Varmania
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Varmania
12/08/12, 07:07 pm
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Varmania
Portal suspendido sobre un mar mediano del planeta
Portal suspendido sobre un mar mediano del planeta
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Varmania
07/04/13, 10:39 pm
Noel podía sentir como el caos era alimentado con la presencia del grupo de rocavarancoleses. Durante el tiempo que duró la refriega, lo único que le impedía disfrutar en condiciones del caótico tumulto de gritos eran los molestos zumbidos producidos por las alas de los ciempiés. Había podido oírl el murmullo desde una distancia considerable, y ahora que estaba en el centro del desastre cada minuto que pasaba le resultaba más irritante. Aquel molesto sonido le impedía oír con la claridad que le hubiese gustado los gritos de los varmanos. Es por ello que dedicó una buena parte del tiempo a arremeter contra ellos sin compasión, arrancándoles las alas cuando podía o simplemente descargando el hacha con furia sobre sus blandos cuerpos de insecto. Ya no le cogían por sorpresa como aquel que le había mordido, le bastaba con prestar atención a sus molestas y zumbantes alas para saber que tenía uno cerca. Sin embargo ese pensamiento le hizo recordar que debía curarse o podría ser problemático.
Descendió a tierra aprovechando que sus amigos ya se encontraban de lleno en la refriega, aterrizando deliberadamente cerca de una pareja de varmanos que gritó aterrorizada y echó a correr cuando el draco puso los pies en el suelo a su lado. Sonrió con satisfacción sin ni siquiera mirarlos y conjuró sobre la herida un hechizo de curación nívea. Una vez estuvo satisfecho con el resultado salió corriendo tras los dos varmanos. Aprovechando su velocidad los adelantó sin dificultad y se plantó frente a ellos. Ambos varmanos se frenaron en seco y lo contemplaron aterrorizados. Noel les devolvió la mirada un instante, justo antes de que uno de ellos, un varmano que parecía bastante avanzado en edad, se lanzó de improviso contra él, con una máscara de decisión en el rostro tratando de ocultar el evidente terror que sentía. Esta acción cogió por sorpresa al sueco, que se limitó a agarrarlo de un brazo para frenarlo. Mientras tanto un grupo de ciempiés se había congregado a su alrededor. Noel miró hacia arriba, casi al mismo tiempo que el varmano, y lanzó una ráfaga de plumas que alejó a varios miriápodos al tiempo que mataba a otros. El varmano y el draco se miraron unos instantes, hasta que finalmente lo soltó.
-Huye de aquí -dijo simplemente Noel, a pesar de que sabía que no podría entenderlo, mientras pasaba de largo para abatir al otro varmano que se encontraba temblando, paralizado de miedo en su posición, con intención de llevárselo al carro.
Mientras cargaba con él de vuelta, Noel no pudo dejar de pensar en por qué había dejado marchar al otro. En realidad era muy simple. Los fuertes sobrevivían. Aquel varmano podría tener alguna oportunidad de sobrevivir incluso en medio de aquella locura.
La batalla no duró mucho más y pronto el grupo se alejó de la ciudad deshaciéndose de los últimos miriápodos que se empeñaban en seguirlos para su propia desgracia. El carro del vampiro ya estaba lleno de varmanos en diferentes estados aunque en general enteros e inconscientes. Dedicó unos instantes a observar como se encontraban sus amigos. Todos estaban cubiertos de suciedad y sustancias viscosas procedentes de los ciempiés, pero no era eso lo que pretendía comprobar. No se había fijado en sus compañeros mientras luchaba, no hacía falta, no necesitaban ayuda y sabía perfectamente de las dudas que albergaba Gael, la pasión por el combate de Adara o Jack y la característica brutalidad de Toima. Todo aquello se podía mascar todavía en el ambiente tras el combate, y el draco no pudo evitar sonreír ligeramente mientras realizaba un hechizo de limpieza sobre sí mismo y sus ropas.
Ya sólo faltaba capturar al osogrifo que quería Giz. Habían visto varios en sus innumerables visitas al planeta para cazar comida, por lo que guiados por los cuchitrileros se dirigieron hacia un bosque que ya conocían como la palma de su mano, relativamente cerca del portal. Acordaron que atraerían al animal hacia afuera y luego lo paralizarían para llevárselo, ya que el goliat lo necesitaba vivo. No les llevó mucho rato rastrear donde descansaba uno de estos animales, conociendo de antemano sus hábitats y con el buen olfato del que disponían algunos. Noel se ofreció a ir a buscarlo mientras el resto esperaba en los lindes del bosque.
Lo más silenciosamente que pudo, se acercó a un claro en el que había un pequeño lago. Allí estaba el animal, bebiendo despreocupadamente. El draco se adentró en el claro y el animal se puso alerta, sin duda lo habría olido. No se hizo esperar y le lanzó un par de plumas apuntando a una zona no vital. Su objetivo sólo era provocarlo para que lo persiguiera. El osogrifo miró en su dirección y rugió. Noel volvió a atacarlo justo antes de alzar el vuelo a poca altura y dirigirse en dirección a la salida del bosque. Con un fuerte gruñido el animal salió corriendo tras el. No le resultó demasiado complicado guardar las distancias, la velocidad propia de su transformación lo hacían bastante más veloz que su pesado oponente, por lo que de vez en cuando se aseguraba de que el animal lo seguiría, lanzándole alguna que otra pluma más, procurando no acertar más que de refilón. Tras unos minutos de persecución ininterrumpida, Noel pudo ver los lindes del bosque en la distancia y aceleró un poco el vuelo tras asegurarse de que el osogrifo no se desviaba del camino que sin darse cuenta le estaba marcando.
-¡Atentos! -exclamó cuando se encontraba cerca del resto y salió, por fin, de la maraña de árboles.
El osogrifo, todavía enfurecido, también salió tras él.
Descendió a tierra aprovechando que sus amigos ya se encontraban de lleno en la refriega, aterrizando deliberadamente cerca de una pareja de varmanos que gritó aterrorizada y echó a correr cuando el draco puso los pies en el suelo a su lado. Sonrió con satisfacción sin ni siquiera mirarlos y conjuró sobre la herida un hechizo de curación nívea. Una vez estuvo satisfecho con el resultado salió corriendo tras los dos varmanos. Aprovechando su velocidad los adelantó sin dificultad y se plantó frente a ellos. Ambos varmanos se frenaron en seco y lo contemplaron aterrorizados. Noel les devolvió la mirada un instante, justo antes de que uno de ellos, un varmano que parecía bastante avanzado en edad, se lanzó de improviso contra él, con una máscara de decisión en el rostro tratando de ocultar el evidente terror que sentía. Esta acción cogió por sorpresa al sueco, que se limitó a agarrarlo de un brazo para frenarlo. Mientras tanto un grupo de ciempiés se había congregado a su alrededor. Noel miró hacia arriba, casi al mismo tiempo que el varmano, y lanzó una ráfaga de plumas que alejó a varios miriápodos al tiempo que mataba a otros. El varmano y el draco se miraron unos instantes, hasta que finalmente lo soltó.
-Huye de aquí -dijo simplemente Noel, a pesar de que sabía que no podría entenderlo, mientras pasaba de largo para abatir al otro varmano que se encontraba temblando, paralizado de miedo en su posición, con intención de llevárselo al carro.
Mientras cargaba con él de vuelta, Noel no pudo dejar de pensar en por qué había dejado marchar al otro. En realidad era muy simple. Los fuertes sobrevivían. Aquel varmano podría tener alguna oportunidad de sobrevivir incluso en medio de aquella locura.
La batalla no duró mucho más y pronto el grupo se alejó de la ciudad deshaciéndose de los últimos miriápodos que se empeñaban en seguirlos para su propia desgracia. El carro del vampiro ya estaba lleno de varmanos en diferentes estados aunque en general enteros e inconscientes. Dedicó unos instantes a observar como se encontraban sus amigos. Todos estaban cubiertos de suciedad y sustancias viscosas procedentes de los ciempiés, pero no era eso lo que pretendía comprobar. No se había fijado en sus compañeros mientras luchaba, no hacía falta, no necesitaban ayuda y sabía perfectamente de las dudas que albergaba Gael, la pasión por el combate de Adara o Jack y la característica brutalidad de Toima. Todo aquello se podía mascar todavía en el ambiente tras el combate, y el draco no pudo evitar sonreír ligeramente mientras realizaba un hechizo de limpieza sobre sí mismo y sus ropas.
