Plaza de la Fuente
+70
PePo
Cuervo
Harek
Kanyum
Reifon
Percy
Yber
Alicia
Dal
Hiss
Lobo_Negro
Lumichen
Neith2
Bellota
Jikan11
Manasard
Kial
Lathspell
Merodeador
Shiogen
Daninokuni
Aliera W
Seth
Aes
Shahrazad
Baurus
Lops
Zarket
Álvar
Carmesí
Yler
Evanna
Poblo
Tesla
LEC
Douriel
Naeryan
Dys
Matt
Esmael
dama draco
hechdi
Muffie
C.a.e
Frikomid
Vlad
Shylver
raiga00
Montblanc
Sevent
Soñador
Rapunzel
Martalar
Gilbert
liam
Jack
Serokrai
Fundador
alpeca
Elliot
Salokin
Littelzombie
Red
Giniroryu
Leonart
Tak
Reisha
RoX
Lala
Rocavarancolia Rol
74 participantes
- Rocavarancolia Rol
Plaza de la Fuente
02/08/11, 06:49 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Es una plaza amplia y rectangular con un monumento en el centro, una fuente formada por serpientes entrelazadas de cuyas bocas sale el chorro que llenaba la pila.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Plaza de la Fuente
03/08/13, 11:38 pm
Tampoco fue motivo de impresión para Ozzchreanos el que de pronto la lengua de los demás cambiara y que, misteriosamente, él la entendiera a pesar de no haberla oído en su vida. Es posible que en este instante le asaltara la duda de si él también podía hablar ese idioma, pero de ser así quedó sofocada por la necesidad instintiva de espejos.
Sin dejar este instinto de lado, posó de nuevo la mirada alternativamente sobre los distintos interlocutores según estos iban hablando. Esta era totalmente inexpresiva, pues realmente no había ninguna emoción que exteriorizar con sus ojos color gris claro. Cuando llegó la ronda de las presentaciones, destapó los labios por primera vez de forma mecánica y pronunció una única palabra después de que lo hiciera Keiriarei: su propio nombre.
Así habló Ozzchreanos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 12:11 am
Archime guardó el destornillador ante las palabras de Cío, escrutando el brazo desde la distancia con su inalterable expresión en la que escondía un "déjame examinar eso".
-Ya veo -dijo simplemente sin mirar al chico a la cara.
El irrense mayor, a continuación, hizo notar aquella plaza que se divisaba desde la puerta de la mazmorra a la cual el biomecánico ya le había echado el ojo. No se distinguía muy bien desde la distancia, pero parecía haber más gente allí. Podían ser más como ellos, pero también podría haber algún rocavarancolés. El chico no dijo nada, pero siguió a Cío cuando inició la marcha. Se paró tras unos pasos, dándose la vuelta para comprobar que al menos Ippon también les seguía. No podía perder de vista a aquel pequeño, al menos no antes de arreglar el estropicio que había hecho con el improvisado recorte.
Más alienígenas. Archime decidió a partir de ese punto hacer algunas anotaciones en su ordenador. Se colocó las gafas para poder escribir más cómodamente, y pronto comenzó a teclear frenéticamente datos sobre las personas que había visto hasta el momento. Hizo una lista de características y rasgos similares que había visto en ellos, agrupándolos por su mundo de procedencia fuera cual este fuera. Allí en aquella plaza había otro alienígena con la cabeza rapada y que tenía unas orejas peculiares, distinto a los que había visto hasta el momento.
Llamó su atención también el parche que cubría uno de los ojos de una de las hembras, o eso supuso, de pelo rojo. Si había perdido el ojo y se lo cubría quería decir que probablemente en su mundo no disponían de la suficiente tecnología como para sustituirlo. Aunque inmediatamente pensó que él mismo nunca se había operado la vista, así que también podría ser por otro motivo el que llevase el ojo tapado.
En cualquier caso, Archime hizo otra foto de los presentes a los que aún no había visto, y a continuación del anticuado surtidor de agua que había en medio del lugar, adornado con serpientes, reptiles igual de primitivos en su mundo que el resto del paisaje. Ver el agua correr le hizo notar la terrible sed que sentía, no había bebido nada desde hacía muchas horas y el terrible calor que aún podía sentir en la ciudad le había secado la garganta por completo. Acercó el hocico al chorro de agua y bebió.
No pasó siquiera un segundo. Archime estuvo a punto de pegar un bote por la sorpresa, pero lo que sí hizo fue abrir considerablemente los ojos y moverse espasmódicamente, sobresaltado. Algo había cambiado por completo en su mente. <<Suena diferente, pero igual>>, en su mente aquellas palabras tenían sentido, pero resultaba tan evidente que el lenguaje había cambiado que sus propios pensamientos le inquietaban. La magia era sin duda algo prodigioso si podía enseñarte un idioma entero tan sólo con beber un poco de agua de apariencia normal.
Pero entonces se dio cuenta de que no podía volver a pensar en irrense, y su respiración se agitó. No podía ser. Pero era. Una comprobación rápida en su ordenador le confirmó lo que estaba temiendo. No lo entendía. Aquello no podía ser. ¿Qué iba a...? Sí, el terminal, todavía recordaba donde estaban las cosas y podría progamar en binario y...
Miró a su alrededor, al darse cuenta de que ahora comprendía las palabras que le llegaban de los alienígenas a los que antes no entendía. Aquella era la solución de Rocavarancolia. Una solución muy drástica, pero tal vez la magia sólo permitiese sobreescribir y fuese imposible la inclusión de nuevos datos sin flashear primero. O quizás era alguna prueba y más adelante podrían recuperar su idioma. En cualquier caso Aeris, el cosechador, hablaba irrense, así que tenía que haber alguna explicación aceptable para todo aquello.
-Hola... -se atrevió a decir en voz alta a nadie en concreto para probar como sonaba aquel nuevo lenguaje.
La sonoridad lo sorprendió, cosa que le hizo volver a mirar preocupado su ordenador. Las notas que había tomado hasta ese momento ya no le servían para nada. Ni siquiera el alfabeto era parecido, por lo que no podía tomar anotaciones tampoco salvo que abriese algún programa para escribir a mano. Haciendo uso de su memoria, sus dedos se deslizaron automáticamente por las opciones adecuadas para abrir un terminal en su ordenador que le permitiría comenzar a programar en binario. Tenía que crear un editor que le permitiese escribir en aquella nueva lengua, y tal vez podría traducir por comodidad los programas que solía utilizar aunque le llevaría bastante tiempo...
-Ya veo -dijo simplemente sin mirar al chico a la cara.
El irrense mayor, a continuación, hizo notar aquella plaza que se divisaba desde la puerta de la mazmorra a la cual el biomecánico ya le había echado el ojo. No se distinguía muy bien desde la distancia, pero parecía haber más gente allí. Podían ser más como ellos, pero también podría haber algún rocavarancolés. El chico no dijo nada, pero siguió a Cío cuando inició la marcha. Se paró tras unos pasos, dándose la vuelta para comprobar que al menos Ippon también les seguía. No podía perder de vista a aquel pequeño, al menos no antes de arreglar el estropicio que había hecho con el improvisado recorte.
Más alienígenas. Archime decidió a partir de ese punto hacer algunas anotaciones en su ordenador. Se colocó las gafas para poder escribir más cómodamente, y pronto comenzó a teclear frenéticamente datos sobre las personas que había visto hasta el momento. Hizo una lista de características y rasgos similares que había visto en ellos, agrupándolos por su mundo de procedencia fuera cual este fuera. Allí en aquella plaza había otro alienígena con la cabeza rapada y que tenía unas orejas peculiares, distinto a los que había visto hasta el momento.
Llamó su atención también el parche que cubría uno de los ojos de una de las hembras, o eso supuso, de pelo rojo. Si había perdido el ojo y se lo cubría quería decir que probablemente en su mundo no disponían de la suficiente tecnología como para sustituirlo. Aunque inmediatamente pensó que él mismo nunca se había operado la vista, así que también podría ser por otro motivo el que llevase el ojo tapado.
En cualquier caso, Archime hizo otra foto de los presentes a los que aún no había visto, y a continuación del anticuado surtidor de agua que había en medio del lugar, adornado con serpientes, reptiles igual de primitivos en su mundo que el resto del paisaje. Ver el agua correr le hizo notar la terrible sed que sentía, no había bebido nada desde hacía muchas horas y el terrible calor que aún podía sentir en la ciudad le había secado la garganta por completo. Acercó el hocico al chorro de agua y bebió.
No pasó siquiera un segundo. Archime estuvo a punto de pegar un bote por la sorpresa, pero lo que sí hizo fue abrir considerablemente los ojos y moverse espasmódicamente, sobresaltado. Algo había cambiado por completo en su mente. <<Suena diferente, pero igual>>, en su mente aquellas palabras tenían sentido, pero resultaba tan evidente que el lenguaje había cambiado que sus propios pensamientos le inquietaban. La magia era sin duda algo prodigioso si podía enseñarte un idioma entero tan sólo con beber un poco de agua de apariencia normal.
Pero entonces se dio cuenta de que no podía volver a pensar en irrense, y su respiración se agitó. No podía ser. Pero era. Una comprobación rápida en su ordenador le confirmó lo que estaba temiendo. No lo entendía. Aquello no podía ser. ¿Qué iba a...? Sí, el terminal, todavía recordaba donde estaban las cosas y podría progamar en binario y...
Miró a su alrededor, al darse cuenta de que ahora comprendía las palabras que le llegaban de los alienígenas a los que antes no entendía. Aquella era la solución de Rocavarancolia. Una solución muy drástica, pero tal vez la magia sólo permitiese sobreescribir y fuese imposible la inclusión de nuevos datos sin flashear primero. O quizás era alguna prueba y más adelante podrían recuperar su idioma. En cualquier caso Aeris, el cosechador, hablaba irrense, así que tenía que haber alguna explicación aceptable para todo aquello.
-Hola... -se atrevió a decir en voz alta a nadie en concreto para probar como sonaba aquel nuevo lenguaje.
La sonoridad lo sorprendió, cosa que le hizo volver a mirar preocupado su ordenador. Las notas que había tomado hasta ese momento ya no le servían para nada. Ni siquiera el alfabeto era parecido, por lo que no podía tomar anotaciones tampoco salvo que abriese algún programa para escribir a mano. Haciendo uso de su memoria, sus dedos se deslizaron automáticamente por las opciones adecuadas para abrir un terminal en su ordenador que le permitiría comenzar a programar en binario. Tenía que crear un editor que le permitiese escribir en aquella nueva lengua, y tal vez podría traducir por comodidad los programas que solía utilizar aunque le llevaría bastante tiempo...
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 12:28 am
Por mucho que lo intentó, Lara quedó algo alejada del grupo. Todos los macacos sin pelo se pusieron a andar sin aviso previo ni nada y la ordesa tardó en levantarse del suelo y coger el ritmo. Además, sus piernas no dejaban de ser bastante más pequeñas en comparación a las de las moles que habían resultado ser compañeras suyas. Conforme caminó, las ruinas le parecieron menos preciosas o, al menos, bastante más peligrosas. Podían seguir siendo igual de bonitas a la vista, pero su oído y cierta intuición, probablemente heredada de su madre, le impedían fiarse de lo que pudiera haber detrás de todo esto.
Cuando avistó la fuente, no pudo sino alegrarse. Le daba igual que todos los allí presentes parecieran ser más macacos con calvicie incipiente y extrañas melenas en el cabezón, al menos había más gente elegida y, por lo tanto, más compañeros. Además había agua, que ya la iba echando en falta.
Mientras acababa de llegar, sacó su pequeña cantimplora de debajo de su falda. Se trataba de un fruto azul bastante pequeño, parecido a una calabaza, que había vaciado por dentro para llenarlo de cualquier líquido que se requiriera en sus partidas de rol. A veces le pedían recolectar ingredientes para “pociones” y siempre le había venido bien. En cuanto aterrizó en la plaza, se dedicó a esquivar a la multitud acumulada allí y fue casi brincando hasta la fuente.
