Torreón Letargo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

Yip finalmente se siente confiado. Suelta las espadas de práctica, y andando lento, como temeroso, se acerca a las Shuanggou, y con un temblor de emoción, que se apresura a erradicar, coge una con cada mano, las mira embobado unos segundos mientras las sostiene en alto y suelta un grito triunfal. Después empieza a dar golpes al aire, probando todas las maniobras que había practicado. Se sentía como un verdadero kensei japonés, siempre le había gustado la imagen de los "santos de la espada" y admiraba a Miyamoto Mushashi. Cuando termina, baja corriendo con las espadas en mano hasta la cocina, casi tropezandose con cada mueble, llega donde están todos.



-Mirad que arma domin.... ¡¡VAYA!! ¿Desde cuando vuela?-pregunta Yip al ver a Gael volar- Como me gustaría poder volar...-añade mientras sigue al resto hasta el torreón.



-Bueno, ¡Mirad!-dice mientras enseña sus espadas, como una madre orgullosa

Cuando Gael me baja me decepciono un poco, pero al ver a Elliot tan feliz se me pasa al instante, me río mucho al verla ahí arriba, como hace aspavientos y se ríe como una niña, es genial ... los últimos días parecen borrosos, las desgracias de los últimos días carecen de importancia al ver a alguien tan feliz ... me pregunto como estará Cain y mi mirada se ensombrece cuando Gael comienza a bajar tras haber volar un rato, nos metemos en el torreón, con Yip que acaba de bajar con unas espadas de forma extraña en las manos ... son curiosas ...
-Muy chulas Yip - digo observando el filo - ... ¿sabes usarlas? - le pregunto - ... quizá podamos entrenar algún día ... hola Nia - digo al verla sentada en un sillón ... haré al de cenar . digo al verlos algo hambrientos ...
Me pongo manos a la obra en la cocina, mientras los demás ponen la mesa, terminan antes que yo, pero yo sigo a lo mío, cojo un poco de mostaza negra, perejil y también algo de comino, lo salteo con un poco de aceite y cuando esta caliente rehogo un tazón de arroz en el salteado y a los tres minutos echo el agua con un poco de canela en rama y un poco de sal, lo dejo tapado unos 25 minutos, cuando acaba de absorber el agua le echo el jugo de una especie de limones algo pálidos y lo sirvo todo en una fuente, durante el tiempo en que he estado cocinando e notado la mirada de Elliot, pero tampoco le he dado mucha importancia ...
-Que aproveche - digo sentándome y empezando a comer - ...

Yip sonríe de oreja a oreja

-Pues claro que sé usarlas, llevo toda la seman entrenando-ríe- y estas espadas son capaces de sorprender al guerrero más experienciado tienen muchos trucos-dice Yip enigmático.



Después, Yip se sienta a comer con el resto de gente, y cuando acaba, se despide de todos y se sube hasta el cuarto piso, su ya consagrada habitación particular

Vacuum prepara arroz con limón, o algo similar a limón. Nunca lo había probado, pero tiene una pinta deliciosa. Esperamos pacientemente a que esté hecha la cena. Intento ayudar a poner la mesa para todos los que están presentes en ese momento. Nia lee un libro y parece demasiado ausente, así que me sonrojo sin ser capaz de molestarla para saludar. Yip también está, tan animado como siempre. Lo saludo con una sonrisa tímida y le pongo un plato. Cuando acabo me siento para no molestar por la cocina. Mi madre siempre me decía que era imposible cocinar conmigo revoloteando alrededor, preguntando cosas sin dar tiempo a escuchar la respuesta, y todo eso... No me puedo creer que hasta eche de menos sus broncas. Pero esto terminará algún día, quizá... si pasa un año podré volver a verlos. Me aferro a ese pensamiento, a pesar de que siento que tiene algo de absurdo, pero no quiero pensar en ello. Me prometieron que no debería preocuparme de que se preocuparan. Ya basta de pensar en eso. Se me está poniendo una cara demasiado larga, y Vac ya llega con la comida, que huele muy bien.
―Gracias ―le digo cuando la deja sobre la mesa. Cuando puedo me sirvo y empiezo a comer con ganas. Hasta sentirme bien lleno. Veo que todos cenan en silencio, debe de haber mucha hambre.
Poco a poco todos se van retirando al dormitorio mientras Vacuum lava los platos. Hay que ver qué trabajador es. Mi padre y mi hermano no tocaban un plato ni para cambiarlo de sitio. Me despido de él y subo al dormitorio. Me meto en la cama con parsimonia y finalmente me arropo entre las mantas como me gusta hacer. Sin embargo en vez de acunarme por una vez me está quitando el sueño. No paro de sudar y removerme inquieto. Retiro la primera manta y me encuentro un poco mejor, pero aún así me tapo con la que queda solo hasta el ombligo. Me siento saturado, parece que hasta me molestan las respiraciones acompasadas de mis compañeros, que ya están todos en sus respectivas camas. Trato de vaciar la mente y me quedo boca arriba con los brazos extendidos. Es como mejor me encuentro. Siento frío, pero es la única manera de conseguir conciliar el sueño.

