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- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
A place to call home
28/11/23, 11:37 am
La calma parecía estar volviendo al torreón. Cierto era que después del incidente del veneno Rick no pensaba que pudiera recuperarse del todo, pero la ausencia de ningún otro peligro les estaba ayudando a levantar el ánimo a la mayoría. Había retomado los entrenamientos con más ahínco dispuesto a no volver a fallar. -Si vuelve a pasar algo, esta vez estaré preparado. Tengo que estarlo, por todos.- se había dicho alguna que otra vez lleno de determinación. Por supuesto no todo era entrenar, ahora que andaban mejor siempre estaba dispuesto a charlar tranquilamente con quien estuviera en la misma sala.
Esa tarde había estado entrenando con el arco. Como todavía quedaba un tiempo hasta que fuera hora de preparar la cena, el neoyorquino decidió bajar al salón para descansar un poco. Había sido una clase productiva, pero entre que había hecho uno de los últimos turnos de guardia y todo el esfuerzo del día, le venía bien estar un rato sentado. Se sirvió un vaso de agua de uno de los cubos que tenían en la cocina y dejó el arco a un lado del sillón en que decidió sentarse.
Siendo uno de los sitios más transitados sabía que podía encontrarse con cualquiera, aunque igualmente le salió una sonrisilla al ver aparecer al mjörní. -Hey Räg, ¿qué tal?- le saludó levantando una mano. No sabía si tenía también intención de quedarse por allí o solo había bajado un momento. Desde luego estaría encantado de que le hiciera compañía si venía a descansar también, le había parecido desde el principio alguien muy agradable.
De hecho, ahora que se acordaba, había una cosa de la que quería hablar con él. Alguna vez había mencionado que era huérfano y que había vivido en un templo de su mundo. Desde entonces tenía curiosidad por hablar con alguien en su misma situación, aunque le daba cierto respeto por si tocaba un tema delicado para su compañero. Tal vez ahora que estaban mejor estaría más abierto. Por intentarlo que no quedase, aunque de momento tenía que esperar a si quería quedarse a charlar. Para allanar el terreno, si es que hacía falta, añadió: -Acababa de terminar con los entrenamientos, creo que ya le voy pillando el truco.-
Esa tarde había estado entrenando con el arco. Como todavía quedaba un tiempo hasta que fuera hora de preparar la cena, el neoyorquino decidió bajar al salón para descansar un poco. Había sido una clase productiva, pero entre que había hecho uno de los últimos turnos de guardia y todo el esfuerzo del día, le venía bien estar un rato sentado. Se sirvió un vaso de agua de uno de los cubos que tenían en la cocina y dejó el arco a un lado del sillón en que decidió sentarse.
Siendo uno de los sitios más transitados sabía que podía encontrarse con cualquiera, aunque igualmente le salió una sonrisilla al ver aparecer al mjörní. -Hey Räg, ¿qué tal?- le saludó levantando una mano. No sabía si tenía también intención de quedarse por allí o solo había bajado un momento. Desde luego estaría encantado de que le hiciera compañía si venía a descansar también, le había parecido desde el principio alguien muy agradable.
De hecho, ahora que se acordaba, había una cosa de la que quería hablar con él. Alguna vez había mencionado que era huérfano y que había vivido en un templo de su mundo. Desde entonces tenía curiosidad por hablar con alguien en su misma situación, aunque le daba cierto respeto por si tocaba un tema delicado para su compañero. Tal vez ahora que estaban mejor estaría más abierto. Por intentarlo que no quedase, aunque de momento tenía que esperar a si quería quedarse a charlar. Para allanar el terreno, si es que hacía falta, añadió: -Acababa de terminar con los entrenamientos, creo que ya le voy pillando el truco.-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: A place to call home
29/11/23, 01:02 pm
Räg también había estado llevando a cabo su propio entrenamiento hacia un rato, despejando un poco su mente gracias a ello. Poder lavarse con agua caliente de forma más consistente gracias al hechizo térmico también ayudaba, y bajaba vestido con ropas cómodas ya que no parecía que fuesen a salir ese día a llevar a cabo ningún tipo de exploración. El mjörní era bastante más reticente que antes a salir del torreón, pero sentía que sería muy egoísta por su parte quedarse siempre dentro y se obligaba a hacerlo, y la siguiente vez “le tocaba”.
Se había dirigido a la cocina para merendar algunos grillos, que era lo único que podía comer con la conciencia tranquila fuera de las comidas grupales. Se percató al poco de la presencia de Rick, por lo que a falta de ningún plan sobre qué hacer a continuación, decidió acercarse tras haber terminado su pequeño tentempié. Según lo hacía, el humano también reparó en él, saludándolo, y Rägjynn le devolvió una pequeña sonrisa. Aunque no había tenido tanta oportunidad de socializar con Rick como con otros de sus compañeros, el chico le parecía agradable y había sido testigo de lo mal que lo había pasado desde… el incidente. Aquella era una buena ocasión para mostrar que le importaba su estado.
—Hola, Rick… Yo también he estado entrenando, y espero que ayudando a los demás a mejorar —le devolvió el comentario mientras se sentaba en un sillón cercano y posaba su propio vaso de agua sobre la mesa—. Me alegra que... que sientas tu propio progreso —evitó mirar a propósito el arco. Quería hablar tranquilamente con Rick, no provocarse el inicio de otro ataque de pánico—. Siempre es agradable cuando te notas más habilidoso después de haber estado practicando.
Por mucho que las armas reales le atemorizasen, no estaba diciéndolo por pura cortesía. Él se sentía así siempre que conseguía llevar a cabo una nueva técnica por la que tanto se había esforzado en imitar de sus maestros.
Se había dirigido a la cocina para merendar algunos grillos, que era lo único que podía comer con la conciencia tranquila fuera de las comidas grupales. Se percató al poco de la presencia de Rick, por lo que a falta de ningún plan sobre qué hacer a continuación, decidió acercarse tras haber terminado su pequeño tentempié. Según lo hacía, el humano también reparó en él, saludándolo, y Rägjynn le devolvió una pequeña sonrisa. Aunque no había tenido tanta oportunidad de socializar con Rick como con otros de sus compañeros, el chico le parecía agradable y había sido testigo de lo mal que lo había pasado desde… el incidente. Aquella era una buena ocasión para mostrar que le importaba su estado.
—Hola, Rick… Yo también he estado entrenando, y espero que ayudando a los demás a mejorar —le devolvió el comentario mientras se sentaba en un sillón cercano y posaba su propio vaso de agua sobre la mesa—. Me alegra que... que sientas tu propio progreso —evitó mirar a propósito el arco. Quería hablar tranquilamente con Rick, no provocarse el inicio de otro ataque de pánico—. Siempre es agradable cuando te notas más habilidoso después de haber estado practicando.
Por mucho que las armas reales le atemorizasen, no estaba diciéndolo por pura cortesía. Él se sentía así siempre que conseguía llevar a cabo una nueva técnica por la que tanto se había esforzado en imitar de sus maestros.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: A place to call home
01/12/23, 08:15 pm
La respuesta del mjörní le mantuvo la sonrisa un poco más mientras tomaba asiento cerca de él. -Seguro que sí. No he estado al tanto de todos los avances, pero si el resto está aprendiendo tan rápido es gracias a ti. Es toda una suerte que tanto tú como Airi supierais de magia, aunque fuera con métodos distintos- dijo animadamente convencido. Desde que habían descubierto cómo funcionaban los hechizos el ambiente había mejorado y, aunque le hubiera gustado contar con la capacidad, ver al resto tan ilusionado con los conjuros era reconfortante. Quien sabe si lo habrían conseguido en otras circunstancias, probablemente mucho más tarde si tenían suerte, pero desde luego estaba agradecido con el conocimiento de Räg y Airi. Sin los dos ni se imaginaba cómo habrían empezado a investigar los cristales
El neoyorquino asintió con las palabras de su compañero, respondiendo: -Pues sí, además es mucho mejor cuando estás empezando. Tienes todo un camino para recorrer y aprender.- Acercó el brazo a la mesa para coger su vaso y antes de beber añadió: -Con las investigaciones me pasaba igual. Siempre que fueran prometedoras, claro.- No habían sido muchas todo fuera dicho, pero cuando aparecía uno de los pocos encargos que parecían complicados a Rick le daba un subidón de motivación. Alguna que otra noche se había quedado hasta las tantas analizando pistas solo por querer avanzar pronto.
Bebió un poco, dando tiempo a Räg para sus posibles comentarios. Antes de responder dejaría de nuevo el vaso a un lado. Luego, eso sí, aventuró otra pregunta sobre el tema: -Sobre la magia... ¿Es parte de la educación de tu mundo o era algo más especial del templo en el que estabas? En La Tierra con esa de la ficción se han pensado muchas formas en las que se enseña, desde colegios enteros a maestros errantes, pero tengo curiosidad por cómo se hace en realidad.- El tono, aunque en un principio normal y desenfadado, dejaba entrever algo más. Ya no solo por la explicación de después, ligeramente apresurada, sino porque la pregunta había sido un pelín tímida. Tenía mucho interés en saber si él compartía parte de sus sentimientos, unos que no había tenido oportunidad de comprobar nunca hasta ahora.