Se sentó en el bordillo, con las piernas cruzadas, de cara a la escultura con las serpientes escupiendo agua, y llenó la cantimplora de agua para darle un trago. En cuanto lo hizo, sintió como sus pensamientos cambiaban de base lingüística y se asustó. Se llevó las manos a la garganta.
-Hola. Hola. Hola. Hola. Hola...-por más que lo repetía, no encontraba la palabra que hasta hace un minuto había utilizado siempre para saludar y, aún con todo, esta se le hacía extrañamente natural. Al menos hasta que su cerebro se atrofió momentáneamente de tanto repetirla.
<<Me han hecho tragar magia...>> creyó comprender. <<Esto es trabajo de algún afín para... ¿Jodernos?>>. En cuanto consiguió escuchar a la gente hablando a su alrededor y vio que pudo comprender lo que decían, cambió de parecer. <<Para ayudarnos>>. Con una ilusión nacida de la nada, agarró su cantimplora y fue a buscar a los calvos de antes para ofrecerles un trago. <<No me lo puedo creer... ¡Tengo agua mágica en la cantimplora!>>. La niña que en el fondo era Lara no cabía en sí de gozo.
Cuando avistó la fuente, no pudo sino alegrarse. Le daba igual que todos los allí presentes parecieran ser más macacos con calvicie incipiente y extrañas melenas en el cabezón, al menos había más gente elegida y, por lo tanto, más compañeros. Además había agua, que ya la iba echando en falta.
Mientras acababa de llegar, sacó su pequeña cantimplora de debajo de su falda. Se trataba de un fruto azul bastante pequeño, parecido a una calabaza, que había vaciado por dentro para llenarlo de cualquier líquido que se requiriera en sus partidas de rol. A veces le pedían recolectar ingredientes para “pociones” y siempre le había venido bien. En cuanto aterrizó en la plaza, se dedicó a esquivar a la multitud acumulada allí y fue casi brincando hasta la fuente.
Se sentó en el bordillo, con las piernas cruzadas, de cara a la escultura con las serpientes escupiendo agua, y llenó la cantimplora de agua para darle un trago. En cuanto lo hizo, sintió como sus pensamientos cambiaban de base lingüística y se asustó. Se llevó las manos a la garganta.
-Hola. Hola. Hola. Hola. Hola...-por más que lo repetía, no encontraba la palabra que hasta hace un minuto había utilizado siempre para saludar y, aún con todo, esta se le hacía extrañamente natural. Al menos hasta que su cerebro se atrofió momentáneamente de tanto repetirla.
<<Me han hecho tragar magia...>> creyó comprender. <<Esto es trabajo de algún afín para... ¿Jodernos?>>. En cuanto consiguió escuchar a la gente hablando a su alrededor y vio que pudo comprender lo que decían, cambió de parecer. <<Para ayudarnos>>. Con una ilusión nacida de la nada, agarró su cantimplora y fue a buscar a los calvos de antes para ofrecerles un trago. <<No me lo puedo creer... ¡Tengo agua mágica en la cantimplora!>>. La niña que en el fondo era Lara no cabía en sí de gozo.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 12:51 am
A pesar del frío, con el tiempo su curiosidad había acabado imponiéndose a la sensación de estar congelándose lentamente, lo que le había llevado a preguntarse varias cosas.
La primera: ¿Dónde coño estaba? Por las temperaturas era de suponer que estaba en uno de los polos, pero no recordaba que hubiera rastro alguno de civilización en ellos.
Suponiendo que así fuera la siguiente pregunta bien podía ser acerca del origen y posterior decadencia de la ciudad en la que se encontraba. No parecía ser tecnológicamente avanzada, por lo que difícilmente podía ser una ciudad enderth. ¿O quizás eran las ruinas de una mucho más antigua que las que conocía? ¿De una época anterior tal vez? De ser así, el clinger estaría realizando un descubrimiento histórico, pues sería la ciudad enderth más antigua descubierta hasta la fecha.
Mientras se comía la cabeza soñando con la fama y con ser reconocido como el explorador experto que tanto deseaba ser, Xalkoth se fue aproximando a la plaza. Cuando salió de sus ensoñaciones se fijó en que había una fuente en ella, con un diseño muy peculiar, y a sus ojos de mal gusto. "¿A qué imbécil se le habrá ocurrido representar reptiles? Ya se los ve bastante cuando intentan comernos"
Por si no fuera suficiente, el agua caía en abundancia. No pudo sino horrorizarse ante semejante desperdicio de líquido. La única explicación que encontraba para algo así solo podía ser que el agua no fuera potable. Eso o que estaba rota, algo más que posible dado el estado de la ciudad.
Pero el agua tenía que ser potable, ya que los mamíferos ya presentes bebieron de ella sin mostrar ningún síntoma de intoxicación, si bien Xalkoth notó el cambio del tono de voz de los que bebían no lo asoció a la fuente.
“Bueno, a ellos no parece hacerles nada raro, y tengo sed. Probemos” Lo mejor sería hacerlo con cautela primero, así que el clinger metió un dedo en el agua, que estaba aun más fría que el aire helado que lo hacía temblar. Maldijo para sí mientras se llevaba el dedo a la boca, probando el agua en busca de cualquier anormalidad.
No tardó en encontrarla. Apenas tragó un poco su mente se volvió loca, reordenándose de formas extrañas a las que, de forma sorprendente les veía el sentido. Lo más raro de todo fue que de repente los animales que le rodeaban ya no emitían ruidos extraños, ahora decían palabras comprensibles.
-¿Hablan?- Dijo Xalkoth totalmente sorprendido. Y más que lo estuvo cuando se oyó. “¡El agua hace que cambies tu idioma! ¿Pero cómo?”
Demasiadas cosas a la vez. No solo había descubierto que la fuente te hacía cambiar tu lengua, sino que además tenía que asimilar que los mamíferos que lo rodeaban no eran simples animales. Eran seres inteligentes que tan solo hablaban lenguas distintas. “Pero una vez beban del agua esta los entenderé. Bien, creo que empiezo a entender como va esto”
En el tiempo que Xalkoth había estado sumergido en sus debates mentales el simio pelado al que se había abrazado en el edificio de antes había aparecido. Se había acercado a la fuente y se había lavado la cara con el agua, pero no la había probado. Ante esto el clinger suspiró. “A este paso no beberá nunca” Entonces una idea cruzó por su mente. “¿Y si le hago beber? Entonces le habré ayudado. Estará en deuda conmigo y podré pedirle sus telas para poder abrigarme. ¡Si! Eso es lo que haré”
Plan trazado. Ahora había que ponerlo en práctica. Se acercó al simio, que todavía no daba muestras de ir a beber y se plantó a su lado.
-Bueno creo que no me entiendes. Así que como veo que no te das cuenta de lo que hay que hacer voy a ayudarte. Puedes agradecérmelo luego cuando me entiendas- Dicho esto agarró al simio de la cabeza y la hundió en la fuente hasta el cuello.
-Bien. Ahora bebe-
La primera: ¿Dónde coño estaba? Por las temperaturas era de suponer que estaba en uno de los polos, pero no recordaba que hubiera rastro alguno de civilización en ellos.
Suponiendo que así fuera la siguiente pregunta bien podía ser acerca del origen y posterior decadencia de la ciudad en la que se encontraba. No parecía ser tecnológicamente avanzada, por lo que difícilmente podía ser una ciudad enderth. ¿O quizás eran las ruinas de una mucho más antigua que las que conocía? ¿De una época anterior tal vez? De ser así, el clinger estaría realizando un descubrimiento histórico, pues sería la ciudad enderth más antigua descubierta hasta la fecha.
Mientras se comía la cabeza soñando con la fama y con ser reconocido como el explorador experto que tanto deseaba ser, Xalkoth se fue aproximando a la plaza. Cuando salió de sus ensoñaciones se fijó en que había una fuente en ella, con un diseño muy peculiar, y a sus ojos de mal gusto. "¿A qué imbécil se le habrá ocurrido representar reptiles? Ya se los ve bastante cuando intentan comernos"
Por si no fuera suficiente, el agua caía en abundancia. No pudo sino horrorizarse ante semejante desperdicio de líquido. La única explicación que encontraba para algo así solo podía ser que el agua no fuera potable. Eso o que estaba rota, algo más que posible dado el estado de la ciudad.
Pero el agua tenía que ser potable, ya que los mamíferos ya presentes bebieron de ella sin mostrar ningún síntoma de intoxicación, si bien Xalkoth notó el cambio del tono de voz de los que bebían no lo asoció a la fuente.
“Bueno, a ellos no parece hacerles nada raro, y tengo sed. Probemos” Lo mejor sería hacerlo con cautela primero, así que el clinger metió un dedo en el agua, que estaba aun más fría que el aire helado que lo hacía temblar. Maldijo para sí mientras se llevaba el dedo a la boca, probando el agua en busca de cualquier anormalidad.
No tardó en encontrarla. Apenas tragó un poco su mente se volvió loca, reordenándose de formas extrañas a las que, de forma sorprendente les veía el sentido. Lo más raro de todo fue que de repente los animales que le rodeaban ya no emitían ruidos extraños, ahora decían palabras comprensibles.
-¿Hablan?- Dijo Xalkoth totalmente sorprendido. Y más que lo estuvo cuando se oyó. “¡El agua hace que cambies tu idioma! ¿Pero cómo?”
Demasiadas cosas a la vez. No solo había descubierto que la fuente te hacía cambiar tu lengua, sino que además tenía que asimilar que los mamíferos que lo rodeaban no eran simples animales. Eran seres inteligentes que tan solo hablaban lenguas distintas. “Pero una vez beban del agua esta los entenderé. Bien, creo que empiezo a entender como va esto”
En el tiempo que Xalkoth había estado sumergido en sus debates mentales el simio pelado al que se había abrazado en el edificio de antes había aparecido. Se había acercado a la fuente y se había lavado la cara con el agua, pero no la había probado. Ante esto el clinger suspiró. “A este paso no beberá nunca” Entonces una idea cruzó por su mente. “¿Y si le hago beber? Entonces le habré ayudado. Estará en deuda conmigo y podré pedirle sus telas para poder abrigarme. ¡Si! Eso es lo que haré”
Plan trazado. Ahora había que ponerlo en práctica. Se acercó al simio, que todavía no daba muestras de ir a beber y se plantó a su lado.
-Bueno creo que no me entiendes. Así que como veo que no te das cuenta de lo que hay que hacer voy a ayudarte. Puedes agradecérmelo luego cuando me entiendas- Dicho esto agarró al simio de la cabeza y la hundió en la fuente hasta el cuello.
-Bien. Ahora bebe-
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 01:33 am
Siguiendo a los seres que vi en las habitaciones raras llego a una plaza donde hay una…una…no sé lo que es. Parece una cascada, pero muy pequeña, pero no es natural, eso seguro. La “cascada” se retuerce haciendo formas de serpientes. Cuanto más veo de este sitio, menos me gusta. Es muy distinto a mi casa. Todo parece sucio y roto. No sé cómo describirlo exactamente, pero hay algo que tengo claro: es diferente a todo lo que conozco, y eso no me gusta nada.
La gente poco a poco se congrega en las cercanías de la cascada. Hay algunos que beben de esa agua. No sé de qué va todo esto, pero parece que siguen vivos después de beber de ahí, por lo que deduzco que se puede beber sin padecer nada a corto plazo, o al menos eso espero, dadas lo diferente que soy comparado con todos los demás. Me acerco a la cascada, con algo de sed, y me dispongo a beber, cuando oigo que esos seres, que hablaban en lenguas distintas la gran mayoría, se ponen a hablar en la misma lengua todos a la vez. Les miro muy sorprendido y retrocedo con rapidez, mirando el agua con suspicacia. Me acerco a uno de esos seres, bastante más bajito que yo, con pelo negro por todo el cuerpo (aunque con motas blancas repartidas). También destacan sus ojos, muy grandes.
No trato ni de hablar, no me va a entender. Parece un poco desorientado, no para de repetir una palabra en este nuevo idioma. Trato de adivinar si es chico o chica, pero no puedo estar seguro del todo. Hay demasiada diferencia entre este ser y yo. En todo caso, miro al mamífero y le señalo la fuente. Hago un gesto de beber, miro la fuente y vuelvo a mirar a este animal con un interrogante en mis ojos. No sé si va a entenderme, pero me arriesgo. En todo caso, parece que deberé beber si quiero entenderme con esta gente, pero aun tengo muchas dudas acerca de esto.
