Torreón Letargo (Archivo I)

09/08/11, 09:37 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

30/08/11, 09:33 pm

Yip termina su agotador entrenamiento, y, completamente sudado, va hacia su equipaje en busca de comida, pero no encuentra nada dado que se la había terminado a mediodía, por ello, decide bajar al primer piso donde espera asaltar la despensa.

Al llegar abajo, se encuentra con el niño, y su primera reacción es esconderse, ya que en teoría se ha colado, pero decide que sería mejor parecer un invitado y por tanto se acerca al niño y le da unos golpecitos en el hombro con el nudillo

-hola ¿tu nombre es?

30/08/11, 09:51 pm

Mientras sigo atento al libro y al movimiento de la mano estoy cada vez más concentrado. Al cabo de un rato estoy más ausente que otra cosa, ni siquiera me percato de que hay pasos en los pisos superiores. Puede ser cualquiera del torreón. De hecho, parece que viene para aquí. Sin prestar mucha atención levanto la vista para ver a quien se acerca.
...
<<¿¡Quién es este!?>> me pregunto levantándome de la silla de golpe y reculando.

¿Cuándo había llegado este chico al torreón? Lo miro con los ojos muy abiertos mientras se me acerca y me habla tranquilamente. ¿Y si es un engaño, o un monstruo de la ciudad? Me aferro al libro como si este pudiera protegerme y mientras lo abrazo fuertemente le contesto:
-M... mi nombre es Gael. -Su actitud es extraña, llega preguntando mi nombre sin más, oh no, quizá no debí decirlo-. P... pero, ¿cómo... cuándo has entrado? ¿Quién eres?

30/08/11, 09:58 pm

Yip se sorprende con la actitud temerosa del pequeño, teme que grite pidiendo ayuda y se lleve al traste cualquier posibilidad de trabar amistad con la gente que vio ayer cuando pasó por el tercer piso, por ello decide mentirle un poco

-Soy Yip Man Jr y ayer me invitó a quedarme un chico alto, de unos 17 o 18 años y de brazos fuertes, tranquilo, no tienes nada que temer, no te haré nada, tranquilizate-dice yip mientras se acerca con mostrando la palma de sus manos, conciliador-bueno, ahora que me he presentado, ¿puedes decirme donde hay algo para comer? es que me he pasado el día entrenando y pegarle a un trozo de madera da hambre-comenta, haciendo un esfuerzo tremendo para parecer gracioso

30/08/11, 10:15 pm

-¿Quién? -le respondo-. Vaya... No lo sabía.
Me relajo un poco pero sigo guardando las distancias y sin soltar el libro.
-No hay comida. Si la queremos hay que ir a recogerla a la plaza plagada de ratas con pinchos en la cola. Y son muchas, y son peligrosas. -Hago una pausa-. Pero oye, ¿de dónde has salido?

30/08/11, 10:23 pm

-¿De arriba?-dice Yip sin comprender-¿o te refieres a de que parte de la Tierra? en ese caso de los Estados Unidos. Bueno, si las ratas son peligrosas, habrá que evitarlas, pero yo sé defenderme, si quieres te puedo enseñar Wing Chun ¿Conoces a Bruce Lee? pues el primer arte marcial que aprendió fue el que yo sé, y se lo enseñó mi tatarabuelo ^^-finaliza Yip, orgulloso, mientras se sienta-tengo hambre... ¿no hay otra forma de conseguir comida?

30/08/11, 10:30 pm

Escucho boquibierto lo que dice el chico. Es un poco raro. Supongo que no me miente y alguien lo invitó, qué se yo. Me andaré con ojo.
-No te preocupes... -comento mientras dice lo de enseñarme fumanchú o no sé qué-. Que yo sepa... hay tres sitios donde coger comida, pero solo se puede ir a dos, y bueno... no sé muy bien donde está el siguiente, parece un sitio peligroso también. El de las ratas está más cerca...

30/08/11, 10:36 pm

-Pues tendré que quedarme esta noche sin cenar, dónde estaba antes tenía una despensa enorme llena de comida, y aunque alguna estaba bastante podrida, habia algunas cosas que podía comer y por eso no me había preocupado por la comida-Dice Yip, ensoñador-por cierto... ¿que lees?-pregunta, señalando el libro que sujeta el niño, mientras tanto, Yip coge una silla y se sienta de cara a Gael

**30/08/11, 11:01 pm**

-Mañana a la luz del día será menos peligroso -le digo. Se escucha el rugir de mis tripas y me sonrojo un poco-. ¿Dónde estabas antes? ¿Por qué estaba podrida la comida? ¿Te refieres a aquí, en Rocavarancolia? Y... -añado al final- es un libro de magia. Los demás lo han usado mucho, yo todavía... todavía no -digo cabizbajo.

