Barrio Gigante
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Barrio Gigante
04/04/14, 01:24 am
Recuerdo del primer mensaje :
Los mayores edificios de Rocavarancolia se encuentran aquí. Acomodada a su talla, fue el hogar de la mayoría de los transformados en gigante o de aquellos que necesitasen de recintos de grandes dimensiones.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Barrio Gigante
10/04/24, 02:48 pm
El ambiente se había vuelto mucho más tenso que antes, aunque Amira prefería centrarse en Kelgan por no ponerse nerviosa. La situación requería que no se agobiarse por la gente y las miradas, y era complicado si empezaba a fijarse en los demás, especialmente en Iceberg y Nari. Aunque Erknest había hablado también a favor de la chica, sentía leves punzadas de culpabilidad de que fuera a caerles bronca porque ella había contado lo que habían hecho, especialmente cuando las luces de Kelgan y su rabia contenida daban una idea clara de que no iba a ser precisamente una regañina ligera. En parte sabía que se lo merecían, pero una cosa era que les cayese porque sabían lo que habían hecho y otra que fuese porque ella hubiese hablado. Ahora era causa activa de todo lo que sucediera.
Alzó una ceja con curiosidad cuando dijo que en la banda no eran “de esos”, sin saber muy bien a qué se refería pero con interés creciente por saber de qué iba todo aquello. Y cuando Kelgan empezó a hablar, la francesa no podía evitar que le sonase bien. Podía empatizar con querer un lugar mejor y con querer luchar contra un sistema roto, cosas que ella compartía en la Tierra, pero que en Rocavarancolia sonaban extrañas, acostumbrada a que el sistema contra el que luchar fuera el capitalismo salvaje y no… lo que fuera que había allí. La gente que se aprovechaba de cualquier sistema era horrible, pero en Rocavarancolia se le sumaba que eran literalmente monstruos. Era fácil imaginar a Setenta y siete beneficiándose de todo aquello, cometiendo actos horribles como lo había hecho en vida.
—¿Y cómo pretendéis hacerlo? No es que los poderosos le quieran dar el poder a los de abajo con facilidad —preguntó, cruzándose de brazos —Y no me malentiendas, pero no es que con lo que hemos visto parezca que tengáis claro el plan de acción.
Tenía muchas preguntas al respecto de todo aquello, y aunque estuviera en negación respecto a que Rocavarancolia era su futuro y no iba a poder volver a la Tierra, no veía mal el cambiar las cosas a mejor mientras estuviera en la ciudad. Claro que iba a necesitar más información, especialmente cuando Kelgan no parecía ni poder controlar a sus subordinados o al menos dejarles claro que había acciones con las que no comulgaban.
A diferencia de Erknest, podía tolerar actos más…”cuestionables” si el fondo moral de estos era correcto. Acabar con las instituciones que mantenían el control no se conseguía pidiéndolo por favor, y como francesa aquello era algo que sabía bien.
Alzó una ceja con curiosidad cuando dijo que en la banda no eran “de esos”, sin saber muy bien a qué se refería pero con interés creciente por saber de qué iba todo aquello. Y cuando Kelgan empezó a hablar, la francesa no podía evitar que le sonase bien. Podía empatizar con querer un lugar mejor y con querer luchar contra un sistema roto, cosas que ella compartía en la Tierra, pero que en Rocavarancolia sonaban extrañas, acostumbrada a que el sistema contra el que luchar fuera el capitalismo salvaje y no… lo que fuera que había allí. La gente que se aprovechaba de cualquier sistema era horrible, pero en Rocavarancolia se le sumaba que eran literalmente monstruos. Era fácil imaginar a Setenta y siete beneficiándose de todo aquello, cometiendo actos horribles como lo había hecho en vida.
—¿Y cómo pretendéis hacerlo? No es que los poderosos le quieran dar el poder a los de abajo con facilidad —preguntó, cruzándose de brazos —Y no me malentiendas, pero no es que con lo que hemos visto parezca que tengáis claro el plan de acción.
Tenía muchas preguntas al respecto de todo aquello, y aunque estuviera en negación respecto a que Rocavarancolia era su futuro y no iba a poder volver a la Tierra, no veía mal el cambiar las cosas a mejor mientras estuviera en la ciudad. Claro que iba a necesitar más información, especialmente cuando Kelgan no parecía ni poder controlar a sus subordinados o al menos dejarles claro que había acciones con las que no comulgaban.
A diferencia de Erknest, podía tolerar actos más…”cuestionables” si el fondo moral de estos era correcto. Acabar con las instituciones que mantenían el control no se conseguía pidiéndolo por favor, y como francesa aquello era algo que sabía bien.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Barrio Gigante
24/04/24, 11:47 am
Los engranajes de la cabeza de Erknest se movían lentos y con un fuerte chirrido con todo aquello. Durante su improvisada investigación y buena parte de las acciones que los habían llevado a la guarida de Los Dragonfly, el kamaitachi había estado convencido de que se estaba enfrentando a criminales como tantos otros de la ciudad, pero... Si Kelgan estaba diciendo la verdad (o era muy bueno escondiendo sus verdaderas intenciones o iba realmente en serio, aunque el caballero empezaba a inclinarse más por lo segundo), no estaban haciendo nada malo, ¿no? -(Ciertamente es buena idea que todos podamos colaborar para cuidar de Rocavarancolia)- le concedió mentalmente mesándose el mentón.
Mientras rumiaba todo ese debate interno guardando algo de atención para la conversación, Kelgan estaba ocupado respondiendo a las dudas de la francesa. Le estaba sorprendiendo para bien que la valkyria fuera más avispada con la problemática social de la ciudad que el supuesto "héroe" de la misma, aunque siendo justos no parecía algo complicado. Lo último golpeó un poco su orgullo, pero no era nada contra lo que no pudieran defenderse. Al fin y al cabo, era una parte importante de las actividades de la banda, estaban acostumbrados.
-Reconozco que todavía no llevamos mucho en activo, pero que las acciones de esos dos no te engañen, tenemos claro qué hacer- respondió con convicción para luego seguir explicando de forma más suelta. -De momento tenemos que jugar nuestras cartas con cabeza y con miras al futuro. Todo avance que vaya llegando está jodidamente bienvenido, pero sin concienciación ciudadana no vamos a ningún lado, ¿verdad?- preguntó con una sonrisilla y un par de golpecitos en la sien con un dedo. Quería pensar que, visto lo visto, Cálamo entendía aquello. Extendió los brazos por un momento para enfatizar lo siguiente: -Ya habéis visto que somos una pequeña familia, así que lo primero es buscar apoyos mientras vamos difundiendo una alternativa para la ciudad. Cuando tengamos muchas más voces es cuando podremos tomar medidas más directas.-
Aún con los esfuerzos y una falsa sensación de que estaba entendiendo, el Caballero Ciervo estaba muy perdido con la palabrería del drake. Además no era complicado verlo con la mirada pérdida que llevaba, con algo de imaginación se podía escuchar el pantallazo azul que se estaba produciendo en su interior. Todavía tenía dudas sobre lo que había visto en el mercado, pero cada vez se estaba replanteando más que tal vez había sido demasiado duro con un grupo que no estaba haciendo nada malo en realidad. -Eso está muy bien, sí señor. ¿Y cómo exactamente estáis consiguiendo que la gente empiece a estar del lado del bien?- preguntó animado con una visión bastante alterada entre lo que no entendía y la equivocación con lo que creía que sí.
Si bien por un momento Kelgan le ofreció una mirada confusa, a esas alturas ni le prestó demasiada atención con todo el sinsentido que era el que hubieran llegado hasta allí en primer lugar. -Tenemos otros métodos y cualquiera está invitado a proponer más, pero los principales son movilizaciones por partes concurridas que hacemos de vez en cuando y trabajos como cualquiera que quiera salir adelante por aquí. No aceptamos cualquier cosa, claro, aquí los principios se cumplen o te atienes a las putas consecuencias, pero de normal ganamos fondos para el grupo y la confianza de los clientes en nuestra causa. Todo ventajas.-
Mientras rumiaba todo ese debate interno guardando algo de atención para la conversación, Kelgan estaba ocupado respondiendo a las dudas de la francesa. Le estaba sorprendiendo para bien que la valkyria fuera más avispada con la problemática social de la ciudad que el supuesto "héroe" de la misma, aunque siendo justos no parecía algo complicado. Lo último golpeó un poco su orgullo, pero no era nada contra lo que no pudieran defenderse. Al fin y al cabo, era una parte importante de las actividades de la banda, estaban acostumbrados.
