Lucha a Mano Armada (instrucción)

01/10/11, 12:54 am

Recuerdo del primer mensaje :

«Él es el Único, Él es el Superior, Él me guía,
Él conoce, Él discierne, Él juzga, Él da y Él quita.
Cien salmos rezaron descorazonados señores.
Cien tormentas cayeron sobre los oscuros lores.
Su semilla germina bajo la lluvia más torrencial,
su semilla es el fruto del sol angelical.

Dame la fuerza, dame el poder,
que yo haré lo que se ha de hacer.»

Cuando todos llegaron al claro, Sir Windstone aún rezaba, sentado sobre sus dos espadas. Les ignoró a posta durante aún un rato. Los más impacientes se marcharon.

«Es la paciencia la virtud primera,
es aquella que sobre el impulso pondera.»

Esa fue la única reacción. Finalmente, el caballero empuñó sus espadas y se quedó sentado sin un solo punto de apoyo, hasta estirar las piernas y tocar el suelo. En sus pupilas casi pudieron verse reflejados tal y como él los veía: oscuras manchas en medio de la perfección de un mundo imperfecto. Al fin habló:
—Alguien dijo una vez "eliminarás los vestigios de la insumisión, si tu propia mano se rebela aún sin compasión". ¿Sabéis quién fue?
Silencio.
—Lo suponía. De acuerdo, entonces... ya que se me ha prohibido terminantemente matar a ninguno de vosotros, haré una clasificación. En primer lugar, no quiero ningún sucio animal conmigo. Podéis marcharos.

Jau no pareció especialmente impresionado, apenas se dignó en mirarle; por otra parte Abi pareció bastante decepcionada. Drew escondió rápidamente la cola.

—Tampoco me gustan los magos de nivel alto. Hay personas que nacen para escribir, estudiar y hechizar, y otros que vivimos por la espada. Eso va también por todo aquel que se considere impuro, posea habilidades demoníacas o que esté muerto. Pero ante todo, hay algo que no toleraré —dirigió una mirada iracunda hacia Adara—: No quiero tener ángeles negros frente a mi mirada. ¡¡Fuera!!

Pronto, el grupo se vio reducido a unos pocos aprendices. Junto a Windstone se acumulaba una docena de espadas similares. Se las ofreció al grupito con un gesto.

Participantes aceptados (click):

02/10/11, 08:28 pm

Pongo el aura en forma de círculo y empiezo a rotarla. Espero que Elliot ataque ahora,por que este ataque no lo puedo mantener mucho.
-Si esto no funciona,me doy yo mismo-lanzas de oscuridad salen erráticamente del círculo- Alexander´s Staking Circle!
Sufreeeeeeeeeeeeeeeeee.

04/10/11, 07:36 am

Por un momento me quedé quieta. No me gustaba como había sonado lo de "mostrar una pequeña parte de su poder" y aun me hizo menos gracia cuando se puso a rezar. Sin saber porqué, me quedé paralizada, expectante por ver que era lo que sus oraciones pronosticaban. Cuando finalizó lanzó sus espadas hacia arriba. Algo brilló en el cielo durante un segundo y, después un rayo golpeó la tierra, haciéndola temblar. Pero lo que había allí clavado, era una espada, enorme. Dijo otra frase, justo antes de que Alex comenzase a atacar. Nunca había visto algo semejante. Era un circulo de pura oscuridad del que salía lanzas directamente hacia el hombre... miré mi espada con algo de resignación. No iba a conseguir demasiado con ella, sin duda, pero ya no había vuelta atrás. Notaba la rabia recorriendome el cuerpo, instándome a que hiciese algo. Sin pararme a pensar demasiado, salí a correr, con la espada alzada a un lado, con cuidado de no acercarme mucho a las lanzas de Alex, pero olvidé la cabeza, y antes de poder dar mas de cuatro pasos, noté como los recuerdos tiraban hacia atrás de mi, como todo se volvía opaco y distante. Paré en seco, y sin saber muy bien como, retrocedí un par de pasos. No podía atacar así. Me sentía todavía mas frustrada, y sin saber que hacer, cogí la cabeza en una mano, mientras con la otra sostenía a duras penas la espada. No pensaba quedarme quieta por muy grande que fuese mi desventaja. Embestí de nuevo contra el "caballero" esquivando las lanzas mientras mi espada se desviaba hacia un lado para atacar. Esta vez no cometería el fallo de dejar mi estomago al descubierto. Y ni que decía había de la cabeza.

