Torreón Silente
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17 participantes
- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Re: Torreón Silente
31/05/19, 09:17 pm
Kolja estaba todavia despierto. Habia conseguido no pegar ojo en toda la noche, aunque eso tambien significaba que su estomago no habia dormido. El vikingo habia bebido más agua que en toda su vida y desde luego habia tenido que visitar las letrinas a menudo. Cuando el cielo empezó a tornarse azul oscuro en vez de negro volvió a coger la cota de malla para terminar de arreglarla. En ello estaba cuando oyó la puerta del torreón abrirse y de ella salio aquel niño(/a?) rosita. Le vio entrar a las letrinas y perdió el interés. Volvió a girarse cuando escucho la exclamación del niño y más tarde los consejos de la pájara. Se levantó decidiendo que ya era hora para volver con el grupo. Cuando estaba recogiendo las cosas escucho un extraño y desafinado cantico que venia de las montañas. Unas bañeras surcaban el cielo magicamente mientras que el piloto anunciaba unos manjares de dudoso deleite.
-Eh, vosotros dos, creo que ya llegan los suministros-les gritó a la pajaro y el niño rosa.
-Creo que va siendo hora de despertar al resto de los vellos durmientes, dudo que nos lo pongan fácil y nos traigan la comida a domicilio, asi que habrá que organizar una batida-pensó en voz alta.
-Eh, vosotros dos, creo que ya llegan los suministros-les gritó a la pajaro y el niño rosa.
-Creo que va siendo hora de despertar al resto de los vellos durmientes, dudo que nos lo pongan fácil y nos traigan la comida a domicilio, asi que habrá que organizar una batida-pensó en voz alta.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Silente
31/05/19, 11:44 pm
Las primeras luces de la mañana despertaron a Chromsa, que despertó con ánimo de trabajar en el campo hasta que recordó el detalle de que ya no estaba en Ochroria. Un tanto desacostumbrado de su rutina se puso su ropa de siempre haciendo el menor ruido posible (por suerte nadie parecía ir a despertarse mientras lo hacía, aunque algunos ya se habían levantado antes que él), hizo la cama también sin hacer ruido y bajó a la planta baja.
Algo de lo que se había percatado es que tenía bastante hambre y un poco de sed. Lo primero iba a ser complicado de suplir hasta que encontraran las bañeras, aunque lo segundo tenía fácil solución. Por ello se dirigió al patio a por agua. Allí estaban Kahlo, que tenía aspecto de no haber dormido en toda la noche, Luci y Lethe, que estaban sacando agua del pozo. También parecía estar Kolja en la muralla, aunque no lo veía tan bien como al resto. Justo después de saludar a Kahlo (-Buenos días, Kahlo-) y al ir a dirigirse al pozo, Kolja gritó algo sobre los suministros. Esperanzado, Chromsa miró en todas direcciones buscándolos y consiguió ver algo en el cielo que no distinguía muy bien, pero desde donde alguien gritaba que tenía alimentos bastante peculiares. Llevaba poco en Rocavarancolia, pero ya había visto barcos y bañeras voladoras. Y si lo de aquella noche no era fruto del sueño, también un animal en llamas.
Pasado ésto, se acercó a Luci y Lethe y dijo: -Buenos días. ¿Puedo coger un poco?- llenó un poco la taza que había usado aquella noche con el agua del cubo y siguió- Si no me equivoco eso que había en el cielo era una de esas bañeras. Creo que deberíamos ir a buscarla, aunque habría que despertar al resto primero. Si nos damos prisa todavía podremos seguirla.-
Algo de lo que se había percatado es que tenía bastante hambre y un poco de sed. Lo primero iba a ser complicado de suplir hasta que encontraran las bañeras, aunque lo segundo tenía fácil solución. Por ello se dirigió al patio a por agua. Allí estaban Kahlo, que tenía aspecto de no haber dormido en toda la noche, Luci y Lethe, que estaban sacando agua del pozo. También parecía estar Kolja en la muralla, aunque no lo veía tan bien como al resto. Justo después de saludar a Kahlo (-Buenos días, Kahlo-) y al ir a dirigirse al pozo, Kolja gritó algo sobre los suministros. Esperanzado, Chromsa miró en todas direcciones buscándolos y consiguió ver algo en el cielo que no distinguía muy bien, pero desde donde alguien gritaba que tenía alimentos bastante peculiares. Llevaba poco en Rocavarancolia, pero ya había visto barcos y bañeras voladoras. Y si lo de aquella noche no era fruto del sueño, también un animal en llamas.
Pasado ésto, se acercó a Luci y Lethe y dijo: -Buenos días. ¿Puedo coger un poco?- llenó un poco la taza que había usado aquella noche con el agua del cubo y siguió- Si no me equivoco eso que había en el cielo era una de esas bañeras. Creo que deberíamos ir a buscarla, aunque habría que despertar al resto primero. Si nos damos prisa todavía podremos seguirla.-
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Silente
01/06/19, 12:49 am
La varmana dio un "buenos días" distinto para según la persona: curioso para Luci, seco para Lethe, amable para Chromsa. La educación ante todo, incluso sin haber pegado ojo y tener el humor especialmente susceptible a cambios. La leve brisa se colaba por sus piernas y la instaba a meterse dentro para acobijarse, pero se quedó lo justo para ver el accidente de la pequeña de piel rosa.
«¿En serio? ¡¿Qué le dije ayer?!»
Rodó los ojos fuertemente, llevando una mano a su cara. Sin decir nada (aunque ganas no le faltaban) se metió de nuevo al torreón en busca de unas tijeras motivada por las palabras del ave. Al dar con ellas analizó la fea falda que llevaba y, tras calcular un espacio de tela con los dedos, hizo un tajo recto en los bajos de la misma dejando una tira hueca relativamente precisa. Podría haber cogido cualquier trozo de tela sin uso, pero a parte de dudar por la higiene de estas, la granta pensaba recoger el ruedo de la prenda de todas formas. Ya que iba a ser suya, que menos que darle un toque.
Lethe y Luci entraron con el cubo, y al ver la ¿sangre? azul de la daeliciana, arrugó el morro. Trató de ignorar la rareza del color, volcándose en su molestia.
—¿Qué es lo que te dije, Luci? Que pidieras ayuda con la cuerda del pozo —dijo, en tono calmado pero severo. Tomó aire solo para soltarlo después en un silbido disconforme entre sus dientes —. A ver, límpiate y tiende la mano.
«Lo último que necesitamos es a alguien con una infección.»
En cuanto lo hiciera, Kahlo haría una suerte de vendaje en su mano. Sus conocimientos sobre primeros auxilios eran escasos, pero si tan solo tenían que cubrir el corte poco más haría falta. Un cántico extraño captó su atención, dirigiendo imperceptiblemente la punta de sus orejas hacia la salida. Kolja gritó y Chromsa confirmó lo que oían. Al procesar las palabras del desconocido y la lista de "alimentos" que guardaba, no hubo desagrado, enfado o incredulidad en su rostro, solo la neutralidad que precede a la tormenta. Apenas frunció el ceño. Ni siquiera tuvo tiempo a cuestionar eso de "bañeras en el cielo".
—¿"Suministros"? —pronunció despacio—. Ah, no. Esto es de locos. Me niego a participar en este chiste.
Aquello iba en todos los sentidos posible. No pensaba salir, y si era eso lo que traían, tampoco pensaba comer. Morir de hambre era algo lento y tedioso, pero lo prefería a perder su dignidad o encontrarse a sí misma vomitando envenenada en las letrinas. Si en la Tierra o en Ochoria comer eso era habitual, mucho que se alegraba por ellos. Ya les daría indicaciones de como enterrar su cadáver.
«¿En serio? ¡¿Qué le dije ayer?!»