-Reconozco que todavía no llevamos mucho en activo, pero que las acciones de esos dos no te engañen, tenemos claro qué hacer- respondió con convicción para luego seguir explicando de forma más suelta. -De momento tenemos que jugar nuestras cartas con cabeza y con miras al futuro. Todo avance que vaya llegando está jodidamente bienvenido, pero sin concienciación ciudadana no vamos a ningún lado, ¿verdad?- preguntó con una sonrisilla y un par de golpecitos en la sien con un dedo. Quería pensar que, visto lo visto, Cálamo entendía aquello. Extendió los brazos por un momento para enfatizar lo siguiente: -Ya habéis visto que somos una pequeña familia, así que lo primero es buscar apoyos mientras vamos difundiendo una alternativa para la ciudad. Cuando tengamos muchas más voces es cuando podremos tomar medidas más directas.-
Aún con los esfuerzos y una falsa sensación de que estaba entendiendo, el Caballero Ciervo estaba muy perdido con la palabrería del drake. Además no era complicado verlo con la mirada pérdida que llevaba, con algo de imaginación se podía escuchar el pantallazo azul que se estaba produciendo en su interior. Todavía tenía dudas sobre lo que había visto en el mercado, pero cada vez se estaba replanteando más que tal vez había sido demasiado duro con un grupo que no estaba haciendo nada malo en realidad. -Eso está muy bien, sí señor. ¿Y cómo exactamente estáis consiguiendo que la gente empiece a estar del lado del bien?- preguntó animado con una visión bastante alterada entre lo que no entendía y la equivocación con lo que creía que sí.
Si bien por un momento Kelgan le ofreció una mirada confusa, a esas alturas ni le prestó demasiada atención con todo el sinsentido que era el que hubieran llegado hasta allí en primer lugar. -Tenemos otros métodos y cualquiera está invitado a proponer más, pero los principales son movilizaciones por partes concurridas que hacemos de vez en cuando y trabajos como cualquiera que quiera salir adelante por aquí. No aceptamos cualquier cosa, claro, aquí los principios se cumplen o te atienes a las putas consecuencias, pero de normal ganamos fondos para el grupo y la confianza de los clientes en nuestra causa. Todo ventajas.-
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Barrio Gigante
24/04/24, 04:47 pm
Por mucho que hubiera ido allí de acompañante, Amira parecía mucho más interesada (o era mucho más capaz, pero no era tan egocéntrica como para siquiera plantearse esa posibilidad) en la conversación que Erknest. Escuchó a Kelgan con interés creciente, y es que sonaba bien. Crear conciencia social era básico, y es que intentar derrocar un sistema sin el apoyo de la gente era totalmente imposible. Y nadie solía apuntarse a quemar contenedores si no apoyaba a quien lo hacía...o estaba muy descontento con el sistema, y esta última no parecía algo demasiado común en Rocavarancolia.
Había, sin embargo, una parte de su cabeza a la que aquello le sonaba demasiado bien, tanto que daba la vuelta y empezaba a chirriar.
Hablaba de alternativas, de avances, pero no estaba concretando nada, y la poca definición llevaba a pensar que o bien no tenían sus ideas tan claras o que las ocultaban por algún motivo. Aquel populismo bien podía ser base de una vertiente reaccionaria y no de una revolucionaria. Entrecerró los ojos, como evaluando si no estaría en realidad delante de un fascista al que debiera partirle la cara en aquel mismo momento. Miró a Erknest, y es que aunque dudaba que el análisis político de alguien que se comportaba como un caballero andante fuera más allá de extremos de buenos y malos y le pasasen desapercibidos muchos matices igual podía ver qué le estaba pareciendo, pero se encontró con que su cabeza había decidido petar en algún punto y solo podía basarse en su propio juicio.
La pregunta que le hizo era interesante, sí, y estaba bien saber qué coño hacían por la ciudad, pero no era ni de lejos la primera que le había pasado por la cabeza a la valkyria.
—¿Y cuál es exactamente esa “alternativa” —no le hacía falta marcar las comillas con los dedos, su tono de voz era tan expresivo como el ceño fruncido— que proponéis?
No le daba miedo ser directa, y es que parecía que no solo no iba a haber una confrontación directa, sino que Kelgan tenía ganas de contarles todo aquello. Quería confiar en que de verdad tuvieran buenas intenciones, porque necesitaba la esperanza de no ser la única en Rocavarancolia que quería cambiarlo todo antes que conformarse con el sistema y adaptarse a él.
Quería creer que en aquella ciudad existían más colores que el gris, pero el negro y el rojo podían ser bandera de muchas cosas, y algunas de ellas solo merecían estar muertas.
Había, sin embargo, una parte de su cabeza a la que aquello le sonaba demasiado bien, tanto que daba la vuelta y empezaba a chirriar.
Hablaba de alternativas, de avances, pero no estaba concretando nada, y la poca definición llevaba a pensar que o bien no tenían sus ideas tan claras o que las ocultaban por algún motivo. Aquel populismo bien podía ser base de una vertiente reaccionaria y no de una revolucionaria. Entrecerró los ojos, como evaluando si no estaría en realidad delante de un fascista al que debiera partirle la cara en aquel mismo momento. Miró a Erknest, y es que aunque dudaba que el análisis político de alguien que se comportaba como un caballero andante fuera más allá de extremos de buenos y malos y le pasasen desapercibidos muchos matices igual podía ver qué le estaba pareciendo, pero se encontró con que su cabeza había decidido petar en algún punto y solo podía basarse en su propio juicio.
La pregunta que le hizo era interesante, sí, y estaba bien saber qué coño hacían por la ciudad, pero no era ni de lejos la primera que le había pasado por la cabeza a la valkyria.
—¿Y cuál es exactamente esa “alternativa” —no le hacía falta marcar las comillas con los dedos, su tono de voz era tan expresivo como el ceño fruncido— que proponéis?
No le daba miedo ser directa, y es que parecía que no solo no iba a haber una confrontación directa, sino que Kelgan tenía ganas de contarles todo aquello. Quería confiar en que de verdad tuvieran buenas intenciones, porque necesitaba la esperanza de no ser la única en Rocavarancolia que quería cambiarlo todo antes que conformarse con el sistema y adaptarse a él.
Quería creer que en aquella ciudad existían más colores que el gris, pero el negro y el rojo podían ser bandera de muchas cosas, y algunas de ellas solo merecían estar muertas.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Barrio Gigante
30/04/24, 12:05 am
Erknest asintió con ánimo dejando salir un pequeño "ooh" al entender aquello. Al menos haciendo el esfuerzo de, aunque esa parte en concreto se le hacía bastante familiar. Al fin y al cabo no distaba mucho de lo que él hacía con sus trabajos y narrando sus hazañas: ayudaba a la gente que lo necesitaba y con ello (en teoría) se ganaba su confianza en él y el apoyo a los valores que defendía por el bien de la ciudad. Algunos como Fárladann parecían pasar un poco de sus discursos sobre la importancia de la justicia y el bien en Rocavarancolia, aunque en el fondo fueran buena gente y aportasen a su manera; y otros parecían más convencidos con la idea, como aquella joven ciudadana a la que habían devuelto su mascota meses atrás. Tal vez discrepara con el tono del drake, pero no parecía tan malo después de todo.
A Kelgan no le molestó lo extrañada que se mostró la valkyria. Como persona de política en un lugar con bastantes posturas, aunque donde para su desgracia de momento no parecían influir en absoluto en los planes de los dirigentes, estaba acostumbrado a los debates con gente muy distinta con claras reticencias con sus ideales por un motivo u otro. Dentro de lo posible, si no eran unos capullos integrales, estaba más que dispuesto a tenderles una mano cordial y en ese caso concreto veía cierto potencial en la chica que tenía delante.
-Creía que quedaba claro, pero...- empezó a decir llevándose las manos a los bolsillos. Luego declaró firme: -Una república. Queremos una república para Rocavarancolia.- Fue el único momento donde el silencio del resto de miembros de la banda se vio roto con algunos asentimientos y cortos vítores a su favor. En cuanto el foco volvió a él, continuó: -Cuando todos los ciudadanos tengamos voz y voto podremos construir un verdadero futuro para la ciudad, lejos de los reinados que solo han mantenido el puto status quo en el mejor de los casos o nos han jodido más aún en los peores. Toda opinión será bienvenida, pero antes de que cualquiera pueda votar y expresarse hay que enseñar los valores democráticos para afianzar lo conseguido, más cuando en otros mundos se desconocen.- Intentando recordar con un gesto de la mano, el libense se comenzó a girar hacia su mano derecha con la respuesta en la punta de la lengua: -Klaas, ¿cómo era el lema ese que había en La Tierra?-
El neerlandés imaginaba a cual se refería y no tardó en responder: -Libertad, igualdad, fratenidad- Desde los orígenes de la banda, cuando eran apenas ellos dos intercambiando ideas, a Kelgan le había encantado aquella frase por lo bien que representaba sus planes para el grupo. El significado se había adaptado a las nuevas circunstancias de ese lugar, claro, y aunque ambos se imaginaban que los dos "invitados" era humanos, desconocían el punto gracioso que era decirlo delante de Cálamo.
