- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
El regreso de Kud
26/09/19, 07:55 pm
Kin y Saria no tardaron mucho en aparecer, lógicamente queriendo saber qué había pasado. El kairós les refirió brevemente la persecución que había tenido que llevar a cabo para evitar que Kudryavka atentase contra su vida y les comunicó que no consideraba prudente desparalizarlo en aquel lugar y que probablemente sería mejor dejar las preguntas para más tarde.
—Lo transportaré hasta la clínica: es mejor que lo saquemos de aquí y la sede de los taumaturgos está demasiado lejos.
Dicho y hecho, el irrense hizo levitar el cuerpo paralizado del vánara y lo condujo en silencio hasta su casa. Lo llevó hasta el cuarto donde ingresaban los pacientes que debían pasar la noche en la clínica y tan solo deshizo el hechizo una vez lo hubo dejado sobre la cama y cerrado la puerta del cuarto.
—¿Quieres agua? —ofreció.
—Lo transportaré hasta la clínica: es mejor que lo saquemos de aquí y la sede de los taumaturgos está demasiado lejos.
Dicho y hecho, el irrense hizo levitar el cuerpo paralizado del vánara y lo condujo en silencio hasta su casa. Lo llevó hasta el cuarto donde ingresaban los pacientes que debían pasar la noche en la clínica y tan solo deshizo el hechizo una vez lo hubo dejado sobre la cama y cerrado la puerta del cuarto.
—¿Quieres agua? —ofreció.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El regreso de Kud
27/09/19, 08:58 pm
Kin se quedó estupefacto al escuchar la historia de Archi y comprender que el vánara pretendía prenderse fuego. Le entraron ganas de sacudirlo por los hombros hasta que volviera en sí, pero serviría de tan poco como quedarse mirando. Kud siempre había sido un chico problemático, si se paraba a pensarlo no era tan raro que hubiese acabado así. Simplemente llevaba un tiempo que parecía que su sesera se había estabilizado, y se confiaron. Hasta ese momento, Kud tampoco había necesitado que nadie cuidase de él.
—Venga, aquí no hay nada que mirar, largaos —casi gruñó a la gente que todavía miraba cuando Archi decidió transportar a Kud, que no respondía a las preguntas de nadie. Lo cierto era que tampoco era el mejor sitio para ponerse a hablar.
Al ponerse en marcha apoyó una mano sobre el hombro de Saria, que parecía afectada.
—Voy a avisar al resto, por si están viniendo hacia aquí —le dijo sin alzar demasiado la voz, y buscó su comunicador para avisar a quien estuviese escuchando de que Kud se encontraba a salvo y se dirigían a la clínica.
Se hizo un silencio difícil de romper. Incluso cuando hubieron llegado a la clínica, Kin siguió sin ser capaz de hacerlo. Tal vez al vánara le resultaría más fácil empezar a comunicarse con Archi, ya que no perdía la calma como los demás, así que él mismo se forzó a aparentar serenidad mientras observaba.
—Venga, aquí no hay nada que mirar, largaos —casi gruñó a la gente que todavía miraba cuando Archi decidió transportar a Kud, que no respondía a las preguntas de nadie. Lo cierto era que tampoco era el mejor sitio para ponerse a hablar.
Al ponerse en marcha apoyó una mano sobre el hombro de Saria, que parecía afectada.
—Voy a avisar al resto, por si están viniendo hacia aquí —le dijo sin alzar demasiado la voz, y buscó su comunicador para avisar a quien estuviese escuchando de que Kud se encontraba a salvo y se dirigían a la clínica.
Se hizo un silencio difícil de romper. Incluso cuando hubieron llegado a la clínica, Kin siguió sin ser capaz de hacerlo. Tal vez al vánara le resultaría más fácil empezar a comunicarse con Archi, ya que no perdía la calma como los demás, así que él mismo se forzó a aparentar serenidad mientras observaba.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: El regreso de Kud
28/09/19, 02:18 am
Saria se sorbió los mocos y se limpió las lágrimas con las manos. El sabor salado se le coló a través de los dedos y le provocó un escalofrío que, a pesar de no estar relacionado con lo ocurrido, trajo a la mala sombra una sensación desagradable, como de mal fario. ¿Qué le había pasado a Kud durante todo este tiempo para acabar así? ¿Por qué ceros endemoniados no había acudido a ellos antes? ¿Qué le pasaba a la gente con pedir ayuda, que pareciera que fueran a vender una parte de su buenaventura o algo?