La gente poco a poco se congrega en las cercanías de la cascada. Hay algunos que beben de esa agua. No sé de qué va todo esto, pero parece que siguen vivos después de beber de ahí, por lo que deduzco que se puede beber sin padecer nada a corto plazo, o al menos eso espero, dadas lo diferente que soy comparado con todos los demás. Me acerco a la cascada, con algo de sed, y me dispongo a beber, cuando oigo que esos seres, que hablaban en lenguas distintas la gran mayoría, se ponen a hablar en la misma lengua todos a la vez. Les miro muy sorprendido y retrocedo con rapidez, mirando el agua con suspicacia. Me acerco a uno de esos seres, bastante más bajito que yo, con pelo negro por todo el cuerpo (aunque con motas blancas repartidas). También destacan sus ojos, muy grandes.
No trato ni de hablar, no me va a entender. Parece un poco desorientado, no para de repetir una palabra en este nuevo idioma. Trato de adivinar si es chico o chica, pero no puedo estar seguro del todo. Hay demasiada diferencia entre este ser y yo. En todo caso, miro al mamífero y le señalo la fuente. Hago un gesto de beber, miro la fuente y vuelvo a mirar a este animal con un interrogante en mis ojos. No sé si va a entenderme, pero me arriesgo. En todo caso, parece que deberé beber si quiero entenderme con esta gente, pero aun tengo muchas dudas acerca de esto.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 01:43 am
Anduvieron durante un corto tiempo hasta que llegaron a una fuente rodeada de casa y de un nutrido grupo de personas, si así podían llamárselas a la variabilidad humanoides y no tan humanoide presentes allí. La incomodidad ante tanta gente reunida no tardo en llegar a Dhelian que a pesar de estar escondido tras su contraparte no pudo evitar sentirse incomodo por el gentío, por suerte para Lhelian tenía mejor nivel de socializacion y lejos de espantarse, aunque si que los miraba desconfiadamente y con curiosidad, paso a echarle un amplio vistazo a todos los presentes con precaución. "Deben ser personajes que viene de otra parte, aunque no sabría decir de donde proviene...todos parecen daelicianos enfermos y animales" pensó con evidente confusión ni en los libros más locos de fantasía aparecía algo así. Saco su cuaderno y uno de sus lápices dispuesto a dibujar a la personas presentes alrededor de la fuente o al menos sus rasgos más característicos ya que algunos parecían ser mas similares entre si.
Había tres individuos de aspecto un poco amenazantes para él, más por aquellos extraños brazos de metal que parecían mover con soltura, con facciones peculiares, hocico de algún animal achatado y orejas pequeñas. Un poco más allá un chica pelirroja, con pecho abundante y un parche cubriendo uno de sus ojos en principio se veía bastante normal aunque parecía enferma a juzgar por el tono de su piel. Tuvo que corregir sus pensamientos, lo de pecho abundante al ver a la siguiente chica del grupo "Me corrijo chica pelirroja numero 1, la pelirroja numero 2 te gana de goleada, y de forma algo exagerada debo añadir. Ese pecho serviría de perfecta almohada para una larga noche de sueño....si, bueno, 'sueño'" pensó un tanto divertido, definitivamente como Lhelian era un descarado en potencia. Sacudió un poco la cabeza siguiendo con la inspección, un poco mas allá había otra chica de cabellos negros y ojos verdes como los suyos, también con esa extraña piel pálida que como él, parecía estar dibujando a todos lo que les rodeaban. Lo mismo ocurrió con otro chico que era vagamente similar a su acompañante de pelo naranja aunque con un color de cabello más oscuro "Tal vez sean igual que mi acompañante de pelo naranja" pensó Dhelian observando de reojo a este, mientras realizaba bocetos simple de los presentes, antes de seguir con su observación.Junto a la chica dibujante había una chica más pero con, con orejas puntiagudas y peluditas y hocico de algún animal que no exageraban nada sus rasgos. Aun a pesar del parecido pudo notar ligeramente la diferencia con los tres chicos anteriores con los brazos mecánicos, dibujando en un boceto antes de seguir su inspección. El siguiente que dibujo le recordó vagamente a la persona que se encontraron en la mazmorra, aunque con mayor altura y aspecto intimidarte. Lo que más terminaron por llamar la atención de Dhelian fue, sin duda las tres criaturas con aspecto animal que sino fuer aporque lo había escuchado hablar en un idioma extraño que ahora parecían entenderse entre sí, habría pensado que eran algún tipo de mascotas.
Con cierta emoción al pensar que existían criaturas así como en los libros de fantasía que leía, intento dibujarlos empezando dibujando aquella bolita de pelo negro, peluda, de corto tamaño con ojos grandes y brillantes de un color precioso y con ropita a su tamaño que le hacía ver a ojos de Dhelian incluso más linda. Estaba algo gordita y su tamaño era considerablemente menor al de los presentes. El siguiente en dibujar fue aquella especie de pájaro. EL último fue un insecto gigante, con antenas, extraño cuerpo cubierto en un exoesqueleto y ojos compuestos, causándole curiosidad al daeliciano aunque algo de incertidumbre también por un insecto tan grande. La expresión de horror de Dhelian se manifestó en el momento en que el insecto cogió a aquel chico enfermo de cabello oscuro y lo hundió en el agua de la fuente "¡Por el Demiurgo" exclamo en su mente yendo rápido hacia la fuente dispuesto a ayudar, pero por suerte el chico consiguió liberarse. Se aseguro de que estuviese bien antes de seguir dibujando no sin mirar con sospecha al insecto gigante tras verlo hacer eso tras beber agua, lo más raro fue notar cómo tras beber aquella agua contaminada su voz cambio. "Que cosa mas extraña acabo de presencia, luego de beber de esa extraña agua contaminada han podido comunicarse con esa otras personas presentes en la plaza..." pensó Dhelian confundido por el hallazgo, miro el agua con aquel extraño tono transparente, movido por su curiosidad y por ese nivel de valor e imprudencia que adquiría como Lhelian, llevo un dedo al agua notando que no pasaba nada, volvió a meterlo tanteando, antes de llevarse el dedo húmedo a la boca para saborearla...no tenia sabor alguno.
-¿Que es lo que ocurre ahora?- se pregunto Dhelian con expresión de sorpresa al notar que su voz suave y melódica y a no sonaba igual o mas concretamente su tono seguía siendo el mismo pero sus palabras se escuchaban en aquel extraño idioma que antes no comprendía de los que habían bebido de la fuente. "Mi voz, que es lo que le ha ocurrido a mi voz...¿por qué hablo de una forma diferente? El insecto, aquel insecto, antes sonaba de una forma diferente y ahora lo entiendo, ¿cómo es posible semejante hecho?" aquello era un imposible, había leído muchos libros de fantasía pero nada de eso ocurría en ellos. Su contraparte se revolvió y decidió que dada la imprudencia con la que había tomado esa agua contaminada se quedaría observando un corto tiempo antes de decidirse a qué hacer, se sentó junto a la fuente tras jalas al peli naranja consigo para no alejarse mucho de él ya que era la primera persona que conoció haciéndole gestos en dirección a la fuente-No sé como ocurre esto pero si bebes de esa extraña agua que porta la fuente podremos entendernos- intento explicarle con gestos sonriéndole suavemente agradecido de que su voz no se hubiese malogrado con el cambio de idioma, para luego sentarse junto a la fuente, cerca de donde estaba la otra chica dibujando, perfeccionando un poco más los dibujos de los que ya estaban en la fuente y de los que comenzaron a llegar tras ellos.
Había tres individuos de aspecto un poco amenazantes para él, más por aquellos extraños brazos de metal que parecían mover con soltura, con facciones peculiares, hocico de algún animal achatado y orejas pequeñas. Un poco más allá un chica pelirroja, con pecho abundante y un parche cubriendo uno de sus ojos en principio se veía bastante normal aunque parecía enferma a juzgar por el tono de su piel. Tuvo que corregir sus pensamientos, lo de pecho abundante al ver a la siguiente chica del grupo "Me corrijo chica pelirroja numero 1, la pelirroja numero 2 te gana de goleada, y de forma algo exagerada debo añadir. Ese pecho serviría de perfecta almohada para una larga noche de sueño....si, bueno, 'sueño'" pensó un tanto divertido, definitivamente como Lhelian era un descarado en potencia. Sacudió un poco la cabeza siguiendo con la inspección, un poco mas allá había otra chica de cabellos negros y ojos verdes como los suyos, también con esa extraña piel pálida que como él, parecía estar dibujando a todos lo que les rodeaban. Lo mismo ocurrió con otro chico que era vagamente similar a su acompañante de pelo naranja aunque con un color de cabello más oscuro "Tal vez sean igual que mi acompañante de pelo naranja" pensó Dhelian observando de reojo a este, mientras realizaba bocetos simple de los presentes, antes de seguir con su observación.Junto a la chica dibujante había una chica más pero con, con orejas puntiagudas y peluditas y hocico de algún animal que no exageraban nada sus rasgos. Aun a pesar del parecido pudo notar ligeramente la diferencia con los tres chicos anteriores con los brazos mecánicos, dibujando en un boceto antes de seguir su inspección. El siguiente que dibujo le recordó vagamente a la persona que se encontraron en la mazmorra, aunque con mayor altura y aspecto intimidarte. Lo que más terminaron por llamar la atención de Dhelian fue, sin duda las tres criaturas con aspecto animal que sino fuer aporque lo había escuchado hablar en un idioma extraño que ahora parecían entenderse entre sí, habría pensado que eran algún tipo de mascotas.
Con cierta emoción al pensar que existían criaturas así como en los libros de fantasía que leía, intento dibujarlos empezando dibujando aquella bolita de pelo negro, peluda, de corto tamaño con ojos grandes y brillantes de un color precioso y con ropita a su tamaño que le hacía ver a ojos de Dhelian incluso más linda. Estaba algo gordita y su tamaño era considerablemente menor al de los presentes. El siguiente en dibujar fue aquella especie de pájaro. EL último fue un insecto gigante, con antenas, extraño cuerpo cubierto en un exoesqueleto y ojos compuestos, causándole curiosidad al daeliciano aunque algo de incertidumbre también por un insecto tan grande. La expresión de horror de Dhelian se manifestó en el momento en que el insecto cogió a aquel chico enfermo de cabello oscuro y lo hundió en el agua de la fuente "¡Por el Demiurgo" exclamo en su mente yendo rápido hacia la fuente dispuesto a ayudar, pero por suerte el chico consiguió liberarse. Se aseguro de que estuviese bien antes de seguir dibujando no sin mirar con sospecha al insecto gigante tras verlo hacer eso tras beber agua, lo más raro fue notar cómo tras beber aquella agua contaminada su voz cambio. "Que cosa mas extraña acabo de presencia, luego de beber de esa extraña agua contaminada han podido comunicarse con esa otras personas presentes en la plaza..." pensó Dhelian confundido por el hallazgo, miro el agua con aquel extraño tono transparente, movido por su curiosidad y por ese nivel de valor e imprudencia que adquiría como Lhelian, llevo un dedo al agua notando que no pasaba nada, volvió a meterlo tanteando, antes de llevarse el dedo húmedo a la boca para saborearla...no tenia sabor alguno.
