Feliz navidad
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Evanna
Lathspell
Giniroryu
Yber
Cuervo
9 participantes
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Feliz navidad
07/10/17, 03:21 pm
Debido a los nuevos compañeros que habían entrado en el torreón, el tiempo se le echó encima. No pensó en quedarse mucho tiempo en el salón toqueteando su bolsa, recortando, montando y pintando, los regalos que tenía en su cabeza. Pero al estar solo, o por lo menos aparentemente solo, pudo concentrarse completamente en aquello que estaba haciendo, perdiendo la consciencia del tiempo. Le quedaba poco tiempo, según sus cálculos, concebidos debido a poco más que su intuición, le decían que quedaba muy poco para Navidad.
Trabajó con ahínco y decisión, pero tras un largo rato, inevitablemente, comenzó a cabecear y sus ojos fueron cerrándose lentamente.
Cuando volvió a abrir los ojos se encontraba enfrente de su hermano. Le miró fijamente, casi sin poder creérselo, incapaz de prestarle atención. Le estaba diciendo algo, por lo que Guille intentó concentrarse más, y por fin comenzó a distinguir palabras.
—Cuando vuelva iremos juntos a recoger caramelos, pero antes termina de vestirte, que tienes que ir clase —dijo su hermano con voz tierna y conciliadora. Cuánto echaba de menos esa sonrisa, pensó Guille.
—Vale, pero no llegues muy tarde, que tenemos que salir pronto, que siempre se llevan los mejores caramelos —respondió, un poco enfadado.
—Descuida, vendré lo más rápido que pueda…
Pronto, dos fuertes golpes, agitaron el sueño, y le impidieron seguir escuchando lo que le decía.
Guillermo entre abrió los ojos, y se dio cuenta que se había dormido, los sonidos que en un principio no pudo interpretar ahora se mostraron con total claridad. Ahora repetidos por segunda vez. Alguien llamaba a la puerta.
Se despertó de golpe, una parte de él lo tenía claro.
-Herma..nito, ahora voy- se frotó los ojos y se acercó a la puerta.
Cuando estuvo enfrente, tiro de la puerta con las dos manos, haciendo palanca con todo su cuerpo. La puerta se abrió, pero tras ella solo se encontraba la noche y el silencio de Rocavarancolia.
Oscuridad y nada más pensó Guille.
Se quedó ahí clavado mirando la noche.
Cuando todo se le hizo muy pesado, sus ojos empezaron a nublarse, primero pensó en que se estaba mareando, pero pronto se dio cuenta que estaba llorando.
De pie mirando al exterior, lloro desconsoladamente, por sus ojos caían dos grandes hileras de lágrimas.
"Se ha olvidado de mí" pensó, sin poder controlar sus lágrimas.
Los regalos están acabados y envueltos en el salón cada uno con una nota, esperando que alguien los abriera:
Guille no sabría como llegó a su cama, si había subido el solo o alguien le había subido. Debido a la luz que entraba en la habitación había dormido muchas mas horas de lo normal. Aun así se quedaría en la cama mucho tiempo mas, con los ojos abiertos mirando la pared, en sus ojos ya no había brillo, solo un recuerdo de un sueño, una pesadilla que para el era real, un sueño en el que había perdido todo, por su culpa, donde no había tenido voz, donde no pudo hacer nada, donde fue el torreón y no fue mejor que el huésped, había estado ahí demasiado tiempo, suficiente para perder en algún sitio de su interior y olvidar su inocencia.
Se levantaría lentamente, sin prisa, con la lentitud que da la culpa y el tiempo, y lo primero que haría nada mas levantarse, seria quitarse su gorro de totoro ponérselo a Lechuga, y dejarlos escondidos en un baúl, por miedo y por pensar que ya no los merece.
El cambio en Guillermo será evidente, ira mas lento, pensara mucho mas todo ,por lo tanto hablará menos, no mirara tanto a los ojos al gente, sera más observador y más serio, no quera molestar y encerrara al guille inocente e imaginativo en un baúl igual que a Lechuga y su gorro.
Si alguien le pregunta dirá que esta bien.
Trabajó con ahínco y decisión, pero tras un largo rato, inevitablemente, comenzó a cabecear y sus ojos fueron cerrándose lentamente.
Cuando volvió a abrir los ojos se encontraba enfrente de su hermano. Le miró fijamente, casi sin poder creérselo, incapaz de prestarle atención. Le estaba diciendo algo, por lo que Guille intentó concentrarse más, y por fin comenzó a distinguir palabras.
—Cuando vuelva iremos juntos a recoger caramelos, pero antes termina de vestirte, que tienes que ir clase —dijo su hermano con voz tierna y conciliadora. Cuánto echaba de menos esa sonrisa, pensó Guille.
—Vale, pero no llegues muy tarde, que tenemos que salir pronto, que siempre se llevan los mejores caramelos —respondió, un poco enfadado.
—Descuida, vendré lo más rápido que pueda…
Pronto, dos fuertes golpes, agitaron el sueño, y le impidieron seguir escuchando lo que le decía.
Guillermo entre abrió los ojos, y se dio cuenta que se había dormido, los sonidos que en un principio no pudo interpretar ahora se mostraron con total claridad. Ahora repetidos por segunda vez. Alguien llamaba a la puerta.
Se despertó de golpe, una parte de él lo tenía claro.
-Herma..nito, ahora voy- se frotó los ojos y se acercó a la puerta.
Cuando estuvo enfrente, tiro de la puerta con las dos manos, haciendo palanca con todo su cuerpo. La puerta se abrió, pero tras ella solo se encontraba la noche y el silencio de Rocavarancolia.
Oscuridad y nada más pensó Guille.
Se quedó ahí clavado mirando la noche.
Cuando todo se le hizo muy pesado, sus ojos empezaron a nublarse, primero pensó en que se estaba mareando, pero pronto se dio cuenta que estaba llorando.
De pie mirando al exterior, lloro desconsoladamente, por sus ojos caían dos grandes hileras de lágrimas.
"Se ha olvidado de mí" pensó, sin poder controlar sus lágrimas.
Los regalos están acabados y envueltos en el salón cada uno con una nota, esperando que alguien los abriera:
- Regalos:
- Eitne:
Envuelto con cuidado podrá ver colgante de ojo amuleto, es una piedra unida por una cuerda a la que está anudada, en la piedra hay un ojo de protección dibujado como Eitne enseño a Guille.
"Puede que la magia no hubiera salido una vez, pero no quiere decir que tengas que dejar de creer en ella, quizás solo haga falta mirarla desde otra perspectiva, nunca dejes de creer en la magia"
- Hyun:
Una funda para el martillo no es gran cosa si lo ves desde la perspectiva técnica, pero es lo máximo que podía hacer un niño, es de trozos de tela y está recubierto de dibujos de cosas bonitas.
"Muchas veces te miraba a escondidas, estabas solo y en tus ojos solo podía ver a alguien apunto de huir llorando, pero también sentía que podías hacer cosas increíbles solo si confiabas en ti, no tengas miedo "
- Pam:
Una pluma para escribir es una pluma de tamaño grande con una pluma de color negro que se va trasformando hasta el final en un color morado
"cómo estas todo el tiempo escribiendo he pensado que así tenías una más bonita, das mucho más miedo del que crees y eso está muy bien porque eso te hace más fuerte de lo que crees"
- Zobriel:
Dos pulseras de cuerda roja, cada una trenza con hilos echa pulsera
"no sabía que regalarle a un niño mayor, son para que te traigan suerte "
- Rox:
Un papel donde pone "Canción 2.mp3" en el archivo del mp3 está guardada la canción del planeta del tesoro, cantada por Guille y Eitne en los coros,
"Está cantada solo una vez para no gastar la batería así que perdona lo errores espero que te guste, esta canción me recuerda un poco a ti pero no sé porque, con la super ayuda de Eitne"
- Rena:
No son mas que un montón pegatinas y dibujos para pegar a su brazo decoración para su brazo metálico.
"Eres muy guay Rena y seguro que con estas pegatinas vas a molar mas, serias una hermana genial"
- Adru:
Es un dibujo de capitana super épico, el típico dibujo de un niño hacia una figura idealizada, en el dibujo pone "para la mejor capitana del mundo"
"Se que últimamente estás triste, así que te he hecho un dibujo para que te animes, siempre siempre seras la capitana y dudarlo solo se te hace aún mejor capitana, en estos momentos un superheroe siempre duda, porque son buenos y por eso duda, pero descubren la verdad y se vuelven más fuertes, dudas porque te importamos y eso te hace ser la capitana aunque no quieras"
- Milo:
Una flauta de madera de tamaño de la palma de una mano.
"No se he pensado que te quedaría muy guay, gracias por todo no se últimamente cada vez que te veo siento la necesidad de darte las gracias y pedirte disculpas y no se porque... Hecha con un montón de ayuda de Neil "
- Nime:
Es una escultura de una polilla hecha de madera
"como se que te gustan mucho los bichos, un día tienes que ir a la tierra ha cazar bichos seguro que te lo pasarías genial ... Con mucha ayuda de Neil "
- Neil:
Dentro hay un peluche de Olaf.
