Torreón Silente
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17 participantes
- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Silente
01/08/21, 02:17 pm
Desde el momento en que se había dado cuenta, Alyssa había pasado un buen rato apartada del grupo en un intento de contener la cantidad de pétalos caídos, pero no tardaría en darse cuenta de que era una tarea imposible, y seguiría siéndolo mientras siguieran cayendo más de su cabeza sin que se diera ningún signo de que fueran a detenerse pronto.
Cuando se habló de que tenían que limpiar se sintió aún peor, e intentó recluirse a una esquina para que al menos los pétalos solo se acumularan allí. No se atrevía a decir nada por vergüenza, pero alguien se acabaría dando cuenta tarde o temprano.
La mención del hechizo de limpieza le dio esperanzas, pero también dudas: ¿Funcionaría siquiera el hechizo de limpieza con ellos? No conocía el hechizo y, aunque lo que Luci le dijo a Lethe sobre él era prometedor, tampoco le quedaba claro si algo como pétalos contaría como suciedad en aquel caso.
Estaba a punto de decidirse a pedirle a alguien que probara el hechizo sobre su… “esquina llena de pétalos muertos” cuando la enderth llamó la atención del pergamino.
De modo que aquella era la “respuesta” de la ciudad a los que pasaban su criba. ¿Se suponía que ahora sí que iban a recibir ayuda? ¿Y qué iba a pasar con el tema de volver a sus mundos? Quitando los problemas más obvios, como los cambios físicos de todos, no se le escapó que no había mención alguna sobre eso en el pergamino.
En cuanto a su opinión sobre el tema… compartía los sentimientos de Lethe, pero opinaba en parte lo que Kahlo (aunque sin su sarcasmo). No le gustaba, pero no iba a rechazar ayuda gratuita, especialmente cuando la necesitaban.
Entonces sucedió algo extraño, de nuevo. Acababa de dirigirle una mirada asesina a Alec por lo que acababa de hacer mientras se acercaba hacia chromsa y Adam por si el segundo necesitaba ayuda con el primero tras el ataque de pánico que le había provocado el escocés pero…
Parpadeó confundida ¿Sabía que era culpa de Alec, pero no lograba recordar qué era lo que este había hecho. Solo que era familiar, y que no era la primera vez que pasaba. Incluso el concepto de “culpa” no le terminaba de cuadrar, pero cuando estaba a punto de comentar sobre el tema se escuchó la voz de Amira fuera del torreón y sus prioridades cambiaron.
Una vez bajaron el puente recibió a la chica con una mezcla de culpabilidad y alivio. Había estado de acuerdo en su momento de que se fuera pero, viéndolo en retrospectiva: aceptar sin más que saliera sola, con el historial que llevaban había sido una insensatez. Aun así… algo en su cabeza seguía diciéndole que estaba bien. Que lejos de ser un error eran ellos los que se estaban perdiendo todo, y que debían salir al aire libre también.
La conversación volvió al tema de los refugios así que se centró primero en dar su opinión.
–Al más cercano, supongo. –Fue lo que dijo para sumar su respuesta a las de los demás. –Serpentaria, se llamaba. ¿verdad?
Mientras la gente seguía decidiendo lo que iban a hacer, Alyssa se fijó en el pegaso que había llegado con Amira, que seguía fuera. Miró a Adam, luego al pegaso, luego de vuelta a Adam y finalmente a la humana.
–Oye Amira, esto... –comenzó sin saber muy bien cómo preguntarlo sin que sonara extraño.
>>Ese... pegaso que ha venido contigo… ¿es alguien? Quiero decir… –volvió la vista una vez más hacia Adam para intentar explicarlo gestualmente sin llegar a decirlo en voz alta. Esperaba que entendieran a lo que se estaba refiriendo.
Cuando se habló de que tenían que limpiar se sintió aún peor, e intentó recluirse a una esquina para que al menos los pétalos solo se acumularan allí. No se atrevía a decir nada por vergüenza, pero alguien se acabaría dando cuenta tarde o temprano.
La mención del hechizo de limpieza le dio esperanzas, pero también dudas: ¿Funcionaría siquiera el hechizo de limpieza con ellos? No conocía el hechizo y, aunque lo que Luci le dijo a Lethe sobre él era prometedor, tampoco le quedaba claro si algo como pétalos contaría como suciedad en aquel caso.
Estaba a punto de decidirse a pedirle a alguien que probara el hechizo sobre su… “esquina llena de pétalos muertos” cuando la enderth llamó la atención del pergamino.
De modo que aquella era la “respuesta” de la ciudad a los que pasaban su criba. ¿Se suponía que ahora sí que iban a recibir ayuda? ¿Y qué iba a pasar con el tema de volver a sus mundos? Quitando los problemas más obvios, como los cambios físicos de todos, no se le escapó que no había mención alguna sobre eso en el pergamino.
En cuanto a su opinión sobre el tema… compartía los sentimientos de Lethe, pero opinaba en parte lo que Kahlo (aunque sin su sarcasmo). No le gustaba, pero no iba a rechazar ayuda gratuita, especialmente cuando la necesitaban.
Entonces sucedió algo extraño, de nuevo. Acababa de dirigirle una mirada asesina a Alec por lo que acababa de hacer mientras se acercaba hacia chromsa y Adam por si el segundo necesitaba ayuda con el primero tras el ataque de pánico que le había provocado el escocés pero…
Parpadeó confundida ¿Sabía que era culpa de Alec, pero no lograba recordar qué era lo que este había hecho. Solo que era familiar, y que no era la primera vez que pasaba. Incluso el concepto de “culpa” no le terminaba de cuadrar, pero cuando estaba a punto de comentar sobre el tema se escuchó la voz de Amira fuera del torreón y sus prioridades cambiaron.
Una vez bajaron el puente recibió a la chica con una mezcla de culpabilidad y alivio. Había estado de acuerdo en su momento de que se fuera pero, viéndolo en retrospectiva: aceptar sin más que saliera sola, con el historial que llevaban había sido una insensatez. Aun así… algo en su cabeza seguía diciéndole que estaba bien. Que lejos de ser un error eran ellos los que se estaban perdiendo todo, y que debían salir al aire libre también.
La conversación volvió al tema de los refugios así que se centró primero en dar su opinión.
–Al más cercano, supongo. –Fue lo que dijo para sumar su respuesta a las de los demás. –Serpentaria, se llamaba. ¿verdad?
Mientras la gente seguía decidiendo lo que iban a hacer, Alyssa se fijó en el pegaso que había llegado con Amira, que seguía fuera. Miró a Adam, luego al pegaso, luego de vuelta a Adam y finalmente a la humana.
–Oye Amira, esto... –comenzó sin saber muy bien cómo preguntarlo sin que sonara extraño.
>>Ese... pegaso que ha venido contigo… ¿es alguien? Quiero decir… –volvió la vista una vez más hacia Adam para intentar explicarlo gestualmente sin llegar a decirlo en voz alta. Esperaba que entendieran a lo que se estaba refiriendo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Silente
01/08/21, 02:56 pm
Estaba a punto de decir algo cuando nuevamente todo tembló. Ya había presenciado uno de aquellos temblores y su causante, por lo que no le pilló demasiado de sorpresa esa vez, pero sí que fueron más intensos y duraron más tiempo, por lo que resultó en una experiencia mucho más irritante.
—¡Ten cuidado, por todos los luc…!
¿Qué estaba haciendo? ¿Qué había sucedido? ¿No estaban debatiendo sobre a qué lugar ir? ¿Por qué varios estaban en el suelo? La enderth se levantó y miró a su alrededor, muy visiblemente confundida. Chromsa y Adam no se encontraban cerca de la mesa, como habría jurado que estaban hacia tan solo un instante. ¿Alyssa siempre había estado allí? ¿No se había ido a una esquina?
—Vale, esto ef estrañio, demasiado… ¿Alguien puede explicar qué acafa de sucederf? ¿He perfido el conocimiento y no me he dado cuenta?
La vuelta de Amira solo trajo más confusión, junto con un nuevo caballo con alas. No quería decir que la situación no podía ser más de locos por si acaso la noche todavía no había terminado con ellos, lo cual no sería no solo descabellado si no muy probable, y no le gustaba equivocarse de forma tan flagrante. Alyssa le planteó a la otra humana una muy buena pregunta, pero la enderth estaba demasiado ocupada tratando de entender… algo, como para preocuparse demasiado por el nuevo inquilino. Amira no parecía preocupada por él en absoluto, por lo que no creía que supusiese un peligro para ellos, fuese lo que fuese.
>>Donde decís que está máf cerca estará bien, a mí me da igual —opinó de forma ausente y todavía mirando a su alrededor.
—¡Ten cuidado, por todos los luc…!
¿Qué estaba haciendo? ¿Qué había sucedido? ¿No estaban debatiendo sobre a qué lugar ir? ¿Por qué varios estaban en el suelo? La enderth se levantó y miró a su alrededor, muy visiblemente confundida. Chromsa y Adam no se encontraban cerca de la mesa, como habría jurado que estaban hacia tan solo un instante. ¿Alyssa siempre había estado allí? ¿No se había ido a una esquina?
—Vale, esto ef estrañio, demasiado… ¿Alguien puede explicar qué acafa de sucederf? ¿He perfido el conocimiento y no me he dado cuenta?