**30/08/11, 11:07 pm**

Yip se queda asombrado

-¿Magia? ¿cualquiera puede aprenderla? estaría bien saber algún que otro truco-comenta pensativo-yo vengo de un barrio que es una especie de laberinto de callejones sin salida, pero estaba en el anillo externo, por así decirlo y por eso era difícil que me perdiera-Prosigue diciendo Yip-y la comida estaba podrida seguramente porque llevaría mucho tiempo ahí o algo, parecía que sólo afectaba a la carne, y por eso me comí la fruta ^^

**30/08/11, 11:23 pm**

-Ah... Un barrio laberíntico... Sí, esa es la otra opción para conseguir comida, la que está más lejos. Vaya, ¿has ido por allí? Quizá podamos conseguir comida mañana allí, o no sé...

Entonces voy a la mesa y abro el libro encima.
-Te cuento lo de la magia, ¿vale? Sé que algunos del torreón todavía no han podido hacerla. Hay que usar estos talismanes o... lo que sean. -Me levanto en busca de los cristales romboidales y los pongo al lado del libro-. Por lo demás, hay que seguir los pasos que dice el libro, y recitar las palabras. La teoría la sé, pero no he probado... ¿Buscamos un hechizo sencillo? Por ejemplo... ¿tienes alguna herida que curar, o hacemos levitar algo? Si... si es que sale.

**30/08/11, 11:27 pm**

-Ahora que lo dices...-Yip se levanta de la silla y se quita la camiseta, mostrandole a Gael una herida mal curada que surca la espaldadesde el omóplato hasta casi la cintura-ésta me dejo bastante mal ¿podrías hacer algo con ella? Si lo haces prometo enseñarte a defenderte

**30/08/11, 11:49 pm**

Me muerdo ligeramente el labio inferior y busco el hechizo. Es de los que más he estado practicando, pero aun así quiero verlo una vez más. Encuentro la página y la estudio detenidamente, memorizando en voz baja la salmodia del hechizo y repitiéndola mentalmente. Agarro un puñado de cristales cargados y hago el movimiento una vez más antes de empezar.
-Espero que hacerlo mal no traiga consecuencias inesperadas -comento nervioso.
No, claro, ¡tonto, tonto! ¿Por qué lo digo en voz alta? Se va a asustar. Trago saliva y empiezo. Esforzándome al máximo intento lanzarle el hechizo, y sorprendentemente noto una corriente mágica que nace de mi interior. Poco a poco veo como la herida mejora, y se va formando una sonrisa en mi cara, una sonrisa de suficiencia. Reprimo las ganas de corretear por el torreón celebrando que puedo utilizar la magia. ¡Y qué sencillo! O más o menos sencillo. Me doy cuenta de que estoy sonriendo de una forma un poco extraña cuando ya he bajado la mano y dejado los cristales sobre la mesa. No sé qué me pasa, aquí la magia es normal, ¿no? Pero... cuántas cosas podría haber hecho con ella antes, antes...
Salgo de mi empanamiento de pronto y recupero la timidez inicial al mirar al chico a la cara.
-¿Estás mejor?

**30/08/11, 11:56 pm**

Yip mueve los brazos de un lado a otro y hace unos estiramientos de cuello y espalda antes de ponerse la camiseta de nuevo

-Buf que cambio, muchas gracias, parece que vas a ser un buen mago, o por lo menos un buen médico ^^ por cierto, cuando quieras avisame y te ayudaré a entrenar tus puños-dice sonriente, feliz por librarse de esa herida de una forma tan sencilla.

