Torreón Silente
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- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Silente
25/04/21, 06:51 pm
Alyssa estaba demasiado centrada en lo que estaba haciendo como para darse cuenta de lo que Chromsa decía. Aunque el dolor de su cabeza era soportable, seguía ahí, y eso hacía que a la humana le costara más hacer magia. Por eso mismo no se dio cuenta de que el ochrorio estaba haciendo algo hasta que dejó de sentir la lluvia sobre su cabeza.
Cuando miró hacia arriba, buscando la causa, se encontró con un paraguas improvisado, formado a partir de hojas secas y que flotaba sobre las dos fruto de lo que parecía ser... ¿la magia de Chromsa?.
Miró al Ochrorio confundida. Conocía el hechizo de levitación tan bien como él, y aunque lo que flotaba sobre sus cabezas no era muy pesado, mover tantas hojas a la vez era algo demasiado complejo. Ni siquiera creía que Kahlo pudiera.
–Chromsa… ¿Cómo has…? –Una nueva punzada de dolor cortó su pregunta, y necesitó de toda su concentración para no romper el hechizo térmico.
Antes, cuando los tallos de su cabeza terminaron de salir de las sienes de Alyssa, ambos habían seguido creciendo desde el exterior, así que nada brotaba ya desde dentro de su cabeza. Gracias a eso el dolor de sus sienes había sido soportable desde entonces. Sin embargo, ahora que ambos tallos empezaban a alcanzar cierta longitud, necesitaban ser más firmes y resistentes para no caer por su propio peso. Las futuras ramas, de forma lenta pero sin detenerse, estaban empezando a ensancharse mientras las heridas de sus sienes se volvían a abrir.
A cada lado de la cabeza de la griega empezaron a caer pequeñas hileras de sangre hacia su barbilla. Además, tanto Lethe como Chromsa podrían notar que, en el nacimiento de los tallos de su cabeza, ambos empezaban a oscurecerse, cambiando poco a poco de verde a marrón.
Alyssa por su parte tenía una mano en su cabeza mientras todavía dedicaba la otra al hechizo con los dientes apretados. Si el dolor volvía, mantener el hechizo se volvería imposible. Necesitaba ayuda.
Notó la mano de Lethe en su pierna, no estaba segura de si había pasado ahora o si sólo se acababa de dar cuenta, pero respondió bajando la mano hasta su garra, sin darse cuenta de que probablemente estaba manchada de sangre.
–¡Chromsa! –Llamó al Ochrorio, que se había acercado. No tenía tiempo de preguntar cómo había logrado aquello: necesitaba su ayuda. No le gustaba la idea de mover a Lethe, pero todo sería más fácil si estaban bajo techo.
>>¡Ayúdame a llevarla dentro, fuera de la lluvia! –Un nuevo pico de dolor hizo que acabara la frase con un grito. Su concentración falló y el hechizo térmico se desvaneció.
Cuando miró hacia arriba, buscando la causa, se encontró con un paraguas improvisado, formado a partir de hojas secas y que flotaba sobre las dos fruto de lo que parecía ser... ¿la magia de Chromsa?.
Miró al Ochrorio confundida. Conocía el hechizo de levitación tan bien como él, y aunque lo que flotaba sobre sus cabezas no era muy pesado, mover tantas hojas a la vez era algo demasiado complejo. Ni siquiera creía que Kahlo pudiera.
–Chromsa… ¿Cómo has…? –Una nueva punzada de dolor cortó su pregunta, y necesitó de toda su concentración para no romper el hechizo térmico.
Antes, cuando los tallos de su cabeza terminaron de salir de las sienes de Alyssa, ambos habían seguido creciendo desde el exterior, así que nada brotaba ya desde dentro de su cabeza. Gracias a eso el dolor de sus sienes había sido soportable desde entonces. Sin embargo, ahora que ambos tallos empezaban a alcanzar cierta longitud, necesitaban ser más firmes y resistentes para no caer por su propio peso. Las futuras ramas, de forma lenta pero sin detenerse, estaban empezando a ensancharse mientras las heridas de sus sienes se volvían a abrir.
A cada lado de la cabeza de la griega empezaron a caer pequeñas hileras de sangre hacia su barbilla. Además, tanto Lethe como Chromsa podrían notar que, en el nacimiento de los tallos de su cabeza, ambos empezaban a oscurecerse, cambiando poco a poco de verde a marrón.
Alyssa por su parte tenía una mano en su cabeza mientras todavía dedicaba la otra al hechizo con los dientes apretados. Si el dolor volvía, mantener el hechizo se volvería imposible. Necesitaba ayuda.
Notó la mano de Lethe en su pierna, no estaba segura de si había pasado ahora o si sólo se acababa de dar cuenta, pero respondió bajando la mano hasta su garra, sin darse cuenta de que probablemente estaba manchada de sangre.
–¡Chromsa! –Llamó al Ochrorio, que se había acercado. No tenía tiempo de preguntar cómo había logrado aquello: necesitaba su ayuda. No le gustaba la idea de mover a Lethe, pero todo sería más fácil si estaban bajo techo.
>>¡Ayúdame a llevarla dentro, fuera de la lluvia! –Un nuevo pico de dolor hizo que acabara la frase con un grito. Su concentración falló y el hechizo térmico se desvaneció.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Silente
25/04/21, 11:17 pm
Su primera creación parecía haber cumplido su función mejor de lo que esperaba. Aquella era una forma sencilla, pero si de verdad podía controlar las hojas el ochrorio se preguntaba hasta que punto podría modificarlas. Sin embargo, esos experimentos tendrían que quedarse para el día siguiente si todo aquello terminaba para entonces. Ahora el grupo necesitaba ayuda, y parecía que más de la que esperaba en un principio. Antes de que comenzara a acercarse, pudo escuchar que Alyssa no se encontraba bien. Chromsa no tardó en quedar lo bastante cerca como para poder notar que a la terrestre, lo que en un principio había creído que eran cuernos, le estaban creciendo algo similar a ramas. Por supuesto, al igual que le había pasado a él, aquel cambio le estaba haciendo sangrar.
La llamada de atención y el posterior grito le confirmaron que debía hacer algo pronto. Alyssa no estaba en condiciones de poder hacer mucho con aquel dolor y Lethe, aunque se había incorporado un poco, todavía parecía seguir en mal estado. Ahora que podía ver los cambios de la enderth sintió pavor y pena a la vez. Aunque le estaban creciendo algunas plumas y algo empezaba a asomar donde antes estaba su pico, verla así era horrible. No era normal, tanto por el hecho en sí de todo lo que estaba ocurriendo como ver a Lethe vulnerable, Chromsa nunca podría haberse imaginado que la chica pájaro pudiera encontrarse en esa posición. Tras pensar rápidamente cómo debía actuar, se giró hacia Alyssa y le dijo: -Alyssa, creo que puedo llevar a Lethe con un hechizo de levitación. He estado practicando y debería poder con ella. Además, no os conviene hacer mucho esfuerzo hasta que los cambios hayan pasado. Vamos a llevarla a las habitaciones, ¿de acuerdo? Allí podremos descansar todos y estaremos a cubierto.- Después de la explicación, se giró a la enderth y, con una sonrisa para intentar tranquilizarla, dijo: -Vale, voy a empezar. No te preocupes, no voy a dejar que te caigas.-
Sin dejar de concentrarse en las hojas que protegían a sus compañeras de la lluvia, realizó el hechizo y Lethe comenzó a flotar no muy lejos del suelo. Al ochrorio le resultó curioso que le hubiera salido con tanta facilidad aunque, teniendo en cuenta todo lo que estaba ocurriendo aquella noche, eso era casi nada. Con cuidado, llevó a la enderth por el interior del torreón sin perder de vista a Alyssa por si necesitaba ayuda. -(Ojalá pudiera hacer que doliera menos)- pensaba apenado. Además, también había hecho que las hojas dejaran aquella forma y lo siguieran flotando cerca de los tres. No tardaron demasiado en llegar a las habitaciones y, nada más entrar, se centró en dejar a su compañera en la cama más cercana para que estuviera cómoda. Las hojas flotaban plácidamente tanto en el pasillo cerca de la puerta como dentro de la habitación. Además, por algún motivo podía notar un olor dulzón el en ambiente que hacía aun más acogedora la habitación. Si no fuera por la urgencia del momento, Chromsa se habría quedado allí descansando tranquilamente. Mientras arropaba a la enderth, habló con la griega: -No se si puedo hacer algo más, pero si os hace falta algo solo tenéis que pedírmelo. Si queréis puedo ir a buscar al resto, tal vez sepan que hacer en esta situación.- Aquella era una falsa esperanza porque sabía que nadie se esperaba que la salida de la Luna les hiciera pasar por aquello, pero el ochrorio consideraba que al menos podrían soportarlo un poco más si estaban juntos.
