Torreón Letargo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

Me despierto y me incorporo bostezando, con los brazos estirados, me pongo en pie y bajo a darme un baño, cuando acabo me seco y subo a vestirme, me pongo los vaqueros, la camiseta negra, la sudadera y na chaqueta que encuentro en un baúl, esta un poco polvorienta, pero servirá ...
Bajo a la primera planta con la guitarra a la espalda, y salgo a regar un poco las plantas y el huerto, cuando acabo dejo la regadera en el cobertizo y barro un poco las hojas y la suciedad, que echo en el cajón de compostaje, cuando acabo me apoyo en el pozo y cierro los ojos, disfrutando del viento en la cara, cuando oigo como la puerta de la entrada se cierra ... miro hacia le entrada y veo a Nia alejarse ... pienso en llamarla, pero no quiero captar la atención de ningún monstruo, así que entro a todo prisa en el torreón, bajo al sótano saltando las escaleras de dos en dos, agarro un escudo de acero que me afianzo al brazo izquierdo, y una espada larga que cruzo a mi espalda junto a la guitarra, vuelvo a subir y salgo a toda prisa del torreón, tras los pasos de Nia ...

Continúa en la Plaza de los Colaespina.

De algún modo, se las había apañado para tardar un día entero en regresar al refugio. Drew se arrepintió de haber escogido una ruta alternativa, que le obligó a dar un enorme rodeo e incluso a saltar una fisura en el suelo.

Se preguntó como era posible que aquella cesta hubiera ido a parar a sus brazos.

FLASHBACK:
Drew caminaba por un terreno yermo, aburrido, cuando oyó un sonido lejano: una manada de algo se acercaba a él. Los integrantes resultaron ser ni más ni menos los colaespina de los que tanto oyera hablar, así que echó a correr. Alguien había tenido la amabilidad de olvidar unos tablones a modo de puente que llegaba de una orilla a la otra de la cicatriz.

Uno de los animales disparó. Su proyectil rebotó en el amuleto de Drew y chocó contra algo por encima de él, algo que sono con un "pssssssssssss...". Nada más cruzar al otro lado, Drew tropezó, haciendo caer el puente con varios seres y cayendo el mismo con los brazos extendidos. En elllos cayó de improviso una cesta de comida.

A su espalda, una bañera flotante trataba de recuperar la altura deshaciéndose de su carga.

Así que allí estaba. Llamó timidamente a la puerta en el momento en el que Vacuum salía.

Harm entra por la puerta abriendola bestialmente y se sienta en la mesa de la cocina. Lentamente desvenda la herida. El sangrado habia parado y la herida comenzaba a curarse.
-El problema ahora es la infección...-dijo Harm. Se acercó al fuego y puso a hervir agua.
-Escaldación o muerte.-pronuncio mientras una mirada sombria recorria sus ojos.

Entro tras Harm y cierro la puerta con cuidado, me acerco a la niña y me siento a la mesa, apoyando el escudo y la espada junto a la pared ... los miro curioso, aunque parece que el que domina ahora es Harm, al oír su comentario le miro preocupado ...
-No digas tonterías - digo apartando del fuego el agua y sentando a la niña en la mesa - ... no hace falta hacer eso ... si te escaldas despertaras a todo el torreón con olor a pulpo recién hacho y no podre contenerlos - digo bromeando y revolviendole el pelo - ... vemos esa herida ...
Echo un vistazo a la herida y cojo unos trapos y un poco de agua, saco las púas con cuidado y limpio la herida con los trapos empapados, cuando esta limpia del todo agarro unos talismanes cargados que hay en la encimera y realizo el hechizo de curación sobre el hombro de la pequeña ... las heridas brillan y se cierran, dejando unas pequeñas cicatrices en el hombro, la energía de los talismanes se consume, ya que no estaban muy cargados, y me tambaleo un poco inseguro ...
-Huy ... - murmuro un poco mareado apoyándome en la encimera - ... ya esta - digo con la voz un poco ronca - ...

-No tenias porque hacerlo...Estoy seguro de que Nia te esta muy agradecida. Y por cierto...Gracias por rescatarnos...No se que hubiera pasado si no te hubieras presentado...-
Algo nuevo le habia aportado la ciudad. Algo que le reconcomia en su interior y le hacia temblar las manos. El miedo. El miedo a morir. El instinto de supervivencia. El corazón aun le iba a mil. Pero algo más extraño se cocia en su interior...una sensación...salvaje.

-Formas parte de la familia - aclaro con voz distraída - ... si tengo porque hacerlo ... y de nada ... seguro que os habrías apañado - no le doy importancia al asunto, estamos bien y eso es lo que importa - ... pero la próxima vez busca a alguien que te acompañe - digo muy serio mirándole - ... no quiero que salga nadie solo, por muy seguro que parezca ... menda tontería, esto lo tendría que decir Alec ... ¿por qué esta tan ausente? - digo mas para mi que para la niña - ...
En un sillón veo a Drew ... y parece que se a quedado dormido ... creo que entro cuando yo salia, pero no estaba muy pendiente ... a su lado hay una cesta de comida y suspiro aliviado, necesitábamos comida y se me había pasado ...
Me acerco y la llevo a la cocina, dentro hay varias cosas ... me pongo a hacer la cena y preparo un estofado de carne y verduras, aderezado con romero, tomillo y un poco de perejil ... le sirvo un cuenco a Harm y me sirvo otro para mi, pongo la mesa y coloco los cuenco sobre ella ... pongo un par de piezas de fruta en la mesa y un poco de pan ...
-A cenar - le digo sentándome a la mesa -...

