Torreón Letargo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

Nia asiente.
-A mi no se me dan bien estas "espadas"...pero a Harm si...-
Helli pregunta por su hombro.
-¿Eh? No, no...No es nada...Tan solo es un sueño raro mio...-dice haciendo gestos de todo tipo, ya que la gente se reia de ella siempre cuando tenia sueños diferentes.

- ¿Una pesadilla, quizás? A veces esos... "sueños raros" nos afectan más de lo que piensas. Si quieres hablar de ello, estoy dispuesta a escucharte - le digo. - Aunque no sé si te apetecerá recordarlo, pero, en ocasiones, hablar ayuda.
Una pesadilla... Bueno, teniendo en cuenta el lugar en el que estamos, no me extraña que Nia haya tenido un mal sueño. Por suerte, yo no he tenido ninguno desde que estamos aquí, y eso me alivia. Teniendo en cuenta que estoy cansada, lo único que me hace falta es no dormir bien...
Como Nia parece no querer hablar de ello, me despido de la niña, dejo que siga leyendo y empiezo a subir las escaleras, preguntándome qué puedo hacer ahora.

Me escucha atentamente y lo agradezco, pone su mano sobre la mía y me percato de que estoy apretando demasiado la guitarra, aflojo la presión y cojo la mano de Elliot, necesito un ancla, y su mano es lo mas parecido ... lentamente la sensación de dispersión se desvanece ...
-Gracias por escucharme - le digo con una sonrisa - ... y no se si son solo pesadillas, parecen demasiado reales - digo pensativo - ... pero bueno, nos tenemos los unos a los otros, y se hará mas fácil, ¿no crees? - le pregunto riendo, sigo aferrado a su mano, no se si le molesta, así que la suelto, para no incomodarla - ... perdona - le digo - ...
Toqueteo un poco las cuerdas, pero finalmente guardo la guitarra en su funda ... miro algo ensimismado el gran edificio rojo que hay en la lejanía, es un edificio extraño, pero creo que nos prohibieron ir allí, una lástima ... a pesar del aspecto terrorífico del lugar me llama mucho la atención ... ¿como sera por dentro?, por fuera alcanzo a distinguir figuras y relieves en las paredes ... tiene aspecto de catedral gótica, es muy extraño ...

Finalmente, como no sé qué hacer, me dirijo de nuevo a la habitación y cojo el libro de magia. Suspiro. Al final, aunque esté cansada, siempre voy a terminar practicando. Subo a la cuarta planta y, como veo que no hay nadie entrenándose, decido quedarme allí. Estaré tranquila.
Empiezo a hojear el libro, distraída, mientras busco un conjuro nuevo que probar. Hay muchos donde elegir, pero ninguno que me llame especialmente la atención... Un momento. Me detengo en una página. Me quedo pensativa. Humm... Este parece interesante. Sí, definitivamente creo que voy a intentarlo con este.
Sigo las instrucciones del libro y espero, a ver qué sucede. Ojalá funcione...

Cuando termino de pronunciar el hechizo, una extraña criatura aparece frente a mí. La miro, un poco asustada, pero me repongo. Pronuncia una frase que no entiendo.
- ¿Cómo? - es lo único que acierto a decir, a pesar de que supongo que no me va a comprender.
<<Seamos prácticos>>, pienso. <<Quizás haya algo en este libro que me pueda servir>>.
Sin perder de vista a la criatura, sigo hojeando el libro, buscando con rapidez. Ya que lo he convocado, será mejor que aproveche la oportunidad. Finalmente, hallo algo... Empiezo a leer con atención. Sí, parece que es esto. Hay una serie de órdenes básicas transcritas a otro idioma. Lo único que espero es que sea el de esta criatura porque si no...
Intento leer una de las frases sin mucha convicción. Miro a la criatura, que se mantiene expectante, aguardando. Vale, parece que no me ha entendido. Quizás mi pronunciación no haya sido la correcta... Decido probar de nuevo; quiero conseguir que este bicho me haga caso.
Pronuncio la frase una segunda vez, pero tampoco da resultado. Sin embargo, no me rindo. Si me rindiese ahora, no tendría sentido. La leo una, dos, muchas veces más, probando distintas pronunciaciones, hasta que parece que la criatura reacciona. Bueno, quizás no me haya entendido del todo, pero parece que ha captado alguna de las palabras porque ahora me presta atención.
<<Voy por buen camino, al parecer>>, pienso. <<Venga, otra vez>>.
Sigo intentándolo hasta que creo que lo tengo. Para comprobarlo, me pongo en pie y empiezo a bajar las escaleras, mientras repito la orden. Espero a que la criatura me siga. Si es así, lo habré logrado.

