Torreón Letargo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

Nia se movio del cuarto. Habia dormido mucho y mal y tenia unas ojeras considerables. Aun asi, habia estado reflexionando muchas cosas con Harm y parecia resoluta a cumplirlas. Puso buena cara al mal tiempo y salio de la habitación, con una sonrisa positiva. Bajó a la cocina, como algo, no lo suficiente para considerarse comida pero si lo suficiente como para quitarse el hambre. Luego subio, con la misma sonrisa amable y sincera al cuarto. Mucha gente dormida, salvo Vacuum, Elliot y, por supuesto, los que habian muerto. Se acercó a la cama de Gael. Era uno de los más importantes para ella.
De un brinco, saltó sobre su cama y, rebotando le sacudia para que despertase de una vez. Cuando vio que sus ojos se habian abierto puso una cara muy seria, aunque sonrojada. Mientras levantaba el dedo meñique le hizo hacer una promesa.
-Promete que tras convertirnos en monstruos seguiremos siendo amigos.-dijo con la cara seria. Si bien, el cansancio o la duda hizo vacilar a Gael, Nia lo achaco a otra cosa.
-Asi es como os prometeis cosas los humanos, ¿no?-dijo, sin mucha confianza.

-¡Bien! ¡Amigos por siempre!-dice estrechandole el meñique. Nia se sonrojó un poco, Gael era casi de su edad y siempre era muy amable con ella. Se alegro profundamente de saber que nunca dejaria su lado. Por unos instantes parece que se fija en su brazo izquierdo que, al no notarlo, no se daba cuenta de lo inatural que era tenerlo colgando. Se lo cubrio un poco, como si hubiera hecho algo mal y se sonrojó más. Gael dice que bajará a ayudar.
-¡P-por supuesto! ¡Yo tambien tengo muchas cosas que hacer!-admite, sin mucha fuerza. Se baja de la cama y Gael y ella se separan en la escalera. Ella subia, que era donde habia oido a Vacuum y a Elliot y él bajaba a la cocina. En cuanto llega al rellano se lleva la mano al pecho. ¿Porque le lateria de pronto tanto el corazón? ¿Porque habia tartanudeado? Negó rápidamente, intentando apartar la idea de la cabeza y subio hasta localizar a Vacuum. Aun venia algo revolucionada por su encuentro con Gael asi que, tras serenarse un poco, se acercó a él como quien corria haciendo footing solo que alrededor de Vacuum.
-¡¡VAAAAACUUUUMMM!!-dice mientras corria a su alrededor hasta pararse de subito ante él y alzar el dedo meñique.
-Promete que tras convertirnos en monstruos, seguiremos siendo amigos.-una sonrisa se asoma a su rostro mientras le ofrecia el meñique inocentemente.
-Gael me ha asegurado que es asi como se hace...-añade al poco.

Elliot me abraza y lame mis labios pensativa, la miro divertido cuando hace el amago de besarme y se aparta levantándose, prometiéndome algo malo para mañana, sonrío cuando se aleja por las escaleras. Me pongo en pie y me sacudo el polvo de los pantalones, me apoyo en la espada de prácticas y aparece Nia corriendo, se pone a dar vueltas a mi alrededor, se frena de repente y me tiende el meñique, proponiendo una promesa, sonrío divertido, encantado de que una niña tan joven se lo tome tan bien, aunque Harm debe de ayudarla bastante, alargo mi mano con el meñique extendido y lo entrelazo con el suyo, cerrando el trato ...
-De acuerdo pequeña - le digo con una sonrisa - ... después de la Luna seguiremos siendo amigos ... y ahora voy a hacer unas cosas, ayúdame si quieres - digo revolviendole el pelo - ...
Bajo hasta la tercera planta y me acerco a las escaleras, miro al montón de madera que son las dos camas que arroje hace dos días escaleras abajo y con ayuda de Nia las subo de nuevo al cuarto, la pequeña sube los trozos mas pequeños, por que con su brazo inmóvil no puede hacer mas, cuando acabamos le doy las gracias y la mando abajo a que cene algo, yo me paso por el estudio con nerviosismo, necesito ver el círculo de comunicación, al entrar a la sala veo el circulo en ella, y a su lado una tablilla de madera, la miro y reconozco la letra de Cain, esta en el burdel y parecía que en Maciel todo iba bien, cojo la tablilla y escribo por la otra cara con ayuda del lápiz de mi bolsillo ... "De acuerdo. Por aquí estamos bien. Vuelve pronto o iremos a verte. Te quiero.", lo quemo en el centro del círculo y me bajo a cenar algo, luego mirare si ha dejado algún mensaje ... abajo saludo a Gael, a Nia y a Elliot y me dirijo a la cocina ha hacer un poco de carne con verduras salteadas para la cena ...

