Torreón Silente
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17 participantes
- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Silente
17/04/21, 12:06 am
Alec se carcajeó por la ocurrencia de Kahlo y su imitación de la momia que los había recibido.
-Sería el colmo - dijo todavía riéndose.- No jodas, Lethe, solo nos faltaba que se nos cayeran trozos de la Luna esa encima.
Se rascó la cabeza notando un pequeño bulto en ella. Confuso pensó que quizá se habría dado un golpe de la que estaba durmiendo. No se dio cuenta de la sangre que tenía en los dedos.
-Seguro que todo sale bien al final, ya lo veréis -comentó mirando al recién llegado.- Dichosos los ojos, bueno, el ojo en mi caso - rio.- Coge una silla y siéntate en el suelo. Y de paso pilla una taza de algo.
-Sería el colmo - dijo todavía riéndose.- No jodas, Lethe, solo nos faltaba que se nos cayeran trozos de la Luna esa encima.
Se rascó la cabeza notando un pequeño bulto en ella. Confuso pensó que quizá se habría dado un golpe de la que estaba durmiendo. No se dio cuenta de la sangre que tenía en los dedos.
-Seguro que todo sale bien al final, ya lo veréis -comentó mirando al recién llegado.- Dichosos los ojos, bueno, el ojo en mi caso - rio.- Coge una silla y siéntate en el suelo. Y de paso pilla una taza de algo.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Re: Torreón Silente
17/04/21, 12:29 am
Kolja le dedicó una sonrisa a la imitación de Kahlo. Era más la curiosidad de ver aquel importante astro que el temor de quedarse un año más, pero no la corrigió. Bajaron el resto que quedaban arriba, incluyendo al ruso, que aunque preguntaba por Chromsa exclusivamente decía de querer pasar el momento con todos. Kolja puso los ojos en blanco y se giró hacia la cocina.
Fue aquel el momento, tras las palabras de Alec, cuando su estomago decidió prender fuego. Se dobló por la cintura agarrándose a la mesa, incapaz de soltar un grito al quedarse sin aire ante la sorpresa. Le dolía todo el cuerpo, cada músculo y hueso de su metro noventaysiente. Intentaba respirar por encima del dolor, pero respirar también le causaba dolor. Estaba de espalda al resto, por lo que no sabía lo que estaba pasando con ellos. Con un quejido se dejó caer de rodillas sobre el suelo, abrazándose la tripa con ambos brazos.
Intentó girarse para que alguien se fijase en su cara, en su dolor, en su necesidad de ayuda, se sentía incapaz de hablar para pedirla.
"¿Qué me está pasando?" pensó, antes de que otra ola de dolor le atravesase.
Fue aquel el momento, tras las palabras de Alec, cuando su estomago decidió prender fuego. Se dobló por la cintura agarrándose a la mesa, incapaz de soltar un grito al quedarse sin aire ante la sorpresa. Le dolía todo el cuerpo, cada músculo y hueso de su metro noventaysiente. Intentaba respirar por encima del dolor, pero respirar también le causaba dolor. Estaba de espalda al resto, por lo que no sabía lo que estaba pasando con ellos. Con un quejido se dejó caer de rodillas sobre el suelo, abrazándose la tripa con ambos brazos.
Intentó girarse para que alguien se fijase en su cara, en su dolor, en su necesidad de ayuda, se sentía incapaz de hablar para pedirla.
"¿Qué me está pasando?" pensó, antes de que otra ola de dolor le atravesase.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Silente
17/04/21, 02:04 am
—Si me dáis telas puedo intentarlo —respondió a Amira, habiéndose tapado la boca para reír. Asintió junto con ella a las palabras de Chromsa; que la broma se mantuviese como una broma.
Su expresión languideció bruscamente al ver a Adam. Lejos de solo hacerle el vacío Kahlo le dedicó una mirada de pupilas rasgadas, indiscreta e inexpresiva, demostrando en silencio como se sentía hacia él durante largos segundos. Cuando miró a otro lado, sin embargo, fue como si no hubiera pasado nada, como quitarse una careta. Se imaginó lanzándole el té a la cara al ruso cuando Alec le dijo que bebiera algo, y aunque ese nivel de agresión estuviera muy lejos de sus acciones reales... fue placentero. Se centró en lo que había dicho Lethe para no dedicarle ni medio pensamiento más al chico.
—¿En serio? —dejó la taza en el suelo pegada al sofá, y cuando quiso ponerse en pie para ver a lo que la enderth se refería simplemente se quedó quieta.
No es que estuviera indispuesta físicamente, pero empezó a sentirse extraña, rígida. Un hormigueo constante recorría cada rinconcito de su piel sin resultar desagradable, como los escalofríos en los que notas el vello ponerse de punta. Sacó las piernas de debajo de la enorme camiseta que las escondía, pues era donde lo sentía más fuerte, destapando una especie de costra blanquecina sobre estas.
Emitió un sonido de sorpresa. No era exactamente una costra, era más como una... ¿capa? Lisa, suave y brillante. Quiso tocarla, quitársela pensando que se le había pegado algo del sofá, pero al tiempo que estiró el brazo vio otra cubriéndole el codo. Esta vez gritó de sobresalto. Su cerebro mandó órdenes locutoras a un miembro fantasma, y es que de haber tenido otra mano se la habría intentado arrancar ipso facto. El hormigueo se intensificó y antes de que pudiera saltar del sofá sus piernas quedaron escayoladas juntas dentro de lo que parecía un saco de dormir.
—¿¡Qu-qué es esto!? ¡Chicos!
Esa cosa... venía de ella. Lo notaba. Miró a sus compañeros con los ojos muy abiertos mientras, fuera lo que fuera eso, se expandía a una velocidad antinatural.
Su expresión languideció bruscamente al ver a Adam. Lejos de solo hacerle el vacío Kahlo le dedicó una mirada de pupilas rasgadas, indiscreta e inexpresiva, demostrando en silencio como se sentía hacia él durante largos segundos. Cuando miró a otro lado, sin embargo, fue como si no hubiera pasado nada, como quitarse una careta. Se imaginó lanzándole el té a la cara al ruso cuando Alec le dijo que bebiera algo, y aunque ese nivel de agresión estuviera muy lejos de sus acciones reales... fue placentero. Se centró en lo que había dicho Lethe para no dedicarle ni medio pensamiento más al chico.
—¿En serio? —dejó la taza en el suelo pegada al sofá, y cuando quiso ponerse en pie para ver a lo que la enderth se refería simplemente se quedó quieta.
No es que estuviera indispuesta físicamente, pero empezó a sentirse extraña, rígida. Un hormigueo constante recorría cada rinconcito de su piel sin resultar desagradable, como los escalofríos en los que notas el vello ponerse de punta. Sacó las piernas de debajo de la enorme camiseta que las escondía, pues era donde lo sentía más fuerte, destapando una especie de costra blanquecina sobre estas.
Emitió un sonido de sorpresa. No era exactamente una costra, era más como una... ¿capa? Lisa, suave y brillante. Quiso tocarla, quitársela pensando que se le había pegado algo del sofá, pero al tiempo que estiró el brazo vio otra cubriéndole el codo. Esta vez gritó de sobresalto. Su cerebro mandó órdenes locutoras a un miembro fantasma, y es que de haber tenido otra mano se la habría intentado arrancar ipso facto. El hormigueo se intensificó y antes de que pudiera saltar del sofá sus piernas quedaron escayoladas juntas dentro de lo que parecía un saco de dormir.