04/10/11, 06:31 pm

Sir Windstone se puso de inmediato en acción, utilizando su espadón, que cubría casi todo el diámetro del círculo oscuro. Paró todos los golpes girando la espada en el ángulo adecuado en el momento adecuado y haciendo gala de buenos reflejos. Tras varias decenas de golpes, habló:

—Dos puntos débiles. En primer lugar -resuello-. El aura pierde más densidad cuanto mayor es la distancia. Es decir que si retrocedo unos pasos...

Comenzó a hacerlo pero entonces entró Elliot en juego. Él se dio la vuelta como una exhalacion, paró el golpe, volvió a darse la vuelta, dejando su espalda al descubierto, y paró varias lanzas, todo en menos de dos segundos, gruñendo por el esfuerzo.

—Por ambos lados. Probablemente ahora penséis que no debía haber unido las espadas. No creo que este ritmo sea sostenible. La mujer tiene una mano ocupada y el ninguna. No creo que pueda cortarle un brazo —pensaba en alto—. Así que, segundo fallo: no pongas toda tu energía en el mismo lugar o será más fácil hacer esto.

Bloqueó unos cuantos golpes más y finalmente lanzó su espada con forma de rayo hacia Alex. Elliot se preguntó que pretenderíua con eso, ya que la punta de la espada no era picuda, como una V, sino lisa (la anchura era de la hoja es constante). Como mucho podría darle un golpe o hacerle un corte, pero no clavarse, menos aún desde esa distancia.

La espada voló en linea recta, atravesó el centro del círculo negro, la zona más endeble de este, y golpeó a Alex de lleno. La espada y él cayeron. Las últimas lanzas se desvanecieron a centimetros de su cara. Elliot tuvo la desagradable sesación de que todo aquello había sido planificado de antemano. Pero no era posible.

—Puedes parar un golpe, pero no el rayo del Mensajero. Puedes evitar el dolor, pero no las Heridas del Equivocado. Tus músculos no responderán en unos cuantos minutos. Nunca atacaría a un herido que no deba ser enjuiciado.

Windstone estaba desarmado y de espaldas a su otro contrincante, que levantó la espada sin hacer ruido. Él no se giró para hablar.

—No pensarás atacar a un hombre desarmado y a traición, ¿verdad?

04/10/11, 07:17 pm

El hombre comenzó a moverse con rapidez, parando con la espada las lanzas que iban en su dirección. Parecía imposible que pudiese pararlas todas, pero así era. Decidí pasar a la acción en el momento en el que retrocedía, lanzando un golpe a su costado derecho, que paró, haciéndome retroceder por la fuerza. Volvió a girarse para detener otras pocas de lanzas, mientras me recomponía y levantaba mi arma de nuevo. El hombre comenzó a hablar sin parar de moverse, analizando nuestra situación. Aproveché el momento para volver a atacarle, pero el hombre consiguió parar mis golpes, e incluso, en uno de ellos, la misma inercia me hizo caer hacia atrás, pero me levanté en menos de un segundo, a una velocidad que nunca antes había conseguido, mientras veía como el "caballero" arrojaba su espada contra Alex, rompiendo el circulo oscuro y golpeandole, haciendo que se quedase inmóvil en el suelo. Las lanzas se deshicieron de inmediato. Dudé unos segundos... Ahora yo no contaba con la distracción del otro idiota... pero al menos el hombre estaba indefenso y eso me dejaba posibilidades todavía. Levanté la espada con una sonrisa interna, y un temblor que me recorría las piernas. El hombre había dado por sentado que yo era como él y que no le atacaría por no tener armas... inocente idiota... No quería matarle, pero si darle una lección. Nadie juega conmigo. Nadie queda por encima de mi. Avancé hacia el despacio, sin quitarle ojo a él ni a su espada, resguardando bien la cabeza. "No quiero, matarle, solo advertirle... no quiero matarle, solo advertirle..." Me repetía a mi misma, tratando de convencerme, aun que realmente algo dentro de mi si quería mas que un par de golpes. Sin darle tiempo a reaccionar casi, me lancé a por él. Consiguió esquivar los primeros golpes, que eran demasiado lentos e inseguros, pero, con cada intento fallido, mi ira aumentaba, haciendo que mis movimientos cobrasen fuerza. Por fin, en un descuido del "caballero" vi una oportunidad única, y, girando un poco la espada para no darle con el filo, golpeé su costado con fuerza, descargando todo el fuego que me recorría en ese golpe. Luego abrí la mano, y sin mas, dejé caer la espada a sus pies, dándome la vuelta y volviendo al lado de los demás, aun temblando pero con una sensación extraña en el cuerpo... demasiado buena... o mala...

