F.O.N.E.R.A.

Volvió a reunirse con el skrymir alejándose de los cuerpos al empezar a escuchar el movimiento de hojas ala distancia pero acercándose a ellos.

-Mi objetivo eran las muestras y ya las estoy tomando. Es mas, tengo bastante mas de las que esperaba conseguir-admitió el cambiante acercándose a el y alejándose entre los arbustos para seguir el rastro de los carcha- Te invite a venir y solo hemos estado de vagabundeo, veamos si encontramos el poblado Carcha, yo tampoco se como viven y aunque no entendamos ni media de lo que dicen supongo que algo sacaremos ¿O prefieres volver ya?- pregunto mirando a Shizel mientras avanzaban, pues no estaba seguro sino estaría ya cansado de corretear por todo el bosque. Ademas, tal vez fuesen imaginaciones suyas, pero parecía empezar a notar cada vez menos luz colándose entre los arboles. No le hacia especial gracia que se hiciera de noche en aquel lugar.

-No estoy seguro de los Carchas tienen llamas, pero podemos ir a ver, si consigo la muestra de estas ya podríamos irnos- añadió el cambiante mientras ojeaba con distracción las copas de los arboles por encima de sus cabezas, altas a rabiar. Notaba movimiento allí arriba, o mas concretamente lo escuchaba. Eran chasquidos, chasquidos intermitentes  como el de dientes o pinzas, de origen que prefería no averiguar- Y movámonos de aquí, creo que los cadáveres atrajeron a algo mas que a sus congéneres vivos- añadió mirando al skrymir con aprensión avanzando con mayor rapidez del lugar mientras se colocaba un protección encima.

-De acuerdo entonces- murmuró Shizel, y envió un pulso mental en la dirección por la que se habían marchado los carchas. Si los macar terminaban por alcanzarles, rastrearía en sus mentes la localización aproximada de la aldea.

Siguieron sus pasos, y con el tiempo llegaron al poblado de la tribu. Se mantuvieron en las afueras de éste, con precaución. El skrýmir hizo uso de niebla mágica para asegurarse de que nadie doblaba la esquina de la casa tras la que estaban ocultos.
-Ahora es el momento justo: estarán distraídos con el cadáver de ese... lo que sea- dijo Shizel echando expectante un vistazo a los alrededores, volviendo a dejar que las tinieblas le envolvieran por completo, convirtiéndole prácticamente en invisible-. Y después llegarán los macar a armar estropicio. Si puedes imitar a alguno de los carcha puedes hacerte pasar por... no sé si aquí tienen mozos de cuadra- terminó un poco dubitativo- y tomar tus muestras. Ve. Yo te espero aquí.
Era curiosa la seguridad en uno mismo que granjeaba la magia. Su tranquilidad ante la perspectiva de que lo descubriesen era genuina.

La llegada al poblado transcurrió sin problemas, aunque empezaba oscurecer DL tan solo tenia que cambiar su visión para adaptarla mejor a la reducción de luz. Shizel se aseguro que nadie se acercara a donde se habían escondido antes de que DL decidiera el curso de acción.

-Transformarme en carcha seria la ultima opción, si me viesen y me hablaran estaría en problemas - añadió DL ante la opción dada por el skrymir, mientras intentaba eliminar todo olor que pudiera transmitir su cuerpo- Ten cuidado de que te huelan- le aviso al skrymir antes de escabullirse por la parte de atrás de la casa, activando la runa con el hechizo de tinieblas que llevaba en el antebrazo izquierdo, cubriéndose con esta como si fuese una armadura para poder así moverse entre las casas, volviéndose igual de invisible que el propio skrymir. Aprovechando aquello se movió con agilidad por entre las casas, agudizando su olfato para buscar algún olor que fuese diferente al del cadáver traído por los carcha y de los propios carcha. El poblado no era excesivamente grande, pero dado el tamaño de los carcha, sus casas no eran precisamente pequeñitas en tamaño y moverse por la aldea aprecia mas difícil al intentar no dejarse oír, pues no podía ser visto u olido.

En un par de ocasiones estuvo a punto de toparse con un pequeño niño carcha y una hembra, pero consiguió tomar el camino de los arbustos tras una de las casas, encontrando por fin el lugar donde tenían atadas a un pequeño grupo de llamas. Suspirando aliviado se acerco a los peludos animales que parecieron oírle pues levantaron de golpe sus cabezas y movieron sus orejas en su dirección. "Joder, que oído tienen" se dijo al ver que acercarse iba a ser un problema. Si le oían se pondrían nerviosos y llamarían la atención de sus cuidadores, que aunque no estaban a la vista, no debían estar muy lejos.