—¿¡Qu-qué es esto!? ¡Chicos!
Esa cosa... venía de ella. Lo notaba. Miró a sus compañeros con los ojos muy abiertos mientras, fuera lo que fuera eso, se expandía a una velocidad antinatural.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Silente
17/04/21, 12:16 pm
Alyssa seguía temblando, cubierta en una manta que en realidad no necesitaba porque aquello no tenía nada que ver con el frío.
Había estado escuchando el ruido de la gente moverse, habían ido bajando al salón o eso creía. Tenía hambre, quería bajar, pero si llegaba al grupo así tendría que explicarles lo que pasaba y… Cierto: ¿Qué le pasaba?
No era dar explicaciones lo que la hacía dudar, era el hecho de que no tenía ni idea de qué explicar. No sabía qué estaba pasando, solo que se acercaba, y se acercaba, y se acercaba....
De repente: calma, paz, como si todo a su alrededor se hubiera detenido. Por primera vez desde que tenía memoria la sensación parecía haber… ¿desaparecido? No, no se había ido, había llegado. Aquello que había sentido acercarse ya estaba aquí.
Al principio tiene la sensación de que se ha hecho el silencio, pero al poco rato nota que no es así. Hay un sonido, algo que no escuchaba desde… Ni siquiera recuerda cuando lo escuchó por última vez. Es el sonido de la lluvia golpeando contra las paredes del torreón.
Se levanta y deja la manta, buscando una ventana. En ese momento se da cuenta de que le duele la cabeza, pero no tanto como para que tenga que ponerse a pensar en ello. Si de verdad llovía, quería verlo.
Empezó a dirigirse al salón con la intención de salir al patio. Mientras tanto el dolor de cabeza, ahora más centrado en las sienes, iba en aumento.
Había estado escuchando el ruido de la gente moverse, habían ido bajando al salón o eso creía. Tenía hambre, quería bajar, pero si llegaba al grupo así tendría que explicarles lo que pasaba y… Cierto: ¿Qué le pasaba?
No era dar explicaciones lo que la hacía dudar, era el hecho de que no tenía ni idea de qué explicar. No sabía qué estaba pasando, solo que se acercaba, y se acercaba, y se acercaba....
De repente: calma, paz, como si todo a su alrededor se hubiera detenido. Por primera vez desde que tenía memoria la sensación parecía haber… ¿desaparecido? No, no se había ido, había llegado. Aquello que había sentido acercarse ya estaba aquí.
Al principio tiene la sensación de que se ha hecho el silencio, pero al poco rato nota que no es así. Hay un sonido, algo que no escuchaba desde… Ni siquiera recuerda cuando lo escuchó por última vez. Es el sonido de la lluvia golpeando contra las paredes del torreón.
Se levanta y deja la manta, buscando una ventana. En ese momento se da cuenta de que le duele la cabeza, pero no tanto como para que tenga que ponerse a pensar en ello. Si de verdad llovía, quería verlo.
Empezó a dirigirse al salón con la intención de salir al patio. Mientras tanto el dolor de cabeza, ahora más centrado en las sienes, iba en aumento.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Silente
17/04/21, 01:01 pm
A pesar de los nervios, todos parecían estar mejor que las semanas anteriores. Era comprensible, ese día cumplirían el objetivo que les dieron el primer día y la expectación estaba en el ambiente. A su manera, al ochrorio le agradaba ver al grupo reunido allí teniendo en cuenta la soledad que había sido predominante en el torreón. -No lo se, pero podría tener sentido tal vez. Aunque sería raro que si ni siquiera está en el cielo ya haya trozos aquí, ¿no?- respondió a la pregunta de Lethe.
No se había acercado a la puerta, estaba todavía cerca de las escaleras, aunque era su intención salir para comprobar lo que la enderth decía. Sin embargo una voz familiar le llamó y Chromsa se giró para verlo. Por primera vez desde hacía semanas, Adam había salido a buscarlo. Allí estaba, había bajado para estar con el resto después de haberse alejado de todos. Su actitud en ese momento le recordaba al chico tímido que llegó a los pocos días al torreón. Había pasado tanto desde aquello... Aquel "Te echaba de menos" le encendió las mejillas, le sacó mariposas en el estómago e incluso hizo que le hicieran cosquillas las piernas. Por un tiempo había estado dudando si su relación se había acabado, pero aquello confirmaba algo muy distinto. Con una sonrisa genuina empezó a decir sin que le importara lo que pensara el resto: -Adam, te amo. Yo...-
Iba a acercarse para abrazarlo y besarlo (si su pareja se lo permitía) cuando escucho la llamada de Kahlo. Se giró al instante para ver como algo estaba empezando a envolverla. Algo había empezado a caerle por ambos lados de la cabeza y, teniendo en cuenta el miedo que le estaba entrando, no le extrañaba que fuera sudor. Chromsa fue a dar un primer paso para llegar hasta la chica y ayudarla cuando la cabeza empezó a dolerle mucho, tanto que cayó de rodillas de la impresión. Un grito de dolor no muy alto dejó claro su situación a quien fuera que no lo había visto caer. El ochrorio se llevó las manos a la cabeza y, en el instante en que las notó empapadas, las miró para darse cuenta de que estaba sangrando. Horrorizado y todavía mirando la sangre de sus manos dijo: -¿¡Por la Acromía, que me está...!? ¡AH!-
El dolor seguía creciendo, pero no se le ocurría como hacerlo parar. Tal vez fuera el destino o una casualidad, pero en esa agonía vio algo por el rabillo del ojo. Una luz roja entraba desde la puerta. -(¿Se... Será acaso...?)- pensó con dificultad. Tenía que comprobarlo, aunque le costara la vida. Poco a poco Chromsa se reincorporó y comenzó a andar hacia el patio intentando no caer por el dolor. Tenía que ver qué había allá afuera.
No se había acercado a la puerta, estaba todavía cerca de las escaleras, aunque era su intención salir para comprobar lo que la enderth decía. Sin embargo una voz familiar le llamó y Chromsa se giró para verlo. Por primera vez desde hacía semanas, Adam había salido a buscarlo. Allí estaba, había bajado para estar con el resto después de haberse alejado de todos. Su actitud en ese momento le recordaba al chico tímido que llegó a los pocos días al torreón. Había pasado tanto desde aquello... Aquel "Te echaba de menos" le encendió las mejillas, le sacó mariposas en el estómago e incluso hizo que le hicieran cosquillas las piernas. Por un tiempo había estado dudando si su relación se había acabado, pero aquello confirmaba algo muy distinto. Con una sonrisa genuina empezó a decir sin que le importara lo que pensara el resto: -Adam, te amo. Yo...-
Iba a acercarse para abrazarlo y besarlo (si su pareja se lo permitía) cuando escucho la llamada de Kahlo. Se giró al instante para ver como algo estaba empezando a envolverla. Algo había empezado a caerle por ambos lados de la cabeza y, teniendo en cuenta el miedo que le estaba entrando, no le extrañaba que fuera sudor. Chromsa fue a dar un primer paso para llegar hasta la chica y ayudarla cuando la cabeza empezó a dolerle mucho, tanto que cayó de rodillas de la impresión. Un grito de dolor no muy alto dejó claro su situación a quien fuera que no lo había visto caer. El ochrorio se llevó las manos a la cabeza y, en el instante en que las notó empapadas, las miró para darse cuenta de que estaba sangrando. Horrorizado y todavía mirando la sangre de sus manos dijo: -¿¡Por la Acromía, que me está...!? ¡AH!-
El dolor seguía creciendo, pero no se le ocurría como hacerlo parar. Tal vez fuera el destino o una casualidad, pero en esa agonía vio algo por el rabillo del ojo. Una luz roja entraba desde la puerta. -(¿Se... Será acaso...?)- pensó con dificultad. Tenía que comprobarlo, aunque le costara la vida. Poco a poco Chromsa se reincorporó y comenzó a andar hacia el patio intentando no caer por el dolor. Tenía que ver qué había allá afuera.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Silente
17/04/21, 02:19 pm
El ambiente se había vuelto algo más tenso desde que Adam había bajado al salón, pero era normal. Llevaba evitándoles a todos semanas, y no se le veía muy convencido tampoco de querer estar ahí, salvo tal vez por Chromsa. Amira lo dejó estar sin decir nada y sin dedicarle malas miradas ni malos gestos.
