Torreón Letargo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

Terminada la práctica, con la mano cansada de tanto cargar, manipular y disparar la ballesta, que además pesa considerablemente, la dejo en su sitio y voy a la cocina. Allí están Elliot, Vacuum, Caín y el chico cuyo nombre aún no sé.
-Buenas...-me quedo pensativo y corrijo.-Hola.-<<Tengo que decirles lo del sueño raro...>> Les miro titubeante y primero decido comer algo. Huevos fríos. ¡Huevos! Cojo un plato, me sirvo y empiezo a comer lentamente, que aunque me gusten los huevos fritos, no hay prisa <<El sueño, el sueño>> Insisto, no hay prisa. Y comer rápido significa digerir mal <<¡El sueño!>> Sacudo la cabeza y cuando trago, digo en voz alta.-Creo que me han hecho algo mágico...-<<Es la única explicación que le veo al sueño y a esta sensación>>.-El caso es que he soñado con una especie de Cementerio que al parecer tira de mí...Siento la necesidad de ir, pero no me fío de ir solo. Y lo malo es que si es peligroso no quiero arrastrar a nadie...-y miro a Caín, pensando en el Estigma <<Pero tengo que decirlo en voz alta, el chico no es telépata>>-Aunque puede haber algo que nos sea útil, como dice Elliot.-digo de pronto, aprovechándome <<Así solo conseguiré que quieran ir...Como pase algo será culpa mía...Maldita sea...>> y sacudo la cabeza, apoyo los codos en la mesa y la barbilla en los dorsos y miro lo que queda de mi plato, se me ha quitado el hambre con la idea de que le pase algo al grupo por mi culpa.

Cain baja junto a Vacuum con una media sonrisa por el beso. Al llegar a la cocina saluda con un gesto y se sienta a comer. Lo primero que hace es mojar un trozo de pan en la yema del huevo, como solía hacer en casa. Incluso el color y el sabor eran ligeramente diferentes a los de la Tierra, pero seguían estando buenos, incluso fríos. Casi ni se dio cuenta de que Jack bajaba hasta que dijo lo del cementerio. Rebuscó en su chaleco y sacó un mapa arrugado de un bolsillo interior, y lo desplegó en la mesa, alisándolo como pudo.
-Hay muchos sitios raros marcados en el mapa.- señalço un punto- Esto se supone que es un cementerio, aunque no le presté mucha atencion al atlas...- no le gustaban los cementerios, nunca le habían gustado.

Termino de comer mientras escucho atentamente a Elliot, Jack y Cain ... cuando acabo friego los platos sucios ya que todos han acabado de comer, y salgo al patio a enjuagarme la boca ... vuelvo a entrar y miro a los presentes ...
-Un momento - les digo mientras me dirijo a la escalera - ...
Subo las escaleras veloz hasta la tercera planta .. creo haber visto .. si, junto a la cama de Adara, la chica mayor, hay un atlas ... lo debe haber cogido en la biblioteca, se lo cojo con cuidado, no creo que se moleste ... es para algo importante ... me subo un poco la bufanda, hasta cubrir la boca, empieza a hacer frío ... bajo a la primera planta y plano el libro sobre la mesa de la cocina, lo abro y ojeo sus páginas, hasta que doy con la página idónea ... muestra la zona norte de la ciudad, ocupada por un gran cementerio ... parece un sitio importante ... y es una zona verde de la ciudad ... la mas grande parece ...
-¿Quereis ir? - pregunto - ...
A Cain no se le veía entusiasmado, no se le notaba, pero yo lo sabía ... ¿no le gustaban los cementerios?, le pongo una mano en el hombre y aprieto ligeramente, no iba a ir solo ...

