Novena cosecha - Inscripción y fichas
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Novena cosecha - Inscripción y fichas
11/02/23, 01:01 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Se abre el período de inscripción para la novena cosecha. La inscripción inicial se cierra el día 3 de marzo y la cosecha comenzará el día 4. Si no llegáis a tiempo consultad con los GM para entrar más tarde.
Quienes tengáis personajes de la séptima cosecha y anteriores es preciso que vuestras fichas de personaje estén recogidas en el censo como requisito para poder inscribirse.
Las fichas deben seguir el siguiente modelo:
Podéis ver más en detalle en normas y funcionamiento del rol que se espera de cada apartado y cuáles son las habilidades para escoger. Aunque seais veteranos os aconsejamos refrescaros un poco la memoria, porque además las normas han ido sufriendo ediciones. Y también recordad que sabremos si alguien no se ha leído las normas solo con revisar su ficha.
Cuando tengáis lista la ficha también recordad rellenar los datos en vuestro perfil con nombre, especie y habilidades del cosechado.
Si queréis rolear cómo cosechan a vuestros personajes podéis hacerlo una vez hayáis colgado la ficha, antes del inicio de la cosecha. Consultad el tema de cosechadores para saber quién es el vuestro. Si no sabéis qué usuario lleva a qué personaje preguntandnos a los GM. Se puede rolear con la persona en cuestión si está disponible o hacerlo por vuestra cuenta tomando en cuenta lo escrito acerca de cada cosechador y preferentemente preguntando al usuario al respecto. Los GM rolearíamos con los PNJ cosechadores si así lo queréis.
Se abre el período de inscripción para la novena cosecha. La inscripción inicial se cierra el día 3 de marzo y la cosecha comenzará el día 4. Si no llegáis a tiempo consultad con los GM para entrar más tarde.
Quienes tengáis personajes de la séptima cosecha y anteriores es preciso que vuestras fichas de personaje estén recogidas en el censo como requisito para poder inscribirse.
Las fichas deben seguir el siguiente modelo:
- Código:
[b]Nombre:[/b]
[b]Especie:[/b]
[b]Descripción física:[/b]
[b]Personalidad:[/b]
[b]Habilidades:[/b]
[b]Pasado:[/b]
[b]Otros:[/b]
Podéis ver más en detalle en normas y funcionamiento del rol que se espera de cada apartado y cuáles son las habilidades para escoger. Aunque seais veteranos os aconsejamos refrescaros un poco la memoria, porque además las normas han ido sufriendo ediciones. Y también recordad que sabremos si alguien no se ha leído las normas solo con revisar su ficha.
Cuando tengáis lista la ficha también recordad rellenar los datos en vuestro perfil con nombre, especie y habilidades del cosechado.
Si queréis rolear cómo cosechan a vuestros personajes podéis hacerlo una vez hayáis colgado la ficha, antes del inicio de la cosecha. Consultad el tema de cosechadores para saber quién es el vuestro. Si no sabéis qué usuario lleva a qué personaje preguntandnos a los GM. Se puede rolear con la persona en cuestión si está disponible o hacerlo por vuestra cuenta tomando en cuenta lo escrito acerca de cada cosechador y preferentemente preguntando al usuario al respecto. Los GM rolearíamos con los PNJ cosechadores si así lo queréis.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Novena cosecha - Inscripción y fichas
18/02/23, 12:55 am
Nombre: Szczenyak o Colmillo.
Especie: vittya zawodny.
Descripción física: Colmillo tiene 17 años y es delgado y en buena forma, como la mayoría de los zawodny, aunque más alto que la media, con 1'65 de altura, debido a que tiene un octavo de sangre de salvajes del páramo por parte de su padre. Su pelo es color tierra rojiza con manchas grisáceas en manos, orejas y al rededor de la nariz. Sus ojos son color rojo terracota y su cola es espesa y ancha. Su hocico es fino con la nariz negra como el de su madre, lo que junto a lo rojizo de su pelaje refuerza su parecido con los kwanza. Tiene dientes afilados y bien cuidados excepto por el colmillo derecho el cual tiene partido casi desde la raíz desde que se cayó siendo muy cachorro. Le gusta acentuar la imagen de malote que le da el colmillo partido recortándose una línea de pelo por encima del ojo izquierdo como si tuviera una cicatriz ahí. Siempre lleva consigo un collar hecho con los dientes de su yaya que su nana le obsequió tras la muerte de esta.
Llega a la ciudad con unos pantalones bombachos hasta la rodilla ocres, una túnica ceñida sin mangas azul oscuro que cae sobre los pantalones con una raja a cada lado del cuerpo desde la cadera y una faltriquera de cuero a la cintura.
Personalidad: Colmillo es, ante todo, una persona para el que la familia es lo primero. Tiene una altivez y una falsa sensación de seguridad propia de quien ha vivido protegido y siempre se ha movido por lo que consideraba su territorio. En confianza es muy extrovertido y alegre, pero es bastante desconfiado en el primer trato y es muy propenso a ponerse a la defensiva enseguida. Además, es de mecha corta y salta a la mínima provocación, aunque nunca se ha visto en una pelea sin el respaldo de algún hermano. También es muy malhablado y suele pensar después de hablar.
Es supersticioso y cree en el tarot, la lectura de manos, la lectura de huesos y todo tipo de predicciones adivinatorias que practicaba su nana. También es muy creyente de los dioses, de la magia, las leyendas y los mitos. Es bueno con los acertijos y las trampas en juegos, aunque es muy mal mentiroso, incluso si se tratan de mentiras piadosas.
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación.
Pasado: Colmillo es el pequeño de una gran familia de comerciantes formada por sus padres, sus 27 hermanos, las parejas e hijos de estos, y su nana, quien hasta hacía solo unos años había sido la cabeza de familia junto con su yaya, pero que había cedido el testigo a sus padres al morir esta. Su madre siempre ha tenido camadas muy numerosas, sanas y fuertes, como así lo demuestra su extensa familia, pero a medida que pasaba el tiempo menos de sus cachorros sobrevivían, terminando con el propio Colmillo, único superviviente de esa última camada.
Toda su familia son nómadas y viven en su caravana moviéndose entre el sur de la Gran Estepa, Nasó y Ógien, priorizando unas u otras rutas comerciales dependiendo de las circunstancias. Su nana es tarotista y adivina, su yaya era curandera antes de morir, su padre es un comerciante muy versátil y su madre es cuentacuentos y educadora y hace kamishibais por los pueblos por los que viajan. Entre sus 27 hermanos, parejas e hijos cubren todo tipo de trabajos y oficios para la caravana: hay quien es comerciante o cuentacuentos como los padres, pero también hay músicos, peleteros, sastres, artistas, fabricantes de pigmentos, vendedores de dulces, talladores y feriantes, como Colmillo, que tiene un pequeño puesto de dardos y aros junto con uno de sus sobrinos más cercanos a su edad, pero también hace distintos trabajos ayudando al resto de su familia.
Al ser el más pequeño de la línea principal ha sido criado por toda la familia por igual y, aunque es muy familiar, los más cercanos y queridos para él eran sus abuelas, sobre todo su nana, de la que quiso aprender el oficio de adivina y tarotista, pero tras muchos predicciones fallidas y torpezas en el trato con las personas decidió con pesar que no tenía el don.
Colmillo siempre ha sido un niño muy sobreprotegido por su numerosa familia, sobre todo por sus muchos hermanos que intercedían al instante en cualquier conflicto en el que el cachorro pudiera verse envuelto, ya fuera que este lo hubiera iniciado o no, pues debido a su raza y su aspecto era bastante común que clientes descontentos con haber perdido en su puesto o algunas personas simplemente por verle corretear de lado a lado de la feria lo tacharan de tramposo o ladrón. No es que Colmillo no sepa cómo amañar o hacer trampas en los juegos que maneja, cosa que hace habitualmente al jugar con sus hermanos y sobrinos, pero toda su familia está muy orgullosa de ser gente honrada y no será él el que empañe esa honra engañando a clientes.
Al principio, cuando pasó de ser Colmillo a Szczenyak se sintió muy orgulloso de por fin tener un nombre adecuado y ser considerado un adulto, pero como su familia le siguió llamando Colmillo de forma cariñosa y era con los que principalmente se relacionaba, al final por muy infantil que le pareciera ser llamado así terminaba haciendo más caso a su apodo de cachorro que a su nombre de adulto, por lo que la mayoría de las veces se resigna y acepta ser llamado Colmillo, aunque no sin quejarse ni refunfuñar.
A medida que se ha hecho mayor, Colmillo se ha aprovechado de su altura y de su imagen de ratero y embustero para intimidar o alejar a personas que podrían suponer un conflicto para la caravana o protegiendo a sus pequeños sobrinos de aquellos que quisieran molestarlos, como siempre le protegían sus hermanos en esas situaciones, pero al realidad es que él nunca ha estado en una pelea real y la mayoría de las veces se le escapa la fuerza por la boca.
Otros:
-En la faltriquera lleva una baraja de tarot que le regaló su nana, un par de dardos con las puntas rotas o melladas, un dado de 12 caras de los que fabrica uno de sus cuñados y un set de tabas de ciervo.
-Sabe un poco de todos los oficios que practican sus hermanos, pero en realidad no se le da bien ninguno de ellos.
-Conoce un montón de historias, leyendas y mitos.
-Se sabe de memoria la lectura y el significado de cada carta de tarot, cada línea de la mano y cada posición de los huesos a pesar de que considera que no tiene el don para hacer una lectura correcta.
-Suele viajar a la cabeza de la caravana con sus padres porque tiene la mejor orientación de sus hermanos y conoce las rutas comerciales como la palma de su mano.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
Especie: vittya zawodny.
Descripción física: Colmillo tiene 17 años y es delgado y en buena forma, como la mayoría de los zawodny, aunque más alto que la media, con 1'65 de altura, debido a que tiene un octavo de sangre de salvajes del páramo por parte de su padre. Su pelo es color tierra rojiza con manchas grisáceas en manos, orejas y al rededor de la nariz. Sus ojos son color rojo terracota y su cola es espesa y ancha. Su hocico es fino con la nariz negra como el de su madre, lo que junto a lo rojizo de su pelaje refuerza su parecido con los kwanza. Tiene dientes afilados y bien cuidados excepto por el colmillo derecho el cual tiene partido casi desde la raíz desde que se cayó siendo muy cachorro. Le gusta acentuar la imagen de malote que le da el colmillo partido recortándose una línea de pelo por encima del ojo izquierdo como si tuviera una cicatriz ahí. Siempre lleva consigo un collar hecho con los dientes de su yaya que su nana le obsequió tras la muerte de esta.
Llega a la ciudad con unos pantalones bombachos hasta la rodilla ocres, una túnica ceñida sin mangas azul oscuro que cae sobre los pantalones con una raja a cada lado del cuerpo desde la cadera y una faltriquera de cuero a la cintura.
Personalidad: Colmillo es, ante todo, una persona para el que la familia es lo primero. Tiene una altivez y una falsa sensación de seguridad propia de quien ha vivido protegido y siempre se ha movido por lo que consideraba su territorio. En confianza es muy extrovertido y alegre, pero es bastante desconfiado en el primer trato y es muy propenso a ponerse a la defensiva enseguida. Además, es de mecha corta y salta a la mínima provocación, aunque nunca se ha visto en una pelea sin el respaldo de algún hermano. También es muy malhablado y suele pensar después de hablar.
Es supersticioso y cree en el tarot, la lectura de manos, la lectura de huesos y todo tipo de predicciones adivinatorias que practicaba su nana. También es muy creyente de los dioses, de la magia, las leyendas y los mitos. Es bueno con los acertijos y las trampas en juegos, aunque es muy mal mentiroso, incluso si se tratan de mentiras piadosas.
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación.
