- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Con la cabeza en las nubes
04/11/21, 10:15 pm
En la sala de entrenamiento que ocupaban Jace y Sekk lo único que sonaba eran los chasquidos de las armas de madera al chocar entre sí. No hablaban, algo bastante raro teniendo en cuenta la cantidad de pullas que se solían lanzar, y aunque el berserker estaba concentrado en la práctica no tardó en percatarse de que su amigo no estaba allí del todo. Enfrentarse al dullahan siempre le resultaba complicado, pues no saber dónde estaba mirando era un auténtico coñazo, pero en aquella ocasión los movimientos del humano eran muy predecibles y no tenía que esforzarse demasiado para hacer contacto.
Al principio lo dejó estar, pues solo estaban haciendo ejercicio, pero poco a poco el intara empezó a ponerse nervioso y notó como la rabia comenzaba a burbujear bajo su piel. Con los años había aprendido a leer el rostro invisible del americano fijándose en el flujo y la densidad del humo que fluía desde su cuello, y por eso ahora lo único que veía era su “cara” de panoli mientras balanceaba los brazos sin demasiada maña.
Con un bufido de frustración el rubio se agachó para recortar distancias y le lanzó un golpe al estómago con la punta de la espada. Estaba seguro de que no conseguiría esquivarlo, así que en el último segundo rebajó un poco la fuerza de la embestida, pero tras el impacto Sekk tuvo que hacer gala de todo su autocontrol para no arrearle cuatro palos más.
—¿Qué coño te pasa? —gruñó, dando un par de pasos hacia atrás mientras respiraba profundamente para mantener la calma.
Al principio lo dejó estar, pues solo estaban haciendo ejercicio, pero poco a poco el intara empezó a ponerse nervioso y notó como la rabia comenzaba a burbujear bajo su piel. Con los años había aprendido a leer el rostro invisible del americano fijándose en el flujo y la densidad del humo que fluía desde su cuello, y por eso ahora lo único que veía era su “cara” de panoli mientras balanceaba los brazos sin demasiada maña.
Con un bufido de frustración el rubio se agachó para recortar distancias y le lanzó un golpe al estómago con la punta de la espada. Estaba seguro de que no conseguiría esquivarlo, así que en el último segundo rebajó un poco la fuerza de la embestida, pero tras el impacto Sekk tuvo que hacer gala de todo su autocontrol para no arrearle cuatro palos más.
—¿Qué coño te pasa? —gruñó, dando un par de pasos hacia atrás mientras respiraba profundamente para mantener la calma.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Con la cabeza en las nubes
05/11/21, 01:25 am
Lo estaba haciendo de culo.
Jace llevaba especialmente callado desde el inicio de la sesión, algo que era difícil en él cuando todos sus pensamientos eran telepáticos. Aún con la experiencia siempre se le escapaba algo, por minúsculo o abstracto que fuera, sobre todo en confianza y en ratos largos, pero en este caso su lenguaje corporal y la ausencia de palabras fueron los únicos diálogos. El dullahan se limitaba a parar y dar los golpes por defecto, haciendo que por su parte aquello pareciera una lucha de espadas mal coreografiada y resuelta por niños. Había entrado en modo automático de tal forma que el golpe de Sekk no lo vio venir ni con 360º de visión. Aunque iba “sin fuerza” la punta se le clavó como un tacón, haciéndole encogerse por ello. Seguía siendo un berserker el que le había pinchado.
«Cabrón» dijo por fin “entredientes”, sobándose con la mano libre ahí donde recibió. De su cuello salieron una serie de nubarrones grises como lápiz emborronado, molesto. Le entraron ganas de meterle a Sekk con la espada en la cabeza. Varias veces. Quizás en el cuello.
«Yo que sé» masculló. «No tengo ganas de esta mierda» a Jace pocas veces le costaba ser sincero, sobre todo con el ulterano, pero esa estaba siendo una. Joder, si hasta le estaba costando ser sincero consigo mismo. «Necesito un cigarro.»