Ya sólo faltaba capturar al osogrifo que quería Giz. Habían visto varios en sus innumerables visitas al planeta para cazar comida, por lo que guiados por los cuchitrileros se dirigieron hacia un bosque que ya conocían como la palma de su mano, relativamente cerca del portal. Acordaron que atraerían al animal hacia afuera y luego lo paralizarían para llevárselo, ya que el goliat lo necesitaba vivo. No les llevó mucho rato rastrear donde descansaba uno de estos animales, conociendo de antemano sus hábitats y con el buen olfato del que disponían algunos. Noel se ofreció a ir a buscarlo mientras el resto esperaba en los lindes del bosque.
Lo más silenciosamente que pudo, se acercó a un claro en el que había un pequeño lago. Allí estaba el animal, bebiendo despreocupadamente. El draco se adentró en el claro y el animal se puso alerta, sin duda lo habría olido. No se hizo esperar y le lanzó un par de plumas apuntando a una zona no vital. Su objetivo sólo era provocarlo para que lo persiguiera. El osogrifo miró en su dirección y rugió. Noel volvió a atacarlo justo antes de alzar el vuelo a poca altura y dirigirse en dirección a la salida del bosque. Con un fuerte gruñido el animal salió corriendo tras el. No le resultó demasiado complicado guardar las distancias, la velocidad propia de su transformación lo hacían bastante más veloz que su pesado oponente, por lo que de vez en cuando se aseguraba de que el animal lo seguiría, lanzándole alguna que otra pluma más, procurando no acertar más que de refilón. Tras unos minutos de persecución ininterrumpida, Noel pudo ver los lindes del bosque en la distancia y aceleró un poco el vuelo tras asegurarse de que el osogrifo no se desviaba del camino que sin darse cuenta le estaba marcando.
-¡Atentos! -exclamó cuando se encontraba cerca del resto y salió, por fin, de la maraña de árboles.
El osogrifo, todavía enfurecido, también salió tras él.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Varmania
08/04/13, 05:05 pm
Tras hablar con Jack, Giz decidió no participar más en la caza de varmanos ni en la de insectos gigantes. Se limitó a alejarse de la ciudad y esperar a que el resto acabaran. Todavía podía escuchar algunos gritos pero aunque no se sentía cómodo con ellos, no pensaba ayudar a nadie. Esto no se parecía en nada al caso del nublino que intentaba curar en su laboratorio. El nublino había sido convertido en un aberración por culpa de un hombre corto de inteligencia, dominado a su vez por una mujer ambiciosa aficionada a los trucos de magia baratos. Los miriápodos solo tenían hambre.
Cuando acabaron de recoger varmanos, se encontró de nuevo con el resto y prepararon la caza del osogrifo. Se desplazaron hasta un bosque que solían utilizar para cazar y Noel se encargó de atraer al animal hacia ellos. El animal no dio muchos más problemas, pues quedó paralizado en cuanto llegó a su campo de visión. Tras esto y un rato más, dedicado a abastecer sus despensas, por fin pudieron emprender su viaje de vuelta.
Giz tuvo que derrochar algo de magia en dormir al par de animales que se llevaba para poder hacerlos levitar sobre el agua hasta el portal sin que les dieran problemas, pero le pareció un gasto necesario. Con esas dos especies podría hacer cosas muy interesantes y merecía la pena invertir esa magia en trasladarlos.
Cuando acabaron de recoger varmanos, se encontró de nuevo con el resto y prepararon la caza del osogrifo. Se desplazaron hasta un bosque que solían utilizar para cazar y Noel se encargó de atraer al animal hacia ellos. El animal no dio muchos más problemas, pues quedó paralizado en cuanto llegó a su campo de visión. Tras esto y un rato más, dedicado a abastecer sus despensas, por fin pudieron emprender su viaje de vuelta.
Giz tuvo que derrochar algo de magia en dormir al par de animales que se llevaba para poder hacerlos levitar sobre el agua hasta el portal sin que les dieran problemas, pero le pareció un gasto necesario. Con esas dos especies podría hacer cosas muy interesantes y merecía la pena invertir esa magia en trasladarlos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Varmania
09/04/13, 01:52 am
Pronto no supo alejarse más sin perderse, así que decidió volver por donde había venido, de cadáver en cadáver, sopesando a cuál más podría sacarle provecho. Cuando volvió a la zona donde esperaba el carro lo hacía corriendo, ocupando un varmano fortachón que pasaba de la treintena en vida. Solamente tenía rasguños y magulladuras de las reyertas que habría vivido antes de caer a causa del veneno, así que era perfecto. Lo dejó en el carro junto a la niña, evitando mirarla a la cara, y volvió a la azotea a por sus cosas. Ya tocaba abandonar la ciudad, y se encontraba físicamente bien, repleto de magia, pero anímicamente se sentía extraño. Se crujió las articulaciones mientras el carro abandonaba la ciudad, pensando en los beneficios de aquella incursión. Poco o nada había significado allí su presencia, y los varmanos del carro casi se podía decir que estaban siendo salvados.
-Qué plaga más desagradable -murmuró volviéndose hacia la ciudad una vez más. El zumbido de aquellas alas era un todo, llenaba el ambiente desde que habían llegado, pero aunque tuviera los oídos entumecidos de tanto oírlo fue capaz de distinguir un aleteo que se aproximaba. Aburrido de aquellos bichos se volvió con la espada en mano y cortó al insecto, que dejó un viscoso rastro amarillento en el filo. «Qué asco...» pensó mientras lo limpiaba. Después no volvió a envainar el acero, aun lejos de la ciudad aquellos ciempiés surgían sin previo aviso de cualquier lugar.
Del osogrifo se encargaron Noel y el propio Giz, pero ya que no había que desaprovechar la visita, Gael se fue en otra dirección a conseguir carne para la cena. Escondido en el ratón fue fácil husmear por el bosque, oculto por hojas y piedras, hasta que escuchó algo arrastrándose por delante de él. Era un gran roedor, semejante a un capibara pero de menor tamaño. «Bueno, esto mismo servirá». Abandonó su ratón a una distancia prudencial y desde allí preparó su hechizo de parálisis, acercándose con sigilo y acertando al animal en medio de su carrera, que había comenzado en cuanto él rozó unas hierbas altas con su pie. «Bicho astuto, pero de poco te ha servido» pensaba mientras se lo echaba al hombro y volvía al carro tarareando quedamente. A pocos pasos recogió el ratón y un poco más allá, la espada, con la que pudo desangrar al animal para llegar junto a los demás con él listo. Al reunirse cada uno traía sus propias presas, vivas o muertas, pero finalmente habían terminado con todo lo que habían ido a hacer allí. Acompañados de los crujidos del carro retomaron el camino hacia el portal.
Sigue en el Cuchitril.
-Qué plaga más desagradable -murmuró volviéndose hacia la ciudad una vez más. El zumbido de aquellas alas era un todo, llenaba el ambiente desde que habían llegado, pero aunque tuviera los oídos entumecidos de tanto oírlo fue capaz de distinguir un aleteo que se aproximaba. Aburrido de aquellos bichos se volvió con la espada en mano y cortó al insecto, que dejó un viscoso rastro amarillento en el filo. «Qué asco...» pensó mientras lo limpiaba. Después no volvió a envainar el acero, aun lejos de la ciudad aquellos ciempiés surgían sin previo aviso de cualquier lugar.
Del osogrifo se encargaron Noel y el propio Giz, pero ya que no había que desaprovechar la visita, Gael se fue en otra dirección a conseguir carne para la cena. Escondido en el ratón fue fácil husmear por el bosque, oculto por hojas y piedras, hasta que escuchó algo arrastrándose por delante de él. Era un gran roedor, semejante a un capibara pero de menor tamaño. «Bueno, esto mismo servirá». Abandonó su ratón a una distancia prudencial y desde allí preparó su hechizo de parálisis, acercándose con sigilo y acertando al animal en medio de su carrera, que había comenzado en cuanto él rozó unas hierbas altas con su pie. «Bicho astuto, pero de poco te ha servido» pensaba mientras se lo echaba al hombro y volvía al carro tarareando quedamente. A pocos pasos recogió el ratón y un poco más allá, la espada, con la que pudo desangrar al animal para llegar junto a los demás con él listo. Al reunirse cada uno traía sus propias presas, vivas o muertas, pero finalmente habían terminado con todo lo que habían ido a hacer allí. Acompañados de los crujidos del carro retomaron el camino hacia el portal.