No sabía qué responder a la pregunta de Lethe, así que se encogió de hombros mientras se levantaba a mirarlas. No había visto nada así nunca, y no sabía que podía ser. Se preguntaba qué pasaría ahora que la Luna iba a salir de una vez, porque la espera se le estaba haciendo eterna.
Si hubiera sabido lo que pasaría a continuación, no hubiera tenido tantas ansias por la llegada de ese momento. Se giró al oír las preguntas de Kahlo, y se llevó las manos a la boca en un grito ahogado.
—¡Kahlo! ¿¡Qué…!? —no entendía nada, pero estaba empezando a ser recubierta por una… ¿costra? O algo similar. — ¿¡Kahlo!? — fue corriendo hacia ella, pero cuando llegó ya estaba cubierta entera por aquella cosa. Fue a intentar quitársela, aquello no estaba bien, no podía estar bien…
«¿Uh?» ¿Qué había pasado? Estaba frente a aquella pupa extraña que se había tragado a Kahlo, pero no conseguía recordar qué había hecho los segundos antes. ¿Por qué nadie estaba intentando quitársela? No entendía muy bien qué había pasado en los segundos anteriores, pero el grito de Chromsa la sacó de su ensimismamiento.
—¡Oh, joder! ¡Estás sangrando! —le dijo, mirándole con horror — ¡Voy a por algo para limpiar…! —A lo lejos los lobos aullaban, pero había algo más. ¿Relinchos? No creía haber oído un solo caballo en todos aquellos meses. Olvidándose de Chromsa por un segundo, salió al patio, donde la recibió la lluvia. Llevaba tanto tiempo sin ver llover que le daba igual empaparse, lo estaba echando de menos. Miró a los cielos, donde la recibió la que posiblemente fuera la imagen más sobrecogedora que había visto nunca: ni siquiera las nubes conseguían eclipsar la enormidad de la Luna Roja. Los relinchos seguían sonando, pero era incapaz de determinar en qué dirección.
Las orejas empezaban a picarle, pero tampoco le daba demasiada importancia, porque los gritos de sus compañeros eran lo prioritario. Entró corriendo, yendo a la cocina a buscar algo para limpiar la sangre de Chromsa, y la de los otros que habían comenzado a sangrar. Allí se encontró a Kolja retorciéndose de dolor.
—¿Qué cojones está pasando? —le preguntó a todos y a nadie a la vez. No entendía nada. No entendía por qué sangraban, por qué les dolía, por qué a ella no le pasaba nada. Se sentía totalmente inútil sin magia, no tenía manera de curar todo aquello sin una chispa de magia en su interior y mucho menos estando prácticamente sola. Quería hacerse una bola en el suelo y llorar, superada por todo.
No sabía qué responder a la pregunta de Lethe, así que se encogió de hombros mientras se levantaba a mirarlas. No había visto nada así nunca, y no sabía que podía ser. Se preguntaba qué pasaría ahora que la Luna iba a salir de una vez, porque la espera se le estaba haciendo eterna.
Si hubiera sabido lo que pasaría a continuación, no hubiera tenido tantas ansias por la llegada de ese momento. Se giró al oír las preguntas de Kahlo, y se llevó las manos a la boca en un grito ahogado.
—¡Kahlo! ¿¡Qué…!? —no entendía nada, pero estaba empezando a ser recubierta por una… ¿costra? O algo similar. — ¿¡Kahlo!? — fue corriendo hacia ella, pero cuando llegó ya estaba cubierta entera por aquella cosa. Fue a intentar quitársela, aquello no estaba bien, no podía estar bien…
«¿Uh?» ¿Qué había pasado? Estaba frente a aquella pupa extraña que se había tragado a Kahlo, pero no conseguía recordar qué había hecho los segundos antes. ¿Por qué nadie estaba intentando quitársela? No entendía muy bien qué había pasado en los segundos anteriores, pero el grito de Chromsa la sacó de su ensimismamiento.
—¡Oh, joder! ¡Estás sangrando! —le dijo, mirándole con horror — ¡Voy a por algo para limpiar…! —A lo lejos los lobos aullaban, pero había algo más. ¿Relinchos? No creía haber oído un solo caballo en todos aquellos meses. Olvidándose de Chromsa por un segundo, salió al patio, donde la recibió la lluvia. Llevaba tanto tiempo sin ver llover que le daba igual empaparse, lo estaba echando de menos. Miró a los cielos, donde la recibió la que posiblemente fuera la imagen más sobrecogedora que había visto nunca: ni siquiera las nubes conseguían eclipsar la enormidad de la Luna Roja. Los relinchos seguían sonando, pero era incapaz de determinar en qué dirección.
Las orejas empezaban a picarle, pero tampoco le daba demasiada importancia, porque los gritos de sus compañeros eran lo prioritario. Entró corriendo, yendo a la cocina a buscar algo para limpiar la sangre de Chromsa, y la de los otros que habían comenzado a sangrar. Allí se encontró a Kolja retorciéndose de dolor.
—¿Qué cojones está pasando? —le preguntó a todos y a nadie a la vez. No entendía nada. No entendía por qué sangraban, por qué les dolía, por qué a ella no le pasaba nada. Se sentía totalmente inútil sin magia, no tenía manera de curar todo aquello sin una chispa de magia en su interior y mucho menos estando prácticamente sola. Quería hacerse una bola en el suelo y llorar, superada por todo.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
17/04/21, 02:26 pm
Evidentemente no esperaba ninguna respuesta real a su pregunta, que había sido retórica y tan solo se encogió de hombros ante los comentarios al respecto. Pronto dejó de importar, pues la sensación difícil de describir se empezó a acrecentar cada vez más y la enderth encaminó sus pasos hacia el patio casi por inercia.
Durante un instante eterno no prestó atención a lo que ocurría detrás de ella. El sonido y el impacto de la lluvia repentina no era más que ruido de fondo ante lo que se estaba descubriendo en el cielo. El fulgor rojizo era cada vez más intenso. Entre las nubes, que se apartaban para dejar paso, comenzó a asomar el astro del intenso color. Lethe se vio hipnotizada por la escena y aquella primera visión de la Luna Roja se quedaría grabada a fuego en su mente. No le importaba estarse empapando y hubiese permanecido en aquella postura durante mucho más tiempo de no ser porque pronto llegaron los gritos.
Lethe abandonó su trance y entró rápidamente, viendo como Chromsa se sujetaba la cabeza, Kolja se retorcía de dolor y la extraña seda que había envuelto las piernas de la varmana.
—¿De dónde ha salido eso? —preguntó tratando de acercarse apresuradamente.
