Torreón Silente
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- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
16/05/19, 01:48 pm
Luci se cansó rápido de su tarea. El sol, aunque debil, le estaba molestando, y empezaba a encontrarse no demasiado bien.
Entró al torreón a por agua pero esta era insulsa y estaba calenturienta por haberse hervido hacía poco. Lo que Chromsa le comentaba de las hojas relajantes en el agua no le sonaba, para él tomar algo relajante era una buena taza de chocolate caliente o de leche con miel. Daría cualquier cosa por algo así, o por algo de comer, fuera lo que fuera.
El mareo fue a más y necesitó tumbarse. Era la primera vez en su vida que pasaba tanto tiempo sin comer y no saber cuándo conseguirían comida le causaba una gran ansiedad. Ni siquiera tenía fuerzas para tener un berrinche. Alec le ofreció caramelos de su mundo y eran tan insulsos que a Luci le dio la impresión de estar masticando agua, sin embargo si que ayudaron a que se sintiera un poco mejor, especialmente cuando se le ocurrió disolverlos en el agua transparente para tener algo decente que beber. El daeliciano permaneció el resto de la tarde en el sofá, haciendo tareas ligeras cuando se encontraba mejor y con una taza de agua azucarada siempre cerca para ir dándole sorbitos.
Cuando el sol empezó a ponerse Luci fue el primero en apremiar para que encontrasen alguna fuente de luz. Nunca había visto tanta oscuridad en el cielo. Incluso con las velas, el torreón parecía el estómago de algún monstruo gigante que estuviera a punto de digerirlos. Se metió en la cama cuando lo hicieron la mayoría y se empecinó en poner la cama lo más cerca de Kradko y Lethe, con una lámpara al lado que se negó en rotundo a apagar. Ni Reina ni Kahlo estaban allí y no sabía por qué pero tenía miedo de ir a buscarlas, no quería moverse de la cama hasta que se hiciera de día otra vez. La claustrofobia le paralizaba y el miedo le impedía dormir. Si cerraba los ojos la oscuridad se lo comería.
-Pst, Kradko, ¿estás despiera? -susurró con una vocecita angustiada. -¿Hay alguien despierto?
Entró al torreón a por agua pero esta era insulsa y estaba calenturienta por haberse hervido hacía poco. Lo que Chromsa le comentaba de las hojas relajantes en el agua no le sonaba, para él tomar algo relajante era una buena taza de chocolate caliente o de leche con miel. Daría cualquier cosa por algo así, o por algo de comer, fuera lo que fuera.
El mareo fue a más y necesitó tumbarse. Era la primera vez en su vida que pasaba tanto tiempo sin comer y no saber cuándo conseguirían comida le causaba una gran ansiedad. Ni siquiera tenía fuerzas para tener un berrinche. Alec le ofreció caramelos de su mundo y eran tan insulsos que a Luci le dio la impresión de estar masticando agua, sin embargo si que ayudaron a que se sintiera un poco mejor, especialmente cuando se le ocurrió disolverlos en el agua transparente para tener algo decente que beber. El daeliciano permaneció el resto de la tarde en el sofá, haciendo tareas ligeras cuando se encontraba mejor y con una taza de agua azucarada siempre cerca para ir dándole sorbitos.
Cuando el sol empezó a ponerse Luci fue el primero en apremiar para que encontrasen alguna fuente de luz. Nunca había visto tanta oscuridad en el cielo. Incluso con las velas, el torreón parecía el estómago de algún monstruo gigante que estuviera a punto de digerirlos. Se metió en la cama cuando lo hicieron la mayoría y se empecinó en poner la cama lo más cerca de Kradko y Lethe, con una lámpara al lado que se negó en rotundo a apagar. Ni Reina ni Kahlo estaban allí y no sabía por qué pero tenía miedo de ir a buscarlas, no quería moverse de la cama hasta que se hiciera de día otra vez. La claustrofobia le paralizaba y el miedo le impedía dormir. Si cerraba los ojos la oscuridad se lo comería.
-Pst, Kradko, ¿estás despiera? -susurró con una vocecita angustiada. -¿Hay alguien despierto?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Silente
16/05/19, 02:39 pm
La enderth no entendía por qué los mamíferos estaban bebiendo el agua hervida cuando no había ningún problema con esta, pero como le beneficiaba el hecho de que hubiesen encendido el fuego se limitó a no decir nada y beber directamente del pozo para calmar su sed. Le complació que Chromsa entrase en razón y que finalmente nadie hubiese decidido salir del edificio en un futil y probablemente suicida acto desesperado por la falta de comida. Le habría forjado una opinión bastante pobre, mucho más de la que ya tenía sobre alguno de ellos, si unas cuantas horas sin comer bastaban para nublar su juicio de aquella forma.
Cuando cayó la noche Lethe se disponía a salir al patio para beber y emplear las letrinas una última vez antes de pensar en dormir. La oscuridad total la recibió y se vio obligada a ir en busca de un farol que habían encontrado durante la limpieza para iluminarse. No pudo si no advertir que no se veía ni una sola estrella en el cielo. Aquello era sin duda una prueba definitiva de que se encontraba en otro planeta muy lejos de Dryfus. Suspiró para sí y simplemente continuó su camino hacia el pozo.
Subió al cuarto y vio que alguno de los mamíferos ya se estaba metiendo en aquellas mullidas camas. Tras vacilar un poco, eligió una de las que se encontraban cerca de la puerta y la tanteó, como queriendo comprobar que era igual de blanda que aquella sobre la que se había sentado durante la tarde. Lo era. Imitando a los mamíferos retiró las mantas que cubrían aquella maravilla llamada colchón y se introdujo, tapándose a continuación torpemente con las mantas. Sí, sin duda aquella debía reconocérsela a los mamíferos. El agotamiento del día y la comodidad de aquella cama vencieron con facilidad al hambre y la enderth no tardó en caer profundamente dormida.
Cuando cayó la noche Lethe se disponía a salir al patio para beber y emplear las letrinas una última vez antes de pensar en dormir. La oscuridad total la recibió y se vio obligada a ir en busca de un farol que habían encontrado durante la limpieza para iluminarse. No pudo si no advertir que no se veía ni una sola estrella en el cielo. Aquello era sin duda una prueba definitiva de que se encontraba en otro planeta muy lejos de Dryfus. Suspiró para sí y simplemente continuó su camino hacia el pozo.
Subió al cuarto y vio que alguno de los mamíferos ya se estaba metiendo en aquellas mullidas camas. Tras vacilar un poco, eligió una de las que se encontraban cerca de la puerta y la tanteó, como queriendo comprobar que era igual de blanda que aquella sobre la que se había sentado durante la tarde. Lo era. Imitando a los mamíferos retiró las mantas que cubrían aquella maravilla llamada colchón y se introdujo, tapándose a continuación torpemente con las mantas. Sí, sin duda aquella debía reconocérsela a los mamíferos. El agotamiento del día y la comodidad de aquella cama vencieron con facilidad al hambre y la enderth no tardó en caer profundamente dormida.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Silente
16/05/19, 03:13 pm
El propio Alec comió caramelos demostrando que no les pasaba nada por si había alguno que deconfiase. Eso por supuesto terminó dándole sed pero imitó a la enderth y en vez de beber del agua caliente prefirió hacerlo del pozo.
