La confesión del mellizo.

No se había dado cuenta una sola vez de como Fleur reaccionaba a veces a sus miradas. Y no era la primera vez que con eso el mismo se daba cuenta de lo que hacía. No podía evitarlo. Por mucho que pasase el tiempo no podía separar a Fleur de lo que le recordaba físicamente a su hermana.

Por eso al final se decidió. No quería seguir molestando a la francesa o al menos quería que entendiera por que hacía eso. Se acercó decidido a ella cuando la vió algo a solas aunque estaba con Maila a su lado.

-Fleur... -La llamo con algo de timidez, cosa rara en el. Normalmente era muy confiado y alegre. -Tengo algo que decirte. -Saludo a la hawaiana con un gesto de cabeza.

—¡Cada vez me sale más rápido! —en las manos de Fleur anidaba una llama que ni emitía calor ni quemaba al tacto producto de uno de los hechizos que Maciel fue tan amable de transmitirles. Debido a su antigüedad con respecto a los encontrados en la Biblioteca y su sencillez (ya que no se trataba del frustrante campo de fuerza que sólo Rúa era capaz de hacer) la joven casi invocaba aquella luz mágica de manera automática. En aquel momento se encontraba charlando animadamente con Maila y preguntándose quién inventaría esos hechizos y cómo descubrían que con ciertas palabras y gestos obraban milagros.

Cuando Nery´s llegó Fleur bajó la voz y deshizo el sortilegio, había algo inusual en el comportamiento del frivy pues no solía estar tan apagado. Cuando dijo que quería comentarle algo ladeó la cabeza con preocupación y acto seguido agarró la mano de Maila para que no se marchara. Fleur no era tonta y se imaginaba de qué podía tratarse, de ser así sus dudas ya habían sido expresadas a la hawaiana y creía que su presencia podía ayudar a encarar la situación.
—Claro... ¿qué ocurre? —masculló con su fina voz, luego le lanzó una mirada interrogante que quería decir si podía estar acompañada, si el frivy se negaba estaba en su derecho y no tendría más remedio que aceptarlo pues era él quien necesitaba hablar. Pero en silencio la francesa deseaba que al chico no le importara.

Se acercó con calma y se sentó en frente de ellas donde pudo. Claramente no quería que Maila se fuera y aunque con aquel tema quizás hubiera preferido privacidad prefería que la francesa estuviera cómoda. Simplemente le dedicó una sonrisa suave a ambas que indicaba que podía quedarse sin problemas.

Empezó a hablar pero se calló. No sabía si quería disculparse o si era necesario, tampoco sabía si serviría de algo hacerlo por lo que simplemente lo diría y ya está.

-Agh... Bueno. Creo que a este punto es obvio que muchas veces te... trato diferente. Llevamos ya unos cuentos meses viviendo juntos y creo que confió lo suficiente en vosotras para explicarme.

Se llevó la mano a la cabeza y desvió la mirada un tanto nervioso. No le salía decirlo directamente y en su cabeza el discurso daba vueltas y se retorcía hacia lugares sin salida, huidas de lo que verdad venía a decir. Al final optó por relatar desde el principio y encerrarse a sí mismo a decir el porqué.

-En la fuente, al principio... No iba a ir con vosotros. -Empezó esforzándose por explicarse y ocultar su acento pese a los nervios. -Estaba con un par de nublinos y cuando sucedió lo del lagarto corrí junto a ellos para huir pero entonces escuché un grito. -Fijó sus ojos de nuevo a la francesa fijamente con esa mirada cargada de un significado especial. Nostalgia mezclándose con tristeza y frustración.

-No podía creer lo que oí ni lo que vi y aunque era una estupidez cambie de rumbo. No me costó mucho alcanzaros... y ahí estabas. -Paró un momento y agachó la cabeza. Realmente no quería decir aquellas cosas a ella. No quería saber cómo reaccionaría por ello. -Intenté que no me afectara pero simplemente no puedo evitarlo.

Levantó de nuevo la mirada hacia ambas y tras coger aire lo soltó.

-Fleur. Cuando te miro no puedo evitar recordar a mi hermana mayor. Y lo siento de verdad si te he incomodado estos meses por ello. No puedo evitar sentirme más tranquilo contigo o querer acercarme más.

-¡Qué fuerte, Fleur!- Exclamaría la hawaiana al ver a su amiga invocar esa llama de luz. La chica aplaudiría divertida como si se tratara de un truco de una función. Lo cierto era que la francesa tenía un don natural para la magia, quizás no tuviera tanto aguante como la sueca, pero desde luego la superaba a ella misma por mucho. Aún se le hacía raro en ocasiones que todo aquello fuera real, pero tampoco iba a ser la que se quejara de  tener más oportunidades de supervviencia.