Aquella cosa la envolvía sin detenerse y la enderth tuvo que recular. Solo para darse cuenta de que no era la única a la que le estaba sucediendo lo mismo.
>>¡Kradko! ¿Estáis bien? ¿Os está haciendo daño?
Se dio cuenta en ese momento de que le picaba mucho bajo la piel, Preocupada por sus compañeros no le había estado prestando atención, pensando que sería algo psicológico. Se estaba volviendo insoportablemente difícil de ignorar. Se acercó a alguno de los muchos heridos y después cambió de dirección, desorientada: no sabía a quién atender.
—Yo puedo… Puedo ayudaros. El hechizo.
Por todos los cachalotes cómo picaba. Le empezaba a costar concentrarse entre el caos a su alrededor y aquella maldita comezón. No se había dado cuenta de que a su alrededor se empezaban a acumular una enorme cantidad de plumas que se desprendían, pero sí del momento exacto en el que le empezó a doler alrededor del pico.
Durante un instante eterno no prestó atención a lo que ocurría detrás de ella. El sonido y el impacto de la lluvia repentina no era más que ruido de fondo ante lo que se estaba descubriendo en el cielo. El fulgor rojizo era cada vez más intenso. Entre las nubes, que se apartaban para dejar paso, comenzó a asomar el astro del intenso color. Lethe se vio hipnotizada por la escena y aquella primera visión de la Luna Roja se quedaría grabada a fuego en su mente. No le importaba estarse empapando y hubiese permanecido en aquella postura durante mucho más tiempo de no ser porque pronto llegaron los gritos.
Lethe abandonó su trance y entró rápidamente, viendo como Chromsa se sujetaba la cabeza, Kolja se retorcía de dolor y la extraña seda que había envuelto las piernas de la varmana.
—¿De dónde ha salido eso? —preguntó tratando de acercarse apresuradamente.
Aquella cosa la envolvía sin detenerse y la enderth tuvo que recular. Solo para darse cuenta de que no era la única a la que le estaba sucediendo lo mismo.
>>¡Kradko! ¿Estáis bien? ¿Os está haciendo daño?
Se dio cuenta en ese momento de que le picaba mucho bajo la piel, Preocupada por sus compañeros no le había estado prestando atención, pensando que sería algo psicológico. Se estaba volviendo insoportablemente difícil de ignorar. Se acercó a alguno de los muchos heridos y después cambió de dirección, desorientada: no sabía a quién atender.
—Yo puedo… Puedo ayudaros. El hechizo.
Por todos los cachalotes cómo picaba. Le empezaba a costar concentrarse entre el caos a su alrededor y aquella maldita comezón. No se había dado cuenta de que a su alrededor se empezaban a acumular una enorme cantidad de plumas que se desprendían, pero sí del momento exacto en el que le empezó a doler alrededor del pico.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
17/04/21, 03:13 pm
Chromsa lo seguía amando. Adam pensó que no se merecía tal trato, merecía que le rebatiesen, que le dijesen que estuvo siendo distante y borde. Sin embargo su pareja obvió eso, haciendo el intento de querer abrazarlo.
Pero comenzaron todas esas cosas. En un instante el ambiente se retorció y todos parecían se afectados por algo, una fuerza desconocida, algo horrible. Les prometieron, les dijeron que alcanzarían poderes divinos, habilidades fuera de lo común pero, ¿esto? Escuchó los gritos de Amira mientras observaba a Kolja, su maestro estaba retorciéndose en el suelo, era dolor. Poco tardó en ver que otros estaban igual y en mitad del ataque de pánico por la incertidumbre Chromsa gritó. Recordó cuando Ataulfo lo agarró del brazo y lo relacionó con sus gritos actuales, su pareja estaba sufriendo.
—¡Chromsa! —soltó desbordado de preocupación. Estaba sangrando, mucho. Adam se agachó, no quería dejarlo. Amira fue a por algo para limpiarlo y Adam pensó en el peor destino para su pareja, mientras le temblaban las manos pensó de verdad que iba a morir, que los que estaban afectados podrían dejar este mundo y no supo que hacer— ¡C-Chromsa no te muevas, intentaré ver si puedo curarte!
Estuvo a punto de hacer el hechizo pero un picor insoportable atacaba sus tobillos. Sus antebrazos no se libraron de esa sensación y también picaban como nunca. No pudo evitar arrascarse cuando notó en su piel bultos, cuyo tamaño y número exclamaban su anormalidad. Esas cosas le habían crecido de un momento a otro y se rascó con sus uñas sin mirar si se hacía daño o no.
—¡N-no lo sé! —respondió a Amira, muy asustado— ¡Chromsa sigue sangrando y me pican, me pican los brazos! ¡No puedo concentrarme para curarlo!
Su maestro y su pareja no fueron los únicos. Kahlo estaba siendo envuelta por… algo. ¿Por qué estaba pasando todo aquello? Se giró a Chromsa y le agarró de la mano, esta vez no lo soltaría por nada del mundo.
—Estoy aquí Chromsa, n-no me iré a ningún lado. Te pondrás bien, lo juro.
Siguió rascándose mientras apretaba más su agarre, el picor lo estaba desesperando.
Pero comenzaron todas esas cosas. En un instante el ambiente se retorció y todos parecían se afectados por algo, una fuerza desconocida, algo horrible. Les prometieron, les dijeron que alcanzarían poderes divinos, habilidades fuera de lo común pero, ¿esto? Escuchó los gritos de Amira mientras observaba a Kolja, su maestro estaba retorciéndose en el suelo, era dolor. Poco tardó en ver que otros estaban igual y en mitad del ataque de pánico por la incertidumbre Chromsa gritó. Recordó cuando Ataulfo lo agarró del brazo y lo relacionó con sus gritos actuales, su pareja estaba sufriendo.
—¡Chromsa! —soltó desbordado de preocupación. Estaba sangrando, mucho. Adam se agachó, no quería dejarlo. Amira fue a por algo para limpiarlo y Adam pensó en el peor destino para su pareja, mientras le temblaban las manos pensó de verdad que iba a morir, que los que estaban afectados podrían dejar este mundo y no supo que hacer— ¡C-Chromsa no te muevas, intentaré ver si puedo curarte!
Estuvo a punto de hacer el hechizo pero un picor insoportable atacaba sus tobillos. Sus antebrazos no se libraron de esa sensación y también picaban como nunca. No pudo evitar arrascarse cuando notó en su piel bultos, cuyo tamaño y número exclamaban su anormalidad. Esas cosas le habían crecido de un momento a otro y se rascó con sus uñas sin mirar si se hacía daño o no.
—¡N-no lo sé! —respondió a Amira, muy asustado— ¡Chromsa sigue sangrando y me pican, me pican los brazos! ¡No puedo concentrarme para curarlo!
Su maestro y su pareja no fueron los únicos. Kahlo estaba siendo envuelta por… algo. ¿Por qué estaba pasando todo aquello? Se giró a Chromsa y le agarró de la mano, esta vez no lo soltaría por nada del mundo.
—Estoy aquí Chromsa, n-no me iré a ningún lado. Te pondrás bien, lo juro.