Me despierto en la mazmorra con un ligero sabor a sangre en la boca...

"Mierda! Me he quedado dormido sobre el brazo!" De tanto cargar cristales, aún estaba sangrando un poco y al quedarme dormido se me había metido sangre en la boca...

Ya tengo todos los cristles que he podido reunir, además de 8 amuletos que por el tiempo de carga creo que serviran como dos puñados más cada uno. Aproximadamente tengo cuatro puñados de cristales más los amuletos, que deberían ser suficientes para hacer funcionar el prototipo.

Mientras aprendía a usar las runas fui probando algunos ejemplos y creo que ya controlo bastante bien las de voz y las de detección y transporte de energía, solo me hace falta perfeccionar una un poco más compleja y estará listo...

"La verdad es que esto de las runas es genial, puedes hacer que hasta simples piedras tengan un uso" pienso mientras doy la última pincelada y le hago memorizar a la piedra el alfabeto rocavarancolés.

"Listo, ahora a ver si funciona"
Prototipo de telégrafo (modelo extraño)

(Todavia no esta probado el funcionamiento ni he cargado las runas, si algún GM ve esto y cree que me he pasado con las runas/objeto del brujo alto que me avise y asi simplemente no funcionará. Aunque si cada runa es una orden debería hacerlo.)

Este modelo de telégrafo funciona como uno normal terrestre con una diferencia, convierte la voz a código morse para poder transmitir a mayor distancia perdiendo menos energía.
-La primera parte es una piedra que al recibir calor (basta con cogerla con la mano) se activa y envía un impulso a los objetos de madera cercanos.
-La segunda parte consta de una cajas de madera con dos runas Una que recoge el sonido al activarse (hasta que se suelte la piedra acabe la 'batería') y otra que envía el sonido fonema a fonema hacia el siguiente objeto.
-La tercera parte esta formada por tres piedras, la primera compara el fonema recibido con el alfabeto rocavarancoles y envía el resultado a la segunda. La segunda compara lo recibido con el morse y lo envía a la tercera. La tercera genera el pulso energetico necesario para cada letra en morse y lo envía hacia el receptor.

El receptor funciona exactamente igual pero en sentido inverso, es decir, recibe el pulso y lo convierte a morse, que luego se convierte a rocavarancoles, que luego se convierte de nuevo en fonemas que pasan a una caja de madera con altavoz en vez de microfono y que recibe los fonemas convirtiendolos en palabras pronunciadas por una voz irreal y muy distorsionada, pero que al menos suena, el transmisor diferencia cada palabra solo si se producen pausas lo suficientemente prolongadas, si no esperara hasta que se produzca una para pronunciar el mensaje. Esto se consigue con otra piedra con una runa que recibe la voz y la mantiene hasta que deja de recibir durante un segundo como minimo y después la envía al altavoz.

Cada lado debería tener un transmisor y un receptor, pero por la falta de cristales solo he creado uno de cada que aun están sin cargar.


Una vez termino de hacer todas las runas y grabarlas con los datos necesarios para que funcionen, subo a la cocina y como algo de lo que queda. Después salgo al patio a dar un paseo y a lavarme un poco y practico con la ballesta otra vez.