Estuvo también de acuerdo en no salir a por comida, por un día no iba a pasar nada. No es como si fueran a morirse de hambre. Trabajó el resto del día y con las que menos se juntó resultó ser con la japonesa y la chica gato. No terminaba de casar con ellas pero esperaba que eso cambiase con el tiempo.
Salió afuera cuando se hizo la oscuridad y comprobó que no había ni luna ni estrellas. El escocés se preguntó a que rayos se referían con Luna Roja si ni siquiera había satélite.
Volvió a entrar al Torreón, les deseó buenas noches a las chicas del salón y subió las escaleras, entró en la habitación y se la encontró iluminada por una vela. Sin hacer ruido se acercó a la cama que estaba al otro lado de Luci, se quitó la ropa y se metió bajo las mantas.
Pensó en sus hermanos, en qué habrían hecho durante el día, si estarían bien y se alegraba que al día siguiente volvieran sus padres. Pero no servía de nada preocuparse por algo que no podía arreglar. Se preparaba ya para dormir cuando oyó la voz de Luci.
-Yo estoy despierto - respondió en voz baja intentando no molestar a nadie.- ¿Qué ocurre, Luci? ¿No puedes dormir? - preguntó.
Estuvo también de acuerdo en no salir a por comida, por un día no iba a pasar nada. No es como si fueran a morirse de hambre. Trabajó el resto del día y con las que menos se juntó resultó ser con la japonesa y la chica gato. No terminaba de casar con ellas pero esperaba que eso cambiase con el tiempo.
Salió afuera cuando se hizo la oscuridad y comprobó que no había ni luna ni estrellas. El escocés se preguntó a que rayos se referían con Luna Roja si ni siquiera había satélite.
Volvió a entrar al Torreón, les deseó buenas noches a las chicas del salón y subió las escaleras, entró en la habitación y se la encontró iluminada por una vela. Sin hacer ruido se acercó a la cama que estaba al otro lado de Luci, se quitó la ropa y se metió bajo las mantas.
Pensó en sus hermanos, en qué habrían hecho durante el día, si estarían bien y se alegraba que al día siguiente volvieran sus padres. Pero no servía de nada preocuparse por algo que no podía arreglar. Se preparaba ya para dormir cuando oyó la voz de Luci.
-Yo estoy despierto - respondió en voz baja intentando no molestar a nadie.- ¿Qué ocurre, Luci? ¿No puedes dormir? - preguntó.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Silente
18/05/19, 04:19 pm
Ensimismada en sus pensamientos, deslizaba un dedo por el mango sobrio del estilete. La voz de Reina la sacó de estos, haciéndola alzar cabeza rápidamente para encontrarse con sus ojos. Menos mal que no era de llanto fácil, ya que por los caminos por los que vagaba su mente bien podría haber empezado tiempo ha. La presencia de la morena la reconfortaba, y no le avergonzaba admitir lo mucho que le alegraba que tampoco estuviera durmiendo con los demás. No es que necesitase alguien con quien pasar la noche, pero sí que agradecía encarecidamente con quien hablar, y no había nadie mejor para completar aquella tarea que ella. Junto a Luci eran quienes más recibían de su empatía, una suerte de conexión hacia su semejanza y modales, sin contar a Chromsa por su amabilidad o a Kolja por haberla salvado.
—Señorita Tomoe —respondió en un tono similar, casi divertido, inclinando suavemente el torso hacia delante para imitar la reverencia desde su asiento. Sonrió al comprender a lo que se refería—. Y no soy la única, parece ser.
Se acomodó para dejar mejor espacio a la asiática, moldeando su lenguaje corporal a la conversación. No creía realmente que nadie fuera a bajar o entrar para atacarlas, así que quitó el estilete de su regazo para dejarlo a un lado, sobre el reposabrazos del sillón. Conversar con un arma encima no era lo más adecuado. Guardó silencio ante sus palabras, insegura sobre estas. Zarpa le había dicho que nadie notaría su marcha, pero no tenía claro si se refería al secuestro en sí o a algo más. Tampoco es que tuviera recuerdo alguno más allá de darle la mano.
—Desde luego —respondió finalmente—. Se me iban a prometer esa noche —una sonrisa ladina se dibujó en su rostro, sarcástica—. Era un secreto a voces, creerán que he huido despavorida. Tampoco les falta razón — dijo, tratando de tomárselo con humor. Luego emitió un suspiro corto, posando la vista en un punto inconcreto del suelo—. Mis padres estarán como locos, habrán movilizado a todos los sirvientes a buscarme, mi hermano es capaz de patearse las calles él solo…
Calló. Al entrar en detalles e imaginar la desesperación de su familia no pudo seguir.
—Espero que encontremos la manera de salir de aquí —tomó aire, recomponiéndose mentalmente—. ¿Y a ti, Tomoe? Por casualidad... ¿cómo se te llevaron? ¿Te engatusaron? ¿También te prometieron mentiras?
—Señorita Tomoe —respondió en un tono similar, casi divertido, inclinando suavemente el torso hacia delante para imitar la reverencia desde su asiento. Sonrió al comprender a lo que se refería—. Y no soy la única, parece ser.
Se acomodó para dejar mejor espacio a la asiática, moldeando su lenguaje corporal a la conversación. No creía realmente que nadie fuera a bajar o entrar para atacarlas, así que quitó el estilete de su regazo para dejarlo a un lado, sobre el reposabrazos del sillón. Conversar con un arma encima no era lo más adecuado. Guardó silencio ante sus palabras, insegura sobre estas. Zarpa le había dicho que nadie notaría su marcha, pero no tenía claro si se refería al secuestro en sí o a algo más. Tampoco es que tuviera recuerdo alguno más allá de darle la mano.
—Desde luego —respondió finalmente—. Se me iban a prometer esa noche —una sonrisa ladina se dibujó en su rostro, sarcástica—. Era un secreto a voces, creerán que he huido despavorida. Tampoco les falta razón — dijo, tratando de tomárselo con humor. Luego emitió un suspiro corto, posando la vista en un punto inconcreto del suelo—. Mis padres estarán como locos, habrán movilizado a todos los sirvientes a buscarme, mi hermano es capaz de patearse las calles él solo…
Calló. Al entrar en detalles e imaginar la desesperación de su familia no pudo seguir.
—Espero que encontremos la manera de salir de aquí —tomó aire, recomponiéndose mentalmente—. ¿Y a ti, Tomoe? Por casualidad... ¿cómo se te llevaron? ¿Te engatusaron? ¿También te prometieron mentiras?
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Silente
19/05/19, 01:08 pm
Reina
A la nipona le sorprenderia enormemente oir de la forma y tiempo en el cual fue secuestrada la chica. Una narrativa un tanto peculiar, abusada en historias de ficción, en carne y hueso. Pero de nuevo, la ficción refleja la realidad y ella misma sabia cuan extraordinariamente oportunos ciertos malos momentos en la vida de cada uno. Si acaso, no es que hubiera un mejor o peor momento para estar en su situación. Nadie sabia que esperaban de ellos en esta ciudad, les pedian supervivencia, algo tan básico y simple. ¿Quizás un juego macabro? Pero se disparaban en el pie al no darles comida.