"Porque todos necesitamos de vez en cuando abrazos calentitos, eres la persona mas importante del torreón tu haces que sea un hogar, eres mucho mas genial de lo que te crees... Echo con mucha mucha mucha ayuda de Pam"
- Huésped:
Hay un escarabajo de tamaño un poco más pequeños de una pelota de tenis, coloreado de distintos colores.
"últimamente creo que no eras tan bueno, pero nadie es tan malo como para quedarse sin regalo de Navidad"
- Hiss:
Un libro de cuentos encontrado en su salida a Rocavarancolia
"porque me gustan mucho tus historias y para que puedas contarnos más"
- Mike:
Una grulla de papel que mueve la cola, una rana que da saltos y un barquito de papel
"no se, porque son bonitos"
- Ina y Eorlir:
Dentro hay dos vales dibujados donde pone "vale por un favor"
" No os conozco de hace mucho, pero parecéis muy majos, así que os dejo unos vales para un favor a cada uno"
Guille no sabría como llegó a su cama, si había subido el solo o alguien le había subido. Debido a la luz que entraba en la habitación había dormido muchas mas horas de lo normal. Aun así se quedaría en la cama mucho tiempo mas, con los ojos abiertos mirando la pared, en sus ojos ya no había brillo, solo un recuerdo de un sueño, una pesadilla que para el era real, un sueño en el que había perdido todo, por su culpa, donde no había tenido voz, donde no pudo hacer nada, donde fue el torreón y no fue mejor que el huésped, había estado ahí demasiado tiempo, suficiente para perder en algún sitio de su interior y olvidar su inocencia.
Se levantaría lentamente, sin prisa, con la lentitud que da la culpa y el tiempo, y lo primero que haría nada mas levantarse, seria quitarse su gorro de totoro ponérselo a Lechuga, y dejarlos escondidos en un baúl, por miedo y por pensar que ya no los merece.
El cambio en Guillermo será evidente, ira mas lento, pensara mucho mas todo ,por lo tanto hablará menos, no mirara tanto a los ojos al gente, sera más observador y más serio, no quera molestar y encerrara al guille inocente e imaginativo en un baúl igual que a Lechuga y su gorro.
Si alguien le pregunta dirá que esta bien.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Feliz navidad
07/10/17, 04:59 pm
Eitne se levantó temprano aquella mañana. Había dormido poco, otra vez. Su sueño duró apenas un par de horas y ambas estuvieron llenas de niebla de pesadillas. El niño bostezó, se frotó los ojos y arrugó el gesto por el malestar que sentía en todo el cuerpo. Todo el mundo seguía en las camas. Paró la vista sobre la cama vacía de Hyun y agachó la cabeza. Le era imposible ignorar la culpa, aunque aún no supiera que se trataba de ella.
Con sus huesos quejándose, el niño saltó de la cama y tomó las escaleras para ir al baño. Estaba pensando en tumbarse más tarde en el sofá cuando llegó al salón. Abrió los ojos como platos y se acercó a los paquetes. Se fijó en los nombres y, cómo no, buscó el suyo.
Guille se lo había explicado tan bien, que Eitne no tuvo dudas: hoy era la Navidad. El niño cogió el bulto que le pertenecía, se lo acercó a la oreja y lo agitó. ¿Qué era? El cansancio quedó relegado a un segundo plano y Eitne esbozó una sonrisa enorme. Abrió la nota que le habían dedicado y la leyó en voz muy baja, que era como mejor le salía.
Antes de darse cuenta, ya estaba llorando. El papel se le llenó de gotitas y lo guardó para no mancharlo más. Acto seguido, abrió su paquete y lloró un poco más. Sacó el colgante y lo admiró durante varios segundos. <<Los regalos trabajados son los mejores>> recordó a su abuela, mientras se llevaba el colgante al cuello.
Había algo muy hogareño en recibir regalos. Por un lado, sentía añoranza por su casa y su familia; por otro, sentía calidez y cariño por la gente que le acompañaba ahora. Los nombres en el resto de notas eran como una constatación de que, en un sitio tan feo y peligroso, Eitne había conseguido una familia nueva. El niño agradecía haberles encontrado.
La curiosidad le pudo y, con cuidado de que no dejar rastro, el daeliciano fisgoneó el resto de notas. Emocionado por todas, acabó llegando a la de Hyun y volvió a llorar. <<Tenemos que encontrarle>> se dijo. Aún con el papel de Hyun en la mano, Eitne se sentó en el suelo y se abstrajo mirando su regalo. ¿Por qué firmaba Guille como Papá Noel? ¿Y por qué él no tenía regalos, si no se había portado mal?
Con sus huesos quejándose, el niño saltó de la cama y tomó las escaleras para ir al baño. Estaba pensando en tumbarse más tarde en el sofá cuando llegó al salón. Abrió los ojos como platos y se acercó a los paquetes. Se fijó en los nombres y, cómo no, buscó el suyo.
Guille se lo había explicado tan bien, que Eitne no tuvo dudas: hoy era la Navidad. El niño cogió el bulto que le pertenecía, se lo acercó a la oreja y lo agitó. ¿Qué era? El cansancio quedó relegado a un segundo plano y Eitne esbozó una sonrisa enorme. Abrió la nota que le habían dedicado y la leyó en voz muy baja, que era como mejor le salía.
Antes de darse cuenta, ya estaba llorando. El papel se le llenó de gotitas y lo guardó para no mancharlo más. Acto seguido, abrió su paquete y lloró un poco más. Sacó el colgante y lo admiró durante varios segundos. <<Los regalos trabajados son los mejores>> recordó a su abuela, mientras se llevaba el colgante al cuello.
Había algo muy hogareño en recibir regalos. Por un lado, sentía añoranza por su casa y su familia; por otro, sentía calidez y cariño por la gente que le acompañaba ahora. Los nombres en el resto de notas eran como una constatación de que, en un sitio tan feo y peligroso, Eitne había conseguido una familia nueva. El niño agradecía haberles encontrado.
La curiosidad le pudo y, con cuidado de que no dejar rastro, el daeliciano fisgoneó el resto de notas. Emocionado por todas, acabó llegando a la de Hyun y volvió a llorar. <<Tenemos que encontrarle>> se dijo. Aún con el papel de Hyun en la mano, Eitne se sentó en el suelo y se abstrajo mirando su regalo. ¿Por qué firmaba Guille como Papá Noel? ¿Y por qué él no tenía regalos, si no se había portado mal?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Feliz navidad
09/10/17, 01:45 pm
Por suerte para ella y el resto de heridos, el hechizo que había encontrado Milo era mucho más potente que el que tenían. Descubrieron que solo su aurva era capaz de llevarlo a cabo (“¿ves, Neil? ¡Yo sabía que tenías mucho talento para la magia!”) y que servía incluso para recolocar su brazo roto. La parte mala era su dificultad y que el sinhadre se agotaba mucho cuando lo hacía, y al cabo de aplicarlo unas pocas veces ya no le volvía a salir hasta el día siguiente. Pero para cuando llegó aquel día las heridas de todo el mundo se había sanado gracias a él, con la única excepción de las quemaduras que todavía seguían resultando una molestia. Adru no emitió ninguna queja al respecto, pero todavía le frustraba no poder correr con libertad debido al dolor en las plantas de sus pies. De todas formas el tener el brazo bien y verse libre del resto de heridas le habían puesto de muchísimo mejor humor. Una única cosa lo empañaba todavía: Hyun no aparecía. A cambio habían encontrado dos sinhadres que también habían perdido a su grupo, por lo que estaba segura de que acabarían encontrando al coreano. Quizás el también se había topado con otros chicos igual que Ina y Eorlir.
Aquella mañana se despertó antes que nadie. Tan solo echaba en falta a Eitne en el cuarto, pero sabía que el niño llevaba tiempo con problemas para conciliar el sueño y no le sorprendió. Volvía a dormir pegada a la cama de Neil y el daeliciano ahora que su cuerpo ya estaba recuperado en su mayoría, pero ver a todo el mundo durmiendo profundamente le hizo tratar de moverse con cuidado. Los pies le dolían demasiado como para hacer movimientos bruscos, de todas formas. Tenía hambre, como de costumbre, y los dos brazos sanos, así que decidió que no esperaría a que su aurva le preparse el desayuno aquella vez. Tan solo debía ser un poco cuidadosa con las quemaduras de las manos.
No obstante, algo la distrajo por completo del runrún de su estómago: en cuanto que llegó al último descansillo pudo ver la figura de Eitne sentada en el sofá mirando hacia allí. La edeel saludó con la mano mientras bajaba, provocando un pequeño traspiés que consiguió solucionar sin un accidente, y esperó a llegar hasta el niño para saludarle.