Cain pone la mano sobre la de Vacuum en su hombro. Paecía haberse dado cuenta, pero no quería que los demás dejasen de ir por su culpa... Realmente era una tontería, como lo de las iglesias... No es que temiese los cementerios, realmente nunca había estado en uno, ni cuando su padre murió... Recordó las palabras de Vacuum sobre su reticencia a entrar en una iglesia, en un territorio ''sagrado'' <<Yo no estoy maldito realmente... ¿no?>> Miró la imagen del mapa; el lugar era una zona verde bastante grande, eso le animaba, y pronto su desagrado toma cierto matiz de curiosidad
-Por mí vale...- dice finalmente

Miro el mapa a mano de Caín y me encojo de hombros
-No sé llegar, solo sé que tira de mí...Si levitase, la atracción me llevaría por sí sola...Y me da miedo que os pase algo por mi culpa...-Vacuum habla, se va y vuelve con un pesado tomo, lo abre y abro los ojos con sorpresa al ver que es un atlas. <<Vaya, buena idea tuvo el chico al sacarlo de la biblioteca.-¿Puedo interpretar que vienes, Vacuum?-<<Si no, no le preguntaría a Caín. Aunque el pequeño no debería venir, no me fío de que pase algo...Maldita magia>>.-Insisto en que no me fío...Es magia lo que tira de mí, pero hay magia buena y magia mala...Y no me gusta...Pero no puedo vivir eternamente con esa atracción...-Está bastante claro que no me gusta la situación, por lo que digo y mi postura abatida.-Elliot también...Vale...¿Vamos ya, antes de que anochezca?-inquiro levantándome lentamente.
Salgo de la cocina y voy a por el escudo, la espada, los mitones con garras y el látigo, vuelvo equipado y les espero en la puerta.
-Cuando digáis. Aunque...Bueno, vamos.-digo saliendo, pero les espero, no me sé el camino y Vacuum y Caín tienen sendos mapas.
(Sigue en el Barrio Chamuscado)

Cain me pone su mano sobre la mia y parece de acuerdo en ir ... al igual que todos ...
-No te preocupes Jack - le digo - ... mejor que te acompañemos y resuelvas la duda ...
Me acerco a la pared donde están apoyadas mis armas y sigo el proceso de siempre, la espada a la espalda, entre la guitarra y la espalda, y el escudo en el brazo izquierdo ...
-Listo - digo agarrando el libro - ... cuando queráis ...
Salgo tras Jack, el viento afuera comienza a ser gélido, pero apenas me percato de ello, miro concentrado el atlas, parece que el cementerio esta cerca ...
-Por allí - digo señalando una calle - ...
Comienzo a andar, atento a los posibles peligros ...

Continúa en al Barrio Quemado.

Poco a poco van bajando todos a desayunar, así que me aparto y hago sitio para nos er un estorbo en la cocina. Escucho que va a haber una excursión por la ciudad, así que bajo a la armería a recuperar mi daga. La vara recordaba haberla dejado arriba, pero aun así curioseo un poco entre las diferentes armas. Todas son demasiado pesadas o peligrosas para mí, aunque algunas espadas me encantan. Sueño despierto demasiado, ni en mil años podría empuñarlas.
Cuando subo arriba parece que ya está todo decidido y la gente lista, con un mapa y un atlas y también sus armas. Me uno a ellos cogiendo mi vara y me declaro listo para la aventura. Me coloco en medio del pelotón y me dirijo con ellos a un destino que nunca antes había visto. Espero que consigamos llegar.

(Sigue en el Barrio Quemado).