04/10/11, 07:54 pm

Argh...noto los músculos entumecidos y mis nervios insensibles. Es como si me hubiera desconectado. Mi aura está dispersa y me cuesta levantarme,así que la reúno en mi espalda y me levanta cariñosamente. Uso mi espada envainada a modo de bastón para mantenerme en equilibrio. Me llevo una mano a la cabeza,parece que me va a estallar. No tengo mucho aguante, seguramente no soporte otro ataque antes de caer. Pero al menos tengo fuerzas para un último ataque suicida,entre comillas. Reúno el aura a mi alrededor.
-Emmmm...yo sigo aquí-digo entumecido-y odio que pasen de mí-señalo a Elliot-yo que tu me alejaría-alzo la mano derecha y reúno toda el aura en ella,formando una bola ultra compacta-a esto le podría llamar Twilight canyon? Me suena bien,sí,así que...TWILIGHT CANYON!
La bola gira y un círculo de oscuridad aparece a su alrededor antes de que se libere como un chorro de oscuridad hacia Ser Windstone.
-Siente el odio,siente la furia,siente la frustración,todo esto lo has provocado tú!

04/10/11, 08:33 pm

Cuando Windstone tosió, salió sangre de su boca. Tenía los ojos cerrados y se tapaba la mitad inferior de la cara con uno de los harapos que formaban su capa, mientras murmuraba algo.

—Por si no lo recuerdas, esto es Lucha a Mano Armada. Eso ha estado fuera de lugar. No puedo decir que lo hayas hecho bien, no sin ver tu juego de espada.
Tenía un corte en un costado, no muy profundo, rodeado de moratones.
—¿Sabes?, yo también se luchar sin armas.
Con su mano libre, hizo un gesto formando no una cruz sino una equis en su cuerpo.
—«¡Maldición del Verdadero! Tú eres mi fuerza, tu eres mi poder. Qué tu ira envuelva a -cof- envuelva a quien levante el puño, como una nube negra al brillante sol.»

Una nube bajo del cielo, una nube oscura y tormentosa y rodeó a Alex. Allí dentro no había tiempo ni espacio. Andó en todas las direcciones en vano. No acababa en ningún lugar. Siempre le rodeaba la húmeda y oscura nube, incluso pisaba sobre ella.

Sir Windstone se quedó solo con Elliot. Seguía con los ojos cerrados. Cuando se descubrió la cara, pudo ver una sonrisa de lado a lado de la cara, sucia de sangre. Miraba hacia el suelo.

«Llevo en mi espalda el peso del Castigo. Tú nunca has sufrido la ira divina y por eso crees saber. Oh, no. No. Estás equivocada, tan equivocada...

Yo soy fuerte cuando no utilizo la fuerza.
Soy poderoso por que soy sumiso.
Distingo, por que no veo.
Mi resignación me lleva a la victoria.

En ningún momento he pretendido que fueras como yo.
Yo soy Windstone, rapido como el viento, duro como la roca.
Yo gano por que se perder.»

Inexplicablemente, tenía la espada en la mano. Cantó.