Rodó los ojos fuertemente, llevando una mano a su cara. Sin decir nada (aunque ganas no le faltaban) se metió de nuevo al torreón en busca de unas tijeras motivada por las palabras del ave. Al dar con ellas analizó la fea falda que llevaba y, tras calcular un espacio de tela con los dedos, hizo un tajo recto en los bajos de la misma dejando una tira hueca relativamente precisa. Podría haber cogido cualquier trozo de tela sin uso, pero a parte de dudar por la higiene de estas, la granta pensaba recoger el ruedo de la prenda de todas formas. Ya que iba a ser suya, que menos que darle un toque.
Lethe y Luci entraron con el cubo, y al ver la ¿sangre? azul de la daeliciana, arrugó el morro. Trató de ignorar la rareza del color, volcándose en su molestia.
—¿Qué es lo que te dije, Luci? Que pidieras ayuda con la cuerda del pozo —dijo, en tono calmado pero severo. Tomó aire solo para soltarlo después en un silbido disconforme entre sus dientes —. A ver, límpiate y tiende la mano.
«Lo último que necesitamos es a alguien con una infección.»
En cuanto lo hiciera, Kahlo haría una suerte de vendaje en su mano. Sus conocimientos sobre primeros auxilios eran escasos, pero si tan solo tenían que cubrir el corte poco más haría falta. Un cántico extraño captó su atención, dirigiendo imperceptiblemente la punta de sus orejas hacia la salida. Kolja gritó y Chromsa confirmó lo que oían. Al procesar las palabras del desconocido y la lista de "alimentos" que guardaba, no hubo desagrado, enfado o incredulidad en su rostro, solo la neutralidad que precede a la tormenta. Apenas frunció el ceño. Ni siquiera tuvo tiempo a cuestionar eso de "bañeras en el cielo".
—¿"Suministros"? —pronunció despacio—. Ah, no. Esto es de locos. Me niego a participar en este chiste.
Aquello iba en todos los sentidos posible. No pensaba salir, y si era eso lo que traían, tampoco pensaba comer. Morir de hambre era algo lento y tedioso, pero lo prefería a perder su dignidad o encontrarse a sí misma vomitando envenenada en las letrinas. Si en la Tierra o en Ochoria comer eso era habitual, mucho que se alegraba por ellos. Ya les daría indicaciones de como enterrar su cadáver.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
02/06/19, 12:18 am
Luci siguió a Lethe como un pollito hasta la cocina. Estaba avergonzado por haber hecho el ridículo por segunda vez y un poco decepcionado consigo mismo. << Es el hambre. Seguro que cuando coma algo lo conseguiré>>
La emplumada se limitó a beber sin decirle nada, cosa que Luci agradeció en cierto modo. Le sorprendió, eso sí, verla beber el agua directamente del cubo, sin hervir primero.
-¿No te da miedo ponerte pocha de la tripa? -le preguntó. Por lo poco que sabía del mundo de Lethe y Kradko tenían pinta de ser gente resistente, pero también podría ser que el agua no estuviese sucia a pesar de la mala pinta que tenía.
Kahlo llegó y le regañó por haber sido descuidado. Realmente no era una regañina propiamente dicha, pero algo en la severidad de su expresión hizo que el daeliciano agachase la cabeza y pidiese perdón. Vertió el agua que quedaba en el cubo en un cuenco grande, lo más parecido a una palangana que tenía, y ahí se limpió el raspón.
-¡No, tu falda! -exclamó cuando vio de donde venía la tela con la que le estaba vendando la mano. Por muy horrible que fuera la falda le sabía mal que se la hubiera rasgado por él. Le prometió que le compensaría de alguna forma, tal vez haciéndole algún arreglo a la falda. No era el mejor cosiendo y bordando pero se defendía bien y nunca había suspendido labores domésticas.
La varmana apenas había acabado su tarea cuando Kolja y Chromsa trajeron noticias. La primera reacción de Luci fue entusiasmarse. Por fin iban a comer. Salió corriendo al patio para ver cómo eran esas bañeras de las que les habían hablado y allí estaba, surcando el cielo como un barco imposible y destartalado. Sin embargo en cuanto prestó atención a su canto y empezó a descifrar lo que decía su expresión cambió. Y se echó a llorar.
-¡¡No quiero comer nada de eso!! ¡¡Quiero comida de verdad!! ¡¡Odio este sitio!!
La emplumada se limitó a beber sin decirle nada, cosa que Luci agradeció en cierto modo. Le sorprendió, eso sí, verla beber el agua directamente del cubo, sin hervir primero.
-¿No te da miedo ponerte pocha de la tripa? -le preguntó. Por lo poco que sabía del mundo de Lethe y Kradko tenían pinta de ser gente resistente, pero también podría ser que el agua no estuviese sucia a pesar de la mala pinta que tenía.
Kahlo llegó y le regañó por haber sido descuidado. Realmente no era una regañina propiamente dicha, pero algo en la severidad de su expresión hizo que el daeliciano agachase la cabeza y pidiese perdón. Vertió el agua que quedaba en el cubo en un cuenco grande, lo más parecido a una palangana que tenía, y ahí se limpió el raspón.
-¡No, tu falda! -exclamó cuando vio de donde venía la tela con la que le estaba vendando la mano. Por muy horrible que fuera la falda le sabía mal que se la hubiera rasgado por él. Le prometió que le compensaría de alguna forma, tal vez haciéndole algún arreglo a la falda. No era el mejor cosiendo y bordando pero se defendía bien y nunca había suspendido labores domésticas.
La varmana apenas había acabado su tarea cuando Kolja y Chromsa trajeron noticias. La primera reacción de Luci fue entusiasmarse. Por fin iban a comer. Salió corriendo al patio para ver cómo eran esas bañeras de las que les habían hablado y allí estaba, surcando el cielo como un barco imposible y destartalado. Sin embargo en cuanto prestó atención a su canto y empezó a descifrar lo que decía su expresión cambió. Y se echó a llorar.
-¡¡No quiero comer nada de eso!! ¡¡Quiero comida de verdad!! ¡¡Odio este sitio!!
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Silente
03/06/19, 01:27 am
Alec se despertó temprano por culpa de las pesadillas, que habían empezado por la gente que había visto en el barco volador el día anterior, continuado con varios de los monstruos de las películas de terror y finalizado con su familia muerta a manos de esos mismos monstruos.
Salió de la habitación en silencio, después de vestirse, tratando de no hacer ruido. Subió las escaleras y salió al tejado mirando en cielo sin estrellas que clareaba por el este. Al menos que el sol saliera y se pusiera por el mismo lugar que en la Tierra era algo familiar. El aire fresco le despejó la mente, aunque no era tan frío como el de finales de otoño en Escocia.
Se quedó pensando en sus hermanos, en si estarían bien, si habrían comido adecuadamente, si sus padres habían llegado bien a casa y si realmente no le echaban de menos. Claro que si tenían magia para hacerle ir a otro mundo quizá habían hecho algo para aquello. La posibilidad más fácil que se le ocurría al humano era que les hubieran borrado la memoria. Era un recurso que se usaba en muchas películas, tenía sentido.
Miró abajo y vio a Kolja que al parecer no debía haber dormido, también observó el accidente de Luci con el pozo. Alec suspiró, aquel iba a ser un día largo, quizá no excesivamente trabajoso pero largo. Más teniendo en cuenta que todos tenían hambre.
Oyó también la lista de "delicias" que traía la bañera y frunció el ceño. Se rascó la barba mientras su mente iba a toda velocidad, a toda la velocidad posible para alguien que había dormido como el culo. No tenía sentido, absolutamente ningún sentido. Los del día anterior les habían prometido comida y refugios pero aquella comida les pondría enfermos en el mejor de los casos, los mataría en el peor. Pero si lo que querían era que sobrevivieran no podían prometer comida y darles aquella basura. Al menos eso quería creer el escocés.
Bajó las escaleras con tranquilidad y oyó los lloros de Luci, se dio más prisa en bajar y llegó a tiempo para intentar tranquilizarlo.
