Plaza de la Fuente

Así pues me di cuenta que el chico iba tras algo y fue entonces cuando comencé a escuchar...- AGUA!!!- ante nosotros, en una plaza considerablemente grande rodeada por edificios, se centraba una fuente.
El Japonés se tiro a esta y comenzó a beber alocadamente, yo esperé a Martalar que llegaba algo rezagada y juntos fuimos a beber.- Que extraña sensación- murmuré tras quedar satisfecho. Entonces me di cuenta, no estaba hablando Español, ni ingles, ni ninguno de los otros idiomas que conocía, de hecho ya no conseguía recordarlos… era muy extraño. Para mi sorpresa el Japonés se giro incrédulo, parecía haber entendido lo que había dicho…

Les seguí y, tras comprobar con qué confianza bebían y comenzaban a habar en un extraño idioma, les imité.
- ¿Por qué hablo un idioma que ni siquiera conozco? ¿Qué narices es esto?- pregunté, bastante sorprendida.

Podiamos hablar de forma extraña pero comprendiamos lo que queriamos expresar.- Sera cosa de magia, a estas alturas nada de sorprendería. Creo recordar que en un videojuego de la...- no puede terminar la frase cuando de entre los edificios...

-CORREEEEEED.....!!!!- E iniciamos una carrera a toda leche hacia una de las salidas de la plaza.
- QUE NARICES HACES NOROU!!!- El Japonés parecía querer ser devorado por aquella criatura, se planto ante esta e intento llamar su atención- QUIERES VENIR DE UNA VEZ!!!!- Estábamos ya cerca de la entrada a una de la callejuelas pero el seguía plantado en la fuente, entonces la bestia atacó y el consiguió esquivarla, no soltó palabra alguna y fue entonces cuando la criatura me miró fijamente, y extendiendo sus alas alzó el vuelo hacia nosotros- JODER JODER YA LA HAS CABREADO MACHO!!!!-

Martalar y yo corrimos como posesos hacia el interior de una vivienda en ruinas, para variar. De un salto me colé por la ventana y ayude a la chica a entrar. Aquella criatura, que parecía una serpiente pero a lo grande, enredó su lánguido cuerpo entorno a una de las torres del edificio. El techo comenzó a desplomarse.
- Martalar debemos salir de aquí...- La chica asintió. A lo lejos Norou corría hacia nosotros, fue entonces cuando divise a lo desde la ventana un edificio considerablemente alto respecto al resto que se conservaba estable y que llamo mi atención pos su tejado de un azul poro corriente.- Debemos huir hacia aquel edificio el de tejas azules, parece resistente y lo bastante grande para poder resguardarnos durante un rato y rezas porque esta criatura no lo tire abajo-
Con esto salimos por patas y miré desalentador a Norou que venía de frente, entendió mi gesto y compredió que debíamos huir aun lugar seguro ya que Martalar y yo no resistiríamos tanto como él…

( NOS DIRIGIMOS AL BURDEL…preparaos que nos persiguen D: )

-¡Agua! -Grito yo, desesperada. Necesito beber, tengo la garganta seca, me duele la cabeza y no puedo pensar con claridad.

La fuente es extraña. El agua brota del interior de una serpiente. A decir verdad, resulta hermosa.

Me acerco a ella, tomo un poco de agua en las manos y, sin preocuparme por estar mojándome completamente, bebo hasta haber saciado mi sed.

De pronto, noto que... No. No es posible. ¡No! ¿Qué ha pasado con mi español? ¿Qué narices estoy hablando? O, mejor dicho, pensando... Porque no he abierto la boca.

Pienso en otro idioma... No puede ser. ¡No! ¿Qué ha ocurrido? Intento pensar en inglés, pero nada. Ni en alemán... No. Lo he perdido todo. ¡Todos mis idiomas! ¡Lo único que he tenido en mi vida! ¡El pasaje a mi libertad, lejos de mi hermano, lejos de...!

Ahora que lo pienso, lo he conseguido. Estoy lejos. Él no está aquí. Se acabó esa horrible pesadilla: mi vida. Puedo ser una persona diferente... Puedo empezar de cero. Y lo necesito, porque él me ha causado tanto daño... tanto físico como moral...

Estoy contenta de estar aquí; no querría volver a mi casa. ¡Nunca lo haría! Pero, desgraciadamente, este sitio no es el país de las maravillas... Es un lugar caótico, a mi parecer; oscuro y lúgubre.