El drake chasqueó los dedos, con una sonrisa agradecida para el ave de medianoche. -Eso- dijo volviendo a quedar frente a Erknest y la francesa. -Ayuda mutua e igualdad a la hora de decidir y opinar libremente. Es una buen base para empezar a mejorar todo esto.-
A Kelgan no le molestó lo extrañada que se mostró la valkyria. Como persona de política en un lugar con bastantes posturas, aunque donde para su desgracia de momento no parecían influir en absoluto en los planes de los dirigentes, estaba acostumbrado a los debates con gente muy distinta con claras reticencias con sus ideales por un motivo u otro. Dentro de lo posible, si no eran unos capullos integrales, estaba más que dispuesto a tenderles una mano cordial y en ese caso concreto veía cierto potencial en la chica que tenía delante.
-Creía que quedaba claro, pero...- empezó a decir llevándose las manos a los bolsillos. Luego declaró firme: -Una república. Queremos una república para Rocavarancolia.- Fue el único momento donde el silencio del resto de miembros de la banda se vio roto con algunos asentimientos y cortos vítores a su favor. En cuanto el foco volvió a él, continuó: -Cuando todos los ciudadanos tengamos voz y voto podremos construir un verdadero futuro para la ciudad, lejos de los reinados que solo han mantenido el puto status quo en el mejor de los casos o nos han jodido más aún en los peores. Toda opinión será bienvenida, pero antes de que cualquiera pueda votar y expresarse hay que enseñar los valores democráticos para afianzar lo conseguido, más cuando en otros mundos se desconocen.- Intentando recordar con un gesto de la mano, el libense se comenzó a girar hacia su mano derecha con la respuesta en la punta de la lengua: -Klaas, ¿cómo era el lema ese que había en La Tierra?-
El neerlandés imaginaba a cual se refería y no tardó en responder: -Libertad, igualdad, fratenidad- Desde los orígenes de la banda, cuando eran apenas ellos dos intercambiando ideas, a Kelgan le había encantado aquella frase por lo bien que representaba sus planes para el grupo. El significado se había adaptado a las nuevas circunstancias de ese lugar, claro, y aunque ambos se imaginaban que los dos "invitados" era humanos, desconocían el punto gracioso que era decirlo delante de Cálamo.
El drake chasqueó los dedos, con una sonrisa agradecida para el ave de medianoche. -Eso- dijo volviendo a quedar frente a Erknest y la francesa. -Ayuda mutua e igualdad a la hora de decidir y opinar libremente. Es una buen base para empezar a mejorar todo esto.-
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Barrio Gigante
30/04/24, 02:58 pm
Qué irónico era que hubiera ido allí solo por hacer de acompañante de Erknest para evitar que se metiera en un follón muy gordo y que ahora ella tuviese tanto o más interés en la conversación que él. No estaba segura de en qué pensaba o cómo veía todo aquello, y tal vez le preguntase después, pero por el momento se iba a centrar en Kelgan y su discurso.
No le era ajena la política; había ido a más de una manifestación, había participado en grupos estudiantiles, tenía cuentas activas en redes sociales en las que seguía activistas de distintas causas. Era una de las cosas que más le interesaban, y sabía bien que la gente vendía sus ideas mucho mejor de lo que eran la mayoría de las veces, y más después de ver el crecimiento de partidos de ultraderecha no solo en su país sino en Europa en general. No, no estaba claro qué buscaba Kelgan y su grupito, por mucho que se lo pareciera a él. Necesitaba que fuera mucho más específico de lo que lo estaba siendo.
—Y…¿ya está? —era incapaz de que no se le notase la decepción. Había esperado algo mucho más grande, más profundo, y algo tan básico chocaba con sus propias expectativas. Vale que en Rocavarancolia siguieran teniendo un sistema de gobierno tremendamente arcaico, y que fuera un inicio, pero… —Es un primer paso, pero créeme cuando te digo que tener una república no suele implicar un cambio de statu quo, al poder le gusta demasiado mantenerse estático, aunque cambie la forma. Y si ya tienes en cuenta que esta ciudad está llena de cabrones que no dudarían en joder aún más a los débiles, una república es sólo un parche para que no se vean las costuras del sistema.
Frunció el ceño. ¿Cuántos años de “valores democráticos” llevaban en la mayoría de países occidentales y para qué había servido? No creía que enseñárselos a gente de otros mundos fuera un error, pero una república se le quedaba excesivamente corto. A lo mejor era demasiado acrática para conformarse con un cambio en el poder y no con acabar con el poder como tal, o a lo mejor sabía que el republicanismo en sí no tenía por qué implicar derechos para todo el mundo y aquello era algo que no podía dejar de ver. Era un paso adelante, aunque fuera pequeño, y le podía conceder que prefería la república a la monarquía.
Lo que no esperaba para nada era que sus ideas partiesen precisamente de aquel lema. Que fuera precisamente la historia de su país la que hubiera inspirado a gente de otro mundo a promover cambios en un tercero le resultaba curioso y casi era capaz de generarle un mínimo de orgullo patrio. Amira no era sospechosa de ser nacionalista, pero en aquel momento casi podía oír las primeras notas de la Marsellesa en el aire. Eso sí, si iban a inspirarse en ello, que solo lo hicieran con las cosas buenas de su historia, porque Francia tenía un pasado (y presente) colonial que no era buena fuente de igualdad, libertad ni fraternidad precisamente.
Dirigió una pequeña mirada a Klaas, con curiosidad. Sospechaba que era humano porque se había comido su achante, pero no se había preguntado siquiera de dónde podría ser. Era una frase demasiado conocida a nivel global como para reducir posibles orígenes, pero estaba la posibilidad de encontrarse con un compatriota. Era remota, pero no imposible.
—Ya que vas a inspirarte en Francia, te recuerdo que guillotinamos al rey en una plaza —que Klaas y Kelgan decidiesen si aquello era o no una broma o lo decía en serio.
No le era ajena la política; había ido a más de una manifestación, había participado en grupos estudiantiles, tenía cuentas activas en redes sociales en las que seguía activistas de distintas causas. Era una de las cosas que más le interesaban, y sabía bien que la gente vendía sus ideas mucho mejor de lo que eran la mayoría de las veces, y más después de ver el crecimiento de partidos de ultraderecha no solo en su país sino en Europa en general. No, no estaba claro qué buscaba Kelgan y su grupito, por mucho que se lo pareciera a él. Necesitaba que fuera mucho más específico de lo que lo estaba siendo.
—Y…¿ya está? —era incapaz de que no se le notase la decepción. Había esperado algo mucho más grande, más profundo, y algo tan básico chocaba con sus propias expectativas. Vale que en Rocavarancolia siguieran teniendo un sistema de gobierno tremendamente arcaico, y que fuera un inicio, pero… —Es un primer paso, pero créeme cuando te digo que tener una república no suele implicar un cambio de statu quo, al poder le gusta demasiado mantenerse estático, aunque cambie la forma. Y si ya tienes en cuenta que esta ciudad está llena de cabrones que no dudarían en joder aún más a los débiles, una república es sólo un parche para que no se vean las costuras del sistema.
Frunció el ceño. ¿Cuántos años de “valores democráticos” llevaban en la mayoría de países occidentales y para qué había servido? No creía que enseñárselos a gente de otros mundos fuera un error, pero una república se le quedaba excesivamente corto. A lo mejor era demasiado acrática para conformarse con un cambio en el poder y no con acabar con el poder como tal, o a lo mejor sabía que el republicanismo en sí no tenía por qué implicar derechos para todo el mundo y aquello era algo que no podía dejar de ver. Era un paso adelante, aunque fuera pequeño, y le podía conceder que prefería la república a la monarquía.
Lo que no esperaba para nada era que sus ideas partiesen precisamente de aquel lema. Que fuera precisamente la historia de su país la que hubiera inspirado a gente de otro mundo a promover cambios en un tercero le resultaba curioso y casi era capaz de generarle un mínimo de orgullo patrio. Amira no era sospechosa de ser nacionalista, pero en aquel momento casi podía oír las primeras notas de la Marsellesa en el aire. Eso sí, si iban a inspirarse en ello, que solo lo hicieran con las cosas buenas de su historia, porque Francia tenía un pasado (y presente) colonial que no era buena fuente de igualdad, libertad ni fraternidad precisamente.
Dirigió una pequeña mirada a Klaas, con curiosidad. Sospechaba que era humano porque se había comido su achante, pero no se había preguntado siquiera de dónde podría ser. Era una frase demasiado conocida a nivel global como para reducir posibles orígenes, pero estaba la posibilidad de encontrarse con un compatriota. Era remota, pero no imposible.