La vuelta de Amira solo trajo más confusión, junto con un nuevo caballo con alas. No quería decir que la situación no podía ser más de locos por si acaso la noche todavía no había terminado con ellos, lo cual no sería no solo descabellado si no muy probable, y no le gustaba equivocarse de forma tan flagrante. Alyssa le planteó a la otra humana una muy buena pregunta, pero la enderth estaba demasiado ocupada tratando de entender… algo, como para preocuparse demasiado por el nuevo inquilino. Amira no parecía preocupada por él en absoluto, por lo que no creía que supusiese un peligro para ellos, fuese lo que fuese.
>>Donde decís que está máf cerca estará bien, a mí me da igual —opinó de forma ausente y todavía mirando a su alrededor.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Silente
03/08/21, 11:17 pm
Iba a responderle de mala manera a Kahlo donde podía meterse su opinión cuando se dio cuenta de lo que había hecho de forma inconsciente. Palideció visiblemente y... ¿qué había pasado allí? ¿Por qué había gente por el suelo y platos rotos?
-No debes de haber sido la única - respondió extrañado a Lethe.- ¿En qué momento ha subido Chromsa las escaleras?
Se frotó la frente confuso pero antes de poder decir otra cosa Amira volvió al torreón acompañada por otro pegaso.
-¿Ahora los coleccionamos? - comentó Alec bromeando.- Eh Adam, aquí tienes a un compañero de plumas y cascos - se volvió para mirar otra vez el mapa que habían puesto sobre la mesa.- Lo mejor será ir al más cercano sí, no vamos a poder llevarnos las armas con nosotros así que...
-No debes de haber sido la única - respondió extrañado a Lethe.- ¿En qué momento ha subido Chromsa las escaleras?
Se frotó la frente confuso pero antes de poder decir otra cosa Amira volvió al torreón acompañada por otro pegaso.
-¿Ahora los coleccionamos? - comentó Alec bromeando.- Eh Adam, aquí tienes a un compañero de plumas y cascos - se volvió para mirar otra vez el mapa que habían puesto sobre la mesa.- Lo mejor será ir al más cercano sí, no vamos a poder llevarnos las armas con nosotros así que...
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
08/08/21, 01:23 am
Igual que durante su conversación con Kahlo en el piso superior, las toxinas hicieron que los recuerdos se desvanecieran, pero el enfado y las palpitaciones permanecieron. Luci miró confuso a su alrededor. Todos habían cambiado de posición; Chromsa y Adam estaban en las escaleras, Kradko se había caído, Alyssa estaba en una esquina… Y al parecer no era el único desconcertado. Sin embargo otras cosas reclamaron su atención, como la vuelta de Amira y su acompañante, por lo que el tiempo para buscar explicaciones a la extraña situación pasó. (Además, ¿qué situación no era extraña esa noche?)
-¡Amira, estás bien! -exclamó corriendo a recibirla. Parecía estar perfectamente y sus curiosas orejas emplumadas ya no estaban cubiertas de sangre. Cuando vio al caballo frenó en seco y se ocultó tras Lethe, no muy convencido con las palabras de la humana. Era una criatura desconocida y no se fiaba, pero por otro lado si era un caso como el de Adam no podían simplemente dejarlo fuera.
Al final Amira les aclaró que no era como Adam, así que recuperaron la pequeña tregua que le habían arrancado a la Luna Roja. Decidieron ir a la torre Serpentaria de forma unánime y, tras terminar de adecentar el salón para dormir. Durante la limpieza Luci encontró el libro ilustrado, cubierto de sangre, vómito y plumas. Con miedo, lo abrió por la página que correspondía a esa noche e hizo una mueca.
Tiró el libro a un rincón.
Cuando los colchones estuvieron dispuestos Luci se dedicó a empacar sus escasas pertenencias. No pensaba dejar nada y mucho menos salir desarmado, así que añadió una pequeña daga a su equipaje. Como sabía que no iba a poder dormir por muy cansado que estuviera pidió una luz mágica y se puso a coser para preparar el conjunto para el día siguiente. Por alguna razón no podía realizar ni un solo hechizo, la magia se le encasquillaba en las puntas de los dedos. Lo achacó a sus nervios y no le dio más importancia, prefirió centrarse en adaptar el jersey de su madre a sus nuevas alas. Creía poder sacar un vestido de espalda abierta más o menos decente para cuando saliera el sol.
-¡Amira, estás bien! -exclamó corriendo a recibirla. Parecía estar perfectamente y sus curiosas orejas emplumadas ya no estaban cubiertas de sangre. Cuando vio al caballo frenó en seco y se ocultó tras Lethe, no muy convencido con las palabras de la humana. Era una criatura desconocida y no se fiaba, pero por otro lado si era un caso como el de Adam no podían simplemente dejarlo fuera.
Al final Amira les aclaró que no era como Adam, así que recuperaron la pequeña tregua que le habían arrancado a la Luna Roja. Decidieron ir a la torre Serpentaria de forma unánime y, tras terminar de adecentar el salón para dormir. Durante la limpieza Luci encontró el libro ilustrado, cubierto de sangre, vómito y plumas. Con miedo, lo abrió por la página que correspondía a esa noche e hizo una mueca.
<< Bienvenidos seáis, nuevos monstruos de Rocavarancolia.
Ahora sois milagros, portentos de la magia,
y esta ciudad será vuestro único y verdadero hogar >>
Ahora sois milagros, portentos de la magia,
y esta ciudad será vuestro único y verdadero hogar >>
Tiró el libro a un rincón.
Cuando los colchones estuvieron dispuestos Luci se dedicó a empacar sus escasas pertenencias. No pensaba dejar nada y mucho menos salir desarmado, así que añadió una pequeña daga a su equipaje. Como sabía que no iba a poder dormir por muy cansado que estuviera pidió una luz mágica y se puso a coser para preparar el conjunto para el día siguiente. Por alguna razón no podía realizar ni un solo hechizo, la magia se le encasquillaba en las puntas de los dedos. Lo achacó a sus nervios y no le dio más importancia, prefirió centrarse en adaptar el jersey de su madre a sus nuevas alas. Creía poder sacar un vestido de espalda abierta más o menos decente para cuando saliera el sol.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Silente
08/08/21, 10:21 am
Tensión y miedo. Esos dos sentimientos eran los que luchaban por apoderarse del ochrorio para seguir escaleras arriba. ¿En qué momento había cambiado tanto? Era consciente que en todo el tiempo que llevaban en la ciudad nunca se había enfrentado a los posibles peligros de Rocavarancolia como sí habían hecho otros del grupo pero lo de esta noche... Ya había ocurrido dos veces que al menor signo de "peligro" huía a toda velocidad. ¿Sería cosa también de la Luna?
Adam se acercó para intentar calmarlo. En un principio Chromsa siguió tenso, buscando con la mirada y el oído cualquier cosa que le indicara que sus sospechas eran ciertas. Llegó a preguntar mientras lo hacía: -¿E-Estás seguro? ¿N-No hay nada más?- Tras unos segundos más tarde y con el apoyo del ruso, consiguió tranquilizarse lo suficiente al comprobar que no existía ningún peligro y volvió al salón. Cuando quiso darse cuenta estaba al lado de Adam y, un tanto desconcertado, pensó: -(¿Tan rápido he vuelto que ni recuerdo bajar las escaleras? Supongo que han pasado tantas cosas que es normal no estar atento a todo)- Sin embargo, las palabras de Lethe y Alec le llamaron la atención y se unió con una intervención: -Ahora que lo decís también me ha pasado ahora. Y no sabría decir con seguridad, pero creo que no es lo primera vez que me ocurre en lo que va de noche.-
Mientras que el resto iba recuperándose del desconcierto o las caídas, Amira volvió al torreón. El ochrorio no dudó en acercarse para saludarla y se percató de su acompañante. Era otro caballo con alas, muy parecido a Adam. Teniendo en cuenta el estado de su pareja, habló con cortesía al invitado: -Hola, bienvenido a nuestro torreón. Yo soy Chromsa, ¿cómo te llamas? Si necesitas secarte por la lluvia podemos traerte algunas toallas.- Espero que su respuesta llegara a su mente como ya hacía Adam, sin embargo solo encontró silencio. -Amira, ¿le pasa algo o es que es muy tímido?- le preguntó a la terrestre y entonces les explicó que no era como el ruso, lo cual explicaba el por qué no respondía.
Después de que todos terminaran de cenar, momento en el cual el ochrorio preguntó a Amira por su salida al exterior, empezaron a limpiar el salón antes de traer los colchones. Tanto para una cosa como la otra, su magia fue de bastante utilidad. A pesar del cansancio, notaba como sus reservas mágicas parecían haber aumentado tanto que no notaba ninguna fatiga por el uso de tantos hechizos. Después de haber preparado las camas, siguió el ejemplo de Luci y fue preparando las cosas para el día siguiente. No tenía demasiadas cosas que quisiera llevarse, así que realmente solo tendría que despedirse de su bastón. En su equipaje metió su chaleco, su paleta de jardinería (después de limpiarla un poco), el pequeño zurrón donde hacía tiempo había traído las semillas de su huerto y la figura de madera del grupo al conjunto. Antes de meterla en la bolsa, observó a todos y cada uno de ellos, tanto sus versiones de la figura como las reales. Con aquella comparación quedaban más evidentes aún los cambios que habían sufrido tanto por las heridas que habían recibido durante su estancia como con la salida de la Luna Roja. Aquello lo habría dejado con un mal sabor de boca si no fuera por el pequeño rayo de esperanza que llegó al leer la palabra al pie de la estatuilla. -(Y a pesar de todo, aún somos una familia)- pensó con una leve sonrisa mientras la guardaba.
