Torreón Silente
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- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Torreón Silente
29/06/21, 09:20 pm
Como Lethe seguramente bien sabría, Kradko no le iba a decir que no a preparar pescado. Aunque su caminar era un poco torpe por las alas que estaban tomando forma, se dispuso a ello enseguida. Estuvo bien centrada en la tarea hasta que oyó comentar acerca del posible cambio de dieta de Adam. Parecía que aquella clase de mamíferos eran herbívoros en la Tierra. Aquello hizo que dudara.
—Ehhh… ¿Deberíamos preparar algo más con el pescado? O igual puedo hacer extra de verduras. —Nada sabía la clinger sobre la alimentación de los equinos.
No pasó mucho hasta que Luci bajó de nuevo, poco a poco, parecía que casi todos se iban reuniendo de nuevo en el salón. Supuso que el olor de la comida iría llamando al resto poco a poco. ¡Se esforzaría porque así fuera!
—¡Luci! —Exclamó genuinamente contenta de verle— Nos irían bien un par de manos extra. Creo. Ehhh… ¡Mira, esto! Podrías cortarlo en daditos.
La actividad le estaba viniendo muy bien a la clinger. Tanto, que hasta se olvidó de su dolor de cabeza y casi casi de sus alas aún en desarrollo.
—Ehhh… ¿Deberíamos preparar algo más con el pescado? O igual puedo hacer extra de verduras. —Nada sabía la clinger sobre la alimentación de los equinos.
No pasó mucho hasta que Luci bajó de nuevo, poco a poco, parecía que casi todos se iban reuniendo de nuevo en el salón. Supuso que el olor de la comida iría llamando al resto poco a poco. ¡Se esforzaría porque así fuera!
—¡Luci! —Exclamó genuinamente contenta de verle— Nos irían bien un par de manos extra. Creo. Ehhh… ¡Mira, esto! Podrías cortarlo en daditos.
La actividad le estaba viniendo muy bien a la clinger. Tanto, que hasta se olvidó de su dolor de cabeza y casi casi de sus alas aún en desarrollo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Silente
04/07/21, 01:14 am
Como cabía esperar nadie conocía con seguridad la respuesta a su pregunta, pero al menos todos parecían de acuerdo en que lo mejor sería que Adam se limitase a comer verduras por el momento. Con ello en mente, separó más de las que hubiera usado normalmente si solo fuesen a ser el acompañamiento del pescado, aunque tampoco demasiadas porque suponía que el ruso tal vez no tuviera excesivas ganas de comer.
La aparición de Luci le produjo cierto alivio, ya que no había visto al daeliciano desde que había intentado ayudarle con un resultado completamente contrario a lo que pretendía, justo antes de que se le desprendiese el pico. Sintió un escalofrío al recordar aquella terrorífica situación en la que se había visto envuelta hacía… ¿Cuánto? Probablemente menos de una hora, quizá dos, pero para ella parecía casi como si hubiese sucedido hace tiempo o en un sueño. En cualquier caso, parecía que Kahlo había logrado animarle un poco. Pudo fijarse bien en sus cambios. Otro más que ahora disponía de plumas. Si el ambiente fuese otro tal vez habría hecho algún comentario sarcástico acerca de que querían quitarle el monopolio del plumaje, pero tras haber convivido en aquel torreón durante siete meses con gente con más sentido del tacto que ella había aprendido un poco acerca de cuándo callarse algunas cosas. Solo algunas.
—Ayúdanos con las verduras fi quieres, Lushi. Vamos a hacer máz para Adam —respondió a su pregunta.
Kradko se ocupó de seguir atendiendo al daeliciano y Lethe volcó su atención en la pareja (¿era solo una impresión que tenía ella o eran una pareja literal… románticamente hablando? Le confundían esas cosas y realmente le importaba poco), que hablaban acerca de la hora de dormir.
—¿Os habéis olvidado de la magia? Alguien podrá subir a Adam con levitafión y, si ef necesario, itang… intage… Bueno, ya sabéis a qué me reciero —chasqueó la lengua con fastidio: cuando hablaba más seguido se trababa más, y la palabra “intangibilidad” parecía estar un poco fuera de su alcance en ese momento—. Digo yo.
La aparición de Luci le produjo cierto alivio, ya que no había visto al daeliciano desde que había intentado ayudarle con un resultado completamente contrario a lo que pretendía, justo antes de que se le desprendiese el pico. Sintió un escalofrío al recordar aquella terrorífica situación en la que se había visto envuelta hacía… ¿Cuánto? Probablemente menos de una hora, quizá dos, pero para ella parecía casi como si hubiese sucedido hace tiempo o en un sueño. En cualquier caso, parecía que Kahlo había logrado animarle un poco. Pudo fijarse bien en sus cambios. Otro más que ahora disponía de plumas. Si el ambiente fuese otro tal vez habría hecho algún comentario sarcástico acerca de que querían quitarle el monopolio del plumaje, pero tras haber convivido en aquel torreón durante siete meses con gente con más sentido del tacto que ella había aprendido un poco acerca de cuándo callarse algunas cosas. Solo algunas.
—Ayúdanos con las verduras fi quieres, Lushi. Vamos a hacer máz para Adam —respondió a su pregunta.
Kradko se ocupó de seguir atendiendo al daeliciano y Lethe volcó su atención en la pareja (¿era solo una impresión que tenía ella o eran una pareja literal… románticamente hablando? Le confundían esas cosas y realmente le importaba poco), que hablaban acerca de la hora de dormir.
—¿Os habéis olvidado de la magia? Alguien podrá subir a Adam con levitafión y, si ef necesario, itang… intage… Bueno, ya sabéis a qué me reciero —chasqueó la lengua con fastidio: cuando hablaba más seguido se trababa más, y la palabra “intangibilidad” parecía estar un poco fuera de su alcance en ese momento—. Digo yo.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
05/07/21, 01:43 am
Luci se alegró muchísimo de ver a Kradko en tan buen estado, y se alegró todavía más de ver a Lethe con pico de nuevo, aunque fuera uno diferente. Se olvidó de sus modales y le dio un abrazo sin pedirle permiso primero, incluso le importó un pimiento que hablase raro, o que su nuevo aspecto diese un poco de miedo, pues no se acercaba ni de lejos a la visión de pesadilla que había sido tan solo unos momentos antes.
Se puso con gusto con las verduras. La cocina era algo estrecha para su nueva forma, así que se sentó en un lateral de la mesa desde donde podía controlar lo que pasaba también en el salón. Eligió varias zanahorias. Recordaba que Reina le había dicho en alguna ocasión que a los caballos les gustaban las zanahorias. << Ahora que lo pienso, ¿dónde está Reina? >> No la había visto en toda la tarde, tampoco sabía dónde estaban Amira, Kahlo o Kolja. A Alec lo había visto de refilón en el patio. Supuso que si no había alarma en el grupo es porque estaban bien, ¿no?
Los pensamientos de Adam seguían llegándole, aunque de forma mucho menos apabullante. Seguían teñidos de miedo, pero uno un poco distinto. Luci sonrió con tristeza.
-Podríamos bajar los colchones y dormir aquí todos juntos, creo que sería lo más cómodo -sugirió.
Había muchas diferencias de tamaño y nuevos apéndices, algo le decía que sus camas de siempre no iban a ser suficientes.
Se puso con gusto con las verduras. La cocina era algo estrecha para su nueva forma, así que se sentó en un lateral de la mesa desde donde podía controlar lo que pasaba también en el salón. Eligió varias zanahorias. Recordaba que Reina le había dicho en alguna ocasión que a los caballos les gustaban las zanahorias. << Ahora que lo pienso, ¿dónde está Reina? >> No la había visto en toda la tarde, tampoco sabía dónde estaban Amira, Kahlo o Kolja. A Alec lo había visto de refilón en el patio. Supuso que si no había alarma en el grupo es porque estaban bien, ¿no?
Los pensamientos de Adam seguían llegándole, aunque de forma mucho menos apabullante. Seguían teñidos de miedo, pero uno un poco distinto. Luci sonrió con tristeza.
-Podríamos bajar los colchones y dormir aquí todos juntos, creo que sería lo más cómodo -sugirió.