—Vaya...— rompió a decir al final, cuando ya toda la historia habia sido relatada. Sus cejas se estremecieron unos instantes y se permitieron alzarse unos milímetros por encima de su posición de reposo. No habia que especular mucho sobre sus palabras cuando Kahlo mismo se explicó, como un libro abierto. Curiosamente, su confianza en ella era no solo esclarecedora sino agradable. A fin de cuentas, no se conocian y le acababa de contar algo que Reina habria considerado como personal. Al no mencionar sobre posibles reacciones de su proponiente, le dejó claro que bien le importaba poco aquel hombre, suponia, y que por lo tanto no era amigo. ¿Un matrimonio concertado? Posiblemente. Tamaña asquerosa tradición habia estado y todavia era presente durante la historia de la humanidad.
Una amenaza que Reina bien conocia. Con una especie de complicidad, la Heredera sonrió.
—Siento por tu familia y siento especialmente que se hayan quedado preocupados.—siguió. Sabia que por cordialidad o bien por curiosidad rebotaria aquella pregunta hacia ella. Un intercambio equivalente. Claro estaba, no podia contarle la verdad. No podia contarle sobre sus secretos de familia o sobre su relación con Nobuna. Alienígena o no, aquellos eran secretos tan personales que incluso ella misma dudaba si eran veraces en ciertos momentos de debilidad.
—Yo... Es más o menos lo mismo. No tengo pretendientes aún, gracias a mi suerte, pero es una amenaza reconocible, palpable incluso. Asi que te entiendo bastante bien.— sus ojos se desenfocaron mientras hablaba, dirigiendo la mirada vacia hacia la pared. Llamas del desagrado vibraron en sus retinas por un instante. —Pero mi familia es capaz de levantar hasta la última piedra para encontrarme. Soy, para ellos, una posesión demasiado valiosa como para perderme.—admitió. No podia contar la verdad, eso le era más que obvio. Pero no le prevenia de dejar trazas de hechos y verdades enmascaradas como situaciones más simplisticas. —Quien posiblemente me eche de menos sean mis amigas. Me secuestraron cuando estaba con ellas celebrando Halloween...—se cortó ahí al reenfocarse sobre Kahlo y ser recordada de sus facciones extraterrestres y que por lo tanto no seria consicente de que era Halloween.—...Es una fiesta de disfraces. Este es el mio.—aclaró en un momento, tirandose del jersey de rallas negras y amarillas.— Fue en un baño de mujeres. Un... Una señora, no sabria muy bien como definirla. Era humana, pero no lo era al mismo tiempo. Dificil de describir...—se tomó una pequeña pausa, frunciendo el ceño, recordando su apariencia con desidia.— Tenia juguetes como un vendedor callejero, pero no eran automatizados. Lo se a ciencia cierta, no hemos llegado a ese nivel. Lo mejor seria describirlos como seres con vida. Animales coleantes y vivos, pero hechos de materiales sin vida, como pequeñas esculturas.—
Se sacudió el pelo con gracilidad, dejandolo caer sobre su hombro. Ahora venia la parte que le daba rabia. La parte que hacia que el orgullo Empresarial y comerciante de Reina estallase de ira, pero se trasladó en una incomodidad en su nuca y una sequedad en sus palabras. Se llevó una mano a donde le molestaba y siguió hablando.
—Me drogó. Me mintió y me engañó. De haber estado en otra posición, no me habria hecho firmar nada. No tengo esa costumbre de firmar nada que me sea perjudicial, pero no estaba con mis aptitudes completas. Por ello, pagarán. De una manera u otra, lo que esta gente esta haciendo, no es solo ilegal, pero inmoral. Hay gente muy joven en nuestro grupo, y los habia incluso más en la plaza donde murió uno de los reptiles. Nadie que ponga en peligro a niños merece respeto o piedad.—
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
20/05/19, 12:26 am
Kradko no le respondió pero sí lo hizo Alec. Su voz venía del otro lado de su cama y la luz de la vela le permitió verlo recostado hacia él. Luci se arrebuyó en las sábanas, echaba de menos su edredón.
-¿Cómo podría dormir? -dijo, imitando el tono bajo del humano -Está demasiado oscuro y todo es feo y húmedo y tengo mucha mucha hambre – Poner sus quejas en palabras hizo que sus ojos se desbordaran. Intentó contener el llanto -Quiero volver a casa, quiero ver a mis padres. Hay monstruos ahí fuera que nos quieren matar.
Sus intentos no sirvieron de nada, terminó por echarse a llorar sin importarle si despertaba a alguien o no. Tenía hambre y se encontraba mal, tenía moratones y heridas en los pies por correr con zapatillas sobre piedra, la garganta le picaba por el polvo y su pelo estaba sucio.
-Él me dijo que era especial y que me darían magia. Es un mentiroso y un hijo de la Carandela.
Era la primera vez en su vida que decía algo tan feo, pero supuso que dada su situación nadie se lo reprocharía.
-¿Cómo podría dormir? -dijo, imitando el tono bajo del humano -Está demasiado oscuro y todo es feo y húmedo y tengo mucha mucha hambre – Poner sus quejas en palabras hizo que sus ojos se desbordaran. Intentó contener el llanto -Quiero volver a casa, quiero ver a mis padres. Hay monstruos ahí fuera que nos quieren matar.
Sus intentos no sirvieron de nada, terminó por echarse a llorar sin importarle si despertaba a alguien o no. Tenía hambre y se encontraba mal, tenía moratones y heridas en los pies por correr con zapatillas sobre piedra, la garganta le picaba por el polvo y su pelo estaba sucio.
-Él me dijo que era especial y que me darían magia. Es un mentiroso y un hijo de la Carandela.
Era la primera vez en su vida que decía algo tan feo, pero supuso que dada su situación nadie se lo reprocharía.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Silente
20/05/19, 02:39 am
Alec observó al daeliciano en la penumbra que daba la vela. No sabía exactamente la edad que tenía pero al escocés le recordó mucho a sus hermanos. Sus quejas, totalmente fundadas, despertaron en el chico el instinto de protección. Y cuando éste empezó a llorar Alec se levantó de la cama y se sentó en la cama de Luci, lo abrazó y se meció ligeramente con él, luego le susurró para no molestar al resto.
-Mañana buscaremos algo para comer - le aseguró.- Y no voy a permitir que nada de ahí fuera te haga daño.
En realidad Alec no estaba seguro de si podría cumplir eso, pero sabía a ciencia cierta que no podía dejar a un niño llorar sin sentirse mal por ello. Le hizo gracia la última expresión del niño le recordó mucho a "hijo de puta". Por esa razón y por intentar distraerlo un poco de las penurias del día le preguntó:
-¿Qué significa esa expresión?¿Qué es una Carandela?
-Mañana buscaremos algo para comer - le aseguró.- Y no voy a permitir que nada de ahí fuera te haga daño.
En realidad Alec no estaba seguro de si podría cumplir eso, pero sabía a ciencia cierta que no podía dejar a un niño llorar sin sentirse mal por ello. Le hizo gracia la última expresión del niño le recordó mucho a "hijo de puta". Por esa razón y por intentar distraerlo un poco de las penurias del día le preguntó:
-¿Qué significa esa expresión?¿Qué es una Carandela?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
20/05/19, 11:15 am
El resto no tardó mucho en subir a las habitaciones para irse a dormir. Cuando casi todos estaban ya en la habitación, el ochrorio veía por la ventana como los últimos rayos del sol iluminaban débilmente el patio y la estatua. Lo que le pareció extraño es que las estrellas no estuvieran apareciendo ya. Normalmente a esa hora ya se podían ver algunas en su tierra natal, pero a este paso las noches en Rocavarancolia iban a ser muy oscuras.
