Torreón Silente
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17 participantes
- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Silente
18/03/20, 08:12 pm
Las voces de Luci la sacaron de su inopia. Pestañeó despacio varias veces, descomponiendo la noticia mentalmente. El entusiasmo se repartió entre (casi) todos los presentes y ella no fue menos. Necesitaba aire fresco, salir al exterior más allá de las paredes del torreón aunque fuera para ver ruinas. Si encima iba a ser para visitar aquellos jardines...
—¿Es molestia si voy yo también? —preguntó, tratanto de ocultar la emoción desesperada de su voz.
Ante la receptiva Kahlo no pudo evitar sonreír. Por mucho que su consciencia le dijera que aquello era una locura por todas las cosas malas que había sucedido en todas las malditas salidas, necesitaba aquello por todos los medios. Además, iban bien acompañados: no lo admitiría, pero tener a Kolja, Alec y Lethe con ellos le inspiraba seguridad. Después de coger una fruta como breve desayuno subió de vuelta a su habitación para prepararse, pidiendo expresamente que la esperasen. Se quitó todos los anillos por miedo a perderlos y se hizo con su estoque, atándoselo a la cintura del pantalón. Precavida, también se cambió los botines por unas botas mucho menos bonitas pero sin tacón, con tal de ir más cómoda, enganchó sus gafas del cuello de su camisa y se arregló el pelo en una pequeña coleta. Al bajar Kahlo no estaría tan elegante como costumbre, pero sí mucho más dispuesta y animada.
—¿Listos?
—¿Es molestia si voy yo también? —preguntó, tratanto de ocultar la emoción desesperada de su voz.
Ante la receptiva Kahlo no pudo evitar sonreír. Por mucho que su consciencia le dijera que aquello era una locura por todas las cosas malas que había sucedido en todas las malditas salidas, necesitaba aquello por todos los medios. Además, iban bien acompañados: no lo admitiría, pero tener a Kolja, Alec y Lethe con ellos le inspiraba seguridad. Después de coger una fruta como breve desayuno subió de vuelta a su habitación para prepararse, pidiendo expresamente que la esperasen. Se quitó todos los anillos por miedo a perderlos y se hizo con su estoque, atándoselo a la cintura del pantalón. Precavida, también se cambió los botines por unas botas mucho menos bonitas pero sin tacón, con tal de ir más cómoda, enganchó sus gafas del cuello de su camisa y se arregló el pelo en una pequeña coleta. Al bajar Kahlo no estaría tan elegante como costumbre, pero sí mucho más dispuesta y animada.
—¿Listos?
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
19/03/20, 02:03 am
Luci corrió a vestirse. Ya se bañaría cuando volviesen. Se puso una camiseta morada que le valía de vestido y unos pantalones cortos debajo. Sobre esto llevaba un cardigan de color tostado que había visto mejores días pero que era cómodo y abrigado y en los pies dos pares de calcetines y unas botas de cuero que le iban grandes (por eso el doble calcetín). Llevaba el pelo suelto, pero para no ir muy desarreglado se había atado una cinta de cuero negro al cuello.
Muy a su pesar tuvo que bajar a la armería a equiparse. Por recomendación de Alec cogió el escudo más ligero que encontró. Luci no sabía si lo protegería mucho pero era mejor que nada y si tenía que soltarlo para correr tampoco sería una gran pérdida. Como arma terminó cogiendo un cuchillo de doble hoja con una funda más que decente. Tampoco es que pudiera cargar con nada más pesado y una de las hojas era serrada lo cual podría ser útil. Mientras buscaba entre la chatarra de la armería encontró un pequeño barril en una esquina lleno de cristales de colores y lo que parecían ser joyas. Las joyas eran la cosa más horrible que había visto nunca, tan feos como todo en aquella ciudad, pero los cristales le gustaron. Cogió uno morado, a juego con su ropa, y se lo guardó en el bolsillo a modo de amuleto.
Una vez estuvo listo se reunió en la puerta con el resto de sus compañeros, sonriente pero un poco tembloroso por el miedo y la emoción.
-¡Vámonos!
Sigue en Luna Alta
Muy a su pesar tuvo que bajar a la armería a equiparse. Por recomendación de Alec cogió el escudo más ligero que encontró. Luci no sabía si lo protegería mucho pero era mejor que nada y si tenía que soltarlo para correr tampoco sería una gran pérdida. Como arma terminó cogiendo un cuchillo de doble hoja con una funda más que decente. Tampoco es que pudiera cargar con nada más pesado y una de las hojas era serrada lo cual podría ser útil. Mientras buscaba entre la chatarra de la armería encontró un pequeño barril en una esquina lleno de cristales de colores y lo que parecían ser joyas. Las joyas eran la cosa más horrible que había visto nunca, tan feos como todo en aquella ciudad, pero los cristales le gustaron. Cogió uno morado, a juego con su ropa, y se lo guardó en el bolsillo a modo de amuleto.
Una vez estuvo listo se reunió en la puerta con el resto de sus compañeros, sonriente pero un poco tembloroso por el miedo y la emoción.
-¡Vámonos!
Sigue en Luna Alta
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Silente
19/03/20, 03:22 pm
Fueron sumándose algunos a la expedición mientras otros decidían quedarse en el torreón. Le apenaba un poco que Adam se quedara esta vez, aunque teniendo en cuenta lo pasado el día antes era comprensible que no quisiera más emociones fuertes.
Cuando se hicieron los dos grupos, Chromsa siguió el ejemplo de sus compañeros y fue a prepararse. Tampoco es que fuera a tardar mucho, pues lo único que tenía que coger era su bastón de siempre. En ese momento se le pasó por la cabeza que, si iba a salir tantas veces como hasta ahora, debería aprender a usarlo. -(Tal vez Lethe podría ayudarme, supongo que no tiene que ser muy distinto de usar que una lanza)- pensó mientras subía de vuelta al salón.
Ya arriba escuchó a Kolja y a Alec y se les acercó para decir: -¿Os puedo ayudar a buscar madera? Le he prometido a Kradko que si íbamos allí intentaríamos encontrar madera para hacerle un tambor. Supongo que ella también colaborará.- Ninguno puso ninguna objeción, así que fue a la cocina a por otra cesta y volvió con todos. Se fijó entonces en como de preparados iban todos, y en especial, se fijó en Kahlo. Se había cambiado un poco para estar más cómoda allí fuera, pero para el ochorio seguía teniendo la elegancia de siempre. -(Tal vez sea algo intrínseco de ella el ser elegante)- pensó.
Finalmente se despidieron de los que se quedaban y pusieron rumbo al jardín.
Cuando se hicieron los dos grupos, Chromsa siguió el ejemplo de sus compañeros y fue a prepararse. Tampoco es que fuera a tardar mucho, pues lo único que tenía que coger era su bastón de siempre. En ese momento se le pasó por la cabeza que, si iba a salir tantas veces como hasta ahora, debería aprender a usarlo. -(Tal vez Lethe podría ayudarme, supongo que no tiene que ser muy distinto de usar que una lanza)- pensó mientras subía de vuelta al salón.
Ya arriba escuchó a Kolja y a Alec y se les acercó para decir: -¿Os puedo ayudar a buscar madera? Le he prometido a Kradko que si íbamos allí intentaríamos encontrar madera para hacerle un tambor. Supongo que ella también colaborará.- Ninguno puso ninguna objeción, así que fue a la cocina a por otra cesta y volvió con todos. Se fijó entonces en como de preparados iban todos, y en especial, se fijó en Kahlo. Se había cambiado un poco para estar más cómoda allí fuera, pero para el ochorio seguía teniendo la elegancia de siempre. -(Tal vez sea algo intrínseco de ella el ser elegante)- pensó.
Finalmente se despidieron de los que se quedaban y pusieron rumbo al jardín.
- Birdo
Ficha de cosechado
Nombre: Qirra
Especie: Parqia
Habilidades: Habilidad manual, Inmutabilidad, Imaginación.
Re: Torreón Silente
19/03/20, 08:00 pm
oofViendo que todo el mundo se preparaba para salir, decidió que quizá sería buena idea llevar una espada con ella por si pasaba algo. Evidentemente, por mucho que lo intentó, no fue capaz de llevar una espada pequeña, así que al final acabó llevándose un cuchillo cubierto con una especie de tejido rígido que se ató en la pata delantera izquierda, junto con su bolsa (actualmente vacía).
oof—¡Vamos! —dijo contenta, y puso rumbo al jardín con el resto del grupo.
oof—¡Vamos! —dijo contenta, y puso rumbo al jardín con el resto del grupo.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Silente
20/03/20, 08:16 pm
Adam estuvo observando a sus compañeros equipándose con lo necesario para salir, notando que muchos estaban emocionados por ver los jardines. Estuvo por soltarles una advertencia, que no se confiasen solo porque sea un jardín, pero noto a Alec acercándose con un ligero enfado.
No dijo nada a las palabras del escocés, aunque una gran angustia presionase su pecho por como se dirigió a él y la extraña sonrisa. <<¿Lo sabe?, ¿Pudo escuchar algo de lo que dije anoche?>> Cuando todos se fueron, incluido Alec, Apoyó la cabeza en sus manos, pensando en sudores fríos.
<<Pero no creo que sea eso. Al menos cuando él me preguntó sobre mí de ía que salimos no parecía que tuviese malas intenciones>>
Divagó tanto en sus pensamientos que tardó en procesar las sugerencias de Amira con respecto a qué podrían hacer—. ¡Uh! P-perdona, estaba dandole vueltas a algo— dijo en un intento de justificar su tardía respuesta—. Claro, podemos hacer una limpieza general, arreglar las habitaciones, lo que sea. El problema es que… no se cocinar— esto último le dio mucha vergüenza decirlo. A veces se asqueaba de que, con 19 años que tiene, no sepa ni freir un huevo. Es verdad que se desenvolvía bien con el piano pero la sola idea de seguir una simple receta ya le abrumaba—. Si después me pudieseis ayudar con ello podría intentar aprender algo.