Adam se acercó para intentar calmarlo. En un principio Chromsa siguió tenso, buscando con la mirada y el oído cualquier cosa que le indicara que sus sospechas eran ciertas. Llegó a preguntar mientras lo hacía: -¿E-Estás seguro? ¿N-No hay nada más?- Tras unos segundos más tarde y con el apoyo del ruso, consiguió tranquilizarse lo suficiente al comprobar que no existía ningún peligro y volvió al salón. Cuando quiso darse cuenta estaba al lado de Adam y, un tanto desconcertado, pensó: -(¿Tan rápido he vuelto que ni recuerdo bajar las escaleras? Supongo que han pasado tantas cosas que es normal no estar atento a todo)- Sin embargo, las palabras de Lethe y Alec le llamaron la atención y se unió con una intervención: -Ahora que lo decís también me ha pasado ahora. Y no sabría decir con seguridad, pero creo que no es lo primera vez que me ocurre en lo que va de noche.-
Mientras que el resto iba recuperándose del desconcierto o las caídas, Amira volvió al torreón. El ochrorio no dudó en acercarse para saludarla y se percató de su acompañante. Era otro caballo con alas, muy parecido a Adam. Teniendo en cuenta el estado de su pareja, habló con cortesía al invitado: -Hola, bienvenido a nuestro torreón. Yo soy Chromsa, ¿cómo te llamas? Si necesitas secarte por la lluvia podemos traerte algunas toallas.- Espero que su respuesta llegara a su mente como ya hacía Adam, sin embargo solo encontró silencio. -Amira, ¿le pasa algo o es que es muy tímido?- le preguntó a la terrestre y entonces les explicó que no era como el ruso, lo cual explicaba el por qué no respondía.
Después de que todos terminaran de cenar, momento en el cual el ochrorio preguntó a Amira por su salida al exterior, empezaron a limpiar el salón antes de traer los colchones. Tanto para una cosa como la otra, su magia fue de bastante utilidad. A pesar del cansancio, notaba como sus reservas mágicas parecían haber aumentado tanto que no notaba ninguna fatiga por el uso de tantos hechizos. Después de haber preparado las camas, siguió el ejemplo de Luci y fue preparando las cosas para el día siguiente. No tenía demasiadas cosas que quisiera llevarse, así que realmente solo tendría que despedirse de su bastón. En su equipaje metió su chaleco, su paleta de jardinería (después de limpiarla un poco), el pequeño zurrón donde hacía tiempo había traído las semillas de su huerto y la figura de madera del grupo al conjunto. Antes de meterla en la bolsa, observó a todos y cada uno de ellos, tanto sus versiones de la figura como las reales. Con aquella comparación quedaban más evidentes aún los cambios que habían sufrido tanto por las heridas que habían recibido durante su estancia como con la salida de la Luna Roja. Aquello lo habría dejado con un mal sabor de boca si no fuera por el pequeño rayo de esperanza que llegó al leer la palabra al pie de la estatuilla. -(Y a pesar de todo, aún somos una familia)- pensó con una leve sonrisa mientras la guardaba.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
08/08/21, 03:02 pm
Tras recibir la respuesta de Chromsa el pegaso se tranquilizó un poco pero siguió extrañado por la excesiva precaución que reflejaban sus actuares. Estuvo a punto de responder cuando Adam no conseguía caer el por qué Chromsa estaba ahí. ¿Y qué estuvo haciendo exactamente?
—<<Yo también me acabo de olvidar de… cosas. ¿Lo habéis hecho vosotros?>> —aunque prefiriese no dar importancia al asunto quiso puntualizar que varias cosas volaron de su mente, pero trazas aun seguían ahí como si estuviese viviendo un deja vú. Quizás haya sido alguno de ellos o el mismo Adam, por no descartarse. Muchas cosas quedaban por descubrir de ellos mismo y descabellada no era la idea.
Sin embargo eso no fue lo más extraño de aquella noche. Amira logró volver para alivio de todos pero no vino con las manos vacías. Adam no daba crédito al ver a un semejante, a otro pegaso.
—<<¿Otro como yo?>>
Alyssa hizo la pregunta que rondaba su cabeza: ¿Es otra persona en su misma situación, encerrado en el cuerpo de un caballo con alas? Volteó a mirar a la griega con sus ojos muy abiertos expresando la enorme sorpresa que era para él todo aquello. Alec se lo tomó con humor y Adam deseaba tener su perspectiva humorística pero simplemente no le vio la gracia, las crisis existenciales no ayudaban. Chromsa se intentó comunicar sin mucho éxito. Aquello le hizo despertar dudas, ¿ese pegaso es realmente una persona? El ruso recortó distancias para estar frente al equino.
—<<Hola me llamo Adam, yo antes era humano pero me he transformado en lo que tú eres ahora. Quizás estés asustado pero no te preocupes, podemos ser de ayuda… ¿Me escuchas? ¿Hola?>> —no hubo respuesta alguna de parte del caballo alado, tampoco daba signos de enterarse de nada. Adam meneó la cabeza en negación—. <<Pensaba que podía comunicarme con él pero no dice nada. Qué raro que no se le escape ningún pensamiento, a mí me cuesta dejar mi mente en blanco>> —explicó a los demás.
Adam estuvo bastante cansado así que decidió dejar pasar el tema del otro pegaso para mañana. Al contrario que los demás él no tuvo necesidad de prepararse nada, ni que tuviese ropa para ponerse con su nuevo cuerpo o manos para sujetar su escudo y espada. Sentado de nuevo en la esquina de antes se quedó a esperar a que todos estuviesen listos para cerrar sus ojos y rezar para que todo aquello fuese un mal sueño y, quizás, despertar con su cuerpo humano. Solo deseaba eso.
—<<Yo también me acabo de olvidar de… cosas. ¿Lo habéis hecho vosotros?>> —aunque prefiriese no dar importancia al asunto quiso puntualizar que varias cosas volaron de su mente, pero trazas aun seguían ahí como si estuviese viviendo un deja vú. Quizás haya sido alguno de ellos o el mismo Adam, por no descartarse. Muchas cosas quedaban por descubrir de ellos mismo y descabellada no era la idea.
Sin embargo eso no fue lo más extraño de aquella noche. Amira logró volver para alivio de todos pero no vino con las manos vacías. Adam no daba crédito al ver a un semejante, a otro pegaso.
—<<¿Otro como yo?>>
Alyssa hizo la pregunta que rondaba su cabeza: ¿Es otra persona en su misma situación, encerrado en el cuerpo de un caballo con alas? Volteó a mirar a la griega con sus ojos muy abiertos expresando la enorme sorpresa que era para él todo aquello. Alec se lo tomó con humor y Adam deseaba tener su perspectiva humorística pero simplemente no le vio la gracia, las crisis existenciales no ayudaban. Chromsa se intentó comunicar sin mucho éxito. Aquello le hizo despertar dudas, ¿ese pegaso es realmente una persona? El ruso recortó distancias para estar frente al equino.
—<<Hola me llamo Adam, yo antes era humano pero me he transformado en lo que tú eres ahora. Quizás estés asustado pero no te preocupes, podemos ser de ayuda… ¿Me escuchas? ¿Hola?>> —no hubo respuesta alguna de parte del caballo alado, tampoco daba signos de enterarse de nada. Adam meneó la cabeza en negación—. <<Pensaba que podía comunicarme con él pero no dice nada. Qué raro que no se le escape ningún pensamiento, a mí me cuesta dejar mi mente en blanco>> —explicó a los demás.
Adam estuvo bastante cansado así que decidió dejar pasar el tema del otro pegaso para mañana. Al contrario que los demás él no tuvo necesidad de prepararse nada, ni que tuviese ropa para ponerse con su nuevo cuerpo o manos para sujetar su escudo y espada. Sentado de nuevo en la esquina de antes se quedó a esperar a que todos estuviesen listos para cerrar sus ojos y rezar para que todo aquello fuese un mal sueño y, quizás, despertar con su cuerpo humano. Solo deseaba eso.
Re: Torreón Silente
13/08/21, 06:20 pm
–Yo… yo también –dijo Alyssa a la pregunta que primero había dicho Lethe. –No sé cuando me he movido.
Y no había sido la primera vez, había notado más vacíos extraños a lo largo del tiempo, pero no había tenido tiempo de pararse a pensar demasiado en ellos hasta que la Enderth había comentado que ella también había sufrido aquello.
Y no solo ella: poco a poco varios de los presentes unieron sus voces al asunto. ¿Se trataba de algo que les sucedía a todos? ¿Era algún efecto de la luna también? No tenían forma de saberlo.
Hasta que Amira confirmó finalmente que aquel nuevo pegaso era algo distinto a lo que le sucedía a Adam, el tema de que había otra criatura como Adam en el torreón no hizo sino sembrar confusión, especialmente para el propio ruso.
De hecho, tanto Adam como Chromsa intentaron comunicarse con el nuevo… ¿animal? Algo que quizás en otras condiciones le habría parecido divertido a Alyssa, pero en aquel momento le pareció… triste. Quiso intentar ofrecerles apoyo de algún modo pero, una vez más, no sabía cómo y no se atrevió a decir nada. En vez de eso terminó por limitarse a limpiar el salón.