El neoyorquino asintió con las palabras de su compañero, respondiendo: -Pues sí, además es mucho mejor cuando estás empezando. Tienes todo un camino para recorrer y aprender.- Acercó el brazo a la mesa para coger su vaso y antes de beber añadió: -Con las investigaciones me pasaba igual. Siempre que fueran prometedoras, claro.- No habían sido muchas todo fuera dicho, pero cuando aparecía uno de los pocos encargos que parecían complicados a Rick le daba un subidón de motivación. Alguna que otra noche se había quedado hasta las tantas analizando pistas solo por querer avanzar pronto.
Bebió un poco, dando tiempo a Räg para sus posibles comentarios. Antes de responder dejaría de nuevo el vaso a un lado. Luego, eso sí, aventuró otra pregunta sobre el tema: -Sobre la magia... ¿Es parte de la educación de tu mundo o era algo más especial del templo en el que estabas? En La Tierra con esa de la ficción se han pensado muchas formas en las que se enseña, desde colegios enteros a maestros errantes, pero tengo curiosidad por cómo se hace en realidad.- El tono, aunque en un principio normal y desenfadado, dejaba entrever algo más. Ya no solo por la explicación de después, ligeramente apresurada, sino porque la pregunta había sido un pelín tímida. Tenía mucho interés en saber si él compartía parte de sus sentimientos, unos que no había tenido oportunidad de comprobar nunca hasta ahora.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: A place to call home
20/12/23, 05:22 pm
—Oh… Gracias… No es para tanto, solo ha sido casualidad que los sistemas de magia de Mjörne se parezcan tanto a los de aquí… O a lo mejor no es tan casualidad, pero, bueno… —los halagos de Rick le habían pillado por sorpresa, no solo por no esperarlos como concepto general, sino porque él en ese momento había estado hablando de los entrenamientos de artes marciales. Tampoco creía que valiese la pena sacarlo de ese pequeño error. Tampoco quería seguir pensando demasiado en la conexión de su mundo con Rocavarancolia—. Lamento que… que tú no tengas la capacidad para llevarla a cabo.
Sonrió ante la confirmación del neoyorquino a lo que le había dicho, y se interesó bastante por lo que mencionó.
—Alguna vez te escuché decir algo sobre investigaciones… ¿Eres alguna clase de… bueno, del equivalente a nuestros Sacerdotes del Orden? O un aprendiz de eso. Quiero decir, una de las tareas de los Sacerdotes del Orden es velar por la seguridad común e investigar si ocurre algo extraño o, la Sanación no lo quiera, un crimen.
El chico parecía realmente interesado en el aprendizaje mágico a pesar de no poseer la capacidad. Podía sentirse identificado con eso, ya que al propio mjörní le interesaba adquirir conocimientos de prácticamente cualquier tema, incluso aquellos que realmente no fuese a poder llevar a la práctica o no comprendiese del todo bien.
—Pues, digamos que, ¿una mezcla de ambas? Quiero decir, el templo de Förstelyr es el principal lugar del Culto a la Sanación y en él se encuentran algunos de los mejores magos del planeta, sobre todo especializados en magia curativa. Como también acoge a los huérfanos, es lógico que se centren bastante en enseñarnos magia. Pero todo el que quiera puede aprenderla —se mostró pensativo un instante, asimilando la información de Rick acerca de cómo se impartía educación mágica según la ficción terrestre—. La magia es una asignatura más en las escuelas de cada población. Todo el mundo aprende sobre ella, por lo menos la teoría si no cuentan con la capacidad mágica. Claro que algunos se desinteresan mucho por los hechizos si no son capaces de hacerlo, pero es raro que alguien mayor de unos trece años no sepa dibujar y activar algunas de las runas más básicas —se detuvo a sí mismo antes de verse disertando sin parar acerca de algo que le gustaba—. Nunca he oído hablar de “maestros errantes”, pero sé que hay niños que reciben educación en sus casas o tienen tutores particulares… Supongo que eso sería lo más parecido.
Observó al humano tras su explicación, avergonzándose un poco por haber hablado tanto pese a haberse frenado a sí mismo.
>>Vosotros no aprendéis magia, pero… ¿cómo son vuestras escuelas? La Tierra parece muy gigante en comparación con Mjörne… Creo que lo sería incluso antes de la catástrofe —le devolvió la pregunta adaptándola a lo que sabía acerca de los humanos hasta el momento.
Sonrió ante la confirmación del neoyorquino a lo que le había dicho, y se interesó bastante por lo que mencionó.
—Alguna vez te escuché decir algo sobre investigaciones… ¿Eres alguna clase de… bueno, del equivalente a nuestros Sacerdotes del Orden? O un aprendiz de eso. Quiero decir, una de las tareas de los Sacerdotes del Orden es velar por la seguridad común e investigar si ocurre algo extraño o, la Sanación no lo quiera, un crimen.
El chico parecía realmente interesado en el aprendizaje mágico a pesar de no poseer la capacidad. Podía sentirse identificado con eso, ya que al propio mjörní le interesaba adquirir conocimientos de prácticamente cualquier tema, incluso aquellos que realmente no fuese a poder llevar a la práctica o no comprendiese del todo bien.
—Pues, digamos que, ¿una mezcla de ambas? Quiero decir, el templo de Förstelyr es el principal lugar del Culto a la Sanación y en él se encuentran algunos de los mejores magos del planeta, sobre todo especializados en magia curativa. Como también acoge a los huérfanos, es lógico que se centren bastante en enseñarnos magia. Pero todo el que quiera puede aprenderla —se mostró pensativo un instante, asimilando la información de Rick acerca de cómo se impartía educación mágica según la ficción terrestre—. La magia es una asignatura más en las escuelas de cada población. Todo el mundo aprende sobre ella, por lo menos la teoría si no cuentan con la capacidad mágica. Claro que algunos se desinteresan mucho por los hechizos si no son capaces de hacerlo, pero es raro que alguien mayor de unos trece años no sepa dibujar y activar algunas de las runas más básicas —se detuvo a sí mismo antes de verse disertando sin parar acerca de algo que le gustaba—. Nunca he oído hablar de “maestros errantes”, pero sé que hay niños que reciben educación en sus casas o tienen tutores particulares… Supongo que eso sería lo más parecido.
Observó al humano tras su explicación, avergonzándose un poco por haber hablado tanto pese a haberse frenado a sí mismo.
>>Vosotros no aprendéis magia, pero… ¿cómo son vuestras escuelas? La Tierra parece muy gigante en comparación con Mjörne… Creo que lo sería incluso antes de la catástrofe —le devolvió la pregunta adaptándola a lo que sabía acerca de los humanos hasta el momento.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: A place to call home
22/12/23, 07:05 pm
Rick le ofreció una leve sonrisa acompañada de un gesto con la mano para quitarle importancia. -No pasa nada. No niego que me da un poco de pena, pero mejor no darle muchas vueltas. Todavía puedo ayudar de otras formas- se sinceró mirando el lado positivo de la situación. Simplemente comprobar que algunos de sus compañeros podían hacer magia era sorprendente y, aunque tal vez lo volviera a intentar más adelante, prefería centrarse en lo que podía contribuir y de paso sumar el por qué de la falta de capacidades mágicas a su lista de investigaciones.
El chico escuchó la pregunta del mjörní, con una ligera sorpresa en la mirada con la información que había dado. -(Curioso que sean sacerdotes los que se encarguen de ello)- pensó. Ya tenía que ser importante la Sanación en Mjörne. Con lo que sabía de su mundo y la actitud de Räg, ni se le pasó por la cabeza la imagen de los inquisidores terrestres. -Pues sí, justo estoy estudiando para ser detective. Es mi sueño desde pequeño- asintió en respuesta. -Por lo que cuentas los más parecidos a vuestros sacerdotes serían los que trabajan en la policía, aunque también hay agencias aparte. De momento aspiraba a lo segundo, aunque no he descartado unirme a la poli.-
Atendió con una expectación camuflada a la explicación de Rägjynn. -Oh, ya veo- comentó tras la primera parte, no queriendo cortar a su compañero para que siguiera hablando. Había sido solo una mención breve, que se le hizo muy poco para todo lo que quería preguntar. Tendría que buscar otra forma de acercarse al tema, aunque no podía negar que aquellos detalles de la magia eran bastante interesantes. -Todavía se me hace curioso que aprender magia sea algo tan cotidiano como escribir o leer. Y pensar que hasta hace unas semanas parecía algo imposible.- empezó de brazos cruzados con el comienzo apagado de una risa. Luego abrió un poco más su postura, curioso por un punto concreto: -Que lo mismo lo estoy entendiendo mal, ¿pero entonces hay runas que puede crear y activar cualquiera, aunque no tenga capacidad mágica? ¿Cómo funciona eso?- Recordaba que las había mencionado el día que estuvieron hablando sobre magia al poco de encontrar el libro, pero si podían usarla cualquier persona tal vez podía ser un punto clave para las diferencias en las capacidades que estaba buscando.
