Torreón Letargo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

Uyuyuy... Madre mía, ¿tan poblado está este torreón o es que esta tía le pilla la histeria a la mínima que algo se le escapa de las manos?

-Me temo que hemos vivido en horarios distintos, señorita. Además, le recuerdo que es de cortesía presentarse ante alguien que lo ha hecho de forma educada. Si hay algo que te haya puesto de mala leche, no lo pagues con la primera desconocida que te encuentres.

"Joder con las hormonas alteradas". Termino para mis adentros.

Harm vacia la olla y con mucho cuidado de no quemarse, comienza a sacarle los interiores de los cangrejos con ayuda de una cuchara y los va dejando en un plato, mientras, a fuego lento, un poco de pan con aceite y espcias se esta friendo. Cuando termina, lame la cuchara y nota el sabor. Frunce el ceño echa pimenton y lo mezcla todo con la fritura.

-Bueno bueno... Veo que a la gente le gusta culpar sin fundamentos -algo que me revienta, por cierto-. Para empezar, si llevo una semana viviendo aquí es porque en esta puta ciudad en ruinas te pueden arrancar el cráneo como quien dice "hola, buenos días". Además, si no te has dado cuenta de que llevo aquí una semana es que tanto no habré guarreado, ¿no? Haber si aprendes a no juzgar a la gente de buenas a primeras, que por no gorronear sigo llevando la misma ropa con la que llegué -efectivamente, sigo llevando el karategui aunque ya limpio-. Y todo aquello que he ensuciado lo he limpiado, he traído un atlas que, por cierto, nadie me ha pedido y he estado haciendo guardia durante algunas noches. ¿Con quién te crees que estás hablando? ¿Con una niña de hormonas alteradas? Tengo con mi edad, creo que mal estaría si no fuera un poco responsable...

Harm se empieza a molestar por la discusion. No eran quienes para discutir ni tampoco tenia mucho sentido.
-Humanos...-murmura negando con la cabeza.
Habia cosas más importantes que quien vivia donde y que haces tu aqui. Lo importante era sobrevivir. Saltea el cangrejo y lo mezcla todo con una cuchara de madera. Un olor salado y picante inunda todo el torreon.

-Vaaaya, no sabía que hablaba con la reina del lugar... Discúlpeme, su señoría, pero si estoy aquí es porque un chico muy majo llamado Ulises me ha dejado pasar con su expreso consentimiento. Además, Nia y Helli no tuvieron reparo en que me quedara, e incluso ayudé a la niña a elegir un arma con la que entrenar. Es un gesto minúsculo, pero lo que podía hacer en aquel momento. ¿Necesitas también una recomendación de la reina de Inglaterra, tal vez? No entiendo por qué preocuparse tanto sobre quién puede quedarse aquí o quién puedes echar a la calle para que le devoren los monstruos, pero creo que el primer paso para el compañerismo es un poco de solidaridad, ¿no?

Tomo aliento y le digo ya más serena.

-Mira, podemos empezar de nuevo otro día o llevarnos mal siempre, que es algo que me gustaría evitar y más con la situación que vivimos. Todos necesitamos ayudarnos y yo creo que te he entrado de buenas maneras antes que me empezaras a gritar sin saber ni qué te iba a decir. ¿Entendido?

La dejé ahí y fui a ver qué es lo que olía tan bien.

-¿Qué tal, Nia? ¡Eso tiene una pinta estupenda! ¿Dónde puedo encontrar más de ellos?

Harm reparte un poco del plato en dos cucharas de prueba. Le da una a Adara. Su potente voz masculina habla.
-Siento decepcionarte. Mi nombre es Harm. Soy "otro" que vive dentro de Nia.Mucho gusto.-hace una reverencia cojiendose los bajos del vestido y le da una de las cucharas.
-Ahora pruebalo.-
Harm coge la suya y se la echa al buche. Un sabor picante y salado se resbala por su garganta. Quizas demasiado picante...
-En el río...-tose. Muy picante.-...Se pueden encontrar estos crustaceos...-

¡Gaaahhh! Adoooro el picante... Y la niña... Harm no cocina mal para nada. Sí señora, es una muy buena cocinera. Aunque tal vez sea demasiado picante para la mayoría de la gente, por lo que ha dicho Nia... Harm.

