Torreón Letargo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

Vacuum le devuelve el abrazo y le besa. Cain atrapa sus labios alargando le beso lo máximo posible, disfrutando de su sabor, de su calidez, rozándose contra su cuerpo, intentando estar lo más cerca posible de él, sn permitir ni un milímetro de vacío entre los dos.
-Yo también- le responde. Poco a poco el miedo se disipa. No iba a irse a ninguna parte, ninguno de los dos iba a irse. Se repite esto mentalmente varias veces. Le da un beso en la frente y las buenas noches y se pone a acariciarle el pelo, enredando sus mechones en los dedos, atento a la respiración pausada de Vacuum que le arruya y le adormece, como una nana. Hasta que se queda por fin dormido.

Cuando abro los ojos, lo primero que hago es preguntarme dónde estoy.
Después, recuerdo de golpe todo lo que sucedió ayer: el rodeo que dimos, Los Jardines de la Memoria, aquella grieta llena de huesos, y la llegada a este torreón.
Entonces, de pronto, recuerdo también la conversación acerca de la Luna Roja. Todos cambiaremos y nos convertiremos en simples monstruos. Entonces, ¿qué va a ser de nosotros? Pero, tal y como comenté ayer, yo aún me siento normal. Demasiado normal. Y eso me alivia y alarma al mismo tiempo.
Intentando no pensar en eso, camino por el torreón, bastante desorientada, puesto que apenas recuerdo mi paseo de ayer hasta el dormitorio.

Me despierto algo inquieta. Han pasado tantas cosas en las últimas horas... Quién iba a decirme que, cuando Vacuum, Elliot, Caín, Jack y Martalar llegaran al torreón, recibiría una noticia que iba a afectarme tanto. Jamás lo habría imaginado.
Elliot tenía razón. Vamos a transformarnos. Vamos a cambiar completamente, y quién sabe si, tras esa Luna Roja, quedará algo de nosotros. Reprimo un escalofrío. Tengo miedo, mucho miedo, y ahora que nadie me ve, no lo escondo. Por una parte, preferiría no saberlo. Al menos, estaría tranquila durante unos días, y no tan asustada. Quizás sea cuestión de tiempo pero, por el momento, no me veo capaz de aceptarlo. Es tan extraño... Ojalá no hubiera aceptado nunca la invitación de venir aquí, pero ya es demasiado tarde. No hay vuelta atrás.
Decido, sin embargo, que no voy a quedarme aquí encerrada todo el día, pensando en esto. Necesito distraerme un poco, de cualquier manera, me da igual cómo. Miro el libro de magia, pero lo desecho. Practicar sólo me recordaría lo que va a sucederme... A sucedernos a todos. Sacudo la cabeza. Quizás me venga bien tomar un poco el aire, pero no voy a salir sola, así que resuelvo ir a la terraza. Me dirijo hacia ella... Y allí está Elliot, mirando la ciudad. Está preocupada y asustada, lo sé. Como todos nosotros. Me repongo enseguida, escondiendo de nuevo lo que siento y lo que me pasa por la cabeza. Me acerco a ella.
- ¿Elliot? - digo a media voz.

Cain se despertó. O al menos abrió los ojos al escuchar su despertador en la mesilla. Solo que no era su despertador, sino sus auriculares, ¿por qué los habría dejado allí? Notó unos brazos rodeándole, los de Vacuum. Enternecido por ese gesto pero con unas ganas horribles de mear trató de zafarse del abrazo, pero parecía que el desgraciado no quería soltarle. <<Sueltame jodida marmota>> Por fin logró zafarse de Vacuum y bajó corriendo al baño. De vuelta arriba, cogió una pera y se la fue comiendo por el camino. No tenía ganas de volver a la cama, estaba demasiado inquieto para dormir y no quería despertar a Vacuum, así que subió a la terraza. No se dio cuenta de que había ya alguien allí hasta que ya hubo subido por la trampilla
-Esto... hola- saludó

Cabeceo.
- Sí... Bueno... He dormido pero... No muy bien. No dejaba de darle vueltas a la cabeza - digo. Aunque trato de que no me tiemble la voz, no lo logro del todo. - Son demasiadas cosas... Vacuum me lo contó todo anoche, cuando volvisteis. - Hago una pausa. - ¿Cómo estás? Cuando te trajeron, me preocupé un poco.
Es una pregunta estúpida: después de saber lo que va a ser de nosotros cuando salga la Luna, no creo que se encuentre muy bien. Y, probablemente, ella tampoco haya conseguido conciliar el sueño. Espero su respuesta y, entonces, oigo la voz de alguien que nos saluda. Me giro. Es Caín... Sólo lleva un boxer y un anticristo colgado al cuello.
- Eh... Hola... - lo saludo. Agacho la mirada.

Cain sopesa la idea de una retirada estratégica a por sus vaqueros, pero opta por pasar.
-No, estoy asado, ese griego es una maldita estufa- dice conteniendo una risa. Se apoya en una almena y mira a lo lejos. La ciudad parece tranquila <<Sí, hazte la buena ahora...>> Desde allí podía ver varios círculos dorados dispersos, algunos con un intrincado diseño de runas y otros símbolos. Cain se frota los ojos, para ver si la imagen desaparecía <<Tiene que ser una ilusión...>> Pero no lo era, y lo sabía desde que los vio por primera vez. <<Tal vez... Yo ya esté cambiando....>> Eso le provocaba un incómodo hormigueo en el estómago.
-Habéis... notado algún cambio extraño últimamente?- pregunta.