Después de pedirle una explicación lo justo era responder a sus dudas también. El neoyorquino se incorporó un poco en el sillón y fue contando lo que su compañero quería saber: -Bueno, es grande aunque no se cuanto comparado con tu mundo. Lo que sí es importante es que en los distintos países de La Tierra hay formas distintas de agrupar los estudios.- Era mejor tener eso claro desde el principio, porque de lo que podía hablarle con detalle era del modelo en los Estados Unidos. -Donde vivo la educación es obligatoria y gratuita hasta los 18 años, aunque también hay escuelas privadas donde tienes que pagar para asistir. Hay distintos cursos que tienes que ir pasando anualmente y al principio nos enseñan un poco de todo: idiomas, matemáticas, ciencias, artes, historia... Ya en los últimos cursos es cuando puedes elegir asignaturas concretas en las que especializarte de cara a la universidad, que es dónde se dan los estudios más avanzados. Eso sí, en todas ellas también se ofertan actividades extraescolares como grupos deportivos, de música o de teatro- Se llevó una mano a la nuca diciendo lo siguiente: -Ya la universidad tienes que costeártela y no es precisamente barata, aunque ofrecen becas si destacas- y aún así el sablazo no era pequeño. -Y bueno, no es exactamente lo mismo, pero gracias a nuestra tecnología hay estudiantes que también pueden aprender desde casa si viven lejos de una escuela- terminó, haciendo referencia a lo último que había explicado el mjörní.
En cuanto terminó de hablar, Rick tomó el vaso para dar un trago al agua. Con el recipiente todavía en las manos, pensó en intentarlo de nuevo. -Esto... ¿Cómo es vivir en el templo?- preguntó tímido, al principio sin darse cuenta. En el momento en que lo hizo, sin embargo, los nervios le pudieron y volvió a justificarse tratando de que no se notara. -Quiero decir, en La Tierra hay internados y algunas universidades donde los estudiantes viven en el mismo edificio o al menos en el mismo recinto donde estudian, pero nunca me he visto en esa situación.-
El chico escuchó la pregunta del mjörní, con una ligera sorpresa en la mirada con la información que había dado. -(Curioso que sean sacerdotes los que se encarguen de ello)- pensó. Ya tenía que ser importante la Sanación en Mjörne. Con lo que sabía de su mundo y la actitud de Räg, ni se le pasó por la cabeza la imagen de los inquisidores terrestres. -Pues sí, justo estoy estudiando para ser detective. Es mi sueño desde pequeño- asintió en respuesta. -Por lo que cuentas los más parecidos a vuestros sacerdotes serían los que trabajan en la policía, aunque también hay agencias aparte. De momento aspiraba a lo segundo, aunque no he descartado unirme a la poli.-
Atendió con una expectación camuflada a la explicación de Rägjynn. -Oh, ya veo- comentó tras la primera parte, no queriendo cortar a su compañero para que siguiera hablando. Había sido solo una mención breve, que se le hizo muy poco para todo lo que quería preguntar. Tendría que buscar otra forma de acercarse al tema, aunque no podía negar que aquellos detalles de la magia eran bastante interesantes. -Todavía se me hace curioso que aprender magia sea algo tan cotidiano como escribir o leer. Y pensar que hasta hace unas semanas parecía algo imposible.- empezó de brazos cruzados con el comienzo apagado de una risa. Luego abrió un poco más su postura, curioso por un punto concreto: -Que lo mismo lo estoy entendiendo mal, ¿pero entonces hay runas que puede crear y activar cualquiera, aunque no tenga capacidad mágica? ¿Cómo funciona eso?- Recordaba que las había mencionado el día que estuvieron hablando sobre magia al poco de encontrar el libro, pero si podían usarla cualquier persona tal vez podía ser un punto clave para las diferencias en las capacidades que estaba buscando.
Después de pedirle una explicación lo justo era responder a sus dudas también. El neoyorquino se incorporó un poco en el sillón y fue contando lo que su compañero quería saber: -Bueno, es grande aunque no se cuanto comparado con tu mundo. Lo que sí es importante es que en los distintos países de La Tierra hay formas distintas de agrupar los estudios.- Era mejor tener eso claro desde el principio, porque de lo que podía hablarle con detalle era del modelo en los Estados Unidos. -Donde vivo la educación es obligatoria y gratuita hasta los 18 años, aunque también hay escuelas privadas donde tienes que pagar para asistir. Hay distintos cursos que tienes que ir pasando anualmente y al principio nos enseñan un poco de todo: idiomas, matemáticas, ciencias, artes, historia... Ya en los últimos cursos es cuando puedes elegir asignaturas concretas en las que especializarte de cara a la universidad, que es dónde se dan los estudios más avanzados. Eso sí, en todas ellas también se ofertan actividades extraescolares como grupos deportivos, de música o de teatro- Se llevó una mano a la nuca diciendo lo siguiente: -Ya la universidad tienes que costeártela y no es precisamente barata, aunque ofrecen becas si destacas- y aún así el sablazo no era pequeño. -Y bueno, no es exactamente lo mismo, pero gracias a nuestra tecnología hay estudiantes que también pueden aprender desde casa si viven lejos de una escuela- terminó, haciendo referencia a lo último que había explicado el mjörní.
En cuanto terminó de hablar, Rick tomó el vaso para dar un trago al agua. Con el recipiente todavía en las manos, pensó en intentarlo de nuevo. -Esto... ¿Cómo es vivir en el templo?- preguntó tímido, al principio sin darse cuenta. En el momento en que lo hizo, sin embargo, los nervios le pudieron y volvió a justificarse tratando de que no se notara. -Quiero decir, en La Tierra hay internados y algunas universidades donde los estudiantes viven en el mismo edificio o al menos en el mismo recinto donde estudian, pero nunca me he visto en esa situación.-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: A place to call home
23/12/23, 02:12 pm
Algunas palabras que usaba Rick no llegaba a entenderlas del todo, pero se podía hacer bastante una idea por el contexto.
—Oh… Detective. Un investigador. ¡Qué interesante! Deducir cosas siempre me ha parecido muy divertido, me gustan los acertijos de lógica y todo eso… O sea, no quiero decir que sea lo mismo ni nada, lo tuyo es más importante —se apresuró a añadir algo apurado—. No sé exactamente que es la policía, pero lo puedo imaginar más o menos. Sí que debe parecerse a nuestros Sacerdotes del Orden —le dijo con una pequeña sonrisa.
Que le preguntase por las runas iluminó su rostro un instante, pero se recordó que debía de darle explicaciones más bien simples y no echara a hablar sin ton ni son: todos aquellos temas podían tenerle charlando por horas si nadie le detenía.
—Sí, exactamente. Algunas requieren que una persona que sí tenga capacidad mágica les imprima primero un hechizo, pero otras… Bueno, no se conoce el funcionamiento exacto, pero la teoría más probable es que ciertos tipos de runas absorben la magia del ambiente y entonces permite utilizarlas a cualquiera una vez están bien trazadas. Aunque, hay personas que pueden utilizarlas con más facilidad que otras y eso no se sabe por qué ocurre.
La explicación que le dio acerca de la educación terrestre le resultaba muy extraña, pero siendo mundos y sociedades tan diferentes en todos los aspectos tenía sentido que hubiese una gran brecha entre ambos sistemas.
—Suena duro eso de tener que pagar para recibir educación… Supongo que es porque la población es muy reducida y estamos organizados de otra forma, pero no tenemos nada parecido a lo que dices de “actividades extraescolares”. Quiero decir, cada uno puede hacer otras cosas si quiere por su cuenta. Existen gremios y talleres que acogen aprendices, o entrenadores de actividades físicas… —se rascó la cabeza—. Bueno, todo eso lo sé sobre todo por las clases y por mi amiga Skjë, ya que la vida en el Templo es un poco distinta, así que tampoco soy la persona mejor informada.
Justamente la siguiente pregunta de Rick se trataba sobre eso, así que enlazó fácilmente ambos temas.
—Yo he vivido toda mi vida en el Templo de Förstelyr, ya que al parecer me dejaron cerca de allí con pocas semanas de vida. Nos cuidan y nos instruyen los Sacerdotes Mayores, porque es el principal Templo del Culto a la Sanación. Tenemos habitaciones individuales o podemos compartir con una o dos personas si queremos… —Nunca había llegado a compartir cuarto con Alys porque ya se veían tanto que les parecía mejor tener su propio espacio al menos de vez en cuando, pero ya mencionar a su amiga había sido doloroso, prefería no hablar también del que era prácticamente su hermano—. Nos dan las mismas clases que los educadores dan en los pueblos, aunque aparte nos turnamos para hacer muchas tareas domésticas y se pone mucho énfasis en que aprendamos a tratar heridas y enfermedades. A lo mejor las clases de artes marciales se puede considerar como una de esas “actividades extraescolares” de las que hablabas antes: no son obligatorias, pero hay maestros en el Templo y puedes asistir a sus clases. Yo era uno de sus alumnos, claro.
El mjörní permaneció pensativo: era difícil saber qué información podía ser relevante cuando hablabas de algo que para ti era totalmente cotidiano. La vida en el Templo sin duda era ajetreada y llena de matices, pero para Räg estaba completamente normalizada. Podría hablarle de la Väler, pero no lo vio muy necesario en ese momento. Además, pensar en ella le recordaba que…
>>Y… Bueno, no se me ocurre qué más te podría explicar ahora mismo, ¡pero puedes preguntarme lo que quieras al respecto! —Se apresuró a añadir para evitar acordarse por enésima vez de por qué temía todas las mañas despertarse empapado en sangre.
—Oh… Detective. Un investigador. ¡Qué interesante! Deducir cosas siempre me ha parecido muy divertido, me gustan los acertijos de lógica y todo eso… O sea, no quiero decir que sea lo mismo ni nada, lo tuyo es más importante —se apresuró a añadir algo apurado—. No sé exactamente que es la policía, pero lo puedo imaginar más o menos. Sí que debe parecerse a nuestros Sacerdotes del Orden —le dijo con una pequeña sonrisa.