Sigue en el Cuchitril.
- InvitadoInvitado
Re: Varmania
03/08/13, 03:23 am
Cosecha de Marsi
La casa estaba completamente en silencio cuando llegó, y se habían apagado todas las luces. Sus padres trabajaban al día siguiente, bien temprano, por lo que no les culpaba por no haberla esperado. Su padre le había dejado cena; unos bollos de semillas que ya se habían enfriado, salchichas y una tortilla. No tocó el plato y subió directamente a su habitación. Se quitó el vestido prestado que llevaba, con preciosos motivos vegetales, y los incómodos tacones. Se frotó con fuerza la cara para quitarse el maquillaje, y en lugar de ponerse el pijama buscó su ropa de trabajo. Pantalones desgastados, botas resistentes de piel, camisa limpia y blanca, remangada hasta el codo, chaleco y guantes. Era la ropa que había llevado aquella tarde, antes de que Oriana la invitase a la fiesta, antes de que la disfrazaran de niña pija. Se recogió el pelo en dos coletas altas y se miró al espejo, ajustándose las gafas sobre la cabeza. Así era ella, así era Marsi. Oriana había sido una idiota al intentar cambiarla para complacer a sus amigos, pero no podía culparla. Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y bajó a por su cena. Comió en silencio y casi a oscuras, pensando en calentarse un poco de leche con miel para conciliar mejor el sueño, pues sabía que si se acostaba acabaría teniendo pesadillas. En su cabeza resonaban las risas y burlas de los amigos pijos de Oriana, y por mucho que tratase de contenerlas, las lágrimas de rabia y vergüenza no dejaban de salir.
Acabó decidiendose por pasar la noche en las cuadras, con las bestias. Los osogrifos le hacían compañía, y una de las hembras había parido hace poco y nada en el mundo le alegraba el día como jugar con las crías. Tras atravesar el patio que separaba la casa de los establos, cogió su látigo de la puerta por si alguna de las hembras recién paridas se ponía violenta y se lo colgó del cinturón. Abrió el portón, y al asomarse al interior vio un resplandor verde siniestro. Se le erizó el vello, y pensó en todas las historias de fantasmas que el novio de su madre le contaba. Pero no, allí no podía haber ningún fantasma, los fantasmas no eran reales, se repetía mentalmente.
-¿Hay... alguien ahí?- preguntó llevándose la mano al látigo.
Estaba siendo estúpida, no podía haber nadie allí salvo los osogrifos y los insectos. Pero lo había. Un enorme árbol refulgente había crecido de la nada en medio de la cuadra. Marsi se lo quedó mirando sin llegar a creérselo. Encima el árbol le estaba hablando, le decía que era especial, le hablaba de un mundo mágico, y todo estaba lleno de un humo verdoso que olía raro.
<< ¿¿Papá qué me has echado en la cena??>> pensó asustada. Nada de aquello tenía sentido, mucho menos el hecho de que el árbol se hubiese convertido en un chico desnudo de orejas cortadas.
-Muy bien- dijo, sentándose en el suelo y respirando con dificultad- Me he quedado dormida y estoy soñando. Eso, o se me ha aparecido un espíritu del bosque a concederme un deseo. ¿Es eso? Porque si vas a concedermelo ahí va mi deseo; quiero ser poderosa. Quiero demostrar lo que valgo a esos niños pijos, que dejen de mirarme por encima del hombro.-<< Y quiero que Oriana me quiera, y que me prefiera al pavo que tiene por prometido>> quiso añadir, pero no lo dijo en voz alta.
El espíritu del bosque le prometió que allá donde la llevaba podía hacerse poderosa, más que nadie en su ciudad, y que podría tener tierras, y dinero, y que todos la adorarían. Y Marsi se echó a reir ante lo absurdo de la idea, pero aceptó.
La casa estaba completamente en silencio cuando llegó, y se habían apagado todas las luces. Sus padres trabajaban al día siguiente, bien temprano, por lo que no les culpaba por no haberla esperado. Su padre le había dejado cena; unos bollos de semillas que ya se habían enfriado, salchichas y una tortilla. No tocó el plato y subió directamente a su habitación. Se quitó el vestido prestado que llevaba, con preciosos motivos vegetales, y los incómodos tacones. Se frotó con fuerza la cara para quitarse el maquillaje, y en lugar de ponerse el pijama buscó su ropa de trabajo. Pantalones desgastados, botas resistentes de piel, camisa limpia y blanca, remangada hasta el codo, chaleco y guantes. Era la ropa que había llevado aquella tarde, antes de que Oriana la invitase a la fiesta, antes de que la disfrazaran de niña pija. Se recogió el pelo en dos coletas altas y se miró al espejo, ajustándose las gafas sobre la cabeza. Así era ella, así era Marsi. Oriana había sido una idiota al intentar cambiarla para complacer a sus amigos, pero no podía culparla. Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y bajó a por su cena. Comió en silencio y casi a oscuras, pensando en calentarse un poco de leche con miel para conciliar mejor el sueño, pues sabía que si se acostaba acabaría teniendo pesadillas. En su cabeza resonaban las risas y burlas de los amigos pijos de Oriana, y por mucho que tratase de contenerlas, las lágrimas de rabia y vergüenza no dejaban de salir.
Acabó decidiendose por pasar la noche en las cuadras, con las bestias. Los osogrifos le hacían compañía, y una de las hembras había parido hace poco y nada en el mundo le alegraba el día como jugar con las crías. Tras atravesar el patio que separaba la casa de los establos, cogió su látigo de la puerta por si alguna de las hembras recién paridas se ponía violenta y se lo colgó del cinturón. Abrió el portón, y al asomarse al interior vio un resplandor verde siniestro. Se le erizó el vello, y pensó en todas las historias de fantasmas que el novio de su madre le contaba. Pero no, allí no podía haber ningún fantasma, los fantasmas no eran reales, se repetía mentalmente.
-¿Hay... alguien ahí?- preguntó llevándose la mano al látigo.
Estaba siendo estúpida, no podía haber nadie allí salvo los osogrifos y los insectos. Pero lo había. Un enorme árbol refulgente había crecido de la nada en medio de la cuadra. Marsi se lo quedó mirando sin llegar a creérselo. Encima el árbol le estaba hablando, le decía que era especial, le hablaba de un mundo mágico, y todo estaba lleno de un humo verdoso que olía raro.
<< ¿¿Papá qué me has echado en la cena??>> pensó asustada. Nada de aquello tenía sentido, mucho menos el hecho de que el árbol se hubiese convertido en un chico desnudo de orejas cortadas.
-Muy bien- dijo, sentándose en el suelo y respirando con dificultad- Me he quedado dormida y estoy soñando. Eso, o se me ha aparecido un espíritu del bosque a concederme un deseo. ¿Es eso? Porque si vas a concedermelo ahí va mi deseo; quiero ser poderosa. Quiero demostrar lo que valgo a esos niños pijos, que dejen de mirarme por encima del hombro.-<< Y quiero que Oriana me quiera, y que me prefiera al pavo que tiene por prometido>> quiso añadir, pero no lo dijo en voz alta.
El espíritu del bosque le prometió que allá donde la llevaba podía hacerse poderosa, más que nadie en su ciudad, y que podría tener tierras, y dinero, y que todos la adorarían. Y Marsi se echó a reir ante lo absurdo de la idea, pero aceptó.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Varmania
08/02/14, 11:46 pm
Por el camino al portal fuimos poniéndonos al día sobre los viejos compañeros de cosecha. También, cuando estábamos cerca, le pregunté sobre qué tipo de cuerpo necesitaba para poder tener un objetivo cuando llegásemos. Y, además, de improviso, se me ocurrió secuestrar a mi aprendiz para que saliera un poco de ese torreón del que apenas salía <<Y que cace un poco conmigo>> Lo hicimos, sí. Venía gruñendo pero venía, que era lo importante.
