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- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
A place to call home
28/11/23, 11:37 am
Recuerdo del primer mensaje :
La calma parecía estar volviendo al torreón. Cierto era que después del incidente del veneno Rick no pensaba que pudiera recuperarse del todo, pero la ausencia de ningún otro peligro les estaba ayudando a levantar el ánimo a la mayoría. Había retomado los entrenamientos con más ahínco dispuesto a no volver a fallar. -Si vuelve a pasar algo, esta vez estaré preparado. Tengo que estarlo, por todos.- se había dicho alguna que otra vez lleno de determinación. Por supuesto no todo era entrenar, ahora que andaban mejor siempre estaba dispuesto a charlar tranquilamente con quien estuviera en la misma sala.
Esa tarde había estado entrenando con el arco. Como todavía quedaba un tiempo hasta que fuera hora de preparar la cena, el neoyorquino decidió bajar al salón para descansar un poco. Había sido una clase productiva, pero entre que había hecho uno de los últimos turnos de guardia y todo el esfuerzo del día, le venía bien estar un rato sentado. Se sirvió un vaso de agua de uno de los cubos que tenían en la cocina y dejó el arco a un lado del sillón en que decidió sentarse.
Siendo uno de los sitios más transitados sabía que podía encontrarse con cualquiera, aunque igualmente le salió una sonrisilla al ver aparecer al mjörní. -Hey Räg, ¿qué tal?- le saludó levantando una mano. No sabía si tenía también intención de quedarse por allí o solo había bajado un momento. Desde luego estaría encantado de que le hiciera compañía si venía a descansar también, le había parecido desde el principio alguien muy agradable.
De hecho, ahora que se acordaba, había una cosa de la que quería hablar con él. Alguna vez había mencionado que era huérfano y que había vivido en un templo de su mundo. Desde entonces tenía curiosidad por hablar con alguien en su misma situación, aunque le daba cierto respeto por si tocaba un tema delicado para su compañero. Tal vez ahora que estaban mejor estaría más abierto. Por intentarlo que no quedase, aunque de momento tenía que esperar a si quería quedarse a charlar. Para allanar el terreno, si es que hacía falta, añadió: -Acababa de terminar con los entrenamientos, creo que ya le voy pillando el truco.-
La calma parecía estar volviendo al torreón. Cierto era que después del incidente del veneno Rick no pensaba que pudiera recuperarse del todo, pero la ausencia de ningún otro peligro les estaba ayudando a levantar el ánimo a la mayoría. Había retomado los entrenamientos con más ahínco dispuesto a no volver a fallar. -Si vuelve a pasar algo, esta vez estaré preparado. Tengo que estarlo, por todos.- se había dicho alguna que otra vez lleno de determinación. Por supuesto no todo era entrenar, ahora que andaban mejor siempre estaba dispuesto a charlar tranquilamente con quien estuviera en la misma sala.
Esa tarde había estado entrenando con el arco. Como todavía quedaba un tiempo hasta que fuera hora de preparar la cena, el neoyorquino decidió bajar al salón para descansar un poco. Había sido una clase productiva, pero entre que había hecho uno de los últimos turnos de guardia y todo el esfuerzo del día, le venía bien estar un rato sentado. Se sirvió un vaso de agua de uno de los cubos que tenían en la cocina y dejó el arco a un lado del sillón en que decidió sentarse.
Siendo uno de los sitios más transitados sabía que podía encontrarse con cualquiera, aunque igualmente le salió una sonrisilla al ver aparecer al mjörní. -Hey Räg, ¿qué tal?- le saludó levantando una mano. No sabía si tenía también intención de quedarse por allí o solo había bajado un momento. Desde luego estaría encantado de que le hiciera compañía si venía a descansar también, le había parecido desde el principio alguien muy agradable.
De hecho, ahora que se acordaba, había una cosa de la que quería hablar con él. Alguna vez había mencionado que era huérfano y que había vivido en un templo de su mundo. Desde entonces tenía curiosidad por hablar con alguien en su misma situación, aunque le daba cierto respeto por si tocaba un tema delicado para su compañero. Tal vez ahora que estaban mejor estaría más abierto. Por intentarlo que no quedase, aunque de momento tenía que esperar a si quería quedarse a charlar. Para allanar el terreno, si es que hacía falta, añadió: -Acababa de terminar con los entrenamientos, creo que ya le voy pillando el truco.-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: A place to call home
26/12/23, 04:46 pm
Sonrió ante el interés que mostró Rick hacia las runas: tal vez pudiera hablar más con el humano al respecto en otras ocasiones.
—Bueno, es otro sistema de magia —dijo en respuesta a sus elucubraciones—. Pero no es algo totalmente distinto, tampoco. Existen runas que pueden contener hechizos anclados que normalmente conjurarías y de este modo poder activarlos de forma instantánea o en un circuito más complejo de runas contenedoras de hechizos para algún propósito en específico… Para crear esas runas sí es necesario que alguien con la capacidad de utilizar hechizos como mínimo haga la parte de anclarlos, claro, pero después las puede utilizar cualquiera.
El neoyorquino no podía estar tocando mejores temas para mantener al mjörní completamente interesado y charlatán a pesar de su poca predisposición para ello desde lo sucedido. El Templo que había sido su hogar también era un tema del que podría hablar durante horas si daba con el hilo adecuado para ello.
—¡Sí que es grande! —le confirmó —. Es el Templo más importante del Culto a la Sanación de todo Mjörne. Tiene muchos edificios dedicados a diferentes cosas y un patio central muy muy grande —explicó a grandes rasgos.
Le hubiese contado más cosas sobre el gran centro de culto, pero Rick sacó a colación otro tema, más personal. Aunque no le importaba en absoluto hablar de ello, la vacilación que mostró el humano y que no esperaba aquella pregunta en concreto le hicieron dudar a él unos instantes, aunque cuando respondió lo hizo sin nada perceptible en su tono.
>>No, nunca se supo nada de ellos —le respondió directamente—. Por lo visto me dejaron muy cerca del Templo cuando apenas tenía unas semanas de vida. Mi nombre me lo puso el anterior Väler… Ah… eh… —se dio cuenta de que antes había evitado hablar de ese tema y Rick no conocería el término—. Es la máxima autoridad del Culto y también vive en el Templo: actualmente la Väler es una chica joven porque no hace muchos años que murió su predecesor.
Lo cierto era que, aunque si el humano preguntaba más cosas las respondería, quería evitar seguir hablando de eso en particular. De hecho, aunque no le había sucedido antes, hablar del abandono por parte de sus padres biológicos le había producido una sensación extraña. No era la primera vez que tenía un pensamiento intrusivo al respecto, pero seguía siendo un molesto ruido de fondo que quería ignorar a toda costa. Solo sabía que no quería profundizar en aquello.
La revelación de Rick también le cogió por sorpresa, pues había oído hablar de sus familias o tribus a sus compañeros y no se le había pasado por la cabeza que pudiera haber otro huérfano como él, menos aún porque el humano no parecía haber compartido su experiencia en su equivalente terrestre por lo que había dicho.
—Oh, ¿de veras?
Tras su ligero tono de sorpresa inicial no supo muy bien cómo actuar: parecía de algún modo un tema delicado para Rick y no quería molestarle. Pero si le estaba hablando sobre ello es porque quería contárselo.
>>Bob es... Es tu padre, ¿no?
Estaba bastante seguro de haber escuchado al humano hablar de él varias veces como tal. Su padre adoptivo entonces, pero su padre a fin de cuentas.
—Perdona si… si es una pregunta incómoda o indiscreta. Es… ¿Es muy habitual en la Tierra que dejen niños en la puerta de alguien en concreto y esa persona los acoja? Creo que antes mencionaste que existen internados, y por eso me preguntaba…
Antes de seguir hablando prefería esperar a la respuesta del neoyorquino: no quería incomodarle más de lo que ya parecía estar.
—Bueno, es otro sistema de magia —dijo en respuesta a sus elucubraciones—. Pero no es algo totalmente distinto, tampoco. Existen runas que pueden contener hechizos anclados que normalmente conjurarías y de este modo poder activarlos de forma instantánea o en un circuito más complejo de runas contenedoras de hechizos para algún propósito en específico… Para crear esas runas sí es necesario que alguien con la capacidad de utilizar hechizos como mínimo haga la parte de anclarlos, claro, pero después las puede utilizar cualquiera.
El neoyorquino no podía estar tocando mejores temas para mantener al mjörní completamente interesado y charlatán a pesar de su poca predisposición para ello desde lo sucedido. El Templo que había sido su hogar también era un tema del que podría hablar durante horas si daba con el hilo adecuado para ello.
—¡Sí que es grande! —le confirmó —. Es el Templo más importante del Culto a la Sanación de todo Mjörne. Tiene muchos edificios dedicados a diferentes cosas y un patio central muy muy grande —explicó a grandes rasgos.