La molestia se convertía en bajona y la bajona en molestia, oscilando de una a otra tan rápido como sus pulmones se llenaban de aire.
«No sé. Estoy harto» dijo, consciente de que como no hablase el intara le reventaría a palos. Se acercó a la silla donde había dejado su sudadera para sacar una cajetilla de tabaco alienígena, aparcando ahí la espada de madera. «De… muchas movidas. De la magia, de mi mismo». Le dio un empujón a la silla con el pie de mala gana, dándole vueltas al mecanismo del mechero. «No sé como hablar de esta mierda.»
Nunca había entrado en detalle sobre el precio de su magia con sus amigos. Ellos sabían que había cumplido, algunos eran incluso conscientes del origen de su nuevo nombre, la obtención de magia había sido uno de sus requisitos para entrar al ejército y había vuelto a los subterráneos en varias ocasiones, pero no había hablado en serio de ello con nadie, ni siquiera con su novia. Claro que le había ayudado, Isis siempre le animaba, pero el quiste seguía ahí. Nunca sabía como abordar aquello. Su humo salió despacio.
«¿Qué sentiste al matar a Sigrun?»
Aunque le daba la espalda Jace podía verlo.
Jace llevaba especialmente callado desde el inicio de la sesión, algo que era difícil en él cuando todos sus pensamientos eran telepáticos. Aún con la experiencia siempre se le escapaba algo, por minúsculo o abstracto que fuera, sobre todo en confianza y en ratos largos, pero en este caso su lenguaje corporal y la ausencia de palabras fueron los únicos diálogos. El dullahan se limitaba a parar y dar los golpes por defecto, haciendo que por su parte aquello pareciera una lucha de espadas mal coreografiada y resuelta por niños. Había entrado en modo automático de tal forma que el golpe de Sekk no lo vio venir ni con 360º de visión. Aunque iba “sin fuerza” la punta se le clavó como un tacón, haciéndole encogerse por ello. Seguía siendo un berserker el que le había pinchado.
«Cabrón» dijo por fin “entredientes”, sobándose con la mano libre ahí donde recibió. De su cuello salieron una serie de nubarrones grises como lápiz emborronado, molesto. Le entraron ganas de meterle a Sekk con la espada en la cabeza. Varias veces. Quizás en el cuello.
«Yo que sé» masculló. «No tengo ganas de esta mierda» a Jace pocas veces le costaba ser sincero, sobre todo con el ulterano, pero esa estaba siendo una. Joder, si hasta le estaba costando ser sincero consigo mismo. «Necesito un cigarro.»
La molestia se convertía en bajona y la bajona en molestia, oscilando de una a otra tan rápido como sus pulmones se llenaban de aire.
«No sé. Estoy harto» dijo, consciente de que como no hablase el intara le reventaría a palos. Se acercó a la silla donde había dejado su sudadera para sacar una cajetilla de tabaco alienígena, aparcando ahí la espada de madera. «De… muchas movidas. De la magia, de mi mismo». Le dio un empujón a la silla con el pie de mala gana, dándole vueltas al mecanismo del mechero. «No sé como hablar de esta mierda.»
Nunca había entrado en detalle sobre el precio de su magia con sus amigos. Ellos sabían que había cumplido, algunos eran incluso conscientes del origen de su nuevo nombre, la obtención de magia había sido uno de sus requisitos para entrar al ejército y había vuelto a los subterráneos en varias ocasiones, pero no había hablado en serio de ello con nadie, ni siquiera con su novia. Claro que le había ayudado, Isis siempre le animaba, pero el quiste seguía ahí. Nunca sabía como abordar aquello. Su humo salió despacio.
«¿Qué sentiste al matar a Sigrun?»
Aunque le daba la espalda Jace podía verlo.
