Torreón Silente
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17 participantes
- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Silente
16/08/20, 07:20 pm
En cuanto llegó a la armería sacó la figura y las herramientas y se puso a terminar el trabajo. Los que se habían quedado no parecía que lo necesitaran en aquel momento, así que pudo centrarse en todos los detalles para mejorarla lo mejor que pudo. Tras un rato, suspiró y miró su obra. Por fin estaba acabada, aunque todavía le faltaba una cosa más. Sería una figura pequeña, pero necesitaba un título a ojos de Chromsa. Pensó durante unos minutos cual sería el mejor y se decantó finalmente por uno. -(Puede que alguno lo vea demasiado exagerado, pero después de dos meses creo que estaremos de acuerdo en que es un poco cierto)- pensaba el ochrorio mientras observaba la figura ahora sí completa.
La cogió y se la llevó arriba, a la planta baja. Al principio fue despacio y sin llamar mucho la atención por si alguien seguía en el salón, pero a medio camino se dio cuenta de que aquello era inútil. Para todos sería una sorpresa pero hiciera lo que hiciera los que estaban en el torreón iban a verla antes que los que habían salido. Terminó de subir entonces normal. Ya en el salón, colocó la figura en la mesita que tenían junto a los sillones y la miró satisfecho. -Espero que les guste.- dijo en voz alta para sí mismo.
Tardó poco en escuchar al grupo llegar y bajó para dejarles entrar. A su vuelta todo el mundo estaba allí y fue hablando mientras se acercaba a la mesita: -¡Feliz Navidad! Se que en realidad ya ha pasado, pero llevaba tiempo con ella y he aprovechado para terminarla. Me hubiera gustado poder pintarla, pero aun así he hecho todo lo que he podido para que se parezca a todos. La figura (de unos 14 centímetros de altura) representaba a todo el grupo, con todos los detalles posibles en una escultura de ese tamaño, en lo que para los terrestres parecería preparados para una foto. Todos ellos estaban sobre una peana rectangular de 4 centímetros de altura, 20 de largo en su lado mayor y 10 en el menor. En el lado al que miraba la representación del grupo estaba grabado en la peana "La familia Silente".
La cogió y se la llevó arriba, a la planta baja. Al principio fue despacio y sin llamar mucho la atención por si alguien seguía en el salón, pero a medio camino se dio cuenta de que aquello era inútil. Para todos sería una sorpresa pero hiciera lo que hiciera los que estaban en el torreón iban a verla antes que los que habían salido. Terminó de subir entonces normal. Ya en el salón, colocó la figura en la mesita que tenían junto a los sillones y la miró satisfecho. -Espero que les guste.- dijo en voz alta para sí mismo.
Tardó poco en escuchar al grupo llegar y bajó para dejarles entrar. A su vuelta todo el mundo estaba allí y fue hablando mientras se acercaba a la mesita: -¡Feliz Navidad! Se que en realidad ya ha pasado, pero llevaba tiempo con ella y he aprovechado para terminarla. Me hubiera gustado poder pintarla, pero aun así he hecho todo lo que he podido para que se parezca a todos. La figura (de unos 14 centímetros de altura) representaba a todo el grupo, con todos los detalles posibles en una escultura de ese tamaño, en lo que para los terrestres parecería preparados para una foto. Todos ellos estaban sobre una peana rectangular de 4 centímetros de altura, 20 de largo en su lado mayor y 10 en el menor. En el lado al que miraba la representación del grupo estaba grabado en la peana "La familia Silente".
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Silente
17/08/20, 03:23 pm
Lo único que sacó Lethe de la biblioteca fue algo más de material de escritura y otro dolor de cabeza por tener que lidiar con el tal Biblios. Fuera de eso, no obstante, no hubo ningún incidente y regresaron al torreón enteros y con nueva información.
Chromsa fue quien salió a recibirles y les sorprendió felicitándoles la cosa humana aquella por la que Alec les había hecho las figuritas hacía unos días. Parecía que el ochrorio quería mostrarles algo y la enderth, tras dejar sus armas en su sitio, se acercó con curiosidad a la mesa. Se trataba de una pequeña escultura en la que se reconocían las figuras de los miembros del grupo. Se la quedó mirando durante unos instantes sin saber qué debería decir al respecto. Apreciaba las artes manuales y estaba claro que Chromsa tenía cierta mañana para la talla.
—Buen trabajo —dijo finalmente.
Chromsa fue quien salió a recibirles y les sorprendió felicitándoles la cosa humana aquella por la que Alec les había hecho las figuritas hacía unos días. Parecía que el ochrorio quería mostrarles algo y la enderth, tras dejar sus armas en su sitio, se acercó con curiosidad a la mesa. Se trataba de una pequeña escultura en la que se reconocían las figuras de los miembros del grupo. Se la quedó mirando durante unos instantes sin saber qué debería decir al respecto. Apreciaba las artes manuales y estaba claro que Chromsa tenía cierta mañana para la talla.
—Buen trabajo —dijo finalmente.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Silente
17/08/20, 09:52 pm
Un poco confundido por un olor a hierro inconfundible y por la despedida extraña de Wheem, Adam entró a la biblioteca solo para escoltar a los demás, quedándose la mayor parte del tiempo en la salida con tal de no enfrentar a Biblios y su extraña actitud. Las vueltas eran tranquilas la mayor parte del tiempo y ésta no fue la excepción, regresando todos de forma segura al torreón.
Desprendiéndose del escudo y su espada dejándolos en el suelo para recogerlos más tarde, Adam sonrió ante la felicitación navideña de Chromsa.
—Felices fiestas a ti también —el ruso devolvió el parabién, que aunque fuese una simple formalidad y algo tardío, agradeció que se tomase la molestia de recordar una tradición de la Tierra por los demás—. ¿Has hecho algo para nosotros? ¡Quiero verlo!
Estaba curioso por lo que su amigo ochrorio hizo para todos. Cuando se aproximó a la mesita y vio la figura tallada abrió su boca sorprendido por ésta, dando paso a una gran sonrisa al avistar que estaban representados como una familia.
—Wow esto es… ¡flipante Chromsa! ¿Desde cuándo se te daba tan bien esto? —de su boca solo podían salir cumplidos. Un sentimiento cálido hizo que el ruso se sintiese querido de nuevo, desde que llegó a este mundo y todas las buenas personas que lo rodeaban… a su juicio se sintió el más afortunado del mundo. Echó otro breve vistazo a su representación tallada, tomando con gracia cómo Chromsa lo caló tan bien en una figura de madera.
Desprendiéndose del escudo y su espada dejándolos en el suelo para recogerlos más tarde, Adam sonrió ante la felicitación navideña de Chromsa.
—Felices fiestas a ti también —el ruso devolvió el parabién, que aunque fuese una simple formalidad y algo tardío, agradeció que se tomase la molestia de recordar una tradición de la Tierra por los demás—. ¿Has hecho algo para nosotros? ¡Quiero verlo!
Estaba curioso por lo que su amigo ochrorio hizo para todos. Cuando se aproximó a la mesita y vio la figura tallada abrió su boca sorprendido por ésta, dando paso a una gran sonrisa al avistar que estaban representados como una familia.