—Buenos días, Eitne —le dijo en voz baja—. ¿No has conseguido dormir hoy?— Antes de recibir respuesta se fijó en los paquetes, todos etiquetados con nombres—. Vaya, ¿qué es eso? ¿Los has puesto tú? —Siguió preguntando mientras se acercaba al montón de objetos.
Fue leyendo los nombres uno a uno hasta dar con uno que ponía “Adru”. Lo cogió entre sus manos y vio que había más cosas escritas aparte de su nombre. Leyó su contenido en voz alta.
—…Y eso te hace ser la capitana aunque no quieras. Firmado: Papá Noel —cuando llegó al final su voz se había alzado sin que ella lo pretendiese, pero también se le había ido formando un nudo en la garganta mientras leía aquellas líneas.
La firma le dejó claro quién lo había escrito: solo una persona se había pasado semanas hablando sobre la Navidad y los regalos de Papá Noel. Alzó la cabeza hacia el daeliciano, con los ojos enmudecidos y las palabras medio atascadas en la garganta mientras abría el paquete para poder ver el dibujo que mencionaba la nota. Lo observó durante largos segundos sin decir nada, hasta que una lágrima solitaria discurrió por su mejilla, aterrizando sobre el borde del papel. Retiro el dibujo enseguida para evitar estropearlo más y se limpió los ojos. Cuando volvió a mirar hacia Eitne, tan solo sonreía ampliamente.
>>Guille es un niño muy bueno.
No supo qué más decir. Sabía que había gente que lloraba de felicidad aunque hasta ese momento no había entendido por qué. Aunque no estaba segura de que hubiese llorado de felicidad exactamente, era un sentimiento difícil de entender para la sinhadre. Solo sabía que no podía decepcionar las expectativas de todos aquellos que habían seguido creyendo en ella a pesar de lo que había hecho el fatídico día.
Aquella mañana se despertó antes que nadie. Tan solo echaba en falta a Eitne en el cuarto, pero sabía que el niño llevaba tiempo con problemas para conciliar el sueño y no le sorprendió. Volvía a dormir pegada a la cama de Neil y el daeliciano ahora que su cuerpo ya estaba recuperado en su mayoría, pero ver a todo el mundo durmiendo profundamente le hizo tratar de moverse con cuidado. Los pies le dolían demasiado como para hacer movimientos bruscos, de todas formas. Tenía hambre, como de costumbre, y los dos brazos sanos, así que decidió que no esperaría a que su aurva le preparse el desayuno aquella vez. Tan solo debía ser un poco cuidadosa con las quemaduras de las manos.
No obstante, algo la distrajo por completo del runrún de su estómago: en cuanto que llegó al último descansillo pudo ver la figura de Eitne sentada en el sofá mirando hacia allí. La edeel saludó con la mano mientras bajaba, provocando un pequeño traspiés que consiguió solucionar sin un accidente, y esperó a llegar hasta el niño para saludarle.
—Buenos días, Eitne —le dijo en voz baja—. ¿No has conseguido dormir hoy?— Antes de recibir respuesta se fijó en los paquetes, todos etiquetados con nombres—. Vaya, ¿qué es eso? ¿Los has puesto tú? —Siguió preguntando mientras se acercaba al montón de objetos.
Fue leyendo los nombres uno a uno hasta dar con uno que ponía “Adru”. Lo cogió entre sus manos y vio que había más cosas escritas aparte de su nombre. Leyó su contenido en voz alta.
—…Y eso te hace ser la capitana aunque no quieras. Firmado: Papá Noel —cuando llegó al final su voz se había alzado sin que ella lo pretendiese, pero también se le había ido formando un nudo en la garganta mientras leía aquellas líneas.
La firma le dejó claro quién lo había escrito: solo una persona se había pasado semanas hablando sobre la Navidad y los regalos de Papá Noel. Alzó la cabeza hacia el daeliciano, con los ojos enmudecidos y las palabras medio atascadas en la garganta mientras abría el paquete para poder ver el dibujo que mencionaba la nota. Lo observó durante largos segundos sin decir nada, hasta que una lágrima solitaria discurrió por su mejilla, aterrizando sobre el borde del papel. Retiro el dibujo enseguida para evitar estropearlo más y se limpió los ojos. Cuando volvió a mirar hacia Eitne, tan solo sonreía ampliamente.
>>Guille es un niño muy bueno.
No supo qué más decir. Sabía que había gente que lloraba de felicidad aunque hasta ese momento no había entendido por qué. Aunque no estaba segura de que hubiese llorado de felicidad exactamente, era un sentimiento difícil de entender para la sinhadre. Solo sabía que no podía decepcionar las expectativas de todos aquellos que habían seguido creyendo en ella a pesar de lo que había hecho el fatídico día.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Feliz navidad
10/10/17, 07:34 pm
Abrió los ojos bastante frustrado. El sueño que había estado rondando la mente de Zobriel aquella noche no tenia cosas de terror, para variar. En cambio le mostro lo peor que podía pasar por su cabeza en aquel momento. Su abuela. "Deben demostrar ser dignos, así algún día los dioses los llevaran como gloriosos...." Y una mierda. Hyung no había aparecido. Lo habían buscado con panico aquella fatídica tarde. Al día siguiente buscaron de nuevo y su compañero no había dado señales. Si alguien hubiese pintado a los cosechados regresando al torreón abatidos, no encontraría mejor color para compaña esa escena que las tonalidades de Rocavarancolia.
Y ahora llegaba su abuela a recordarle esa estúpida frase. Simplemente no lo aceptaría. El merecer o no estar allí ya significaba algo diferente para el nublino. Definitivamente seguía queriendo ser parte de todo eso. Pero las cosas que habían pasado en la ciudad le habían quitado toda la emoción de ser uno entre pocos. Al contrario, le habían dejado un sabor a ser pocos entre nada, algo así como "bien hecho muchacho, no caíste dormido por mi humo, ahora si vives o mueres nos da igual". Ahora Zobriel se aferraba a sus sueños con dientes y uñas. y el sabor a decepción no era lo único.
Su boca había estado seca antes, cuando hablaba en público o estaba nervioso tendía a tartamudear cuando se pegaba al paladar por lo seca que se ponía, pero ahora sentía un sabor pastoso a hierro que no quería terminar de aceptar como lo que era. Suponía que algo en ese lugar lo estaba enfermando. Como la miel de los primeros días, aunque los demás se veían bien, y al no haber otro nublino no podía corroborarlo. Y el ultimo nublino que había visto quizás le respondiera que el sabor que sentía si era lo que creía. Además lo asalto la idea de la terrible pesadilla en la que llovía sangre y el se volvía lluvia....era demasiado para asimilar justo al despertarse. Termino levantándose aun con todo en penumbras para buscar un poco de agua con que despejarse y quitarse ese sabor de la boca.
Bajo las escaleras una a una preguntándose si a estas alturas alguien del torreón dormiría profundamente. Después de que le contaron la historia de los visitantes y con todas las veces que se había despertado de improviso, dormir bien parecía en sí mismo un sueño. Al llegar abajo vio que no estaba solo. Supuso que lo vieron bajar, así que fue a la cocina a servirse un vaso de agua antes de acercarse. Entre sorbos fue donde estaban los demás despeinando un poco al pequeño Eitne al pasar. Vio aquellas cosas que sus amigos tenían en sus manos y busco el suyo con la vista. Tomo la nota cuidando de no votar agua y la leyó. No lo hizo en voz alta pero de haberlo hecho, habría tartamudeado de nuevo y no por sequedad o nerviosismo. Simplemente era algo que no le habían dicho jamás y no acababa de creerlo el mismo.
La doblo con cuidado antes de ver su regalo y quedarse sin pestañear un buen rato. Era más de lo que merecía o esperaba. El pequeñajo que saltaba y corría para todo lado lo consideraba un niño mayor...y le regalaba cosas para la suerte. El mismo Zob que conocia de aquel lugar y lo que les pasaria, no sabía que los hacía especiales a cada uno de ellos, pero deseo por una vez que cuando Guille viera salir la Luna Roja se volviera algo totalmente diferente a lo que era (o había sido) Verael. Sonrió pensando en cómo colocarse esas pulseras, así que sin decir una sola palabra se sentó al costado del daeliciano y le dio unos toques a su brazo y luego le entrego una pulsera antes de señalar el mechón de su cabello que siempre llevaba atado. Sabía que si lo intentaba el mismo no quedaría tan bien. Mientras tanto se colocaba la otra en su muñeca derecha aun un poco sorprendido por todo, y ni siquiera el recuerdo de su sueño iba a arruinar eso. Tal vez el pequeño humano tenia razón y esa navidad era una fecha especial.
