Verduras con estilo

Era un poco antes del mediodía y Chromsa como era costumbre estaba trabajando en el huerto. Parte de las verduras ya estaban listas para ser cosechadas y un acontecimiento así siempre le subía el ánimo. Era la muestra de que el trabajo bien hecho daba sus frutos. Se había dado un poco de prisa para sacar todo y llevar la cosecha al interior.

Al entrar en la planta baja se dirigió al sitio donde dejaban la comida de las cestas para colocar su cosecha allí. Hacía poco que habían asaltado las bañeras y ahora tenían bastante comida. -(La verdad es que se podría preparar algo más elaborado por una vez que tenemos tanta comida)- pensó. El problema era que no conocía muchos platos fuera de lo que sabían hacer en casa con lo que tenían.

Entonces cayó en la cuenta y, con una sonrisa, subió las escaleras. Sabía que a estas horas estaría por allí, incluso lo había visto entrenar en el patio. La puerta del baño estaba abierta, así que ya había salido de allí. Subió a las habitaciones y allí se encontró con Kolja ya vestido. El ochrorio se acercó y dijo: -Kolja, te estaba buscando. Acabo de terminar de cosechar las verduras del huerto y estaba pensando en hacer algo con todo lo que tenemos, pero no me se muchos platos. ¿Conoces alguno que se pueda hacer con lo que hay?-

Kolja salía de la habitación, ya vestido después de su baño pos entrenamiento, secándose el pelo, cuando casi se dio de bruces con Chromsa. El chico nutría debía de haber recolectado la cosecha y quería aprovecharlo cuanto antes. Por algún motivo, quizás por la tarde que pasó cocinando con Luci, el ochrorio se había dirigido a él para pensar en algo que cocinar. Inmediatamente le vinieron a la cabeza las Kohlrouladen de su madre.

-Claro, vamos abajo a ver que tenemos de las cestas y pensamos en algo que cocinar. Podemos hacer una gran comida e invitar al resto, como una fiesta de la cosecha- propuso.

Ya abajo, Kolja entró en la cámara en la que guardaban la carne que venía en las cestas y otros productos que caducasen con mayor facilidad. Salió con una buena cantidad de carne picada, queso suave que se fundiese bien, el otro queso que utilizó aquella tarde para cocinar con Luci y un pescado que, después de probar varios los días que cocinaba Lethe, consideraba el más parecido al salmón.

-Vale, vamos a ver- dijo, mientras se remangaba.- He pensado que podríamos hacer varias recetas diferentes, para cubrir los gustos de todos. En primer lugar pensaba en un curry con arroz y verduras, un plato exótico para todo el mundo, me imagino. Es como una sopa picante con verduras que se acompaña con arroz. No tenemos todo lo que utilizaba en la receta que solía cocinar, así que improvisaremos un poco. Como segundo plato podemos hacer, para los que les gusta la carne berenjena rellena y para los que lo prefieran, este pescado sobre una bandeja de verduras. Como aperitivo podemos hacer la receta que le enseñe a Luci, esa que estaba cocinando con Alyssa cuando volvimos del torreón de los macieleros.

Después de soltar todo el menú se quedó pensando, con las manos en las caderas observando todos los ingredientes que había sacado de la recamara.

-Perdona Chromsa, me he adueñado un poco de tu idea. ¿Tu tenías algo de tu planeta que quisieses cocinar para que probásemos todos?- le preguntó.

-¡Me encanta esa idea! En Ochroria siempre la celebrábamos todos los años en mi casa con bastante comida y música.- dijo entusiasmado. Chromsa se habría conformado con un plato sencillo, pero la propuesta de un almuerzo tan grande le gustaba. Era una de esas ocasiones en las que podía olvidar que estaban en una ciudad peligrosa y disfrutar como lo haría en su mundo.