"Quiero esperar a que se levanten todos, se van a llevar una sorpresa muuy grande si funciona..."

(Si a alguien le ha quedado alguna duda del funcionamiento del telegrafo que me lo pregunte ^^ o si os parece que no pega ni con cola decidmelo porfa, solo lo he puesto porque creo que es una buena idea y que realmente no es tan difícil de hacer funcionar en la realidad, así que con magia aún menos)

Nia se despierta con una sacudida y acto seguido grita:
-¡PIRATAS!-
Luego se calma, al realizarse de que ha sido otra pesadilla. Se frota los ojos y ve como se ha quedado dormida en el sillon, el libro fuertemente abrazado por sus tentáculos. Se levanta del sillón y se estira a la vez que un gemidito se escapa por su garganta. Su desordenado pelo, vuelve a alisarse por si solo y entra a la cocina. Mira las cestas con cansancio.
-Todos los dias igual...-
Coge pan y carne y, con un bocata, sale al patio, tras haber pasado por la armeria. Constantemente, pequeños animales correteaban alrededor de ella, y, al estar de mal humor, decidio usarlos de blanco. Como era costumbre, lo máximo que coniguio con su punteria era que una lagartija soltase su cola. Da un grito de rabia patea una piedra y se tropieza al suelo. Para conservar su dignidad finge que esta descansando mientras por dentro, maldice a todo lo que se menea.

Me levanto de la cama con un bostezo y rascándome la nuca bajo a la segunda planta, me doy un buen baño y me seco con una toalla, subo arriba de nuevo con la toalla a la cintura y me visto,, me pongo los vaqueros, una camiseta roja, la sudadera y me calzo las Converse, agarro la guitarra y bajo las escaleras de dos en dos ... en la planta baja me preparo unas gachas y las endulzo con canela y miel, aun queda arroz de la cena ... servirá para comer mas tarde, no me apetece salir al patio, así que me siento en un sofá, apoyo los pies en una mesita y me pongo a leer el herbolario mientras termino las gachas ... pero mi mente esta en otro lado, pensando en el vuelo de ayer, tal vez no tenga la suficiente potencia para hacer levitar una persona ... ¿pero algo mas pequeño?, me pongo en pie de un salto, dejo el herbolario sobre la mesita, y friego el plato de gachas ... subo a la tercera planta y cojo el libro de magia que hay junto a Gael, vuelvo a bajar y en el sótano cojo unos cuantos cristales y amuletos cargados ... subo a la primera planta y cojo tres peras de una cesta, me siento en el sofá de antes y dejos la peras sobre la mesa, la manzana dorada aun esta e mi bolsillo, la olisqueo un poco y la vuelvo a guardar, me recuesto y ojeo el libro, hasta que doy con el hechizo de levitación, estoy un buen rato memorizando los gestos y las palabras, cuando estoy convencido de que lo se de memoria agarro unos cristales y concentrándome e una pera realizo el hechizo ... al décimo intento la pera se eleva por encima de la mesa y se queda suspendida a un metro de ella ... parece que si soy capaz de levitar objetos pequeños, cuando me confío la manzana cae contra la mesa ... tengo que practicar mas, me recuesto y me preparo para un largo día de práctica ... cuando me entre hambre comeré algo de arroz y luego seguiré practicando, antes de empezar me acerco un vaso y una jarra de agua para no tener que moverme cundo me entre sed ... comienzo de nuevo el hechizo, mis reservas de amuletos y cristales son suficientes de momento ...