—Wow esto es… ¡flipante Chromsa! ¿Desde cuándo se te daba tan bien esto? —de su boca solo podían salir cumplidos. Un sentimiento cálido hizo que el ruso se sintiese querido de nuevo, desde que llegó a este mundo y todas las buenas personas que lo rodeaban… a su juicio se sintió el más afortunado del mundo. Echó otro breve vistazo a su representación tallada, tomando con gracia cómo Chromsa lo caló tan bien en una figura de madera.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Silente
18/08/20, 10:24 pm
Alec volvió al torreón con dos cosas persiguiéndolo. Una era aquel olor a hierro del que él no se daba cuenta y la otra eran pensamientos siniestros acerca del encuentro con el varmano.
Según Wheem la Luna ya les estaba afectando, a pesar de que nunca la habían visto, y Alec podía decir que quizá fuera así. Algunos de sus actuales compañeros tenían magia pero ¿y los que no tenían? ¿En qué lo estaba afectando a él? ¿Y a Adam? ¿Kolja? ¿Iban a desarrollar magia más tarde que el resto o serían cosas distintas?
Eran preguntas sin respuesta, o al menos no con una respuesta clara. Y el puto bibliotecario no les enseñaba ningún libro de historia útil donde se dijera aquello. Todos eran rebuscados o directamente no estaban en un idioma comprensible, cosa que frustraba al escocés a niveles insospechados.
Tuvo, sin embargo, un motivo para alegrarse. Aquella figura hecha por Chromsa molaba mucho y el escrito de la base le hizo soltar una risita divertida. No estaba seguro de si algunos los considerarían familia nunca. Para el propio joven no eran familia, unos muy buenos conocidos unidos por la fuerza de la necesidad tal vez. Amigos en otros casos. Pero no familia, aún no al menos.
-Está muy bien, Chromsa - comentó palmeando con fuerza la espalda del ochrorio. Aquello le había puesto de buen humor.- Te ha quedado genial.
Según Wheem la Luna ya les estaba afectando, a pesar de que nunca la habían visto, y Alec podía decir que quizá fuera así. Algunos de sus actuales compañeros tenían magia pero ¿y los que no tenían? ¿En qué lo estaba afectando a él? ¿Y a Adam? ¿Kolja? ¿Iban a desarrollar magia más tarde que el resto o serían cosas distintas?
Eran preguntas sin respuesta, o al menos no con una respuesta clara. Y el puto bibliotecario no les enseñaba ningún libro de historia útil donde se dijera aquello. Todos eran rebuscados o directamente no estaban en un idioma comprensible, cosa que frustraba al escocés a niveles insospechados.
Tuvo, sin embargo, un motivo para alegrarse. Aquella figura hecha por Chromsa molaba mucho y el escrito de la base le hizo soltar una risita divertida. No estaba seguro de si algunos los considerarían familia nunca. Para el propio joven no eran familia, unos muy buenos conocidos unidos por la fuerza de la necesidad tal vez. Amigos en otros casos. Pero no familia, aún no al menos.
-Está muy bien, Chromsa - comentó palmeando con fuerza la espalda del ochrorio. Aquello le había puesto de buen humor.- Te ha quedado genial.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Torreón Silente
19/08/20, 10:00 am
El encuentro con Wheem les había resuelto más dudas que el que habían tenido con Kirés, pero había abierto la puerta a otras: ¿Qué efectos además de la magia estaba teniendo la Luna sobre ellos ya? ¿Tendrían más magia? Y la más importante, ¿ese chico llevaba un móvil? Parecía un espejo, pero vibraba, y Amira no podía quitárselo de la cabeza. A lo mejor la tecnología funcionaba en aquel sitio y solo había tenido muy mala suerte de que su móvil se muriera. Claro que encontrar uno no parecía sencillo y además no había electricidad ni internet ni cobertura, pero…la posibilidad de tener algo de tecnología había vuelto momentáneamente a la cabeza de la francesa.
Para variar, Biblios no fue de ninguna ayuda, y lo poco que pudo leer no le resolvía las dudas sobre la Luna que tenían. Todo era especialmente enrevesado, y llegaba un punto en el que le dolía la cabeza de tratar de entender qué querían decir con aquello. Alec no había tenido más suerte que ella en el tema, y parecía que iban a quedarse sin respuestas hasta que la dichosa luna saliera.
Llegaron al torreón para recibir a Chromsa, quien les felicitó la Navidad y les enseñó algo que había hecho. Era una figura de todos, muy bien tallada, que le arrancó una sonrisa a Amira. —Joder, que pasada. Seguro que te ha llevado mucho tiempo, ¿cómo lo has hecho sin que nos enteremos? —se fijó algo más en ella, sobre todo en la inscripción. Familia. La verdad es que no había pensado en ellos como tal hasta ese momento, pero después de tanto juntos (y de casi haber muerto) si que eran un poco una pequeña familia. El tropo de la familia encontrada era una cosa que Amira había leído en fics, pero no se imaginaba que iba a acabar viviéndolo en sus carnes.
---
Al día siguiente decidieron quedarse en el torreón y practicar un hechizo nuevo que acababan de traducir. Si salía bien, y la traducción no mentía, aquello les permitiría levitar, cosa que le parecía maravillosa a Amira. Molaría un montón poder ir flotando por ahí, o poder levantar cosas pesadas mágicamente, así que estaba emocionada de poder probarlo. No le salían todos los hechizos y no sabía si ese le saldría, pero no perdía nada por probarlo. Lethe, Luci y Chromsa se encontraban con ella, dispuestos a practicar también. Se prestó voluntaria a hacerlo primera: decidió empezar por algo ligero, pensando que sería más sencillo, por lo que cogió una pieza de fruta y empezó a recitar las palabras y a hacer los gestos. Aunque estaba nerviosa intentó hacerlo de forma lenta y precisa. Equivocarse era lo peor que podría hacer en ese momento.
La fruta comenzó a flotar a unos pocos centímetros de la mesa, hasta que Amira abrió mucho los ojos, sorprendida, y perdió la concentración en el hechizo. Vale, tenía que centrarse en hacer levitar en objeto, pero le había salido. Estaba emocionada y no podía evitar haberse desconcentrado.
—Luci, ¡deberías probar! ¡Si me sale a mi seguro que a ti también! —le animó. El daeliciano parecía poder hacer los mismos hechizos que ella, que eran menos de los que podían hacer otros, y pensó que le ayudaría un poco contra el bajón que parecía arrastrar últimamente.
Para variar, Biblios no fue de ninguna ayuda, y lo poco que pudo leer no le resolvía las dudas sobre la Luna que tenían. Todo era especialmente enrevesado, y llegaba un punto en el que le dolía la cabeza de tratar de entender qué querían decir con aquello. Alec no había tenido más suerte que ella en el tema, y parecía que iban a quedarse sin respuestas hasta que la dichosa luna saliera.