Lo hizo tan bien como pudo, pero por mucho que se esforzara en esta tarea muy pronto se dio cuenta de que había algo que no podía remediar: sus flores. No importaba cuanto las limpiara, siempre habría más ya que en su cabeza los pétalos de sus flores no paraban de salir, caer y vuelta a empezar. Por muy bonito que pudiera parecer desde fuera no lo era para la Dríade, que tuvo que resignarse a mantenerse en un mismo lugar y moverse lo mínimo para que al menos los restos de flores se acumularan en un único sitio.
Cuando llegó el momento de dormir se dio cuenta de que, por estúpido que sonara, ya no podía dormir de lado, como acostumbraba. Una tontería enorme con lo que acababa de pasar pero eso no le impidió maldecir sus estúpidos cuernos, ramas, cuernos-ramas o lo que fueran.
Y de ese modo, quisiera o no, terminó el día boca arriba y, mirando el techo mientras, momentos antes de dormirse se encontró a sí misma pensando en todo el tiempo que había pasado en aquel torreón, estancia que ahora llegaba a su fin:
¿Echaría de menos aquel lugar? quería pensar que no, pero en el fondo no estaba segura. Había sido una experiencia horrible, pero allí era donde había vivido los últimos meses, e incluso hecho amistades. Las únicas amistades que todavía podían importarle algo a la dríade.
Y no había sido la primera vez, había notado más vacíos extraños a lo largo del tiempo, pero no había tenido tiempo de pararse a pensar demasiado en ellos hasta que la Enderth había comentado que ella también había sufrido aquello.
Y no solo ella: poco a poco varios de los presentes unieron sus voces al asunto. ¿Se trataba de algo que les sucedía a todos? ¿Era algún efecto de la luna también? No tenían forma de saberlo.
Hasta que Amira confirmó finalmente que aquel nuevo pegaso era algo distinto a lo que le sucedía a Adam, el tema de que había otra criatura como Adam en el torreón no hizo sino sembrar confusión, especialmente para el propio ruso.
De hecho, tanto Adam como Chromsa intentaron comunicarse con el nuevo… ¿animal? Algo que quizás en otras condiciones le habría parecido divertido a Alyssa, pero en aquel momento le pareció… triste. Quiso intentar ofrecerles apoyo de algún modo pero, una vez más, no sabía cómo y no se atrevió a decir nada. En vez de eso terminó por limitarse a limpiar el salón.
Lo hizo tan bien como pudo, pero por mucho que se esforzara en esta tarea muy pronto se dio cuenta de que había algo que no podía remediar: sus flores. No importaba cuanto las limpiara, siempre habría más ya que en su cabeza los pétalos de sus flores no paraban de salir, caer y vuelta a empezar. Por muy bonito que pudiera parecer desde fuera no lo era para la Dríade, que tuvo que resignarse a mantenerse en un mismo lugar y moverse lo mínimo para que al menos los restos de flores se acumularan en un único sitio.
Cuando llegó el momento de dormir se dio cuenta de que, por estúpido que sonara, ya no podía dormir de lado, como acostumbraba. Una tontería enorme con lo que acababa de pasar pero eso no le impidió maldecir sus estúpidos cuernos, ramas, cuernos-ramas o lo que fueran.
Y de ese modo, quisiera o no, terminó el día boca arriba y, mirando el techo mientras, momentos antes de dormirse se encontró a sí misma pensando en todo el tiempo que había pasado en aquel torreón, estancia que ahora llegaba a su fin:
¿Echaría de menos aquel lugar? quería pensar que no, pero en el fondo no estaba segura. Había sido una experiencia horrible, pero allí era donde había vivido los últimos meses, e incluso hecho amistades. Las únicas amistades que todavía podían importarle algo a la dríade.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
18/08/21, 10:13 pm
Aunque varios le confirmaron que no era la única que se sentía así de rara, nadie tenía una explicación para ello más allá de posibles conjeturas de que fuesen un efecto de la dichosa Luna. Si así era, “menudo muermo cachalote” opinó en voz alta al respecto. Amira les había asegurado de que el nuevo caballo volador no era una persona si no un animal. ¿Se habría sentido atraído hacia la presencia de Adam por tener ahora su misma especie? Técnicamente no eran la misma especie, aunque el cerebro embotado de la enderth desechó enseguida aquella línea de pensamiento: bastantes dolores de cabeza tenía ya enfrente.
Asistió al arrebato de Luci en un principio en silencio, pero luego suspirando sonoramente mientras se acercaba a recoger el libro que había tirado el daeliciano al suelo.
—Creo que estos libros todavía estamos en obligafión de devolverlos en pefecto estado al fibliotecario —comentó alzando algo la voz con cierto reproche.
Mientras lo decía lo había abierto por la última página, que se habría rellenado ese mismo día para ver qué había disgustado tanto al chico. A la enderth no le decían mucho aquellas palabras: florituras y delirios de grandeza de quien quiera que lo hubiera escrito y nada más. Dejó el volumen sobre la mesa y, ya que se había acordado gracias a aquello comenzó a reunir los libros que tenían para apilarlos en el mismo sitio y no olvidárselos al día siguiente mientras sus compañeros ya comenzaban a mover colchones.
Por supuesto ella también ayudó con la preparación para pasar la noche una vez hubo terminado con los libros y no le gustó que algunos decidiesen no dormir junto a los demás. Por alguna razón incomprensible no se sentía a gusto con el hecho, a pesar de que no iban a estar demasiado lejos no dejaba de tener la sensación de que si ocurría algo no podría protegerlos. Antes de ocupar su colchón se sacudió sus nuevas plumas para quitarse algo de estrés de encima, pensando que ojalá pudiera sacudirse aquellas sensaciones tan poco propias de ella que, si bien no le resultaban conflictivas en sí mismas, desde luego no estaba acostumbrada a tenerlas y no sabía a qué atenerse.
Durante unos minutos pensó que no podría dormir, porque la estampa de la planta baja del torreón y la iluminación rojiza que se colaba por cualquier hueco que hubiese en las paredes tintaban la situación de un color verdaderamente bizarro. No obstante, fuese el agotamiento o que en realidad se sentía más reconfortada de lo que estaba dispuesta a admitir, acabó cayendo en un letargo profundo. Soñó cosas extrañas, a veces terroríficas en forma de volver a perder todas las plumas y el pico, pero no las recordaría al día siguiente.
Se despertó con las primeras luces del amanecer y comenzó a buscar las escasas pertenencias con las que había llegado a la ciudad. Aún llovía, por lo que se puso su capa impermeable y decidió probar a hacer hechizos de protección sobre los libros para evitar que se mojasen mientras este durase. Se sentía de alguna manera muy enérgica aquella mañana, pero no físicamente. Le dio la sensación de que tal vez fuese capaz de hacer uno de aquellos que solo Kahlo había podido antes y así fue, notando además que apenas acusaba cansancio alguno tras realizar varios conjuros que antes le estaban vetados. No sabía cuánto tiempo aguantaría la barrera hasta que la lluvia la destrozase, pero siempre podía volver a conjurarla si seguía manteniendo aquella especie de vigor mágico recién descubierto. O se lo podía pedir a otro.
Fue de las primeras en colocarse junto a la puerta de entrada, esperando que alguien bajase el puente levadizo, y esperaría a que el grupo entero estuviese allí para dar el primer paso fuera del torreón, sin volver a mirar atrás.
Asistió al arrebato de Luci en un principio en silencio, pero luego suspirando sonoramente mientras se acercaba a recoger el libro que había tirado el daeliciano al suelo.
—Creo que estos libros todavía estamos en obligafión de devolverlos en pefecto estado al fibliotecario —comentó alzando algo la voz con cierto reproche.
Mientras lo decía lo había abierto por la última página, que se habría rellenado ese mismo día para ver qué había disgustado tanto al chico. A la enderth no le decían mucho aquellas palabras: florituras y delirios de grandeza de quien quiera que lo hubiera escrito y nada más. Dejó el volumen sobre la mesa y, ya que se había acordado gracias a aquello comenzó a reunir los libros que tenían para apilarlos en el mismo sitio y no olvidárselos al día siguiente mientras sus compañeros ya comenzaban a mover colchones.
Por supuesto ella también ayudó con la preparación para pasar la noche una vez hubo terminado con los libros y no le gustó que algunos decidiesen no dormir junto a los demás. Por alguna razón incomprensible no se sentía a gusto con el hecho, a pesar de que no iban a estar demasiado lejos no dejaba de tener la sensación de que si ocurría algo no podría protegerlos. Antes de ocupar su colchón se sacudió sus nuevas plumas para quitarse algo de estrés de encima, pensando que ojalá pudiera sacudirse aquellas sensaciones tan poco propias de ella que, si bien no le resultaban conflictivas en sí mismas, desde luego no estaba acostumbrada a tenerlas y no sabía a qué atenerse.
Durante unos minutos pensó que no podría dormir, porque la estampa de la planta baja del torreón y la iluminación rojiza que se colaba por cualquier hueco que hubiese en las paredes tintaban la situación de un color verdaderamente bizarro. No obstante, fuese el agotamiento o que en realidad se sentía más reconfortada de lo que estaba dispuesta a admitir, acabó cayendo en un letargo profundo. Soñó cosas extrañas, a veces terroríficas en forma de volver a perder todas las plumas y el pico, pero no las recordaría al día siguiente.