Había muchas diferencias de tamaño y nuevos apéndices, algo le decía que sus camas de siempre no iban a ser suficientes.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Silente
06/07/21, 11:31 pm
El comentario sobre los pétalos de Alyssa quedó un poco en segundo plano para el ochrorio cuando Adam contestó a su propuesta. Por supuesto un buen descanso le vendría bien después de aquello y a diferencia de otros del grupo no consideraba que sus cambios le dificultarían dormir en una cama, pero no quería dejarlo solo. La idea de dormir sobre las hojas le resultaba bastante apetecible y ya desde hacía bastante había pensado en cómo sería dormir con Adam y lo mucho que le gustaría, aunque aquellos sueños no contemplaban que el ruso fuera ahora un animal. Por todo ello intentó notar algo en sus palabras que confirmara sus dudas de que su pareja no hablaba en serio. Por suerte, Adam todavía no controlaba controlar toda su telepatía y se enteró de lo que pensó justo después de hablar.
Si antes Chromsa se había puesto un poco más serio con sus palabras, aquellos pensamientos le devolvieron una sonrisa sincera acompañada de un rubor de mejillas. Poniendo los brazos en jarra le habló en un principio con cierto tono bromista que dio paso a un tono acogedor: -Mira que a veces eres tonto. ¿Llevamos juntos ya meses y has pensado algo así? Me preocupo tanto por tí como tú por mí, no voy a dejar que lo pases mal si puedo evitarlo y menos aun con todo lo que ha pasado hoy. Además... a mi también me gustaría.-
No tardaron en aparecer nuevas soluciones al problema de pasar la noche. -Es verdad. Teniendo en cuenta que parece que ahora parece que tenemos más facilidad para la magia no creo que costara mucho subirte.- comentó sobre la propuesta de Lethe. Aun con todo no sabía si con el peso y el tamaño de Adam podría subirlo, pero podían probarlo.
Luci dio otra idea que, aunque llevaría unos cuantos viajes entre plantas, coincidía con él en cuanto a lo idoneidad para el momento; -Creo que prefiero esa alternativa. Cuesta incluso menos y además nos vendrá bien para estar un poco más relajados. Si después de la cena me encuentro mejor creo que podría traer alguna.- A una pequeña parte del ochrorio le apenaba no poder dormir a solas con Adam, pero entendía que era lo mejor para aquella noche. Tenía la sensación de que no iba a ser una noche fácil para la mayoría.
Si antes Chromsa se había puesto un poco más serio con sus palabras, aquellos pensamientos le devolvieron una sonrisa sincera acompañada de un rubor de mejillas. Poniendo los brazos en jarra le habló en un principio con cierto tono bromista que dio paso a un tono acogedor: -Mira que a veces eres tonto. ¿Llevamos juntos ya meses y has pensado algo así? Me preocupo tanto por tí como tú por mí, no voy a dejar que lo pases mal si puedo evitarlo y menos aun con todo lo que ha pasado hoy. Además... a mi también me gustaría.-
No tardaron en aparecer nuevas soluciones al problema de pasar la noche. -Es verdad. Teniendo en cuenta que parece que ahora parece que tenemos más facilidad para la magia no creo que costara mucho subirte.- comentó sobre la propuesta de Lethe. Aun con todo no sabía si con el peso y el tamaño de Adam podría subirlo, pero podían probarlo.
Luci dio otra idea que, aunque llevaría unos cuantos viajes entre plantas, coincidía con él en cuanto a lo idoneidad para el momento; -Creo que prefiero esa alternativa. Cuesta incluso menos y además nos vendrá bien para estar un poco más relajados. Si después de la cena me encuentro mejor creo que podría traer alguna.- A una pequeña parte del ochrorio le apenaba no poder dormir a solas con Adam, pero entendía que era lo mejor para aquella noche. Tenía la sensación de que no iba a ser una noche fácil para la mayoría.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Silente
07/07/21, 12:11 am
Estando en frente de Chromsa no se percató de su fuga de pensamientos y mucho menos fue consciente de lo que dijo exactamente. Lo que dijo su pareja le ablandó bastante el nuevo corazón equino del ruso. Si no fuese por su nueva fisionomía estaría rojísimo de la vergüenza pero aun conservó su mirada esquiva y pose de introversión, encogiéndose un poco en sí mismo. Había confianza entre todos pero malinterpretó las palabras de Chromsa y pensó que se refirió a los dos como “estar juntos” como de índole más de pareja. Eso lo avergonzó bastante, antes tendría que preparar el cuerpo para cuando los demás escuchen que son novios.
Y pensando en los demás, que la mayoría de los presentes se preocupasen tanto dando soluciones a cómo iba a dormir o comer conmovió al pegaso. Estaba habituado a recibir algo de apoyo pero a esa magnitud definitivamente no.
—<<Luci… Chromsa… De verdad…>> —iba a ser modesto, pero se detuvo un segundo—. <<...muchísimas g-gracias por todo chicos. Me encantaría ayudar a bajar los colchones, pero si puedo retirar algo por compensar puedo hacerlo, al menos puedo empujar cosas>> —declaró siendo consciente de que con su nuevo tamaño no sería tan difícil esa tarea.
—<<Y tampoco os sobreesforcéis bajando colchones, estos cambios han debido de ser muy duros para vosotros>> —advirtió fijándose sobre todo en el fauno, al haber sido testigo de su cambio y todos los dolores que el ochrorio tuvo que sufrir para ello.
Lamentaba un poco ser incapaz de hacer casi nada, si al menos tuviese magia las cosas serían más fáciles pero creyó ciegamente que le sería imposible sin manos humanas.
Y pensando en los demás, que la mayoría de los presentes se preocupasen tanto dando soluciones a cómo iba a dormir o comer conmovió al pegaso. Estaba habituado a recibir algo de apoyo pero a esa magnitud definitivamente no.
—<<Luci… Chromsa… De verdad…>> —iba a ser modesto, pero se detuvo un segundo—. <<...muchísimas g-gracias por todo chicos. Me encantaría ayudar a bajar los colchones, pero si puedo retirar algo por compensar puedo hacerlo, al menos puedo empujar cosas>> —declaró siendo consciente de que con su nuevo tamaño no sería tan difícil esa tarea.
—<<Y tampoco os sobreesforcéis bajando colchones, estos cambios han debido de ser muy duros para vosotros>> —advirtió fijándose sobre todo en el fauno, al haber sido testigo de su cambio y todos los dolores que el ochrorio tuvo que sufrir para ello.
Lamentaba un poco ser incapaz de hacer casi nada, si al menos tuviese magia las cosas serían más fáciles pero creyó ciegamente que le sería imposible sin manos humanas.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
07/07/21, 11:17 pm
Kolja subió las escaleras a la azotea sin prisas y sin llegar a cruzarse con nadie. Con lo caótico que había sido todo desde que había salido la luna no había tenido tiempo para estar solo o en un estado mental seminormal, ahora que la cosa se había calmado un poco podía ponerse a pensar en ello. Abrió la trampilla y salió a la azotea, siendo recibido por la lluvia y los destellos rojos que le arrancaba a la luz de aquella curiosa luna que aparecía de repente llena en el cielo.
En pocos segundos ya estaba empapado de la cabeza a los pies. Se deshizo el pelo, dejando que cayese ocultando su cara, también se deshizo las trenzas de la barba e incluso se quitó la camisa. Por algún motivo que no comprendía del todo quería esa sensación de libertad, de que la lluvia le empapase como si le estuviese lavando, lavando su viejo yo y sustituyéndolo por aquel que la luna había sacado a la superficie.
Se acercó al almenar y observó la ciudad en la distancia. Aquella monstruosa catedral parecía estar deshaciéndose bajo la lluvia, soltando una especie de polvo que el viento llevaba a todos los rincones del reino. Podía sentir los terremotos que sacudían el lugar, derribando algún que otro edificio y creando nuevas grietas en el suelo irregular. Incluso vio levantarse una nube de polvo cuando una torre se desplomó cerca del torreón del otro grupo. Fue en ese momento en el que se acordó de ellos, no habiendo tenido tiempo de preocuparse de más gente antes. Se preguntó si habían pasado por lo mismo, si estaban juntos y seguros y en que clases de seres se habrían convertido. En su propio grupo no había dos iguales, igual todos se convertían en cosas distintas sin ninguna relación.