Cain sube un momento a por sus talismanes y a por sus botas, pues estaba descalzo. Pensándolo con detenimiento, la idea se le hacía cada vez más atractiva, su curiosidad iba en aumento. Cuando salió, siguiendo a los demás se dio cuenta de cuanto refrescaba en Rocavarancolia por la noche. Se frotó los brazos desnudos y se pegó a Vacuum en busca de calor, sin entorpecerle el paso, mirando también el atlas

(sigue en el Barrio Quemado)

Vacuum esta vez nos guía a la perfección y llegamos en muy poco tiempo, aunque casi íbamos corriendo, por temor a que algo nos atacase en la noche. <<¿Cosechado? ¿Luna sedienta de sangre? ¿Estaban realmente locos los muertos?>> Pero cuando miro al cielo sin luna me estremezco <<No hay luna...Aunque quizá este mundo no la tenga, sí, será eso>> Me sereno y vamos entrando en el torreón. Dicen algo de cenar, pero yo voy a la armería, me cuelgo un arco corto y una ballesta en cada hombro y vuelvo a la cocina.
-Yo volveré al burdel. Ya nos veremos.-me despido sonriente.
Salgo del torreón y echo a correr a toda velocidad, pero intentando pisar en silencio, para no molestar a nada ni a nadie que no quiera ser molestado. Mientras voy repasando estos días <<Ya tengo una idea para una ballesta más sencilla, hemos visitado un lugar realmente interesante al que tengo que volver, Caín sabe por culpa de ese sitio mi secreto, pero no creo que importe...Hablando de Caín, él y Vacuum están...¿Juntos? Sí, como se diga, pero no importa, es más, mucho mejor, así los dos grupos estamos más unidos y...el cementerio...Malditos esqueletos parlantes...Eh...¿Y si no fuesen esqueletos y fuese gente enterrada viva? Espero que no...>> Sacudo la cabeza para borrar esta oscura idea y sigo corriendo. <<Si me pusiese a cuatro patas, parecería una tortuga con patas de colaespina>> pienso sonriendo.
(Sigue en el Burdel de Dama Espasmo)

Llegamos todos juntos al torreón. Desde que había caído la noche llevábamos bastante prisa. Creo que a nadie le agradaba estar allí fuera. Ya se había levantado el viento típico de las noches de Rocavarancolia y todos los ruidos parecían traicioneros.
Cuando entro al torreón respiro aliviado. Da gusto estar en casa. Por extraño que parezca, ya acepto ese torreón como mi casa. No ha pasado tanto tiempo, pero parecen siglos.
Al poco de llegar el del burdel ya se marcha, llevándose consigo algunas armas de la armería. Los demás hablan de la cena, pero todos están demasiado cansados como para ponerse a cocinar. Al final lo solucionamos comiendo pan con queso y frutas. Es más que suficiente, al menos yo me he quedado satisfecho. Después la gente empieza a dispersarse, se nota el cansancio en el ambiente. Yo bajo a la armería a dejar mi daga y mi vara. No quiero seguir dejando las cosas por el medio para no estorbar. En el sótano hace bastante frío, cuando subo de nuevo tirito un poco. Tal vez haya cogido algo de frío, salí más fresco de lo que debería, no pensé que acabásemos por volver de noche. Para entrar en calor me apetece meterme en cama, aunque eso es aburrido. En momentos como este echo muchísimo de menos la tele, leer algún tebeo, no sé. O charlar con mi hermano, o poner música hasta dormirme.
A falta de nada mejor, cojo el libro de magia que seguía sobre las mantas. La luz es insuficiente, pero aun así pienso leer hasta caer agotado. Al final, dejo la lectura en cuanto me duelen los ojos y trato de dormirme mientras escucho a los demás subir y deslizarse en sus camas uno a uno. Con los ojos cerrados no paro de recordar las frases que decían los muertos. Era todo demasiado mágico y aterrador, no tengo claro ni qué impresión me he llevado de ese cementerio. Aunque cuando me empieza a llevar el sueño por fin dejo de darle vueltas.