Llegaron al torreón para recibir a Chromsa, quien les felicitó la Navidad y les enseñó algo que había hecho. Era una figura de todos, muy bien tallada, que le arrancó una sonrisa a Amira. —Joder, que pasada. Seguro que te ha llevado mucho tiempo, ¿cómo lo has hecho sin que nos enteremos? —se fijó algo más en ella, sobre todo en la inscripción. Familia. La verdad es que no había pensado en ellos como tal hasta ese momento, pero después de tanto juntos (y de casi haber muerto) si que eran un poco una pequeña familia. El tropo de la familia encontrada era una cosa que Amira había leído en fics, pero no se imaginaba que iba a acabar viviéndolo en sus carnes.
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Al día siguiente decidieron quedarse en el torreón y practicar un hechizo nuevo que acababan de traducir. Si salía bien, y la traducción no mentía, aquello les permitiría levitar, cosa que le parecía maravillosa a Amira. Molaría un montón poder ir flotando por ahí, o poder levantar cosas pesadas mágicamente, así que estaba emocionada de poder probarlo. No le salían todos los hechizos y no sabía si ese le saldría, pero no perdía nada por probarlo. Lethe, Luci y Chromsa se encontraban con ella, dispuestos a practicar también. Se prestó voluntaria a hacerlo primera: decidió empezar por algo ligero, pensando que sería más sencillo, por lo que cogió una pieza de fruta y empezó a recitar las palabras y a hacer los gestos. Aunque estaba nerviosa intentó hacerlo de forma lenta y precisa. Equivocarse era lo peor que podría hacer en ese momento.
La fruta comenzó a flotar a unos pocos centímetros de la mesa, hasta que Amira abrió mucho los ojos, sorprendida, y perdió la concentración en el hechizo. Vale, tenía que centrarse en hacer levitar en objeto, pero le había salido. Estaba emocionada y no podía evitar haberse desconcentrado.
—Luci, ¡deberías probar! ¡Si me sale a mi seguro que a ti también! —le animó. El daeliciano parecía poder hacer los mismos hechizos que ella, que eran menos de los que podían hacer otros, y pensó que le ayudaría un poco contra el bajón que parecía arrastrar últimamente.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
20/08/20, 01:54 am
Luci no sabía decir qué le había resultado más desconcertante, si el espejo vibrante que el extraño se había sacado del bolsillo o que pareciese aceptar con tanta naturalidad que hubiese psicópatas en la ciudad. Les había dado mucha más información que Kirés, pero el daeliciano no tenía muy claro qué hacer con esos nuevos datos. Lo de la Luna Roja influyéndoles desde el día en que llegaron le inquietaba, había algo en la expresión de Wheem cuando respondió al entusiasmo de Adam que había disparado más de una alerta. Al final decidió centrarse en lo principal: iba a poder volver a su casa.
En la biblioteca no pudo encontrar ningún libro de historia mejor que el que ya tenían, así que se decidió por uno de encuadernación lisa con un único círculo de cristal engarzado en el lomo. Parecía que estaba a medio escribir, pues a partir de un punto apenas había texto, pero estaba lleno de ilustraciones que referían al astro rojo. Había una gran variedad de estilo, aunque la mayoría eran sencillas, como las de los cuentos para niños.
Con su nuevo libro y bien pertrechado de materiales de escritura (dibujo, en su caso) siguió a su grupo de vuelta al torreón en su puesto habitual. Había notado cierto olor a hierro, y en un principio se lo atribuyó a Kolja pero después de un olfateo disimulado descubrió que venía de Alec. No dijo al respecto, y eso que el olor persistió durante el resto del día. Luci tenía la intención de refugiarse en su armario con su libro nuevo, pero tras ver el regalo de Chromsa no le pareció apropiado.
-¡Has hecho un yo pequeñito! -fue su exclamación cuando se acercó a ver qué había levantado tanto revuelo entre los demás. -¡Es maravilloso!
Tal vez iba siendo hora de hacer algo él mismo, empezaba a sentirse mal con tantos regalos apareciendo a diestro y siniestro.
Pasó la tarde con sus compañeros y poniendo al día de la nueva información a los que no habían salido, y por la noche se metió bajo las mantas con uno de los talismanes que no necesitaba sangre para brillar. ‘’La criba comienza. Con la primera noche, la ciudad reclama una ofrenda de sangre.’’ Rezaba bajo el dibujo de un muñequito empalado en una espina surgida del suelo. Luci no durmió en toda la noche, dándole vueltas a esa frase y a los recuerdos de su primer día en la ciudad.
Al día siguiente se unió al grupo de traducción a pesar de estar cansado y ojeroso. Habían traducido un nuevo hechizo y quería verlo en acción. Su suerte con la magia no había sido tan nefasta como la de otros de sus compañeros, así que tenía la esperanza de poder hacerlo.
-¡Voy! -dijo cuando Amira le cedió el turno. Se había tenido que tapar la boca con ambas manos para no chillar al ver la fruta alzarse. Usó la misma fruta, porque no estaban para desperdiciar fruta en experimentos mágicos, y de alguna forma se las apañó para no dejarla caer cuando el hechizo funcionó -¡Lo estoy haciendo! ¡Lo estoy haciendo! -chilló. Podía sentir el hormigueo familiar de la magia, pero esta vez era distinto. No era una chispa, si no un flujo constante, como un riachuelo. -¿Y dice que puedes levitarte a tí mismo? -preguntó a nadie en particular. Si resultaba que podía volar ese día se convertiría en el mejor de su estancia en Rocavarancolia, por delante de la visita al palacete.
En la biblioteca no pudo encontrar ningún libro de historia mejor que el que ya tenían, así que se decidió por uno de encuadernación lisa con un único círculo de cristal engarzado en el lomo. Parecía que estaba a medio escribir, pues a partir de un punto apenas había texto, pero estaba lleno de ilustraciones que referían al astro rojo. Había una gran variedad de estilo, aunque la mayoría eran sencillas, como las de los cuentos para niños.
Con su nuevo libro y bien pertrechado de materiales de escritura (dibujo, en su caso) siguió a su grupo de vuelta al torreón en su puesto habitual. Había notado cierto olor a hierro, y en un principio se lo atribuyó a Kolja pero después de un olfateo disimulado descubrió que venía de Alec. No dijo al respecto, y eso que el olor persistió durante el resto del día. Luci tenía la intención de refugiarse en su armario con su libro nuevo, pero tras ver el regalo de Chromsa no le pareció apropiado.
-¡Has hecho un yo pequeñito! -fue su exclamación cuando se acercó a ver qué había levantado tanto revuelo entre los demás. -¡Es maravilloso!
Tal vez iba siendo hora de hacer algo él mismo, empezaba a sentirse mal con tantos regalos apareciendo a diestro y siniestro.
Pasó la tarde con sus compañeros y poniendo al día de la nueva información a los que no habían salido, y por la noche se metió bajo las mantas con uno de los talismanes que no necesitaba sangre para brillar. ‘’La criba comienza. Con la primera noche, la ciudad reclama una ofrenda de sangre.’’ Rezaba bajo el dibujo de un muñequito empalado en una espina surgida del suelo. Luci no durmió en toda la noche, dándole vueltas a esa frase y a los recuerdos de su primer día en la ciudad.