Pasado: Colmillo es el pequeño de una gran familia de comerciantes formada por sus padres, sus 27 hermanos, las parejas e hijos de estos, y su nana, quien hasta hacía solo unos años había sido la cabeza de familia junto con su yaya, pero que había cedido el testigo a sus padres al morir esta. Su madre siempre ha tenido camadas muy numerosas, sanas y fuertes, como así lo demuestra su extensa familia, pero a medida que pasaba el tiempo menos de sus cachorros sobrevivían, terminando con el propio Colmillo, único superviviente de esa última camada.
Toda su familia son nómadas y viven en su caravana moviéndose entre el sur de la Gran Estepa, Nasó y Ógien, priorizando unas u otras rutas comerciales dependiendo de las circunstancias. Su nana es tarotista y adivina, su yaya era curandera antes de morir, su padre es un comerciante muy versátil y su madre es cuentacuentos y educadora y hace kamishibais por los pueblos por los que viajan. Entre sus 27 hermanos, parejas e hijos cubren todo tipo de trabajos y oficios para la caravana: hay quien es comerciante o cuentacuentos como los padres, pero también hay músicos, peleteros, sastres, artistas, fabricantes de pigmentos, vendedores de dulces, talladores y feriantes, como Colmillo, que tiene un pequeño puesto de dardos y aros junto con uno de sus sobrinos más cercanos a su edad, pero también hace distintos trabajos ayudando al resto de su familia.
Al ser el más pequeño de la línea principal ha sido criado por toda la familia por igual y, aunque es muy familiar, los más cercanos y queridos para él eran sus abuelas, sobre todo su nana, de la que quiso aprender el oficio de adivina y tarotista, pero tras muchos predicciones fallidas y torpezas en el trato con las personas decidió con pesar que no tenía el don.
Colmillo siempre ha sido un niño muy sobreprotegido por su numerosa familia, sobre todo por sus muchos hermanos que intercedían al instante en cualquier conflicto en el que el cachorro pudiera verse envuelto, ya fuera que este lo hubiera iniciado o no, pues debido a su raza y su aspecto era bastante común que clientes descontentos con haber perdido en su puesto o algunas personas simplemente por verle corretear de lado a lado de la feria lo tacharan de tramposo o ladrón. No es que Colmillo no sepa cómo amañar o hacer trampas en los juegos que maneja, cosa que hace habitualmente al jugar con sus hermanos y sobrinos, pero toda su familia está muy orgullosa de ser gente honrada y no será él el que empañe esa honra engañando a clientes.
Al principio, cuando pasó de ser Colmillo a Szczenyak se sintió muy orgulloso de por fin tener un nombre adecuado y ser considerado un adulto, pero como su familia le siguió llamando Colmillo de forma cariñosa y era con los que principalmente se relacionaba, al final por muy infantil que le pareciera ser llamado así terminaba haciendo más caso a su apodo de cachorro que a su nombre de adulto, por lo que la mayoría de las veces se resigna y acepta ser llamado Colmillo, aunque no sin quejarse ni refunfuñar.
A medida que se ha hecho mayor, Colmillo se ha aprovechado de su altura y de su imagen de ratero y embustero para intimidar o alejar a personas que podrían suponer un conflicto para la caravana o protegiendo a sus pequeños sobrinos de aquellos que quisieran molestarlos, como siempre le protegían sus hermanos en esas situaciones, pero al realidad es que él nunca ha estado en una pelea real y la mayoría de las veces se le escapa la fuerza por la boca.
Otros:
-En la faltriquera lleva una baraja de tarot que le regaló su nana, un par de dardos con las puntas rotas o melladas, un dado de 12 caras de los que fabrica uno de sus cuñados y un set de tabas de ciervo.
-Sabe un poco de todos los oficios que practican sus hermanos, pero en realidad no se le da bien ninguno de ellos.
-Conoce un montón de historias, leyendas y mitos.
-Se sabe de memoria la lectura y el significado de cada carta de tarot, cada línea de la mano y cada posición de los huesos a pesar de que considera que no tiene el don para hacer una lectura correcta.
-Suele viajar a la cabeza de la caravana con sus padres porque tiene la mejor orientación de sus hermanos y conoce las rutas comerciales como la palma de su mano.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Novena cosecha - Inscripción y fichas
18/02/23, 12:16 pm
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Descripción física: Airi tiene quince años y mide 153 centímetros de altura. Su cuerpo aún conserva un aspecto rollizo infantil, pero con caderas y piernas más anchas. Tiene la piel oscura con subtonos dorados y su pelo, de un negro azulado, es muy rizo y voluminoso. Lo tiene largo hasta la base del cuello, así que suele llevarlo recogido o trenzado bajo el pañuelo por comodidad. Su cara tiene una forma cuadriculada y está enmarcada por dos espinas grandes a los lados de la frente y dos pares más pequeños en la línea de la mandíbula, además de tener otras diminutas sobre los pómulos, clavícula, codos y tobillos. Todas las de la cara están cubiertas con motivos y patrones decorativos con tinta negra que recuerdan a mandalas. Tiene las cejas gruesas, y sus ojos rasgados son grandes y expresivos, con los iris de un color gris pizarra. Su nariz es ancha y chata y sus labios gruesos. Entre los incisivos superiores tiene una separación apreciable.
[Imagen de referencia]
Personalidad: Es una persona afable y sensata, aunque por su edad todavía le quedan trazos de inmadurez. Tras esa faceta responsable se esconde otra más frágil, ya que Airi siempre ha vivido intentando demostrar que tiene valía a pesar de sus problemas de salud. Es por eso que intenta esforzarse al máximo en todo lo que se propone y no se rinde con facilidad. No le gustan las injusticias y lo da todo por su comunidad, aunque esto último a veces tiene mucho que ver con la necesidad de aceptación. Al mismo tiempo, es fácil que dude de sus acciones y decisiones, aun si no lo expresa en voz alta, y se preocupa de qué pueden pensar los demás. Sabe distinguir los problemas importantes de los que no lo son, y si comete un error trata de enmendarlo. Actúa con educación y tranquilidad normalmente, y aunque puede perder la paciencia, tiene mucha. Es sociable, pero también sabe disfrutar del tiempo a solas. En su lengua utiliza para sí pronombres neutros y que indican humildad cuando habla.
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Pasado: Nació y se crió en una tribu nómada de la sabana al Sur de Ihria. Su madre es una mujer llamada Sahlia, a la que solo puede ver cuando la caravana nómada de su tribu vuelve a casa, y tiene una hermana dos años menor, Naia. Ella, a diferencia de Airi, tiene padre reconocido. Se trata de la pareja de su madre, un cazador llamado Lihkos que, siempre que no le ha tocado viajar en la caravana, ha estado muy pendiente de Naia y Airi. Su padre era, según Sahlia, un buen hombre que conoció en uno de sus viajes por Siania al que nunca ha vuelto a ver.
Airi creció condicionada por los brotes de fiebre reumatoide que ha sufrido desde que tenía cuatro años. Padece un tipo de artritis que ataca a las articulaciones desde la infancia y que, aparte de condicionar su crecimiento, la ha obligado a pasar largas temporadas en reposo. Si bien ha mejorado desde que terminó de crecer, sufre achaques con cierta frecuencia y no debe forzar en exceso sus articulaciones, por lo que su tribu le vetó su derecho a formar parte de la caravana. Esta es una decisión que a Airi le costó mucho asimilar y que sintió como una humillación, incluso aun sabiendo que era por su bien. No le gustaba sentir que a causa de su enfermedad no podía aportar nada a la aldea, ya que ni siquiera le dejaban hacerse cargo de las tareas que exigían más esfuerzo físico. Todo el mundo asumía que debía ayudar a las madres a educar a los niños, pero Airi odiaba no tener control sobre su vida y tener que conformarse con la opción que menos le llamaba de todas.
El día que su hermana menor se unió por primera vez a su madre para recorrer el Sanai tomó la decisión de que sería aprendiz del maestro cristalero de su aldea, porque solo así podría ser útil en sus propios términos. Sin embargo, el artesano no era una persona fácil de convencer ni querida en la aldea. Él mismo discrepaba en que Airi tuviese las capacidades adecuadas y le ignoró durante meses. Si bien Airi no es su aprendiz de forma oficial, ha pasado tanto tiempo observándole y demostrado que comprendía algunas cosas que él hacía sin que se las hubiera explicado, que hasta el maestro cristalero empezó a ceder y darle algunas explicaciones.
Otros: Su nombre es el mismo mote que le dio su madre cuando nació. En parte decidió no cambiarlo por costumbre, y en parte para, tal vez, intentar complacer a su madre. Sin embargo, ahora que han seguido pasando los años siente que le infantiliza.
Su mayor afición es, por decirlo de alguna manera, observar al maestro cristalero. Lihkos le ha enseñado lo más básico sobre utilizar un arco aun a sabiendas de que nunca iría a cazar con él, por contentar a Airi y ganarse su confianza, y otras madres de la aldea le enseñaron a tocar la flauta y el tambor, ya que en su tribu todo el mundo sabe tocar algún instrumento musical. Le encanta aprender sobre las diferentes regiones de su mundo, ya que su mayor anhelo es conocer los lugares de los que hablan los viajeros de su tribu. Le encanta leer pero el material que tiene a disposición es muy limitado porque los negocios de su tribu son bastante humildes.
Llega a la ciudad con unos pantalones bombachos holgados y una camiseta de manga larga hechos de lino teñido de azul nube. Calza unas zapatillas de tela de color océano y en la cabeza lleva un pañuelo de algodón de una tonalidad similar que le cubre el pelo y los hombros. Bajo este, su melena está atada en una coleta alta. Lleva dilataciones de madera en ambas orejas.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
Especie: Sanaí
Descripción física: Airi tiene quince años y mide 153 centímetros de altura. Su cuerpo aún conserva un aspecto rollizo infantil, pero con caderas y piernas más anchas. Tiene la piel oscura con subtonos dorados y su pelo, de un negro azulado, es muy rizo y voluminoso. Lo tiene largo hasta la base del cuello, así que suele llevarlo recogido o trenzado bajo el pañuelo por comodidad. Su cara tiene una forma cuadriculada y está enmarcada por dos espinas grandes a los lados de la frente y dos pares más pequeños en la línea de la mandíbula, además de tener otras diminutas sobre los pómulos, clavícula, codos y tobillos. Todas las de la cara están cubiertas con motivos y patrones decorativos con tinta negra que recuerdan a mandalas. Tiene las cejas gruesas, y sus ojos rasgados son grandes y expresivos, con los iris de un color gris pizarra. Su nariz es ancha y chata y sus labios gruesos. Entre los incisivos superiores tiene una separación apreciable.
[Imagen de referencia]
Personalidad: Es una persona afable y sensata, aunque por su edad todavía le quedan trazos de inmadurez. Tras esa faceta responsable se esconde otra más frágil, ya que Airi siempre ha vivido intentando demostrar que tiene valía a pesar de sus problemas de salud. Es por eso que intenta esforzarse al máximo en todo lo que se propone y no se rinde con facilidad. No le gustan las injusticias y lo da todo por su comunidad, aunque esto último a veces tiene mucho que ver con la necesidad de aceptación. Al mismo tiempo, es fácil que dude de sus acciones y decisiones, aun si no lo expresa en voz alta, y se preocupa de qué pueden pensar los demás. Sabe distinguir los problemas importantes de los que no lo son, y si comete un error trata de enmendarlo. Actúa con educación y tranquilidad normalmente, y aunque puede perder la paciencia, tiene mucha. Es sociable, pero también sabe disfrutar del tiempo a solas. En su lengua utiliza para sí pronombres neutros y que indican humildad cuando habla.
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Pasado: Nació y se crió en una tribu nómada de la sabana al Sur de Ihria. Su madre es una mujer llamada Sahlia, a la que solo puede ver cuando la caravana nómada de su tribu vuelve a casa, y tiene una hermana dos años menor, Naia. Ella, a diferencia de Airi, tiene padre reconocido. Se trata de la pareja de su madre, un cazador llamado Lihkos que, siempre que no le ha tocado viajar en la caravana, ha estado muy pendiente de Naia y Airi. Su padre era, según Sahlia, un buen hombre que conoció en uno de sus viajes por Siania al que nunca ha vuelto a ver.