Mientras bajo las escaleras, la criatura va despejándome el camino para que pueda avanzar con tranquilidad.
<<Vaya...>>, pienso. La miro, satisfecha. Vamos a ver qué más puede hacer. Cuando llego a la planta baja, me siento en un sillón y sigo leyendo las órdenes, para ver qué mandarle a continuación. Escojo una e intento pronunciarla. Me sigue costando un poco, pero creo que voy cogiendo práctica. Poco a poco, logro hacerme entender, cada vez con más soltura, aunque me falta mucho por aprender.
Miro a la criatura, dejo el libro en un rincón apartado, regreso al sillón y le ordeno que me lo traiga. Se lo señalo y espero. Ojalá funcione de nuevo.

Cuando se acerca a mí, no puedo evitar sentir un poco de repulsión, aunque procuro no mostrarlo. Me he acostumbrado a no mostrar mis emociones, y esta vez no es una excepción. Tras comprobar que no ha manchado el libro, vuelvo a buscar la página con las órdenes y sigo leyendo, buscando una que me pueda resultar de utilidad. Hay varias, pero finalmente me decido por una que nos va a venir bien. Asiento.
Miro a la criatura y digo la orden varias veces para que la pronunciación salga bien y la criatura me entienda. Le voy a encargar una labor de vigilancia: quiero que esté atento por si ocurriera algo en el torreón. Aguardo, esperando que esta vez también dé resultado.

Parece como si me regañase por agradecerle que me escuche, pero es normal ... bueno, es una gran amiga ... la mas cercana que tengo, es normal escucharse entre amigos ...
-Enserio, tu compañía es reconfortante Elliot - le digo sonriendo, es fácil hablar con ella, junto con Cain es con la que tengo mas confianza - ... si quieres te vuelvo a coger la mano, yo encantado - digo agarrándole de nuevo la mano y cubriéndola con las mías, parecía como si no quisiese que le soltase, y yo me sentía mejor agarrando su mano - ...
Sigo contemplando la ciudad, aunque ya no hay mucho que ver ... la noche a acabado de caer y en el cielo negro solo se ven los destellos de los murciélagos flamígeros, en la distancia se distingue la silueta de la catedral roja, parece que la rodea un foso de luz anaranjada ... supongo que sea lava, de verdad quiero ver ese edificio, pero esta prohibido ... una lástima, ¿lo podre ver algún día? ... miro a Elliot, ¿que pensara ella? ...
-¿Que te parece aquel edificio? - le digo señalando la catedral levemente perfilada con una mano, mientras sigo sosteniéndole la mano con la otra - ... ¿te apetecería visitarlo si o estuviera prohibido? - le pregunto, se que a Elliot puedo contarle mis locuras, tiene el don de preveer mis estupideces y abrirme los ojos - ...

La criatura, tras salir por la ventana, regresa junto a mí. Se acerca tanto que tengo que reprimir un escalofrío. Aunque parece que esta criatura no va a hacerme daño, da un poco de miedo.
Deduzco que ha visto algo fuera, así que me acerco una ventana y veo que un escorpión muy grande pasa de largo. Sonrío, satisfecha. Parece que ha comprendido la orden a la perfección y que, por el momento, tendremos un vigilante. Me pregunto cuánto tiempo se quedará la criatura... Vuelvo al sillón y busco de nuevo el conjuro para ver si dice algo más sobre ella.

-Es verdad, me siento cómodo hablando contigo - digo al oír como se ríe - ... eres una chica de carácter fuerte, pero eso te hace diferente, y eso no es malo - digo riendo y apretándolo ligeramente la mano, me sonrojo un poco, pero la bufanda y el flequillo lo ocultan - ... ellos se lo pierden, no le des importancia, ignorales ...si quieren ser tus amigos que te acepten tal y como eres, si no que se olviden de ti, tu vales la pena Elliot - concluyo sonriendo - ...
Escucho su opinión sobre el edificio, yo tenía razón ... sabe hacerme cambiar de opinión ... es una gran chica, pero su último comentario ... ¿miedo de que?, ¿del edificio? ... ¿o de otra cosa? ... le miro, ¿y esa cara de póquer? ...
-¿De que tienes miedo? - le pregunto mirándole a los ojos, es la mejor forma de leer en la gente, de saber como se encuentra realmente, mis ojos cambian a un tono mas oscuro de preocupación - ... no va a pasar nada, pero si no quieres no voy - digo riendo - ...