Siguió rascándose mientras apretaba más su agarre, el picor lo estaba desesperando.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
17/04/21, 04:24 pm
Luci escuchaba sin atender las conversaciones de sus compañeros en su estado de duermevela. Se estaba aburriendo de esperar, y se le estaba levantando un dolor de cabeza que intentaba ignorar sin mucho éxito. Cuando Lethe se preguntó si las virutas rojas serían fragmentos de Luna miró el libro abierto por inercia, a ver si por fin aparecía algo. Y allí estaba, una mancha de tinta roja que empezaba a extenderse por la página. Luci no tuvo tiempo de avisar de ello a sus compañeros; los gritos habían comenzado.
Se puso en pie de golpe, tirando el libro al suelo. La escena era confusa y caótica: algunos de sus compañeros retorciéndose y sangrando, la lluvia entrando en el salón a través del portón abierto y empapándolos, la luz roja que avanzaba progresivamente y los bañaba. Ese color feo, brillante y alienígena que ahora asociaba al sufrimiento ajeno.
El dolor no tardó en llegar para él también. De pronto sintió como la piel de su espalda se abría y chilló. Era un dolor lacerante, de carne viva, y podía notar la sangre empaparle la ropa.
-¿QUÉ ESTÁ PASANDO? ¡ME DUELE! -gritaba entre sollozos mientras luchaba por deshacerse del jersey. Lo tiró un lado y trató de alcanzarse las heridas. Eran dos, sobre los omóplatos, paralelas. La sangre burbujeaba, y al mirarse las manos manchadas pudo ver que era demasiado oscura. Inmediatamente pensó en el brazo de Kahlo y sus curas. << Me estoy gangrenando >> pensó aterrado << ¡Voy a morir! >>
Sus llantos se hicieron más violentos, no solo por el dolor. Tenía miedo. Aquello que tanto tiempo habían esperado estaba allí y era una pesadilla. Les habían mentido desde el primer día, todos iban a morir esa noche.
A pocos metros de donde Luci se había desplomado, tirado en el suelo de piedra, el libro desvelaba su último verso sin que nadie le prestase atención:
Se puso en pie de golpe, tirando el libro al suelo. La escena era confusa y caótica: algunos de sus compañeros retorciéndose y sangrando, la lluvia entrando en el salón a través del portón abierto y empapándolos, la luz roja que avanzaba progresivamente y los bañaba. Ese color feo, brillante y alienígena que ahora asociaba al sufrimiento ajeno.
El dolor no tardó en llegar para él también. De pronto sintió como la piel de su espalda se abría y chilló. Era un dolor lacerante, de carne viva, y podía notar la sangre empaparle la ropa.
-¿QUÉ ESTÁ PASANDO? ¡ME DUELE! -gritaba entre sollozos mientras luchaba por deshacerse del jersey. Lo tiró un lado y trató de alcanzarse las heridas. Eran dos, sobre los omóplatos, paralelas. La sangre burbujeaba, y al mirarse las manos manchadas pudo ver que era demasiado oscura. Inmediatamente pensó en el brazo de Kahlo y sus curas. << Me estoy gangrenando >> pensó aterrado << ¡Voy a morir! >>
Sus llantos se hicieron más violentos, no solo por el dolor. Tenía miedo. Aquello que tanto tiempo habían esperado estaba allí y era una pesadilla. Les habían mentido desde el primer día, todos iban a morir esa noche.
A pocos metros de donde Luci se había desplomado, tirado en el suelo de piedra, el libro desvelaba su último verso sin que nadie le prestase atención:
<< La Luna Roja se alza.
Aullad, hijos de las tinieblas. >>
Aullad, hijos de las tinieblas. >>
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
17/04/21, 04:46 pm
Kradko observó con curiosidad la entrada inesperada de Adam y cómo se dirigió no solo a Chromsa, sino al resto. En realidad, lo observó con tanta curiosidad como cansancio. Llevaba unas horas sintiéndose adormilada y, aunque era consciente de lo poco que descansó la noche anterior, le parecía anormal en el ambiente general de expectación. Empezó con una ligera pesadez mañanera que llegó con una comezón difícil de localizar, pero que parecía producirse debajo de su caparazón. En aquel momento, sin embargo, le costaba ya centrarse en lo que decía o hacía el resto. Mucho menos podía hablar.
Al principio intentó combatirlo, pero cada vez le costaba más intentar tocar el tambor, hablar o siquiera mantener la cabeza firme. Poco a poco, la insecto iba sintiéndose progresivamente envuelta por una sensación letárgica y cada vez podía hacer menos contra ella. En algún momento, dejó de escuchar. Minutos más tarde, su cabeza se hundió hasta casi tocar el tambor que mantenía entre sus piernas cruzadas.
Con gentileza, una delicada capa sedosa empezó a cubrirla.
Al principio intentó combatirlo, pero cada vez le costaba más intentar tocar el tambor, hablar o siquiera mantener la cabeza firme. Poco a poco, la insecto iba sintiéndose progresivamente envuelta por una sensación letárgica y cada vez podía hacer menos contra ella. En algún momento, dejó de escuchar. Minutos más tarde, su cabeza se hundió hasta casi tocar el tambor que mantenía entre sus piernas cruzadas.
Con gentileza, una delicada capa sedosa empezó a cubrirla.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Silente
17/04/21, 05:37 pm
Alec no tardó en empezar a sentir dolores localizados por todo el cuerpo, en especial en su cabeza, en la zona de la coronilla. Eran algo muy molesto pero no habían llegado al punto de ser insoportables. Estaba a punto de comentarlo cuando se desató el caos.
Kolja se dobló por la mitad presa de algo parecido a un dolor insufrible, Chromsa cayó de rodillas gritando de dolor con sangre saliendo por ambas partes de la cabeza, Kahlo se estaba recubriendo de algo extraño y pronto tanto ella como Kradko estaban completamente tapadas por una pupa, Lethe perdía plumas a pasos agigantados, Luci lloraba de dolor al parecer con la espalda medio abierta. Solo Amira y Adam parecían estar en adecuadas condiciones y Alec...
Alec empezaba a sentirse mal, un dolor extremadamente fuerte recorrió su cuerpo sin olvidarse un solo centímetro. Emitió un gruñido y dejó caer el vaso que sostenía en la mano presa de un dolor como nunca había sentido, ni siquiera se había sentido así después de su lucha con Setenta y siete.
De pronto notó algo corriendo por su cuerpo dejándolo húmedo y pegajoso, era cálido y no paraba de manar y dolía, el olor a sangre de la sala se intensificó. Alec se rasgó la camiseta y no pudo evitar mirar con horror los bultos que sangraban y con profusión. Eso mismo notó corriendo por su cabeza y espalda. Si aquello continuaba así se iba a desangrar y sus compañeros no podrían hacer nada por él.
El escocés no pudo evitar mirar hacia la puerta del patio, la luz roja que se colaba entre la nubes de tormenta, entre el agua y los relámpagos. Si iba a morirse al menos tenía que echar un ojo a la Luna, tenía que ver aquello que llevaban esperando meses, aquello que Qirra no podría ver nunca.
Con un dolor enorme y goteando sangre Alec consiguió salir al patio y alzar la vista al gran astro de mismo color que el líquido tan valioso que el granjero perdía. Y por primera vez desde que había perdido la visión de su ojo derecho deseó con todas sus fuerzas no haberla perdido.
La Luna Roja se alzaba en el cielo de la ciudad reclamando lo que por derecho le correspondía, sus vidas. Era una madre orgullosa de todos sus hijos, estricta y que no dudaba en hacerlos sufrir para que fueran mejores, para que fueran aquello que estaban destinados a ser. Allí bajo la luz sangrante del astro Alec se sintió completo por primera vez en su vida, por fin no necesitaba nada más, solo la Luna.