Cuando termino de hacer la cena la servimos en la mesa y nos sentamos a cenar, cenamos tranquilos, en silencio, disfrutando de la comida ... una vez terminamos Nia y Gael se suben para arriba, yo recojo la mesa y me pongo a fregar los platos mientras Elliot se queda en la mesa, Gael vuelve a bajar a por el libro de conjuros y se sube de nuevo. Cuando termino me acerco a Elliot que esta medio dormida y la ayudo a ponerse en pie, la acompaño escaleras arriba agarrándola de la cintura, una vez arriba la ayudo a desvestirse y la meto en la cama. Luego e desvisto yo y me meto bajo las mantas, buscando la calidez de su cuerpo, la abrazo con fuerza y apoyo la cabeza sobre sus pechos ... son tan blanditos que me adormezco en cuestión de segundos, pero subo la cabeza buscando sus labios para darle un beso de buenas noches, aun sabe a Cain, y mis pensamientos para el italiano se redoblan, ¿estará pasando una buenas noche? ... espero que si. Estrecho a Elliot con fuerza y poco a poco me quedo dormido, aun pensando en Cain y en la pelirroja que duerme entre mis brazos ...

Los labios de Elliot me sacan del sueño poco a poco. al principio me cuesta, pero su segundo beso, con mas ganas que el primero y con mordisco incluido me terminan de despertar, la estrecho con fuerza antes de que se levante y se ponga la camiseta, oigo su comentario antes de que se vaya ... sonrío y me pongo en pie, me revuelvo el pelo y pienso en que hacer ...
-Buenos días a ti también - le digo al recuerdo de Elliot de hace apenas unos segundos - ... menudo día me espera, espero que no abuse mucho de mi ...
Me bajo hasta la segunda planta y me doy un baño rápido, luego me seco con una toalla y subo de nuevo a la tercera planta a vestirme, me pongo unos vaqueros, una camiseta negra ajustada de manga larga y la bufanda alrededor del cuello, me calzo las Converse y tras atarmelas y coger la guitarra me encamino hacia las escaleras, bajándolas despacio tarareando suavemente, una vez abajo me acerco a Elliot por la espalda y la rodeo con los brazos por detrás, besándola con suavidad en el cuello, luego la suelto y me apoyo en la encimera, hago levitar una manzana hasta mis manos y me la como distraído, observando los juegos de la luz sobre el pelo de Elliot, entorno los ojos y trago el mordisco de manzana ...
-¿Qué sera lo primero? - pregunto curioso, ojala aparezca Cain y me salve, aunque pensándolo mejor seguro que se alían contra mi para divertirse un rato, sonrío esperando su respuesta - ...