Es por eso que unos cuantos buscaron velas y candiles que encender para poder ver en el Torreón y, una vez los encontraron, todos se fueron a la cama. Aunque eso no significaba que estuvieran durmiendo. Chromsa fue de los primeros en cerrar los ojos para descansar, pero había muchas cosas en su cabeza como para poder dormir. En la oscuridad casi absoluta pensaba en su casa, en cómo su familia podría seguir adelante hasta que volviera, en todo lo que le prometió el Heraldo Rocuo, en si sería capaz de hacer magia, en sus nuevos compañeros de otros mundos, en lo duro que parecía que iba a ser sobrevivir en este nuevo mundo... Eran muchas cosas sin una respuesta concisa y que, por ahora, le preocupaban lo suficiente para no dormir.
Mientras pensaba una voz lo sacó de su ensimismamiento. Era la voz de Luci, que no podía dormir, a la cual Alec respondió. Chromsa escuchaba la conversación sin salir de la cama y aun con los ojos cerrados. Luci le estaba conmoviendo con su situación, al fin y al cabo es como se sentían todos con aquella situación, solo que algunos podían mantener los nervios mejor que otros.
Se incorporó en la cama a la vez que Alec salía de la suya hacia la de Luci para intentar calmarlo. Intentando hacer el menor ruido posible se levantó y también fue hacia allí. Llegó justo después de que Luci respondiera sobre que era la Carandela (o algo así). Una vez allí se dirigió en un tono agradable y con una sonrisa a Luci diciéndole: -Te entiendo perfectamente. Todos estamos muy asustados con esta situación, pero te aseguro de que tarde o temprano volveremos a casa. Puede que vivir en Rocavarancolia no vaya a ser fácil, pero si nos ayudamos los unos a los otros no nos pasará nada. Podríamos decir que es como la vida de un agricultor: no es fácil y hay que trabajar duro para sobrevivir, pero los resultados que tiene en una buena cosecha valen absolutamente la pena. Mientras estemos aquí nos tienes a todos nosotros para ayudarte hasta que cada uno pueda volver con su familia. Seguro que se alegrarán de verte después de todo este tiempo fuera. Y quien sabe, tal vez si que podamos hacer magia cuando todo esto acabe. A mí también me lo prometieron. Se que cuesta pero tendríamos que intentar descansar. Mañana tenemos mucho que hacer y hay que estar bien descansados. A partir de ahora todo irá bien mientras estemos juntos.
Toda aquel discurso improvisado le dio la sensación de que parecía que estaba hablando con Chrille, su hermana menor. Suponía que eso le ayudaría a calmar a Luci (ahora que lo pensaba no estaba seguro de si el ser rosado era un chico o una chica)y de paso a él mismo. La echaba mucho de menos y eso que solo había pasado un día. Mamá, papá, Chrille, Ezini... No os preocupeis, pronto estaré en casa- pensó esperanzado.
Es por eso que unos cuantos buscaron velas y candiles que encender para poder ver en el Torreón y, una vez los encontraron, todos se fueron a la cama. Aunque eso no significaba que estuvieran durmiendo. Chromsa fue de los primeros en cerrar los ojos para descansar, pero había muchas cosas en su cabeza como para poder dormir. En la oscuridad casi absoluta pensaba en su casa, en cómo su familia podría seguir adelante hasta que volviera, en todo lo que le prometió el Heraldo Rocuo, en si sería capaz de hacer magia, en sus nuevos compañeros de otros mundos, en lo duro que parecía que iba a ser sobrevivir en este nuevo mundo... Eran muchas cosas sin una respuesta concisa y que, por ahora, le preocupaban lo suficiente para no dormir.
Mientras pensaba una voz lo sacó de su ensimismamiento. Era la voz de Luci, que no podía dormir, a la cual Alec respondió. Chromsa escuchaba la conversación sin salir de la cama y aun con los ojos cerrados. Luci le estaba conmoviendo con su situación, al fin y al cabo es como se sentían todos con aquella situación, solo que algunos podían mantener los nervios mejor que otros.
Se incorporó en la cama a la vez que Alec salía de la suya hacia la de Luci para intentar calmarlo. Intentando hacer el menor ruido posible se levantó y también fue hacia allí. Llegó justo después de que Luci respondiera sobre que era la Carandela (o algo así). Una vez allí se dirigió en un tono agradable y con una sonrisa a Luci diciéndole: -Te entiendo perfectamente. Todos estamos muy asustados con esta situación, pero te aseguro de que tarde o temprano volveremos a casa. Puede que vivir en Rocavarancolia no vaya a ser fácil, pero si nos ayudamos los unos a los otros no nos pasará nada. Podríamos decir que es como la vida de un agricultor: no es fácil y hay que trabajar duro para sobrevivir, pero los resultados que tiene en una buena cosecha valen absolutamente la pena. Mientras estemos aquí nos tienes a todos nosotros para ayudarte hasta que cada uno pueda volver con su familia. Seguro que se alegrarán de verte después de todo este tiempo fuera. Y quien sabe, tal vez si que podamos hacer magia cuando todo esto acabe. A mí también me lo prometieron. Se que cuesta pero tendríamos que intentar descansar. Mañana tenemos mucho que hacer y hay que estar bien descansados. A partir de ahora todo irá bien mientras estemos juntos.
Toda aquel discurso improvisado le dio la sensación de que parecía que estaba hablando con Chrille, su hermana menor. Suponía que eso le ayudaría a calmar a Luci (ahora que lo pensaba no estaba seguro de si el ser rosado era un chico o una chica)y de paso a él mismo. La echaba mucho de menos y eso que solo había pasado un día. Mamá, papá, Chrille, Ezini... No os preocupeis, pronto estaré en casa- pensó esperanzado.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
20/05/19, 11:21 am
Kolja no se tomo a mal que Chromsa decidiese dejar lo del rastrillo para otro momento y asi se lo comunicó. Como ya creia haber hecho suficiente limpiando todos los colchones decidió que ya hora de retirarse a pensar y a estar por su cuenta. La verdad es que pensar no era de sus tareas preferidas, solia tender a conplicar mucho las cosas y a el le gustaban más bien sencillas. Subió a la muralla donde habia dejado las armas que habia cogido y se sento, cansado después del esfuerzo físico. Se pasó media hora simplemente sentado, sin pensar ni hacer nada, solamente viendo como el dia iba terminando y el sol se iba alejando hacia el orizonte.
El hambre llamó a la puerta, y cuando se hizo tan grande como para no poder estar relajado bajó la muralla para coger agua del pozo con la que llenar su estomago quejica. Tan lleno de agua que notaba como esta se movia dentro de su vientre se volvió a sentar en la silla y agarró la cota de malla, dispuesto a aprovechar lo que quedaba de luz para avanzar en las reparaciones. Fue desenganchando anillas dañadas y sustitullendolas por otras, una rutina a la que estaba acostumbrado y que le calmaba.