Bajó con Kolja a la cocina y acercó la cesta en la que había puesto las verduras mientras el terrestre trajo otros ingredientes. -(Justo como cabría esperar para preparar un festín. Hoy creo que nadie va a quedarse sin hambre)- pensó sonriente. El ochrorio escuchó con atención el plan mientras pensaba si tenía algún conocimiento previo que le ayudara con esos platos. El pescado lo comían de vez en cuando cuando lo pescaban en el río junto a la granja, aunque su padre era normalmente quien lo preparaba, y alguna vez había preparado las berenjenas rellenas. Entendía la idea del "curry" aunque nunca lo había comido en Ochroria. Que propusiera además el plato que Luci y Alyssa prepararon días antes le encantó, al fin y al cabo quería aprender a hacerlo.

-No pasa nada Kolja. Me alegra que se te hayan ocurrido tantos platos.- dijo con una sonrisa acogedora. Prosiguió: -Pues en realidad en mi casa no teníamos una variedad tan grande como aquí de alimentos y recetas. Quitando los estofados de setas o verduras, sí solíamos hacer verduras rellenas. Propondría uno de los estofados, pero no hay setas. El menú que has propuesto me parece bien, así que por mi parte nos ponemos poner manos a la obra.-

Kolja se alegró de que a Chromsa le pareciese bien las recetas que se le habían ocurrido. Solo de pensarlo ya se le hacía la boca agua.

-Muy bien, el plato griego que le enseñe a Luci es mejor comerlo lo más reciente posible, así que aunque sea el entrante lo prepararemos al final. La berenjena tiene que ir una media hora al hornillo antes de que podamos rellenarla. Mientras tanto podemos hacer el curry y la bandeja de verduras para el pescado. Cuando saquemos las berenjenas para rellenarlas, metemos el pescado en el horno y cuando este ya esté hecho volvemos a meter las berenjenas- propuso como plan.-Es mejor que vayamos sirviendo el plato griego y el curry mientras se terminan de hacer el pescado y las berenjenas. Así todo llegará calentito a la mesa. ¿Qué te parece?- preguntó, satisfecho consigo mismo.

Escuchó el plan de Kolja asintiendo con la cabeza a algunas de las propuestas. A cada idea que daba se convencía aun más que había sido una gran idea preguntarle a él. Si todo salía bien, iba a ser la mejor comida que habían preparado en el torreón.

-Me parece perfecto. Deberíamos empezar a trabajar ya para que nos de tiempo a todo.- dijo con una sonrisa.

Mientras iba preparando los utensilios para empezar a cocinar a todo, el ochrorio comentó: -Se que eras herrero, ¿pero nunca has pensado en abrir una taberna o un restaurante? Creo que no se te daría nada mal si lo intentaras sabiendo tantos platos y la capacidad que tienes para organizar el trabajo.- No pudo evitar esbozar una sonrisa más grande que pudo evitar que se convirtiera en una risilla mientras se imaginaba una taberna regentada por Kolja. No lo hacía a malas, sí que pensaba que lo haría bien pero no conseguía imaginárselo si era algo que le pegaba al terrestre.

Después de que Chromsa señalizase que estaba de acuerdo Kolja se puso a probar las diferentes especias que venían en las cestas, para ir separandolas y descubriendo cuales de ellas se acercaban más a los sabores de las recetas que iban a hacer. El curry era algo menos picante que el de la Tierra, pero se imaginó que de todas formas era mejor, no sabía como de acostumbrados estaban sus compañeros a la comida picante. Una vez tuvo todas las especias listas empezó a pelar y lavar las verduras.

-La verdad, hasta hace un par de años creía que mi vida estaba solucionada con la forja familiar, pero cuando mi padre se la dejó en herencia a mis dos hermanos mayores tuve que ponerme a pensar en que quería hacer con mi vida. Seguía queriendo ser herrero, pero ya no me sentía a gusto en la forja llevada por mis hermanos. La idea de montar un pequeño restaurante si que se me ocurrió, pero aunque me gusta cocinar hubiese echado mucho de menos mi oficio- le contó.- La verdad, seguía sin saber que hacer con mi vida antes de que me trajesen a este mundo- confesó.