«Primero, el poder, cómo no.
Segundo, toda la ira acumulada tras años.
En tercer lugar llegó la razón.
Después, las ciencias y la filosofía.
El orgullo fue la quinta mentira.
Y la victoria la siguiente, sí.
Al fin, la verdad.
Siete revelaciones, una verdadera.»

Con la espada hizo varios rápidos barridos, imposibles de seguir. Elliot intentó para varios de ellos, pero aunque no lo hiciese, estos no la tocaron.
—¿¿Lo ves?? No distingues la verdad.
Para cuando ella lo comprendió, fue tarde. El séptimo llego. El verrdadero. Y... Sintió presión en el pechoy un soplo extraño. Algo se le había clavado ligeramente en la piel, unos pocos milímetros.

—Salvada —sentenció el caballero de un modo macabramente sincero. Abrió los ojos: estaban desorbitados con el iris totalmente deorbitado. Parecía haber pèrdido la razón. Hastq que dejó de sonreir—. Y aprobada, repito. Por cierto, volveré hasta pasado mañana. Lo siento.

Así, se marchó renqueando.

09/10/11, 10:45 pm

Cuando iba hacia mi sitio, Alex me advirtió que me apartase, pero, sonriendo par ami misma, continue mi camino, sin hacerle caso, aunque algo alerta. Me di le vuelta, mirando al hombre. El "caballero" tosía y es cupía sangre. ¿Eso lo he hecho yo? ¿Eso ha sido mi golpe? El hombre se tapó la cara. ¿Tenía yo tanta fuerza como para poder hacerle algo así? El miedo y la satisfaccion luchaban por ser el sentimiento predominante en mi, pero acababan mezclandose en una sensación extraña que me hacía temblar por dentro aun que por fuera seguía pareciendo una estatua. ¿Cuanta fuerza tenía ahora? El hombre comenzó a hablar, dejando escapar algunas notas de dolor en su voz. Cuando me fijé pude ver sangre tambien en su costado. ¡Le había hecho una herida! Pero... pero... si yo no le había dado con el filo... solo... ¿Como podía haberle hecho una herida? El miedo ganó mi lucha interna. ¿Que otras cosas podría hacer...? ¿Y si hacía daño a alguien sin querer? Pensé en Cain y en Vacuum y un estremecimiento recorrió toda mi espalda. De prontó el hombre con un gesto hizo que Alex simplemente desapareciese. Lo primero que miré fue mi espada, que estaba a sus pies. Perfecto... soy una maldita idiota... estaba completamente desarmada. El caballero, se descubrió la cara y pude ver su sonrisa ensangrentada, mientras murmuraba otra especie de oración. Una espada apareció en su mano, y comenzó a moverse hacia mi. Esquivé los golpes, aunque realmente ninguno de ellos se acercaba a mi. ¿Que demonios...? El chico iba enumerando cosas y cuando llegó a la septima un escalofrío se adueñó de mi, cuando sentí algo en el pecho, aprisionandolo. Noté un dolor punzante y todo pareció detenerse, hasta mi respiración. Su espada se había clavado varios milimetros en mi piel. Parecía como si mis piernas fueran a fallarme en cualquier momento, pero por suerte no lo hicieron. Retiró la espada y observé con atención la herida, de la cual no salía ni una gota de sangre... en cambio, una suave niebla negra lamía mi piel haciendo que la herida se cerrase en menos de un segundo. Imposible... absolutamente imposible... ¿Que era eso? Porque me había curado? Miré a mi alrededor... nadie parecía hacer hecho ningun hechizo. Los epnsamientos se agolpaban en una maraña sin sentido. "salvada" dijo el hombre, mirándome como un loco. ¿salvada de que? ¿Salvada por que? De pronto su expresión cambió. Dijo algo mas, que apenas conseguí escuchar y se dió la vuelta, saliendo de la habitación. Estaba paralizada, sin saber que hacer. tardé varios segundos en conseguir reaccionar, coger una espada del suelo y salir tras él, pero cuando salí del cuarto el chico ya había desaparecido...

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