Airi creció condicionada por los brotes de fiebre reumatoide que ha sufrido desde que tenía cuatro años. Padece un tipo de artritis que ataca a las articulaciones desde la infancia y que, aparte de condicionar su crecimiento, la ha obligado a pasar largas temporadas en reposo. Si bien ha mejorado desde que terminó de crecer, sufre achaques con cierta frecuencia y no debe forzar en exceso sus articulaciones, por lo que su tribu le vetó su derecho a formar parte de la caravana. Esta es una decisión que a Airi le costó mucho asimilar y que sintió como una humillación, incluso aun sabiendo que era por su bien. No le gustaba sentir que a causa de su enfermedad no podía aportar nada a la aldea, ya que ni siquiera le dejaban hacerse cargo de las tareas que exigían más esfuerzo físico. Todo el mundo asumía que debía ayudar a las madres a educar a los niños, pero Airi odiaba no tener control sobre su vida y tener que conformarse con la opción que menos le llamaba de todas.
El día que su hermana menor se unió por primera vez a su madre para recorrer el Sanai tomó la decisión de que sería aprendiz del maestro cristalero de su aldea, porque solo así podría ser útil en sus propios términos. Sin embargo, el artesano no era una persona fácil de convencer ni querida en la aldea. Él mismo discrepaba en que Airi tuviese las capacidades adecuadas y le ignoró durante meses. Si bien Airi no es su aprendiz de forma oficial, ha pasado tanto tiempo observándole y demostrado que comprendía algunas cosas que él hacía sin que se las hubiera explicado, que hasta el maestro cristalero empezó a ceder y darle algunas explicaciones.
Otros: Su nombre es el mismo mote que le dio su madre cuando nació. En parte decidió no cambiarlo por costumbre, y en parte para, tal vez, intentar complacer a su madre. Sin embargo, ahora que han seguido pasando los años siente que le infantiliza.
Su mayor afición es, por decirlo de alguna manera, observar al maestro cristalero. Lihkos le ha enseñado lo más básico sobre utilizar un arco aun a sabiendas de que nunca iría a cazar con él, por contentar a Airi y ganarse su confianza, y otras madres de la aldea le enseñaron a tocar la flauta y el tambor, ya que en su tribu todo el mundo sabe tocar algún instrumento musical. Le encanta aprender sobre las diferentes regiones de su mundo, ya que su mayor anhelo es conocer los lugares de los que hablan los viajeros de su tribu. Le encanta leer pero el material que tiene a disposición es muy limitado porque los negocios de su tribu son bastante humildes.
Llega a la ciudad con unos pantalones bombachos holgados y una camiseta de manga larga hechos de lino teñido de azul nube. Calza unas zapatillas de tela de color océano y en la cabeza lleva un pañuelo de algodón de una tonalidad similar que le cubre el pelo y los hombros. Bajo este, su melena está atada en una coleta alta. Lleva dilataciones de madera en ambas orejas.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Re: Novena cosecha - Inscripción y fichas
18/02/23, 11:58 pm
Nombre: Ethan Ikeda
Especie: Humano.
Descripción física: propio de su linaje Mestizo, Ethan comparte rasgos de ambas descendencias. Cabello e iris color carbón, tez clara y una mirada afilada por parte de su familia japonesa compitiendo con una mayor altura (1.75), labios más carnosos, cejas pobladas y unos párpados menos caídos de su lado inglés.
De buen porte, Ethan es alguien fibrado, levemente marcado tras su recuperación física pero sin ser desmesuradamente grande. De espalda ancha, pero caderas delgadas, con unas piernas voluminosas y notablemente entrenadas.
A causa de su aspecto más dejado, suele dar malas impresiones cuando se le ve caminando en horas nocturnas. Los pantalones anchos, camisetas oversizes, amplios abrigos y una gorra que intenta ocultar una despeinada melena apenas recogida por una coleta alta, son una combinación que acaba provocando malentendidos. Sumado las cicatrices que cruzan el lado izquierdo de su labio para acabar partiendo la ceja, y unos ojos fríos, se ha acostumbrado a la extraña situación de que la gente cruce de acera cuando lo ve.
Imagen
Personalidad: Ignorando la desconfianza que puede generar de primeras, es una persona con un carácter afable, tranquilo y paciente.
De inicio es alguien que irónicamente tiende a ser bastante tímido, al que le cuesta aceptar cumplidos sin acabar sonrojado. Debido a la reciente soledad que ha sufrido, se ha vuelto más retraído. Temeroso de poder llegar a molestar a aquellos con los decide entablar conversación.
Al margen de esto, aquellos que le han dado una oportunidad han descubierto en él un corazón de oro. Una personalidad atenta, cariñosa y empática que trata de evitar los conflictos mediante la mediación y la comprensión.
Debido a la crianza positiva de su hermano, Ethan ha adquirido una actitud positiva a la hora de lidiar con los demás. Queriendo dar siempre lo mejor de sí para ayudar y proteger a sus seres queridos sin esperar nada a cambio.
Ocultando con este carácter paternal, el escaso valor personal que se tiene. Con el síndrome del superviviente haciendo mella, Ethan no puede evitar sentirse culpable por el mero hecho de seguir adelante.
Habilidades: buen oído, valor, motivación.
Pasado:
Ethan nació en pleno corazón de Londres, bajo la cálida mirada de sus familiares. Mientras su madre le sujetaba en brazos, el que sería su hermano, de apenas 10 años le dedicaba la primera sonrisa que vería al venir al mundo.
El joven vivió una infancia feliz, en una familia acomodada donde el dinero no suponía ningún problema. Colmado de pequeños lujos y con la atención que todo niño necesita. No fue hasta que empezó a crecer que se dio cuenta de la mentira en la que había estado viviendo, a pesar de los esfuerzos de sus padres por tratar de ocultarlo. Ethan acabó descubriendo que su nacimiento, solo era fruto de un intento desesperado por mantener unida una familia desestructurada. Las discusiones que al principio se mantenían fuera del hogar, acabaron convirtiéndose en una cotidianidad extraña para los muchachos. Sus padres habían descubierto que tener otro hijo no iba a devolverles un amor que ya no existía.
Pero mientras en las sombras se ocultaban los papeles de divorcio, su hermano intentaba distraerle de toda la calamidad que sufrían. El cuarto de ambos se convirtió en un santuario donde poder pasarlo bien en su intento por ignorar los problemas que se agolpaban tras la puerta. Fue entonces cuando Jasper, su hermano, le regaló su primera grulla de origami, como símbolo de felicidad y buena suerte. Desde aquella tarde, la casa sufrió la invasión de pequeñas figuritas. Mientras los juicios iniciaban y la única lucha que tenían sus padres era por mantener su ego, los pequeños se iban regalando aquellos animales como un intento de ignorar el ambiente. Y así, cuando las disputas por la custodia habían convertido la convivencia familiar en un infierno, ellos siguieron unidos.
Los siguientes años fueron duros. Jasper tuvo que mudarse a otra ciudad para poder terminar sus estudios de medicina mientras Ethan era usado como una mera moneda de cambio entre sus figuras paternas. Así, hasta que a sus 16 años de edad ambos volvieron a reunirse. Meses tensos hasta que sus progenitores decidieron ceder la tutoría a su hermano mayor. Entendiendo que a esas alturas, la relación con ellos estaba tan rota que este era el primer paso para intentar enmendarla. El piso a donde se mudaron era modesto, ya que no contaban con el mismo poder económico que en su día. Pero aún con todo, les sobraba amor para llenar las tardes de alegría y positividad.
Ethan aún guarda en su memoria esa trágica noche. Recuerda la charla amena tras ganar a su hermano en la bolera, las risas compartidas haciendo eco en el coche, el fogonazo de luz repentina, el brazo de su hermano empujándolo hacía atrás, el ruido ensordecedor, el dolor, la confusión... La negrura. Cuando despertó, lo hizo solo, monitoreado en una camilla de hospital. Con el brazo en cabestrillo y una pierna rodeada de metal. Los enfermeros no tardaron en llegar. En cuanto vio la piedad que le transmitían con la mirada, pudo entender que había sucedido. Tan pronto como había recuperado a su ser más querido, Ethan lo había perdido.
El siguiente año fue el más difícil de su vida. Con una pierna llena de tornillos, tuvo que aprender a andar mientras lidiaba con una devastadora pérdida. La tristeza se le combinó con la frustración y el miedo. 18 años recién cumplidos y sentía su vida más vacía que nunca. Aún con la herencia de su hermano y las visitas de unos padres más comprensivos que nunca. Ethan empezó a vivir sólo en el piso que una vez fue de ambos. Cada noche, cuando las calles se vaciaban y el tráfico se convertía en algo anecdótico, recogía su skate y se acercaba al cementerio donde descansaba su hermano.
Con flores en mano, y una nueva grulla de origami con la que decorar su tumba.
Otros:
-Tiende a ser bastante torpe. El único hobby artístico que se le da bien es hacer animalitos de origami. Le gusta mucho regalarlos cuando los termina.
-Aunque recuperó toda la movilidad después del accidente. Su pierna derecha se quedó afectada de forma crónica. Cuando hace mucho esfuerzo físico con la misma, o tiene una mala caída tiende a presentar cojera durante un lapso de tiempo que depende de la gravedad del asunto.
-Tiene fobia por prácticamente cualquier transporte móvil. La única excepción es el patinete y por que le permite permanecer en la calzada la gran mayoría del tiempo.
-Es alguien bastante casero al que no le disgusta hacer tareas del hogar.
-Se acostumbró a llevar un montón de flores al cementerio después de ver que había tumbas que ya nadie visitaba. Ahora se recorre el lugar decorando aquellos lugares vacíos para que todos tengan un lugar más bonito donde descansar.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
Especie: Humano.
Descripción física: propio de su linaje Mestizo, Ethan comparte rasgos de ambas descendencias. Cabello e iris color carbón, tez clara y una mirada afilada por parte de su familia japonesa compitiendo con una mayor altura (1.75), labios más carnosos, cejas pobladas y unos párpados menos caídos de su lado inglés.
De buen porte, Ethan es alguien fibrado, levemente marcado tras su recuperación física pero sin ser desmesuradamente grande. De espalda ancha, pero caderas delgadas, con unas piernas voluminosas y notablemente entrenadas.
A causa de su aspecto más dejado, suele dar malas impresiones cuando se le ve caminando en horas nocturnas. Los pantalones anchos, camisetas oversizes, amplios abrigos y una gorra que intenta ocultar una despeinada melena apenas recogida por una coleta alta, son una combinación que acaba provocando malentendidos. Sumado las cicatrices que cruzan el lado izquierdo de su labio para acabar partiendo la ceja, y unos ojos fríos, se ha acostumbrado a la extraña situación de que la gente cruce de acera cuando lo ve.
Imagen
Personalidad: Ignorando la desconfianza que puede generar de primeras, es una persona con un carácter afable, tranquilo y paciente.
De inicio es alguien que irónicamente tiende a ser bastante tímido, al que le cuesta aceptar cumplidos sin acabar sonrojado. Debido a la reciente soledad que ha sufrido, se ha vuelto más retraído. Temeroso de poder llegar a molestar a aquellos con los decide entablar conversación.
Al margen de esto, aquellos que le han dado una oportunidad han descubierto en él un corazón de oro. Una personalidad atenta, cariñosa y empática que trata de evitar los conflictos mediante la mediación y la comprensión.
Debido a la crianza positiva de su hermano, Ethan ha adquirido una actitud positiva a la hora de lidiar con los demás. Queriendo dar siempre lo mejor de sí para ayudar y proteger a sus seres queridos sin esperar nada a cambio.
Ocultando con este carácter paternal, el escaso valor personal que se tiene. Con el síndrome del superviviente haciendo mella, Ethan no puede evitar sentirse culpable por el mero hecho de seguir adelante.
Habilidades: buen oído, valor, motivación.