Al día siguiente se unió al grupo de traducción a pesar de estar cansado y ojeroso. Habían traducido un nuevo hechizo y quería verlo en acción. Su suerte con la magia no había sido tan nefasta como la de otros de sus compañeros, así que tenía la esperanza de poder hacerlo.
-¡Voy! -dijo cuando Amira le cedió el turno. Se había tenido que tapar la boca con ambas manos para no chillar al ver la fruta alzarse. Usó la misma fruta, porque no estaban para desperdiciar fruta en experimentos mágicos, y de alguna forma se las apañó para no dejarla caer cuando el hechizo funcionó -¡Lo estoy haciendo! ¡Lo estoy haciendo! -chilló. Podía sentir el hormigueo familiar de la magia, pero esta vez era distinto. No era una chispa, si no un flujo constante, como un riachuelo. -¿Y dice que puedes levitarte a tí mismo? -preguntó a nadie en particular. Si resultaba que podía volar ese día se convertiría en el mejor de su estancia en Rocavarancolia, por delante de la visita al palacete.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
20/08/20, 12:50 pm
Lethe aportó su punto de vista y lo que recordaba de la conversación que habían tenido con el tal Wheem para explicarles a los que se había quedado la información que obtuvieron. Aparte de eso, no ocurrió nada reseñable para ella durante el resto del día, pero decidió continuar traduciendo aquel hechizo que le había llamado la atención por la mañana. No duró mucho en la tarea porque estaba considerablemente cansada tras el trayecto a la biblioteca.
Al día siguiente, habiendo dormido en condiciones y con la ayuda de sus compañeros todo parecía más fácil y no tardaron en ser capaces de probar el hechizo. Amira y Luci fueron los primeros, consiguiendo mover una fruta por el aire. Estaba convencida de que ella también podría, porque hasta el momento ellos tres habían sido capaces de hacer los mismos hechizos.
—Eso creo —respondió a la pregunta de Luci volviendo la vista a los apuntes—. Parece que hace falta una mayor cantidad de energía o algo así. Creo que de momento es mejor conformarnos con mover objetos.
La enderth decidió ponerse a practicar con uno de los lápices que había sobre la mesa. Tras tener la secuencia de sílabas y gestos clara, no tardó mucho en ser capaz de llevarlo a cabo debido a que se trataba de un objeto muy ligero. Hizo volar el lápiz cada vez más alto hasta que perdió el control y este cayó al suelo escandalosamente.
—Toca practicar más —dijo mientras se levantaba a recogerlo.
Al día siguiente, habiendo dormido en condiciones y con la ayuda de sus compañeros todo parecía más fácil y no tardaron en ser capaces de probar el hechizo. Amira y Luci fueron los primeros, consiguiendo mover una fruta por el aire. Estaba convencida de que ella también podría, porque hasta el momento ellos tres habían sido capaces de hacer los mismos hechizos.
—Eso creo —respondió a la pregunta de Luci volviendo la vista a los apuntes—. Parece que hace falta una mayor cantidad de energía o algo así. Creo que de momento es mejor conformarnos con mover objetos.
La enderth decidió ponerse a practicar con uno de los lápices que había sobre la mesa. Tras tener la secuencia de sílabas y gestos clara, no tardó mucho en ser capaz de llevarlo a cabo debido a que se trataba de un objeto muy ligero. Hizo volar el lápiz cada vez más alto hasta que perdió el control y este cayó al suelo escandalosamente.
—Toca practicar más —dijo mientras se levantaba a recogerlo.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
20/08/20, 05:24 pm
Kahlo no podía quitarse la dichosa Luna de la cabeza tras su encuentro con Wheem, así que le dedicó buena parte del tiempo a buscar libros sobre la misma, pero visto lo visto, hasta los cuentos que ojeaba Luci eran más esclarecedores. Al final fue donde se ubicaban las novelas, su objetivo inicial, y los astros debieron alinearse porque el primer libro que llamó su atención se titulaba "Luna Nueva". Descubrió que formaba parte de una saga humana (cosa que no impediría que visualizase los personajes como varmanos), y solo por las casualidades decidió llevarse la primera parte. Bueno, por eso y porque la sipnosis le llamaba bastante la atención.
Chromsa les sorprendió con un tallado en madera asombroso. Kahlo le dio la enhorabuena por el esfuerzo y el detalle, habiéndole provocado pequeñas risas su versión en miniatura. La granta no podía llamarles familia, aquel era un título demasiado diferente para ella, pero eso no le quitaría se la cálida sensación de ser relevante para alguien. Con sus compañeros podía sentirse afortunada.
El resto del día lo único destacable que hizo fue empezar a leer, quedando confundida por la cantidad de términos incomprensibles que encontraba. En un papel iba apuntando todo lo que no entendía para preguntar luego a los humanos: internet, moto, móvil y comida italiana encabezaban la lista.
A la mañana siguiente Kahlo despertó... cansada pero normal. Había tenido un sueño muy realista a la par que extraño, sin embargo al abrir los ojos y encontrarse en su habitación no le dio mayor importancia. Al bajar llegó a tiempo de ver como Lethe hacía flotar y caer un lápiz, quitándole el "buenos días" de la boca. Teniendo magia y habiendo visto cosas increíbles no debería de sorprenderse tanto, pero igual lo hizo.
—¿Ya estáis con el hechizo de levitación? —la emoción en su voz era palpable.
Chromsa les sorprendió con un tallado en madera asombroso. Kahlo le dio la enhorabuena por el esfuerzo y el detalle, habiéndole provocado pequeñas risas su versión en miniatura. La granta no podía llamarles familia, aquel era un título demasiado diferente para ella, pero eso no le quitaría se la cálida sensación de ser relevante para alguien. Con sus compañeros podía sentirse afortunada.
El resto del día lo único destacable que hizo fue empezar a leer, quedando confundida por la cantidad de términos incomprensibles que encontraba. En un papel iba apuntando todo lo que no entendía para preguntar luego a los humanos: internet, moto, móvil y comida italiana encabezaban la lista.
A la mañana siguiente Kahlo despertó... cansada pero normal. Había tenido un sueño muy realista a la par que extraño, sin embargo al abrir los ojos y encontrarse en su habitación no le dio mayor importancia. Al bajar llegó a tiempo de ver como Lethe hacía flotar y caer un lápiz, quitándole el "buenos días" de la boca. Teniendo magia y habiendo visto cosas increíbles no debería de sorprenderse tanto, pero igual lo hizo.
—¿Ya estáis con el hechizo de levitación? —la emoción en su voz era palpable.
- ♪♫♬:
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
20/08/20, 11:26 pm
Kradko sentía que sin duda habían conseguido tirar de la manta del tal Wheem. Pensó que tal vez hubieran tenido que ser algo más agresivos con Kirés, le quedaba claro que de algo sí podían hablarles. Por supuesto, no estaba teniendo en cuenta que lo que les contaran podría tener consecuencias para el que lo hiciera.