—Ya que vas a inspirarte en Francia, te recuerdo que guillotinamos al rey en una plaza —que Klaas y Kelgan decidiesen si aquello era o no una broma o lo decía en serio.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Barrio Gigante
21/05/24, 05:11 pm
El Caballero Ciervo tenía muchas dudas nuevas con todo lo que estaba aprendiendo sobre los Dragonfly. La idea que tenía sobre ellos de un grupo de maleantes se había ido borrando con cada explicación de Kelgan para hacerse algo más cercano a sus ideales... ¿más o menos? Tanto él como lo que parecían buscar allí era lo mejor para la ciudad, un concepto de bien que aunque variara en su forma de llegar a él iba con buenas intenciones. Ahora bien, todo lo referente a la política pillaba al kamaitachi muy verde. Entendía muy por encima el hilo de lo que proponían y al menos el lema era de cultura general en La Tierra, pero quitando una ligera conformidad con ello no tenía ni idea para opinar como su compañera. -Pues... suena bien, sí. Es justo que todos podamos colaborar- hizo el intento dubitativo de aportar algo para no quedarse más atrás en la conversación.
El libense se limitó a asentir por cortesía, aunque en el fondo le aliviara haber resuelto el malentendido, a sus palabras para luego centrarse de nuevo en Cálamo. Frunció el ceño al instante en cuanto notó su decepción, a lo que fue sumándose un poco de dolor en el orgullo que estaba intentando contener para que no se viera reflejado en sus luces. Lo bueno de dirigir el cotarro es que, con bastante frecuencia, conseguía mantener la cabeza en frío para contestar a situaciones así sin que escalara y por suerte en cuanto la chica se explicó un poco se le fue pasando el golpe una pizca. Joder, hacía tiempo que no encontraba a alguien que estuviera tan implicado en el tema.
-Bien visto- le concedería para acto seguido explicarse -Por eso mismo vamos a futuro, aún queda mucho terreno que allanar antes de dar ese paso y nos falta alcance y peña. En cualquier otro sitio sería más sencillo, pero imagino que ya sabes lo jodido que es conciliar ciertas cosas por aquí- Sus ojos preguntaban sin añadir nada si estaba en lo cierto, aunque si se había dado cuenta del mal de la ciudad seguramente sabría a qué se refería. Había muchas formas de ganar magia en la ciudad y no todas casaban con las normas sociales convencionales. Por supuesto no todos los cabrones podían excusarse en ello y era más que consciente de eso. -Estamos más que abiertos a que todo el mundo proponga cómo solucionarlo, aunque es un asunto jodido. De momento tenemos que asegurar a una base ciudadana que esté formada de verdad y pueda hacerle frente a los líderes de pacotilla y a los aprovechados.- Ya podía querer alguien mantenerse en el poder que daría igual cuanto de poderoso fuera en cuanto tuviera a toda la ciudad en contra.
Klaas no supo interpretar en un primer momento la mirada de la francesa, devolviéndosela con una curiosidad más velada, aunque con el comentario que llegó después se hizo una idea. Quien por un momento pensó que iba en serio para desgracia de Amira era Erknest, que la miró tenso con los ojos bien abiertos sin dar crédito a la "propuesta" de su compañera. El ave de medianoche le ofreció una amplia sonrisa que amagaba con convertirse en una risa, aunque por respeto a la situación no llegaría a ese punto. Kelgan por su parte se quedó en una ligera mueca, le estaba gustando cómo pensaba. -No me gustaría tener que llegar a ese punto aunque alguno se lo mereciera. Por el momento vamos de buen rollo, pero más les vale no creerse que no sabemos morder- siguió la broma/no broma en un tono similar. Prefería no poner en riesgo a los suyos, pero si el momento llegaba en que tuvieran que levantarse para hacer valer sus derechos no se amedrentaría. En cuanto el drake terminó de hablar, Klaas añadió menos serio con un guiño a los dos invitados: -Os lleváis la palma, sí, pero en los Países Bajos tampoco nos quedamos cortos en el tema- Ya que le caía en gracia le ofreció el dato y, aunque no estaba seguro, esperaba que conociera la referencia a la historia de su país salvando las distancias de ambos casos.
El kamaitachi mientras tanto iba centrándose de uno a otro a medida que hablaban, todavía visiblemente preocupado con la idea que se estaba mencionando en esos momentos. -Pero... No vais a matar a nadie, ¿no?- preguntaría inocentemente englobando a los tres. Ahí ya el neerlandés no pudo evitar contener una risilla apagada. Sin duda alguna era la visita más surrealista que habían tenido nunca en la guarida.
El libense se limitó a asentir por cortesía, aunque en el fondo le aliviara haber resuelto el malentendido, a sus palabras para luego centrarse de nuevo en Cálamo. Frunció el ceño al instante en cuanto notó su decepción, a lo que fue sumándose un poco de dolor en el orgullo que estaba intentando contener para que no se viera reflejado en sus luces. Lo bueno de dirigir el cotarro es que, con bastante frecuencia, conseguía mantener la cabeza en frío para contestar a situaciones así sin que escalara y por suerte en cuanto la chica se explicó un poco se le fue pasando el golpe una pizca. Joder, hacía tiempo que no encontraba a alguien que estuviera tan implicado en el tema.
-Bien visto- le concedería para acto seguido explicarse -Por eso mismo vamos a futuro, aún queda mucho terreno que allanar antes de dar ese paso y nos falta alcance y peña. En cualquier otro sitio sería más sencillo, pero imagino que ya sabes lo jodido que es conciliar ciertas cosas por aquí- Sus ojos preguntaban sin añadir nada si estaba en lo cierto, aunque si se había dado cuenta del mal de la ciudad seguramente sabría a qué se refería. Había muchas formas de ganar magia en la ciudad y no todas casaban con las normas sociales convencionales. Por supuesto no todos los cabrones podían excusarse en ello y era más que consciente de eso. -Estamos más que abiertos a que todo el mundo proponga cómo solucionarlo, aunque es un asunto jodido. De momento tenemos que asegurar a una base ciudadana que esté formada de verdad y pueda hacerle frente a los líderes de pacotilla y a los aprovechados.- Ya podía querer alguien mantenerse en el poder que daría igual cuanto de poderoso fuera en cuanto tuviera a toda la ciudad en contra.
Klaas no supo interpretar en un primer momento la mirada de la francesa, devolviéndosela con una curiosidad más velada, aunque con el comentario que llegó después se hizo una idea. Quien por un momento pensó que iba en serio para desgracia de Amira era Erknest, que la miró tenso con los ojos bien abiertos sin dar crédito a la "propuesta" de su compañera. El ave de medianoche le ofreció una amplia sonrisa que amagaba con convertirse en una risa, aunque por respeto a la situación no llegaría a ese punto. Kelgan por su parte se quedó en una ligera mueca, le estaba gustando cómo pensaba. -No me gustaría tener que llegar a ese punto aunque alguno se lo mereciera. Por el momento vamos de buen rollo, pero más les vale no creerse que no sabemos morder- siguió la broma/no broma en un tono similar. Prefería no poner en riesgo a los suyos, pero si el momento llegaba en que tuvieran que levantarse para hacer valer sus derechos no se amedrentaría. En cuanto el drake terminó de hablar, Klaas añadió menos serio con un guiño a los dos invitados: -Os lleváis la palma, sí, pero en los Países Bajos tampoco nos quedamos cortos en el tema- Ya que le caía en gracia le ofreció el dato y, aunque no estaba seguro, esperaba que conociera la referencia a la historia de su país salvando las distancias de ambos casos.
El kamaitachi mientras tanto iba centrándose de uno a otro a medida que hablaban, todavía visiblemente preocupado con la idea que se estaba mencionando en esos momentos. -Pero... No vais a matar a nadie, ¿no?- preguntaría inocentemente englobando a los tres. Ahí ya el neerlandés no pudo evitar contener una risilla apagada. Sin duda alguna era la visita más surrealista que habían tenido nunca en la guarida.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Barrio Gigante
27/05/24, 10:41 pm
Si Kelgan tenía miedo de revelar sus emociones delante de Amira, este era totalmente infundado. No solo no sabía qué significaban los colores de aquellas lucecitas de Navidad que llevaba integradas en las alas y la cola, sino que además la valkyria era muy poco hábil para interpretar sutilezas del lenguaje no verbal si estas no eran muy obvias. Lo único que sabía interpretar era el ceño fruncido, pero no le dio demasiada importancia.
Asintió a sus palabras sobre lo jodido que era aquello en Rocavarancolia. Conocía las crueles maneras que tenían ciertas transformaciones de obtener magia de pasada, porque no había querido indagar muy a fondo en ello, pero le valía con saber que había gente que podía querer aprovecharse de transformaciones como la de Adam o la de Lethe para saber el horror que implicaba esa ciudad. Al menos lo que tenían pensado era un buen comienzo, aunque fuera a llevar su tiempo. Era mejor que nada, desde luego, y encontraba tranquilidad en pensar que allí alguien tenía un proyecto político más allá de egoísmo puro.