Pasado:
Ethan nació en pleno corazón de Londres, bajo la cálida mirada de sus familiares. Mientras su madre le sujetaba en brazos, el que sería su hermano, de apenas 10 años le dedicaba la primera sonrisa que vería al venir al mundo.
El joven vivió una infancia feliz, en una familia acomodada donde el dinero no suponía ningún problema. Colmado de pequeños lujos y con la atención que todo niño necesita. No fue hasta que empezó a crecer que se dio cuenta de la mentira en la que había estado viviendo, a pesar de los esfuerzos de sus padres por tratar de ocultarlo. Ethan acabó descubriendo que su nacimiento, solo era fruto de un intento desesperado por mantener unida una familia desestructurada. Las discusiones que al principio se mantenían fuera del hogar, acabaron convirtiéndose en una cotidianidad extraña para los muchachos. Sus padres habían descubierto que tener otro hijo no iba a devolverles un amor que ya no existía.
Pero mientras en las sombras se ocultaban los papeles de divorcio, su hermano intentaba distraerle de toda la calamidad que sufrían. El cuarto de ambos se convirtió en un santuario donde poder pasarlo bien en su intento por ignorar los problemas que se agolpaban tras la puerta. Fue entonces cuando Jasper, su hermano, le regaló su primera grulla de origami, como símbolo de felicidad y buena suerte. Desde aquella tarde, la casa sufrió la invasión de pequeñas figuritas. Mientras los juicios iniciaban y la única lucha que tenían sus padres era por mantener su ego, los pequeños se iban regalando aquellos animales como un intento de ignorar el ambiente. Y así, cuando las disputas por la custodia habían convertido la convivencia familiar en un infierno, ellos siguieron unidos.
Los siguientes años fueron duros. Jasper tuvo que mudarse a otra ciudad para poder terminar sus estudios de medicina mientras Ethan era usado como una mera moneda de cambio entre sus figuras paternas. Así, hasta que a sus 16 años de edad ambos volvieron a reunirse. Meses tensos hasta que sus progenitores decidieron ceder la tutoría a su hermano mayor. Entendiendo que a esas alturas, la relación con ellos estaba tan rota que este era el primer paso para intentar enmendarla. El piso a donde se mudaron era modesto, ya que no contaban con el mismo poder económico que en su día. Pero aún con todo, les sobraba amor para llenar las tardes de alegría y positividad.
Ethan aún guarda en su memoria esa trágica noche. Recuerda la charla amena tras ganar a su hermano en la bolera, las risas compartidas haciendo eco en el coche, el fogonazo de luz repentina, el brazo de su hermano empujándolo hacía atrás, el ruido ensordecedor, el dolor, la confusión... La negrura. Cuando despertó, lo hizo solo, monitoreado en una camilla de hospital. Con el brazo en cabestrillo y una pierna rodeada de metal. Los enfermeros no tardaron en llegar. En cuanto vio la piedad que le transmitían con la mirada, pudo entender que había sucedido. Tan pronto como había recuperado a su ser más querido, Ethan lo había perdido.
El siguiente año fue el más difícil de su vida. Con una pierna llena de tornillos, tuvo que aprender a andar mientras lidiaba con una devastadora pérdida. La tristeza se le combinó con la frustración y el miedo. 18 años recién cumplidos y sentía su vida más vacía que nunca. Aún con la herencia de su hermano y las visitas de unos padres más comprensivos que nunca. Ethan empezó a vivir sólo en el piso que una vez fue de ambos. Cada noche, cuando las calles se vaciaban y el tráfico se convertía en algo anecdótico, recogía su skate y se acercaba al cementerio donde descansaba su hermano.
Con flores en mano, y una nueva grulla de origami con la que decorar su tumba.
Otros:
-Tiende a ser bastante torpe. El único hobby artístico que se le da bien es hacer animalitos de origami. Le gusta mucho regalarlos cuando los termina.
-Aunque recuperó toda la movilidad después del accidente. Su pierna derecha se quedó afectada de forma crónica. Cuando hace mucho esfuerzo físico con la misma, o tiene una mala caída tiende a presentar cojera durante un lapso de tiempo que depende de la gravedad del asunto.
-Tiene fobia por prácticamente cualquier transporte móvil. La única excepción es el patinete y por que le permite permanecer en la calzada la gran mayoría del tiempo.
-Es alguien bastante casero al que no le disgusta hacer tareas del hogar.
-Se acostumbró a llevar un montón de flores al cementerio después de ver que había tumbas que ya nadie visitaba. Ahora se recorre el lugar decorando aquellos lugares vacíos para que todos tengan un lugar más bonito donde descansar.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Novena cosecha - Inscripción y fichas
26/02/23, 09:48 am
Nombre: Rick D. Douglas, siendo la "D" de "Diego".
Especie: Humano (Nueva York, aunque de ascendencia española).
Descripción física: Rick es un chico de 18 años de 1'80 metros de altura. De cara ligeramente alargada y de formas marcadas y proporcionadas, dándole un aire apuesto, con una nariz recta, lo que más destaca en ella son sus ojos. Tiene heterocromía, siendo su ojo derecho azulado y el izquierdo verde algo oscuro. Su pelo, algo corto, es de color negro y suele llevarlo ligeramente despeinado a conciencia, dejando parte del mismo ladeado a la derecha. Tiene una constitución bastante normal, algo tonificada pero sin llegar a tener mucho músculo.
Cuando lo cosechan va vestido con una gabardina color crema , una camiseta de manga larga azul oscuro, unos pantalones vaqueros de unos tonos más oscuros que la camiseta y unas Converse negras con detalles blancos.
Imagen
Personalidad: De normal, Rick es muy sociable, siempre buscando algún tema de conversación alegremente con todo el mundo, transmitiendo confianza y seguridad en sí mismo e intentando transmitirla al resto con su ayuda independientemente de que sean amigos o no. No tiene miedo de llevar la iniciativa y parece tener todo bajo control, bromeando de vez en cuando, y es muy apasionado con aquello que le gusta. En el fondo es bastante sentimental aunque a veces no lo muestre del todo y se puede preocupar mucho por aquellas personas cercanas a él.
Cuando está trabajando en algo que considera importante, principalmente en un caso aunque puede extrapolarse a otras actividades, se toma muy en serio el proceso, analizando detenidamente las posibilidades y decidido a acabarlo si lo ha empezado aunque le cueste mucho tiempo y esfuerzo. Si le parece lo suficiente interesante, puede llegar a darle demasiada atención, por ejemplo acostándose más tarde de la cuenta por trabajar en ello.
Habilidades: puntería, habilidad mental y carisma.
Pasado: Era una noche tranquila en Greenwich Village cuando alguien tocó el timbre de la casa de Bob Douglas, un trabajador social en programas de protección infantil y acogimiento. Cuando abrió la puerta, lo único que encontró era una cuna con un niño y una nota a su lado. Mientras que en el reverso había una pintura bastante bella de una ermita en lo alto de un islote, en el otro lado aparecía escrito en español: Por favor, cuide bien de Diego. Ojalá él pueda vivir en paz y en calma. En cualquier otro caso, habría salido al instante en dirección al centro en que trabajaba, pero algo en la nota, el niño tan pequeño o en la noche hizo que decidiera convertirse en su padre adoptivo.
El pequeño, al que dio el nombre de Rick, creció feliz en la ciudad junto a Bob, el cual no tenía familiares cerca. A pesar de estar solo los dos, vivían con bastante comodidad y daba alas a los sueños del chico. Fue cuando contaba con 6 años como mucho, tal vez incluso antes, que Rick tuvo claro cual era su sueño. Todos los niños de su edad tenían héroes, los suyos eran los protagonistas de varias series que veía. Cada uno tenía sus métodos, pero todos eran detectives de una forma a otra, utilizando sus habilidades y astucia para desvelar los misterios que aparecían ante ellos y atrapar a los malos. Él se convertiría en uno cuando fuera mayor, ese fue su objetivo desde entonces.
Siempre salía con una libreta en busca de algún misterio para ir apuntando las pistas para resolverlo, estudió sobre distintas disciplinas que le podrían servir (además de estudiar con esfuerzo para llegar a la universidad), se entrenó físicamente y, aunque Bob se mostró reacio incluso cuando fue bastante mayor, éste lo llevó a campos de tiro para aprender a manejar armas sencillas, asegurándole que solo utilizaría aquellas clases cuando fuera adulto y solo en momentos de peligro.
Rondaría los 14 años cuando su padre adoptivo le contó la historia de cómo le encontró y le entregó la nota de sus verdaderos padres. El resto de pequeños misterios pasaron a un segundo plano para Rick, que se volcó en buscar pistas sobre su paradero. Inexperto y en una ciudad tan grande, no llegó a encontrar grandes datos en años. Lo único que sacó en claro bastante pronto es que al menos uno de sus padres era español y concretamente por la pintura del reverso debía ser de algún lugar cercano al de aquel lugar, que descubrió que se trataba del islote de Gaztelugatxe. O al menos esa era su hipótesis, que dio por válida y empezó a interesarse por la cultura española debido a ello.
A punto de comenzar la universidad, el año que lo cosechan abrió una pequeña "agencia" cerca de su casa, con la idea de ayudar en el barrio y tener algo de práctica para cuando pudiera formar una agencia de detectives real.
Otros: -Le encantan las gabardinas, pocas veces se le verá sin una puesta.
-Le interesa bastante todo lo relacionado con los 80, con mayor énfasis en la música. También dado su procedencia, investiga con curiosidad la música española en general.
-Tiene algo de práctica con fusiles de bajo calibre y pistolas. Se decanta por estas últimas, teniendo predilección por los revólveres.
-En el momento en el que lo cosechan, lleva en el bolsillo del pantalón su móvil (que se fundirá nada mas pasar el portal) y en el bolsillo interior de la gabardina lleva un lápiz y una libreta pequeña a medio rellenar, en la que suele apuntar los detalles de sus casos y otras cosas.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
Especie: Humano (Nueva York, aunque de ascendencia española).
Descripción física: Rick es un chico de 18 años de 1'80 metros de altura. De cara ligeramente alargada y de formas marcadas y proporcionadas, dándole un aire apuesto, con una nariz recta, lo que más destaca en ella son sus ojos. Tiene heterocromía, siendo su ojo derecho azulado y el izquierdo verde algo oscuro. Su pelo, algo corto, es de color negro y suele llevarlo ligeramente despeinado a conciencia, dejando parte del mismo ladeado a la derecha. Tiene una constitución bastante normal, algo tonificada pero sin llegar a tener mucho músculo.
Cuando lo cosechan va vestido con una gabardina color crema , una camiseta de manga larga azul oscuro, unos pantalones vaqueros de unos tonos más oscuros que la camiseta y unas Converse negras con detalles blancos.
Imagen
Personalidad: De normal, Rick es muy sociable, siempre buscando algún tema de conversación alegremente con todo el mundo, transmitiendo confianza y seguridad en sí mismo e intentando transmitirla al resto con su ayuda independientemente de que sean amigos o no. No tiene miedo de llevar la iniciativa y parece tener todo bajo control, bromeando de vez en cuando, y es muy apasionado con aquello que le gusta. En el fondo es bastante sentimental aunque a veces no lo muestre del todo y se puede preocupar mucho por aquellas personas cercanas a él.
Cuando está trabajando en algo que considera importante, principalmente en un caso aunque puede extrapolarse a otras actividades, se toma muy en serio el proceso, analizando detenidamente las posibilidades y decidido a acabarlo si lo ha empezado aunque le cueste mucho tiempo y esfuerzo. Si le parece lo suficiente interesante, puede llegar a darle demasiada atención, por ejemplo acostándose más tarde de la cuenta por trabajar en ello.
Habilidades: puntería, habilidad mental y carisma.