Se despertó con las primeras luces del amanecer y comenzó a buscar las escasas pertenencias con las que había llegado a la ciudad. Aún llovía, por lo que se puso su capa impermeable y decidió probar a hacer hechizos de protección sobre los libros para evitar que se mojasen mientras este durase. Se sentía de alguna manera muy enérgica aquella mañana, pero no físicamente. Le dio la sensación de que tal vez fuese capaz de hacer uno de aquellos que solo Kahlo había podido antes y así fue, notando además que apenas acusaba cansancio alguno tras realizar varios conjuros que antes le estaban vetados. No sabía cuánto tiempo aguantaría la barrera hasta que la lluvia la destrozase, pero siempre podía volver a conjurarla si seguía manteniendo aquella especie de vigor mágico recién descubierto. O se lo podía pedir a otro.
Fue de las primeras en colocarse junto a la puerta de entrada, esperando que alguien bajase el puente levadizo, y esperaría a que el grupo entero estuviese allí para dar el primer paso fuera del torreón, sin volver a mirar atrás.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
19/08/21, 01:18 pm
Ayudó a Kradko a levantarse, observando a sus compañeros en silenciosa confusión según algunos perjuraban de repente no recordar que había pasado. No entendía a que se referían, la granta estaba segura de no haber sentido nada extraño más allá del terremoto. No obstante no era la primera vez que pasaba algo así. Luci había actuado raro con ella antes, y una pérdida de memoria mágica explicaría muchas cosas. Si ella había sido la única en no sentir nada… ¿puede que fuera la causante? ¿O habría sido algún tipo de magia a la que era inmune?
No dijo nada pues no quería señalarse como culpable sin pruebas suficientes, aunque la idea de tener algún tipo de poder más allá de su nuevo aspecto añadió puntos a su buen humor. Estaría atenta de ahora en adelante.
Kahlo ayudó en todo lo que no fuera limpiar sangre o vómito, procuró mantener amplias distancias de los dos animales de la sala (no diferenciaba a Adam del otro, ni se molestaría en ello), sacó su crisálida al jardín y con un buenas noches subió a su cuarto, con motivo de más cuando abajo empezaba a oler a establo. Se sentó en la cama a observar la luz roja que entraba por la pequeña ventana, finalmente arrastrando la cama cerca de esta para tenerla cerca. Por la cantidad de cosas que habían pasado ese día estaba agitada, más incluso que cansada, asi que conciliar el sueño le costó más de la cuenta. Soñó con Varmania y con Rocavarancolia, una fusión de ambos sitios a su medida. Sus compañeros aparecían en él, con sus viejos y nuevos cuerpos según le apetecía a su subconsciente. Ver las ruinas llenas de vida, plantas, negocios y otros varmanos le hizo despertar de buenas, incluso si la realidad distaba de lo que había imaginado.
Se puso en pie muy temprano, con el cuerpo lleno de energía a pesar de tener menos horas de sueño encima, y si no fue la primera en estar en la puerta fue por haberse dedicado en cuerpo y alma a arreglarse. Llevaba la falda y los botines con los que había llegado, su gargantilla negra, su hibisco blanco de tela tras la oreja, y por supuesto, sus respectivos anillos y pulseras en la mano izquierda. Con las alas no pudo ponerse la camisa, pero usaría estas a modo de capa para tapar su torso y se llevaría la prenda consigo igualmente, con sus gafas y las prendas de su perdida mano derecha bien guardadas dentro de la seda. Por último se echó su mantón de manila en los hombros.
Ya abajo saludó a Lethe con una pequeña reverencia, pestañeando despacio, a la espera de poder marcharse de aquel sitio de una vez. Le echó un último vistazo a las rocas que les habían protegido, sin el suficiente cariño como para sentir aflicción por abandonarlo. Al dirigir su vista al huerto, sin embargo, se le achicó un poco el corazón.
—Las plantas…
Las suculentas y demás semillas que habían sacado del palacete. Las habían ayudado a crecer y ahora se sentía mal por dejarlas detrás. Con una sola mano bajo las alas ya iba cargada, pero quizás le pediría a alguien llevar una por ella como recuerdo.
No dijo nada pues no quería señalarse como culpable sin pruebas suficientes, aunque la idea de tener algún tipo de poder más allá de su nuevo aspecto añadió puntos a su buen humor. Estaría atenta de ahora en adelante.
Kahlo ayudó en todo lo que no fuera limpiar sangre o vómito, procuró mantener amplias distancias de los dos animales de la sala (no diferenciaba a Adam del otro, ni se molestaría en ello), sacó su crisálida al jardín y con un buenas noches subió a su cuarto, con motivo de más cuando abajo empezaba a oler a establo. Se sentó en la cama a observar la luz roja que entraba por la pequeña ventana, finalmente arrastrando la cama cerca de esta para tenerla cerca. Por la cantidad de cosas que habían pasado ese día estaba agitada, más incluso que cansada, asi que conciliar el sueño le costó más de la cuenta. Soñó con Varmania y con Rocavarancolia, una fusión de ambos sitios a su medida. Sus compañeros aparecían en él, con sus viejos y nuevos cuerpos según le apetecía a su subconsciente. Ver las ruinas llenas de vida, plantas, negocios y otros varmanos le hizo despertar de buenas, incluso si la realidad distaba de lo que había imaginado.
Se puso en pie muy temprano, con el cuerpo lleno de energía a pesar de tener menos horas de sueño encima, y si no fue la primera en estar en la puerta fue por haberse dedicado en cuerpo y alma a arreglarse. Llevaba la falda y los botines con los que había llegado, su gargantilla negra, su hibisco blanco de tela tras la oreja, y por supuesto, sus respectivos anillos y pulseras en la mano izquierda. Con las alas no pudo ponerse la camisa, pero usaría estas a modo de capa para tapar su torso y se llevaría la prenda consigo igualmente, con sus gafas y las prendas de su perdida mano derecha bien guardadas dentro de la seda. Por último se echó su mantón de manila en los hombros.
Ya abajo saludó a Lethe con una pequeña reverencia, pestañeando despacio, a la espera de poder marcharse de aquel sitio de una vez. Le echó un último vistazo a las rocas que les habían protegido, sin el suficiente cariño como para sentir aflicción por abandonarlo. Al dirigir su vista al huerto, sin embargo, se le achicó un poco el corazón.
—Las plantas…
Las suculentas y demás semillas que habían sacado del palacete. Las habían ayudado a crecer y ahora se sentía mal por dejarlas detrás. Con una sola mano bajo las alas ya iba cargada, pero quizás le pediría a alguien llevar una por ella como recuerdo.
- ♪♫♬:
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Silente
19/08/21, 01:31 pm
Alec decidió quedarse en la planta bajo con el resto aunque no sabía cuánto conseguiría dormir. No era solo el hecho de que aún se sintiese dolorido por casi todas partes y deseara un analgésico o dos, también era cosa del influjo de la Luna que lo urgía a salir del torreón y moverse, a derrochar energía.
No subió a por los colchones pero sí ayudó a colocarlos en el suelo cuando ya estaban abajo. Antes de ir a dormir calentó un poco de la leche que quedaba y ofreció a los demás por si también querían.
Terminó echándose sobre uno de los colchones sintiéndose muy raro por todos los huesos que sobresalían de su cuerpo y que estaba seguro de que iban a atravesar el colchón en algún momento de la noche. Iba a tener que solucionar aquello si no quería aprender a dormir de pie. No llegó a dormir realmente si no que se sumió en un estado de duermevela que iba y venía. ¿Qué les iba a deparar el futuro cuando se fueran del torreón? ¿Acaso podrían volver a casa realmente? ¿Cómo iba a presentarse en la Tierra con aquellas pintas? En el mejor de los casos lo tratarían como una rata de laboratorio con la que experimentar, en el peor como un monstruo y le darían caza.
Por la mañana se levantó no demasiado cansado, era como si su cuerpo ahora aguantase más. Distraído mientras se preparaba para irse se preguntó cuánto lo habría cambiado realmente la Luna.
Estudió el mapa mientras se acercaba a la puerta donde ya esperaba gente.
-¿Sabéis? Empiezo a pensar que en esta ciudad tienen un serio problema con los nombres de las cosas - esbozó una sonrisa.- Como en la torre esa haya serpientes me piro, he tenido suficientes reptiles para un tiempo - comentó refiriéndose al nombre del refugio al que iban a ir.- Prefiero arriesgarme con los taumaturgos esos, sean lo que sean.
No subió a por los colchones pero sí ayudó a colocarlos en el suelo cuando ya estaban abajo. Antes de ir a dormir calentó un poco de la leche que quedaba y ofreció a los demás por si también querían.
Terminó echándose sobre uno de los colchones sintiéndose muy raro por todos los huesos que sobresalían de su cuerpo y que estaba seguro de que iban a atravesar el colchón en algún momento de la noche. Iba a tener que solucionar aquello si no quería aprender a dormir de pie. No llegó a dormir realmente si no que se sumió en un estado de duermevela que iba y venía. ¿Qué les iba a deparar el futuro cuando se fueran del torreón? ¿Acaso podrían volver a casa realmente? ¿Cómo iba a presentarse en la Tierra con aquellas pintas? En el mejor de los casos lo tratarían como una rata de laboratorio con la que experimentar, en el peor como un monstruo y le darían caza.