El pensar en las transformaciones provocó que se volviese a fijar en si mismo. Incluso el vello de su pecho se había vuelto gris, ahora oscuro y apelmazado a causa de la lluvia. A parte de eso sus compañeros no le habían mencionado nada más, no sabían lo otro que había sucedido. Con la mano palmeó su bolsillo, sintiendo la bola de ceniza-metal más pesada de lo que realmente era. No sabía que le había hecho la luna internamente para que ahora pudiese crear algo así y en su momento le había dejado en shock, pero ahora con la mente un poco más serena no le preocupaba tanto. Seguía resultándole sorprendente, pero después de que Alec creciese, se ensanchase y le creciesen pinchos, de que a Luci le saliesen alas, de que a Chromsa le creciesen patas de fauno, de que Adam se convirtiese en un caballo y de que a Alyssa le saliesen cuernos con forma de ramas y con flores el hecho de que él escupiese ceniza no era tal locura.
Mientras recordaba como la tos había sido la causante de que saliese en primer lugar, soltó un suspiro, y para su sorpresa en vez de expulsar aire de su boca salió ceniza de nuevo. Dejó de soplar instintivamente y en el aire quedó aquella vez una vara de ceniza-hierro que calló al suelo con un sonido mecánico. Kolja la recogió y se la quedó mirando, bueno, quizás si que era un poco una locura. Y el expulsar la ceniza se había sentido increíblemente bien, como si por el simple hecho de expulsarla el propio Kolja se volviese más fuerte, que tuviese más energía. Sacudió la cabeza y zarandeó la barra en el aire, la ceniza se quedó compacta en la forma que había adoptado, sin desprenderse. Soltó otro suspiro, esta vez sin ceniza, y se apoyó en el almenar.
Vio como el puente levadizo bajaba y una figura que no pudo distinguir por la lluvia y la falta de luz salió corriendo del torreón. En un primer momento aquello le causó sorpresa y una ligera ansiedad, pero como si la luna quisiese tranquilizarlo una zona del cielo encima de aquella persona se iluminó ligeramente más rojo, como si tuviese una capa de nubes menos que el resto del cielo nocturno. El alemán sacudió la cabeza y simplemente confió en que sus compañeros no dejarían salir a alguien solo si no fuese completamente necesario. Además ahora que su mente estaba más calmada y podía notar más cosas de si mismo y de su alrededor la verdad es que se sentía increíblemente bien y sorprendentemente en forma, como si cada célula de su cuerpo rebosase con energía. La verdad con aquella eufórica sensación no era capaz de concebir que algo le fuese peligroso, a pesar de que sabía que si que había muchas criaturas peligrosas allí fuera.
Se perdió en sus pensamientos durante un rato, hasta que dos cosas pasaron prácticamente al mismo tiempo, la puerta del patio se abrió, saliendo Alec por ella, y como la trampilla de detrás suyo se abría y la cabeza de Kahlo asomaba por ella.
-Hola- saludó el semidesnudo Kolja a la chica, no se le había ocurrido que alguien más fuese a subir a la azotea.
En pocos segundos ya estaba empapado de la cabeza a los pies. Se deshizo el pelo, dejando que cayese ocultando su cara, también se deshizo las trenzas de la barba e incluso se quitó la camisa. Por algún motivo que no comprendía del todo quería esa sensación de libertad, de que la lluvia le empapase como si le estuviese lavando, lavando su viejo yo y sustituyéndolo por aquel que la luna había sacado a la superficie.
Se acercó al almenar y observó la ciudad en la distancia. Aquella monstruosa catedral parecía estar deshaciéndose bajo la lluvia, soltando una especie de polvo que el viento llevaba a todos los rincones del reino. Podía sentir los terremotos que sacudían el lugar, derribando algún que otro edificio y creando nuevas grietas en el suelo irregular. Incluso vio levantarse una nube de polvo cuando una torre se desplomó cerca del torreón del otro grupo. Fue en ese momento en el que se acordó de ellos, no habiendo tenido tiempo de preocuparse de más gente antes. Se preguntó si habían pasado por lo mismo, si estaban juntos y seguros y en que clases de seres se habrían convertido. En su propio grupo no había dos iguales, igual todos se convertían en cosas distintas sin ninguna relación.
El pensar en las transformaciones provocó que se volviese a fijar en si mismo. Incluso el vello de su pecho se había vuelto gris, ahora oscuro y apelmazado a causa de la lluvia. A parte de eso sus compañeros no le habían mencionado nada más, no sabían lo otro que había sucedido. Con la mano palmeó su bolsillo, sintiendo la bola de ceniza-metal más pesada de lo que realmente era. No sabía que le había hecho la luna internamente para que ahora pudiese crear algo así y en su momento le había dejado en shock, pero ahora con la mente un poco más serena no le preocupaba tanto. Seguía resultándole sorprendente, pero después de que Alec creciese, se ensanchase y le creciesen pinchos, de que a Luci le saliesen alas, de que a Chromsa le creciesen patas de fauno, de que Adam se convirtiese en un caballo y de que a Alyssa le saliesen cuernos con forma de ramas y con flores el hecho de que él escupiese ceniza no era tal locura.
Mientras recordaba como la tos había sido la causante de que saliese en primer lugar, soltó un suspiro, y para su sorpresa en vez de expulsar aire de su boca salió ceniza de nuevo. Dejó de soplar instintivamente y en el aire quedó aquella vez una vara de ceniza-hierro que calló al suelo con un sonido mecánico. Kolja la recogió y se la quedó mirando, bueno, quizás si que era un poco una locura. Y el expulsar la ceniza se había sentido increíblemente bien, como si por el simple hecho de expulsarla el propio Kolja se volviese más fuerte, que tuviese más energía. Sacudió la cabeza y zarandeó la barra en el aire, la ceniza se quedó compacta en la forma que había adoptado, sin desprenderse. Soltó otro suspiro, esta vez sin ceniza, y se apoyó en el almenar.
Vio como el puente levadizo bajaba y una figura que no pudo distinguir por la lluvia y la falta de luz salió corriendo del torreón. En un primer momento aquello le causó sorpresa y una ligera ansiedad, pero como si la luna quisiese tranquilizarlo una zona del cielo encima de aquella persona se iluminó ligeramente más rojo, como si tuviese una capa de nubes menos que el resto del cielo nocturno. El alemán sacudió la cabeza y simplemente confió en que sus compañeros no dejarían salir a alguien solo si no fuese completamente necesario. Además ahora que su mente estaba más calmada y podía notar más cosas de si mismo y de su alrededor la verdad es que se sentía increíblemente bien y sorprendentemente en forma, como si cada célula de su cuerpo rebosase con energía. La verdad con aquella eufórica sensación no era capaz de concebir que algo le fuese peligroso, a pesar de que sabía que si que había muchas criaturas peligrosas allí fuera.
Se perdió en sus pensamientos durante un rato, hasta que dos cosas pasaron prácticamente al mismo tiempo, la puerta del patio se abrió, saliendo Alec por ella, y como la trampilla de detrás suyo se abría y la cabeza de Kahlo asomaba por ella.
-Hola- saludó el semidesnudo Kolja a la chica, no se le había ocurrido que alguien más fuese a subir a la azotea.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
12/07/21, 07:34 pm
Si Kahlo hubiera sabido que ya había alguien en la azotea no habría salido, pero tan ensimismada como iba mirando hacia arriba ni se percató de la presencia del humano. Solo tenía ojos para el astro, tan inmenso como el cielo. Ni las nubes no lograban taparlo. El aguacero era horrible, chocaba contra sus frágiles antenas (sí que eran sensibles, sí) y las gotas que calaban del poncho a sus alas le provocaban escalofríos, pero pese a todo a la varmana no parecía molestarle. Estiró el brazo hacia la luna como si le ofreciera un baile, y posiblemente eso hubiera hecho de no haber oído a Kolja. El chico, incoloro como una estatua, le hizo bajar la mano y dar un respingo. Sus descontroladas toxinas no tendrían ningún efecto con tanta lluvia, distancia y las alas aprisionadas bajo el poncho.
En una fracción de segundo Kahlo sintió demasiadas cosas a la vez: fastidio, vergüenza, alivio… de repente fue demasiado consciente de sí misma hasta ser abrumante; seguro que tenía el pelo empapado y pegado al cráneo, seguro que el poncho le quedaba horrible y que la pelusa de su cuello se veía como un zorro muerto mojado. Se tragó todo como un mal medicamente y volvió brevemente los ojos a la luna, susurrando un “gracias” solo para ella a la vez que imploraba fuerzas, apenada por la interrupción. Estarían a solas en otro momento, le prometió.