—Gracias, Archi —le dijo antes de que desapareciera.
La mano de Kin le sentó de maravilla, asintió a sus palabras y ella mientras tanto trató de recomponerse un poco. El paseo se le hizo eterno aun sabiendo que Archi vigilaba a Kud; que lo mantendría a salvo. Saria volvió a fijarse en las probabilidades y anduvo errática, esquivando cualquier número cuantioso como si le fuera la vida en ello. La suerte era aleatoriedad pura: no sabía qué baldosa mal pisada pudiera provocar una reacción en cadena que acabara con un mono muerto. Tampoco quería comprobarlo.
No quería tentar a la Suerte.
Por eso mismo le costó tanto hablar de nuevo, incluso dentro de la clínica del irrense. Observaba a Kud con una pizca de miedo en el rostro, incapaz de esconderlo.
—Yo también tengo… —se aclaró la garganta—. Tengo caramelos, chucherías y alguna cosa más. Ah, y batido de chocolate. ¿Quieres algo, Kud? ¿Tienes hambre? —Extendió la pregunta al resto con la mirada.
Sin esperar respuesta, metió la mano dentro del bolsillo sin fondo que guardaba en el marsupio y sacó de él todo lo mencionado: una bolsa llena de picoteo, un cucurucho con bolitas de mazapán, un termo de batido fresquito, un juego de vasos de papel encantado... Lo fue depositando todo sobre la superficie de una mesita. Se encontraba un poco nerviosa, evidenciado por el zarandeo de su cola.
La ordesa se había imaginado muchas situaciones improbables para saber cómo reaccionaría, para adelantarse a la sorpresa. Jamás se habría pensado a sí misma montando una merienda después de que un amigo intentara suicidarse. Ella misma estrenó la comida, cogió un mazapán y se lo llevó a la boca para callarse durante un rato. Tenía muchas preguntas para Kud, pero no quería agobiarlo antes de tiempo.
—Gracias, Archi —le dijo antes de que desapareciera.
La mano de Kin le sentó de maravilla, asintió a sus palabras y ella mientras tanto trató de recomponerse un poco. El paseo se le hizo eterno aun sabiendo que Archi vigilaba a Kud; que lo mantendría a salvo. Saria volvió a fijarse en las probabilidades y anduvo errática, esquivando cualquier número cuantioso como si le fuera la vida en ello. La suerte era aleatoriedad pura: no sabía qué baldosa mal pisada pudiera provocar una reacción en cadena que acabara con un mono muerto. Tampoco quería comprobarlo.
No quería tentar a la Suerte.
Por eso mismo le costó tanto hablar de nuevo, incluso dentro de la clínica del irrense. Observaba a Kud con una pizca de miedo en el rostro, incapaz de esconderlo.
—Yo también tengo… —se aclaró la garganta—. Tengo caramelos, chucherías y alguna cosa más. Ah, y batido de chocolate. ¿Quieres algo, Kud? ¿Tienes hambre? —Extendió la pregunta al resto con la mirada.
Sin esperar respuesta, metió la mano dentro del bolsillo sin fondo que guardaba en el marsupio y sacó de él todo lo mencionado: una bolsa llena de picoteo, un cucurucho con bolitas de mazapán, un termo de batido fresquito, un juego de vasos de papel encantado... Lo fue depositando todo sobre la superficie de una mesita. Se encontraba un poco nerviosa, evidenciado por el zarandeo de su cola.