Le hubiese contado más cosas sobre el gran centro de culto, pero Rick sacó a colación otro tema, más personal. Aunque no le importaba en absoluto hablar de ello, la vacilación que mostró el humano y que no esperaba aquella pregunta en concreto le hicieron dudar a él unos instantes, aunque cuando respondió lo hizo sin nada perceptible en su tono.
>>No, nunca se supo nada de ellos —le respondió directamente—. Por lo visto me dejaron muy cerca del Templo cuando apenas tenía unas semanas de vida. Mi nombre me lo puso el anterior Väler… Ah… eh… —se dio cuenta de que antes había evitado hablar de ese tema y Rick no conocería el término—. Es la máxima autoridad del Culto y también vive en el Templo: actualmente la Väler es una chica joven porque no hace muchos años que murió su predecesor.
Lo cierto era que, aunque si el humano preguntaba más cosas las respondería, quería evitar seguir hablando de eso en particular. De hecho, aunque no le había sucedido antes, hablar del abandono por parte de sus padres biológicos le había producido una sensación extraña. No era la primera vez que tenía un pensamiento intrusivo al respecto, pero seguía siendo un molesto ruido de fondo que quería ignorar a toda costa. Solo sabía que no quería profundizar en aquello.
La revelación de Rick también le cogió por sorpresa, pues había oído hablar de sus familias o tribus a sus compañeros y no se le había pasado por la cabeza que pudiera haber otro huérfano como él, menos aún porque el humano no parecía haber compartido su experiencia en su equivalente terrestre por lo que había dicho.
—Oh, ¿de veras?
Tras su ligero tono de sorpresa inicial no supo muy bien cómo actuar: parecía de algún modo un tema delicado para Rick y no quería molestarle. Pero si le estaba hablando sobre ello es porque quería contárselo.
>>Bob es... Es tu padre, ¿no?
Estaba bastante seguro de haber escuchado al humano hablar de él varias veces como tal. Su padre adoptivo entonces, pero su padre a fin de cuentas.
—Perdona si… si es una pregunta incómoda o indiscreta. Es… ¿Es muy habitual en la Tierra que dejen niños en la puerta de alguien en concreto y esa persona los acoja? Creo que antes mencionaste que existen internados, y por eso me preguntaba…
Antes de seguir hablando prefería esperar a la respuesta del neoyorquino: no quería incomodarle más de lo que ya parecía estar.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: A place to call home
08/01/24, 07:40 pm
Rick asintió atento a los nuevos detalles de las runas, con la cara iluminada de la emoción. Desde que contaban con la posibilidad de hacer magia, aprender sus entresijos se había vuelto uno de sus pasatiempos junto a las otras investigaciones. Le resultaba fascinante y, al contario de lo que pudiera parecer, que no consiguiera conjurar nada solo había aumentado su interés por aprender. Si conseguían encontrar algo relacionado con ese otro sistema podrían estar mejor preparados Las posibilidades se le hacían infinitas en conjunto con los hechizos que ya conocían. Tenía muchas más preguntas, pero el neoyorquino pensó en comentárselas en otro momento. Todavía quedaban otros asuntos importantes a tratar con el mjörní.
-Suena interesante. Me recuerda a algunos sitios de La Tierra, pero seguro que es más sorprendente- comentó. Con la explicación se le había venido inevitablemente la imagen del Vaticano, aunque seguramente sería bien distinto el templo de Förstelyr. Igual que con los otros mundos, el chico empezaba a tener curiosidad de visitarlo si es que después de aquel año podían hacerlo. -(Pero si ya llamaría la atención en Libo o en Varmania, en Mjörne sería todo un bicho raro)- pensó divertido.
El corazón le latía con fuerza, nervioso por la posibilidad de verse reflejado en las respuestas de Räg. Por un momento el silencio le hizo sentir culpable de haber sacado un tema tan delicado, pero por suerte la conversación continuó. Asintió mientras escuchaba, más atento que antes. -Entiendo- empezó serio en cuanto el mjörní terminó. Él había tenido la suerte de tener una nota como único consuelo para saber algo de ellos, pero su compañero parecía que no contaba con nada. Solo la idea de verse en esa situación le abrumaba. ¿Cómo habría empezado a investigar sobre sus padres sin nada por lo que empezar? No habría podido siquiera. Cruzó los brazos y preguntó: -¿Es... costumbre que sea el Väler quien de nombre a los huérfanos?- Aún con otro nombre, podía buscarle paralelos con otras figuras religiosas de su mundo, pero le pareció curioso que alguien con tanta importancia se ocupara de ello.
Ante la sorpresa de su compañero, Rick contestó con un leve y breve asentimiento. La siguiente pregunta ya fue más compleja. -Adoptivo, pero sí- dijo, si bien debajo de aquello había todo un mundo de matices y dudas que de momento no iba a verbalizar. Desde que Bob le había contado la verdad, soñaba con saber algo de sus padres biológicos. Los motivos que le habían llevado a abandonarle, qué era de sus vidas, dónde estaban... se conformaba con saber cómo eran, su nombre o su cara. De pequeño nunca había tenido problema, pero desde ese momento le costaba más de lo que debería en darle un título a Bob. Era su padre, pero a su vez no lo era, y así siempre se debatía en muchas ocasiones. El cariño nunca faltaba, pero aún así en ciertos momentos... No era algo en lo que le gustase pensar demasiado.
Era un alivio que Räg tuviera más preguntas, así podía salir de ese bucle con más facilidad. El neoyorquino hizo un gesto con la mano para quitarle importancia y comenzó a explicar acomodándose en el sillón: -No, no lo es. No al menos en la actualidad. Hace muchísimos años todavía podían verse abandonos o niños en las calles, por eso se crearon los orfanatos y sitios similares, pero ya es algo más bien raro en casi todo el mundo. Ahora lo que hay son servicios del gobierno que dan acogida a esos niños en familias y les ayudan a seguir adelante. Bob trabaja en ellos, de hecho- No era algo que tuviera claro, pero esa coincidencia la había tomado alguna vez como una pista. ¿Habría sido suerte o es que sus padres sabían donde dejarlo para asegurarse de que estaría en buenas manos?
Una pasajera sonrisa apareció por un momento en su rostro y luego añadió con la mirada perdida en el horizonte: -También me dio la mitad de mi nombre, el otro es de lo poco que me queda de mis padres.-
-Suena interesante. Me recuerda a algunos sitios de La Tierra, pero seguro que es más sorprendente- comentó. Con la explicación se le había venido inevitablemente la imagen del Vaticano, aunque seguramente sería bien distinto el templo de Förstelyr. Igual que con los otros mundos, el chico empezaba a tener curiosidad de visitarlo si es que después de aquel año podían hacerlo. -(Pero si ya llamaría la atención en Libo o en Varmania, en Mjörne sería todo un bicho raro)- pensó divertido.
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El corazón le latía con fuerza, nervioso por la posibilidad de verse reflejado en las respuestas de Räg. Por un momento el silencio le hizo sentir culpable de haber sacado un tema tan delicado, pero por suerte la conversación continuó. Asintió mientras escuchaba, más atento que antes. -Entiendo- empezó serio en cuanto el mjörní terminó. Él había tenido la suerte de tener una nota como único consuelo para saber algo de ellos, pero su compañero parecía que no contaba con nada. Solo la idea de verse en esa situación le abrumaba. ¿Cómo habría empezado a investigar sobre sus padres sin nada por lo que empezar? No habría podido siquiera. Cruzó los brazos y preguntó: -¿Es... costumbre que sea el Väler quien de nombre a los huérfanos?- Aún con otro nombre, podía buscarle paralelos con otras figuras religiosas de su mundo, pero le pareció curioso que alguien con tanta importancia se ocupara de ello.
Ante la sorpresa de su compañero, Rick contestó con un leve y breve asentimiento. La siguiente pregunta ya fue más compleja. -Adoptivo, pero sí- dijo, si bien debajo de aquello había todo un mundo de matices y dudas que de momento no iba a verbalizar. Desde que Bob le había contado la verdad, soñaba con saber algo de sus padres biológicos. Los motivos que le habían llevado a abandonarle, qué era de sus vidas, dónde estaban... se conformaba con saber cómo eran, su nombre o su cara. De pequeño nunca había tenido problema, pero desde ese momento le costaba más de lo que debería en darle un título a Bob. Era su padre, pero a su vez no lo era, y así siempre se debatía en muchas ocasiones. El cariño nunca faltaba, pero aún así en ciertos momentos... No era algo en lo que le gustase pensar demasiado.