Pasado: Era una noche tranquila en Greenwich Village cuando alguien tocó el timbre de la casa de Bob Douglas, un trabajador social en programas de protección infantil y acogimiento. Cuando abrió la puerta, lo único que encontró era una cuna con un niño y una nota a su lado. Mientras que en el reverso había una pintura bastante bella de una ermita en lo alto de un islote, en el otro lado aparecía escrito en español: Por favor, cuide bien de Diego. Ojalá él pueda vivir en paz y en calma. En cualquier otro caso, habría salido al instante en dirección al centro en que trabajaba, pero algo en la nota, el niño tan pequeño o en la noche hizo que decidiera convertirse en su padre adoptivo.
El pequeño, al que dio el nombre de Rick, creció feliz en la ciudad junto a Bob, el cual no tenía familiares cerca. A pesar de estar solo los dos, vivían con bastante comodidad y daba alas a los sueños del chico. Fue cuando contaba con 6 años como mucho, tal vez incluso antes, que Rick tuvo claro cual era su sueño. Todos los niños de su edad tenían héroes, los suyos eran los protagonistas de varias series que veía. Cada uno tenía sus métodos, pero todos eran detectives de una forma a otra, utilizando sus habilidades y astucia para desvelar los misterios que aparecían ante ellos y atrapar a los malos. Él se convertiría en uno cuando fuera mayor, ese fue su objetivo desde entonces.
Siempre salía con una libreta en busca de algún misterio para ir apuntando las pistas para resolverlo, estudió sobre distintas disciplinas que le podrían servir (además de estudiar con esfuerzo para llegar a la universidad), se entrenó físicamente y, aunque Bob se mostró reacio incluso cuando fue bastante mayor, éste lo llevó a campos de tiro para aprender a manejar armas sencillas, asegurándole que solo utilizaría aquellas clases cuando fuera adulto y solo en momentos de peligro.
Rondaría los 14 años cuando su padre adoptivo le contó la historia de cómo le encontró y le entregó la nota de sus verdaderos padres. El resto de pequeños misterios pasaron a un segundo plano para Rick, que se volcó en buscar pistas sobre su paradero. Inexperto y en una ciudad tan grande, no llegó a encontrar grandes datos en años. Lo único que sacó en claro bastante pronto es que al menos uno de sus padres era español y concretamente por la pintura del reverso debía ser de algún lugar cercano al de aquel lugar, que descubrió que se trataba del islote de Gaztelugatxe. O al menos esa era su hipótesis, que dio por válida y empezó a interesarse por la cultura española debido a ello.
A punto de comenzar la universidad, el año que lo cosechan abrió una pequeña "agencia" cerca de su casa, con la idea de ayudar en el barrio y tener algo de práctica para cuando pudiera formar una agencia de detectives real.
Otros: -Le encantan las gabardinas, pocas veces se le verá sin una puesta.
-Le interesa bastante todo lo relacionado con los 80, con mayor énfasis en la música. También dado su procedencia, investiga con curiosidad la música española en general.
-Tiene algo de práctica con fusiles de bajo calibre y pistolas. Se decanta por estas últimas, teniendo predilección por los revólveres.
-En el momento en el que lo cosechan, lleva en el bolsillo del pantalón su móvil (que se fundirá nada mas pasar el portal) y en el bolsillo interior de la gabardina lleva un lápiz y una libreta pequeña a medio rellenar, en la que suele apuntar los detalles de sus casos y otras cosas.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Novena cosecha - Inscripción y fichas
28/02/23, 02:15 pm
Nombre: Tawar
Especie: Repoblador de las montañas
Descripción física:
Repobladore de 20cm, marrón oscuro con salvedad de las flores vistosas que broten en los tallos oscuros de su cabeza. Aún mantiene todas las extremidades y la cola en buenas condiciones. Sus uñas y sus manos son fuertes, dada su naturaleza. Sus tatuajes le cubren buena parte del cuerpo con motivos lineales formando vértices, en tonos grises, como si fueran montañas o rocas. Junto con las púas, su aspecto dista bastante de ser apacible como elle quisiera, pero así nació y no le pesa (además de que es útil para sobrevivir con tantos depredadores).
Personalidad:
Ante todo, afable y tranquile, pero también muy decidide y tenaz. Le apasiona cuidar de su entorno, su colonia y por supuesto de la Flora. Es une repobladore orgullose de formar parte de la Plebe, pero también frustrade por ello. Ha madurado convencide de su rol en su colonia y trabaja sin descanso con la satisfacción de quien ve los frutos de su labor. Sin embargo, también está cansade de que tanto el mundo se las tenga que ver con tantas criaturas y fenómenos que arrasen con todo a su paso por mucho que hagan elle y sus congéneres. Sabe que su labor no tendrá fin, ni quiere que lo tenga por lo que ello implicaría, pero los problemas externos le fastidian enormemente. Por esto, también le molestan las rivalidades en la colonia que puedan frenar sus labores.
Habilidades:
Artesanía, habilidad manual y resistencia
Pasado:
Brotó del suelo rocoso junto a unas plantas que luchaban por abrirse paso entre las grietas y a las que ayudó a madurar. Desde entonces parece que ese ha sido su sino.
Su vida en la colonia no destacaría mucho, como la del resto de sus congéneres. Apreciaba y respetaba a los diferentes grupos por sus labores y no comprendía las envidias que veía entre elles, y en su lugar trabajaba como une más. Pero cuando descubrió que la vieja zona del aciago incendio seguía precisando de ayuda, decidió trasladar allí sus esfuerzos. Participó en numerosas incursiones portando semillas y su propia fuerza para plantar lo que pudieran, pero por algún motivo sus congéneres desaparecían. Elle misme sentía una extraña congoja y era presa de ilusiones funestas cada vez que merodeara por la zona.
Como suceso reciente, está aún recuperándose del último incendio que asoló sus bosques, así que le teme al fuego aún más que nunca. No lo sufrió de cerca pero sí que lo vio desde lejos y ha escuchado suficiente al respecto de quienes sí estuvieron allí como para que la pirofobia sea grave.
Otros:
No tienen género y la mejor forma que se me ocurre para que se vea eso al hablar Tawar es la forma desgenerizada "elle" y derivados, por eso está escrita así la ficha. Sin embargo, incluirá los géneros de los gigantes cuando los conozca e irá adaptando su forma de hablar. En cualquier caso, y para que los posts no sean liosos, como es narración en 3ª, solo lo pondré en neutro en la ficha y en los diálogos o cuando sean pensamientos propios o hable en 3ª sobre sí misme.
Cuando beba de la fuente, su nombre será Tawar, que es una interpretación suya del sonido de la lluvia al caer y derramarse por las rocas. Su nombre de repobladore realmente se distribuye por sus tatuajes, los cuales toca siguiendo un orden y un tiempo concretos (desde el vértice más cerrado al mayor, de menos a más tiempo por tatuaje). Es un nombre táctil y silencioso para evitar depredadores. Si tiene que transmitirlo, imaginará la colocación de sus tatuajes en la otra criatura.
Llegará a Rocavarancolia convencide de que allí encontrará dones nuevos para ayudar a la Flora y para investigar qué ocurre en esa zona irrecuperable de los bosques que parece estar maldita.
Puede sufrir ataques de ansiedad con la mera mención del fuego o con la visión o percepción de este, incluso a lo lejos.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
Especie: Repoblador de las montañas
Descripción física:
Repobladore de 20cm, marrón oscuro con salvedad de las flores vistosas que broten en los tallos oscuros de su cabeza. Aún mantiene todas las extremidades y la cola en buenas condiciones. Sus uñas y sus manos son fuertes, dada su naturaleza. Sus tatuajes le cubren buena parte del cuerpo con motivos lineales formando vértices, en tonos grises, como si fueran montañas o rocas. Junto con las púas, su aspecto dista bastante de ser apacible como elle quisiera, pero así nació y no le pesa (además de que es útil para sobrevivir con tantos depredadores).
Personalidad:
Ante todo, afable y tranquile, pero también muy decidide y tenaz. Le apasiona cuidar de su entorno, su colonia y por supuesto de la Flora. Es une repobladore orgullose de formar parte de la Plebe, pero también frustrade por ello. Ha madurado convencide de su rol en su colonia y trabaja sin descanso con la satisfacción de quien ve los frutos de su labor. Sin embargo, también está cansade de que tanto el mundo se las tenga que ver con tantas criaturas y fenómenos que arrasen con todo a su paso por mucho que hagan elle y sus congéneres. Sabe que su labor no tendrá fin, ni quiere que lo tenga por lo que ello implicaría, pero los problemas externos le fastidian enormemente. Por esto, también le molestan las rivalidades en la colonia que puedan frenar sus labores.
Habilidades:
Artesanía, habilidad manual y resistencia
Pasado:
Brotó del suelo rocoso junto a unas plantas que luchaban por abrirse paso entre las grietas y a las que ayudó a madurar. Desde entonces parece que ese ha sido su sino.
Su vida en la colonia no destacaría mucho, como la del resto de sus congéneres. Apreciaba y respetaba a los diferentes grupos por sus labores y no comprendía las envidias que veía entre elles, y en su lugar trabajaba como une más. Pero cuando descubrió que la vieja zona del aciago incendio seguía precisando de ayuda, decidió trasladar allí sus esfuerzos. Participó en numerosas incursiones portando semillas y su propia fuerza para plantar lo que pudieran, pero por algún motivo sus congéneres desaparecían. Elle misme sentía una extraña congoja y era presa de ilusiones funestas cada vez que merodeara por la zona.
Como suceso reciente, está aún recuperándose del último incendio que asoló sus bosques, así que le teme al fuego aún más que nunca. No lo sufrió de cerca pero sí que lo vio desde lejos y ha escuchado suficiente al respecto de quienes sí estuvieron allí como para que la pirofobia sea grave.
Otros:
No tienen género y la mejor forma que se me ocurre para que se vea eso al hablar Tawar es la forma desgenerizada "elle" y derivados, por eso está escrita así la ficha. Sin embargo, incluirá los géneros de los gigantes cuando los conozca e irá adaptando su forma de hablar. En cualquier caso, y para que los posts no sean liosos, como es narración en 3ª, solo lo pondré en neutro en la ficha y en los diálogos o cuando sean pensamientos propios o hable en 3ª sobre sí misme.
Cuando beba de la fuente, su nombre será Tawar, que es una interpretación suya del sonido de la lluvia al caer y derramarse por las rocas. Su nombre de repobladore realmente se distribuye por sus tatuajes, los cuales toca siguiendo un orden y un tiempo concretos (desde el vértice más cerrado al mayor, de menos a más tiempo por tatuaje). Es un nombre táctil y silencioso para evitar depredadores. Si tiene que transmitirlo, imaginará la colocación de sus tatuajes en la otra criatura.
Llegará a Rocavarancolia convencide de que allí encontrará dones nuevos para ayudar a la Flora y para investigar qué ocurre en esa zona irrecuperable de los bosques que parece estar maldita.
Puede sufrir ataques de ansiedad con la mera mención del fuego o con la visión o percepción de este, incluso a lo lejos.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
- Trish
Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manual
Personajes : Serena: humana (1,60 cm)
Unidades mágicas : 5/5
Re: Novena cosecha - Inscripción y fichas
03/03/23, 02:04 pm
Nombre:
Serena.
Especie:
Humana.
Descripción física:
Personalidad:
Habilidades:
Astucia, agilidad y habilidad manual.
Pasado:
Otros:
Serena.
Especie:
Humana.
Descripción física:
A sus dieciséis años, lo primero que resalta en Serena es su larga y pelirroja melena, que se desliza como una cascada de fuego a lo largo de su espalda. Es habitual, sin embargo, que lleve el pelo recogido en una despeinada trenza, en un intento de domar los molestos mechones que caen sobre sus ojos. Éstos, de color verde oliva, podrían resaltar sobre su pálida tez, si no fuera por la ausencia de brillo en su mirada, que hace de ésta, sin duda, una especialmente melancólica. Su nariz, más larga de lo habitual, está cubierta por un rastro de pecas, que la recorren hasta alcanzar sus afilados pómulos. Cuando está concentrada suele mantener el ceño fruncido y sus finos labios, que son los únicos que aportan color a su rostro, se arrugan en una mínima expresión.