—Ya, esta ciudad es una mierda en ese sentido.
Pero comprendía la necesidad de intentar cambiarlo.
«Bien». Pensó ante su respuesta. No le gustaba la violencia innecesaria, pero los libros dejaban claro que en las revoluciones solía serlo. Si los gobiernos democráticos terrestres no dudaban en ahogar cualquier disidencia con el sistema con la policía, en Rocavarancolia no imaginaba que no fuesen a mandar al ejército. Aunque aquello era un problema muy a futuro, y las cosas tendrían que empezar por crear comunidad poco a poco...como estaban haciendo ellos.
Klaas le confirmó ser neerlandés, con una referencia que pilló de pasada, y es que era lejana y mucho menos notable que cualquiera de las Revoluciones que había habido en Francia, sin contar siquiera la que todo el mundo conocía. Pero entendía el fondo, un “todos nos hemos levantado contra nuestros líderes en algún punto”. Le dedicó una sonrisa genuina: a ella también le estaba cayendo bien.
—Bueno saberlo. Tengo curiosidad por ver qué se puede hacer aquí.
La pregunta de Erknest le hizo taparse la boca para acallar una risa, sin dar mucho crédito a que se lo hubiera tomado tan en serio. Ya le había contado que matar a Setenta y siete no había sido fácil precisamente, y aunque había un puntillo genuino en querer acabar con unos líderes que no hacían nada por su supuesto pueblo cuando empezaba a haber desapariciones, Amira creía que era bastante obvio que no iba en serio del todo.
—No, no. Solo era una broma.
En realidad tenía curiosidad sobre si el kamaitachi era tan espeso en aquellos temas por verlo todo con la lente dicotómica propia de un caballero o por algún trasfondo político que desconocía, pero de momento podía darle las gracias por haberle sugerido ir allí. Era refrescante poder mantener una conversación sobre política con alguien a quien le interesase tanto como a ella.
Asintió a sus palabras sobre lo jodido que era aquello en Rocavarancolia. Conocía las crueles maneras que tenían ciertas transformaciones de obtener magia de pasada, porque no había querido indagar muy a fondo en ello, pero le valía con saber que había gente que podía querer aprovecharse de transformaciones como la de Adam o la de Lethe para saber el horror que implicaba esa ciudad. Al menos lo que tenían pensado era un buen comienzo, aunque fuera a llevar su tiempo. Era mejor que nada, desde luego, y encontraba tranquilidad en pensar que allí alguien tenía un proyecto político más allá de egoísmo puro.
—Ya, esta ciudad es una mierda en ese sentido.
Pero comprendía la necesidad de intentar cambiarlo.
«Bien». Pensó ante su respuesta. No le gustaba la violencia innecesaria, pero los libros dejaban claro que en las revoluciones solía serlo. Si los gobiernos democráticos terrestres no dudaban en ahogar cualquier disidencia con el sistema con la policía, en Rocavarancolia no imaginaba que no fuesen a mandar al ejército. Aunque aquello era un problema muy a futuro, y las cosas tendrían que empezar por crear comunidad poco a poco...como estaban haciendo ellos.
Klaas le confirmó ser neerlandés, con una referencia que pilló de pasada, y es que era lejana y mucho menos notable que cualquiera de las Revoluciones que había habido en Francia, sin contar siquiera la que todo el mundo conocía. Pero entendía el fondo, un “todos nos hemos levantado contra nuestros líderes en algún punto”. Le dedicó una sonrisa genuina: a ella también le estaba cayendo bien.
—Bueno saberlo. Tengo curiosidad por ver qué se puede hacer aquí.
La pregunta de Erknest le hizo taparse la boca para acallar una risa, sin dar mucho crédito a que se lo hubiera tomado tan en serio. Ya le había contado que matar a Setenta y siete no había sido fácil precisamente, y aunque había un puntillo genuino en querer acabar con unos líderes que no hacían nada por su supuesto pueblo cuando empezaba a haber desapariciones, Amira creía que era bastante obvio que no iba en serio del todo.
—No, no. Solo era una broma.
En realidad tenía curiosidad sobre si el kamaitachi era tan espeso en aquellos temas por verlo todo con la lente dicotómica propia de un caballero o por algún trasfondo político que desconocía, pero de momento podía darle las gracias por haberle sugerido ir allí. Era refrescante poder mantener una conversación sobre política con alguien a quien le interesase tanto como a ella.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Barrio Gigante
05/06/24, 11:46 pm
Lo bueno de ser uno de los primeros miembros de los Dragonfly y la mano derecha de su jefe, nada menos, era que Klaas conocía muy bien al libense. Desde poco después de conocerse se habían hecho muy cercanos y el neerlandés prácticamente sabía cómo podía tomarse algo sin tener que tenerlo delante. Ahora, por ejemplo, se podía imaginar que estaba disfrutando de lo lindo (aún con el comienzo tan abrupto que habían tenido) de esa charla improvisada con la francesa. Probablemente hasta ya se estuviera planteando en extenderle una invitación para que se uniera a la banda; desde luego él estaría encantado de contar con alguien tan implicado.
Y en efecto, aunque no presentara una sonrisa como la del ave de medianoche, la expresión del drake y sobre todo los brillos tranquilos de sus alas indicaban que estaba cómodo y estaba pensando en ello. Cálamo tenía potencial y podía ser todo un soplo de motivación tanto para los otros reclutas como para los veteranos de la causa. Toda incorporación era bienvenida, más de alguien tan implicado y, además, ayudaría un poco para recuperar la confianza de todos después de la cagada del ursántropo y la bruja.
Antes de que pudiera decir nada, Erknest se adelantó con su pregunta. Aunque la risilla de Klaas influenció un poco en que se lo tomara a broma, lo cierto es que Kelgan no sabía en absoluto que se le pasaba por la cabeza al kamaitachi. Estaba seguro de que cada vez que abría la boca entendía menos cómo demonios había llegado hasta allí y cómo había plantado cara a los reclutas en el mercado. -Tranqui, hombre, ya he dicho que somos gente legal. No estaríamos cambiando una mierda si defendemos una cosa y hacemos lo contrario- añadió de buen humor con las manos en los bolsillos, aunque sin perder el temple serio que estaba manteniendo desde que había llegado. El neerlandés asintió, reforzando lo que había dicho.
El caballero fue mirando a cada uno a medida que iban respondiendo, calmándose poco a poco hasta llegar a un pequeño suspiro. -Claro, claro... Disculpad la duda. Es complicado saber a veces por aquí y...- fue diciendo con una creciente vergüenza hasta apartar la vista por un momento. Había ido allí pensando que eran malvados y a esas alturas le sabía hasta mal dudar de la buena fe que estaban mostrando, pero en Rocavarancolia las cosas podían ser muy complicadas.
El libense lo interrumpió, aunque estaba lejos de estar molesto. Tal vez fuera por lo surrealista de todo o de que alguien así pudiera sobrevivir en esa ciudad tan podrida, pero por unos instantes se apiadó de él. -Se entiende, hay mucho capullo suelto por ahí- empezó con tranquilidad, aunque luego añadió mirando al italiano: -Y eh, sois muy valientes al colaros en una base solos y sin equipo, reconozco que hay que tenerlos bien puestos. Pero si me permites el consejo, yo que tú tendría cuidado para tu... trabajo- La duda sobre cómo tomarse lo de "héroe de Rocavarancolia" fue muy rápida, pero en su cabeza había sido una eternidad. -La temeridad está a la vuelta de la esquina y hoy has tenido suerte, pero la próxima tal vez tengas delante a un cabronazo y no tengas a nadie al lado.- Si bien por el tono podía resultar algo seco, su intención era genuinamente buena; las luces no daban muestras de tensión alguna.
A Erknest le cogió un poco por sorpresa y, aún con la vergüenza y la impresión que le causaba todavía la forma de expresarse del jefe, no supo como reaccionar de primeras. Desde fuera parecía un niño al que sus padres llamaban la atención antes de que llegara la bronca, aunque eso cambió rápido en cuanto asimiló sus palabras. -¡Oh! Por supuesto, lo tendré en cuenta. Muchas gracias- contestó ligeramente sorprendido y agradecido, haciendo una pequeña reverencia. Si aquella banda de malotes no malotes le reconocía el esfuerzo que estaba haciendo, aunque estuviera muy lejos de ser perfecto, ya era toda una victoria frente a los meses anteriores. Tal vez le quedara mucho camino para ser un héroe de verdad, pero la mejora era real y estaba un paso más cerca de convertirse en lo que aspiraba.
Y en efecto, aunque no presentara una sonrisa como la del ave de medianoche, la expresión del drake y sobre todo los brillos tranquilos de sus alas indicaban que estaba cómodo y estaba pensando en ello. Cálamo tenía potencial y podía ser todo un soplo de motivación tanto para los otros reclutas como para los veteranos de la causa. Toda incorporación era bienvenida, más de alguien tan implicado y, además, ayudaría un poco para recuperar la confianza de todos después de la cagada del ursántropo y la bruja.