Para cuando la luz fue insuficiente ya había conseguido avanzar considerablemente en las reparaciones. Así que la dejó de lado y cogió la espada. Estaba claro que había sido forjada con instrumentos medievales y que el herrero o tenia mucho trabajo o no estaba especialmente interesado en forjarla adecuadamente. El filo de un lado era ligeramente más ancho que el del otro y aquello desestabilizaba el arma. Suspiro, resignado a tener qye conformarse con aquello, asi que cogió la piedra de afilar y comenzó otra rutina igual de conocida e igual de calmante. Pasaba la piedra por ambos filos, deteniendose cada pocas pasadas para confirmar que estaba trabajando igual los dos lados. Terminada esa parte, pasó a encerar la hoja y a cubrirla con una fina capa de aceite. Cuando hubo terminado la noche ya estaba avanzada. Distraido como estaba apenas se habia dado cuenta, pero una vez la espada estuvo en la vaina. Levantó la mirada y lo que se encontro lo descoloco durante un segundo. El cielo era tan negro como la boca de un lobo. No se veia ni una sola estrella en aquel firmamento ni ninguna luna que dentro de un tiempo pudiese tornarse roja. Aquello le devolvió la certeza de que ya no se encontraba en su mundo, un mundo que quizas jamás volviese a ver. Y con ese pensamiento todo volvió, como una ola que se cerniese sobre el amenazando con enterrarle bajo toneladas de agua.
Pensó en su familia. En un primer momento se habia alegrado de escapar de ellos y del destino aburrido e inferior hacia el que caminaba sin quererlo. Pero pasada esa pequeña alegria pensó en sus hermanas, las cuales siempre habian sido cariñosas con el y las cuales ahora tendrian que soportar a su madre o a uno de sus hermanos cuando su padre tuviese algun viaje de negocios. Pensó en los chicos que ahora remolonearian alrededor de sus pequeñas dulces hermanitas y a los cuales no podria espantar. Cuando se dio cuenta de aquel pensamiento no pudo hacer otra cosa que soltar una carcajada. Desde luego, no tenia las prioridades muy claras. Sus hermanas eran unas Günterson al fin y al cabo, eran muy capaces de mandar a paseo a cualquier idiota que se las acercarse. Pero la ventana de la melancolia ya se habia abierto, y la joputa no iba a dejarse cerrar tan facilmente. Pensó en su madre, una mujer de armas tomar que aunque a veces podia ser bastante cabezota siempre habia buscado lo mejor para sus hijos, aunque a veces se equivocase, ¿pero quien nacia sabiendo?. Pensó en sus hermanos, con los que tenia buenos recuerdos siendo los tres niños, antes de que su relación se enfriase por culpa de los celos y las injusticias. Pensó en su padre, que aun siendo un hombre frio y poco cariñoso siempre habia encontrado tiempo para enseñarle tantas cosas y hacer de el la mejor version de si mismo. La verdad es que ahora, que probablemente no podria volver a verlos, deseaba poder haber dejado las cosas de otra forma, mejor. Y pensando en su familia saltó a pensar en sus amigos, su familia de elección como suele decirse. La verdad es que los hecharia mucho de menos y se sentia algo culpable por haber elegido un futuro mas brillante y haberlos dejado atras sin apenas gastar un pensamiento en ellos. Pensó en su tierra, tan verde y viva. Que cierto es el dicho que dice que solo se hecha algo de menos cuando ya no se tiene. Y siguió pensando las horas que siguieron, sumido en completa oscuridad, el solo con sus pensamientos que cantaban una canción de tristeza y melancolía.
El hambre llamó a la puerta, y cuando se hizo tan grande como para no poder estar relajado bajó la muralla para coger agua del pozo con la que llenar su estomago quejica. Tan lleno de agua que notaba como esta se movia dentro de su vientre se volvió a sentar en la silla y agarró la cota de malla, dispuesto a aprovechar lo que quedaba de luz para avanzar en las reparaciones. Fue desenganchando anillas dañadas y sustitullendolas por otras, una rutina a la que estaba acostumbrado y que le calmaba.
Para cuando la luz fue insuficiente ya había conseguido avanzar considerablemente en las reparaciones. Así que la dejó de lado y cogió la espada. Estaba claro que había sido forjada con instrumentos medievales y que el herrero o tenia mucho trabajo o no estaba especialmente interesado en forjarla adecuadamente. El filo de un lado era ligeramente más ancho que el del otro y aquello desestabilizaba el arma. Suspiro, resignado a tener qye conformarse con aquello, asi que cogió la piedra de afilar y comenzó otra rutina igual de conocida e igual de calmante. Pasaba la piedra por ambos filos, deteniendose cada pocas pasadas para confirmar que estaba trabajando igual los dos lados. Terminada esa parte, pasó a encerar la hoja y a cubrirla con una fina capa de aceite. Cuando hubo terminado la noche ya estaba avanzada. Distraido como estaba apenas se habia dado cuenta, pero una vez la espada estuvo en la vaina. Levantó la mirada y lo que se encontro lo descoloco durante un segundo. El cielo era tan negro como la boca de un lobo. No se veia ni una sola estrella en aquel firmamento ni ninguna luna que dentro de un tiempo pudiese tornarse roja. Aquello le devolvió la certeza de que ya no se encontraba en su mundo, un mundo que quizas jamás volviese a ver. Y con ese pensamiento todo volvió, como una ola que se cerniese sobre el amenazando con enterrarle bajo toneladas de agua.
Pensó en su familia. En un primer momento se habia alegrado de escapar de ellos y del destino aburrido e inferior hacia el que caminaba sin quererlo. Pero pasada esa pequeña alegria pensó en sus hermanas, las cuales siempre habian sido cariñosas con el y las cuales ahora tendrian que soportar a su madre o a uno de sus hermanos cuando su padre tuviese algun viaje de negocios. Pensó en los chicos que ahora remolonearian alrededor de sus pequeñas dulces hermanitas y a los cuales no podria espantar. Cuando se dio cuenta de aquel pensamiento no pudo hacer otra cosa que soltar una carcajada. Desde luego, no tenia las prioridades muy claras. Sus hermanas eran unas Günterson al fin y al cabo, eran muy capaces de mandar a paseo a cualquier idiota que se las acercarse. Pero la ventana de la melancolia ya se habia abierto, y la joputa no iba a dejarse cerrar tan facilmente. Pensó en su madre, una mujer de armas tomar que aunque a veces podia ser bastante cabezota siempre habia buscado lo mejor para sus hijos, aunque a veces se equivocase, ¿pero quien nacia sabiendo?. Pensó en sus hermanos, con los que tenia buenos recuerdos siendo los tres niños, antes de que su relación se enfriase por culpa de los celos y las injusticias. Pensó en su padre, que aun siendo un hombre frio y poco cariñoso siempre habia encontrado tiempo para enseñarle tantas cosas y hacer de el la mejor version de si mismo. La verdad es que ahora, que probablemente no podria volver a verlos, deseaba poder haber dejado las cosas de otra forma, mejor. Y pensando en su familia saltó a pensar en sus amigos, su familia de elección como suele decirse. La verdad es que los hecharia mucho de menos y se sentia algo culpable por haber elegido un futuro mas brillante y haberlos dejado atras sin apenas gastar un pensamiento en ellos. Pensó en su tierra, tan verde y viva. Que cierto es el dicho que dice que solo se hecha algo de menos cuando ya no se tiene. Y siguió pensando las horas que siguieron, sumido en completa oscuridad, el solo con sus pensamientos que cantaban una canción de tristeza y melancolía.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
20/05/19, 01:22 pm
Los pensamientos de Kolja no tardarían en ser iluminados de pronto. El alemán notaría primero un reflejo de luminosidad fugaz en su cara que podría reconocer como procedente de una llama, seguido de varios más. No mucho después le llegaría a sus oídos el sonido de batir de alas acompañado por pequeños sonidos chirriantes. Una bandada de murciélagos flamígeros sobrevolaba el torreón y comenzarían su descenso para revolotear alrededor de Kolja.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
20/05/19, 07:50 pm
Kolja todavia estaba pensando en las personas que había dejado atras cuando algo llamó su atención. Fue como un destello en medio de aquella aplastante oscuridad. En un primer momento pensó que se trataba de alguno de sus nuevos compañeros que habia salido a buscarle, pero pronto se dio cuenta de sue error.