La ordesa se había imaginado muchas situaciones improbables para saber cómo reaccionaría, para adelantarse a la sorpresa. Jamás se habría pensado a sí misma montando una merienda después de que un amigo intentara suicidarse. Ella misma estrenó la comida, cogió un mazapán y se lo llevó a la boca para callarse durante un rato. Tenía muchas preguntas para Kud, pero no quería agobiarlo antes de tiempo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El regreso de Kud
06/10/19, 08:12 pm
Keira corría hacia la clínica de Archi a toda velocidad, ignorando a todo aquel con el que se cruzaba lo conociera o no de antes. Había salido de la taberna hacía escasos minutos sin que apenas le diera tiempo a avisar a su jefe, y la urgencia en su voz había cortado cualquier réplica que pudiera tener el trasgo. La ulterana no había escuchado el primer mensaje de Archi, pues se había dejado el comunicador en su chaqueta colgada de la pared, pero la advertencia de uno de los clientes de que algo pitaba en sus bolsillos había conseguido que se acercara a echar un vistazo y escuchara el de Kin.
—No puede ser… —negaba para sí de vez en cuando con el corazón en la garganta, forzando sus piernas al máximo para llegar junto Kud cuanto antes.
De haber tenido tiempo para pensar se habría reprendido por no estar más atenta, por no preocuparse más por sus amigos y su estado emocional, pero lo único que atenazaba su mente en aquellos momentos era el miedo ante la posibilidad de perder al vanara. Y este no dejó de atormentarla hasta que no vió al ruso con sus propios ojos nada más irrumpir como una exhalación en la clínica del kairós.
—N- no oí el primer m-mensaje… —jadeó a duras penas, disculpándose con sus amigos por inercia. Su habitual sonrisa vulpina y mirada traviesa se habían esfumado por completo, sustituidos por una máscara de emociones que oscilaban entre el enfado, la desesperación y la tristeza al observar a Kud allí en medio.
No sabía qué era lo que había empujado al pelirrojo a querer terminar su vida de aquella forma tan horrible, pero no podía evitar pensar que en parte era culpa suya, y como si avanzara bajo el agua se acercó hasta él y se dejó caer de rodillas a su lado.
—¡Eres un idiota! —le acusó al final tras mirarle a la cara en silencio durante unos segundos interminables, el enfado sepultado poco a poco por la pena—. ¿Por qué.... ? —empezó, echándole los brazos al cuello mientras rompía a llorar sin que consiguiera formular la pregunta. Sus nueve colas se agitaban a su alrededor con vehemencia, como si también quisiera envolver a su amigo con ellas para protegerlo de lo que fuera que le hubiera empujado a actuar así.
—No puede ser… —negaba para sí de vez en cuando con el corazón en la garganta, forzando sus piernas al máximo para llegar junto Kud cuanto antes.
De haber tenido tiempo para pensar se habría reprendido por no estar más atenta, por no preocuparse más por sus amigos y su estado emocional, pero lo único que atenazaba su mente en aquellos momentos era el miedo ante la posibilidad de perder al vanara. Y este no dejó de atormentarla hasta que no vió al ruso con sus propios ojos nada más irrumpir como una exhalación en la clínica del kairós.
—N- no oí el primer m-mensaje… —jadeó a duras penas, disculpándose con sus amigos por inercia. Su habitual sonrisa vulpina y mirada traviesa se habían esfumado por completo, sustituidos por una máscara de emociones que oscilaban entre el enfado, la desesperación y la tristeza al observar a Kud allí en medio.
No sabía qué era lo que había empujado al pelirrojo a querer terminar su vida de aquella forma tan horrible, pero no podía evitar pensar que en parte era culpa suya, y como si avanzara bajo el agua se acercó hasta él y se dejó caer de rodillas a su lado.