Dicho eso se puso manos a la obra empezando por arreglar un poco las camas y ordenar en general, mientras seguía dandole vueltas al asunto pendiente con Alec, como si fuese una espina molesta que no se podia quitar, además de preocuparse por todos sus compañeros.
<<Lo siento Luci. Sé que te hacía ilusión ir al jardin, pero yo no puedo más. Necesito respirar>> Divagó con mucha culpa. Estuvo teorizando durante un rato que Alec igual se enfadó porque se lleva bien con Luci y él se opuso a explorarlo con los demás, cosa que él veía entendible.
No dijo nada a las palabras del escocés, aunque una gran angustia presionase su pecho por como se dirigió a él y la extraña sonrisa. <<¿Lo sabe?, ¿Pudo escuchar algo de lo que dije anoche?>> Cuando todos se fueron, incluido Alec, Apoyó la cabeza en sus manos, pensando en sudores fríos.
<<Pero no creo que sea eso. Al menos cuando él me preguntó sobre mí de ía que salimos no parecía que tuviese malas intenciones>>
Divagó tanto en sus pensamientos que tardó en procesar las sugerencias de Amira con respecto a qué podrían hacer—. ¡Uh! P-perdona, estaba dandole vueltas a algo— dijo en un intento de justificar su tardía respuesta—. Claro, podemos hacer una limpieza general, arreglar las habitaciones, lo que sea. El problema es que… no se cocinar— esto último le dio mucha vergüenza decirlo. A veces se asqueaba de que, con 19 años que tiene, no sepa ni freir un huevo. Es verdad que se desenvolvía bien con el piano pero la sola idea de seguir una simple receta ya le abrumaba—. Si después me pudieseis ayudar con ello podría intentar aprender algo.
Dicho eso se puso manos a la obra empezando por arreglar un poco las camas y ordenar en general, mientras seguía dandole vueltas al asunto pendiente con Alec, como si fuese una espina molesta que no se podia quitar, además de preocuparse por todos sus compañeros.
<<Lo siento Luci. Sé que te hacía ilusión ir al jardin, pero yo no puedo más. Necesito respirar>> Divagó con mucha culpa. Estuvo teorizando durante un rato que Alec igual se enfadó porque se lleva bien con Luci y él se opuso a explorarlo con los demás, cosa que él veía entendible.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Silente
29/03/20, 07:34 pm
Un zumbido ligero rompe con el silencio ambiental de Silente. Comienza como un ruido lejano e imperceptible, parecen gritos o gruñidos (o ambas cosas), tan lejanos que apenas se intuye de dónde vienen durante los primeros minutos. Sin embargo, el sonido aumenta progresivamente y no tarda en resonar por el torreón un aullido prolongado al que le sigue un estruendoso rugido. Después varios aullidos más.
A una distancia prudencial de Silente vuela un dragón pardo, de aspecto majestuoso y larga envergadura, montado por una mancha imperceptible de figura vagamente humanoide. Dicha mancha vuelve a aullar de júbilo y, a lo lejos, en las inmediaciones del castillo, la manada la corea y se une a su excitación.
Si Adam así lo desea, podrá ser el primer silentino en ver volar un dragón, más allá del cine y la televisión.
A una distancia prudencial de Silente vuela un dragón pardo, de aspecto majestuoso y larga envergadura, montado por una mancha imperceptible de figura vagamente humanoide. Dicha mancha vuelve a aullar de júbilo y, a lo lejos, en las inmediaciones del castillo, la manada la corea y se une a su excitación.
Si Adam así lo desea, podrá ser el primer silentino en ver volar un dragón, más allá del cine y la televisión.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
29/03/20, 09:33 pm
Estaba sudando. Tras ver que mas o menos el torreón estaba libre de desorden, se escaqueó para hacer algo de ejercicio clandestino, rindiéndose cuando reconsideró no hacer algo de comer debido a que no quería envenenar a los demás. Con la bufanda quitada, no le importaba tener el tatuaje al descubierto ya que Amira y Alyssa no estaban al acecho, comenzó a dar unas pocas vueltas en el patio y a hacer algunas flexiones, abdominales y sentadillas.
Se tomó la libertad de lavarse con agua fría, maldiciendo lo helada que estaba y a sí mismo por no calentarla por perezoso. Al salir tiritando con nueva muda y su bufanda, mientras burdamente conseguía quitar la suciedad de su anterior ropaje al lavarlo, logró escuchar un ligerísimo sonido que confundió con uno ambiental pero no hizo otra cosa que progresar en un agudo aullido.
Soltando todo, Adam fue corriendo a la azotea del torreón avisando a sus compañeras que había escuchado algo y que iba a ver que era. Estaba atacado de los nervios mientras subía, comiéndose la cabeza sobre lo que podría ser. Se asomó muy despacio en lo más alto del torreón, presenciando algo que le impresionó todavía más que aquella serpiente con alas.
—¡E-es un dragón! No me lo puedo creer— la sonrisa que dibujó en su rostro tras decir eso era la propia de un niño al ver realidad sus fantasías. Realmente era un dragón gigantesco y hermoso a sus ojos. Cuando el misterioso ser que lo montaba aulló de nuevo con cierta alegría, varios lobos aparecieron en manada próximos al castillo.
Con las manos agarradas a la cabeza, al perderlo de vista, bajó rapidísimo adonde estaban Amira y Alyssa definiéndoles, ruborizado de la emoción y agitando los brazos, la majestuosa criatura que alcanzó a ver.
Se tomó la libertad de lavarse con agua fría, maldiciendo lo helada que estaba y a sí mismo por no calentarla por perezoso. Al salir tiritando con nueva muda y su bufanda, mientras burdamente conseguía quitar la suciedad de su anterior ropaje al lavarlo, logró escuchar un ligerísimo sonido que confundió con uno ambiental pero no hizo otra cosa que progresar en un agudo aullido.
Soltando todo, Adam fue corriendo a la azotea del torreón avisando a sus compañeras que había escuchado algo y que iba a ver que era. Estaba atacado de los nervios mientras subía, comiéndose la cabeza sobre lo que podría ser. Se asomó muy despacio en lo más alto del torreón, presenciando algo que le impresionó todavía más que aquella serpiente con alas.
—¡E-es un dragón! No me lo puedo creer— la sonrisa que dibujó en su rostro tras decir eso era la propia de un niño al ver realidad sus fantasías. Realmente era un dragón gigantesco y hermoso a sus ojos. Cuando el misterioso ser que lo montaba aulló de nuevo con cierta alegría, varios lobos aparecieron en manada próximos al castillo.
Con las manos agarradas a la cabeza, al perderlo de vista, bajó rapidísimo adonde estaban Amira y Alyssa definiéndoles, ruborizado de la emoción y agitando los brazos, la majestuosa criatura que alcanzó a ver.
Re: Torreón Silente
29/03/20, 10:44 pm
Con la mayor parte de la gente que normalmente hablaba o hacía ruido fuera explorando, un silencio casi incómodo invadía gran parte del torreón por donde se encontraba Alyssa.
La chica lo agradecía más que otra cosa. Esos momentos eran lo más parecido a momentos de privacidad y tranquilidad que solía poder tener. A fin de cuentas vivían en un solo edificio con más de diez ocupantes y aunque el torreón no era pequeño casi todas las zonas eran comunes. Gracias a eso había podido relajarse un poco por primera vez en un tiempo, pero pronto su cabeza volvió a su ciclo habitual e insistirle que no podía seguir perdiendo el tiempo y que debería hacer algo productivo.
Probablemente había cosas útiles que podría hacer, pero lo único que se le ocurrió a la humana fue bajar a la armería cuando estuviera vacía. ¿La razón? Pues una excusa para engañarse de que intentaba hacer algo y simultáneamente evitando tener que estar con nadie que pudiera darse cuenta de que no estaba haciendo mucho desde que habían llegado a aquella ciudad.
Ya abajo eligió un hacha que pareciera ligera y fácil de usar y sin salir de la armería intentó practicar con ella. De forma predecible dicho “entrenamiento” no sirvió absolutamente de nada. ¿Qué se suponía que iba a hacer? Agitar el arma a ver si por arte de magia se le ocurría algo? Había sido una idea estúpida desde el primer instante, pero no quería aceptarlo por lo que siguió intentándolo un rato más, perdiendo el tiempo, sin hacer progresos, cada vez más frustrada consigo misma… hasta que finalmente toda su frustración explotó y la chica y terminó aquella farsa con un grito, arrojando su hacha contra una pared llena de más armas que, tras recibir el golpe, cayeron al suelo estrepitosamente junto con la suya.
Todo ese ruido la devolvió a la realidad, haciendo que se diera cuenta tarde de que acababa de armar un escándalo y que probablemente la habrían oído. Sin embargo en aquel momento otro ruido vino desde arriba: un rugido.
Aquel sonido hizo que se le helara la sangre. ¿un monstruo? ¿Los atacaban? ¿Podría entrar al torreón? Los que sabían defenderse no estaban en ese momento. Si alguna criatura lograba entrar al torreón probablemente sería una carnicería. No se movió al principio, paralizada y con demasiado miedo para asomarse a ver qué pasaba. Y al poco rato escuchó la voz de Adam, confirmando sus temores al principio pero luego se dio cuenta de que no había alarma en su voz. Al final consiguió moverse y subir todo el torreón y asomarse a las almenas y entonces lo vió.
