Torreón Letargo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

Elliot me devuelve el abrazo y eso me tranquiliza, parece que no la molesta y que lo agradece, Nia se nos une y se queda colgada de nosotros, haciendo un abrazo colectivo, luego me separo, cogiendo a Nia con el brazo izquierdo para que Elliot respire ...
-De nada - le digo sonriendo y quitandole las lágrimas con los dedos de la mano derecha - ... para eso nos tienes ..
Llega Helli y dejo a Nia en el suelo poniéndome derecho ...
-Un mal sueño supongo - le respondo sonriendo, mientras le ofrezco el desayuno de Nia, que al parecer es tóxico para la niña, le preparo un poco de carne con queso a Nia, para que no salga con el estómago vacío - ...
Me acerco a la armería y cojo un escudo de acero y una espada bastarda sencilla, la espada me la cuelgo atravesada a la espalda entre la guitarra y mi sudadera, y el escudo lo afianzo a mi brazo izquierdo, en el ultimo momento cojo una pequeña daga que me ato al antebrazo izquierdo, por lo que queda oculta por la manga de la sudadera ... subo a la primera planta y veo que ya se han preparado ...
-En marcha - digo saliendo por la puerta, ras coger el mapa de Alec - ...
Con el mapa de Alec encontraremos las zonas de recogida ...

Continua en el Barrio de los Callejones sin Salida.

Nia devora a toda prisa su desayuno a toda prisa. Se arregla y prepara para salir. Sale trotando detrás de Vacuum con el tintineo de los cuchillos.
(CONTINUA EN EL BARRIO DE LOS CALLEJONES SIN SALIDA)

Veo a Helli bajar las escaleras, y me aparto un poco de ellos con una sonrisa tonta. Vacuum me quita las lágrimas. Por un segundo me siento absolutamente vulnerable. La sonrisa se borra de mi cara, y no se cual es exactamente mi expresión. Intento que no se note. - E... Estoy bien - digo tratando de convencerme a mi misma de ello. - Estoy bien. - Repito, y esta vez la sonrisa sale sin querer de mi boca. Mientras Vacuum le hace algo de comer a la Al... a Nia, yo salgo al patio y me lavo la cara. Después subo a la cuarta planta a por mis cariocas. Cuando bajo, todos están listos para salir.

Continua en el Barrio de los Callejones sin Salida.

- Oh, bueno... - digo al escuchar a Vacuum. Miro a Elliot. - Espero que no haya sido nada.
Vacuum me ofrece un cuenco de macedonia. Le sonrío, agradecida. Estaba muerta de hambre...
Parece que se disponen a salir, así que desayuno deprisa para no retrasarlos. Quiero ir con ellos. En el tiempo que llevamos aquí, apenas he salido. Cuando termino, salgo rápidamente de la cocina y recojo la espada corta con la que me he estado entrenando. No se me da muy bien, pero prefiero ir armada, por si acaso. En esta ciudad, nunca se sabe. Mientras, trato de acordarme de algún hechizo de los que he estado practicando por si nos sirven. Espero que, si tengo que utilizarlos, den resultado.
Una vez estoy preparada, sigo a Vacuum fuera del torreón.

Sigue en el Barrio de los Callejones sin salida.

Me despierto con un tamborileo en la cabeza. ¿Cuántas horas habré dormido? Me duele el cuerpo de estar inmóvil, así que me levanto sin remolonear e ignoro ese dolor palpitante en la cabeza. Ya se pasará. Mientras subo agua para darme un baño me doy cuenta de que falta gente. No veo a Vac, Elliot, Nia, Helli... Cuando salgo de la bañera los busco por todas las plantas e incluso fuera del torreón (aunque no me atrevo a alejarme demasiado) pero no están por ningún lado. Teniendo en cuenta que andamos escasos de comida supongo que habrán ido a por más... espero que no tarden.

Voy al pozo de nuevo y bebo un poco de agua fresca. Va a ser todo lo que pueda llevarme a la boca al menos hasta que vuelvan. ¿Se habrán ido hace mucho?
Sin nada que hacer vuelvo a dentro y busco los libros que habían traído de la biblioteca y los hojeo sin prestar mucha atención. Según paso y paso hojas me doy cuenta de que están tardando mucho en volver, y me siento inquieto. Y esto no es mi ciudad, ni mi mundo, ni nada... Si ya me ponía nervioso cuando no sabía donde estaba mi hermano, esto es mucho peor. No puedo evitar ponerme nervioso. Acabo dando vueltas en círculo alrededor de la mesa, volviendo a mirar los libros, revolviendo la cocina, dando más vueltas, revolviendo entre la ropa de los arcones... De tener reloj, seguro que este sería uno de esos momentos en los que el tiempo parece pasar a la velocidad de una tortuga. Y bueno, aunque no tengo reloj, lo siento así igualmente.


El tiempo sigue y sigue pasando, y aunque los nervios me hacen pasar prácticamente toda la noche en vela, al final termino por dormirme sobre la mesa, cuando ya se aproxima el amanecer, apoyando la cabeza sobre mis brazos al lado de la pila de libros.

Drew se despertó, aburrido, y salió a dar un paseo. Por el camino entro en varias casa, una de ellas antigua y medio podrida. Se cayó unos segundos después de que saliese. Vió un esqueleto que parecía humano a lo lejos. También pasó cerca de las casas carnívoras. Un día aburrido.

Drew se acomodó en el suelo, donde estaba cruzado de rodillas. Se puso a mirar el techo.

Yip llega a un torreón cubierto por enredaderas y piensa que al estar cubierto por vegetación, debe estar abandonado, por lo que empieza a buscar la entrada, pero mirando donde pisa, la cicatriz que recorre su espalda muestra que ya ha aprendido la lección.