Era un alivio que Räg tuviera más preguntas, así podía salir de ese bucle con más facilidad. El neoyorquino hizo un gesto con la mano para quitarle importancia y comenzó a explicar acomodándose en el sillón: -No, no lo es. No al menos en la actualidad. Hace muchísimos años todavía podían verse abandonos o niños en las calles, por eso se crearon los orfanatos y sitios similares, pero ya es algo más bien raro en casi todo el mundo. Ahora lo que hay son servicios del gobierno que dan acogida a esos niños en familias y les ayudan a seguir adelante. Bob trabaja en ellos, de hecho- No era algo que tuviera claro, pero esa coincidencia la había tomado alguna vez como una pista. ¿Habría sido suerte o es que sus padres sabían donde dejarlo para asegurarse de que estaría en buenas manos?
Una pasajera sonrisa apareció por un momento en su rostro y luego añadió con la mirada perdida en el horizonte: -También me dio la mitad de mi nombre, el otro es de lo poco que me queda de mis padres.-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: A place to call home
13/01/24, 03:30 pm
La pregunta de Rick le cogió un poco desprevenido y tuvo que meditarla unos instantes antes de darle una respuesta.
—La verdad es que… no sabría decirlo. No siempre es el Väler quién lo hace. A veces los niños ya tienen nombre, claro. Y también he visto a Sacerdotes Mayores decidirlo en otras ocasiones. Supongo que puede tener que ver con cómo de ocupado esté el Väler en ese momento… —Hizo una suposición que le podía tener cierta lógica, pero no pudo evitar un pensamiento intrusivo que le hizo arrugar el gesto un poco, recordando el asunto que lo había tenido tan disgustado antes de que algo mucho peor ocupase toda su mente—. Espero que no fuese por el color de mis escamas —murmuró más bien para sí.
Rick podría oírlo si estaba prestando atención, pero no iba a añadir nada más si no preguntaba. Aunque, suspirando mentalmente, pensó que desearía que aquella se hubiese mantenido como su principal preocupación y disgusto.
Al parecer, su suposición sobre que el caso del neoyorquino no era algo frecuente era acertada. Tenían orfanatos y algunas otras instituciones específicas para ocuparse de los huérfanos. Era lo que hubiese imaginado con solo pensar un poco por lo que sabía de la Tierra y haciendo paralelismos con el proceder en Mjörne. Aunque parecía que la situación era un poco distinta y los dirigentes de su planeta se ocupaban de los niños de algún modo. No entendía muy bien la explicación de Rick, pero no creía que fuese importante en ese momento. Excepto quizás el hecho de que su padre adoptivo parecía encargarse de niños huérfanos como trabajo. Algo así como un Sacerdote Mayor del Templo en la Tierra; por lo menos era la forma más fácil de darle sentido en su cabeza.
Lo que llamó de nuevo su atención fue la explicación sobre su nombre. No había especificado lo suficiente como para saber si conocía la identidad de sus padres y estaba teniendo constantemente la sensación de que Rick no se encontraba muy cómodo con el tema. ¿Quizás sus padres biológicos habían fallecido?
—¿La mitad? —decidió preguntar sobre lo que le parecía más inocuo—. ¿Tu nombre completo es en realidad más largo? ¿O quizás tienes un nombre compuesto? —Sintió curiosidad de repente. Para sus compañeros de torreón no era ningún secreto que podían llamarle Räg o Rägjynn, pero nunca había oído al humano afirmar que “Rick” fuese parte de un nombre más largo—. No tienes por qué contármelo si no te apetece, perdón —dijo de pronto un poco avergonzado. Si no había hablado de ello era posible que no quisiese hacerlo, y desde luego estaba claro que se presentaba únicamente como “Rick”.
—La verdad es que… no sabría decirlo. No siempre es el Väler quién lo hace. A veces los niños ya tienen nombre, claro. Y también he visto a Sacerdotes Mayores decidirlo en otras ocasiones. Supongo que puede tener que ver con cómo de ocupado esté el Väler en ese momento… —Hizo una suposición que le podía tener cierta lógica, pero no pudo evitar un pensamiento intrusivo que le hizo arrugar el gesto un poco, recordando el asunto que lo había tenido tan disgustado antes de que algo mucho peor ocupase toda su mente—. Espero que no fuese por el color de mis escamas —murmuró más bien para sí.
Rick podría oírlo si estaba prestando atención, pero no iba a añadir nada más si no preguntaba. Aunque, suspirando mentalmente, pensó que desearía que aquella se hubiese mantenido como su principal preocupación y disgusto.
Al parecer, su suposición sobre que el caso del neoyorquino no era algo frecuente era acertada. Tenían orfanatos y algunas otras instituciones específicas para ocuparse de los huérfanos. Era lo que hubiese imaginado con solo pensar un poco por lo que sabía de la Tierra y haciendo paralelismos con el proceder en Mjörne. Aunque parecía que la situación era un poco distinta y los dirigentes de su planeta se ocupaban de los niños de algún modo. No entendía muy bien la explicación de Rick, pero no creía que fuese importante en ese momento. Excepto quizás el hecho de que su padre adoptivo parecía encargarse de niños huérfanos como trabajo. Algo así como un Sacerdote Mayor del Templo en la Tierra; por lo menos era la forma más fácil de darle sentido en su cabeza.
Lo que llamó de nuevo su atención fue la explicación sobre su nombre. No había especificado lo suficiente como para saber si conocía la identidad de sus padres y estaba teniendo constantemente la sensación de que Rick no se encontraba muy cómodo con el tema. ¿Quizás sus padres biológicos habían fallecido?
—¿La mitad? —decidió preguntar sobre lo que le parecía más inocuo—. ¿Tu nombre completo es en realidad más largo? ¿O quizás tienes un nombre compuesto? —Sintió curiosidad de repente. Para sus compañeros de torreón no era ningún secreto que podían llamarle Räg o Rägjynn, pero nunca había oído al humano afirmar que “Rick” fuese parte de un nombre más largo—. No tienes por qué contármelo si no te apetece, perdón —dijo de pronto un poco avergonzado. Si no había hablado de ello era posible que no quisiese hacerlo, y desde luego estaba claro que se presentaba únicamente como “Rick”.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: A place to call home
15/01/24, 11:46 am
-Oh, ya veo- comentó ante la primera suposición. Parecía ser una labor que podía delegarse sin demasiado problema por lo que contaba, o bien no tenían a ningún cargo específico que se encargara de ello. La duda del neoyorquino habría acabado ahí de no ser por el cambio de expresión del mjörní. El murmuro le hizo levantar una ceja desconcertado. -(¿Tiene algo especial que sean moradas?)- se preguntó con curiosidad y, primando un poco más, apuro por su compañero. Viniendo de La Tierra, que el color de piel pudiera afectar por desgracia en ciertos ámbitos no era nada nuevo, pero por cómo lo había comentado no tenía claro si Rägjynn prefería no sacar el tema. De momento lo dejó estar.
El chico lo miró cuando preguntó por su nombre. -No pasa nada, tranquilo. No es que suela comentarlo pero no hay problema- respondió con una sonrisa tranquila que lo invitaba a relajarse. Que él estuviera un pelín nervioso por dentro era otra cosa, pero para el mjörní no sería algo que se viera. Se acomodó en el sillón empezando con un: -Pues técnicamente las dos cosas, de hecho.- Hizo un gesto con una mano, dando énfasis a la primera parte de la explicación: -Rick en realidad es un diminutivo, igual que Räg. Viene de Richard, pero desde siempre he preferido quedarme con el primero- Salvo Bob las contadísimas veces que se había enfadado con él y el profesor estricto de turno, todo el mundo le llamaba Rick y se presentaba directamente así. -Y aparte, también me llamo Diego- siguió con un gesto de la otra mano, con la sutil diferencia de que tanto la voz como la mano tenían un aire más inseguro. -Cuando Bob me encontró, también dejaron una nota pidiéndole que cuidara de mí. "Por favor, cuide bien de Diego." Cuando formalizó mi adopción, lo dejó como segundo nombre aunque siempre utilice el primero.- dijo mirando al frente con algo de añoranza.
Y habría parado ahí, pero su compañero le caía bien y, contándose aquellas cosas, vio justo comentar un detalle más aunque le diera una vergüenza horrible. -Conste que me gustan los dos nombres, es solo que... eh...- Dio una breve mirada a los lados, por si alguien más había aparecido por el salón. Solo estaban los dos, así que continuó algo más bajito aún así: -Puede sonar a una tontería pero... Diego es para mí un nombre especial y... me lo quiero guardar para las personas especiales, ¿sabes? Pareja, hijos, algún amigo muy cercano... Cosas así- Si no estaba siendo lo suficientemente obvio con la vergüenza que le daba, las mejillas también lo empezaban a delatar. -Quiero decir, no es que ninguno me caigáis bien, os aseguro que me encanta que seamos compañeros y Bob es que siempre me ha llamado por Rick, ¿eh? Es solo que le doy muchas vueltas- se apresuró a aclarar en cuanto se dio cuenta de que podía malinterpretarse lo más mínimo.