—Hola —respondió sin más, incómoda. Sus ojos sin pupilas no delataban que más que mirarle a él miraba sobre su cabeza. No quería preguntarle como estaba mientras existiera una posibilidad de que estuviera mal (había subido huyendo de la negatividad después de todo) pero lo haría igualmente. Aunque no por él; no quería ser maleducada delante de la luna. Parecía incorrecto—. ¿Cómo estás?
En una fracción de segundo Kahlo sintió demasiadas cosas a la vez: fastidio, vergüenza, alivio… de repente fue demasiado consciente de sí misma hasta ser abrumante; seguro que tenía el pelo empapado y pegado al cráneo, seguro que el poncho le quedaba horrible y que la pelusa de su cuello se veía como un zorro muerto mojado. Se tragó todo como un mal medicamente y volvió brevemente los ojos a la luna, susurrando un “gracias” solo para ella a la vez que imploraba fuerzas, apenada por la interrupción. Estarían a solas en otro momento, le prometió.
—Hola —respondió sin más, incómoda. Sus ojos sin pupilas no delataban que más que mirarle a él miraba sobre su cabeza. No quería preguntarle como estaba mientras existiera una posibilidad de que estuviera mal (había subido huyendo de la negatividad después de todo) pero lo haría igualmente. Aunque no por él; no quería ser maleducada delante de la luna. Parecía incorrecto—. ¿Cómo estás?
- ♪♫♬:
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
15/07/21, 05:31 pm
Al parecer Kolja no era el único sorprendido, la chica gato tampoco esperaba compañía, aunque no sabía si seguía siendo correcto referirse a ella como la chica gato, al fin y al cabo ahora tenía un aspecto que recordaba más a un insecto, a una polilla de hecho.
La pregunta de la chica provocó que a Kolja se le escapase un pequeño bufido que casi parecía una risa, sin duda algo sarcástica.
-¿Cómo estoy? Desde luego esta noche no es una pregunta tan fácil de contestar como suele ser- dijo, mientras levantaba la vista a la luna. -Han pasado tantas cosas que incluso habiendo estado aquí un rato procesando todo, sigo sin ser capaz de contestar esa pregunta satisfactoriamente. Por un lado me siento sorprendentemente bien, como si finalmente hubiese alcanzado mi mejor yo, por otra parte estoy asustado, iracundo, decepcionado, sorprendido, confuso, extasiado, melancólico y más- tras confesarse de tal forma hizo una corta pausa. -Pero ahora mismo por lo menos estoy estable, que creo que es lo mejor a lo que podemos aspirar en esta noche de locura.
-¿Y que tal te encuentras tu?- preguntaría con una media sonrisa.
La pregunta de la chica provocó que a Kolja se le escapase un pequeño bufido que casi parecía una risa, sin duda algo sarcástica.
-¿Cómo estoy? Desde luego esta noche no es una pregunta tan fácil de contestar como suele ser- dijo, mientras levantaba la vista a la luna. -Han pasado tantas cosas que incluso habiendo estado aquí un rato procesando todo, sigo sin ser capaz de contestar esa pregunta satisfactoriamente. Por un lado me siento sorprendentemente bien, como si finalmente hubiese alcanzado mi mejor yo, por otra parte estoy asustado, iracundo, decepcionado, sorprendido, confuso, extasiado, melancólico y más- tras confesarse de tal forma hizo una corta pausa. -Pero ahora mismo por lo menos estoy estable, que creo que es lo mejor a lo que podemos aspirar en esta noche de locura.
-¿Y que tal te encuentras tu?- preguntaría con una media sonrisa.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
17/07/21, 07:50 pm
Tomada por la energía del momento, la clinger se centró sobre todo en preparar la comida con el resto. Al fin y al cabo, eran unos cuantos, así que tenían mucho que preparar. Durante el proceso empezó a notar que su cuerpo había cambiado más allá de los ya no tan bultos en su espalda. O, más bien, sus capacidades. Se sentía como más… podría decir que capaz. Le costaba menos mover objetos pesados de aquí para allá, así como cortar los distintos alimentos. Siempre había sido bastante diestra con sus manos —ambas—, pero aquello se sentía distinto. Sus movimientos se sentían más precisos y, de algún modo, contundentes. Supuso que la Luna la había cambiado, al igual que venía ya haciéndolo de antes. Se preguntó si el resto estaría experimentando algo similar. Tal vez lo sacaría en otro momento.
—Sí, podemos bajar los colchones y dormir todos aquí. —Siendo sincera consigo misma, le resultaría mucho más tranquilizador no dejar a nadie solo aquella noche. Bastante raro era todo.
Gracias a la cooperación en la cocina, no terminaron mucho más en preparar toda la comida. Tras organizar lo necesario y asegurarse de los planes de los que no se encontraban allí, se sentaron a comer. Aquello resultó ser una tarea un tanto complicada para la clinger debido a sus alas en desarrollo. En aquel estado no podía moverlas y abultaban mucho más que las antiguas. No había muchos asientos que se adaptaran a su altura en el torreón y todos eran incómodos en sus circunstancias. Acabó optando por comer de pie, lo cual no era demasiado incómodo para su corta estatura.
Se alimentó despacio e intentó disfrutar tanto la comida como la compañía. Había sido un día raro aquel y lo necesitaba, a pesar de que al mirar alrededor casi nadie parecía la misma criatura que se había levantado de la cama aquella mañana. Kradko incluso se atrevería a decir que ella era la más similar. A pesar de sus alas. A pesar de que… No se sentía igual.
Al intentar moverse sintió un dolor nuevo y extraño. Debido a su exoesqueleto, había pocas cosas que le hicieran sentir el dolor de que te pisen, mucho menos cuando la causante era ella misma. Pero, en aquel preciso instante, sentía eso mismo.
—¡Ay! —gritó tanto por el dolor como por la sorpresa. No tardó mucho en entender lo que había pasado —Me he… esto… ¿pisado?
No lo había notado mientras estaba quieta frente a la mesa, pero sus nuevas alas se habían alargado hasta alcanzar el suelo. Y, por lo que conseguía vislumbrar, aún les quedaba un trecho. Ahora que estaban mucho más formadas, a pesar de su limitado rango de visión se pudo hacer una idea de lo grandes que iban a ser. Comparadas con estas, sus anteriores alas a duras penas parecían de juguete.
—Wow…
—Sí, podemos bajar los colchones y dormir todos aquí. —Siendo sincera consigo misma, le resultaría mucho más tranquilizador no dejar a nadie solo aquella noche. Bastante raro era todo.
Gracias a la cooperación en la cocina, no terminaron mucho más en preparar toda la comida. Tras organizar lo necesario y asegurarse de los planes de los que no se encontraban allí, se sentaron a comer. Aquello resultó ser una tarea un tanto complicada para la clinger debido a sus alas en desarrollo. En aquel estado no podía moverlas y abultaban mucho más que las antiguas. No había muchos asientos que se adaptaran a su altura en el torreón y todos eran incómodos en sus circunstancias. Acabó optando por comer de pie, lo cual no era demasiado incómodo para su corta estatura.
Se alimentó despacio e intentó disfrutar tanto la comida como la compañía. Había sido un día raro aquel y lo necesitaba, a pesar de que al mirar alrededor casi nadie parecía la misma criatura que se había levantado de la cama aquella mañana. Kradko incluso se atrevería a decir que ella era la más similar. A pesar de sus alas. A pesar de que… No se sentía igual.
Al intentar moverse sintió un dolor nuevo y extraño. Debido a su exoesqueleto, había pocas cosas que le hicieran sentir el dolor de que te pisen, mucho menos cuando la causante era ella misma. Pero, en aquel preciso instante, sentía eso mismo.
—¡Ay! —gritó tanto por el dolor como por la sorpresa. No tardó mucho en entender lo que había pasado —Me he… esto… ¿pisado?
No lo había notado mientras estaba quieta frente a la mesa, pero sus nuevas alas se habían alargado hasta alcanzar el suelo. Y, por lo que conseguía vislumbrar, aún les quedaba un trecho. Ahora que estaban mucho más formadas, a pesar de su limitado rango de visión se pudo hacer una idea de lo grandes que iban a ser. Comparadas con estas, sus anteriores alas a duras penas parecían de juguete.
—Wow…
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
19/07/21, 01:24 am
Visto que la respuesta no sería corta la mente de Kahlo sufrió varios apagones involuntarios. Su atención sencillamente estaba en otras cosas, y hasta mirarle era difícil; sus nuevos colores -o más bien la falta de estos- no eran competencia con el rojo que bañaba la ciudad. Se quedó con que el que el humano estaba bien (y como tres adjetivos más) y aprovechó la pausa para retomar el hilo. Una sonrisa sincera como no había tenido en meses bailó en su cara al llegar su turno.