-No te preocupes, Luci - le dijo con voz suave. Se acercó a él y la gente reunida abajo.- Deberíamos salir para comprobar lo de la comida. No me creo que nos vayan a dar esa mierda, pero si lo hacen tendremos que pensar en cazar algo, tampoco podemos tumbarnos hasta morir de hambre.
Se dirigió hacia las escaleras que llevaban a la armería y se giró.
-Lethe, ¿vienes conmigo y me ayudas a elegir un arma que sacar ahí fuera para mí? No creo que sea adecuado salir sin un medio para defenderme.
Salió de la habitación en silencio, después de vestirse, tratando de no hacer ruido. Subió las escaleras y salió al tejado mirando en cielo sin estrellas que clareaba por el este. Al menos que el sol saliera y se pusiera por el mismo lugar que en la Tierra era algo familiar. El aire fresco le despejó la mente, aunque no era tan frío como el de finales de otoño en Escocia.
Se quedó pensando en sus hermanos, en si estarían bien, si habrían comido adecuadamente, si sus padres habían llegado bien a casa y si realmente no le echaban de menos. Claro que si tenían magia para hacerle ir a otro mundo quizá habían hecho algo para aquello. La posibilidad más fácil que se le ocurría al humano era que les hubieran borrado la memoria. Era un recurso que se usaba en muchas películas, tenía sentido.
Miró abajo y vio a Kolja que al parecer no debía haber dormido, también observó el accidente de Luci con el pozo. Alec suspiró, aquel iba a ser un día largo, quizá no excesivamente trabajoso pero largo. Más teniendo en cuenta que todos tenían hambre.
Oyó también la lista de "delicias" que traía la bañera y frunció el ceño. Se rascó la barba mientras su mente iba a toda velocidad, a toda la velocidad posible para alguien que había dormido como el culo. No tenía sentido, absolutamente ningún sentido. Los del día anterior les habían prometido comida y refugios pero aquella comida les pondría enfermos en el mejor de los casos, los mataría en el peor. Pero si lo que querían era que sobrevivieran no podían prometer comida y darles aquella basura. Al menos eso quería creer el escocés.
Bajó las escaleras con tranquilidad y oyó los lloros de Luci, se dio más prisa en bajar y llegó a tiempo para intentar tranquilizarlo.
-No te preocupes, Luci - le dijo con voz suave. Se acercó a él y la gente reunida abajo.- Deberíamos salir para comprobar lo de la comida. No me creo que nos vayan a dar esa mierda, pero si lo hacen tendremos que pensar en cazar algo, tampoco podemos tumbarnos hasta morir de hambre.
Se dirigió hacia las escaleras que llevaban a la armería y se giró.
-Lethe, ¿vienes conmigo y me ayudas a elegir un arma que sacar ahí fuera para mí? No creo que sea adecuado salir sin un medio para defenderme.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
03/06/19, 04:26 pm
Aquella no había sido su mejor noche. Incluso la pequeña clinger, dormidora profunda como pocas había, tuvo ciertas dificultades para conciliar el sueño tras dormir tras unas primeras horas. No creyó que se debiera a la cama, ni a la situación ni al peligro. Era el frío que llegó con la noche. Incluso bajo capas y capas de ropa de cama, lo sentía. También el hambre, por supuesto, tenía un papel importante. Perdió la cuenta de las veces que bajó a beber agua, silenciosa como solo ella sabía serlo.
Aunque despierta desde hacía horas, tardó bastante en decidir levantarse definitivamente. Se puso la capa que recogió el día anterior y cogió la otra para devolverla a Lethe. Fue saludando al resto a medida que se los iba encontrando, pero sin detenerse a hablar con nadie. Tenia tanta hambre que estaba considerando seriamente las probables propiedades nutricionales de la tierra del patio. Necesitaba agua, eso le ayudaría a calmar su estómago ni aunque fueran unos pocos seguros.
—¿Estás bien, Luci? —preguntó al entrar en la cocina. No se le escapó el extraño color de su sangre, pero tenía demasiada urgencia por beber agua como para prestar mucha atención a eso.
Ella también había oído la supuesta oferta de comida. Esperaba sinceramente que la descripción no fuera más que una broma de mal gusto. Aunque, para ser sinceros, la clinger había sobrepasado la barrera en la que cualquier promesa de comida, por peligrosa e insalubre que sonara, le resultaba apetecible.
Ese fue el principal motivo por el que se presentó voluntaria al instante para salir.
—Yo voy —dijo mientras se acercaba a Lethe con su capa envuelta entre los brazos.
»Gracias por la capa, Lethe. Casi muero de frío ayer, pero ya tengo otra. Tú también debes tener mucho frío.
Aunque despierta desde hacía horas, tardó bastante en decidir levantarse definitivamente. Se puso la capa que recogió el día anterior y cogió la otra para devolverla a Lethe. Fue saludando al resto a medida que se los iba encontrando, pero sin detenerse a hablar con nadie. Tenia tanta hambre que estaba considerando seriamente las probables propiedades nutricionales de la tierra del patio. Necesitaba agua, eso le ayudaría a calmar su estómago ni aunque fueran unos pocos seguros.
—¿Estás bien, Luci? —preguntó al entrar en la cocina. No se le escapó el extraño color de su sangre, pero tenía demasiada urgencia por beber agua como para prestar mucha atención a eso.
Ella también había oído la supuesta oferta de comida. Esperaba sinceramente que la descripción no fuera más que una broma de mal gusto. Aunque, para ser sinceros, la clinger había sobrepasado la barrera en la que cualquier promesa de comida, por peligrosa e insalubre que sonara, le resultaba apetecible.
Ese fue el principal motivo por el que se presentó voluntaria al instante para salir.
—Yo voy —dijo mientras se acercaba a Lethe con su capa envuelta entre los brazos.
»Gracias por la capa, Lethe. Casi muero de frío ayer, pero ya tengo otra. Tú también debes tener mucho frío.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
03/06/19, 05:18 pm
Frunció ligeramente el ceño ante la llegada de Kolja, diciéndoles lo evidente. Por supuesto que habían oído aquellos gritos que anunciaban toda clase de despropósitos culinarios. Lethe había salido al patio corriendo para poder ver el origen de las voces y no le sorprendió ver que los objetos voladores sin duda se parecían considerablemente a la bañera del cuarto de baño. No tenía ganas de enzarzarse en una discusión estúpida en un momento como aquel, por lo que decidió ignorar al humano rubio. Estaba dispuesta a ayudar a despertar a la gente, de todas formas, pero no hizo falta. Enseguida se empezó a congregar todo el mundo en la cocina y varios expresaron su intención de salir en busca de la comida.
Kradko se le acercó para devolverle su capa y no le dio tiempo a rechazarla cuando le explicó por qué se la daba de vuelta.
—Bien, en ese caso quizás debería buscar yo algo más para abrigarme —le dijo mientras la recogía y se la ponía— Tienes razón en que también estoy sufriendo este clima horroroso.
El llanto de Luci le resultó un tanto irritante, pero viendo que otros intentaron calmarle no se inmiscuyó.
—Estoy de acuerdo —dijo tras Alec, no obstante—. Lo del refugio resultó ser cierto, así que creo que sería insensato no seguir a esas bañeras. A lo mejor nos conducen hacia donde se encuentra la comida de verdad. En cualquier caso tenemos que empezar a buscar comida desde ya, sea como esa.
Acompañó al humano pelirrojo cuando llamó su atención y se encaminó junto a él escaleras abajo.
>>De acuerdo. Te recomiendo principalmente una lanza, sino un arma de filo que te resulte fácil de manejar.
Una vez Alec escogiese su arma bajaría el puente levadizo y volvería a la cocina dispuesta a encabezar la marcha si nadie se le adelantaba. Casi todos estaban dispuestos a colaborar en la búsqueda de comida y no muchos decidieron quedarse. De todas formas alguien debía quedarse para bajar el puente y abrirlo cuando volvieran, por lo que no le pareció un mal reparto a la enderth.