-Pero que demonios...-susurró al distinguir luces que surcaban el cielo en extrañas formas.
Fue entonces cuando empezó a oir los ruidos, como un ratón atrapado en una trampa. Poco a poco las luces se iban acercando, lo cual animó a Kolja a coger su arco y preparar una flecha colocando el carcaj delante suyo para tenerlo a mano. Cuando las figuras estuvieron lo suficientemente cerca se dio cuenta de que eran murcielagos, murcielagos en llamas.
-Por Hell, en que mundo de locos he acabado?-se preguntó.
Pronto los murcielagos empezaron a revolotear a su alrededor, lo cual descolocó al vikingo, no sabiendo si entrar corriendo al torreón o simplemente observar el espectáculo hipnótico que tenia delante.
-Pero que demonios...-susurró al distinguir luces que surcaban el cielo en extrañas formas.
Fue entonces cuando empezó a oir los ruidos, como un ratón atrapado en una trampa. Poco a poco las luces se iban acercando, lo cual animó a Kolja a coger su arco y preparar una flecha colocando el carcaj delante suyo para tenerlo a mano. Cuando las figuras estuvieron lo suficientemente cerca se dio cuenta de que eran murcielagos, murcielagos en llamas.
-Por Hell, en que mundo de locos he acabado?-se preguntó.
Pronto los murcielagos empezaron a revolotear a su alrededor, lo cual descolocó al vikingo, no sabiendo si entrar corriendo al torreón o simplemente observar el espectáculo hipnótico que tenia delante.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
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Re: Torreón Silente
20/05/19, 10:38 pm
Los quirópteros tan solo sentían curiosidad y se limitaban a volar en círculos cerca de la cabeza de Kolja. Tal vez si el humano no agachaba la cabeza podrían llegar a chamuscársele algunos pelos sueltos. Tanto si el humano decidía irse o quedarse sin hacer ningún movimiento brusco continuarían un rato más aquella suerte de danza en círculos alrededor de la azotea, hasta finalmente irse. Si detectaban algún signo de amenaza procedente de Kolja se alejarían a toda prisa.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
20/05/19, 10:45 pm
Kolja no podia hacer mas que quedarse mirando a aquellos murcielagos en llamas, totalmente embelesado. Cuando estuvo seguro de que no representaban una amenaza bajó el arco y devolvió la flecha a su carcaj. Le hacia gracia ver como los murcielagos hacian piruetas sobre su cabeza, alguno demasiado cerca para su gusto, y le alegraba saber que al parecer si era posible devertirse en aquel planeta. Finalmente se fueron y le dejaron a Kolja de vuelta en la oscuridad, pero poco importaba ya, porque aquellos murcielagos juguetones habian cambiado en animo del vikingo, llenandole de expectación y esperanza.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
21/05/19, 01:54 am
—A menos que el pretendiente lo elijas tú, no son más que un quebradero de cabeza —ladeó la cabeza en una pequeña sonrisa, reposando las manos sobre su regazo. Había un toque de humor en su tono. Sentir sus problemas reflejados en alguien tan distante le causaba un sentimiento reconfortante. Podría haber esperado una mayor diferencia sociocultural por parte Reina, pero por como expresaba y conocía de aquellos asuntos, era difícil para la varmana no asumir que sus mundos eran iguales, si no, muy similares. Matrimonios por obligación legal, herencias, familias influyentes... incluso clases sociales marcadas, o lo que a ella le parecían como tal. Ni consideraba que el resto de terrestres pudieran tener una experiencia muy diferente a aquella.
Sus pupilas se ensancharon en alerta cuando la morena pronunció la palabra “posesión”. Ella misma se había sentido como un juguete para su familia hasta hace nada, como una moneda de cambio, pero pensar que la buscaban por ello resultaba demasiado doloroso. Escurrió el sentimiento como pudo a un lado, forzándose a centrar su atención en cosas más nimias como su breve explicación a esa fiesta de su mundo.
«Eso explica la ropa» pensó, suponiendo que Reina llevaría vestimentas mucho más elegantes de no ser por la tal noche de Jalogüin.
La molestia de la asiática creció, igual que lo hizo la suya propia. Sabía bien a qué se refería con la humanidad de su secuestradora, pero no la interrumpió para añadirlo. Aunque la hubiera confundido con un espíritu y aún no tuviera claro si lo era o no, no cabía duda en que la tipa que la había arrancado de su hogar había sido una varmana balera. Sin embargo… esa cola, esas orejas, nadie en Varmania tenía semejantes rasgos, ni siquiera los piel muerta del norte.
Sus pupilas se contrajeron, hasta no ser más que una pequeña y fina línea negra perdida en el violeta de sus ojos. Un humo había inundado su habitación, se había aprovechado de su debilidad y la había reforzado con aquella droga que inhaló sin rechistar. Había pulsado los botones perfectos en el momento preciso con demasiada facilidad. Kahlo se había sentido estúpida por aceptar, pero ahora que el enfado bullía dentro suya gracias a las palabras de Reina, empezaba a creer que, dijera lo que dijera, no habría tenido otra opción desde el principio. Por supuesto que había aceptado conscientemente, pero jugando con sus esperanzas. Si ese humo había sido la droga, entonces no tenía porqué culparse tan duramente a sí misma. Apretó los puños.
—Desde luego —una chispa de peligro brillaba en sus ojos, ansias de venganza, de repercusiones. Aquellos gritos, las muertes, quedarían por siempre grabadas en su cerebro, todo sin contar el inmenso miedo a acabar como ellos. Kahlo nunca había mirado demasiado por los demás, nunca más que en sí misma o su familia, pero solo un monstruo podía ignorar aquel crimen. Aunque no lo hiciese solo por la inmoralidad del asunto, por el secuestro en masa de jóvenes y niños pequeños. Lo que más la movía era ver peligrar su propio bien—. ¿Sabes? Pensaba que había sido estúpida por caer en sus engaños, pero no soy tan ingenua. Jamás en sano juicio habría aceptado el trato de una completa desconocida que aparece en mi habitación como un ladrón o un… un fantasma. Mi secuestradora también era de mi especie, incluso de mi edad me atrevería a decir. Y a la vez no... no lo era. No llevaba juguetes, no que yo hubiese visto, pero tenía rasgos de animal salvaje. Mi habitación se llenó de humo, sospecho que esa fue la droga que me hizo aceptar tan rápido —llevó una mano a su boca para morderse el labio inferior sin delatar el gesto, pensativa ¿Y si eran el mismo espíritu? ¿Y si cambiaba de pieles para asemejarse a quienes quería secuestrar? Habría tomado a Reina por loca ante su descripción de los juguetes vivientes, pero no tras todo lo sucedido en las últimas 24 horas. Zarpa apareciendo detrás suya en el reflejo de su espejo, el barco volador, los monstruos, la masacre—. Es ridículo. No sé que ganan con todo esto. Un espectáculo morboso para verdaderos enfermos. Y eso que matarnos de hambre no suena muy interesante.