Así, cruzamos el portal y, conocedor de su ubicación, nada más aparecer al otro lado me dejé caer al agua. La explicación era tan sencilla como que me apetecía, sin más. Eso sí, salí rápidamente levitando pues la fauna marina no la conocía mucho y mejor no arriesgar. <<Además, hay cosas que hacer>> Llegué riendo junto a Gael y Pablo, me sequé la ropa con un hechizo y les dije:
—Tenía que hacerlo, sorry. Bueno, ¿buscamos alguna aldea, algún cazador, leñador, algo solitario?
Ante su asentimiento, levitamos hacia la costa más cercana e iniciamos la búsqueda desde el aire, barriendo el terreno con niebla mágica en las zonas boscosas. Empezamos a toparnos con las primeras bestias. No hizo falta buscar mucho para empezar a encontrar cazadores lidiando con lobos u osogrifos así como leñadores. Pero necesitábamos un grupo reducido así que seguimos buscando hasta dar con tres de estos.
—Bueno, caperucita, ¿ves bien alguno de esos tres? ¿Bajo y hago mi magia? ¿Cuál quieres? Los otros dos nos los repartimos, vampirito—les dije, relamiéndome.
Así, cruzamos el portal y, conocedor de su ubicación, nada más aparecer al otro lado me dejé caer al agua. La explicación era tan sencilla como que me apetecía, sin más. Eso sí, salí rápidamente levitando pues la fauna marina no la conocía mucho y mejor no arriesgar. <<Además, hay cosas que hacer>> Llegué riendo junto a Gael y Pablo, me sequé la ropa con un hechizo y les dije:
—Tenía que hacerlo, sorry. Bueno, ¿buscamos alguna aldea, algún cazador, leñador, algo solitario?
Ante su asentimiento, levitamos hacia la costa más cercana e iniciamos la búsqueda desde el aire, barriendo el terreno con niebla mágica en las zonas boscosas. Empezamos a toparnos con las primeras bestias. No hizo falta buscar mucho para empezar a encontrar cazadores lidiando con lobos u osogrifos así como leñadores. Pero necesitábamos un grupo reducido así que seguimos buscando hasta dar con tres de estos.
—Bueno, caperucita, ¿ves bien alguno de esos tres? ¿Bajo y hago mi magia? ¿Cuál quieres? Los otros dos nos los repartimos, vampirito—les dije, relamiéndome.
Re: Varmania
09/02/14, 01:50 am
Efectivamente, gruñendo fue como salí de la sede, aunque tampoco es que pudiera quejarme. De todos los acompañantes y amigos del vampiro, Koval estaba entre los que mejor me caían. Además tal vez podría probar de nuevo las nuevas runas en la incursión.
Ya acostumbrado a cruzar portales no me desorienté al cruzar este, y todo habría ido bien... si no fuera porque nadie me comentó el pequeño detalle de dónde estaba el otro.
-¡No me jod...!- No hubo tiempo para decir más, porque la gravedad ya estaba haciendo su trabajo al mismo tiempo... y caía directo al agua.
La reacción instintiva fue hacerme polvo, pero por lo repentino de la situación no me disolví suavemente, y en su lugar “exploté”, o su equivalente si a una explosión pequeña le cambias todo por simple polvo.
Cuando terminé de recuperar el control sobre mis partículas me arremoliné al lado del fuego fatuo. Luego me recompuse, y me lancé un hechizo de levitación. Jack también había caído, pero en su caso había sido a propósito.
-Siempre tienes que hacerlo- Respondí con un gruñido tras malinterpretar las palabras de Jack y pensar que se refería no haberme contado lo del portal. -En fin... ¿Ahora a donde?
Para la búsqueda me limité a seguirles mientras ellos se ocupaban de todo. Tampoco es que pudiera ser de mucha ayuda de todos modos. Finalmente sobrevolamos lo que parecía ser un grupo prometedor, y el vampiro se ofreció a ocuparse del asunto, y a utilizarme de saco de boxeo por supuesto.
-¿Tengo elección?
Me encogí de hombros y esperé a que Koval hablara.
Ya acostumbrado a cruzar portales no me desorienté al cruzar este, y todo habría ido bien... si no fuera porque nadie me comentó el pequeño detalle de dónde estaba el otro.
-¡No me jod...!- No hubo tiempo para decir más, porque la gravedad ya estaba haciendo su trabajo al mismo tiempo... y caía directo al agua.
La reacción instintiva fue hacerme polvo, pero por lo repentino de la situación no me disolví suavemente, y en su lugar “exploté”, o su equivalente si a una explosión pequeña le cambias todo por simple polvo.
Cuando terminé de recuperar el control sobre mis partículas me arremoliné al lado del fuego fatuo. Luego me recompuse, y me lancé un hechizo de levitación. Jack también había caído, pero en su caso había sido a propósito.
-Siempre tienes que hacerlo- Respondí con un gruñido tras malinterpretar las palabras de Jack y pensar que se refería no haberme contado lo del portal. -En fin... ¿Ahora a donde?
Para la búsqueda me limité a seguirles mientras ellos se ocupaban de todo. Tampoco es que pudiera ser de mucha ayuda de todos modos. Finalmente sobrevolamos lo que parecía ser un grupo prometedor, y el vampiro se ofreció a ocuparse del asunto, y a utilizarme de saco de boxeo por supuesto.
-¿Tengo elección?
Me encogí de hombros y esperé a que Koval hablara.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Varmania
09/02/14, 02:29 am
Lo cogió por sorpresa que Jack decidiese meter a su “aprendiz” en aquella pequeña incursión. A pesar de haber tenido varios encuentros con él la cosa había sido siempre un poco tensa, pero no pensaba tenérselo en cuenta. Admitió de buena gana que se les uniese, hasta que vio su malhumor «¿es feliz en algún momento?». Lo saludó efusivamente con la vocecilla de la niña varmana y siguieron el camino hacia el portal sin intercambiar muchas palabras más. Al atravesarlo, él, a diferencia de Jack, prefirió utilizar elegantemente un hechizo de vuelo para alcanzar tierra firme. No había contado con el chapuzón de Jack ni con la sorpresa que se llevó Pablo, a quien ni siquiera pudo ayudar porque se convirtió en polvo de forma repentina.
—¡Lo siento, lo siento! Se me ha olvidado completamente, venimos con tanta frecuencia que… pensé que tú también… —empezó a disculparse rápidamente mientras el polvo se arremolinaba a su alrededor. Puso los ojos en blanco cuando Jack se explicó. Él no lo entendió como Pablo, pero le hizo gracia ver cómo se tomaba todo lo que hacía su compañero de cosecha.
—Míralo cómo farda de saber idiomas —dijo simplemente, dirigiéndose al vampiro novato. No había entendido la palabra, pero le sonaba horriblemente familiar.
Alcanzaron la tierra con rapidez y allí empezó la búsqueda, por los bosques en los que solían cazar. La diferencia era que esa vez no iban alerta para huir de los varmanos, sino para dar con ellos, y finalmente lograron encontrar un grupo reducido. Gael los observó escondido entre las hojas de un árbol. Eran leñadores, con lo que fuerza en los brazos no les iba a faltar. Uno de los tres, más joven y aparentemente en mejor forma, fue el que les señaló a los vampiros como suyo.
—A ese no lo destrocéis, por favor. Los demás me valen en pedazos. Si me dejáis poseer a los tres una vez muertos, pues también se agradece. —Rio en un susurro—. Pero bueno, ¿puedo hacer algo que sea de ayuda? Ah, y no os cortéis porque esté yo presente —añadió con una media sonrisa.
—¡Lo siento, lo siento! Se me ha olvidado completamente, venimos con tanta frecuencia que… pensé que tú también… —empezó a disculparse rápidamente mientras el polvo se arremolinaba a su alrededor. Puso los ojos en blanco cuando Jack se explicó. Él no lo entendió como Pablo, pero le hizo gracia ver cómo se tomaba todo lo que hacía su compañero de cosecha.
—Míralo cómo farda de saber idiomas —dijo simplemente, dirigiéndose al vampiro novato. No había entendido la palabra, pero le sonaba horriblemente familiar.
Alcanzaron la tierra con rapidez y allí empezó la búsqueda, por los bosques en los que solían cazar. La diferencia era que esa vez no iban alerta para huir de los varmanos, sino para dar con ellos, y finalmente lograron encontrar un grupo reducido. Gael los observó escondido entre las hojas de un árbol. Eran leñadores, con lo que fuerza en los brazos no les iba a faltar. Uno de los tres, más joven y aparentemente en mejor forma, fue el que les señaló a los vampiros como suyo.