—¡Eres un idiota! —le acusó al final tras mirarle a la cara en silencio durante unos segundos interminables, el enfado sepultado poco a poco por la pena—. ¿Por qué.... ? —empezó, echándole los brazos al cuello mientras rompía a llorar sin que consiguiera formular la pregunta. Sus nueve colas se agitaban a su alrededor con vehemencia, como si también quisiera envolver a su amigo con ellas para protegerlo de lo que fuera que le hubiera empujado a actuar así.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: El regreso de Kud
24/10/19, 08:37 pm
-͏̶̙̬͈̦͓̮͎͚̯̥͓̀͘͟K̥͈̥̘̹͡ ̴̷̸̛̞͔̳̝͔͝.̸̨̝͍̟̤̪̖͟͞ͅ ̶̡͕̺̣̲̭̩͚͙̩̥̪ ͏̛̲͚̫̦͍̰̱͍͔̹̝̥̠̻̥̲̻̮͖̀ṵ̡̢̻̠̘̼ ̦͓̘̠̦̦͙͙̟͚͇̝̩͔͔̟͓̕͟͠ͅ ͔̤̙̗̻̲͍̙̠̰͞ ̶̢̕͏͇̥̜̘̰̙̩̰͖͖́ḑ̸̧͈̱̞͖̝͢͞ ̧̢͉̜̟͚̮͔̣̤̻̱͜ ̧̡̲̭̩͘
Sus ojos veian, funcionaban efectivamente. Veia las caras de las personas que le rodeaban, personas preocupadas, pero era incapaz de ponerles nombre. Su nariz no tanto, el olor a gasolina concentrada se le habia pegado hasta las sienes y estaba bastante mareado por aquello. Sus orejas, igual. Incapacitadas, pues un pitido agudo las habia secuestrado. Finalmente, reconoció las caras, después de que sus ojos se ajustasen a la realidad. Sin embargo, sus reacciones eran bastante lentas. Él estaba de cuerpo presente, pero su cabeza no. Reaccionar a un nivel emocional era imposible en el estado mental tan recluido y dañado en el que se encontraba. La voz de Archi sonaba como un trompeteo bajo, casi ininteligible. Frunció el ceño al paso de un caracol y giró la cabeza suavemente, reaccionando como un bebe lo hacia ante estímulos nuevos.
Luego fue otra cara, más peluda, pero a la vez más se le antojaba más cariñosa. Quizás por los ojos tan grandes como los tenia, parecia un peluche. Finalmente la reconoció. Era Saria. Su cara era tan gentil y parecia bastante alegre de verle ¿Qué hacia ella ahí? ¿Dónde estaban sus bebés? Le quieria preguntar, pero su voz tambien le era irreconocible, hablaba más indirectamente, una suerte de escalas compuestas casi exclusivamente por viento metal ligero, un flautin, un fagot... Seguido de eso, la sinfónica de sus amigos parecia completarse paso a paso, pues quien dedujo que era la sombra más allá, algo apartada era no más ni menos que Kin. Posiblemente, su voz sonaria a cimbales, a platillos o incluso al triangulo. Se le antojaria divertido aquello de no ser que le era mentalmente imposible concebir el concepto del humor. Sus labos se curvaron lentamente cuando le reconoció, y observaba el espacio que ocupaba como un idiota balbuceante.
Finalmente se les unió un contrabajo. Pudo distinguirlo, por la cantidad de inarmonicos que salian por sus cuerdas. De cedro rojo, el contrabajo corrió hacia él. Quizás se habia notado demasiado su desagrado y queria exigirle algo. El olor, era reconocible. Podia describirse positivo. Cuando le abrazó, el vánara pareció calmarse un poco, pero no reacionó en demasia. El contrabajo seguia desafinando, y habia algo punzante en aquel olor, dulce, pero a la vez ataviado con un almizcle. Casi como la descomposición de un cadaver. Un almizcle dulce. Cuanto más le habla, oia, tocaba y fijaba, más el Vánara se sentia repugnado. Todas aquellas sensaciones desagradables, él debia apartarlas. Él debia aislarse de todo estímulo. Solo el sufrimiento le esperaba. Naranja, rojo, amarillo. Un espectro de colores cálidos así como un cuerpo caliente abrazandole. ¿Por que tenía tanto frío? Quizás por el contraste. Aquello le repudiaba, podía asegurarse.
Ojos una vez color pistacho separaron a la chica del abrazo, sujentandole los brazos en el aire de una manera un poco incómoda. Su garganta, atorada y destrozada por el llanto, esbozó las palabras de un cadaver en su funeral, mientras unas últimas lágrimas dejaban sus rojizos ojos ahora.
—¿Te... conozco?—preguntó.
Pero por fín algo hizo click en su cerebro. El pelo rojo, el olor, su voz, el más delicioso de los coros. No. Era un sinsentido que le volcó de vuelta a un mundo cruel. Un mundo en el que él ya no existia. Una union de dos neuronas, un matrimonio inestable y abusivo, pues inmediatamente, el vánara se congeló y las lágrimas cesaron.