Que le preguntase por las runas iluminó su rostro un instante, pero se recordó que debía de darle explicaciones más bien simples y no echara a hablar sin ton ni son: todos aquellos temas podían tenerle charlando por horas si nadie le detenía.
—Sí, exactamente. Algunas requieren que una persona que sí tenga capacidad mágica les imprima primero un hechizo, pero otras… Bueno, no se conoce el funcionamiento exacto, pero la teoría más probable es que ciertos tipos de runas absorben la magia del ambiente y entonces permite utilizarlas a cualquiera una vez están bien trazadas. Aunque, hay personas que pueden utilizarlas con más facilidad que otras y eso no se sabe por qué ocurre.
La explicación que le dio acerca de la educación terrestre le resultaba muy extraña, pero siendo mundos y sociedades tan diferentes en todos los aspectos tenía sentido que hubiese una gran brecha entre ambos sistemas.
—Suena duro eso de tener que pagar para recibir educación… Supongo que es porque la población es muy reducida y estamos organizados de otra forma, pero no tenemos nada parecido a lo que dices de “actividades extraescolares”. Quiero decir, cada uno puede hacer otras cosas si quiere por su cuenta. Existen gremios y talleres que acogen aprendices, o entrenadores de actividades físicas… —se rascó la cabeza—. Bueno, todo eso lo sé sobre todo por las clases y por mi amiga Skjë, ya que la vida en el Templo es un poco distinta, así que tampoco soy la persona mejor informada.
Justamente la siguiente pregunta de Rick se trataba sobre eso, así que enlazó fácilmente ambos temas.
—Yo he vivido toda mi vida en el Templo de Förstelyr, ya que al parecer me dejaron cerca de allí con pocas semanas de vida. Nos cuidan y nos instruyen los Sacerdotes Mayores, porque es el principal Templo del Culto a la Sanación. Tenemos habitaciones individuales o podemos compartir con una o dos personas si queremos… —Nunca había llegado a compartir cuarto con Alys porque ya se veían tanto que les parecía mejor tener su propio espacio al menos de vez en cuando, pero ya mencionar a su amiga había sido doloroso, prefería no hablar también del que era prácticamente su hermano—. Nos dan las mismas clases que los educadores dan en los pueblos, aunque aparte nos turnamos para hacer muchas tareas domésticas y se pone mucho énfasis en que aprendamos a tratar heridas y enfermedades. A lo mejor las clases de artes marciales se puede considerar como una de esas “actividades extraescolares” de las que hablabas antes: no son obligatorias, pero hay maestros en el Templo y puedes asistir a sus clases. Yo era uno de sus alumnos, claro.
El mjörní permaneció pensativo: era difícil saber qué información podía ser relevante cuando hablabas de algo que para ti era totalmente cotidiano. La vida en el Templo sin duda era ajetreada y llena de matices, pero para Räg estaba completamente normalizada. Podría hablarle de la Väler, pero no lo vio muy necesario en ese momento. Además, pensar en ella le recordaba que…
>>Y… Bueno, no se me ocurre qué más te podría explicar ahora mismo, ¡pero puedes preguntarme lo que quieras al respecto! —Se apresuró a añadir para evitar acordarse por enésima vez de por qué temía todas las mañas despertarse empapado en sangre.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: A place to call home
25/12/23, 11:37 pm
El comentario sobre su futura profesión y el gusto de Räg por los acertijos le sacó una sonrisa agradable, Por una parte porque siempre algo bueno tener cosas en común y por otra porque quería transmitirle que no le había molestado en absoluto. -Pues sí. Básicamente se ocupan de lo mismo, mantener el orden e investigar posibles problemas. También tienen capacidad para actuar en caso de peligro y arrestar delincuentes- explicó brevemente por si acaso. No tenía muchos motivos para dudar de que tuvieran muchas diferencias, pero nunca venía mal dejarlo claro.
Escuchó con mucho interés la explicación sobre las runas, con los ojos bien abiertos y asintiendo ligeramente ante los nuevos datos que iba recibiendo. -¡Oh, que curioso!- exclamó para luego teorizar -Imagino que no es exactamente igual que hacer magia aunque funcionen con la misma energía, pero es bueno saberlo. Quién sabe, si tenemos suerte y en algún lugar encontramos otro grimorio centrado en runas tal vez podríamos aprender. Así compensamos los que no nos salen los hechizos.- La ciudad era grande y hacía poco se estaba barajando la idea de salir a explorar. Tenía que haber más lugares donde encontrar cosas útiles y teniendo un libro no era descabellado que hubiera más por ahí, aunque fueran difíciles de encontrar. Además, el neoyorquino no descartaba que estudiar sobre runas arrojara alguna pista sobre por qué Damian, Kalna, Ethan o él mismo eran incapaces de hacer conjuros.
-Ya veo- comentó brevemente, más que nada para no interrumpir al mjörní y de paso volver a la calma del todo. Lo que contaba era familiar, al fin y al cabo siempre podías hacer otras actividades sin tener en cuenta las de la escuela. Sí que le llamaba la atención lo de la población reducida y su amiga Skjë. (¿Estudiaban juntos aunque viviera fuera del templo? O tal vez vivía cerca)- pensó. No recordaba si le había dado ese detalle, pero imaginaba que podría pasearse por la ciudad, pueblo o lo que hubiera cerca del templo, ¿no? Veía posible que se hubieran conocido en una de esas salidas si era el caso.
Dejó que se explicara largo y tendido mientras atendía a cada palabra. Había mucha ficción que representaba a los antiguos orfanatos terrestres, pero el testimonio de Rägjynn era el primero real que había conocido. En la base no se alejaba mucho de lo que podía verse en libros y películas, aunque le alegraba por su compañero que el cliché de los malos cuidadores parecía no aplicarse allí. Le estaba pareciendo un sitio muy agradable. -Entiendo. La verdad que os enseñan bastante y sí, creo que cuenta como actividad extraescolar- comentó primero, respondiendo de paso a la clase de artes marciales. Rick dejó el vaso en la mesa y continuó animado: -El templo tiene que ser enorme para todo de lo que se encarga. Entre vuestras habitaciones, las clases, las zonas litúrgicas y demás, no cabe duda de que es un lugar importante.-
Claro estaba, aunque hubiera verbalizado solo esa parte el neoyorquino tenía muy presente lo primero que había dicho. Era algo tan familiar... Andaba reflexionando en ese punto común cuando el mjörní le dio vía libre para preguntar lo que quisiera. No era respecto a eso, pero ahora que había más similitudes y se habían acercado al tema, parecía buen momento. -(Ahora o nunca)- pensó tomando aire por la nariz para prepararse. -¿Sabes...?- Con calma, tranquilo. -¿Sabes algo de tus padres?- consiguió preguntar, con un tinte de duda en su voz al seguir sin estar seguro de que fuera a meter la pata.
Se llevó una mano al hombro contrario, un pelín avergonzado. No era difícil darse cuenta: aparte del movimiento, sus mejillas habían cogido algo de color. Teniendo en cuenta dónde se estaba metiendo, su compañero merecía una explicación. -Perdona por la pregunta, es solo que... Creo que no lo había comentado aún pero... también me pasó lo mismo. Al poco de nacer me dejaron en la puerta de la casa de Bob- dijo tímido. Si le preguntaban a él, no lo había dicho antes porque tampoco había surgido el tema y, al menos hasta cierto punto, no tenía reparo alguno. Pero ahora que tenía la oportunidad de conversar con un igual, los nervios, la expectación y la posibilidad de validar muchos de sus sentimientos le inundaban.
Escuchó con mucho interés la explicación sobre las runas, con los ojos bien abiertos y asintiendo ligeramente ante los nuevos datos que iba recibiendo. -¡Oh, que curioso!- exclamó para luego teorizar -Imagino que no es exactamente igual que hacer magia aunque funcionen con la misma energía, pero es bueno saberlo. Quién sabe, si tenemos suerte y en algún lugar encontramos otro grimorio centrado en runas tal vez podríamos aprender. Así compensamos los que no nos salen los hechizos.- La ciudad era grande y hacía poco se estaba barajando la idea de salir a explorar. Tenía que haber más lugares donde encontrar cosas útiles y teniendo un libro no era descabellado que hubiera más por ahí, aunque fueran difíciles de encontrar. Además, el neoyorquino no descartaba que estudiar sobre runas arrojara alguna pista sobre por qué Damian, Kalna, Ethan o él mismo eran incapaces de hacer conjuros.
-Ya veo- comentó brevemente, más que nada para no interrumpir al mjörní y de paso volver a la calma del todo. Lo que contaba era familiar, al fin y al cabo siempre podías hacer otras actividades sin tener en cuenta las de la escuela. Sí que le llamaba la atención lo de la población reducida y su amiga Skjë. (¿Estudiaban juntos aunque viviera fuera del templo? O tal vez vivía cerca)- pensó. No recordaba si le había dado ese detalle, pero imaginaba que podría pasearse por la ciudad, pueblo o lo que hubiera cerca del templo, ¿no? Veía posible que se hubieran conocido en una de esas salidas si era el caso.