Kradko se le acercó para devolverle su capa y no le dio tiempo a rechazarla cuando le explicó por qué se la daba de vuelta.
—Bien, en ese caso quizás debería buscar yo algo más para abrigarme —le dijo mientras la recogía y se la ponía— Tienes razón en que también estoy sufriendo este clima horroroso.
El llanto de Luci le resultó un tanto irritante, pero viendo que otros intentaron calmarle no se inmiscuyó.
—Estoy de acuerdo —dijo tras Alec, no obstante—. Lo del refugio resultó ser cierto, así que creo que sería insensato no seguir a esas bañeras. A lo mejor nos conducen hacia donde se encuentra la comida de verdad. En cualquier caso tenemos que empezar a buscar comida desde ya, sea como esa.
Acompañó al humano pelirrojo cuando llamó su atención y se encaminó junto a él escaleras abajo.
>>De acuerdo. Te recomiendo principalmente una lanza, sino un arma de filo que te resulte fácil de manejar.
Una vez Alec escogiese su arma bajaría el puente levadizo y volvería a la cocina dispuesta a encabezar la marcha si nadie se le adelantaba. Casi todos estaban dispuestos a colaborar en la búsqueda de comida y no muchos decidieron quedarse. De todas formas alguien debía quedarse para bajar el puente y abrirlo cuando volvieran, por lo que no le pareció un mal reparto a la enderth.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Silente
03/06/19, 06:33 pm
Aunque no hubiera pensado que fuera posible, Amira se durmió nada más se tumbó en el colchón. Se había cambiado el disfraz por una camisa larga que le serviría de camisón improvisado para estar más cómoda, y aunque no iba a ser tan agradable ni calentita como sus pijamas de franela, era mejor que seguir disfrazada. Estaba agotada, y por eso se durmió enseguida: correr por una ciudad desconocida huyendo de aliens asesinos y adecentar el torreón había drenado las pocas fuerzas que le quedaban después del desgaste mental que había supuesto el despertar en una mazmorra.
No fue ni de lejos la primera en despertarse, pero no le importó demasiado. Estaba descansada y tenía la mente más despejada, y aquello podía suponer cosas muy buenas. Rebuscó entre la ropa los pantalones más cómodos que hubiera de su talla y se los puso, junto a una camiseta que no le fuera tan grande como su camisón improvisado y sus zapatos. Cogió su móvil muerto del bolso y usó la pantalla a modo de espejo improvisado, tratando de ver cómo tenía el pelo. Aún no estaba del todo mal, pero sin seguir sus rutinas de cuidados terminaría hecho mierda, y eso le dolería mucho. Suspiró profundamente y bajó a tiempo de oír a las bañeras llegar, anunciando todo tipo de cosas no-comestibles. La verdad es que, si iban a tener que comer eso, prefería morirse de hambre.
—Buenos días —sonrió, viendo como algunos se preparaban para salir —. Yo me apunto a ir a por comida.
La verdad es que tenía genuina curiosidad por ver si lo que les daban era verdaderamente esa mierda o era todo una especie de broma interna de los que habían dado el discurso para jugar con ellos, al más puro estilo de los trolls que pululaban por internet o de las novatadas universitarias. Imitó a Alec y bajó a la armería, cogiendo un estilete que llevaría al cinto y la espada más ligera que encontró. No sabía utilizarla, pero era mejor que no llevar nada y no pesaba demasiado, así que no era incómoda.
Subió de nuevo, junto a Alec y a Lethe, y se dispuso a salir.
No fue ni de lejos la primera en despertarse, pero no le importó demasiado. Estaba descansada y tenía la mente más despejada, y aquello podía suponer cosas muy buenas. Rebuscó entre la ropa los pantalones más cómodos que hubiera de su talla y se los puso, junto a una camiseta que no le fuera tan grande como su camisón improvisado y sus zapatos. Cogió su móvil muerto del bolso y usó la pantalla a modo de espejo improvisado, tratando de ver cómo tenía el pelo. Aún no estaba del todo mal, pero sin seguir sus rutinas de cuidados terminaría hecho mierda, y eso le dolería mucho. Suspiró profundamente y bajó a tiempo de oír a las bañeras llegar, anunciando todo tipo de cosas no-comestibles. La verdad es que, si iban a tener que comer eso, prefería morirse de hambre.
—Buenos días —sonrió, viendo como algunos se preparaban para salir —. Yo me apunto a ir a por comida.
La verdad es que tenía genuina curiosidad por ver si lo que les daban era verdaderamente esa mierda o era todo una especie de broma interna de los que habían dado el discurso para jugar con ellos, al más puro estilo de los trolls que pululaban por internet o de las novatadas universitarias. Imitó a Alec y bajó a la armería, cogiendo un estilete que llevaría al cinto y la espada más ligera que encontró. No sabía utilizarla, pero era mejor que no llevar nada y no pesaba demasiado, así que no era incómoda.
Subió de nuevo, junto a Alec y a Lethe, y se dispuso a salir.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Silente
03/06/19, 09:40 pm
Reina
Asintiendo suavemente, su mirada se dirigió al suelo unos instantes.
—Habrá que tomar todas las precauciones necesarias para entonces evitar complicaciones. Mejor pasar algo de hambre que sufrir enfermedades.—
A lo que añadió la varmana, la nipona se encogió de hombros. La chica asumía qué tal luna era un hecho físico y no algo simbólico. Sin embargo, no lo puntualizó. Si bien por no irritada la única persona con la que hasta ahora había logrado encontrar cierta empatia, por que deseaba no jugar más a los juegos de sus captores. Estaba aburrida y harta.
El resto de la conversación de alargó al pasar las horas. Amenas, sin duda, le ayudaban a la heredera a distraerse. Cuando pudo cerrar los ojos lo hizo. Se le antojaron como de goma, de plástico barato. Pero logró cerrarlos. Luego de dormir era una cuestión aparte. Pero ella evitó el pago y se despertó antes de que los otros lo hicieran por ella. No había que desayunar así que no había que preocuparse por eso. Como toda víctima de las tallas, Reina estaba algo acostumbrada a la hambruna, pero había algo de aquella ocasión que no se correrá a con sus múltiples intentos de dietas. Quizás era la falta de control personal sobre aquella situación. Lo que lo hacía real, lo hacia supervivencia y no un intento por mejorar su imagen y salud. Desperezandose muy lenta y suavemente, la nipona se dirigió al patio, donde bebió del pozo de nuevo, en parte por sed, en parte por llenar el estómago con algo y procedió a esperar a la fresca a que el resto se despertase. El picor de la quemadura no había cesado y su pecho sentía que iba a explotar, con las hebillas clavándosela en las costillas y omóplatos con la crueldad de un torturador. Se aclaró la voz y se meció el pelo en pos de arreglarlo un poco, pero sin un peine propiamente dicho.
Cuando hubo discusión sobre si salir, la nipona se vio en un conflicto interno. Abstraída y algo melancólica valoraba los pros y los contras de acompañar a los críos. Por una parte, era extremadamente peligroso, no sabían que les deparaba el exterior. Y por otra, la comida, si era verdad que tenían, era su prioridad número uno. Con esto en mente, vaticinó. No le sorprendería, siguiendo la dialéctica que habían usado sus secuestradores, no le habría sorprendido a la chica si alguna suerte de trampa mortal les esperaba. Se adentro en el torreón y bajo las escaleras hacia la armería. No era armera pero era más que capaz de reconocer un metal barato e impuro. La mayoría en tal estado no podrían atravesar cuero, ni hablar de caza mayor. Aquello solo tenía un propósito, estaba segura ya de ello, servía para que los niños se hicieran daño entre ellos.