-¿Que es lo que ocurre ahora?- se pregunto Dhelian con expresión de sorpresa al notar que su voz suave y melódica y a no sonaba igual o mas concretamente su tono seguía siendo el mismo pero sus palabras se escuchaban en aquel extraño idioma que antes no comprendía de los que habían bebido de la fuente. "Mi voz, que es lo que le ha ocurrido a mi voz...¿por qué hablo de una forma diferente? El insecto, aquel insecto, antes sonaba de una forma diferente y ahora lo entiendo, ¿cómo es posible semejante hecho?" aquello era un imposible, había leído muchos libros de fantasía pero nada de eso ocurría en ellos. Su contraparte se revolvió y decidió que dada la imprudencia con la que había tomado esa agua contaminada se quedaría observando un corto tiempo antes de decidirse a qué hacer, se sentó junto a la fuente tras jalas al peli naranja consigo para no alejarse mucho de él ya que era la primera persona que conoció haciéndole gestos en dirección a la fuente-No sé como ocurre esto pero si bebes de esa extraña agua que porta la fuente podremos entendernos- intento explicarle con gestos sonriéndole suavemente agradecido de que su voz no se hubiese malogrado con el cambio de idioma, para luego sentarse junto a la fuente, cerca de donde estaba la otra chica dibujando, perfeccionando un poco más los dibujos de los que ya estaban en la fuente y de los que comenzaron a llegar tras ellos.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 01:53 am
Más gente extraña en la plaza, pero ningún otro irrense, ni nadie que pareciera tratar de poner orden y decirles dónde estaban y qué tenían que hacer. Iba a volverse loco de lo absurdo que era todo. Se sorprendía a sí mismo estando tan sereno para tratarse de una situación tan surrealista. Todo era nuevo, se mareaba de tanto mirar a un lado y a otro en la calle, agobiado en parte por todo el espacio que había a su alrededor. Sus compañeros de cosecha, porque otra cosa no podían ser, eran dignos de ser observados fijamente, y él no tenía reparo en mirarlos con descaro. Pelo donde no debía haber, escamas, orejas en sitios extraños y de tamaños diferentes, colores de piel y pelo rarísimos, gran variedad de tallas... Algunos de los presentes tenían los los pechos hinchados, pero solo la fila superior. Se preguntaba si tenía alguna lógica cosechar a alguien con cáncer. Quizás utilizaban solo esos pechos para dar lactancia. Empezó a estar curado de espanto, esperaba encontrarse cualquier cosa. «Podríamos ser la troupe de un circo» pensó, enarcando una ceja.
Mucha gente se congregaba alrededor de una gran fuente que imitaba serpientes de piedra en el centro de la plaza, y vio como varios daban un sorbo sin hacer muecas de asco. Llevaba sin beber desde que había salido de su casa la noche de la cosecha, y tenía la garganta hecha un guiñapo. Por precaución esperó a que fuese otro de su misma especie el primero en probar el agua, y al ver que Archime no le torcía el morro, hizo un cuenco con la mano y se sirvió varias veces rápidamente. El transcurso de sus pensamientos sufrió un cambio drástico, y a su lado vio como su compañero revisaba con nerviosismo su ordenador. La naturaleza de ese cambio no tenía nada que ver con perder el hilo del pensamiento, sino con cómo sonaban las palabras en su cabeza. El idioma que hablaba había cambiado, sonaba más suave y melódico, pero lo peor de todo era que por mucho que buscase no encontraba la manera de decir una sola frase en irrense.
—Se ha ido —murmuró llevándose la mano a la boca. Las palabras de los demás llegaban ahora a sus oídos teniendo significado, pero de haberlo sabido jamás habría bebido esa maldita agua. La preocupación de Archime se le contagió y se puso a trastear en su ordenador, quedándose helado al no reconocer una sola palabra de los menús. Le pareció ver por el rabillo del ojo como el insecto trataba de ahogar al que parecía ser su amo, pero poco le importó teniendo que lidiar con aquel problema. Una retahíla interminable de insultos hacia el cosechador y Rocavarancolia inundaron sus pensamientos durante el minuto que tardó en calmarse y tratar de pensar con objetividad. Las funciones seguían ahí, tenía que usar lo más importante de memoria hasta que pudiera encontrar una solución, porque seguro que había alguna igual de mágica y drástica.
Agotado mentalmente de tanto descubrimiento se retiró quedando apoyado en la pared de un edificio ruinoso, donde se acomodó y se limitó a seguir observando y analizando la situación, empezando a abrir y cerrar la tapa de la falangeta que tenía suelta de forma inconsciente.
Mucha gente se congregaba alrededor de una gran fuente que imitaba serpientes de piedra en el centro de la plaza, y vio como varios daban un sorbo sin hacer muecas de asco. Llevaba sin beber desde que había salido de su casa la noche de la cosecha, y tenía la garganta hecha un guiñapo. Por precaución esperó a que fuese otro de su misma especie el primero en probar el agua, y al ver que Archime no le torcía el morro, hizo un cuenco con la mano y se sirvió varias veces rápidamente. El transcurso de sus pensamientos sufrió un cambio drástico, y a su lado vio como su compañero revisaba con nerviosismo su ordenador. La naturaleza de ese cambio no tenía nada que ver con perder el hilo del pensamiento, sino con cómo sonaban las palabras en su cabeza. El idioma que hablaba había cambiado, sonaba más suave y melódico, pero lo peor de todo era que por mucho que buscase no encontraba la manera de decir una sola frase en irrense.
—Se ha ido —murmuró llevándose la mano a la boca. Las palabras de los demás llegaban ahora a sus oídos teniendo significado, pero de haberlo sabido jamás habría bebido esa maldita agua. La preocupación de Archime se le contagió y se puso a trastear en su ordenador, quedándose helado al no reconocer una sola palabra de los menús. Le pareció ver por el rabillo del ojo como el insecto trataba de ahogar al que parecía ser su amo, pero poco le importó teniendo que lidiar con aquel problema. Una retahíla interminable de insultos hacia el cosechador y Rocavarancolia inundaron sus pensamientos durante el minuto que tardó en calmarse y tratar de pensar con objetividad. Las funciones seguían ahí, tenía que usar lo más importante de memoria hasta que pudiera encontrar una solución, porque seguro que había alguna igual de mágica y drástica.
Agotado mentalmente de tanto descubrimiento se retiró quedando apoyado en la pared de un edificio ruinoso, donde se acomodó y se limitó a seguir observando y analizando la situación, empezando a abrir y cerrar la tapa de la falangeta que tenía suelta de forma inconsciente.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 01:55 am
Llegó a la plaza con los otros irrenses, andando a un ritmo lento, mirando todo a su alrededor y sacando fotos de forma compulsiva, como si quisiese guardar en la memoria de su ordenador hasta la última piedra de Rocavarancolia. Quería enseñarle todo aquello a sus amigos, enseñarles toda su experiencia mediante fotografías. Además, así se distaría y olvidaba el temor que le estaba cogiendo al aire libre.
La llegada a la plaza fue… extraña, o al menos así se lo pareció al irrense, que se dedicó a fotografiar a todos los presentes excepto a los de su mundo, que tenían una fisonomía tan común para él que no merecía la pena retratar. Cuando acabó su sesión fotográfica, se dirigió a la fuente y bebió un trago de agua cristalina, mientras miraba los edificios ruinosos que estaban alrededor de la plaza, sopesando refugiarse en alguno de ellos. No le gustaba el aire libre, lo tenía claro.
No supo exactamente había comenzado a entender lo que los alienígenas decían ni en qué momento había empezado a pensar en otro idioma. -¿¡Pero qué!? –preguntó al aire, sorprendido de descubrirlo. Y su sorpresa fue mayor al descubrir que había hablado en aquella extraña lengua que nunca había oído y que comprendía perfectamente. Fue a sacar otra foto de la fuente desde una nueva perspectiva y se dio cuenta de que no entendía nada de lo que estaba escrito en su ordenador «El agua mágica ha sustituido el irrense por el rocavarancolés… Pero el cosechador hablaba en irrense, lo cual significa que volveré a hablarlo, ¿no?» . Estaba visiblemente preocupado debido a aquello. Si volvía a Irraria, no podría comunicarse con sus amigos, y no podría usar algunas funciones de su ordenador, aunque que otras sabía usarlas de memoria sin necesidad de leer lo que ponía.
Y sin decir una palabra salió corriendo a refugiarse en unas ruinas tras haber fotografiado la escena protagonizada por el bicho gigante y el que tanto se parecía a su cosechador. Las ruinas en las que se había escondido quedaban enfrente de la pelirroja del parche. Se sorprendió al ver su tono de pelo y aquel ojo tapado y quiso acercarse a preguntarle sobre esto último, pero se sentía desprotegido en el exterior, razón por la que se limitó a sacarle un par de fotos de forma disimulada y luego a intentar dibujarla de forma simple, sin entretenerse en los detalles. Ya tendría tiempo de dibujar a todos aquellos seres de extraño aspecto con más calma. Alternó la mirada entre el dibujo y la chica del parche, para darse cuenta de que tenía los pechos hinchados. No entendía porqué solo dos de los ocho. Tal vez estuviese enferma, o tal vez en su especie solo amamantasen con dos pechos. Un último vistazo al resto de los cosechados le hizo darse cuenta que no era la única con los pechos hinchados.
La llegada a la plaza fue… extraña, o al menos así se lo pareció al irrense, que se dedicó a fotografiar a todos los presentes excepto a los de su mundo, que tenían una fisonomía tan común para él que no merecía la pena retratar. Cuando acabó su sesión fotográfica, se dirigió a la fuente y bebió un trago de agua cristalina, mientras miraba los edificios ruinosos que estaban alrededor de la plaza, sopesando refugiarse en alguno de ellos. No le gustaba el aire libre, lo tenía claro.
No supo exactamente había comenzado a entender lo que los alienígenas decían ni en qué momento había empezado a pensar en otro idioma. -¿¡Pero qué!? –preguntó al aire, sorprendido de descubrirlo. Y su sorpresa fue mayor al descubrir que había hablado en aquella extraña lengua que nunca había oído y que comprendía perfectamente. Fue a sacar otra foto de la fuente desde una nueva perspectiva y se dio cuenta de que no entendía nada de lo que estaba escrito en su ordenador «El agua mágica ha sustituido el irrense por el rocavarancolés… Pero el cosechador hablaba en irrense, lo cual significa que volveré a hablarlo, ¿no?» . Estaba visiblemente preocupado debido a aquello. Si volvía a Irraria, no podría comunicarse con sus amigos, y no podría usar algunas funciones de su ordenador, aunque que otras sabía usarlas de memoria sin necesidad de leer lo que ponía.
Y sin decir una palabra salió corriendo a refugiarse en unas ruinas tras haber fotografiado la escena protagonizada por el bicho gigante y el que tanto se parecía a su cosechador. Las ruinas en las que se había escondido quedaban enfrente de la pelirroja del parche. Se sorprendió al ver su tono de pelo y aquel ojo tapado y quiso acercarse a preguntarle sobre esto último, pero se sentía desprotegido en el exterior, razón por la que se limitó a sacarle un par de fotos de forma disimulada y luego a intentar dibujarla de forma simple, sin entretenerse en los detalles. Ya tendría tiempo de dibujar a todos aquellos seres de extraño aspecto con más calma. Alternó la mirada entre el dibujo y la chica del parche, para darse cuenta de que tenía los pechos hinchados. No entendía porqué solo dos de los ocho. Tal vez estuviese enferma, o tal vez en su especie solo amamantasen con dos pechos. Un último vistazo al resto de los cosechados le hizo darse cuenta que no era la única con los pechos hinchados.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 02:22 am
Entrada Nº2: Las Aguas de la Vida
>>No tardo en notar la luz en mi cara. Tan molesta. Tan inoportuna. No hay nada que rivalice contra la tranquilidad de la noche. Con paso decidido, encabezo la aparente marcha, seguido de cerca por la niña y un poco más lejos, por el otro ser. Mis ojos captan muchas cosas, muchos detalles. Una ciudad en ruinas. Una ciudad perdida. Una ciudad sin vida.
El sonido del agua llena mis impios oidos. Casi sin merecer el dulce sonido del arrojo de l líquido de la vitalidad, pongo una mueca y sigo andando. Eso es lo que hacen los demás, seguir andando.
Se abre la calle a una plazoleta, que tiene bastante pinta de haber visto dias mejores. En el centro de la plaza, una gran fuente, con agua chorreando por su mecanismo decorado de serpiente. Desperdigados, por toda la plaza, hay gente. Gente joven. Algunos parecen humanos otros tienen pinta de ser un eslabon perdido en la evolución y otros simplemente, lo son. No tardo en identificar quien es quien, como si esto fuera un burdo juego de mesa. Toca saludar, por lo menos.
El chico alzó su mano y separó sus dedos corazón y anular, formando el tradicional saludo Vulcan para, a continuación, usar las palabras de este.
