo sobre como había ido todo con Giz antes de finalmente alejarse de nuevo. Pelusa parpadeo abriendo ligeramente la boca con confusión, frunciendo el ceño.
-El es un compañero de torreón, se llama Zobriel, creo que el alcohol no le sienta muy bien - dijo a Vanyme y Wheem antes de nada, aun extrañada. Buscó de nuevo al basilisco con la mirada como pudo, hasta que lo ubico para su espanto dirigiéndose directamente, cual flecha bien apuntada hacia la zona lejana donde se había ido antes Rena con Rox. Pelusa contuvo el impulso de golpearse la frente con su mano con toda la fuerza de su ser, así que como de no mostrar su exasperación en público.
Incluso sino sabía con exactitud de que andaban hablando Rox y Rena, solo tenia una vaga idea. El simple hecho de que se hubieran apartado del grupo, era indicativo suficiente para Pelusa de que necesitaban hablar en privado, sin mas. <<¿¡Como es posible que no te des cuenta, Zobriel!? ¡Las gafas no son tan oscuras para que tu no veas! ¿Por que estoy rodeada de tanto lerdo? >> pensó Pelusa con resignación. Imaginaba que apenas lo viesen llegar ya fuese Rox o Rena lo despacharían lejos de buenas maneras, pero también conocía lo suficiente al basilisco como para imaginarse que con lo tímido que era, capaz se montase historias mentales deprimentes.
-Perdona, ahora mismo vuelvo- dijo Pelusa con un profundo suspiro, antes de perderse con rápidos pasitos entre la gente hasta la zona apartada donde se encontraba Rox y Rena. Miro a ambos significativamente, con claro indicio de que no pretendía molestar antes de poner su mano sobre el hombro de Zobriel que estaba sentado, también de forma significativa. Había logrado escuchar las ultimas palabras de Rena al acercarse.- ¿Que haces aquí? Hazle caso a Rena y déjales hablar tranquilos, Zob -dijo la niña frunciendo un poco el ceño- Ven, hay mas para beber y comer en las mesas, tiene que contarme un poco mejor como fue todo con el genemante, que te fuiste muy rápido y apenas me enteré - dijo Pelusa al final paciente, agarrando del brazo a Zobriel con clara intención de que se levantara y llevarlo consigo donde estaba Milo, Nime y Eitne, aunque tuviera que usar toda su nueva fuerza adquirida para ello si se ponía terco. << En serio...estos seres vivos que poseen genitales masculinos desde su nacimiento, no saben leer el ambiente...>> pensó Pelusa dirigiéndole un atenta mirada a Zobriel cuando agarró su mano para llevarlo consigo donde el resto, sin aceptar replica alguna.
-Me llevo a este tipo, no bebáis mucho- dijo a Rox y Rena vagamente antes de llevarse a Zobriel consigo que no ponía mucha resistencia, para su buena suerte.
---
DÉDALO
La reacción de Enredo a su broma fue menos violenta de lo que esperaba. No se quejaba de eso realmente, a nadie le gustaba recibir un puñetazo por que si. Aunque en este caos bien se lo hubiera merecido, no tenÍa duda alguna.
-Yo me esperaba hasta un puñetazo y todo...- aseguró el cambiante sonriendo al verlo tan animado tras el susto- ¡Ah! Pero no te sientas con el deber de tener que hacerlo para contentarme, no es necesario.- añadió Dédalo con un tono juguetón, mientras volvía a dejar a Enredo en el suelo justo en el momento en que un joven idrino se les acercaba con clara extrañeza en su expresión. El cambiante le miro interesado, claramente no reconociéndolo, viendo como se acercaba a ellos con cautela. Miró a Enredo con expresión interrogante.
-Encantado de conocerte ¿Es la primera vez que escuchas de mi por un casual? -preguntó el cambiante sonriendole mirándolo con una atención no invasiva antes de mirar de reojo a su amigo- Por que no me digas que no sabia que vivías con alguien mas. Que rápido me diste por desaparecido, enredaderas.- dijo a Enredo, escuchando su voz en su mente pidiéndole que no preguntara anda sobre el idrino.
Dédalo hizo caso, pues imaginaba que el chico no era un transformado como ellos o de ser así Enredo no estaría siendo tan reservado sobre los motivos de que ahora viviera con ellos. No dudo en responder dejando que su voz danzase en su mente para que Enredo la captase <<”De acuerdo, pretendo ya quedarme aquí, así que hay tiempo de sobra. Tienes muchas cosas que contarme también y no me refiero solo sobre Irdil. Aun tengo que averiguar como están los demás”>> dijo intentando infringir en su voz mental un cierto tono de intriga y preocupación, mientras su expresión se mantenía claramente tranquila y despreocupada para no inquietar al idrino.
-Imagino que si estas trabajando junto a Enredo habrás visto gente muy rara. - añadió dirigiéndose de nuevo a Irdil confiado- No tienes que preocuparte mucho conmigo en eso. Soy solo un cambiante. -añadió encogiéndose de hombros con simplicidad pues tampoco quería tener al nuevo ayudante de Enredo tenso en su propia casa por temor a que fuese a hacerle algo, pues no era el caso- Así que espero podamos llevarnos bien, Irdil.
Como imaginó a Etne le llamó la atención el pájaro que iba junto a unos de los veteranos que les hablaban y que no tardaron en presentarse, aunque de oír que el pájaro no era precisamente un ave normal le produzco a Pelusa una cierta precaución. Aun así imaginaba que sino lo era Eitne no podría usar su habilidad con el. La disculpa de Nime también llego en un buen momento haciendo que la spriggan se relajase un poco mas y intentara dejar estar en tensión por un rato. Realmente el airecillo de la bahía la mantenía tensa todo el tiempo y afectaba a su comportamiento que no paraba de estar en alerta, era agotador.
Pronto el chico llamado Wheem los presento a ambos y Pelusa le miró con curiosidad. Por un instante miro a su alrededor intentando ver si su dominio rondaba alrededor suya como pasaba con la bola de cobre de Milo, pero no vio nada sospechosos a simple vista. La niña se pregunto de que seria brujo. Pero definitivamente lo que las llamo su atención fue escuchar que Vanyme no era un bendecido o lo que era igual no era un transformado como todos ellos. <<¿Eh? Puedes ser cosechado y acabar no transformándote en algo? >> la expresión confundida de Pelusa era mas que evidente, mas se le hacia demasiado directo preguntar por si tocaba una mina que no debía. No existía tanta confianza.
Aun así aunque no pregunto si expreso su confusión de forma ligera.
-No sabía que había habitantes en la ciudad que no fuesen los bendecidos por la Luna– en su tono no había malicia alguna sino sincera y genuina confusión y curiosidad, mas no quiso indagar mas en ello por evitar la mina en si misma y prefirió responder a Wheen tras mirar a sus amigos- No podemos quejarnos...vivimos todo en el mismo refugio, así que al menos estamos juntos en todo esto. Aunque perdimos un par de personas en la pesadilla- susurró Pelusa no queriendo revivirlo demasiado para no entristecer especialmente a Nime y Eitne. Miro a Wheem por un momento ante su preocupación- ¿Los de maciel? Se encuentran todos en la sede con nosotros, la mayoría ha venido así que están ahora mismo por la bahía, creo recordar.- explico Pelusa buscándolo vagamente con la mirada pero siendo ella baja y habiendo tantas piernas y colas varias de por medio se hacía difícil. Al que si vio acercarse a ellos fue a Zobriel que pareció no darse cuenta de que tenia a Wheem y Vanyme delante, Pelusa miro de reojo a ambos ante eso.
Pelusa no tuvo tiempo de decirle nada a Zobriel, que le informo sobre como había ido todo con Giz antes de finalmente alejarse de nuevo. Pelusa parpadeo abriendo ligeramente la boca con confusión, frunciendo el ceño.
-El es un compañero de torreón, se llama Zobriel, creo que el alcohol no le sienta muy bien - dijo a Vanyme y Wheem antes de nada, aun extrañada. Buscó de nuevo al basilisco con la mirada como pudo, hasta que lo ubico para su espanto dirigiéndose directamente, cual flecha bien apuntada hacia la zona lejana donde se había ido antes Rena con Rox. Pelusa contuvo el impulso de golpearse la frente con su mano con toda la fuerza de su ser, así que como de no mostrar su exasperación en público.
Incluso sino sabía con exactitud de que andaban hablando Rox y Rena, solo tenia una vaga idea. El simple hecho de que se hubieran apartado del grupo, era indicativo suficiente para Pelusa de que necesitaban hablar en privado, sin mas. <<¿¡Como es posible que no te des cuenta, Zobriel!? ¡Las gafas no son tan oscuras para que tu no veas! ¿Por que estoy rodeada de tanto lerdo? >> pensó Pelusa con resignación. Imaginaba que apenas lo viesen llegar ya fuese Rox o Rena lo despacharían lejos de buenas maneras, pero también conocía lo suficiente al basilisco como para imaginarse que con lo tímido que era, capaz se montase historias mentales deprimentes.
-Perdona, ahora mismo vuelvo- dijo Pelusa con un profundo suspiro, antes de perderse con rápidos pasitos entre la gente hasta la zona apartada donde se encontraba Rox y Rena. Miro a ambos significativamente, con claro indicio de que no pretendía molestar antes de poner su mano sobre el hombro de Zobriel que estaba sentado, también de forma significativa. Había logrado escuchar las ultimas palabras de Rena al acercarse.- ¿Que haces aquí? Hazle caso a Rena y déjales hablar tranquilos, Zob -dijo la niña frunciendo un poco el ceño- Ven, hay mas para beber y comer en las mesas, tiene que contarme un poco mejor como fue todo con el genemante, que te fuiste muy rápido y apenas me enteré - dijo Pelusa al final paciente, agarrando del brazo a Zobriel con clara intención de que se levantara y llevarlo consigo donde estaba Milo, Nime y Eitne, aunque tuviera que usar toda su nueva fuerza adquirida para ello si se ponía terco. << En serio...estos seres vivos que poseen genitales masculinos desde su nacimiento, no saben leer el ambiente...>> pensó Pelusa dirigiéndole un atenta mirada a Zobriel cuando agarró su mano para llevarlo consigo donde el resto, sin aceptar replica alguna.
-Me llevo a este tipo, no bebáis mucho- dijo a Rox y Rena vagamente antes de llevarse a Zobriel consigo que no ponía mucha resistencia, para su buena suerte.
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DÉDALO
La reacción de Enredo a su broma fue menos violenta de lo que esperaba. No se quejaba de eso realmente, a nadie le gustaba recibir un puñetazo por que si. Aunque en este caos bien se lo hubiera merecido, no tenÍa duda alguna.
-Yo me esperaba hasta un puñetazo y todo...- aseguró el cambiante sonriendo al verlo tan animado tras el susto- ¡Ah! Pero no te sientas con el deber de tener que hacerlo para contentarme, no es necesario.- añadió Dédalo con un tono juguetón, mientras volvía a dejar a Enredo en el suelo justo en el momento en que un joven idrino se les acercaba con clara extrañeza en su expresión. El cambiante le miro interesado, claramente no reconociéndolo, viendo como se acercaba a ellos con cautela. Miró a Enredo con expresión interrogante.