Nunca ha considerado que resalte frente al resto de gente de su edad; con una altura dentro de lo común (1,60 m) y acostumbrada a una constitución atlética, no le gusta preocuparse por su apariencia. Con todo, últimamente ha descuidado más de lo normal su salud y físico, y trata de disimular los puntiagudos huesos de sus clavículas y hombros, surcados también por una fina capa de pecas.
Serena nunca ha sentido una especial atracción por la moda, anteponiendo siempre la comodidad al cuidado de su imagen. Esto, sumado a que fue cosechada de madrugada cuando se encontraba leyendo en la cama, hace que llegue a Rocavarancolia con una fina camiseta de tirantes negra, cubierta por una chaqueta del mismo color, y unos pantalones holgados de tono grisáceo.
Nunca ha considerado que resalte frente al resto de gente de su edad; con una altura dentro de lo común (1,60 m) y acostumbrada a una constitución atlética, no le gusta preocuparse por su apariencia. Con todo, últimamente ha descuidado más de lo normal su salud y físico, y trata de disimular los puntiagudos huesos de sus clavículas y hombros, surcados también por una fina capa de pecas.
Serena nunca ha sentido una especial atracción por la moda, anteponiendo siempre la comodidad al cuidado de su imagen. Esto, sumado a que fue cosechada de madrugada cuando se encontraba leyendo en la cama, hace que llegue a Rocavarancolia con una fina camiseta de tirantes negra, cubierta por una chaqueta del mismo color, y unos pantalones holgados de tono grisáceo.
Personalidad:
Ante todo, Serena es una persona reservada y desconfiada, fruto de no haberse relacionado nunca con gente de su edad. Acostumbrada a no necesitar la compañía de nadie más, suele mostrarse fría y grosera a la hora de tratar con desconocidos, lo que consigue proyectar una personalidad altiva y soberbia. Por este motivo, muestra una especial dificultad a la hora de comunicarse con personas de su edad. En contraposición, no está acostumbrada a que la traten de la misma manera, causándole una inevitable inseguridad cualquier tipo de comentario ofensivo.
Le incomoda en exceso la gente alegre y jovial, y prefiere afrontar situaciones difíciles y formales, donde puede mostrar su seriedad sin ningún tipo de tapujo.
Cuando no está leyendo, siendo éste el único momento en el que encuentra algo de paz, su mirada vaga inexpresiva entre la gente que entra en la tienda. Suele elevar su sentido crítico al límite, analizando y juzgando a cualquier persona, a pesar de no tener motivos para ello. Nadie que la conozca en un primer momento podría sospechar lo sensible y dependiente que realmente es.
Con el tiempo ha descubierto que disfruta escuchando y aprendiendo de las pocas personas que la rodean. Todo lo que sabe de la vida lo ha aprendido de los libros y de su familia, por lo que considera que no necesita a nadie más. Tan solo ellos conocen el espíritu aventurero que con los años ha aprendido a ocultar, así como su olvidada pasión por el estudio de la historia y de lenguas antiguas.
He aquí la forma en que, hace unos años, su familia la solía percibir: su padre decía, rebosante de orgullo, que era la niña más valiente y atrevida que había conocido; su madre, por otra parte, destacaba su disposición a cuestionar todo cuanto la rodeaba; y su abuela siempre había afirmado que sus ojos contaban miles de historias y que, algún día, esa mente soñadora conseguiría cosas increíbles.
Le incomoda en exceso la gente alegre y jovial, y prefiere afrontar situaciones difíciles y formales, donde puede mostrar su seriedad sin ningún tipo de tapujo.
Cuando no está leyendo, siendo éste el único momento en el que encuentra algo de paz, su mirada vaga inexpresiva entre la gente que entra en la tienda. Suele elevar su sentido crítico al límite, analizando y juzgando a cualquier persona, a pesar de no tener motivos para ello. Nadie que la conozca en un primer momento podría sospechar lo sensible y dependiente que realmente es.
Con el tiempo ha descubierto que disfruta escuchando y aprendiendo de las pocas personas que la rodean. Todo lo que sabe de la vida lo ha aprendido de los libros y de su familia, por lo que considera que no necesita a nadie más. Tan solo ellos conocen el espíritu aventurero que con los años ha aprendido a ocultar, así como su olvidada pasión por el estudio de la historia y de lenguas antiguas.
He aquí la forma en que, hace unos años, su familia la solía percibir: su padre decía, rebosante de orgullo, que era la niña más valiente y atrevida que había conocido; su madre, por otra parte, destacaba su disposición a cuestionar todo cuanto la rodeaba; y su abuela siempre había afirmado que sus ojos contaban miles de historias y que, algún día, esa mente soñadora conseguiría cosas increíbles.
Habilidades:
Astucia, agilidad y habilidad manual.
Pasado:
Criada en una finca de las Tierras Altas escocesas, Serena creció rodeada de naturaleza; desde que aprendió a dar sus primeros pasos, dedicaba los días a perderse y explorar entre la espesura del terreno y los animales que ahí habitaban. La escuela más cercana se encontraba a cuarenta minutos, por lo que desde pequeña fue su padre quien se encargó de su educación. La relación con su madre no era como le hubiera gustado, pues los frecuentes viajes por trabajo a la librería familiar de la ciudad hacían que se ausentara constantemente. No era inusual que a su regreso la encontrara esperando en el porche, dormida entre una pila de mantas. Por el contrario, su padre nunca abandonaba la finca y, aunque solía estar demasiado cansado para jugar con ella, pasaba innumerables horas leyéndole libros y contándole historias fantásticas. Fue así como se acostumbró a no necesitar más compañía que la suya.
Sin duda, sus recuerdos más bonitos la transportan a los días en que su abuela visitaba la finca, ya que no ocurría más de una vez al mes y siempre que llegaba de la ciudad le traía un nuevo libro. Serena adoraba las tardes en que los cuatro se reunían frente a la chimenea del salón, tomando una taza de chocolate caliente y escuchando las últimas anécdotas que su madre y su abuela habían tenido atendiendo la librería. En estos recuerdos sus padres siempre están riendo, compartiendo miradas cómplices y consintiendo cualquiera de sus caprichos. Por eso, nunca hubiera imaginado que una de aquellas visitas desencadenaría la peor época de su vida.
Pasó una tarde de verano, demasiado corriente y soleada para la trascendencia que tuvo en la familia. Serena había cumplido trece años y solía quedarse sola en la finca, momentos que dedicaba a cuidar del huerto y atender a los animales. Le habían explicado que el trabajo en la librería se había intensificado y su padre comenzó a ir a la ciudad alguna que otra tarde a la semana. Nunca olvidaría el sonido de las ruedas de la furgoneta, patinando sobre la gravilla de la tierra, cuando su madre y su abuela llegaron corriendo hacia ella. Dijeron demasiadas palabras, términos que Serena no había escuchado antes, a medida que las lágrimas corrían por sus mejillas.
A partir de ese momento, Serena pasó tres dolorosos meses acompañando a su padre en el hospital. No pudo volver a hablar con él, pero sentía que podían comunicarse sin palabras. Su abuela acudía cada tarde para hacerle compañía, excusando a su hija, que se sentía demasiado débil para afrontar la situación.
Cuando todo acabó, fueron demasiadas cosas las que Serena no pudo perdonar a su madre: el hecho de haberle ocultado la enfermedad de su padre desde pequeña, no estar con él durante los últimos meses de vida, así como el estado de letargo en que entró desde aquel instante. Con los años se sentiría egoísta por haber actuado así, pero en ese momento necesitaba empezar una nueva vida lejos del lugar que le despertaba tantos recuerdos.
Se mudó con su abuela durante el frío invierno de Edimburgo, sin recibir una mínima mirada de reproche. La trastienda de la librería albergaba una oscura habitación y una diminuta cocina, pero era más de lo que Serena necesitaba. La disciplina que había adquirido cuidando de la finca le facilitó el trabajo a la hora de ayudar con las tareas básicas de la librería. Pasó un año entre libros hasta que Serena, con las manos temblorosas, encontró la suficiente fuerza para leer de nuevo. Al principio le invadió una tristeza incontrolable, pero con el tiempo aprendió a reconectar con el recuerdo de su padre a través de la lectura.
Sin embargo, los libros eran lo único que le daba sentido a sus días. Había pasado más de dos años sin hablar más de lo necesario, comiendo lo justo para tener la energía que las tareas de la tienda exigían, y sumida en una constante nostalgia. Fue por todo esto por lo que Serena no tuvo que pensárselo demasiado cuando su cosechadora se presentó ante ella, ofreciéndole la oportunidad de viajar a uno de esos mundos que tanto había soñado con visitar.
Así que, respirando profundamente, cogió con esperanza la mano que se extendía ante ella.
Sin duda, sus recuerdos más bonitos la transportan a los días en que su abuela visitaba la finca, ya que no ocurría más de una vez al mes y siempre que llegaba de la ciudad le traía un nuevo libro. Serena adoraba las tardes en que los cuatro se reunían frente a la chimenea del salón, tomando una taza de chocolate caliente y escuchando las últimas anécdotas que su madre y su abuela habían tenido atendiendo la librería. En estos recuerdos sus padres siempre están riendo, compartiendo miradas cómplices y consintiendo cualquiera de sus caprichos. Por eso, nunca hubiera imaginado que una de aquellas visitas desencadenaría la peor época de su vida.
Pasó una tarde de verano, demasiado corriente y soleada para la trascendencia que tuvo en la familia. Serena había cumplido trece años y solía quedarse sola en la finca, momentos que dedicaba a cuidar del huerto y atender a los animales. Le habían explicado que el trabajo en la librería se había intensificado y su padre comenzó a ir a la ciudad alguna que otra tarde a la semana. Nunca olvidaría el sonido de las ruedas de la furgoneta, patinando sobre la gravilla de la tierra, cuando su madre y su abuela llegaron corriendo hacia ella. Dijeron demasiadas palabras, términos que Serena no había escuchado antes, a medida que las lágrimas corrían por sus mejillas.
A partir de ese momento, Serena pasó tres dolorosos meses acompañando a su padre en el hospital. No pudo volver a hablar con él, pero sentía que podían comunicarse sin palabras. Su abuela acudía cada tarde para hacerle compañía, excusando a su hija, que se sentía demasiado débil para afrontar la situación.
Cuando todo acabó, fueron demasiadas cosas las que Serena no pudo perdonar a su madre: el hecho de haberle ocultado la enfermedad de su padre desde pequeña, no estar con él durante los últimos meses de vida, así como el estado de letargo en que entró desde aquel instante. Con los años se sentiría egoísta por haber actuado así, pero en ese momento necesitaba empezar una nueva vida lejos del lugar que le despertaba tantos recuerdos.
Se mudó con su abuela durante el frío invierno de Edimburgo, sin recibir una mínima mirada de reproche. La trastienda de la librería albergaba una oscura habitación y una diminuta cocina, pero era más de lo que Serena necesitaba. La disciplina que había adquirido cuidando de la finca le facilitó el trabajo a la hora de ayudar con las tareas básicas de la librería. Pasó un año entre libros hasta que Serena, con las manos temblorosas, encontró la suficiente fuerza para leer de nuevo. Al principio le invadió una tristeza incontrolable, pero con el tiempo aprendió a reconectar con el recuerdo de su padre a través de la lectura.
Sin embargo, los libros eran lo único que le daba sentido a sus días. Había pasado más de dos años sin hablar más de lo necesario, comiendo lo justo para tener la energía que las tareas de la tienda exigían, y sumida en una constante nostalgia. Fue por todo esto por lo que Serena no tuvo que pensárselo demasiado cuando su cosechadora se presentó ante ella, ofreciéndole la oportunidad de viajar a uno de esos mundos que tanto había soñado con visitar.
Así que, respirando profundamente, cogió con esperanza la mano que se extendía ante ella.
Otros:
-Aunque nunca ha practicado un deporte en especial, la forma en que se ha criado hace que sea una persona ágil y atlética.