Y ahora llegaba su abuela a recordarle esa estúpida frase. Simplemente no lo aceptaría. El merecer o no estar allí ya significaba algo diferente para el nublino. Definitivamente seguía queriendo ser parte de todo eso. Pero las cosas que habían pasado en la ciudad le habían quitado toda la emoción de ser uno entre pocos. Al contrario, le habían dejado un sabor a ser pocos entre nada, algo así como "bien hecho muchacho, no caíste dormido por mi humo, ahora si vives o mueres nos da igual". Ahora Zobriel se aferraba a sus sueños con dientes y uñas. y el sabor a decepción no era lo único.
Su boca había estado seca antes, cuando hablaba en público o estaba nervioso tendía a tartamudear cuando se pegaba al paladar por lo seca que se ponía, pero ahora sentía un sabor pastoso a hierro que no quería terminar de aceptar como lo que era. Suponía que algo en ese lugar lo estaba enfermando. Como la miel de los primeros días, aunque los demás se veían bien, y al no haber otro nublino no podía corroborarlo. Y el ultimo nublino que había visto quizás le respondiera que el sabor que sentía si era lo que creía. Además lo asalto la idea de la terrible pesadilla en la que llovía sangre y el se volvía lluvia....era demasiado para asimilar justo al despertarse. Termino levantándose aun con todo en penumbras para buscar un poco de agua con que despejarse y quitarse ese sabor de la boca.
Bajo las escaleras una a una preguntándose si a estas alturas alguien del torreón dormiría profundamente. Después de que le contaron la historia de los visitantes y con todas las veces que se había despertado de improviso, dormir bien parecía en sí mismo un sueño. Al llegar abajo vio que no estaba solo. Supuso que lo vieron bajar, así que fue a la cocina a servirse un vaso de agua antes de acercarse. Entre sorbos fue donde estaban los demás despeinando un poco al pequeño Eitne al pasar. Vio aquellas cosas que sus amigos tenían en sus manos y busco el suyo con la vista. Tomo la nota cuidando de no votar agua y la leyó. No lo hizo en voz alta pero de haberlo hecho, habría tartamudeado de nuevo y no por sequedad o nerviosismo. Simplemente era algo que no le habían dicho jamás y no acababa de creerlo el mismo.
La doblo con cuidado antes de ver su regalo y quedarse sin pestañear un buen rato. Era más de lo que merecía o esperaba. El pequeñajo que saltaba y corría para todo lado lo consideraba un niño mayor...y le regalaba cosas para la suerte. El mismo Zob que conocia de aquel lugar y lo que les pasaria, no sabía que los hacía especiales a cada uno de ellos, pero deseo por una vez que cuando Guille viera salir la Luna Roja se volviera algo totalmente diferente a lo que era (o había sido) Verael. Sonrió pensando en cómo colocarse esas pulseras, así que sin decir una sola palabra se sentó al costado del daeliciano y le dio unos toques a su brazo y luego le entrego una pulsera antes de señalar el mechón de su cabello que siempre llevaba atado. Sabía que si lo intentaba el mismo no quedaría tan bien. Mientras tanto se colocaba la otra en su muñeca derecha aun un poco sorprendido por todo, y ni siquiera el recuerdo de su sueño iba a arruinar eso. Tal vez el pequeño humano tenia razón y esa navidad era una fecha especial.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Feliz navidad
11/10/17, 10:04 pm
Las cosas habían cambiado en el torreón, uno se había marchado y dos habían llegado. Daba igual cuanto buscaron a Hyun, nunca pudieron encontrarlo. Y su marcha, irónicamente, se noto en el grupo. Pam no diría que estaba feliz por su desaparición, pero seria hipócrita si admitía que le ocasionaba un gran pesar.
Ese día, como todos los anteriores, se presentaba como un día mas, sin cambios ni sorpresa. La mona del queso a esas alturas había medio olvidado el extraño pedido de Guille tiempo atrás por lo que cuando Rena la bajo hasta la sala y vio allí presentes y despiertos a algunos compañeros.... frente a un buen numero de regalos, la mona del queso se quedo sumamente desconcertada. No había visto un regalo en si en su vida. << Guille hablo de la Navidad ¿esto era? >> curiosa y confundida se acerco a los regalos torpemente, no esperando realmente que fuese a recibir nada. ¿Como podría planteárselo siquiera? Era algo desconocido para ella. Gracias a Guille había medio entendido lo que era la Navidad, pero aun así, dudaba que un tal Papa Noel fuese a acordarse de ella, por mas que supiera que este se trataba de aquel pequeño niño rubio.
Distraída, su mirada se paseo de los rostros de Adru, Eitne y Zobriel, claramente sorprendidos y emocionados por sus regalos, hasta los regalos allí presentados. Los nombres de los dueños pasaron frente a sus ojos: Neil, Nime, Rox, Milo, Hyun incluso... << Todos tendrá algo, incluso Inna y Eorlir, es tan extraño >> pensó la mona del queso, quedándose uno instantes mas el nombre de Hyun, como recordatorio de que dicho regalo jamas llegaría a su miembro, hasta que otro nombre capto su atención.
Los ojos de la mona del queso se abrieron por completo, acercándose torpemente hacia aquel obsequio con su nombre escrito hasta acabar sentada de rodillas frente a el, tomándolo con manos temblorosas, con evidente incredulidad. << ¿Por que yo también tengo uno? >> pensó confundida y mirando alrededor con incomodidad y nerviosismo, pensando que realmente alguien había puesto su nombre por error. Pero ahí estaba, claramente escrito y era precisamente eso lo que la tenia tan aturullada.
Mordiéndose el labio inferior sin saber que pensar y creyendo que era algún tipo de broma, desenvolvió el regalo, tomando la pequeña nota que venía escrita con aquella letra torpe que dejaba claro su dueño. La leyó y sin entender muy bien porque sintió que las lagrimas se agolpaban en sus ojos sin razón aparente.
Le decía que daba miedo, que era fuerte...lo decía un niñ... no, un Papa Noel que le sacaba mas de una cabeza, como todos los que habitaban en ese lugar. Ella, una simple mona del queso, con brazos delgaduchos y cuerpo tan frágil como el de una ramita, que desde que había pisado aquel lugar se había visto vencida una y otra vez por el miedo y sus emociones, lo único que había controlado toda su vida. Nadie que la mirase pensaría que ella era fuerte, absolutamente nadie.
Apretando fuertemente la nota en sus manos, gruesas lagrimas caían de los ojos de Pam, emborronando las letras. Sentirse apreciada por alguien, valorada y saber como era vista ante los ojos de alguien mas era algo nuevo para ella. No sabia lo que era un cumpleaños, recibir un regalo, lo que era ser elogiada o que le dieran un cumplido.
Esas cortas frase de Gui...de Papa Noel, era tan tontas y sin sentido como su regalo, pero que terminaron arrancándole a Pam una leve sonrisa, casi timida, una de las pocas que alguna vez había cruzado su rostro, que nunca había tenido motivos para sonreír.
-Eres un idiota,Papa Noel...no tengo tinta para escribir -susurro, aferrando fuertemente la pluma contra ella, escondiendo ligeramente su rostro mientras se limpiaba la lagrimas con mangas de su vestido. Era su primer regalo, esa pluma...y el recordatorio de porque había sobrevivido hasta ahora, pese a ser mas pequeña y frágil que todos lo que le rodeaban. << Soy fuerte, incluso sino puedo golpear fuerte, coger peso o hacer magia...>> pensó Pam tomando la pluma entre sus dedos, tan frágil como ella misma, pero que podía ser tan fuerte como cualquier espada si se sabía utilizarla.
Ese día, como todos los anteriores, se presentaba como un día mas, sin cambios ni sorpresa. La mona del queso a esas alturas había medio olvidado el extraño pedido de Guille tiempo atrás por lo que cuando Rena la bajo hasta la sala y vio allí presentes y despiertos a algunos compañeros.... frente a un buen numero de regalos, la mona del queso se quedo sumamente desconcertada. No había visto un regalo en si en su vida. << Guille hablo de la Navidad ¿esto era? >> curiosa y confundida se acerco a los regalos torpemente, no esperando realmente que fuese a recibir nada. ¿Como podría planteárselo siquiera? Era algo desconocido para ella. Gracias a Guille había medio entendido lo que era la Navidad, pero aun así, dudaba que un tal Papa Noel fuese a acordarse de ella, por mas que supiera que este se trataba de aquel pequeño niño rubio.
Distraída, su mirada se paseo de los rostros de Adru, Eitne y Zobriel, claramente sorprendidos y emocionados por sus regalos, hasta los regalos allí presentados. Los nombres de los dueños pasaron frente a sus ojos: Neil, Nime, Rox, Milo, Hyun incluso... << Todos tendrá algo, incluso Inna y Eorlir, es tan extraño >> pensó la mona del queso, quedándose uno instantes mas el nombre de Hyun, como recordatorio de que dicho regalo jamas llegaría a su miembro, hasta que otro nombre capto su atención.