Y tan nervioso como estaba, el neoyorquino intentó cambiar momentáneamente la conversación a cualquier otra cosa mientras hacía el esfuerzo de calmarse. Por desgracia para el mjörní, lo primero que se le vino a la cabeza fue lo que hacía momentos antes no quería preguntar por si acaso. -Esto... ¿Lo del color de tus escamas por qué influiría en que te diera el nombre el Väler?- preguntó, aunque rápidamente añadió apurado: -Si quieres hablar del tema, claro. Si no no pasa nada.-
El chico lo miró cuando preguntó por su nombre. -No pasa nada, tranquilo. No es que suela comentarlo pero no hay problema- respondió con una sonrisa tranquila que lo invitaba a relajarse. Que él estuviera un pelín nervioso por dentro era otra cosa, pero para el mjörní no sería algo que se viera. Se acomodó en el sillón empezando con un: -Pues técnicamente las dos cosas, de hecho.- Hizo un gesto con una mano, dando énfasis a la primera parte de la explicación: -Rick en realidad es un diminutivo, igual que Räg. Viene de Richard, pero desde siempre he preferido quedarme con el primero- Salvo Bob las contadísimas veces que se había enfadado con él y el profesor estricto de turno, todo el mundo le llamaba Rick y se presentaba directamente así. -Y aparte, también me llamo Diego- siguió con un gesto de la otra mano, con la sutil diferencia de que tanto la voz como la mano tenían un aire más inseguro. -Cuando Bob me encontró, también dejaron una nota pidiéndole que cuidara de mí. "Por favor, cuide bien de Diego." Cuando formalizó mi adopción, lo dejó como segundo nombre aunque siempre utilice el primero.- dijo mirando al frente con algo de añoranza.
Y habría parado ahí, pero su compañero le caía bien y, contándose aquellas cosas, vio justo comentar un detalle más aunque le diera una vergüenza horrible. -Conste que me gustan los dos nombres, es solo que... eh...- Dio una breve mirada a los lados, por si alguien más había aparecido por el salón. Solo estaban los dos, así que continuó algo más bajito aún así: -Puede sonar a una tontería pero... Diego es para mí un nombre especial y... me lo quiero guardar para las personas especiales, ¿sabes? Pareja, hijos, algún amigo muy cercano... Cosas así- Si no estaba siendo lo suficientemente obvio con la vergüenza que le daba, las mejillas también lo empezaban a delatar. -Quiero decir, no es que ninguno me caigáis bien, os aseguro que me encanta que seamos compañeros y Bob es que siempre me ha llamado por Rick, ¿eh? Es solo que le doy muchas vueltas- se apresuró a aclarar en cuanto se dio cuenta de que podía malinterpretarse lo más mínimo.
Y tan nervioso como estaba, el neoyorquino intentó cambiar momentáneamente la conversación a cualquier otra cosa mientras hacía el esfuerzo de calmarse. Por desgracia para el mjörní, lo primero que se le vino a la cabeza fue lo que hacía momentos antes no quería preguntar por si acaso. -Esto... ¿Lo del color de tus escamas por qué influiría en que te diera el nombre el Väler?- preguntó, aunque rápidamente añadió apurado: -Si quieres hablar del tema, claro. Si no no pasa nada.-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: A place to call home
15/01/24, 02:47 pm
Atendió con mucho interés a la explicación de Rick acerca de su nombre y a como sus padres le habían dejado a Bob una nota para que cuidase de él.
—Vaya, Richard suena bonito también… Oh, y Diego. Te seguiré llamando Rick, no te preocupes —le aseguró con una sonrisa cuando estableció su preferencia.
Ya estaba tan acostumbrado a ello, de todas formas, que salvo que el propio humano, en un escenario hipotético, le pidiera explícitamente cambiar la forma en la que se dirigía a él, no lo hubiera hecho.
—Yo no tengo preferencia porque me llamen Rägjynn o Räg, y como algunos de vosotros teníais problemas con la pronunciación preferí dar la opción desde el principio. Me gusta como suena mi nombre completo y por eso me presento con él, pero, aun así, los que hablan más conmigo acaban acortándolo. Supongo que la economía del lenguaje y eso —explicó con una pequeña risa.
Seguía notando al humano un poco incómodo y, aunque no tenía claro que fuese a servir de algo, quería intentar participar en la conversación de forma que resultase natural y que comprendiese que podía hablarle de aquello sin problema.
>>Algunas veces también ha ocurrido en el Templo algo como lo tuyo… Algún bebé junto a una carta parecida, donde viene escrito el nombre —explicó—. Aunque, normalmente, cuando viene un huérfano con nombre es porque sus padres fallecieron en algún accidente. En estos casos lo más común es que sus padres o tutores fuesen marineros de algún tipo…. Pescadores en alta mar, o magos que se encargan de la protección de los barcos de correo entre islas...
La confesión que hizo Rick a continuación sí le resultó más incómoda, no porque le molestase, sino por lo importante que parecía para el neoyorquino. Consideraba a casi todos en el torreón amigos a aquellas alturas, pero desde luego no creía que pudiesen clasificarse como “amigos cercanos” habiendo transcurrido tan poco tiempo. Estaba seguro de que se lo estaba contando por cómo había surgido la conversación, quizás porque se sintió identificado con el hecho de que ambos fuesen huérfanos… No podía evitar sentir que, en cierto modo, había obligado a Rick a contarle algo tan personal con sus preguntas.
—Yo no… No sé lo diré a nadie, no te preocupes —le aseguró, entendiendo qué quería decir en parte al recalcar lo especial que era para él aquel nombre—. Sobre nada de lo que me has contado hoy. Pero… Muchas gracias por confiar en mí —volvió a sonreír, esta vez intentando mostrar una expresión más cálida.
En otras circunstancias no hubiera supuesto ningún problema, pero el estado de ánimo general y personal se interponían en materializar expresiones positivas.
Y, finalmente, sí le preguntó acerca de lo que había murmurado antes. Desde luego no iba a negarse a hablar de ello después de lo que Rick acababa de explicarle. Sentía que se lo debía, y en realidad no estaba al mismo nivel ni mucho menos.
—Ah, no te preocupes: puedo hablar de ello sin problema. Es solo que tiene que ver con algo que me estaba frustrando bastante desde hacía un tiempo antes de que nos trajesen aquí…
Procedió entonces a explicarle a Rick acerca de los escamas negras, que los Väler siempre las tenían de ese color y lo que simbolizaba en Mjörne.
>>Las escamas moradas también son bastante infrecuentes, pero no tienen ningún significado especial en realidad. El hecho de que no ha nacido ningún escamas negras desde que lo hizo la Väler actual, ha provocado que el Culto esté manteniendo un debate acerca de qué pasaría si no llega a haber ningún sucesor. Es muy ridículo si me preguntas: la Väler es muy joven. No sé su edad exacta, pero no tiene mucho más de veinte. Le quedan muchos años en su cargo, pero algunos Sacerdotes casi parece que esperan que le ocurra algo en cualquier momento —negó con la cabeza.
Era consciente de que podían suceder accidentes o, más probable debido a que como Väler no se exponía a peligros, que la chica tuviese mala suerte y cayese gavemente enferma; pero pensar así le parecía una enorme falta de confianza en la Sanación que ellos mismos predicaban, especialmente si estaban hablando de una escamas negras.
—Y… bueno… Se empezó a mencionar la posibilidad de que cuando Ralëhja, la Väler, muera, la tuviera que suceder algún escamas moradas. Imagino que llevan bastante tiempo debatiendo sobre ello, pero yo solo me he dado cuenta desde hace unos meses. Más que nada porque empecé a notar… Cosas extrañas, y después escuché los rumores. Algunos huérfanos parecían tenerme envidia, algunos Sacerdotes me empezaron a tratar diferente… —Negó con la cabeza de nuevo con expresión irritada—. De todo el Templo, soy el único escamas moradas, y algunos parecen creer que yo podría ser el próximo Väler o algo así. Pero eso es… Es ridículo. Ralëhja igual ni siquiera es diez años mayor que yo, y, además, ya nacerá otro escamas negras.
Rick podría notar lo mucho que le frustraba aquel tema. Le carcomía tanto que en esa ocasión ni siquiera se disculpó por hablar demasiado. Casi sentaba bien volver a disertar sobre una preocupación que ahora parecía mucho menor, por mucho que le molestase.
—Vaya, Richard suena bonito también… Oh, y Diego. Te seguiré llamando Rick, no te preocupes —le aseguró con una sonrisa cuando estableció su preferencia.
Ya estaba tan acostumbrado a ello, de todas formas, que salvo que el propio humano, en un escenario hipotético, le pidiera explícitamente cambiar la forma en la que se dirigía a él, no lo hubiera hecho.