-Dif tor heh smusma.-dijo en una entonación que creia correcta. Si bien esta gente no le hacia caso o no queria entenderle, carecian de los suficientes conocimientos de Star Trek para ser unas personas mínimamente interesantes para él. Todavia algo confuso por la situación, dejó al daeliciano un momento para acercarse a un edificio de fachada parcialmente derruida y escalarlo con una agilidad que no es característica de los humanos.
Al cabo de poco menos de un minuto, el chico se alzaba sobre el tejado de aquel edificio, contemplando la ciudad que se extendia ante él. Habia ruinas, si, pero tambien habia otros edificios enormes y de aspecto muy interesante.
-Que raro...-dijo, llevandose una mano al mentón.-¿Será el tema de este juego el postapocalipsis?-al poco, dio un brinco de alegria.-¡Quizás sea un apocalipsis zombie!-su nerviosismo se vio reflejado en una risilla por debajo del aliento. Se quedó mirando la ciudad con los ojos bien abiertos. En ellos, un atisbo de deseos de grandeza podia apreciarse. Ver el horizonte infinito y lo que le deparaba el futuro, siempre le ayudaba a seguir adelante y aumentaba ese brillo de grandeza en sus ojos.
Para desgracia del chico, el tejado en concreto que estaba pisando no era muy estable y fue dar un paso en falso y se hundió torpemente en el suelo, atravesado tejas y madera. A mitad de caida, logró agarrase a una losa y permaneció asi suspendido un rato hasta que calculó bien la caida que sufriria si se soltaba y finalmente lo hizo, rodando al entrar en contacto con el suelo.
De un brinco, se puso de pie, sin heridas que no fueran más que rasguños y algun que otro golpe menos serio. Se barrió el polvo de encima y volvio con el grupo, gruñendo por lo bajo.
-Como odio fallar el chequeo por terreno peligroso...-
Se reencontró con el daeliciano que al parecer habia estado muy ocupado observando a los otros, como para notar su ausencia momentanea de su lado. Con una sonrisa casi pegada en su cara, se dejó arrastrar a la fuente, donde lavó sus heridas y su cara. La niña parecia estar instándole a beber de la fuente. Alzó una ceja, dubiditativo.
-¿Estás diciendo que por beber este agua voy a entender al resto?-o algo asi interpretó. Miro el agua, claro cristalino. No parecia contener ningun tipo de veneno. El detective no paró de hablarle. Le suplicaba que no bebiera de ese agua. Que fuera lo que fuese no era bueno, seguramente. Intentando aplear con la lógica a alguien que esta pensando con otra cabeza no suele dar muy buenos resultados.
Respiró hondo y soltó unas últimas palabras a modo de motivarse a beber de aquella fuente misteriosa.
-¡Heghlu'meH QaQ jajvam!-exclamó en la poderosa lengua Klingon antes de llevarse a los labios aquella misteriosa y mágica agua.
No notó mucho cambio. Era agua. Aunque él preferia comer con Sprite. Beber agua era sano. Pero tambien muchas personas morian en el mar. Morir no es muy sano.
-No se cuando deberia hacer esto efecto porque.-se detuvo en seco al comprobar su nueva voz. Se llevó las manos a la garganta.
>>Ooooh...
- Risas -
-He olvidado todos los idiomas que sabia.-dijo con una sonrisa de oreja a oreja que no tardó en desmoronarse en un poderoso llanto por la pérdida. Alzó sus puños contra el cielo, maldiciendoles a todos.-¿¡Como se supone que voy a ver mis animes en Raw cuando salgan!?-exclamó.
>>No tardo en notar la luz en mi cara. Tan molesta. Tan inoportuna. No hay nada que rivalice contra la tranquilidad de la noche. Con paso decidido, encabezo la aparente marcha, seguido de cerca por la niña y un poco más lejos, por el otro ser. Mis ojos captan muchas cosas, muchos detalles. Una ciudad en ruinas. Una ciudad perdida. Una ciudad sin vida.
El sonido del agua llena mis impios oidos. Casi sin merecer el dulce sonido del arrojo de l líquido de la vitalidad, pongo una mueca y sigo andando. Eso es lo que hacen los demás, seguir andando.
Se abre la calle a una plazoleta, que tiene bastante pinta de haber visto dias mejores. En el centro de la plaza, una gran fuente, con agua chorreando por su mecanismo decorado de serpiente. Desperdigados, por toda la plaza, hay gente. Gente joven. Algunos parecen humanos otros tienen pinta de ser un eslabon perdido en la evolución y otros simplemente, lo son. No tardo en identificar quien es quien, como si esto fuera un burdo juego de mesa. Toca saludar, por lo menos.
El chico alzó su mano y separó sus dedos corazón y anular, formando el tradicional saludo Vulcan para, a continuación, usar las palabras de este.
-Dif tor heh smusma.-dijo en una entonación que creia correcta. Si bien esta gente no le hacia caso o no queria entenderle, carecian de los suficientes conocimientos de Star Trek para ser unas personas mínimamente interesantes para él. Todavia algo confuso por la situación, dejó al daeliciano un momento para acercarse a un edificio de fachada parcialmente derruida y escalarlo con una agilidad que no es característica de los humanos.
Al cabo de poco menos de un minuto, el chico se alzaba sobre el tejado de aquel edificio, contemplando la ciudad que se extendia ante él. Habia ruinas, si, pero tambien habia otros edificios enormes y de aspecto muy interesante.
-Que raro...-dijo, llevandose una mano al mentón.-¿Será el tema de este juego el postapocalipsis?-al poco, dio un brinco de alegria.-¡Quizás sea un apocalipsis zombie!-su nerviosismo se vio reflejado en una risilla por debajo del aliento. Se quedó mirando la ciudad con los ojos bien abiertos. En ellos, un atisbo de deseos de grandeza podia apreciarse. Ver el horizonte infinito y lo que le deparaba el futuro, siempre le ayudaba a seguir adelante y aumentaba ese brillo de grandeza en sus ojos.
Para desgracia del chico, el tejado en concreto que estaba pisando no era muy estable y fue dar un paso en falso y se hundió torpemente en el suelo, atravesado tejas y madera. A mitad de caida, logró agarrase a una losa y permaneció asi suspendido un rato hasta que calculó bien la caida que sufriria si se soltaba y finalmente lo hizo, rodando al entrar en contacto con el suelo.
De un brinco, se puso de pie, sin heridas que no fueran más que rasguños y algun que otro golpe menos serio. Se barrió el polvo de encima y volvio con el grupo, gruñendo por lo bajo.
-Como odio fallar el chequeo por terreno peligroso...-
Se reencontró con el daeliciano que al parecer habia estado muy ocupado observando a los otros, como para notar su ausencia momentanea de su lado. Con una sonrisa casi pegada en su cara, se dejó arrastrar a la fuente, donde lavó sus heridas y su cara. La niña parecia estar instándole a beber de la fuente. Alzó una ceja, dubiditativo.
-¿Estás diciendo que por beber este agua voy a entender al resto?-o algo asi interpretó. Miro el agua, claro cristalino. No parecia contener ningun tipo de veneno. El detective no paró de hablarle. Le suplicaba que no bebiera de ese agua. Que fuera lo que fuese no era bueno, seguramente. Intentando aplear con la lógica a alguien que esta pensando con otra cabeza no suele dar muy buenos resultados.
Respiró hondo y soltó unas últimas palabras a modo de motivarse a beber de aquella fuente misteriosa.
-¡Heghlu'meH QaQ jajvam!-exclamó en la poderosa lengua Klingon antes de llevarse a los labios aquella misteriosa y mágica agua.
No notó mucho cambio. Era agua. Aunque él preferia comer con Sprite. Beber agua era sano. Pero tambien muchas personas morian en el mar. Morir no es muy sano.
-No se cuando deberia hacer esto efecto porque.-se detuvo en seco al comprobar su nueva voz. Se llevó las manos a la garganta.
>>Ooooh...
- Risas -
-He olvidado todos los idiomas que sabia.-dijo con una sonrisa de oreja a oreja que no tardó en desmoronarse en un poderoso llanto por la pérdida. Alzó sus puños contra el cielo, maldiciendoles a todos.-¿¡Como se supone que voy a ver mis animes en Raw cuando salgan!?-exclamó.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- InvitadoInvitado
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 03:07 am
-¡Quita bicho!
Marsi apartó al bicho gigante al que de repente le había dado el pronto de ahogar a uno de los chicos. Sacó al otro pobre desgraciado de la fuente y comprobó que estaba bien, aunque no paraba de toser.
-¿Estás loco? ¿Es que pretendías matarlo?- dijo encarándose al bicho, mirándolo incrédula. También le chocaba bastante el hecho de que nadie más hubiese movido un dedo.
Cada vez había más gente en aquella plaza, y cada vez más extraña. No había nadie como ella, aunque sí había un par de grupitos con similitudes. Las pelirrojas con sus dientes de pescado, los pelo pincho, los de orejas pequeñas que no tenían colores de piel demasiado chillones... Supuso que todos debían prtenecer a la misma tierra. A los mismos mundos. << ¿Significa que estoy en un mundo diferente? ¿Será el mundo de los espíritus?>> Por un momento pensó que tal vez habría ido a parar al mundo de los muertos, y eso la hizo estremecerse.
Marsi apartó al bicho gigante al que de repente le había dado el pronto de ahogar a uno de los chicos. Sacó al otro pobre desgraciado de la fuente y comprobó que estaba bien, aunque no paraba de toser.
-¿Estás loco? ¿Es que pretendías matarlo?- dijo encarándose al bicho, mirándolo incrédula. También le chocaba bastante el hecho de que nadie más hubiese movido un dedo.
Cada vez había más gente en aquella plaza, y cada vez más extraña. No había nadie como ella, aunque sí había un par de grupitos con similitudes. Las pelirrojas con sus dientes de pescado, los pelo pincho, los de orejas pequeñas que no tenían colores de piel demasiado chillones... Supuso que todos debían prtenecer a la misma tierra. A los mismos mundos. << ¿Significa que estoy en un mundo diferente? ¿Será el mundo de los espíritus?>> Por un momento pensó que tal vez habría ido a parar al mundo de los muertos, y eso la hizo estremecerse.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 03:47 am
En la plaza ya había un buen montón de gente cuando llegamos. Algunos también tenían cara de animales, cosa que me hizo pensar si no estaba soñando que vivía en un zoológico humano. No todos parecían un experimento de algún científico loco, claro, y una de las personas en concreto atrajo mi atención al instante. «¡Qué buena está!». Sabía que eso no era lo primero que se debía pensar de otra persona, pero me daba igual. No podía resistirme de ninguna forma a su atractivo, y menos aún a la suma de trenza, pelo rojo y parche. Pensé en ir a saludarla, pero al escuchar algunas palabras del idioma que parecían compartir los que ya estaban allí me di cuenta que tampoco era español. Fastidiado, me acerqué la la fuente que había en el centro de la plaza.
Las pintas que tenían mi cara me sorprendieron bastante, aunque debería haberlo sospechado. Normalmente tenía un aspecto horrible al levantarme, y siempre que bebía me levantaba con una cara el doble de fea de lo normal en mis mañanas. Hoy en especial parecía estar el triple de desmejorado de lo normal. «Parece que el viaje no me ha sentado muy bien» me dije con sorna mientras hacía un cuenco con las manos y me limpiaba la cara con aquel agua. Me ayudó a despejarme, aunque echaba de menos alguna taza de café bien cargado. «Una pena que no parece haber cafeterías ni civilización parecida por aquí».
El bicho de las mazmorras se acercó, salido dios sabe de donde. Comenzó a hacer sonidos por la boca de nuevo, mientras yo le miraba bastante precavido. No pensaba que volviese a agarrarse a mí. Cosa que, efectivamente, no hizo. En lugar de eso se le ocurrió la magnífica idea de intentar ahogarme. Comencé a revolverme en cuanto sentí la cabeza bajo el agua, sin saber bien qué había pasado, intentando tan solo aguantar la respiración.