No le quedo otra que esperar a que se calmaran antes de poder acercarse, ahora si asegurándose de no hacer ruido. No seria igual que cuando saco las muestras de los reptiles, los mamíferos eran mas sensitivos, y ya ni de los herviboros que siempre estaban en alerta permanente. Por lo que cuando estuvo lo suficientemente cerca de una de las llamas, lanzo un hechizo de parálisis para que no se moviera y así poder coger muestras de su sangre y pelo sin que se pusiera inquieta. No tardo demasiado y en cuanto termino  de guardar las muestras a buen recaudo, la libero del hechizo viendo como el animal trastabillaba para alejarse, al no saber que le había pasado.

DL no se quedo a ver si eso llamaba la atención de sus cuidadores, se fue por donde había venido para volver a encontrarse con Shizel. El aire traía el ruido de pisadas y olor ya conocido que no mucho antes había tenido al alcance de su mano. Los macar venían a por mas y ellos debían irse de allí antes de encontrarse en medio de la pelea en plena noche.

"Shizel, los macar se acercan y parecen ser bastantes" advirtió al idrino esperando que este pudiera verlo y se alejara de la aldea. Encontrarlo para el no seria un problema.

Shizel había pretendido esperar pacientemente, de verdad. Pero desde aquel sitio no conseguía ver nada, y la niebla mágica obviaba detalles como la luz ambiental y para qué mentir, era más aburrida que explorar por uno mismo.
"Sólo será un momento", se prometió a sí mismo cuando se deslizó fuera de su lugar de espera a un nuevo hueco entre casas, y de ahí a otro y otro y otro más hasta que se descubrió recorriendo la aldea entera oculto bajo su camuflaje de sombras. "Enseguida estoy de vuelta y DL ni se dará cuenta."

El skrýmir se lo tomó como el juego que no era: era divertido jugar al escondite con los savra, buscar huecos donde ocultarse cuando miraban en su dirección y colarse rápidamente calle abajo en el momento justo. Aunque no entendía lo que decían, le resultó fascinante ver más de cerca cómo vivían, y con el entusiasmo se le fue el tiempo. Llegado un momento Shizel envió un pulso telepático para localizar dónde estaba DL, y se llevó un susto cuando vio que estaba en su punto de encuentro original. Le faltó tiempo para llegar allí a toda prisa, maldiciendo mentalmente.
-¿Nos vamos entonces?- preguntó cuando llegó con la sonrisa de quien no ha roto un plato. Esperaba que el foner no hubiese llegado a percatarse de su ausencia.

Al llegar al punto donde había dejado a Shizel y no verlo se inquieto, debían marcharse ya pues los Macar se acercaban con rapidez. Por un momento le vino la absurda idea de que alguno de los habitantes del pueblo se hubiese dado cuenta de su presencia, algo estúpido si lo pensaba con mas calma, ya que este llevaba el hechizo de tinieblas. Shizel se podía valer perfectamente solo pero la inquietud no se le fue hasta que no lo volvió a ver, sonriendo como si nada hubiese pasado. El alivio del cambiante fue evidente cuando suspiro.

-Sonara absurdo teniendo magia y eso, pero me he dado un buen susto al no verte aquí. Creía que te había pasado algo -admitió DL mirándolo con reproche mientras se alejaba de allí rápidamente, no quedaba mucho para que llegaran la otra tribu de savras. Suspirando miro al idrino por encima del hombro, tras el susto inicial solo podía pensar que las acciones del skrymir eran las propias de una travesura y aquello le hacía un poco de gracia-¿Descubriste algo interesante en tu pequeña aventura?- pregunto sonriendole divertido dándole a entender que si se había dado cuenta de su travesura, al tiempo que se alejaba del pueblo. Le gustase al idrino o no, le conocía bastante bien, puede que muchísimas cosas se le escapasen pues no era un idrino al fin y al cabo, pero el trato con este y lo que sentía por el le había hecho bastante mas observador a sus actitudes. Tuvieron que dar un rodeo para evitar a los Macar, pero aquello en vez de alejarlos termino acercándolo mas al inicio del bosque. Lo que se volvió mas molesto del camino de vuelta fueron las plantas y las raíces del suelo creadas para hacerles tropezar de un modo u otro. Lo primero que DL pudo admirar tras salir del bosque fue el cielo nocturno de su mundo Era mas impactante que el de Rocavrancolia, acostumbrado a casi la total negrura del cielo durante la mayoría del tiempo.