—Yo no tengo preferencia porque me llamen Rägjynn o Räg, y como algunos de vosotros teníais problemas con la pronunciación preferí dar la opción desde el principio. Me gusta como suena mi nombre completo y por eso me presento con él, pero, aun así, los que hablan más conmigo acaban acortándolo. Supongo que la economía del lenguaje y eso —explicó con una pequeña risa.
Seguía notando al humano un poco incómodo y, aunque no tenía claro que fuese a servir de algo, quería intentar participar en la conversación de forma que resultase natural y que comprendiese que podía hablarle de aquello sin problema.
>>Algunas veces también ha ocurrido en el Templo algo como lo tuyo… Algún bebé junto a una carta parecida, donde viene escrito el nombre —explicó—. Aunque, normalmente, cuando viene un huérfano con nombre es porque sus padres fallecieron en algún accidente. En estos casos lo más común es que sus padres o tutores fuesen marineros de algún tipo…. Pescadores en alta mar, o magos que se encargan de la protección de los barcos de correo entre islas...
La confesión que hizo Rick a continuación sí le resultó más incómoda, no porque le molestase, sino por lo importante que parecía para el neoyorquino. Consideraba a casi todos en el torreón amigos a aquellas alturas, pero desde luego no creía que pudiesen clasificarse como “amigos cercanos” habiendo transcurrido tan poco tiempo. Estaba seguro de que se lo estaba contando por cómo había surgido la conversación, quizás porque se sintió identificado con el hecho de que ambos fuesen huérfanos… No podía evitar sentir que, en cierto modo, había obligado a Rick a contarle algo tan personal con sus preguntas.
—Yo no… No sé lo diré a nadie, no te preocupes —le aseguró, entendiendo qué quería decir en parte al recalcar lo especial que era para él aquel nombre—. Sobre nada de lo que me has contado hoy. Pero… Muchas gracias por confiar en mí —volvió a sonreír, esta vez intentando mostrar una expresión más cálida.
En otras circunstancias no hubiera supuesto ningún problema, pero el estado de ánimo general y personal se interponían en materializar expresiones positivas.
Y, finalmente, sí le preguntó acerca de lo que había murmurado antes. Desde luego no iba a negarse a hablar de ello después de lo que Rick acababa de explicarle. Sentía que se lo debía, y en realidad no estaba al mismo nivel ni mucho menos.
—Ah, no te preocupes: puedo hablar de ello sin problema. Es solo que tiene que ver con algo que me estaba frustrando bastante desde hacía un tiempo antes de que nos trajesen aquí…
Procedió entonces a explicarle a Rick acerca de los escamas negras, que los Väler siempre las tenían de ese color y lo que simbolizaba en Mjörne.
>>Las escamas moradas también son bastante infrecuentes, pero no tienen ningún significado especial en realidad. El hecho de que no ha nacido ningún escamas negras desde que lo hizo la Väler actual, ha provocado que el Culto esté manteniendo un debate acerca de qué pasaría si no llega a haber ningún sucesor. Es muy ridículo si me preguntas: la Väler es muy joven. No sé su edad exacta, pero no tiene mucho más de veinte. Le quedan muchos años en su cargo, pero algunos Sacerdotes casi parece que esperan que le ocurra algo en cualquier momento —negó con la cabeza.
Era consciente de que podían suceder accidentes o, más probable debido a que como Väler no se exponía a peligros, que la chica tuviese mala suerte y cayese gavemente enferma; pero pensar así le parecía una enorme falta de confianza en la Sanación que ellos mismos predicaban, especialmente si estaban hablando de una escamas negras.
—Y… bueno… Se empezó a mencionar la posibilidad de que cuando Ralëhja, la Väler, muera, la tuviera que suceder algún escamas moradas. Imagino que llevan bastante tiempo debatiendo sobre ello, pero yo solo me he dado cuenta desde hace unos meses. Más que nada porque empecé a notar… Cosas extrañas, y después escuché los rumores. Algunos huérfanos parecían tenerme envidia, algunos Sacerdotes me empezaron a tratar diferente… —Negó con la cabeza de nuevo con expresión irritada—. De todo el Templo, soy el único escamas moradas, y algunos parecen creer que yo podría ser el próximo Väler o algo así. Pero eso es… Es ridículo. Ralëhja igual ni siquiera es diez años mayor que yo, y, además, ya nacerá otro escamas negras.
Rick podría notar lo mucho que le frustraba aquel tema. Le carcomía tanto que en esa ocasión ni siquiera se disculpó por hablar demasiado. Casi sentaba bien volver a disertar sobre una preocupación que ahora parecía mucho menor, por mucho que le molestase.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: A place to call home
19/01/24, 05:51 pm
Con el cumplido del mjörní, al neoyorquino se le dibujó una sonrisa entrañable. Le gustaban los dos, aunque Richard a secas lo había usado tan poco que se le hacía extraño presentarse con él. Siempre había sido Rick y estaba a gusto así. Escuchó la explicación de su compañero manteniendo la sonrisa y solo cuando terminó tomó el turno de palabra. -Sí, afecta bastante en el día a día. Y para estándares humanos cuesta un poco, pero creo que a nombres difíciles el premio se lo tenemos que dar a Szczenyak- le concedió bromeando, acabando con una ligera risa con su propio chiste. Lo que le había costado aprendérselo... El chico volvió a tomar luego un tono más sereno y añadió: -Rägjynn es un nombre muy chulo, la verdad.- Probablemente acabaría acortándolo, pero intentaría tener en cuenta su opinión aunque no tuviera preferencia en realidad.
Decir que estaba nervioso era quedarse corto. Era la primera vez que le contaba aquello a alguien y, aunque ya de por sí hablar de la horfandad le había costado aún compartiéndola con Räg, lo de su segundo nombre estaba casi a la par. Después de lo de Serena prácticamente había demostrado a todos que no le importaba mostrarse vulnerable, pero con esos temas en concreto era distinto. Tan concentrado estaba que ni siquiera se había planteado en pedirle que no lo fuera contando (aunque su lenguaje corporal se le hubiera adelantado) hasta que lo mencionó su compañero. Por suerte la calidez del mjörní estaba haciendo efecto y Rick empezó a calmarse, agradecido con sus palabras. -Gracias, de verdad. Si alguna vez te hace falta comentar lo que sea, puedes preguntarme sin problema- le dijo devolviéndole la sonrisa. Desde el primer momento le había parecido alguien de fiar y a cada día que pasaba más convencido estaba que era de las personas que más le hacían sentir calma aún estando en un mundo hostil.
Y ahora que eso estaba aclarado, al neoyorquino le pareció mejor retomar los otros temas. Que en Mjörne se dieran casos parecidos tenía sentido con los trabajos que había mencionado, aunque más que un abandono por el motivo que fuera era tal como había dicho eran accidentes. Había asentido cuando se lo estuvo explicando, aunque fue más tarde cuando Rick se abrió con su experiencia. -En mi caso no se casi nada de ellos, solo algún detalle que saqué con la nota que me dejaron. Por el otro lado tenía el dibujo de un sitio que no reconocía, así que investigué si era un lugar real. Con eso y el nombre logré descubrir que probablemente uno de ellos o los dos venían de otro país de La Tierra, uno más cercano al de Ethan que al mío, así que estaban bastante lejos de su hogar. Qué hacían en Nueva York y cualquier otra cosa todavía sigue siendo un misterio, pero me gustaría encontrarlos algún día- fue explicando con la calma que le había restaurado su compañero. Confiaba en que sus teorías habían sido correctas y, más importante aún, siempre había creído que debían estar en alguna parte. La otra idea, más acorde a lo que acababa de explicar Räg, se le había cruzado maliciosamente por la cabeza, pero se negaba a aceptar esa posibilidad. Debían estar vivos, sí, y los encontraría tarde o temprano.
Sintió alivio cuando el mjörní no se tomó mal que hubiera sacado el tema de sus escamas, aunque lo siguiente que dijo alimentó aún más su curiosidad. El neoyorquino prestó completa atención a toda la explicación, aprovechando de paso para darle un trago al vaso de agua. Teniendo en cuenta la rareza de que fueran negras y la carga que tenía ese color, entendía que el Culto quisiera tener un plan b por si acaso. Aparte, ese detalle le hizo apreciar aún más una de las figuras del pozo. Desde que había aparecido, le había extrañado que hubieran coloreado de negro una flor, pero ahora cobraba todo el sentido.