Cuando Nery´s apareció por la puerta con aquel tono de voz la hawaiana frunció el ceño preocupada. Miró a ambos intuyendo que igual aquello no la concernía, pero la mano de Fleur en la suya le dejó claro que quería estar acompañada, y Nery´s sonrió en señal de conformidad. Maila asintió y devolviéndole el saludo al frivy  le apretó la mano  a su amiga. La francesa ya la había puesto al día sobre algunos comportamientos del chico hacia ella,e intuyendo que se trataba de eso tenía curiosidad por lo que diría su compañero.

Maila escuchó atentamente todo lo que dijo, y la verdad era que ni ella misma sabía qué decir o si debía decir algo. Era consciente de que esa actitud tenía que haber sido incómoda para su amiga, pero tampoco podía juzgar a su compañero. Todos o la mayoría habían dejado a seres queridos en sus respectivos mundos y era natural echarlos de menos. Maila miró a la francesa, esperando la respuesta de esta. Por su parte no sabía muy bien qué decir, lo entendía pero sentía que no debía intervenir hasta que hubuera hablado su amiga.

Por suerte Nery´s no puso inconveniente en que Maila se quedara y su amiga también decidió hacerle compañía. Ahora se notaba más tranquila, no porque pensara que el frivy fuera a importunarla o algo pero sentía que tenía más fuerza para encajar lo que fuera. Y además, siendo sincera se moría de curiosidad. Aquel asunto la había hecho reflexionar mucho y estar a punto de saber finalmente por qué la observaba de manera diferente la ponía nerviosa.

—Claro, puedes confiar en nosotras —le secundaría mientras asentía y aguardaba lo suficiente para no mostrarse impaciente mientras el muchacho parecía buscar las palabras con las que expresarse— tranquilo.

Pero unos segundos más tardes fue ella misma quien apretó de nuevo la mano de la hawaiana en busca de una sensación reconfortante. Escuchó con atención aquel motivo y aunque no era algo negativo o preocupante como podía esperar se percibía extraña y confusa al respecto. Intercambió una mirada breve con Maila que quería decir que no sabía donde meterse, después carraspeó con suavidad.
—Yo... no sabía que tuvieras una hermana, Nery´s... —ni tampoco que por su parecido con ella el frivy decidiera quedarse con aquel grupo por efectos que ya no parecían tan del azar. Cuando se disculpó la francesa le quitó importancia con un gesto de la mano y negación con la cabeza, lo cierto es que sí que la había incomodado por ello bastante pero en sus manos había estado el contárselo y confiaba en que ahora que las cosas cobraban claridad su relación fuera más parecida a la que tenía con el resto. Agradecía profundamente esa conversación— ¿podrías explicarte un poco más? —le preguntaría con una sonrisa prudente, quizás echara de menos a su hermana pero por la manera tan impropia de actuar de Nery´s sospechaba que se trataba de algo más— lamento... lamento si la extrañas, la verdad es que me alegra saber que no me mirabas así por algo que pudiera haber hecho para molestarte— como siempre que trataba de comunicarse se notó torpe y avergonzada, en el último momento le pidió a Maila con la mirada que le echara una mano, ella era mucho más natural y abierta.

Estaba claramente incómodo tras soltar aquello y la mirada entre ellas dos solo lo puso más nervioso. No sabía cómo iban a reaccionar y parecía que ahora ellas compartían su incomodidad. Por ese breve instante se arrepintió de haberlo soltado, de quizás simplemente haberlo hecho todo mucho más incómodo para todos, instante que se extendió hasta que la francesa le pidió que se explicase más. Sintió una mezcla de confusión y alivio que se reflejo en sus hombros destensandose.

-¡No, nunca me has molestado! -Se apresuró a responder.

-Y si... solo Kiki sabe de todo esto... -Mencionar su nombre le llevó a otro pinchazo en el pecho debido a la extraña suspensión entre la finlandesa y él, pero quiso apartarlo pues no era el tema. -No sé muy bien a que te refieres con explicarme más... pero si... la... La echo mucho de menos.

Miró de nuevo a la francesa, no a los ojos si no a toda ella, al recuerdo que brillaba tanto en su cabeza que lo quemaba al mirarlo.

-Era la persona más brillante, decidida y cabezota que he conocido, ¿sabes? Debería... ella debería haber guiado frivo y ser la que estuviera aquí con vosotros...

