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Torreón Silente

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Torreón Silente - Página 57 Empty Torreón Silente

15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Magia:

Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.

En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.

La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.

LEC

Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

11/04/21, 02:05 pm
Amira no tenía la espiritualidad de otros de sus compañeros de torreón, y aunque enterrar a Qirra le pareciese bien, ella no creía en un más allá en el que pudiera estar ni tenía dioses a los que rezarle para que su viaje al más allá fuera bien. Estaba muerta y para Amira no había más, pero se calló todos aquellos pensamientos, por respeto a las creencias religiosas de sus compañeros.  

Los primeros días se hicieron eternos. Amira apenas hablaba con nadie, demasiado ocupada en tratar de desterrar todos los sentimientos encontrados sobre haber matado a Setenta y Siete. No se sentía mal porque estuviera muerto: si cualquier otro hubiera sido el que le hubiera matado, estaría genuinamente segura de que era lo correcto, de que la única justicia que merecía era aquella. El único motivo por el que se sentía mal era porque había sido ella la que lo había hecho, y le costaba no considerarse a sí misma una asesina. Se repetía mentalmente todas las aberraciones que Setenta y siete había hecho, y que sí había tenido una oportunidad de reinsertarse en sociedad (o lo que quedaba de sociedad en aquella ciudad) con los macialeros, a la que había respondido con más muerte. Le costó unos cuantos días, pero cuando se convenció de que había sido lo correcto los remordimientos no volvieron.

Dejó de cerrarse en sí misma una vez hubo resuelto aquel conflicto interno. Su actitud general hacia todos mejoró, e intentaba ser animada cuando los ánimos lo permitieran, sin hacer de menos por lo que pasaban otros compañeros y respetando si necesitaban espacio. Había aceptado entrenar con Kolja, primero por intentar distraerse de sus sentimientos, aunque después lo siguió haciendo porque era útil y necesario, ya que se había quedado sin magia. Mantener la cabeza ocupada durante el tiempo que quedaba hasta la salida de la Luna era lo que más le importaba, y haría todo aquello que pudiera, desde entrenar hasta ayudar a los que seguían heridos, o a cualquiera que necesitara algo, incluyendo salir, fueran a donde fueran. Si era un día tranquilo, o no había mucho que hacer, aprovechaba para trenzarse el pelo con tranquilidad, tardando todo lo que hiciera falta.

No se le había olvidado la conversación con Ulmara sobre vandalizar la estatua de Silente, y un día aprovechó estar de un humor relativamente bueno para ponerle un monóculo. Aquello pareció hacerle gracia a Alec, quien pidió que le pintara uno. Lo hizo de buen grado, aprovechando aquel día para reírse un rato, cosa que le hacía falta con la tensión que había en el torreón. El cambio en el carácter de Kahlo no estaba siendo agradable, pero no se lo pensaba echar en cara. Haber perdido un brazo de aquella manera debía ser horrible, y no podía culparla de estar de mal humor por no poder hacer nada. Intentaba asegurarse de que bajara a comer, y de que no se aislara mucho, más que nada por el bien de su salud mental.  Adam también se había vuelto más distante, pero parecía querer estar a solas, y tras un par de intentos para que no se aislara que no parecieron dar fruto, decidió que era mejor dejarle estar y que él mismo decidiera lo que era mejor para su salud mental.

Las noticias de los sendarios y los macialeros sobre Iemai y Nori le cayeron como un jarro de agua fría. Setenta y siete estaba muerto (y lo merecía, y que hubiera matado a Sere y herido a los demás solo reforzó esta idea hasta el punto de que se consideró demasiado blanda por haber dudado de que era lo correcto hasta hace tan poco), pero eso no impedía que en la ciudad hubiera otros monstruos que pudieran herirles. Que hubiera sido un ciudadano, sin embargo, no le sorprendía lo más mínimo. Lo había visto en su sueño, había leído sobre las atrocidades que hacían en aquella ciudad. Aquello solo hizo que entrenara más con Kolja, dispuesta a defenderse si volvía a hacer falta. Además, le recriminó (con relativo tacto) a este su insistencia, sabiendo que los demás se sentían incómodos de que se pusiera tan pesado. Si querían entrenar se unirían, y algunos preferirían centrarse en la magia que en otra cosa.

Salir siempre que se decidiera hacerlo hizo que Amira estuviese cuando fueron a la biblioteca a buscar hechizos e información sobre amputaciones por si acaso hacía falta. La francesa no quería pensar en ello, pero era mejor si lo sabían y era necesario. Aprovechó el viaje, sin embargo, para cogerle a la varmana el último libro de Crepúsculo. Sabía que lo quería, y ya que no podía hacer mucho al menos igual el libro le distraía. Tal y como estaba de humor, no había esperado mejoría, pero parecía ser que aquello la había animado. Al menos había podido hacer algo por ella.

Kahlo… a veces pensaba en la conversación que había tenido hacía meses con Adam. Parecía que le había revelado sus sentimientos a Chromsa, y que todo había ido bien, y aunque se alegraba muchísimo por ellos no podía evitar una punzada de celos por ello. Ella no se había atrevido a decirle nada a Kahlo, y se sentía una cobarde por ello, pero asumía que la varmana no la correspondería y no quería hacer las cosas más raras. Prefería tenerla como amiga antes que declararse y que saliera mal. Rocavarancolia no era precisamente un lugar en el que parecieran haber finales felices, así que podía aguantarse. Ya se le pasaría el flechazo, y seguiría manteniendo una amiga. Solo tenía que tragarse sus sentimientos un poco más.

A Amira los temblores le resultaban una molestia más que otra cosa. Quería que la luna llegara de una jodida vez y se acabase todo. La sensación ominosa que empezó a tener de un día para otro tampoco le hizo gracia, y menos cuando iban a tener que amputarle un brazo a Kahlo. Al principio no iba a participar, ya que usar la sierra le daba demasiado respeto ya que no tenía experiencia y no tenía magia, pero al final colaboró, quitando manchas de sangre y dando apoyo emocional a quien lo necesitara. Quería que, dentro de lo horrible, pudieran hacerlo lo más cómodos que pudieran.

---


Aquel era el día final, el día que marcaba el libro y el reloj como la salida de la Luna. No sabía si le daría magia, o poderes, o qué pasaría, pero sí sabía que acabaría todo. Que podrían volver a casa, antes o después. Había aprovechado a trenzase el pelo con calma por la mañana, ya que no tenían mucho que hacer, y ahora se aburría, sin mucho que hacer. Estaba sentada en el suelo del saló, apoyada contra un sillón, y miraba a Kahlo de forma distraída, tocándose el collar que había hecho hace meses la varmana y que siempre llevaba. Si volvían a casa, al menos se llevaría buenos recuerdos de gente maravillosa, aunque tuvieran que compartir espacio con un montón de malos recuerdos también. Si al final no podían volver, al menos tenía amigos en la ciudad. Suspiró profundamente: esperar se le hacía especialmente aburrido, y la incertidumbre no lo mejoraba.
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

11/04/21, 03:14 pm
Y pasaron las semanas, para la enderth demasiado lentas. La incertidumbre de lo que ocurriría cuando el reloj marcase “Luna Roja” se veía eclipsada por el mal ambiente generalizado que se generó en el torreón a partir de aquel fatídico día. Lethe misma parecía haber hecho una regresión en su carácter, que ella achacaba sobre todo a la actitud de sus compañeros, pero eso no era del todo cierto. La muerte de Qirra la había afectado más de lo que estaba dispuesta a admitir y cargó con la culpa en silencio durante el transcurso de las semanas. Pasó la mayor parte de su tiempo con Kradko, y cuando no estaba con ella estaba con Amira, Chromsa y, para su sorpresa, Alyssa. Ello se debía a que eran las personas que mejor llevaban, a sus ojos, la situación. Luci solo parecía triste, no obstante, y alguna vez le preguntó si quería ayudarle a aprender a tocar el xilófono. A Alec lo evitaba un poco después del incidente del palacete, pero con el tiempo también volvería a tratar con él. Siguió asistiendo a los entrenamientos con Kolja, pero porque Amira no dejó de hacerlo en ningún momento o si no ya lo hubiese enviado a pescar sardinas con las manos hacía mucho: el humano estaba irritantemente insistente con el temita de los entrenamientos y si no fuese por la compañía de Amira, la enderth hubiese empezado a entrenar en solitario de nuevo.