—¡¿Qué cojones te crees que haces?! —intenté decir, aunque tan solo solté burbujas y tragué algo de agua. Sentí que alguien me sacaba de la fuente, aunque no me fijé en quien era. Apenas podía hacer otra cosa que toser golpeándome el pecho para ayudar a sacar el agua que había tragado. La chica riñió al bicho, que por otra parte no hacía otra cosa que pedir disculpas una y otra vez.
—E-espera —dije. Tosí un par de veces más y después miré a la chica, sin creerme lo que estaba pasando—. ¿Te entiendo? ¿Y qué idioma es este? ¿Qué...? —comencé a pensar, pero todo lo que me salía era en un idioma desconocido por completo. Al final acabé soltando una carcajada. La rapidez con la que había aprendido este idioma me hacía bastante gracia, visto mi historial académico con cualquier lengua—. Qué lástima que el inglés no se pueda aprender de esta manera. La de broncas de las que me habría librado. Por cierto, chaval —dije al bicho, volviendo a prestarle atención. Era bastante raro estar hablando con un ser que parecía un insecto gigante usando un idioma que me había enseñado el agua de una fuente, pero prefería no pensar demasiado en ello—, la próxima vez que quieras convencerme para hacer algo procura no casi matarme en el proceso —intenté darle un empujón que lo tirase a la fuente, pero el bicho fue más rápido y se apartó a tiempo. Me volví hacia la persona que me había rescatado, todavía extrañado con el idioma y el agua de la fuente. Su cara era curiosa y extraña, aunque no tanto como la de la mitad de los seres que había visto en las mazmorras.
—Oye, gracias por sacarme de la fuente —me había sentado en el borde, con un humor algo mejorado al que tenía en la mazmorra. Me habían drogado, secuestrado, mentido, tenía algo de resaca -ya no tanto, gracias a Dios- y un bicho gigante parecía haberse obsesionado conmigo, además de que me habían dejado viviendo en una pocilga. Pero al menos mis padres estaban lejos y algunas de aquellas personas parecían bastante majas—. El bicho parece que se ha obsesionado un poco conmigo, a saber por qué. Y bueno, me presento. Soy Álvaro -le dije algo inseguro. No tenía problemas en hablar a amigos o conocidos, pero las personas desconocidas me imponían algo de respeto. Especialmente si tenían nariz de gato.
Las pintas que tenían mi cara me sorprendieron bastante, aunque debería haberlo sospechado. Normalmente tenía un aspecto horrible al levantarme, y siempre que bebía me levantaba con una cara el doble de fea de lo normal en mis mañanas. Hoy en especial parecía estar el triple de desmejorado de lo normal. «Parece que el viaje no me ha sentado muy bien» me dije con sorna mientras hacía un cuenco con las manos y me limpiaba la cara con aquel agua. Me ayudó a despejarme, aunque echaba de menos alguna taza de café bien cargado. «Una pena que no parece haber cafeterías ni civilización parecida por aquí».
El bicho de las mazmorras se acercó, salido dios sabe de donde. Comenzó a hacer sonidos por la boca de nuevo, mientras yo le miraba bastante precavido. No pensaba que volviese a agarrarse a mí. Cosa que, efectivamente, no hizo. En lugar de eso se le ocurrió la magnífica idea de intentar ahogarme. Comencé a revolverme en cuanto sentí la cabeza bajo el agua, sin saber bien qué había pasado, intentando tan solo aguantar la respiración.
—¡¿Qué cojones te crees que haces?! —intenté decir, aunque tan solo solté burbujas y tragué algo de agua. Sentí que alguien me sacaba de la fuente, aunque no me fijé en quien era. Apenas podía hacer otra cosa que toser golpeándome el pecho para ayudar a sacar el agua que había tragado. La chica riñió al bicho, que por otra parte no hacía otra cosa que pedir disculpas una y otra vez.
—E-espera —dije. Tosí un par de veces más y después miré a la chica, sin creerme lo que estaba pasando—. ¿Te entiendo? ¿Y qué idioma es este? ¿Qué...? —comencé a pensar, pero todo lo que me salía era en un idioma desconocido por completo. Al final acabé soltando una carcajada. La rapidez con la que había aprendido este idioma me hacía bastante gracia, visto mi historial académico con cualquier lengua—. Qué lástima que el inglés no se pueda aprender de esta manera. La de broncas de las que me habría librado. Por cierto, chaval —dije al bicho, volviendo a prestarle atención. Era bastante raro estar hablando con un ser que parecía un insecto gigante usando un idioma que me había enseñado el agua de una fuente, pero prefería no pensar demasiado en ello—, la próxima vez que quieras convencerme para hacer algo procura no casi matarme en el proceso —intenté darle un empujón que lo tirase a la fuente, pero el bicho fue más rápido y se apartó a tiempo. Me volví hacia la persona que me había rescatado, todavía extrañado con el idioma y el agua de la fuente. Su cara era curiosa y extraña, aunque no tanto como la de la mitad de los seres que había visto en las mazmorras.
—Oye, gracias por sacarme de la fuente —me había sentado en el borde, con un humor algo mejorado al que tenía en la mazmorra. Me habían drogado, secuestrado, mentido, tenía algo de resaca -ya no tanto, gracias a Dios- y un bicho gigante parecía haberse obsesionado conmigo, además de que me habían dejado viviendo en una pocilga. Pero al menos mis padres estaban lejos y algunas de aquellas personas parecían bastante majas—. El bicho parece que se ha obsesionado un poco conmigo, a saber por qué. Y bueno, me presento. Soy Álvaro -le dije algo inseguro. No tenía problemas en hablar a amigos o conocidos, pero las personas desconocidas me imponían algo de respeto. Especialmente si tenían nariz de gato.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 09:12 am
La peliverde me imitó y por fin entendí lo que dijo, a lo cual asentí vigorosamente con una sonrisa.
-¡Encantada, encantada!-añadí, al presentarse una de las pelirrojas. Entonces me fijé en su parche, pero no indagué en el asunto por educación.
El de los bigotitos... Bueno, realmente no sé si es él o ella ya que no es una nutria completa... Bueno, lo que fuera se presentó como... Ejem, Ozzcrenoséqué. <<¿Cómo podría acortarlo?>> Le miré la cara pensativa unos segundos y traté de ponerle la de Ozzy Osbourne y un monóculo, lo cual resultó en una mezcla extraña. Pero es muy soso para ser Ozzy... En cambio el mago de Oz le pegaría más -no el grupo, aunque sería curioso ver a este/a tipo/a con una guitarra. Y tampoco parece muy receptivo que digamos para decirle nada, casi actúa como un robot.
-Al de hojalata le cambiaron el corazón por una piel de nutria.-comento, aunque nadie parece pillarlo.
Lo cual es comprensible, ya que pronto llega un grupo nutrido de... Los de antes. El grupito de los brazos mecánicos con uno más joven, los cuales en cuanto beben de la fuente se ponen a trastear con sus brazos electrónicos <<Esos tíos no son terrícolas, como Oz, ni de coña>> Una especie de tarsero con marsupio también hizo aparición, a lo que siguió una divertida reacción tras beber de la fuente. Me habría acercado a curiosear aquel ser aparentemente inteligente, pero la plaza cada vez se llenaba más y más y estaba empezando a ser agobiante con tantas reacciones.
Con este panorama, decidí subirme en una de las serpientes de piedra y allí sentada empecé a esbozar, a grandes rasgos, todo lo que allí se había reunido, junto a los nombres, en el orden de aparición. Marsi con sus gafas puestas, las pelirrojas luciendo cabellera, Oz con su monóculo, los tres jóvenes científicos, el tarsero hembra con su cantimplora en alto como si fuera un trofeo, el insecto gigante diciendo "¿hablan?" con interrogaciones alrededor de todo el boceto; ¿un hombre-pájaro?, un... No distingo desde aquí si es chico o chica... Pero tiene el pelo pelirrojo <<Qué de rojos... Ropa extraña...¿Plataformas tan joven? Pero es violeta de piel. Oye, qué colorida. O colorido.>> y acompaña a otro chico pelinaranja a quien hace beber de la fuente y... <<¿Animes? Vaya, al fin alguien normal. Terrícola, al menos>> así que le doy trazos de manga -más o menos- y ya está. Listo, todos dibujados. <<Me faltan algunos nombres, ya me iré enterando ya que no es plan ir preguntando a todos de nuevo. Pero era verdad lo que me dijo aquel muchacho: que aquí encontraría criaturas fantásticas>>
Pero de golpe un ruido a mi izquierda interrumpió mi observación de la plaza. Me giré a tiempo de ver a Marsi apartando al insecto y sacando al otro chico del agua. <<¿Ha intentado ahogarle?>> Con cuidado bajé al suelo y, al ver que estaba bien, me senté en el borde. <<Álvaro... Eso es español>> Animada, me presento y curioseo un poco más.
-Hey, mozo. ¿Estás bien? Álvaro, ¿no? ¿De dónde eres? Alice, de Australia. Creo que hay otro terrícola por ahí, el pelinaranja aquel. Los demás... Lo dudo, excepto Marsi que me tiene en duda. Y el insecto que puede ser del Área 51, quien sabe. ¿De dónde eres, Marsi?-añado, jugando con el lápiz entre los dedos mientras espero.
<<Y luego ¿qué? Estaría bien juntarnos todos, que ya estamos con esa tendencia a hacer grupitos y como sigamos por ahí, luego no nos junta ni Elrond. Pero el "luego" sigue quedando vago... ¿Qué haremos?>>
-Hey, podríamos hacer un gran grupo en vez de estar en grupitos. Estamos en un sitio que... ¿Alguien sabe dónde estamos, aparte de que se llame Rocavarancolia? Este sitio está hecho polvo. Y todos despertamos en una mazmorra, ¿a cuento de qué?
Justo entonces detengo el ir y venir del lápiz entre los dedos y añado a la primera hoja una referencia a las mazmorras, con interrogaciones para averiguar el motivo.
-¡Encantada, encantada!-añadí, al presentarse una de las pelirrojas. Entonces me fijé en su parche, pero no indagué en el asunto por educación.
El de los bigotitos... Bueno, realmente no sé si es él o ella ya que no es una nutria completa... Bueno, lo que fuera se presentó como... Ejem, Ozzcrenoséqué. <<¿Cómo podría acortarlo?>> Le miré la cara pensativa unos segundos y traté de ponerle la de Ozzy Osbourne y un monóculo, lo cual resultó en una mezcla extraña. Pero es muy soso para ser Ozzy... En cambio el mago de Oz le pegaría más -no el grupo, aunque sería curioso ver a este/a tipo/a con una guitarra. Y tampoco parece muy receptivo que digamos para decirle nada, casi actúa como un robot.
-Al de hojalata le cambiaron el corazón por una piel de nutria.-comento, aunque nadie parece pillarlo.
Lo cual es comprensible, ya que pronto llega un grupo nutrido de... Los de antes. El grupito de los brazos mecánicos con uno más joven, los cuales en cuanto beben de la fuente se ponen a trastear con sus brazos electrónicos <<Esos tíos no son terrícolas, como Oz, ni de coña>> Una especie de tarsero con marsupio también hizo aparición, a lo que siguió una divertida reacción tras beber de la fuente. Me habría acercado a curiosear aquel ser aparentemente inteligente, pero la plaza cada vez se llenaba más y más y estaba empezando a ser agobiante con tantas reacciones.
Con este panorama, decidí subirme en una de las serpientes de piedra y allí sentada empecé a esbozar, a grandes rasgos, todo lo que allí se había reunido, junto a los nombres, en el orden de aparición. Marsi con sus gafas puestas, las pelirrojas luciendo cabellera, Oz con su monóculo, los tres jóvenes científicos, el tarsero hembra con su cantimplora en alto como si fuera un trofeo, el insecto gigante diciendo "¿hablan?" con interrogaciones alrededor de todo el boceto; ¿un hombre-pájaro?, un... No distingo desde aquí si es chico o chica... Pero tiene el pelo pelirrojo <<Qué de rojos... Ropa extraña...¿Plataformas tan joven? Pero es violeta de piel. Oye, qué colorida. O colorido.>> y acompaña a otro chico pelinaranja a quien hace beber de la fuente y... <<¿Animes? Vaya, al fin alguien normal. Terrícola, al menos>> así que le doy trazos de manga -más o menos- y ya está. Listo, todos dibujados. <<Me faltan algunos nombres, ya me iré enterando ya que no es plan ir preguntando a todos de nuevo. Pero era verdad lo que me dijo aquel muchacho: que aquí encontraría criaturas fantásticas>>
Pero de golpe un ruido a mi izquierda interrumpió mi observación de la plaza. Me giré a tiempo de ver a Marsi apartando al insecto y sacando al otro chico del agua. <<¿Ha intentado ahogarle?>> Con cuidado bajé al suelo y, al ver que estaba bien, me senté en el borde. <<Álvaro... Eso es español>> Animada, me presento y curioseo un poco más.