-Desde pequeña le ha gustado la botánica y, a pesar de considerarse una aficionada, disfruta preparando infusiones y remedios naturales.
-Su género literario preferido es el de terror y detesta los finales felices.
-Son pocas las ocasiones en que escucha música, pero su reproductor sigue lleno del rock clásico que escuchaba hace unos años.
-Echa de menos tener una mascota, pero siente que aún no está preparada para tal responsabilidad.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.-Desde pequeña le ha gustado la botánica y, a pesar de considerarse una aficionada, disfruta preparando infusiones y remedios naturales.
-Su género literario preferido es el de terror y detesta los finales felices.
-Son pocas las ocasiones en que escucha música, pero su reproductor sigue lleno del rock clásico que escuchaba hace unos años.
-Echa de menos tener una mascota, pero siente que aún no está preparada para tal responsabilidad.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Novena cosecha - Inscripción y fichas
06/03/23, 01:02 am
•Nombre: Abel
•Especie: Humano. Tierra
•Descripción física: Abel fue cosechado con diecisiete años, pero su físico lo hace parecer mucho más joven puesto que, aunque su estatura es envidiable (190 cm), está bastante delgado para un adolescente de su edad.
De su aspecto sobre todo destaca su largo y lacio cabello negro recogido en una coleta que le llega hasta el final de la espalda. Es más, la oscuridad de su pelo se subraya por el contraste que tiene con la blancura de su piel, ya que dicha palidez es tan extrema como enfermiza. Sus finos labios, sus enormes y tristes ojos de color miel, así como las esqueléticas facciones de su rostro se suman para hacer de Abel un muchacho de aspecto excesivamente lúgubre.
Cuando lo cosecharon, Abel se estaba probando con renovada ilusión el uniforme de su instituto. Vestía una camisa blanca con corbata y unos pantalones negros a cuadros que terminaban en unos mocasines lustrosos del mismo color. El conjunto lucía bastante apretado, lo justo para estilizar de manera elegante su delgada figura. El chico siempre había tenido interés por la individualidad que puede proporcionar la moda y, en consecuencia, decidió añadir al look un toque personal; una sudadera abierta y bien holgada, de un tono carmesí, cuyas mangas alcanzaban a cubrir casi por completo sus largas manos.
•Personalidad: Pese a que su apariencia pueda dar a entender lo contrario, se trata de un chico curioso e imaginativo. Uno de sus mayores deseos es conocer en detalle el mundo que le rodea y las personas que habitan en este. En tal sentido, le encanta mantener conversaciones y escuchar a los demás, aunque habitualmente sea él el que más calle, ya que se trata de un muchacho bastante reservado y cauto a la hora de expresar sus opiniones.
Pese a sus experiencias, un aspecto que destaca sobre él es su tenacidad y constancia, rara vez tira la toalla una vez se ha marcado un objetivo. No obstante, con frecuencia tiene una forma de actuar bastante ingenua y poco realista, puesto que sigue teniendo tanto ideas como conductas infantiles para un chico de su edad.
Por lo tanto, a veces percibe las situaciones de manera extrema y no es capaz de entender que no todo es blanco o negro. Aunque no lo quiera admitir, estas actitudes le han costado bastantes relaciones como, por ejemplo, su vínculo con su hermano. Aun así, suele percibir a sus iguales de modo exageradamente positivo, por lo que siempre suele ser amable y agradecido con todo el mundo.
Debido a su situación familiar, el adolescente ha aprendido a cargar con su tristeza él solo y, únicamente en raras ocasiones, ha comentado algún tema personal con alguien. Por un lado, él es capaz de mantener una cierta fortaleza emocional ante la adversidad pero, por el otro, esta forma de actuar demuestra bastante deshonestidad con respecto a sí mismo y hacia los demás.
En lo referente a sus gustos, le encanta leer y conocer universos más allá de lo que generalmente se considera real. De hecho, el joven lector también es un escritor con años de experiencia, pero en los últimos meses ha comenzado a aborrecerlo. Por otro lado, algo que el muchacho verdaderamente detesta es la música. Es más, sus habilidades al respecto dejan mucho que desear.
•Habilidades: intuición, imaginación y velocidad
•Pasado: Nació en España, pero apenas se puede decir que esas sean sus verdaderas raíces. Tanto su padre como su madre son músicos; el primero es un reconocido compositor a nivel internacional, mientras que la segunda no tiene nada que envidiarle, ya que se trata de una famosa pianista. Por este motivo, la familia del muchacho se dedicó a viajar desde incluso antes de que él naciese y, en consecuencia, jamás ha sido capaz de considerar a ningún lugar de los que habitó su verdadero hogar. Allá dónde iba eran calles, caras nuevas y un cúmulo de despedidas cordiales que lograban que se apoderase de él una sensación de desapego que con cada adiós iba en aumento.
Durante estos tumultuosos años su único aliado y amigo fue su hermano diez años mayor, Flavio, quien además fue su compañero de aventuras imaginarias, una de las actividades favoritas del hermano pequeño.
En su catorceavo cumpleaños, el padre y la madre de Abel decidirían instalarse definitivamente con él en Alemania, donde por fin tendría la tranquilidad y estabilidad que siempre había ansiado. Sin embargo, el joven quedó devastado cuando su hermano le anunció que se iría a vivir lejos de él. Los padres de ambos hacía tiempo que se habían rendido en el ámbito musical con el pequeño, puesto que su falta de talento era evidente, pero exigían que el mayor se convirtiese en un músico de tan alto calibre como sus progenitores, razón por la cual Flavio decidió alejarse lo máximo posible de ese entorno tan tóxico. Pese a las múltiples explicaciones de su hermano, el joven muchacho decidió retirarle la palabra y encerrarse en sí mismo todavía más si era posible.
Abel siempre había puesto mucho empeño en hacer amigos en todos y cada uno de los países en los que residió, pero la comunicación con estos solía ser muy complicada debido al desconocimiento parcial del idioma. Consecuentemente, por un motivo u otro, acababan por distanciarse de él. De hecho, el chico con frecuencia había tenido que despedirse en poco menos de una semana de las escasas personas con las que había logrado un acercamiento. Por ello, después de la supuesta traición de su hermano, concluyó que en el único lugar en el que verdaderamente podría estar acompañado y dejar de estar solo era en su imaginación.
Durante los siguientes años se encerraría en su cuarto y no volvería a pisar el instituto. Así, se dedicaría a escribir largas historias de aventuras fantásticas en las que aparecerían sus viejos “amigos” y todo aquel y aquella que decidiese que era merecedor de su amistad. Él sería el protagonista de dichos periplos y todos los conflictos relatados acabarían con un final feliz, puesto que para el muchacho esto suponía una vía de escape para todas sus preocupaciones y anhelos insatisfechos.
Lenta pero incesantemente la tristeza empezó a invadir al joven escritor e incluso comenzó a aborrecer su entrenado hábito. El paso del tiempo lo había enfrentado al autoengaño que desde hacía demasiados años llevaba tejiendo a modo de historias. Por ello, se marcó un objetivo; tenía que salir de su habitación y volver a vivir en el mundo real. De esta manera, se aficionó a correr por las cordilleras que rodeaban su casa y, así, se convirtió en un explorador solitario de la fauna berlinesa.
Días antes de ser cosechado se había propuesto volver al instituto. El chico sabía que iba a ser duro y complicado, pero tenía que abrirse a conocer a gente, a aprender cosas nuevas y, de una vez por todas, evolucionar como persona. Inocentemente, pensaba que al final podría dejar atrás las cadenas que antaño le atrapaban.
Sin embargo, fue muy fácil cosecharlo, solo le hizo falta oír un par de promesas baratas escaparse con ligereza de los labios de la cosechadora. El muchacho quedó convencido al escuchar todo lo que siempre había deseado que le dijesen. Esa mujer le juró que viviría una aventura épica junto con otros chicos y chicas tan “especiales” como él y le aseguro que si él quisiese este sería el último viaje que jamás haría, un viaje con un destino muy especial: a su verdadero hogar.
•Otros:
- Es nefasto jugando a videojuegos y no suele hacerlo. Sin embargo, adora la saga de Dragon Quest.
- Le encantaría tener un animal de compañía, pero sus padres nunca le han dejado. Le gusta pensar en cómo serían y en qué nombres podría ponerles. Si fuese un perro se llamaría Agosto y, si fuese un gato, Onix.
- Cree de manera no irónica en el horóscopo, sabe hacer la carta astral y desarrollar lecturas del tarot. Él está muy orgulloso de ser Libra, ascendente Virgo con luna en Géminis.
- Le encanta la moda y probarse atuendos de lo más estrafalarios. Es una afición que lleva en secreto porque piensa que es algo propio de gente pija.
- Confía firmemente en que su experiencia en Rocavarancolia va a ser como adentrarse en uno de los mundos de Laura Gallego.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
•Especie: Humano. Tierra
•Descripción física: Abel fue cosechado con diecisiete años, pero su físico lo hace parecer mucho más joven puesto que, aunque su estatura es envidiable (190 cm), está bastante delgado para un adolescente de su edad.
De su aspecto sobre todo destaca su largo y lacio cabello negro recogido en una coleta que le llega hasta el final de la espalda. Es más, la oscuridad de su pelo se subraya por el contraste que tiene con la blancura de su piel, ya que dicha palidez es tan extrema como enfermiza. Sus finos labios, sus enormes y tristes ojos de color miel, así como las esqueléticas facciones de su rostro se suman para hacer de Abel un muchacho de aspecto excesivamente lúgubre.
Cuando lo cosecharon, Abel se estaba probando con renovada ilusión el uniforme de su instituto. Vestía una camisa blanca con corbata y unos pantalones negros a cuadros que terminaban en unos mocasines lustrosos del mismo color. El conjunto lucía bastante apretado, lo justo para estilizar de manera elegante su delgada figura. El chico siempre había tenido interés por la individualidad que puede proporcionar la moda y, en consecuencia, decidió añadir al look un toque personal; una sudadera abierta y bien holgada, de un tono carmesí, cuyas mangas alcanzaban a cubrir casi por completo sus largas manos.
- Spoiler:
•Personalidad: Pese a que su apariencia pueda dar a entender lo contrario, se trata de un chico curioso e imaginativo. Uno de sus mayores deseos es conocer en detalle el mundo que le rodea y las personas que habitan en este. En tal sentido, le encanta mantener conversaciones y escuchar a los demás, aunque habitualmente sea él el que más calle, ya que se trata de un muchacho bastante reservado y cauto a la hora de expresar sus opiniones.
Pese a sus experiencias, un aspecto que destaca sobre él es su tenacidad y constancia, rara vez tira la toalla una vez se ha marcado un objetivo. No obstante, con frecuencia tiene una forma de actuar bastante ingenua y poco realista, puesto que sigue teniendo tanto ideas como conductas infantiles para un chico de su edad.
Por lo tanto, a veces percibe las situaciones de manera extrema y no es capaz de entender que no todo es blanco o negro. Aunque no lo quiera admitir, estas actitudes le han costado bastantes relaciones como, por ejemplo, su vínculo con su hermano. Aun así, suele percibir a sus iguales de modo exageradamente positivo, por lo que siempre suele ser amable y agradecido con todo el mundo.
Debido a su situación familiar, el adolescente ha aprendido a cargar con su tristeza él solo y, únicamente en raras ocasiones, ha comentado algún tema personal con alguien. Por un lado, él es capaz de mantener una cierta fortaleza emocional ante la adversidad pero, por el otro, esta forma de actuar demuestra bastante deshonestidad con respecto a sí mismo y hacia los demás.
En lo referente a sus gustos, le encanta leer y conocer universos más allá de lo que generalmente se considera real. De hecho, el joven lector también es un escritor con años de experiencia, pero en los últimos meses ha comenzado a aborrecerlo. Por otro lado, algo que el muchacho verdaderamente detesta es la música. Es más, sus habilidades al respecto dejan mucho que desear.