Cada palabra iba impregnada de veneno, de un profundo rechazo salido desde las entrañas de su miedo. En el fondo, la desnutrición no era la peor forma de morir que se le ocurría para aquel infierno. Hizo girar uno de los anillos en sus dedos con nerviosismo.
Sus pupilas se ensancharon en alerta cuando la morena pronunció la palabra “posesión”. Ella misma se había sentido como un juguete para su familia hasta hace nada, como una moneda de cambio, pero pensar que la buscaban por ello resultaba demasiado doloroso. Escurrió el sentimiento como pudo a un lado, forzándose a centrar su atención en cosas más nimias como su breve explicación a esa fiesta de su mundo.
«Eso explica la ropa» pensó, suponiendo que Reina llevaría vestimentas mucho más elegantes de no ser por la tal noche de Jalogüin.
La molestia de la asiática creció, igual que lo hizo la suya propia. Sabía bien a qué se refería con la humanidad de su secuestradora, pero no la interrumpió para añadirlo. Aunque la hubiera confundido con un espíritu y aún no tuviera claro si lo era o no, no cabía duda en que la tipa que la había arrancado de su hogar había sido una varmana balera. Sin embargo… esa cola, esas orejas, nadie en Varmania tenía semejantes rasgos, ni siquiera los piel muerta del norte.
Sus pupilas se contrajeron, hasta no ser más que una pequeña y fina línea negra perdida en el violeta de sus ojos. Un humo había inundado su habitación, se había aprovechado de su debilidad y la había reforzado con aquella droga que inhaló sin rechistar. Había pulsado los botones perfectos en el momento preciso con demasiada facilidad. Kahlo se había sentido estúpida por aceptar, pero ahora que el enfado bullía dentro suya gracias a las palabras de Reina, empezaba a creer que, dijera lo que dijera, no habría tenido otra opción desde el principio. Por supuesto que había aceptado conscientemente, pero jugando con sus esperanzas. Si ese humo había sido la droga, entonces no tenía porqué culparse tan duramente a sí misma. Apretó los puños.
—Desde luego —una chispa de peligro brillaba en sus ojos, ansias de venganza, de repercusiones. Aquellos gritos, las muertes, quedarían por siempre grabadas en su cerebro, todo sin contar el inmenso miedo a acabar como ellos. Kahlo nunca había mirado demasiado por los demás, nunca más que en sí misma o su familia, pero solo un monstruo podía ignorar aquel crimen. Aunque no lo hiciese solo por la inmoralidad del asunto, por el secuestro en masa de jóvenes y niños pequeños. Lo que más la movía era ver peligrar su propio bien—. ¿Sabes? Pensaba que había sido estúpida por caer en sus engaños, pero no soy tan ingenua. Jamás en sano juicio habría aceptado el trato de una completa desconocida que aparece en mi habitación como un ladrón o un… un fantasma. Mi secuestradora también era de mi especie, incluso de mi edad me atrevería a decir. Y a la vez no... no lo era. No llevaba juguetes, no que yo hubiese visto, pero tenía rasgos de animal salvaje. Mi habitación se llenó de humo, sospecho que esa fue la droga que me hizo aceptar tan rápido —llevó una mano a su boca para morderse el labio inferior sin delatar el gesto, pensativa ¿Y si eran el mismo espíritu? ¿Y si cambiaba de pieles para asemejarse a quienes quería secuestrar? Habría tomado a Reina por loca ante su descripción de los juguetes vivientes, pero no tras todo lo sucedido en las últimas 24 horas. Zarpa apareciendo detrás suya en el reflejo de su espejo, el barco volador, los monstruos, la masacre—. Es ridículo. No sé que ganan con todo esto. Un espectáculo morboso para verdaderos enfermos. Y eso que matarnos de hambre no suena muy interesante.
Cada palabra iba impregnada de veneno, de un profundo rechazo salido desde las entrañas de su miedo. En el fondo, la desnutrición no era la peor forma de morir que se le ocurría para aquel infierno. Hizo girar uno de los anillos en sus dedos con nerviosismo.
- ♪♫♬:
Re: Torreón Silente
21/05/19, 08:37 pm
Alyssa tampoco era capaz de dormir, lo cual no era precisamente una sorpresa teniendo en cuenta las circunstancias, pero saber eso no hacía que se sintiera mejor. El caso es que estaba despierta cuando la gente empezó a hablar. Lo hacían con un tono bajo e intentaban no despertar al resto pero, por muy bajo que hablaran, en el silencio absoluto que había era imposible que alguien que ya tenía dificultades para dormir consiguiera hacerlo. Estaba a punto de decirles que se callaran o que se fueran a hablar fuera, pero en aquel momento uno de ellos empezó a llorar. Ahora se sentía mal por haberse enfadado.
Sintiéndose culpable, pensó en ir a decir algo para calmarle pero… ¿Qué se suponía que le iba a decir? Quería ayudar, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo y al final no tuvo que hacer nada, porque tanto el otro con el que estaba hablando como el que se parecía algo a una nutria se levantaron de sus respectivas camas y fueron en su lugar. Una tercera persona probablemente sería demasiado.
Al final decidió levantarse de la cama y se sentó sobre esta para escucharlos. No iban dirigidas hacia ella, pero escuchar un par de palabras de ánimos tras el día que había tenido no le iba a venir mal,o eso había creído, porque cuando llegó al final acabó poniendo los ojos en blanco.
No es que hubieran dicho nada malo, o raro, pero el que se llamaba Chromsa, aunque empezó bien al o principio estaba, a ojos de la griega, alargándolo todo innecesariamente.
Decidió hacerse notar.
–Hablas demasiado – fue lo primero que dijo, dirigiéndose al ochrorio. –Pero se aprecia la intención. Tan solo intenta acortar esos discursos la próxima vez que los des dentro de una sala llena de gente intentando dormir.
Quiso acompañar lo último de gestos con sus brazos señalando las camas a su alrededor, pero se había olvidado que, como pijama, llevaba un jersey y pantalones largos de lana grises que le quedaban grandes, así que no se dio cuenta al principio de que no se le veían las manos. Quiso remangarse y repetirlos para que se viera bien, pero al final se paró a medio gesto y soltó un resoplido al darse cuenta de que estaba perdiendo el tiempo. –Bueno, ya me entendéis.
Tras eso decidió dirigirse al de piel rosada. No sabía realmente qué podría decir que le animara que no le hubieran dicho los otros ya, pero al menos podía dar una opinión optimista sobre el tema.
–En cualquier caso, estoy de acuerdo. Nos dijeron que habría refugios y comida, y si lo primero ha sido verdad no veo por qué mentirían en lo segundo. Encontraremos esas bañeras igual que hoy hemos encontrado este sitio.
Sintiéndose culpable, pensó en ir a decir algo para calmarle pero… ¿Qué se suponía que le iba a decir? Quería ayudar, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo y al final no tuvo que hacer nada, porque tanto el otro con el que estaba hablando como el que se parecía algo a una nutria se levantaron de sus respectivas camas y fueron en su lugar. Una tercera persona probablemente sería demasiado.
Al final decidió levantarse de la cama y se sentó sobre esta para escucharlos. No iban dirigidas hacia ella, pero escuchar un par de palabras de ánimos tras el día que había tenido no le iba a venir mal,o eso había creído, porque cuando llegó al final acabó poniendo los ojos en blanco.