-Hey, mozo. ¿Estás bien? Álvaro, ¿no? ¿De dónde eres? Alice, de Australia. Creo que hay otro terrícola por ahí, el pelinaranja aquel. Los demás... Lo dudo, excepto Marsi que me tiene en duda. Y el insecto que puede ser del Área 51, quien sabe. ¿De dónde eres, Marsi?-añado, jugando con el lápiz entre los dedos mientras espero.
<<Y luego ¿qué? Estaría bien juntarnos todos, que ya estamos con esa tendencia a hacer grupitos y como sigamos por ahí, luego no nos junta ni Elrond. Pero el "luego" sigue quedando vago... ¿Qué haremos?>>
-Hey, podríamos hacer un gran grupo en vez de estar en grupitos. Estamos en un sitio que... ¿Alguien sabe dónde estamos, aparte de que se llame Rocavarancolia? Este sitio está hecho polvo. Y todos despertamos en una mazmorra, ¿a cuento de qué?
Justo entonces detengo el ir y venir del lápiz entre los dedos y añado a la primera hoja una referencia a las mazmorras, con interrogaciones para averiguar el motivo.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 12:12 pm
Xalkoth estaba contento, el plan iba sobre ruedas y el mono no tendría que tardar en beber, pero cuando éste comenzó a revolverse empezó a darse cuenta de que algo no marchaba bien. Cinco segundos fue lo que el clinger tardó en recordar que los mamíferos se ahogaban con la cabeza bajo el agua. Al instante su cara de felicidad pasó a una de sorpresa y alarma. Rápidamente lo soltó, a la vez que otro mamífero lo apartaba.
-Lo siento, lo siento, lo siento ¡Lo sientoo!- Gritó a los dos cuando comprobó que el mono pelado no estaba muerto. -Yo solo quería que bebieras. No me acordé de que los mamíferos solo podéis respirar por la cabeza. Adiós a mis planes de pedirte la ropa a cambio del favor-
Por lo menos no lo había matado, si llega a pasar eso la reacción mas probable de todos los presentes habría sido o furia o miedo, y entonces sí que se habría quedado sin seres de sangre caliente a los que pegarse, y por lo tanto tocaría pasar frío.
A pesar de que la preocupación de Xalkoth era sincera, el hecho de que no hubiera llegado a pasar nada le hizo clasificar el suceso como algo de poca importancia, así que en apenas unos instantes ya se había olvidado del incidente. En un momento dado el peladito intentó empujar al clinger, o al menos esa era la intención que este interpretó por sus gestos. No le dejó hacerlo claro, lo esquivó pegando un salto, pera aterrizar de cuclillas en el borde de la fuente.
-Muy predecible, y lento- Le dijo divertido, luego empezaron a hablar entre ellos y se limitó a contemplar al mono y al felino con curiosidad.
-¡No es obsesión!- Le gritó cuando escucho lo que decía. -Tengo frío y estabas calentito, ¿tan taro es que me abrazara para entrar en calor? Hace un frío insufrible- Si no fuera un insecto, la reacción de Xalkoth habría sido la equivalente a hacer un mohín. Indignado por que lo hubieran tomado por un acosador desvió la mirada al mamífero más cercano, que vino a ser uno que estaba también subido a la fuente, sentado en el borde.
El clinger pegó otro brinco y aterrizó justo al lado, metiendo la cabeza por un hombro para curiosear lo que estaba haciendo. -Hola ¿Eso son dibujos? ¿Por qué dibujas hoces deformes con puntitos debajo?-
-Lo siento, lo siento, lo siento ¡Lo sientoo!- Gritó a los dos cuando comprobó que el mono pelado no estaba muerto. -Yo solo quería que bebieras. No me acordé de que los mamíferos solo podéis respirar por la cabeza. Adiós a mis planes de pedirte la ropa a cambio del favor-
Por lo menos no lo había matado, si llega a pasar eso la reacción mas probable de todos los presentes habría sido o furia o miedo, y entonces sí que se habría quedado sin seres de sangre caliente a los que pegarse, y por lo tanto tocaría pasar frío.
A pesar de que la preocupación de Xalkoth era sincera, el hecho de que no hubiera llegado a pasar nada le hizo clasificar el suceso como algo de poca importancia, así que en apenas unos instantes ya se había olvidado del incidente. En un momento dado el peladito intentó empujar al clinger, o al menos esa era la intención que este interpretó por sus gestos. No le dejó hacerlo claro, lo esquivó pegando un salto, pera aterrizar de cuclillas en el borde de la fuente.
-Muy predecible, y lento- Le dijo divertido, luego empezaron a hablar entre ellos y se limitó a contemplar al mono y al felino con curiosidad.
-¡No es obsesión!- Le gritó cuando escucho lo que decía. -Tengo frío y estabas calentito, ¿tan taro es que me abrazara para entrar en calor? Hace un frío insufrible- Si no fuera un insecto, la reacción de Xalkoth habría sido la equivalente a hacer un mohín. Indignado por que lo hubieran tomado por un acosador desvió la mirada al mamífero más cercano, que vino a ser uno que estaba también subido a la fuente, sentado en el borde.
El clinger pegó otro brinco y aterrizó justo al lado, metiendo la cabeza por un hombro para curiosear lo que estaba haciendo. -Hola ¿Eso son dibujos? ¿Por qué dibujas hoces deformes con puntitos debajo?-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 12:42 pm
Lara miró ojiplática al ser que intentaba hablar con ella. Era una mezcla entre un lagarto y un pollo, algo más alto que ella y con unas alas enormes. Si había algún tipo de criaturas por las que Lara sintiera preferencia, eran las que podían volar. No era fan de la afín al viento por nada, claro está. Saltó del bordillo de la fuente y le observó señalarla mientras caminaba a su alrededor casi impresionada.
-Vale, creo que te entiendo-se llevó las manos a la garganta y luego señaló al agua. Para que el pájaro viera que no pasaba nada, hizo un cuenco con las manos y dio un trago. Luego lo señaló a él. El pájaro no se hizo de rogar y, gracias a las enormes capacidades comunicativas de la ordesa, acabó bebiendo- ¿No es genial?-le preguntó emocionada cuando supo que por fin la entendería-. A todo esto, me llamo Lara 37, un placer enorme, lagarto-pollo-el tono de voz de la chica dejaba claro que no había ningún intento de ofensa en el mote. Realmente estaba fascinada con la criatura que tenía delante, incluso aunque su cara fuera algo fea e inexpresiva a sus ojos.
Tras preguntarle, el chico se presentó como Talento, nombre raro, utilizando un tono de voz muy musical. Lara se dijo que le caía bien este jugador y empezó a imaginarse volando por la ciudad sobre su lomo. << ¡Por el Azar! ¡Sería comparable a la escena en la que la afín del viento doma a su ardilla gigante con la mirada y cruzan el mar en busca de la afín del fuego!>> se dijo. En ningún momento se le pasó por la cabeza pensar que estaba tan rechoncha que Talento no podría levantarla del suelo.
-A todo esto... Estaría bien que nos fueramos presentando a todo el mundo. O mejor...-tuvo una brillante idea. Se puso de pie sobre el bordillo de la fuente, sacó su silbato y lo hizo sonar hasta que había llamado la atención de todos-¡Hora de las presentaciones, muchachoides!-otro de sus pequeños se revolvió en el marsupio, pero no parecía ir a despertar ahora.
-Vale, creo que te entiendo-se llevó las manos a la garganta y luego señaló al agua. Para que el pájaro viera que no pasaba nada, hizo un cuenco con las manos y dio un trago. Luego lo señaló a él. El pájaro no se hizo de rogar y, gracias a las enormes capacidades comunicativas de la ordesa, acabó bebiendo- ¿No es genial?-le preguntó emocionada cuando supo que por fin la entendería-. A todo esto, me llamo Lara 37, un placer enorme, lagarto-pollo-el tono de voz de la chica dejaba claro que no había ningún intento de ofensa en el mote. Realmente estaba fascinada con la criatura que tenía delante, incluso aunque su cara fuera algo fea e inexpresiva a sus ojos.
Tras preguntarle, el chico se presentó como Talento, nombre raro, utilizando un tono de voz muy musical. Lara se dijo que le caía bien este jugador y empezó a imaginarse volando por la ciudad sobre su lomo. << ¡Por el Azar! ¡Sería comparable a la escena en la que la afín del viento doma a su ardilla gigante con la mirada y cruzan el mar en busca de la afín del fuego!>> se dijo. En ningún momento se le pasó por la cabeza pensar que estaba tan rechoncha que Talento no podría levantarla del suelo.
-A todo esto... Estaría bien que nos fueramos presentando a todo el mundo. O mejor...-tuvo una brillante idea. Se puso de pie sobre el bordillo de la fuente, sacó su silbato y lo hizo sonar hasta que había llamado la atención de todos-¡Hora de las presentaciones, muchachoides!-otro de sus pequeños se revolvió en el marsupio, pero no parecía ir a despertar ahora.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 12:59 pm
>>Oh cruel destino... Mis idiomas...
>>Es una pena que hayas perdido el chino, con todo lo que estudiamos juntos...
>>¿Solo el chino? El klingon, el Vulcan, el Gorg, el Dalek, El elfico antiguo y el nuevo, el enano, el lenguaje runico, el lenguaje de los tigres nevados... ¡Y que coño! ¡El inglés se ha ido tambien! ¿Como voy actualizar mi twiter o mi tumblr ahora? Lo he perdido todo no soy nada... TT^TT
>> Venga, venga llorica. Fijate bien en el género. Podrias empezar una ruta con cualquiera de estas chicas ahora mismo. Las hay muy exóticas. Anímate, ¿vale? ^3^
>> No voy a empezar una ruta delante de tanta gente, se tiende a ignorarme y me da verguenza. -3-
>> Por lo menos socializa algo chaval. Que siempre viene bien conocer gente que comparta tu misma situación.
>> -3-
>> Podras salvar a ese desgraciado andaluz que le esta ahogando un bicho.
>> Los andaluces no tienen dinero, apenas me daria nada como recompensa. Aunque normalmente, cuando un pnj no da mucho dinero si da experiencia. Pero es que el bicho me da asco.
>> No es asco, es pereza. Si no es una chica mona, te importa dos cominos a quien ahogue. Ju ju ju.
>> Psche, llamalo como quieras. Creo que voy a centrarme en conocer mejor a esta chica eh... Asi que... Shhh que me tengo que concentrar.
>> Oh si, ¡perdónanos, dios de la conquista! - Risas de Mono -
>> Perdonados quedais.
Se secó las lágrimas por debajo de las gafas y se apoyó el la fuente. Ahí se puso a acariciar a una de las serpientes que decoraba la fuente mientras la miraba fijamente, abrió la boca lentamente y dejó escapar un par de siseos que dejaban un regusto de palabras. Al instante, se alzó sobre sus pies y gritó de júbilo, llenando toda la plaza de este.
-¡He aprendido Pársel!-
>>Idiota.
>> No, no lo has hecho. Nunca has sabido pársel para empezar. Ahora, centrate en tu misión.
Ignorando los comentarios hirientes, se giró hacia el daeliciano, por fin pudiendo entenderle, se presentó de nuevo.