Mi intuición me dice que debo estar alerta.

Sigo a esas personas hasta una plaza, utilizando las paredes a las que me pego para que no me vean. Entonces, se detienen allí.
En el centro hay una fuente, y una de las chicas casi se abalanza para beber de ella. Y, tras hacerlo, pone una cara extraña: una mezcla entre confusión, miedo y éxtasis. ¿Qué tiene de especial ese agua?
Sin embargo, siento ganas de acercarme. Tengo la boca seca y con sabor a tierra. Escupo intentando sacarlo de mi boca, pero me resulta imposible. ¿Cómo sé que no quieren hacerme daño? ¿Qué hago?
Puedo acercarme y beber agua, puedo intentar dialogar con ellos, o incluso aprovechar que están distraídos. Miro a mi alrededor: unos metros más allá, en el suelo, hay un palo bastante largo.
A gatas, intentando que no me vean, me acerco y lo sujeto con firmeza. Muevo la muñeca para comprobar que no es demasiado pesado. A decir verdad, parece hecho a mi medida.
Entonces, poniéndome en pie, yempuñándolo por delante de mí, en una muda advertencia, me acerco a la fuente. Sin decir ni una palabra, y con el palo aún cogido con mi mano izquierda, puesto que poseo la misma habilidad para emplear ambas, acerco la derecha al agua y la coloco en forma de cuenco, sorbiendo el líquido que tendo en mi mano.
Entonces, entiendo la confusión de la chica. Yo...
Intento vocalizar algo, en vano. Las palabras no me salen. Y, sin embargo, los pensamientos siguen fluyendo, y lo hacen en un idioma que no es el mío. Voy a decir algo, pero prefiero callarme. Y entonces tengo tiempo de observar desconfiadamente a los otros chicos.

Nada más salir veo un grupo de personas. Lo primero que hago es pararme en seco, pero pronto me doy cuenta de que son chicos como yo, y que alguno incluso va en pijama. Detrás hay una fuente, y una chica ya está bebiendo de ella. Yo también quiero beber, tengo tanta sed... Me acerco no muy segura de si debo saludar, y me asomo a la fuente.
El agua brota de una escultura de serpientes entrelazadas, clara y transparente. La observo con recelo antes de beber un largo trago.
Algo extraño ocurre. Me echo hacia atras, casi tropezando y miró a la chica que ha bebido con los ojos abiertos como platos, ¿lo nota ella?
Las palabras... se marchan, se van. Yo... estoy pensando con palabras que no son mías, que nadie me ha enseñado. es la fuente, me digo, y me llevo una mano a los labios mojados.
Mi lengua materna, y el poco inglés que alguna vez fui capaz de hablar, las palabras en francés que mi amiga intercalaba de broma cuando se hacia la distinguida, no me acordaba de como eran.
Me he quedado sentada en el suelo. Pero me levanto al recordar que hay gente a mi alrededor.
- ¿nadie lo nota?- balbuceó. Me siento tan extraña...

Durante unos instantes tensos, mi mirada se cruza con la de los demás, mientras empieza a llegar más gente. Vuelvo a mi postura tensa.
Entonces, otra chica se acerca a beber con desconfianza, y luego camina hacia atrás apresuradamente, bastante sorprendida.
Cuando habla, pego un respingo: es el mismo idioma en el que yo misma estoy pensando y, sorprendentemente, la he entendido. Retrocedo unos pasos, notando el dolor en mis pies, y tropiezo, cayendo aparatosamente.
-¡Mierda! -exclamo, frotándome la espalda dolorida.
Sin embargo, cogiendo el palo que ha quedado a mi derecha, me levanto rápidamente, sin darles tiempo a acercarse.
Un momento. ¿Y si ellos saben algo más que yo?
-¿Qué hago aquí? -pregunto, con lentitud.