Se dejó caer al suelo en el patio y se abandonó por fin al dolor que no había cesado de aumentar. Deseando arrancarse la carne y los huesos a dentelladas Alec por fin gritó, un grito que liberaba todo el dolor que estaba sintiendo, el miedo y la impotencia de tantos meses de sufrimiento.
Mientras gritaba y se retorcía la lluvia lavaba la sangre y sus pecados, ofreciéndole un renacer necesario para la ciudad.
Kolja se dobló por la mitad presa de algo parecido a un dolor insufrible, Chromsa cayó de rodillas gritando de dolor con sangre saliendo por ambas partes de la cabeza, Kahlo se estaba recubriendo de algo extraño y pronto tanto ella como Kradko estaban completamente tapadas por una pupa, Lethe perdía plumas a pasos agigantados, Luci lloraba de dolor al parecer con la espalda medio abierta. Solo Amira y Adam parecían estar en adecuadas condiciones y Alec...
Alec empezaba a sentirse mal, un dolor extremadamente fuerte recorrió su cuerpo sin olvidarse un solo centímetro. Emitió un gruñido y dejó caer el vaso que sostenía en la mano presa de un dolor como nunca había sentido, ni siquiera se había sentido así después de su lucha con Setenta y siete.
De pronto notó algo corriendo por su cuerpo dejándolo húmedo y pegajoso, era cálido y no paraba de manar y dolía, el olor a sangre de la sala se intensificó. Alec se rasgó la camiseta y no pudo evitar mirar con horror los bultos que sangraban y con profusión. Eso mismo notó corriendo por su cabeza y espalda. Si aquello continuaba así se iba a desangrar y sus compañeros no podrían hacer nada por él.
El escocés no pudo evitar mirar hacia la puerta del patio, la luz roja que se colaba entre la nubes de tormenta, entre el agua y los relámpagos. Si iba a morirse al menos tenía que echar un ojo a la Luna, tenía que ver aquello que llevaban esperando meses, aquello que Qirra no podría ver nunca.
Con un dolor enorme y goteando sangre Alec consiguió salir al patio y alzar la vista al gran astro de mismo color que el líquido tan valioso que el granjero perdía. Y por primera vez desde que había perdido la visión de su ojo derecho deseó con todas sus fuerzas no haberla perdido.
La Luna Roja se alzaba en el cielo de la ciudad reclamando lo que por derecho le correspondía, sus vidas. Era una madre orgullosa de todos sus hijos, estricta y que no dudaba en hacerlos sufrir para que fueran mejores, para que fueran aquello que estaban destinados a ser. Allí bajo la luz sangrante del astro Alec se sintió completo por primera vez en su vida, por fin no necesitaba nada más, solo la Luna.
Se dejó caer al suelo en el patio y se abandonó por fin al dolor que no había cesado de aumentar. Deseando arrancarse la carne y los huesos a dentelladas Alec por fin gritó, un grito que liberaba todo el dolor que estaba sintiendo, el miedo y la impotencia de tantos meses de sufrimiento.
Mientras gritaba y se retorcía la lluvia lavaba la sangre y sus pecados, ofreciéndole un renacer necesario para la ciudad.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
17/04/21, 06:11 pm
Kolja por fin se dio la vuelta, aunque le costó creer lo que veía. Ya había oído los gritos de algunos de sus compañeros, pero la visión todavía era peor. Chromsa estaba en el suelo mientras la sangre le manaba de dos bultos en la cabeza. Adam por supuesto estaba a su lado, parecía estar bien, aunque se rascaba los antebrazos con saña. Descartando un poco a los que estaban en cuerpo presente, se imagino que eran Kahlo y Kradko las que habían sido encerradas en aquellas pupas, diferentes la una de la otra. Luci lloraba en el suelo con dos largos tajos en la espalda de los que brotaba una sangre oscura y grumosa. Llegó a ver como Alec salía al patio, con aparentes dolores y bultos repartidos, Lethe se estaba desplumando, nada agradable de ver la verdad.
Mientras observaba la escena Amira entró desde el patio, mojada por la lluvia. Miró la escena tan incrédulo como el mismo, aunque en ella creía notar también un toque de desesperación. Mirandola una palabra acudió a su cabeza. Agua.
Con todo el esfuerzo que era capaz de ejercer se levantó agarrándose a la pared. Sus músculos y huesos le mandaban oleadas de dolor cada vez más intensas por el esfuerzo. Cada respiración le enviaba pinchazos de dolor al hincharse su pecho y su corazón parecía estar siendo estrujado con cada latido. Agarrado a la pared fue hacia la puerta del patio. Más allá le esperaba terreno abierto hasta el pozo, se dejó caer sin fuerzas para estar de pie sin una pared en la que apoyarse. Gateando fue hacia allí.
Se aupó en el borde del pozo y agarró la cuerda mientras la lluvia caía sobre él. Cada gota que caía sobre su persona era como si le clavasen una aguja en sus músculos doloridos. Con mucho esfuerzo fue alzando el cubo, con la cuerda quemándole las manos cuando los dolores impedían que siguiese agarrándola. Fue literalmente un tira y afloja, pero finalmente el cubo llegó al borde. Bebió con avidez, intentando apagar la hoguera que se había desatado en su estomago.
Cuando se dio cuenta de que no servía para nada desistió, abandonándose al dolor colocándose en posición fetal junto al pozo.
La luna se alzaba orgullosa en el cielo de tormenta, desparramando aquella luz rojiza sobre toda la ciudad. Kolja giró la cabeza para mirarla con una mezcla de súplica y acusación, era lo único que era capaz de hacer en ese momento.
Mientras observaba la escena Amira entró desde el patio, mojada por la lluvia. Miró la escena tan incrédulo como el mismo, aunque en ella creía notar también un toque de desesperación. Mirandola una palabra acudió a su cabeza. Agua.
Con todo el esfuerzo que era capaz de ejercer se levantó agarrándose a la pared. Sus músculos y huesos le mandaban oleadas de dolor cada vez más intensas por el esfuerzo. Cada respiración le enviaba pinchazos de dolor al hincharse su pecho y su corazón parecía estar siendo estrujado con cada latido. Agarrado a la pared fue hacia la puerta del patio. Más allá le esperaba terreno abierto hasta el pozo, se dejó caer sin fuerzas para estar de pie sin una pared en la que apoyarse. Gateando fue hacia allí.
Se aupó en el borde del pozo y agarró la cuerda mientras la lluvia caía sobre él. Cada gota que caía sobre su persona era como si le clavasen una aguja en sus músculos doloridos. Con mucho esfuerzo fue alzando el cubo, con la cuerda quemándole las manos cuando los dolores impedían que siguiese agarrándola. Fue literalmente un tira y afloja, pero finalmente el cubo llegó al borde. Bebió con avidez, intentando apagar la hoguera que se había desatado en su estomago.
Cuando se dio cuenta de que no servía para nada desistió, abandonándose al dolor colocándose en posición fetal junto al pozo.