La llamada de atención y el posterior grito le confirmaron que debía hacer algo pronto. Alyssa no estaba en condiciones de poder hacer mucho con aquel dolor y Lethe, aunque se había incorporado un poco, todavía parecía seguir en mal estado. Ahora que podía ver los cambios de la enderth sintió pavor y pena a la vez. Aunque le estaban creciendo algunas plumas y algo empezaba a asomar donde antes estaba su pico, verla así era horrible. No era normal, tanto por el hecho en sí de todo lo que estaba ocurriendo como ver a Lethe vulnerable, Chromsa nunca podría haberse imaginado que la chica pájaro pudiera encontrarse en esa posición. Tras pensar rápidamente cómo debía actuar, se giró hacia Alyssa y le dijo: -Alyssa, creo que puedo llevar a Lethe con un hechizo de levitación. He estado practicando y debería poder con ella. Además, no os conviene hacer mucho esfuerzo hasta que los cambios hayan pasado. Vamos a llevarla a las habitaciones, ¿de acuerdo? Allí podremos descansar todos y estaremos a cubierto.- Después de la explicación, se giró a la enderth y, con una sonrisa para intentar tranquilizarla, dijo: -Vale, voy a empezar. No te preocupes, no voy a dejar que te caigas.-
Sin dejar de concentrarse en las hojas que protegían a sus compañeras de la lluvia, realizó el hechizo y Lethe comenzó a flotar no muy lejos del suelo. Al ochrorio le resultó curioso que le hubiera salido con tanta facilidad aunque, teniendo en cuenta todo lo que estaba ocurriendo aquella noche, eso era casi nada. Con cuidado, llevó a la enderth por el interior del torreón sin perder de vista a Alyssa por si necesitaba ayuda. -(Ojalá pudiera hacer que doliera menos)- pensaba apenado. Además, también había hecho que las hojas dejaran aquella forma y lo siguieran flotando cerca de los tres. No tardaron demasiado en llegar a las habitaciones y, nada más entrar, se centró en dejar a su compañera en la cama más cercana para que estuviera cómoda. Las hojas flotaban plácidamente tanto en el pasillo cerca de la puerta como dentro de la habitación. Además, por algún motivo podía notar un olor dulzón el en ambiente que hacía aun más acogedora la habitación. Si no fuera por la urgencia del momento, Chromsa se habría quedado allí descansando tranquilamente. Mientras arropaba a la enderth, habló con la griega: -No se si puedo hacer algo más, pero si os hace falta algo solo tenéis que pedírmelo. Si queréis puedo ir a buscar al resto, tal vez sepan que hacer en esta situación.- Aquella era una falsa esperanza porque sabía que nadie se esperaba que la salida de la Luna les hiciera pasar por aquello, pero el ochrorio consideraba que al menos podrían soportarlo un poco más si estaban juntos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Silente
26/04/21, 11:54 am
La enderth había cerrado los ojos, pero los abrió bruscamente cuando escuchó el grito de Alyssa y regresó el frío. En ese momento comenzó a temblar visiblemente. Quería preocuparse por la humana, pero no había nada que pudiese hacer en ese momento. El pico que le seguía saliendo dolorosamente todavía no le permitía vocalizar como para hacer magia y el estado de su cuerpo le impedía moverse mucho. Escuchó la idea de Chromsa y tan solo dejó que hiciese lo que quisiera: no estaba en condiciones ni de protestar ni de nada. De todas formas confiaba en el ochrorio para que la llevase con cuidado.
Resultaba un poco mareante desplazarse de aquella forma, pero Lethe cerró los ojos y esperó a que el movimiento cesase antes de volver a abrirlos. Sabía que la había posado en una cama y notó como la arropaba mientras le llegaba un olor dulce que no tenía ni idea de dónde podía proceder. ¿Alguien se había puesto a cocinar en medio de aquel caos? No tenía mucho sentido, pero la enderth tampoco estaba en demasiadas condiciones de pensar. Todavía temblando aunque con algo menos de frío, trató de no convulsionar demasiado por el dolor. Deseó ser capaz de perder la consciencia y despertarse horas más tarde, pero le era imposible. Su nuevo pico ya se había vuelto considerablemente más grande y cada vez los parches de plumas eran mayores.
Resultaba un poco mareante desplazarse de aquella forma, pero Lethe cerró los ojos y esperó a que el movimiento cesase antes de volver a abrirlos. Sabía que la había posado en una cama y notó como la arropaba mientras le llegaba un olor dulce que no tenía ni idea de dónde podía proceder. ¿Alguien se había puesto a cocinar en medio de aquel caos? No tenía mucho sentido, pero la enderth tampoco estaba en demasiadas condiciones de pensar. Todavía temblando aunque con algo menos de frío, trató de no convulsionar demasiado por el dolor. Deseó ser capaz de perder la consciencia y despertarse horas más tarde, pero le era imposible. Su nuevo pico ya se había vuelto considerablemente más grande y cada vez los parches de plumas eran mayores.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Silente
26/04/21, 01:29 pm
Alyssa intentó volver a levantar el hechizo térmico, pero el dolor de sus sienes no la dejaba concentrarse. Viendo que no le iba a salir dejó de intentarlo y le pasó el testigo a Chromsa, que no tardó en hacer levitar a Lethe.
Siguió a los dos al interior del torreón, tambaleándose de vez en cuando en los momentos en los que el dolor subía de repente. Más que el dolor en sí, lo peor que estaba llevando en aquel momento era lo impredecible que estaban siendo las punzadas. No saber cuándo iban a ocurrir provocaba una sensación de incertidumbre que resultaba casi tan horrible como el dolor en sí.
Tuvo que apoyarse en puertas y paredes varias veces para no caerse, pero consiguió llegar entera con el resto a la habitación donde Chromsa depositó a Lethe. La griega, por su parte, buscó un lugar en el que sentarse y respirar unos segundos antes de enfrentarse a sus propios cambios.
Por primera vez desde que todo había empezado, Alyssa podía preocuparse por sí misma, y no estaba segura de considerarlo como algo bueno. Ahora podía asustarse.
Se miró las manos primero, ya casi del mismo color que la madera, mientras dudaba un poco. Sabía por el resto que le salían ramas de la cabeza, pero solo tenía sus palabras.Quería confirmarlo con sus propias manos, pero si los tocaba se volverían reales.
Despacio, se fue acercando una mano hasta que sintió el tallo, algo frío comparado con su piel y ya casi tan sólido como la rama en la que se terminaba de convertir. Una nueva parte de ella, le gustara o no.
Y el tallo no fue lo único que sintió, también notó bultos. No lo sabía, pero esos bultos eran la causa del olor dulce que había en la habitación. Habían empezado a brotar por las ramas y no tardarían en florecer.