Antes de que pudiera decir nada, Erknest se adelantó con su pregunta. Aunque la risilla de Klaas influenció un poco en que se lo tomara a broma, lo cierto es que Kelgan no sabía en absoluto que se le pasaba por la cabeza al kamaitachi. Estaba seguro de que cada vez que abría la boca entendía menos cómo demonios había llegado hasta allí y cómo había plantado cara a los reclutas en el mercado. -Tranqui, hombre, ya he dicho que somos gente legal. No estaríamos cambiando una mierda si defendemos una cosa y hacemos lo contrario- añadió de buen humor con las manos en los bolsillos, aunque sin perder el temple serio que estaba manteniendo desde que había llegado. El neerlandés asintió, reforzando lo que había dicho.
El caballero fue mirando a cada uno a medida que iban respondiendo, calmándose poco a poco hasta llegar a un pequeño suspiro. -Claro, claro... Disculpad la duda. Es complicado saber a veces por aquí y...- fue diciendo con una creciente vergüenza hasta apartar la vista por un momento. Había ido allí pensando que eran malvados y a esas alturas le sabía hasta mal dudar de la buena fe que estaban mostrando, pero en Rocavarancolia las cosas podían ser muy complicadas.
El libense lo interrumpió, aunque estaba lejos de estar molesto. Tal vez fuera por lo surrealista de todo o de que alguien así pudiera sobrevivir en esa ciudad tan podrida, pero por unos instantes se apiadó de él. -Se entiende, hay mucho capullo suelto por ahí- empezó con tranquilidad, aunque luego añadió mirando al italiano: -Y eh, sois muy valientes al colaros en una base solos y sin equipo, reconozco que hay que tenerlos bien puestos. Pero si me permites el consejo, yo que tú tendría cuidado para tu... trabajo- La duda sobre cómo tomarse lo de "héroe de Rocavarancolia" fue muy rápida, pero en su cabeza había sido una eternidad. -La temeridad está a la vuelta de la esquina y hoy has tenido suerte, pero la próxima tal vez tengas delante a un cabronazo y no tengas a nadie al lado.- Si bien por el tono podía resultar algo seco, su intención era genuinamente buena; las luces no daban muestras de tensión alguna.
A Erknest le cogió un poco por sorpresa y, aún con la vergüenza y la impresión que le causaba todavía la forma de expresarse del jefe, no supo como reaccionar de primeras. Desde fuera parecía un niño al que sus padres llamaban la atención antes de que llegara la bronca, aunque eso cambió rápido en cuanto asimiló sus palabras. -¡Oh! Por supuesto, lo tendré en cuenta. Muchas gracias- contestó ligeramente sorprendido y agradecido, haciendo una pequeña reverencia. Si aquella banda de malotes no malotes le reconocía el esfuerzo que estaba haciendo, aunque estuviera muy lejos de ser perfecto, ya era toda una victoria frente a los meses anteriores. Tal vez le quedara mucho camino para ser un héroe de verdad, pero la mejora era real y estaba un paso más cerca de convertirse en lo que aspiraba.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Barrio Gigante
19/06/24, 10:41 am
Para lo mal que había empezado todo, a Amira le habían caído bien Klaas y Kelgan, y al menos podía llevarse eso de la pequeña excursión con el kamaitachi: era agradable encontrar a gente que parecía de su cuerda política en la ciudad. Al menos que se preocupasen un mínimo por la gente y el sistema de gobierno y no lo dejasen estar sin más, algo que parecía la norma.
Contuvo un bufido ante lo de ser valiente, porque hasta ella sabía que había habido más inconsciencia que otra cosa en todo el plan, que estaba tan poco definido que casi no había habido uno. Desde el no saber si estaban en el lugar correcto a un plan de huida sin detallar a encararse a gente cuando estaban en clara desventaja, y eso último había sido cosa totalmente de ella.
Asintió ante las palabras de Kelgan mientras miraba a Erknest, reforzando eso de que a lo mejor no tenía a nadie al lado. Que ella le hubiese acompañado en esa ocasión era un favor, y aunque no tendría problemas en ayudarle más veces en el futuro, ella no era su ayudante ni nada por el estilo. Tenía vida y trabajo propios, y no iba a estar siempre para evitar que alguien le partiese la cara.
Sabía que ya había tenido una mala experiencia y se aseguró de no mirar al kamaitachi con dureza, pero seguía queriendo subrayar que tuviera cuidado en el futuro. Era un buen consejo y uno que tal vez ella debería aplicarse, pero sabía que a veces le podía el instinto más que el pensamiento frío en momentos de tensión.
Contuvo un bufido ante lo de ser valiente, porque hasta ella sabía que había habido más inconsciencia que otra cosa en todo el plan, que estaba tan poco definido que casi no había habido uno. Desde el no saber si estaban en el lugar correcto a un plan de huida sin detallar a encararse a gente cuando estaban en clara desventaja, y eso último había sido cosa totalmente de ella.
Asintió ante las palabras de Kelgan mientras miraba a Erknest, reforzando eso de que a lo mejor no tenía a nadie al lado. Que ella le hubiese acompañado en esa ocasión era un favor, y aunque no tendría problemas en ayudarle más veces en el futuro, ella no era su ayudante ni nada por el estilo. Tenía vida y trabajo propios, y no iba a estar siempre para evitar que alguien le partiese la cara.
Sabía que ya había tenido una mala experiencia y se aseguró de no mirar al kamaitachi con dureza, pero seguía queriendo subrayar que tuviera cuidado en el futuro. Era un buen consejo y uno que tal vez ella debería aplicarse, pero sabía que a veces le podía el instinto más que el pensamiento frío en momentos de tensión.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Barrio Gigante
28/06/24, 01:35 am
Erknest iba a grabarse aquellas palabras a fuego en su mente (o por lo menos lo intentaría durante el mayor tiempo posible). Simplemente por venir de quién venía y saber que no era mal consejo lo habría hecho, pero los asentimientos tanto de Klaas como sobre todo Amira afianzaban aún más la idea. Contra todo pronóstico, había sido valiente ese día. Sí, no en las mejores condiciones y la suerte había jugado a su favor más que sus acciones, pero de alguna forma había conseguido imponerse a sus miedos. Esa había sido la verdadera victoria, no el haber resuelto el problema de los "maleantes". No era tan ingenuo como para pensar que había superado todas sus inquietudes reforzadas por el incidente de Masacre, pero... Al menos durante unos días podía permitirse creérselo y andar de mejor ánimo.
Kelgan arqueó un poco la ceja con el gesto del kamaitachi, pero quitando aquello no comentó nada más de su agradecimiento. Tenía que reconocer que, aunque bastante plasta, no era mal tipo. -En fin, tengo curro del que ocuparme- dijo el libense, dejando claro con el tono que no tenía intención de quedarse mucho más allí. Erknest no sería quien se molestara por ello, estaba más que satisfecho con todo lo que había aprendido y lo que había podido solucionar, aunque la certeza de que una de esas tareas era la bronca a los dos reclutas le dejaba una ligera incomodidad en el cuerpo. Con suerte no sería muy severo, ¿no?
-Pero antes, que no se diga lo nuestro es solo palabrería- añadió antes de dar siquiera un primer paso hacia el despacho. Luego miró a la francesa y dijo: -Si tienes más ideas o quieres colaborar estás invitada a pasarte por aquí, a Rocavarancolia le hace falta peña como tú. Klaas se encargará de que no hagas saltar la alarma para la próxima-
El ave de medianoche asintió y, sabiendo del buen humor que debía tener su jefe aunque no lo estuviera mostrando demasiado al hablar, se permitió bromear justo después: -Tenemos cerveza y buena música además- A lo último le dio un poco de énfasis sacudiéndose el polvo del hombro, dejando más que claro que tenía que ver con ello. -Con la decoración todavía estamos de reformas, pero vamos tirando para hacer un buen hogar- reconoció sin dejar de lado la importancia de su guarida. No era perfecta, pero todos dejaban su huella por allí y ayudaban a que fuera el centro de su día a día.
El Caballero Ciervo veía aquello como un plus, aunque la pregunta que hizo a continuación la habría hecho aún sin la intervención del neerlandés. -¿Yo también puedo?- preguntó un pelín ilusionado, levantando tímidamente la mano derecha. Su escala de valores todavía se estaba debatiendo cómo eran exactamente en la banda, aunque de momento estaba pasando muy rápido de "delincuentes" a "grupito guay con el que juntarse", por supuesto sin pararse a pensar si encajaba en absoluto.