Pero volviendo al tema, comprendía su frustración. Se notaba la molestia que tenía con esa situación y Rick no pudo evitar que el peso le afectara un poco, quedando dubitativo pensando si había alguna forma de solucionarla. -Si fuera más mayor entendería la preocupación, pero se están pasando de previsores. Quiero decir, aunque las escamas negras sean raras, casi siempre hay alguno si lo normal es que se pase de uno a otro, ¿no? ¿O es frecuente que el Väler sea de escamas moradas?- opinó poniéndose de su lado. Si vivieran tan poco como en Libo tendría una explicación, pero no parecía que fuera el caso en absoluto. Se cruzó de brazos mientras continuaba: -Igualmente, no está bien que hicieran eso fueras o no a ser candidato- Si ya las prisas eran incómodas, que intentaran ganarse su favor a futuro era horrible. -(Normal que esté preocupado. Si estuviera en las mismas ya habría tenido unas palabritas con ellos.)-
Decir que estaba nervioso era quedarse corto. Era la primera vez que le contaba aquello a alguien y, aunque ya de por sí hablar de la horfandad le había costado aún compartiéndola con Räg, lo de su segundo nombre estaba casi a la par. Después de lo de Serena prácticamente había demostrado a todos que no le importaba mostrarse vulnerable, pero con esos temas en concreto era distinto. Tan concentrado estaba que ni siquiera se había planteado en pedirle que no lo fuera contando (aunque su lenguaje corporal se le hubiera adelantado) hasta que lo mencionó su compañero. Por suerte la calidez del mjörní estaba haciendo efecto y Rick empezó a calmarse, agradecido con sus palabras. -Gracias, de verdad. Si alguna vez te hace falta comentar lo que sea, puedes preguntarme sin problema- le dijo devolviéndole la sonrisa. Desde el primer momento le había parecido alguien de fiar y a cada día que pasaba más convencido estaba que era de las personas que más le hacían sentir calma aún estando en un mundo hostil.
Y ahora que eso estaba aclarado, al neoyorquino le pareció mejor retomar los otros temas. Que en Mjörne se dieran casos parecidos tenía sentido con los trabajos que había mencionado, aunque más que un abandono por el motivo que fuera era tal como había dicho eran accidentes. Había asentido cuando se lo estuvo explicando, aunque fue más tarde cuando Rick se abrió con su experiencia. -En mi caso no se casi nada de ellos, solo algún detalle que saqué con la nota que me dejaron. Por el otro lado tenía el dibujo de un sitio que no reconocía, así que investigué si era un lugar real. Con eso y el nombre logré descubrir que probablemente uno de ellos o los dos venían de otro país de La Tierra, uno más cercano al de Ethan que al mío, así que estaban bastante lejos de su hogar. Qué hacían en Nueva York y cualquier otra cosa todavía sigue siendo un misterio, pero me gustaría encontrarlos algún día- fue explicando con la calma que le había restaurado su compañero. Confiaba en que sus teorías habían sido correctas y, más importante aún, siempre había creído que debían estar en alguna parte. La otra idea, más acorde a lo que acababa de explicar Räg, se le había cruzado maliciosamente por la cabeza, pero se negaba a aceptar esa posibilidad. Debían estar vivos, sí, y los encontraría tarde o temprano.
Sintió alivio cuando el mjörní no se tomó mal que hubiera sacado el tema de sus escamas, aunque lo siguiente que dijo alimentó aún más su curiosidad. El neoyorquino prestó completa atención a toda la explicación, aprovechando de paso para darle un trago al vaso de agua. Teniendo en cuenta la rareza de que fueran negras y la carga que tenía ese color, entendía que el Culto quisiera tener un plan b por si acaso. Aparte, ese detalle le hizo apreciar aún más una de las figuras del pozo. Desde que había aparecido, le había extrañado que hubieran coloreado de negro una flor, pero ahora cobraba todo el sentido.
Pero volviendo al tema, comprendía su frustración. Se notaba la molestia que tenía con esa situación y Rick no pudo evitar que el peso le afectara un poco, quedando dubitativo pensando si había alguna forma de solucionarla. -Si fuera más mayor entendería la preocupación, pero se están pasando de previsores. Quiero decir, aunque las escamas negras sean raras, casi siempre hay alguno si lo normal es que se pase de uno a otro, ¿no? ¿O es frecuente que el Väler sea de escamas moradas?- opinó poniéndose de su lado. Si vivieran tan poco como en Libo tendría una explicación, pero no parecía que fuera el caso en absoluto. Se cruzó de brazos mientras continuaba: -Igualmente, no está bien que hicieran eso fueras o no a ser candidato- Si ya las prisas eran incómodas, que intentaran ganarse su favor a futuro era horrible. -(Normal que esté preocupado. Si estuviera en las mismas ya habría tenido unas palabritas con ellos.)-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: A place to call home
20/01/24, 10:36 pm
Sonrió a Rick cuando este le dijo que su nombre le gustaba y rio ante la mención del vyttia.
—Admito que a mí también me costó un poco pronunciar “Szczenyak” correctamente, aunque creo que no tanto como a vosotros. Creo que su idioma original debía parecerse más al mjörní que a los que hablabais vosotros —teorizó, no siendo la primera vez que lo pensaba.
>>Te digo lo mismo, Rick: siempre estoy dispuesto a escuchar. No voy a poder ser siempre de ayuda porque, bueno… Las diferencias entre nuestros mundos a veces son un impedimento, pero al menos lo puedo intentar —le devolvió las palabras amables tal y como las pensaba.
El humano a continuación le explicó más detalles sobre la nota que habían dejado sus padres junto a su yo bebé, curioso por lo que contaba. ¿Qué motivos podrían tener para hacer algo así? Estaba claro que Rick pretendía usar sus dotes como investigador para tratar de averiguarlo.
—Caray… qué misterio. Ojalá puedas averiguar algo cuando regreses a la Tierra.
Él nunca había pensado demasiado en sus propios padres biológicos hasta que había empezado a hacer ciertas conexiones qué… No. Ya tenía suficiente. No se podía hacer eso a sí mismo. Pasaba demasiadas horas al día al borde de ataques de ansiedad o directamente los tenía. La situación le estaba superando como para añadirle todavía más basura al vertedero en el que se había convertido su cabeza desde el… incidente. A aquellas alturas ya no se aclaraba ni él mismo sobre cuál de todos los “incidentes “ estaba pensando en el momento en el que la palabra acudía a su mente.
Por suerte, Rick se interesó más por todo el asunto que le había estado explicando acerca de la sucesión de la cabeza del Culto a la Sanación y asintió con un “eso es” cuando el humano dijo que no tenía sentido.
—En absoluto: no hay precedente alguno —respondió categóricamente a su pregunta—. El o la Väler tiene que ser un escamas negras. Ellos son los que encarnan la pureza y las propiedades de la Sanación. —No se extendió más acerca de la fé del Culto porque tal vez su interlocutor no estuviese tan interesado en conocer los detalles. Volvió a asentir enérgicamente a la última afirmación del detective—. Me cuesta creer que hubiese tantos adultos comportándose así… Y no adultos cualesquiera: Sacerdotes Mayores. Dando ese ejemplo a los niños, no me extraña tanto lo que venía de ellos… Aunque era doloroso aun así. Empecé a tener menos ganas de relacionarme con los demás huérfanos… ¿Entiendes? Solía gustarme leer cuentos para los más pequeños, pero llevaba ya un tiempo sin hacerlo porque me daba miedo ser el blanco de más rumores y cuchicheos estúpidos, y que pudiese afectar también a los más pequeños… —negó con la cabeza, mostrando claramente una expresión afectada y frustrada a partes iguales.
—Admito que a mí también me costó un poco pronunciar “Szczenyak” correctamente, aunque creo que no tanto como a vosotros. Creo que su idioma original debía parecerse más al mjörní que a los que hablabais vosotros —teorizó, no siendo la primera vez que lo pensaba.
>>Te digo lo mismo, Rick: siempre estoy dispuesto a escuchar. No voy a poder ser siempre de ayuda porque, bueno… Las diferencias entre nuestros mundos a veces son un impedimento, pero al menos lo puedo intentar —le devolvió las palabras amables tal y como las pensaba.
El humano a continuación le explicó más detalles sobre la nota que habían dejado sus padres junto a su yo bebé, curioso por lo que contaba. ¿Qué motivos podrían tener para hacer algo así? Estaba claro que Rick pretendía usar sus dotes como investigador para tratar de averiguarlo.
—Caray… qué misterio. Ojalá puedas averiguar algo cuando regreses a la Tierra.
Él nunca había pensado demasiado en sus propios padres biológicos hasta que había empezado a hacer ciertas conexiones qué… No. Ya tenía suficiente. No se podía hacer eso a sí mismo. Pasaba demasiadas horas al día al borde de ataques de ansiedad o directamente los tenía. La situación le estaba superando como para añadirle todavía más basura al vertedero en el que se había convertido su cabeza desde el… incidente. A aquellas alturas ya no se aclaraba ni él mismo sobre cuál de todos los “incidentes “ estaba pensando en el momento en el que la palabra acudía a su mente.