Miró a Chromsa, que mostraba rasgos de animal, y luego de nuevo pensó en sus propios cambios. ¿Y si chromsa se estaba convirtiendo en una cabra? Entonces… ¿y si pronto dejaba de poder moverse porque se estaba convirtiendo en una planta? Pero su piel, fuera del color, parecía seguir siendo piel, no corteza. ¿Y qué se suponía que era lo de lethe? Y los demás.
¡Los demás! Con todo el caos que había visto en la planta baja casi se había olvidado, pero había dos personas a las que no había visto en ningún momento.
–Chromsa. ¿Sabes donde están Kradko y Kahlo? Creo que son las únicas a las que no he visto.
Siguió a los dos al interior del torreón, tambaleándose de vez en cuando en los momentos en los que el dolor subía de repente. Más que el dolor en sí, lo peor que estaba llevando en aquel momento era lo impredecible que estaban siendo las punzadas. No saber cuándo iban a ocurrir provocaba una sensación de incertidumbre que resultaba casi tan horrible como el dolor en sí.
Tuvo que apoyarse en puertas y paredes varias veces para no caerse, pero consiguió llegar entera con el resto a la habitación donde Chromsa depositó a Lethe. La griega, por su parte, buscó un lugar en el que sentarse y respirar unos segundos antes de enfrentarse a sus propios cambios.
Por primera vez desde que todo había empezado, Alyssa podía preocuparse por sí misma, y no estaba segura de considerarlo como algo bueno. Ahora podía asustarse.
Se miró las manos primero, ya casi del mismo color que la madera, mientras dudaba un poco. Sabía por el resto que le salían ramas de la cabeza, pero solo tenía sus palabras.Quería confirmarlo con sus propias manos, pero si los tocaba se volverían reales.
Despacio, se fue acercando una mano hasta que sintió el tallo, algo frío comparado con su piel y ya casi tan sólido como la rama en la que se terminaba de convertir. Una nueva parte de ella, le gustara o no.
Y el tallo no fue lo único que sintió, también notó bultos. No lo sabía, pero esos bultos eran la causa del olor dulce que había en la habitación. Habían empezado a brotar por las ramas y no tardarían en florecer.
Miró a Chromsa, que mostraba rasgos de animal, y luego de nuevo pensó en sus propios cambios. ¿Y si chromsa se estaba convirtiendo en una cabra? Entonces… ¿y si pronto dejaba de poder moverse porque se estaba convirtiendo en una planta? Pero su piel, fuera del color, parecía seguir siendo piel, no corteza. ¿Y qué se suponía que era lo de lethe? Y los demás.
¡Los demás! Con todo el caos que había visto en la planta baja casi se había olvidado, pero había dos personas a las que no había visto en ningún momento.
–Chromsa. ¿Sabes donde están Kradko y Kahlo? Creo que son las únicas a las que no he visto.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
27/04/21, 12:20 am
Kradko parecía conmocionada, pero por lo demás estaba ilesa. Luci la ayudó a levantarse y casi acabaron los dos en el suelo pues no es que el daeliciano fuese un apoyo muy estable. Consiguió guiarla hasta el sofá, con cuidado de no tocar lo que sea que le salía de la espalda. Parecían pétalos pochos.
-No te preocupes, todo está bien -mintió. Nada estaba bien, todo era un desastre, una locura, pero al menos su amiga estaba bien y no era un monstruo horrible. Buscó con la mirada a los únicos que quedaban en el salón aparte de ellos dos y trató de discernir quien estaba mejor. Ambos miraban a puntos indefinidos, pero no gritaban -¡Amira! ¡Kolja! -les llamó -¿Alguno podría traer agua para Kradko? Yo soy muy lento andando…
La voz le tembló ligeramente en la última frase. Estaba de rodillas a los pies del sofá, sujetando la mano de Kradko, y parecía que sus alas se comportaban, bien recogidas tras su espalda. Le daba pavor intentar moverlas.
-No te preocupes, todo está bien -mintió. Nada estaba bien, todo era un desastre, una locura, pero al menos su amiga estaba bien y no era un monstruo horrible. Buscó con la mirada a los únicos que quedaban en el salón aparte de ellos dos y trató de discernir quien estaba mejor. Ambos miraban a puntos indefinidos, pero no gritaban -¡Amira! ¡Kolja! -les llamó -¿Alguno podría traer agua para Kradko? Yo soy muy lento andando…
La voz le tembló ligeramente en la última frase. Estaba de rodillas a los pies del sofá, sujetando la mano de Kradko, y parecía que sus alas se comportaban, bien recogidas tras su espalda. Le daba pavor intentar moverlas.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
27/04/21, 01:23 am
El sonido de pasos escaleras abajo le hizo abrir los ojos. Por fortuna la varmana había caído de lado arrastrando contra la pared, de forma que no llegó ni a comerse el suelo ni a apachurrarse las alas, algo posiblemente más doloroso que la primera opción. No recordaba haberse caído, mucho menos haberse dormido. Se reactivó tan pronto cayó en la cuenta de su situación: que sus compañeros seguían fuera, que apenas sabía de ellos, que la Luna les había cambiado y llenado su torreón de sangre. Que le había dado alas... y algo más que notaba en la cabeza. Antes de tocar aquella suerte de plumas, Kahlo cerró los ojos y se obligó a inspirar profundamente, con una mano en el pecho como si así pudiera detener el ritmo de su corazón antes de que se desbocase de nuevo por la incertidumbre. A su espalda sus alas seguían creciendo lentamente, como bolsas de agua bajo un grifo con poca presión.
No se había quitado el sujetador por las prisas, pero la tira a su espalda se había quedado mal puesta con la salida de sus alas y le molestaba como para querer deshacerse de él también. No obstante la situación era urgente para estar preocupándose por tonterías, así que se lo ajustó rápida y malamente y salió del cuarto. Realmente tenía que ser el fin del mundo, el único escenario donde se habría visto saliendo con el torso cubierto solo por su ropa interior. La pelusa ayudaba, por lo menos.
No tuvo que buscar muy lejos para encontrar gente, y se quedó eclipsada en el marco de la puerta unos segundos al reconocer quienes eran. Lethe era quien peor aspecto tenía: su piel estaba llena de cañones que le recordaban a los polluelos que caían de su nido demasiado pronto, pero con un tamaño mucho menos transportable. Alyssa estaba... marrón, pero no era un marrón como el suyo o el de Amira, sino... ¿madera?. Además, tenía literalmente arbustos en la cabeza. Y Chromsa... por los santos, ¿patas de cabra? Sí. Patas de cabra. No se dio cuenta de lo bien que les veía a pesar de la falta de iluminación, con ese filtro de color rojo tan irreal. Se acercó despacio cuando se sintió más capacitada, casi como si hubiera sido invocada por las palabras de la griega.
—¿E... estáis bien? —dijo, no muy alto. Sus ojos carentes de pupilas saltaban inquietos de uno a otro, asimilando tantísimos cambios en ellos—. ¿Lethe está bien? —preguntó en concreto ante la incertidumbre de que la enderth pudiese responder por sí sola.
El nerviosismo haría que liberase toxinas, en una cantidad más discreta que en el salón.
No se había quitado el sujetador por las prisas, pero la tira a su espalda se había quedado mal puesta con la salida de sus alas y le molestaba como para querer deshacerse de él también. No obstante la situación era urgente para estar preocupándose por tonterías, así que se lo ajustó rápida y malamente y salió del cuarto. Realmente tenía que ser el fin del mundo, el único escenario donde se habría visto saliendo con el torso cubierto solo por su ropa interior. La pelusa ayudaba, por lo menos.