—Mejor que nunca.
No añadió nada más. Había perdido un brazo, estaba incómoda, fea y empapada, le dolían unas alas y antenas que poco antes no tenía por el aguacero, y aún así estaba bien. Ya iba siendo hora de que lo estuviera.
—Voy a bajar ya. Solo quería verla —tras un significativo vistazo arriba regresó en sus pasos a la trampilla. Desde ahí le dedicó otra sonrisa al humano—. No tardes.
Y la varmana despareció escaleras abajo, añorando la presencia directa de la luna tan pronto el techo cubrió su cabeza. A la lluvia no la echaría tanto de menos, y por otro lado estar fuera de la vista de nadie era un alivio. Camino abajo se peinó con los dedos en pequeñas sacudidas para deshacerse del exceso de agua y darle forma tanto al pelo de su cabeza como al de su cuello, esperando que su aspecto fuera así menos lamentable. Luego se quitó el poncho, demasiado mojado, pesado y frío como para que fuera cómodo seguir llevándolo y lo dejó estirado sobre el primer mueble que pilló. Sus alas no estaban tan mal, pero igual despegarlas con la humedad fue desagradable. Las llevó lo más adelante posible, cubriéndose el torso con ellas a modo de capa y abrigo para no ir con la ropa interior expuesta. Al pasar la mano sobre ellas se quedó con una capa de polvo similar al de las mariposas de verdad.
Lo más complicado no era adecentarse, sino mentalizarse para el ambiente que hubiera. El olor de la cena llegaba a las plantas superiores, y aunque no tenía hambre cuanto más evadiera verlos más difícil sería luego. Se lo tomaría con calma, aunque los nervios ya estaban removiéndole las tripas de solo pensar en su última charla con Luci o el pánico de Chromsa.
La planta baja seguía hecha un desastre. Vio a buena parte del cambiado grupo entorno a la mesa, las crisálidas y la sangre aún por el suelo, hojas, flores, plumas, el caballo alado que era Adam… Le dieron ganas de subir. Llenó los pulmones de aire y lo expulsó en un hondo suspiro antes de acercarse.
—Mejor que nunca.
No añadió nada más. Había perdido un brazo, estaba incómoda, fea y empapada, le dolían unas alas y antenas que poco antes no tenía por el aguacero, y aún así estaba bien. Ya iba siendo hora de que lo estuviera.
—Voy a bajar ya. Solo quería verla —tras un significativo vistazo arriba regresó en sus pasos a la trampilla. Desde ahí le dedicó otra sonrisa al humano—. No tardes.
Y la varmana despareció escaleras abajo, añorando la presencia directa de la luna tan pronto el techo cubrió su cabeza. A la lluvia no la echaría tanto de menos, y por otro lado estar fuera de la vista de nadie era un alivio. Camino abajo se peinó con los dedos en pequeñas sacudidas para deshacerse del exceso de agua y darle forma tanto al pelo de su cabeza como al de su cuello, esperando que su aspecto fuera así menos lamentable. Luego se quitó el poncho, demasiado mojado, pesado y frío como para que fuera cómodo seguir llevándolo y lo dejó estirado sobre el primer mueble que pilló. Sus alas no estaban tan mal, pero igual despegarlas con la humedad fue desagradable. Las llevó lo más adelante posible, cubriéndose el torso con ellas a modo de capa y abrigo para no ir con la ropa interior expuesta. Al pasar la mano sobre ellas se quedó con una capa de polvo similar al de las mariposas de verdad.
Lo más complicado no era adecentarse, sino mentalizarse para el ambiente que hubiera. El olor de la cena llegaba a las plantas superiores, y aunque no tenía hambre cuanto más evadiera verlos más difícil sería luego. Se lo tomaría con calma, aunque los nervios ya estaban removiéndole las tripas de solo pensar en su última charla con Luci o el pánico de Chromsa.
La planta baja seguía hecha un desastre. Vio a buena parte del cambiado grupo entorno a la mesa, las crisálidas y la sangre aún por el suelo, hojas, flores, plumas, el caballo alado que era Adam… Le dieron ganas de subir. Llenó los pulmones de aire y lo expulsó en un hondo suspiro antes de acercarse.
- ♪♫♬:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
21/07/21, 11:41 am
Luci propuso otra alternativa, ante la que se encogió de hombros.
—Como queráis.
La Lethe que llegó a la ciudad probablemente habría dicho lo mismo, pero añadido que por su parte dormiría arriba en su cama de siempre, sola si era necesario. La enderth que estaba allí en aquel instante, cambiada no solo por la Luna Roja (aunque desconocía la extensión de la influencia de la misma en sus decisiones), ayudaría con la parafernalia para dormir en la planta baja junto al resto. ¿Qué pasaba si se les colaba algo dentro del torreón como les había ocurrido a los sendarios y ella no estaba allí para protegerlos? No se lo podría perdonar. Ni tampoco podía permitirse otra crisis derivada de auto inculparse estúpidamente como ya había aceptado que estaba destinada a hacer. ¿En qué momento exacto había cambiado tanto? No lo sabía, pero ya daba igual.
Ya estaban listos para comer y la enderth fue de las últimas en sentarse. Lo hizo al lado de Kradko, por lo que la tenía muy cerca cuando esta exclamó y enseguida se incorporó ligeramente en la silla, con algo de alarma. Se calmó cuando supo que se trataba de un simple accidente con los nuevos apéndices que la Luna le había dado a la niña, pero los examinó con detenimiento.
—Te están saliendo unas alas muy bonifaf. Aunque no zé qué propósito tiene que sean tan largas —le dijo.
No mucho después apareció Kahlo por las escaleras, que parecía algo dudosa. La varmana estaba medio irreconocible, pero impresionante de todas formas. Su nueva apariencia era muy bella e imponente a su modo.
—Hay plato para ti y el refto también —le señaló uno de los huecos vacíos en la mesa.
—Como queráis.
La Lethe que llegó a la ciudad probablemente habría dicho lo mismo, pero añadido que por su parte dormiría arriba en su cama de siempre, sola si era necesario. La enderth que estaba allí en aquel instante, cambiada no solo por la Luna Roja (aunque desconocía la extensión de la influencia de la misma en sus decisiones), ayudaría con la parafernalia para dormir en la planta baja junto al resto. ¿Qué pasaba si se les colaba algo dentro del torreón como les había ocurrido a los sendarios y ella no estaba allí para protegerlos? No se lo podría perdonar. Ni tampoco podía permitirse otra crisis derivada de auto inculparse estúpidamente como ya había aceptado que estaba destinada a hacer. ¿En qué momento exacto había cambiado tanto? No lo sabía, pero ya daba igual.
Ya estaban listos para comer y la enderth fue de las últimas en sentarse. Lo hizo al lado de Kradko, por lo que la tenía muy cerca cuando esta exclamó y enseguida se incorporó ligeramente en la silla, con algo de alarma. Se calmó cuando supo que se trataba de un simple accidente con los nuevos apéndices que la Luna le había dado a la niña, pero los examinó con detenimiento.
—Te están saliendo unas alas muy bonifaf. Aunque no zé qué propósito tiene que sean tan largas —le dijo.
No mucho después apareció Kahlo por las escaleras, que parecía algo dudosa. La varmana estaba medio irreconocible, pero impresionante de todas formas. Su nueva apariencia era muy bella e imponente a su modo.
—Hay plato para ti y el refto también —le señaló uno de los huecos vacíos en la mesa.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
22/07/21, 12:24 am
Luci iba a responderle a Adam que no se preocupara, que unos colchones serían más fáciles de pasar por las escaleras que su nuevo cuerpo, pero se reprimió para no parecer insensible.
-Nos las apañaremos, Adam, no te preocupes -dijo en su lugar.
A pesar de lo surrealista de estar cocinando con las pintas de circo que llevaban, la tarea le ayudó a calmarse. Ya no sentía la luz roja que entraba por la puerta del patio como una amenaza, si no que percibía incluso in cosquilleo agradable. La tormenta rugía y había gritos y aullidos y desprendimientos, sin embargo allí estaban ellos, en silencio, cortando verduras. Cuando acabaron Luci tenía incluso un poquito de hambre.