-Encantado de conocerte ¿Es la primera vez que escuchas de mi por un casual? -preguntó el cambiante sonriendole mirándolo con una atención no invasiva antes de mirar de reojo a su amigo- Por que no me digas que no sabia que vivías con alguien mas. Que rápido me diste por desaparecido, enredaderas.- dijo a Enredo, escuchando su voz en su mente pidiéndole que no preguntara anda sobre el idrino.
Dédalo hizo caso, pues imaginaba que el chico no era un transformado como ellos o de ser así Enredo no estaría siendo tan reservado sobre los motivos de que ahora viviera con ellos. No dudo en responder dejando que su voz danzase en su mente para que Enredo la captase <<”De acuerdo, pretendo ya quedarme aquí, así que hay tiempo de sobra. Tienes muchas cosas que contarme también y no me refiero solo sobre Irdil. Aun tengo que averiguar como están los demás”>> dijo intentando infringir en su voz mental un cierto tono de intriga y preocupación, mientras su expresión se mantenía claramente tranquila y despreocupada para no inquietar al idrino.
-Imagino que si estas trabajando junto a Enredo habrás visto gente muy rara. - añadió dirigiéndose de nuevo a Irdil confiado- No tienes que preocuparte mucho conmigo en eso. Soy solo un cambiante. -añadió encogiéndose de hombros con simplicidad pues tampoco quería tener al nuevo ayudante de Enredo tenso en su propia casa por temor a que fuese a hacerle algo, pues no era el caso- Así que espero podamos llevarnos bien, Irdil.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Bahía de los Naufragios
25/03/19, 09:36 pm
Alice
Había de todo en la fiesta. Gente por libre o en grupos, gente agobiada como alguna roquense unos metros más allá, gente divirtiéndose con más o menos pudor, como su amigo el brugho... Y sus onyces de acá para allá, husmeando sin molestar, volando de un sitio a otro, observando y criticándolo todo en silencio entre ellas. Pero tampoco es que hubiera mucho ambiente para la bruja, como en la Taberna, como para ponerse a bailar o conocer a otros vecinos. Era raro. Pero no más raro que ver a un pingüino seguido por manos de sombras. <<Espera, ¿qué?>>
La bruja miraba de hito en hito a la onyce que se lo había dicho, con el corazón en el pecho. No podía ser cierto. <<¿Y si...?>> Se asustó, pues aunque sabía que algún día podía encontrarse con más onycemantes, no esperaba que fuera tan pronto. Pero como estaba mentalmente preparada para aquel percance y aún no había notado nada raro en ellas, pudo contener la calma para indagar con sus informadoras: aunque no sabían qué eran esas manos sí sabían que eran "vecinas" de otro plano. Al menos no eran sombras como las suyas, por lo que respiraría tranquila.
Con todo, despertó su curiosidad. La de la bruja y la de sus sombras. ¿Qué serían? ¿De qué serían capaces? Sus onyces no le habían hablado de transformados así con antelación, así que ¿quizá era un novato? Tuvo que calmarlas antes de decidirse a acercarse, porque les había contagiado el susto y la tensión. Pero tampoco estaba segura de mostrarse con ellas. Si era novato, podría asustarse, y si era alguien que hubiera estado recluido o alejado de la urbe, podría tener la misma reacción que la propia bruja, y lo que menos quería era provocar un conflicto. Así que se metió entre la ropa a las dos o tres que siempre le acompañaban, a una la dejó de serpiente informadora a ras del suelo, y al resto las mandó a guardarle el sitio junto a la mesa de comida. El grueso de su horda le esperaba en Serpentaria, porque no sabía qué hacer con tantas onyces en eventos públicos como aquel.
Le salió el tiro por la culata. Había demasiada gente allí, sencillamente, y ya desde lejos sabía que el supuesto brujo estaba con otros desconocidos, todos jóvenes. Esta vez no se había interesado nada, pero nada, por la cosecha, así que no sabía si eran novatos o de antes. Daba igual, solo tenía que acercarse a la Sede, porque a Serpentaria no había ido casi nadie (y ninguno de ellos era el brujo), y preguntar. No sería difícil: al chaval le acompañaban unas manos que no pasaban desapercibidas.
Dio media vuelta y volvió a donde le esperaba un maniquí sombrío de sí misma, que fingía comer mientras llenaba el suelo de restos. Rodó los ojos en sus cuencas y lo limpió con un hechizo antes de desbandarlas, pero con la condición de que no se acercasen al chico. Se fue directa a los dulces después, mientras bromeaba consigo misma con que necesitaría un hechizo dentista después de aquella comilona.
Había de todo en la fiesta. Gente por libre o en grupos, gente agobiada como alguna roquense unos metros más allá, gente divirtiéndose con más o menos pudor, como su amigo el brugho... Y sus onyces de acá para allá, husmeando sin molestar, volando de un sitio a otro, observando y criticándolo todo en silencio entre ellas. Pero tampoco es que hubiera mucho ambiente para la bruja, como en la Taberna, como para ponerse a bailar o conocer a otros vecinos. Era raro. Pero no más raro que ver a un pingüino seguido por manos de sombras. <<Espera, ¿qué?>>
La bruja miraba de hito en hito a la onyce que se lo había dicho, con el corazón en el pecho. No podía ser cierto. <<¿Y si...?>> Se asustó, pues aunque sabía que algún día podía encontrarse con más onycemantes, no esperaba que fuera tan pronto. Pero como estaba mentalmente preparada para aquel percance y aún no había notado nada raro en ellas, pudo contener la calma para indagar con sus informadoras: aunque no sabían qué eran esas manos sí sabían que eran "vecinas" de otro plano. Al menos no eran sombras como las suyas, por lo que respiraría tranquila.
Con todo, despertó su curiosidad. La de la bruja y la de sus sombras. ¿Qué serían? ¿De qué serían capaces? Sus onyces no le habían hablado de transformados así con antelación, así que ¿quizá era un novato? Tuvo que calmarlas antes de decidirse a acercarse, porque les había contagiado el susto y la tensión. Pero tampoco estaba segura de mostrarse con ellas. Si era novato, podría asustarse, y si era alguien que hubiera estado recluido o alejado de la urbe, podría tener la misma reacción que la propia bruja, y lo que menos quería era provocar un conflicto. Así que se metió entre la ropa a las dos o tres que siempre le acompañaban, a una la dejó de serpiente informadora a ras del suelo, y al resto las mandó a guardarle el sitio junto a la mesa de comida. El grueso de su horda le esperaba en Serpentaria, porque no sabía qué hacer con tantas onyces en eventos públicos como aquel.
Le salió el tiro por la culata. Había demasiada gente allí, sencillamente, y ya desde lejos sabía que el supuesto brujo estaba con otros desconocidos, todos jóvenes. Esta vez no se había interesado nada, pero nada, por la cosecha, así que no sabía si eran novatos o de antes. Daba igual, solo tenía que acercarse a la Sede, porque a Serpentaria no había ido casi nadie (y ninguno de ellos era el brujo), y preguntar. No sería difícil: al chaval le acompañaban unas manos que no pasaban desapercibidas.
Dio media vuelta y volvió a donde le esperaba un maniquí sombrío de sí misma, que fingía comer mientras llenaba el suelo de restos. Rodó los ojos en sus cuencas y lo limpió con un hechizo antes de desbandarlas, pero con la condición de que no se acercasen al chico. Se fue directa a los dulces después, mientras bromeaba consigo misma con que necesitaría un hechizo dentista después de aquella comilona.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Bahía de los Naufragios
26/03/19, 02:28 am
Jace
Por un momento temió que Twix no le hiciera caso, que decidiera seguir provocándole hasta perder el control y hacerlo ahí mismo contra la mesa, así que cuando la veela tiró de él toda la tensión de su cuerpo y el humo cargado de su cuello se aliviaron. No por ello estaba menos agitado, claro.
Llamó a su quebrantahuesos, al cual tenía bien localizado en la distancia, creyendo por unos segundos que la chica preferiría irse a un sitio privado de verdad. Sin embargo al notar la decisión, lo apurado de sus pasos y leyó sus intenciones, el dullahan cortó su comando de golpe, riñendo bruscamente al animal con su cambio de plan y ordenándole, sobre todo, que se quedase donde estaba. El americano pudo ver como su montura sacudía y abría las alas en amenaza desde lejos, molesto por aquel caos de órdenes, distrayéndose del instante en el que Dama Isis cogía el bote de sirope.
Jace estaba acelerado, como si le hubieran chutado cafeína en vena. Llevaba tantísimo tiempo deseando eso que no veía el momento de empezar. Protegidos por las rocas de las miradas del resto, no tuvo tiempo de reaccionar tan deprisa como lo había hecho ella, dejándola hacer lo que quisiera con su ropa mientras observaba extasiado. Los tatuajes en sus clavículas no tardaron en quedar expuestos y pronto lo hizo todo su torso. Se quitó la chaqueta, dejándola caer sin más al suelo para apurar el trabajo y deshacerse de parte del calor que ahora le invadía de arriba a abajo. El movimiento de su pecho era irregular, subiendo y bajando de forma apurada pero profunda.
Puede que no tuviera boca, pero no olvidaba sus manos. Aprovechando el momento en el que Twix se pegó más a él para besar su cuello, las manos del dullahan sondearon aprisa su espalda en busca de la cremallera de su body.
«Tengo ganas de romperte la ropa» dijo agitado. A pesar de ello sus acciones actuaban de otra forma, contenidas, temiendo que la chica lanzaría su cabeza a lo más profundo del abismo si se le ocurría destrozarle la prenda. No pensaba realmente que si luego querían volver a la fiesta no era lo más adecuado.
Sus dedos no tardaron en dar con la cremallera y el glorioso sonido de esta al bajar aumentó su ansia. Antes de que continuase, la poca concentración que le quedaba en nada que no fuera Twix le permitió vislumbrar la botella flotando a un lado. Se sintió un poco ridículo por no haber reparado en ella hasta entonces, pero el sentimiento fue rápidamente reemplazado por una creciente impudicia al leer la palabra “sirope”.
«¿Para qué has traído eso, Isis?» su humo formó una sola espiral, similar al cuerpo de una serpiente antes de atacar. En su pregunta la lujuria y la falsa inocencia estaban poco camufladas, y su mente se movía a toda prisa por las respuestas.
Quebrantahuesos
El ave quería echar a volar por cuenta propia para alejarse a un sitio menos atestado, pero pronto se vio comandado a hacerlo. El llamado apremiante de su dueño resonó en su cabeza, un ruido alto y claro en la distancia que tan solo podía oír él. El pájaro, que ya tenía las alas a medio abrir, las recogió un momento para alzar todo lo que podía su cuello, apuntando a una dirección muy concreta allá donde Jace estaba, siguiéndole con la mirada según caminaba tras la veela. Subió y bajó la cabeza varias veces, deprisa, cosa que hacía siempre para calcular la distancia antes de volar.
Sin darle importancia a la gente, agachó el cuerpo y abrió las alas para despegar, aunque por suerte para todos las nuevas órdenes del dullahan le cortaron al primer aletazo. El pájaro se infló y profirió un ruido molesto en su dirección, removiendo y apretando el suelo bajo sus garras, levantando el aire en sus aspavientos. Extendió las alas tanto como podía, apartando a aquellos que evitaban comerse una hostia de su alrededor y amenazando a su dueño como un buitre regaña a otro. No hablaba, pero parecía gritar “decídete de una puta vez”. Tras el numerito clavó su mirada en Sekk, poco claro en si bien le estaba exigiendo huesos o evaluando qué tanto comprendía su frustración.