Dejó que se explicara largo y tendido mientras atendía a cada palabra. Había mucha ficción que representaba a los antiguos orfanatos terrestres, pero el testimonio de Rägjynn era el primero real que había conocido. En la base no se alejaba mucho de lo que podía verse en libros y películas, aunque le alegraba por su compañero que el cliché de los malos cuidadores parecía no aplicarse allí. Le estaba pareciendo un sitio muy agradable. -Entiendo. La verdad que os enseñan bastante y sí, creo que cuenta como actividad extraescolar- comentó primero, respondiendo de paso a la clase de artes marciales. Rick dejó el vaso en la mesa y continuó animado: -El templo tiene que ser enorme para todo de lo que se encarga. Entre vuestras habitaciones, las clases, las zonas litúrgicas y demás, no cabe duda de que es un lugar importante.-
Claro estaba, aunque hubiera verbalizado solo esa parte el neoyorquino tenía muy presente lo primero que había dicho. Era algo tan familiar... Andaba reflexionando en ese punto común cuando el mjörní le dio vía libre para preguntar lo que quisiera. No era respecto a eso, pero ahora que había más similitudes y se habían acercado al tema, parecía buen momento. -(Ahora o nunca)- pensó tomando aire por la nariz para prepararse. -¿Sabes...?- Con calma, tranquilo. -¿Sabes algo de tus padres?- consiguió preguntar, con un tinte de duda en su voz al seguir sin estar seguro de que fuera a meter la pata.
Se llevó una mano al hombro contrario, un pelín avergonzado. No era difícil darse cuenta: aparte del movimiento, sus mejillas habían cogido algo de color. Teniendo en cuenta dónde se estaba metiendo, su compañero merecía una explicación. -Perdona por la pregunta, es solo que... Creo que no lo había comentado aún pero... también me pasó lo mismo. Al poco de nacer me dejaron en la puerta de la casa de Bob- dijo tímido. Si le preguntaban a él, no lo había dicho antes porque tampoco había surgido el tema y, al menos hasta cierto punto, no tenía reparo alguno. Pero ahora que tenía la oportunidad de conversar con un igual, los nervios, la expectación y la posibilidad de validar muchos de sus sentimientos le inundaban.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: A place to call home
26/12/23, 04:46 pm
Sonrió ante el interés que mostró Rick hacia las runas: tal vez pudiera hablar más con el humano al respecto en otras ocasiones.
—Bueno, es otro sistema de magia —dijo en respuesta a sus elucubraciones—. Pero no es algo totalmente distinto, tampoco. Existen runas que pueden contener hechizos anclados que normalmente conjurarías y de este modo poder activarlos de forma instantánea o en un circuito más complejo de runas contenedoras de hechizos para algún propósito en específico… Para crear esas runas sí es necesario que alguien con la capacidad de utilizar hechizos como mínimo haga la parte de anclarlos, claro, pero después las puede utilizar cualquiera.
El neoyorquino no podía estar tocando mejores temas para mantener al mjörní completamente interesado y charlatán a pesar de su poca predisposición para ello desde lo sucedido. El Templo que había sido su hogar también era un tema del que podría hablar durante horas si daba con el hilo adecuado para ello.
—¡Sí que es grande! —le confirmó —. Es el Templo más importante del Culto a la Sanación de todo Mjörne. Tiene muchos edificios dedicados a diferentes cosas y un patio central muy muy grande —explicó a grandes rasgos.
Le hubiese contado más cosas sobre el gran centro de culto, pero Rick sacó a colación otro tema, más personal. Aunque no le importaba en absoluto hablar de ello, la vacilación que mostró el humano y que no esperaba aquella pregunta en concreto le hicieron dudar a él unos instantes, aunque cuando respondió lo hizo sin nada perceptible en su tono.
>>No, nunca se supo nada de ellos —le respondió directamente—. Por lo visto me dejaron muy cerca del Templo cuando apenas tenía unas semanas de vida. Mi nombre me lo puso el anterior Väler… Ah… eh… —se dio cuenta de que antes había evitado hablar de ese tema y Rick no conocería el término—. Es la máxima autoridad del Culto y también vive en el Templo: actualmente la Väler es una chica joven porque no hace muchos años que murió su predecesor.
Lo cierto era que, aunque si el humano preguntaba más cosas las respondería, quería evitar seguir hablando de eso en particular. De hecho, aunque no le había sucedido antes, hablar del abandono por parte de sus padres biológicos le había producido una sensación extraña. No era la primera vez que tenía un pensamiento intrusivo al respecto, pero seguía siendo un molesto ruido de fondo que quería ignorar a toda costa. Solo sabía que no quería profundizar en aquello.
La revelación de Rick también le cogió por sorpresa, pues había oído hablar de sus familias o tribus a sus compañeros y no se le había pasado por la cabeza que pudiera haber otro huérfano como él, menos aún porque el humano no parecía haber compartido su experiencia en su equivalente terrestre por lo que había dicho.
—Oh, ¿de veras?
Tras su ligero tono de sorpresa inicial no supo muy bien cómo actuar: parecía de algún modo un tema delicado para Rick y no quería molestarle. Pero si le estaba hablando sobre ello es porque quería contárselo.
>>Bob es... Es tu padre, ¿no?
Estaba bastante seguro de haber escuchado al humano hablar de él varias veces como tal. Su padre adoptivo entonces, pero su padre a fin de cuentas.
—Perdona si… si es una pregunta incómoda o indiscreta. Es… ¿Es muy habitual en la Tierra que dejen niños en la puerta de alguien en concreto y esa persona los acoja? Creo que antes mencionaste que existen internados, y por eso me preguntaba…
Antes de seguir hablando prefería esperar a la respuesta del neoyorquino: no quería incomodarle más de lo que ya parecía estar.
—Bueno, es otro sistema de magia —dijo en respuesta a sus elucubraciones—. Pero no es algo totalmente distinto, tampoco. Existen runas que pueden contener hechizos anclados que normalmente conjurarías y de este modo poder activarlos de forma instantánea o en un circuito más complejo de runas contenedoras de hechizos para algún propósito en específico… Para crear esas runas sí es necesario que alguien con la capacidad de utilizar hechizos como mínimo haga la parte de anclarlos, claro, pero después las puede utilizar cualquiera.
El neoyorquino no podía estar tocando mejores temas para mantener al mjörní completamente interesado y charlatán a pesar de su poca predisposición para ello desde lo sucedido. El Templo que había sido su hogar también era un tema del que podría hablar durante horas si daba con el hilo adecuado para ello.
—¡Sí que es grande! —le confirmó —. Es el Templo más importante del Culto a la Sanación de todo Mjörne. Tiene muchos edificios dedicados a diferentes cosas y un patio central muy muy grande —explicó a grandes rasgos.
Le hubiese contado más cosas sobre el gran centro de culto, pero Rick sacó a colación otro tema, más personal. Aunque no le importaba en absoluto hablar de ello, la vacilación que mostró el humano y que no esperaba aquella pregunta en concreto le hicieron dudar a él unos instantes, aunque cuando respondió lo hizo sin nada perceptible en su tono.
>>No, nunca se supo nada de ellos —le respondió directamente—. Por lo visto me dejaron muy cerca del Templo cuando apenas tenía unas semanas de vida. Mi nombre me lo puso el anterior Väler… Ah… eh… —se dio cuenta de que antes había evitado hablar de ese tema y Rick no conocería el término—. Es la máxima autoridad del Culto y también vive en el Templo: actualmente la Väler es una chica joven porque no hace muchos años que murió su predecesor.
Lo cierto era que, aunque si el humano preguntaba más cosas las respondería, quería evitar seguir hablando de eso en particular. De hecho, aunque no le había sucedido antes, hablar del abandono por parte de sus padres biológicos le había producido una sensación extraña. No era la primera vez que tenía un pensamiento intrusivo al respecto, pero seguía siendo un molesto ruido de fondo que quería ignorar a toda costa. Solo sabía que no quería profundizar en aquello.
La revelación de Rick también le cogió por sorpresa, pues había oído hablar de sus familias o tribus a sus compañeros y no se le había pasado por la cabeza que pudiera haber otro huérfano como él, menos aún porque el humano no parecía haber compartido su experiencia en su equivalente terrestre por lo que había dicho.
—Oh, ¿de veras?
Tras su ligero tono de sorpresa inicial no supo muy bien cómo actuar: parecía de algún modo un tema delicado para Rick y no quería molestarle. Pero si le estaba hablando sobre ello es porque quería contárselo.
>>Bob es... Es tu padre, ¿no?
Estaba bastante seguro de haber escuchado al humano hablar de él varias veces como tal. Su padre adoptivo entonces, pero su padre a fin de cuentas.
—Perdona si… si es una pregunta incómoda o indiscreta. Es… ¿Es muy habitual en la Tierra que dejen niños en la puerta de alguien en concreto y esa persona los acoja? Creo que antes mencionaste que existen internados, y por eso me preguntaba…
Antes de seguir hablando prefería esperar a la respuesta del neoyorquino: no quería incomodarle más de lo que ya parecía estar.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: A place to call home
08/01/24, 07:40 pm
Rick asintió atento a los nuevos detalles de las runas, con la cara iluminada de la emoción. Desde que contaban con la posibilidad de hacer magia, aprender sus entresijos se había vuelto uno de sus pasatiempos junto a las otras investigaciones. Le resultaba fascinante y, al contario de lo que pudiera parecer, que no consiguiera conjurar nada solo había aumentado su interés por aprender. Si conseguían encontrar algo relacionado con ese otro sistema podrían estar mejor preparados Las posibilidades se le hacían infinitas en conjunto con los hechizos que ya conocían. Tenía muchas más preguntas, pero el neoyorquino pensó en comentárselas en otro momento. Todavía quedaban otros asuntos importantes a tratar con el mjörní.