Fuera como fuera, tras la desaparición súbita del felino siguieron ellos su camino a la biblioteca. Pensando de nuevo en la promesa que se hizo a sí misma, buscó con tesón libros que pudieran interesar al torreón o como mínimo a ella. Encontró varios libros que parecían tratar sobre magia, pero no podía ni abrir muchos y los otros no los llegaba ni a entender. Había varios libros sobre historia, pero tras hojearlos le parecieron aún más crípticos que el que ya tenían. Encontró también ensayos a rabiar sobre toda clase de materias imaginables, desde estudios sobre el significado cósmico y beneficios dermatológicos de emplatar en sentido antihorario hasta cómo replicar el cerebro de un gusano de tierra usando computación diádica. Como si supiera lo que es eso último.
Tras mucho trastear, encontró un tomo ligero que indudablemente trataba temas musicales. Cansada como estaba de trastear con tantos otros, lo agarro sin tan siquiera molestarse en hojear el contenido. Esperemos que no se trate un craso error.
Al llegar a casa se encontraron que Chromsa tenía una sorpresa para ellos. ¡Figuras! La suya era de una pequeña clinger, mucho más pequeña que una clinger normal. Aunque claramente no era culpa de la calidad del tallado, tardó unos segundos en darse cuenta que, efectivamente, se trataba de ella misma. Le encantó tanto que corrió a darle un abrazo al ochrorio.
—¡Muuuchas gracias! ¡Es muy chuli!
El resto del día lo pasó… Intentando entender el libro, o algo así. Al principio le pareció interesante que hablara de instrumentos que no conocía, algunos de sus compañeros ya le contaron antes sobre instrumentos extraños. Su problema eran las partes que se suponía que eran música. Ella se esperaba que sonaran o algo así, pero solo era… como unos dibujos raros. ¿Se suponía que eran letras de algún idioma? ¿Era la música como un lenguaje que se podía escribir? Eso era muy raro, nunca le había parecido que tuviera un significado como las palabras. «Igual quien escribió esto estaba loco». Sin embargo, de alguna forma la música sí le transmitía algo. Aburrida de intentar entenderlo sin poder aclararse, dejó el libro a un lado y se puso a practicar con el tambor. «¿Cómo era eso que hizo Adam? Duum-dada… dada-dam-dum~. Si, creo.».
Despertar a la mañana siguiente fue… interesante. También tranquilizador, sin duda. Madrugadora extrema como era ella sola, ver el sol sobrepasar el horizonte por tanto le parecía casi imposible. Ese mismo sol le hizo recordar el final del sueño, un evento que provocó que el resto del sueño se decantara en tropel sobre su cerebro. Confusa, dio varias vueltas sobre si misma antes de percatarse de a quién buscaba.
No estaba allí. Tampoco fuera del cuarto. Asomó la cabeza en el baño y este también estaba vació. Se cruzó con alguien, pero no era. En lugar de preguntar, empezó a ponerse nerviosa. Bajó las escaleras atropelladamente. Buscó y giró la cabeza y buscó hasta que dio. Avanzó deprisa, quería asegurarse de que estaba allí. Le agarró una manga con una mano; con la otra el codo. Era ella, estaba allí. Y lo que les rodeaba, aunque ruinoso, sin duda no era miasma y podredumbre. Quiso preguntar tantas cosas a Kahlo que se le formó un nudo en el cuello.
No podía dejar de mirarla.
Fuera como fuera, tras la desaparición súbita del felino siguieron ellos su camino a la biblioteca. Pensando de nuevo en la promesa que se hizo a sí misma, buscó con tesón libros que pudieran interesar al torreón o como mínimo a ella. Encontró varios libros que parecían tratar sobre magia, pero no podía ni abrir muchos y los otros no los llegaba ni a entender. Había varios libros sobre historia, pero tras hojearlos le parecieron aún más crípticos que el que ya tenían. Encontró también ensayos a rabiar sobre toda clase de materias imaginables, desde estudios sobre el significado cósmico y beneficios dermatológicos de emplatar en sentido antihorario hasta cómo replicar el cerebro de un gusano de tierra usando computación diádica. Como si supiera lo que es eso último.
Tras mucho trastear, encontró un tomo ligero que indudablemente trataba temas musicales. Cansada como estaba de trastear con tantos otros, lo agarro sin tan siquiera molestarse en hojear el contenido. Esperemos que no se trate un craso error.
Al llegar a casa se encontraron que Chromsa tenía una sorpresa para ellos. ¡Figuras! La suya era de una pequeña clinger, mucho más pequeña que una clinger normal. Aunque claramente no era culpa de la calidad del tallado, tardó unos segundos en darse cuenta que, efectivamente, se trataba de ella misma. Le encantó tanto que corrió a darle un abrazo al ochrorio.
—¡Muuuchas gracias! ¡Es muy chuli!
El resto del día lo pasó… Intentando entender el libro, o algo así. Al principio le pareció interesante que hablara de instrumentos que no conocía, algunos de sus compañeros ya le contaron antes sobre instrumentos extraños. Su problema eran las partes que se suponía que eran música. Ella se esperaba que sonaran o algo así, pero solo era… como unos dibujos raros. ¿Se suponía que eran letras de algún idioma? ¿Era la música como un lenguaje que se podía escribir? Eso era muy raro, nunca le había parecido que tuviera un significado como las palabras. «Igual quien escribió esto estaba loco». Sin embargo, de alguna forma la música sí le transmitía algo. Aburrida de intentar entenderlo sin poder aclararse, dejó el libro a un lado y se puso a practicar con el tambor. «¿Cómo era eso que hizo Adam? Duum-dada… dada-dam-dum~. Si, creo.».
***
Despertar a la mañana siguiente fue… interesante. También tranquilizador, sin duda. Madrugadora extrema como era ella sola, ver el sol sobrepasar el horizonte por tanto le parecía casi imposible. Ese mismo sol le hizo recordar el final del sueño, un evento que provocó que el resto del sueño se decantara en tropel sobre su cerebro. Confusa, dio varias vueltas sobre si misma antes de percatarse de a quién buscaba.
No estaba allí. Tampoco fuera del cuarto. Asomó la cabeza en el baño y este también estaba vació. Se cruzó con alguien, pero no era. En lugar de preguntar, empezó a ponerse nerviosa. Bajó las escaleras atropelladamente. Buscó y giró la cabeza y buscó hasta que dio. Avanzó deprisa, quería asegurarse de que estaba allí. Le agarró una manga con una mano; con la otra el codo. Era ella, estaba allí. Y lo que les rodeaba, aunque ruinoso, sin duda no era miasma y podredumbre. Quiso preguntar tantas cosas a Kahlo que se le formó un nudo en el cuello.
No podía dejar de mirarla.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
21/08/20, 03:12 pm
Antes de que pudiera recibir respuestas o pedir la traducción del hechizo, Kradko apareció y la agarró del brazo sin hacer ruido. Kahlo dio un ligero respingo por la sorpresa al no esperarse dicho gesto, lo cual se reflejó en la breve mueca de molestia que le dedicó. Al ver que se trataba de la clinger sus facciones se suavizaron en seguida, precediendo a una expresión de incógnita.
—¿Qué pasa?
En otra circunstancia habría apartado el brazo. No le gustaba el contacto físico sin previo aviso y solo se lo permitía por lo extraño de la situación, que la pequeña no dijera nada de primeras, y sobre todo, por el recuerdo de verla en su sueño. Para Kahlo solo había sido eso, un sueño, a penas una casualidad.