Me despierto por la mañana con la sensación de estar congelado. Normal, tengo las manos y la cara frías. Intento taparme un poco antes de levantarme, pero no puedo evitar agobiarme. Me tapo solo hasta las axilas dejando los brazos por fuera, pero ya da lo mismo, ni siquiera tengo ganas de seguir tumbado.
Me levanto y me calzo. Si subo y bajo las escaleras seguro que entro en calor. Llevo ropa al baño y empiezo con el proceso de siempre. En la cocina encuentro a Vacuum haciendo magia, parece interesado en hacer levitar cosas. Lo saludo y miro de reojo el libro que tiene consigo, es el que he estado usando yo para aprender. Sigo haciendo viajes con agua hasta que en el último se me ocurre una idea. Me acerco y le pido el libro un segundo. Busco el hechizo de congelación y empiezo a pasar páginas. Me sonaba que no andaba lejos... ¡Ajá, aquí está! Salto con júbilo y lo memorizo lo más rápido que puedo, repitiendo el movimiento también para perfeccionarlo antes de intentar el hechizo.
―Voy a probar una cosa con el agua de la bañera ―comento cuando devuelvo el libro, con una sonrisa pícara.
Me meto unos cristales en el bolsillo y subo el último barreño y después de vaciarlo en la bañera empiezo a hacer el hechizo de calentamiento. Solo espero no pasarme con la temperatura. Cuando cesa el hechizo observo el agua. Suelta volutas de vapor, que me resultan una delicia después de tantos baños en agua helada. Acerco la mano para comprobar que no está demasiado caliente y meto un dedo. Quema un poco de más, así que bajo a por un barreño más para añadirle. De camino informo a Vac que he conseguido tener agua caliente y subo de nuevo todo contento tras devolverle los cristales.
Darse un baño así es estar en la gloria. Ya casi no recordaba lo que era remolonear para salir de la bañera. Cuando empiezan a arrugárseme los dedos decido que ya está bien y salgo y me visto para bajar a desayunar de una vez por todas. En la cocina todo sigue igual. Intento no molestar mientras como dos piezas de fruta. Nada que ver con aquella manzana de ayer... qué maravilla. Voy a tener que olvidarla para dejar de comprarla con todo lo demás que como, especialmente la fruta.
Cuando termino me acerco a observar a Vacuum. Pongo a cargar los cristales que usé en el baño y cojo el libro una vez más.
―¿Puedo practicar contigo? ―pregunto con timidez. Él acepta y sonrío ampliamente―. Pues veamos qué hechizos interesantes hay por aquí...
Empiezo a hojear el libro emocionado, teníamos mucho tiempo por delante para hacer pruebas con la magia.

Nia entra pisando fuerte. Llena de polvo y con un corte pequeño en la pierna por la caida. El dolor o el escozor de la herida no le hacen cambiar de semblante ni de humor. Realmente estaba cansada de estar todo el día encerrada, aunque lo hacia porque queria, queria seguir leyendo y eso es lo que más le fastidiaba. Al entrar comprueba que Vacuum y Gael están haciendo algo con unos libros.
-¿Magia?-murmura para sus adentros. En ese instante, Harm, que habia estado muy callado, vuelve a hablarla.
<<Acercate a ellos. Pronto.>>
-¡Ay! ¡No me des esos sustos!-
<<Lo que sea. ¡Rápido!>>
Nia se acerca con un puchero, su humor iba de mal en peor. Harm comenzó a analizar cualquier gesto, movimiento, palabras o cosa que considerase relevante. Esa "magia" debia de ser estudiada y practicada por un experto, y uno por infantes. A saber que males o consecuencias podria traer.

Mientras practico se despierta Gael, que baja y sube para llenar la bañera, en el último viaje me pide el libro y memoriza un hechizo, en verdad este chico tiene un talento nato para la magia, se vuelve a ir y estoy un rato con el hechizo, hasta que vuelve a bajar, y esta vez me pide practicar con el, yo acepto encantado, seguro que aprendo mas rápido, sin embargo antes de empezar en serio entra Nia, parece que tiene un pequeños corte en la pierna, antes de que diga nada se lo limpio con un trapo y un poco de agua y realizo el hechizo de curación, cerrando la herida, la revuelvo el pelo ligeramente y vuelvo a sentarme, pasamos el resto del día practicando el hechizo de levitación, y en última instancia comenzamos con el de congelación ... pasamos así el día, con un descanso para comer el arroz cuando nos entra el hambre, al final del día estoy con dos peras congeladas flotando sobre mi cabeza, trazando círculos muy lentos alrededor de mi cabeza, como si orbitasen, miro a Gael y a Nia y me río, mientras las últimas reservas de energía de los cristales se van consumiendo, apenas deben de quedar unos segundos para que caigan al suelo las frutas heladas ...