Quizás fuera porque se veía muy claramente que estaban completamente fuera de peligro desde donde se encontraban, o puede que simplemente se hubiera acostumbrado a la dura realidad en la que ahora vivía hasta el punto de que no le precupara estar en peligro o no. En cualquier caso en aquel momento, por unos instantes, Alyssa olvidó todo el malestar que cargaba consigo desde que la habían traído a aquella ciudad maldita y se quedó mirando con la boca entreabierta a la criatura de cuento de hadas que tenía delante, solo que no era un cuento, esta vez era de verdad. Por primera vez, la griega veía algo que coincidía con el tipo de fantasías que había soñado con ver cuando la habían engañado para firmar aquel contrato. Puede que después de todo hubiera algo de verdad detrás de aquella sarta de mentiras.
Poco después de que perdiera al dragón de vista se encontró con Adam y Amira en el patio. El chico llegó a toda velocidad y empezó a hablar del evento con una cantidad de energía y una ilusión que le resultó contagiosa. Toda la frustración y angustia con la que había cargado esos días había desaparecido tras aquel evento. Probablemente volvería, pero ahora sonreía mientras aportaba su propia experiencia del avistamiento a la conversación.
Aunque había algo que no se la había olvidado: luego tendría que volver a bajar al sótano y recogerlo todo antes de que alguien descubriera el desastre y empezara a hacer preguntas.
La chica lo agradecía más que otra cosa. Esos momentos eran lo más parecido a momentos de privacidad y tranquilidad que solía poder tener. A fin de cuentas vivían en un solo edificio con más de diez ocupantes y aunque el torreón no era pequeño casi todas las zonas eran comunes. Gracias a eso había podido relajarse un poco por primera vez en un tiempo, pero pronto su cabeza volvió a su ciclo habitual e insistirle que no podía seguir perdiendo el tiempo y que debería hacer algo productivo.
Probablemente había cosas útiles que podría hacer, pero lo único que se le ocurrió a la humana fue bajar a la armería cuando estuviera vacía. ¿La razón? Pues una excusa para engañarse de que intentaba hacer algo y simultáneamente evitando tener que estar con nadie que pudiera darse cuenta de que no estaba haciendo mucho desde que habían llegado a aquella ciudad.
Ya abajo eligió un hacha que pareciera ligera y fácil de usar y sin salir de la armería intentó practicar con ella. De forma predecible dicho “entrenamiento” no sirvió absolutamente de nada. ¿Qué se suponía que iba a hacer? Agitar el arma a ver si por arte de magia se le ocurría algo? Había sido una idea estúpida desde el primer instante, pero no quería aceptarlo por lo que siguió intentándolo un rato más, perdiendo el tiempo, sin hacer progresos, cada vez más frustrada consigo misma… hasta que finalmente toda su frustración explotó y la chica y terminó aquella farsa con un grito, arrojando su hacha contra una pared llena de más armas que, tras recibir el golpe, cayeron al suelo estrepitosamente junto con la suya.
Todo ese ruido la devolvió a la realidad, haciendo que se diera cuenta tarde de que acababa de armar un escándalo y que probablemente la habrían oído. Sin embargo en aquel momento otro ruido vino desde arriba: un rugido.
Aquel sonido hizo que se le helara la sangre. ¿un monstruo? ¿Los atacaban? ¿Podría entrar al torreón? Los que sabían defenderse no estaban en ese momento. Si alguna criatura lograba entrar al torreón probablemente sería una carnicería. No se movió al principio, paralizada y con demasiado miedo para asomarse a ver qué pasaba. Y al poco rato escuchó la voz de Adam, confirmando sus temores al principio pero luego se dio cuenta de que no había alarma en su voz. Al final consiguió moverse y subir todo el torreón y asomarse a las almenas y entonces lo vió.
Quizás fuera porque se veía muy claramente que estaban completamente fuera de peligro desde donde se encontraban, o puede que simplemente se hubiera acostumbrado a la dura realidad en la que ahora vivía hasta el punto de que no le precupara estar en peligro o no. En cualquier caso en aquel momento, por unos instantes, Alyssa olvidó todo el malestar que cargaba consigo desde que la habían traído a aquella ciudad maldita y se quedó mirando con la boca entreabierta a la criatura de cuento de hadas que tenía delante, solo que no era un cuento, esta vez era de verdad. Por primera vez, la griega veía algo que coincidía con el tipo de fantasías que había soñado con ver cuando la habían engañado para firmar aquel contrato. Puede que después de todo hubiera algo de verdad detrás de aquella sarta de mentiras.
Poco después de que perdiera al dragón de vista se encontró con Adam y Amira en el patio. El chico llegó a toda velocidad y empezó a hablar del evento con una cantidad de energía y una ilusión que le resultó contagiosa. Toda la frustración y angustia con la que había cargado esos días había desaparecido tras aquel evento. Probablemente volvería, pero ahora sonreía mientras aportaba su propia experiencia del avistamiento a la conversación.
Aunque había algo que no se la había olvidado: luego tendría que volver a bajar al sótano y recogerlo todo antes de que alguien descubriera el desastre y empezara a hacer preguntas.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Silente
31/03/20, 12:06 am
El dragón y su jinete tardarán varios minutos en desaparecer del cielo; los suficientes para que cualquiera de los silentinos vea surgir de entre los tejados ruinosos a una criatura que, de lejos, parece un murciélago. No tienen manera de saber que es un vlakai, ni que se trata del mismo que se abalanzó sobre sus compañeros hacía menos de una hora, pero sí que lo verán huír a la desesperada. Entonces el dragón ruge y la jinete aulla de nuevo, esta vez una palabra que se escucha clara, a lo lejos.
—¡FUEGO!
Una llamarada arrasa el aire por el que vuela el animal, empequeñecido a la sombra del dragón pardo, y el vlakai se precipita sobre un tejado dejando una estela de humo. Ocurre a tanta distancia de Silente que los cosechados no sufren peligro alguno. Puede que incluso se sientan animados tras escuchar los gritos de júbilo de Cicatriz.
Pocos después, la comandante y su montura se alejan hasta una de las torres que se ven al fondo, tras la cual desaparecen del ángulo de visión de los cosechados.
—¡FUEGO!
Una llamarada arrasa el aire por el que vuela el animal, empequeñecido a la sombra del dragón pardo, y el vlakai se precipita sobre un tejado dejando una estela de humo. Ocurre a tanta distancia de Silente que los cosechados no sufren peligro alguno. Puede que incluso se sientan animados tras escuchar los gritos de júbilo de Cicatriz.
Pocos después, la comandante y su montura se alejan hasta una de las torres que se ven al fondo, tras la cual desaparecen del ángulo de visión de los cosechados.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
18/04/20, 04:35 pm
El camino de vuelta ocurrió sin incidentes y ellos no fueron los únicos con noticias en el reencuentro. Sus compañeros les contaron que habían visto dragones en el cielo, dragones con jinetes. La reciente experiencia del palacete influyó en la manera en la que el chico interpretó ese evento; no eran un monstruo más de los tantos de la ciudad, si no leyendas vivientes, salidas de los cuentos de sus compañeros humanos. << Qirras muy grandes>> pensó con diversión cuando los vio por sí mismo en días posteriores. No quiso quitarse el maquillaje hasta la mañana siguiente, por lo que amaneció con la cara emborronada y la almohada manchada de colorines.
Los días siguientes fueron algo emocionante. Era el momento de poner en práctica el plan para conseguir las cestas de manera segura. Luci no pudo hacer mucho más que animar y observar con cierta ansiedad como trabajaban los que sabían, y cuando el día llegó y el experimento fue un éxito rotundo el daeliciano casi pareció querer competir con Kradko en saltos. La principal preocupación de su día a día en la ciudad estaba solventada, y con el recuerdo del palacete como salvavidas para contrarrestar el miedo, Luci recuperó la inquietud creativa que había dejado entrever en sus conversaciones con Kahlo. Ya que Kolja había lamentado tanto no poder darse un baño caliente y estaba claro que no cabía en su barreño, decidió fabricar una estufa de leña con la que calentar el agua en el baño del piso superior. Dedicó la mayor parte del tiempo a diseñarlo, ya que no tenía suficientes materiales como para hacer muchas pruebas. Tenía que salir a la primera sí o sí. Hacía bocetos en la arenilla del patio, con un palo, en tablones de madera, en las paredes del cuarto. No le revelaría a nadie sus planes, pues quería que fuese una sorpresa, a excepción de Qirra. La pequeña lagarta parecía haberse vuelto un poco más sociable, más bien todos parecían haberse vuelto un poco más sociables, o puede que fuese el roce de la convivencia lo que les empujaba a abrirse un poco más a los demás. A Luci le agradaba, le ofrecía una distracción y mantenía sus niveles de ansiedad y morriña a niveles manejables, casi todo el tiempo. Cualquier actividad con los demás era bienvenida, incluso las clases de esgrima con Kahlo, algo que al principio le había causado cierto reparo por tratarse de un estilo de lucha, pero había acabado llamando su curiosidad por su semejanza con el baile.
Esa mañana se levantó con agujetas después de una sesión especialmente intensa. A Luci no le importaban las agujetas siempre que fueran por razones divertidas. Se arrastró fuera de la cama con los ojos legañosos, con tan mala suerte que no vio el talismán de cristal que había rodado de entre sus ropas. Luci había llevado ese cristal encima desde la salida del palacete. Le daba suerte, o eso creía él, y a veces incluso se dormía aferrándolo. Pero esa mañana el cristal había decidido traicionarle. Luci lo pisó al levantarse y pegó un chillido de dolor cuando sintió uno de los picos clavársele en la planta del pie. Se calló de culo, aferrándose el pie herido y lloriqueando. Cuando vio el cristal brillando cubierto por su sangre, un recuerdo le vino a la cabeza: un comentario inoportuno, en un momento en el que su cerebro no era capaz de asimilar más información.