La persona con la que menos trataba era, sin duda, Adam. No sabía qué lucios se le estaba pasando por la cabeza al chaval, pero su actitud era un auténtico cachalote en su opinión. No sabía si creía que le guardaban rencor o qué, pero la enderth no sabía cómo manejar una situación como aquella, así que le hablaba solo cuando era necesario y nada más. Algo parecido ocurría con Kahlo, quien estaba realmente irritable, pero con ella se cortaba bastante por lo que la enderth sí interactuaba más con ella que con el ruso. Fue de las que también estuvieron pendiente de que no se descuidase y comiese cuando tenía que hacerlo, y fue de las primeras en ofrecerse sin reparos a llevar a cabo la operación que pronto se hizo necesaria.

Lethe nunca había tenido que hacer algo así, pero a ella no le resultaba tan escabroso como a muchos de sus compañeros. Era necesario para prevenir la gangrena y no había más qué hablar. No pudo evitar pensar como en Dryfus a partir de ese momento Kahlo sería evaluada con dureza para comprobar si seguía siendo útil a la sociedad o no (por no hablar de abandonada a su suerte sin más miramientos si se trataba de los locos de los arbóreos), y como probablemente ella hubiese intercedido por la varmana para evitar que la desechasen. ¿Cuándo se había vuelto así? Era una pregunta que últimamente no abandonaba su cabeza, pero que cada vez empezaba a darle menos importancia.

Además de las salidas a la biblioteca, la ausencia de Qirra significaba que había que salir más a menudo a por comida también. Lethe estaría en contra de cualquier otra salida del torreón que no fuese para una de esas dos cosas, o para encontrarse con los otros grupos, pero saldría todas y cada una de las veces que se decidiese hacerlo, aunque fuese a regañadientes. Lo cierto era que por un lado la zona de pozos se había vuelto mucho más segura gracias a la muerte de Setenta y Siete, y se descubrió yendo más tranquila a esa zona.

En cuanto a los demás… No tenían buenas noticias. A Lethe le dio bastante igual la historia de que Iemai no era “como ellos” y lamentó su muerte, la de Nori… y la de Sere. El cabrón del reptil psicópata se las había ingeniado para cobrarse otra víctima más justo antes de que pusieran fin a su reinado del terror. Esperaba que para los antiguos compañeros del mono del queso fuese un consuelo saber que no volvería a aterrorizarles más. Por otro lado, las circunstancias de la muerte de Nori e Iemai le hicieron comprender que habían tenido suerte en su encuentro con Kirés y el varmano y no volvería a fiarse de ningún habitante de aquel lugar de locos con el que se topasen. Ya sabían que no les iban a dar más información, a fin de cuentas.

_

Y llegó el día señalado. Se despertó por los gritos de Alec, creyendo que la Luna Roja ya estaba allí y estaba ocurriendo… algo. Pero resultó ser solo una pesadilla. Al igual que lo eran los temblores de tierra cada vez más frecuentes, que empezaban a ser verdaderamente molestos. Ese día había más nubes que nunca en el cielo y parecía que finalmente iba a llover. Le había sorprendido enormemente descubrir que para Chromsa algo tan normal como la lluvia era un fenómeno desconocido, por lo que cuando le vio aquella tarde observando las nubes por la ventana se acercó a él.
¿Qué te parece si bajamos a la puerta del patio para verlo mejor?  Está a punto de anochecer y supongo que esa Luna saldrá dentro de poco.
Por alguna razón, Lethe prefería que estuviesen todos juntos en la planta baja para esperar a lo que fuese que tuviera que llegar.
Lops

Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

11/04/21, 06:24 pm
Las semanas que siguieron al incidente con Setenta y Siete fueron de las más difíciles para Kradko desde que había llegado a Rocavarancolia. A pesar de que su condición anímica era bastante mejor a la que mostraba anteriormente, los cambios que supuso el incidente tanto por la muerte de Qirra como por el estado físico y mental del resto supusieron un golpe muy duro.

Por supuesto, la prioridad fue la situación de los heridos. A pesar de no contar con magia ella misma, hizo todo lo que pudo por ellos. Ya fueran tareas más mundanas o ayudar con las curas. Alec parecía llevarlo razonablemente bien gracias a las curas que le proporcionaron, pero el brazo de Kahlo estaba teniendo complicaciones.  Por ello, participó en tanto en la preparación como en la misma operación, pues el acto del corte en sí y la sangre no era algo que le afectaran mucho a la clinger.

Durante la operación proporcionó todo el material cuando era necesario y, cuando este se completó, se ocupó ella misma de recoger la extremidad cercenada, envolverla en una tela y prepararla para el entierro. Le costaba pensar que aquello había sido parte de la varmana en algún momento. De haber sido terrícola, hubiera pensado que se trataba más bien de parte del attrezzo de una película de serie B.

Aparte de las necesidades más inmediatas y las tareas más rutinarias que nunca descuidaba, intentó pasar todo el tiempo que pudo con el resto. Con el paso de los días fue viendo quién se mostraba más receptivo y quién no, pero incluso se intentó acercar a los que más se estaban aislando. En general, pasó el tiempo mayormente ocupada con sus tareas, con quien estuviera disponible, tocando música o tratando de sacar sentido del libreto sobre la misma. A pesar del ambiente general intentó, cuando pudo, pasar buenos momentos y divertirse. Por ejemplo, se echó unas buenas risas cuando Amira vandalizó la estatua del patio.

Le animó que Lethe se uniera a ella durante las sesiones musicales, llegaron incluso a tocar alguna cosa juntos. También le sorprendió un poco el acercamiento de Alyssa, aunque lo aceptó encantada e incluso le ofreció que se uniera a las sesiones musicales. A cambio, Luci pasó a unirse mucho más esporádicamente y a tomar un rol más de oyente pasivo. Entendía, por eso, que no le apeteciera y le dejó que se uniera según le fuera apeteciendo.

Un poco más le dolió que Adam directamente cortara todo el contacto con estas. Sin embargo, hasta ella entendía que el terrícola estaba muy mal y necesitaba más que nada tiempo. Le preocupaba como al resto, por eso, y le dolía pensar cómo esto estaría afectando también a Chromsa. Aunque fuera terrible dando consejos, intentó hablar con él y escucharle.

Como actividad práctica, le pareció muy bueno unirse a los entrenamientos de Kolja, era algo que ya había hecho ocasionalmente en el pasado y sabía que le iba a venir bien especialmente ahora. Aprovechó también en algunas sesiones para intentar con Amira hablar con él sobre la presión que estaba metiendo al resto para que entrenaran. A pesar de que el humano hacía dos como ella, tenía suficiente confianza para decirle que estaba equivocado en sus formas. Llegó incluso a enfadarse con él cuando se enteró de que estaba insistiendo a Kahlo. Como clinger, entendía su insistencia en ser útil y en hacer que el resto pudieran valerse por sí mismos. Era una decisión lógica y práctica. Sin embargo, pedirle eso a una herida le parecía pasarse de la raya. Y no dudó en decírselo directamente.