—A ese no lo destrocéis, por favor. Los demás me valen en pedazos. Si me dejáis poseer a los tres una vez muertos, pues también se agradece. —Rio en un susurro—. Pero bueno, ¿puedo hacer algo que sea de ayuda? Ah, y no os cortéis porque esté yo presente —añadió con una media sonrisa.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Varmania
09/02/14, 04:05 am
—No nos cortaremos, tranquilo. ¿Elección? Pues... quedan dos, uno para ti y otro para mí. No tiene más misterio... Ya sabes, es una división muy sencilla. No sé si habrá libros de matemáticas básicas en la Biblioteca...—bromeé con intención de picarle. Luego miré hacia abajo, miré a Gael y chasqueé los dedos—.Marchando un varmano.
Quité la levitación y caí a plomo contra los árboles. Los esquivé en forma de humo y me dirigí al elegido por el fuego fatuo sin disimular. Obviamente, se dieron cuenta de que algo no marchaba bien: un torrente de humo se les acercaba nada aleatoriamente. Sin darles tiempo a alarmarse de más, me materialicé detrás del elegido, le cogí con fuerza con el brazo izquierdo, invoqué una de mis dagas y, con la diestra, le rebané la garganta. Eso sí, dejé el acero clavado en la carne, esperando a que las runas hicieran su trabajo almacenando la sangre. Y, como era obvio, los otros dos intentaron huir. A uno le alcancé con otra daga en una pierna y se desmoronó en el suelo.
—¡Pablo, que se te escapa!—bromeé.
Luego, con el primero a cuestas, me acerqué sin prisa al herido. Este se había conseguido arrancar la daga <<¿Dónde la ha tirado ahora? Maldito sea>> y se arrastraba dejando un reguero de sangre.
—Tsk, tsk. ¿No ves el estropicio que estás armando? Ah, cierto, el idioma—le dije al alcanzarle.
Sin embargo, la mirada que me dirigió no fue una asustada. Llevaba la daga en una mano y se atrevió a empuñarla contra mí a la par que hacía un esfuerzo para incorporarse. En cuanto le vi, solté al de antes y le hice un gesto con los dedos como de "acércate si te atreves" <<Este idioma sí que se entiende donde sea>> No se amedrentó y lanzó su primer ataque directo al torso. Lo paré cogiendo la daga en pleno movimiento y arrancándosela sin demasiado esfuerzo. Luego la desclavé de mi palma y lancé la mano herida al cuello del varmano. Una vez preso, le atenacé una de sus manos y le obligué a cerrarla sobre la ya sanguinolenta daga, provocándole un alarido.
—¡Tendríamos que haber secuestrado al draco también!—bromeé hacia Gael.
No hizo falta hechizo alguno para que se curase mi herida, tal como le hice presenciar al varmano. Cuando solté su mano herida, hizo como yo y volvió a encararme. <<¡Esto es una presa como la Luna manda, sí señor!>> Sin embargo, como cabía de esperar, sus ataques pasaron de desesperados a sin fuerza, resollando del esfuerzo. <<Demasiada sangre perdida, chaval>>
Acabó aburriéndome. Así que hice caso a Gael y no me corté más. Lo que siguió fue casi una orquesta formada por alaridos y trocitos de carne golpeando el suelo. Lo dejé casi entero, ya que me había dedicado a seguir las arterias principales con mis armas, pensando en lo fácil que le resultaría a Gael coser las heridas. Eso sí, acabé chorreando sangre, empapado, ya que había liberado también la del primer varmano y me había duchado en ella.
—Bueno, uno entero y seco, otro medio entero pero seco. ¿Va bien así?—inquirí mientras levitaba de vuelta.
Las runas de la ropa habían absorbido la sangre, sí, pero el chico rubio y pálido era historia. Y lo sería hasta que me diera por lavarme, mientras tanto no dejaba de relamerme.
Quité la levitación y caí a plomo contra los árboles. Los esquivé en forma de humo y me dirigí al elegido por el fuego fatuo sin disimular. Obviamente, se dieron cuenta de que algo no marchaba bien: un torrente de humo se les acercaba nada aleatoriamente. Sin darles tiempo a alarmarse de más, me materialicé detrás del elegido, le cogí con fuerza con el brazo izquierdo, invoqué una de mis dagas y, con la diestra, le rebané la garganta. Eso sí, dejé el acero clavado en la carne, esperando a que las runas hicieran su trabajo almacenando la sangre. Y, como era obvio, los otros dos intentaron huir. A uno le alcancé con otra daga en una pierna y se desmoronó en el suelo.
—¡Pablo, que se te escapa!—bromeé.
Luego, con el primero a cuestas, me acerqué sin prisa al herido. Este se había conseguido arrancar la daga <<¿Dónde la ha tirado ahora? Maldito sea>> y se arrastraba dejando un reguero de sangre.
—Tsk, tsk. ¿No ves el estropicio que estás armando? Ah, cierto, el idioma—le dije al alcanzarle.
Sin embargo, la mirada que me dirigió no fue una asustada. Llevaba la daga en una mano y se atrevió a empuñarla contra mí a la par que hacía un esfuerzo para incorporarse. En cuanto le vi, solté al de antes y le hice un gesto con los dedos como de "acércate si te atreves" <<Este idioma sí que se entiende donde sea>> No se amedrentó y lanzó su primer ataque directo al torso. Lo paré cogiendo la daga en pleno movimiento y arrancándosela sin demasiado esfuerzo. Luego la desclavé de mi palma y lancé la mano herida al cuello del varmano. Una vez preso, le atenacé una de sus manos y le obligué a cerrarla sobre la ya sanguinolenta daga, provocándole un alarido.
—¡Tendríamos que haber secuestrado al draco también!—bromeé hacia Gael.
No hizo falta hechizo alguno para que se curase mi herida, tal como le hice presenciar al varmano. Cuando solté su mano herida, hizo como yo y volvió a encararme. <<¡Esto es una presa como la Luna manda, sí señor!>> Sin embargo, como cabía de esperar, sus ataques pasaron de desesperados a sin fuerza, resollando del esfuerzo. <<Demasiada sangre perdida, chaval>>
Acabó aburriéndome. Así que hice caso a Gael y no me corté más. Lo que siguió fue casi una orquesta formada por alaridos y trocitos de carne golpeando el suelo. Lo dejé casi entero, ya que me había dedicado a seguir las arterias principales con mis armas, pensando en lo fácil que le resultaría a Gael coser las heridas. Eso sí, acabé chorreando sangre, empapado, ya que había liberado también la del primer varmano y me había duchado en ella.
—Bueno, uno entero y seco, otro medio entero pero seco. ¿Va bien así?—inquirí mientras levitaba de vuelta.
Las runas de la ropa habían absorbido la sangre, sí, pero el chico rubio y pálido era historia. Y lo sería hasta que me diera por lavarme, mientras tanto no dejaba de relamerme.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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Re: Varmania
09/02/14, 02:12 pm
Mi única respuesta a la provocación de Jack fue mirarle de reojo. Observé como se lanzaba él primero y decidía ir a por dos de los tres. “Así que uno para cada uno ¿no? Claaaro”
Puse los ojos en blanco cuando me gritó lo de que se me escapaba el tercero, pero tampoco podía quedarme parado y dejarlo huir. -En fin...
También me dejé caer, pero mientras lo hacía fui sacando una flecha paralizante, aunque no para dispararla. Luego solo tuve que amortiguar la caída con magia y aterrizar delante del que escapaba.
-No es nada personal-
Con un movimiento similar al de un tortazo le golpeé en la cara con la parte plana de la flecha, por lo que inmediatamente se quedó inmóvil al recibir el golpe y activarse las runas. Era cierto que podría haber conjurado el hechizo yo mismo, pero así era más rápido. “Los quería intactos ¿no? Pues nada de descuartizar o rajar”
Lo siguiente fue taparle con una mano la boca y la nariz. Ahora solo quedaba esperar a que se asfixie. Estaba paralizado así que nopodría defenderse. Ni siquiera podría agitarse desesperado por la falta de aire.
Mientras tanto dejé de mirar como se moría el varmano y me fijé en los otros dos. Jack seguía a lo suyo, en lo que para mí no era mas que una pérdida de tiempo. “¿Y dejas que te apuñale? Por favor debería haber un límite que separara el lucirse de lo estúpido” Desde luego se estaba tomando su tiempo, y mi presa terminó de morirse antes de que él terminara por fin con las suyas.