El drake sí fue consciente de aquello y en el mismo instante en que escuchó la pregunta se giró hacia él sin tener claro qué decir. Menos mal que la cara de póker no le costaba demasiado, aunque las luces de sus alas eran un tanto traicioneras si conocías su significado. ¿De verdad alguien podía ser tan denso o es que les estaba vacilando? -(No, ni de coña. Eso es lo peor, que va en serio)- razonó amargamente. Y probablemente si no le dejaba se buscaría alguna forma de volver de todas maneras, estaba seguro. Después de un pequeño pero bastante cansado suspiro le respondió entre seriedad y una pizca de hastío: -Mientras no la líes ni des la brasa demasiado, vale. ¿Entendido?- Le valía con estar en su despacho o en cualquier otro sitio cuando el kamaitachi quisiera hacer uso de la invitación, demasiado sinsentido había tenido que aguantar en tan poco tiempo.
En contraste al cansancio interior de Kelgan, Erknest sonrió lleno de alegría por sus palabras. Al final iba a encontrar nuevos amigos y todo.
Kelgan arqueó un poco la ceja con el gesto del kamaitachi, pero quitando aquello no comentó nada más de su agradecimiento. Tenía que reconocer que, aunque bastante plasta, no era mal tipo. -En fin, tengo curro del que ocuparme- dijo el libense, dejando claro con el tono que no tenía intención de quedarse mucho más allí. Erknest no sería quien se molestara por ello, estaba más que satisfecho con todo lo que había aprendido y lo que había podido solucionar, aunque la certeza de que una de esas tareas era la bronca a los dos reclutas le dejaba una ligera incomodidad en el cuerpo. Con suerte no sería muy severo, ¿no?
-Pero antes, que no se diga lo nuestro es solo palabrería- añadió antes de dar siquiera un primer paso hacia el despacho. Luego miró a la francesa y dijo: -Si tienes más ideas o quieres colaborar estás invitada a pasarte por aquí, a Rocavarancolia le hace falta peña como tú. Klaas se encargará de que no hagas saltar la alarma para la próxima-
El ave de medianoche asintió y, sabiendo del buen humor que debía tener su jefe aunque no lo estuviera mostrando demasiado al hablar, se permitió bromear justo después: -Tenemos cerveza y buena música además- A lo último le dio un poco de énfasis sacudiéndose el polvo del hombro, dejando más que claro que tenía que ver con ello. -Con la decoración todavía estamos de reformas, pero vamos tirando para hacer un buen hogar- reconoció sin dejar de lado la importancia de su guarida. No era perfecta, pero todos dejaban su huella por allí y ayudaban a que fuera el centro de su día a día.
El Caballero Ciervo veía aquello como un plus, aunque la pregunta que hizo a continuación la habría hecho aún sin la intervención del neerlandés. -¿Yo también puedo?- preguntó un pelín ilusionado, levantando tímidamente la mano derecha. Su escala de valores todavía se estaba debatiendo cómo eran exactamente en la banda, aunque de momento estaba pasando muy rápido de "delincuentes" a "grupito guay con el que juntarse", por supuesto sin pararse a pensar si encajaba en absoluto.
El drake sí fue consciente de aquello y en el mismo instante en que escuchó la pregunta se giró hacia él sin tener claro qué decir. Menos mal que la cara de póker no le costaba demasiado, aunque las luces de sus alas eran un tanto traicioneras si conocías su significado. ¿De verdad alguien podía ser tan denso o es que les estaba vacilando? -(No, ni de coña. Eso es lo peor, que va en serio)- razonó amargamente. Y probablemente si no le dejaba se buscaría alguna forma de volver de todas maneras, estaba seguro. Después de un pequeño pero bastante cansado suspiro le respondió entre seriedad y una pizca de hastío: -Mientras no la líes ni des la brasa demasiado, vale. ¿Entendido?- Le valía con estar en su despacho o en cualquier otro sitio cuando el kamaitachi quisiera hacer uso de la invitación, demasiado sinsentido había tenido que aguantar en tan poco tiempo.
En contraste al cansancio interior de Kelgan, Erknest sonrió lleno de alegría por sus palabras. Al final iba a encontrar nuevos amigos y todo.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Barrio Gigante
21/07/24, 10:17 pm
Amira parpadeó un par de veces ante la oferta de Kelgan, como tratando de hacer que su cerebro procesase más rápido la información. Se sentía halagada de que pensase que era lo que aquella ciudad necesitaba, y el sentimiento era recíproco en parte. Su tez oscura no dejaba ver el calor que sentía en sus mejillas, como si hubiera recibido un cumplido de una chica guapa y no la invitación a un garito ruinoso en una ciudad chunga.
Klaas no necesitaba convencerla con alcohol o música para que volviese, y es que en parte sentía que aquel sitio era adecuado para ella. Sus compañeros de criba eran ahora sus amigos, pero echaba de menos los debates políticos y la participación activa en esa clase de cosas, y los Dragonfly podían ofrecerle lo más cercano a eso que había visto en Rocavarancolia. No estaba segura de unirse, y es que quería conocer mucho más, pero la valkyria quería volver, y tenía claro que lo haría a futuro, aunque fuera solo por saber qué tenía que ver el neerlandés con la música y hablar más con Kelgan. De repente fue muy consciente de que no había dicho nada, y temió quedarse corta con la respuesta o ser demasiado efusiva porque realmente agradecía la oferta.
—Claro, podéis contar con que me pase por aquí alguna vez—terminó por decir.
Lo que no esperaba era que Erknest también quisiera volver. Le miró con curiosidad, pues no esperaba que alguien que había ido con unas intenciones totalmente opuestas y que tenía unas visiones… curiosas de la política fuese a acabar en lo más cercano a un grupo revolucionario que había visto en la ciudad. No le pegaba para nada, pero no era ella quien tenía que tomar la decisión de dejar o no que fuera. Amira no tenía problemas con él, aunque era algo rarito, y sintió algo de alivio porque no le rechazasen el volver. Al fin y al cabo, si no le interesaba aquello no volvería, y si al final descubría en aquello algo que le gustaba… Bueno, era alguien más. Y a más gente le importase un mínimo mejorar aquella ciudad, mejor irían las cosas
Klaas no necesitaba convencerla con alcohol o música para que volviese, y es que en parte sentía que aquel sitio era adecuado para ella. Sus compañeros de criba eran ahora sus amigos, pero echaba de menos los debates políticos y la participación activa en esa clase de cosas, y los Dragonfly podían ofrecerle lo más cercano a eso que había visto en Rocavarancolia. No estaba segura de unirse, y es que quería conocer mucho más, pero la valkyria quería volver, y tenía claro que lo haría a futuro, aunque fuera solo por saber qué tenía que ver el neerlandés con la música y hablar más con Kelgan. De repente fue muy consciente de que no había dicho nada, y temió quedarse corta con la respuesta o ser demasiado efusiva porque realmente agradecía la oferta.
—Claro, podéis contar con que me pase por aquí alguna vez—terminó por decir.
Lo que no esperaba era que Erknest también quisiera volver. Le miró con curiosidad, pues no esperaba que alguien que había ido con unas intenciones totalmente opuestas y que tenía unas visiones… curiosas de la política fuese a acabar en lo más cercano a un grupo revolucionario que había visto en la ciudad. No le pegaba para nada, pero no era ella quien tenía que tomar la decisión de dejar o no que fuera. Amira no tenía problemas con él, aunque era algo rarito, y sintió algo de alivio porque no le rechazasen el volver. Al fin y al cabo, si no le interesaba aquello no volvería, y si al final descubría en aquello algo que le gustaba… Bueno, era alguien más. Y a más gente le importase un mínimo mejorar aquella ciudad, mejor irían las cosas
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Barrio Gigante
01/08/24, 12:29 pm
Al menos la respuesta de la valkyria compensaba a la del excéntrico caballero a ojos del drake, al que se le dibujó una leve sonrisa satisfecha en la cara. -Perfecto. Nuestra casa es tu casa- le aseguró una última vez con cortesía antes de despedirse con un gesto de la cabeza y las manos en los bolsillos: -En fin, me abro.-
En su buen ánimo, Erknest ignoraba las preguntas que se estaba haciendo Amira sobre su intención de volver y simplemente mantuvo su alegre sonrisa al mirar a su compañera. -Muchas gracias por todo, de verdad- volvió a agradecer para despedirse, de nuevo con una pequeña reverencia al libense, que ya estaba marchándose por donde había venido. Los susurros de los miembros de la banda ganaron un poco de intensidad entonces, cuchicheando y mirando con curiosidad, una muy distinta a la que tuvieron al principio de la inesperada visita, a los dos posibles nuevos reclutas. Siempre era una buena noticia tener caras nuevas por allí.