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- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Con la cabeza en las nubes
07/11/21, 10:05 pm
—Y a mucha honra. —respondió a su insulto, ignorando deliberadamente los nubarrones que le salían del cuello y que indicaban su malestar. Sekk no estaba para tonterías, solo quería saber qué narices le pasaba a su amigo, pero por lo movimientos del dullahan y sus palabras erráticas iba a ser bastante complicado y en medio de un entrenamiento la comprensión del berserker no es que fuera muy abundante.
Afortunadamente fue el humano el que decidió parar por el momento, por lo que el intara aprovechó aquel respiro para acercarse al rincón en el que había dejado sus cosas y se sentó a beber de una botella de agua mientras el otro buscaba el tabaco en su chaqueta. Observó su espalda en silencio, escuchando sus palabras sin intervenir mientras trataba de averiguar a dónde quería llegar con todo aquello sin demasiado éxito. Ni el propio Jace parecía saber qué decir, pues en cierto momento se quedó en silencio, pero tras aquella extraña pausa le lanzó una pregunta que arrojaba algo de luz sobre aquel asunto.
Sekk era consciente de lo que tenía que hacer el dullahan para obtener magia, no era un secreto ni nada parecido, pero aquella era la primera vez que el chico le hablaba sobre lo que implicaba cumplir su precio. O al menos parecía querer hacerlo, pero había escogido un planteamiento poco práctico.
—No lo sé Jace, porque ni siquiera recuerdo haberlo hecho —respondió en voz baja, encogiéndose de hombros con cierta desgana—. Supongo que solo sentía ira, porque conmigo todo se reduce a eso y es lo único de lo que soy consciente cuando vuelvo en mí. —reconoció, desviando la mirada hacia un punto indefinido de la habitación. Al ulterano tampoco le resultaba fácil hablar de todo aquello, pero sus motivos eran distintos.
Afortunadamente fue el humano el que decidió parar por el momento, por lo que el intara aprovechó aquel respiro para acercarse al rincón en el que había dejado sus cosas y se sentó a beber de una botella de agua mientras el otro buscaba el tabaco en su chaqueta. Observó su espalda en silencio, escuchando sus palabras sin intervenir mientras trataba de averiguar a dónde quería llegar con todo aquello sin demasiado éxito. Ni el propio Jace parecía saber qué decir, pues en cierto momento se quedó en silencio, pero tras aquella extraña pausa le lanzó una pregunta que arrojaba algo de luz sobre aquel asunto.
Sekk era consciente de lo que tenía que hacer el dullahan para obtener magia, no era un secreto ni nada parecido, pero aquella era la primera vez que el chico le hablaba sobre lo que implicaba cumplir su precio. O al menos parecía querer hacerlo, pero había escogido un planteamiento poco práctico.
—No lo sé Jace, porque ni siquiera recuerdo haberlo hecho —respondió en voz baja, encogiéndose de hombros con cierta desgana—. Supongo que solo sentía ira, porque conmigo todo se reduce a eso y es lo único de lo que soy consciente cuando vuelvo en mí. —reconoció, desviando la mirada hacia un punto indefinido de la habitación. Al ulterano tampoco le resultaba fácil hablar de todo aquello, pero sus motivos eran distintos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Con la cabeza en las nubes
18/11/21, 08:22 pm
La nube de un suspiro salió de su cuello como el humo de la chimenea de un tren que acaba de ser puesto en marcha. Claro que el berserker no se acordaba, si hasta se había desmayado después. Menudo ejemplo de mierda había escogido.
«Bueno, pues al matar» replicó con irritación, apoyando la espalda de mala gana contra la pared. «Sabiendo lo que haces. Porque esa no fue la primera vez que matabas a alguien, ¿no?» el tacto no era su punto fuerte, pero incluso en su molesta incomodidad había una evidente inseguridad, un punto al que llegar detrás de las preguntas.