En algún momento llegaron a encontrarse con los cosechados de otros torreones y estos les hablaron sobre sus propias pérdidas. Aunque le dolía por ellos, también sintió que el compartir ese dolor les unía de algún modo.  Ella también sintió que habían tenido bastante suerte con los cuidadanos a los que se habían encontrado con anterioridad.

***

Aquella noche no pudo dormir bien, sabía lo que se venía al día siguiente. Aunque, más bien, lo que no la dejó descansar era lo que no sabía. Estaba convencida de que era peor saber que algo iba a ocurrir pero no el qué, que no saber nada de nada. Muy temprano de madrugada, cuando ya tenía claro que no iba a poder descansar más, subió hasta la azotea y se sentó en el borde para poder ver el amanecer. No sabía si iba a poder ver alguno más de la misma forma en el futuro.

En algún momento, casi llegó a caerse al oír un grito desde abajo. Menos mal que se quedó al final en un susto, pues había aprendido en los meses anteriores que no podía confiar en sus alas. Con prisa, bajó por la pared del torreón hasta que alcanzó la ventana de la que oía revuelo. Para su tranquilidad, parecía que el grito se debía a que Alec había tenido una pesadilla.

Pasó el día sin saber muy bien qué hacer. Se encontraba demasiado cansada y nerviosa para emprender nada. Se reunió en la planta baja con el resto para pasar el día y esperar. Se sentía tanto desesperanzada como aliviada de que por fin fuera a salir la Luna Roja.
Dal

Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

11/04/21, 09:54 pm
Alec observó con sorpresa como fue Adam el que se ofreció a sacar los cristales de su brazo y con mayor sorpresa como el chico se fue escaleras arriba sin terminar su trabajo. ¿Había hecho algo para molestar al ruso? Con el ceño fruncido contempló como trabajaba Amira.

-Gracias - dijo cuando terminó de sacar cristales.

No hizo ademán alguno de seguir a los que habían abandonado la sala más que nada porque seguía dolorido por todas las heridas. No tenía gracia para salir afuera a despedir a Qirra pero en su mente acompañó a los que estaban fuera.


Los días pasaron, llevándolos de forma inexorable más cerca de la Luna Roja. Alec se dejó atender por la gente con magia para terminar de curar sus heridas. El pie fue fácil, los cortes de los brazos también pero los cortes de la cara... no fueron complicados pero sí que picaron mucho. Se miró al espejo para intentar acostumbrarse a la visión y la falta de visión. La cicatriz no le gustaba, Setenta y siete le había quitado la visión de un ojo a cambio de morirse, no podía decirse que fuera un intercambio justo pero estaba convencido de que si el lagarto no los hubiera subestimado habrían muerto más del torreón, él incluido. Por eso estaba orgulloso de la cicatriz, no le gustaba pero una cosa no quitaba la otra y por eso no cubrió las cicatrices. Había sobrevivido y quería que todo el mundo que lo viera lo supiera.

Los primeros días tuvo dolor de cabeza a raíz de la falta del ojo derecho. Y se había vuelto infinitamente torpe, un día estaba comiendo y fue a coger el vaso de agua, tropezando con él y derramando el agua por la mesa. Tropezaba con cosas como la mesa, una encimera, el pozo... Pensaba que estaban más lejos de lo que realmente estaban. Tenía que acostumbrarse a aquella situación por mucho que le doliera. Literalmente por los golpes que se estaba llevando.

Se volvió mucho más cercano a la gente del torreón dejando la azotea para momentos en que de verdad necesitase un momento a solas. Un día Amira le dibujó a la estatua de Silente un monóculo y al escocés le hizo tanta gracia que le pidió a la chica que le pintase otro a él.

Su humor se volvió más negro sobre todo a costa de su propia ceguera. Pero en general trataba de estar más alegre por la gente que no lo estaba.

Se apuntó a los entrenamientos de Kolja, no para que lo enseñara a manejar el martillo si no por practicar. Su manejo del martillo había mejorado de forma increíble desde el principio de la criba y era algo que producía orgullo al joven. Era algo en lo que se había vuelto competente, una habilidad que nunca se habría aprendido en la Tierra seguramente.

El estado de Kahlo empeoró en general aunque no tanto como el de Adam que pareció alejarse de forma extrema de todos en el torreón, incluso de su novio, o al menos Alec sospechaba que ya eran pareja a aquellas alturas. Pero Alec no pensaba meterse en aquello, salvo que el ruso hiciera algo que terminase crispando los nervios del granjero que entonces sí le reprocharía su comportamiento. Tampoco se metió en la discusión que tuvieron la varmana y el terrestre, era cosa suya.

Respecto a Kahlo estuvo más atento con ella, asegurándose de que comiera cuando el resto no estaban tan pendientes. De alguna forma sentía una conexión con ella por ser los dos que peor parados habían salido de aquella batalla.
Cuando se vio que aquel brazo tenía que ser eliminado se ofreció para amputarlo casi sin pensar. Alec tenía mucha práctica en aquello, había sacrificado animales de la granja, cortado carne y huesos, se había salpicado muchas veces cuando hacía sus labores de granja. Buscó junto con el resto información en la biblioteca sobre amputaciones, leyendo todo lo que pudo y aprendiendo las técnicas que iba a necesitar para el proceso.

-Intentaré que sea lo más rápido posible - prometió cuando iba a hacer el torniquete. Serró todo lo rápido que pudo pero teniendo todo el cuidado del mundo en no fastidiar más la herida. Cuando terminó y comprobó que la herida estaba curada cogió se quitó la ropa ensangrentada y la tiró al foso, no había sentido nada al cortar el brazo de un amiga, aquello no podía estar bien.

Las noticias de los otros torreones no sentaron bien al escocés, quizá no tendrían que haber sido tan amistosos con los ciudadanos. Respecto a Setenta y siete no podía alegrarle más que estuviera muerto.

El olor a hierro se hizo omnipresente en la vida de Alec y a los temblores terminó acostumbrándose, ya no se le hacían raros y hasta que alguien no mencionó que había temblores por la ciudad no se dio cuenta de que no eran los mismos que sentía él. Lo peor empezó cuando la catedral soltó las pavesas y el mal rollo se extendió por toda la ciudad.


El día de la Luna Alec se despertó gritando, había tenido una pesadilla horrible pero según pasaban los segundos la olvidaba a pasos agigantados, solo le quedó la sensación de que había hecho la peor cosa que nadie podría hacer no importando lo mucho que se esforzasen. Esa sensación se quedó con él todo el día.

Se encontraba en el salón comiendo una manzana mientras notaba la tarde pasar, sentía la expectación de lo que venía, sentía la fatalidad acercarse... aunque lo más seguro es que fuera por aquel sueño de mierda.

