Primer sueño de Guillermo

Guille se incorporó de la cama, miró a su alrededor, al principio no se da cuenta pero ve que está en el calabozo "otra vez?, espero que esto no se transforme en una constumbre..." Piensa alegremente, busca a lechuga, lo encuentro en el suelo, "¡¡lo sabía!!.... podía hablar".

-Si, si, ahora voy, ¿porque tanta prisa?-dice mientras se comienza a levantar, y ponerse de pie.

Guille siguió a lechuga, al principio no entendía la prisa, por lo que se puso a mirar a los lados, y tuvo miedo, no entendía lo que veía pero sabía que algo muy malo estaba pasando, y sintió mucha tristeza, instintivamente cuando estaban caminando a la par, le cogió de una de las manos para caminar juntos.

-¿que le ha pasado a estos niños?...-dijo en un suspiro, con los ojos completamente abiertos- tenemos que ayudarlos, lechuga no podemos dejarlos así...- seguía el caminar de Lechuga, cuando le dijo que sólo le mirara a él y eso hizo, "cuando lleguemos al Torreón les diré a todos que tenemos que venir a ayudarlos".

Guille sigue a lechuga y le agarra más fuerte, cada vez que le dice algo, no mira atrás casi ni parpadea de mirar fijamente a Lechuga, cada vez se junta más a él. Tiene miedo, no quiere separase de alado suya, aunque escucha los ruidos no mira atrás, no dice nada está asustado.

Cuando sale al exterior se da cuenta que es de noche en Rocavarancolia, todas las sombras asustan a Guille detrás de cada una Guille tiene miedo que aparezca un monstruo así que no suelta a Lechuga y sigue su paso.

Sigue caminando, cuando sus odios distinguen algo, le están llamando.

-Lechuga, alguien a dice mi nombre... puede que se alguien del Torreón que necesita ayuda-dice todavía sin girarse, la voz va sonando más claramente cuando Guille distingue la voz-...Hermanito..-se queda parado de golpe, no podía creerse lo, su voz le sentó como una flecha que le atravesó completamente, y las lágrimas comenzaron a surgir de sus ojos cansados- Lechuga, es mi hermanito nos ha encontrado.-intenta retener a Lechuga.

Las lágrimas le nublan la vista, intenta con todos sus fuerzas parar a su osito.

-Lechuga, es hermanito, no te vallas no me dejes solo, nos ha encontrado..-dice entre lágrimas.

Cuando siente los pasos detrás de él, se gira sujetando a lechuga con las dos manos, aunque sigue moviendose. Guille siente como se le escapa de las manos, mientras busca con la mirada a su hermano para que le ayude.

Sintió la mano de su osito desaparecer, en el pasillo no vio a nadie, solo sintió el hedor del interior.

Guille volvió a escuchar la voz de su hermano desde la espalda, y sintió miedo, su hermano volvía a desaparecer y esta vez estaba tan cerca, y ahora Lechuga también le había dejado, se tiro al suelo, y se hizo un ovillo, poniendo su cara entre sus piernas y siguió llorando ahora con más fuerza.