Por un momento temió que Twix no le hiciera caso, que decidiera seguir provocándole hasta perder el control y hacerlo ahí mismo contra la mesa, así que cuando la veela tiró de él toda la tensión de su cuerpo y el humo cargado de su cuello se aliviaron. No por ello estaba menos agitado, claro.
Llamó a su quebrantahuesos, al cual tenía bien localizado en la distancia, creyendo por unos segundos que la chica preferiría irse a un sitio privado de verdad. Sin embargo al notar la decisión, lo apurado de sus pasos y leyó sus intenciones, el dullahan cortó su comando de golpe, riñendo bruscamente al animal con su cambio de plan y ordenándole, sobre todo, que se quedase donde estaba. El americano pudo ver como su montura sacudía y abría las alas en amenaza desde lejos, molesto por aquel caos de órdenes, distrayéndose del instante en el que Dama Isis cogía el bote de sirope.
Jace estaba acelerado, como si le hubieran chutado cafeína en vena. Llevaba tantísimo tiempo deseando eso que no veía el momento de empezar. Protegidos por las rocas de las miradas del resto, no tuvo tiempo de reaccionar tan deprisa como lo había hecho ella, dejándola hacer lo que quisiera con su ropa mientras observaba extasiado. Los tatuajes en sus clavículas no tardaron en quedar expuestos y pronto lo hizo todo su torso. Se quitó la chaqueta, dejándola caer sin más al suelo para apurar el trabajo y deshacerse de parte del calor que ahora le invadía de arriba a abajo. El movimiento de su pecho era irregular, subiendo y bajando de forma apurada pero profunda.
Puede que no tuviera boca, pero no olvidaba sus manos. Aprovechando el momento en el que Twix se pegó más a él para besar su cuello, las manos del dullahan sondearon aprisa su espalda en busca de la cremallera de su body.
«Tengo ganas de romperte la ropa» dijo agitado. A pesar de ello sus acciones actuaban de otra forma, contenidas, temiendo que la chica lanzaría su cabeza a lo más profundo del abismo si se le ocurría destrozarle la prenda. No pensaba realmente que si luego querían volver a la fiesta no era lo más adecuado.
Sus dedos no tardaron en dar con la cremallera y el glorioso sonido de esta al bajar aumentó su ansia. Antes de que continuase, la poca concentración que le quedaba en nada que no fuera Twix le permitió vislumbrar la botella flotando a un lado. Se sintió un poco ridículo por no haber reparado en ella hasta entonces, pero el sentimiento fue rápidamente reemplazado por una creciente impudicia al leer la palabra “sirope”.
«¿Para qué has traído eso, Isis?» su humo formó una sola espiral, similar al cuerpo de una serpiente antes de atacar. En su pregunta la lujuria y la falsa inocencia estaban poco camufladas, y su mente se movía a toda prisa por las respuestas.
Quebrantahuesos
El ave quería echar a volar por cuenta propia para alejarse a un sitio menos atestado, pero pronto se vio comandado a hacerlo. El llamado apremiante de su dueño resonó en su cabeza, un ruido alto y claro en la distancia que tan solo podía oír él. El pájaro, que ya tenía las alas a medio abrir, las recogió un momento para alzar todo lo que podía su cuello, apuntando a una dirección muy concreta allá donde Jace estaba, siguiéndole con la mirada según caminaba tras la veela. Subió y bajó la cabeza varias veces, deprisa, cosa que hacía siempre para calcular la distancia antes de volar.
Sin darle importancia a la gente, agachó el cuerpo y abrió las alas para despegar, aunque por suerte para todos las nuevas órdenes del dullahan le cortaron al primer aletazo. El pájaro se infló y profirió un ruido molesto en su dirección, removiendo y apretando el suelo bajo sus garras, levantando el aire en sus aspavientos. Extendió las alas tanto como podía, apartando a aquellos que evitaban comerse una hostia de su alrededor y amenazando a su dueño como un buitre regaña a otro. No hablaba, pero parecía gritar “decídete de una puta vez”. Tras el numerito clavó su mirada en Sekk, poco claro en si bien le estaba exigiendo huesos o evaluando qué tanto comprendía su frustración.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Bahía de los Naufragios
26/03/19, 06:04 pm
Eriel.
El gárgola saludó a los recién llegados. Había tratado con ellos en el último mes y le caían bien por la energía que derrochaban, y el optimismo.
-Toma - le pasó a Tay y se rió.- Perdona Tay, pero tienes las de perder contra tantas manos.
-Oye chicos, ¿habéis visto a un chico de piel gris por aquí? Se parece a mí pero más alto y sin tantos añadidos - les preguntó dejando claro con un gesto que se refería a sus cambios físicos.
Enredo e Irdil.
Irdil le pasó a Enredo las cosas, que usó sus enredaderas para mantenerlos sujetas.
- Sí, sí me ha hablado de ti. Encantado de conocerte al fin - dijo el idrino.- Habla mucho de ti. Deberías haberlo visto hace dos semanas. No paraba de pasear por casa preocupado por ti.
-Vale vale - le cortó el brujo,- tampoco te pases que no fue para tanto.
La expresión del idrino dejaba claro que ni el brujo se creía sus palabras. Y el idrino tenía razón, Enredo había estado muy preocupado a raíz de los eventos que habían propiciado la fiesta.
Enredo le dirigió un asentimiento al cambiante mientras Irdil no miraba, en respuesta a sus pensamientos.
-Sí, conozco tu transformación. Aún estoy estudiando algunos de los libros que me ha dejado - respondió.- La tuya es de las difíciles de ver.
El gárgola saludó a los recién llegados. Había tratado con ellos en el último mes y le caían bien por la energía que derrochaban, y el optimismo.
-Toma - le pasó a Tay y se rió.- Perdona Tay, pero tienes las de perder contra tantas manos.
-Oye chicos, ¿habéis visto a un chico de piel gris por aquí? Se parece a mí pero más alto y sin tantos añadidos - les preguntó dejando claro con un gesto que se refería a sus cambios físicos.
Enredo e Irdil.
Irdil le pasó a Enredo las cosas, que usó sus enredaderas para mantenerlos sujetas.
- Sí, sí me ha hablado de ti. Encantado de conocerte al fin - dijo el idrino.- Habla mucho de ti. Deberías haberlo visto hace dos semanas. No paraba de pasear por casa preocupado por ti.
-Vale vale - le cortó el brujo,- tampoco te pases que no fue para tanto.
La expresión del idrino dejaba claro que ni el brujo se creía sus palabras. Y el idrino tenía razón, Enredo había estado muy preocupado a raíz de los eventos que habían propiciado la fiesta.
Enredo le dirigió un asentimiento al cambiante mientras Irdil no miraba, en respuesta a sus pensamientos.
-Sí, conozco tu transformación. Aún estoy estudiando algunos de los libros que me ha dejado - respondió.- La tuya es de las difíciles de ver.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Bahía de los Naufragios
26/03/19, 08:31 pm
Unas risas por aquí, algunos abrazos indiscretos por allá... Dama Abrazos se paseaba por la fiesta saludando caras conocidas, riendo y bebiendo con ellas pero hacía falta una ingente cantidad de alcohol para tumbar a la guerrera hiperactiva, después de todo, llevaba ya tres años en el ejército. Localizó entonces a una gárgola y dado que le habían dicho que solo quedaba un nuevo novato de esa raza se acercó enseguida a saludar.
Salió de la nada esquivando con soltura y elegancia a un par de veteranos y se posicionó detrás de la gárgola de manera que esta no se diera cuenta estando Tay en una posición favorable para verla. Observó por un momento al lemur y al pequeñajo y con una gran sonrisa divertida y cero pudor sus manos se pasearon por los hombros de Eriel y los bordes des sus alas en un instante. Se unió a ellos entonces saludando en voz alta y contoneando su cuerpo para que todos tuvieran una buena vista. Estaba muy orgullosa de él.
-¡Hola nuevis! -Parecía que iba a ponerse a correr alrededor de ellos en cualquier instante. -Soy dama Abrazos he estado ocupada pero vivo en la Sede yo también y ya puedo volver de las misiones así que seremos vecinos, espero que nos llevemos bien. -Giró su cabeza a la gárgola y siguió hablando de seguido impidiendo que nadie más lo hiciera. -Perdooon es que nunca había tenido la oportunidad de tocar a un gárgola y no podía dejar pasarla esta vez. -No había ni el más mínimo rastro de disculpa en su voz, hablaba cantarina medio riéndose. Se giró entonces a la fantasma siguiendo con su charla de un solo lado. -¡Me enteré de lo que pasó! Una pena... -Su tono bajó a tristeza de verdad para volver a subir como si le hubieran puesto un cohete. -No dudes en pedirme juguetes para tu novio cuando quieras ¿vale? -Se giró para ver la escena del pequeño y los dos que a había saludado y se habían ido antes. -¡Hola de nuevo! -Se acercó al pequeñín y se agachó junto a él doblando las rodillas. -Así que tu eres el pequeño escapista eeeh, eres muy mono y con tu dominio seguramente serás muy popular. -Rio y extendió sus brazos para acariciar las mejillas del pequeño. -¡Pero! No deberías irte por ahí, preocuparas a tu familia. Tienes que quedarte bieeen cerca de ellos ¿de acuerdo? O pedirles que te acompañen. -Abri acarició con cariño los mofletes del pequeño y jugó con su pelo mientras hablaba. -Así no se enfadarán. -Le dijo guiñándole un ojo, como si fuera un pequeño secreto que acabase de compartir con él.
Salió de la nada esquivando con soltura y elegancia a un par de veteranos y se posicionó detrás de la gárgola de manera que esta no se diera cuenta estando Tay en una posición favorable para verla. Observó por un momento al lemur y al pequeñajo y con una gran sonrisa divertida y cero pudor sus manos se pasearon por los hombros de Eriel y los bordes des sus alas en un instante. Se unió a ellos entonces saludando en voz alta y contoneando su cuerpo para que todos tuvieran una buena vista. Estaba muy orgullosa de él.
-¡Hola nuevis! -Parecía que iba a ponerse a correr alrededor de ellos en cualquier instante. -Soy dama Abrazos he estado ocupada pero vivo en la Sede yo también y ya puedo volver de las misiones así que seremos vecinos, espero que nos llevemos bien. -Giró su cabeza a la gárgola y siguió hablando de seguido impidiendo que nadie más lo hiciera. -Perdooon es que nunca había tenido la oportunidad de tocar a un gárgola y no podía dejar pasarla esta vez. -No había ni el más mínimo rastro de disculpa en su voz, hablaba cantarina medio riéndose. Se giró entonces a la fantasma siguiendo con su charla de un solo lado. -¡Me enteré de lo que pasó! Una pena... -Su tono bajó a tristeza de verdad para volver a subir como si le hubieran puesto un cohete. -No dudes en pedirme juguetes para tu novio cuando quieras ¿vale? -Se giró para ver la escena del pequeño y los dos que a había saludado y se habían ido antes. -¡Hola de nuevo! -Se acercó al pequeñín y se agachó junto a él doblando las rodillas. -Así que tu eres el pequeño escapista eeeh, eres muy mono y con tu dominio seguramente serás muy popular. -Rio y extendió sus brazos para acariciar las mejillas del pequeño. -¡Pero! No deberías irte por ahí, preocuparas a tu familia. Tienes que quedarte bieeen cerca de ellos ¿de acuerdo? O pedirles que te acompañen. -Abri acarició con cariño los mofletes del pequeño y jugó con su pelo mientras hablaba. -Así no se enfadarán. -Le dijo guiñándole un ojo, como si fuera un pequeño secreto que acabase de compartir con él.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Bahía de los Naufragios
26/03/19, 09:48 pm
—Se lo diremos, a lo mejor les apetece venirse porque cuando nos fuimos se nos había acercado una chica muy… rara. — La palabra que buscaba la sinhadre no le salía en aquel momento, pero puso cara de circunstancias—. ¿A nosotros? No, no queremos alcohol de todos modos, ¿no, Neil? A mí no me gusta nada como huele.