Con los ojos fruncidos se valió del pobre reflejo de una hoja para esperar su cara. Su maquillaje desarreglado, su pelo un lío y tan vulnerable, era algo que nunca le perdonaría a aquellos desgraciados que habían decidido tomarlas con ella. Quitándose las lentillas, sus ojos irritados, se quedó dándole vueltas un rato hasta que decidió guardarlas en un bolsillo. No tenía su estuche y se ensuciaron casi seguramente, pero era mejor que abandonarlas a su suerte. Saliendo de la armería, subió las escaleras y se acercó al grupo que se preparaba para salir.
—Podeis contar conmigo. Os acompañaré a por la comida.—
Reina no era una cobarde. Pero tampoco una insensata. Sabía de los riesgos, pero no se sentiría cómoda si no cargaba con su propio peso. Kahlo, por otra parte, había decidido quedarse. Aquello no era tal como un problema en su percepción de la chica a la que podría decirse que se habían sembrado las semillas de la amistad. Se la veía muy inocente de laa crueldades. Aunque tuvieran tanto en común la heredera sabía que, como mientras en la historieta del Zorro y el Tigre, que la varmana era El Zorro mientras que Ella era el Tigre.
Asintiendo suavemente, su mirada se dirigió al suelo unos instantes.
—Habrá que tomar todas las precauciones necesarias para entonces evitar complicaciones. Mejor pasar algo de hambre que sufrir enfermedades.—
A lo que añadió la varmana, la nipona se encogió de hombros. La chica asumía qué tal luna era un hecho físico y no algo simbólico. Sin embargo, no lo puntualizó. Si bien por no irritada la única persona con la que hasta ahora había logrado encontrar cierta empatia, por que deseaba no jugar más a los juegos de sus captores. Estaba aburrida y harta.
El resto de la conversación de alargó al pasar las horas. Amenas, sin duda, le ayudaban a la heredera a distraerse. Cuando pudo cerrar los ojos lo hizo. Se le antojaron como de goma, de plástico barato. Pero logró cerrarlos. Luego de dormir era una cuestión aparte. Pero ella evitó el pago y se despertó antes de que los otros lo hicieran por ella. No había que desayunar así que no había que preocuparse por eso. Como toda víctima de las tallas, Reina estaba algo acostumbrada a la hambruna, pero había algo de aquella ocasión que no se correrá a con sus múltiples intentos de dietas. Quizás era la falta de control personal sobre aquella situación. Lo que lo hacía real, lo hacia supervivencia y no un intento por mejorar su imagen y salud. Desperezandose muy lenta y suavemente, la nipona se dirigió al patio, donde bebió del pozo de nuevo, en parte por sed, en parte por llenar el estómago con algo y procedió a esperar a la fresca a que el resto se despertase. El picor de la quemadura no había cesado y su pecho sentía que iba a explotar, con las hebillas clavándosela en las costillas y omóplatos con la crueldad de un torturador. Se aclaró la voz y se meció el pelo en pos de arreglarlo un poco, pero sin un peine propiamente dicho.
Cuando hubo discusión sobre si salir, la nipona se vio en un conflicto interno. Abstraída y algo melancólica valoraba los pros y los contras de acompañar a los críos. Por una parte, era extremadamente peligroso, no sabían que les deparaba el exterior. Y por otra, la comida, si era verdad que tenían, era su prioridad número uno. Con esto en mente, vaticinó. No le sorprendería, siguiendo la dialéctica que habían usado sus secuestradores, no le habría sorprendido a la chica si alguna suerte de trampa mortal les esperaba. Se adentro en el torreón y bajo las escaleras hacia la armería. No era armera pero era más que capaz de reconocer un metal barato e impuro. La mayoría en tal estado no podrían atravesar cuero, ni hablar de caza mayor. Aquello solo tenía un propósito, estaba segura ya de ello, servía para que los niños se hicieran daño entre ellos.
Con los ojos fruncidos se valió del pobre reflejo de una hoja para esperar su cara. Su maquillaje desarreglado, su pelo un lío y tan vulnerable, era algo que nunca le perdonaría a aquellos desgraciados que habían decidido tomarlas con ella. Quitándose las lentillas, sus ojos irritados, se quedó dándole vueltas un rato hasta que decidió guardarlas en un bolsillo. No tenía su estuche y se ensuciaron casi seguramente, pero era mejor que abandonarlas a su suerte. Saliendo de la armería, subió las escaleras y se acercó al grupo que se preparaba para salir.
—Podeis contar conmigo. Os acompañaré a por la comida.—
Reina no era una cobarde. Pero tampoco una insensata. Sabía de los riesgos, pero no se sentiría cómoda si no cargaba con su propio peso. Kahlo, por otra parte, había decidido quedarse. Aquello no era tal como un problema en su percepción de la chica a la que podría decirse que se habían sembrado las semillas de la amistad. Se la veía muy inocente de laa crueldades. Aunque tuvieran tanto en común la heredera sabía que, como mientras en la historieta del Zorro y el Tigre, que la varmana era El Zorro mientras que Ella era el Tigre.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
04/06/19, 04:28 pm
Kolja se puso la cota de malla, ya reparada, se colgó la espada de la cintura y uno de los carcajs al otro lado.
El segundo carcaj se lo colgó de la espalda y metió el arco dentro. Con todo puesto bajó las escaleras.
Y a esta que tripa se le ha roto pensó cuando vió la mirada que le hechó la pájaro. Dentro descubrió que ya se había despertado todo el mundo y que al parecer estaban preparandose para salir, descubrimiento que le subió la moral, se alegraba de estar con gente que los tenia bien puestos. Al final tras el recuento se vio que Kahlo y Luci se quedarian a guardar el torreón y a bajar y subir el puente levadizo. Kolja se colocó la trenza al rededor de la cabeza para que el casco no le causase rozaduras y se lo puso.
-Bueno, si estamos todos listos va siendo hora de que salgamos, no vayamos a perder las bañeras y su delicioso contenido- dijó con una media sonrisa- Luci, Kahlo, acordaos de subir el puente, no queremos que os pase nada.
Kolja encaminó la procesión, a la cabeza del grupo de adolescentes. Cuando hubo pasado el puente se giró para quedar de cara al grupo.
-Dudo que se muy seguro andar por esta ciudad, asi que propongo que caminemos en formación, por favor, los que tengais experiencia con armas formad un anillo exterior y los que no formad un anillo interior, si os parece bien, claro está.
Sigue en: Pozos
El segundo carcaj se lo colgó de la espalda y metió el arco dentro. Con todo puesto bajó las escaleras.
Y a esta que tripa se le ha roto pensó cuando vió la mirada que le hechó la pájaro. Dentro descubrió que ya se había despertado todo el mundo y que al parecer estaban preparandose para salir, descubrimiento que le subió la moral, se alegraba de estar con gente que los tenia bien puestos. Al final tras el recuento se vio que Kahlo y Luci se quedarian a guardar el torreón y a bajar y subir el puente levadizo. Kolja se colocó la trenza al rededor de la cabeza para que el casco no le causase rozaduras y se lo puso.
-Bueno, si estamos todos listos va siendo hora de que salgamos, no vayamos a perder las bañeras y su delicioso contenido- dijó con una media sonrisa- Luci, Kahlo, acordaos de subir el puente, no queremos que os pase nada.
Kolja encaminó la procesión, a la cabeza del grupo de adolescentes. Cuando hubo pasado el puente se giró para quedar de cara al grupo.
-Dudo que se muy seguro andar por esta ciudad, asi que propongo que caminemos en formación, por favor, los que tengais experiencia con armas formad un anillo exterior y los que no formad un anillo interior, si os parece bien, claro está.