-Suena interesante. Me recuerda a algunos sitios de La Tierra, pero seguro que es más sorprendente- comentó. Con la explicación se le había venido inevitablemente la imagen del Vaticano, aunque seguramente sería bien distinto el templo de Förstelyr. Igual que con los otros mundos, el chico empezaba a tener curiosidad de visitarlo si es que después de aquel año podían hacerlo. -(Pero si ya llamaría la atención en Libo o en Varmania, en Mjörne sería todo un bicho raro)- pensó divertido.
El corazón le latía con fuerza, nervioso por la posibilidad de verse reflejado en las respuestas de Räg. Por un momento el silencio le hizo sentir culpable de haber sacado un tema tan delicado, pero por suerte la conversación continuó. Asintió mientras escuchaba, más atento que antes. -Entiendo- empezó serio en cuanto el mjörní terminó. Él había tenido la suerte de tener una nota como único consuelo para saber algo de ellos, pero su compañero parecía que no contaba con nada. Solo la idea de verse en esa situación le abrumaba. ¿Cómo habría empezado a investigar sobre sus padres sin nada por lo que empezar? No habría podido siquiera. Cruzó los brazos y preguntó: -¿Es... costumbre que sea el Väler quien de nombre a los huérfanos?- Aún con otro nombre, podía buscarle paralelos con otras figuras religiosas de su mundo, pero le pareció curioso que alguien con tanta importancia se ocupara de ello.
Ante la sorpresa de su compañero, Rick contestó con un leve y breve asentimiento. La siguiente pregunta ya fue más compleja. -Adoptivo, pero sí- dijo, si bien debajo de aquello había todo un mundo de matices y dudas que de momento no iba a verbalizar. Desde que Bob le había contado la verdad, soñaba con saber algo de sus padres biológicos. Los motivos que le habían llevado a abandonarle, qué era de sus vidas, dónde estaban... se conformaba con saber cómo eran, su nombre o su cara. De pequeño nunca había tenido problema, pero desde ese momento le costaba más de lo que debería en darle un título a Bob. Era su padre, pero a su vez no lo era, y así siempre se debatía en muchas ocasiones. El cariño nunca faltaba, pero aún así en ciertos momentos... No era algo en lo que le gustase pensar demasiado.
Era un alivio que Räg tuviera más preguntas, así podía salir de ese bucle con más facilidad. El neoyorquino hizo un gesto con la mano para quitarle importancia y comenzó a explicar acomodándose en el sillón: -No, no lo es. No al menos en la actualidad. Hace muchísimos años todavía podían verse abandonos o niños en las calles, por eso se crearon los orfanatos y sitios similares, pero ya es algo más bien raro en casi todo el mundo. Ahora lo que hay son servicios del gobierno que dan acogida a esos niños en familias y les ayudan a seguir adelante. Bob trabaja en ellos, de hecho- No era algo que tuviera claro, pero esa coincidencia la había tomado alguna vez como una pista. ¿Habría sido suerte o es que sus padres sabían donde dejarlo para asegurarse de que estaría en buenas manos?
Una pasajera sonrisa apareció por un momento en su rostro y luego añadió con la mirada perdida en el horizonte: -También me dio la mitad de mi nombre, el otro es de lo poco que me queda de mis padres.-
-Suena interesante. Me recuerda a algunos sitios de La Tierra, pero seguro que es más sorprendente- comentó. Con la explicación se le había venido inevitablemente la imagen del Vaticano, aunque seguramente sería bien distinto el templo de Förstelyr. Igual que con los otros mundos, el chico empezaba a tener curiosidad de visitarlo si es que después de aquel año podían hacerlo. -(Pero si ya llamaría la atención en Libo o en Varmania, en Mjörne sería todo un bicho raro)- pensó divertido.
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El corazón le latía con fuerza, nervioso por la posibilidad de verse reflejado en las respuestas de Räg. Por un momento el silencio le hizo sentir culpable de haber sacado un tema tan delicado, pero por suerte la conversación continuó. Asintió mientras escuchaba, más atento que antes. -Entiendo- empezó serio en cuanto el mjörní terminó. Él había tenido la suerte de tener una nota como único consuelo para saber algo de ellos, pero su compañero parecía que no contaba con nada. Solo la idea de verse en esa situación le abrumaba. ¿Cómo habría empezado a investigar sobre sus padres sin nada por lo que empezar? No habría podido siquiera. Cruzó los brazos y preguntó: -¿Es... costumbre que sea el Väler quien de nombre a los huérfanos?- Aún con otro nombre, podía buscarle paralelos con otras figuras religiosas de su mundo, pero le pareció curioso que alguien con tanta importancia se ocupara de ello.
Ante la sorpresa de su compañero, Rick contestó con un leve y breve asentimiento. La siguiente pregunta ya fue más compleja. -Adoptivo, pero sí- dijo, si bien debajo de aquello había todo un mundo de matices y dudas que de momento no iba a verbalizar. Desde que Bob le había contado la verdad, soñaba con saber algo de sus padres biológicos. Los motivos que le habían llevado a abandonarle, qué era de sus vidas, dónde estaban... se conformaba con saber cómo eran, su nombre o su cara. De pequeño nunca había tenido problema, pero desde ese momento le costaba más de lo que debería en darle un título a Bob. Era su padre, pero a su vez no lo era, y así siempre se debatía en muchas ocasiones. El cariño nunca faltaba, pero aún así en ciertos momentos... No era algo en lo que le gustase pensar demasiado.
Era un alivio que Räg tuviera más preguntas, así podía salir de ese bucle con más facilidad. El neoyorquino hizo un gesto con la mano para quitarle importancia y comenzó a explicar acomodándose en el sillón: -No, no lo es. No al menos en la actualidad. Hace muchísimos años todavía podían verse abandonos o niños en las calles, por eso se crearon los orfanatos y sitios similares, pero ya es algo más bien raro en casi todo el mundo. Ahora lo que hay son servicios del gobierno que dan acogida a esos niños en familias y les ayudan a seguir adelante. Bob trabaja en ellos, de hecho- No era algo que tuviera claro, pero esa coincidencia la había tomado alguna vez como una pista. ¿Habría sido suerte o es que sus padres sabían donde dejarlo para asegurarse de que estaría en buenas manos?
Una pasajera sonrisa apareció por un momento en su rostro y luego añadió con la mirada perdida en el horizonte: -También me dio la mitad de mi nombre, el otro es de lo poco que me queda de mis padres.-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: A place to call home
13/01/24, 03:30 pm
La pregunta de Rick le cogió un poco desprevenido y tuvo que meditarla unos instantes antes de darle una respuesta.
—La verdad es que… no sabría decirlo. No siempre es el Väler quién lo hace. A veces los niños ya tienen nombre, claro. Y también he visto a Sacerdotes Mayores decidirlo en otras ocasiones. Supongo que puede tener que ver con cómo de ocupado esté el Väler en ese momento… —Hizo una suposición que le podía tener cierta lógica, pero no pudo evitar un pensamiento intrusivo que le hizo arrugar el gesto un poco, recordando el asunto que lo había tenido tan disgustado antes de que algo mucho peor ocupase toda su mente—. Espero que no fuese por el color de mis escamas —murmuró más bien para sí.
Rick podría oírlo si estaba prestando atención, pero no iba a añadir nada más si no preguntaba. Aunque, suspirando mentalmente, pensó que desearía que aquella se hubiese mantenido como su principal preocupación y disgusto.
Al parecer, su suposición sobre que el caso del neoyorquino no era algo frecuente era acertada. Tenían orfanatos y algunas otras instituciones específicas para ocuparse de los huérfanos. Era lo que hubiese imaginado con solo pensar un poco por lo que sabía de la Tierra y haciendo paralelismos con el proceder en Mjörne. Aunque parecía que la situación era un poco distinta y los dirigentes de su planeta se ocupaban de los niños de algún modo. No entendía muy bien la explicación de Rick, pero no creía que fuese importante en ese momento. Excepto quizás el hecho de que su padre adoptivo parecía encargarse de niños huérfanos como trabajo. Algo así como un Sacerdote Mayor del Templo en la Tierra; por lo menos era la forma más fácil de darle sentido en su cabeza.
Lo que llamó de nuevo su atención fue la explicación sobre su nombre. No había especificado lo suficiente como para saber si conocía la identidad de sus padres y estaba teniendo constantemente la sensación de que Rick no se encontraba muy cómodo con el tema. ¿Quizás sus padres biológicos habían fallecido?
—¿La mitad? —decidió preguntar sobre lo que le parecía más inocuo—. ¿Tu nombre completo es en realidad más largo? ¿O quizás tienes un nombre compuesto? —Sintió curiosidad de repente. Para sus compañeros de torreón no era ningún secreto que podían llamarle Räg o Rägjynn, pero nunca había oído al humano afirmar que “Rick” fuese parte de un nombre más largo—. No tienes por qué contármelo si no te apetece, perdón —dijo de pronto un poco avergonzado. Si no había hablado de ello era posible que no quisiese hacerlo, y desde luego estaba claro que se presentaba únicamente como “Rick”.