También se sobresaltó con el traspiés de Kradko y el alivio tras el susto le arrancó una risilla.
-No sé para qué pueden servir, pero se ven más bonitas ahora que no están tan arrugadas -comentó.
Entonces Kahlo bajó al salón.
Para el daeliciano fue como si la viera transformada por primera vez. Sus compañeros le habían dicho que se encontraba bien, que no tenía que preocuparse, pero no podía evitar preocuparse por todos los que faltaban a la mesa, y ver a su amiga sin un rasguño le alivió enormemente.
-¡Kahlo! Toma asiento. ¿Quieres un taburete? -le ofreció con una sonrisa tímida, terminando de entregarle dos cuencos de comida a Chromsa para que no tuviera que moverse del lado de Adam.
Supuso que un taburete sería más cómodo que una silla, como era en su caso. No se atrevió a hacer ningún comentario sobre su aspecto. Resultaba inquietante, como Lethe, pero sus nuevos colores eran bonitos y no tenía un aspecto especialmente amenazador. Prestaría atención para no decir nada que pudiera arruinar el pequeño momento de calma cotidiana que habían conseguido.
-Nos las apañaremos, Adam, no te preocupes -dijo en su lugar.
A pesar de lo surrealista de estar cocinando con las pintas de circo que llevaban, la tarea le ayudó a calmarse. Ya no sentía la luz roja que entraba por la puerta del patio como una amenaza, si no que percibía incluso in cosquilleo agradable. La tormenta rugía y había gritos y aullidos y desprendimientos, sin embargo allí estaban ellos, en silencio, cortando verduras. Cuando acabaron Luci tenía incluso un poquito de hambre.
También se sobresaltó con el traspiés de Kradko y el alivio tras el susto le arrancó una risilla.
-No sé para qué pueden servir, pero se ven más bonitas ahora que no están tan arrugadas -comentó.
Entonces Kahlo bajó al salón.
Para el daeliciano fue como si la viera transformada por primera vez. Sus compañeros le habían dicho que se encontraba bien, que no tenía que preocuparse, pero no podía evitar preocuparse por todos los que faltaban a la mesa, y ver a su amiga sin un rasguño le alivió enormemente.
-¡Kahlo! Toma asiento. ¿Quieres un taburete? -le ofreció con una sonrisa tímida, terminando de entregarle dos cuencos de comida a Chromsa para que no tuviera que moverse del lado de Adam.
Supuso que un taburete sería más cómodo que una silla, como era en su caso. No se atrevió a hacer ningún comentario sobre su aspecto. Resultaba inquietante, como Lethe, pero sus nuevos colores eran bonitos y no tenía un aspecto especialmente amenazador. Prestaría atención para no decir nada que pudiera arruinar el pequeño momento de calma cotidiana que habían conseguido.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
24/07/21, 12:58 am
Los agradecimientos de Adam acrecentraron la sonrisa del ochrorio. Era reconfortante pensar que, aun con todo el dolor que habían supuesto los cambios, aun todos tenían fuerzas suficientes para ayudar al resto. Entendió que la siguiente petición le tocaba más personalmente y respondió al ruso: -No puedo negar que ha sido una experiencia que no quiero repetir en mi vida y todavía sigo cansado, pero aun así... Es como si a pesar de todo tuviera energía suficiente para hacerlo.- Tal vez fuera por la revelación divina que había tenido lugar al mismo tiempo o por algún motivo que no llegaba a comprender, pero si no fuera por el cansancio de las piernas podría trabajar sin problemas y aún le quedaría energía. Igualmente, no quería preocupar a su pareja así que añadió: -Pero te prometo que al mínimo signo de que esté más débil no seguiré. Y tranquilo, cualquier cosa que puedas aportar te la agradeceremos.-
Estaban empezando a servir la comida cuando Kradko llamó la atención al pisarse lo que parecían sus alas. Ya antes Chromsa se había fijado del cambio de la clinger, pero no se había dado cuenta de la longitud que llegaban a alcanzar. Comentó uniéndose a la conversación: -Sí que son bonitas, aunque que sean tan largas imagino que puedo hacer difícil moverlas. Aunque mirándolo por el lado bueno, ya tienes experiencia con alas, tal vez no te resulte tan complicado.- Hablar de aquello le hizo caer en cierto asunto que, como mínimo, les podría venir bien. Continuó: -Oye, se me ha ocurrido que tal vez podrías darles algunos consejos a Luci y Adam de cómo usarlas. Puede que sí practiquéis juntos podáis acostumbraros antes.-
Kahlo volvió al salón y el ochrorio levantó la mano a modo de saludo. A su vez, Luci se le había acercado para traerles la comida tanto a él como a Adam. Se lo agradeció y se dispuso a comer dejando el cuenco en un montón improvisado de hojas que le servía de pequeña mesa. Con los cubiertos en las manos, miró el plato y... Era extraño. Chromsa no era alguien propenso a que la comida le desagradara, pero sin embargo al ver la ración de pescado no le apetecía en absoluto. Pensando que tal vez se debiera al shock del momento que le habría quitado un poco el hambre, se forzó a comerlo. No era incapaz de comerlo, pero cualquiera que se fijara podría ver que comía el pescado con desgana. Llevaba un poco menos de la mitad del mismo cuando decidió rendirse y pasar a las verduras, las cuales devoró sin problema.
Terminó de los primeros debido a la parte que había dejado. Aunque ya con más fuerzas, el ochrorio sentía un poco de vergüenza por aquello. MIró con cierto disimulo que nadie lo mirara y, en un momento que consideró oportuno, consiguió levantarse y llevar el plato a la cocina. Se notaba mucho mejor en comparación a antes de la cena, aunque tampoco quería forzarse demasiado. Volvió al instante al lado de Adam y volvió a sentarse a esperar al resto. Las hojas se habían levantado y le habían seguido en su viaje, y esta vez cuando se sentó se quedaron flotando plácidamente por el salón.
Estaban empezando a servir la comida cuando Kradko llamó la atención al pisarse lo que parecían sus alas. Ya antes Chromsa se había fijado del cambio de la clinger, pero no se había dado cuenta de la longitud que llegaban a alcanzar. Comentó uniéndose a la conversación: -Sí que son bonitas, aunque que sean tan largas imagino que puedo hacer difícil moverlas. Aunque mirándolo por el lado bueno, ya tienes experiencia con alas, tal vez no te resulte tan complicado.- Hablar de aquello le hizo caer en cierto asunto que, como mínimo, les podría venir bien. Continuó: -Oye, se me ha ocurrido que tal vez podrías darles algunos consejos a Luci y Adam de cómo usarlas. Puede que sí practiquéis juntos podáis acostumbraros antes.-
Kahlo volvió al salón y el ochrorio levantó la mano a modo de saludo. A su vez, Luci se le había acercado para traerles la comida tanto a él como a Adam. Se lo agradeció y se dispuso a comer dejando el cuenco en un montón improvisado de hojas que le servía de pequeña mesa. Con los cubiertos en las manos, miró el plato y... Era extraño. Chromsa no era alguien propenso a que la comida le desagradara, pero sin embargo al ver la ración de pescado no le apetecía en absoluto. Pensando que tal vez se debiera al shock del momento que le habría quitado un poco el hambre, se forzó a comerlo. No era incapaz de comerlo, pero cualquiera que se fijara podría ver que comía el pescado con desgana. Llevaba un poco menos de la mitad del mismo cuando decidió rendirse y pasar a las verduras, las cuales devoró sin problema.
Terminó de los primeros debido a la parte que había dejado. Aunque ya con más fuerzas, el ochrorio sentía un poco de vergüenza por aquello. MIró con cierto disimulo que nadie lo mirara y, en un momento que consideró oportuno, consiguió levantarse y llevar el plato a la cocina. Se notaba mucho mejor en comparación a antes de la cena, aunque tampoco quería forzarse demasiado. Volvió al instante al lado de Adam y volvió a sentarse a esperar al resto. Las hojas se habían levantado y le habían seguido en su viaje, y esta vez cuando se sentó se quedaron flotando plácidamente por el salón.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
24/07/21, 02:30 am
Las respuestas fueron muy positivas a la idea de dormir abajo. Eso le hizo recordar esa definición que el ochrorio dijo acerca de todos ellos en esa estatuilla de madera: son una familia, la familia Silente. Y para Adam todos ellos son la familia más auténtica y cercana que jamás va a tener. Con su metamorfosis corporal ya pudo decir que se ha desligado por completo de su anterior familia y ahora tiene gente a la que aferrarse con fuerza.