—¿Qué pasa?
En otra circunstancia habría apartado el brazo. No le gustaba el contacto físico sin previo aviso y solo se lo permitía por lo extraño de la situación, que la pequeña no dijera nada de primeras, y sobre todo, por el recuerdo de verla en su sueño. Para Kahlo solo había sido eso, un sueño, a penas una casualidad.
- ♪♫♬:
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
21/08/20, 06:08 pm
Durante el resto del día, Adam hizo su rutina de entrenamiento con Kolja. Lamentó muchísimo el desliz que tuvo durante éste cuando estuvo pensando en la luna, y lo que podría suceder cuando esté encima de sus cabezas. Tropezó cayendo de espaldas golpeando su frente contra el escudo, pero aunque el golpe fue doloroso no terminó con más que un chichón de tamaño mediano justo encima de sus cejas. Su maestro tuvo que aguantar decenas de “lo siento” de parte del ruso por su pifia. Duchándose soltó una risilla al escuchar el leve sonido que pudo captar del tambor de Kradko, la clinger aprendía muy rápido.
Adam se incorporó de su cama al día siguiente, notando que sus despertares eran cada vez más tardíos por el cansancio de los días anteriores. Bajando sin siquiera saber el momento del día vislumbró asombrado al ver fruta y lápices volando. <<Miedo me da si hace ella el hechizo, capaz y sale el torreón volando>>, respondió en su mente a la pregunta de la talentosa Kahlo, quizás no fuese mala idea el preguntar a la mujer gato acerca de cómo diablos se puede hacer magia. Algo curioso y con algo de timidez se acercó al grupo levitador.
—Hola… —saludó todavía intimidado por la mujer pájaro que se encontraba entre ellos—. Veo que estáis… progresando con esto de la magia. Que guay… —aunque tuvo una fingida cara animada nadie le quitaba a Adam lo taciturno, callando y desviando la mirada ante los que pensaban que hablaría mas.
Adam se incorporó de su cama al día siguiente, notando que sus despertares eran cada vez más tardíos por el cansancio de los días anteriores. Bajando sin siquiera saber el momento del día vislumbró asombrado al ver fruta y lápices volando. <<Miedo me da si hace ella el hechizo, capaz y sale el torreón volando>>, respondió en su mente a la pregunta de la talentosa Kahlo, quizás no fuese mala idea el preguntar a la mujer gato acerca de cómo diablos se puede hacer magia. Algo curioso y con algo de timidez se acercó al grupo levitador.
—Hola… —saludó todavía intimidado por la mujer pájaro que se encontraba entre ellos—. Veo que estáis… progresando con esto de la magia. Que guay… —aunque tuvo una fingida cara animada nadie le quitaba a Adam lo taciturno, callando y desviando la mirada ante los que pensaban que hablaría mas.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
21/08/20, 07:38 pm
Kolja se encogió de hombros ante la súbita despedida del gatito, el espejo que había sacado debía de funcionar como un móvil o un walkie talkie, estaría encantado o algo. Siguió el camino a la biblioteca sin hacer comentarios y al llegar le preguntó a Biblios si tenía algún libro de técnicas de lucha. La respuesta del fantasma o lo que fuese fue, como no, bastante confusa y le acabó dando varios libros de los cuales pocos eran comprensibles o tenían que ver con el tema, por lo menos a primera vista. Se acabó decantando por uno con bastantes ilustraciones y con capítulos dedicados a las criaturas más rocambolescas imaginables y tecnicas adaptadas para estas.
Al volver al torreón se sorprendió gratamente con el detalle del chico nutria, la talla estaba muy lograda y le felicitó por ello. De la inscripción prefirió no comentar nada, principalmente por el hecho de que no supo que pensar, al verla grabada en la madera y con tantas interpretaciones que podía tener y sentimientos que podía despertar. El resto del día lo pasó entrenando con Adam, sin poder evitar un bufido de diversión ante el fallo de su pupilo, y estudiando el libro que había traído. Le llamó mucho la atención que algunas de las imagines mostraba varias criaturas de diferentes mitologías terrestres, haciéndole dudar de si se trataba de un tomo serio o si había surgido de la imaginación de algún terrestre que quiso apuntar sus ideas de como lucharían aquellas criaturas con sus diferentes capacidades, como los ojos extra de un argos o la falta de control de un bersherker.
Al día siguiente le despertaron la gente que empezó a entrar en el salón para desayunar y empezar las diferentes tareas diarias que habían adquirido. Se sentó en uno de los sillones con una especie de manzana extraterrestre, menos ácida y más dulce que las que conocía, y observó los avances de los equipos de traducción. Al ver la fruta elevarse seguida por el lápiz de la pájaro sintió bastante más envidia que con otros hechizos que habían conseguido traducir, bueno, quizás no tanta más que con el escudo de fuerza. Pero volar..., volar era diferente, aquello era impresionante, el sueño de prácticamente cualquier persona en algún momento de su vida. Solo eran unas frutas y unos lapices, de momento, pero el libro parecía dar a entender de que uno podía aplicárselo a si mismo e ir levitando por ahí, en el aire, sin más restricciones que el aguante de uno mismo, aquello era magia. Y viendo los diferentes objetos por ahí se le ocurrió una idea, una que quizás animase al daeliciano y lo sacase de aquel estado de animo en el que estaba últimamente, aunque fuese por unas horas.
-Oid, ¿Que os parece si organizamos un concurso de talentos? Con trucos de magia, demostraciones de destreza y yo que se que más. Podría ser divertido- les preguntó desde el sillón.
Mientras escuchaba la reacción de sus compañeros miró fijamente a la fruta que tenía en la mano. La había cogido de la despensa, pero aun así también le supo a ceniza, como le venía pasando las últimas semanas. No le ocurría siempre y normalmente lo achacaba a que igual le había caído algo de ceniza del hornillo, pero esta vez la había cogido de la despensa..., aquello no tenía sentido.
Al volver al torreón se sorprendió gratamente con el detalle del chico nutria, la talla estaba muy lograda y le felicitó por ello. De la inscripción prefirió no comentar nada, principalmente por el hecho de que no supo que pensar, al verla grabada en la madera y con tantas interpretaciones que podía tener y sentimientos que podía despertar. El resto del día lo pasó entrenando con Adam, sin poder evitar un bufido de diversión ante el fallo de su pupilo, y estudiando el libro que había traído. Le llamó mucho la atención que algunas de las imagines mostraba varias criaturas de diferentes mitologías terrestres, haciéndole dudar de si se trataba de un tomo serio o si había surgido de la imaginación de algún terrestre que quiso apuntar sus ideas de como lucharían aquellas criaturas con sus diferentes capacidades, como los ojos extra de un argos o la falta de control de un bersherker.