Sigue en: Pozos
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
05/06/19, 12:00 am
Cuando las bañeras sobrevolaban el torreón la mayoría ya estaban en la planta baja, por lo que Chromsa pensó en que sería buena idea salir ya. Fue en ese momento en el que todos se quejaban de algún modo u otro de la "comida" que anunciaban los navegantes de las bañeras que pensó bien en lo que estaban diciendo. Los alimentos no es que fueran solo peculiares, es que no eran nada que a primera vista pareciera comestible. Aunque si era lo único que iban a poder comer iba a tener que acostumbrarse.
Le pareció bastante bien que decidieran formar un grupo de expedición para buscar las bañeras mientras que algunos se quedaban para poder abrir. Desde que había llegado, se había preocupado por Luci, que parecía al menos en comportamiento el más joven del grupo, por lo que se alegró de que se quedara a salvo dentro. Y Kahlo parecía simpática, así que no se aburrirían mientras el resto estuviera fuera. Varios del grupo bajaron a por armas para defenderse de algún posible peligro, lo cual le pareció bastante sensato y siguió su ejemplo. Sin embargo, Chromsa no había usado un arma en su vida y además no se consideraba capaz de hacer daño ni a una mosca. Pensó bien en que llevarse y se decantó por uno de los bastones largos con los que pensaba hacer el rastrillo. -No es algo difícil de manejar y será suficiente para defenderme si llega el momento- pensó, prefiriendo que ese momento no llegara.
Cuando subió, Lethe acababa de abrir las puertas, por lo que en cuanto empezaron la marcha. Antes de alejarse demasiado se giró y dijo a los que se quedaron en el torreón: -Volveremos pronto con la comida, no os preocupéis. Hasta luego.- y siguió caminando con el resto.
Kolja propuso ir en formación para proteger a los que no habían luchado nunca, lo cual le pareció muy bien y se colocó en el interior del grupo, aunque cerca del terrestre. Una vez se organizaron, Chromsa le dijo: -Las bañeras todavía no se han alejado mucho, así que no será muy difícil seguirlas.- dijo mientras señalaba a unas manchas en el cielo que suponía que eran las bañeras- No es que vea muy bien, pero ayer me fijé un poco por donde pasábamos y creo que se moverme un poco por aquí, lo digo por si hace falta encontrar algún camino rápido.- añadió.
Le pareció bastante bien que decidieran formar un grupo de expedición para buscar las bañeras mientras que algunos se quedaban para poder abrir. Desde que había llegado, se había preocupado por Luci, que parecía al menos en comportamiento el más joven del grupo, por lo que se alegró de que se quedara a salvo dentro. Y Kahlo parecía simpática, así que no se aburrirían mientras el resto estuviera fuera. Varios del grupo bajaron a por armas para defenderse de algún posible peligro, lo cual le pareció bastante sensato y siguió su ejemplo. Sin embargo, Chromsa no había usado un arma en su vida y además no se consideraba capaz de hacer daño ni a una mosca. Pensó bien en que llevarse y se decantó por uno de los bastones largos con los que pensaba hacer el rastrillo. -No es algo difícil de manejar y será suficiente para defenderme si llega el momento- pensó, prefiriendo que ese momento no llegara.
Cuando subió, Lethe acababa de abrir las puertas, por lo que en cuanto empezaron la marcha. Antes de alejarse demasiado se giró y dijo a los que se quedaron en el torreón: -Volveremos pronto con la comida, no os preocupéis. Hasta luego.- y siguió caminando con el resto.
Kolja propuso ir en formación para proteger a los que no habían luchado nunca, lo cual le pareció muy bien y se colocó en el interior del grupo, aunque cerca del terrestre. Una vez se organizaron, Chromsa le dijo: -Las bañeras todavía no se han alejado mucho, así que no será muy difícil seguirlas.- dijo mientras señalaba a unas manchas en el cielo que suponía que eran las bañeras- No es que vea muy bien, pero ayer me fijé un poco por donde pasábamos y creo que se moverme un poco por aquí, lo digo por si hace falta encontrar algún camino rápido.- añadió.
- Birdo
Ficha de cosechado
Nombre: Qirra
Especie: Parqia
Habilidades: Habilidad manual, Inmutabilidad, Imaginación.Personajes : oof
oof
● Qirra: Parqia azulita con piedrecitas.
oof
Status : Feels bad man.
oof
Humor : Dorime
oof
Re: Torreón Silente
06/06/19, 12:36 am
oofDesenvolvió el caramelo y probó a morderlo sin estar del todo segura de lo podía esperarse. No sería la primera vez que se hacía daño mordiendo una piedra. Para su asombro, el caramelo se rompió en un puñado de lascas dulces que le recoron mucho a la miel, solo que más duros. Mientras masticaba lentamente, se puso a inspeccionar el envoltorio. Aquel tejido era extraño. Le dió vueltas, lo enrolló y lo arrugó para más tarde volver a extenderlo, tan abstraída en sus propios pensamientos que de prestarle atención a lo que decían los demás. Para cuando se hubo cansado, en el torreón apenas quedaba luz y algunos chicos empezaron a encender velas. Había perdido la noción del tiempo. Tenía sed, así que se acercó al cacharro que habían llenado de agua y bebió hasta saciarse. Tras esto, vió que algunos de sus compañeros empezaban subir al dormitorio. No tenía muy claro que era un dormitorio, pero estaba segura de que tenía que ver con dormir, y ella se encontraba bastante más cansada de lo habitual. Quizá fuese por el hambre. Fuera como fuese, decidió seguirlos escaleras arriba.
oofAquel sitio estaba lleno de camas, y supuso que las camas eran aquellas estructuras de madera en las que se estaban tumbando los chavales. Se subió a una en la que no había nadie y probó a ponerse cómoda, pero se dió cuenta de que aquella cosa cedía demasiado con su peso. Desde luego cedía mucho más que el pasto verde de Ordesta. Dudaba mucho que fuese a dejar de pensar en o incómoda que se encontraba durante toda la noche, por lo que decidió que sería mejor idea dormir en el suelo de momento. No sería la primera vez que dormía sobre una piedra, y en cierto modo, las superficies duras también tenían su encanto. Bajó de un brinco tras bufar un par de veces, se metió debajo de la misma cama como pudo y se puso todo lo cómoda que fue capaz de ponerse. No era tan cómodo como las piedras de Ordesta, pero tendría que conformarse.
oofA la mañana siguiente se despertó sobresaltada al escuchar unos extraños cánticos del exterior. ¿Hablaban de comida? ─¡Las bañeras!─ Dió un brinco que hizo que se golpease contra el armazón de madera bajo el que había dormido y soltó un quejido, aunque eso no le hizo perder su entusiasmo. ─¡Las bañeras! ¡Son las bañeras!─ gritaba enérgicamente, despertando a su paso a cualquier criatura que estuviese dormida sin ser realmente su intención. Bajó las escaleras como una exhalación y se plantó junto a la puerta principal, sentada, esperando a los demás para salir mientras meneaba la cola impaciente.
oofUna vez fuera, decidió ir volando sobre las cabezas de los chicos a no más de 6 o 7 metros de altura. De esta manera podría prevenirles de cualquier peligro que pudiesen encontrarse en el camino antes de que se diesen de bruces con ello.
oofAquel sitio estaba lleno de camas, y supuso que las camas eran aquellas estructuras de madera en las que se estaban tumbando los chavales. Se subió a una en la que no había nadie y probó a ponerse cómoda, pero se dió cuenta de que aquella cosa cedía demasiado con su peso. Desde luego cedía mucho más que el pasto verde de Ordesta. Dudaba mucho que fuese a dejar de pensar en o incómoda que se encontraba durante toda la noche, por lo que decidió que sería mejor idea dormir en el suelo de momento. No sería la primera vez que dormía sobre una piedra, y en cierto modo, las superficies duras también tenían su encanto. Bajó de un brinco tras bufar un par de veces, se metió debajo de la misma cama como pudo y se puso todo lo cómoda que fue capaz de ponerse. No era tan cómodo como las piedras de Ordesta, pero tendría que conformarse.