La pregunta de Eriel la dejó pensativa unos instantes. La única persona que se le venía a la cabeza con aquella descripción era Zob, pero estaba claro que no se refería a él. Había visto mucha gente con piel gris por allí, pero ninguna que se le pareciese a la gárgola en lo más mínimo. De todas formas aquella era una descripción demasiado vaga.
>>No creo haber visto a nadie así —le dijo finalmente.
El gamusino torció el gesto ante las palabras de Guille y se cruzó de brazos.
—¿De verdad, Guille? Yo no te voy a gritar como Rena o interrogarte como Pelusa, pero creo que deberías empezar a pensar en cómo se sienten los demás. Si desapareces en medio de toda esta gente sin avisar nos vamos a preocupar por ti. Deberías…
Sus palabras fueron interrumpidas por la irrupción de una persona. La persona de la que creía haberse librado al ofrecerse a ir en busca del brujo de las pendicularias. El edeel no pudo evitar intercambiar una mirada un tanto alarmada con su aurva mientras dama Abrazos se presentaba y reaccionó moviéndose muy deprisa, dejando una remanencia tras de sí, para sujetar a Guille y arrastrarlo hacia donde estaban Neil y ella antes de que lo tocase. Se quedó mirando a la frivy un instante, dándose cuenta de que sus acciones podrían estar resultando terriblemente sospechosas y no sabiendo cómo actuar. Se aclaró la garganta y trató de pensar rápido en cómo “disimular”.
>>Esto, sí, hola de nuevo… Esto, antes teníamos prisa por encontrar al “pequeño escapista” y no nos llegamos a presentar. Yo soy Adrune, el gamusino, y mi aurva es Neil, brujo de la cera. El pequeño travieso es Guille y la verdad es que nos da miedo que se vuelva a escapar por ahí, por eso será mejor que lo lleve de vuelta en brazos… Sí. Los demás estarán muy preocupados.
Buscó ayuda en la mirada de Neil. Probablemente el brujo estaría igual de incómodo que ella o más, pero no se sentía capaz de enfrentarse sola a aquella invasiva mujer. Ese era el adjetivo que buscaba antes.
La pregunta de Eriel la dejó pensativa unos instantes. La única persona que se le venía a la cabeza con aquella descripción era Zob, pero estaba claro que no se refería a él. Había visto mucha gente con piel gris por allí, pero ninguna que se le pareciese a la gárgola en lo más mínimo. De todas formas aquella era una descripción demasiado vaga.
>>No creo haber visto a nadie así —le dijo finalmente.
El gamusino torció el gesto ante las palabras de Guille y se cruzó de brazos.
—¿De verdad, Guille? Yo no te voy a gritar como Rena o interrogarte como Pelusa, pero creo que deberías empezar a pensar en cómo se sienten los demás. Si desapareces en medio de toda esta gente sin avisar nos vamos a preocupar por ti. Deberías…
Sus palabras fueron interrumpidas por la irrupción de una persona. La persona de la que creía haberse librado al ofrecerse a ir en busca del brujo de las pendicularias. El edeel no pudo evitar intercambiar una mirada un tanto alarmada con su aurva mientras dama Abrazos se presentaba y reaccionó moviéndose muy deprisa, dejando una remanencia tras de sí, para sujetar a Guille y arrastrarlo hacia donde estaban Neil y ella antes de que lo tocase. Se quedó mirando a la frivy un instante, dándose cuenta de que sus acciones podrían estar resultando terriblemente sospechosas y no sabiendo cómo actuar. Se aclaró la garganta y trató de pensar rápido en cómo “disimular”.
>>Esto, sí, hola de nuevo… Esto, antes teníamos prisa por encontrar al “pequeño escapista” y no nos llegamos a presentar. Yo soy Adrune, el gamusino, y mi aurva es Neil, brujo de la cera. El pequeño travieso es Guille y la verdad es que nos da miedo que se vuelva a escapar por ahí, por eso será mejor que lo lleve de vuelta en brazos… Sí. Los demás estarán muy preocupados.
Buscó ayuda en la mirada de Neil. Probablemente el brujo estaría igual de incómodo que ella o más, pero no se sentía capaz de enfrentarse sola a aquella invasiva mujer. Ese era el adjetivo que buscaba antes.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Bahía de los Naufragios
26/03/19, 10:06 pm
Sekk:
Pollo estaba inquieto, el berserker podía notarlo, y a medida que el tiempo pasaba sin que el dullahan volviera los ánimos del buitre empeoraban.
—No, mejor no te acerques a él —secundó las palabras de la evaki, indicándole al rapiña que se quedara cerca de ellos. A pesar de la seriedad del asunto las carcajadas de hiena que le provocaron a Arcan el comentario de Samika eran contagiosas y el intara también rió con ganas —. Las multitudes le ponen nervioso, enserio, y el idiota de su amo lo ha olvidado. —explicó al final con ojos llorosos, buscando otro chuletón que deshuesar con la mirada.
Sekk volvió a reír con ganas tras la picara respuesta de la humana, fingiendo que se tapaba un poco con las manos ante la insinuación de que la ropa no podía protegerlo de su visión privilegiada. Aquel tira y afloja con la muchacha le resultaba entretenido y en otras circunstancias tal vez hubiera seguido provocándola, pero en deferencia al rapiña prefirió desviar la conversación hacia temas menos comprometedores. Antes de hacerlo, sin embargo, se aseguró de aceptar su desafío.
—Podemos quedar para entrenar cuando quieras —respondió en voz baja a la petición de Samika, sonriendo con confianza mientras ojeaba la mesa en busca de la botella que le había pedido la inglesa—. Por cierto, buena elección de bebida, lo he probado antes y esta muy bueno... ¿quieres tu otra, Arcan? —le preguntó en cuanto dio con el hidromiel, tendiéndole una a su amiga y ofreciéndole otra al nublino.
Algo debió pasar en ese momento, sin embargo, pues Pollo se tensó y el ulterano reconoció los signos que indicaban que estaba a punto de alzar el vuelo. Su primer impulso fue cubrir a la evaki con su cuerpo para que las alas del buitre no la derribaran, pero tras unos segundos interminables la montura del dullahan canceló el despegue. Sekk, sintiéndose estúpido, soltó a Samika y le dirigió una mirada indignada al quebrantahuesos, maldiciéndolo en silencio a él y al imbécil de su dueño.
—Ha hecho amago de llamarte y luego ha cambiado de idea, ¿verdad? —le preguntó al aire mientras buscaba al americano por encima de las cabezas de la multitud sin resultado. Se prometió que más tarde le sacudiría una buena colleja—. Lo siento, Sami, pensé que iba echar a volar y me precipité... —se disculpó con la humana, preparando un buen hueso que lanzó al pájaro para que se estuviera quietecito.
Saren:
El selkie, que ya empezaba a sentirse agobiado, opinaba que en aquella fiesta había demasiada gente y deseaba escabullirse sin hacer ruido. Resistirse a Ka, sin embargo, era muy difícil y bastante contraproducente. El agarre de la libense era firme mientras tiraba de él entre el gentío y, después de tanto tiempo, había aprendido que lo mejor que podía hacer cuando trataba de ella era dejarse llevar por la corriente.
—Si tiras tan fuerte vas a dislocarme el brazo... —comentó con una sonrisa de resignación, negando con la cabeza cuando vio a quien se estaban aproximando y la morena le reveló sus intenciones.
Para variar la licántropo desoyó su consejo y se lanzó sobre la espalda del vampiro con alegría desmedida, saludándolo con la efusividad que tanto la caracterizaba antes de que este se convirtiera en polvo. Saren se limitó a encogerse de hombros con aire de disculpa cuando Valek se rematerializó de nuevo, devolviéndole el saludo con una sonrisa y observando detenidamente la armadura que le acompañaba. No necesito mucho para deducir quien se escondía en su interior, pero le sorprendió que aún no hubiera estallado nada.
—Y hola a ti también, Tap. —comentó con una sonrisa aún mas amplia, contento de ver a sus compañeros de cosecha después de tanto tiempo.
Había descuidado bastante la relación con sus amigos durante los últimos años, pues a excepción de Ka apenas trataba con ninguno, y poder reunirse con ellos después de todo lo sucedido con la torre de los Soñadores era un alivio y un recordatorio de que aquello no podía seguir así.
—¿Qué es de vuestra vida? —inquirió interesado, tratando de no pensar en Ariv y en el final abrupto de la sinhadre. Saber que con ella nunca podría retomar el contacto le minaba la moral.
Pollo estaba inquieto, el berserker podía notarlo, y a medida que el tiempo pasaba sin que el dullahan volviera los ánimos del buitre empeoraban.
—No, mejor no te acerques a él —secundó las palabras de la evaki, indicándole al rapiña que se quedara cerca de ellos. A pesar de la seriedad del asunto las carcajadas de hiena que le provocaron a Arcan el comentario de Samika eran contagiosas y el intara también rió con ganas —. Las multitudes le ponen nervioso, enserio, y el idiota de su amo lo ha olvidado. —explicó al final con ojos llorosos, buscando otro chuletón que deshuesar con la mirada.
Sekk volvió a reír con ganas tras la picara respuesta de la humana, fingiendo que se tapaba un poco con las manos ante la insinuación de que la ropa no podía protegerlo de su visión privilegiada. Aquel tira y afloja con la muchacha le resultaba entretenido y en otras circunstancias tal vez hubiera seguido provocándola, pero en deferencia al rapiña prefirió desviar la conversación hacia temas menos comprometedores. Antes de hacerlo, sin embargo, se aseguró de aceptar su desafío.
—Podemos quedar para entrenar cuando quieras —respondió en voz baja a la petición de Samika, sonriendo con confianza mientras ojeaba la mesa en busca de la botella que le había pedido la inglesa—. Por cierto, buena elección de bebida, lo he probado antes y esta muy bueno... ¿quieres tu otra, Arcan? —le preguntó en cuanto dio con el hidromiel, tendiéndole una a su amiga y ofreciéndole otra al nublino.
Algo debió pasar en ese momento, sin embargo, pues Pollo se tensó y el ulterano reconoció los signos que indicaban que estaba a punto de alzar el vuelo. Su primer impulso fue cubrir a la evaki con su cuerpo para que las alas del buitre no la derribaran, pero tras unos segundos interminables la montura del dullahan canceló el despegue. Sekk, sintiéndose estúpido, soltó a Samika y le dirigió una mirada indignada al quebrantahuesos, maldiciéndolo en silencio a él y al imbécil de su dueño.