-Bueno, ¿cómo lo veis? - preguntó antes de reírse entre dientes.- Yo a medias claro, es lo que hay - volvió a reírse.- ¿Soy el único que siente como si el mundo se le viniese encima?
Percy

Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

13/04/21, 05:24 pm
Kolja agradeció con un asentimiento a aquellos que aceptaron participar en el funeral. Chromsa les indicó un lugar apartado en el que podían enterrar a la dragoncilla y él y Luci la prepararon envolviéndola con una manta mientras Lethe cavaba el agujero. Cuando la parqia estuvo bien envuelta cogió una pala para ayudar a la pájaro, había dicho que se encargaría de enterrarla y no quería hacer cargar a los otros con ello. Tras un rato de trabajo delante solo les quedaría un montículo de tierra recién removida. Chromsa rezó a su divinidad mientras que el resto solo estaba allí, pensando para si mismos. Kolja no sabía si también rezaban o si se despedían en silencio. Él mismo solo hizo lo segundo, a pesar de haber estudiado los dioses nórdicos no los consideraba reales, y en Dios tampoco había creído nunca. En aquél momento solo deseó que hubiere alguna clase de vida tras la muerte, le daba igual a que religión correspondiese, pero esperaba que la dragoncilla estuviese en un lugar mejor, lleno de piedras curiosas y donde pudiese volar con sus amigos. Aunque se quedó allí durante un buen rato, finalmente el cansancio le forzó a separarse de la tumba y buscar su sofá para dormir.

Durante los siguientes días el humor de una gran parte del torreón cambió drásticamente. Su brazo incapacitado agrió el carácter de Kahlo, que empezó a molestarse por las cosas más estúpidas. Por supuesto las cosas estúpidas formaban parte de la especialidad de Kolja, por lo que, a pesar del momento compartido en el palacete, su relación sufrió un nuevo revés. Tampoco ayudaba el hecho de que el alemán se hubiese vuelto muy insistente con que todos atendiesen a los entrenamientos, incluso ella que estaba incapacitada. Así que, naturalmente, los dos terminaron cansándose el uno del otro con bastante rapidez. El ruso también había sufrido un cambio radical. De la noche a la mañana se había vuelto frio, reservado, solitario y taciturno. Kolja seguía sin hablar con él de todas formas, por lo que aquel cambio y el hecho de que dejase por completo los entrenamientos físicos y se dedicase a estudiar magia en solitario le vino bien para ello. Nunca hubiese pensado que su antiguo aprendiz fuese tan cabezota, ya debería haberse dado cuenta de que no tenía razón y haberse disculpado de verdad.

No sabía si se debía a su insistencia o a el encontronazo con 77 de hace varios días, pero consiguió que la mitad de sus compañeros del torreón se uniesen a los entrenamientos. Y la asistencia se mantuvo, con la única excepción de que Chromsa les dejó al poco de haber empezado. No le hizo demasiada gracia, pero ahora que Kahlo había quedado incapacitada el chico nutria era el que más capacidad mágica tenía, por lo que entendió que le dedicase su tiempo a la magia y no al entrenamiento físico. Luci también había dejado sus entrenamientos, aunque aquello pasó inmediatamente después de aquel fatídico día y antes tampoco se podía decir que hubiese entrenado con mucha regularidad. A cambio Amira, Lethe, Kradko, Alec y Alyssa se convirtieron en sus nuevos pupilos. Les sometía a un entrenamiento incluso más duro del que había organizado para Adam en su momento, también es que carecía del tiempo que había tenido con el ruso y sentía una necesidad, casi una obsesión, de enseñarles todo lo que el mismo sabía.

No se rindió con el resto, siguió intentando que se uniesen a los entrenamientos, pero no dio sus frutos. Más de uno de sus nuevos alumnos le aconsejó que se relajase, que si no se habían unido no lo iban a hacer por más que preguntase, pero no les hizo caso. Esto es hasta un día con Amira. La francesa volvió a pedirle que se relajase y entonces Kolja se abrió con ella y le contó la razón de ser de su obsesión. A partir de aquel día y de la charla con ella dejó de insistir a aquellos que se habían negado a participar desde el principio, aunque no rebajó la dureza de las clases.

Realmente la explicación que le dio a Amira se aplicaba a prácticamente todo lo que había estado haciendo desde el fatídico día. El participar en absolutamente todas las salidas, los entrenamientos e incluso ayudar con la operación de Kahlo. El brazo de la gatita no había dejado de empeorar desde la herida. Había adquirido un color negruzco horrible y estaba muy claro que se estaba gangrenando. En la operación sujetó el brazo mientras Alec cortaba la carne y serraba el hueso. No fue una vista agradable, aunque el aspecto de la extremidad tan… irreal resultó de ayuda. Enterraron el brazo en el jardín también, aunque no estaba seguro de que la gangrena no envenenase la cosecha en vez de ayudar.

Y los cambios de sus compañeros no fueron los únicos en tener lugar aquellas semanas. De nuevo el tiempo meteorológico, tan loco como la ciudad misma, les tenía preparadas algunas sorpresas, como la aparición de nubes en el cielo siempre despejado de Rocavarancolia. Y aquellos terremotos leves que parecían crecer en número e intensidad según se iba acercando la fecha señalada, la salida de la misteriosa luna roja. Y hablando de misterios rojos, la enorme catedral de aquel horrible color rojo empezó a tener un extraño impacto en los sentimientos de los cosechados. Cuando Kolja salía a por comida no podía evitar girarse a mirar el lugar donde se alzaba. La hacía cada dos por tres, incapaz de quitarse aquella molesta sensación. Y no le pasaba solo cuando estaba a la vista, incluso en la armería del torreón no podía escapar. Por suerte tras cierto tiempo sintiendo aquello se convirtió en una parte natural de su día a día, como el sonido de los grillos aquella vez que había estado en Grecia, las primeras noches apenas había podido pegar ojo, pero tras unos días se había acostumbrado tanto que si nadie le llamaba la atención sobre ellos ni se acordaba de que existían.

Quedaron también con sus compañeros de los otros torreones, los cuales parecía que también habían perdido a gente. Que una de las muertes fuese culpa de 77 le hizo apretar los puños con fuerza y alegrarse de que estuviese muerto. Cuando se lo dijeron dirigió la mirada hacía Adam, observando su reacción ante la noticia, a ver si seguía pensando que no deberían haberse alegrado de su muerte. El ruso no dijo nada, pero para satisfacción de Kolja no parecía muy cómodo en su propia piel. La muerte de Iemai por parte de un ciudadano le chocó un tanto, incluido el hecho de que no fuese una de los suyos, sino una esclava fugada que se había refugiado en el grupo, intentando pasar desapercibida. Tras una cavilación rápida Kolja decidió que no la culpaba, él hubiese hecho lo mismo de haber estado en su situación. Cuando volvió del encuentro decidió empezar a dejar un arcón con armas en el salón. No quería que les sorprendiesen sin armas a mano si les atacaban dentro en algún momento.

A parte de esto siguió con su rutina de llevarse fardos con armas a la muralla y dedicar gran parte del día a ponerlas en regla mientras pensaba. En realidad, ya no necesitaba hacerlo, tenían tantas armas que les daría para armar a los tres torreones, ahora dos por la fusión, sin problemas, pero la rutina era la rutina, era lo único que podía hacer allí remotamente relacionado con la forja. Y la muerte de Qirra hacía que tuviese muchas cosas que replantearse.
Hasta aquel día había pensado que era muy probable que el premio que les esperaba al final del camino hiciese que todo hubiese merecido la pena, pero desde el fallecimiento de la dragoncilla ya no estaba seguro de que hubiese nada que realmente pudiese compensar lo que les habían hecho pasar. Y también estaba la decisión de si volvería o no a la Tierra una vez todo hubiese terminado. Por supuesto, no sabía si siquiera tendría la elección. Quizás estaba obligado a quedarse, o quizás no se lo permitirían. En todo caso, tenía que decidir qué haría en el caso de que se le diese a elegir. Pero había tantas variables… La decisión que tomasen sus compañeros era una esas variables. La verdad es que habían pasado por mucho juntos, y Kolja no quería separarse de ellos ahora, quería que afrontasen el futuro juntos como en los últimos meses. También dependía del premio. Si por ejemplo era una gran cantidad de dinero de allí, o una casa, o un negocio u otra cosa que no pudiese llevarse a la Tierra sería como haber pasado todo aquello por nada finalmente. Pero ¿Quería realmente formar parte de la sociedad que había provocado la muerte de Qirra? No estaba convencido… Al final la única decisión a la que pudo llegar era que no podía tomar una decisión, no sin saber más.