—<<Vale, eso ya me tranquiliza. Gracias Chromsa>> —agradeció a su pareja agitando un poco la cabeza de arriba a abajo.
Todo iba bien por ahora, era como otro día más. Luci se encargó de cocinar y unos pocos admiraban las enormes alas de la chica insecto. La luz roja seguía ahí, los temblores acosaban con constancia, la luna imponía con su presencia. Sin embargo un extraño sentimiento de paz envolvió al ruso.
—<<Parece que somos unos pocos con alas, ¿no Kradko?>> —dijo en un tono familiar y amable a la niña, intentando alzar como pudo una de sus alas para animarla esperando sacar un poco su lado adulto. En el proceso su manta se cayo pero hizo caso omiso a ello, su pelaje y plumaje estaban prácticamente secos y el tabú de estar desnudo hace tiempo que abandonó su mente. Lo que no esperó es que al extender el ala derecha su envergadura, longitud, su tamaño era… grande, muy grande, logrando tocar el techo con ella. Se veían lo suficientemente enormes y poderosas como para poder alzar a Adam por los cielos. Chromsa dio una idea bastante buena, Kradko poseía alas y ella podría guiar al resto en su aprendizaje para alzar el vuelo—. <<¡Buena idea! Podrías enseñarnos cómo se hace y aprender juntos. ¡Como en nuestras clases de tambor!>>
Mirando a Luci y Kradko hizo una referencia a cuando ellos tres se enfrascaban con aquel pequeño tambor y aprendían juntos. Eran unas tardes muy divertidas y amenas que, por culpa del ruso, terminaron acabando para él. Por desgracia se olvidó de que uno más del torreón adquirió apéndices extra para volar. Y fue entonces cuando Kahlo bajó por las escaleras.
—<<No pienses. No pienses. No pienses. No pienses>>
La mayoría la saludaron y Adam luchaba por tener la mente en blanco saliendo de él solo un hilo finísimo de pensamiento reiterado de "no pensar". De entre todas las personas la que menos quería que recibiese un pensamiento sincero de su parte era Kahlo. Desde aquel día no pudo estar cómodo en su presencia, la culpa por haber gritado a la mujer gato seguía ahi.
Prefiriendo no pensar en ello de forma casi literal se dispuso a comer mirando a veces de reojo a la recién llegada. La miraba no por nada en particular, solo le impactó su increíble cambio radiante de una belleza sobrenatural. Kahlo era simplemente hermosa.
—<<Esas alas le quedan muy bien>> —se le escapó.
La experiencia de comer, masticar y tragar en los primeros intentos se le hizo difícil e incluso desagradable pero en eso logró adaptarse rápido, solo se trataba de comer y punto. Adam se preguntó cómo sería hacer todas sus necesidades básicas a partir de ahora, ¿serán tolerables? ¿Necesitará ayuda? Hasta que no se pare a beber o a hacer sus necesidades nunca lo sabrá.
Una vez terminó dirigió una mirada a Chromsa, quien pareció acabar antes que el resto.
—<<Voy a colocarme en una esquina, para no molestaros con los colchones>> —dicho eso se levantó, sintiendo todavía una leve sensación punzante en su pta previamente lastimada pero que ya no le molestaba para nada gracias a la intervención del ochrorio. Una vez dejado espacio para los demás se sentó, intentando tumbar su enorme cuerpo blanco en el suelo y en espera de que terminen todos para dormir, acompañado de todos y junto a su amado.
—<<Vale, eso ya me tranquiliza. Gracias Chromsa>> —agradeció a su pareja agitando un poco la cabeza de arriba a abajo.
Todo iba bien por ahora, era como otro día más. Luci se encargó de cocinar y unos pocos admiraban las enormes alas de la chica insecto. La luz roja seguía ahí, los temblores acosaban con constancia, la luna imponía con su presencia. Sin embargo un extraño sentimiento de paz envolvió al ruso.
—<<Parece que somos unos pocos con alas, ¿no Kradko?>> —dijo en un tono familiar y amable a la niña, intentando alzar como pudo una de sus alas para animarla esperando sacar un poco su lado adulto. En el proceso su manta se cayo pero hizo caso omiso a ello, su pelaje y plumaje estaban prácticamente secos y el tabú de estar desnudo hace tiempo que abandonó su mente. Lo que no esperó es que al extender el ala derecha su envergadura, longitud, su tamaño era… grande, muy grande, logrando tocar el techo con ella. Se veían lo suficientemente enormes y poderosas como para poder alzar a Adam por los cielos. Chromsa dio una idea bastante buena, Kradko poseía alas y ella podría guiar al resto en su aprendizaje para alzar el vuelo—. <<¡Buena idea! Podrías enseñarnos cómo se hace y aprender juntos. ¡Como en nuestras clases de tambor!>>
Mirando a Luci y Kradko hizo una referencia a cuando ellos tres se enfrascaban con aquel pequeño tambor y aprendían juntos. Eran unas tardes muy divertidas y amenas que, por culpa del ruso, terminaron acabando para él. Por desgracia se olvidó de que uno más del torreón adquirió apéndices extra para volar. Y fue entonces cuando Kahlo bajó por las escaleras.
—<<No pienses. No pienses. No pienses. No pienses>>
La mayoría la saludaron y Adam luchaba por tener la mente en blanco saliendo de él solo un hilo finísimo de pensamiento reiterado de "no pensar". De entre todas las personas la que menos quería que recibiese un pensamiento sincero de su parte era Kahlo. Desde aquel día no pudo estar cómodo en su presencia, la culpa por haber gritado a la mujer gato seguía ahi.
Prefiriendo no pensar en ello de forma casi literal se dispuso a comer mirando a veces de reojo a la recién llegada. La miraba no por nada en particular, solo le impactó su increíble cambio radiante de una belleza sobrenatural. Kahlo era simplemente hermosa.
—<<Esas alas le quedan muy bien>> —se le escapó.
La experiencia de comer, masticar y tragar en los primeros intentos se le hizo difícil e incluso desagradable pero en eso logró adaptarse rápido, solo se trataba de comer y punto. Adam se preguntó cómo sería hacer todas sus necesidades básicas a partir de ahora, ¿serán tolerables? ¿Necesitará ayuda? Hasta que no se pare a beber o a hacer sus necesidades nunca lo sabrá.
Una vez terminó dirigió una mirada a Chromsa, quien pareció acabar antes que el resto.
—<<Voy a colocarme en una esquina, para no molestaros con los colchones>> —dicho eso se levantó, sintiendo todavía una leve sensación punzante en su pta previamente lastimada pero que ya no le molestaba para nada gracias a la intervención del ochrorio. Una vez dejado espacio para los demás se sentó, intentando tumbar su enorme cuerpo blanco en el suelo y en espera de que terminen todos para dormir, acompañado de todos y junto a su amado.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
25/07/21, 09:00 pm
Sin tiempo a decir nada la varmana tuvo un buen recibimiento, lo cual la sacó parcialmente de sus dudas. Sobre todo por parte de Luci, cuya reacción tan disconexa a las anteriores le hizo pensar que se las había imaginado... eso o que de verdad el chico había sufrido algún tipo de laguna. Como fuera, no le hizo ascos a la bondad.
—Gracias —respondió con una sonrisa, acercándose a la mesa con menos miramientos. Ignoró a consciencia el pequeño runrun que le llegó del ruso («ah, ¿pero que tú piensas?») y le acarició un hombro a Luci al pasar al sitio que le había preparado, con cariño y como forma de reafirmar que las cosas estaban bien entre ellos—. Gracias joyita.
Ya sentada paseó la vista, discreta como nunca, por los allí presentes, y al posarse en Kradko atraída por sus alas su sonrisa se ensanchó de forma cómplice. No cometería el error de decir nada, pues aunque sus cumplidos eran sinceros conocía el rechazo que sentían algunos por sus cambios, pero las alas de la clinger no tenían nada que envidiarle a las de ninguna mariposa, ella incluida. Si tan solo tuviera las manos y las herramientas… le encantaría hacer un broche basado en ella. No supo para quien iba el segundo pensamiento de Adam, demasiada gente alada, pero igual no tuvo reacción de su parte. Irónicamente ahora que el “humano” ocupaba mucho más espacio su presencia era más fácil de obviar que antes. No obstante no pasó por alto eso de los colchones.