—Ha hecho amago de llamarte y luego ha cambiado de idea, ¿verdad? —le preguntó al aire mientras buscaba al americano por encima de las cabezas de la multitud sin resultado. Se prometió que más tarde le sacudiría una buena colleja—. Lo siento, Sami, pensé que iba echar a volar y me precipité... —se disculpó con la humana, preparando un buen hueso que lanzó al pájaro para que se estuviera quietecito.
Saren:
El selkie, que ya empezaba a sentirse agobiado, opinaba que en aquella fiesta había demasiada gente y deseaba escabullirse sin hacer ruido. Resistirse a Ka, sin embargo, era muy difícil y bastante contraproducente. El agarre de la libense era firme mientras tiraba de él entre el gentío y, después de tanto tiempo, había aprendido que lo mejor que podía hacer cuando trataba de ella era dejarse llevar por la corriente.
—Si tiras tan fuerte vas a dislocarme el brazo... —comentó con una sonrisa de resignación, negando con la cabeza cuando vio a quien se estaban aproximando y la morena le reveló sus intenciones.
Para variar la licántropo desoyó su consejo y se lanzó sobre la espalda del vampiro con alegría desmedida, saludándolo con la efusividad que tanto la caracterizaba antes de que este se convirtiera en polvo. Saren se limitó a encogerse de hombros con aire de disculpa cuando Valek se rematerializó de nuevo, devolviéndole el saludo con una sonrisa y observando detenidamente la armadura que le acompañaba. No necesito mucho para deducir quien se escondía en su interior, pero le sorprendió que aún no hubiera estallado nada.
—Y hola a ti también, Tap. —comentó con una sonrisa aún mas amplia, contento de ver a sus compañeros de cosecha después de tanto tiempo.
Había descuidado bastante la relación con sus amigos durante los últimos años, pues a excepción de Ka apenas trataba con ninguno, y poder reunirse con ellos después de todo lo sucedido con la torre de los Soñadores era un alivio y un recordatorio de que aquello no podía seguir así.
—¿Qué es de vuestra vida? —inquirió interesado, tratando de no pensar en Ariv y en el final abrupto de la sinhadre. Saber que con ella nunca podría retomar el contacto le minaba la moral.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Bahía de los Naufragios
27/03/19, 02:37 am
Eitne contuvo una sonrisilla de emoción cuando vio a lo lejos a Abri haciéndole señas. ¡Lo había oído! Luego hablaría con ella para que le pintara unas uñas mejores que las suyas. Mientras tanto se centró en lo que tenía delante.
—Yo soy una bestia del crepúsculo. De día soy así y de noche soy más chulo —resumió. Mucha gente no conocía su transformación, así que prefería explicarlo. No era consciente de las dudas que dejaba por el camino—. ¡Que nombre tan bonito, Fresser!
La explicación de Vanyme lo dejó un poco frío, en el sentido de que Eitne no conocía la figura terrestre de demonio y en ese instante pensó que era algo extraño, pura taxonomía. Como si los demonios fueran a los animales como las plantas a los mismos: otros organismos igual de vivos pero diferentes en el Demiurgo sabría qué. No le preocupaba que fuera peligroso, pero le alegró que lo recalcara.
Imitó al ulterano y rascó al pajarillo por detrás de la cabeza.
—¿Quién es el demonio más bonito del desfile? Seguro que te llevarías genial con Limón, que es un animal híbrido raro muy majo que vive conmigo. Ya se ha recuperado de un accidente y aletea que da gusto —le explicó al mismo Fresser. Luego dejó al demonio tranquilo y se dirigió a Wheem pero, sobre todo, a Vanyme, de quien le costaba despegar los ojos. (En su mente, los dos prostitutos eran pareja y vivían felices en un rincón idílico de la ciudad)—. ¿Tenéis más demonios en vuestra casa?
Eitne los quería conocer. A todos. Y ver dónde vivían los dos chicos, claro, y llevarse bien con ellos y hacerse amigos y presentarles a Limón...
—Yo soy una bestia del crepúsculo. De día soy así y de noche soy más chulo —resumió. Mucha gente no conocía su transformación, así que prefería explicarlo. No era consciente de las dudas que dejaba por el camino—. ¡Que nombre tan bonito, Fresser!
La explicación de Vanyme lo dejó un poco frío, en el sentido de que Eitne no conocía la figura terrestre de demonio y en ese instante pensó que era algo extraño, pura taxonomía. Como si los demonios fueran a los animales como las plantas a los mismos: otros organismos igual de vivos pero diferentes en el Demiurgo sabría qué. No le preocupaba que fuera peligroso, pero le alegró que lo recalcara.
Imitó al ulterano y rascó al pajarillo por detrás de la cabeza.
—¿Quién es el demonio más bonito del desfile? Seguro que te llevarías genial con Limón, que es un animal híbrido raro muy majo que vive conmigo. Ya se ha recuperado de un accidente y aletea que da gusto —le explicó al mismo Fresser. Luego dejó al demonio tranquilo y se dirigió a Wheem pero, sobre todo, a Vanyme, de quien le costaba despegar los ojos. (En su mente, los dos prostitutos eran pareja y vivían felices en un rincón idílico de la ciudad)—. ¿Tenéis más demonios en vuestra casa?
Eitne los quería conocer. A todos. Y ver dónde vivían los dos chicos, claro, y llevarse bien con ellos y hacerse amigos y presentarles a Limón...
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Bahía de los Naufragios
27/03/19, 11:46 am
Ruth continuaba disfrutando del banquete sin aplomo alguno, hacía mucho que no se encontraba a gusto en un sitio con tanta gente y simplemente se estaba dejando llevar.
-¿Dé donde los habrán sacado?- en ese preciso momento se encontraba charlando con Devoss y no podía disimular el interés que los dragones y su espectáculo de fuego habían generado en ella. Necesitaba verlos más de cerca pero sabía que no era un hecho que fuera a cumplirse tan rápido como le gustaría.
Cuando creía que el desfile no podía darle más sorpresas la israelita dislumbró a alguien que atrajo su atención de forma instantánea. Hasta ahora pensaba que cruzarse con alguien de su misma naturaleza era una posibilidad más bien remota pero analizándolo bien... no tenían por qué ser tan pocos.
-¿La ves?- le dijo al licántropo, excitada- voy a acercarme.
Y así lo hizo, Ruth nunca había destacado por socializar, más bien solía mostrarse seca o algo tosca con desconocidos, pero podría ser una buena oportunidad para cambiar eso.
-Perdona- alzó algo la voz entre el gentío, observando que la muchacha era más mayor que ella y que su cola en lugar de terminar en una llama lo hacía en punta de flecha. La israelita hizo fuerzas para no verse intimidada entre tanta gente, no parecía estar sola- ¿Eres un demonio de fuego?.
-¿Dé donde los habrán sacado?- en ese preciso momento se encontraba charlando con Devoss y no podía disimular el interés que los dragones y su espectáculo de fuego habían generado en ella. Necesitaba verlos más de cerca pero sabía que no era un hecho que fuera a cumplirse tan rápido como le gustaría.
Cuando creía que el desfile no podía darle más sorpresas la israelita dislumbró a alguien que atrajo su atención de forma instantánea. Hasta ahora pensaba que cruzarse con alguien de su misma naturaleza era una posibilidad más bien remota pero analizándolo bien... no tenían por qué ser tan pocos.
-¿La ves?- le dijo al licántropo, excitada- voy a acercarme.
Y así lo hizo, Ruth nunca había destacado por socializar, más bien solía mostrarse seca o algo tosca con desconocidos, pero podría ser una buena oportunidad para cambiar eso.
-Perdona- alzó algo la voz entre el gentío, observando que la muchacha era más mayor que ella y que su cola en lugar de terminar en una llama lo hacía en punta de flecha. La israelita hizo fuerzas para no verse intimidada entre tanta gente, no parecía estar sola- ¿Eres un demonio de fuego?.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Bahía de los Naufragios
27/03/19, 07:44 pm
Zob se dejo llevar unos momentos después de asentir con la cabeza. Solo cuando estaban lejos entendió, muy vagamente, lo que había pasado y su cerebro de nublino-basilisco shockeado empezó a reaccionar "normalmente". Cerró los ojos detrás de sus lentes negros y apretó la mano de la mona del queso antes de tratar de hablar penosamente.
- La cague ¿no? .... eso del ambiente y lo de antes....perdón perdón... - Suspiro como si su interior sintiera pena por si mismo antes de retomar lo que era medianamente una postura digna y obligarse a si mismo a relajarse en medio de todo y no hacerse una pelotita debajo de alguna mesa - Voy a....bueno voy a tener que ir a buscar al señor Giz mañana o tal vez un día después...me dijo que podía contestar a mis preguntas.. ¡joder! - su mente le gano y se dio cuenta de lo inoportuno que había sido, más que nada por el pánico y por evitar pensar mucho mas en todo. - No mas alcohol por hoy...y no vass a pensar que...porque yo....no solo que quería probarlo para poder ir.....
Soltó la mano de su amiga y llegaron a las mesas nuevamente, miro tentadoramente la comida y bebida pero su estomago estaba hecho un nudo por la culpa y la adrenalina, así que solo tomo uno de los dulces y empezó a mordisquearlo. Cuando Pam le señalo con quienes estaba conversando antes solo se acomodo los lentes antes de saludar, esta vez más tranquilo. Después de todo lo que ya había hecho en tan poco tiempo y sin la presión de que podrían ser sus siguientes jefes, era un poco mas fácil hablar con otras personas. - Me llamo Zobriel...un gussto, Lamento mi primera impresión.
- La cague ¿no? .... eso del ambiente y lo de antes....perdón perdón... - Suspiro como si su interior sintiera pena por si mismo antes de retomar lo que era medianamente una postura digna y obligarse a si mismo a relajarse en medio de todo y no hacerse una pelotita debajo de alguna mesa - Voy a....bueno voy a tener que ir a buscar al señor Giz mañana o tal vez un día después...me dijo que podía contestar a mis preguntas.. ¡joder! - su mente le gano y se dio cuenta de lo inoportuno que había sido, más que nada por el pánico y por evitar pensar mucho mas en todo. - No mas alcohol por hoy...y no vass a pensar que...porque yo....no solo que quería probarlo para poder ir.....
Soltó la mano de su amiga y llegaron a las mesas nuevamente, miro tentadoramente la comida y bebida pero su estomago estaba hecho un nudo por la culpa y la adrenalina, así que solo tomo uno de los dulces y empezó a mordisquearlo. Cuando Pam le señalo con quienes estaba conversando antes solo se acomodo los lentes antes de saludar, esta vez más tranquilo. Después de todo lo que ya había hecho en tan poco tiempo y sin la presión de que podrían ser sus siguientes jefes, era un poco mas fácil hablar con otras personas. - Me llamo Zobriel...un gussto, Lamento mi primera impresión.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Bahía de los Naufragios
28/03/19, 01:46 am
—Pero me queda bien, ¿a que sí? —ladeó la cabeza de un lado a otro, divertido, poniendo morritos y mostrando su hocico desde varios ángulos—. Fijo estoy irresistible.
Cuando Rena le levantó la camiseta y puntualizó su fallo empezó a partirse de risa junto a ella. El alcohol les había dejado en el puntillo que hacía que todo resultase más gracioso aún, y Rox no quería que esa sensación parase.