-El nombre es Shaco.-le dijo con otro guiño como el que habia hecho antes en las mazmorras.-Hace unos minutos todavia me acordaba de como se pronunciaba.-sacudió la cabeza hacia los lados cuando un sentimiento punzante de dolor de la pérdida estuvo de sobrellevarle pero consiguio luchar contra él y no dejar que le afectase.-¿Y tú? ¿Cual es el nombre de la chica de la piel tan colorida?-dijo, esbozando otra sonrisa. Escuchó su respuesta y repitió el nombre por debajo, haciendo esfuerzo por acordarse de verdad.
A continuación se giró para encarar a toda la plaza y tomó aire, hinchando sus pulmones al máximo.
-¿¡COMO ESTAN USTEDEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!?-gritó, como el famoso payaso de la tele.
Pero no hubo ovacion de crios gritando "¡Bieeeeeeen!" Quizas era porque no tenia ni la más mínima gracia. El chico siempre habia jurado que su etapa en España habia sido la más aburrida de todas las etapas de sus viajes alrededor del mundo. Aun así contestó al amigable ser peludo que habia hecho una llamada a las presentaciones.
-¡Shaco! ¡Shaco! ¡Shaco! ¡Anagrama del Caos! ¡Ese soy yo, si!-dijo, alzando la mano, sin perder el espíritu. O al menos ese era uno de sus nicks online. La teoria del caos le apasionaba y siempre se habia considerado a si mismo bastante caotico, asi que le pegaba. No se paró a pensar ni por un momento que no se acordaba de su verdadero nombre.
>>Es una pena que hayas perdido el chino, con todo lo que estudiamos juntos...
>>¿Solo el chino? El klingon, el Vulcan, el Gorg, el Dalek, El elfico antiguo y el nuevo, el enano, el lenguaje runico, el lenguaje de los tigres nevados... ¡Y que coño! ¡El inglés se ha ido tambien! ¿Como voy actualizar mi twiter o mi tumblr ahora? Lo he perdido todo no soy nada... TT^TT
>> Venga, venga llorica. Fijate bien en el género. Podrias empezar una ruta con cualquiera de estas chicas ahora mismo. Las hay muy exóticas. Anímate, ¿vale? ^3^
>> No voy a empezar una ruta delante de tanta gente, se tiende a ignorarme y me da verguenza. -3-
>> Por lo menos socializa algo chaval. Que siempre viene bien conocer gente que comparta tu misma situación.
>> -3-
>> Podras salvar a ese desgraciado andaluz que le esta ahogando un bicho.
>> Los andaluces no tienen dinero, apenas me daria nada como recompensa. Aunque normalmente, cuando un pnj no da mucho dinero si da experiencia. Pero es que el bicho me da asco.
>> No es asco, es pereza. Si no es una chica mona, te importa dos cominos a quien ahogue. Ju ju ju.
>> Psche, llamalo como quieras. Creo que voy a centrarme en conocer mejor a esta chica eh... Asi que... Shhh que me tengo que concentrar.
>> Oh si, ¡perdónanos, dios de la conquista! - Risas de Mono -
>> Perdonados quedais.
Se secó las lágrimas por debajo de las gafas y se apoyó el la fuente. Ahí se puso a acariciar a una de las serpientes que decoraba la fuente mientras la miraba fijamente, abrió la boca lentamente y dejó escapar un par de siseos que dejaban un regusto de palabras. Al instante, se alzó sobre sus pies y gritó de júbilo, llenando toda la plaza de este.
-¡He aprendido Pársel!-
>>Idiota.
>> No, no lo has hecho. Nunca has sabido pársel para empezar. Ahora, centrate en tu misión.
Ignorando los comentarios hirientes, se giró hacia el daeliciano, por fin pudiendo entenderle, se presentó de nuevo.
-El nombre es Shaco.-le dijo con otro guiño como el que habia hecho antes en las mazmorras.-Hace unos minutos todavia me acordaba de como se pronunciaba.-sacudió la cabeza hacia los lados cuando un sentimiento punzante de dolor de la pérdida estuvo de sobrellevarle pero consiguio luchar contra él y no dejar que le afectase.-¿Y tú? ¿Cual es el nombre de la chica de la piel tan colorida?-dijo, esbozando otra sonrisa. Escuchó su respuesta y repitió el nombre por debajo, haciendo esfuerzo por acordarse de verdad.
A continuación se giró para encarar a toda la plaza y tomó aire, hinchando sus pulmones al máximo.
-¿¡COMO ESTAN USTEDEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!?-gritó, como el famoso payaso de la tele.
Pero no hubo ovacion de crios gritando "¡Bieeeeeeen!" Quizas era porque no tenia ni la más mínima gracia. El chico siempre habia jurado que su etapa en España habia sido la más aburrida de todas las etapas de sus viajes alrededor del mundo. Aun así contestó al amigable ser peludo que habia hecho una llamada a las presentaciones.
-¡Shaco! ¡Shaco! ¡Shaco! ¡Anagrama del Caos! ¡Ese soy yo, si!-dijo, alzando la mano, sin perder el espíritu. O al menos ese era uno de sus nicks online. La teoria del caos le apasionaba y siempre se habia considerado a si mismo bastante caotico, asi que le pegaba. No se paró a pensar ni por un momento que no se acordaba de su verdadero nombre.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 01:16 pm
Si bien la disposición general de los edificios y su estado y la llamativa fuente que presidía la plaza fueron lo que captaron su atención en un principio, pronto pasó a contemplar con una mirada entre la fascinación y la incredulidad al resto de personas que se reunían en torno a ella. Y es que, por si no era suficiente con las dos personas a las que seguía de cerca, los brazos metálicos que parecían moverse como si fueran de carne y hueso, el insecto de tamaño impropio y otras cosas igual de infrecuentes completaban el aspecto extraño y fantástico que comenzaba a atribuir a la ciudad cuyo nombre no era capaz de recordar por completo. Y aun por las diferencias entre ellos, todos parecían estar hablando entre sí y entendiéndose, si bien lo hacían en otro extraño idioma que tampoco era capaz de interpretar. Su curiosidad alcanzó un grado mayor cuando, además del pequeño incidente entre el bicho y el humano, que por la situación posterior parecía haber quedado en una especie de malentendido, la pintoresca niña arrastró al chico del pelo naranja a la fuente, señalándola. Akasha se aproximó a ellos mientras el muchacho bebía del agua, aparentemente segura, y se sobresaltó cuando sus próximas palabras adoptaron esa lengua que todo el mundo a su alrededor parecía usar para comunicarse. Mientras clamaba al cielo por algo que desconocía y que no debía ser demasiado importante, dado lo ridículo de la situación, se colocó sobre el agua cristalina, apreciando su reflejo en ella. ¿Sabía el chico hablar ese idioma con anterioridad, o...? Miró a la fuente con desconfianza. Aunque la niña parecía tan segura cuando intentaba acercar al muchacho... Hizo un nuevo esfuerzo de voluntad y, tomando el líquido con las manos, se lo llevó a la boca.
Algo en su mente varió, como si un engranaje de una máquina hubiera sido sustituido por otros, cambiando la dirección de todo el sistema. La campesina pronto se encontró pensando en un idioma que no era el suyo, por lo que por unos momentos llegó a plantearse si no se había introducido accidentalmente en la cabeza de otra persona. Como pudo comprobar, seguía siendo ella misma. Las palabras salieron de su boca en un decidido tono de voz.
-¿Así que ahora puedo entender...-las sílabas se fueron alargando progresivamente, al comprobar que su propia expresión le extrañaba.-...a todos?
Observó a su anterior acompañante maldecir por motivos que escapaban a su comprensión. Efectivamente, podía descifrar sus quejidos, así como varias de las conversaciones que estaban teniendo lugar a su alrededor. No se paró a pensar dónde había terminado su lengua anterior. No le sería necesaria en ese extraño mundo, así que no la echaría en falta, al menos durante un tiempo. Ya se preocuparía más tarde por eso.
Con un pequeño salto, Akasha se sentó junto a la niña mientras seguía observando al humano del comportamiento extraño. ¿Cuánto tiempo iba a seguir así? Con poco más que hacer en ese momento, Akasha se echó un poco hacia atrás, mirando al cielo de aquel día nublado. Respiró profundamente, intentando aprovechar el aire libre que la rodeaba, solo para encontrarse con un puñado de aire que habría podido definir como viejo y cargado, que parecía cubrir todo el ruinoso panorama. Aun así, era un alivio haber salido de ese lugar.
El silbato provocó que volviese a poner los pies en el suelo, tanto literal como figuradamente. La ordesa que había producido el sonido y que le resultaba cuanto menos curiosa les llamaba con motivo de iniciar una serie de presentaciones. El alocado chico dejó de hablar para sí mismo y, rápidamente, dio el primer paso. Shaco, si no había escuchado mal. Ignorando su desagradable berrido, se aproximó a Lara, cuyo nombre había escuchado vagamente hace unos segundos. La campesina había sido de las últimas en llegar a la plaza, pero no por ello iba a ser la última en mostrarse al resto.
-Me llamo Akasha.-dijo, mirando a cada uno de los que se reunían alrededor de la fuente.- Un gusto conoceros.
Mientras que sus palabras se dirigían a todo el mundo en general, estaban especialmente dedicadas a sus dos compañeros de viaje, que no parecieron comprender su presentación en aquella mazmorra. Akasha se apartó, dejando espacio al resto.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Plaza de la Fuente
04/08/13, 01:39 pm
Una de las chicas que había llegado me saludo en el nuevo idioma, le devolví el saludo y después me retraje en mis pensamientos tratando de desenvolverme con aquel idioma nuevo.
<<¿Ese agua sustituye mi idioma natal por otro distinto?, ¿De ser asi que idioma es?, parece que nos afecta a todos igual, sera para ayudar al entendimiento, y no creo que esta gente sea ulterana, ¿acaso hay mas mundos por ahí fuera, sera que desde esta ciudad se tiene acceso a mas mundos?, y en caso de ser así....¿que tipo de criaturas nuevas me encontrare?, ¿que tipo de gente conoceré?, da igual, nunca he tenido mucho problema en conocer gente>>.
Tan concentrada estaba en mis pensamientos que solo cuando la plaza estuvo llena de personas y voces salí de ellos, había seres tan distintos que podría haber entrado en shock fácilmente, decidí sobreponerme y no juzgar a nadie por su apariencia, eso seria sin duda lo mejor. La.....¿mujer? decidió que seria buena idea presentarnos.
-Encantada Lara 37,- subí el tono de mi voz para presentarme al resto,- Yo soy Surásara, de Ibolia, y como por vuestras caras imagino que nunca habréis oído hablar de ese sitio supongo que somos todos de mundos distintos quizás.
Me acerque al chico al que casi ahogan con una mueca de preocupación.
-Oye, ¿estas bien?,- y dirigiéndome al bicho,- Deberías ser un poco mas cuidadoso, y si quieres matar a alguien desde luego hay mejores formas que ahogarlos,- le dije con una sonrisa picara señalando sus cuchillos.
<<¿Ese agua sustituye mi idioma natal por otro distinto?, ¿De ser asi que idioma es?, parece que nos afecta a todos igual, sera para ayudar al entendimiento, y no creo que esta gente sea ulterana, ¿acaso hay mas mundos por ahí fuera, sera que desde esta ciudad se tiene acceso a mas mundos?, y en caso de ser así....¿que tipo de criaturas nuevas me encontrare?, ¿que tipo de gente conoceré?, da igual, nunca he tenido mucho problema en conocer gente>>.
Tan concentrada estaba en mis pensamientos que solo cuando la plaza estuvo llena de personas y voces salí de ellos, había seres tan distintos que podría haber entrado en shock fácilmente, decidí sobreponerme y no juzgar a nadie por su apariencia, eso seria sin duda lo mejor. La.....¿mujer? decidió que seria buena idea presentarnos.
-Encantada Lara 37,- subí el tono de mi voz para presentarme al resto,- Yo soy Surásara, de Ibolia, y como por vuestras caras imagino que nunca habréis oído hablar de ese sitio supongo que somos todos de mundos distintos quizás.
Me acerque al chico al que casi ahogan con una mueca de preocupación.
-Oye, ¿estas bien?,- y dirigiéndome al bicho,- Deberías ser un poco mas cuidadoso, y si quieres matar a alguien desde luego hay mejores formas que ahogarlos,- le dije con una sonrisa picara señalando sus cuchillos.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.