-Yo... siento que la he estado... no sé. Como buscándola en ti o buscando mantener su recuerdo y de nuevo. Siento mucho haber hecho las cosas más incómodas. -Agachó la cabeza arrepentido por haber tardado tanto en explicarse.

La hawaiana escuchó con atención la conversación y las palabras de Fleur y Nery´s. Por lo que decía éste último parecía que el frivy escondía algo más. Y conforme siguió hablando supo de qué se trataba. Incluso antes de que Nery´s hablara de su hermana en pasado Maila supo que había muerto hace tiempo. Y lo sabía porque ella misma sentía lo mismo respecto a la muerte de su madre, se veía reflejada en los sentimientos y en la mirada perdida de su compañero. Y no pudo más que lamentarlo profundamente.

-Lo siento mucho, Nery´s-. Dijo directamente mientras le echaba una mirada significativa, dándole a entender que sabía lo que estaba ocurriendo. Sin embargo en aquellos instantes estaba algo confundida, ya que aquella situación le había evocado recuerdos de su madre. Aún así se obligó a centrase en la conversación. Quizás hablar de su pasado ayudara con eso. -Yo... perdí a mi madre siendo una niña. Un accidente de tráfico.- Comentó mientras miraba de reojo a Fleur y reunía fuerzas para seguir. -Cuando murió... me refugié en el surf y en mis hermanos. Antes de eso, mi madre me contaba cuentos tradicionales hawaianos. Y la mayoría tenían que ver con islas y sus reyes marinos, así que... siempre que podía subía al faro y le hablaba al mar. Como si ella estuviera en el horizonte o en esos palacios de los que tanto hablaba. Era terapéutico.- Se explicó mientras se soltaba de la mano de la francesa y se inclinaba un poco hacia adelante.- Lo que quiero decir es que no deberías martirizarte tanto, hiciste lo que sentías, porque quieres a tu hermana. Yo... lo comprendo, y estoy segura de que Fleur también.- Terminó mientras le agarraba la mano al frivy.

A menudo sus compañeros parecían tan diferentes entre sí que la francesa no sabía manejarse con ellos en todas las situaciones. Sin embargo había una emoción con la que estaba conectada. La vulnerabilidad. Y la evidencia de que se encontraba en el frivy tan a flor de piel solo le hacía pensar en lo valiente que había sido y la riqueza de la conversación, especialmente cuando Maila contó sus propias experiencias. Experiencias que ya conocía pero la apenaba escucharlas cada vez.

Fleur agachó la mirada unos instantes sintiendo la tristeza de ambos como suya. Ella no había perdido a nadie cercano nunca, pero siempre había estado sola.
—Maila tiene razón, hablar de ella te ayudará y siempre que quieras contarme algo de tu hermana te escucharé —dijo con voz cálida— escúchame Nery´s... no te culpo de nada, quiero que lo sepas y estés tranquilo —Cuando Maila agarró la mano del frivy no pudo contenerse— que os parece... ¿si nos damos un abrazo los tres? —y procedió a acercarse a ambos, puede que lo necesitaran. Y aunque no fuera de contacto físico ella también.

No se consideraba brillante, decidida o cabezota como podía serlo la hermana de Nery´s. Pero quería y necesitaba que estuvieran bien.

Estaba muy quieto en el sitio, luchando contra todas las sensaciones. Mordiéndose el labio en intentando no estallar. Y la revelación de Maila, tan corta y súbita, le cayó como una martillazo.

Abrió con sorpresa los ojos y la boca pero cualquier palabra que pudiera haber pensado se le atragantó y no pudo decir nada. Se quedó ahí, recibiendo aquellas emociones que salían de ella, reconociendo el dolor y la calma nostálgica y agónica con la que se contaban esas cosas. Cuando ella le tomó la mano podía notar como el frivy temblaba ligeramente, como sus ojos se habían humedecido bastante.

-Joder, lo siento muchísimo. Yo... -Pero no tenía fuerzas para seguir, para replicar a que no debería martirizarse. Y mientras la francesa hablaba el recuerdo de su hermana simplemente le quemaba más y más al tiempo que sus palabras hacían que algo en el perdiera peso, que se pudiera ir sintiendo libre poco a poco.

Y cuando el abrazo vino el simplemente asintió con la cabeza tembloroso y se unió a este, tan solo para romper por fin en él.

Con la voz temblorosa y aguantando el llanto comenzó a confesarlo todo.