Por suerte, Rick se interesó más por todo el asunto que le había estado explicando acerca de la sucesión de la cabeza del Culto a la Sanación y asintió con un “eso es” cuando el humano dijo que no tenía sentido.
—En absoluto: no hay precedente alguno —respondió categóricamente a su pregunta—. El o la Väler tiene que ser un escamas negras. Ellos son los que encarnan la pureza y las propiedades de la Sanación. —No se extendió más acerca de la fé del Culto porque tal vez su interlocutor no estuviese tan interesado en conocer los detalles. Volvió a asentir enérgicamente a la última afirmación del detective—. Me cuesta creer que hubiese tantos adultos comportándose así… Y no adultos cualesquiera: Sacerdotes Mayores. Dando ese ejemplo a los niños, no me extraña tanto lo que venía de ellos… Aunque era doloroso aun así. Empecé a tener menos ganas de relacionarme con los demás huérfanos… ¿Entiendes? Solía gustarme leer cuentos para los más pequeños, pero llevaba ya un tiempo sin hacerlo porque me daba miedo ser el blanco de más rumores y cuchicheos estúpidos, y que pudiese afectar también a los más pequeños… —negó con la cabeza, mostrando claramente una expresión afectada y frustrada a partes iguales.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: A place to call home
26/01/24, 07:15 pm
Que ambos idiomas pudieran parecerse sonaba curioso. Quitando el nombre de su compañero y lo poco que recordara después del hechizo de la fuente no es que tuvieran muchos medios para comprobarlo, pero desde luego sí que eran los dos con los nombres más complicados si le preguntaban a él. ¿Se parecería el inglés a otro de los idiomas originales de alguno de ellos?
El ofrecimiento del mjörní fue reconfortante. De verdad que le caían bien todos aún con los roces de los primeros días, lógicos cuando la tensión y la confusión había imperado. Si bien algunos ya iban camino de llegar a ser una amistad para el neoyorquino, saber que podías contar con alguien en medio del caos era precioso. Era todo un soplo de aire fresco que te ayudaba a recuperar las fuerzas para seguir. Y al menos esta vez había salido bien, no como aquella noche. Aunque la puerta la había dejado abierta si alguna vez cambiaba de opinión. -Muchas gracias, Rägjynn. Si se da esa ocasión el esfuerzo ten por seguro que lo agradeceré igual.- contestó lleno de amabilidad y calidez. -Y bueno, quien sabe. Si de momento la convivencia va bien incluso con las diferencias, tal vez lleguemos a entendernos casi por completo en algún momento- añadió con optimismo, creyendo en ello. Por supuesto que era solo una posibilidad, pero quería pensar que no todo saldría mal en esa ciudad.
Rick asintió ante la esperanza de Räg y contestó con cierta añoranza: -Eso espero.- Cuando volviera, lo primero que haría sería ver a todos sus amigos y a Bob. Las disculpas iban a durar horas y no le extrañaría acabar con una regañina con toda la incertidumbre que estaría pasando. Ya luego, retomaría la investigación a fondo. Aún había muchos lugares en Nueva York donde indagar y, en algún momento, le encantaría viajar al lugar de la postal. -(Tal vez allí haya algo)- había pensado alguna vez. Lo mismo todo ese año le servía también para aprender algún truco que usar para encontrar pistas para entonces.
Todo lo de la posible sucesión del Väler era complicado, pero cuanto más le explicaba más indignado se quedaba con todo el lío en el que se había visto envuelto su compañero. -Buf, pues entonces con más razón aún. Van con demasiada prisa- comentó después de un resoplido frustrado. Se le ocurría algún que otro motivo para que quisieran tener tan planeado todo con tanta antelación, no demasiado buenos en general. Cierto era que le cuadraban menos por lo que sabía de Mjörne, pero a saber. Aquello le estaba sirviendo para tener claro dos cosas: que incluso en la otra punta del universo podía seguir habiendo gente muy cuestionable en el poder y que Rägjynn tenía un corazón de oro, aunque de eso no había dudado en ningún momento desde el primer día. -Te entiendo, sí- respondió compartiendo una pequeña parte de su angustia. Era tan injusto...
El neoyorquino se incorporó un poco en el sillón, pensativo. -No se si estoy aconsejando algo imposible, pero... ¿No hay alguna forma de plantarles cara y dejar las cosas claras? Seas tú o con ayuda de alguien, pero alguna forma de hacer que no se siga repitiendo. Imagino que aún así no sería fácil, pero no se... Afectando a tanta gente y a tí el primero, debería solucionarse la situación antes de que vaya a peor- dijo en un intento por echarle una mano para cuando volviera.
El ofrecimiento del mjörní fue reconfortante. De verdad que le caían bien todos aún con los roces de los primeros días, lógicos cuando la tensión y la confusión había imperado. Si bien algunos ya iban camino de llegar a ser una amistad para el neoyorquino, saber que podías contar con alguien en medio del caos era precioso. Era todo un soplo de aire fresco que te ayudaba a recuperar las fuerzas para seguir. Y al menos esta vez había salido bien, no como aquella noche. Aunque la puerta la había dejado abierta si alguna vez cambiaba de opinión. -Muchas gracias, Rägjynn. Si se da esa ocasión el esfuerzo ten por seguro que lo agradeceré igual.- contestó lleno de amabilidad y calidez. -Y bueno, quien sabe. Si de momento la convivencia va bien incluso con las diferencias, tal vez lleguemos a entendernos casi por completo en algún momento- añadió con optimismo, creyendo en ello. Por supuesto que era solo una posibilidad, pero quería pensar que no todo saldría mal en esa ciudad.
Rick asintió ante la esperanza de Räg y contestó con cierta añoranza: -Eso espero.- Cuando volviera, lo primero que haría sería ver a todos sus amigos y a Bob. Las disculpas iban a durar horas y no le extrañaría acabar con una regañina con toda la incertidumbre que estaría pasando. Ya luego, retomaría la investigación a fondo. Aún había muchos lugares en Nueva York donde indagar y, en algún momento, le encantaría viajar al lugar de la postal. -(Tal vez allí haya algo)- había pensado alguna vez. Lo mismo todo ese año le servía también para aprender algún truco que usar para encontrar pistas para entonces.
Todo lo de la posible sucesión del Väler era complicado, pero cuanto más le explicaba más indignado se quedaba con todo el lío en el que se había visto envuelto su compañero. -Buf, pues entonces con más razón aún. Van con demasiada prisa- comentó después de un resoplido frustrado. Se le ocurría algún que otro motivo para que quisieran tener tan planeado todo con tanta antelación, no demasiado buenos en general. Cierto era que le cuadraban menos por lo que sabía de Mjörne, pero a saber. Aquello le estaba sirviendo para tener claro dos cosas: que incluso en la otra punta del universo podía seguir habiendo gente muy cuestionable en el poder y que Rägjynn tenía un corazón de oro, aunque de eso no había dudado en ningún momento desde el primer día. -Te entiendo, sí- respondió compartiendo una pequeña parte de su angustia. Era tan injusto...
El neoyorquino se incorporó un poco en el sillón, pensativo. -No se si estoy aconsejando algo imposible, pero... ¿No hay alguna forma de plantarles cara y dejar las cosas claras? Seas tú o con ayuda de alguien, pero alguna forma de hacer que no se siga repitiendo. Imagino que aún así no sería fácil, pero no se... Afectando a tanta gente y a tí el primero, debería solucionarse la situación antes de que vaya a peor- dijo en un intento por echarle una mano para cuando volviera.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: A place to call home
05/02/24, 07:08 am
Nada podría sonarle mejor a Rägjynn en aquel momento que una afirmación como la que Rick había hecho acerca del entendimiento mutuo.
—Yo… espero que sí. Confío en que sí —le respondió tratando de sonar lo más positivo que fue capaz.
Por su cabeza pasaron varios momentos desagradables producidos precisamente por la falta de entendimiento, y no es que no estuvieran todavía sobre la mesa varios de ellos. Pero aquella charla con Rick le había ayudado a aligerar un poco, aunque solo fuera durante lo que durase ese intercambio personal, la carga que lo atormentaba desde que había pisado aquella ciudad. No, en realidad desde incluso antes. Desde bastante antes.
También le alegró sentirse comprendido por el humano, quien pareció entender a la perfección el dilema mjörní y por qué le frustraba tanto. Su sugerencia, en cambio… No podía negar la lógica en ella, pero imaginarse la situación le producía bastante ansiedad. Räg siempre había destacado más lidiando con los problemas de otros que con los suyos propios.
—Tienes razón en que puede llegar a ser insostenible. Sobre todo si lleva mucho más tiempo debatiéndose del que tengo constancia —se rascó la nuca con nerviosismo—. No… No lo sé. No sabría cómo abordarlo. Si… si lo pienso en frío… lo mejor sería hablar con la propia Väler, pero no… No sé si me atrevería a solicitar audiencia con ella para… algo así —añadió con incomodidad.