Por la mañana se levantó no demasiado cansado, era como si su cuerpo ahora aguantase más. Distraído mientras se preparaba para irse se preguntó cuánto lo habría cambiado realmente la Luna.
Estudió el mapa mientras se acercaba a la puerta donde ya esperaba gente.
-¿Sabéis? Empiezo a pensar que en esta ciudad tienen un serio problema con los nombres de las cosas - esbozó una sonrisa.- Como en la torre esa haya serpientes me piro, he tenido suficientes reptiles para un tiempo - comentó refiriéndose al nombre del refugio al que iban a ir.- Prefiero arriesgarme con los taumaturgos esos, sean lo que sean.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
19/08/21, 11:48 pm
Como predijo, Luci no pudo dormir, y no fue el único. Incluso después de haber terminado de arreglar su jersey y de haber apagado la luz mágica se quedó despierto, mirando a la oscuridad emponzoñada de luz de luna. Ni siquiera podía tenderse boca arriba por culpa de sus alas, así que estaba acostado boca abajo abrazado a su almohada.
Fuera era un caos; la tormenta iba y venía, los monstruos rugían, la gente, cuya existencia solo habían podido intuir hasta el momento, chillaba, pero nada ni nadie fue a molestarles en toda la noche. La pequeña tregua de la ciudad continuaba para ellos, así que al menos intentaría descansar.
Al día siguiente se levantó dolorido y cansado, aunque con la suficiente energía para aguantar la jornada, o eso esperaba. No pudo darse un baño y aun seguía sin salirle el hechizo de limpieza, así que se tuvo que conformar con lavarse con una esponja húmeda. Probó a sacudir sus alas, sin saber muy bien cómo podía quitarles esa asquerosa capa de ceniza, y esta se esparció en todas direcciones.
-¡Lo siento, lo siento! -se disculpó a quien le hubiese pillado cerca.
Estuvo listo en poco tiempo. Su arreglo había quedado bastante decente y las alas no le estorbaban y tenía un aspecto… bastante decente, a pesar de la piel de muerto y las ojeras. Seguía llevando el gorro de lana porque los asquerosos bultos de su frente no habían desaparecido.
En cuanto al equipaje, algo le impulsaba a desobedecer las instrucciones del pergamino y llevarse todo lo que pudiera del torreón. No sabía que iba a ser de ellos y le angustiaba la idea de volver a empezar de cero. Pero al final se limitó a ‘’robar’’ una bandolera para cargar sus cosas y un pequeño cuchillo de caza con una funda que podía esconder bajo la ropa. También se empeñó en llevarse todos los botes de miel y mermelada que pudo cargar. Fuera a donde fuera no pensaba pasar hambre.
Cuando se unió al resto en la entrada y Kahlo mencionó las plantas se lamentó de haber llenado tanto su bandolera. Aunque… no creía que una pequeña planta fuera a añadir mucho más peso. Dejó la bolsa un momento en el suelo, corrió a la cocina y cogió una taza en la que trasplantó a toda prisa una de las suculentas, y orgulloso con su nueva pequeña infracción volvió a reunirse con el grupo para salir.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
21/08/21, 12:43 am
Terminada la maleta, ya solo quedaba irse a dormir. Se dirigió en su cama cuando el resto empezó a hacer lo mismo. El ochrorio había puesto su colchón al lado de donde iba a dormir Adam. Antes de cerrar los ojos después de haberse acomodado en la cama, dio las buenas noches a todos. En especial, las buenas noches a Adam en concreto vino acompañada de una caricia cariñosa a un lado de la cara del pegaso diciendo: -Mañana será un nuevo día. Seguro que encontraremos algo para saber sobre todo lo que ha pasado hoy, incluso puede que tengamos ayuda. Así que tranquilo y descansa.- Dicho aquello, Chromsa se tapó con las sábanas y "empezó a dormir".
Al menos esa era su idea, aunque lo ocurrido fue bastante distinto. En un primer momento culpó a sus nuevos cuernos de no conseguirlo, aunque en realidad solo le molestaban en según que posturas. El ochrorio sabía perfectamente qué era lo que le impedía dormir, más que nada porque era lo que pensaba en aquel momento. En su mente se iban turnando todos los cambios que se habían producido esa noche, la revelación de la Acromía, la incertidumbre de qué ocurriría a partir de ahora... Demasiada información en muy poco tiempo.
Después de un rato de moverse en la cama intentando buscar una postura que le permitiera descansar, acabó por abrir los ojos y mirar al techo. Las hojas se mecían a medio camino entre el techo y él, aunque el ochrorio creía que ya habrían caído al suelo. Pensó que seguramente se debería a que no había conseguido dormirse. Además de aquello, la luz de la luna se filtraba en la habitación dándole un toque que no sabía describir a la habitación. Desde luego, en conjunto con las hojas era una visión curiosa. -(Bueno, si no voy a poder dormir al menos podría buscar la forma de entretenerme)- pensó. No tardó demasiado en recordar el pequeño móvil que tenía su hermano pequeño en la cuna y se le ocurrió algo. Creando una luz mágica mucho más tenue que la que había usado Luci antes, la colocó en el centro de su visión y empezó a rodearlas con pequeñas bolas hechas de hojas que se movían a su alrededor lentamente. Observó su pequeño "sistema solar" satisfecho y pensó en su familia. Con suerte, ellos podrían descansar mejor que él si no andaban demasiado preocupados por su desaparición. -(Ya queda menos para que pueda volver a veros, estoy seguro)- pensó. Después de unos minutos, consiguió relajarse y Chromsa se durmió mientras la luz mágica se apagaba y las hojas caían lentamente a su lado.
A la mañana siguiente el ochrorio se despertó de los primeros y no tardó en prepararse para salir. Además del pequeño equipaje que había preparado la noche antes, iba vestido prácticamente igual que como llegó a la ciudad, salvo la excepción de no llevar zapatos (muy probablemente ya no volvería a necesitarlos) y haberse puesto unos pantalones cortos al que le abrió un hueco para que no le molestara a su nueva cola. En cuanto terminó, espero cerca de la puerta como ya otros estaban haciendo para esperar al resto. -La verdad es que sí, hay muchas cosas con nombres raros. Diría que no tiene que ser muy literal el nombre, aunque en esta ciudad no se puede dar nada por sentado.- respondió al comentario de Alec. Después se fijó como Luci fue al patio para llevarse una de las suculentas. Eso le hizo recordar un detalle importante sobre el patio que no tardó en comunicar: -Estaba pensando... ¿Aunque tengamos que mudarnos todavía podríamos visitar este torreón, ¿no? Quiero decir, tenemos un motivo importante para seguir viniendo aunque sea de vez en cuando. A mi al menos no me gustaría dejarla sola.- Aquella última frase la dijo mirando al patio, dando a entender sin dificultad apenas a quién se refería con aquello.
Al menos esa era su idea, aunque lo ocurrido fue bastante distinto. En un primer momento culpó a sus nuevos cuernos de no conseguirlo, aunque en realidad solo le molestaban en según que posturas. El ochrorio sabía perfectamente qué era lo que le impedía dormir, más que nada porque era lo que pensaba en aquel momento. En su mente se iban turnando todos los cambios que se habían producido esa noche, la revelación de la Acromía, la incertidumbre de qué ocurriría a partir de ahora... Demasiada información en muy poco tiempo.
Después de un rato de moverse en la cama intentando buscar una postura que le permitiera descansar, acabó por abrir los ojos y mirar al techo. Las hojas se mecían a medio camino entre el techo y él, aunque el ochrorio creía que ya habrían caído al suelo. Pensó que seguramente se debería a que no había conseguido dormirse. Además de aquello, la luz de la luna se filtraba en la habitación dándole un toque que no sabía describir a la habitación. Desde luego, en conjunto con las hojas era una visión curiosa. -(Bueno, si no voy a poder dormir al menos podría buscar la forma de entretenerme)- pensó. No tardó demasiado en recordar el pequeño móvil que tenía su hermano pequeño en la cuna y se le ocurrió algo. Creando una luz mágica mucho más tenue que la que había usado Luci antes, la colocó en el centro de su visión y empezó a rodearlas con pequeñas bolas hechas de hojas que se movían a su alrededor lentamente. Observó su pequeño "sistema solar" satisfecho y pensó en su familia. Con suerte, ellos podrían descansar mejor que él si no andaban demasiado preocupados por su desaparición. -(Ya queda menos para que pueda volver a veros, estoy seguro)- pensó. Después de unos minutos, consiguió relajarse y Chromsa se durmió mientras la luz mágica se apagaba y las hojas caían lentamente a su lado.