Miro a Caín con curiosidad.
- ¿Cambios? Yo... yo no he notado nada - respondo. <<Y espero seguir así durante mucho tiempo>>, pienso, un poco asustada. Aunque, si los demás han nsentido algo extraño, es probable que yo también lo haga enseguida. - ¿Y vosotros?
Las palabras del chico han conseguido inquietarme de nuevo. De acuerdo, Elliot lo había deducido hace un tiempo, pero habíamos dado por hecho que no tenía razón, que sus conjeturas eran sólo eso, conjeturas. Pero ahora que sabemos la verdad y lo que implica... Suspiro para tranquilizarme un poco y trato de mantenerme firme mientras espero la respuesta de los demás con una mezcla de inquietud y curiosidad.

-Hace días...- empieza- que veo uno anillos dorados sobre algunos edificios. Muchas veces son sitios en los que E... en los que no puedo entrar o son peligrosos, pero no siempre. He intentado decucir lo que podrían significar pero no se me ocurre nada, no sé lo que son ni por qué puedo verlos...- Cain miró a Elliot y Helli para ver sus reacciones, seguramente le tomarían por loco- Y si... ya está empezando? -se sienta en el suelo con las rodillas flexonadas y los brazos cruzados sobre estas. Por un momento había creído que a lo mejor los demás tambi´n veían esos círculos, o cualquier otra cosa extraña, pero estaba claro que era algo que solo le afectaba a él, solo a él, solo a Cain. <<Como Estigma>> Tal vez ni siquiera fuese algo de la ciudad o de la Luna, tal vez fuese cosa suya, otra forma de apartarle, otra forma de volverle loco. Se arrepintió de haberlo dicho

De pronto, abro los ojos...Solo recuerdo haber soñado con el burdel y con Cain, Norou, Vacuum, Erika, Elliot...¡Convertidos en murciélagos! Malditos bichos...Sacudo la cabeza, pero otra imagen del sueño me viene: nos comíamos a los demás, que no estaban transformados...Necesito echarme agua en la cabeza, despejarme, hacer algo, ¡pero borrar ese...esa pesadilla! Salgo corriendo hacia el pozo, consigo un cubo con agua y meto la cabeza dentro, la sacudo varias veces y luego dejo el cubo junto al pozo. Esto es otra cosa...Ahora solo tengo que preocuparme de no resfriarme y de comer algo. Y el sol sigue molestándome...No me gusta la idea...<<A ver si lo de los murciélagos va a ir en serio...esos bichos son ciegos...>> Me estremezco y vuelvo corriendo a donde casi todos duermen <<Ya hay algunos despiertos...Bien>> Me pongo la camiseta y vuelvo a bajar corriendo a la cocina. <<Esta no es nuestra cocina...>> pienso, mientras la miro como si fuese la boca de un lobo, así que al final cojo una pieza de fruta y me siento mientras la mordisqueo <<¿Cómo estarán en el burdel? Hum...Espero que bien...Más les vale no haber salido en nuestra ausencia y haberse muerto...>>

Me despierto con un bostezo enorme, parpadeo y miro a mi alrededor, Cain no esta en la cama, pero su olor aun esta en la almohada, me pongo en pie y bajo a la segunda planta, donde me doy un baño, limpiándome a fondo, salgo y subo a la tercera planta secándome el pelo con una toalla, me pongo los vaqueros, una camiseta negra, la sudadera y la bufanda entorno al cuello, me calzo las Converse dejándolas desabrochadas y agarrando la guitarra bajo a la primera planta ... Jack esta abajo ...
-Buenos días Jack - le saludo al verle - ...
Me dirijo a la cocina, para cambio de opinión ... me apetece comer otra cosa, salgo al patio y busco entre la vegetación, no tengo que buscar mucho para encortar una especie de planta parecida al bambú pero de color azul, le arranco un buen puñado de hojas y vuelvo adentro, había leído en el herbolario, que la planta tenía propiedades fortalecedoras en sus hojas, y necesitaba despertarme un poco ... eran algo así como vitaminas, cojo un poco de menta también y me voy a sentar, pero me apetece tomar el aire, así que me encamino hacia las escaleras, haciéndole un gesto a Jack por si quiere venir ... al pasar por la habitación veo que Elliot y Helli tampoco están en sus camas, deben de estar con Cain, y si ... antes de llegar oigo sus voces en la azotea, llego a oír la ultima parte de la conversación antes de asomarme por la puerta ...
-Buenos días - digo tragando las hojas que tengo en la boca - ... ¿círculos dorados? - pregunto sentándome en mi sitio habitual, entre las almenas y con los pies colgando - ... eres afortunado - digo con una sonrisa que pretende restas tensión al asunto - ... a mi me ha dado por comer hojas ... quizá me transforme en un panda - digo comiendo un poco de menta y desviando la mirada, con la broma quiero quitarle hierro al asunto, pero no va aservir de nada ... a mi también me inundan las dudas, pero no se que pensar - ...

-Me preocupa... el precio. Que me avise de los lugares peligrosos no significa que sea necesariamente bueno- dice pensando en el Estigma y todo lo que le había hecho sufrir, aunque en cierto modo le protegiera.- Estas cosas siempre tienen un precio, y a veces es demasiado alto...- Mira a los demás. No, no podñia ser tan pesimista, ya estaban bastante asustados- Lo siento...- cuando llega Vacuum y se sienta en la almena, rodea su pierna con un brazo y planta un beso sobre los vaqueros, apoyando la cabeza. Ríe ante el comentario del panda- Un oso panda, ¡que adorable! Me gusta más esa idea que la de la cabra...-se burla