—¿K-Keiria...?—
Quieto como una pierda, soltó los brazos de la chica y el mundo le dio vueltas. Sintio que las nauseas empeoraban. Toda sensación positiva estaba invertida, toda sensación negativa le era bienvenida. Aquello no tenia pies ni cabeza, como él. Que se quedó ardiendo en el mercado mientras los demás no hacian nada ni le dedicaban más que una mirada. Si ardía, ¿Por qué tenia tanto frío?
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El regreso de Kud
27/10/19, 02:10 am
El vánara no respondió a su pregunta, pero el irrense llevó dos vasos, por si alguien más quería beber y los dejó sobre la mesita. Kudryavka parecía encontrarse en estado de shock ya que no reaccionaba correctamente a los estímulos. Resultaba un tanto frustrante que se encontrasen en una clínica y no poder proporcionar a su amigo la ayuda adecuada. El ingeniero no era médico, a fin de cuentas, y se encontraba bastante perdido acerca de qué hacer.
Se mantuvo en el cuarto pero evitando permanecer demasiado cerca del humano mientras esperaban la llegada de Keiria y cuando esta llegó y dio un abrazo al vánara, este reaccionó por fin. Intercambió una mirada de preocupación, aunque probablemente indistinguible de su sempiterna expresión neutra, ante lo que parecía un episodio de amnesia, pero por suerte el humano dio muestras de reconocimiento enseguida. Su estado, no obstante, distaba de ser óptimo y el irrense notó las náuseas y el temblor. Usó un hechizo térmico para aumentar la temperatura de la habitación y la ropa de cama donde se hallaba el vánara y se adelantó unos pasos, dubitativo y cauteloso.
—Por favor, comenta cualquier detalle que te pueda proporcionar mayor comodidad.
No sabía qué más decir.
Se mantuvo en el cuarto pero evitando permanecer demasiado cerca del humano mientras esperaban la llegada de Keiria y cuando esta llegó y dio un abrazo al vánara, este reaccionó por fin. Intercambió una mirada de preocupación, aunque probablemente indistinguible de su sempiterna expresión neutra, ante lo que parecía un episodio de amnesia, pero por suerte el humano dio muestras de reconocimiento enseguida. Su estado, no obstante, distaba de ser óptimo y el irrense notó las náuseas y el temblor. Usó un hechizo térmico para aumentar la temperatura de la habitación y la ropa de cama donde se hallaba el vánara y se adelantó unos pasos, dubitativo y cauteloso.
—Por favor, comenta cualquier detalle que te pueda proporcionar mayor comodidad.
No sabía qué más decir.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El regreso de Kud
30/10/19, 06:50 pm
Kud no reaccionaba. Tal vez tenía sed o hambre, pero no respondía a los intentos de sus amigos por hacer que dijese o pidiese algo. El raigaurum se frotó la cara, intentando pensar con claridad. La preocupación y la sorpresa lo habían dejado embotado. No tenía idea de qué hacer.
Keiria entró entonces en la clínica a toda velocidad, y Kin le dedicó una mirada preocupada mientras atravesaba la habitación. A pesar de que había oído tarde el comunicador había explicado lo suficiente durante el segundo mensaje como para que entendiera la situación. Keiria estaba destrozada.
El raigaurum se acercó un poco más a la cama al ver que Kud estaba comenzando a reaccionar. Observó por encima del hombro de la kitsune cómo parecía no reconocerla, y abrió mucho los ojos, no entendiendo nada. Kud no se había golpeado la cabeza, pero tal vez estaba en shock o algo similar. El irrense no sabía mucho de eso, pero la confusión de Kud era preocupante.
A pesar de que terminó por reconocer a Keiria pareció comenzar a sentirse peor. Se le veía mareado, y Kin no pudo evitar pegarse a la cama también, preocupado de que pudiese perder el conocimiento.
—No parece que sea capaz de contar nada. Quizá deberíamos llamar a un médico… o a un mentalista— sugirió dudando—. No se golpeó la cabeza ni nada, no creo que sea algo físico. ¿Qué hacemos? —preguntó mirando uno por uno a sus amigos.
Keiria entró entonces en la clínica a toda velocidad, y Kin le dedicó una mirada preocupada mientras atravesaba la habitación. A pesar de que había oído tarde el comunicador había explicado lo suficiente durante el segundo mensaje como para que entendiera la situación. Keiria estaba destrozada.