—¡Espera, espera! —apartó el cuello de su camiseta y metió la cabeza dentro, como una tortuga se esconde en su caparazón—. ¿Cuántos teníais? ¿Seis? No. Ocho. ¿Ocho pezones?
Decirlo en voz alta le provocó más carcajadas, carcajadas que pronto se vieron ahogadas por otras más burdas al oír su advertencia sobre el porno de escarabajos. El chico sacó la cabeza, incapaz de concentrarse en su importante tarea con semejante conversación dándose, y cuando lo hizo su amiga podría ver su expresión de horror mezclada con risas incrédulas. Iba a comentar algo, pero justo entonces se dio cuenta de la presencia del nublino.
—¡Coño, Zob! —deshizo el morro y recuperó su nariz de siempre casi automáticamente. La risa se le cortó, aunque no tardó en ser seguida por una más suave debido a la sorpresa de encontrarse de bruces con el basilisco.
El chaval tenía toda la pinta de haber bebido demasiado. Por si las moscas puso la mano sobre el pico de la botella, no para ofrecérsela, sino para alejarla de su campo de visión. El australiano poco hizo más que estar de espectador durante la intervención, viendo como Rena despachaba al pobre chico y acto seguido Pelusa llegaba en su búsqueda. Se despidió con un gesto, asintiendo a las palabras de la mona del mismo modo que aceptaría el consejo de una madre, y en lo que ambos estuvieron relativamente lejos volvió a mirar a su amiga.
—Bueeeeno… ¿crees que se habrá enterado de lo de los pezones? —una sonrisa se amplió en su cara, seguida por una carcajada nerviosa. Se obligó a cortar su risa, con expresión relativamente seria—. Pero no, oye… ahora en serio —tomó aire antes de hablar, como si fuera a decir algo importante. Sin embargo, su expresión contenida delataba que no se trataba de nada de eso—. ¿Era porno de escarabajos entre escarabajos, o escarabajos…? —hizo gestos rápidos como si estuviera esquiando— ¿...con irrenses?
Emitió un ruido ahogado antes de volver a reírse, desencajando la botella de la arena para darle otro trago. Imaginarse a Milo disfrutando de eso era el tipo de cosas que le producían terror y gracia la vez.
Cuando Rena le levantó la camiseta y puntualizó su fallo empezó a partirse de risa junto a ella. El alcohol les había dejado en el puntillo que hacía que todo resultase más gracioso aún, y Rox no quería que esa sensación parase.
—¡Espera, espera! —apartó el cuello de su camiseta y metió la cabeza dentro, como una tortuga se esconde en su caparazón—. ¿Cuántos teníais? ¿Seis? No. Ocho. ¿Ocho pezones?
Decirlo en voz alta le provocó más carcajadas, carcajadas que pronto se vieron ahogadas por otras más burdas al oír su advertencia sobre el porno de escarabajos. El chico sacó la cabeza, incapaz de concentrarse en su importante tarea con semejante conversación dándose, y cuando lo hizo su amiga podría ver su expresión de horror mezclada con risas incrédulas. Iba a comentar algo, pero justo entonces se dio cuenta de la presencia del nublino.
—¡Coño, Zob! —deshizo el morro y recuperó su nariz de siempre casi automáticamente. La risa se le cortó, aunque no tardó en ser seguida por una más suave debido a la sorpresa de encontrarse de bruces con el basilisco.
El chaval tenía toda la pinta de haber bebido demasiado. Por si las moscas puso la mano sobre el pico de la botella, no para ofrecérsela, sino para alejarla de su campo de visión. El australiano poco hizo más que estar de espectador durante la intervención, viendo como Rena despachaba al pobre chico y acto seguido Pelusa llegaba en su búsqueda. Se despidió con un gesto, asintiendo a las palabras de la mona del mismo modo que aceptaría el consejo de una madre, y en lo que ambos estuvieron relativamente lejos volvió a mirar a su amiga.
—Bueeeeno… ¿crees que se habrá enterado de lo de los pezones? —una sonrisa se amplió en su cara, seguida por una carcajada nerviosa. Se obligó a cortar su risa, con expresión relativamente seria—. Pero no, oye… ahora en serio —tomó aire antes de hablar, como si fuera a decir algo importante. Sin embargo, su expresión contenida delataba que no se trataba de nada de eso—. ¿Era porno de escarabajos entre escarabajos, o escarabajos…? —hizo gestos rápidos como si estuviera esquiando— ¿...con irrenses?
Emitió un ruido ahogado antes de volver a reírse, desencajando la botella de la arena para darle otro trago. Imaginarse a Milo disfrutando de eso era el tipo de cosas que le producían terror y gracia la vez.
- ♪♫♬:
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
28/03/19, 04:07 am
Ariven y Vivia se habían separado del grupo hacía un buen rato, primero para buscar a Mikk y luego para dar un paseo por su cuenta y charlar. Desde la noche fatídica no habían podido tener un momento a solas, las dos, pues el brujo de su propia voz había estado reclamando la atención de Vivia casi todo el tiempo, aterrado de que se alejase de su lado. Había necesitado una larga noche de conversaciones serias y termas para que por fin se calmase y le dejase espacio, y se habían prometido mutuamente que pasarían la fiesta con sus amistades. Ariven por su parte había pedido volver al trabajo cuanto antes, tras un poco de descanso. Trabajar le mantenía la mente ocupada y le impedía comerse la cabeza con malos recuerdos y pensamientos destructivos. Aún no dormía bien, aunque no se le notaba en la cara gracias al maquillaje y un par de hechizos revitalizantes. Llevaba un vestido negro escotado de tela vaporosa, joyas de platino y sandalias de cuero, mientras que el vestido de Vivia era rosa pálido, corto y con cuello de barco.
-Vivia si sigues bebiendo mañana te vas a levantar hecha un trapo -le advirtió la demonio arruinada a su amiga.
-Me da igual. Así mañana Mikk tendrá que aguantarme con resaca, a ver si así tiene tantas ganas de estar conmigo -respondió Vivia mientras se alejaba un poco en busca de algo con lo que rellenar su copa.
Ariven sonrió. Esos dos se habían aguantado con resaca demasiadas veces ya y dudaba que a ninguno le importase.
De pronto una chica muy alta pero indudablemente más joven que Ariven se le acercó. La demonio arruinada sabía de su existencia pero nunca habían tenido la ocasión de hablar, Jau le había advertido sobre el estigma que tenía su profesión en la Tierra y no tenía muy claro que la novata quisiera conocerla. Aun así hizo todo lo posible por mostrase amable.
-Casi -dijo con una sonrisa -Digamos que fui un poco precoz como hija de las tinieblas.
Le señaló la piedra roja que adornaba su escote, que parecía formar parte del collar de platino que llevaba pero que bien mirada podía saberse que estaba incrustada en su piel.
-Pero me alegra ver que hay más de los nuestros que se han tomado su tiempo para transformarse correctamente. Soy Ariven – En ese momento Vivia regresó con su copa y miró a Ruth con curiosidad -Y esta es Vivia.
-¡Hola! ¿Cual es tu nombre? ¿De qué cosecha eres? Creo que no hemos coincidido nunca.
**
Dama Isis se tomó unos segundos para estudiar el tatuaje en el pecho de Jace. Delineó los trazos con las yemas de los dedos, preguntándose como había hecho con Samika por qué alguien se haría algo así de definitivo, pero apreciando el trabajo. Bajó el ritmo de sus besos, dejando que el dullahan la desnudara, sin embargo una frase la hizo parar abruptamente para lanzarle una mirada asesina.
-Si haces eso te mataré.
Tal impaciencia era un cumplido, y la veela se lo tenía en cuenta, pero su ropa era sagrada. Por eso en cuanto la cremallera se abrió por completo se separó un poco de Jace para desvestirse como es debido.
-Vivia si sigues bebiendo mañana te vas a levantar hecha un trapo -le advirtió la demonio arruinada a su amiga.
-Me da igual. Así mañana Mikk tendrá que aguantarme con resaca, a ver si así tiene tantas ganas de estar conmigo -respondió Vivia mientras se alejaba un poco en busca de algo con lo que rellenar su copa.
Ariven sonrió. Esos dos se habían aguantado con resaca demasiadas veces ya y dudaba que a ninguno le importase.
De pronto una chica muy alta pero indudablemente más joven que Ariven se le acercó. La demonio arruinada sabía de su existencia pero nunca habían tenido la ocasión de hablar, Jau le había advertido sobre el estigma que tenía su profesión en la Tierra y no tenía muy claro que la novata quisiera conocerla. Aun así hizo todo lo posible por mostrase amable.
-Casi -dijo con una sonrisa -Digamos que fui un poco precoz como hija de las tinieblas.
Le señaló la piedra roja que adornaba su escote, que parecía formar parte del collar de platino que llevaba pero que bien mirada podía saberse que estaba incrustada en su piel.
-Pero me alegra ver que hay más de los nuestros que se han tomado su tiempo para transformarse correctamente. Soy Ariven – En ese momento Vivia regresó con su copa y miró a Ruth con curiosidad -Y esta es Vivia.
-¡Hola! ¿Cual es tu nombre? ¿De qué cosecha eres? Creo que no hemos coincidido nunca.
**
Dama Isis se tomó unos segundos para estudiar el tatuaje en el pecho de Jace. Delineó los trazos con las yemas de los dedos, preguntándose como había hecho con Samika por qué alguien se haría algo así de definitivo, pero apreciando el trabajo. Bajó el ritmo de sus besos, dejando que el dullahan la desnudara, sin embargo una frase la hizo parar abruptamente para lanzarle una mirada asesina.
-Si haces eso te mataré.
Tal impaciencia era un cumplido, y la veela se lo tenía en cuenta, pero su ropa era sagrada. Por eso en cuanto la cremallera se abrió por completo se separó un poco de Jace para desvestirse como es debido.
- Spoiler:
- Con una sonrisa juguetona en los labios tiró suavemente de la prenda para descubrir su pecho, que estaba adornado con sendas pezoneras iridiscentes. Luego deslizó los pulgares a ambos lados de su cadera y entre susurros y tintineos de la pedrería el body bajó por sus muslos hasta sus tobillos, donde la veela lo rescató justo antes de que cayera al suelo con un ágil movimiento del tacón. Bajo este no llevaba más ropa interior que un tanga finísimo de hilo plateado.
Durante todo el proceso dama Isis no había apartado la mirada del humo de Jace, desafiándole, tal vez burlándose de él (solo un poquito), pero cuando el terrícola preguntó por el bote de sirope desvió la mirada e intentó contener una sonrisilla.
-Oh, ¿eso? No es nada… Lo de la guinda me pareció muy interesante y me preguntaba si podías volver a hacerlo… con otras cosas…
Tomó la botella y la descorchó. Dejó que el líquido denso y brillante, de un vivo color rosa se derramara sobre sus dedos para a continuación acercárlos a la nube negra, tentadores.
-¿No te apetece experimentar con ese humo tuyo? -susurró.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Bahía de los Naufragios
28/03/19, 02:17 pm
EVELHAN KAW
El brughou puso una expresión llena de frustración y algo de vergüenza cuando Zmey le devolvió astutamente su comentario anterior. Tan solo había intentado bromear y provocar un poco pero avergonzarlo pero al final aquello se le había dado vuelta. Evelhan le sonrió ante la preocupación que mostraba y su referencia a la muerte del consejo le incomodaron un poco mas no dejo de intentar lucir lo mejor posible.