Mientras tanto saqué una petaca vacía y lo que parecía ser una aguja hueca, como las de las jeringuillas pero algo más grande. Por la parte posterior acababa en una rosca que encajaba con la boca de la petaca.
Enrosqué ambas partes y luego clavé el resultado en el corazón del muerto. Las runas comenzaron a activarse y poco a poco se fue llenando con la sangre, gracias a la succión que mágicamente se generaba.
“Perfecto. Funciona aunque el corazón ya se haya detenido. Esto me facilitará lo de almacenar sangre”
Además, era mucho más limpio. No como cierto vampiro que se cubría de rojo tranquilamente.
-Creía que querías lucirte para bien. Exactamente que hay de bueno en ponerse perdido así?- Le dije mientras volvía levitando también.
Puse los ojos en blanco cuando me gritó lo de que se me escapaba el tercero, pero tampoco podía quedarme parado y dejarlo huir. -En fin...
También me dejé caer, pero mientras lo hacía fui sacando una flecha paralizante, aunque no para dispararla. Luego solo tuve que amortiguar la caída con magia y aterrizar delante del que escapaba.
-No es nada personal-
Con un movimiento similar al de un tortazo le golpeé en la cara con la parte plana de la flecha, por lo que inmediatamente se quedó inmóvil al recibir el golpe y activarse las runas. Era cierto que podría haber conjurado el hechizo yo mismo, pero así era más rápido. “Los quería intactos ¿no? Pues nada de descuartizar o rajar”
Lo siguiente fue taparle con una mano la boca y la nariz. Ahora solo quedaba esperar a que se asfixie. Estaba paralizado así que nopodría defenderse. Ni siquiera podría agitarse desesperado por la falta de aire.
Mientras tanto dejé de mirar como se moría el varmano y me fijé en los otros dos. Jack seguía a lo suyo, en lo que para mí no era mas que una pérdida de tiempo. “¿Y dejas que te apuñale? Por favor debería haber un límite que separara el lucirse de lo estúpido” Desde luego se estaba tomando su tiempo, y mi presa terminó de morirse antes de que él terminara por fin con las suyas.
Mientras tanto saqué una petaca vacía y lo que parecía ser una aguja hueca, como las de las jeringuillas pero algo más grande. Por la parte posterior acababa en una rosca que encajaba con la boca de la petaca.
Enrosqué ambas partes y luego clavé el resultado en el corazón del muerto. Las runas comenzaron a activarse y poco a poco se fue llenando con la sangre, gracias a la succión que mágicamente se generaba.
“Perfecto. Funciona aunque el corazón ya se haya detenido. Esto me facilitará lo de almacenar sangre”
Además, era mucho más limpio. No como cierto vampiro que se cubría de rojo tranquilamente.
-Creía que querías lucirte para bien. Exactamente que hay de bueno en ponerse perdido así?- Le dije mientras volvía levitando también.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Varmania
09/02/14, 04:47 pm
—Marchando otro varmano —apuntó tras Jack—. Teniendo tantos van a acabar confundiéndome con uno.
Pero los vampiros ya bajaban a por sus presas. La niña varmana se acomodó en una rama ancha y asistió al espectáculo mientras movía distraídamente los pies, que colgaban hacia el vacío. Nunca había observado a los vampiros muy de cerca cazando, aunque se conocía a Jack de sobra. Fue curioso para él comparar los métodos de ambos, pues Pablo era mucho más directo y… limpio. En varios sentidos. Aunque la habilidad de Jack fuese admirable, si él hubiera sido un vampiro preferiría los métodos del novato.
—No pensamos que te fuese a dar por hacer corales de gritos, si no claro que habría venido —bromeó desde su rama cuando Jack se dirigió a él mentando a Noel. Ya no se daba cuenta de la despreocupación con la que observaba aquella carnicería. Era tan natural como ver a un león cazando a una gacela, y por eso nadie se llevaba las manos a la cabeza en su lugar de origen.
Bajó de la rama cuando el asunto estaba a punto de terminar y se acercó a Jack, que empapado de arriba a abajo le ofrecía los cuerpos.
—Menudo estropicio, ¿nunca te enseñaron que no se juega con la comida? Se come por la boca, no por la camisa. —La regañina terminó con una risa y poseyó acto seguido a ambos cuerpos. Después se acercó con el que se había pedido al tercero y lo hizo ir por su propio pie a donde estaban todos los demás—. Pues sí que van bien así, pero me voy a hartar a coser con este —dijo refiriéndose al que estaba cortado.
Se disponía a organizarse para volver con los tres cuerpos extras cuando les llegó una voz asustada, una pregunta en un idioma que no podían comprender. Los gritos habrían atraído a otras personas y, al mismo tiempo, habían impedido que estuviesen alerta. «¡Joder! Menudo fallo, ni que fuésemos nuevos en esto». Gael apretaba los dientes con rabia, porque se había ofrecido a ayudar y, viendo cómo iban a terminar las cosas, olvidó aun así insonorizar a las víctimas. Juraría que no había visto a nadie en las cercanías con la niebla mágica, pero no era fácil rastrear en todas direcciones. El grito había sonado tremendamente cerca, y pronto otro más, una voz de mujer. Los cadáveres estaban apilados y la sangre se esparcía por la hierba, no tenían el tiempo suficiente para desaparecer. Los vampiros se transformaron para volatilizarse y Gael dejó tirada a la niña varmana a cierta distancia de la escena para levitar con su propio cuerpo sin tener que pararse a conjurar ningún hechizo.
Desde cierta altura pudieron ver la llegada al claro de varios varmanos. Una era una mujer, que cayó de rodillas al lado de los cadáveres, y tras ella venía un hombre ya anciano, con el hacha en alto, que vaciló al ver la escena y después se puso a gritar mientras miraba en todas direcciones. Un chico joven con pinta de cazador se quedó petrificado también al ver la pila de cuerpos. Gael miró en dirección a donde suponía a los vampiros y señaló con la cabeza a los varmanos. Se habría echado a perder lo de su cuerpo si se lo llevaban, y las heridas que presentaban eran cuanto menos sospechosas. Él regresó a la niña en un rápido salto. Habiendo sido olvidada por aquella gente, se acercó con sigilo al más joven de todos ellos, el único al que podía alcanzar en altura, y sacó la daga de entre sus harapos para repasarle la garganta limpiamente. Fue descubierto por el anciano del hacha, pero ya daba igual. Limpió el cuchillo contra su capa y se desentendió del ataque que preparaba el varmano para él, avanzando con el hacha en alto.
Pero los vampiros ya bajaban a por sus presas. La niña varmana se acomodó en una rama ancha y asistió al espectáculo mientras movía distraídamente los pies, que colgaban hacia el vacío. Nunca había observado a los vampiros muy de cerca cazando, aunque se conocía a Jack de sobra. Fue curioso para él comparar los métodos de ambos, pues Pablo era mucho más directo y… limpio. En varios sentidos. Aunque la habilidad de Jack fuese admirable, si él hubiera sido un vampiro preferiría los métodos del novato.
—No pensamos que te fuese a dar por hacer corales de gritos, si no claro que habría venido —bromeó desde su rama cuando Jack se dirigió a él mentando a Noel. Ya no se daba cuenta de la despreocupación con la que observaba aquella carnicería. Era tan natural como ver a un león cazando a una gacela, y por eso nadie se llevaba las manos a la cabeza en su lugar de origen.
Bajó de la rama cuando el asunto estaba a punto de terminar y se acercó a Jack, que empapado de arriba a abajo le ofrecía los cuerpos.
—Menudo estropicio, ¿nunca te enseñaron que no se juega con la comida? Se come por la boca, no por la camisa. —La regañina terminó con una risa y poseyó acto seguido a ambos cuerpos. Después se acercó con el que se había pedido al tercero y lo hizo ir por su propio pie a donde estaban todos los demás—. Pues sí que van bien así, pero me voy a hartar a coser con este —dijo refiriéndose al que estaba cortado.