Había seguido, temeroso y con mucho cuidado, a la muchacha al exterior de la torre y a través de las pocas calles que había tomado en aquella ruinosa ciudad. Al llegar a una plaza, con una inquietante y a la vez increiblemente hermosa, fuente se paró y allí me fijé en que la muchacha a quien había seguido también había estado siguiendo a dos jóvenes más.
"Este tío no me dijo que habría más gente aquí, y yo que creía que me libraría de todo el mundo y me recuperaría de todas mis heridas" Con este pensamiento en mente observé lo que hicieron los tres. Ví como una de las muchachas bebía de la fuente y su rostro se llenaba de confusión y miedo. Después ví como la chica, a quien había seguido, tomaba cuidadosamente un palo cercano, lo sopesaba y con éste en la mano, y amenazando a las dos primeras, se acercaba a beber a la fuente y observé cómo le cambiaba tambíen la cara después de beber. Tras ella veo salir, desde mi escondite a una nueva muchacha, acercarse y beber de la fuente nuevamente. Veo a la nueva sentarse de culo y hablar de una forma que jamás en mi vida había oido.
"Algo tiene la fuente que les ha cambiado la cara de semejante forma, pero si fuera veneno, ya estarían todos muertos. Me voy a acercar a beber algo, que ahora que lo pienso estoy muerto de sed". Así que con este pensamiento rondandome la cabeza, alcé las manos en señal de paz, salí de mi escondite y me acerqué cuidadosamente a beber de la fuente.

Al hacerlo me dí cuenta que algo extraño estaba pasando, podía seguir hablando, pero no en el idioma de mi patria, hablaba algo que no sabía que tubiera nombre o no. "Al menos ahora estoy seguro que nos entenderemos, o eso creo" Con ésos pensamientos, y asustado de lo que me había hecho la fuente, me puse ante los otros, lejos de la muchacha del arma, con los brazos en alto en señal de paz.
-Creo que sí, esta fuente nos quita todos los idiomas que sabemos y nos eseña uno sólo, pero para qué? y por favor baja ese arma, no quiero que nos hagamos daño cuando nos estamos empezando a conocer.

Apenas chispea ya sobre mi cabeza, la tormenta ha amainado mucho más rapido de lo normal.
Una chica morenita, de pelo castaño pega un respingo al oirme, y tropieza y se cae. Pero cuando habla lo hace en el mismo idioma que yo lo he hecho. Asi que no me he vuelto loca y esto le esta ocurriendo a mas gente.
-Imagino que lo mismo que tu.- le contesto.- Firmamos un contrato y no leimos bien la letra pequeña.
Un chico bebe tambien de la fuente. Dice que cree que la fuente nos borra todos los idiomas que conocemos y lo sustituye por otro. Un genio ¿eh? ¿por que la gente siempre recalca lo obvio? Me froto los ojos. No le voy a decir eso. Es el malhumor y estoy siendo injusta. Pero creo que le he hecho una mueca sin querer.
- Soy Alicia- digo. En el nuevo idioma, mi nombre me suena distinto, pero tambien mas musical. Y eso me saca una sonrisa.

-Oh... -Digo yo, completamente fuera de mí. -¡Te entiendo! Y... ¿tú me entiendes? Dios mío, esto no puede estar pasando, yo era trilingüe...

Intento serenarme como puedo. Me froto las sienes, respiro hondo y, acto seguido, digo:

-Bueno... Ya que estamos todos aquí... Me llamo Elisa, vengo de España. ¿Y vosotras?

Hay dos chicas más en la plaza. Una de ellas posee unos bonitos y pétreos ojos castaños, tez morena y pose serena. La otra es su antónimo: cabello rubio y piel pálida.

De pronto ha llegado otro chico, un chaval gordito y pálido que parece bastante simpático.

Bueno, al menos Mark no es el único chico entre en extraño grupo...

Siguiendo a todo el grupo, me dirigi hssta la fuente de la que Elisa y otra chica empezaron a beber, yo tambien tenia sed, pero era muy despreocupado beber de una fuente en este lugar, bueno que mas dara, tenia sed y no se porque algo me decia que debia beber de alli.
Tras dar un gran trago me epiezo a marear como si miles de hileras invisibles se introducieran en mi cerebro, confundiendome e intranquilizandome, me maree un poco y me tambalee, acababa de olvidar todos los idiomas que conocia, me acerque a Elisa que tambien parecia haber bebido y a la otra chica junto con otro chico.
-¿Que acaba de pasar?
Que haciamos aqui? Y lo mas importante no era un sueño, el extraño ser me prometio que me llevaria al lugar que me pertenecia, algo con lo que todos habiamos deseado, pero era demasiado bonito para ser verdad
-como habeis llegado hasta aqui? Ese ser....me dijo muchas cosas....y acepta al venir...creia que era un sueño
Bueno antes de todo me debia presentar
-Mi nombre es Mark, encantsdo ¿Como os llamais?