Los ojos de la mona del queso se abrieron por completo, acercándose torpemente hacia aquel obsequio con su nombre escrito hasta acabar sentada de rodillas frente a el, tomándolo con manos temblorosas, con evidente incredulidad. << ¿Por que yo también tengo uno? >> pensó confundida y mirando alrededor con incomodidad y nerviosismo, pensando que realmente alguien había puesto su nombre por error. Pero ahí estaba, claramente escrito y era precisamente eso lo que la tenia tan aturullada.
Mordiéndose el labio inferior sin saber que pensar y creyendo que era algún tipo de broma, desenvolvió el regalo, tomando la pequeña nota que venía escrita con aquella letra torpe que dejaba claro su dueño. La leyó y sin entender muy bien porque sintió que las lagrimas se agolpaban en sus ojos sin razón aparente.
Le decía que daba miedo, que era fuerte...lo decía un niñ... no, un Papa Noel que le sacaba mas de una cabeza, como todos los que habitaban en ese lugar. Ella, una simple mona del queso, con brazos delgaduchos y cuerpo tan frágil como el de una ramita, que desde que había pisado aquel lugar se había visto vencida una y otra vez por el miedo y sus emociones, lo único que había controlado toda su vida. Nadie que la mirase pensaría que ella era fuerte, absolutamente nadie.
Apretando fuertemente la nota en sus manos, gruesas lagrimas caían de los ojos de Pam, emborronando las letras. Sentirse apreciada por alguien, valorada y saber como era vista ante los ojos de alguien mas era algo nuevo para ella. No sabia lo que era un cumpleaños, recibir un regalo, lo que era ser elogiada o que le dieran un cumplido.
Esas cortas frase de Gui...de Papa Noel, era tan tontas y sin sentido como su regalo, pero que terminaron arrancándole a Pam una leve sonrisa, casi timida, una de las pocas que alguna vez había cruzado su rostro, que nunca había tenido motivos para sonreír.
-Eres un idiota,Papa Noel...no tengo tinta para escribir -susurro, aferrando fuertemente la pluma contra ella, escondiendo ligeramente su rostro mientras se limpiaba la lagrimas con mangas de su vestido. Era su primer regalo, esa pluma...y el recordatorio de porque había sobrevivido hasta ahora, pese a ser mas pequeña y frágil que todos lo que le rodeaban. << Soy fuerte, incluso sino puedo golpear fuerte, coger peso o hacer magia...>> pensó Pam tomando la pluma entre sus dedos, tan frágil como ella misma, pero que podía ser tan fuerte como cualquier espada si se sabía utilizarla.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Feliz navidad
12/10/17, 09:41 pm
La desaparición de Hyun fue un tremendo mazazo para Milo, un golpe demoledor que echó por tierra el buen humor que había recuperado aquel día. Hasta el momento no habían dado con él por ninguna parte a pesar de que lo habían buscado con ahínco, pero el irrense se aferraba como a un clavo ardiendo a la idea de que el coreano había encontrado algún refugio seguro. Los dos sinhadres que habían recogido, a fin de cuentas, también venían de otro grupo y habían encontrado a cosechados de los que no sabían nada. Quizás el humano había corrido su misma suerte.
Rox, por otra parte, se había recuperado de la parálisis por completo, y aunque en otras circunstancias eso habría sido motivo de celebración la situación actual no propiciaba los festejos. Las heridas de sus amigos también mejoraron, pues el hechizo de curación que le había dado Rutilante resultó ser tan potente como le había parecido en su momento. Fue Neil el encargado de curar las heridas mas graves de los letarguinos al ser él el único capaz de realizar el conjuro, pero el proceso era lento, pues después de usarlo una o dos veces el aurva quedaba completamente agotado y no podía hacer mas magia hasta el día siguiente.
Milo no le dio explicaciones a nadie acerca de lo que le había ocurrido en el bosque, pues no creía que fuese buena idea que los demás supieran del unicornio y del trato que había hecho con él. La veces que alguien intentó interrogarle al respecto se las apañó para desviar la conversación, pero como era cuestión de tiempo que insistieran en el tema se aseguró de inventarse una historia creíble para cuando llegara el momento de dar explicaciones.
Aquella noche el irrense había dormido mal, acosado por pesadillas en las que defraudaba sus compañeros y dejaba que Hyun desapareciera en la oscuridad. Harto de dar vueltas en la cama se había levantado y había bajado a la cocina a prepararse algo de comer, pero en el salón se había encontrado a Guille dormido en uno de los sofás. En cuanto se acercó a él descubrió que el humano descansaba frente a un montón de paquetitos con etiquetas, y cuando leyó los nombres escritos en ellas comprendió a que se había estado dedicando el niño últimamente. Durante unos instantes el hacker se quedó inmóvil, apabullado por la cantidad de trabajo que el pequeño había invertido en intentar que sus compañeros de torreón fueran un poco más felices.
—Eres increíble... —susurró, esbozando una pequeña sonrisa mientras observaba al español con ojos brillantes.
Después de descubrir aquello el norteño se sentía avergonzado de la actitud derrotista de la que había hecho gala los últimos días, así que se prometió recuperar su optimismo por el bien de todos sus amigos.
—Vamos a dormir —murmuró, aupando al humano en brazos con cuidado para no despertarlo y enfilando las escaleras—. Mañana va a ser un buen día. —añadió en voz baja sin dejar de sonreír.
Dejó al pequeño en su cama en silencio, arropándolo para que no cogiera frío, y después se dejó caer sobre su propio camastro para esperar el amanecer. Ya se había olvidado de que tenía hambre, si es que lo había llegado a tener en realidad, y aunque esperaba mantenerse despierto hasta que despuntara el sol no tardó en quedarse dormido vencido por el cansancio. No tuvo más pesadillas esa noche y despertó descansado cuando sus compañeros empezaron a levantarse, pero remoloneo unos minutos entre las sábanas antes de ponerse en pie para reunirse con los demás.
—Buenos días —saludó con una sonrisa cuando llegó al salón, ensanchando aún mas su sonrisa al descubrir que ya habían dado con los regalos—. ¿Qué es todo eso? —preguntó con fingida curiosidad, acercándose al pequeño grupo para estudiar el montón de paquetes. De noche no lo había visto bien, pero a la luz del día el trabajo de “Papa Noel” resultaba más increible.
Leyó la nota que llevaba su nombre en silencio, sin comprender porque Guille sentía la necesidad de disculparse o pedirle perdón, y cuando desenvolvió la flauta esbozó una sonrisa de bobalicón.
—Es preciosa —murmuró para si, dándola vueltas entre sus dedos con evidente felicidad. No tenía ni idea de tocarla, pero estaba decidido a aprender a hacerlo. Un rápido repaso a las etiquetas le confirmó lo que ya suponía: no había regalo para el autor de aquella celebración—. Deberíamos regalarle algo a Guille entre todos, ¿no os parece? Sería triste que Papa Noel no se acordara de él. —comentó, observando a sus compañeros de uno en uno.
Si querían hacerlo sin que se enterara el susodicho debían de darse prisa, pues podía despertarse en cualquier momento, así que Milo subió a llamar a los más rezagados para que se unieran a los demás en el salón. Tenían que trabajar rápido.
Rox, por otra parte, se había recuperado de la parálisis por completo, y aunque en otras circunstancias eso habría sido motivo de celebración la situación actual no propiciaba los festejos. Las heridas de sus amigos también mejoraron, pues el hechizo de curación que le había dado Rutilante resultó ser tan potente como le había parecido en su momento. Fue Neil el encargado de curar las heridas mas graves de los letarguinos al ser él el único capaz de realizar el conjuro, pero el proceso era lento, pues después de usarlo una o dos veces el aurva quedaba completamente agotado y no podía hacer mas magia hasta el día siguiente.
Milo no le dio explicaciones a nadie acerca de lo que le había ocurrido en el bosque, pues no creía que fuese buena idea que los demás supieran del unicornio y del trato que había hecho con él. La veces que alguien intentó interrogarle al respecto se las apañó para desviar la conversación, pero como era cuestión de tiempo que insistieran en el tema se aseguró de inventarse una historia creíble para cuando llegara el momento de dar explicaciones.
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Aquella noche el irrense había dormido mal, acosado por pesadillas en las que defraudaba sus compañeros y dejaba que Hyun desapareciera en la oscuridad. Harto de dar vueltas en la cama se había levantado y había bajado a la cocina a prepararse algo de comer, pero en el salón se había encontrado a Guille dormido en uno de los sofás. En cuanto se acercó a él descubrió que el humano descansaba frente a un montón de paquetitos con etiquetas, y cuando leyó los nombres escritos en ellas comprendió a que se había estado dedicando el niño últimamente. Durante unos instantes el hacker se quedó inmóvil, apabullado por la cantidad de trabajo que el pequeño había invertido en intentar que sus compañeros de torreón fueran un poco más felices.
—Eres increíble... —susurró, esbozando una pequeña sonrisa mientras observaba al español con ojos brillantes.
Después de descubrir aquello el norteño se sentía avergonzado de la actitud derrotista de la que había hecho gala los últimos días, así que se prometió recuperar su optimismo por el bien de todos sus amigos.