Se disponía a organizarse para volver con los tres cuerpos extras cuando les llegó una voz asustada, una pregunta en un idioma que no podían comprender. Los gritos habrían atraído a otras personas y, al mismo tiempo, habían impedido que estuviesen alerta. «¡Joder! Menudo fallo, ni que fuésemos nuevos en esto». Gael apretaba los dientes con rabia, porque se había ofrecido a ayudar y, viendo cómo iban a terminar las cosas, olvidó aun así insonorizar a las víctimas. Juraría que no había visto a nadie en las cercanías con la niebla mágica, pero no era fácil rastrear en todas direcciones. El grito había sonado tremendamente cerca, y pronto otro más, una voz de mujer. Los cadáveres estaban apilados y la sangre se esparcía por la hierba, no tenían el tiempo suficiente para desaparecer. Los vampiros se transformaron para volatilizarse y Gael dejó tirada a la niña varmana a cierta distancia de la escena para levitar con su propio cuerpo sin tener que pararse a conjurar ningún hechizo.
Desde cierta altura pudieron ver la llegada al claro de varios varmanos. Una era una mujer, que cayó de rodillas al lado de los cadáveres, y tras ella venía un hombre ya anciano, con el hacha en alto, que vaciló al ver la escena y después se puso a gritar mientras miraba en todas direcciones. Un chico joven con pinta de cazador se quedó petrificado también al ver la pila de cuerpos. Gael miró en dirección a donde suponía a los vampiros y señaló con la cabeza a los varmanos. Se habría echado a perder lo de su cuerpo si se lo llevaban, y las heridas que presentaban eran cuanto menos sospechosas. Él regresó a la niña en un rápido salto. Habiendo sido olvidada por aquella gente, se acercó con sigilo al más joven de todos ellos, el único al que podía alcanzar en altura, y sacó la daga de entre sus harapos para repasarle la garganta limpiamente. Fue descubierto por el anciano del hacha, pero ya daba igual. Limpió el cuchillo contra su capa y se desentendió del ataque que preparaba el varmano para él, avanzando con el hacha en alto.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Varmania
09/02/14, 05:24 pm
Por un lado, la regañina divertida de Gael. Y, por otro, el comentario de Pablo que casi me hizo acercarme a él más de lo debido. Por suerte, me quedé en donde estaba levitando, aunque no pude evitar responderle.
—Si quieres, otro día que vayamos de caza te presento a una amiga que te responderá de forma gráfica. Esto tiene de bueno mucho, otra cosa es que no sepas encontrarle lo bueno. Koval casi se ha respondido a sí mismo: con la comida sí que se juega—bromeé con picardía. Luego me fijé en los cortes y me rasqué la nuca—Oye, hace mucho que no coso nada de ese tipo, por si quieres que te eche una mano y así recuerdo viejos tiempos. ¡Benditos colaespinas!
Iba a sugerir de desaparecer cuanto antes cuando, de la nada, salió un grito. <<Maldita sea>> Otro le siguió, femenino en este caso, pero claramente cercanos. Pronto aparecieron tres varmanos en la zona. Pablo y yo nos convertimos en humo y polvo, respectivamente, mientras Gael pasaba a ocupar otro cuerpo. <<Mira que... Agh, puñetero desliz de los gritos... No se repetirá>> pensé antes de materializarme.
Tan pronto como el leñador se lanzó contra el cuerpo de Gael, se topó con mis manos y acabó de rodillas en el suelo con el cuello partido. Luego procedí a limpiar el estropicio de sangre de antes con varios hechizos. Hecho eso, puse al viejo cabeza abajo levitando, le abrí la garganta con una daga y procedí a rellenar petacas mientras me disculpaba.
—Siento lo de los gritos de antes. La Bodega a veces me estresa y... se me fue. Y no todo lo que hago es para lucirme, novato—añadí con un gruñido. Lo de novato lo dije con evidente desprecio.
—Si quieres, otro día que vayamos de caza te presento a una amiga que te responderá de forma gráfica. Esto tiene de bueno mucho, otra cosa es que no sepas encontrarle lo bueno. Koval casi se ha respondido a sí mismo: con la comida sí que se juega—bromeé con picardía. Luego me fijé en los cortes y me rasqué la nuca—Oye, hace mucho que no coso nada de ese tipo, por si quieres que te eche una mano y así recuerdo viejos tiempos. ¡Benditos colaespinas!
Iba a sugerir de desaparecer cuanto antes cuando, de la nada, salió un grito. <<Maldita sea>> Otro le siguió, femenino en este caso, pero claramente cercanos. Pronto aparecieron tres varmanos en la zona. Pablo y yo nos convertimos en humo y polvo, respectivamente, mientras Gael pasaba a ocupar otro cuerpo. <<Mira que... Agh, puñetero desliz de los gritos... No se repetirá>> pensé antes de materializarme.
Tan pronto como el leñador se lanzó contra el cuerpo de Gael, se topó con mis manos y acabó de rodillas en el suelo con el cuello partido. Luego procedí a limpiar el estropicio de sangre de antes con varios hechizos. Hecho eso, puse al viejo cabeza abajo levitando, le abrí la garganta con una daga y procedí a rellenar petacas mientras me disculpaba.
—Siento lo de los gritos de antes. La Bodega a veces me estresa y... se me fue. Y no todo lo que hago es para lucirme, novato—añadí con un gruñido. Lo de novato lo dije con evidente desprecio.
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Re: Varmania
09/02/14, 07:21 pm
Entendí al vampiro a la perfección, pero no le quise seguir el juego. En su lugar decidí preguntarle a Koval para qué pensaba usar los cuerpos, ya que tenía curiosidad por ello.
No dio tiempo. Los gritos habían atraído a otros varmanos a la zona, y habían descubierto los cuerpos. “Tsk. ¿Se nos olvidó a los tres que había que insonorizar la zona?”
Lo que hice fue convertirme en polvo, algo que Jack también hizo, y observé así la situación.
Eran tres, una mujer, y dos hombres, el más anciano armado, pero no duraron mucho. Koval degolló al cazador, y luego Jack se ocupó del anciano cuando intentó atacar. La chica fue a levantarse y huir, pero antes de que pudiera hacerlo me materialicé en el suelo y acabé con ella de un flechazo.
Al final todo había acabado sin demasiadas complicaciones, y me dispuse a comentarlo, pero Jack habló primero.
El tono del final no se me paso por alto, y la ira comenzó a fluir rápidamente por todo mi cuerpo. Por fortuna no perdí el control, y por el bien de la incursión y el mío propio acabé forzándome a fingir que no le había escuchado. En su lugar hablé con el otro.
-Bueno, al menos eran solo tres y nos ocupamos del problema rápidamente así que... Por cierto tengo curiosidad. ¿Para qué planeas usar los cuerpos?
No dio tiempo. Los gritos habían atraído a otros varmanos a la zona, y habían descubierto los cuerpos. “Tsk. ¿Se nos olvidó a los tres que había que insonorizar la zona?”
Lo que hice fue convertirme en polvo, algo que Jack también hizo, y observé así la situación.
Eran tres, una mujer, y dos hombres, el más anciano armado, pero no duraron mucho. Koval degolló al cazador, y luego Jack se ocupó del anciano cuando intentó atacar. La chica fue a levantarse y huir, pero antes de que pudiera hacerlo me materialicé en el suelo y acabé con ella de un flechazo.
Al final todo había acabado sin demasiadas complicaciones, y me dispuse a comentarlo, pero Jack habló primero.
El tono del final no se me paso por alto, y la ira comenzó a fluir rápidamente por todo mi cuerpo. Por fortuna no perdí el control, y por el bien de la incursión y el mío propio acabé forzándome a fingir que no le había escuchado. En su lugar hablé con el otro.
-Bueno, al menos eran solo tres y nos ocupamos del problema rápidamente así que... Por cierto tengo curiosidad. ¿Para qué planeas usar los cuerpos?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Varmania
09/02/14, 09:41 pm
Gael salió de la niña y empujó con fuerza el cuerpo del cazador hacia Jack.
—Repartíos también la de este, que no sea un desperdicio por lo menos.
La sangre manaba de su garganta profusamente y caía sobre el manto de vegetación que tapizaba el suelo. A ese paso estaría difícil recuperar la mayor parte.
—No, debí cubrir eso yo, a fin de cuentas estaba libre. Me da mucha rabia haber cometido ese fallo…
Se dirigía a ambos compañeros sin mirar a ninguno en particular. Pero como Pablo ignoró el comentario de Jack y le habló directamente, se puso a examinar los cuerpos nuevos mientras le respondía.