No tuvo que buscar muy lejos para encontrar gente, y se quedó eclipsada en el marco de la puerta unos segundos al reconocer quienes eran. Lethe era quien peor aspecto tenía: su piel estaba llena de cañones que le recordaban a los polluelos que caían de su nido demasiado pronto, pero con un tamaño mucho menos transportable. Alyssa estaba... marrón, pero no era un marrón como el suyo o el de Amira, sino... ¿madera?. Además, tenía literalmente arbustos en la cabeza. Y Chromsa... por los santos, ¿patas de cabra? Sí. Patas de cabra. No se dio cuenta de lo bien que les veía a pesar de la falta de iluminación, con ese filtro de color rojo tan irreal. Se acercó despacio cuando se sintió más capacitada, casi como si hubiera sido invocada por las palabras de la griega.
—¿E... estáis bien? —dijo, no muy alto. Sus ojos carentes de pupilas saltaban inquietos de uno a otro, asimilando tantísimos cambios en ellos—. ¿Lethe está bien? —preguntó en concreto ante la incertidumbre de que la enderth pudiese responder por sí sola.
El nerviosismo haría que liberase toxinas, en una cantidad más discreta que en el salón.
- ♪♫♬:
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Silente
27/04/21, 01:14 pm
Parecía que Adam se acababa de dar cuenta de sus propias alas, las cuales por cierto eran enormes, cosa nada sorprendente si tenía en cuenta que tenían que levantar un caballo entero.
-El aspecto exterior es lo de menos - respondió con tranquilidad.- Para eso se encontrarán formas, te suena Catalina la grande ¿no? - comentó en un intento de animar al pegaso.- Sé positivo, seguro que tendrá arreglo.
Se apartó del ruso cuando desplegó las alas para hacer su intento de volar. Alec estaba viendo que la hostia iba a ser de órdago, pero era un error que Adam tenía que cometer. Por Dios, hasta Alec lo haría de tener alas.
Cerró sin embargo los ojos, concentrándose en las sensaciones que le llegaban por los pies. Pudo establecer un mapa mental del patio gracias a las gotas de lluvia que caían en el suelo. Se sobresaltó de forma mayúscula cuando Adam se estampó contra la pared, no solo lo había oído, prácticamente lo vio cuando las vibraciones lo alcanzaron.
-Bien, ahora que ya has probado ¿qué te parece si pruebas en un lugar donde el suelo no sea de piedra? - dijo dando un pisotón sobre el empedrado, un pisotón con más fuerza de la que calculaba ya que el suelo tembló.- ¿Qué coño...?
-El aspecto exterior es lo de menos - respondió con tranquilidad.- Para eso se encontrarán formas, te suena Catalina la grande ¿no? - comentó en un intento de animar al pegaso.- Sé positivo, seguro que tendrá arreglo.
Se apartó del ruso cuando desplegó las alas para hacer su intento de volar. Alec estaba viendo que la hostia iba a ser de órdago, pero era un error que Adam tenía que cometer. Por Dios, hasta Alec lo haría de tener alas.
Cerró sin embargo los ojos, concentrándose en las sensaciones que le llegaban por los pies. Pudo establecer un mapa mental del patio gracias a las gotas de lluvia que caían en el suelo. Se sobresaltó de forma mayúscula cuando Adam se estampó contra la pared, no solo lo había oído, prácticamente lo vio cuando las vibraciones lo alcanzaron.
-Bien, ahora que ya has probado ¿qué te parece si pruebas en un lugar donde el suelo no sea de piedra? - dijo dando un pisotón sobre el empedrado, un pisotón con más fuerza de la que calculaba ya que el suelo tembló.- ¿Qué coño...?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
27/04/21, 03:24 pm
Puede ser que le haya dado una euforia grandísima al sentirse ligero como una pluma pero el golpe de antes remitió de nuevo inevitablemente. Al parar su risa mental e intentar apoyar su pata delantera derecha el dolor lo avisó de que se la lastimó bastante, procurando no apoyarla demasiado hasta que se le calme un poco la punzada.
—<<Perdona, me dejé llevar. Creo que me he lastimado>> —desde luego Alec tenía razón: probar sus nuevas alas sobre suelo de piedra era una idea malísima y sus músculos doloridos se encargaron de recordárselo de aquí a bastantes horas.
El tiempo era particularmente malo y Adam pudo haber esperado bastantes cosas pero, ¿una sacudida? El suelo bajo sus pezuñas comenzó a temblar una vez Alec pisase el suelo con bastante fuerza. Cometió el error de apoyarse sobre sus patas delanteras y su derecha aguantó poco, cayendo al suelo de nuevo. Se incorporó con rapidez, asombrado del tremendo poder físico de Alec.
—<<Por el amor de… ¿Cómo has hecho eso? Ha… temblado todo>> —dijo aun manteniendo la sorpresa. No era solo Chromsa con esas hojas a su alrededor o Luci y sus alas, parecía que todos los demás habían desarrollado características increíbles. ¿Era ésto los poderes divinos de los que les hablaron?
La lluvia golpeaba con fuerza y su pelaje estaba empapado. Hacía un poco de frío y se le hizo raro, la lluvia no le solía molestar y lo peor que podía pasar es que su ropa se mojase. Eso último hizo caer en algo a Adam, algo que hubiera preferido ignorar pero ya era tarde.
Estaba desnudo.
—<<Oh… mierda. No, no, no. ¡¿Y mi ropa?!>> —una pregunta bastante estúpida, puesto que su ropa no hubiese soportado tal cambio corporal. Pero eso desembocaba en otra cuestión, ¿dónde está su ropa? La vergüenza se apoderó de él, prefiriendo obviar el paradero de su ropa y centrarse más en la ausencia de ella—. <<Que vergüenza. No. ¡No! ¡Estoy sin nada puesto! ¡Ay no!>> —de nuevo pensamientos cruzados se colaban por el canal público de forma involuntaria—. <<A-Alec, voy a m-meterme dentro, t-tengo algo de f-frío>> —advirtió trasmitiendo su pudor mentalmente antes de pasar dentro, cruzando por la entrada todo lo rápido que su pata lastimada le permitió para no dar la espalda demasiado al escoces, solo de pensarlo se moría.
Dentro estaban sus compañeros y el pegaso no perdió tiempo para sentarse a toda velocidad. Tenía cuerpo de animal pero hacer nudismo no le gustaba ni un pelo. Era irónico que tuviese tanta vergüenza cuando ya lo vieron desnudo en los baños casi la mitad sin embargo no tuvo control de la situación y aunado al miedo de quedarse así lo hicieron perder los nervios.
Kradko ya salió de la pupa y Adam se alivió por ello.
<<Como me alegro de que estés bien Kradko>> —dijo mezclando relinchos con sus pensamientos— <<¿Os encontráis todos bien?>>
—<<Perdona, me dejé llevar. Creo que me he lastimado>> —desde luego Alec tenía razón: probar sus nuevas alas sobre suelo de piedra era una idea malísima y sus músculos doloridos se encargaron de recordárselo de aquí a bastantes horas.
El tiempo era particularmente malo y Adam pudo haber esperado bastantes cosas pero, ¿una sacudida? El suelo bajo sus pezuñas comenzó a temblar una vez Alec pisase el suelo con bastante fuerza. Cometió el error de apoyarse sobre sus patas delanteras y su derecha aguantó poco, cayendo al suelo de nuevo. Se incorporó con rapidez, asombrado del tremendo poder físico de Alec.
—<<Por el amor de… ¿Cómo has hecho eso? Ha… temblado todo>> —dijo aun manteniendo la sorpresa. No era solo Chromsa con esas hojas a su alrededor o Luci y sus alas, parecía que todos los demás habían desarrollado características increíbles. ¿Era ésto los poderes divinos de los que les hablaron?