—Vamos a dormir —murmuró, aupando al humano en brazos con cuidado para no despertarlo y enfilando las escaleras—. Mañana va a ser un buen día. —añadió en voz baja sin dejar de sonreír.
Dejó al pequeño en su cama en silencio, arropándolo para que no cogiera frío, y después se dejó caer sobre su propio camastro para esperar el amanecer. Ya se había olvidado de que tenía hambre, si es que lo había llegado a tener en realidad, y aunque esperaba mantenerse despierto hasta que despuntara el sol no tardó en quedarse dormido vencido por el cansancio. No tuvo más pesadillas esa noche y despertó descansado cuando sus compañeros empezaron a levantarse, pero remoloneo unos minutos entre las sábanas antes de ponerse en pie para reunirse con los demás.
—Buenos días —saludó con una sonrisa cuando llegó al salón, ensanchando aún mas su sonrisa al descubrir que ya habían dado con los regalos—. ¿Qué es todo eso? —preguntó con fingida curiosidad, acercándose al pequeño grupo para estudiar el montón de paquetes. De noche no lo había visto bien, pero a la luz del día el trabajo de “Papa Noel” resultaba más increible.
Leyó la nota que llevaba su nombre en silencio, sin comprender porque Guille sentía la necesidad de disculparse o pedirle perdón, y cuando desenvolvió la flauta esbozó una sonrisa de bobalicón.
—Es preciosa —murmuró para si, dándola vueltas entre sus dedos con evidente felicidad. No tenía ni idea de tocarla, pero estaba decidido a aprender a hacerlo. Un rápido repaso a las etiquetas le confirmó lo que ya suponía: no había regalo para el autor de aquella celebración—. Deberíamos regalarle algo a Guille entre todos, ¿no os parece? Sería triste que Papa Noel no se acordara de él. —comentó, observando a sus compañeros de uno en uno.
Si querían hacerlo sin que se enterara el susodicho debían de darse prisa, pues podía despertarse en cualquier momento, así que Milo subió a llamar a los más rezagados para que se unieran a los demás en el salón. Tenían que trabajar rápido.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Feliz navidad
13/10/17, 01:09 am
Nime abrió los ojos enseguida al sentir que la despertaban, poniéndose alerta. Temió muchas cosas en el pequeño lapso de tiempo entre que se despertó y descubrió por qué. Su primera reacción a la información que susurraba Milo fue confusión. Se había olvidado completamente de aquel cumpleaños universal del que hablaba siempre Guille hasta que sucedió el incidente de Hyun. Nime había sido ajena a la elaboración de los regalos, pero sí se había dado cuenta de que Guille pasaba muchas horas sin dar señales de vida. Aun así le sorprendió que hubiese seguido adelante con su idea a pesar de todo lo que había pasado.
Se levantaron con cuidado porque Milo no quería que se despertase Guille todavía, y al llegar abajo la libense abrió mucho los ojos. Había aún muchos paquetes porque la mayoría seguían sin abrir, y no supo cómo pudo no sospechar antes que el niño estaba tramando algo. Correteó hacia los regalos y, aunque tenía curiosidad por verlos todos, rebuscó entre ellos el que tenía su nombre. Dio un saltito cuando lo encontró y luego reculó para no entorpecer. Al mirar alrededor vio de pasada los que tenían aquellos que se habían despertado primero, y se lanzó a abrir su regalo con expectación.
Guille había conseguido traer brevemente de vuelta lo que la ciudad le estaba arrebatando poco a poco. Al ver el insecto tallado sonrió de oreja a oreja y no pudo quitarle los ojos de encima. Era un insecto alado precioso, del mundo de Guille, por lo que supuso de la nota. Los había similares en Libo, pero eran diminutos, por lo que no sabía hasta qué punto eran equiparables. «Ojalá algún día pueda ir a tu mundo a cazar insectos» pensó, con una enorme sonrisa. Después buscó a Neil con la mirada y se acercó con una sonrisa cómplice.
—Me parece que también tengo que darte las gracias a ti —le dijo pellizcando la manga de su jersey y agitándola—. ¡Gracias!
Nime se movió por la planta baja con la talla siempre pegada a su pecho, de forma inconsciente. Aquel juguete parecía acercarla un poco más a casa, a su vida anterior. Cuando se empezó a debatir sobre hacer algo para Guille, la niña pensó que tendría que ser algo rápido, o no les daría tiempo. Como ella no sabía hacer gran cosa, la única sugerencia que se le ocurrió fue:
—¡Hagamos un dibujo! Uno muy grande, en alguna pared, de algo que le guste. O… o podemos salir todos. Como un cuadro con toda la familia, ¿sabéis?
Se levantaron con cuidado porque Milo no quería que se despertase Guille todavía, y al llegar abajo la libense abrió mucho los ojos. Había aún muchos paquetes porque la mayoría seguían sin abrir, y no supo cómo pudo no sospechar antes que el niño estaba tramando algo. Correteó hacia los regalos y, aunque tenía curiosidad por verlos todos, rebuscó entre ellos el que tenía su nombre. Dio un saltito cuando lo encontró y luego reculó para no entorpecer. Al mirar alrededor vio de pasada los que tenían aquellos que se habían despertado primero, y se lanzó a abrir su regalo con expectación.
Guille había conseguido traer brevemente de vuelta lo que la ciudad le estaba arrebatando poco a poco. Al ver el insecto tallado sonrió de oreja a oreja y no pudo quitarle los ojos de encima. Era un insecto alado precioso, del mundo de Guille, por lo que supuso de la nota. Los había similares en Libo, pero eran diminutos, por lo que no sabía hasta qué punto eran equiparables. «Ojalá algún día pueda ir a tu mundo a cazar insectos» pensó, con una enorme sonrisa. Después buscó a Neil con la mirada y se acercó con una sonrisa cómplice.
—Me parece que también tengo que darte las gracias a ti —le dijo pellizcando la manga de su jersey y agitándola—. ¡Gracias!
Nime se movió por la planta baja con la talla siempre pegada a su pecho, de forma inconsciente. Aquel juguete parecía acercarla un poco más a casa, a su vida anterior. Cuando se empezó a debatir sobre hacer algo para Guille, la niña pensó que tendría que ser algo rápido, o no les daría tiempo. Como ella no sabía hacer gran cosa, la única sugerencia que se le ocurrió fue:
—¡Hagamos un dibujo! Uno muy grande, en alguna pared, de algo que le guste. O… o podemos salir todos. Como un cuadro con toda la familia, ¿sabéis?
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Feliz navidad
15/10/17, 04:33 am
El movimiento de alguien tratando de llamar su atención interrumpió su sueño, a lo que respondió con una queja corta. En un principio, Rox trató de apartarse y dar la espalda a Milo en busca de un rato más de descanso, pero no le durarían mucho las intenciones. La imagen de la ciudad debió avivarse bien en sus pensamientos -así como el instinto adoptado a estar alerta ante cualquier incidente-, ya que la velocidad con la que se espabiló le produjo hasta mareos.
Por su mente cruzaron Hyun, el Huésped y el ser inmundo de turno que hubiera decidido joderles la vida ese día, pero pronto entendió, gracias a la expresión del irrense, que no se trataba de ninguno de los dos últimos. Cuando este mencionó la Navidad, el coreano puso la que probablemente sería una expresión de confusión como no había puesto en mucho tiempo. Poco a poco iba hilando recuerdos, comprendiendo buena parte de lo que pasaba en lo que el norteño recalcó que no despertaran a Guille. Siguió a Nime tras un vistazo rápido a donde dormía el pequeño y varios bostezos inintencionados.
No se paró mucho a observar a los allí presentes, ya que sus ojos fueron directos al motivo por el que estaban reunidos. Unos nervios extraños, unos que no sentía desde que era pequeño le invadieron el pecho, instándole a avanzar hacia los regalos. De repente era como si el cansancio hubiera desaparecido.
¿De verdad estaban a 25 de diciembre?
Buscó el suyo, no sin pararse a mirar por encima los que aún quedaban. Ver el nombre de Hyun le provocó un leve pinchazo en el pecho pero, aún con esas, la nostalgia que sentía por esa celebración era muy agradable. Agarró el papel con su nombre e inconscientemente comenzó a leer en voz alta.
—"Canción dos, mp3. Está cantada solo una vez para no gastar la batería... así que perdona los errores... me recuerda a ti"... —guardó silencio mientras terminaba de leer—. "Con la super ayuda de Eitne".
Parándose un instante a ver la firma, se giró hasta dar con el daeliciano. Se acercó a él y, antes de ir a por su iPod, le revolvió el pelo.
—No sé cuando lo habéis cogido... —dijo, procurando calmar la incipiente sonrisa en su rostro con una mano. No sonaba en absoluto a regañina—. Pero... mira, de verdad. Os vais a enterar los dos.