Seguimos practicando durante todo el día, e incluso Nia se queda a mirar. Creo que hemos avanzado mucho, aprendido hechizos nuevos y practicado los que ya conocíamos. Además hacer hechizos con más personas es divertido y los puedo poner en práctica. Vacuum al final utiliza los últimos amuletos cargados en hacer levitar unas peras congeladas. Me aparto de su trayectoria anticipándome a su caída, y terminan por desplomarse a pocos centímetros de mí. Salto asustado y se lo reprocho a Vacuum haciendo pucheros exagerados.
Ahora ya solo quedan en la mesa un montón de cristales descargados y amuletos, junto al libro.
―¿Los cargamos? Y después podemos comer algo, ¿verdad? ―Hace tiempo que siento hambre―. Y... ¿sabeis? Mañana quiero probar el hechizo de la intangibilidad, si puede ser... Parece algo peligroso, pero fuera debería poder usarse sin problemas...
Aparto el libro de la mesa y cojo el primer cristal que veo. Me hago un corte con él sin pensar demasiado en ello y empiezo a cargarlos uno a uno. Ojalá hubiese un método menos sangriento, lo paso mal para clavarlo cada vez que hay que recargar una tanda de critales.

Los demás me ayudan y cuando terminamos recogemos la mesa para empezar a hacer la cena. Nia y yo ayudamos a Vac y pronto tenemos una especie de fondue de queso y una bandeja con trocitos de pan, además de una macedonia de postre (debería llamarla Vaccedonia). La gente viene a cenar y pronto todos tenemos el estómago lleno. Al terminar veo que los demás recogen la mesa, así que me levanto y me despido para poder ir por fin a dormir, el cansancio ya me podía. En cama busco la postura más comoda y no me tapo completamente, porque al igual que la noche anterior, me sigo sintiendo mal al hacerlo. Mientras continuo mi particular lucha por el sueño escucho como los demás van ocupando sus camas, y no es hasta que están todos en la suya cuando termino por dormirme.

"Estoy agotado..." Es lo ultimo que pense antes de meterme en la cama, después de haber entrenado con la ballesta baje al sotano y empece a cargar mi trabajo, pero cuando iba por la parte complicada, el conversor, la runa empezo a arder y casi pierdo el taller completo.
"Si no llega a ser por la magia no se que habría hecho, aunque en realidad el fuego también ha sido culpa de la magia... La verdad es que lo unico que se es que eso no debería haber pasado, segui las instrucciones para cada runa al pie de la letra y las comprobe varias veces antes e cargarlas, así que solo puede haber sido por dos cosas, o hice algo mal sin darme cuenta o simplemente no soy lo suficientemente poderoso como para controlarlas del todo y correctamente..." Al final supongo que me conformare con un modelo mucho más simple pero igualmente efectivo y que, al fin y al cabo, solo necesita un poco más de esfuerzo por mi parte y por la del receptor para funcionar... espero que eso me salga bien...

Cuando todo falló me cabreé bastante, llevaba ya mucho tiempo invertido en eso y el perderlo todo no era algo que me animara precisamente, además sigo sin saber que es lo que le pasaba el otro día a la gente del torreón... supongo que les tendré que preguntar, y cuando pueda tengo que visitar a los demás cosechados... hace mucho que no voy al burdel y además por lo que he oido hay otra zona más, al sur cerca de donde me desperte cuando llegamos en otro torreón, habra que ir alli también pera ver si encuentro algo util y para conocer a más gente...

Mientras pienso en lo que voy a hacer mañana me termino la cena que me he subido a la cama y me acuesto, y hoy, por segunda vez esta semana, consigo dormir tranquilo

Yip se levanta de un salto al oir que alguien ha subido a la cuarta planta, y rápidamente coge sus espadas y se agacha, enfrentandose a...

-Hola Elliot, podrías avisar antes de ponerte a usar esos malabares asesinos cerca de mí-dice Yip mientras se relaja, desdpués se acerca a su equipaje y saca una túnica con un desgarrón y la mira, suspirando molesto

-¿no sabrás quien me puede coser esto verdad? es mi ropa favorita, y o que llevo ahora ya empieza a oler, por lo que staría bien tener una muda-comenta a Elliot mientras le ve practicar