-Mama hiperno sobrevivió a nuestro parto y ella siempre megatuvo que hacer que dejara de llorar. -Fragmentos de memoria se cruzaban en sus palabras. -Cuando superse fue ella también no sabía qué hacer y papa siempre nos odió y discutimos y la valla se rompió y yo... yo... -Los sollozos surgieron y sus manos apretaron con más fuerza las ropas de ellas, aferrándose a aquel contacto que le daban. -Lo hiperhice lo mejor podía, superme esforcé día tras día, pero cada mañana ultraera más y más dura y... y... -Otro sollozo le interrumpió hasta que pudo terminar.


Cayendo ya sin cesar durante un rato, las lagrimas de un niño roto que nunca fue arreglado.

Maila acogió el abrazo de Fleur y pudo sentir los temblores de Nery´s. La hawaiana le frotó la espalda intentando consolarlo aunque sabía que nada aquello sería suficiente. Ella misma agradeció el contacto físico, pues hablar de su propia experiencia la había transportado a momentos pasados.

Cuando el frivy  volvió a hablar la hawaiana se despegó para poder mirarlo mientras hablaba. Lo que dijo la dejó más confusa y la chica puso una expresión de preocupación cuando comentó una valla rompiéndose...¿Qué era lo que intentaba decirles? ¿Su padre también había salido herido... o también había muerto? La hawaiana miró varias veces a la francesa sin saber muy bien qué decir. Nery´s parecía querer desahogarse, pero a la vez nunca podría hacerlo si no se sinceraba del todo. O al menos eso era lo que creía Maila.

-Nery´s...- Susurró a la par que lo miraba y le ponía una mano en el hombro.-¿Qué pasó realmente? Hay... hay algo que no te deja vivir en paz y que necesitas decirlo pero no sabes cómo, o eso creo. Si es así, que sepas que puedes contárnoslo.- Comentó de manera comprensiva.- Estamos juntos en esto, todos...- Concluyó la hawaiana. Quería ayudarlo, pero no sabía muy bien cómo.

Fleur pensó que el abrazo recompondría al chico pero en su lugar provocó que terminara de romperse y puede que fuera lo que necesitara para rehacerse de nuevo. Notaba su agonía y su cuerpo tembloroso bajo su abrazo débil y trémulo, por eso se preguntó. ¿Por qué Nery´s intentaba aparentar ser siempre tan fuerte? Aquel era el frivy de verdad, sin escudos ni toques diplomáticos. O puede que solo fuera una de sus muchas subcapas.

Cuando escuchó fragmentos del resto de la historia se le heló la sangre e intercambió la misma mirada de incertidumbre que le había lanzado Maila. Luego dejó que fuera la hawaiana quien quisiera sacar las conclusiones y tirara de la lengua del chico para su bienestar. Aunque en parte entendía su silencio, decirlo en voz alta lo haría real y la francesa conocía de mala gana esa sensación.
—Estamos todos juntos... —secundó temerosa, algo le decía que aquella historia traía mas sufrimiento del que ambas pensaban.

Aún sollozando el frivy intentó recomponerse como pudo. Había sido breve, pero por alguna razón sentía que todo aquel peso tan perpetuamente a su espalda que ya ni lo notaba se había disipado en parte.

-Lo siento, perdón. -Sollozó un poco de nuevo. -No sé porque, porque estoy así tan de repente yo... -Estaba avergonzado de sí mismo por aquella actitud. No se suponía que fuera así. Se suponía que tenía que ser elegante, guardar todo con una sonrisa y no preocupar a nadie. Pero allí estaba, para él rompiendo todo lo que tendría que ser. El frivy ni siquiera comprendía aún porque aquello, llorando tanto, se sentía incluso bien, liberador. Y no pudo si no contestarle a Maila, sentía que a ellas podía decírselo y en aquel momento le daba igual como acabara todo. Necesitaba soltarlo.


-Superlos mate a todos. -Siguió con su confesión abrazándose a sí mismo mientras se encogía y retorciendo su propia ropa con las manos. -A mi madre, a mi hermana y a mi padre. Y-y luego cuando meganos conquistaron no pude hacer nada más que seguirles el juego y firmar y procurar que no pasara nada y nadie se enterara de todas las personas que se llevaban y simplemente seguía y seguía con todo cada día pero os juro que no sé ni cómo me levantaba cada mañana. -Se llenó de ansiedad apretándole el pecho tan solo de recordar cómo era su día a día en Frivo.

-Y tengo un miedo de que algo le pase a Kiki o a vosotros por mi culpa. Joder. Cuando no pude hacer magia me alivié ir pensar que el destino me había quitado eso en vez de a ella.

Estaba temblando en el sitio más que antes, tan avergonzado como frágil.