Deprisa y en silencio subió de vuelta. Para no haberse enterado tenían que habérselo quitado mientras dormía o estaba inmóvil, aunque, fuera como fuese, no le importaba. Sacó el reproductor de debajo de la almohada y, poniéndose los cascos en las escaleras, se detuvo en estas para buscar y escuchar su regalo. Su primera reacción fue reírse por lo bajo al reconocer las voces. La simplicidad del audio, las voces infantiles y la falta de instrumentos hacían de aquello un cóctel adorable. La canción, sin embargo, fue otro aluvión distinto de sentimientos. La reconocía, y muy bien.
Se sentó en un escalón, notando el nudo formarse en su garganta. Como a tantos otros de su generación, aquella película suponía recuerdos de la infancia y hasta de su adolescencia. Para Rox llegaba al nivel personal. Guille, de alguna manera, se las había apañado para dar en el clavo, ya que exceptuando las canciones de Mulán, pocas canciones de Disney le tocaban tanto la fibra sensible como esa. Antes de darse cuenta, el coreano estaba apartándose un par de lágrimas de las mejillas.
Cuando el audio acabó, el joven sentía unas extrañas mezclas de reír y llorar a la vez. Respiró profundamente y se levantó, con la decisión de (al menos) no llorar delante del resto. Sin pensarlo dos veces fue derechito a por Eitne, y le abrazó como si de un peluche se tratara, pegando la mejilla contra él.
—Y yo no quería tener hermanos pequeños, ¿sabes? Y resulta que sois lo mejor... ¡Sois lo mejor! —estrujó una última vez a Eitne antes de reírse con ganas, mordiéndose el labio para contener las lágrimas y por fin, prestarle su atención al tema que acontecía—. Y aunque tardemos un poco más, ¿qué tal si hacemos una tarta? ¡Es una pena que no quede chocolate, pero se puede hacer de frutas! O galletas. Se come de todo en Navidad.
Por su mente cruzaron Hyun, el Huésped y el ser inmundo de turno que hubiera decidido joderles la vida ese día, pero pronto entendió, gracias a la expresión del irrense, que no se trataba de ninguno de los dos últimos. Cuando este mencionó la Navidad, el coreano puso la que probablemente sería una expresión de confusión como no había puesto en mucho tiempo. Poco a poco iba hilando recuerdos, comprendiendo buena parte de lo que pasaba en lo que el norteño recalcó que no despertaran a Guille. Siguió a Nime tras un vistazo rápido a donde dormía el pequeño y varios bostezos inintencionados.
No se paró mucho a observar a los allí presentes, ya que sus ojos fueron directos al motivo por el que estaban reunidos. Unos nervios extraños, unos que no sentía desde que era pequeño le invadieron el pecho, instándole a avanzar hacia los regalos. De repente era como si el cansancio hubiera desaparecido.
¿De verdad estaban a 25 de diciembre?
Buscó el suyo, no sin pararse a mirar por encima los que aún quedaban. Ver el nombre de Hyun le provocó un leve pinchazo en el pecho pero, aún con esas, la nostalgia que sentía por esa celebración era muy agradable. Agarró el papel con su nombre e inconscientemente comenzó a leer en voz alta.
—"Canción dos, mp3. Está cantada solo una vez para no gastar la batería... así que perdona los errores... me recuerda a ti"... —guardó silencio mientras terminaba de leer—. "Con la super ayuda de Eitne".
Parándose un instante a ver la firma, se giró hasta dar con el daeliciano. Se acercó a él y, antes de ir a por su iPod, le revolvió el pelo.
—No sé cuando lo habéis cogido... —dijo, procurando calmar la incipiente sonrisa en su rostro con una mano. No sonaba en absoluto a regañina—. Pero... mira, de verdad. Os vais a enterar los dos.
Deprisa y en silencio subió de vuelta. Para no haberse enterado tenían que habérselo quitado mientras dormía o estaba inmóvil, aunque, fuera como fuese, no le importaba. Sacó el reproductor de debajo de la almohada y, poniéndose los cascos en las escaleras, se detuvo en estas para buscar y escuchar su regalo. Su primera reacción fue reírse por lo bajo al reconocer las voces. La simplicidad del audio, las voces infantiles y la falta de instrumentos hacían de aquello un cóctel adorable. La canción, sin embargo, fue otro aluvión distinto de sentimientos. La reconocía, y muy bien.
Se sentó en un escalón, notando el nudo formarse en su garganta. Como a tantos otros de su generación, aquella película suponía recuerdos de la infancia y hasta de su adolescencia. Para Rox llegaba al nivel personal. Guille, de alguna manera, se las había apañado para dar en el clavo, ya que exceptuando las canciones de Mulán, pocas canciones de Disney le tocaban tanto la fibra sensible como esa. Antes de darse cuenta, el coreano estaba apartándose un par de lágrimas de las mejillas.
Cuando el audio acabó, el joven sentía unas extrañas mezclas de reír y llorar a la vez. Respiró profundamente y se levantó, con la decisión de (al menos) no llorar delante del resto. Sin pensarlo dos veces fue derechito a por Eitne, y le abrazó como si de un peluche se tratara, pegando la mejilla contra él.
—Y yo no quería tener hermanos pequeños, ¿sabes? Y resulta que sois lo mejor... ¡Sois lo mejor! —estrujó una última vez a Eitne antes de reírse con ganas, mordiéndose el labio para contener las lágrimas y por fin, prestarle su atención al tema que acontecía—. Y aunque tardemos un poco más, ¿qué tal si hacemos una tarta? ¡Es una pena que no quede chocolate, pero se puede hacer de frutas! O galletas. Se come de todo en Navidad.
- ♪♫♬:
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Feliz navidad
21/10/17, 09:54 pm
Eitne no dejó que nadie se quedara sin sus buenos días. Estaba feo siempre, pero ese día concreto prometía ser bonito de verdad.
—No mucho... —respondió a Adru. «Como siempre...»—. No he sido yo, han sido Papá Noel y la Navidad —le explicó mientras la sinhadre abría su regalo. Luego añadió, en referencia a Guille—. Es muy dulce.
El niño contempló con ojos enormes cómo el resto desenvolvía sus paquetes. Todos los regalos le llamaban la atención de una manera u otra y, en concreto, no pudo evitar soltar una risilla al escuchar a Rox leyendo su nota. Cuando este se acercó y le revolvió el pelo, su sonrisa se ensanchó. Eitne se encogió de hombros como respuesta a su pregunta y le vio marcharse.
Concentrado en las demás reacciones, el abrazo le pilló por sorpresa. Eitne, sin embargo, lo devolvió con tanta fuerza como le permitían sus brazos rechonchos. El estado de salud de Rox se había agravado tanto tras grabar la canción, que llegó a dudar si la podría oír. El niño apretó los ojos para no llorar y volvió a sonreír cuando se acabó. Ese abrazo era una pequeña victoria y deseaba encontrar una similar con Hyun, algún día.
—¿Te ha gustado o nos va-vamos a enterar mucho? —preguntó con cierta curiosidad, Eitne no tenía problemas con ser victima de alguna travesura.
El niño se volvió a sentar en el sofá, mirando su colgante y moviendo las piernas adelante y atrás. Sintonizó con la conversación que estaban teniendo el resto cuando se incorporó el coreano y asintió con fuerza a todo. Guille se merecía un regalo gigante.
—¿Hacemos las dos cosas? Los que no qui-quieran pintar hacen la tarta y los demás el dibujo. ¡Po-podemos reutilizar las guirnaldas! —recordó—. Pe-pero habría que cogerlas con cuidado o lo despertaremos...
Él, por supuesto, prefería pintar paredes. Esta vez sin ojos y sin huéspedes.
—No mucho... —respondió a Adru. «Como siempre...»—. No he sido yo, han sido Papá Noel y la Navidad —le explicó mientras la sinhadre abría su regalo. Luego añadió, en referencia a Guille—. Es muy dulce.
El niño contempló con ojos enormes cómo el resto desenvolvía sus paquetes. Todos los regalos le llamaban la atención de una manera u otra y, en concreto, no pudo evitar soltar una risilla al escuchar a Rox leyendo su nota. Cuando este se acercó y le revolvió el pelo, su sonrisa se ensanchó. Eitne se encogió de hombros como respuesta a su pregunta y le vio marcharse.
Concentrado en las demás reacciones, el abrazo le pilló por sorpresa. Eitne, sin embargo, lo devolvió con tanta fuerza como le permitían sus brazos rechonchos. El estado de salud de Rox se había agravado tanto tras grabar la canción, que llegó a dudar si la podría oír. El niño apretó los ojos para no llorar y volvió a sonreír cuando se acabó. Ese abrazo era una pequeña victoria y deseaba encontrar una similar con Hyun, algún día.
—¿Te ha gustado o nos va-vamos a enterar mucho? —preguntó con cierta curiosidad, Eitne no tenía problemas con ser victima de alguna travesura.