—Proyectos. Me hacen falta recambios constantemente, cuerpos nuevos para usar. Pero admito que si me ha entrado prisa por conseguir algo bueno ahora es por el torneo. No estaría bien hacer el ridículo con carroña seca —añadió con una risa breve. Ya no estaba de tan buen humor como antes, porque las últimas tres víctimas habían sido gratuitas debido a su negligencia. Aun así les sacarían provecho. Todo se podía aprovechar.
—Repartíos también la de este, que no sea un desperdicio por lo menos.
La sangre manaba de su garganta profusamente y caía sobre el manto de vegetación que tapizaba el suelo. A ese paso estaría difícil recuperar la mayor parte.
—No, debí cubrir eso yo, a fin de cuentas estaba libre. Me da mucha rabia haber cometido ese fallo…
Se dirigía a ambos compañeros sin mirar a ninguno en particular. Pero como Pablo ignoró el comentario de Jack y le habló directamente, se puso a examinar los cuerpos nuevos mientras le respondía.
—Proyectos. Me hacen falta recambios constantemente, cuerpos nuevos para usar. Pero admito que si me ha entrado prisa por conseguir algo bueno ahora es por el torneo. No estaría bien hacer el ridículo con carroña seca —añadió con una risa breve. Ya no estaba de tan buen humor como antes, porque las últimas tres víctimas habían sido gratuitas debido a su negligencia. Aun así les sacarían provecho. Todo se podía aprovechar.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Varmania
09/02/14, 10:38 pm
—Oh, ¿un regalo? ¿Para los dos? Gracias, Koval.
El otro vampiro, sin embargo, no estaba muy de humor desde mi último comentario sobre él y no parecía por la labor de querer compartirlo... <<Psché, para mí>> Así que hice lo mismo que con el viejo hasta que mis petacas estuvieron bien llenas. La sangre restante la liquidé por el método tradicional.
Luego sí que pude pensar en lo que había pasado con más detenimiento. Realmente, no estaba seguro de la intención del novato tras lo dicho, pero... todo se podría haber evitado si se hubiese negado a venir, ¿no? <<Osea, si cree que me conoce y que lo que hago es por lucirme y eso le molesta, que no venga... Pero vino y sigue aún con nosotros cuando puede pasear por su cuenta por los mundos... ¿Y si no le molesta? ¿Qué más da, de todas formas? ¿Por qué tengo que vigilar lo que hago por un novato? Venga ya, hombre, si no lo hago ni con mis amigos. Bah>> ¿Resumen? Había perdido unos segundos mentales preciosos. <<A este paso acabaré como con Toima, borracho y despotricando sobre los novatos en las fiestas>> pensé mientras terminaba de limpiar junto a Gael.
—Bueno, ¿nos retiramos ya? Oye, insisto, si quieres te echo una mano a coser. Y hablando del torneo, Pablo, cuando quieras hacemos algún entrenamiento más fuerte que los rutinarios. Yo entrenaré con otra vampira más veterana que yo, por si te apetece.
El otro vampiro, sin embargo, no estaba muy de humor desde mi último comentario sobre él y no parecía por la labor de querer compartirlo... <<Psché, para mí>> Así que hice lo mismo que con el viejo hasta que mis petacas estuvieron bien llenas. La sangre restante la liquidé por el método tradicional.
Luego sí que pude pensar en lo que había pasado con más detenimiento. Realmente, no estaba seguro de la intención del novato tras lo dicho, pero... todo se podría haber evitado si se hubiese negado a venir, ¿no? <<Osea, si cree que me conoce y que lo que hago es por lucirme y eso le molesta, que no venga... Pero vino y sigue aún con nosotros cuando puede pasear por su cuenta por los mundos... ¿Y si no le molesta? ¿Qué más da, de todas formas? ¿Por qué tengo que vigilar lo que hago por un novato? Venga ya, hombre, si no lo hago ni con mis amigos. Bah>> ¿Resumen? Había perdido unos segundos mentales preciosos. <<A este paso acabaré como con Toima, borracho y despotricando sobre los novatos en las fiestas>> pensé mientras terminaba de limpiar junto a Gael.
—Bueno, ¿nos retiramos ya? Oye, insisto, si quieres te echo una mano a coser. Y hablando del torneo, Pablo, cuando quieras hacemos algún entrenamiento más fuerte que los rutinarios. Yo entrenaré con otra vampira más veterana que yo, por si te apetece.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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Re: Varmania
10/02/14, 08:25 pm
Dado que el fuego fatuo le había tirado los cuerpos a Jack, y sumando que no estaba de humor para compartir nada, dejé todos para él.
-¿Para el torneo? Ya veo...- Comenté para mí principalmente cuando Koval respondió a mi pregunta.
Siguiendo el tema Jack me ofreció unirme a entrenamientos intensivos, algo que no sabía si me gustaría o no, pero esperaba que me hicieran más mal que bien.
"Esa vampira más veterana...." Era veterana así que no podía ser Dahannei. Solo quedaba la que mencionaba de pasada el alemán de vez en cuando, pero por lo poco que había escuchado de ella no era alguien que me fuera a caer bien. “En fin... entrenar tampoco es que me vaya a venir mal así que...”
-Hmm no veo por que no, mientras no me lisiéis o algo. Deduzco que tú también participas en el torneo, así que suerte. Yo no me apunté porque paso de morir apalizado tan pronto. No estoy a la altura. Tal vez esté en las gradas, pero animar... ya veremos-
-¿Para el torneo? Ya veo...- Comenté para mí principalmente cuando Koval respondió a mi pregunta.
Siguiendo el tema Jack me ofreció unirme a entrenamientos intensivos, algo que no sabía si me gustaría o no, pero esperaba que me hicieran más mal que bien.
"Esa vampira más veterana...." Era veterana así que no podía ser Dahannei. Solo quedaba la que mencionaba de pasada el alemán de vez en cuando, pero por lo poco que había escuchado de ella no era alguien que me fuera a caer bien. “En fin... entrenar tampoco es que me vaya a venir mal así que...”
-Hmm no veo por que no, mientras no me lisiéis o algo. Deduzco que tú también participas en el torneo, así que suerte. Yo no me apunté porque paso de morir apalizado tan pronto. No estoy a la altura. Tal vez esté en las gradas, pero animar... ya veremos-
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Varmania
10/02/14, 08:34 pm
—Bueno, Xiandra es bastante hábil... Le diré que no te trate tan mal como a mí—bromeé.
La respuesta de Pablo sobre el Torneo, sin embargo, fue del todo inesperada. <<¿No habían dicho sus compañeros que estaba apuntado?>>
—Pero si nos contaron que estabas apuntado... ¿O es que pudiste borrarte? Si es por el miedo a morir, está prohibido matar al otro, aunque tú ya lo estás—bromeé de nuevo, dando por hecho lo que pensaba.
La respuesta de Pablo sobre el Torneo, sin embargo, fue del todo inesperada. <<¿No habían dicho sus compañeros que estaba apuntado?>>
—Pero si nos contaron que estabas apuntado... ¿O es que pudiste borrarte? Si es por el miedo a morir, está prohibido matar al otro, aunque tú ya lo estás—bromeé de nuevo, dando por hecho lo que pensaba.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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Re: Varmania
10/02/14, 10:31 pm
Cuando Jack respondió, al principio no comprendí. Lo miré con un gesto de interrogación, a medida que poco a poco pensaba en la respuesta.
-Ehhmm no. No me apunté te digo. Ni siquiera fui allí.... Un momento- Me callé. En efecto no había ni ido al anfiteatro, pero los demás de la sede sí. De hecho era el único que no había ido. "No habrán sido capaces..."
Mi rostro fue variando de confusión a sospecha, una que no pintaba nada bien.
-Jack... ¿Exactamente quién te dijo que estaba apuntado? ¿Y con quién estaba?-
-Ehhmm no. No me apunté te digo. Ni siquiera fui allí.... Un momento- Me callé. En efecto no había ni ido al anfiteatro, pero los demás de la sede sí. De hecho era el único que no había ido. "No habrán sido capaces..."
Mi rostro fue variando de confusión a sospecha, una que no pintaba nada bien.
-Jack... ¿Exactamente quién te dijo que estaba apuntado? ¿Y con quién estaba?-
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