Al día siguiente le despertaron la gente que empezó a entrar en el salón para desayunar y empezar las diferentes tareas diarias que habían adquirido. Se sentó en uno de los sillones con una especie de manzana extraterrestre, menos ácida y más dulce que las que conocía, y observó los avances de los equipos de traducción. Al ver la fruta elevarse seguida por el lápiz de la pájaro sintió bastante más envidia que con otros hechizos que habían conseguido traducir, bueno, quizás no tanta más que con el escudo de fuerza. Pero volar..., volar era diferente, aquello era impresionante, el sueño de prácticamente cualquier persona en algún momento de su vida. Solo eran unas frutas y unos lapices, de momento, pero el libro parecía dar a entender de que uno podía aplicárselo a si mismo e ir levitando por ahí, en el aire, sin más restricciones que el aguante de uno mismo, aquello era magia. Y viendo los diferentes objetos por ahí se le ocurrió una idea, una que quizás animase al daeliciano y lo sacase de aquel estado de animo en el que estaba últimamente, aunque fuese por unas horas.
-Oid, ¿Que os parece si organizamos un concurso de talentos? Con trucos de magia, demostraciones de destreza y yo que se que más. Podría ser divertido- les preguntó desde el sillón.
Mientras escuchaba la reacción de sus compañeros miró fijamente a la fruta que tenía en la mano. La había cogido de la despensa, pero aun así también le supo a ceniza, como le venía pasando las últimas semanas. No le ocurría siempre y normalmente lo achacaba a que igual le había caído algo de ceniza del hornillo, pero esta vez la había cogido de la despensa..., aquello no tenía sentido.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
22/08/20, 11:59 pm
La figura tuvo un gran impacto en el grupo. A todos parecía gustarles aquel regalo, lo cual alegró enormemente al ochrorio. La palmada de Alec le cogió desprevenido y le habría tirado al suelo de no ser por el abrazo de Kradko. -Muchas gracias. Tenía un poco de práctica en mi mundo, pero sobre todo ha sido el tiempo que he usado lo que ha hecho que haya quedado tan bien. La tenía escondida en la armería, de hecho tallaba allí.- respondió a todos los comentarios. Aquello era lo que le hacía falta en aquel momento: saber que no se había equivocado en lo que pensaba del grupo. El malestar de la pesadilla ya casi se había desvanecido.
El resto del día lo pasó mucho más animado charlando con sus compañeros de traducción. Llevaban unos días traduciendo un hechizo de levitación que, para esa noche, ya casi habían terminado. La idea de hacer flotar cosas le llamaba mucho la atención y mientras trabajaba iba memorizando todos los pasos para realizarlo. En la conversación salió el encuentro con un varmano también ciudadano de Rocavarancolia que había tenido el grupo. Al parecer la luna es la que les había permitido aprovechar su poder mágico, pero también los influía de otros modos que no les habían explicado. A Chromsa le picaba la curiosidad sobre qué más podría hacerles la luna, aunque no tenía ninguna teoría sobre qué podría ser.
A la mañana siguiente se despertó temprano para terminar el hechizo y no tardaron mucho en acabar y comenzar con las pruebas. Amira fue la primera y, durante un momento, hizo flotar una fruta. -¡Ha funcionado! Felicidades Amira.- dijo con cierta emoción. Luci y Lethe la siguieron con aquella fruta y un lápiz. El ochrorio optó por probar con el pequeño zurrón donde guardaba las semillas para el huerto. La puso en la mesa y empezó a recitar las palabras y los movimientos que había aprendido. Al momento el zurrón empezó a subir en el aire hasta llegar a la altura de su cara. Pensaba moverlo a los lados a continuación, pero la emoción que tenía Chromsa en aquel momento hizo que la bolsita cayera de vuelta a la mesa. -Pues sí. Para este parece que mantener la concentración va a ser muy importante.- dijo al comentario de Lethe. El resto del grupo empezó a bajar a desayunar (Chromsa les fue dando los buenos días según bajaban) y a preguntar por el hechizo. Un poco después Kolja habló y propuso hacer un concurso. -Bueno, sería bastante entretenido aunque no estoy muy seguro de qué podría hacer. Pero la idea desde luego la apoyo.- dijo el ochrorio.
Después un pensamiento se le pasó por la cabeza y se giró hacia la varmana diciendo: -Kahlo, estaba pensando una cosa. En teoría según lo que ponía en el grimorio el hechizo de levitación puede levantar incluso a una persona. Me preguntaba si con lo bien que se te da la magia podrías conseguirlo. ¿Por qué no lo intentas?-
El resto del día lo pasó mucho más animado charlando con sus compañeros de traducción. Llevaban unos días traduciendo un hechizo de levitación que, para esa noche, ya casi habían terminado. La idea de hacer flotar cosas le llamaba mucho la atención y mientras trabajaba iba memorizando todos los pasos para realizarlo. En la conversación salió el encuentro con un varmano también ciudadano de Rocavarancolia que había tenido el grupo. Al parecer la luna es la que les había permitido aprovechar su poder mágico, pero también los influía de otros modos que no les habían explicado. A Chromsa le picaba la curiosidad sobre qué más podría hacerles la luna, aunque no tenía ninguna teoría sobre qué podría ser.
A la mañana siguiente se despertó temprano para terminar el hechizo y no tardaron mucho en acabar y comenzar con las pruebas. Amira fue la primera y, durante un momento, hizo flotar una fruta. -¡Ha funcionado! Felicidades Amira.- dijo con cierta emoción. Luci y Lethe la siguieron con aquella fruta y un lápiz. El ochrorio optó por probar con el pequeño zurrón donde guardaba las semillas para el huerto. La puso en la mesa y empezó a recitar las palabras y los movimientos que había aprendido. Al momento el zurrón empezó a subir en el aire hasta llegar a la altura de su cara. Pensaba moverlo a los lados a continuación, pero la emoción que tenía Chromsa en aquel momento hizo que la bolsita cayera de vuelta a la mesa. -Pues sí. Para este parece que mantener la concentración va a ser muy importante.- dijo al comentario de Lethe. El resto del grupo empezó a bajar a desayunar (Chromsa les fue dando los buenos días según bajaban) y a preguntar por el hechizo. Un poco después Kolja habló y propuso hacer un concurso. -Bueno, sería bastante entretenido aunque no estoy muy seguro de qué podría hacer. Pero la idea desde luego la apoyo.- dijo el ochrorio.
Después un pensamiento se le pasó por la cabeza y se giró hacia la varmana diciendo: -Kahlo, estaba pensando una cosa. En teoría según lo que ponía en el grimorio el hechizo de levitación puede levantar incluso a una persona. Me preguntaba si con lo bien que se te da la magia podrías conseguirlo. ¿Por qué no lo intentas?-
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
23/08/20, 03:39 pm
La pregunta de Kahlo consiguió romper el bloqueo de la clinger. Así que pasó de muda a, efectivamente, hablar atropelladamente.
—Tú… ¡Tú! Yo estaba e-en un sitio muy raro y una voz rara nos decía adivinanzas muy extrañas… ¡tú también estabas! —al darse cuenta de que no tenía ningún sentido, frenó un poco—. Era un sueño, no tiene sentido. Pero parecía… Me dio miedo.