El raigaurum se acercó un poco más a la cama al ver que Kud estaba comenzando a reaccionar. Observó por encima del hombro de la kitsune cómo parecía no reconocerla, y abrió mucho los ojos, no entendiendo nada. Kud no se había golpeado la cabeza, pero tal vez estaba en shock o algo similar. El irrense no sabía mucho de eso, pero la confusión de Kud era preocupante.
A pesar de que terminó por reconocer a Keiria pareció comenzar a sentirse peor. Se le veía mareado, y Kin no pudo evitar pegarse a la cama también, preocupado de que pudiese perder el conocimiento.
—No parece que sea capaz de contar nada. Quizá deberíamos llamar a un médico… o a un mentalista— sugirió dudando—. No se golpeó la cabeza ni nada, no creo que sea algo físico. ¿Qué hacemos? —preguntó mirando uno por uno a sus amigos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: El regreso de Kud
07/11/19, 02:42 am
La mala sombra agradeció la llegada de Keiria, así como la honestidad y el cariño con el que la ulterana regañó e insultó a Kud. Ella misma se estaba guardando muchos improperios y no era capaz de pronunciarlos porque había algo en torno a Kud que no le gustaba nada. Había vuelto en sí, en apariencia, el vanara había hablado matando un silencio tremebundo para la ordesa, pero había extrañeza en sus gestos, en sus palabras y en cómo miraba el mundo. También había peligro en torno a él. Cifras altas, números rojos, como había oído decir a algún humano.
—Deberíamos, sí. —Miró a Kin preocupada, luego a Krono y a Keiria. Sentía dentro de su estómago un gusano hambriento hecho de nervios que no dudó en alimentar con más mazapán—. No está bien —y se dió cuenta de lo obvio que sonaba—. Osea, las probabilidades a su alrededor… —<<Creo que se ha roto por dentro>> calló aterrada—. Deberíamos hablar con… La nublina esta tan mona de la escarcha… ¿Cómo se llamaba? —parecía que murmuraba despreocupada, pero los nervios le impedían acceder a su nombre con claridad. Hasta que algo hizo click y ella alzó la voz—¡Naeleth! Joder, ¡por todos los ceros del infinito!
Cuando se dio cuenta de que había gritado, se giró como un resorte hacia Kud y luego de vuelta hacia el resto. Se tapó la boca con las manos.
—Perdón, perdón, perdón...
Respiró hondo varias veces y silenció una pregunta que trataba de hacerse eco en su cabeza: ¿Cuáles eran las probabilidades de que la propia Saria sufriera un infarto?
—Deberíamos, sí. —Miró a Kin preocupada, luego a Krono y a Keiria. Sentía dentro de su estómago un gusano hambriento hecho de nervios que no dudó en alimentar con más mazapán—. No está bien —y se dió cuenta de lo obvio que sonaba—. Osea, las probabilidades a su alrededor… —<<Creo que se ha roto por dentro>> calló aterrada—. Deberíamos hablar con… La nublina esta tan mona de la escarcha… ¿Cómo se llamaba? —parecía que murmuraba despreocupada, pero los nervios le impedían acceder a su nombre con claridad. Hasta que algo hizo click y ella alzó la voz—¡Naeleth! Joder, ¡por todos los ceros del infinito!
Cuando se dio cuenta de que había gritado, se giró como un resorte hacia Kud y luego de vuelta hacia el resto. Se tapó la boca con las manos.
—Perdón, perdón, perdón...
Respiró hondo varias veces y silenció una pregunta que trataba de hacerse eco en su cabeza: ¿Cuáles eran las probabilidades de que la propia Saria sufriera un infarto?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El regreso de Kud
21/03/20, 05:23 pm
Algo en la expresión de Kud no estaba bien, en sus gestos y la forma en que la miraba había extrañeza, y cuando el vanara abrió la boca por primera vez su pregunta rompió el corazón de la kitsune.
—¿N-no me conoces? —preguntó a duras penas con voz tomada, dejándose apartar por el chico con expresión desecha—. Soy yo… —añadió con debilidad, buscando el reconocimiento en los ojos del ruso.