-Bueno, me está entrando sueño, me temo que he de acostarme o caeré rendido sobre la mesa, y no me apetece quitarle las babas luego, hasta otra-se despide, subiendo las escaleras hasta el último piso, donde se tumba en el suelo y, cubriendose con la manta del dia previo, se duerme rápidamente

**31/08/11, 01:22 am**

-Gracias -le digo contento-, y buenas noches.
El nuevo sube por las escaleras y se va a dormir. Mañana intentaré averiguar quién fue el que lo dejó pasar. Vale, no creo que me haya engañado, de todas formas... En fin, qué más da. Vuelvo la mirada hacia el libro abierto sobre la mesa y los cristales descargados que están a su lado. Cojo uno con la mano y lo miro atentamente. He descargado un buen montón de un plumazo, debería cargarlos. Pero... Tendría que hacerme un corte. Eso de autolesionarse no va conmigo, pero quizá baste un corte minúsculo. Qué extraño. Hace tan solo unas semanas me dieron una vacuna y pataleé todo lo que quise y más para evitar que me la pusieran, ¿y ahora me voy a hacer un corte tan antihigiénico? Dejo escapar una pequeña risa para nada alegre y hundo el cristal en la palma de mi mano. Con la sangre del mismo corte pongo a cargar todos los demás, y luego busco una prenda desgastada para humedecerla y limpiarme la mano. La vendo con otro trozo del harapo, haciendo presión para que no siga sangrando, y me siento de nuevo ante el libro. Paso las páginas tentado de probar todos los hechizos que salían en él. Pero, y menos mal, no veía más cristales ni ningún otro recipiente de magia a la vista. Sacudo la cabeza, aturdido. Mañana será otro día, será mejor que pruebe esto con más gente presente, por lo que pueda pasar.
Cuando voy a cerrar el libro veo que está abierto en la página del hechizo de levitación. Antes de cerrar sus tapas sonoramente, lo miro con un brillo de ansiedad en los ojos. Después, me echo a reír acordándome del Wingardium leviosa. Después de haber pasado tanto miedo por fin sonrío con alegría desde que llegue a este lugar. No, no puede ser tan terrible si tiene magia. Es como en las historias y las películas, es emocionante. Con la magia ni siquiera habrá por qué tener miedo... ¿no?
Agarro el tomo por el lomo y subo por las escaleras con él bajo el brazo. Por primera vez no estoy asustado, o eso creo. Posiblemente sea un efecto de la euforia... ¡Acabo de hacer magia! Me resulta tan increíble que siento que floto o camino sobre algodón.
Para cuando me echo en la cama, con el libro a los pies de esta, todavía no se ha desvanecido el brillo de mis ojos ni mi sonrisa. Tardo en quedarme dormido, pero aún así creo que me dormí todavía con esa cara de bobalicón.

**31/08/11, 02:38 am**

Drew tiró de una liana y la puerta quedó casi al descubierto. A la primera. Estaba harto de aquello, le quitaba el sentido a la vida.

-¿Hola? -preguntó a voz de grito- ¿hay alguien?

Se aseguró de cerrar bien la puerta.

**31/08/11, 02:49 am**

De pronto un grito me despierta. Estoy acostumbrado a dormir con el ruido de la ciudad, aullidos en la lejanía, el viento que se levanta por las noches... y mis propias pesadillas, que retumban aún en mis oídos al despertar. Pero aquello era una voz. Volvió a hablar, preguntando si había alguien, creo. No identifico a quién pertenece, pero igualmente me levanto y me calzo rápidamente para bajar las escaleras al trote. ¿Habrán vuelto ya? ¿Habrán vuelto?
Cuando estoy llegando abajo me freno en seco. ¿Y si... no son ellos? Pienso, pienso... aún estoy medio dormido, pero recuerdo que en el libro había un hechizo para paralizar. Creo... creo que lo recuerdo. Pero no llevo cristales... Tal vez ya estén cargados, podría cogerlos rápidamente. Y... por todos los dioses, ¿por qué tengo tanto miedo? Esa voz era humana, ¿o no?
Bajo los últimos escalones preparado y en tensión, y al llegar abajo me encuentro con el que llegó hacía tiempo al torreón durante una noche que pasamos en el burdel.
-Oh... eres tú -murmuro. Hago una pausa, causada por el alivio y la decepción al mismo tiempo-. Hola.
Así que ni peligros, ni la vuelta de los demás. No sabía ni que se había ido.
-¿De dónde vienes? ¿Por qué andas por fuera a estas horas? -pregunto sorprendido.

**31/08/11, 03:02 am**

-Pues estuve por aquí y por allá... y, bueno, hui de varios seres extraños, encontré comida me persiguió un escarabjo gigante y acabé en un burdel y los muy hijos de la... bueno, me echaron y... En fin, decidí volver. Sin comida.

Drew hizo una pausa.

-¿Te parece si lo dejamos para otro día? Estoy cansado. ¿A ti te haría gracia si, mientras quisiseses dormir entrase alguien gritando y preguntándote cosas?

Y se fue a la cama.

(nótese la hipocresía)

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