—La verdad es que… no sabría decirlo. No siempre es el Väler quién lo hace. A veces los niños ya tienen nombre, claro. Y también he visto a Sacerdotes Mayores decidirlo en otras ocasiones. Supongo que puede tener que ver con cómo de ocupado esté el Väler en ese momento… —Hizo una suposición que le podía tener cierta lógica, pero no pudo evitar un pensamiento intrusivo que le hizo arrugar el gesto un poco, recordando el asunto que lo había tenido tan disgustado antes de que algo mucho peor ocupase toda su mente—. Espero que no fuese por el color de mis escamas —murmuró más bien para sí.
Rick podría oírlo si estaba prestando atención, pero no iba a añadir nada más si no preguntaba. Aunque, suspirando mentalmente, pensó que desearía que aquella se hubiese mantenido como su principal preocupación y disgusto.
Al parecer, su suposición sobre que el caso del neoyorquino no era algo frecuente era acertada. Tenían orfanatos y algunas otras instituciones específicas para ocuparse de los huérfanos. Era lo que hubiese imaginado con solo pensar un poco por lo que sabía de la Tierra y haciendo paralelismos con el proceder en Mjörne. Aunque parecía que la situación era un poco distinta y los dirigentes de su planeta se ocupaban de los niños de algún modo. No entendía muy bien la explicación de Rick, pero no creía que fuese importante en ese momento. Excepto quizás el hecho de que su padre adoptivo parecía encargarse de niños huérfanos como trabajo. Algo así como un Sacerdote Mayor del Templo en la Tierra; por lo menos era la forma más fácil de darle sentido en su cabeza.
Lo que llamó de nuevo su atención fue la explicación sobre su nombre. No había especificado lo suficiente como para saber si conocía la identidad de sus padres y estaba teniendo constantemente la sensación de que Rick no se encontraba muy cómodo con el tema. ¿Quizás sus padres biológicos habían fallecido?
—¿La mitad? —decidió preguntar sobre lo que le parecía más inocuo—. ¿Tu nombre completo es en realidad más largo? ¿O quizás tienes un nombre compuesto? —Sintió curiosidad de repente. Para sus compañeros de torreón no era ningún secreto que podían llamarle Räg o Rägjynn, pero nunca había oído al humano afirmar que “Rick” fuese parte de un nombre más largo—. No tienes por qué contármelo si no te apetece, perdón —dijo de pronto un poco avergonzado. Si no había hablado de ello era posible que no quisiese hacerlo, y desde luego estaba claro que se presentaba únicamente como “Rick”.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: A place to call home
15/01/24, 11:46 am
-Oh, ya veo- comentó ante la primera suposición. Parecía ser una labor que podía delegarse sin demasiado problema por lo que contaba, o bien no tenían a ningún cargo específico que se encargara de ello. La duda del neoyorquino habría acabado ahí de no ser por el cambio de expresión del mjörní. El murmuro le hizo levantar una ceja desconcertado. -(¿Tiene algo especial que sean moradas?)- se preguntó con curiosidad y, primando un poco más, apuro por su compañero. Viniendo de La Tierra, que el color de piel pudiera afectar por desgracia en ciertos ámbitos no era nada nuevo, pero por cómo lo había comentado no tenía claro si Rägjynn prefería no sacar el tema. De momento lo dejó estar.
El chico lo miró cuando preguntó por su nombre. -No pasa nada, tranquilo. No es que suela comentarlo pero no hay problema- respondió con una sonrisa tranquila que lo invitaba a relajarse. Que él estuviera un pelín nervioso por dentro era otra cosa, pero para el mjörní no sería algo que se viera. Se acomodó en el sillón empezando con un: -Pues técnicamente las dos cosas, de hecho.- Hizo un gesto con una mano, dando énfasis a la primera parte de la explicación: -Rick en realidad es un diminutivo, igual que Räg. Viene de Richard, pero desde siempre he preferido quedarme con el primero- Salvo Bob las contadísimas veces que se había enfadado con él y el profesor estricto de turno, todo el mundo le llamaba Rick y se presentaba directamente así. -Y aparte, también me llamo Diego- siguió con un gesto de la otra mano, con la sutil diferencia de que tanto la voz como la mano tenían un aire más inseguro. -Cuando Bob me encontró, también dejaron una nota pidiéndole que cuidara de mí. "Por favor, cuide bien de Diego." Cuando formalizó mi adopción, lo dejó como segundo nombre aunque siempre utilice el primero.- dijo mirando al frente con algo de añoranza.
Y habría parado ahí, pero su compañero le caía bien y, contándose aquellas cosas, vio justo comentar un detalle más aunque le diera una vergüenza horrible. -Conste que me gustan los dos nombres, es solo que... eh...- Dio una breve mirada a los lados, por si alguien más había aparecido por el salón. Solo estaban los dos, así que continuó algo más bajito aún así: -Puede sonar a una tontería pero... Diego es para mí un nombre especial y... me lo quiero guardar para las personas especiales, ¿sabes? Pareja, hijos, algún amigo muy cercano... Cosas así- Si no estaba siendo lo suficientemente obvio con la vergüenza que le daba, las mejillas también lo empezaban a delatar. -Quiero decir, no es que ninguno me caigáis bien, os aseguro que me encanta que seamos compañeros y Bob es que siempre me ha llamado por Rick, ¿eh? Es solo que le doy muchas vueltas- se apresuró a aclarar en cuanto se dio cuenta de que podía malinterpretarse lo más mínimo.
Y tan nervioso como estaba, el neoyorquino intentó cambiar momentáneamente la conversación a cualquier otra cosa mientras hacía el esfuerzo de calmarse. Por desgracia para el mjörní, lo primero que se le vino a la cabeza fue lo que hacía momentos antes no quería preguntar por si acaso. -Esto... ¿Lo del color de tus escamas por qué influiría en que te diera el nombre el Väler?- preguntó, aunque rápidamente añadió apurado: -Si quieres hablar del tema, claro. Si no no pasa nada.-
El chico lo miró cuando preguntó por su nombre. -No pasa nada, tranquilo. No es que suela comentarlo pero no hay problema- respondió con una sonrisa tranquila que lo invitaba a relajarse. Que él estuviera un pelín nervioso por dentro era otra cosa, pero para el mjörní no sería algo que se viera. Se acomodó en el sillón empezando con un: -Pues técnicamente las dos cosas, de hecho.- Hizo un gesto con una mano, dando énfasis a la primera parte de la explicación: -Rick en realidad es un diminutivo, igual que Räg. Viene de Richard, pero desde siempre he preferido quedarme con el primero- Salvo Bob las contadísimas veces que se había enfadado con él y el profesor estricto de turno, todo el mundo le llamaba Rick y se presentaba directamente así. -Y aparte, también me llamo Diego- siguió con un gesto de la otra mano, con la sutil diferencia de que tanto la voz como la mano tenían un aire más inseguro. -Cuando Bob me encontró, también dejaron una nota pidiéndole que cuidara de mí. "Por favor, cuide bien de Diego." Cuando formalizó mi adopción, lo dejó como segundo nombre aunque siempre utilice el primero.- dijo mirando al frente con algo de añoranza.
Y habría parado ahí, pero su compañero le caía bien y, contándose aquellas cosas, vio justo comentar un detalle más aunque le diera una vergüenza horrible. -Conste que me gustan los dos nombres, es solo que... eh...- Dio una breve mirada a los lados, por si alguien más había aparecido por el salón. Solo estaban los dos, así que continuó algo más bajito aún así: -Puede sonar a una tontería pero... Diego es para mí un nombre especial y... me lo quiero guardar para las personas especiales, ¿sabes? Pareja, hijos, algún amigo muy cercano... Cosas así- Si no estaba siendo lo suficientemente obvio con la vergüenza que le daba, las mejillas también lo empezaban a delatar. -Quiero decir, no es que ninguno me caigáis bien, os aseguro que me encanta que seamos compañeros y Bob es que siempre me ha llamado por Rick, ¿eh? Es solo que le doy muchas vueltas- se apresuró a aclarar en cuanto se dio cuenta de que podía malinterpretarse lo más mínimo.
Y tan nervioso como estaba, el neoyorquino intentó cambiar momentáneamente la conversación a cualquier otra cosa mientras hacía el esfuerzo de calmarse. Por desgracia para el mjörní, lo primero que se le vino a la cabeza fue lo que hacía momentos antes no quería preguntar por si acaso. -Esto... ¿Lo del color de tus escamas por qué influiría en que te diera el nombre el Väler?- preguntó, aunque rápidamente añadió apurado: -Si quieres hablar del tema, claro. Si no no pasa nada.-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: A place to call home
15/01/24, 02:47 pm
Atendió con mucho interés a la explicación de Rick acerca de su nombre y a como sus padres le habían dejado a Bob una nota para que cuidase de él.
—Vaya, Richard suena bonito también… Oh, y Diego. Te seguiré llamando Rick, no te preocupes —le aseguró con una sonrisa cuando estableció su preferencia.
Ya estaba tan acostumbrado a ello, de todas formas, que salvo que el propio humano, en un escenario hipotético, le pidiera explícitamente cambiar la forma en la que se dirigía a él, no lo hubiera hecho.