Mientras arreglo la cocina noto unas manos rodeándome. Me hecho hacia atrás agarrando sus brazos, pegándome a Vacuum y ladeando un poco el cuello para recibir su beso mientras sonrío. Luego me suelta y se apoya en el mueble, comiéndose una manzana mientras me mira. - Bueno... pues tengo varios caprichos, la verdad... - digo sonriendo con malicia. - Lo primero que quiero es un beso. - le digo en un tono un tanto infatil. - Y lo segundo, por ahora, es que vayamos al burdel. - Le miro unos segundos. - Pero tenemos que ir ya. - Me voy hasta las escaleras y subo a por mis cariocas. Voy a la tercera planta y me cambio de ropa, poniéndome un vestido de los que trajo Cain en la bolsa. Por ultimo bajo otra vez, mirando de nuevo al chico. - ¿A que esperas? - me quejo algo enfadada. Luego me doy cuenta de que el tono es mas autoritario de lo que debería... "que no se te suba a la cabeza, chica..." - Venga... que se nos va a hacer tarde... - digo en un tono mucho mas dulce mientras salgo por la puerta.

Continua en el Burdel de dama espasmo.

La chica sonríe con malicia y me manda dos cosas, pero se marcha a vestirse antes de que puede llevar a cabo la primera. Me quedo unos segundos pensativo, mientras me acabo la manzana, luego me engancho el escudo a la espalda, por encima de la guitarra, y la espada la cruzo tras la guitarra, pegada a mi espalda. Espero tarareando a Elliot, pensando en nada en particular, girando un par de manzanas en mi mano, cuando recuerdo que tenemos que avisarles de que nos hemos ido, así que cojo el lapicero y escribo una nota sobre la encimera de la cocina, bien clara para que se vea a la primera, mientras estoy en la tarea baja Elliot vestida con un vestido precioso, la miro fijamente, admirando su figura mientras termino el mensaje, me dice que nos vayamos ya con un tono algo autoritario, la miro entornadno los ojos, dando por finalizada la nota, y me acerco a ella, rectifica su tono y salgo detrás de ella, la agarro por el codo tras cerrar la puerta y girándola le doy un beso en los labios, solo uno ...
-Primer deseo cumplido - digo con una sonrisa, y echo a caminar hacia el burdel - ...

Continúa en el Burdel de Dama Espasmo.

Nia se movia en sueños. Se veia a si misma en la ciudad solo que ella media más de cuarenta metros y sobresalia por toda la ciudad. Iba de un lado al otro, pisoteando todo sin darse cuenta. Soltando esporadicos "¡Perdón!" consiguio llegar a una plaza donde le cabian ambos pies juntos, algo apretados. Alzó la vista al cielo oscuro y pudo ver una estrella enorme de un color rojizo en el cielo.
<<La Luna Roja>>pensó.<<Entonces, ¿soy un monstruo ahora?>>
La niña se miró las manos y el cuerpo. No parecia el cuerpo de un monstruo...si no se tenia en cuenta su tamaño.
-Vaya estirón...-dijo, vacilando aplastando otra casa y causando la ira de sus inquilinos que soltaban improperios varios.
-¡Lo siento!-decia, retrocediendo aun más y causando más y más destrucción.-¡Lo siento!¡Lo siento!-
-¡Hasta aquí has llegado!-bramo una voz potente que le era familiar a Nia. En la colina de montañas de la ciudad, habia un robot, tan grande que rivalizaba con el tamaño de Nia. En la cabina de piloto, descansaba hHarm, con una postura heroica que el robot imitó a la perfección.
-¡Harm! ¡Ha llegado la Luna y ahora soy gigante!.-decia pisoteando una fuente con serpientes.
-No se quien es este Harm, pero ese no es mi nombre. ¡Yo soy el Principe Gaugamellos!-
-¿El de los libros?-preguntó Nia sorprendida y curiosa.
-¿Qué libros?-respondio el principe, sorprendido. Nia fruncio el ceño.
-Pues te pareces mucho a Harm...-dijo de brazos cruzados.
-¡Yo soy el Principe Gaugamellos, mocosa!-decia el Principe mientras se abalanzaba contra Nia, intentando estrangularla con sus brazos roboticos gigantes, ignorante de la destruccion que estaba causando.
-¡No soy una mocosa! ¡Me llamo Nia! ¡Y ahora soy un monstruo!-
Las palmas de los dos titanes chocaron con un estruendo chiriante y forcejaron con fuerza, causando que el pavimento bajo sus pies se destruyera facilmente.
-¿Cómo? ¿Esta críaja ha parado a mi golem?-
-NO.SOY. UNA. CRIAJA.-gritó, enfurecida mientras la imagen del robot se asemejaba a la de Elliot. Acto seguido, le arrancaba los brazos de cuajo y los lanzaba lejos, a las montañas.
-¡Soy un monstruo y puedo escupir fuego!-Como si asi lo hubiera deseado, la boca de Nia comenzó a exhalar llamas verdes que carcomian y derretian el fuselaje del robot gigante.
-¡Mis dientes pueden romper cualquier cosa!-decia mientras, mordisco a mordisco destrozaba el robot. Se veia rodeada de llamas verdes y destrucción. Por algun motivo, le apetecia reirse. Asi que río, solo que no era su risa habitual, esta era mucho más profunda y...malvada.
Nia se levantó estremecida por el sueño y se halló mordisqueando su babeada almohada. Escupio por el mal sabor de boca y se levantó frotandose los ojos. Habia sido un sueño la mar de raro. Bajo a la cocina y comio algunos restos de la cena de ayer, con algo de pan y carne.