No ser responsable de tus actos por culpa de la ira tenía que ser tan agradable como estar poseído (o sea, nada) pero el dullahan se cuestionaba si no era mejor la ignorancia que ser consciente de tus atrocidades. A veces él desearía no acordarse de los seres a los que le había cortado la cabeza. “Seres”, porque llamarles gente hacía la carga insoportable.
«Bueno, pues al matar» replicó con irritación, apoyando la espalda de mala gana contra la pared. «Sabiendo lo que haces. Porque esa no fue la primera vez que matabas a alguien, ¿no?» el tacto no era su punto fuerte, pero incluso en su molesta incomodidad había una evidente inseguridad, un punto al que llegar detrás de las preguntas.
No ser responsable de tus actos por culpa de la ira tenía que ser tan agradable como estar poseído (o sea, nada) pero el dullahan se cuestionaba si no era mejor la ignorancia que ser consciente de tus atrocidades. A veces él desearía no acordarse de los seres a los que le había cortado la cabeza. “Seres”, porque llamarles gente hacía la carga insoportable.
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- Red
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Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Con la cabeza en las nubes
21/11/21, 08:55 pm
Sekk se revolvió molesto en el sitio, pues el tono de Jace no le gustaba un pelo, pero se obligó a contar hasta diez antes de abrir la boca. No iba a conseguir nada saltando por las malas, por muy en bandeja que se lo estuviera poniendo el dullahan, y estaba claro que su amigo quería llegar a alguna parte.
—Me sentí bastante mal —respondió a regañadientes, dando otro trago a la botella de agua mientras rememoraba el pasado—. Fue en defensa propia, en una asalto de piratas a mi hogar, pero aún así vomite hasta la primera papilla en cuanto las cosas se calmaron y estuve con náuseas durante horas —explicó, estirando las piernas y apoyándose con pesadez contra la pared—. Después de eso vinieron las pesadillas y esas tardaron un poco más en irse… —añadió.
El berserker creía entender el porqué de aquella pregunta, pues conocía al humano lo suficiente como para saber leer entre líneas, pero aun así continuaba a oscuras en todo aquel asunto. Las motivaciones de las criaturas inmorales se le escapaban al no entender los impulsos que les empujaban a cumplir su precio, por lo que si el americano no se decidía a hablar de ello no llegarían a ninguna parte y el intara no podría ayudarle.
—Me sentí bastante mal —respondió a regañadientes, dando otro trago a la botella de agua mientras rememoraba el pasado—. Fue en defensa propia, en una asalto de piratas a mi hogar, pero aún así vomite hasta la primera papilla en cuanto las cosas se calmaron y estuve con náuseas durante horas —explicó, estirando las piernas y apoyándose con pesadez contra la pared—. Después de eso vinieron las pesadillas y esas tardaron un poco más en irse… —añadió.
El berserker creía entender el porqué de aquella pregunta, pues conocía al humano lo suficiente como para saber leer entre líneas, pero aun así continuaba a oscuras en todo aquel asunto. Las motivaciones de las criaturas inmorales se le escapaban al no entender los impulsos que les empujaban a cumplir su precio, por lo que si el americano no se decidía a hablar de ello no llegarían a ninguna parte y el intara no podría ayudarle.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
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Re: Con la cabeza en las nubes
24/11/21, 03:08 pm
Jace terminó sentándose en la silla con aire abatido. No ser el único asesino en esa sala no le hizo sentirse acompañado, si bien más incómodo todavía.
«Ya» guardó silencio un rato, ordenando sus pensamientos con el mal sabor de boca de haberle hecho decir aquello, y el todavía peor sabor de sus diferencias. «Pues yo me sentí bien.»
No había ni que añadir que no había sido en defensa propia, que había ido y repetido voluntariamente, que aunque ahora le pesara la culpa durante el caos no se arrepintió lo más mínimo. Hasta el peso de una cabeza en sus manos fue tan satisfactorio como ganar una medalla, una que había tenido que separar del cuello de alguien. Se derrumbó un poco más en su asiento, asqueado consigo mismo.