Los días siguientes fueron algo emocionante. Era el momento de poner en práctica el plan para conseguir las cestas de manera segura. Luci no pudo hacer mucho más que animar y observar con cierta ansiedad como trabajaban los que sabían, y cuando el día llegó y el experimento fue un éxito rotundo el daeliciano casi pareció querer competir con Kradko en saltos. La principal preocupación de su día a día en la ciudad estaba solventada, y con el recuerdo del palacete como salvavidas para contrarrestar el miedo, Luci recuperó la inquietud creativa que había dejado entrever en sus conversaciones con Kahlo. Ya que Kolja había lamentado tanto no poder darse un baño caliente y estaba claro que no cabía en su barreño, decidió fabricar una estufa de leña con la que calentar el agua en el baño del piso superior. Dedicó la mayor parte del tiempo a diseñarlo, ya que no tenía suficientes materiales como para hacer muchas pruebas. Tenía que salir a la primera sí o sí. Hacía bocetos en la arenilla del patio, con un palo, en tablones de madera, en las paredes del cuarto. No le revelaría a nadie sus planes, pues quería que fuese una sorpresa, a excepción de Qirra. La pequeña lagarta parecía haberse vuelto un poco más sociable, más bien todos parecían haberse vuelto un poco más sociables, o puede que fuese el roce de la convivencia lo que les empujaba a abrirse un poco más a los demás. A Luci le agradaba, le ofrecía una distracción y mantenía sus niveles de ansiedad y morriña a niveles manejables, casi todo el tiempo. Cualquier actividad con los demás era bienvenida, incluso las clases de esgrima con Kahlo, algo que al principio le había causado cierto reparo por tratarse de un estilo de lucha, pero había acabado llamando su curiosidad por su semejanza con el baile.
Esa mañana se levantó con agujetas después de una sesión especialmente intensa. A Luci no le importaban las agujetas siempre que fueran por razones divertidas. Se arrastró fuera de la cama con los ojos legañosos, con tan mala suerte que no vio el talismán de cristal que había rodado de entre sus ropas. Luci había llevado ese cristal encima desde la salida del palacete. Le daba suerte, o eso creía él, y a veces incluso se dormía aferrándolo. Pero esa mañana el cristal había decidido traicionarle. Luci lo pisó al levantarse y pegó un chillido de dolor cuando sintió uno de los picos clavársele en la planta del pie. Se calló de culo, aferrándose el pie herido y lloriqueando. Cuando vio el cristal brillando cubierto por su sangre, un recuerdo le vino a la cabeza: un comentario inoportuno, en un momento en el que su cerebro no era capaz de asimilar más información.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
18/04/20, 05:36 pm
Cuando vio a todos sus compañeros de vuelta sonrió aliviado. Ya solo con mencionarles el dragón lo embriagó de nuevo con emoción, contando la historia con excesiva pasión. Se murió de envidia cuando le contaron la existencia del Palacete y lo que le emocionó más: ¡un baño caliente! Después, a petición de Alec, tuvo una charla en la azotea con el escocés. Durante el resto del día reunió fuerzas para pedirle permiso a Kolja de participar en su entrenamiento, cosa que hizo y resultó en éxito. Por la noche se acostó satisfecho por poder hablar con varios del torreón.
Las mañanas fueron bastante duras siendo el entrenamiento de Kolja bastante intensivo. Pensaba que se moriría al correr tantísimo, y lamentó su terquedad de ocultar el tatuaje al dejarse puesta la bufanda. Quiso practicar con armamento, pero su aversión por las armas blancas lo superaba prefiriendo entrenar con un gran palo que encontró y un escudo adecuado a su tamaño. La verdad es que sintió mucha admiración y respeto por Kolja, observándolo emocionado como manejaba armamento con ese cuerpo tan gigantesco. Durante las tardes estuvo ayudando a quien lo necesitase, aprovechando para conocer mejor a sus compañeros. Las noches fueron un martirio, sintiendo todas sus fibras musculares desgarrarse por castigarlas durante la rutina matutina.
La última noche durmió como un tronco, tardando algo más en levantarse ya que solía despertar un poco antes que los demás. Una horrible pesadilla terminó por cortar su sueño, saltando de la cama con un grito. El corazón le fue a mil mientras miraba a algunos de sus compañeros de la habitación temiendo haberlos asustado. —<<Vale… Es el peor sueño que he tenido en mi vida>> —pensó, aliviado de que los demás eran los de siempre, no los psicópatas con los que soñó. De un brinco, aliviado y feliz, abrazó a Chromsa enfrente de todos con una aliviada sonrisa aquella mañana. De golpe y con la cara muy colorada lo soltó levantando las manos y pidiendo perdón a diestro y siniestro. El grito de Luci lo sacó de su trance de vergüenza y observó como uno de los cristales que Kolja descubrió estaba resplandeciendo. El alemán tuvo razón ese día: se activan con la sangre.
Las mañanas fueron bastante duras siendo el entrenamiento de Kolja bastante intensivo. Pensaba que se moriría al correr tantísimo, y lamentó su terquedad de ocultar el tatuaje al dejarse puesta la bufanda. Quiso practicar con armamento, pero su aversión por las armas blancas lo superaba prefiriendo entrenar con un gran palo que encontró y un escudo adecuado a su tamaño. La verdad es que sintió mucha admiración y respeto por Kolja, observándolo emocionado como manejaba armamento con ese cuerpo tan gigantesco. Durante las tardes estuvo ayudando a quien lo necesitase, aprovechando para conocer mejor a sus compañeros. Las noches fueron un martirio, sintiendo todas sus fibras musculares desgarrarse por castigarlas durante la rutina matutina.
La última noche durmió como un tronco, tardando algo más en levantarse ya que solía despertar un poco antes que los demás. Una horrible pesadilla terminó por cortar su sueño, saltando de la cama con un grito. El corazón le fue a mil mientras miraba a algunos de sus compañeros de la habitación temiendo haberlos asustado. —<<Vale… Es el peor sueño que he tenido en mi vida>> —pensó, aliviado de que los demás eran los de siempre, no los psicópatas con los que soñó. De un brinco, aliviado y feliz, abrazó a Chromsa enfrente de todos con una aliviada sonrisa aquella mañana. De golpe y con la cara muy colorada lo soltó levantando las manos y pidiendo perdón a diestro y siniestro. El grito de Luci lo sacó de su trance de vergüenza y observó como uno de los cristales que Kolja descubrió estaba resplandeciendo. El alemán tuvo razón ese día: se activan con la sangre.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
18/04/20, 05:37 pm
Cuando llegaron al torreón los demás les contaron sobre su avistamiento de un dragón con jinete. Al parecer había sobrevolado el torreón y después había lanzado una llamarada sobre una figura negra que volaba, siguiendo la orden de su jinete. Ellos en cambio les contaron todo sobre el palacio, las habitaciones que flotaban, el invernadero, las lujosas habitaciones, la ropa de buenos materiales, etc. Fue una comida agradable, pacífica y llena de conversación, hacía mucho que Kolja no disfrutaba tanto, seguramente desde que llegó a aquel planeta.
Los siguientes días los pasó haciendo alguna que otra prueba para el plan “abordaje de la bañera”. Tenían que probar que Qirra fuese capaz de volar hasta allí, que el gancho funcionase, que la bañera fuese segura mientras estaba en el aire, que la pequeña dragona fuese capaz de cargar con las cestas y colocarlas en la cuerda, que la comida no se fuese cayendo. Para ello bajaron alguna que otra cesta durante los primeros intentos, pero no fue hasta unos días más tarde que se propusieron realizar la operación completa. Por aquel entonces Kradko había entrado en el equipo, ya que al parecer era mucho esfuerzo para la pequeña dragona y la niña bicho era la única que podía trepar por la cuerda de forma segura, además habían cambiado de sitio, en los primeros intentos Kolja se había situado en el patio o en el primer piso, pero las cestas bajaban muy rápido y con demasiada inclinación, por lo que perdían varias piezas de comida en cada viaje. Por ello se había mudado al segundo piso.
Aquel día, como los otros, Qirra voló con el gancho y lo colocó en el mástil. Rápidamente Kradko subió para ayudarla mientras Kolja esperaba en el segundo piso, con la cuerda amarrada a su cintura. Una a una la pequeña dragona y la niña bicho fueron colocando las cestas en la cuerda y el vikingo las iba desenganchando. La operación apenas duró un cuarto de hora y al final tenían todas las cestas sin perdida alguna.
Varios les felicitaron por el éxito del plan, entre ellos Lethe, lo cual dejó al vikingo algo confuso durante un segundo, aunque no tardó en recuperarse y aceptar los halagos. Siguieron poniéndolo en práctica todos los días, con un éxito constante, lo cual hizo aumentar sus reservas de suministros exponencialmente. Kahlo, Luci y Alec siguieron utilizando parte de la comida para hacer sus conservas, con ayuda de alguno más, y todos disfrutaban de una dieta más completa, sin el miedo de no poder conseguir comida en las salidas.
Viendo que algunos se apuntaron a las clases de esgrima que propuso Kahlo, Kolja intentó que también se apuntasen a sus carreras matutinas, en las que corría con el equipamiento que usaban en las salidas puesto, pero la idea no caló tan bien como la de la esgrima. Por lo menos Adam, Chromsa y Amira se apuntaron. Además, Adam le pidió clases particulares para aprender a manejar un escudo y una espada, por lo que comenzó a entrenar con él, con una espada de práctica y un escudo. Era un alumno aplicado, aunque parecía que se contuviese por algún motivo. También intentó enseñar a Qirra a tirar con arco, por petición de esta, lo cual no fue sencillo, ya que tenía que disparar sentada. Además, la pequeña dragona no tenía la mejor de las punterías, en las salidas sería más un peligro que una ayuda si empezaba a llevar un arco. Aunque quizás con algo diferente…
Los avistamientos de dragones fueron otro de los grandes eventos de aquellos días. Desde luego, grande era la palabra clave. Aquellas criaturas eran increíblemente majestuosas, mitos de carne y hueso que volaban sobre sus cabezas. Siempre que sobrevolaban el torreón, Kolja subía a la azotea para poder echar un mejor vistazo, sin armas para que no le tomasen por una amenaza. Aunque poca amenaza podía resultar, aún si llevase todo el arsenal que tenían hubiese sido incapaz de hacerles nada.