No es que hubieran dicho nada malo, o raro, pero el que se llamaba Chromsa, aunque empezó bien al o principio estaba, a ojos de la griega, alargándolo todo innecesariamente.
Decidió hacerse notar.
–Hablas demasiado – fue lo primero que dijo, dirigiéndose al ochrorio. –Pero se aprecia la intención. Tan solo intenta acortar esos discursos la próxima vez que los des dentro de una sala llena de gente intentando dormir.
Quiso acompañar lo último de gestos con sus brazos señalando las camas a su alrededor, pero se había olvidado que, como pijama, llevaba un jersey y pantalones largos de lana grises que le quedaban grandes, así que no se dio cuenta al principio de que no se le veían las manos. Quiso remangarse y repetirlos para que se viera bien, pero al final se paró a medio gesto y soltó un resoplido al darse cuenta de que estaba perdiendo el tiempo. –Bueno, ya me entendéis.
Tras eso decidió dirigirse al de piel rosada. No sabía realmente qué podría decir que le animara que no le hubieran dicho los otros ya, pero al menos podía dar una opinión optimista sobre el tema.
–En cualquier caso, estoy de acuerdo. Nos dijeron que habría refugios y comida, y si lo primero ha sido verdad no veo por qué mentirían en lo segundo. Encontraremos esas bañeras igual que hoy hemos encontrado este sitio.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
22/05/19, 12:43 am
Luci se sorprendió por el abrazo pero no apartó a Alec. En ese momento necesitaba contacto físico y el humano era tan grande y cálido que ni siquiera le importó que su olor corporal fuera mucho más agrio que el de los hombres de su mundo. Había olido cosas cien veces peores ese día.
-La Carandela es… un monstruo horrible y traicionero que roba niños -explicó. ¿Es que la Carandela no existía en su mundo? -De lejos parece colorida y bonita pero según te acercas ves que en realidad es chirriante y huele mal y su voz da miedo. Al menos eso es lo que me contaba mi madre.
De pronto el daeliciano se dio cuenta de algo: Fue la Carandela la que se lo había llevado de su casa. Lo había atraído con mentiras, justo como en los cuentos.
-Estamos en el mundo de la Carandela -susurró para sí. Era la explicación perfecta a por qué todo era tan desagradable, aunque no entendía bien la finalidad de abandonarlos una vez los había secuestrado. Tampoco tenía una explicación para los monstruos del barco. ¿Acaso eran todos carandelas? ¿Había Carandelas en todos los mundos y era de esta ciudad de donde venian?
Chromsa lo sacó de sus cavilaciones al sentarse a su lado en la cama. Incluso bajo esa luz siniestra su cara seguía pareciéndole graciosa. Si no fuera por sus colores bien podría haber sido un personaje de cuento. Agradeció de veras sus palabras, aunque no terminaron de convencerle.
-En mi mundo los agricultores tienen coquetas casitas con macetas de menta en las ventanas y están rodeados de rosa. Aquí todo es gris -dijo, abrazándose las piernas y acurrucándose contra el pecho de Alec.
La repentina intervención de la única chica del grupo de la que no sabía el nombre le hizo fruncir el ceño. << Eso no ha sido muy amable>> Sin embargo, lo que dijo a continuación o fue ninguna tontería. A lo mejor no les habían mentido, al menos no en eso concretamente.
-¿A todos os prometieron magia? -Chromsa ya había dicho que sí, tenía curiosidad por el resto, también por el aspecto de sus respectivas Carandelas.
-La Carandela es… un monstruo horrible y traicionero que roba niños -explicó. ¿Es que la Carandela no existía en su mundo? -De lejos parece colorida y bonita pero según te acercas ves que en realidad es chirriante y huele mal y su voz da miedo. Al menos eso es lo que me contaba mi madre.
De pronto el daeliciano se dio cuenta de algo: Fue la Carandela la que se lo había llevado de su casa. Lo había atraído con mentiras, justo como en los cuentos.
-Estamos en el mundo de la Carandela -susurró para sí. Era la explicación perfecta a por qué todo era tan desagradable, aunque no entendía bien la finalidad de abandonarlos una vez los había secuestrado. Tampoco tenía una explicación para los monstruos del barco. ¿Acaso eran todos carandelas? ¿Había Carandelas en todos los mundos y era de esta ciudad de donde venian?
Chromsa lo sacó de sus cavilaciones al sentarse a su lado en la cama. Incluso bajo esa luz siniestra su cara seguía pareciéndole graciosa. Si no fuera por sus colores bien podría haber sido un personaje de cuento. Agradeció de veras sus palabras, aunque no terminaron de convencerle.
-En mi mundo los agricultores tienen coquetas casitas con macetas de menta en las ventanas y están rodeados de rosa. Aquí todo es gris -dijo, abrazándose las piernas y acurrucándose contra el pecho de Alec.
La repentina intervención de la única chica del grupo de la que no sabía el nombre le hizo fruncir el ceño. << Eso no ha sido muy amable>> Sin embargo, lo que dijo a continuación o fue ninguna tontería. A lo mejor no les habían mentido, al menos no en eso concretamente.
-¿A todos os prometieron magia? -Chromsa ya había dicho que sí, tenía curiosidad por el resto, también por el aspecto de sus respectivas Carandelas.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Silente
22/05/19, 09:46 pm
Reina
La linea de pensamiento de la Varmana llevaba a un sitio. Reina comenzó a vadear en aquellos pensamientos, intentando sacar sentido de algo en claro. Era muy funesto el pensar en los motivos de aquellos seres que les habian secuestrado. Claramente habian seleccionado a gente joven, o lo que la nipona podría imaginar como joven en el caso de otras de las especies. Sin duda, la cultura pop le recordaba demasiado a ciertos temas recientes de películas y videojuegos. No sabia si compartir esta información con Kahlo. ¿De qué serviria? Reina pensaba que le aquello tan solo la crisparia más, y por lo pronto, la chica le caia bien, no tenia motivos para molestarla.
Y, además, si al final resultaba como pensaba ella, cuanto menos supieran de ello, mejor seria para ella misma.
—Es un poco deprimente, la verdad. No se si el discurso, por llamarlo de alguna manera, que nos dieron al lado de la fuente cambia-idiomas será el primero de muchos o si será nuestra única guia.— se calló unos segundos, pestañas largas acompañaron a sus ojos azul electrico mientras estos se dirigieron al suelo. Si se iban a quedar mucho tiempo, seguramente convendria cambiarse de zapatos también. —Pero sino, puedo imaginar que haya que ganarse la comida, o directamente cazarla. No me gustan nuestras expectativas. Nunca he cazado en mi vida y preferiria no tener que hacerlo.—
Aquella sensación se esparció por su pecho. Cada vez que pensaba en el tema, se acordaba de aquel momento de su pasado y como si fuese una enfermedad, el desagrado y el miedo se esparcian por su sistema, infectando cada recoveco de su ser con una profunda aversión. Con un escalofrío se mordió el labio.
—Hablar de estos temas es tan inconsecuente, en verdad.— se cruzó los brazos por encima, cubriendose el pecho. Sus ojos habian perdido el brillo por un instante. —Estos derroteros nunca acaban bien y en verdad aún no sabemos nada. Salvo que ahí fuera hay un lagarto asesino.—
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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