«No dejo de darle vueltas. No quiero volver a hacerlo, me da arcadas pensarlo, pero» sus palabras iban rápido, sin tiempo de pensar lo que trasmitía una vez abierto, «pero a la vez es puto adictivo y lo que he hecho me sabe a poco, ¿sabes? Como si los engendros que me cargo en los subterráneos no fueran suficiente...» con el mechero prendió el cigarro al que no había dejado de dar vueltas hasta entonces, le dio una calada y mientras sus pulmones se llenaban su voz siguió sonando. «Supongo que sentirme como la mierda es señal de que no soy un puto psicópata, pero… No sé.»
Se quedó callado más tiempo del que era cómodo, dudando de sí mismo. Antes cuando se enfadaba con alguien se veía estampándole el puño en la boca y ya. Ahora tenía pensamientos incontrolables bastante peores, y no poder realizarlos le frustraba más todavía. Aquello le avergonzaba, y Jace no era de los que se avergonzaban fácilmente.
«A veces odio lo que me ha hecho la luna. O sea, muy guay sí, estoy encantado con Ares y yo que sé, mola que los novatos salgan corriendo cuando te ven» rio débilmente, sin ironías «Pero quitando eso y no ser un putísimo trasgo… Que mierda de consuelo» masculló. «Y encima…» con rabia se pasó la mano libre sobre el humo, ahí donde debería estar su cabeza. Había mejorado, pero después de dos años le seguía chocando su reflejo o ver desde un ángulo imposible su propio rostro. No poder besar a su novia como una persona normal era un recordatorio diario de su aspecto, y solo una de las mil cosas que le privaba el no tener cabeza. A veces hasta echaba de menos tener la capacidad de llorar.
Al berserker le llegarían unas disculpas tan abstractas que las sentiría más como una impresión que como algo verbal.
«Ya» guardó silencio un rato, ordenando sus pensamientos con el mal sabor de boca de haberle hecho decir aquello, y el todavía peor sabor de sus diferencias. «Pues yo me sentí bien.»
No había ni que añadir que no había sido en defensa propia, que había ido y repetido voluntariamente, que aunque ahora le pesara la culpa durante el caos no se arrepintió lo más mínimo. Hasta el peso de una cabeza en sus manos fue tan satisfactorio como ganar una medalla, una que había tenido que separar del cuello de alguien. Se derrumbó un poco más en su asiento, asqueado consigo mismo.
«No dejo de darle vueltas. No quiero volver a hacerlo, me da arcadas pensarlo, pero» sus palabras iban rápido, sin tiempo de pensar lo que trasmitía una vez abierto, «pero a la vez es puto adictivo y lo que he hecho me sabe a poco, ¿sabes? Como si los engendros que me cargo en los subterráneos no fueran suficiente...» con el mechero prendió el cigarro al que no había dejado de dar vueltas hasta entonces, le dio una calada y mientras sus pulmones se llenaban su voz siguió sonando. «Supongo que sentirme como la mierda es señal de que no soy un puto psicópata, pero… No sé.»
Se quedó callado más tiempo del que era cómodo, dudando de sí mismo. Antes cuando se enfadaba con alguien se veía estampándole el puño en la boca y ya. Ahora tenía pensamientos incontrolables bastante peores, y no poder realizarlos le frustraba más todavía. Aquello le avergonzaba, y Jace no era de los que se avergonzaban fácilmente.
«A veces odio lo que me ha hecho la luna. O sea, muy guay sí, estoy encantado con Ares y yo que sé, mola que los novatos salgan corriendo cuando te ven» rio débilmente, sin ironías «Pero quitando eso y no ser un putísimo trasgo… Que mierda de consuelo» masculló. «Y encima…» con rabia se pasó la mano libre sobre el humo, ahí donde debería estar su cabeza. Había mejorado, pero después de dos años le seguía chocando su reflejo o ver desde un ángulo imposible su propio rostro. No poder besar a su novia como una persona normal era un recordatorio diario de su aspecto, y solo una de las mil cosas que le privaba el no tener cabeza. A veces hasta echaba de menos tener la capacidad de llorar.