Aquella mañana Kolja despertó en el sofá de la sala de estar, como otras tantas mañanas. Había dejado la puerta abierta para disfrutar de la fresca brisa nocturna y el sol aprovechó aquella misma apertura para colarse en el salón. Bostezando, cogió una fruta de una de las cestas y estaba a punto de terminarla cuando escuchó el chillido.
Los siguientes días los pasó haciendo alguna que otra prueba para el plan “abordaje de la bañera”. Tenían que probar que Qirra fuese capaz de volar hasta allí, que el gancho funcionase, que la bañera fuese segura mientras estaba en el aire, que la pequeña dragona fuese capaz de cargar con las cestas y colocarlas en la cuerda, que la comida no se fuese cayendo. Para ello bajaron alguna que otra cesta durante los primeros intentos, pero no fue hasta unos días más tarde que se propusieron realizar la operación completa. Por aquel entonces Kradko había entrado en el equipo, ya que al parecer era mucho esfuerzo para la pequeña dragona y la niña bicho era la única que podía trepar por la cuerda de forma segura, además habían cambiado de sitio, en los primeros intentos Kolja se había situado en el patio o en el primer piso, pero las cestas bajaban muy rápido y con demasiada inclinación, por lo que perdían varias piezas de comida en cada viaje. Por ello se había mudado al segundo piso.
Aquel día, como los otros, Qirra voló con el gancho y lo colocó en el mástil. Rápidamente Kradko subió para ayudarla mientras Kolja esperaba en el segundo piso, con la cuerda amarrada a su cintura. Una a una la pequeña dragona y la niña bicho fueron colocando las cestas en la cuerda y el vikingo las iba desenganchando. La operación apenas duró un cuarto de hora y al final tenían todas las cestas sin perdida alguna.
Varios les felicitaron por el éxito del plan, entre ellos Lethe, lo cual dejó al vikingo algo confuso durante un segundo, aunque no tardó en recuperarse y aceptar los halagos. Siguieron poniéndolo en práctica todos los días, con un éxito constante, lo cual hizo aumentar sus reservas de suministros exponencialmente. Kahlo, Luci y Alec siguieron utilizando parte de la comida para hacer sus conservas, con ayuda de alguno más, y todos disfrutaban de una dieta más completa, sin el miedo de no poder conseguir comida en las salidas.
Viendo que algunos se apuntaron a las clases de esgrima que propuso Kahlo, Kolja intentó que también se apuntasen a sus carreras matutinas, en las que corría con el equipamiento que usaban en las salidas puesto, pero la idea no caló tan bien como la de la esgrima. Por lo menos Adam, Chromsa y Amira se apuntaron. Además, Adam le pidió clases particulares para aprender a manejar un escudo y una espada, por lo que comenzó a entrenar con él, con una espada de práctica y un escudo. Era un alumno aplicado, aunque parecía que se contuviese por algún motivo. También intentó enseñar a Qirra a tirar con arco, por petición de esta, lo cual no fue sencillo, ya que tenía que disparar sentada. Además, la pequeña dragona no tenía la mejor de las punterías, en las salidas sería más un peligro que una ayuda si empezaba a llevar un arco. Aunque quizás con algo diferente…
Los avistamientos de dragones fueron otro de los grandes eventos de aquellos días. Desde luego, grande era la palabra clave. Aquellas criaturas eran increíblemente majestuosas, mitos de carne y hueso que volaban sobre sus cabezas. Siempre que sobrevolaban el torreón, Kolja subía a la azotea para poder echar un mejor vistazo, sin armas para que no le tomasen por una amenaza. Aunque poca amenaza podía resultar, aún si llevase todo el arsenal que tenían hubiese sido incapaz de hacerles nada.
Aquella mañana Kolja despertó en el sofá de la sala de estar, como otras tantas mañanas. Había dejado la puerta abierta para disfrutar de la fresca brisa nocturna y el sol aprovechó aquella misma apertura para colarse en el salón. Bostezando, cogió una fruta de una de las cestas y estaba a punto de terminarla cuando escuchó el chillido.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Silente
18/04/20, 06:12 pm
Alec se pasó el resto del día después de la charla con Adam de aquí para allá. Estuvo echando una mano con lo que pudo y sabía. Lo cierto es que tampoco tenía mucho que hacer en general.
Las conservas no llevaban tanto tiempo cuando repartías bien las tareas, el entrenar estaba bien pero tampoco duraba mucho, y tampoco podía limpiar diez veces al día. Así que tras pasar casi a diario un rato en el baño y el resto del día en la azotea tampoco había mucho más. De hecho limpió la azotea de suciedad en general y estuvo planteándose llevar un colchón allí arriba pero al final se contentó con unas mantas para poner en el suelo. Así no se echaría sobre el suelo cuando quisiera ponerse a mirar el cielo.
Al final un día usurpó el baño con su bañera de agua caliente, un cuchillo afilado y el espejo que había pulido. Con mucho cuidado de no cortarse, cosa que fue inevitable pero nada grave, consiguió recortar la barba sin que quedase una aberración de la naturaleza.
El plan de asaltar las bañeras salió a pedir de boca y el escocés se alegró mucho por ello. Ya no tendrían que salir tan seguido a por comida, eso era bueno.
Y su última gran sorpresa fueron los dragones en el cielo. Sus compañeros ya les habían advertido de que habían visto uno pero verlos por sí mismo era muy distinto. Eran mitos, leyendas... igual que la magia. Pero cuando Alec los vio sobrevolar el torreón por una vez se sintió vivo.
Aquella mañana fue de sobresaltos. El grito de Adam había pasado sin pena ni gloria por la mente de Alec como parte de su sueño, pero el chillido de Luci despertó de golpe al escocés, que apartó las mantas de golpe y se incorporó desnudo.
-¿Qué? ¿Qué ocurre? - preguntó medio adormilado todavía, pero al no ver a ningún atacante se sentó en la cama confundido. Al ver a Luci llorando se puso el pantalón rápido sin nada debajo y se dirigió hacia él. Un cristal brillaba en el suelo pero a Alec le preocupaba más su pequeño amigo.- ¿Estás bien? Déjame ver - le pidió dispuesto a examinar la herida.
Las conservas no llevaban tanto tiempo cuando repartías bien las tareas, el entrenar estaba bien pero tampoco duraba mucho, y tampoco podía limpiar diez veces al día. Así que tras pasar casi a diario un rato en el baño y el resto del día en la azotea tampoco había mucho más. De hecho limpió la azotea de suciedad en general y estuvo planteándose llevar un colchón allí arriba pero al final se contentó con unas mantas para poner en el suelo. Así no se echaría sobre el suelo cuando quisiera ponerse a mirar el cielo.
Al final un día usurpó el baño con su bañera de agua caliente, un cuchillo afilado y el espejo que había pulido. Con mucho cuidado de no cortarse, cosa que fue inevitable pero nada grave, consiguió recortar la barba sin que quedase una aberración de la naturaleza.
El plan de asaltar las bañeras salió a pedir de boca y el escocés se alegró mucho por ello. Ya no tendrían que salir tan seguido a por comida, eso era bueno.
Y su última gran sorpresa fueron los dragones en el cielo. Sus compañeros ya les habían advertido de que habían visto uno pero verlos por sí mismo era muy distinto. Eran mitos, leyendas... igual que la magia. Pero cuando Alec los vio sobrevolar el torreón por una vez se sintió vivo.
Aquella mañana fue de sobresaltos. El grito de Adam había pasado sin pena ni gloria por la mente de Alec como parte de su sueño, pero el chillido de Luci despertó de golpe al escocés, que apartó las mantas de golpe y se incorporó desnudo.
-¿Qué? ¿Qué ocurre? - preguntó medio adormilado todavía, pero al no ver a ningún atacante se sentó en la cama confundido. Al ver a Luci llorando se puso el pantalón rápido sin nada debajo y se dirigió hacia él. Un cristal brillaba en el suelo pero a Alec le preocupaba más su pequeño amigo.- ¿Estás bien? Déjame ver - le pidió dispuesto a examinar la herida.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
18/04/20, 06:52 pm
A la vuelta descubrirían que no solo a ellos les había ido bien, puesto que quienes se quedaron dijeron ver criaturas mágicas en el cielo. Para Kahlo la noticia era contradictoria. Sonaba como algo terrorífico: lagartos alados 20 veces más grandes que Qirra que para colmo escupían fuego sobrevolando sus cabezas, sin embargo por la forma en la que Adam lo describió parecía tratarse de algo maravilloso. Asimismo influenciada por la magnífica experiencia, lo que otro día le habría hecho querer esconderse en la seguridad del torreón ahora prendió su curiosidad. Su primera reacción al ver ella misma los dragones fue esconderse en el marco de la puerta al patio, demasiado intimidada para asomar el morro y hacer otra cosa que santiguarse (o su equivalente varmano), pero con el tiempo aprendió a apreciarlos. Sus escamas relucían y la elegancia de sus cuerpos la dejaba cada vez más boquiabierta. Se preguntó si Qirra crecería así.