oofA la mañana siguiente se despertó sobresaltada al escuchar unos extraños cánticos del exterior. ¿Hablaban de comida? ─¡Las bañeras!─ Dió un brinco que hizo que se golpease contra el armazón de madera bajo el que había dormido y soltó un quejido, aunque eso no le hizo perder su entusiasmo. ─¡Las bañeras! ¡Son las bañeras!─ gritaba enérgicamente, despertando a su paso a cualquier criatura que estuviese dormida sin ser realmente su intención. Bajó las escaleras como una exhalación y se plantó junto a la puerta principal, sentada, esperando a los demás para salir mientras meneaba la cola impaciente.
oofUna vez fuera, decidió ir volando sobre las cabezas de los chicos a no más de 6 o 7 metros de altura. De esta manera podría prevenirles de cualquier peligro que pudiesen encontrarse en el camino antes de que se diesen de bruces con ello.
upper secret oof
secret oof
Embeces la bida no es como keremos
secret oof
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
18/06/19, 01:43 am
El llanto de Luci se cortó en cuanto el grupo se movilizó. El daeliciano los miraba con desconcierto ¿De verdad iban a salir a por esa porquería? Encima ninguno parecía dudar. Sabía que no era eso lo que comían en sus mundos, al menos en el caso de Alec, pues le había hablado sobre ello la noche anterior.
Tan solo Kahlo y él quedaron en el torreón. Dejó que la varmana se ocupase del puente y se fue a un sofá a estar triste. Estaba hambriento pero pensar en lo que tendría que comer cuando los demás volvieran le revolvía el estómago y le provocaba una gran ansiedad. Se abrazó las rodillas y escondió la cabeza para llorar flojito. Podía soportar más o menos la suciedad, autoengañarse con que la fealdad del torreón y de la ropa en él podía arreglarse con algo de imaginación pero la comida era fundamental en su vida, en su cultura, no podía comer basura, era algo imposible.
<< Voy a morir de hambre. No hace falta que me mate ningún monstruo, me moriré de hambre>>
Tan solo Kahlo y él quedaron en el torreón. Dejó que la varmana se ocupase del puente y se fue a un sofá a estar triste. Estaba hambriento pero pensar en lo que tendría que comer cuando los demás volvieran le revolvía el estómago y le provocaba una gran ansiedad. Se abrazó las rodillas y escondió la cabeza para llorar flojito. Podía soportar más o menos la suciedad, autoengañarse con que la fealdad del torreón y de la ropa en él podía arreglarse con algo de imaginación pero la comida era fundamental en su vida, en su cultura, no podía comer basura, era algo imposible.
<< Voy a morir de hambre. No hace falta que me mate ningún monstruo, me moriré de hambre>>
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
26/06/19, 10:44 am
Kahlo observó con aparente impasibilidad como sus nuevos compañeros abandonaban el nido. Lo cierto es que estaba inquieta por el miedo a que no volvieran, a quedarse sola con la única compañía del daeliciano. Al bajar el puente sus manos temblaban, abrumada por aquel pensamiento en el que Luci y ella morían de hambre solos en la torre. Se sacudió el miedo de encima, dejando que el intenso silencio de la ciudad se hiciera hueco en ella según los pasos de los demás se perdían en el camino.
Vio al de piel rosa acurrucado en el sofá pero no dijo nada. No era buena consolando gente sin sentirlo sinceramente, y en el estado en el que se encontraba tampoco es que quisiera hacerlo. Sin mediar palabra la varmana subió a por ropa vieja, sin pararse a mirar que cogía para llevarla al salón. Bajó con cuidado las escaleras, pues su campo de visión estaba reducido por la cantidad de prendas, finalmente dejando el montoncito en una mesa cercana al sofá de Luci. Se cruzó de brazos, espectante.
─¿Me vas a ayudar a arreglar la ropa? ─lo cierto es que no era una pregunta, pero tuvo el detalle de añadir la entonación interrogante a mitad de frase. Sus pupilas se dilataron sutilmente al caer en un detalle─. ¿Sabes coser? Bueno, eso da igual ─añadió, sin apenas darle margen de respuesta al daeliciano─. Puedo enseñarte.
La varmana pareció caer en cuenta (tarde) de la situación en la que se encontraba Luci. Estaba llorando. Por mucho que le pusieran de los nervios los críos y las muestras de debilidad así se reprendió a sí misma para ser más delicada. Al menos lo intentaría.
─Mientras puedes buscar ahí cosas que te gusten y vemos que hacer con ellas. Así nos entretenemos un rato ─se esforzó en sacar una sonrisa casi maternal. Su tono era más lento, tanteando que tanta suavidad necesitaba añadir. Luego se alejó despacio, en otra dirección─. Yo voy a por hilo y aguja. Tengo que remendar mi falda.
Vio al de piel rosa acurrucado en el sofá pero no dijo nada. No era buena consolando gente sin sentirlo sinceramente, y en el estado en el que se encontraba tampoco es que quisiera hacerlo. Sin mediar palabra la varmana subió a por ropa vieja, sin pararse a mirar que cogía para llevarla al salón. Bajó con cuidado las escaleras, pues su campo de visión estaba reducido por la cantidad de prendas, finalmente dejando el montoncito en una mesa cercana al sofá de Luci. Se cruzó de brazos, espectante.
─¿Me vas a ayudar a arreglar la ropa? ─lo cierto es que no era una pregunta, pero tuvo el detalle de añadir la entonación interrogante a mitad de frase. Sus pupilas se dilataron sutilmente al caer en un detalle─. ¿Sabes coser? Bueno, eso da igual ─añadió, sin apenas darle margen de respuesta al daeliciano─. Puedo enseñarte.
La varmana pareció caer en cuenta (tarde) de la situación en la que se encontraba Luci. Estaba llorando. Por mucho que le pusieran de los nervios los críos y las muestras de debilidad así se reprendió a sí misma para ser más delicada. Al menos lo intentaría.
─Mientras puedes buscar ahí cosas que te gusten y vemos que hacer con ellas. Así nos entretenemos un rato ─se esforzó en sacar una sonrisa casi maternal. Su tono era más lento, tanteando que tanta suavidad necesitaba añadir. Luego se alejó despacio, en otra dirección─. Yo voy a por hilo y aguja. Tengo que remendar mi falda.
- ♪♫♬:
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
26/06/19, 05:37 pm
Luci dio un respingo, había estado tan centrado en sus malos pensamientos que no se había dado cuenta de que Kahlo se le había acercado con un montón de ropa. Se limpió las lágrimas para verla bien. Por su actitud pensó al principio que iba a regañarle, pero pronto vio que nada más lejos de eso.
-Sé coser -respondió -Pero no muy bien.
Había aprendido a coser en el colegio como todo el mundo y aunque no era la actividad en la que más destacaba se defendía lo bastante para hacer bordados sencillos y algún que otro remiendo. Podía ayudar a Kahlo, y en cualquier otra situación le habría entusiasmado poder mejorar sus habilidades de costura pero ¿cómo podía la varmana mostrarse tan tranquila? ¿Cómo podía pensar en tareas cuando llevaba un día sin comer y la única promesa de alimento era en forma de cosas asquerosas? Por un lado Luci estaba desconcertado, por otro sentía verdadera admiración.
Aceptó ayudar a la chica y mientras ella iba en busca de hilo y aguja Luci se ocupó de separar las prendas por arreglos necesarios, tipos de tejido y demás, guardándose las que creía que podía rescatar o que le daban menos grima ponerse. En cuanto Kahlo volvió se pusieron manos a la obra.
-Ojalá tuviéramos tintes -dijo después de un rato en silencio. -Toda la ropa aquí tiene colores muy sosos.
-Sé coser -respondió -Pero no muy bien.