La noche antes de que se descubriese la última página del libro de Luci la pasó en las almenas, observando el baile de los murciélagos flamígeros bajo las estrellas que poblaban el cielo de la ciudad. Era hermoso, era peligroso y hermoso, una verdadera simbolización de la propia naturaleza de aquél lugar. Se pasó toda la noche allí fuera, esperando poder encontrar alguna señal del astro que encararían mañana, sin suerte.

El cielo estaba totalmente encapotado, las nubes auguraban lluvia. Kolja se levantó del suelo de piedra de la muralla y se dirigió al salón, donde se había juntado una buena parte de sus amigos.

-¿Os habéis fijado en el cielo? No se cómo vamos a poder ver esa dichosa luna con tal capa de nubes llenando todo el firmamento-
se quejó.

Estaba atardeciendo.
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Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

14/04/21, 12:15 am
Luci durmió de un tirón, agotado como estaba por el desgaste mágico, físico y emocional. Las noches siguientes no tuvo tanta suerte.

El ambiente en el torreón se había enrarecido. Había rencillas sin resolver, duelos complicados, dolor, y prácticamente ningún recurso para gestionarlo. Luci se volcó en los cuidado de los heridos. Quiso salir a la biblioteca a por información, algo más que los pocos hechizos de los que disponían, y fue prácticamente la única razón por la que salió. Vista su patética actuación durante la crisis de 77 se creía de más utilidad allí aguardando a los que salían. Era diligente con sus tareas y meticuloso con las curas y las necesidades de sus compañeros, pero mientras no estaba concentrado en una tarea concreta tenía los sentimientos a flor de piel. Lloraba por todo. Cualquier señalización, mal comentario, incluso algo dicho en un volumen demasiado alto, podía desencadenar el llanto. Cuando esto ocurría intentaba huír cuanto antes a su escondite en el armario, pues no quería empeorar todavía más el humor del grupo. Se cuidaba especialmente de no llorar delante de Kahlo. A pesar de la charla que tuvieron hace tiempo sobre no guardarse los sentimientos y que la varmana tenía bastante más deferencia con él que con otros compañeros Luci estaba aterrado por estar en su presencia, más aún viendo que su brazo no solo no estaba mejorando con sus cuidados, si no que iba a peor.

A pesar de su fragilidad no quería estar solo, así que cuando podía buscaba a los que consideraba los miembros seguros del grupo en ese momento, especialmente si estaban ocupados en alguna tarea, y los acompañaba en silencio con sus propios quehaceres. Chromsa, Amira, Alyssa, y sobre todo Kradko y Lethe eran sus compañías habituales cuando se sentía con fuerzas para ser sociable. Con estas dos últimas incluso aceptó unirse de oyente a sus clases de música, o dar algún que otro consejo sobre el uso de los instrumentos, aunque nunca terminase de unirse del todo. La presencia y el olor de Alec le recordaban siempre a las curas y al día fatídico. Olía a sangre, Luci nunca se lo dijo porque le daba miedo ofenderle, pero olía a su sangre alienígena y a ceniza, y su extraño humor en lugar de calmarle le incomodaba. Evitaba a Kolja desde el instante en el que empezó a insistir con los entrenamientos. Llegó a un punto un tanto ridículo, pues era ver al rubio y querer huir en dirección contraria por miedo a que sacase el tema (y la mayoría de veces hacía justo eso). Adam estaba simplemente imposible, y Luci era incapaz de discernir si estaba enfadado por su actitud o apenado. Ni siquiera se había dado cuenta del cambio en su relación con Chromsa.

Si no estaba Kolja en el patio, o estaba lo bastante concentrado en su trabajo, pasaba tiempo en el patio, junto a la tumba de Qirra. Había hecho una bolsita de tela para guardar sus piedras favoritas y solía tenerla colgada del cabecero de la cama, siempre a la vista. Se estaba dando cuenta de que sus creencias, que le habían acompañado toda la vida, no le daban consuelo. El Demiurgo solo concedía una vida, y había que exprimirla todo lo posible. Solo había una oportunidad para honrar al Mundo Anterior, pero Qirra no había tenido tiempo, no había tenido oportunidad, y Luci sabía que de haberla tenido lo habría hecho, que eligiese y guardase con cuidado cosas que le parecían bonitas lo demostraba. Pero alguien le había arrebatado su única vida, el Demiurgo se la había llevado y ya no quedaba de ella más que el recuerdo. << No es justo >> pensaba Luci en algunos de sus accesos de llanto << Tiene que haber algo más, no puede acabar así, no se lo merecía. > > Saber sobre las demás muertes en los otros torreones avivaba ese sentimiento. Eran demasiado jóvenes y les habían quitado su única oportunidad de vivir sin razón, y además en contra de las leyes (al menos las que conocían) ¿Acaso los ciudadanos les habían mentido? ¿Se podía ser tan cruel? A veces escribía sobre todos estos pensamientos. La mayoría acababa tirando las hojas al fuego de la chimenea.

Luci vivió la amputación del brazo de Kahlo como un fracaso personal. Habían hecho todo cuanto habían podido y aun así lo habían hecho mal. Fueron una última vez a la biblioteca a buscar algo, lo que fuera, para que la varmana no estuviese consciente durante el proceso y por fortuna encontraron un hechizo de sueño al alcance del nivel de Chromsa. Luci se encargó de todos los hechizos de limpieza y de parar la hemorragia en la medida de lo posible. Se mantuvo impertérrito durante toda la operación, concentrado en las palabras y los gestos de los hechizos, en seguir todos los pasos, en que todo marchase, y en el post operatorio se encerró en su armario y tuvo el peor berrinche casi desde que lo cosecharon, en el que incluso se mordió y dio golpes contra la madera del armario de pura rabia. Aquel arranque fue catártico, de alguna forma.

Su humor se volvió triste y lánguido los días posteriores. Llevaba su libro mágico a todas partes para consultar los fenómenos meteorológicos de forma compulsiva. Si había un temblor de tierra, abrazaba el libro, si oía a las bestias pelear a muerte en la calle, abrazaba el libro, cuando Rocavaragálago empezó a soltar pavesas rojas abrazó el libro con más fuerza que nunca. ‘’La catedral llama a su madre’’ rezaba la página ‘’y esta acude a su llamada’’. A veces sacaba una silla al patio y se sentaba allí, con el libro en el regazo, a tomar el sol, y miraba a lo lejos. Prefería mirar al cielo desde el patio que desde la azotea, pues no podía ver Rocavaragálago. Lo que sí podía ver eran los dragones, más detallados a cada día que pasaba, y las pequeñas volutas iridiscentes que el libro decía que eran semillas de portales. << A lo mejor uno de ellos me llevará pronto a casa>>

La mañana del día indicado no despertó con los gritos de Alec, pues ya estaba despierto. Eso no le libró del susto, que casi lo tiró de la cama, y del que tardó al menos media hora en recuperarse. Pasó la mañana en pijama, hasta que después del almuerzo reunió fuerzas para bañarse y vestirse. No hizo prácticamente ninguna tarea, pues las manos le temblaban de puros nervios. No había una sola línea en la página asignada a ese día en el libro.