Esos días no tuvieron nada que ver con los anteriores. La visita al palacete había sido un soplo de aire fresco que la ayudó de muchas maneras, y aunque no disfrutase de sus placeres en el día a día sabía que al menos no estaban extintos en toda la ciudad. Ese pequeño detalle le hacía seguir adelante. Si bien Kahlo seguía sin acostumbrarse a pasar de una vida llena de movimiento, distracciones, reuniones sociales y hobbies de todo tipo a la total desconexión, el cuerpo se le iba haciendo a la idea con nuevas rutinas y una relación mucho más decente con sus compañeros. Descubrió que tomarse las cosas con calma y sencillez no estaba tan mal, que nadie iba a clavarle un cuchillo por la espalda y que todos estaban en el mismo barco. Seguía gustándole dormir sola y arreglarse cada mañana, pero cada vez se despegaba más de tener que dar una imagen perfecta de sí misma con modales exquisitos por miedo a ser juzgada. Paso a paso, desaprendiendo lo aprendido.
Su empatía ganada hacia el resto fue la que la empujó a compartir sus conocimientos de esgrima. Al llegar a la ciudad no había querido hacerlo por total desconfianza, pero limadas las asperezas la granta se esforzaría en dar lo mejor de sí por mucho que aquella fuera su primera experiencia como profesora. Era algo que llevaba practicando años, y aunque defendía que lo más útil en casos de riesgo era huir, conocer los puntos flacos de tu contrincante y saber moverte con un arma era algo que nunca estaba de más. Además, tal como había comentado Luci, la esgrima con estoque podía ser una danza elegante. Se aseguró de no usar armas de verdad, eso sí, reemplazadas por palos o las propias armas bien envueltas en tela, lo último que necesitaban era herirse con las clases. Todo eso sumado al buen resultado del plan para bajar la comida de las bañeras, el permitirse ciertas libertades en la cocina y experimentar con postres o simplemente charlar con sus compañeros sin tanta etiqueta ni repudio consiguieron que la chica se mantuviera entretenida, activa y de buen humor.
Esa mañana Kahlo despertó con los gritos de fondo. Profundamente dormida y desde su cuarto cerrado fueron más un sonido distante que algo nítido, por lo que la granta se irguió despacio y confusa, preguntándose si lo había oído de verdad o lo había soñado. El murmullo de voces le sacó de dudas. Se peinó con los dedos, se puso las gafas y se echó una manta por encima antes de salir de su cuarto rápidamente, dirección a la habitación comunal. Por educación y costumbre tan solo asomó la cabeza, preocupada.
—¿Estáis bien? He oído gritos —vio a Adam abrazando a Chromsa por alguna razón, a Alec medio desnudo «por todísimos los árboles, ¡¿por qué, humanos, por qué?!» y a Luci sujetándose un pie, pero sobre todo se fijó en el cristal brillante del suelo. Asomó más que la cabeza, posicionándose en la entrada—. Por el amor de los santos, ¿qué ha pasado?
Esos días no tuvieron nada que ver con los anteriores. La visita al palacete había sido un soplo de aire fresco que la ayudó de muchas maneras, y aunque no disfrutase de sus placeres en el día a día sabía que al menos no estaban extintos en toda la ciudad. Ese pequeño detalle le hacía seguir adelante. Si bien Kahlo seguía sin acostumbrarse a pasar de una vida llena de movimiento, distracciones, reuniones sociales y hobbies de todo tipo a la total desconexión, el cuerpo se le iba haciendo a la idea con nuevas rutinas y una relación mucho más decente con sus compañeros. Descubrió que tomarse las cosas con calma y sencillez no estaba tan mal, que nadie iba a clavarle un cuchillo por la espalda y que todos estaban en el mismo barco. Seguía gustándole dormir sola y arreglarse cada mañana, pero cada vez se despegaba más de tener que dar una imagen perfecta de sí misma con modales exquisitos por miedo a ser juzgada. Paso a paso, desaprendiendo lo aprendido.
Su empatía ganada hacia el resto fue la que la empujó a compartir sus conocimientos de esgrima. Al llegar a la ciudad no había querido hacerlo por total desconfianza, pero limadas las asperezas la granta se esforzaría en dar lo mejor de sí por mucho que aquella fuera su primera experiencia como profesora. Era algo que llevaba practicando años, y aunque defendía que lo más útil en casos de riesgo era huir, conocer los puntos flacos de tu contrincante y saber moverte con un arma era algo que nunca estaba de más. Además, tal como había comentado Luci, la esgrima con estoque podía ser una danza elegante. Se aseguró de no usar armas de verdad, eso sí, reemplazadas por palos o las propias armas bien envueltas en tela, lo último que necesitaban era herirse con las clases. Todo eso sumado al buen resultado del plan para bajar la comida de las bañeras, el permitirse ciertas libertades en la cocina y experimentar con postres o simplemente charlar con sus compañeros sin tanta etiqueta ni repudio consiguieron que la chica se mantuviera entretenida, activa y de buen humor.
Esa mañana Kahlo despertó con los gritos de fondo. Profundamente dormida y desde su cuarto cerrado fueron más un sonido distante que algo nítido, por lo que la granta se irguió despacio y confusa, preguntándose si lo había oído de verdad o lo había soñado. El murmullo de voces le sacó de dudas. Se peinó con los dedos, se puso las gafas y se echó una manta por encima antes de salir de su cuarto rápidamente, dirección a la habitación comunal. Por educación y costumbre tan solo asomó la cabeza, preocupada.
—¿Estáis bien? He oído gritos —vio a Adam abrazando a Chromsa por alguna razón, a Alec medio desnudo «por todísimos los árboles, ¡¿por qué, humanos, por qué?!» y a Luci sujetándose un pie, pero sobre todo se fijó en el cristal brillante del suelo. Asomó más que la cabeza, posicionándose en la entrada—. Por el amor de los santos, ¿qué ha pasado?
- ♪♫♬:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
18/04/20, 07:26 pm
A la vuelta no ocurrió ninguna desgracia, aunque cuando regresaron al torreón sus compañeros les hablaron sobre que habían visto un dragón, es decir, un reptil gigante volador. Lethe no compartía demasiado el entusiasmo de algunos de sus compañeros al respecto, y prefirió mantenerse alerta cada vez que los veían volar, cosa que se convirtió en algo habitual a partir de aquel día. Por suerte volaban lejos y no parecían tener intención de acercarse, pero no podía evitar tensarse un poco cuando aparecían. No quería ni imaginar qué podían hacer criaturas como aquellas, similares a la pequeña depredadora pero unas cuantas veces más grandes.
Lo más reseñable de aquel tiempo fue que logró acabar su caña cutre. Había encontrado un cordel lo suficientemente resistente, hecho de un material que no conocía pero que parecía poder servir, en alguna de las ruinas que habían visitado en busca de materiales. Su intención era, si necesitaban volver a la zona pozos en busca de comida, poder “pescar” las cestas que se hubiesen caído dentro. De momento no les iba a hacer falta pues la operación “abordaje a la bañera” había tenido éxito. La enderth felicitó al grupo que la había llevado a cabo, no escatimando en su habitual sarcasmo al hacerlo, pero realmente creyendo que habían hecho un buen trabajo, incluido Kolja.
Aparte de eso añadió dos nuevos ejercicios a su rutina: empezó a correr para mejorar su resistencia, aunque no aceptó la propuesta de Kolja de hacerlo como él quería. Corría cuando no había nadie más en el patio, que de todas formas tampoco era tan grande y no hubiese sido cómodo con varias personas alrededor. Además de eso, Kahlo se ofreció a enseñarles esgrima con estoque, aunque no utilizaba el arma real para el entrenamiento, cosa que le parecía bien. Lethe se apuntó, pues aquel tipo de arma se asemejaba más a su tridente y las lanzas en sustitución que estaba empleando allí.
Y llegó aquella noche en la que tuvo un sueño sumamente extraño. Había parecido demasiado real y había visto un montón de caras que no reconocía, pero que habían aparecido demasiado nítidas. Sobre todo la de aquella tal Maila, quien tenía la sensación de haber visto antes, pero no conseguía recordarlo. Solo podía haberla visto en un único sitio, y era aquella misma fuente donde la enderth onírica se había exasperado tanto porque no se le quería conceder la muerte. ¿Pero por qué se acordaría de alguien a quién hubiese visto de pasada? Desde luego en aquel lugar había tenido otros asuntos más urgentes a los que atender, como los dos reptiles gigantes provocando una masacre. El propio psicópata que les había robado la comida estaba también allí, aunque se había limitado a perseguirla y cortarle el paso… ¿Qué demonios significaba todo aquello? Pero, sus cavilaciones acerca de esa extraña pesadilla no llegarían hasta más tarde, porque esa mañana Lethe tuvo una experiencia sumamente extraña.
Estaba despierta, o eso creía. Por alguna razón no conseguía enfocar y la habitación estaba… borrosa, extraña. ¿Por qué veía tan mal todo? Parecía como si estuviese parpadeando muy rápido, pero… ¿Qué era ese sonido? ¿Música? Parecía música, una melodía que no creía haber oído nunca. El sonido de alguna especie de flauta y lo que parecía un tambor. ¿Estaba Kradko tocando a aquellas horas de la mañana? Quiso levantarse y no pudo. Su cuerpo no le respondía. Sintió pánico de pronto. ¿Qué le estaba ocurriendo? ¿Le pasaba… algo grave?
Pero lo más extraño de todo vino después: Kahlo entró en el cuarto, flotando y rodeada de un extraño brillo.
<<¿Qué merluzos…?>> Su intento de exclamar en voz alta se quedó en pensamiento, pues se dio cuenta de que tampoco podía hablar. Aquello la agobio aún más mientras contemplaba con su visión defectuosa como la varmana seguía levitando a su alrededor, mirándola con expresión neutra. Nada tenía sentido. Lethe solo quería gritar y levantarse de la cama, pero no podía hacer ninguna de las dos cosas…
Hasta que finalmente pudo. De un salto se incorporó y de otro salió de la cama, mareándose en el proceso y llevándose la mano la cabeza. La detuvo en su ojo. Aquel que le había sido arrancado en el sueño. De modo irracional le alivió ver que seguía allí. Miró a su alrededor: algunos compañeros seguían en sus camas, pero desde luego no había rastro de Kahlo. Quien quiera que estuviera allí podría ver a la enderth plantada al lado de su cama, mirando frenéticamente a todas partes y con expresión entre angustiada e incrédula. No entendía nada de lo que acababa de pasar y estaba en shock. Su mirada se topó finalmente con Luci, que estaba en el suelo y con el pie lleno de una sustancia azulada.