Cuando al fin el muchacho pareció identificarla no fue un consuelo, sin embargo, pues que inmediatamente empezara a encontrarse mal no era una buena señal.
—¿Quizás está en estado de shock? —inquirió, diciendo en voz alta lo que todos temían sin apartarse demasiado del chico. Kin también estaba a su lado, preocupado ante la posibilidad de que el ruso perdiera el conocimiento, y aunque su presencia parecía agravar el mareo del humano se resistían a apartarse.
Keiria no sabía muy bien cómo proceder, pero sus amigos tenían razón: un médico o un mentalista sabría mejor que hacer.
—Es como si no estuviera del todo aquí… —murmuró en voz baja, intentando no alterar más al pelirrojo. El grito de Saria sobresaltó a todo el mundo, pero dadas las circunstancias no se le podía reprochar nada a la ordesa.
>>¿Sabe alguien donde puede estar? —preguntó mirando a Archi por ser el que más rápido podía localizar a alguien.
—¿N-no me conoces? —preguntó a duras penas con voz tomada, dejándose apartar por el chico con expresión desecha—. Soy yo… —añadió con debilidad, buscando el reconocimiento en los ojos del ruso.
Cuando al fin el muchacho pareció identificarla no fue un consuelo, sin embargo, pues que inmediatamente empezara a encontrarse mal no era una buena señal.
—¿Quizás está en estado de shock? —inquirió, diciendo en voz alta lo que todos temían sin apartarse demasiado del chico. Kin también estaba a su lado, preocupado ante la posibilidad de que el ruso perdiera el conocimiento, y aunque su presencia parecía agravar el mareo del humano se resistían a apartarse.
Keiria no sabía muy bien cómo proceder, pero sus amigos tenían razón: un médico o un mentalista sabría mejor que hacer.
—Es como si no estuviera del todo aquí… —murmuró en voz baja, intentando no alterar más al pelirrojo. El grito de Saria sobresaltó a todo el mundo, pero dadas las circunstancias no se le podía reprochar nada a la ordesa.
>>¿Sabe alguien donde puede estar? —preguntó mirando a Archi por ser el que más rápido podía localizar a alguien.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El regreso de Kud
11/05/20, 09:29 pm
El vánara no se encontraba receptivo en absoluto y Archime se encontraba completamente perdido. Cuando se habló de encontrar a un mentalista se giró hacia Saria con la intención de darle la respuesta que buscaba, pero la propia mala sombra dio con ella por sí misma. Él suponía que Naeleth continuaba viviendo en Serpentaria, pero dejó que fuese la ordesa quien respondiese a la pregunta desviando la atención de Keiria hacia ella, ya que de los presentes era la que lo sabría con seguridad al continuar viviendo en la torre de hechicería. Al parecer así era, por lo que el grupo se dispuso a decidir cómo proceder.
Acordaron llevar al humano de vuelta a su cuarto en la Sede de los Taumaturgos y solicitar los servicios de la bruja del hielo una vez instalado allí. Kudryavka no se mostró cooperativo tampoco con la mentalista y en general el día dejó un mal sabor de boca a todo el grupo. A partir de ese momento tendría que estar pendientes de que el vánara no volviese a tratar de cometer ninguna locura y las preocupaciones parecía que iban en aumento entre aquella circunstancia y la desaparición de Xalkoth, quien definitivamente se encontraba en paradero desconocido. El irrense no perdía la esperanza, no obstante, y confiaba en que lograrían dar con él y en que podrían ayudar a Kud.
Sigue en Ordesta.
Acordaron llevar al humano de vuelta a su cuarto en la Sede de los Taumaturgos y solicitar los servicios de la bruja del hielo una vez instalado allí. Kudryavka no se mostró cooperativo tampoco con la mentalista y en general el día dejó un mal sabor de boca a todo el grupo. A partir de ese momento tendría que estar pendientes de que el vánara no volviese a tratar de cometer ninguna locura y las preocupaciones parecía que iban en aumento entre aquella circunstancia y la desaparición de Xalkoth, quien definitivamente se encontraba en paradero desconocido. El irrense no perdía la esperanza, no obstante, y confiaba en que lograrían dar con él y en que podrían ayudar a Kud.
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