Había aprendido a coser en el colegio como todo el mundo y aunque no era la actividad en la que más destacaba se defendía lo bastante para hacer bordados sencillos y algún que otro remiendo. Podía ayudar a Kahlo, y en cualquier otra situación le habría entusiasmado poder mejorar sus habilidades de costura pero ¿cómo podía la varmana mostrarse tan tranquila? ¿Cómo podía pensar en tareas cuando llevaba un día sin comer y la única promesa de alimento era en forma de cosas asquerosas? Por un lado Luci estaba desconcertado, por otro sentía verdadera admiración.
Aceptó ayudar a la chica y mientras ella iba en busca de hilo y aguja Luci se ocupó de separar las prendas por arreglos necesarios, tipos de tejido y demás, guardándose las que creía que podía rescatar o que le daban menos grima ponerse. En cuanto Kahlo volvió se pusieron manos a la obra.
-Ojalá tuviéramos tintes -dijo después de un rato en silencio. -Toda la ropa aquí tiene colores muy sosos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
30/06/19, 10:57 pm
Kahlo sonrió conforme al oír la positiva del daeliciano. Se sentó en frente suya para remendar su falda, ojeando cada poco como trabajaba para asegurarse de que no hacía ninguna locura con las prendas que cogía. Delante del piel rosada la varmana no tenía apuro alguno a la hora de mostrar piernas, gesto inevitable al recoger el ruedo de la prenda que llevaba puesta. Solo era un niño (niña a sus ojos) pequeño. Pilló la prenda con alfileres a ojo, levantándose cada poco para comprobar que la caída no quedaba ladeada. Si podía le haría algún bordado, añadiría detalles o incluso patrones de alguna otra prenda aunque no la subiera por encima de la rodilla.
—Desde luego —respondió, con la vista fija a sus pies. Dio una vuelta suave sobre si misma, buscando imperfectos en la parte posterior de la prenda. Localizado cierto punto volvió a tomar asiento, sujetando una parte que no le convencía para recolocarla—. Hay maneras de hacer tintes con alimentos, flores y plantas. No es demasiado complicado por lo que sé.
No levantó cabeza al hablar, concentrada en su tarea.
—Pero no contamos con comida ni con vegetación alguna —suspiró, poniéndose las gafas para meter el hilo en la aguja y pasar a coser. A pesar de su aparente apatía, había un deje indescifrable en su voz; sentimientos mal contenidos—. Así que a menos que nos sobre algo, me temo que no podemos permitirnos tal lujo.
Se clavó la aguja en el dedo sin querer. Acababa de llamar lujo a teñir ropa vieja con hortalizas, como si fuera una clase de plebeya que ni eso puede permitirse. Hizo una mueca y dejó salir el aire entre sus dientes, un suspiro rápido. Agarró con fuerza la tela y se chupó el dedo, quitándose todo pensamiento que la pusiera de peor humor de encima.
—Pero bueno, háblame de ti, Luci. ¿Cuántos años tienes?
—Desde luego —respondió, con la vista fija a sus pies. Dio una vuelta suave sobre si misma, buscando imperfectos en la parte posterior de la prenda. Localizado cierto punto volvió a tomar asiento, sujetando una parte que no le convencía para recolocarla—. Hay maneras de hacer tintes con alimentos, flores y plantas. No es demasiado complicado por lo que sé.
No levantó cabeza al hablar, concentrada en su tarea.
—Pero no contamos con comida ni con vegetación alguna —suspiró, poniéndose las gafas para meter el hilo en la aguja y pasar a coser. A pesar de su aparente apatía, había un deje indescifrable en su voz; sentimientos mal contenidos—. Así que a menos que nos sobre algo, me temo que no podemos permitirnos tal lujo.
Se clavó la aguja en el dedo sin querer. Acababa de llamar lujo a teñir ropa vieja con hortalizas, como si fuera una clase de plebeya que ni eso puede permitirse. Hizo una mueca y dejó salir el aire entre sus dientes, un suspiro rápido. Agarró con fuerza la tela y se chupó el dedo, quitándose todo pensamiento que la pusiera de peor humor de encima.
—Pero bueno, háblame de ti, Luci. ¿Cuántos años tienes?
- ♪♫♬:
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
02/07/19, 12:59 am
Luci sabía lo de los tintes. Habían dado en clase el origen de los pigmentos y habían aprendido a teñir y decorar prendas.
-En casa me arreglaba mi ropa. A veces teñía algunas cosas o las pintaba. Mi madre tenía un peto verde palo al que le pinté un montón de florecitas rosas y quedaba super bonito. Ojalá pudiera enseñártelo.
Estaba bastante orgulloso de su armario, había tardado varios años en definir su estilo y conseguir un fondo aceptable. En su ciudad no había tanta variedad de ropa como en la Ciudad del Mar y la moda estaba un pelín estancada. Al mirar su montón de ropa se dio cuenta de que inconscientemente había elegido muchas prendas claras, las más fáciles de teñir. Puede que encontrase otras formas de darles una nota de color.
Mientras Kahlo estaba centrada en su falda. Cosía, se levantaba, medía y volvía a coser. Luci aprovechó una de las veces en que su falda estaba levantada para mirar debajo, ladeando un poco la cabeza.
-Me gustan tus pantalones -comentó. Eran blancos, vale, pero tenían un fruncido que les daba un volumen gracioso y puntillas en los extremos. -¿Por qué los tapas con la falda?
Llevar varias capas de ropa era normal cuando hacía frío pero allí estaban a una temperatura bastante soportable, aunque por la textura de las telas no tenía pinta de que abrigasen demasiado.
-Tengo trece años. Debería empezar estudios especializados este curso pero no me decidí por nada. Se suponía que iba a trabajar con mi padre hasta que encontrase algo que hacer.
La explicación sobre sus planes de futuro era una forma de anticiparse a posibles preguntas, ya que por edad debía estar cerca de independizarse.
-¿Tú cuántos años tienes? ¿Tienes hijos?
Desde luego parecía lo bastante mayor para tenerlos, casi todos los de su grupo en realidad. Luci esperaba de corazón que no fuese así, debía ser terrorífico estar en un lugar desconocido habiendo dejado atrás a tu familia.
-En casa me arreglaba mi ropa. A veces teñía algunas cosas o las pintaba. Mi madre tenía un peto verde palo al que le pinté un montón de florecitas rosas y quedaba super bonito. Ojalá pudiera enseñártelo.
Estaba bastante orgulloso de su armario, había tardado varios años en definir su estilo y conseguir un fondo aceptable. En su ciudad no había tanta variedad de ropa como en la Ciudad del Mar y la moda estaba un pelín estancada. Al mirar su montón de ropa se dio cuenta de que inconscientemente había elegido muchas prendas claras, las más fáciles de teñir. Puede que encontrase otras formas de darles una nota de color.
Mientras Kahlo estaba centrada en su falda. Cosía, se levantaba, medía y volvía a coser. Luci aprovechó una de las veces en que su falda estaba levantada para mirar debajo, ladeando un poco la cabeza.
-Me gustan tus pantalones -comentó. Eran blancos, vale, pero tenían un fruncido que les daba un volumen gracioso y puntillas en los extremos. -¿Por qué los tapas con la falda?
Llevar varias capas de ropa era normal cuando hacía frío pero allí estaban a una temperatura bastante soportable, aunque por la textura de las telas no tenía pinta de que abrigasen demasiado.
-Tengo trece años. Debería empezar estudios especializados este curso pero no me decidí por nada. Se suponía que iba a trabajar con mi padre hasta que encontrase algo que hacer.
La explicación sobre sus planes de futuro era una forma de anticiparse a posibles preguntas, ya que por edad debía estar cerca de independizarse.
-¿Tú cuántos años tienes? ¿Tienes hijos?
Desde luego parecía lo bastante mayor para tenerlos, casi todos los de su grupo en realidad. Luci esperaba de corazón que no fuese así, debía ser terrorífico estar en un lugar desconocido habiendo dejado atrás a tu familia.
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