-Holaaa! Hay alguien? -grite


Nuestro torreon se derrumbaba infestado por insectos, teniamos que buscar refugio o moririamos, por favoe que haya alguien

-ABRIIDDNOOOS!!!

Ahora sí, estoy demasiado cansada. Tengo ganas de vomitar, y no puedo mantenerme en pie.

-Creo... que me desmayo. No, espera, no. ¿O sí? Oh... qué mareo.
Caigo al suelo, y me siento ahí mientras espero a que nos abran la puerta.
Me cojo la cabeza con ambas manos intentando mitigar el dolor, pero no es suficiente. Necesito descansar, estoy fatal.

-¡POR FAVOR, ABRIDNOS! NUESTRO TORREÓN SE ESTÁ DESMORONANDO, ¡NECESITAMOS AYUDA!

Grito con las pocas fuerzas que me quedan, pero un dolor horrible de cabeza me asalta y caigo rendida en el suelo. Me quedo ahí, tumbada, semiconsciente de lo que está pasando. Tengo frío, y tiemblo. La cabeza me da vueltas.

Bonnie acababa de desplomarse, sus ojos apenas se abrian y se cerraban lentamente, Bonnie estaba desmayado, habia que entrar, le toque la frente, estaba ardiendo, debia de haber sido por el sobreesfuerzo, si nadie nos abria pronto, Bonnie....

-ABRIIIDNOS!! BONNIE ESTA ENFERMA!SE HA DESMAYADO-grite sujetandola

Iba a morir, iba a morir....todo iba a desaparecer...

He realizado todo el trayecto en silencio, agarrada de la mano sana de Alex, cuya mano quemada, tras refrescarla, he vendado con un trozo de kimono cortado con el cuchillo de la manga del mío.
Y ahora... Bonnie ha caído en redondo, como un muñeco roto, y tiembla.
Aporreo la puerta con fuerza:
-¡¡¡NECESITAMOS AYUDA!!! -grito con todo el aire de mis pulmones.
Miro a Bonnie. Will parece muy nervioso. Normal: no debe ser fácil ver así a una persona amiga. Pongo la mano sobre el hombro de Will, que también parece a punto de desplomarse de un momento a otro:
-Solo está agotada -digo en un gemido, aunque ni yo misma estoy realmente segura de ello.
Ella parece tener frío, mucho frío. Así que, sacando de nuevo el cuchillo del pliegue de la manga del kimono que aún me queda, corto la parte del kimono que va desde la rodilla hasta mis pies, y pongo el trozo de tela sobre el cuerpo de Bonnie.
-Esperemos que así deje de temblar -murmuro.
Si salimos de esta, necesitaré otra cosa para vestirme, puesto que la prenda que me cubre está hecha ya jirones. Sin embargo, eso en este momento no me importa demasiado.

Entonces, un chico abre la puerta y nos invita a pasar, ofreciéndonos su ayuda.