—¿Vais a dormir aquí? —preguntó sin dejar su tarea de desmenuzar el pescado con el tenedor. Carnes tan blandas eran fáciles de comer con una sola mano.
—Gracias —respondió con una sonrisa, acercándose a la mesa con menos miramientos. Ignoró a consciencia el pequeño runrun que le llegó del ruso («ah, ¿pero que tú piensas?») y le acarició un hombro a Luci al pasar al sitio que le había preparado, con cariño y como forma de reafirmar que las cosas estaban bien entre ellos—. Gracias joyita.
Ya sentada paseó la vista, discreta como nunca, por los allí presentes, y al posarse en Kradko atraída por sus alas su sonrisa se ensanchó de forma cómplice. No cometería el error de decir nada, pues aunque sus cumplidos eran sinceros conocía el rechazo que sentían algunos por sus cambios, pero las alas de la clinger no tenían nada que envidiarle a las de ninguna mariposa, ella incluida. Si tan solo tuviera las manos y las herramientas… le encantaría hacer un broche basado en ella. No supo para quien iba el segundo pensamiento de Adam, demasiada gente alada, pero igual no tuvo reacción de su parte. Irónicamente ahora que el “humano” ocupaba mucho más espacio su presencia era más fácil de obviar que antes. No obstante no pasó por alto eso de los colchones.
—¿Vais a dormir aquí? —preguntó sin dejar su tarea de desmenuzar el pescado con el tenedor. Carnes tan blandas eran fáciles de comer con una sola mano.
- ♪♫♬:
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
28/07/21, 11:35 pm
A Kradko le dieron un poco de vergüenza los cumplidos del resto, pero los aceptó y agradeció con algo de timidez. Aunque esta no le duró ni un suspiro.
—Bueno Adam, a ver. Yo ya tenía alas —dijo en un exagerado tono autosuficiente— ¡Igual os puedo hasta enseñar un par de trucos!
Naturalmente, no tuvo en cuenta que ni siquiera ella sabía usar sus nuevas alas, pues eran totalmente distintas de las anteriores. En lo que sí estaba de acuerdo es en que parecían innecesariamente largas «No parecen muy prácticas para caminar…». Pero ya se preocuparía sobre aquello en el futuro. Por ahora, tenía bastante con el dolor de cabeza que estaba regresando.
Por supuesto, no pudo evitar fijarse ella también en las alas de Kahlo, pues eran claramente del mismo tipo de las suyas. La verdad, ambos pares le parecían preciosos, así que en ese aspecto estaba contento con su propio cambio físico. «¿Lo estará también ella? ¿Y el resto?». Se preguntó.
Sin embargo, aquel no era el momento de preguntar algo así. Había algo más que le andaba rondando por la cabeza pero que hasta ahora había ignorado por tareas más urgentes: el estado del salón. Allá donde mirara veía partes tintadas con sangre o rebozadas de plumas y otras cosas casi irreconocibles. No estaba segura de querer saber de qué se trataba. Y, por supuesto, ahí estaban también los dos capullos. Por lo cansada que estaba no le hubiera importado esperar al día siguiente. Sin embargo, la conversación le obligó a hablar sobre el diplodocus en la habitación.
—Estoy de acuerdo con dormir aquí, pero si vamos a hacerlo… Más nos vale que nos pongamos ya a limpiar. Creo que debemos estar todos agotaaados, pero la sala no está para dormir en ella ahora mismo.
—Bueno Adam, a ver. Yo ya tenía alas —dijo en un exagerado tono autosuficiente— ¡Igual os puedo hasta enseñar un par de trucos!
Naturalmente, no tuvo en cuenta que ni siquiera ella sabía usar sus nuevas alas, pues eran totalmente distintas de las anteriores. En lo que sí estaba de acuerdo es en que parecían innecesariamente largas «No parecen muy prácticas para caminar…». Pero ya se preocuparía sobre aquello en el futuro. Por ahora, tenía bastante con el dolor de cabeza que estaba regresando.
Por supuesto, no pudo evitar fijarse ella también en las alas de Kahlo, pues eran claramente del mismo tipo de las suyas. La verdad, ambos pares le parecían preciosos, así que en ese aspecto estaba contento con su propio cambio físico. «¿Lo estará también ella? ¿Y el resto?». Se preguntó.
Sin embargo, aquel no era el momento de preguntar algo así. Había algo más que le andaba rondando por la cabeza pero que hasta ahora había ignorado por tareas más urgentes: el estado del salón. Allá donde mirara veía partes tintadas con sangre o rebozadas de plumas y otras cosas casi irreconocibles. No estaba segura de querer saber de qué se trataba. Y, por supuesto, ahí estaban también los dos capullos. Por lo cansada que estaba no le hubiera importado esperar al día siguiente. Sin embargo, la conversación le obligó a hablar sobre el diplodocus en la habitación.
—Estoy de acuerdo con dormir aquí, pero si vamos a hacerlo… Más nos vale que nos pongamos ya a limpiar. Creo que debemos estar todos agotaaados, pero la sala no está para dormir en ella ahora mismo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
30/07/21, 01:56 pm
Parecía que todo el mundo prefería dormir abajo, excepto Kahlo por lo que implicaba su pregunta que la excluía. Por supuesto, Kradko tenía razón en lo que decía, aunque no es que la enderth no lo hubiera considerado ya.
—Desde luego que sí… Veamof… Que alguno se ocupe de retirar y limpiar los restos de la cena, yo voy a coger una escoba e intentar desfacerme de todas ezas plumas. La fangre va a ser más complicada de quitar… ¿Servirá aquel hechifo para limpiarf roba para limpiar otras cozaz?
Ella nunca había podido hacer el hechizo mencionado, pero estaba dispuesta a probar porque, de algún modo, se sentía capaz. Lo había practicado ya así que podría saber enseguida si seguía sin estar a su alcance o sí por el contrario su intuición era correcta. De todas formas, primero pensaba centrarse en barrer, ya que las plumas eran obviamente de su responsabilidad, incluso si había alguna de las nuevas que le habían salido a Adam mezcladas.
Algo la distrajo al muy poco de empezar a barrer: un sonido tenue, como deslizante, le hizo mirar hacia un punto concreto de la pared: en la misma había aparecido de repente un enorme pergamino. Lethe apoyó la escoba y el recogedor donde pudo y se acercó para leer. Escaneó primero con la mirad el mensaje.
—Vaya, vaya, nos habla Su Majestad la Reina en perfiona —comentó con obvio sarcasmo en su voz—. Puez… Creo que esta es la ayuda que vamos a recibir. Habrá que conformarce con efto.
Mientras hablaba sacó el mapa indicado en el mensaje y lo colocó sobre la mesa que alguno de sus compañeros ya había limpiado.
>>Qué generosos, que ahora nof van a dar comodiadef —dijo con todo el sarcasmo que pudo imprimir de forma digna a su nueva dificultad al hablar.
—Desde luego que sí… Veamof… Que alguno se ocupe de retirar y limpiar los restos de la cena, yo voy a coger una escoba e intentar desfacerme de todas ezas plumas. La fangre va a ser más complicada de quitar… ¿Servirá aquel hechifo para limpiarf roba para limpiar otras cozaz?
Ella nunca había podido hacer el hechizo mencionado, pero estaba dispuesta a probar porque, de algún modo, se sentía capaz. Lo había practicado ya así que podría saber enseguida si seguía sin estar a su alcance o sí por el contrario su intuición era correcta. De todas formas, primero pensaba centrarse en barrer, ya que las plumas eran obviamente de su responsabilidad, incluso si había alguna de las nuevas que le habían salido a Adam mezcladas.
Algo la distrajo al muy poco de empezar a barrer: un sonido tenue, como deslizante, le hizo mirar hacia un punto concreto de la pared: en la misma había aparecido de repente un enorme pergamino. Lethe apoyó la escoba y el recogedor donde pudo y se acercó para leer. Escaneó primero con la mirad el mensaje.
—Vaya, vaya, nos habla Su Majestad la Reina en perfiona —comentó con obvio sarcasmo en su voz—. Puez… Creo que esta es la ayuda que vamos a recibir. Habrá que conformarce con efto.
Mientras hablaba sacó el mapa indicado en el mensaje y lo colocó sobre la mesa que alguno de sus compañeros ya había limpiado.
>>Qué generosos, que ahora nof van a dar comodiadef —dijo con todo el sarcasmo que pudo imprimir de forma digna a su nueva dificultad al hablar.
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