Mientras hablaba seguía cortando las verduras para hacer el curry, mientras esperaba a que el hornillo estuviese suficientemente caliente como para meter las berenjenas.

-Ahora que estoy aquí la verdad es que me estoy pensando quedarme, una vez termine este periodo de prueba o lo que sea. Con lo peligrosa que es la ciudad igual hay necesidad de un buen herrero. Seguramente tenga que trabajar de aprendiz durante un tiempo, puede que haya diferencias entre como hacen las cosas aquí y en casa, sobre todo considerando que aquí son capaces de hacer magia, pero eso no me molestaría- dijo. Hacía ya tiempo que barajeaba aquella idea, prácticamente desde que llegó y vio el estado de las armas del torreón.

Cuando el horno se hubo precalentado metió las berenjenas, les había hecho unos cortes en la carne para que se hiciesen bien y les había echado sal. Mientras tanto ya había puesto a cocer el arroz de acompañante para el curry y en un wok había mezclado aquella leche dulce que les daban y el polvo de curry. Después de meter las berenjenas en el horno añadió patatas y cebolla al wok.

La preparación de los platos la dirigía Kolja, pero el ochrorio no se quedaba atrás en ello. Si no sabía exactamente cómo se hacía alguno de los pasos, tras mirar como lo hacía el terrestre un poco él lo imitaba. Con el resto de cosas iba a la misma velocidad, si bien dejaba que empezara él para no equivocarse. Le maravillaba la habilidad que tenía su compañero en la cocina y la buena pinta que iban teniendo los alimentos.

Al igual que prestaba atención a los pasos, también la puso con las palabras del alemán. Entendía la parte del trabajo, al fin y al cabo le pasaría lo mismo si dejara de dedicarse al huerto. Por supuesto que le gustaría probar algo más, pero no podría dejarlo de lado para siempre. También comprendió los motivos que tenía Kolja para quedarse. -Seguro que hace falta. Además conociendo tu maña seguro que tendrías bastante demanda.- dijo con alegría. Sin embargo, aquello le hizo pensar en algo. Ya desde el primer día sabía que en cuanto pudiera volvería a Ochroria pero no le gustaría despedirse para siempre de todos los del torreón. Ya había abandonado a una familia por un tiempo y no quería volver a hacerlo. Además, Adam ya le había dicho alguna vez que él se quedaría en la ciudad. ¿Por qué tenía que ser todo tan difícil?

-Yo... Me gustaría volver a mi casa, con mis padres y mis hermanos, pero tampoco podría dejar de veros para siempre. Hemos pasado por mucho como para simplemente hacer como si no hubiera pasado nada. Me pregunto... ¿Se podrá ir y venir de Ochroria a Rocavarancolia? Eso lo solucionaría todo.- explicó un tanto desanimado. Esperaba por la Santa Acromía que aquello fuera posible, si no se encontraría en un dilema enorme en el que no quería verse.

Mientras Chromsa hablaba y las verduras del curry se hacían, Kolja, con la inestimable ayuda del ochrorio, iba preparando el pescado. De vez en cuando añadía la leche alienígena a la sartén del curry, mientras pelaba y cortaba y escuchaba al chico nutria. El hecho de tener que despedirse de sus compañeros, de sus amigos, ya se le había pasado por la cabeza al alemán, pero elegía no pensar en ello. Al fin y al cabo, dudaba que estuviese en su poder hacer algo al respecto. Pero mientras Chromsa hablaba, no pudo impedir que él también pensase en ello.

-Se a que te refieres. Yo creo que ya no hay lugar para mí en casa, con mis padres y mis hermanos, pero sería muy duro dejar a mis hermanas allí. Son todavía bastante jóvenes y solo de pensar en dejarlas en esa casa con mi padre, que solo tiene ojos para lo que tenga que ver con la forja y nuestras raíces, y los idiotas de mis hermanos se me pone el cuerpo malo. Por otro lado está mi madre, que se que cuidará de ellas lo mejor que sabe, a su modo-dijo apenado.- Pero al mismo tiempo se que estarán bien, esas dos diablillas son aún más cabezotas que yo, siempre se acababan saliendo con la suya, te hacen creer que todo ha sido idea tuya y media hora después te están maquillando y tu preguntándote como coños has acabado así- le contó, riéndose silenciosamente entre dientes.