Nia se da cuenta de que los ultimos dias ha estado como pasiva, siempre llevando a cuestas su libro de cuentos y leyendolo, no importando la situacion o el lugar, ella seguia leyendo. Aquel libro, era sin duda prodigioso. Tenia la sensación de que nunca podria terminarlo. Y cuanto más leia, más queria leer. Se habia vuelto una adicción para ella, el pasar aquellas páginas rígidas de madera, admirando los relieves e ilustraciones. Harm tampoco estaba muy activo. Parece que se habia estado informando regularmente, a veces llendo a la biblioteca mientras ella dormia o observando a sus compañeros. Le hacia mucho de rabiar aquella cosa denominada "magia". Le interesaba, a la vez que la odiaba.
Nia se levantó de la cama de un salto y, sin soltar el libro se dirigio al armario y cogio una ropa más comoda. Hoy no tenia ganas de estudiar, ni de salir a jugar, ni si quiera tenia hambre. Solo le apetecia seguir leyendo. Baja temerariamente las escaleras mientras lee, sin caerse, salvo al final, en los últimos escalones se tropieza y cae al duro suelo. Se aguanta unas lágrimas y se sienta en un sillón, para continuar leyendo con más luz.

Me despierto parpadeando por la luz ... ayer llegamos tarde, y el cansancio era generalizado, no se preparo cena, solo se comió un poco de queso y pan, pero no tengo mucha hambre ... me incorporo en silencio y con una toalla en la mano bajo a la segunda planta, me doy un buen baño y me seco bien, subo a la tercera planta y me pongo los vaqueros, la camiseta gris con la que llegue, la sudadera y la bufanda al cuello, me calzo las Converse y agarrando la guitarra bajo al primer piso ... voy a la cocina sin distraer a la pequeña, que parece distraída leyendo, preparo una tortilla francesa con trozos de carne picada y se lo dejo enfrente en un plato, sobre la mesita, vuelvo y me cojo dos manzanas, bebo un buen trago de agua y me meto un puñado de menta en el bolsillo ...
Me encamino hacia las escaleras y subo hasta la azotea, cojo la cazadora al pasar por el cuarto y una vez arriba me siento en las almenas, comiendo tranquilamente la fruta, y alguna de las hojas de menta, cuando acabo doy un trago al vaso de agua que me he subido, con el sabor de la menta el agua resulta mas fría de lo que en realidad es, pero eso me reconforta, dejo el vaso vacío a mi lado y me recuesto la espalda contra una almena ... me subo la bufanda hasta la nariz y saco la guitarra de su funda, dejando esta última a mi lado ... agarro la guitarra bien y me quedo unos minutos en blanco, mirando la ciudad a mis pies y con el viento agitando mi pelo ... me pongo a tocar, suave al principio, cogiendo fuerza poco a poco ...

Desde que volvimos del burdel, no he vuelto a salir del torreón. Apenas he hablado con mis compañeros... Me he pasado los días practicando magia, hojeando de vez en cuando el libro que trajeron de la biblioteca. Poco a poco voy avanzando, y estoy satisfecha con los resultados. Creo que pronto conseguiré realizar con éxito hechizos más complicados, y me siento bien por ello. Sin embargo, ahora voy a descansar un rato. Además, tengo un poco de hambre.
Me encamino hacia la cocina. Cuando bajo, veo a Nia, leyendo. Sonrío. Me preparo algo para desayunar y me acerco a ella. La saludo.
- Hola, Nia - le digo. - ¿Qué estás leyendo?

A Nia le llega un olor sabroso. Su glotoneria le puede y levanta la vista del cuento. Ve como delante de ella hay una tortilla humeante de aspecto delicioso. Se le hace la boca agua y decide comer. Cierra el libro, marcando la pagina. Helli llega y le pregunta que esta leyendo.
-¡Buenos dias!-dice al terminar de comer.-Es un cuento pero es como...super largo...nunca lo termino.-dice mientras se lo alcanza para que lo pueda comprobar. El libro en cuestion, esta forrado con tapa dura de color añil, unas letras doradas aclaran su titulo: "Las aventuras del Principe Gaugamellos" pero, quiza, lo más curioso es que sus páginas sean de rígida madera.