—Tú… ¡Tú! Yo estaba e-en un sitio muy raro y una voz rara nos decía adivinanzas muy extrañas… ¡tú también estabas! —al darse cuenta de que no tenía ningún sentido, frenó un poco—. Era un sueño, no tiene sentido. Pero parecía… Me dio miedo.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Silente
23/08/20, 09:17 pm
Alec les dejó espacio a los traductores de hechizos cuando se pusieron aquella tarde. Cogió uno de los libros que habían llevado de la biblioteca y subió a la azotea para leer. Cuando vio a Kahlo leyendo Crepúsculo no pudo evitar una risita baja. Estaba deseando ver si la chica se enganchaba a la saga. El escocés recordaba a su hermana pegada a los libros cuando habían salido con cariño ahora.
Cuando se empezó a hacer de noche bajó para echar una mano con la cena y después de cenar volvió a la azotea un rato. Observó los murciélagos flamígeros danzar por el cielo y cazar insectos con cierta envidia. Ellos eran libres para ir donde quisieran mientras que él y sus compañeros estaban encerrados en aquella maldita ciudad.
Miró hacia la catedral gigante cercana a las montañas que brillaba con su usual color preguntándose cuál era su papel en todo aquello. El libro de historia la mencionaba pero, como venía siendo costumbre en aquella ciudad, no era nada claro con su utilidad. Meneando la cabeza bajó a la habitación para dormir.
Se despertó como siempre, al alba, y bajó para hacer un buen desayuno para todos. Estuvo presente cuando la fruta levitó y cuando el lápiz cayó al suelo.
-Ya os digo yo que ese hechizo puede levantar a una persona - respondió con una sonrisa apoyado en la pared.- La que me trajo aquí me hizo eso mismo y me levantó unos cuantos centímetros. Si ella pudo seguro que vosotros también - comentó dándoles ánimos.
Enarcó una ceja al ver el estallido de palabras de Kradko, ¿una pesadilla? Eso parecía.
Cuando se empezó a hacer de noche bajó para echar una mano con la cena y después de cenar volvió a la azotea un rato. Observó los murciélagos flamígeros danzar por el cielo y cazar insectos con cierta envidia. Ellos eran libres para ir donde quisieran mientras que él y sus compañeros estaban encerrados en aquella maldita ciudad.
Miró hacia la catedral gigante cercana a las montañas que brillaba con su usual color preguntándose cuál era su papel en todo aquello. El libro de historia la mencionaba pero, como venía siendo costumbre en aquella ciudad, no era nada claro con su utilidad. Meneando la cabeza bajó a la habitación para dormir.
Se despertó como siempre, al alba, y bajó para hacer un buen desayuno para todos. Estuvo presente cuando la fruta levitó y cuando el lápiz cayó al suelo.
-Ya os digo yo que ese hechizo puede levantar a una persona - respondió con una sonrisa apoyado en la pared.- La que me trajo aquí me hizo eso mismo y me levantó unos cuantos centímetros. Si ella pudo seguro que vosotros también - comentó dándoles ánimos.
Enarcó una ceja al ver el estallido de palabras de Kradko, ¿una pesadilla? Eso parecía.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
24/08/20, 09:12 pm
Vivió ambas situaciones a la vez, solapadas y confrontadas a sus sentimientos. Por un lado la conversación animada sobre el hechizo de levitación y algo de un concurso, por otro, Kradko. La varmana tenía los ojos bien abiertos, más a cuanto más oía.
—Cla-claro, ahora lo intento... —respondió a Chromsa débilmente sin despegar la vista de la clinger, a la cual no solo se había acercado, aceptando que la agarrase, sino que ella misma era quien buscaba ahora sus manos—. ¿La habitación... con dibujos en las paredes? —respondió en voz baja, tensa—. ¿La prueba y las penalizaciones?
Preguntaba sin necesidad de respuesta, estaba claro por lo poco que había descrito que habían soñado lo mismo. La pelirroja sujetó las manos de la pequeña mientras el pulso se le aceleraba en una creciente incertidumbre. ¿Había sido real? No habían salido del torreón, habían despertado en el mismo sitio en el que se habían acostado, pero... La cabeza le daba vueltas. Se le hizo un nudo en la garganta.
—Nos desterraron. Nos dijeron algo de la Luna... —dijo en un hilo de voz, incapaz de terminar la frase: que no saldría para ellas. Sus pupilas se dilataron, apretando inconscientemente las manos de Kradko—. Por la tierra santa...
¿Y si...? Kahlo se giró hacia Lethe, agobiada.
—¿Nos dejáis la traducción para intentar el hechizo, por favor? —dijo con nueva urgencia. Si les habían arrebatado la magia iba a entrar en pánico.
—Cla-claro, ahora lo intento... —respondió a Chromsa débilmente sin despegar la vista de la clinger, a la cual no solo se había acercado, aceptando que la agarrase, sino que ella misma era quien buscaba ahora sus manos—. ¿La habitación... con dibujos en las paredes? —respondió en voz baja, tensa—. ¿La prueba y las penalizaciones?
Preguntaba sin necesidad de respuesta, estaba claro por lo poco que había descrito que habían soñado lo mismo. La pelirroja sujetó las manos de la pequeña mientras el pulso se le aceleraba en una creciente incertidumbre. ¿Había sido real? No habían salido del torreón, habían despertado en el mismo sitio en el que se habían acostado, pero... La cabeza le daba vueltas. Se le hizo un nudo en la garganta.
—Nos desterraron. Nos dijeron algo de la Luna... —dijo en un hilo de voz, incapaz de terminar la frase: que no saldría para ellas. Sus pupilas se dilataron, apretando inconscientemente las manos de Kradko—. Por la tierra santa...
¿Y si...? Kahlo se giró hacia Lethe, agobiada.
—¿Nos dejáis la traducción para intentar el hechizo, por favor? —dijo con nueva urgencia. Si les habían arrebatado la magia iba a entrar en pánico.
- ♪♫♬:
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
24/08/20, 11:04 pm
Kradko se cortó en cuanto se dio cuenta de que la varmana sabía muy bien, demasiado bien de qué estaba hablando. Por si le quedara algún atisbo de dudas, las preguntas de Kahlo lo esfumaron.
—Siiiii… —dijo como si no la quisiera soltar esa ‘i’, tal como no quería soltar el brazo de su interlocutora. No solo esta tampoco parecía querer, sino que encima le sujetó las manos. Claramente necesitaba eso.
«Deste… rraron». Ni siquiera despierta sabía qué es un destierro, pero a razón de la reacción de su compañera y de lo que recordaba le quedó claro que nada bueno. Y todo eso de la luna y algo de la tierra santa. Y de repente Kahlo se puso a pedir el nuevo hechizo. Qué se supone que…
—N-no entiendo nada… —dijo con voz débil.
—Siiiii… —dijo como si no la quisiera soltar esa ‘i’, tal como no quería soltar el brazo de su interlocutora. No solo esta tampoco parecía querer, sino que encima le sujetó las manos. Claramente necesitaba eso.
«Deste… rraron». Ni siquiera despierta sabía qué es un destierro, pero a razón de la reacción de su compañera y de lo que recordaba le quedó claro que nada bueno. Y todo eso de la luna y algo de la tierra santa. Y de repente Kahlo se puso a pedir el nuevo hechizo. Qué se supone que…
—N-no entiendo nada… —dijo con voz débil.
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