A la caída de la tarde Luci se encontraba sentado en un sillón de orejas que había movido hasta la puerta del patio, dando cabezadas. Tenía el libro abierto sobre el regazo y los ojos entrecerrados fijos en el cielo. Había nubes. Deseaba que lloviera. Deseaba todavía más que nevara. La ansiedad le había desgastado a lo largo de todo el día y en ese momento poco le importaba. Quería que llegase ya la Luna y que fuera lo que el Demiurgo quisiera.
Kanyum
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma

Personajes :
Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
Nohlem: varmano granta. 1’69m
Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m

Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.

Status : Prrrr prrrrr

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

14/04/21, 07:16 pm
El suspiro de Amira la sacó de su ensimismamiento, pasando de mirar las hojas que no se habían filtrado flotando en su taza a mirarla a ella. Se había fijado en como jugueteaba con el colgante, uno de los que había hecho con las perlas de su “apalabrado”, y el gesto le sacó una pequeña sonrisa que ocultó con un sorbo. Le gustaría hacerle uno en condiciones cuando tuviera los materiales, si es que... si es que podía con una mano. Se las apañaría, pensó. Estaba harta de sentir lástima por sí misma.

¿El qué? —preguntó tras Alec sin saber a que se refería. Luego comprendió que era un chiste, aunque si le hizo gracia no lo dejó claro. A veces estaban... bien, suponía. Otros eran incómodos. Se lamió los labios—. No sé.

De verdad no tenía idea. Llevaba días, semanas ahogándose al pensar en el mañana, incierto y abstracto como nunca lo había sido, pero tampoco es que ella fuera el mejor ejemplo. No sabía cuánto era su pérdida y cuánto la sensación ominosa del aire. De todas formas no se había acostumbrado a ninguna.

Ya sería el colmo que nos perdiésemos la Luna por unas nubes —respondió a Kolja con humor incluso, abrumada por el ambiente como para dejarlo asentar más aún. Con un tono más grave, como si fuese una figura de autoridad, continuó—: Me temo que debéis esperar un año más, jóvenes semillitas —o como fuera que los hubieran llamado el primer día—. La luna no ha podido salir este —chasqueó la lengua—. Muchas nubes.

_________________________________________

♪♫♬:
Poblo
Poblo

Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Personajes :

Armas :

  • Valek: Guanteletes ballesta y runas.
  • Xalkoth: Ninguna.
  • Kirés: Lanza, espada y ballesta de brazo.
  • Alyssa: Hacha de mano pequeña.

Status : Ducking Crazy!

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

14/04/21, 07:26 pm
La actitud de Alyssa con la gente y en las actividades fue lo primero que cambió durante aquellos días, aunque fue por necesidad y no por gusto.
Por dentro no había cambiado tanto, pero el encuentro con Setenta y Siete la había llevado tan al límite que símplemente no podía volver a permitirse el lujo de lamentarse por todo. Era una simple cuestión de supervivencia.
Así fue como empezó a apuntarse a todas las salidas que se hacían en el torreón, y no solo eso. También comenzó a participar en todos los entrenamientos que pudo, entrenamientos en los que Kolja se fue pasando cada vez más y más, algo que no ayudó especialmente en la opinión ya negativa que la griega tenía del Alemán. Algunos acabaron dejándolo, y ella quería hacer lo mismo: dejar de sufrir todos los días con un entrenamiento absurdamente difícil, gritarle a Kolja para que dejara de acosar a todo el mundo con el tema y finalmente poder huir de todo aquello, pero cada vez que pensaba en parar se acordaba de lo de Setenta y Siete, de Quirra y de cómo todo la había superado.
Pensando en Quirra es también cómo se descubrió a sí misma muchas veces cuando practicó con la magia, pero por mucha motivación que aquellos remordimientos pudieran darle apenas hizo ningún progreso. Al parecer lo que ya sabía antes de aquel día había estado ya cerca del límite de lo que su cuerpo era capaz en materia de magia.
Practicaba con Chromsa con ella, algo que había empezado a hacer tras finalmente aceptar que tenerle manía por su optimismo era una tontería. Es más, optimismo era lo que probablemente necesitaba ahora más que nada, y ahora que por fin lo recibiría bien fue cuando no lo encontró. No como ella lo esperaba al menos, ya que el ochrorio tampoco estaba pasando por su mejor momento, como todos.

Algo que también la afectó, y mucho más de lo que esperaba, fue el encierro de Adam en sí mismo. Intentó animarlo alguna vez, pero el Ruso no se dejó y ella no era el tipo de persona que iba a insistir así que pronto lo dejó solo en su aislamiento.
Y ese aislamiento la afectó a ella también, porque se había quedado sin la única persona con la que hablaba regularmente y no tardaría en darse cuenta de lo mucho que lo necesitaba, y del mal que le haría quedarse sola con sus pensamientos durante los próximos días.

Cuando recibieron las noticias de Sendar y Maciel le costó asimilarlo al principio. Apenas conocía a Iemai, pero la había visto y hablado con ella y eso volvía su muerte y acciones más cercanas, más reales. Peor, le hacía dudar de las intenciones de aquella ciudad con ellos pasada la Luna roja. ¿De verdad había algo por lo que mirar al futuro con esperanza a aquellas alturas?
Y el futuro para ella se fue volviendo peor y peor, porque con los nuevos cambios climáticos y temblores también vino un nuevo pico en aquella sensación que ya la venía asaltando bastante tiempo. Aquel sentimiento de que se acercaba… algo. Algo que prácticamente estaba aquí ya. No solo eso, una extraña influencia (que después descubrirían que venía de la catedral roja) hizo que sus nervios, ya de por sí altos, se dispararan todavía más, y por si no fuera suficiente estaba el problema de Kahlo.
Quiso ayudar, de verdad que quiso, pero no pudo. Cuando llegó el momento le temblaron las manos enseguida, y ni siquiera pudo mirar. Solo taparse los oídos mientras intentaba quitarse de la cabeza el sonido del hueso al ser cortado, sonido con el que tendría pesadillas posteriormente.

Cuando finalmente llegó el día no pudo dormir. Aquella sensación de inminencia la estaba abrumado completamente y era incapaz de pensar en otra cosa. Intentaría pasar desapercibida durante el día pero si alguien la buscaba la acabaría encontrando en algún lugar apartado, tapada con una manta temblando.
Harek
Harek

Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma

Personajes :

Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.

Armas :

  • Rick: Sable y arco
  • Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire

Status : The journey never ends

Humor : Cualquier cosa me vale.

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

15/04/21, 06:48 pm
-(Santa Acromía, creadora del todo, confío en ti desde mi nacimiento y siempre he cumplido tu voluntad. No he dudado nunca de tu protección, pero hoy más que nunca te necesito. Estoy lejos de mi hogar y, según nos han dicho desde que llegué a la ciudad, hoy será el día en que la Luna salga. Tengo miedo. Nadie sabe qué pasará cuando llegue ese momento. Por eso te suplico que nos protejas ante lo que pueda ocurrir. Por favor, mándame una señal de que estás velando por todos)- rezaba en silencio junto a la ventana. Chromsa abrió los ojos tras terminar de rezar y buscó en el cielo algo que destacara. Solo estaban las nubes y esa "aura" del edifico rojo que intentaba pasar por alto. Bueno, no es algo que pudiera ocurrir al instante, las señales divinas solían tomarse su tiempo.