—¿Qué acaba de pasar?
Nadie llegó a responderle a su pregunta pues en ese momento se asomó nada menos que Kahlo por la puerta. Y la enderth se dirigió hacia ella con la expresión todavía shockeada.
—Kahlo. Tú… Tú no has estado aquí antes, ¿verdad?
Lo más reseñable de aquel tiempo fue que logró acabar su caña cutre. Había encontrado un cordel lo suficientemente resistente, hecho de un material que no conocía pero que parecía poder servir, en alguna de las ruinas que habían visitado en busca de materiales. Su intención era, si necesitaban volver a la zona pozos en busca de comida, poder “pescar” las cestas que se hubiesen caído dentro. De momento no les iba a hacer falta pues la operación “abordaje a la bañera” había tenido éxito. La enderth felicitó al grupo que la había llevado a cabo, no escatimando en su habitual sarcasmo al hacerlo, pero realmente creyendo que habían hecho un buen trabajo, incluido Kolja.
Aparte de eso añadió dos nuevos ejercicios a su rutina: empezó a correr para mejorar su resistencia, aunque no aceptó la propuesta de Kolja de hacerlo como él quería. Corría cuando no había nadie más en el patio, que de todas formas tampoco era tan grande y no hubiese sido cómodo con varias personas alrededor. Además de eso, Kahlo se ofreció a enseñarles esgrima con estoque, aunque no utilizaba el arma real para el entrenamiento, cosa que le parecía bien. Lethe se apuntó, pues aquel tipo de arma se asemejaba más a su tridente y las lanzas en sustitución que estaba empleando allí.
Y llegó aquella noche en la que tuvo un sueño sumamente extraño. Había parecido demasiado real y había visto un montón de caras que no reconocía, pero que habían aparecido demasiado nítidas. Sobre todo la de aquella tal Maila, quien tenía la sensación de haber visto antes, pero no conseguía recordarlo. Solo podía haberla visto en un único sitio, y era aquella misma fuente donde la enderth onírica se había exasperado tanto porque no se le quería conceder la muerte. ¿Pero por qué se acordaría de alguien a quién hubiese visto de pasada? Desde luego en aquel lugar había tenido otros asuntos más urgentes a los que atender, como los dos reptiles gigantes provocando una masacre. El propio psicópata que les había robado la comida estaba también allí, aunque se había limitado a perseguirla y cortarle el paso… ¿Qué demonios significaba todo aquello? Pero, sus cavilaciones acerca de esa extraña pesadilla no llegarían hasta más tarde, porque esa mañana Lethe tuvo una experiencia sumamente extraña.
Estaba despierta, o eso creía. Por alguna razón no conseguía enfocar y la habitación estaba… borrosa, extraña. ¿Por qué veía tan mal todo? Parecía como si estuviese parpadeando muy rápido, pero… ¿Qué era ese sonido? ¿Música? Parecía música, una melodía que no creía haber oído nunca. El sonido de alguna especie de flauta y lo que parecía un tambor. ¿Estaba Kradko tocando a aquellas horas de la mañana? Quiso levantarse y no pudo. Su cuerpo no le respondía. Sintió pánico de pronto. ¿Qué le estaba ocurriendo? ¿Le pasaba… algo grave?
Pero lo más extraño de todo vino después: Kahlo entró en el cuarto, flotando y rodeada de un extraño brillo.
<<¿Qué merluzos…?>> Su intento de exclamar en voz alta se quedó en pensamiento, pues se dio cuenta de que tampoco podía hablar. Aquello la agobio aún más mientras contemplaba con su visión defectuosa como la varmana seguía levitando a su alrededor, mirándola con expresión neutra. Nada tenía sentido. Lethe solo quería gritar y levantarse de la cama, pero no podía hacer ninguna de las dos cosas…
Hasta que finalmente pudo. De un salto se incorporó y de otro salió de la cama, mareándose en el proceso y llevándose la mano la cabeza. La detuvo en su ojo. Aquel que le había sido arrancado en el sueño. De modo irracional le alivió ver que seguía allí. Miró a su alrededor: algunos compañeros seguían en sus camas, pero desde luego no había rastro de Kahlo. Quien quiera que estuviera allí podría ver a la enderth plantada al lado de su cama, mirando frenéticamente a todas partes y con expresión entre angustiada e incrédula. No entendía nada de lo que acababa de pasar y estaba en shock. Su mirada se topó finalmente con Luci, que estaba en el suelo y con el pie lleno de una sustancia azulada.
—¿Qué acaba de pasar?
Nadie llegó a responderle a su pregunta pues en ese momento se asomó nada menos que Kahlo por la puerta. Y la enderth se dirigió hacia ella con la expresión todavía shockeada.
—Kahlo. Tú… Tú no has estado aquí antes, ¿verdad?
Re: Torreón Silente
18/04/20, 10:54 pm
Cuando el grupo que había salido regresó, Alyssa dejó que fuera Adam quien contara lo sucedido y se limitó a observar las reacciones del resto para luego a atender cuando ellos contaron su experiencia en el exterior, que aquella vez traía algo más que reptiles mortales o esqueletos locos.
A la chica le resultó difícil de creer al principio lo que le contaron, lo cual resultaba irónico tras lo que había presenciado ella misma el mismo día, aunque fue menos por lo imposible o no que pudiera ser y más por lo… “chocante” que le resultaba en comparación con toda la ruina y muerte que hasta ahora había sido lo único que aquella ciudad les había traído. En cualquier caso el resto del día terminó mucho mejor de lo que había empezado para la griega, sin tensiones ni malas noticias y con todo el mundo de buenos ánimos. La verdad, podría aceptar más días así.
Durante los días siguientes Alyssa volvió a su pasividad habitual al principio, pero algo cambió cuando el plan de las bañeras funcionó. Quizás fue el aumento general del buen ambiente porque las cosas empezaban a salir bien, o puede que simplemente hubiera perdido la paciencia con su cerebro y la sensación constante de no estar haciendo nada útil. En cualquier caso consiguió armarse del valor suficiente para empezar a participar en las cosas y su primer éxito lo tuvo al apuntarse con el resto a las clases de esgrima que Kahlo había empezado a dar.
En cuanto a su propio rendimiento en los entrenamientos… probablemente lo mejor era no pensar en ello para evitar volver a hundirse emocionalmente. Lo curioso es que prácticamente desde el principio se dio cuenta de que se movía bastante bien. Era la parte de acertar a donde tenía que apuntar donde fallaba algo que, cuando ocurría, solía hacerlo de maneras bastante estrepitosa para mayor vergüenza de la griega.
Volvieron a ver dragones, no una sola vez sino varias. La primera vez había había especial e incluso maravilloso, pero los constantes avistamientos hicieron que ese sentimiento de sobrecogimiento fuera poco a poco sustituido por uno de intranquilidad. Hermosos o no, no podía dejar de pensar que tarde o temprano podrían cruzarse con uno, y un encuentro como ese podía convertirse fácilmente en el último acto de sus vidas.
Aquel día despertó con un sobresalto, bueno... más bien la despertó Adam pegando un grito que hizo que empezara la mañana con un susto de muerte. El chico no hizo más que disculparse acto seguido, pero el daño ya estaba hecho y aunque la chica no dijo nada, porque era algo inevitable, el ruso se comió una mirada de desdén igualmente.
“¿Qué clase de persona grita tanto en sueños? No puede haber sido tan terrible”
Poco después un nuevo grito se pudo escuchar por el torreón, el de Luci, y esta vez no fue algo tan inofensivo como una pesadilla. En cuanto vio la herida y el brillo borró la molestia de su mente y fué hacia el daeliciano también, pasando entre Adam y Cromsa. Alec, como empezaba siendo habitual en estas situaciones, había sido más rápido y ya estaba atendiendo la herida.
–¿Estás bién? Preguntó, principalmente a Luci, pero también miró a Alec esperando respuesta por su parte.
Ya que el chico estaba ocupándose de la herida la griega desvió su mirada al cristal. Se acordaba del otro día, y de lo que habían dicho de que brillaban con sangre. Recogió el cristal y lo apartó un poco de ambos. Por lo que recordaba de lo que había hecho Kolja el cristal era inofensivo y más allá de cortar lo único que hacía era brillar, pero nunca estaba de más tener cuidado.
A la chica le resultó difícil de creer al principio lo que le contaron, lo cual resultaba irónico tras lo que había presenciado ella misma el mismo día, aunque fue menos por lo imposible o no que pudiera ser y más por lo… “chocante” que le resultaba en comparación con toda la ruina y muerte que hasta ahora había sido lo único que aquella ciudad les había traído. En cualquier caso el resto del día terminó mucho mejor de lo que había empezado para la griega, sin tensiones ni malas noticias y con todo el mundo de buenos ánimos. La verdad, podría aceptar más días así.
Durante los días siguientes Alyssa volvió a su pasividad habitual al principio, pero algo cambió cuando el plan de las bañeras funcionó. Quizás fue el aumento general del buen ambiente porque las cosas empezaban a salir bien, o puede que simplemente hubiera perdido la paciencia con su cerebro y la sensación constante de no estar haciendo nada útil. En cualquier caso consiguió armarse del valor suficiente para empezar a participar en las cosas y su primer éxito lo tuvo al apuntarse con el resto a las clases de esgrima que Kahlo había empezado a dar.