•Habilidades: intuición, imaginación y velocidad
•Pasado: Nació en España, pero apenas se puede decir que esas sean sus verdaderas raíces. Tanto su padre como su madre son músicos; el primero es un reconocido compositor a nivel internacional, mientras que la segunda no tiene nada que envidiarle, ya que se trata de una famosa pianista. Por este motivo, la familia del muchacho se dedicó a viajar desde incluso antes de que él naciese y, en consecuencia, jamás ha sido capaz de considerar a ningún lugar de los que habitó su verdadero hogar. Allá dónde iba eran calles, caras nuevas y un cúmulo de despedidas cordiales que lograban que se apoderase de él una sensación de desapego que con cada adiós iba en aumento.
Durante estos tumultuosos años su único aliado y amigo fue su hermano diez años mayor, Flavio, quien además fue su compañero de aventuras imaginarias, una de las actividades favoritas del hermano pequeño.
En su catorceavo cumpleaños, el padre y la madre de Abel decidirían instalarse definitivamente con él en Alemania, donde por fin tendría la tranquilidad y estabilidad que siempre había ansiado. Sin embargo, el joven quedó devastado cuando su hermano le anunció que se iría a vivir lejos de él. Los padres de ambos hacía tiempo que se habían rendido en el ámbito musical con el pequeño, puesto que su falta de talento era evidente, pero exigían que el mayor se convirtiese en un músico de tan alto calibre como sus progenitores, razón por la cual Flavio decidió alejarse lo máximo posible de ese entorno tan tóxico. Pese a las múltiples explicaciones de su hermano, el joven muchacho decidió retirarle la palabra y encerrarse en sí mismo todavía más si era posible.
Abel siempre había puesto mucho empeño en hacer amigos en todos y cada uno de los países en los que residió, pero la comunicación con estos solía ser muy complicada debido al desconocimiento parcial del idioma. Consecuentemente, por un motivo u otro, acababan por distanciarse de él. De hecho, el chico con frecuencia había tenido que despedirse en poco menos de una semana de las escasas personas con las que había logrado un acercamiento. Por ello, después de la supuesta traición de su hermano, concluyó que en el único lugar en el que verdaderamente podría estar acompañado y dejar de estar solo era en su imaginación.
Durante los siguientes años se encerraría en su cuarto y no volvería a pisar el instituto. Así, se dedicaría a escribir largas historias de aventuras fantásticas en las que aparecerían sus viejos “amigos” y todo aquel y aquella que decidiese que era merecedor de su amistad. Él sería el protagonista de dichos periplos y todos los conflictos relatados acabarían con un final feliz, puesto que para el muchacho esto suponía una vía de escape para todas sus preocupaciones y anhelos insatisfechos.
Lenta pero incesantemente la tristeza empezó a invadir al joven escritor e incluso comenzó a aborrecer su entrenado hábito. El paso del tiempo lo había enfrentado al autoengaño que desde hacía demasiados años llevaba tejiendo a modo de historias. Por ello, se marcó un objetivo; tenía que salir de su habitación y volver a vivir en el mundo real. De esta manera, se aficionó a correr por las cordilleras que rodeaban su casa y, así, se convirtió en un explorador solitario de la fauna berlinesa.
Días antes de ser cosechado se había propuesto volver al instituto. El chico sabía que iba a ser duro y complicado, pero tenía que abrirse a conocer a gente, a aprender cosas nuevas y, de una vez por todas, evolucionar como persona. Inocentemente, pensaba que al final podría dejar atrás las cadenas que antaño le atrapaban.
Sin embargo, fue muy fácil cosecharlo, solo le hizo falta oír un par de promesas baratas escaparse con ligereza de los labios de la cosechadora. El muchacho quedó convencido al escuchar todo lo que siempre había deseado que le dijesen. Esa mujer le juró que viviría una aventura épica junto con otros chicos y chicas tan “especiales” como él y le aseguro que si él quisiese este sería el último viaje que jamás haría, un viaje con un destino muy especial: a su verdadero hogar.
•Otros:
- Es nefasto jugando a videojuegos y no suele hacerlo. Sin embargo, adora la saga de Dragon Quest.
- Le encantaría tener un animal de compañía, pero sus padres nunca le han dejado. Le gusta pensar en cómo serían y en qué nombres podría ponerles. Si fuese un perro se llamaría Agosto y, si fuese un gato, Onix.
- Cree de manera no irónica en el horóscopo, sabe hacer la carta astral y desarrollar lecturas del tarot. Él está muy orgulloso de ser Libra, ascendente Virgo con luna en Géminis.
- Le encanta la moda y probarse atuendos de lo más estrafalarios. Es una afición que lleva en secreto porque piensa que es algo propio de gente pija.
- Confía firmemente en que su experiencia en Rocavarancolia va a ser como adentrarse en uno de los mundos de Laura Gallego.
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Liebre
Ficha de cosechado
Nombre: Aria
Especie: Humana
Habilidades: Olfato fino, intuición, dibujoPersonajes : Aria: Humana Irlandesa (165mts)
Re: Novena cosecha - Inscripción y fichas
21/07/23, 03:17 pm
Nombre: Aria Doyle
Especie: Humana (Irlanda)
Descripción física: Es una joven de 14 con una naturaleza enfermiza que la suele mantener mucho tiempo en cama, de piel pálida y apariencia lánguida. Lleva normalmente el cabello trenzado, que es de un azabache intenso, sus ojos de un color verde esmeralda contradicen todo cuanto su cuerpo grita, pues refulgen con una gran vitalidad y alegría; aunque son opacados por las ojeras oscuras que forman bolsas debajo de ellos.
Aria posee una estatura promedio (165cm) pero siempre transmite la imagen de ser mucho más alta de lo normal dada su delgadez. Su voz tiene esa delicadeza propia de alguien que no tiene necesidad de levantarla con frecuencia y cada tanto es cortada por un ataque de tos.
Llegó vestida con un pijama de dos piezas, una rebeca -para el frío- y sus pantuflas…
Personalidad: Debido a su condición enfermiza, Aria no ha logrado cultivar amistades significativas, lo cual la ha hecho una joven solitaria y silenciosa, que le ha cultivado la imagen de enigmática y misteriosa. Al tratar principalmente con adultos, suele adoptar sus formas y usa palabras poco comunes con tal de transmitir una imagen de persona inteligente -aunque en ocasiones esto le juega una mala pasada y termina usando palabras o frases que no tienen sentido con la conversación o su uso no es el correcto-.
Tiene vergüenza por su cuerpo, pues se considera a sí misma fea y desgarbada, por eso admira a las personas que hacen gala de su físico y su belleza. Razón más que de sobra para alejarse de los deportes o cualquier situación donde tenga que demostrar habilidad física lo cual la lleva a infravalorar sus propias capacidades.
Probablemente porque ha sido sobreprotegida toda su vida, suele ser una chica mimada y temerosa con todo lo desconocido.
Habilidades: Olfato fino, intuición, dibujo
Pasado: Aria Doyle nació en un pequeño pueblo de la campiña irlandesa, rodeada de un paisaje pintoresco y lleno de misterio. Es la hija única de una pareja joven que tuvieron muchas dificultades para conseguir ese embarazo. Desde entonces y a pesar de los intentos no han logrado darle un hermanito a Aria.
La naturaleza enfermiza de la joven se dejó ver desde muy temprana edad, sus padres se han esforzado muchísimo en costear sus servicios médicos y procurarle los cuidados necesarios. En una ocasión, frustrada de no poder jugar con el resto de los niños Aria se escapó un invierno particularmente frío y estuvo al borde de la muerte. Desde entonces le ha quedado una tos incurable y sus padres contrataron el servicio de una cuidadora para mantenerla vigilada.
Siempre tuvo inconvenientes para mantener una educación regular, lo cual significó que tuviera tutores personales para tratar de mantenerla al mismo ritmo que sus compañeros. Asiste a la escuela siempre que le es posible, pues le encanta el bullicio y la vitalidad que ve entre sus compañeros, aunque desde siempre ha sido excluida de la mayoría de los juegos y conversaciones, eso la llevó a desarrollar una habilidad bastante notable con el dibujo, donde se permite soñar otras vidas posibles, llenas de aventuras, sin enfermedades y donde es el centro de atención.
Otros:
- Le gusta la música pop.
- Odia el imaginario de las princesas, pues siente que la vida de ellas debe ser igual de gris y aburrida que la que ella lleva en su habitación.
- Ama en secreto a un chico de la escuela -Liam- y solo le ha confesado esos sentimientos a su cuaderno de dibujos
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
Especie: Humana (Irlanda)
Descripción física: Es una joven de 14 con una naturaleza enfermiza que la suele mantener mucho tiempo en cama, de piel pálida y apariencia lánguida. Lleva normalmente el cabello trenzado, que es de un azabache intenso, sus ojos de un color verde esmeralda contradicen todo cuanto su cuerpo grita, pues refulgen con una gran vitalidad y alegría; aunque son opacados por las ojeras oscuras que forman bolsas debajo de ellos.
Aria posee una estatura promedio (165cm) pero siempre transmite la imagen de ser mucho más alta de lo normal dada su delgadez. Su voz tiene esa delicadeza propia de alguien que no tiene necesidad de levantarla con frecuencia y cada tanto es cortada por un ataque de tos.
Llegó vestida con un pijama de dos piezas, una rebeca -para el frío- y sus pantuflas…
Personalidad: Debido a su condición enfermiza, Aria no ha logrado cultivar amistades significativas, lo cual la ha hecho una joven solitaria y silenciosa, que le ha cultivado la imagen de enigmática y misteriosa. Al tratar principalmente con adultos, suele adoptar sus formas y usa palabras poco comunes con tal de transmitir una imagen de persona inteligente -aunque en ocasiones esto le juega una mala pasada y termina usando palabras o frases que no tienen sentido con la conversación o su uso no es el correcto-.
Tiene vergüenza por su cuerpo, pues se considera a sí misma fea y desgarbada, por eso admira a las personas que hacen gala de su físico y su belleza. Razón más que de sobra para alejarse de los deportes o cualquier situación donde tenga que demostrar habilidad física lo cual la lleva a infravalorar sus propias capacidades.
Probablemente porque ha sido sobreprotegida toda su vida, suele ser una chica mimada y temerosa con todo lo desconocido.
Habilidades: Olfato fino, intuición, dibujo
Pasado: Aria Doyle nació en un pequeño pueblo de la campiña irlandesa, rodeada de un paisaje pintoresco y lleno de misterio. Es la hija única de una pareja joven que tuvieron muchas dificultades para conseguir ese embarazo. Desde entonces y a pesar de los intentos no han logrado darle un hermanito a Aria.
La naturaleza enfermiza de la joven se dejó ver desde muy temprana edad, sus padres se han esforzado muchísimo en costear sus servicios médicos y procurarle los cuidados necesarios. En una ocasión, frustrada de no poder jugar con el resto de los niños Aria se escapó un invierno particularmente frío y estuvo al borde de la muerte. Desde entonces le ha quedado una tos incurable y sus padres contrataron el servicio de una cuidadora para mantenerla vigilada.
Siempre tuvo inconvenientes para mantener una educación regular, lo cual significó que tuviera tutores personales para tratar de mantenerla al mismo ritmo que sus compañeros. Asiste a la escuela siempre que le es posible, pues le encanta el bullicio y la vitalidad que ve entre sus compañeros, aunque desde siempre ha sido excluida de la mayoría de los juegos y conversaciones, eso la llevó a desarrollar una habilidad bastante notable con el dibujo, donde se permite soñar otras vidas posibles, llenas de aventuras, sin enfermedades y donde es el centro de atención.
Otros:
- Le gusta la música pop.
- Odia el imaginario de las princesas, pues siente que la vida de ellas debe ser igual de gris y aburrida que la que ella lleva en su habitación.
- Ama en secreto a un chico de la escuela -Liam- y solo le ha confesado esos sentimientos a su cuaderno de dibujos
- Imagen:
Un puñal hecho de sueños para acabar con las pesadillas.
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