La lluvia golpeaba con fuerza y su pelaje estaba empapado. Hacía un poco de frío y se le hizo raro, la lluvia no le solía molestar y lo peor que podía pasar es que su ropa se mojase. Eso último hizo caer en algo a Adam, algo que hubiera preferido ignorar pero ya era tarde.
Estaba desnudo.
—<<Oh… mierda. No, no, no. ¡¿Y mi ropa?!>> —una pregunta bastante estúpida, puesto que su ropa no hubiese soportado tal cambio corporal. Pero eso desembocaba en otra cuestión, ¿dónde está su ropa? La vergüenza se apoderó de él, prefiriendo obviar el paradero de su ropa y centrarse más en la ausencia de ella—. <<Que vergüenza. No. ¡No! ¡Estoy sin nada puesto! ¡Ay no!>> —de nuevo pensamientos cruzados se colaban por el canal público de forma involuntaria—. <<A-Alec, voy a m-meterme dentro, t-tengo algo de f-frío>> —advirtió trasmitiendo su pudor mentalmente antes de pasar dentro, cruzando por la entrada todo lo rápido que su pata lastimada le permitió para no dar la espalda demasiado al escoces, solo de pensarlo se moría.
Dentro estaban sus compañeros y el pegaso no perdió tiempo para sentarse a toda velocidad. Tenía cuerpo de animal pero hacer nudismo no le gustaba ni un pelo. Era irónico que tuviese tanta vergüenza cuando ya lo vieron desnudo en los baños casi la mitad sin embargo no tuvo control de la situación y aunado al miedo de quedarse así lo hicieron perder los nervios.
Kradko ya salió de la pupa y Adam se alivió por ello.
<<Como me alegro de que estés bien Kradko>> —dijo mezclando relinchos con sus pensamientos— <<¿Os encontráis todos bien?>>
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
27/04/21, 04:42 pm
En cuanto Lethe estuvo cómoda el ochrorio se dio un respiro. Si bien el hechizo había resultado sencillo, había estado corriendo bastante y sus piernas no se habían terminado de formar. Le dolían las pezuñas, aunque el ritmo del cambio estaba siendo lo bastante lento para que fuera soportable. Aun así, tendría que intentar no moverse demasiado para no empeorarlo.
Fue mientras volvía mirar a Lethe, que seguía dolorida, que Alyssa le preguntó por Kahlo y Kradko. Chromsa se giró para responderle y pudo observar mejor los cambios de la terrestre. En la cabeza, como ya había visto en la azotea, le estaban saliendo ramas que, teniendo en cuenta los árboles que conocía, tenían pinta de ir a florecer pronto. Pero los cambios no quedaban ahí, sino que su piel se había oscurecido a un tono similar a un tronco. -(¿Ahora es medio árbol?)- pensó asombrado. Los cambios de todos ellos estaban siendo muy notorios, aunque se preguntaba si, al igual que él, el resto también tendrían nuevos poderes.
Iba a responder a la pregunta cuando una voz familiar habló desde la puerta. Vio a Kahlo, aunque tenía bastantes cambios. Lo más visible eran una especie de antenas parecidas a plumas, pelo blanco que había crecido en distintas partes de su cuerpo y dos grandes alas de polilla a su espalda. Quitando el hecho de que era evidente el enorme cambio de todos y que todavía no había visto a todo el mundo, Chromsa pensó que el cambio más bello de todo el grupo era el de ella. Aun siendo un monstruo (o eso pensarían muchos), seguía conservando su elegancia. Además, estaba viva, cosa que le había preocupado desde que aquellos hilos empezaron a envolverla. Con una sonrisa, el ochrorio corrió hacia la varmana diciendo: -¡Dichosa sea la Acromía! ¡Kahlo, estás bien!- Nada más estar frente a ella paró en seco y la sonrisa se le quitó de la cara. Le dio la sensación de que había pasado algo entre que había escuchado la voz de Kahlo y ese momento, pero no recordaba el qué -(Bueno, no sería algo importante)- pensó. Volvió a recuperar la sonrisa y volvió a decir: -Como me alegro de que estés bien, Kahlo. Nos diste un buen susto antes.- Después el ochrorio se puso un poco más serio y contestó sus preguntas: -Todos estamos doloridos y confusos con lo que está pasando. Por mi parte creo que ya he pasado por lo peor. Lethe... No está nada bien.-
Se acercó de nuevo a la cama y continuó hablando sin apartar la vista de la enderth: -Estos cambios creo que son cosa de la Luna Roja Estos cambios creo que son cosa de la Luna Roja y a ella le ha tocado algo nada agradable.- La chica seguía moviéndose del dolor aunque hiciera esfuerzos para aguantarlo. Si tan solo pudiera hacer algo para evitarle el sufrimiento... Entonces Chromsa recordó el día de la amputación y su papel en él. Le preguntó: -Lethe, creo que podría dormirte si quieres para evitarte todo esto. Si lo necesitas solo dímelo asintiendo, no hace falta que hables si no puedes, ¿vale?-
Fue mientras volvía mirar a Lethe, que seguía dolorida, que Alyssa le preguntó por Kahlo y Kradko. Chromsa se giró para responderle y pudo observar mejor los cambios de la terrestre. En la cabeza, como ya había visto en la azotea, le estaban saliendo ramas que, teniendo en cuenta los árboles que conocía, tenían pinta de ir a florecer pronto. Pero los cambios no quedaban ahí, sino que su piel se había oscurecido a un tono similar a un tronco. -(¿Ahora es medio árbol?)- pensó asombrado. Los cambios de todos ellos estaban siendo muy notorios, aunque se preguntaba si, al igual que él, el resto también tendrían nuevos poderes.
Iba a responder a la pregunta cuando una voz familiar habló desde la puerta. Vio a Kahlo, aunque tenía bastantes cambios. Lo más visible eran una especie de antenas parecidas a plumas, pelo blanco que había crecido en distintas partes de su cuerpo y dos grandes alas de polilla a su espalda. Quitando el hecho de que era evidente el enorme cambio de todos y que todavía no había visto a todo el mundo, Chromsa pensó que el cambio más bello de todo el grupo era el de ella. Aun siendo un monstruo (o eso pensarían muchos), seguía conservando su elegancia. Además, estaba viva, cosa que le había preocupado desde que aquellos hilos empezaron a envolverla. Con una sonrisa, el ochrorio corrió hacia la varmana diciendo: -¡Dichosa sea la Acromía! ¡Kahlo, estás bien!- Nada más estar frente a ella paró en seco y la sonrisa se le quitó de la cara. Le dio la sensación de que había pasado algo entre que había escuchado la voz de Kahlo y ese momento, pero no recordaba el qué -(Bueno, no sería algo importante)- pensó. Volvió a recuperar la sonrisa y volvió a decir: -Como me alegro de que estés bien, Kahlo. Nos diste un buen susto antes.- Después el ochrorio se puso un poco más serio y contestó sus preguntas: -Todos estamos doloridos y confusos con lo que está pasando. Por mi parte creo que ya he pasado por lo peor. Lethe... No está nada bien.-
Se acercó de nuevo a la cama y continuó hablando sin apartar la vista de la enderth: -
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
27/04/21, 11:29 pm
Se dejó guiar por… quien fuera. «¿Luci?». Sí, igual estaba en lo cierto. O no. No solo estaba deslumbrada y oía mal, sino que sus mismos pensamientos parecían arrastrarse como caracoles. Siempre le habían gustado los caracoles, pero no le gustaba que su cerebro actuara como uno. El dolor de cabeza tampoco ayudaba.
Mientras permanecía sentada, se centró en intentar relajarse e ir recuperando lentamente los dos sentidos afectados. No tardó mucho en acostumbrarse a la luz, la cual tenía el color rojizo esperable. No dejaba de hacérsele extraño. Aunque, para ser sincera, le parecía que el tono agresivo encajaba con la situación irreal que sus ojos parecían ver. No solo la sangre manchaba distintos puntos de su habitación e incluso de sus compañeros, sino que los pocos que podía ver ya habían, de algún modo, cambiado.