Harm cena sin decir mucho. No tenia mucha hambre y aun estaba impresionado por la experiencia. Con un movimiento de cabeza se despide y se va a su cuarto donde se duerme. En sus sueños, salia un chico mayor. No parecia ulterano, pero tampoco le parecia humano. Daba bastante miedo y en el sueño él le apuñalaba con una sonrisa. Le abria el vientre y reia mientras le sacaba los intestinos. Harm se despertó sudando, pero no dijo nada. Seira mejor encontrar una manera de salir de esa ciudad y salir cuanto antes. Algo más vacilante, se volvio a dormir, pero esta vez el chico no estaba.

Cuando Harm se va estoy un poco mas en la mesa, me termino el estofado y me como dos piezas de fruta .... sacio el hambre y tras quedar satisfechos recojo la mesa y limpio la cocina, dejo el estofado tapado para que mañana desayune alguien, y ordeno los alimentos del cesto en los armarios, fruta, carne, pan y cereales ... esta vez viene algo mas cargada ...
Cuando termino subo a la tercera planta acompañando a Drew, que se mete en su cama, y tras desvestirme y descalzarme me meto en mi cama, con la guitarra apoyada a mi lado ...
-Menudo día - digo en voz baja pensando en las cosas que han pasado hoy - ...
Miro a mi alrededor, todos están dormidos, y su sueño es profundo ... poco a poco mi propio sueño me envuelve, y caigo dormido con la cabeza sobre la almohada ...

Harm se levanta y un dolor fantasma le sobreviene en el hombro. Niega con la cabeza. No iba a despertar a Nia de su letargo en un tiempo y, cuando lo hiciese, le haria creer que todo habia sido otra de sus pesadillas. Eso bastaria para engañarla. Tenia el vestido algo desganado, aparte de porque ayer le habia arrancado un trozo. Si algo le habia cambiado al estar en el cuerpo femenino era que se habia vuelto algo presumido. Se desviste y mira entre los cajones de la habitacion. En cuentra un sencillo vestido negro con las mangas al aire tambien. El dolor no desaparecia.
-Magia...-murmuro.
Finalmente bajó a la cocina y ahi encontró restos del estofado que hizo Vacuum. >Comio en silencio y salio a la calle, solo que sabia muy bien adonde iba.
(CONTINUA EN CASA GAMIDES)

Despierto. Hace ya una semana desde que desperté aquí, en esta ciudad. Exceptuando el primer día, todo mi tiempo ha sucedido en este torreón, en el que he podido asearme, entrenarme ya sea con una pequeña ballesta que reposaba en la armería -que es más parecido de lo que parece a las escopetas de balines en las que estoy entrenada- o con las artes marciales que domino. Es una arma bastante y lenta de recargar -al menos el método de tensado es mediante torniquete a manivela-, pero es lo más parecido a una arma de fuego y casi tan precisa. Por si acaso, también llevo un par de cuchillos largos que puedo manejar -individualmente, eso sí- al ritmo de la capoeira. Ahora mismo, los cuchillos descansan a los pies de la cama junto al atlas.

Me levanto y bajo a la planta baja. Ahí veo a una chica pelirroja -igual que yo, sólo con el pelo largo- sentada en una silla. Es bastante más joven, de unos dieciséis años. No sé qué está mirando. ¿La pared? Podría pegarle un buen susto, pero no creo que sea forma de presentarme a alguien...

-Buenos días -le digo con naturalidad mientras me estiro-. No nos conocemos, creo recordar... Me llamo Adara, y llegué hace una semana al torreón. ¿Vives aquí?

Harm entra en silencio en el torreon. Ve a dos chicas: Elliot y Adara. Las saluda con un movimiento de cabeza y pasa a la cocina. Aun podia ver el cacharro con agua que habia sacado ayer. Pone ahi todos los cangrejos que habia encontrado y, tras encenderlo, lo pone al fuego. Una sonrisa un poco infantil y macabra se asoma a sus labios mientras veia a los cangrejos luchar por su vida, en un intento vano por escapar. La cocina comienza a oler a marisco hervido.

Uyuyuy... Madre mía, ¿tan poblado está este torreón o es que esta tía le pilla la histeria a la mínima que algo se le escapa de las manos?

-Me temo que hemos vivido en horarios distintos, señorita. Además, le recuerdo que es de cortesía presentarse ante alguien que lo ha hecho de forma educada. Si hay algo que te haya puesto de mala leche, no lo pagues con la primera desconocida que te encuentres.

"Joder con las hormonas alteradas". Termino para mis adentros.

Harm vacia la olla y con mucho cuidado de no quemarse, comienza a sacarle los interiores de los cangrejos con ayuda de una cuchara y los va dejando en un plato, mientras, a fuego lento, un poco de pan con aceite y espcias se esta friendo. Cuando termina, lame la cuchara y nota el sabor. Frunce el ceño echa pimenton y lo mezcla todo con la fritura.

-Bueno bueno... Veo que a la gente le gusta culpar sin fundamentos -algo que me revienta, por cierto-. Para empezar, si llevo una semana viviendo aquí es porque en esta puta ciudad en ruinas te pueden arrancar el cráneo como quien dice "hola, buenos días". Además, si no te has dado cuenta de que llevo aquí una semana es que tanto no habré guarreado, ¿no? Haber si aprendes a no juzgar a la gente de buenas a primeras, que por no gorronear sigo llevando la misma ropa con la que llegué -efectivamente, sigo llevando el karategui aunque ya limpio-. Y todo aquello que he ensuciado lo he limpiado, he traído un atlas que, por cierto, nadie me ha pedido y he estado haciendo guardia durante algunas noches. ¿Con quién te crees que estás hablando? ¿Con una niña de hormonas alteradas? Tengo con mi edad, creo que mal estaría si no fuera un poco responsable...