-Hoy ha sido la primera vez que veo el cielo de mi mundo sin la cúpula, tanto por el día como ahora, por la noche- murmuro DL admirativo y un poco incomodo por sus propias palabras, no es que tuviesen realmente mucho significado. Era mas sorpresa por la situación- Quien me diría que no estaría huyendo al tan solo verlo -añadió divertido como una broma interna recordando el desastre que fue cuando llego a Rocavarancolia.

Shizel se cruzó de brazos y miró hacia otro lado ante la mirada de reproche de DL, pero ésta no duró mucho y se sacudió la culpabilidad con rapidez. Las broncas nunca habían surtido mucho efecto en él, ya que al final solía acabar haciendo igualmente lo que le apetecía, pero si eran lo bastante contundentes sí podían hacerle adoptar una actitud sumisa en apariencia el tiempo suficiente para que el abroncante bajase la guardia. No obstante la última regañina que había recibido Shizel había sido antes de ir a Rocavarancolia, y en consecuencia cada vez le resbalaba más aquel tipo de cosas.

DL le interrogó sobre su escapada, confirmándole que no tenía nada por lo que preocuparse. El skrýmir pasó a referirle alegremente lo que había podido observar en su excursión en solitario, cubriendo así el camino hasta el portal. Había pasado a utilizar el hechizo de niebla mágica y el de levitación para evitar tropezarse, dado que ya era noche cerrada. Cuando el foner mencionó las estrellas se paró un momento pensativo, y deshizo el hechizo sobre sus ojos temporalmente para poder observarlas tal y como decía.
Era un cielo sucio de contaminación, feo y de luz pálida, pero Shizel no tuvo corazón de desmentir al cambiante.
-Al menos no tuvimos que sacarte a rastras de las mazmorras- murmuró recordando la reacción de RR-. Hay estrellas más bonitas en otros mundos. Si quieres verlas, dilo y la próxima vez nos damos un paseo nocturno por Idris o por Roca Sagrada.

El portal estaba por fin ala vista, cuando Shizel comenzó a contarle lo que había visto en el poblado, algo bastante interesante en realidad. El comentario posterior sobre RR y como fue el intentar sacarlo de las mazmorras le hizo reír.

-Si lo piensas resulta aun poco irónico. A las ratas le gustan los sitios cerrados, pequeños y oscuros- añadió notando ese simple detalle que no es que tuviese mucha razón de ser, siendo que el también había tenido dificultades para salir a cielo abierto, pero a esas alturas le aprecia un tanto irónico- Y yo fui a la ciudad queriendo ser libre, ¿que hay mas libre que ser un cambiante? Sinceramente la luna de nuestra cosecha fue un poco irónica. -continuo observando el cielo, hasta que el skrymir menciono lo de visitar Idris.

-Quiero ver ese cielo del que hablas y bañarme en las lagunas de Idris. Ya sabes, un lugar limpio y donde no haya peligro que algo salga del fondo y te coma -no estaría mal una visita por el simple placer de hacerlo, aun no conocía Idris y estaba realmente interesado-Ademas ahora que se nadar, puedo competir contigo.- añadió con cierta tono juguetón y retador cuando ya estaban frente al portal para atravesarlo.

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Shizel no se rió ante el comentario de las ratas. Cuando RR les había contado que había pasado toda su vida viviendo en túneles al idrino la perspectiva le había parecido sencillamente aterradora.
-Sí, sí que lo fue- dijo pensativo, pensando en la Luna. Su transformación parecía estar hecha a medida para él, como si le estuviera esperando. El skrýmir se preguntaba hasta qué punto su obsesión por la magia la había desarrollado por sí mismo y hasta qué punto formaba parte de él.
Pensaba también en Branniel, y en Karime y en Saren y en si sentirían la misma sensación de estar completos. Pensaba en Timmy y esperaba que lo que fuese que guardase dentro fuese tan nocivo que le hubiese matado. Pensaba en si de haber rechazado la oferta de Miseria y haberse quedado en Idris habría sentido siempre alguna clase de vacío, de añoranza de algo que no podía saciar buscando en el exterior porque se trataba de una mitad incompleta de sí mismo.

Las palabras de DL le sacaron de sus pensamientos. Soltó una carcajada burlona.
-¿Que sabes nadar? Mejor te soltamos en mitad del mar de Roca Sagrada a ver cómo te las apañas, entonces- le retó mientras atravesaban el portal en dirección a casa.

Sigue en Rocavarancolia.