-Tienes razón, igual este pimentón es más fuerte que el que acostumbras a usar y no has controlado la cantidad... Aún así, que sepas que te está saliendo delicioso. Lo malo es que el pimentón se debería rebajar con algo... ¿No tendrás limón, por casualidad? Va bien para esto...

Escucho lo que dice la otra chica. Que no juzgue sin conocerme, la niña esta de las hormonas alteradas. No sabe que, si me he estado entrenando, es para poder salir a la cuidad con una cierta seguridad. Que no acuse sin saber... Y al menos que aprenda a presentarse.

Harm se sonroja un poco y aparta la mirada.
-Me...me alegro que te guste...-
-¿Limon? No se que es eso pero no me importaria echarle algo más humedo...-
-Aun asi, tengo que seguir preparando esto un rato, no está terminado, ya inovare...-

Bueno, qué podría hacer ahora... Creo que será mejor hacer una visita al río del que me hablaba Harm. Subo a buscar el atlas y estudio una ruta para llegar al río, mientras también decido hacer una visita a los refugiados que me dijo el bibliotecario que viven en el burdel. Dejo el libro en el salón para que pueda consultarlo quien quiera, aunque mejor sería que nadie se lo llevara por su peso. Que pena que no pueda dejar una nota, seguro que no se cree que haya traído un mapa... Se hinchará de orgullo con tal de no mirarlo. Algún día la matarán por ello.

Recojo la ballesta y las dagas y me dirijo al burdel. Después ya iré al río...

[VIAJO AL BURDEL]

Me despierta una discusión en el piso de abajo, una discusión absurda, discutir por discutir ... algo estúpido que me pone nervioso ... me tapo la cabeza con la almohada y me agarro al cabecero de la cama hasta que los nudillos se me ponen blancos, noto un cosquilleo que me quema por dentro y amenaza con desbordarme, pero al final remite ... respiro despacio y aflojo las manos ... oigo a Elliot subir al piso de arriba y me incorporo en la cama cuando la dejo de oír ... bajo a la segunda planta y me doy un baño, me seco y me pongo los vaqueros oscuros, una camiseta de tirantes negra, la sudadera y encima la chaqueta que encontré el otro día ... bajo abajo y me encuentro a Harm que anda distraído ... no hay rastro de la otra chica que discutía ... no creo conocerla, así que dejo de pensar en ella ... como una manzana azulada y salgo al patio a tomar el aire ... con un poco de agua del pozo me enjuago la boca, pero la manzana me a dado un aliento fresco, algo curioso en verdad, miro la vegetación y veo un poco de jazmín, se me ocurre una cosa y me acerco ... cojo unos pétalos de jazmín y me lo paso por detrás de las orejas, por las manos y el cuello ... inspiro un poco y el olor me reconforta ... me recuerda a ... bueno, que mas da ahora ...
Me apetece pasear así que subo a buscar a Elliot ... a lo mejor la apetece ir al burdel ... al pasar por la tercera planta cojo la guitarra y me la cuelgo a la espalda ...
-¿Te apetece salir del torreón? - digo apoyado en el marco de la puerta - ...

-Algo así - le digo siguiéndola - ...
La adelanto y bajo hasta la primera planta rápido, veo a Gael y le saludo ... hacia tiempo que no lo veía ...
-¿Como esta Gael? - le pregunto mientras preparo algunos saquitos con especias y plantas medicinales, no se como andan de suministros en el burdel - ... ¿te vienes al burdel? ...
Mientras me muevo por la cocina me topo con los cubos de miel cristalizada ... cojo uno y se lo lanzo a Gael, creo que aun no los a probado ... termino de preparar los saquitos y me cuelgo la espada larga a la espalda, cruzada entre la guitarra y mi espalda y me afianzo el escudo al brazo izquierdo ...
Me apoyo en la encimera a esperar, y cuando están listos salgo por la puerta en silencio, encaminándome hacia el burdel, con los saquitos en los bolsillos de la cazadora ...

Continua en el Burdel de Dama Espasmo.