Solo escuchó que Lethe había entrado en la habitación cuando estuvo a su lado. El ochrorio se giró para mirarla y le respondió: -Está bien, claro. Vamos con el resto.- Echó un último vistazo a las vistas de la ventana antes de ponerse en marcha hacia la planta baja. De camino dijo: -Lethe, ¿estás nerviosa por ver la luna? Yo no se ni cómo será ni que pasará, pero estoy un poco nervioso al respecto. Espero que no quede mucho.-

Cuando llegaron abajo, todo el grupo estaba allí reunido, o al menos no había visto que faltase nadie en ese momento. Por lo poco que había llegado a escuchar de la conversación, el ansia y la preocupación por aquel momento era visible, aunque aun así había hueco para las bromas. -Ya sería el colmo que nos dejaran otro año por culpa de unas nubes después de todo el tiempo que llevamos.- contestó a Kahlo con cierto humor. -Aunque tal vez no haga falta que la veamos. Solo nos dijeron que teníamos que llegar hasta la salida de la luna y... aquí estamos.- siguió dejando de lado la broma. -Ya no debe de quedar mucho, ¿no?- preguntó sin estar seguro de que alguien tuviera una respuesta exacta.
LEC
LEC

Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)

Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.

Armas :
Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
Nefer : Lanza, venenos

Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

16/04/21, 09:43 am
A Amira el humor de Alec le resultaba gracioso. No sabía si porque le recordaba a los chistes sobre morirse en redes sociales o por qué, pero le hacían gracia sus chistes. A veces sobraban, si la situación era demasiado tensa, cosa que ocurría mucho más a menudo de lo que a Amira le hubiera gustado. Los eventos de hacía un mes les habían pasado factura a todos, y se notaba. Aquella vez, sin embargó, parecía haber un humor relativamente bueno como para seguir haciendo chistes, esta vez a costa de las nubes y no poder ver la dichosa Luna. Saludó con una mano a Chromsa y Lethe, que habían bajado al salón.

Te falta la cara de amargada que tenía la momia aquella que nos dio el discurso el primer día, pero por el resto creo que la veo diciendo eso —le dijo Kahlo, entre risas por su ocurrente discurso. No sabían que esperar del día, y haberse lanzado al humor era la situación que menos bola se le podía hacer a Amira, sobre todo si las comparaba con estar esperando en silencio o teorizar de manera paranoica sobre qué iba a pasar.

Eso espero, porque tengo ganas de saber a qué viene tanto misterio con la luna esta —respondió a Chromsa. Habían esperado muchos meses, y aquellas últimas horas eran lo que más difícil se le estaba haciendo, entre la sensación ominosa de la catedral roja y la inminencia de la presencia del astro. Solo quería que todo acabara de una vez y supieran qué iba a pasar.

_________________________________________

Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
Giniroryu
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes :
Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.

Armas :
Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


Status : Gin: do the windy thing.

Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

16/04/21, 09:55 am
¿Nerviosa? —repitió ante la pregunta de Chromsa mientras se encaminaban hacia la planta baja—. ¿Supongo? No sabría describir demasiado bien lo que siento en este instante. ¿No te da la sensación de que la cosa esa que viene del edificio rojo se ha intensificado?
Aquel lo que fuese que cubría toda la ciudad desde hacía unas semanas ya le provocaba sensaciones difíciles de interpretar para la enderth. Al principio se había sentido agobiada, pero con el tiempo se había acostumbrado tanto a aquella atmósfera que de algún modo casi la encontraba reconfortante, como si aquel aura misteriosa fuese una pieza que faltaba. La enderth no había querido darle muchas vueltas porque no lo entendía, pero en ese instante con la sensación tan fuerte…

Saludó de vuelta a Amira cuando llegaron junto al resto y echó un vistazo rápido para ver quiénes estaban allí. Echó en falta a Alyssa y a Adam, pero el resto parecía haber tenido la misma idea que ella. No sabía exactamente de dónde salía la conversación, pero estaba claro que el tema del día no podía ser ningún otro. La enderth se asomó a la puerta del patio y miró al cielo. Las partículas brillantes también parecían haber aumentado y viajaban entre las nubes llevando consigo un augurio de lo que estaba a punto de suceder.
¿Qué lucios serán esas cosas? Son de color rojo… ¿Es que la luna esa pierde trozos?
Isma
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.

Armas :
  • Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
  • Damian: Dientes
    Daga

Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

16/04/21, 08:18 pm
La luna estaba cerca. Había oído hablar a los demás de ello y recordó su charla con Chromsa, cuando le preocupaba el no verlo nunca más. Se arrepentía de estar así, encerrándose en su autocompasión, siendo egoísta con los sentimientos de los demás, con los sentimientos que Chromsa demostró en ese inolvidable día. Escuchó movimiento fuera, seguramente se estarían preparando todos para lo que llegase. Puede que fuese por pensar que ese sería el final de aquella aventura pero echaba de menos estar con los demás, por primera vez desde que Qirra murió.

Pero por encima de todo echaba en falta al ochrorio, su compañía, su sonrisa, su bondad… Quería verlo, necesitaba estar a su lado. Dejando el escudo-espejo de lado salió del baño. Era cuestión de perspectiva cuando vio a Chromsa aparentemente solo y Adam, ignorando todo el sonido de fondo, se acercó a él.

Chromsa, yo… —ya era tarde. Sus compañeros estaban ahí, casi todos. No se dio cuenta y, por no fijarse, estaba ahí, delante de todos, en medio—. Hola… —ya estaba ahí y ya sería feo, incluso cuando en ocasiones pasadas prefería ignorarlos. Ya no le quedaba de otra, los echó de menos pero, ¿ellos lo echaban de menos a él? No quería regalarles un momento incómodo pero tampoco deseaba estar encerrado, era lo mínimo que podía hacer por ellos— Es el último día, ¿no? Quería… estar con vosotros— ni siquiera pensó en su propio aspecto. Su pelo estaba más desgreñado que nunca, su barba era algo larga ya y sus ojos estaban algo ojerosos por la evidente falta de sueño. Se acercó a Chromsa, la persona con la que estuvo estableciendo mayor contacto visual— Te echaba de menos —soltó sin pelos en la lengua, dejando ir lo que sentía.
Dal
Dal

Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

17/04/21, 12:06 am
Alec se carcajeó por la ocurrencia de Kahlo y su imitación de la momia que los había recibido.

-Sería el colmo - dijo todavía riéndose.- No jodas, Lethe, solo nos faltaba que se nos cayeran trozos de la Luna esa encima.

Se rascó la cabeza notando un pequeño bulto en ella. Confuso pensó que quizá se habría dado un golpe de la que estaba durmiendo. No se dio cuenta de la sangre que tenía en los dedos.

-Seguro que todo sale bien al final, ya lo veréis -comentó mirando al recién llegado.- Dichosos los ojos, bueno, el ojo en mi caso - rio.- Coge una silla y siéntate en el suelo. Y de paso pilla una taza de algo.

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Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
Percy
Percy

Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr

Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

17/04/21, 12:29 am
Kolja le dedicó una sonrisa a la imitación de Kahlo. Era más la curiosidad de ver aquel importante astro que el temor de quedarse un año más, pero no la corrigió. Bajaron el resto que quedaban arriba, incluyendo al ruso, que aunque preguntaba por Chromsa exclusivamente decía de querer pasar el momento con todos. Kolja puso los ojos en blanco y se giró hacia la cocina.

Fue aquel el momento, tras las palabras de Alec, cuando su estomago decidió prender fuego. Se dobló por la cintura agarrándose a la mesa, incapaz de soltar un grito al quedarse sin aire ante la sorpresa. Le dolía todo el cuerpo, cada músculo y hueso de su metro noventaysiente. Intentaba respirar por encima del dolor, pero respirar también le causaba dolor. Estaba de espalda al resto, por lo que no sabía lo que estaba pasando con ellos. Con un quejido se dejó caer de rodillas sobre el suelo, abrazándose la tripa con ambos brazos.