En cuanto a su propio rendimiento en los entrenamientos… probablemente lo mejor era no pensar en ello para evitar volver a hundirse emocionalmente. Lo curioso es que prácticamente desde el principio se dio cuenta de que se movía bastante bien. Era la parte de acertar a donde tenía que apuntar donde fallaba algo que, cuando ocurría, solía hacerlo de maneras bastante estrepitosa para mayor vergüenza de la griega.
Volvieron a ver dragones, no una sola vez sino varias. La primera vez había había especial e incluso maravilloso, pero los constantes avistamientos hicieron que ese sentimiento de sobrecogimiento fuera poco a poco sustituido por uno de intranquilidad. Hermosos o no, no podía dejar de pensar que tarde o temprano podrían cruzarse con uno, y un encuentro como ese podía convertirse fácilmente en el último acto de sus vidas.
Aquel día despertó con un sobresalto, bueno... más bien la despertó Adam pegando un grito que hizo que empezara la mañana con un susto de muerte. El chico no hizo más que disculparse acto seguido, pero el daño ya estaba hecho y aunque la chica no dijo nada, porque era algo inevitable, el ruso se comió una mirada de desdén igualmente.
“¿Qué clase de persona grita tanto en sueños? No puede haber sido tan terrible”
Poco después un nuevo grito se pudo escuchar por el torreón, el de Luci, y esta vez no fue algo tan inofensivo como una pesadilla. En cuanto vio la herida y el brillo borró la molestia de su mente y fué hacia el daeliciano también, pasando entre Adam y Cromsa. Alec, como empezaba siendo habitual en estas situaciones, había sido más rápido y ya estaba atendiendo la herida.
–¿Estás bién? Preguntó, principalmente a Luci, pero también miró a Alec esperando respuesta por su parte.
Ya que el chico estaba ocupándose de la herida la griega desvió su mirada al cristal. Se acordaba del otro día, y de lo que habían dicho de que brillaban con sangre. Recogió el cristal y lo apartó un poco de ambos. Por lo que recordaba de lo que había hecho Kolja el cristal era inofensivo y más allá de cortar lo único que hacía era brillar, pero nunca estaba de más tener cuidado.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
19/04/20, 01:02 pm
Querido diario,
Ayer uno de los mamíferos (ya no me acuerdo de quién) me dijo que algunos en su planeta escriben “querido diario” en algo llamado diario y luego explican cosas que les han pasado. Me dijo que era teraplégico. O algo así, era una palabra muy difícil y me hace gracia cómo suena y se supone que es algo bueno. Yo no tengo un diario ni tampoco cosas para escribir, así que solo puedo hacerlo en mi cabeza.
Un día fuimos a un lugar que los otros llaman Palacete. Es un edificio mucho más raro que esta torre, tiene cosas bonitas y no pasan cosas malas dentro. Solo que sí pasaban porque Lethe se enfadó conmigo porque arranqué unas flores, ¡pero Kahlo también arrancó flores! Bueno, vale, yo arranqué más. Y toqué un timbre. Muchos se probaron ropas que tenían muchos colores y eran bonitas pero yo no lo hice. Creo que la próxima vez que vaya igual me pruebo algo.
Cuando volvimos al torreón Alyssa nos contó algo que me dio mucho miedo. Se llaman dragones y los vimos más tarde. ¡Son dinosaurios muy grandes y encima sacan fuego por la boca! Espero que los dinos de Rocavarancolia no coman clinger como los de Dryfus.
También he empezado a aprender a luchar como lo hace Kahlo. De hecho, ¡muchos han empezado a aprender a luchar! Es un estilo muy raro pero estoy aprendiendo a ser más preciosa con mi palo. No, esa no era la palabra que buscaba, pero era una que se parecía. Da igual, el caso es que la esgrima esa es de apuntar con el palo o espada y eso también me ayuda a apuntar mejor con mi palo aunque es más largo. También puedo usar el cuchillo con la esgrima. Kolja también está haciendo clases pero son de correr y yo ya sé correr y escalar. También está enseñando a luchar con espada y escudo pero yo soy demasiado pequeña para luchar con una espada y un escudo. Creo que la esgrima me va mejor.
¡Ah sí! Kolja y Qirra y yo hicimos eso de enganchar una cuerda a una bañera (esas que vuelan, no las que usan para bañarse). ¡Y conseguimos mucha comida! Algunos se quedaron muy impresionados por cómo escalo la cuerda, pero es fácil. Igual es porque soy muy pequeña y los mamíferos son muy grandes y pesan mucho. Creo. Un día intenté saltar a la bañera desde arriba del torreón pero fallé y me echaron un poco la bronca por intentarlo. Aunque no me hice daño.
¡Y ahora tengo un tambor! Un día fuera vimos madera que me podía servir y la cogí y Chromsa me enseñó a trabajar con la madera para poder hacer el tambor y lo hicimos entre los dos. ¡Fue muy divertido! Luego hice agujeros a la membrana para pasar la cuerda y hacerla tensa. ¡Fue muy difícil! Es cuero bastante malo y se me rompió algunas veces y entonces tuve que cortar más. Pero al final lo conseguí y suena más fuerte que el que tenía en casa de mi papa y mi mama. Creo que la madera es mejor que las latas recicladas. Aunque el cuero que tiene este tambor me gusta menos.
Y creo que eso es todo, han pasado muchas cosas. Tengo sueño así que me voy a la cama. ¿Debería decir también “buenas noches diario”? A ver si me acuerdo de preguntarle a los mamíferos.
Buenas noches.
*********
Kradko no sabía por qué estaban gritando de buena mañana. La voz sonaba a la de Luci y, por su experiencia con mamíferos, aquel grito sonaba a que algo malo había ocurrido. Subió muy rápido las escaleras y cuando llegó arriba vio que este se había hecho una herida en el pie. «La piel de los mamíferos es muy blanda… ¿Por qué no tienen caparazón como nosotros o escamas como los dinos? Funcionan mucho mejor que la piel», consideró. Como fuera, por lo que entendió parecía que se había pinchado con el cristal. Esperaba que no le doliera mucho.
Ayer uno de los mamíferos (ya no me acuerdo de quién) me dijo que algunos en su planeta escriben “querido diario” en algo llamado diario y luego explican cosas que les han pasado. Me dijo que era teraplégico. O algo así, era una palabra muy difícil y me hace gracia cómo suena y se supone que es algo bueno. Yo no tengo un diario ni tampoco cosas para escribir, así que solo puedo hacerlo en mi cabeza.
Un día fuimos a un lugar que los otros llaman Palacete. Es un edificio mucho más raro que esta torre, tiene cosas bonitas y no pasan cosas malas dentro. Solo que sí pasaban porque Lethe se enfadó conmigo porque arranqué unas flores, ¡pero Kahlo también arrancó flores! Bueno, vale, yo arranqué más. Y toqué un timbre. Muchos se probaron ropas que tenían muchos colores y eran bonitas pero yo no lo hice. Creo que la próxima vez que vaya igual me pruebo algo.
Cuando volvimos al torreón Alyssa nos contó algo que me dio mucho miedo. Se llaman dragones y los vimos más tarde. ¡Son dinosaurios muy grandes y encima sacan fuego por la boca! Espero que los dinos de Rocavarancolia no coman clinger como los de Dryfus.
También he empezado a aprender a luchar como lo hace Kahlo. De hecho, ¡muchos han empezado a aprender a luchar! Es un estilo muy raro pero estoy aprendiendo a ser más preciosa con mi palo. No, esa no era la palabra que buscaba, pero era una que se parecía. Da igual, el caso es que la esgrima esa es de apuntar con el palo o espada y eso también me ayuda a apuntar mejor con mi palo aunque es más largo. También puedo usar el cuchillo con la esgrima. Kolja también está haciendo clases pero son de correr y yo ya sé correr y escalar. También está enseñando a luchar con espada y escudo pero yo soy demasiado pequeña para luchar con una espada y un escudo. Creo que la esgrima me va mejor.
¡Ah sí! Kolja y Qirra y yo hicimos eso de enganchar una cuerda a una bañera (esas que vuelan, no las que usan para bañarse). ¡Y conseguimos mucha comida! Algunos se quedaron muy impresionados por cómo escalo la cuerda, pero es fácil. Igual es porque soy muy pequeña y los mamíferos son muy grandes y pesan mucho. Creo. Un día intenté saltar a la bañera desde arriba del torreón pero fallé y me echaron un poco la bronca por intentarlo. Aunque no me hice daño.
¡Y ahora tengo un tambor! Un día fuera vimos madera que me podía servir y la cogí y Chromsa me enseñó a trabajar con la madera para poder hacer el tambor y lo hicimos entre los dos. ¡Fue muy divertido! Luego hice agujeros a la membrana para pasar la cuerda y hacerla tensa. ¡Fue muy difícil! Es cuero bastante malo y se me rompió algunas veces y entonces tuve que cortar más. Pero al final lo conseguí y suena más fuerte que el que tenía en casa de mi papa y mi mama. Creo que la madera es mejor que las latas recicladas. Aunque el cuero que tiene este tambor me gusta menos.
Y creo que eso es todo, han pasado muchas cosas. Tengo sueño así que me voy a la cama. ¿Debería decir también “buenas noches diario”? A ver si me acuerdo de preguntarle a los mamíferos.
Buenas noches.
*********
Kradko no sabía por qué estaban gritando de buena mañana. La voz sonaba a la de Luci y, por su experiencia con mamíferos, aquel grito sonaba a que algo malo había ocurrido. Subió muy rápido las escaleras y cuando llegó arriba vio que este se había hecho una herida en el pie. «La piel de los mamíferos es muy blanda… ¿Por qué no tienen caparazón como nosotros o escamas como los dinos? Funcionan mucho mejor que la piel», consideró. Como fuera, por lo que entendió parecía que se había pinchado con el cristal. Esperaba que no le doliera mucho.
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