La luna se alzaba orgullosa en el cielo de tormenta, desparramando aquella luz rojiza sobre toda la ciudad. Kolja giró la cabeza para mirarla con una mezcla de súplica y acusación, era lo único que era capaz de hacer en ese momento.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Silente
17/04/21, 06:19 pm
Cuando Chromsa se asomase al exterior, los vientos causados por la tormenta se arremolinarían en torno a él, empapándolo con la lluvia y cubriéndolo de hojas secas. La Luna, a lo lejos, tiñe las nubes de tormenta con su brillo rojizo y el suelo de la propia Rocavarancolia parece respirar como si se tratase de un ser vivo.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
17/04/21, 06:39 pm
El pánico no ayudaba y la seda iba a más. La que salía de sus piernas ya le llegaba a la cintura y ascendía como fuego sobre leña vieja. No dolía, pero el miedo de no entender que demonios estaba pasando hizo que la granta gritase de incertidumbre, aportando al ruido y al pánico. Amira se acercó a ayudarla en vano, porque nada más tocarla pareció quedarse en blanco. Con ojos llorosos quiso suplicarle que hiciera algo, pero no pudo. Ella y Chromsa, que sangraba como si se hubiera abierto el cráneo, fueron los últimos a los que vio antes de que un collarín crema tapase su visión por completo. Miró hacia arriba con la poca movilidad que le quedaba para ver como la cápsula se cerraba por completo.
Hiperventiló. Aún podía oír a sus compañeros. Uno pensaría que no ver la matanza sería mejor, menos sufrido, pero para Kahlo solo empeoraba las cosas: su imaginación se desbocaba, tan respecto a los de fuera como para sí misma.
Sin embargo el sonido de la lluvia y las voces se perdieron como una radio encendida en la habitación contigua. Tras dos pestañeos lentos y pesados se le cerraron los ojos, en el sueño más profundo y agradable que había sentido desde que la secuestraron, el tipo de sueño al que no recuerdas haber sucumbido.
Hiperventiló. Aún podía oír a sus compañeros. Uno pensaría que no ver la matanza sería mejor, menos sufrido, pero para Kahlo solo empeoraba las cosas: su imaginación se desbocaba, tan respecto a los de fuera como para sí misma.
Sin embargo el sonido de la lluvia y las voces se perdieron como una radio encendida en la habitación contigua. Tras dos pestañeos lentos y pesados se le cerraron los ojos, en el sueño más profundo y agradable que había sentido desde que la secuestraron, el tipo de sueño al que no recuerdas haber sucumbido.
- ♪♫♬:
Re: Torreón Silente
17/04/21, 06:41 pm
A medida que bajaba las escaleras empezó a oír los ruidos que venían del salón… y los gritos. Al mismo tiempo la cabeza le palpitaba cada vez con más dolor, pero apenas pudo pararse a pensar en ello porque fue entonces cuando llegó al salón y… a lo que había allí.
Había sangre por el suelo, indicando que alguien se había arrastrado mientras sangraba, aunque no podía saber quién de los presentes:
Cromsa sangraba, sujetado por Adam, lo mismo con Luci, que se veía todavía peor. También vio a Amira, ilesa, intentando tomar algún control de la situación y… ¿Aquello eran dos pupas gigantes? ¿Serían la causa del problema?
Lo más chocante para la humana, incluso sin heridas, fue Lethe. Estaba prácticamente irreconocible, había perdido casi todo su plumaje. Eso, unido a la sangre a su alrededor… Tuvo que resistir las ganas de vomitar ante todo lo que acababa de ver.
Tras trastabillar lo que quedaba de camino hasta el salón fijó su mirada en Amira, que era lo único de la sala a lo que todavía le encontraba sentido, y la llamó a gritos para atraer su atención.
–¿Qué está pasando? – Logró decir mientras volvía a notar el dolor de cabeza. Luego señaló a las pupas. –¿Qué son es…
No fue capaz de terminar la pregunta. en aquel momento el dolor, que hasta ahora había sido llevadero, se disparó de repente y las palabras que iba a decir fueron reemplazadas por un grito de dolor. Perdió el equilibrio, pero logró apoyarse con una mano en una mesa justo antes de caerse, mientras se llevaba la otra a una sien.
Lo notó entonces: En su sien había un bulto húmedo, y caliente. Retiró la mano para ver que la tenía cubierta de sangre. Lo que estuviera pasando al resto le pasaba también a ella.
Volvió a mirar a Amira una última vez con miedo, mucho miedo, hasta que una nueva punzada de dolor la obligó a llevarse las manos a la cabeza y gritar otra vez.
Había sangre por el suelo, indicando que alguien se había arrastrado mientras sangraba, aunque no podía saber quién de los presentes:
Cromsa sangraba, sujetado por Adam, lo mismo con Luci, que se veía todavía peor. También vio a Amira, ilesa, intentando tomar algún control de la situación y… ¿Aquello eran dos pupas gigantes? ¿Serían la causa del problema?
Lo más chocante para la humana, incluso sin heridas, fue Lethe. Estaba prácticamente irreconocible, había perdido casi todo su plumaje. Eso, unido a la sangre a su alrededor… Tuvo que resistir las ganas de vomitar ante todo lo que acababa de ver.
Tras trastabillar lo que quedaba de camino hasta el salón fijó su mirada en Amira, que era lo único de la sala a lo que todavía le encontraba sentido, y la llamó a gritos para atraer su atención.
–¿Qué está pasando? – Logró decir mientras volvía a notar el dolor de cabeza. Luego señaló a las pupas. –¿Qué son es…
No fue capaz de terminar la pregunta. en aquel momento el dolor, que hasta ahora había sido llevadero, se disparó de repente y las palabras que iba a decir fueron reemplazadas por un grito de dolor. Perdió el equilibrio, pero logró apoyarse con una mano en una mesa justo antes de caerse, mientras se llevaba la otra a una sien.
Lo notó entonces: En su sien había un bulto húmedo, y caliente. Retiró la mano para ver que la tenía cubierta de sangre. Lo que estuviera pasando al resto le pasaba también a ella.
Volvió a mirar a Amira una última vez con miedo, mucho miedo, hasta que una nueva punzada de dolor la obligó a llevarse las manos a la cabeza y gritar otra vez.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
17/04/21, 07:29 pm
Le costaba horrores moverse. Cada paso era un suplicio por las constantes punzadas en la cabeza. Aún así, su voluntad impedía que se cayera. La mano derecha de Chromsa intentaba tapar una de las heridas sin éxito alguno, la otra la tomó alguien. El ochrorio se giró para ver que se trataba de Adam, que ya en un primer momento se había acercado a él cuando empezó el dolor. Sus palabras hicieron que, por un instante, dejara de lado su sufrimiento y el hecho de que al ruso le estaban saliendo bultos en los antebrazos que no paraba de rascarse. Lo miró a los ojos apagando un quejido y consiguió decirle: -Adam, tengo... necesito salir fuera... Es importante.- Para su suerte, el terrestre estaba decidido a seguirle hasta el fin del mundo en aquel momento. Juntos salieron al patio. De camino a la puerta, si bien no pudo fijarse bien en todos los detalles, escuchó los gritos de casi todos, vio las dos pupas que estaban formándose donde hacía unos instantes estaban Kahlo y Kradko y un montón de plumas caídas de Lethe.
Fuera en un primer momento pudo ver a Kolja cerca del pozo encogido de dolor y a Alec en el suelo mirando al cielo y gritando. Al ochrorio se le encogía el corazón de ver a todos en esa situación, pero tenía que comprobarlo. Mientras el agua caía del cielo sin parar, cosa que ya de por si podría haberle fascinado, miró al cielo. La vio. Una esfera enorme, del rojo más intenso, se extendía por el cielo y ni tan siquiera las nubes podían intentar tapar su brillo. Era preciosa y poderosa.