Por pura proximidad se fijó primero en las alas de Luci. Eran muy distintas a las suyas. Pensar en alas le hizo percatarse por fin de que algo se sentía distinto con las suyas. No solo el peso parecía distinto, sino que notaba en su espalda una especie de pulsión. No era molesta más allá de una ligera comezón, pero le producía una sensación extraña. Agradable incluso. Intentó girar la cabeza, pero el movimiento solo hizo que le doliera mucho más.
Algo no estaba bien con su oído tampoco. Había notado una ligera mejoría desde que salió de… donde fuera que estuviera metida. Mirando hacia el lugar, le pareció una especie de crisálida. «¿Qué lucios?», se le había pegado la expresión de Lethe. Otros insectos se metamorfoseaban metiéndose en una crisálida, «¡pero yo soy una clinger!». No entendía nada y su estado auditivo no mejoraba. Oía como si los sonidos llegaran a ella pasando primero por un filtro que los hacía zumbar hasta volverlos incomprensibles.
De repente unas palabras con demasiado sentido se infiltraron directamente e interrumpieron su línea de pensamiento. Alterada, alzó la cabeza y miró a su alrededor hasta ver… un extraño ser cuadrúpedo con alas. Un mamífero, pero para nada uno que hubiera visto antes.
—¡AHHH! —Su propio grito le llegó distorsionado de forma muy perturbadora.
Mientras permanecía sentada, se centró en intentar relajarse e ir recuperando lentamente los dos sentidos afectados. No tardó mucho en acostumbrarse a la luz, la cual tenía el color rojizo esperable. No dejaba de hacérsele extraño. Aunque, para ser sincera, le parecía que el tono agresivo encajaba con la situación irreal que sus ojos parecían ver. No solo la sangre manchaba distintos puntos de su habitación e incluso de sus compañeros, sino que los pocos que podía ver ya habían, de algún modo, cambiado.
Por pura proximidad se fijó primero en las alas de Luci. Eran muy distintas a las suyas. Pensar en alas le hizo percatarse por fin de que algo se sentía distinto con las suyas. No solo el peso parecía distinto, sino que notaba en su espalda una especie de pulsión. No era molesta más allá de una ligera comezón, pero le producía una sensación extraña. Agradable incluso. Intentó girar la cabeza, pero el movimiento solo hizo que le doliera mucho más.
Algo no estaba bien con su oído tampoco. Había notado una ligera mejoría desde que salió de… donde fuera que estuviera metida. Mirando hacia el lugar, le pareció una especie de crisálida. «¿Qué lucios?», se le había pegado la expresión de Lethe. Otros insectos se metamorfoseaban metiéndose en una crisálida, «¡pero yo soy una clinger!». No entendía nada y su estado auditivo no mejoraba. Oía como si los sonidos llegaran a ella pasando primero por un filtro que los hacía zumbar hasta volverlos incomprensibles.
De repente unas palabras con demasiado sentido se infiltraron directamente e interrumpieron su línea de pensamiento. Alterada, alzó la cabeza y miró a su alrededor hasta ver… un extraño ser cuadrúpedo con alas. Un mamífero, pero para nada uno que hubiera visto antes.
—¡AHHH! —Su propio grito le llegó distorsionado de forma muy perturbadora.
Re: Torreón Silente
28/04/21, 05:22 pm
Apenas había terminado de preguntar por Kahlo y la vio, entrando en la habitación. La varmana estaba… reconocible, a pesar de que había cambiado más que cualquiera que Alyssa hubiera visto hasta ahora. El pelo blanco fue lo que más llamó su atención, incluso más que las alas, tal vez por el contraste de colores.
Aun así cuando vio las alas no pudo evitar pensar en Lethe y en sus propios cambios… ¿Había sido tan doloroso como lo que le había pasado a Luci? No. Ella no parecía tener sangre en ninguna parte. No como el...
Parpadeó confundida. Juraría que lo de la sangre lo pensaba porque estaba comparando la situación con la de alguien más, pero no recordaba quién.
Chromsa reaccionó a la varmana más deprisa que ella, y también con mucha más energía. Dejó al ochrorio explicar lo de Lethe y ella se limitó a añadir.
–Estamos todo lo bien que podemos estar dado… todo. Eso creo. –Dijo ella. –Pero aun con la mala pinta que tiene no creo que haya daños... permanentes.
Miró instintivamente al brazo cercenado de Kahlo, aunque no tardó en desviar la mirada. Sucedía algo tan imposible como para sacarle dos alas casi tan grandes como ella, pero regenerar un brazo parecía seguir siendo imposible. la ironía…
Chromsa sugirió dormir a Lethe hasta que el dolor de sus cambios se volviera soportable, y la humana se sintió estúpida por no haberlo pensado antes. No dejaba de ser un hechizo que estaba por encima de su habilidad, así que tendría que encargarse uno de los otros dos. Lethe por su parte accedió a que la durmieran.
Se apartó un poco para dejarle espacio a Chromsa para que pudiera hacer magia con comodidad y buscó algo con lo que limpiarse la sangre de la cara. En su cabeza acababa de abrirse la primera flor.
Aun así cuando vio las alas no pudo evitar pensar en Lethe y en sus propios cambios… ¿Había sido tan doloroso como lo que le había pasado a Luci? No. Ella no parecía tener sangre en ninguna parte. No como el...
Parpadeó confundida. Juraría que lo de la sangre lo pensaba porque estaba comparando la situación con la de alguien más, pero no recordaba quién.
Chromsa reaccionó a la varmana más deprisa que ella, y también con mucha más energía. Dejó al ochrorio explicar lo de Lethe y ella se limitó a añadir.
–Estamos todo lo bien que podemos estar dado… todo. Eso creo. –Dijo ella. –Pero aun con la mala pinta que tiene no creo que haya daños... permanentes.
Miró instintivamente al brazo cercenado de Kahlo, aunque no tardó en desviar la mirada. Sucedía algo tan imposible como para sacarle dos alas casi tan grandes como ella, pero regenerar un brazo parecía seguir siendo imposible. la ironía…
Chromsa sugirió dormir a Lethe hasta que el dolor de sus cambios se volviera soportable, y la humana se sintió estúpida por no haberlo pensado antes. No dejaba de ser un hechizo que estaba por encima de su habilidad, así que tendría que encargarse uno de los otros dos. Lethe por su parte accedió a que la durmieran.
Se apartó un poco para dejarle espacio a Chromsa para que pudiera hacer magia con comodidad y buscó algo con lo que limpiarse la sangre de la cara. En su cabeza acababa de abrirse la primera flor.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Silente
28/04/21, 06:08 pm
La llamada de Luci la sacó de sus pensamientos sobre salir. Había hecho bien en quedarse, porque necesitaban su ayuda. Kolja estaba ensimismado mirando la ceniza que acababa de toser, por lo que ella se ofreció a ir a por agua.
—¡Voy! —dijo, saliendo fuera. Allí la recibió la lluvia de nuevo, y aquella luna que era la causante de tanto dolor y sufrimiento. Podía ser todo lo hermosa que quisiera, iba a seguir sin gustarle. Había sido un completo engaño. Estaba ya empapada, por lo que no le molestó mojarse aún más mientras iba hacia el pozo. Aunque ahora era más fuerte que cuando había llegado, subir cubos de agua no era precisamente su tarea favorita.
Tiró de la cuerda con seguridad, y el cubo subió mucho más rápido de lo normal. Normalmente necesitaba tirar muchas más veces de la cuerda para subirlo. «¿Qué…?» No tenía sentido. Ayer mismo no habría podido hacer eso, aquella fuerza no era a la que estaba acostumbrada, ni una mejora gradual fruto del entrenamiento. ¿Habría sido también la luna?