Al berserker le llegarían unas disculpas tan abstractas que las sentiría más como una impresión que como algo verbal.
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Habilidades: No tienePersonajes :
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● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Con la cabeza en las nubes
29/11/21, 09:55 pm
Cuando Jace se sentó con aire abatido y un escueto “Ya” como única respuesta el berserker se puso en pie y se acercó a la ventana, apoyándose en el alféizar para echar un vistazo fuera mientras el humano aclaraba sus ideas. Su voz no tardó en volver a resonar en su cabeza y esta vez fue algo menos parco, pero parecía amargarle confesar algo que en verdad al ulterano no le extrañaba en absoluto.
Era complicado, sin embargo, y a medida que el americano desarrollaba lo que tenía que decir y se sinceraba con el intara el ritmo de sus palabras fue aumentando y disminuyendo. Sekk estaba acostumbrado a aquella forma de hablar y no le costó trabajo seguirle, pero tampoco sabía como meter baza y a pesar de las pausas incómodas continuó escuchando en silencio hasta que le llegaron aquellas disculpas tan abstractas.
—A mi no me tienes que pedir perdón, Jace —replicó tras unos segundos—. No al menos por ser una criatura de precio inmoral. —aclaró, dándose la vuelta para mirarle de frente sin saber muy bien qué más decir.
¿Cómo se suponía que tenía que consolarlo? Rocavarancolia era así, con el tiempo el berserker se había hecho a la idea, pero entendía que aunque cada uno tenía sus propias mierdas el caso de su amigo era quizás un poco más peliagudo.
—No sé muy bien qué decirte sobre lo de matar o no matar, pero al menos tienes elección y eso ya es algo —reconoció, encogiéndose de hombros de forma poco convincente. Era un enfoque un poco pobre, pero también era cierto que él no era nadie para decirle que estaba bien y que estaba mal—. Se que los impulsos son un coñazo, pero puedes aprender a convivir con ellos de alguna manera, ¿no? —sugirió. El intara era un experto en eso de controlarse, a fin de cuentas lo hacía a todas horas, así que no le parecía descabellado poner aquella opción sobre la mesa.
Sobre lo de que a veces odiaba en que le había convertido la Luna entendía un poco, pero su respuesta natural era intentar bromear al respecto.
—Lo del jeto es una putada, si, pero al menos no te paseas por ahí con el cráneo en llamas ni tu boca se ha convertido en la de una lamprea. —murmuró con una débil sonrisa.
Era complicado, sin embargo, y a medida que el americano desarrollaba lo que tenía que decir y se sinceraba con el intara el ritmo de sus palabras fue aumentando y disminuyendo. Sekk estaba acostumbrado a aquella forma de hablar y no le costó trabajo seguirle, pero tampoco sabía como meter baza y a pesar de las pausas incómodas continuó escuchando en silencio hasta que le llegaron aquellas disculpas tan abstractas.
—A mi no me tienes que pedir perdón, Jace —replicó tras unos segundos—. No al menos por ser una criatura de precio inmoral. —aclaró, dándose la vuelta para mirarle de frente sin saber muy bien qué más decir.
¿Cómo se suponía que tenía que consolarlo? Rocavarancolia era así, con el tiempo el berserker se había hecho a la idea, pero entendía que aunque cada uno tenía sus propias mierdas el caso de su amigo era quizás un poco más peliagudo.
—No sé muy bien qué decirte sobre lo de matar o no matar, pero al menos tienes elección y eso ya es algo —reconoció, encogiéndose de hombros de forma poco convincente. Era un enfoque un poco pobre, pero también era cierto que él no era nadie para decirle que estaba bien y que estaba mal—. Se que los impulsos son un coñazo, pero puedes aprender a convivir con ellos de alguna manera, ¿no? —sugirió. El intara era un experto en eso de controlarse, a fin de cuentas lo hacía a todas horas, así que no le parecía descabellado poner aquella opción sobre la mesa.