A la mañana siguiente el ochrorio se despertó de los primeros y no tardó en prepararse para salir. Además del pequeño equipaje que había preparado la noche antes, iba vestido prácticamente igual que como llegó a la ciudad, salvo la excepción de no llevar zapatos (muy probablemente ya no volvería a necesitarlos) y haberse puesto unos pantalones cortos al que le abrió un hueco para que no le molestara a su nueva cola. En cuanto terminó, espero cerca de la puerta como ya otros estaban haciendo para esperar al resto. -La verdad es que sí, hay muchas cosas con nombres raros. Diría que no tiene que ser muy literal el nombre, aunque en esta ciudad no se puede dar nada por sentado.- respondió al comentario de Alec. Después se fijó como Luci fue al patio para llevarse una de las suculentas. Eso le hizo recordar un detalle importante sobre el patio que no tardó en comunicar: -Estaba pensando... ¿Aunque tengamos que mudarnos todavía podríamos visitar este torreón, ¿no? Quiero decir, tenemos un motivo importante para seguir viniendo aunque sea de vez en cuando. A mi al menos no me gustaría dejarla sola.- Aquella última frase la dijo mirando al patio, dando a entender sin dificultad apenas a quién se refería con aquello.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
21/08/21, 05:56 pm
A pesar del turbulento clima y la presencia de la inmensa luna roja, Adam llegó a dormirse relativamente rápido en cuanto todos estuviesen listos. La fatiga mental que estuvo arrastrando y la extraña calma que sintió dejando caer su cuerpo en el suelo lo relajaron lo suficiente para ingresar a los brazos del sueño. Soñó con sus padres, sobre cómo reaccionarían al verlo así. Pudo verlos reprimiéndolo, soltando que ese es un castigo apropiado para él. Aún con esas los echaba de menos, aunque intentase engañarse.
Al abrir los ojos producto del ruido de los demás se miró a sí mismo. Nada había cambiado. Todo lo de ayer fue real. Observó a los demás y seguían conservando los cambios. No fue producto de un sueño, realmente sucedió.
El pegaso fue de los primeros en estar listo, esperando impaciente en la puerta por ver el refugio que la reina de Rocavarancolia les proporcionó. Tampoco tuvo la necesidad de llevar nada, aparte de su escudo tampoco echaba nada de menos en el torreón.
—<<Supongo que sí, sería una lástima desentendernos de este lugar… y de ella>> —contestó a Chromsa. Aunque no recogiese nada de allí, el torreón es como un buen recuerdo de lo mucho que ha logrado crecer como persona y tampoco quería abandonarlo por su parte—. <<Por cierto, os puedo ayudar a cargar con algo?>> —preguntó a todos, quería hacer uso de su cuerpo. Sin embargo, aunque iba a ofrecerlo, se retractó de proponer que alguien se montase encima de él, Adam lo veía extraño.
Al abrir los ojos producto del ruido de los demás se miró a sí mismo. Nada había cambiado. Todo lo de ayer fue real. Observó a los demás y seguían conservando los cambios. No fue producto de un sueño, realmente sucedió.
El pegaso fue de los primeros en estar listo, esperando impaciente en la puerta por ver el refugio que la reina de Rocavarancolia les proporcionó. Tampoco tuvo la necesidad de llevar nada, aparte de su escudo tampoco echaba nada de menos en el torreón.
—<<Supongo que sí, sería una lástima desentendernos de este lugar… y de ella>> —contestó a Chromsa. Aunque no recogiese nada de allí, el torreón es como un buen recuerdo de lo mucho que ha logrado crecer como persona y tampoco quería abandonarlo por su parte—. <<Por cierto, os puedo ayudar a cargar con algo?>> —preguntó a todos, quería hacer uso de su cuerpo. Sin embargo, aunque iba a ofrecerlo, se retractó de proponer que alguien se montase encima de él, Adam lo veía extraño.
Re: Torreón Silente
21/08/21, 06:58 pm
Alyssa se despertó rodeada de pétalos, demasiados pétalos. El proceso de florecer y caerse de forma estúpidamente acelerada de sus flores parecía no haberse detenido en absoluto y, por primera vez, agradeció que sus nuevos cuernos, ramas o lo que fueran le hubieran impedido dormir de lado, porque probablemente habría acabado con la cabeza enterrada de haberlo hecho, atragantándose en ellos.
Cuando llegó el momento de marcharse no recogió apenas ninguna pertenencia, no tenía nada que llevarse después de todo, pero se tomó la libertad de vagar por su cuenta por las habitaciones sumida en sus pensamientos mientras el resto terminaba. Hacía tiempo desde la última vez que lo había hecho, y moverse por el lugar que había sido su hogar y que, aparentemente, ya no lo sería más resultó ser una experiencia casi nostálgica… casi.
Evitó demorarse más de lo necesario y volvió con el grupo que ya empezaba a formarse en la salida en cuanto notó que la gente empezaba a estar lista. Era hora de buscar aquel refugio y ver qué les tenían preparado ahora sus encantadores “anfitriones”.
A medida que los recién transformados fueran saliendo del torreón, se darían cuenta enseguida de que no se estaban mojando. Seguía lloviendo, y era necesario fijarse para verlo, pero las gotas de lluvia parecían apartarse en el último momento de su trayectoria lo justo para no golpear a los presentes.
Al otro lado del puente levadizo, en la primera fachada entera cercana al torreón, Kirés, Xalkoth y Metro estaban esperando. El primero estaba apoyado en la pared y les saludaría sutilmente con una garra cuando lo vieran. El clinger se encontraba subido a la pared un par de metros por encima y agitaba efusivamente su tenaza para saludar mientras seguía agarrado con el resto de extremidades. En cuanto a Metro… del animal solo se veía media cabeza que asomaba por la esquina, sin terminar de fiarse de los que iban abandonando el torreón.
Cuando llegó el momento de marcharse no recogió apenas ninguna pertenencia, no tenía nada que llevarse después de todo, pero se tomó la libertad de vagar por su cuenta por las habitaciones sumida en sus pensamientos mientras el resto terminaba. Hacía tiempo desde la última vez que lo había hecho, y moverse por el lugar que había sido su hogar y que, aparentemente, ya no lo sería más resultó ser una experiencia casi nostálgica… casi.
Evitó demorarse más de lo necesario y volvió con el grupo que ya empezaba a formarse en la salida en cuanto notó que la gente empezaba a estar lista. Era hora de buscar aquel refugio y ver qué les tenían preparado ahora sus encantadores “anfitriones”.
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A medida que los recién transformados fueran saliendo del torreón, se darían cuenta enseguida de que no se estaban mojando. Seguía lloviendo, y era necesario fijarse para verlo, pero las gotas de lluvia parecían apartarse en el último momento de su trayectoria lo justo para no golpear a los presentes.
Al otro lado del puente levadizo, en la primera fachada entera cercana al torreón, Kirés, Xalkoth y Metro estaban esperando. El primero estaba apoyado en la pared y les saludaría sutilmente con una garra cuando lo vieran. El clinger se encontraba subido a la pared un par de metros por encima y agitaba efusivamente su tenaza para saludar mientras seguía agarrado con el resto de extremidades. En cuanto a Metro… del animal solo se veía media cabeza que asomaba por la esquina, sin terminar de fiarse de los que iban abandonando el torreón.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
22/08/21, 12:29 pm
Como siempre, Lethe no entendía nada acerca de los ritos post-mortem de sus compañeros por lo que simplemente guardó silencio y no dijo que ella al menos no pensaba volver allí ni por ese motivo ni por otro que se le ocurriese en ese instante. Qirra ya solo existía en sus recuerdos y disponía sobre sus hombros de todo lo necesario para no “desentenderse” de lo que quedaba de ella: su propia cabeza.
A la enderth desde luego no se le pasó desapercibido el fenómeno extraño que les recibió en cuanto abandonaron el torreón: ¿cómo lucios no se estaban mojando si seguía lloviendo todo lo que no había llovido en los meses anteriores? Miró hacia arriba y notó que las gotas impactaban en algo invisible. ¿Quién había usado magia de aquella forma…? Ah. La respuesta les saludó entonces al avanzar un poco más. Parecía que después de todo, su congénere sí iba a cumplir su palabra. Y no estaba solo: lo acompañaba un clinger de apariencia sumamente extraña, aunque Lethe ya imaginaba que se trataba de su propio cambio por la Luna Roja, y… ¿un ave?
—Has venido —le dijo al enderth acercándose a él, incapaz de desviar la mirada de tanto en cuanto a sus peculiares acompañantes—. Hum… Gracias, supongo. ¿Quiénes… son tus amigos?
No, aquello no se le daba nada bien.
A la enderth desde luego no se le pasó desapercibido el fenómeno extraño que les recibió en cuanto abandonaron el torreón: ¿cómo lucios no se estaban mojando si seguía lloviendo todo lo que no había llovido en los meses anteriores? Miró hacia arriba y notó que las gotas impactaban en algo invisible. ¿Quién había usado magia de aquella forma…? Ah. La respuesta les saludó entonces al avanzar un poco más. Parecía que después de todo, su congénere sí iba a cumplir su palabra. Y no estaba solo: lo acompañaba un clinger de apariencia sumamente extraña, aunque Lethe ya imaginaba que se trataba de su propio cambio por la Luna Roja, y… ¿un ave?
—Has venido —le dijo al enderth acercándose a él, incapaz de desviar la mirada de tanto en cuanto a sus peculiares acompañantes—. Hum… Gracias, supongo. ¿Quiénes… son tus amigos?
No, aquello no se le daba nada bien.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
22/08/21, 08:35 pm
La respuesta de Kahlo le extrañó y la miró atentamente, parecía que la chica gato no le mentía. Cuando dijo que solo había subido para poder mirar el astro rojo no le sorprendió, la luna parecía tener una extraña influencia no solo en sus cuerpos, si no que también en sus mentes, un curioso magnetismo que por lo menos a él le provocaba que siempre acabase alzando la mirada para mirarla.