Cuando pensaba en sus hermanas siempre se quedaba tan confuso en cuanto a que sentía... Por una parte orgullo desmesurado y amor infinito, por otra sentimientos de culpa, miedo y pena. Continuó cocinando, de manera más mecánica ahora, sumido en sus pensamientos. Oyó la pregunta de Chromsa de fondo, casi sin escucharla, pero lo suficiente como para sacarle de aquel estado de ensimismamiento en el que se encontraba.

-No lo se Chromsa, es posible. Se supone que cuando salga la Luna Roja nos convertiremos en ciudadanos de esta ciudad, así que es posible que podamos ir y venir entre nuestros mundos- contestó, no muy seguro.

Los platos iban por buen camino y, a pesar del tema del que estaban hablando ahora mismo, era un momento agradable para el ochrorio. Siempre le había gustado cocinar de vez en cuando así que prestó atención a todos los pasos y los consejos que le daba su compañero para poder hacer aquellas recetas en otro momento, o al menos intentarlo.

Escuchó a Kolja con ternura al escucharle hablar de sus hermanas y su madre y por ello pudo comprender la pena que sentía por ellas. -Tienen que ser maravillosas. Ojalá las puedas ver pronto y pueda solucionarse todo.- dijo con una sonrisa tierna. Las palabras no es que pudieran ayudar en algo tan difícil, pero Chromsa al menos quería subirle un poco el ánimo. -La verdad es que me recuerdan a mi hermana Chrille. Es también incansable, aunque creo que hace menos trastadas supongo que porque todos trabajamos en la granja. Creo que se llevarían bien si se conocieran.- añadió con una risa después de las últimas palabras. Sería bastante curioso un encuentro entre mundos, sin una ciudad peligrosa de por medio.

Vio como Kolja se había quedado pensativo, ya fuera por no encontrar una respuesta a su pregunta o por otro motivo. No tardó mucho en responder y, aunque solo era una suposición, al ochrorio le bastaba para subirle el ánimo. -¡Eso sería fantástico! Me imagino que si nos convertimos en ciudadanos tendremos responsabilidades aquí, pero si puedo ir de vez en cuando a ver a mi familia se solucionaría mucho. En el caso de que tuviera que quedarme bastante por aquí tal vez podría montar un huerto muy grande para ayudar a todos los ciudadanos, algo así como el de las casas que vimos en una de las salidas.- dijo. La fe podía llegar a ser muy poderosa y era algo a lo que Chromsa no le faltaba en absoluto.

-Si, seguramente se llevarían bien- le contestó al ochrorio, con una sonrisa.

El curry ya casi estaba listo y el pescado se hacía en el horno. Las berenjenas ya habían salido y estaban cocinando lo que utilizarían para rellenarlas, a excepción del queso claro, que se lo pondrían en el mismo momento en que las metiesen al horno. A pesar del desconocimiento de las recetas, Chromsa se estaba afanando mucho en la tarea. Ya casi era el momento de ir sirviendo las cosas, así que Kolja decidió que había que ir haciendo el entrante griego. Mientras el se ocupaba del resto, le fue dando indicaciones al chico nutria para que se ocupase el de aquel plato en particular.

-Si, esa sería la mejor opción, desde luego-coincidió con las últimas palabras del ochrorio.- Siendo una ciudad tan grande seguro que hay alguna plantación más grande, a pesar de que solo hemos visto dos ciudadanos, de algo tendrán que comer. Así que igual tendrías que conformarte con trabajar en una granja, en vez de regentarla- le avisó.

Una vez Chromsa terminase el entrante, Kolja le sugeriría que fuese a buscar al resto del torreón, era la hora de comer.