Sobre lo de que a veces odiaba en que le había convertido la Luna entendía un poco, pero su respuesta natural era intentar bromear al respecto.
—Lo del jeto es una putada, si, pero al menos no te paseas por ahí con el cráneo en llamas ni tu boca se ha convertido en la de una lamprea. —murmuró con una débil sonrisa.
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Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
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Re: Con la cabeza en las nubes
17/04/22, 03:39 pm
Parecía dispuesto acabarse el cigarro en tiempo récord, encajado en su asiento con los hombros rígidos. Aunque por su lenguaje corporal y la falta de respuestas (verbales o abstractas) no lo pareciera, oía atentamente. A veces resoplaba o se hundía más en la silla, sin embargo la mayor parte del tiempo simplemente estaba allí, tan quieto que bien parecía muerto.
Quizás fueron los niveles de tensión, la incomodidad que había creado o el no esperárselo, mas temblor terminó irrumpiendo en su pecho. A penas fue un resoplido bajo, el tipo de risa que, de haber tenido rostro, habría ido acompañada de una sonrisa.
«Que me tenga que aconsejar un puto berserker sobre gestión de impulsos…» como si fuera un chiste malo volvió a reír, todavía discreto aunque menos comedido. Era patético pero al menos le hacía gracia. «Me cago en Cristo.»
Con cero respeto al mobiliario apagó la ya minúscula colilla contra una de las patas de la silla y la tiró al suelo. A diferencia de los que tenían en Serpentaria, el mueble no se quejó.
«Pues no sé si prefiero el cráneo en llamas eh. Estaría guapísimo» respondió mientras se levantaba con un atisbo de ánimo. El tema seguía ahí, pero haberse confesado con alguien le quitaba algo de peso de encima. No sabía si realmente quería controlarse, si no sería más sano aceptar que era un monstruo y punto… por lo pronto con no quedarse solo por serlo le bastaba.
«A lo mejor sí que necesito ir a yoga contigo. Por probar» se dobló para recuperar su espada de madera. «También me sirve que te dejes partir la cara» le apuntó con la espada, con mofa en la voz. «Así volvería a ser el guapo de los dos y me sentiría mejor conmigo mismo.»
Era broma. Puede que no mucho, pero era broma.
Quizás fueron los niveles de tensión, la incomodidad que había creado o el no esperárselo, mas temblor terminó irrumpiendo en su pecho. A penas fue un resoplido bajo, el tipo de risa que, de haber tenido rostro, habría ido acompañada de una sonrisa.
«Que me tenga que aconsejar un puto berserker sobre gestión de impulsos…» como si fuera un chiste malo volvió a reír, todavía discreto aunque menos comedido. Era patético pero al menos le hacía gracia. «Me cago en Cristo.»
Con cero respeto al mobiliario apagó la ya minúscula colilla contra una de las patas de la silla y la tiró al suelo. A diferencia de los que tenían en Serpentaria, el mueble no se quejó.
«Pues no sé si prefiero el cráneo en llamas eh. Estaría guapísimo» respondió mientras se levantaba con un atisbo de ánimo. El tema seguía ahí, pero haberse confesado con alguien le quitaba algo de peso de encima. No sabía si realmente quería controlarse, si no sería más sano aceptar que era un monstruo y punto… por lo pronto con no quedarse solo por serlo le bastaba.
«A lo mejor sí que necesito ir a yoga contigo. Por probar» se dobló para recuperar su espada de madera. «También me sirve que te dejes partir la cara» le apuntó con la espada, con mofa en la voz. «Así volvería a ser el guapo de los dos y me sentiría mejor conmigo mismo.»
Era broma. Puede que no mucho, pero era broma.
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