Kahlo se marchó poco después, animándole a volver a bajar. Kolja suspiró volviendo a alzar la mirada, si, seguramente era momento de volver a unirse al grupo. Cuando estaba bajando las escaleras notó otro de aquellos terremotos que venían sacudiendo la ciudad, aunque este parecía más debil y al mismo tiempo más cercano. Se encontró a Chromsa y Adam a los pies de la escalera, parecía que no estaban seguros de como habían llegado hasta allí, y por lo que oía de los otros parecía tratarse de un fenómeno en masa. Kolja se preguntó si se trataba de algún poder nuevo de uno de sus compañeros, al estilo de su ceniza/hierro, o la telepatía de Adam.
No le dio muchas más vueltas al tema ya que en ese momento volvió Amira de donde quisiese que hubiese ido y traía compañía. Otro pegaso como Adam la siguió por la puerta, este o tenía más experiencia no dejando escapar pensamientos o era mucho más callado incluso en la presencia de extraños. Tras la explicación de la francesa descubrió que al parecer no se trataba de ninguna de las dos, si no que era un simple caballo alado (que pudiese añadir la palabra "simple" a un hecho como ver un caballo alado arrancó una pequeña sonrisa al alemán).
Cenó con el resto y ayudo en la limpieza y a bajar los colchones, manteniendose callado y en segundo lugar, incluso con la misiva que apareció de repente en la pared no pronunció palabra. Para él tenía sentido que aquel torreón y el estilo de vida más medieval hubiesen formado parte de la prueba y ahora que había finalizado pues no era disparatado que les mudasen a un alojamiento más decente. Si que le molestaba que no pudiese llevarse ninguna de las armas o del equipo que había reparado durante los últimos meses, pero lo aceptó como un hecho.
Aún habiendo bajado los colchones Kolja continuó durmiendo aquella última noche en su sofá. Tenía la suerte de que no le hubiesen crecido cuernos o nuevas extremidades como a algunos de sus compañeros, por lo que durmió como siempre. Por la mañana no tardó mucho en prepararse, se puso la ropa con la que había llegado a la ciudad, su disfraz/ ropa de vikingo que llevaba en la fiesta de halloween de hace ni siquiera un año, aunque le parecía que había pasado más tiempo. La ropa le iba a pesar una tonelada en cuanto se mojase, pero si no quería llevarse nada que no hubiese traído no le quedaba otra. Cuando Luci se sacudió la ceniza de sus alas el alemán se quedó mirando la que le cayó a él en el brazo. El color de la ceniza apenas era diferenciable del de su propia piel. Sacudió el brazo con un suspiro, provocando que nueva ceniza saliese de su boca y cayese al suelo con un sonido metálico. De verdad tenía que aprender a controlar cuando la expulsaba.
No le pareció mal que algunos se llevasen las plantas del torreón, al fin y al cabo aunque no se las habían traído a la ciudad per se si que las habían llevado ellos al torreón. Cuando Chromsa sacó el tema del cuerpo de la dragoncilla que estaba enterrado en el jardín a Kolja le sentó como una pequeña puñalada. Se prometió a si mismo que en cuanto pudiese organizaría a alguno de sus compañeros con magia para cremarla y llevarsela con ellos, hoy por desgracia no podía hacerse ya.
Cuando salieron por el puente levadizo Kolja notó que la esperada lluvia no parecía estar mojándoles. Las gotas se apartaban antes de llegar a caer sobre ellos, como por arte de magia. Entonces se fijó en las dos figuras delante de ellos, el pájaro de la misma especie que su compañera pájaro y otro chico bicho cómo su compañera bicho, este bastante más cambiado por la luna que Kradko, por lo menos supuso que era la luna lo que había provocado sus cambios.
Kolja se paró al pasar el puente y les correspondió al saludo, levantando su grisácea mano.
Kahlo se marchó poco después, animándole a volver a bajar. Kolja suspiró volviendo a alzar la mirada, si, seguramente era momento de volver a unirse al grupo. Cuando estaba bajando las escaleras notó otro de aquellos terremotos que venían sacudiendo la ciudad, aunque este parecía más debil y al mismo tiempo más cercano. Se encontró a Chromsa y Adam a los pies de la escalera, parecía que no estaban seguros de como habían llegado hasta allí, y por lo que oía de los otros parecía tratarse de un fenómeno en masa. Kolja se preguntó si se trataba de algún poder nuevo de uno de sus compañeros, al estilo de su ceniza/hierro, o la telepatía de Adam.
No le dio muchas más vueltas al tema ya que en ese momento volvió Amira de donde quisiese que hubiese ido y traía compañía. Otro pegaso como Adam la siguió por la puerta, este o tenía más experiencia no dejando escapar pensamientos o era mucho más callado incluso en la presencia de extraños. Tras la explicación de la francesa descubrió que al parecer no se trataba de ninguna de las dos, si no que era un simple caballo alado (que pudiese añadir la palabra "simple" a un hecho como ver un caballo alado arrancó una pequeña sonrisa al alemán).
Cenó con el resto y ayudo en la limpieza y a bajar los colchones, manteniendose callado y en segundo lugar, incluso con la misiva que apareció de repente en la pared no pronunció palabra. Para él tenía sentido que aquel torreón y el estilo de vida más medieval hubiesen formado parte de la prueba y ahora que había finalizado pues no era disparatado que les mudasen a un alojamiento más decente. Si que le molestaba que no pudiese llevarse ninguna de las armas o del equipo que había reparado durante los últimos meses, pero lo aceptó como un hecho.
Aún habiendo bajado los colchones Kolja continuó durmiendo aquella última noche en su sofá. Tenía la suerte de que no le hubiesen crecido cuernos o nuevas extremidades como a algunos de sus compañeros, por lo que durmió como siempre. Por la mañana no tardó mucho en prepararse, se puso la ropa con la que había llegado a la ciudad, su disfraz/ ropa de vikingo que llevaba en la fiesta de halloween de hace ni siquiera un año, aunque le parecía que había pasado más tiempo. La ropa le iba a pesar una tonelada en cuanto se mojase, pero si no quería llevarse nada que no hubiese traído no le quedaba otra. Cuando Luci se sacudió la ceniza de sus alas el alemán se quedó mirando la que le cayó a él en el brazo. El color de la ceniza apenas era diferenciable del de su propia piel. Sacudió el brazo con un suspiro, provocando que nueva ceniza saliese de su boca y cayese al suelo con un sonido metálico. De verdad tenía que aprender a controlar cuando la expulsaba.
No le pareció mal que algunos se llevasen las plantas del torreón, al fin y al cabo aunque no se las habían traído a la ciudad per se si que las habían llevado ellos al torreón. Cuando Chromsa sacó el tema del cuerpo de la dragoncilla que estaba enterrado en el jardín a Kolja le sentó como una pequeña puñalada. Se prometió a si mismo que en cuanto pudiese organizaría a alguno de sus compañeros con magia para cremarla y llevarsela con ellos, hoy por desgracia no podía hacerse ya.
Cuando salieron por el puente levadizo Kolja notó que la esperada lluvia no parecía estar mojándoles. Las gotas se apartaban antes de llegar a caer sobre ellos, como por arte de magia. Entonces se fijó en las dos figuras delante de ellos, el pájaro de la misma especie que su compañera pájaro y otro chico bicho cómo su compañera bicho, este bastante más cambiado por la luna que Kradko, por lo menos supuso que era la luna lo que había provocado sus cambios.
Kolja se paró al pasar el puente y les correspondió al saludo, levantando su grisácea mano.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
29/08/21, 10:25 pm
Le agradeció el gesto a Luci mientras se echaba el mantón de manila sobre la cabeza para no mojarse con la lluvia, asomando bajo este sus antenas. La idea de visitar a la parqia le habría parecido mejor de no ser porque posiblemente ese refugio lo usaría más gente en un futuro, igual que lo habrían usado otros en el pasado, e irrumpir en la casa de futuros aterrorizados supervivientes para visitar a un fallecido… no se le antojaba de buen gusto. La otra opción era desenterrarla, la cual le gustaba menos aún, así que guardó silencio.
El mantón la protegía del agua fantásticamente bien, o eso fue lo primero que pensó antes de dar un par de pasos más. El suelo estaba húmedo como si hubiera llovido -y claramente seguía lloviendo- pero no solo su pelo, nada en ellos se estaba mojando. La respuesta de aquel escudo mágico apareció pronto en su campo de visión. Esbozó una pequeña sonrisa al ver a Kirés, más cohibida por el desconocido y aquella criatura, e inevitablemente los ojos se le fueron de un enderth a otro, comparándolos ahora que Lethe tenía sus cambios. Se sentía orgullosa de que su compañera fuese, al menos para ella, más impresionante.
—Hola. Gracias por el paraguas —bromeó, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza.
El mantón la protegía del agua fantásticamente bien, o eso fue lo primero que pensó antes de dar un par de pasos más. El suelo estaba húmedo como si hubiera llovido -y claramente seguía lloviendo- pero no solo su pelo, nada en ellos se estaba mojando. La respuesta de aquel escudo mágico apareció pronto en su campo de visión. Esbozó una pequeña sonrisa al ver a Kirés, más cohibida por el desconocido y aquella criatura, e inevitablemente los ojos se le fueron de un enderth a otro, comparándolos ahora que Lethe tenía sus cambios. Se sentía orgullosa de que su compañera fuese, al menos para ella, más impresionante.
—Hola. Gracias por el paraguas —bromeó, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza.
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