Realmente estaba feliz con como estaban las cosas ahora, no quería seguir pensando en lo que podría haber ocurrido en esa condenada pesadilla. Pero aun así no podía mas que preguntarle un poco por ello, pues Evelhan sabia que sus amigos y conocidos estaban bien ¿pero como era en el caso de Zmey?
-Se que no te gusta hablar mucho de tus antiguos compañeros de cosecha y esas cosas, pero....bueno ¿sabes que fue de ellos?- pregunto Evelhan con suavidad no queriendo tampoco arruinar el ambiente. Aun así pensaba que tal vez, Zmey si estaba un poco preocupado por ellos, fuese como fuese la relación que mantenía con dichas personas.
La atenta mirada de Zmey sobre el lo ponía un poco nerviosos provocando que su sonrojo se acentuara, sintiéndose inexplicablemente como un roedor frente a los ojos de un gato....o mas bien como a un pobre humano frente a los ojos de un dragón. No había amenazada en su mirada ni nada similar, pero a pesar que Zmey ya no era tan tímido como antes, tener toda la atención del otro brujo sobre el, provocaba una sensación de vergüenza y superioridad en dosis iguales.
Siguió los movimientos de Zmey con total detalle, viendo como se llevaba uno de esos dulces daelicianos a la boca para probarlos. Evelhan se mordió el labio inferior ligeramente, no teniendo muy claro que le apetecía mas si probar ese dulce o probar sus labios. <<Puedo hacer ambas cosas a la vez >> pensó no sin cierta travesura, inclinándose un poco para besar suavemente los labios de piromante, deslizando su lengua atrevidamente por su labio inferior en un intento de saborear algo del dulce que se acababa de tomar, sin mucho éxito. Puso un leve puchero de disconformidad.
-Quiero probarlo un poco mas...- susurró de forma caprichosa, no sonando muy claro si se refería al dulce o al beso en si. Mordió un poco su labio inferior, acariciando suavemente una de sus orejas- Abre, quiero probar Zmey...o no te respondo -añadió el brugho con una traviesa insistencia. Sentía un cosquilleo agradable en sus labios, la calidez de Zmey se trasmita hacia su propia boca de labios frescos, era agradable y quería un sentir un poco mas de esa sensación.
–
PELUSA
La mona del queso miro a Zobriel de reojo siendo notorio para ella que pese a que este había bebido un poco empezaba a volver a tener todas las luces en su lugar y recién se daba cuenta de cuando desafortunado había sido su intento de acercarse.
-Dudo mucho que se lo vayan a tomar a mal, estáis todos un poco alegres con eso del alcohol- dijo pelusa quitandole cierta importancia tras ver que simplemente había sido puro despiste del basilisco que ciertamente no sabia leer el ambiente. Escuchó atenta su explicación vaga sobre lo que tendría que hacer ahora con el genemante. Se pregunto si seria capaz, no es que no confiase en el...pero, Zobriel era muy tímido. Si ya directamente había tenido que beber para hablar en ese momento, no sabia como se las ingeniaría una vez se encontrase con Giz sin alcohol en el cuerpo Pelusa suspiro para si misma. Estaba rodeada de mucha gente con diversos problemas de actitud por uno u otro motivo- Se que solo tomaste para desinhibirte...no es a mi a quienes tienes que darle explicaciones. Ser tímido no es algo malo, mientras recuerdes que hablando es la única forma de que te entienda...da igual si necesitas para ellos uno segundos o 10 minutos. Dudo mucho que en este lugar no haya gente que haya pasado por algún momento de incomodidad-dijo Pelusa mirándole atentamente de forma tranquila cuando sus manos manos se soltaron, hasta que llegaron junto a Milo, Guille y Nime, que se encontraban aun hablando con los veteranos.
Pelusa se acercó a la mesa cercana tomando de ella unas frutas que aprecia bañadas en miel y empezó a comer atenta a la conversación que se mantenía sin mucho mas que decir por el momento.
–
DÉDALO
Dédalo se rió al ver que Irdil acababa de descubrir por completo a su amigo sin ningún reparo ni vergüenza y mió a Enredo con atención ante su apuro. Preocuparse excesivamente era algo muy de el sin duda alguna. No había tenido por qué no al menos con ese suceso que no paraba de rumorearse por todas partes, pues el ni estaba en la ciudad en ese momento.
Pero igual viendo porque había tenido que marcharse y los motivos de ellos, podían entender en el fondo que se hubiese inquietado por el.
-No he estado aquí cuando eso ocurrió, apenas volví anoche y he estado vagando por la ciudad enterándome un poco de como estaban las cosas. No he vuelto a la clínica hasta hace un rato- afirmo el cambiante de forma un poco despreocupada para quitarle tensiones y preocupaciones al brujo- Igual con lo que pude escuchar en la taberna, de haber estado aquí probablemente no estaríamos hablando justo ahora, hice bien en retrasar mi vuelta – rió con evidente humor negro. Admitir aquello no le suponía ya problema, era especialmente consciente de como había sido su estado durante aquellos meses, constante altibajos de subidas desmedidas de animo y confianza que venia seguidas de caídas frenéticas de ansiedad y ganas de desaparecer.
Encontrar el punto medio donde no solo sus emociones estaban mas o menos estables sino que su carácter, personalidad y todo el también lo estaban, había sido realmente duro. El humor negro y el dejar de contenerse, habían sido una de las tantas salidas que había encontrado durante ese tiempo.
No pensó mucho en ello en ese momento, pues al igual que Enredo tenia mucha cosas que contarles el también tenía muchas que decir, pero ya seía mas tarde. Su atención se volcó en cierta manera en Irdil.
-Bueno, tanto como difícil...posiblemente tenga una de las transformaciones mas conocidas de la ciudad. No es como si su nombre no te diera una ligera de idea de lo que hace – dijo el cambiante divertido mirando al idrino mientras a su espalda un ojo miraba desde su nuca todo lo que había en la mesa en busca de algo que le apeteciera beber. Una vez encontró lo que quería, el ojo extra volvió a cerrarse y desaparecer y el cambiante estiro la mano sin mirar hacia la botella de cerveza, abriéndola y dándole un trago antes de continuar hablando con el idrino como si nada- Es practica eso si, me gusta y no me quejo, eso si en su momento eramos...¿3?¿4 cambiantes? Con todo lo sucedido no se cuantos quedaremos o si alguno mas surgió con la Luna- dijo dirigiéndole una mirada pensativa e interrogante a Enredo, pensando especialmente en Mephis, pues Yip había muerto hacía tiempo y sabía de la existencia de otro cambiante arruinado pero nunca lo conoció. Pero a Mephis si la conocía. Igual imaginaba que estando con Cain posiblemente alguna protecciones tendría y estaría ilesa...o todos lo ilesa que se pudiera tras esa situación al menos. O eso esperaba.
Por otro lado, ni siquiera sabía como había sido la ultima luna para los nuevos cosechados, ahora ya recen transformados. Así que no tenía ni idea de si entre ellos podría haber algún nuevo cambiante.
-Igual, si es cierto que si un cambiante no quiere ser encontrado es probable que no lo hagas, no al menos fácilmente- secundó Dédalo sonriendo con cierto rastro de altivez.
El brughou puso una expresión llena de frustración y algo de vergüenza cuando Zmey le devolvió astutamente su comentario anterior. Tan solo había intentado bromear y provocar un poco pero avergonzarlo pero al final aquello se le había dado vuelta. Evelhan le sonrió ante la preocupación que mostraba y su referencia a la muerte del consejo le incomodaron un poco mas no dejo de intentar lucir lo mejor posible.
Realmente estaba feliz con como estaban las cosas ahora, no quería seguir pensando en lo que podría haber ocurrido en esa condenada pesadilla. Pero aun así no podía mas que preguntarle un poco por ello, pues Evelhan sabia que sus amigos y conocidos estaban bien ¿pero como era en el caso de Zmey?
-Se que no te gusta hablar mucho de tus antiguos compañeros de cosecha y esas cosas, pero....bueno ¿sabes que fue de ellos?- pregunto Evelhan con suavidad no queriendo tampoco arruinar el ambiente. Aun así pensaba que tal vez, Zmey si estaba un poco preocupado por ellos, fuese como fuese la relación que mantenía con dichas personas.
La atenta mirada de Zmey sobre el lo ponía un poco nerviosos provocando que su sonrojo se acentuara, sintiéndose inexplicablemente como un roedor frente a los ojos de un gato....o mas bien como a un pobre humano frente a los ojos de un dragón. No había amenazada en su mirada ni nada similar, pero a pesar que Zmey ya no era tan tímido como antes, tener toda la atención del otro brujo sobre el, provocaba una sensación de vergüenza y superioridad en dosis iguales.
Siguió los movimientos de Zmey con total detalle, viendo como se llevaba uno de esos dulces daelicianos a la boca para probarlos. Evelhan se mordió el labio inferior ligeramente, no teniendo muy claro que le apetecía mas si probar ese dulce o probar sus labios. <<Puedo hacer ambas cosas a la vez >> pensó no sin cierta travesura, inclinándose un poco para besar suavemente los labios de piromante, deslizando su lengua atrevidamente por su labio inferior en un intento de saborear algo del dulce que se acababa de tomar, sin mucho éxito. Puso un leve puchero de disconformidad.
-Quiero probarlo un poco mas...- susurró de forma caprichosa, no sonando muy claro si se refería al dulce o al beso en si. Mordió un poco su labio inferior, acariciando suavemente una de sus orejas- Abre, quiero probar Zmey...o no te respondo -añadió el brugho con una traviesa insistencia. Sentía un cosquilleo agradable en sus labios, la calidez de Zmey se trasmita hacia su propia boca de labios frescos, era agradable y quería un sentir un poco mas de esa sensación.
–
PELUSA
La mona del queso miro a Zobriel de reojo siendo notorio para ella que pese a que este había bebido un poco empezaba a volver a tener todas las luces en su lugar y recién se daba cuenta de cuando desafortunado había sido su intento de acercarse.
-Dudo mucho que se lo vayan a tomar a mal, estáis todos un poco alegres con eso del alcohol- dijo pelusa quitandole cierta importancia tras ver que simplemente había sido puro despiste del basilisco que ciertamente no sabia leer el ambiente. Escuchó atenta su explicación vaga sobre lo que tendría que hacer ahora con el genemante. Se pregunto si seria capaz, no es que no confiase en el...pero, Zobriel era muy tímido. Si ya directamente había tenido que beber para hablar en ese momento, no sabia como se las ingeniaría una vez se encontrase con Giz sin alcohol en el cuerpo Pelusa suspiro para si misma. Estaba rodeada de mucha gente con diversos problemas de actitud por uno u otro motivo- Se que solo tomaste para desinhibirte...no es a mi a quienes tienes que darle explicaciones. Ser tímido no es algo malo, mientras recuerdes que hablando es la única forma de que te entienda...da igual si necesitas para ellos uno segundos o 10 minutos. Dudo mucho que en este lugar no haya gente que haya pasado por algún momento de incomodidad-dijo Pelusa mirándole atentamente de forma tranquila cuando sus manos manos se soltaron, hasta que llegaron junto a Milo, Guille y Nime, que se encontraban aun hablando con los veteranos.