—Yo no tengo preferencia porque me llamen Rägjynn o Räg, y como algunos de vosotros teníais problemas con la pronunciación preferí dar la opción desde el principio. Me gusta como suena mi nombre completo y por eso me presento con él, pero, aun así, los que hablan más conmigo acaban acortándolo. Supongo que la economía del lenguaje y eso —explicó con una pequeña risa.
Seguía notando al humano un poco incómodo y, aunque no tenía claro que fuese a servir de algo, quería intentar participar en la conversación de forma que resultase natural y que comprendiese que podía hablarle de aquello sin problema.
>>Algunas veces también ha ocurrido en el Templo algo como lo tuyo… Algún bebé junto a una carta parecida, donde viene escrito el nombre —explicó—. Aunque, normalmente, cuando viene un huérfano con nombre es porque sus padres fallecieron en algún accidente. En estos casos lo más común es que sus padres o tutores fuesen marineros de algún tipo…. Pescadores en alta mar, o magos que se encargan de la protección de los barcos de correo entre islas...
La confesión que hizo Rick a continuación sí le resultó más incómoda, no porque le molestase, sino por lo importante que parecía para el neoyorquino. Consideraba a casi todos en el torreón amigos a aquellas alturas, pero desde luego no creía que pudiesen clasificarse como “amigos cercanos” habiendo transcurrido tan poco tiempo. Estaba seguro de que se lo estaba contando por cómo había surgido la conversación, quizás porque se sintió identificado con el hecho de que ambos fuesen huérfanos… No podía evitar sentir que, en cierto modo, había obligado a Rick a contarle algo tan personal con sus preguntas.
—Yo no… No sé lo diré a nadie, no te preocupes —le aseguró, entendiendo qué quería decir en parte al recalcar lo especial que era para él aquel nombre—. Sobre nada de lo que me has contado hoy. Pero… Muchas gracias por confiar en mí —volvió a sonreír, esta vez intentando mostrar una expresión más cálida.
En otras circunstancias no hubiera supuesto ningún problema, pero el estado de ánimo general y personal se interponían en materializar expresiones positivas.
Y, finalmente, sí le preguntó acerca de lo que había murmurado antes. Desde luego no iba a negarse a hablar de ello después de lo que Rick acababa de explicarle. Sentía que se lo debía, y en realidad no estaba al mismo nivel ni mucho menos.
—Ah, no te preocupes: puedo hablar de ello sin problema. Es solo que tiene que ver con algo que me estaba frustrando bastante desde hacía un tiempo antes de que nos trajesen aquí…
Procedió entonces a explicarle a Rick acerca de los escamas negras, que los Väler siempre las tenían de ese color y lo que simbolizaba en Mjörne.
>>Las escamas moradas también son bastante infrecuentes, pero no tienen ningún significado especial en realidad. El hecho de que no ha nacido ningún escamas negras desde que lo hizo la Väler actual, ha provocado que el Culto esté manteniendo un debate acerca de qué pasaría si no llega a haber ningún sucesor. Es muy ridículo si me preguntas: la Väler es muy joven. No sé su edad exacta, pero no tiene mucho más de veinte. Le quedan muchos años en su cargo, pero algunos Sacerdotes casi parece que esperan que le ocurra algo en cualquier momento —negó con la cabeza.
Era consciente de que podían suceder accidentes o, más probable debido a que como Väler no se exponía a peligros, que la chica tuviese mala suerte y cayese gavemente enferma; pero pensar así le parecía una enorme falta de confianza en la Sanación que ellos mismos predicaban, especialmente si estaban hablando de una escamas negras.
—Y… bueno… Se empezó a mencionar la posibilidad de que cuando Ralëhja, la Väler, muera, la tuviera que suceder algún escamas moradas. Imagino que llevan bastante tiempo debatiendo sobre ello, pero yo solo me he dado cuenta desde hace unos meses. Más que nada porque empecé a notar… Cosas extrañas, y después escuché los rumores. Algunos huérfanos parecían tenerme envidia, algunos Sacerdotes me empezaron a tratar diferente… —Negó con la cabeza de nuevo con expresión irritada—. De todo el Templo, soy el único escamas moradas, y algunos parecen creer que yo podría ser el próximo Väler o algo así. Pero eso es… Es ridículo. Ralëhja igual ni siquiera es diez años mayor que yo, y, además, ya nacerá otro escamas negras.
Rick podría notar lo mucho que le frustraba aquel tema. Le carcomía tanto que en esa ocasión ni siquiera se disculpó por hablar demasiado. Casi sentaba bien volver a disertar sobre una preocupación que ahora parecía mucho menor, por mucho que le molestase.
—Vaya, Richard suena bonito también… Oh, y Diego. Te seguiré llamando Rick, no te preocupes —le aseguró con una sonrisa cuando estableció su preferencia.
Ya estaba tan acostumbrado a ello, de todas formas, que salvo que el propio humano, en un escenario hipotético, le pidiera explícitamente cambiar la forma en la que se dirigía a él, no lo hubiera hecho.
—Yo no tengo preferencia porque me llamen Rägjynn o Räg, y como algunos de vosotros teníais problemas con la pronunciación preferí dar la opción desde el principio. Me gusta como suena mi nombre completo y por eso me presento con él, pero, aun así, los que hablan más conmigo acaban acortándolo. Supongo que la economía del lenguaje y eso —explicó con una pequeña risa.
Seguía notando al humano un poco incómodo y, aunque no tenía claro que fuese a servir de algo, quería intentar participar en la conversación de forma que resultase natural y que comprendiese que podía hablarle de aquello sin problema.
>>Algunas veces también ha ocurrido en el Templo algo como lo tuyo… Algún bebé junto a una carta parecida, donde viene escrito el nombre —explicó—. Aunque, normalmente, cuando viene un huérfano con nombre es porque sus padres fallecieron en algún accidente. En estos casos lo más común es que sus padres o tutores fuesen marineros de algún tipo…. Pescadores en alta mar, o magos que se encargan de la protección de los barcos de correo entre islas...
La confesión que hizo Rick a continuación sí le resultó más incómoda, no porque le molestase, sino por lo importante que parecía para el neoyorquino. Consideraba a casi todos en el torreón amigos a aquellas alturas, pero desde luego no creía que pudiesen clasificarse como “amigos cercanos” habiendo transcurrido tan poco tiempo. Estaba seguro de que se lo estaba contando por cómo había surgido la conversación, quizás porque se sintió identificado con el hecho de que ambos fuesen huérfanos… No podía evitar sentir que, en cierto modo, había obligado a Rick a contarle algo tan personal con sus preguntas.
—Yo no… No sé lo diré a nadie, no te preocupes —le aseguró, entendiendo qué quería decir en parte al recalcar lo especial que era para él aquel nombre—. Sobre nada de lo que me has contado hoy. Pero… Muchas gracias por confiar en mí —volvió a sonreír, esta vez intentando mostrar una expresión más cálida.
En otras circunstancias no hubiera supuesto ningún problema, pero el estado de ánimo general y personal se interponían en materializar expresiones positivas.
Y, finalmente, sí le preguntó acerca de lo que había murmurado antes. Desde luego no iba a negarse a hablar de ello después de lo que Rick acababa de explicarle. Sentía que se lo debía, y en realidad no estaba al mismo nivel ni mucho menos.
—Ah, no te preocupes: puedo hablar de ello sin problema. Es solo que tiene que ver con algo que me estaba frustrando bastante desde hacía un tiempo antes de que nos trajesen aquí…
Procedió entonces a explicarle a Rick acerca de los escamas negras, que los Väler siempre las tenían de ese color y lo que simbolizaba en Mjörne.
>>Las escamas moradas también son bastante infrecuentes, pero no tienen ningún significado especial en realidad. El hecho de que no ha nacido ningún escamas negras desde que lo hizo la Väler actual, ha provocado que el Culto esté manteniendo un debate acerca de qué pasaría si no llega a haber ningún sucesor. Es muy ridículo si me preguntas: la Väler es muy joven. No sé su edad exacta, pero no tiene mucho más de veinte. Le quedan muchos años en su cargo, pero algunos Sacerdotes casi parece que esperan que le ocurra algo en cualquier momento —negó con la cabeza.
Era consciente de que podían suceder accidentes o, más probable debido a que como Väler no se exponía a peligros, que la chica tuviese mala suerte y cayese gavemente enferma; pero pensar así le parecía una enorme falta de confianza en la Sanación que ellos mismos predicaban, especialmente si estaban hablando de una escamas negras.
—Y… bueno… Se empezó a mencionar la posibilidad de que cuando Ralëhja, la Väler, muera, la tuviera que suceder algún escamas moradas. Imagino que llevan bastante tiempo debatiendo sobre ello, pero yo solo me he dado cuenta desde hace unos meses. Más que nada porque empecé a notar… Cosas extrañas, y después escuché los rumores. Algunos huérfanos parecían tenerme envidia, algunos Sacerdotes me empezaron a tratar diferente… —Negó con la cabeza de nuevo con expresión irritada—. De todo el Templo, soy el único escamas moradas, y algunos parecen creer que yo podría ser el próximo Väler o algo así. Pero eso es… Es ridículo. Ralëhja igual ni siquiera es diez años mayor que yo, y, además, ya nacerá otro escamas negras.
Rick podría notar lo mucho que le frustraba aquel tema. Le carcomía tanto que en esa ocasión ni siquiera se disculpó por hablar demasiado. Casi sentaba bien volver a disertar sobre una preocupación que ahora parecía mucho menor, por mucho que le molestase.
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