Había omitido a propósito la parte en la que Rick había sugerido la ayuda de alguien más. Por supuesto, Alys había acudido a su mente de inmediato, seguido de Skjë e incluso algunos de los Sacerdotes Mayores. Pero hablar de sus amigos seguía sintiéndose como una punzada en el pecho y no quería desmoronarse cuando estaba logrando distraerse un poco.
—Yo… espero que sí. Confío en que sí —le respondió tratando de sonar lo más positivo que fue capaz.
Por su cabeza pasaron varios momentos desagradables producidos precisamente por la falta de entendimiento, y no es que no estuvieran todavía sobre la mesa varios de ellos. Pero aquella charla con Rick le había ayudado a aligerar un poco, aunque solo fuera durante lo que durase ese intercambio personal, la carga que lo atormentaba desde que había pisado aquella ciudad. No, en realidad desde incluso antes. Desde bastante antes.
También le alegró sentirse comprendido por el humano, quien pareció entender a la perfección el dilema mjörní y por qué le frustraba tanto. Su sugerencia, en cambio… No podía negar la lógica en ella, pero imaginarse la situación le producía bastante ansiedad. Räg siempre había destacado más lidiando con los problemas de otros que con los suyos propios.
—Tienes razón en que puede llegar a ser insostenible. Sobre todo si lleva mucho más tiempo debatiéndose del que tengo constancia —se rascó la nuca con nerviosismo—. No… No lo sé. No sabría cómo abordarlo. Si… si lo pienso en frío… lo mejor sería hablar con la propia Väler, pero no… No sé si me atrevería a solicitar audiencia con ella para… algo así —añadió con incomodidad.
Había omitido a propósito la parte en la que Rick había sugerido la ayuda de alguien más. Por supuesto, Alys había acudido a su mente de inmediato, seguido de Skjë e incluso algunos de los Sacerdotes Mayores. Pero hablar de sus amigos seguía sintiéndose como una punzada en el pecho y no quería desmoronarse cuando estaba logrando distraerse un poco.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: A place to call home
09/02/24, 12:53 am
Asintió con una leve sonrisa al escuchar la opinión del mjörní. Era consciente de los problemas que ya habían tenido y de los que podrían llegar en el futuro, al final cualquier convivencia no se salvaba de tener algunos baches. Quería confiar en sus compañeros, en que de una forma u otra saldrían adelante, y era todo un alivio saber que no estaba solo con esa idea. Solo esperaba que el resto de meses fueran más tranquilos. -(Pero eso es imposible en este sitio)- pensó momentáneamente más serio. Lo más probable es que hubiera más peligros, por algo se estaban preparando y entrenando. Lo único que no quería es que sucediera de nuevo todo lo de aquel maldito día.
No era un momento para estar pensando en ello, así que el neoyorquino volvió muy pronto a centrarse en la conversación, también para no preocupar a su compañero si seguía dándole vueltas al tema. Atendió con los brazos cruzados a sus palabras y apretó los labios ladeándolos un poco, dando a entender que comprendía las dificultades de las que hablaba Räg. -Ya... Me imagino que aún viviendo en el mismo sitio tiene que ser algo complicado- comentó. Solicitar una audiencia con básicamente el Papa de la religión mjörní no se lo imaginaba precisamente fácil, aunque tal vez se viera influido por el caso terrestre y en realidad no fuera para tanto. En cualquier caso, Rick notaba que la idea no le tranquilizaba del todo.
-Bueno, hay tiempo más que suficiente para pensarlo y mentalizarse, no tiene por qué ser una decisión de ahora mismo. Tal vez las cosas cambien cuando vuelvas sin tener que hacer nada- lo animó dejando algo de lado el tema por si le ayudaba a apartar las dudas que le estuvieran preocupando. No sabía cómo de posible era, pero si había algún otro escamas moradas por ahí puede que lo dejaran en paz. -(Aunque en el mejor de los escasos dejarían simplemente de ganarse hipotéticos favores a futuro)- pensó, aún con cierto coraje por el comportamiento de los sacerdotes.
De momento lo último que añadiría a aquello, mientras se reacomodaba en el sillón, fue una sonrisilla amigable seguida de: -Si también fuera mjörní ten por seguro que te echaría una mano. Viniendo de La Tierra creo que desentonaría un poco presentarme por allí.- No es que le faltaran ganas de visitar otros mundos, por supuesto, pero mientras que en otros podía pasar más desapercibido, en el de su compañero sería un bicho raro.
No era un momento para estar pensando en ello, así que el neoyorquino volvió muy pronto a centrarse en la conversación, también para no preocupar a su compañero si seguía dándole vueltas al tema. Atendió con los brazos cruzados a sus palabras y apretó los labios ladeándolos un poco, dando a entender que comprendía las dificultades de las que hablaba Räg. -Ya... Me imagino que aún viviendo en el mismo sitio tiene que ser algo complicado- comentó. Solicitar una audiencia con básicamente el Papa de la religión mjörní no se lo imaginaba precisamente fácil, aunque tal vez se viera influido por el caso terrestre y en realidad no fuera para tanto. En cualquier caso, Rick notaba que la idea no le tranquilizaba del todo.
-Bueno, hay tiempo más que suficiente para pensarlo y mentalizarse, no tiene por qué ser una decisión de ahora mismo. Tal vez las cosas cambien cuando vuelvas sin tener que hacer nada- lo animó dejando algo de lado el tema por si le ayudaba a apartar las dudas que le estuvieran preocupando. No sabía cómo de posible era, pero si había algún otro escamas moradas por ahí puede que lo dejaran en paz. -(Aunque en el mejor de los escasos dejarían simplemente de ganarse hipotéticos favores a futuro)- pensó, aún con cierto coraje por el comportamiento de los sacerdotes.
De momento lo último que añadiría a aquello, mientras se reacomodaba en el sillón, fue una sonrisilla amigable seguida de: -Si también fuera mjörní ten por seguro que te echaría una mano. Viniendo de La Tierra creo que desentonaría un poco presentarme por allí.- No es que le faltaran ganas de visitar otros mundos, por supuesto, pero mientras que en otros podía pasar más desapercibido, en el de su compañero sería un bicho raro.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: A place to call home
09/02/24, 08:57 pm
La hipótesis de Rick era demasiado optimista para que realmente pudiese creer que simplemente iba a solucionarse el problema solo, pero en su fuero interno deseaba que tuviese razón y así se lo hizo saber.
—Ojalá… Supongo que no es imposible —le respondió con una tenue sonrisa.
Aunque en realidad el mjörní no pudo evitar pensar que cuando volviese, lo más probable era que ese fuese a ser el menor de sus problemas. Pero no podía decírselo. No podía explicarle ni a Rick ni a nadie que cuando volviese su planeta de origen iba a tener que enfrentarse a una realidad mucho peor que esa. Ni que inclusive en ese mismo momento estaba huyendo de la misma, o que se planteaba a menudo que tal vez pudiera quedarse allí, en Rocavarancolia…
Se forzó a sonreír, aunque solo porque su mente se empeñaba en arrastrarlo al fondo cada vez que intentaba nadar unos centímetros hacia arriba. Realmente se había sentido a gusto charlando con el humano.
—Yo también estaría encantado de ayudarte si fuese posible. Gracias, Rick.
En realidad estaba agradeciéndole más el hecho de que le hubiese distraído con aquella conversación, además de que hubiese confiado tanto en él como para sincerarse de otra forma, que un ofrecimiento que, aunque no tenía dudas de que era sincero, no era realista aceptar.
—Ojalá… Supongo que no es imposible —le respondió con una tenue sonrisa.
Aunque en realidad el mjörní no pudo evitar pensar que cuando volviese, lo más probable era que ese fuese a ser el menor de sus problemas. Pero no podía decírselo. No podía explicarle ni a Rick ni a nadie que cuando volviese su planeta de origen iba a tener que enfrentarse a una realidad mucho peor que esa. Ni que inclusive en ese mismo momento estaba huyendo de la misma, o que se planteaba a menudo que tal vez pudiera quedarse allí, en Rocavarancolia…
Se forzó a sonreír, aunque solo porque su mente se empeñaba en arrastrarlo al fondo cada vez que intentaba nadar unos centímetros hacia arriba. Realmente se había sentido a gusto charlando con el humano.
—Yo también estaría encantado de ayudarte si fuese posible. Gracias, Rick.
En realidad estaba agradeciéndole más el hecho de que le hubiese distraído con aquella conversación, además de que hubiese confiado tanto en él como para sincerarse de otra forma, que un ofrecimiento que, aunque no tenía dudas de que era sincero, no era realista aceptar.
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