Las maravillas no quedaron ahí, pues notó como el viento empezaba a arremolinarse a su alrededor. El agua y hojas que traía la tormenta chocaban con su cuerpo. En parte para evitar que Adam se viera afectado y en parte por instinto, soltó su mano y dio un par de pasos adelante mirando al cielo. Se dejó caer de rodillas incrédulo mientras seguía mirándola y pudo notar la misma sensación que tenía en la espalda, tenía mucho pelo. El dolor seguía y la sangre manchaba la ropa al igual que el agua. Se alegró de haber decidido no ponerse su chaleco ese día, porque habría quedado destrozado como iba a quedar la ropa que llevaba puesta. Aun así, a pesar del dolor y el sufrimiento, Chromsa esbozó una sonrisa que dio paso a una risilla. Aun con espasmos de dolor que intentó aguantar, aumentó el volumen de sus carcajadas y dijo: -¡Jajajaja! ¡Alabada sea la Acromía! ¡Alabada sea! ¡Mírala, Adam! ¡No me ha abandonado!-
En la noche, Chromsa siguió intercalando sus gritos de angustia y sufrimiento con la alegría absoluta. Le habían prometido respuestas a sus dudas aquella noche en su mundo y por fin entendía todo. Había encontrado las respuestas después de meses. Aquel dolor, aunque duro, surgía del equilibrio en el que la sociedad de Ochroria creía, pero no sabían la realidad.
Fuera en un primer momento pudo ver a Kolja cerca del pozo encogido de dolor y a Alec en el suelo mirando al cielo y gritando. Al ochrorio se le encogía el corazón de ver a todos en esa situación, pero tenía que comprobarlo. Mientras el agua caía del cielo sin parar, cosa que ya de por si podría haberle fascinado, miró al cielo. La vio. Una esfera enorme, del rojo más intenso, se extendía por el cielo y ni tan siquiera las nubes podían intentar tapar su brillo. Era preciosa y poderosa.
Las maravillas no quedaron ahí, pues notó como el viento empezaba a arremolinarse a su alrededor. El agua y hojas que traía la tormenta chocaban con su cuerpo. En parte para evitar que Adam se viera afectado y en parte por instinto, soltó su mano y dio un par de pasos adelante mirando al cielo. Se dejó caer de rodillas incrédulo mientras seguía mirándola y pudo notar la misma sensación que tenía en la espalda, tenía mucho pelo. El dolor seguía y la sangre manchaba la ropa al igual que el agua. Se alegró de haber decidido no ponerse su chaleco ese día, porque habría quedado destrozado como iba a quedar la ropa que llevaba puesta. Aun así, a pesar del dolor y el sufrimiento, Chromsa esbozó una sonrisa que dio paso a una risilla. Aun con espasmos de dolor que intentó aguantar, aumentó el volumen de sus carcajadas y dijo: -¡Jajajaja! ¡Alabada sea la Acromía! ¡Alabada sea! ¡Mírala, Adam! ¡No me ha abandonado!-
En la noche, Chromsa siguió intercalando sus gritos de angustia y sufrimiento con la alegría absoluta. Le habían prometido respuestas a sus dudas aquella noche en su mundo y por fin entendía todo. Había encontrado las respuestas después de meses. Aquel dolor, aunque duro, surgía del equilibrio en el que la sociedad de Ochroria creía, pero no sabían la realidad.
Los dioses no existían, solo la Acromía.
La todopoderosa Acromía que había velado por él desde que llegó a la ciudad.
La Acromía creadora de todo y a la que todo volvería en la llegada del equilibrio.
La Acromía que, por fin, lo había elegido a él para transmitirle la verdad.
Porque la Acromía es el único dios de Ochroria y, tal vez, del universo...
Y la Luna Roja es su mensajera
La todopoderosa Acromía que había velado por él desde que llegó a la ciudad.
La Acromía creadora de todo y a la que todo volvería en la llegada del equilibrio.
La Acromía que, por fin, lo había elegido a él para transmitirle la verdad.
Porque la Acromía es el único dios de Ochroria y, tal vez, del universo...
Y la Luna Roja es su mensajera
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Silente
17/04/21, 07:32 pm
No, no, no podía ponerse a tener un colapso mental en aquel momento. Sus compañeros la necesitaban, estaban sufriendo. Sacudió la cabeza con ímpetu y fue a coger trapos y toallas limpias para ayudar a limpiar las heridas. No podía curarles con magia, pero al menos podía hacer eso. Se digirió de vuelta al salón, donde la situación estaba siendo peor aún: Lethe perdiendo plumas a pasos agigantados, Luci con toda la espalda abierta, Kradko en otra pupa, Adam con un montón de bultos en el cuerpo…
Miró a Kolja arrastrarse por el suelo hacia el patio, donde estaba Alec también en el suelo gritando de dolor, y Chromsa siendo cubierto de hojarrasca
—¡QUE TE JODAN! —le gritó al cielo, con toda la rabia que podía — ¡QUE TEN DEN, LUNA DE MIERDA!
Nunca había merecido la pena aquello, desde su perspectiva, pero aquello era peor de lo que había imaginado. Ver a todos sus compañeros sufriendo, desangrándose, era horrible. Iban a morirse, y ella no iba a poder hacer nada por haberse quedado sin magia. ¿Cómo pretendía parar todas esas heridas con unas estúpidas toallas?
Alyssa había llegado al salón, también sangrando por la cabeza y gritando de dolor
—¡No lo sé! ¡La puta Luna de mierda salió y empezó a pasar esto! —le dijo, mientras se acercaba a Luci, que parecía ser el que peor estaba —Voy a intentar quitarte la sangre… —le dijo, sin gritar, con toda la calma de la que fue capaz, y acercó una de las toallas a la sangre de la espalda, que era de un color oscuro y más densa. El picor de las orejas estaba yendo a peor, y la quemazón era ya imposible de ignorar. Quería rascárselas o ponerse algo frío a ver si mejoraba, pero su prioridad tenían que ser sus compañeros. Debía intentar salvarles. A lo lejos, los relinchos seguían sonando, incansables. «Putos caballos de mierda, no es el maldito momento»
Miró a Kolja arrastrarse por el suelo hacia el patio, donde estaba Alec también en el suelo gritando de dolor, y Chromsa siendo cubierto de hojarrasca
—¡QUE TE JODAN! —le gritó al cielo, con toda la rabia que podía — ¡QUE TEN DEN, LUNA DE MIERDA!
Nunca había merecido la pena aquello, desde su perspectiva, pero aquello era peor de lo que había imaginado. Ver a todos sus compañeros sufriendo, desangrándose, era horrible. Iban a morirse, y ella no iba a poder hacer nada por haberse quedado sin magia. ¿Cómo pretendía parar todas esas heridas con unas estúpidas toallas?
Alyssa había llegado al salón, también sangrando por la cabeza y gritando de dolor
—¡No lo sé! ¡La puta Luna de mierda salió y empezó a pasar esto! —le dijo, mientras se acercaba a Luci, que parecía ser el que peor estaba —Voy a intentar quitarte la sangre… —le dijo, sin gritar, con toda la calma de la que fue capaz, y acercó una de las toallas a la sangre de la espalda, que era de un color oscuro y más densa. El picor de las orejas estaba yendo a peor, y la quemazón era ya imposible de ignorar. Quería rascárselas o ponerse algo frío a ver si mejoraba, pero su prioridad tenían que ser sus compañeros. Debía intentar salvarles. A lo lejos, los relinchos seguían sonando, incansables. «Putos caballos de mierda, no es el maldito momento»
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
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