La chica que ha hablado en primer lugar termina contestándome con seriedad.
Y, mientras, otro chico bebe también y entra en la conversación.
Vaya, no parecen más orientados que yo. Y, sin embargo, no puedo apartar la preocupación de mi mente.
Cuando la chica, Alicia por lo visto, se presenta, aflojo la tensión de mi brazo y lo dejo caer a un lado, aunque continúo con todo el cuerpo en tensión.
Otra chica habla entonces. Parecen no tener intenciones de peleas. Finalmente, suspiro.
-Hannah -murmuro, saboreando el sonido de mi propio nombre en ese idioma que parece tan musical.
-Estados Unidos.

- Hola Alicia, Elisa, Mark y Hannah, mi nombre es Javi- En sus ojos ví que lo que había dicho le molestó ya que pudo haber sido demasiado obvio. En ocasiones lo obvio se descarta si no es dicho en voz alta, así al decirlo estoy seguro que todos los que han bebido me han entendido y me quedo más agusto.

"Lo que no me dijo Doce es que parece que habrá pocos varones en la ciudad, con lo mal que me he llevado hasta ahora con las mujeres, entre que no las entiendo la mitad de las veces, que la mayoría de las chicas a las que he conocido sólo se han reido de mí, y que encima mi aspecto físico no es muy agraciado, voy a tener una vida amorosa muy dura en este lugar" Con este pensamiento rondando mi cabeza esperé a ver lo que hacían el resto de personas del grupo

Bordaba lo ridículo, parecíamos hormigas que se siguen en fila india unas a otras porque le jefa de ellas ha encontrado una migajita de pan. La plaza a la que habíamos dado intimidaba bastante, a la vez que era admirable. Uno a uno, se acercaron a la fuente y por sus expresiones, se me quitaron las ganas de beber.
Bueno, realmente no se me había ocurrido beber desde un principio. ¿Y si no era potable o llevaba alcohol o veneno?

Alcé una ceja dubitativo, y para evitar entrar en contacto con el resto di un rodeo largo a la plaza, de cara a la fuente para acercarme a ella por otro lado. Para mi sorpresa, a aquellas personas a las que había jurado escuchar hablar en idiomas que me sonaba, habían empezado a hablar en un dialecto que podría parecer un idioma asiático antiguo olvidado por el paso del tiempo.

Me acerqué, observando con detalle cada una de las serpientes entrelazadas de las que brotaba el agua. Cada vez sospecho más posibilidad de que pueda ser algún veneno...
Miro al agua con atención, algo ajetreada por las ondas provocadas por las personas que habían bebido ya y por el agua nueva que caía, hasta que visualizo mi reflejo. Mis gafas rojas están hechas un asco, además de que con la incertidumbre de todo lo que me estaba ocurriendo, olvidé quitarme los colmillos de vampiro que me hizo mi hermano Tom a base de una cera dura de color blanco. No llegué a distinguir si las ojeras que tenía eran causa del maquillaje o de la realidad.
Suspiro exageradamente y me acerco más al agua, juntando ambas manos en forma de tazón e introduciéndolas en el líquido. Lanzo una última mirada a los demás antes de empezar a beber.

Si la palmo ahora qué más dará.
Y entonces sí que creo que voy a morir. Las palabras y toda lógica de mi cerebro empieza a desintegrarse, se me escapan las palabras una a una antes de que pueda exclamar mi impresión. ¡No recuerdo nada de francés o inglés!
- Qué... QUÉ - cuando vuelvo a hablar, lo hago en el raro idioma que escuché de las bocas del resto. Los oídos me rechinan al escucharme a mi mismo balbucear cosas sin sentido, pero con un significado nuevo para mi cerebro- No, no, ¡qué rayos es esto!

Me digno a acercarme a mis compañeros, algo pálido para caer en que les entiendo a todos.
¿¡Cómo diantres voy a poder ver películas inglesas ahora!?
Y eso es lo que más me preocupa por el momento, ja...

-Encantados de conoceros Javier y Hannah.Yo tambien soy de Estados Unidos
No sabia lo que Javi pensaba, pero parecia que lo mejor era no preguntarle.luego mire a Hannah, era des estados unidos como yo, aunque no recuerdo haberla visto nunca.
Me gire hacia un lado la otra chica aun no habia dicho nada, y Elisa estaba callada tambien, algo era seguro tenamos que hacer algo
-Deberiamos buscar un refugio-sugeri
Otro chico acababa de beber de la fuente, parecia sorprendido, la verdad no me extrañaba todos lo estabamos, no hacia normalmente esto pero me dirigi hacia el para ver si estaba bien
-¿Te encuentras bien?