Intentó girarse para que alguien se fijase en su cara, en su dolor, en su necesidad de ayuda, se sentía incapaz de hablar para pedirla.

"¿Qué me está pasando?" pensó, antes de que otra ola de dolor le atravesase.


Última edición por Percy el 17/04/21, 12:24 pm, editado 1 vez

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Motes:




Levántate y pelea…héroe.
Kanyum
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma

Personajes :
Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
Nohlem: varmano granta. 1’69m
Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m

Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.

Status : Prrrr prrrrr

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

17/04/21, 02:04 am
Si me dáis telas puedo intentarlo —respondió a Amira, habiéndose tapado la boca para reír. Asintió junto con ella a las palabras de Chromsa; que la broma se mantuviese como una broma.

Su expresión languideció bruscamente al ver a Adam. Lejos de solo hacerle el vacío Kahlo le dedicó una mirada de pupilas rasgadas, indiscreta e inexpresiva, demostrando en silencio como se sentía hacia él durante largos segundos. Cuando miró a otro lado, sin embargo, fue como si no hubiera pasado nada, como quitarse una careta. Se imaginó lanzándole el té a la cara al ruso cuando Alec le dijo que bebiera algo, y aunque ese nivel de agresión estuviera muy lejos de sus acciones reales... fue placentero. Se centró en lo que había dicho Lethe para no dedicarle ni medio pensamiento más al chico.

¿En serio? —dejó la taza en el suelo pegada al sofá, y cuando quiso ponerse en pie para ver a lo que la enderth se refería simplemente se quedó quieta.
No es que estuviera indispuesta físicamente, pero empezó a sentirse extraña, rígida. Un hormigueo constante recorría cada rinconcito de su piel sin resultar desagradable, como los escalofríos en los que notas el vello ponerse de punta. Sacó las piernas de debajo de la enorme camiseta que las escondía, pues era donde lo sentía más fuerte, destapando una especie de costra blanquecina sobre estas.

Emitió un sonido de sorpresa. No era exactamente una costra, era más como una... ¿capa? Lisa, suave y brillante. Quiso tocarla, quitársela pensando que se le había pegado algo del sofá, pero al tiempo que estiró el brazo vio otra cubriéndole el codo. Esta vez gritó de sobresalto. Su cerebro mandó órdenes locutoras a un miembro fantasma, y es que de haber tenido otra mano se la habría intentado arrancar ipso facto. El hormigueo se intensificó y antes de que pudiera saltar del sofá sus piernas quedaron escayoladas juntas dentro de lo que parecía un saco de dormir.

¿¡Qu-qué es esto!? ¡Chicos!
Esa cosa... venía de ella. Lo notaba. Miró a sus compañeros con los ojos muy abiertos mientras, fuera lo que fuera eso, se expandía a una velocidad antinatural.

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♪♫♬:
Poblo
Poblo

Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Personajes :

Armas :

  • Valek: Guanteletes ballesta y runas.
  • Xalkoth: Ninguna.
  • Kirés: Lanza, espada y ballesta de brazo.
  • Alyssa: Hacha de mano pequeña.

Status : Ducking Crazy!

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

17/04/21, 12:16 pm
Alyssa seguía temblando, cubierta en una manta que en realidad no necesitaba porque aquello no tenía nada que ver con el frío.
Había estado escuchando el ruido de la gente moverse, habían ido bajando al salón o eso creía. Tenía hambre, quería bajar, pero si llegaba al grupo así tendría que explicarles lo que pasaba y… Cierto: ¿Qué le pasaba?
No era dar explicaciones lo que la hacía dudar, era el hecho de que no tenía ni idea de qué explicar. No sabía qué estaba pasando, solo que se acercaba, y se acercaba, y se acercaba....
De repente: calma, paz, como si todo a su alrededor se hubiera detenido. Por primera vez desde que tenía memoria la sensación parecía haber… ¿desaparecido? No, no se había ido, había llegado. Aquello que había sentido acercarse ya estaba aquí.

Al principio tiene la sensación de que se ha hecho el silencio, pero al poco rato nota que no es así. Hay un sonido, algo que no escuchaba desde… Ni siquiera recuerda cuando lo escuchó por última vez. Es el sonido de la lluvia golpeando contra las paredes del torreón.

Se levanta y deja la manta, buscando una ventana. En ese momento se da cuenta de que le duele la cabeza, pero no tanto como para que tenga que ponerse a pensar en ello. Si de verdad llovía, quería verlo.

Empezó a dirigirse al salón con la intención de salir al patio. Mientras tanto el dolor de cabeza, ahora más centrado en las sienes, iba en aumento.
Harek
Harek

Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma

Personajes :

Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.

Armas :

  • Rick: Sable y arco
  • Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire

Status : The journey never ends

Humor : Cualquier cosa me vale.

Torreón Silente - Página 57 Empty Re: Torreón Silente

17/04/21, 01:01 pm
A pesar de los nervios, todos parecían estar mejor que las semanas anteriores. Era comprensible, ese día cumplirían el objetivo que les dieron el primer día y la expectación estaba en el ambiente. A su manera, al ochrorio le agradaba ver al grupo reunido allí teniendo en cuenta la soledad que había sido predominante en el torreón. -No lo se, pero podría tener sentido tal vez. Aunque sería raro que si ni siquiera está en el cielo ya haya trozos aquí, ¿no?- respondió a la pregunta de Lethe.

No se había acercado a la puerta, estaba todavía cerca de las escaleras, aunque era su intención salir para comprobar lo que la enderth decía. Sin embargo una voz familiar le llamó y Chromsa se giró para verlo. Por primera vez desde hacía semanas, Adam había salido a buscarlo. Allí estaba, había bajado para estar con el resto después de haberse alejado de todos. Su actitud en ese momento le recordaba al chico tímido que llegó a los pocos días al torreón. Había pasado tanto desde aquello... Aquel "Te echaba de menos" le encendió las mejillas, le sacó mariposas en el estómago e incluso hizo que le hicieran cosquillas las piernas. Por un tiempo había estado dudando si su relación se había acabado, pero aquello confirmaba algo muy distinto. Con una sonrisa genuina empezó a decir sin que le importara lo que pensara el resto: -Adam, te amo. Yo...-

Iba a acercarse para abrazarlo y besarlo (si su pareja se lo permitía) cuando escucho la llamada de Kahlo. Se giró al instante para ver como algo estaba empezando a envolverla. Algo había empezado a caerle por ambos lados de la cabeza y, teniendo en cuenta el miedo que le estaba entrando, no le extrañaba que fuera sudor. Chromsa fue a dar un primer paso para llegar hasta la chica y ayudarla cuando la cabeza empezó a dolerle mucho, tanto que cayó de rodillas de la impresión. Un grito de dolor no muy alto dejó claro su situación a quien fuera que no lo había visto caer. El ochrorio se llevó las manos a la cabeza y, en el instante en que las notó empapadas, las miró para darse cuenta de que estaba sangrando. Horrorizado y todavía mirando la sangre de sus manos dijo: -¿¡Por la Acromía, que me está...!? ¡AH!-

El dolor seguía creciendo, pero no se le ocurría como hacerlo parar. Tal vez fuera el destino o una casualidad, pero en esa agonía vio algo por el rabillo del ojo. Una luz roja entraba desde la puerta. -(¿Se... Será acaso...?)- pensó con dificultad. Tenía que comprobarlo, aunque le costara la vida. Poco a poco Chromsa se reincorporó y comenzó a andar hacia el patio intentando no caer por el dolor. Tenía que ver qué había allá afuera.
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