Primer sueño de Guillermo

Guille solo puede quedarse mirando, solo se quedó mirando fijamente a cada uno, ya le habían quitado a su oso, utilizado el recuerdo de su hermano, y ahora le quitaban a sus amigos, uno a uno, algo se rompía dentro de Guille, en pequeños cristales.

Miro fijamente para no olvidar nada de ellos, para recordarlos siempre, para que siempre estuvieran con él, para que murieran en vano.

-Si si puedo, recordarles, no dejar que muriesen en vano.

Guille intento con todas sus fuerzas controlar el torreón, si formaba parte de él podría hacer algo, pensó, concentrándose en cada una de las extremidades .
Guille solo podía mirar, aunque como decía el, los recordaría y no dejaría que murieran en vano y si tenía que vengar su muerte las vengaría.

-Si, solo eso, es más de lo que has echo tú por nadie- sorprendido de su propia fuerza, ya no era débil, ni pequeño, que pena que su fuerza viniera de la perdida.- ¿Que quieres conseguir? ¿Porque haces esto?- el miedo la tristeza, la rabia no hacían más que acrecentar su sensación de vacío.

"¿Que más quieren robarme? ¿Que más quiere que pierda?, mi hermano, lechuga, mis amigos..." Le quedaba algo, algo que no podría quitarle, el abismo que quedaba al arrancarle lo que quería, en forma de recuerdos.

Nisiquiera supo porque empezó a hablar, pero
-Neil es quien mejor cocina, se pasa el día tallando, me encanta cuando está feliz, Adru siempre se preocupa por todos, es la mejor capitana que he tenido, Eitnie es mi mejor amigo del Torreón es mucho más fuerte de lo que se creé, Nime es mi mejor amiga del Torreón, es muy valiente, Pam a veces me da un poco de miedo, pero es muy buena, Rox es una persona super guay, sabe hacer de todo, Rena puede hacer todo lo que se proponga, Milo siempre juega con nosotros, Hyun está en un sitio del que no puede salir, pero solo tiene que empezar a caminar, Zobriel es un chico muy responsable...

Entonces las letras volvieron a aparecer, Guille lo tuvo claro, no le importa perder su cuerpo, era un cuerpo pequeño que no tenía mucha fuerza que ya en bastantes ocasiones había demostrado que no podía ser de mucha ayuda, y si conseguía controlar el torreón podría ayudarlos, podría protegerlos.

-Te doy mi cuerpo, pero vete de aquí, deja en paz a mis amigos.-dijo agotando sus últimas esperanzas.

Ese ser se había ido con su cuerpo, pero Guille no le importo, ahora  ya tenía el control del Torreón, y había vuelto Lechuga, si tuvieras pulmones habría respirado, pero no para tranquilizarse sino para cojer carrerilla, lo difícil empezaba ahora, tenía que controlar el torreón...

Comenzó a mirar a sus compañeros, los que quedaban, debía de liberar al menos a uno, si liberaba a alguno este podría ayudar a sus compañeros. Quizás si liberaba a Rena o Milo con sus brazos pudieran hacer algo, así que concentro toda su atención en los brazos que retenían a Rena.

Quizás era como tener otro cuerpo, ahora su cuerpo no era de un humano, ahora que su cuerpo era un edificio y tenía que empezar a entenderlo, a ser consciente de su nuevo estado. Se concentró en esa zona, puso toda su atención, solo debía moverlos un milímetro lo suficiente para que pudiera liberarse, jamás Guille en toda su corta vida había usado toda su concentración para nada, su cabeza siempre estaba llena de mariposas y tonterías, siempre parecía ajeno a lo que ocurría en el exterior, pero ahora tenía una función que cumplir debía protegerlos.

Intento moverlos una y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra...
                                    ...vez, sin darse por vencido.

Era como aquel pájaro que afila su pico en una montaña echa de diamante, incluso el diamante, incluso esos tentáculos cederían por muy pequeña que sea la fuerza, por muy pequeña que sea su fuerza.

Solo entonces fue consciente del riesgo que estaba tomando. El ruido de la pierna de Rena, rompió el cristal con la que Guille veía el mundo, que choco contra el suelo rompiéndose en pedazos, todo tenía sus riesgos y consecuencias.

Acababa de hacer daño a sus compañeros, como había echo eso sin probar antes en otro lugar, porque creyó que esto era como un juego, no no lo era, esto era real y dolía, la culpa le destruía por dentro.

Cambio de enfoque, decidio aprender antes que seguís haciendo daño a sus amigos, decidió intentar mover un tentáculo que no tocará a nadie o mover alguna piedra del patio, debía ir poco a poco.

Cuando pudiera mover con cierta facilidad, hacia donde el quisiera las partes del Torreón, entonces volvería a intentarlo.

Guillermo no podía creérselo, ya tenía su cuerpo que más quería, no podía darle nada más, ¿porque quería seguir torturándole? Pensaba sintiéndose terriblemente vacío.

Rápidamente pensó en que podía hacer para detenerle, primero pensó en atraparle, en enterrarle en el torreón, después en decirles al resto que podían huir a cambiar de dejar al falso Guille con él, pero así solo caería en su juego.

Decidió hablar con la gente del Torreón eran sus amigos seguro que le harían caso.

Y se dispuso a escribir donde todo el mundo le pudiera leer.

"No le hagáis caso, tener cuido con él es el malo, un niño como el no podría ir solo por Rocavarrancolia y menos usar tan fácilmente un hacha, por favor dudar de él. Yo no gano nada engañandos, el os atacó no fui yo, yo os intenté liberar, no confiéis en él. Por favor, por favor no dudéis de mi, por favor Rena, Milo, Adru, Pam, todos por favor confiar en mi, podéis iros donde querías si queréis iros pero no le hagáis caso, no le escuchéis, no me importa quedarme aquí si se que estáis bien, cerca suya no estaréis asalvo, no confiéis, si no querés confiar en mí no lo hagáis pero tampoco de él, por favor..."

Y después solo donde el falso Guille le leyera

"No te perdonaré jamás lo que estás haciendo, nose que quieres conseguir, pero no te lo perdonaré, los salvaré..."