Sacudió la cabeza y le llevó el agua a Kradko, que estaba ya sentada en el sofá. Adam había entrado también de nuevo.
—Yo sí —le respondió—. Pero claro, a mi no me empezó a doler nada, así que…
—¡Voy! —dijo, saliendo fuera. Allí la recibió la lluvia de nuevo, y aquella luna que era la causante de tanto dolor y sufrimiento. Podía ser todo lo hermosa que quisiera, iba a seguir sin gustarle. Había sido un completo engaño. Estaba ya empapada, por lo que no le molestó mojarse aún más mientras iba hacia el pozo. Aunque ahora era más fuerte que cuando había llegado, subir cubos de agua no era precisamente su tarea favorita.
Tiró de la cuerda con seguridad, y el cubo subió mucho más rápido de lo normal. Normalmente necesitaba tirar muchas más veces de la cuerda para subirlo. «¿Qué…?» No tenía sentido. Ayer mismo no habría podido hacer eso, aquella fuerza no era a la que estaba acostumbrada, ni una mejora gradual fruto del entrenamiento. ¿Habría sido también la luna?
Sacudió la cabeza y le llevó el agua a Kradko, que estaba ya sentada en el sofá. Adam había entrado también de nuevo.
—Yo sí —le respondió—. Pero claro, a mi no me empezó a doler nada, así que…
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
30/04/21, 12:47 am
Amira salió a por agua mientras que Kolja se quedaba parado en el sitio. Luci se preocupó, pero no fue capaz de decirle nada.
-No tengas miedo, Kradko, solo es Adam -dijo para tranquilizar a la clinger, tomándole las manos por si se le ocurría echar a correr. Se dio cuenta de que las suyas temblaban.
Amira llegó con el agua y Luci se separó de Kradko un segundo para ir a buscarle una taza. Andaba mejor con las alas recogidas aunque seguía sintiéndose inestable. El suelo estaba pringoso por todos los charcos de sangre de unos y de otros.
-Ten -le dijo a Kradko ofreciéndole la taza tras llenarla en el cubo. Se sentó a su lado en el sofá, recogiendo las piernas -Yo no estoy bien. ¿Cómo puede nadie estar bien? Esto es un caos…
Que ya no se estuviese retorciendo de dolor no significaba que sintiese alivio, o que el miedo hubiese desaparecido. Si acaso tenía más miedo que nunca ahora que tenía la mente clara para pensar.
-No tengas miedo, Kradko, solo es Adam -dijo para tranquilizar a la clinger, tomándole las manos por si se le ocurría echar a correr. Se dio cuenta de que las suyas temblaban.
Amira llegó con el agua y Luci se separó de Kradko un segundo para ir a buscarle una taza. Andaba mejor con las alas recogidas aunque seguía sintiéndose inestable. El suelo estaba pringoso por todos los charcos de sangre de unos y de otros.
-Ten -le dijo a Kradko ofreciéndole la taza tras llenarla en el cubo. Se sentó a su lado en el sofá, recogiendo las piernas -Yo no estoy bien. ¿Cómo puede nadie estar bien? Esto es un caos…
Que ya no se estuviese retorciendo de dolor no significaba que sintiese alivio, o que el miedo hubiese desaparecido. Si acaso tenía más miedo que nunca ahora que tenía la mente clara para pensar.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
30/04/21, 01:37 am
El recibimiento de Chromsa fue muy típico de él, y esa positividad tan familiar la reconfortó como para sonreír de vuelta con nuevo alivio, aunque flaqueó cuando este se congeló in situ. Kahlo creyó que había visto o notado algo negativo (puede que en ella) y se removió hasta que volvió en sí. Fue cuestión de segundos, pero los suficientes como para que se sintiese rara el resto de la conversación.
—Yo también me alegro... Todavía no sé lo que ha pasado. Aún no lo tengo muy claro... —la Luna les había transformado, eso seguro, igual que lo habría hecho con sus secuestradores y los monstruos que les recibieron el primer día, pero eso no quitaba otras incógnitas. ¿Qué eran?
Con la pregunta en mente miró a Lethe. Verla así era... extraño. Claro que no era de piedra, pero la debilidad no pegaba con ella. Era casi como ver a tus padres llorar cuando sigues siendo un niño. Su estado le provocaba malestar, por lo que volvió la vista a Alyssa tan pronto habló. A dónde la humana miró tras sus palabras fue algo que no pasó por alto, e hizo que se removiese con más incomodidad si cabía. Se mantuvo al margen de la propuesta de Chromsa, fijándose en los cambios de los tres en silenciosa e incrédula curiosidad. Había perdido la capacidad de hacer magia y tampoco quería volver abajo sola, motivo por el que no se ofreció a buscar agua para que Alyssa se limpiase y se mantuvo de espectadora. Quizás Lethe tuviera mal aspecto, pero al menos no estaba todo perdido de sangre ni sumido en absoluto caos. Claro que le preocupaban los demás, pero el miedo la había cegado lo suficiente como para querer esperar un poco por su propio bien. Además, seguía incómoda consigo misma.
Se sentó en el borde de una cama donde echó un vistazo a la pelusa de su muñeca y las alas a su espalda. Cada vez eran más reconocibles (no eran de mariposa, sino de polilla) mas al intentar moverlas un ligero pinchazo de dolor recorrió su espalda. No estaban listas, y posiblemente su cerebro tampoco controlase bien sus nuevos músculos y nervios. Desistiendo observó a la griega, a quien se le había abierto una flor en la cabeza.
—Uhm, Alyssa... te han salido flores —señaló en su propia cabeza el lugar. Era bonito y emitía un olor muy agradable. Pestañeó varias veces—. ¡Ah! ¿Puedes hacer el hechizo reflectante? El de espejo. Lo haría yo misma, pero... —alzó ligeramente el muñón de forma significativa—. Así podrías verte. Podríamos vernos todos.
—Yo también me alegro... Todavía no sé lo que ha pasado. Aún no lo tengo muy claro... —la Luna les había transformado, eso seguro, igual que lo habría hecho con sus secuestradores y los monstruos que les recibieron el primer día, pero eso no quitaba otras incógnitas. ¿Qué eran?
Con la pregunta en mente miró a Lethe. Verla así era... extraño. Claro que no era de piedra, pero la debilidad no pegaba con ella. Era casi como ver a tus padres llorar cuando sigues siendo un niño. Su estado le provocaba malestar, por lo que volvió la vista a Alyssa tan pronto habló. A dónde la humana miró tras sus palabras fue algo que no pasó por alto, e hizo que se removiese con más incomodidad si cabía. Se mantuvo al margen de la propuesta de Chromsa, fijándose en los cambios de los tres en silenciosa e incrédula curiosidad. Había perdido la capacidad de hacer magia y tampoco quería volver abajo sola, motivo por el que no se ofreció a buscar agua para que Alyssa se limpiase y se mantuvo de espectadora. Quizás Lethe tuviera mal aspecto, pero al menos no estaba todo perdido de sangre ni sumido en absoluto caos. Claro que le preocupaban los demás, pero el miedo la había cegado lo suficiente como para querer esperar un poco por su propio bien. Además, seguía incómoda consigo misma.
Se sentó en el borde de una cama donde echó un vistazo a la pelusa de su muñeca y las alas a su espalda. Cada vez eran más reconocibles (no eran de mariposa, sino de polilla) mas al intentar moverlas un ligero pinchazo de dolor recorrió su espalda. No estaban listas, y posiblemente su cerebro tampoco controlase bien sus nuevos músculos y nervios. Desistiendo observó a la griega, a quien se le había abierto una flor en la cabeza.