El niño se volvió a sentar en el sofá, mirando su colgante y moviendo las piernas adelante y atrás. Sintonizó con la conversación que estaban teniendo el resto cuando se incorporó el coreano y asintió con fuerza a todo. Guille se merecía un regalo gigante.
—¿Hacemos las dos cosas? Los que no qui-quieran pintar hacen la tarta y los demás el dibujo. ¡Po-podemos reutilizar las guirnaldas! —recordó—. Pe-pero habría que cogerlas con cuidado o lo despertaremos...
Él, por supuesto, prefería pintar paredes. Esta vez sin ojos y sin huéspedes.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Feliz navidad
30/10/17, 12:49 am
Fueron llegando todos uno a uno, incluido Neil a quien se acercó inmediatamente con una gran sonrisa para ver qué le había regalado Guille a él y leer su nota también. La sinhadre se encontraba emocionada y comenzó a corretear alrededor de todos para echar un vistazo a sus regalos, aunque no puso tanto esfuerzo en leer sus notas si ellos mismos no la tenían a la vista. Ya las leería más tarde si podía, las de aquellos que no las habían compartido leyéndolas en voz alta, pero en ese instante tenía demasiadas ganas de moverse como para permanecer quieta más de cinco segundos en el mismo lugar.
Aplaudió literalmente ante la idea de Milo de devolverle el gesto al pequeño humano. Señaló efusivamente a su aurva cuando Rox mencionó la posibilidad de hacer algún tipo de pastel.
—¡Dejádselo al maestro de los postres!
La mención al chocolate había hecho rugir sonoramente el estómago de Adru, quien también se contaba entre los que echaban mucho de menos aquellas maravillosas tabletas que habían aparecido un día en las cestas. La sinhadre todavía inspeccionaba cada nueva remesa de provisiones que llegaba con avidez, esperando volver a encontrar más chocolate u otro tipo de dulce similar… para decepcionarse siempre. Pero no importaba, harían algo muy rico para Guille.
Por supuesto, la edeel insistiría en ayudar en la cocina, pero aún más obviamente Neil la prevendría de ello mediante el uso de su amenazadora cuchara de madera. Por tanto, la sinhadre se presentó junto a los que iban a encargarse de realizar un dibujo con una sonrisa decidida.
—No me sale muy bien dibujar, pero me esforzaré —afirmó mientras colocaba su brazo izquierdo en posición de sacar músculo.
A continuación recogería el útil de escritura que le ofreciesen y comenzaría a intentar garabatear una figura vagamente humanoide con un sombrero rojo: era lo que recordaba de la descripción que les había dado Guille de aquel Papá Noel. Enseguida descubrirían que su afirmación anterior había no había sido fruto de ninguna clase de modestia. Su habilidad para el dibujo era comparable a su destreza con cualquier otra cosa que requiriese paciencia y precisión: un desastre absoluto.
Aplaudió literalmente ante la idea de Milo de devolverle el gesto al pequeño humano. Señaló efusivamente a su aurva cuando Rox mencionó la posibilidad de hacer algún tipo de pastel.
—¡Dejádselo al maestro de los postres!
La mención al chocolate había hecho rugir sonoramente el estómago de Adru, quien también se contaba entre los que echaban mucho de menos aquellas maravillosas tabletas que habían aparecido un día en las cestas. La sinhadre todavía inspeccionaba cada nueva remesa de provisiones que llegaba con avidez, esperando volver a encontrar más chocolate u otro tipo de dulce similar… para decepcionarse siempre. Pero no importaba, harían algo muy rico para Guille.
Por supuesto, la edeel insistiría en ayudar en la cocina, pero aún más obviamente Neil la prevendría de ello mediante el uso de su amenazadora cuchara de madera. Por tanto, la sinhadre se presentó junto a los que iban a encargarse de realizar un dibujo con una sonrisa decidida.
—No me sale muy bien dibujar, pero me esforzaré —afirmó mientras colocaba su brazo izquierdo en posición de sacar músculo.
A continuación recogería el útil de escritura que le ofreciesen y comenzaría a intentar garabatear una figura vagamente humanoide con un sombrero rojo: era lo que recordaba de la descripción que les había dado Guille de aquel Papá Noel. Enseguida descubrirían que su afirmación anterior había no había sido fruto de ninguna clase de modestia. Su habilidad para el dibujo era comparable a su destreza con cualquier otra cosa que requiriese paciencia y precisión: un desastre absoluto.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Feliz navidad
29/01/18, 12:33 am
Neil se despertó aquella mañana debido al alboroto general. Se sorprendió un poco al darse cuenta de lo tarde que se había levantado, ya que la habitación se encontraba ya casi vacía. Con curiosidad, bajó las escaleras precavidamente. Los gritos eran de alegría, pero el aurva ya no se fiaba de nada. Para su sorpresa, todo el torreón se encontraba abriendo paquetes en el salón. Neil no entendió lo que ocurría hasta que no encontró el paquete con su nombre y leyó la nota mientras Adru correteaba a su alrededor. Con una amplia sonrisa y abrazando su nuevo peluche, todo se conectó en su cabeza y en seguida pensó en Guille y su Navidad. El aurva muy ilusionado y feliz con la situación, asintió rápidamente a la sugerencia de hacer un pastel, en el que quiso poner todo su cariño y su empeño. Todos habían recibido regalo menos Guille y Neil esperaba que el pastel compensara esa injusticia.
Con un rápido movimiento de cuchara de madera, Neil evitó que su edeel metiera la mano en la masa mucho antes de que esta estuviera terminada y se sugirió amablemente que ayudara con el dibujo, mientras él improvisaba un pastel de frutas.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Feliz navidad
02/03/18, 12:58 pm
...
¿Cuanto tiempo llevaba ahi?...
...
Perdió la concepción del tiempo, de su propia realidad, al principio mejoro su capacidad de mover cosas en el torreón, para buscan una forma de salir de ahi, pero después simplemente se dejo estar, se quedo ahi, mirando.
Pero algo cambio derrepente, y por primera vez en mucho tiempo, abrió lo ojos. No sabía lo que estaba pasando, solo podia mirar el techo, volvió a sentir su cuerpo, las sabanas rozando su piel, su respiración, cuanto echaba de menos poder respirar. Se levanta lentamente como recordando como hacerlo, miró a su alrededor perdido, buscando los destrozos del Torreón, pero todo estaba bien, la habitación estaba como antes. Con el aura que solo puede dar una familia. Pero los ojos de Guille ya no desprendían esa luz.
"¿Ha sido un sueño?"
Ya de pie miró a Lechuga y se disculpó con él, se quito su gorro de Totoro lentamente y se lo puso a Lechuga. "Lo siento" dijo otra vez mas en su mente.
Entonces comenzo a bajar poco a poco, se escuchaban risas, gente moviéndose y preparando cosas. En silencio se acercó al salon, olía a pastel.
Entonces los vio estaban bien, felices dibujando. Adru dibujaba decidida, Eitne y Nime revoloteaban por ahí, Neil estaba cocinando un pastel, Milo, Pam, Rox, Zobriel todos estaban ayudando.
"¿Es Navidad?" Penso entonces Guillermo.
Guille se prometió entonces que ocurriera lo que ocurrirá iba a protegerlos aunque no sabia como, él queria proteger esta burbuja de paz, no volver a fallar, aunque solo tenia sus pequeñas manos para hacerlo.
¿Cuanto tiempo llevaba ahi?...
...
Perdió la concepción del tiempo, de su propia realidad, al principio mejoro su capacidad de mover cosas en el torreón, para buscan una forma de salir de ahi, pero después simplemente se dejo estar, se quedo ahi, mirando.
Pero algo cambio derrepente, y por primera vez en mucho tiempo, abrió lo ojos. No sabía lo que estaba pasando, solo podia mirar el techo, volvió a sentir su cuerpo, las sabanas rozando su piel, su respiración, cuanto echaba de menos poder respirar. Se levanta lentamente como recordando como hacerlo, miró a su alrededor perdido, buscando los destrozos del Torreón, pero todo estaba bien, la habitación estaba como antes. Con el aura que solo puede dar una familia. Pero los ojos de Guille ya no desprendían esa luz.
"¿Ha sido un sueño?"
Ya de pie miró a Lechuga y se disculpó con él, se quito su gorro de Totoro lentamente y se lo puso a Lechuga. "Lo siento" dijo otra vez mas en su mente.
Entonces comenzo a bajar poco a poco, se escuchaban risas, gente moviéndose y preparando cosas. En silencio se acercó al salon, olía a pastel.
Entonces los vio estaban bien, felices dibujando. Adru dibujaba decidida, Eitne y Nime revoloteaban por ahí, Neil estaba cocinando un pastel, Milo, Pam, Rox, Zobriel todos estaban ayudando.
"¿Es Navidad?" Penso entonces Guillermo.
Guille se prometió entonces que ocurriera lo que ocurrirá iba a protegerlos aunque no sabia como, él queria proteger esta burbuja de paz, no volver a fallar, aunque solo tenia sus pequeñas manos para hacerlo.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
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