En cuanto el jefe desapareció, Klaas se acercó a ellos con tranquilidad. -Bueno, os acompaño a la salida- se ofreció amistosamente. Tenía que subir de todas formas para modificar el hechizo de alarma en realidad, pero tenía que reconocer que de una forma u otra se estaba empezando a encariñar con ambos. Cálamo no se alejaba demasiado de la actitud que reinaba por allí y Erknest... bueno, seguramente sería divertido tenerlo por allí. A diferencia de Kelgan, él tenía más paciencia para las locuras que fuera a traer el intento de caballero si volvía.
-Claro, por supuesto- contestó el kamaitachi antes de seguirle por las escaleras, echando un último vistazo a la sala y a los miembros de los Dragonfly, despidiéndose de los presentes levantando una mano animadamente. Algunos simplemente se le quedaron mirando y alguno que otro le siguió el juego y le devolvió el adiós. El camino peldaños arriba pronto pudo comprobar que fue bastante distinto, ya no solo por la buena sensación que llevaba el chico con lo que había pasado, sino porque a los pocos escalones les llegaría el ritmo de una música parecida a la que ya habían escuchado en el mercado. -(Si que saben montar buenas fiestas)- pensó, imaginándose el desmadre que debían ser.
Una vez estuvieron delante del portón, Klaas se giró antes de siquiera poner una mano para abrir. -Vale, me hace falta una pizca de vuestra esencia mágica para el control de la entrada. Prometo que no duele- explicó desenfadado, alzando un poco la voz por la música que venía de abajo. -Así que si me permitís...- Erknest asintió y dejó que el ave de medianoche absorbiera un poco de su magia. Todavía no se acostumbraba al cosquilleo de los traspasos de magia, pero desde luego el neerlandés no había mentido al respecto.
Una vez estuvo hecho, Klaas empezó a conjurar para modificar la barrera que protegía la guarida y en cuestión de unos momentos después, volvió a mirar a los dos con una sonrisa y los brazos en jarra. -Pues ya estaría. Para la próxima no habrá ningún problema y la puerta se debería abrir en cuanto os acerquéis a ella- dijo, dejándoles espacio para que pudieran comprobarlo por ellos mismos. -Os esperamos para la próxima- se despidió con un desenfadado saludo militar.
El Caballero Ciervo no tardó en dar un primer paso y, tal cómo les había comentado, el portón se abrió de par en par para dejarles pasar al exterior. -Me alegro que haya podido solucionarse todo. Y muchas gracias por vuestra hospitalidad- se despidió de muy buen humor antes salir. En cuanto hubieran pasado el umbral del portón podrían notar que la música había dejado de escucharse por completo y, un par de pasos más hacia el exterior, la puerta se cerró automáticamente.
Erknest había llegado hasta allí para hacer valer la seguridad de la ciudad y, no solo había conseguido a un nuevo grupo de amigos por el camino y habían solucionado el malentendido, sino que se habían enfrentado a sus miedos. Todavía quedaba un largo camino, pero aquello era una prueba de que, aún si volvía a aparecer el maldito cocodrilo, ya no volvería a quedarse atenazado sin hacer nada para defender sus ideales.
En su buen ánimo, Erknest ignoraba las preguntas que se estaba haciendo Amira sobre su intención de volver y simplemente mantuvo su alegre sonrisa al mirar a su compañera. -Muchas gracias por todo, de verdad- volvió a agradecer para despedirse, de nuevo con una pequeña reverencia al libense, que ya estaba marchándose por donde había venido. Los susurros de los miembros de la banda ganaron un poco de intensidad entonces, cuchicheando y mirando con curiosidad, una muy distinta a la que tuvieron al principio de la inesperada visita, a los dos posibles nuevos reclutas. Siempre era una buena noticia tener caras nuevas por allí.
En cuanto el jefe desapareció, Klaas se acercó a ellos con tranquilidad. -Bueno, os acompaño a la salida- se ofreció amistosamente. Tenía que subir de todas formas para modificar el hechizo de alarma en realidad, pero tenía que reconocer que de una forma u otra se estaba empezando a encariñar con ambos. Cálamo no se alejaba demasiado de la actitud que reinaba por allí y Erknest... bueno, seguramente sería divertido tenerlo por allí. A diferencia de Kelgan, él tenía más paciencia para las locuras que fuera a traer el intento de caballero si volvía.
-Claro, por supuesto- contestó el kamaitachi antes de seguirle por las escaleras, echando un último vistazo a la sala y a los miembros de los Dragonfly, despidiéndose de los presentes levantando una mano animadamente. Algunos simplemente se le quedaron mirando y alguno que otro le siguió el juego y le devolvió el adiós. El camino peldaños arriba pronto pudo comprobar que fue bastante distinto, ya no solo por la buena sensación que llevaba el chico con lo que había pasado, sino porque a los pocos escalones les llegaría el ritmo de una música parecida a la que ya habían escuchado en el mercado. -(Si que saben montar buenas fiestas)- pensó, imaginándose el desmadre que debían ser.
Una vez estuvieron delante del portón, Klaas se giró antes de siquiera poner una mano para abrir. -Vale, me hace falta una pizca de vuestra esencia mágica para el control de la entrada. Prometo que no duele- explicó desenfadado, alzando un poco la voz por la música que venía de abajo. -Así que si me permitís...- Erknest asintió y dejó que el ave de medianoche absorbiera un poco de su magia. Todavía no se acostumbraba al cosquilleo de los traspasos de magia, pero desde luego el neerlandés no había mentido al respecto.
Una vez estuvo hecho, Klaas empezó a conjurar para modificar la barrera que protegía la guarida y en cuestión de unos momentos después, volvió a mirar a los dos con una sonrisa y los brazos en jarra. -Pues ya estaría. Para la próxima no habrá ningún problema y la puerta se debería abrir en cuanto os acerquéis a ella- dijo, dejándoles espacio para que pudieran comprobarlo por ellos mismos. -Os esperamos para la próxima- se despidió con un desenfadado saludo militar.
El Caballero Ciervo no tardó en dar un primer paso y, tal cómo les había comentado, el portón se abrió de par en par para dejarles pasar al exterior. -Me alegro que haya podido solucionarse todo. Y muchas gracias por vuestra hospitalidad- se despidió de muy buen humor antes salir. En cuanto hubieran pasado el umbral del portón podrían notar que la música había dejado de escucharse por completo y, un par de pasos más hacia el exterior, la puerta se cerró automáticamente.
Erknest había llegado hasta allí para hacer valer la seguridad de la ciudad y, no solo había conseguido a un nuevo grupo de amigos por el camino y habían solucionado el malentendido, sino que se habían enfrentado a sus miedos. Todavía quedaba un largo camino, pero aquello era una prueba de que, aún si volvía a aparecer el maldito cocodrilo, ya no volvería a quedarse atenazado sin hacer nada para defender sus ideales.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Barrio Gigante
14/09/24, 11:10 pm
Amira se despidió con un gesto de la mano de Kelgan, tratando de que su cerebro pasase a un segundo plano los cuchicheos que sabía que iban sobre ella y Erknest. No le había gustado nunca ser el foco de atención, y siempre había preferido pasar desapercibida, pero esperaba que al menos los cuchicheos no fueran sobre el ridículo que habían hecho al entrar y que aquella gente no se llevase demasiada mala impresión de ellos. O al menos de ella.
Siguió a Klaas escaleras arriba, apreciando la banda sonora que les acompañó pronto. Le traía nostalgia de discotecas y de fiestas en la Tierra, y de lo que echaba de menos la música. Su móvil había muerto al llegar, y sin sus playlist se había quedado sin nada que escuchar. Una vez arriba, dejó que el chico extrajese parte de su esencia, con aquel cosquilleo que iba unido a ello.
—Nos vemos pronto —diría la valkyria a modo de despedida.
El barrio no tardó en ser tan silencioso como cuando habían llegado, y Amira miró a Erknest sin saber si felicitarle por no salir huyendo o cantarle las cuarenta por casi conseguir que acabasen en una pelea a oscuras.
—La última vez que te acompaño a nada si no tienes un plan —se decantaría pro decirle, en un tono jocoso.
Hasta ella sabía que era mentira y volvería a hacerlo.
Siguió a Klaas escaleras arriba, apreciando la banda sonora que les acompañó pronto. Le traía nostalgia de discotecas y de fiestas en la Tierra, y de lo que echaba de menos la música. Su móvil había muerto al llegar, y sin sus playlist se había quedado sin nada que escuchar. Una vez arriba, dejó que el chico extrajese parte de su esencia, con aquel cosquilleo que iba unido a ello.
—Nos vemos pronto —diría la valkyria a modo de despedida.
El barrio no tardó en ser tan silencioso como cuando habían llegado, y Amira miró a Erknest sin saber si felicitarle por no salir huyendo o cantarle las cuarenta por casi conseguir que acabasen en una pelea a oscuras.
—La última vez que te acompaño a nada si no tienes un plan —se decantaría pro decirle, en un tono jocoso.
Hasta ella sabía que era mentira y volvería a hacerlo.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
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