—Uhm, Alyssa... te han salido flores —señaló en su propia cabeza el lugar. Era bonito y emitía un olor muy agradable. Pestañeó varias veces—. ¡Ah! ¿Puedes hacer el hechizo reflectante? El de espejo. Lo haría yo misma, pero... —alzó ligeramente el muñón de forma significativa—. Así podrías verte. Podríamos vernos todos.
- ♪♫♬:
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
30/04/21, 01:39 am
Adam se notaba extraño. Su nuevo cuerpo se le antojaba raro para todo: respirar, oír, ver, todo era rarísimo en su conjunto por su nuevo organismo. Sentado intentó relajarse un poco, asimilar todo lo que estuvo pasando. Intentó dejar la mente en blanco para no molestar a los demás pero alguna palabra se le escapaba sin querer.
Kradko se asustó de él. No se lo tomó mal, quizás era de la sorpresa de ver un animal bastante grande dentro del torreón, un animal del que quizá la clinger no tenga conocimiento alguno. Luci tenía toda la razón del mundo, aunque fuese un animal por fuera seguía siendo Adam, Adam Petrov, un hombre ruso que se perdió a la aventura en un mundo fantástico. Nunca se arrepintió de haber ido a Rocavarancolia pero por primera vez, si hubiese sabido lo que le iba a pasar, no hubiera accedido.
—<<Si, solo soy yo. Soy el mismo, el que tocaba el tambor con vosotros dos>> —en sus pensamientos hubo monotonía. Dejó de tocar el tambor por lo mal que se sentía por la muerte de Qirra pero ahora, por no tener capacidad para hacerlo, lo echó de menos, como casi todo—. <<A mi no me ha llegado a doler nada, solo picores. Me empezaron a salir plumas y... no sé como ha ocurrido. D-De repente me he convertido en un caballo con alas y creo que podéis escuchar lo que pienso>> —bufó ligeramente, odiaba la situación en la que se encontraban. Nadie les contó acerca de todo esto y era injusto para todos.
<<¿No os importaría pasarme una manta? No sé si las hay lo suficientemente grandes para mí pero… necesito estar tapado, por favor>> —imploró a todos, quería aunque sea tener algo de dignidad y taparse. Puede que sea un despropósito para un caballo pero él no es un caballo, es Adam.
Kradko se asustó de él. No se lo tomó mal, quizás era de la sorpresa de ver un animal bastante grande dentro del torreón, un animal del que quizá la clinger no tenga conocimiento alguno. Luci tenía toda la razón del mundo, aunque fuese un animal por fuera seguía siendo Adam, Adam Petrov, un hombre ruso que se perdió a la aventura en un mundo fantástico. Nunca se arrepintió de haber ido a Rocavarancolia pero por primera vez, si hubiese sabido lo que le iba a pasar, no hubiera accedido.
—<<Si, solo soy yo. Soy el mismo, el que tocaba el tambor con vosotros dos>> —en sus pensamientos hubo monotonía. Dejó de tocar el tambor por lo mal que se sentía por la muerte de Qirra pero ahora, por no tener capacidad para hacerlo, lo echó de menos, como casi todo—. <<A mi no me ha llegado a doler nada, solo picores. Me empezaron a salir plumas y... no sé como ha ocurrido. D-De repente me he convertido en un caballo con alas y creo que podéis escuchar lo que pienso>> —bufó ligeramente, odiaba la situación en la que se encontraban. Nadie les contó acerca de todo esto y era injusto para todos.
<<¿No os importaría pasarme una manta? No sé si las hay lo suficientemente grandes para mí pero… necesito estar tapado, por favor>> —imploró a todos, quería aunque sea tener algo de dignidad y taparse. Puede que sea un despropósito para un caballo pero él no es un caballo, es Adam.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
30/04/21, 02:15 pm
Escuchó la voz de Kahlo y abrió los ojos para mirar en su dirección. La varmana estaba prácticamente irreconocible si solo echabas un vistazo, pero más allá de sus nuevos colores y en el par de alas de insecto que lucía en su espalda no estaba en condiciones de fijarse. Por supuesto no podía participar en la conversación, pero Chromsa se encargó de resumir su estado bastante bien. Además le hizo pensar en Kradko, que también había sido encerrada en una pupa. ¿Se parecería ella ahora a la varmana? Suponía que si Kahlo se encontraba bien, lo mismo se podría suponer de la clinger, pero en ese momento fue cuando más frustración le produjo no ser capaz de hablar para preguntar por la niña.
Cuando el ochrorio se le acercó con una propuesta asintió enseguida: no podía hacer nada en aquel estado y seguramente si la dormían no tendrían que estar tan pendientes de ella. A fin de cuentas en realidad creía que estaba bien. Llena de dolor y escozor, pero no muriéndose, aunque a ratos casi sentía como si así fuera. La verdad es que saber que estaba recuperando el pico y el plumaje le habían proporcionado un alivio psicológico considerable. Cerró los ojos al escuchar el cántico del hechizo de Chromsa y enseguida se sumió en un sueño inquieto pero libre de pesadillas.
Cuando el ochrorio se le acercó con una propuesta asintió enseguida: no podía hacer nada en aquel estado y seguramente si la dormían no tendrían que estar tan pendientes de ella. A fin de cuentas en realidad creía que estaba bien. Llena de dolor y escozor, pero no muriéndose, aunque a ratos casi sentía como si así fuera. La verdad es que saber que estaba recuperando el pico y el plumaje le habían proporcionado un alivio psicológico considerable. Cerró los ojos al escuchar el cántico del hechizo de Chromsa y enseguida se sumió en un sueño inquieto pero libre de pesadillas.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
30/04/21, 07:23 pm
En cuanto de terminó de hacer la propuesta Lethe asintió. -Bueno, pues me preparo entonces. Descansa, cuando despiertes todo estará mejor.- dijo el ochrorio mientras se acercaba y empezaba a recitar el hechizo. Unos segundos más tarde Lethe quedó dormida. -(Ojalá pudiera hacer algo más)- pensó un poco preocupado.
Iba a sentarse en la cama al lado de la enderth cuando las palabras de Kahlo lo mantuvieron en el sitio. Se giró hacia Alyssa para comprobar que, en efecto, las ramas que tenía en la cabeza estaban floreciendo. Aquello podría explicar el buen oolor que había en el ambiente, aunque también hacía que le surgieran muchas dudas al respecto de cómo funciona un cruce entre planta y terrestre. La solución más fácil y probable era magia, la Luna podía hacer cosas inimaginables. Entre los cambios de Alyssa y las hojas que flotaban por la habitación no pudo evitar comentar: -Ahora mismo si no te conociera creo que te confundiría con un espíritu del bosque.- Justo después añadió: -Y sí, creo que nos conviene poder vernos. Cuanto antes podamos ver nuestros propios cambios... Creo que antes podremos seguir adelante con ello.- Todavía no era consciente de un detalle, pero era algo muy importante que había olvidado desde que salió la luna.
Iba a sentarse en la cama al lado de la enderth cuando las palabras de Kahlo lo mantuvieron en el sitio. Se giró hacia Alyssa para comprobar que, en efecto, las ramas que tenía en la cabeza estaban floreciendo. Aquello podría explicar el buen oolor que había en el ambiente, aunque también hacía que le surgieran muchas dudas al respecto de cómo funciona un cruce entre planta y terrestre. La solución más fácil y probable era magia, la Luna podía hacer cosas inimaginables. Entre los cambios de Alyssa y las hojas que flotaban por la habitación no pudo evitar comentar: -Ahora mismo si no te conociera creo que te confundiría con un espíritu del bosque.- Justo después añadió: -Y sí, creo que nos conviene poder vernos. Cuanto antes podamos ver nuestros propios cambios... Creo que antes podremos seguir adelante con ello.- Todavía no era consciente de un detalle, pero era algo muy importante que había olvidado desde que salió la luna.
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