Pelusa se acercó a la mesa cercana tomando de ella unas frutas que aprecia bañadas en miel y empezó a comer atenta a la conversación que se mantenía sin mucho mas que decir por el momento.
–
DÉDALO
Dédalo se rió al ver que Irdil acababa de descubrir por completo a su amigo sin ningún reparo ni vergüenza y mió a Enredo con atención ante su apuro. Preocuparse excesivamente era algo muy de el sin duda alguna. No había tenido por qué no al menos con ese suceso que no paraba de rumorearse por todas partes, pues el ni estaba en la ciudad en ese momento.
Pero igual viendo porque había tenido que marcharse y los motivos de ellos, podían entender en el fondo que se hubiese inquietado por el.
-No he estado aquí cuando eso ocurrió, apenas volví anoche y he estado vagando por la ciudad enterándome un poco de como estaban las cosas. No he vuelto a la clínica hasta hace un rato- afirmo el cambiante de forma un poco despreocupada para quitarle tensiones y preocupaciones al brujo- Igual con lo que pude escuchar en la taberna, de haber estado aquí probablemente no estaríamos hablando justo ahora, hice bien en retrasar mi vuelta – rió con evidente humor negro. Admitir aquello no le suponía ya problema, era especialmente consciente de como había sido su estado durante aquellos meses, constante altibajos de subidas desmedidas de animo y confianza que venia seguidas de caídas frenéticas de ansiedad y ganas de desaparecer.
Encontrar el punto medio donde no solo sus emociones estaban mas o menos estables sino que su carácter, personalidad y todo el también lo estaban, había sido realmente duro. El humor negro y el dejar de contenerse, habían sido una de las tantas salidas que había encontrado durante ese tiempo.
No pensó mucho en ello en ese momento, pues al igual que Enredo tenia mucha cosas que contarles el también tenía muchas que decir, pero ya seía mas tarde. Su atención se volcó en cierta manera en Irdil.
-Bueno, tanto como difícil...posiblemente tenga una de las transformaciones mas conocidas de la ciudad. No es como si su nombre no te diera una ligera de idea de lo que hace – dijo el cambiante divertido mirando al idrino mientras a su espalda un ojo miraba desde su nuca todo lo que había en la mesa en busca de algo que le apeteciera beber. Una vez encontró lo que quería, el ojo extra volvió a cerrarse y desaparecer y el cambiante estiro la mano sin mirar hacia la botella de cerveza, abriéndola y dándole un trago antes de continuar hablando con el idrino como si nada- Es practica eso si, me gusta y no me quejo, eso si en su momento eramos...¿3?¿4 cambiantes? Con todo lo sucedido no se cuantos quedaremos o si alguno mas surgió con la Luna- dijo dirigiéndole una mirada pensativa e interrogante a Enredo, pensando especialmente en Mephis, pues Yip había muerto hacía tiempo y sabía de la existencia de otro cambiante arruinado pero nunca lo conoció. Pero a Mephis si la conocía. Igual imaginaba que estando con Cain posiblemente alguna protecciones tendría y estaría ilesa...o todos lo ilesa que se pudiera tras esa situación al menos. O eso esperaba.
Por otro lado, ni siquiera sabía como había sido la ultima luna para los nuevos cosechados, ahora ya recen transformados. Así que no tenía ni idea de si entre ellos podría haber algún nuevo cambiante.
-Igual, si es cierto que si un cambiante no quiere ser encontrado es probable que no lo hagas, no al menos fácilmente- secundó Dédalo sonriendo con cierto rastro de altivez.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Bahía de los Naufragios
28/03/19, 11:34 pm
Karime
Karime rió encantada con la mirada mortal del vampiro y simplemente se dejó caer cuando este se hizo polvo quedando de pie y sonriéndole ámpliamente cuando se materializó a su lado.
- Lo sé. Verme es un regalo- bromeó cuando dijo que se alegraba de verle.
En ese momento fue cuando reconoció la voz de la armadura y al instante trepó por ella colgándose de su cuello.
- ¡Hierbajo querido! ¡No te había reconocido! ¡Cuánto has crecido!- bromeó de forma efusiva-. ¿Has visto, Burbujita? Los niños nos están creciendo. Pronto dejarán el nido. Y no es que tú nido no sea amplio y cómodo. Es que son unos desagradecidos estos chicos. No te preocupes, yo te ayudaré a llenarlo de nuevo- dramatizó para terminar guiñándole un ojo a Saren-. Y por supuesto que soy Ka. La maravillosa Ka. Fantástica e inigualable Ka. Solo hay una. ¿Acaso te has encontrado alguna vez con otra Karime? Porque he de decir que no estoy segura de si el mundo estaría preparado para tanta genialidad, aunque yo estaría ciertamente abierta a la experimentación.
De un saltó dejó el cuello de la armadura y una vez en el suelo se apoyó despreocupadamente sobre Saren.
- Si quieres yo puedo enseñarte a portarte mal, cariño, así al menos el universo tendrá excusa para ponerte las cosas complicadas.
Irenneil
Neil les devolvió el saludo tímidamente a Tyron y Dafne aunque todavía le inquietaba un poco la condición de la chica. el hecho de estuviera muerta pero a la vez pudiera comunicarse y existir como si no lo estuviera se escapaba a su comprensión e incluso le asustaba un poco, así que normalmente evitaba pensar en ello e intentaba mirarla como si fuera una transformación diferente.
El brujo negó fuertemente ante la oferta de alcohol. Había visto algunas de esas bebidas y sabía que había algunos dulces, pero todos tenían un olor fuerte y desagradable que al aurva le echaba para atrás.
- Lo siento, no me suena haber visto a nadie así, pero en cuanto lo vea le diré que lo estas buscando- se ofreció amablemente.
A Neil le molestó un poco que Guille le quitara importancia a haber desaparecido como si no recordara lo que había pasado la última vez que habían desaparecido.
- Guille no es un enfado, es preocupación. Es genial que te hayas juntado con ellos, pero podías haberte perdido entre tanta gente. Algunos dan bastante miedo- añadió acordándose de la mujer que se había acercado a ellos antes y que le había incomodado bastante.
Para su mala suerte, la mujer se volvió a acercar a ellos y Neil ni siquiera se preocupó en disimular cuando se acercó a Adru tanto como pudo, alejándose lo más posible de ella. Se mantuvo durante toda la presentación nervioso e incómodo sin mirar a dama Abrazos en ningún momento. El aurva no tardó en reaccionar cuando su edeel le buscó con la mirada.
- ¡Si!- exclamó más efusivamente de lo que había planeado-. Tenemos que volver cuanto antes para que no se preocupen. Ha sido un placer. Adiós a todos- se despidió de forma algo acelerada mientras tiraba nerviosamente de las manos de Guille y Adru. Neil era consciente de que estaba sonando algo inquieto, pero cuando estaba así no era capaz de ocultarlo.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Bahía de los Naufragios
28/03/19, 11:37 pm
Guillermo cambio el gesto y se comenzó a atisbar tristeza, mirando a Neil:
-Lo siento… pensaba que estaba alado y estábamos de fiesta… no todo el mundo es malo… quería conocer a gente… podrían ellas pensar que no soy un bebe- dijo contestando a Adru-… yo se que se preocupan… pero cuando estoy con ellas no me dejan hacer nada no confían en mi… sé que es peligroso, pero - interrumpido por la nueva invitada Guillermo paró de hablar.
- Si, soy yo…- en otro momento Guille le hubiera comprobado su nombre abrazándola, pero no quería que Adru se enfadara más y Neil parecía incomodo- ¿Por qué iba a ser popular? – sin poder hacer nada Dama Abrazos comenzó a invadir su espacio vital sin ningún tipo de timidez.
Dejo hablar a Adru y se dejo arrastrar de vuelta junto a los demás, con cara de preocupación.
-Lo siento… pensaba que estaba alado y estábamos de fiesta… no todo el mundo es malo… quería conocer a gente… podrían ellas pensar que no soy un bebe- dijo contestando a Adru-… yo se que se preocupan… pero cuando estoy con ellas no me dejan hacer nada no confían en mi… sé que es peligroso, pero - interrumpido por la nueva invitada Guillermo paró de hablar.
- Si, soy yo…- en otro momento Guille le hubiera comprobado su nombre abrazándola, pero no quería que Adru se enfadara más y Neil parecía incomodo- ¿Por qué iba a ser popular? – sin poder hacer nada Dama Abrazos comenzó a invadir su espacio vital sin ningún tipo de timidez.
Dejo hablar a Adru y se dejo arrastrar de vuelta junto a los demás, con cara de preocupación.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Bahía de los Naufragios
29/03/19, 02:04 am
El dullahan respondió a su amenaza con una risa divertida, habiendo previsto tal reacción. Se alegraba de no estar lo suficientemente cachondo como para no haber considerado hacerlo en serio.
- Spoiler:
Dejó que la veela se alejase para poder observar como se desvestía. No tener cabeza era algo frustrante en situaciones así, en lo relativo a besos y otras provocaciones, pero una bendición cuando no quieres que se den cuenta de a donde estás mirando. Igualmente, dudaba que a la frivy le fuese a ofender que se la comiera con los ojos. El chico era incapaz de mirar a otro lado, desde la intensa mirada que le estaba dedicando hasta su pecho, las vertiginosas curvas de sus caderas expuestas y el finísimo tanga que cubría lo poco que faltaba por destapar. Twix ya estaba muy bien con ropa, pero sin ella no dejaba nada que desear.
Los pantalones le empezaban a apretar por motivos obvios, y en esos momentos pensó en lo mucho que se alegraba de haberse vestido decentemente, ropa interior incluida. Podría haberse parado a cuestionar que hacía semejante belleza con un chico sin cabeza como él, pero tenía otras cosas de mayor importancia sobre las que dejar caer su atención.
«Eres preciosa. No es que estés espectacular, es que… joder, eres espectacular» consiguió decir. Igual que cuando la había visto por primera vez en la bahía, a Jace le costaba concentrarse, abrumado por toda ella.
Su humo, ya denso de por sí, salió con más brío al verse confirmadas sus sospechas sobre el sirope, y su pecho se infló para dar una larga bocanada de aire, notando su propia respiración irregular. Jace agarró la muñeca de la frivy, acercándose a ella y atrayéndola entera contra sí antes de dejar que el humo hiciese justo lo que la chica pedía.
Recorrió el largo de sus dedos, llevándose consigo el líquido, saboreando tanto su piel como el dulzor del sirope. No se recreó demasiado en su tarea, sabiendo perfectamente que aquello no era más que una prueba para tentarle. Pegó su cuerpo al suyo una vez limpió toda gota, como si fuera a susurrarle al oído, liberando su agarre. Su humo rozó el cuello de la veela en un tacto casi sólido.
«¿Y si te pones cómoda y me dejas hacer mi trabajo?» aprovechó el momento y la cercanía para recorrer su hombro, yendo de brazo a mano para quitarle la botella, depositando una suerte de beso en su cuello. Mientras, su otra mano subía por sus costillas hacia su pecho. Quería ser él quien eligiera donde derramar el líquido a continuación.
No quería cometer un error, y lo cierto es que le daba cierto apuro darle órdenes, más aún con la falta de comodidad en su escondrijo. Puede que no le diera tanta importancia con otra chica, pero Jace no se permitiría un paso en falso con Isis, no con ella. Quería ponerla contra las rocas, quería tumbarla en la arena, pero ante todo prefería no cagarla.
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